La Masacre de Aguas Blancas Benigno Guzman PDF
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La Masacre de Aguas Blancas Benigno Guzman PDF
LA MASACRE DE AGUAS
BLANCAS
20 AÑOS DE IMPUNIDAD
A todos los
que murieron luchando o fueron masacrados.
INDICE
DEDICATORIA 1
INDICE 3
PROLOGO 5
EL AMANECER 9
LA LUCHA 13
SE RECRUDECE LA REPRESION 81
LA JUSTICIA 87
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¿MASACRE O MATANZA? 91
Prólogo
Después, el 27 de enero de 1997, cuando fue detenido por efectivos de la Policía Judicial
Federal, la Secretaría de Gobernación emitió un boletín de prensa en el que presenta a
Benigno Guzmán como “el principal cabecilla del EPR”, el grupo armado que se dio a
conocer en el primer aniversario de la masacre de Aguas Blancas, el 28 de junio de 1996.
Era “un paso en falso del gobierno federal”, declaró entonces Benigno Guzmán.
Desde que se formó la OCSS el gobierno creyó ver ahí el resurgimiento de la guerrilla, y
Figueroa y su equipo de seguridad la consideraban peligrosa porque en cualquier momento
se podía levantar en armas, y prepararon la represión contra ella.
En realidad, ni Benigno Guzmán ni sus compañeros de la OCSS eran guerrilleros; sólo
peleaban por derechos sociales, que en las políticas del gobierno no está cumplirlas, y por
eso los ve peligrosos, tanto o más que si fuera un movimiento en armas que se planteara
derrocarlo.
Cuando surgió la OCSS en 1994, Benigno Guzmán tenía 44 años, y estaba al frente de su
familia, con su esposa y seis hijos, se dedicaba a sembrar maíz en sus tierras en Tepetixtla,
la comunidad más poblada y más pobre de la sierra de Guerrero. Nació en Otatlán, en lo
alto de la sierra de San Miguel Totolapan, pero desde niño se trasladó con su familia a
Tepetixtla para buscar sustento; no terminó la primaria porque tuvo que incorporarse al
trabajo en el campo. A partir del movimiento que se generó por la candidatura de
Cuauhtémoc Cárdenas a la Presidencia de la República, en 1989, Benigno Guzmán
comenzó a intervenir en actividades políticas e ingresó al PRD desde su fundación, en
1993, la mayoría de los integrantes del PRD en la sierra de Tepetixtla rompieron con la
dirección de ese partido, y poco después fundaron la OCSS, en la que Benigno mostró
desde el principio cualidades de dirigente.
Ahora, además escribió este libro, donde dice cómo se formó la organización, quiénes
participaban y cuáles eran sus demandas para luchar por una mejor vida, como fertilizante
para aumentar la producción de alimentos, despensas, láminas de cartón y carreteras, pero
también demandaban la presentación de los desaparecidos políticos de la represión a la
guerrilla de Lucio Cabañas. Pronto se dio cuenta de las dificultades para lograr una vida
mejor, y para conseguir una respuesta del gobierno a sus demandas, la OCSS tuvo que
recurrir a métodos de lucha radicales.
En las manifestaciones y marchas los campesinos pintaban sus demandas en las paredes,
bardas, postes y hasta en las piedras de las ciudades, pueblos, carreteras y caminos;
tomaban palacios municipales y dejaban encerrados a alcaldes y funcionarios, bloqueaban
carreteras, obligaron a parar la explotación de los bosques con la toma y destrucción de
maquinaria en aserraderos, y con una marcha obligaron a salir a un destacamento de la
policía estatal de Tepetixtla porque cometía abusos en la comunidad.
En este libro, Benigno Guzmán recuerda que el 3 de mayo de 1995 llegó el gobernador
Rubén Figueroa a Tepetixtla, para dialogar con los miembros de la OCSS, acompañado del
jefe de la Novena Región Militar general Enrique Tomás Salgado Cordero. “Lo recibimos
en el local de nuestra organización, sin apapachos, ni aplausos, con consignas de lucha, con
nuestra voz y nuestras demandas. Los representantes de la OCSS en Coyuca, Atoyac,
Petatlán, La Unión y Coahuayutla, leyeron sus pliegos petitorios y en nombre de todos, el
compañero Gilberto Romero Vázquez leyó el pliego petitorio general”. Tres semanas
después, Gilberto Romero Vázquez fue desaparecido, y su presentación con vida fue una de
las demandas del contingente que se dirigía a una manifestación cundo fue atacado por
policías del estado en el vado de Aguas Blancas.
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En la reunión, Benigno Guzmán habló del cansancio de los campesinos de la sierra ante la
marginación y la falta de respuesta gubernamental a sus demandas, y remató: “si no le
cumplen al pueblo sus demandas y tenemos que hacer una revolución, con gusto la
haremos”.
Después, el jefe militar en Guerrero, que estuvo en Tepetixtla, declaró que Benigno
Guzmán estaba llevando “ideas extrañas” a los campesinos de la sierra.
El dirigente campesino cuenta en este libro cómo se puso en marcha una guerra para acabar
con ese movimiento de la sierra, desde el intento del gobernador Rubén Figueroa por
corromper a integrantes de la OCSS con dinero y dádivas, para dividirla y debilitarla, el
encarcelamiento y persecución, la desaparición forzada, hasta la masacre de Aguas Blancas
y después el asesinato en serie de dirigentes y miembros hasta sumar 30 muertos.
En la represión a la OCSS intervinieron también grupos paramilitares, civiles armados a las
órdenes de instancias del gobierno, de cuya actuación en la sierra de Tepetixtla Benigno
Guzmán informa con detalle.
La respuesta del gobierno a las demandas de la OCSS fue la represión; esa es la política
hacia los movimientos sociales.
No hay políticas para mejorar la producción en el campo, de empleo, de vivienda, de
educación, de salud, de seguridad pública, de protección y aprovechamiento de los recursos
naturales, de carreteras y comunicaciones, de servicios. Los movimientos sociales tienen
que recurrir a formas de lucha radicales para buscar que el gobierno atienda sus demandas.
Y a las acciones radicales de los movimientos sociales, el gobierno responde con
encarcelamientos, desapariciones y muertes.
Se ve en Aguas Blancas en 1995, y en la represión a los estudiantes de Ayotzinapa del 12
de diciembre de 2011 y en los seis asesinatos y la desaparición de 43 estudiantes de la
Normal Rural el 26 y 27 de septiembre de 2014.
Con frecuencia el pretexto del gobierno para reprimir a los movimientos sociales es que
detrás de ellos está la guerrilla, que ha estado activa o latente en Guerrero desde los años
setenta cuando se desarrollaron las encabezadas por Genaro Vázquez y Lucio Cabañas.
Pero se ha visto que la represión se aplicó antes de que aparecieran los grupos armados, o
aunque éstos no aparezcan. La represión busca principalmente acabar con los movimientos
sociales que demandan al gobierno que cumpla su función en el desarrollo social y
económico.
En el libro se ve cómo desde el presidente de la República, Ernesto Zedillo, el PRI en el
Congreso, la Procuraduría General de la República, los tres poderes en Guerrero, y hasta la
Comisión Nacional de Derechos Humanos protegieron a Figueroa para que no fuera
enjuiciado por la masacre de campesinos, aunque se vio obligado a dejar la gubernatura, y
pidió licencia definitiva al cargo el 12 de marzo de 1996, para facilitar las investigaciones
del caso Aguas Blancas, que el presidente pidió a la Suprema Corte de Justicia.
El máximo tribunal del país planteó como una de sus conclusiones que el gobernador
Figueroa es responsable de las graves violaciones a los derechos humanos que se
cometieron en Aguas Blancas. Pero ni la PGR ni la Procuraduría de Guerrero actuaron en
consecuencia, y siguió la impunidad, hasta los días actuales.
En Aguas Blancas Figueroa aplicó una política que buscaba acabar con una organización
radical, que se encontraba en una región de Guerrero donde 20 años antes combatía contra
el Ejército la guerrilla de Lucio Cabañas.
Al poco tiempo se vio que la renuncia de Figueroa, inducida desde el gobierno federal, fue
sólo para retirarlo del escenario público y bajar las presiones por el descontento causado
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por la masacre de campesinos, incluidas las críticas sobre la situación de los derechos
humanos en Guerrero del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Dentro de la acostumbrada simulación del régimen político mexicano se declaraba
“lamentable” la muerte de 17 campesinos. Pero fue una decisión desde el poder, como fue,
19 años más tarde, la masacre de Iguala y la desaparición de 43 estudiantes de la Normal
Rural de Ayotzinapa.
Una muestra de cómo desde el poder se veía que el caso Aguas Blancas fue una misión
cumplida por Figueroa, y no un error, o un exceso de la policía, es una declaración del
nonagenario líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Fidel
Velázquez, que fue uno de los pilares del régimen priista, que el 3 de noviembre de 1995
encabezó un acto púbico en un auditorio de Acapulco para respaldar a Figueroa, cuando la
opinión pública demandaba su caída. Dijo: “El gobernador tiene que saber que a nosotros
no nos asustan los muertos”. Y confesó sus deseos: “Ojalá que todos los gobernadores
hicieran lo que él: actuar con energía, valor y decisión para acabar con estos brotes de
rebeldía que hay en Guerrero contra injusticias imaginarias”.
Ya en este siglo las luchas sociales se enfrentan a nuevos enemigos, con la aparición de las
fuerzas de la delincuencia organizada dedicadas al narcotráfico y a otros ilícitos, que son
utilizadas para cometer crímenes políticos y para la represión a los movimientos sociales,
como el asesinato de la abogada Digna Ochoa en 2001, la desaparición, tortura y ejecución
de los dirigentes del pueblo mixteco en Ayutla, Raúl Lucas Lucía y Manuel Ponce Rojas, la
desaparición de los dirigentes de la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra
de Petatlán y Coyuca de Catalán, Marcial Bautista y Eva Alarcón en 2011, y los asesinatos
de estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa y la desaparición de 43 normalistas el 26
de septiembre de 2014.
El autor de este libro plantea en la parte final que en el caso Aguas Blancas y en el de los
normalistas de Ayotzinapa se ve la misma actuación del poder: represión a un movimiento
social, ocultamiento de lo que realmente ocurrió, encubrimiento de los responsables, y la
impunidad.
La masacre de Aguas Blancas no fue una casualidad ni un error ni un exceso. Fue decidida
para detener el crecimiento de una organización que el gobierno de Figueroa y el Ejército
veían como el inicio de una nueva guerrilla. Por eso el principal responsable sigue actuando
en la política local y nacional, como si no hubiera cometido un crimen sino cumplido una
tarea.
Por eso después de 20 años sigue la impunidad y no habrá justicia, y la masacre de Aguas
Blancas se agregó a la larga lista de motivos de rebeldía de la población de Guerrero, como
ahora Ayotzinapa.
EL AMANECER
Por la ventana de nuestra existencia nos asomamos a la vida. Siempre fue una
mirada desde la pobreza. Conocimos porque los vivimos, o los vimos de cerca,
distintos matices de la injusticia, la falta de empleo, los abusos policíacos y
caciquiles, las enfermedades de los pobres, las cosechas mal pagadas, la
desnutrición, el analfabetismo, el alcoholismo, las familias desintegradas, la
emigración.
Para unos fuimos parte de la estadística de la miseria, para nosotros un fragmento
más de la existencia concreta de los empobrecidos, siempre luchando por mejorar,
por sobrevivir. Tropezando y levantándonos. Allí nació nuestra rebeldía, del vivir
diario.
También nos amamantamos con la historia, la oficial, la de los libros de texto
gratuito y la que se ha trasmitido de boca en boca, de generación en generación.
Aunque fuimos poco a la escuela y algunos ni fueron, los abuelos y los abuelos de
los abuelos, nos hablaron de las luchas en la sierra, en todo Guerrero. Junto a las
palabras mamá, agua, maíz, milpa, tortilla, machete aprendimos Morelos,
Hermenegildo Galeana, Juan Álvarez, Zapata, Pablo Cabañas, Silvestre Castro,
Amadeo Vidales, Lucio Cabañas, Genaro Vázquez.
Supimos que en el cerro El Guajalote, el “Tata Juan” (Juan Álvarez), tuvo su
cuartel, que Tepetixtla fue su rancho. Que en el cerro “La Señora”, en las “Tres
Tetas”, en muchos rincones de la sierra, en las barrancas, en las faldas, en los
filos, en sus cuevas, mucho antes de que naciéramos, en varios momentos de
nuestra historia, se refugiaron allí la rebeldía y la dignidad.
Y allí siguen sus recuerdos y sus mitos, “que doña María Faustina Benítez, murió
en el cerro la Señora, que allí está enterrada, que por ella se llama así y que
desde allí nos cuida”; “que en el cerro El Guajolote está escondido el tesoro de
Juan Álvarez”, miles han ido a buscarlo, solo han hallado, en su cima, cientos de
metros de antiguas trincheras y una hermosa vista del mar.
Así nos halló 1988, pobres en lo económico, pero ricos en las ganas de vivir mejor.
Nos entusiasmó la posibilidad de ganarle al PRI. Priistas fueron los caciques, los
que siempre robaron los recursos que se asignaban a nuestra comunidad, los que
saqueaban la madera, los que asesinaban impunemente, los que pisoteaban a
cualquier ciudadano pobre, que éramos casi todos.
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LA LUCHA
Por esos días se dio la aparición del EZLN en Chiapas y con admiración y alegría
seguimos desde nuestra limitada información los acontecimientos relacionados
con ellos.
Una breve Cronología puede ilustrar un poco lo que fue este proceso:
14 de enero de 1994 en una conferencia de prensa en Acapulco, se da a conocer
el nacimiento de la OCSS y sus demandas.
19 y 20 de marzo encuentro campesino en Tepetixtla.
9 y 10 de abril de 1994 marcha de Coyuca a Acapulco conmemorando el
asesinato del General Emiliano Zapata. Fuimos cientos, que aspirábamos a ser
miles, llegamos desde Tepetixtla, uno de uno de los lugares más empobrecidos de
la sierra.
11 de abril ocupación del palacio municipal de Coyuca de Benítez, por demandas
sociales y políticas.
18 de mayo marcha en Atoyac conmemorando el aniversario de la masacre de
1967 en Atoyac, que da inicio al movimiento del Profesor Lucio Cabañas.
Junio 94 se estableció la policía motorizada en Tepetixtla y colocó retenes donde
humillaban y maltrataban a la población. La OCSS protestó y exigió que saliera
este cuerpo policiaco de la comunidad por los múltiples atropellos cometidos.
Durante una semana el conflicto se mantuvo sin resolverse. El 10 de junio la
OCSS marchó y tomó pacífica y combativamente, el cuartel de dicha policía, la
ocupación terminó con la salida del cuerpo policíaco.
16 de junio, cuando se dirigían a trabajar tres campesinos fueron detenidos cerca
de Tepetixtla por la policía judicial y se les traslada a Acapulco. Uno de ellos, José
Guadalupe Guzmán Martínez hermano de uno de los principales dirigentes, fue
torturado y obligado a firmar una declaración previamente redactada por los
torturadores.
18-20 de junio Integrantes de la OCSS bloquean la carretera Acapulco-
Zihuatanejo, en Coyuca de Benítez, pidiendo la liberación de los detenidos y
protestando contra las arbitrariedades que cometen los cuerpos policíacos en las
comunidades de la sierra.
Una semana más tarde, José Guadalupe Guzmán Martínez es procesado
acusándolo de una muerte en San Miguel Totolapan, porque su nombre coincide
con José Guzmán Martínez, presunto responsable de ese delito, los otros dos
campesinos son liberados. Para nosotros, José Guadalupe, hermano de Benigno
Guzmán, uno de los dirigentes y fundadores de la OCSS, era un rehén político.
Entre fines de Junio y Septiembre se dan dos reuniones de la dirigencia de la
OCSS con el gobernador Figueroa en la que se plantean nuestras demandas de
apoyo a la producción, servicios para las comunidades (carreteras, puentes,
drenaje, agua potable, pavimentación, servicio médico, escuelas), apoyo para el
mejoramiento de viviendas, despensas y presentación con vida de los
desaparecidos de la guerra sucia en los años70‟s. En una de ellas el gobernador
responde amenazante “Ustedes mucho chingan con eso de los desaparecidos, a
esos ya se los llevó la chingada, la detención de José Guadalupe Guzmán
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El 27 de abril, Héctor Vicario Castrejón invita a la OCSS a una reunión urgente con
el gobernador. Asisten dos compañeros en representación de nuestra
organización. Vicario les dice que Rubén Figueroa tiene interés en ir a Tepetixtla y
por eso quiso reunirse con nosotros, “Porque se dice mucho que ustedes son
guerrilleros”.
1 de mayo reunión con Héctor Vicario en un restaurante de Coyuca, para “ultimar
detalles”. Nos pidió que “apapacháramos” a Figueroa que lo recibiéramos con
música en la plaza central, junto a los priistas y la organización figueroísta de
Bartolo Guzmán, porque así sería más bonito. No aceptamos que se nos
condicionara.
El 3 de mayo llegó Rubén Figueroa a Tepetixtla, acompañado del jefe de la
Novena Región Militar general Enrique Tomás Salgado Cordero. Lo recibimos en
el local de nuestra organización, sin apapachos, ni aplausos, con consignas de
lucha, con nuestra voz y nuestras demandas. Los representantes de la OCSS en
Coyuca, Atoyac, Petatlán, La Unión y Coayutla, leyeron sus pliegos petitorios y en
nombre de todos, el compañero Gilberto Romero Vázquez leyó el pliego petitorio
general.
Benigno Guzmán planteó la exigencia de la salida del ejército y de los cuerpos
policíacos de la sierra, mencionó nuestro cansancio ante la marginación y la falta
de respuesta gubernamental a nuestras demandas, y remató diciendo: “si no le
cumplen al pueblo sus demandas y tenemos que hacer una revolución, con gusto
la haremos”.
Figueroa se molestó porque no esperaba a los compañeros de otros municipios y
se comprometió a resolver nuestras demandas de fertilizantes, láminas de cartón,
rollos de alambre, bombas para fumigar, herbicidas, despensas, pavimentación de
la carretera Coyuca-Tepetixtla (oficialmente “pavimentada” desde años atrás) y
otras obras en distintas comunidades.
El general Salgado, dijo que el ejército estaba en la sierra haciendo labor social y
que Benigno le metía ideas extrañas a los campesinos.
Posteriormente, el gobernador y su comitiva hicieron un acto con Priistas y
miembros de la Organización campesina Benito Juárez, en el centro de Tepetixtla.
Al día siguiente, distintos medios locales presentaron la visita del gobernador a
Tepetixtla, como un triunfo político de Figueroa.
Veintiún días después, nuestro compañero Gilberto Romero Vázquez, fue
desaparecido.
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Los del gobierno intensificaron el manejo entre compañeros de Atoyac que habían
dos OCSS, que con la de Coyuca no se podía hablar, que en cambio con la de
Atoyac se podía negociar, que era mejor; “la OCSS buena y la mala”.
El intento gubernamental de cooptar compañeros a partir del ofrecimiento de
dinero, regalos materiales y elogios personales, tuvo algún efecto. Hubo quien ya
no quería fumar cigarros “alas”, pues ahora era “importante”, ahora solo cigarro
”finos” de “boquilla” –filtro- y en una reunión “personal” con gente del gobierno,
recibió 10 mil pesos, que compartió con otro.
En otra ocasión, con el pretexto de que iban a curar a un compañero, hubo
quienes nos exigieron les diéramos 10 mil pesos que teníamos como
organización. Para evitar una confrontación se los entregamos, y los usaron para
emborracharse.
La gran mayoría éramos campesinos que habíamos vivido en la pobreza y la
miseria toda la vida y ahora el gobierno trataba de “deslumbrarnos”, de descubrir
cuáles eran nuestros conflictos, nuestras carencias emocionales, y a partir de esto
manipularnos para destruir la organización. De unos hallaron vicios como el
alcohol, el consumo de alguna droga, las mujeres y por esas grietas se colaron.
Después de tantos años de miserias, hubo quien pensó que por fin “se le haría”.
Nunca tuvieron nada y cuando tuvieron la fuerza de la organización quisieron tener
todo lo que no habían tenido. Ya no serían “perdedores”, ahora serían
“chingones”.
En las maniobras gubernamentales incluyeron buscar a nuestros familiares que no
participaban en “nada”, los llevaron a reuniones con funcionarios, en lugares
lujosos, oficinas, restaurantes, donde buscaron impresionarlos con la
“magnanimidad” del poder. Algunos regresaron a sus casas “convencidos” de “la
bondad” de Figueroa, “con quien había que estar agradecido porque nos volteaba
a ver”, repartía “de su dinero”, nos invitaba a comer, a ir al palacio de gobierno, a
alguna oficina ¿Cuándo se había visto que personas tan finas nos invitaran?.
En su devaluación sentían que “codearse”, aunque solo fuera un ratito, con el
poder, era fabuloso, nunca se imaginaron que eso pudiera pasar. Sentarse
cerquita de aquellos hombres elegantes, bien perfumados, que te invitaban a
comer lo que nunca habías comido y que ni siquiera pensabas que existía, que te
hablaban “bonito”, te sonreían, te daban la mano, te abrazaban, “era rete bonito”.
No importaba que nunca te hubieran tenido en cuenta, que nunca se habían
interesado en ti. Como no ayudarles en eso que te pedían de decirle a los
familiares que ya no lucharan, que mejor se conformaran con lo que el gobernador
hacía y decía. Como no regresar al pueblo “rete enojados” a hablar mal de la
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Además de los que se fueron con la organización Benito Juárez, estaban “los
ablandados”. Aquellos que no eran “traidores”, pues seguían en la organización,
sólo habían recibido un poco dinero para disfrutar “lo que merecían”, aquello que
la injusta vida les había negado. Algunos ya habían estado en la tienda
CONASUPO o en otros proyectos económicos, donde “lo que sobraba” podía
desaparecer. Los que hacían creer a los ingenuos que las abundantes botellas
“caguamas” de cerveza que se veían por muchos lados, no eran envases vacíos
de borracheras, sino recipientes “para guardar agua”.
El “ablandado” dejaba de ser peligroso, se volvía más tranquilo, más amigable con
la injusticia, ya podía entender que su pobreza era cosa de dios, del destino, de la
mala suerte y no de las políticas gubernamentales ni de la injusta distribución de la
riqueza.
Entendimos con más claridad lo que quiere decir “el dinero es la puta del género
humano”. Es cierto que necesitamos dinero para solucionar nuestras necesidades
básicas y lo buscamos, no de cualquier forma, sino trabajando. Pero el dinero
también puede prostituir los sentimientos, los principios, la decisión de luchar,
todas las relaciones humanas, incluidas las familiares. Con él se pueden comprar
conciencias y hasta acabar con las ganas de luchar de algunos.
Paso Real la camioneta en que venía José Ascencio se quedó atascada en el lodo
y otra camioneta de tres toneladas, la de Mauro Hernández, también azul, de
pasaje, que venía de Atoyaquillo con pasajeros comunes y miembros de la
organización, la rebasó y se fue detrás del primer camión. En Paso Real, otros
compañeros y pasajeros subieron y se fueron con Mauro.
Como a las 10 y media de la mañana, como a unos 3 kilómetros, antes de llegar a
la comunidad de Aguas Blancas, después de pasar el vado del río Las Hamacas,
entre dos curvas rodeadas de huertas, lomas y cerros, el primer camión fue
detenido por policías motorizados, judiciales, policías antimotines, agentes de
gobernación y algunos funcionarios gubernamentales. Con insultos y empujones
se obligó a que todos los compañeros bajaran. Los que protestaron por el mal
trato recibieron nuevos empujones e insultos y les ordenaron que se tiraran al
piso. El jefe de la policía motorizada, Manuel Moreno González y otros policías
preguntaron repetidamente por Benigno Guzmán y José Ascencio.
Les contestaron que no se encontraban allí.
Benigno había bajado hacia Atoyac desde el día 26, a ponerse de acuerdo y
organizar a los que del pueblo irían a la manifestación.
Al llegar la camioneta azul, la que venía de Atoyaquillo, le marcaron el alto.
Alguien del gobierno gritó ¡Esa es! A los del Torton que todavía estaban de pie, los
tiraron al piso, con más insultos, golpes y algunas patadas. A Marino Sánchez el
director de gobernación Esteban Mendoza Ramos, lo pateó en la cara.
Simultáneamente, cortaron cartucho, varios policías corrieron hacia la camioneta
azul y comenzó la balacera sobre ella.
¿Quién y cómo realizó el primer disparo? Unos compañeros dijeron que el primer
balazo fue contra Gregorio Analco, que se había bajado de la camioneta y
caminaba detrás de esta, al que un jefe policiaco con actitud agresiva lo picó con
el fusil e insultó diciéndole que se subiera. Gregorio se volteó a reclamarle y el
comandante le disparó. Andrés Sánchez bajó a ayudar a Gregorio y también
recibió un disparo. Entonces se desgranó la balacera.
Como unos quince minutos dispararon desde ambos lados de la carretera, desde
el cerro, las lomas, detrás de los bordes, piedras, árboles y la carretera, contra
campesinos desarmados, inermes.
Desde la camioneta solo surgieron gritos de dolor y de súplica, “no tiren por favor”
“somos pasajeros”.
Cuando cesó la primera descarga, los policías ordenaron a los que podían
hacerlo, heridos e ilesos, que se bajaran y se tiraran al piso. Francisca Flores
Rizo, agente del ministerio Público en Coyuca fue señalando a los que eran de la
OCSS y los fueron rematando. Mientras los acribillaban o les daban tiro de gracia
les decían, “Esto les pasa por mitoteros” “para que no anden de escandalosos,
mejor deberían de andar sembrando maíz” “Aquí tienen su líquido y su fertilizante”
“Órale culeros”.
Fabián Gallardo fue el primero que remataron. El testimonio de un sobreviviente
señala a la agente del ministerio público, Flores Rizo, como la que le disparó a
quemarropa a Amado Sánchez Gil.
Florente Rafael Ventura, responsable de la OCSS en Paso Real, que había salido
ileso de las descargas, después de bajar de la camioneta, fue tirado al piso y
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acribillado, se defendió con sus manos, forcejeó con los policías pero fue inútil, se
impuso la fuerza.
A algunos de los que estaban en el piso les ordenaron que caminaran de regreso
hacia el rumbo de Paso Real, tres policías con sus armas e insultos, los fueron
arreando.
Una segunda descarga de fusilería sobre la camioneta, rubricó el crimen. Pasito
Hernández murió en brazos de su padre. Venicio Godínez Silva, herido en la
pierna y el brazo, se escondió bajo la camioneta y se hizo el muerto, la abundante
sangre que chorreaba del vehículo lo empapó más y eso hizo creer a los
rematadores que ya estaba muerto, salvando así la vida.
ellos policías” y otras mentiras. El agente del ministerio público, dijo que en el
lugar de los hechos decomisaron un fusil AK 47, una escopeta, tres escuadras, un
revolver y un rifle 22.
Ante los medios, los testigos que fueron entrevistados y los compañeros que
pudieron, denunciaron la falsedad de esa versión, ¡Nuestros compañeros venían
desarmados y fueron emboscados por cientos de policías!.
En Coyuca por la tarde y la noche, más de 500 personas se reunieron en la plaza
central, buscando información y preguntándonos que hacer. Como pudimos, a
retazos, fuimos juntando la información y elaboramos nuestro plan.
Repuestos de la sorpresa inicial que la brutalidad inesperada nos provocó,
decidimos no solo llorar, enterrar a nuestros muertos y curar a nuestros heridos,
sino continuar la lucha teniendo en cuenta la nueva situación que ahora se nos
presentaba.
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Los muertos en el vado de Aguas Blancas fueron, Tomás Porfirio Rondín, Amado
Sánchez Gil, Fabián Gallardo García, Francisco Rogel Gervasio, Heliodoro López
Vargas, Paz Hernández González, Daniel López Castañeda, Victorio Flores
Balanzar, Clímaco Martínez Reza, Mario Pineda Infante, Anacleto Ahuehueteco
Coyote, José Rebolledo Gallardo, Gregorio Analco Tabares, Efraín Vargas
28
Por la tarde, el presidente municipal Jesús Herrera Vélez, que desde el día
anterior y el 28 de junio por la mañana, sacó del palacio municipal, documentos,
archivos y equipos de oficina hacia un domicilio particular de Coyuca, se reunió en
una bodega particular, con el Secretario de gobierno, el Director de Seguridad
Pública del Estado y el Director de la Policía Judicial. A unos metros de ellos unos
200 Policías Motorizados, con su comandante Manuel Moreno, fuertemente
armados, los cuidaban y esperaban nuevas instrucciones, la mayoría habían
estado en la emboscada contra la OCSS.
Aquel presidente municipal que había sido guerrillero en los años 70‟s, que fue
sirviente y protegido de Rubén Figueroa Figueroa, que ladinamente nos decía
“hermanos” cuando llegábamos con nuestras demandas, había sido y seguía
siendo parte del plan asesino.
El procurador de justicia del estado, Antonio Alcocer Salazar, dio una conferencia
de prensa en Acapulco en la que dijo que los hechos de sangre fueron producto
de “la actitud de provocación de los integrantes y dirigentes de la OCSS como
Benigno Guzmán Martínez, José Ascencio Domínguez y Marino Sánchez”.
Elías Reachy Sandoval, agente determinador de la agencia central del ministerio
público en Acapulco, habló de “órdenes de aprehensión” contra los dirigentes de la
OCSS.
Antonio Alcocer Salazar, estuvo ligado a la familia Figueroa por lo menos desde
los años 70‟s, cuando fue gobernador Rubén Figueroa Figueroa, padre de
Figueroa Alcocer. En ese tiempo fue juez penal en Acapulco y determinador del
Ministerio Público.
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Elías Reachy en el mismo tiempo fue subjefe de agentes del Ministerio Público y
en 1995 era el gerente de la empresa Transportes Figueroa, propiedad de la
familia Figueroa.
Los dos estuvieron unidos al en aquel entonces, director de las corporaciones
policiacas estatales el después General, Arturo Acosta chaparro. Fueron parte del
esfuerzo gubernamental de perseguir a las guerrillas de Lucio Cabañas y Genaro
Vázquez en la década del 70.
Héctor Ponce Radilla y David Molina, dirigentes municipales del PRD en Coyuca
de Benítez, denunciaron que habían sido amenazados por el secretario general
del gobierno estatal, “por proteger a la OCSS”.
Benigno remarcó nuestra decisión “Lucharemos como organización hasta ver caer
éste régimen que lo vemos como un muro podrido, al que solo basta con un
empujón para derribarlo”.
Por la tarde, después del mitin, la ira contenida en cientos de campesinos que
durante el día bajaron de la sierra y que poco a poco se fueron concentrando en el
centro y en los que mantenían el plantón en la plaza central, estalló. En una acción
intempestiva armados de palos y machetes, rompieron los cristales y las puertas
del Palacio Municipal, e intentaron prender fuego a una parte del edificio. Nadie
preguntó cómo fue, ni quienes fueron pero aquellas breves y tenues llamas
representaron en ese momento nuestro deseo de justicia. Mientras el fuego y el
humo se veían en aquel símbolo de la injusticia, los gritos de ¡Castigo para los
asesinos! y ¡Muera Rubén Figueroa! resonaron en diferentes lugares del pueblo.
Aprovechando la confusión un agente de gobernación quiso detener a Reyna
Avelino, cuando la jalaba, el grito de ¡se llevan a Reyna! alertó y varios corrieron a
rescatarla, huyendo el agresor En el ambiente flotaban la rabia y el recuerdo de
nuestros masacrados y nuestros heridos.
Al ser cuestionado por los periodistas, el procurador aseguró que las fotografías
publicadas el 29 de junio, en las que se veían armas de fuego en manos de los
campesinos asesinados, eran pruebas periciales y testimoniales que constaban en
las actas ministeriales, y que demostraban que las armas habían sido usadas por
los occisos durante los sucesos trágicos.
Los periodistas, oportunamente, le preguntaron sobre las fotografías divulgadas en
El Sol de Acapulco y El Sol de México, donde el reportero gráfico Martín Gómez
Piñón, el primero en llegar al lugar de la matanza, presentaba a los muertos sin
armas, mientras que en las fotos oficiales de los mismos campesinos muertos,
tomadas minutos después, figuraban con pistolas en la mano. Sorprendido en su
mentira, el procurador dijo que las fotos con los muertos armados habían sido
tomadas por peritos de la Procuraduría, antes que llegara cualquier fotógrafo de
prensa, y sin dar mayores pruebas declaró que "es totalmente inexacto que exista
algún truco o que se hayan plantado pistolas en los cuerpos''.
Las dudas sobre la versión oficial fluyeron abundantemente ¿No son chivos
expiatorios los policías detenidos, con la finalidad de exculpar al gobernador? ¿Si
los campesinos dispararon primero por qué no hay policías heridos de armas de
fuego? ¿Se está investigando a algún alto jefe policiaco o gubernamental?
¿Quiénes son, donde están y cuantos son los policías heridos?
36
Con el dictado de auto de formal prisión del juez tercero penal en Acapulco, Adolfo
Van Meeter, contra los policías motorizados, Figueroa creyó que el caso se
cerraría, fue otra equivocación. En su apoyo, desde el PRI lanzaron una campaña
para contrarrestar las acciones de difusión de la masacre. Los diputados federales
del poder promovieron la investigación de “la quema” de la alcaldía de Coyuca de
Benítez. Militantes priistas invadieron las galerías del Congreso local en
Chilpancingo, y se opusieron mayoritariamente a la propuesta de la oposición de
guardar un minuto de silencio por los asesinados en Aguas Blancas.
El subsecretario de Gobernación, Arturo Núñez declaró en una entrevista “no hay
elementos para que Rubén Figueroa Alcocer solicite licencia al cargo por su
presunta responsabilidad en la muerte de diecisiete campesinos del municipio de
Coyuca de Benítez”, agregó que lamentaba lo ocurrido y que estarían atentos al
desarrollo de las investigaciones sobre el caso. Es decir, apoyaban a Figueroa.
37
Robles Catalán, Antonio Alcocer, Rosendo Armijo de los Santos y Gustavo Olea
Godoy. Son 15 o 16 muertos, de la policía no hay muertos, solo unos 4 heridos.
Tenemos todo bajo control, en Coyuca está el Secretario General de Gobierno”.
La Alcaldesa agregó que desde el martes 27 el gobierno del Estado puso en alerta
al hospital de Atoyac pues “iba a haber una masacre”.
Por último en un documento, afirmó que la autoridad municipal de Atoyac es ajena
a la desaparición de Gilberto Romero Vázquez y que en ningún momento ella ha
estado ni está enfrentada a la OCSS. Aseguró que la matanza de campesinos fue
ordenada por el gobernador y ejecutada por el Secretario de gobierno, Rubén
Robles Catalán, el procurador de justicia Antonio Alcocer y los jefes policiacos,
Rosendo Armijo de los Santos y Gustavo Olea Godoy.
Desde el gobierno hubo comentarios en el sentido de que no podían entender
como la alcaldesa de Atoyac “ahora apoyaba a Benigno y a su gente, cuando ellos
la habían secuestrado”.
Pero aún dentro del partido oficial se formularon algunas críticas sobre la
responsabilidad de Figueroa en los hechos de Aguas Blancas. Ricardo Monreal
Ávila, en ese entonces presidente de la Comisión de Asuntos Relativos al Pacto
Federal del Senado, expresó que la Comisión de Honor y Justicia del Comité
Ejecutivo Nacional del PRI debería determinar si el gobernador había incurrido en
violación a los documentos básicos de ese partido. Miguel Limón Rojas Secretario
de Educación Pública, declaró el 18 de julio, que los conflictos que dividían a la
nación tenían como explicación el rezago en la justicia y las desviaciones en el
ejercicio de la autoridad.
40
Para resistir y seguir luchando, buscamos tener más fuerza. Nos coordinamos con
otras organizaciones del estado y formamos la Unión de Organizaciones de la
Sierra del Sur (UOSS). Allí nos agrupamos la Liga Agraria Revolucionaria del Sur
Emiliano Zapata (LARSEZ), El Movimiento 6 de Marzo, la Organización de
41
También del lado de los priistas hubo muertos. El gobierno, los caciques y los
priistas culparon de todas las muertes a la OCSS, dijeron que un grupo de estos
andaba en el monte alzado en armas.
El 10 de agosto, en la calle más céntrica de Coyuca, mataron a Juan Rodríguez
Nieves. Lo acribillaron al salir de la comandancia de la policía judicial. En
Tepetixtla había amenazado a varios compañeros nuestros e intentado matar a
44
algunos. En esos días era vox populi que él era uno de los que habían matado a
Eugenio Aguirre e Ismael Mena.
Gustavo Olea Godoy, director de la policía Judicial acusó a José Ascencio,
dirigente de la OCSS, de ser el autor material de la muerte de Juan Rodríguez
Nieves.
Para sobrevivir, muchos compañeros tuvieron que emigrar hacia otros lugares
dentro y fuera de Guerrero. Entre ellos los principales dirigentes.
Todos los asesinatos de militantes de la OCSS, en los años 95,96 y 97, fueron en
el área de Tepetixtla.
Rocío Mesino declaró “la policía y los caciques han impuesto el terror en
Tepetixtla, es una táctica del gobierno para acabar con el núcleo principal de
nuestra organización”.
45
Del lado de los priistas también hubo ejecuciones de las que el gobierno acusó a
los miembros de la OCSS. Varias fueron de caciques locales. Entre los muertos
están: Aarón Benítez Carbajal, dirigente del PRI en Tepetixtla, acribillado en El
Ciruelar, municipio de Atoyac el 31 de diciembre de 1995; Belén Hernández
Martínez y Benjamín Rodríguez Jiménez ganaderos de Tepetixtla acribillados en
las afueras del pueblo el 21 de agosto; el 18 de octubre en El Mango, de la sierra
de Tepetixtla fueron emboscados Adelaido Vázquez García, ex policía motorizado
y gatillero profesional, Rosendo Vázquez García y Miguel Vázquez García y herido
el ex policía motorizado Rubén Carrasco.
El 7 de diciembre de 1996, fue asesinado Bartolo Guzmán Martínez.
El 20 de mayo de 1997 fue asesinado Marcelino Benítez Carbajal.
El 22 de febrero de 1998 hombres armados asesinaron a cuatro priistas en una
fiesta en el centro del pueblo, entre ellos el comisario municipal y el comisariado
ejidal Fidel Ávila Flores y Felipe López Rueda.
En Febrero de 1996, Benigno Guzmán, en una reunión del Frente Amplio para la
Reconstrucción del Movimiento de Liberación Nacional, en Acapulco, declaró: “la
represión que se está dando en Tepetixtla, es obra de Rubén Figueroa, las
guardias blancas no las hemos creado nosotros, las ha creado el estado” …
“lamentamos la situación que se está viviendo en Tepetixtla, el gobierno está
poniendo a la gente en contra de nosotros, lamentamos la muerte de los
campesinos del PRI, nosotros no tenemos nada que ver con ello, los casos de
Aarón Benítez, el caso de los Vázquez, de Belén Hernández, Benjamín Rodríguez
y de Juan Rodríguez Nieves, son crímenes del gobierno del estado” … “antes no
había esto, ¿Cómo es posible que a Juan Rodríguez lo matan cuando andaba con
agentes de la judicial? Sabemos que ahí tiene que ver el gobierno, porque ellos lo
cuidaban, eso solo puede hacerlo el gobierno” … “es una manera de justificar la
represión en Tepetixtla para que se diga que por la represión que está viviendo el
PRI está la policía allá” … “todo el mundo tiene el temor de ser asesinado, es una
estrategia del gobierno”.
campesino cae. Otro disparo, luego cinco disparos. Los gritos ¡Ahí está! ¿Ya vez?
¡Fue el primero!. ¿Eso quieren?, ¿Eso quieren?
¡La balacera! Larga, larga, que parece no terminar. De R-15, de cuernos de chivo,
de escopetas calibre 12, de pistolas, de armas de uso exclusivo de las fuerzas
armadas. Imaginamos el dolor, la desesperación de nuestros compañeros y de los
pasajeros que no sabían por que los agredían, los últimos segundos de los que
murieron preguntándose, ¿Por qué? ¿Cuál es la causa de aquella agresión?.
Efraín Vargas Sabayo que forcejea con un policía motorizado pues se resiste a
que le quiten su machete. Su instrumento de trabajo con el cual convive diario y
sustenta a su familia y por eso lo quiere y cuida y a todos lados lo lleva, como la
mayoría de sierreños más pobres. Muerto de un balazo a corta distancia.
Daniel López Castañeda, Su muerte, después de haber sido sometido y estar en
el piso sentado, inerme. Dos balazos en el tórax con trayectoria de arriba hacia
abajo dice la autopsia.
Las imágenes de Anacleto Ahuehueteco Coyote, que cuando la balacera cesó y
los policías ordenaron que bajaran, se ve que baja de la camioneta, caminando sin
dificultad, desarmado, con su camisa de color claro, manga corta, ensangrentada,
con sangre de otros, tiene un rozón en la frente. Después apareció muerto, con un
arma en la mano, un balazo en el tórax y otro en la cabeza.
La decisión y desesperación de Florente Rafael Ventura, nuestro representante en
Paso Real, que después de las descargas había bajado ileso de la camioneta, al
resistirse a su asesinato, defendiéndose con sus manos, cuando Francisca Flores
Rizo lo señaló como uno de los que había que asesinar y que finalmente lo
lograron.
Les falló, porque los dos principales que ellos buscaban, Benigno Guzmán y José
Asencio, que al final del día esperaban tener en la lista de los muertos y por los
que preguntaron a los del camión Torton rojo, no llegaron a su emboscada.
¡Los quejidos! aquellos quejidos de dolor y angustia, que no cesan, de los que ese
día, miles o quizás millones de televidentes más acostumbrados a las telenovelas,
el futbol y el “entretenimiento”, fueron testigos. Un acto inhumano, contra personas
54
Era la pieza que faltaba para que los que no acababan de creerlo, y que se
confundían con el bombardeo oficial, entendieran lo que había pasado. El video
probaba que el gobierno había asesinado a campesinos indefensos en una
emboscada y que después montó una maniobra mediática para engañar a la
opinión pública.
El video que estuvo oculto unos 8 meses y desde el poder se deben haber
lamentado, no haber destruido, que tal vez dijeron no debió existir y que
anónimamente alguien hizo llegar a Ricardo Rocha. Ese video apareció y lo vieron
masivamente primero en televisa después en TV Azteca y en plazas públicas, en
escuelas, en todos los lugares en donde pudimos reproducirlo cuando estuvo a
nuestro alcance. Aquel reportero de televisa, Rocha, a quien algunos del gobierno
después señalaron como “desestabilizador”.
Carlos Monsiváis señaló: “el video resumió, amplió y volvió irrefutables a las
protestas”.
55
El fiscal declaró no haber ganado ni un peso pero hoy se sabe que por este favor
al gobernador, en 3 meses de “trabajo”, cobró 5 millones de pesos, de los cuales 3
millones fueron sus honorarios. La impunidad también es negocio.
Después se supo que era un viejo conocido de Figueroa a través del abogado Luis
del Toro Calero, que representaba a Figueroa en la Ciudad de México.
Desde que se dio a conocer la petición presidencial hubo voces que señalaron, lo
limitado que sería el informe de la SCJN. Que Acreditaría lo que todo mundo
sabía, que se violaron las garantías individuales, que no tendría alcances jurídicos,
sólo políticos, pues crearía expectativas de que el caso se reabría, de que el peso
moral de la SCJN evitaría la impunidad, que el presidente tenía interés en reabrir
el caso y otras apreciaciones de ese estilo, que servirían únicamente para
disminuir la presión social por el esclarecimiento del caso.
58
Aquel poderoso empresario que poseía más de 3000 vehículos entre autobuses y
trailers, que se ufanaba de descender de hombres valientes como Francisco, que
fue gobernador de Guerrero en dos ocasiones; de Ambrosio gobernador en
Morelos donde quemó pueblos y combatió a los Zapatistas; de Rómulo
gobernador en Zacatecas que combatió a Pancho Villa; de Rufo Gobernador en
Quintana Roo; de Andrés secretario de guerra en el gobierno de Lázaro Cárdenas
y desde luego de Rubén Figueroa Figueroa, su padre, “el tigre de Huitzuco” ex
gobernador de Guerrero, y otros, todos ellos “los Figueroa”, los caciques de
Guerrero, con mucho poder político y económico. Aquel hombre que un día nos
dijo “les partimos la madre cuando Lucio Cabañas, y óiganlo bien, se las
volveremos a partir”, había dejado el gobierno. Indudablemente era un triunfo de la
sociedad, de todos los que alzamos la voz, que nos movilizamos, que nos
volvimos fuerza colectiva contra la injusticia. Pero era un triunfo limitado,
incompleto sin el castigo de los asesinos de Aguas Blancas.
El mismo día, el Congreso Local, eligió al priista Ángel Heladio Aguirre Rivero,
presidente estatal del PRI, como el gobernador sustituto.
Fue electo en una sesión extraordinaria convocada para aprobar la licencia de
Figueroa y nombrar al nuevo gobernador. Fue acalorada, por decir lo menos, en
donde más de 1000 priistas gritaban y gritaban dentro del recinto legislativo, su
descontento por la renuncia forzada de Figueroa. Afuera del edificio un grupo de
militantes de la Organización de Pueblos y Colonias de Guerrero (OPCG) y otros
opositores que gritaban consignas contra Figueroa y pedían su juicio penal, fue
agredido por los priistas; Lino Hernández López, Sabina Lemus Cuenca, y María
Luisa Méndez viuda del abogado Norberto Flores Baños, fueron golpeados.
Al abrir la sesión, nervioso, el presidente del Congreso local, César Flores
Maldonado, del PRI, “se equivocó” en la lectura de la orden del día y se saltó el
primer punto de la agenda que era precisamente la presentación de la solicitud de
licencia del gobernador del estado. Los diputados de oposición le reclamaron su
error.
60
En su informe señalaron que Figueroa “si dio una orden, que ejecutaron los
elementos de la policía, del estado, para detener “a como diera lugar” a los
miembros de la Organización Campesina Sierra del Sur (OCSS), que el 28 de
julio de 1995 se dirigían al municipio de Atoyac de Álvarez”.
“Rubén Figueroa mintió, y su declaración ministerial sobre la matanza de Aguas
Blancas, así como las actuaciones de la Procuraduría General de Justicia de
Guerrero y de la Fiscalía Especial, evidencian que la averiguación previa “fue
manipulada en todos sus aspectos”.
En su declaración ministerial el gobernador “contradice las declaraciones del
primer subprocurador Rodolfo Sotomayor Espino, y del mayor Manuel Moreno
González, así como de otros funcionarios del gobierno del Estado que sostienen
que el retén que se efectuó por elementos de la policía motorizada del estado en
el Vado de Aguas Blancas era rutinario y para la prevención de otros delitos, ya
que según la declaración del gobernador, en realidad era para evitar que los
campesinos de la Organización Campesina de la Sierra del Sur llevaran a cabo su
manifestación en Atoyac de Álvarez y supuestamente tomarían la presidencia
municipal de ese lugar”.
“la orden de dialogar con los campesinos que supuestamente le dio a los
funcionarios de su gobierno para convencer a los campesinos, no se aprecia
franca y sincera, es decir, apegada a la verdad, puesto que se advierte una orden
subyacente de que debían impedir el mitin utilizando todos los recursos a su
alcance, como él mismo lo señala en sus respuestas 2 y 3, que equivale a la
expresión „a como diera lugar‟, que dice no utilizó. Esta conclusión se refuerza
porque el mismo gobernador dice que se trata de una organización sumamente
violenta, y el hecho de que sus funcionarios menores trataran de ocultar que la
orden había partido del gobernador manipulando la averiguación previa, permite
concluir que si dio una orden que ejecutaron los elementos de la policía del
estado”.
También señalaron que hubo declaraciones falsas por parte de elementos
policiacos que participaron en la matanza; peritos que desaparecieron pruebas
como las prendas de vestir de los acribillados para borrar las evidencias de que,
los disparos, en varios casos, fueron hechos a corta distancia. De esto señalan la
responsabilidad directa del Procurador General de Justicia, Gustavo Olea Godoy.
Del fiscal especial Alejandro Varela Vidales, afirman que encontraron
responsabilidad de encubrimiento pues desestimó pruebas incriminatorias en la
inspección ocular del Servicio Médico Forense en Acapulco donde se observó en
su estacionamiento un tendedero de prendas de vestir con manchas de sangre y
en el piso restos de incineración.
Consideraron que las declaraciones de Oscar Rivera Cisneros, agente del
ministerio público, con fecha 16 de enero, les ayudaron a descubrir las
manipulaciones.
Rivera Cisneros afirmó haber cerrado la declaración del chofer Saulo Luna, sin
que este estuviera presente durante las actuaciones y fingiendo que la secretaria
Alba Flores estaba presente como testigo de asistencia. Que lo hizo así y firmó las
actuaciones porque así se lo pidió su jefe, Javier Reyes Grande. También aclaró
que no conoció al declarante, ni tuvo a la vista la ropa y las armas de los occisos,
ni se percató de la intervención de los peritos.
63
De la declaración del primer Fiscal especial del caso, Adrián Vega Cornejo,
retoman su afirmación de que desde que le encomendaron el caso, ya había
grandes irregularidades. Los cadáveres ya estaban entregados, no hubo peritos
químicos que tomaran muestras de sangre de los cadáveres, que a los policías
consignados que admitieron haber disparado, les salió negativa la prueba de
Harrison Gilroy, que el encargado de los servicios periciales levantó un acta
señalando la perdida de ropa de los occisos y la entregó al licenciado Elías
Reachy Sandoval, agente titular del MP, el peritaje de posición víctima-victimario
no fue solicitado porque todos los cadáveres ya había sido inhumados.
Sobre esto concluyeron “la averiguación previa fue manipulada directamente por el
procurador general de justicia del estado, al admitir todas las omisiones de la
averiguación previa y tratar de justificarlas diciendo que todo ello se subsanaría en
el desglose”.
Los magistrados agregaron que había elementos indicadores de que los
campesinos no llevaban armas y de que muchos de ellos ni siquiera iban al mitin,
ni tenían relación con la Organización Campesina de la Sierra del Sur. Las armas
supuestamente decomisadas a los campesinos, al ser sometidas al peritaje,
ninguna funcionaba. De esto concluyen “los campesinos no pudieron traer un
arma que no funcionaba”.
Del supuesto fugitivo el agente de la Dirección General de Gobernación Estatal,
Armando Nieto que presuntamente reprodujo el video editado que presentó el
gobierno de Guerrero, no encontraron su expediente en la dependencia, fue un
“agente confidencial eventual” del que solo se puede presumir su existencia y su
participación en los hechos.
Y lo que parecía claro en este reporte, pasó a ser diferente en el reporte final de la
SCJN. Las investigaciones y conclusiones de los ministros comisionados fueron
analizadas en público en el pleno de la Suprema Corte.
En su documento final el pleno de la SCJN concluyó: “en razón de la naturaleza de
la investigación a nuestro cargo, que no es de índole penal, con lo hasta ahora
examinado, no es posible afirmar que el gobernador haya ordenado la masacre de
los viajantes”.
En otros párrafos señalan que el gobernador es el responsable directo de ocultar
la verdad y maniobrar para confundir los hechos y que por lo menos incurrió en
negligencia, irresponsabilidad y falta a la dignidad humana.
El gobernador “consideró que lo más conveniente era ocultar la verdad, confundir
los hechos, callar a los familiares de las principales o más desdichadas victimas
bajo rápidas indemnizaciones –por cierto no total y satisfactoriamente cumplidas-,
y multiplicar las explicaciones y entrevistas, sobre todo radiofónicas y televisivas”
Afirman que se mostró a los habitantes de Guerrero como personas “broncas y
con respuestas radicales” que justificaban en el estado medidas que en otras
entidades podrían ser consideradas como graves violaciones a las garantías
individuales.
Sobre el fiscal Varela Vidales, mencionan que El Congreso “nombró a ese fiscal
especial como un verdadero procurador, distinto del constitucional, autónomo del
constitucional, y diversificado del constitucional” creándose así un órgano “que
64
El contraste entre el primer informe elaborado por los dos ministros comisionados
y el que aprobó la SCJN, es evidente. El segundo fue “suavizado” su actitud
“prudente” en los hechos también significó una nada prudente protección para
Figueroa y sus principales funcionarios.
También les parecía claro que después del informe de la Suprema Corte sería un
acto inmoral que el ministerio público no integrara debidamente la averiguación y
se aplicara la ley a Figueroa y a los exfuncionarios de su gobierno que se
señalaban. Hubo congratulaciones de la muestra de independencia y solvencia
que había dado la Suprema Corte y creyeron que de un momento a otro el
presidente daría las instrucciones para el ejercicio de la acción penal.
Hasta algunos diputados priistas, guerrerenses, expresaron “su posición y
disposición, en relación con la declaración de la Corte” y agregaron “habremos de
pugnar por la vigencia del Estado de derecho” para rematar con “no a la
impunidad ni a la politización de asuntos jurídicos”.
66
Los días pasaron y lo esperado por muchos, no llegó, los hechos fueron otros.
El 24 de abril en el Senado los priistas desecharon un punto de acuerdo planteado
por el PRD y secundado por el PAN para que el Senado exhortara a la PGR a
ejercer su facultad de atracción en el caso de la matanza de Aguas Blancas.
Con la medida hubo desconcierto en muchos, no lo podían creer, ¡Que inmorales
eran!, a pesar de las evidencias el PRI seguía dando su apoyo a Rubén Figueroa
Alcocer. La Suprema Corte de Justicia de la Nación prácticamente lo había
crucificado, ahora los priistas lo bajaban de la cruz.
Incluso a varios senadores priistas no les gustó la decisión, pero la acataron.
Tres de ellos, Layda Sansores, el general José Antonio Valdivia y Porfirio
Camarena no dieron su voto a favor, se abstuvieron. Ricardo Monreal abandonó el
salón de sesiones sin votar.
El 30 de mayo de 1996 los priistas dieron otro golpe. Por 8 votos a 5 el proyecto
de dictamen elaborado por Alejandro Zapata Perogordo, en el que se
argumentaba jurídicamente qué debía abrirse el proceso de juicio político contra
Figueroa, fue rechazado en la Subcomisión de Examen Previo de la Cámara de
Diputados. Su argumento principal fue, que en la matanza de Aguas Blancas sí
había violaciones graves a la Constitución, pero no tantas ni “sistemáticas” como
para someter a Figueroa a juicio político.
Dijeron que no descalificaban el dictamen de la Suprema Corte, pero que tenían
algunas diferencias en cuanto a sus conclusiones.
En la discusión en comisiones, hablaron de imprecisiones, juicios temerarios,
apreciaciones subjetivas y sin fundamento, en las aseveraciones aprobadas por la
SCJN.
“El gobernador con licencia violó gravemente la Constitución. Violó las garantías
individuales y trastornó las funciones normales de las instituciones dentro del
Estado, por lo que estaba plenamente soportado que se le abriera el proceso.
Pero se impuso la mayoría mecánica que hizo una interpretación parcial del
informe de la Corte'', “los priistas interpretaron de manera “chicanera” la
Constitución y la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos”,
“Los priistas rompieron las estructuras del derecho e invalidaron la opinión del más
alto tribunal de la nación. Las estructuras encaminadas a buscar justicia están
trastocadas'', “Prevaleció la impunidad política''
LA COMISION INTERAMERICANA DE
DERECHOS HUMANOS (CIDH)
Aguas Blancas, con base en la decisión emitida por la Suprema Corte de Justicia
de la Nación de fecha 23 de abril de 1996.
B. Ejercer las acciones penales correspondientes, a fin de que se establezcan las
responsabilidades individuales de los altos funcionarios del Gobierno del Estado
de Guerrero, identificados en la decisión emitida por la Suprema Corte de la
Nación; y en consecuencia, se les impongan las sanciones penales
correspondientes a quienes resulten responsables.
C. Otorgar una indemnización adecuada a los familiares de las personas
ejecutadas, y a las víctimas sobrevivientes de los hechos de Aguas Blancas; y
prestar la debida atención médica a aquellas víctimas que lo necesiten, como
consecuencia de las heridas recibidas en los referidos hechos de Aguas Blancas.
D. Adoptar las medidas que sean necesarias, para que se dicte a la brevedad
posible la legislación reglamentaria del artículo 21 de la Constitución mexicana, a
fin de hacer efectivas las garantías judiciales y de protección judicial consagradas
en los artículos 8 y 25 de la Convención Americana.
Los diez primeros policías detenidos decidieron aclarar las cosas y el día 13 de
julio mediante un vocero informaron: En la operación del 28 de junio para detener
a un contingente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur, participaron
480 elementos de la policía Motorizada, judicial del Estado y antimotines. Estaban
divididos en 30 comandantes con 10 elementos cada uno, 7 grupos de policías
judiciales y 2 camiones con antimotines. Un helicóptero que llegó después del
72
SE RECRUDECE LA REPRESION
LA JUSTICIA
¿MASACRE O MATANZA?
Figueroa, tal vez más adelante nuestros caminos coincidan. Por lo pronto nos
esforzamos por construir nuevas fuerzas. Las causas que nos hicieron luchar son
las mismas. En Tepetixtla ahora nos quieren imponer un proyecto supuestamente
ecológico para explotar nuestras reservas de agua y los bosques en beneficio del
gran capital, de las necesidades del negocio del turismo. Claro, con un derrame de
pequeñas migajas que en la pobreza de la sierra pueden parecer mucho al que las
recibe. La contradicción parece estar entre las mismas fuerzas de antaño, aunque
hay nuevos protagonistas y alguno que otro de los anteriores.
Hoy, cuando recordamos, cuando miramos hacia atrás, cuando mencionamos a
todos los compañeros que ya no están, cuando los sentimientos y las emociones
se nos aclaran, a sus hijos y a nuestros hijos les decimos que lo único cierto que
tenemos es que seguiremos luchando, hasta donde la vida nos alcance.
De los compañeros que fueron asesinados que comenzaron con nosotros esta
lucha o que nos encontramos con ellos en el curso del camino en la OCSS o en la
UOSS, y que no hemos mencionado en este trabajo, queremos mencionar a
Pedro Leonardo de Pueblo Viejo asesinado en su parcela, en Coyuca de Benítez;
a Isidoro Bahena Maldonado asesinado cerca de Tepetixtla; a Antonio Bahena
Maldonado asesinado en la sierra de Petatlán; a Benito Bahena Maldonado
desaparecido en Acapulco; a Arturo Hernández Cardona asesinado en Iguala.
Para ellos nuestro cariño y agradecimiento por lo vivido y compartido. Viven en
nuestros corazones.
85
La violencia de Aguas Blancas y la de Iguala son una parte de la violencia que los
de arriba ejercen contra los de abajo en la búsqueda de garantizar las súper
ganancias. Cómo con nosotros, los que tienen el poder, inmersos en una crisis de
credibilidad, representatividad y legitimidad, sintieron que los estudiantes
normalistas eran un obstáculo para sus ganancias, para aplicar sus
contrarreformas y, desde el gobierno los reprimieron.
Los muchachos de la Normal Rural Isidro Burgos, como nosotros en los años 90‟s,
son un importante núcleo de resistencia a la injusticia. Combativamente
reclamaban, y durante muchos años han reclamado lo que por derecho es de
ellos, la educación, el trabajo al terminar sus estudios, un futuro digno para los
jóvenes.
En los dos casos combinaron el uso de los paramilitares –priistas y narcos- con la
represión gubernamental masiva y selectiva. No fue casual que el muchacho que
fue desollado vivo, fuera uno de los más combativos y políticamente capaces. En
los dos casos asomó la presencia del ejército –el General Acosta Chaparro y el
batallón de Iguala-, las explicaciones jurídicas fueron evidentemente
insatisfactorias, en Aguas Blancas los paramilitares –priistas- actuaron antes y
después de la masacre, en Iguala –los narcos- durante el hecho, complementado
con los policías –motorizados y municipales- de baja graduación.
En este capitalismo de hoy es más evidente como chorrea la sangre y el lodo por
todos sus poros. Vive de la corrupción, la necesita como parte de su
funcionamiento, es el cemento que une a lo legal con lo ilegal, si no sus ganancias
bajarían mucho.
En la Costa Grande como a unas 100 empresas mineras se les dieron garantías
hasta por 50 años.
Para que las mineras funcionen y obtengan su ganancia cuentan con los grupos
de paramilitares, muchos de los cuales son narcotraficantes y mafias, que se
encargan de convencer, hacer huir o asesinar a los que no están de acuerdo con
la salvaje explotación mineral o de otros recursos. Lo mismo pasa con la
depredación de los bosques y del agua. En la sierra de Guerrero hay pueblos
vacíos que las bandas de criminales han despoblado.
En nuestra vivencia hemos visto como nacieron y se fueron desarrollando algunas
organizaciones criminales. Unas como los hijos negados, de los que se
“avergüenzan” pero se usan en provecho, otras, se arrimaron a la sombra del
árbol gubernamental y allí siguen.
Sabemos que “los narcos” van de la mano con los políticos, con la policía, con el
ejército. Desde hace años hemos visto a políticos, funcionarios gubernamentales,
jefes militares o policiacos, en Tecpan, en Atoyac, en las casas de los narcos,
87
comiendo, tomando, divirtiéndose, haciendo sus arreglos. Hemos leído y nos han
contado que en otras partes del país es igual.
En Guerrero hemos tenido casos como el de Epifanio Hernández, compadre de
Figueroa, en El Paraíso o Rogaciano Alba, expresidente municipal de Petatlán.
Como otro ejemplo está el último arreglo entre “los Granados” y “los Templarios”,
el ejército y la marina fueron los intermediarios, hasta su corrido le hicieron.
Hoy es muy conocido que durante el gobierno de Felipe Calderón, el general
Arturo Acosta Chaparro –y como él otros- se encargaba de los arreglos con los
narcos de arriba, de más abajo, se encargaron otros.
El conocido caso de la minera Los Filos de Gold Corp y su relación con los
carteles de Guerreros Unidos y Los rojos para controlar a la población del lugar y
garantizar las súper ganancias de la minera -que en 2009 obtuvo 302 millones de
dólares y en el 2011 ya había duplicado sus ganancias- ilustra este tipo de
relaciones.
O el ejemplo de Aquila, Michoacán. La autodefensa comunitaria denunció los
arreglos entre la empresa Ternium, las autoridades estatales y municipales y los
caballeros templarios. La policía Federal y el ejército detuvieron a los comunitarios
y todo sigue igual, ¡Vivan las ganancias!
En agosto de 2009 los sicarios de Tec Cominko agredieron a habitantes de El
Limón, Cocula, en Guerrero. Y los casos de Fortuna Silver Mines, Black Fire
Exploration y Minefinder. Sobran ejemplos.
No es cierto que este sea un estado fallido. Es un estado que así funciona, para
garantizar la acumulación y la multiplicación de las súper ganancias de las
trasnacionales y sus socios mexicanos. Ellos son los garantes de toda esta
descomposición social, tan necesaria para las ganancias empresariales y que a
diario vemos en distintas formas de violencia, feminicidios, desapariciones,
secuestros, asesinatos, trata de blancas, criminalización de luchadores sociales,
desempleo, migración, tráfico de migrantes, drogadicción, venta de órganos, etc.
Con violaciones a los derechos humanos sistemáticas y frecuentes. Donde se
vuelven más peligrosas algunas profesiones como la de periodista honesto, la de
médico, enfermera, técnico en comunicaciones y otras.
Las llamadas reformas estructurales son la legalización del despojo. Esa es su
esencia, garantizar la propiedad privada de los recursos de la nación, las altas
ganancias y combatir a los descontentos.
Para controlar a la sociedad también usan el miedo y el terror. El despellejamiento
vivo de uno de los muchachos de Ayotzinapa fue parte de eso. Ese era el mensaje
esencial de los hechos de Iguala contra los estudiantes de Ayotzinapa y en Aguas
Blancas contra los campesinos de la sierra del Sur, en los dos casos, también
para toda la sociedad.
¿La delincuencia organizada? Si, de vez en cuando “la combaten”. Cuando hay
que reciclar al cartel en ese tiempo favorecido. Entonces detienen al “más
buscado” a los “más peligrosos” o de vez en vez se balconean unos con otros,
como cuando el hijo del “Mayo” Zambada hizo públicos los arreglos entre el cartel
de Sinaloa y la DEA, o cuando los de la DEA balconearon a la CIA, el gobierno
88
Este capitalismo mafioso es lo que ha hecho posible el tamaño de las fortunas que
hoy existen, como la de Carlos Slim, la de Ricardo Salinas, la de Alberto Bailleres,
la de Germán Larrea y otros, y, la cantidad de mexicanos que hoy poseen más de
un millón de dólares, que aunque siguen siendo una minoría social, es un número
notable.
Quizás, desde sus vigiladas y resguardadas residencias en las Lomas de
Chapultepec –y otros lugares parecidos-, cuando se asoman a sus ventanas,
sientan un poco de miedo, al ver todo lo que pasa en el país, pero satisfechos de
sus comodidades, sus lujos, su consumo, se dirán, “valió la pena”.
No quieren acabar con la participación política de los de abajo, no, “es una
democracia”. Quieren que restrinjamos nuestra participación política a la
intervención en un proceso electoral, en donde cada determinado tiempo nos
bombardean con los mensajes de sus productos electorales, nos inundan de
basura electoral y vamos a depositar una papeleta en unas urnas. Donde
podemos escoger de qué color son los que aplican las políticas neoliberales, pero
sin salirse de esas posibilidades. No está a discusión que las políticas no sean
neoliberales y que no beneficien a la mayoría de mexicanos. Sino ¿quién y cómo
las aplica?, ¿Quién y como te reprime?, te oprime, te explota, saquea nuestra
patria. Y en el paquete electoral, claro, se incluye, en secreto “de pilón”, un cartel.
Así se fortalece esta plutocracia –gobierno de ricos- electoral, o parlamentaria.
Desde que surgimos hicimos nuestra la exigencia de presentación con vida de los
desaparecidos políticos, los de la guerra sucia que también sufrieron nuestros
abuelos y padres y los de nuestros días. Seguimos sin querer ser cómplices de los
89
que atizan el infierno en el que viven los familiares de los desaparecidos de ayer y
hoy.
Por eso somos parte de los que exigen la presentación con vida de los 43
estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos. De la realización de una investigación
seria, creíble y castigo a los verdaderos culpables de todo lo que pasó en Iguala
aquel 26 y 27 de septiembre.
También buscamos:
La presentación con vida de los otros desaparecidos, los más de 20 mil que ha
reconocido el gobierno y los que todavía no reconocen.
La investigación seria y entrega a sus familiares de los más de 130 mil
asesinados.
Justicia para los hermanos centroamericanos que ya cuentan con más de 100 mil
desaparecidos y asesinados en su búsqueda de una vida digna.
Ni un desaparecido o asesinado más.
Respeto a las formas de autogobierno que han surgido y a las que puedan hacerlo
en cada pueblo, barrio, comunidad o municipio donde se haga realidad una nueva
democracia en la cual el que mande, mande obedeciendo.
El respeto a las policías comunitarias y a las autodefensas populares (las no
gubernamentales).
La construcción de una educación para las necesidades de nuestros pueblos,
nuestros niños y jóvenes. No para las necesidades de mano de obra barata del
gran capital.
El respeto a nuestro territorio, nuestros bosques, nuestra agua, nuestros recursos
minerales y naturales.
Desde nuestras capacidades nos oponemos a las contrarreformas que hoy
impulsan los gobiernos neoliberales; su reforma energética, su reforma laboral, su
reforma educativa, su reforma fiscal.
Desde nuestras circunstancias tratamos de aportar nuestro pequeño grano de
arena a la construcción de un mundo nuevo, sin opresiones, sin injusticias,
solidario y con igualdad.
¿Debemos esperar justicia para Aguas Blancas y para las otras masacres? Los
que aplican la justicia son los mismos responsables de la impunidad. La impunidad
es una garantía para los que están alineados con el neoliberalismo.
90
Por la OCSS
Benigno Guzmán Martínez
Estado de Guerrero, México.
Junio/2015
91
4.- En relato a La Jornada, dos sobrevivientes niegan que su grupo haya atacado
a los policías. José Gil Olmos, enviado, Paso Real, Gro. 30 de junio de 1995. La
Jornada.
9.- Acción súbita de pobladores de la sierra; no había dirigentes. José Gil Olmos,
enviado, Coyuca de Benítez, Gro. La Jornada. México a 2 de julio de 1995.
10.- Campaña nacional del PRD contra el crimen de Estado: Cárdenas. José Gil
Olmos, enviado, Coyuca de Benítez, Gro. La Jornada. México a 2 de julio de
1995.
14.- Para Figueroa, todo campesino inconforme es un guerrillero: OCSS. José Gil
Olmos, enviado a la Sierra del Sur, Gro. 3 de julio de 1995 La Jornada.
19.- Muerte. Froilán M López Narváez. Proceso. No. 0975- 18, 10 de julio de 1995.
20.- Tortura, delitos fabricados, crímenes políticos e impunidad, rutinas del estado
de Guerrero. Raúl Monge. Proceso No. 0975- 07, 10 de julio de 1995.
22.- El video sobre la matanza en Aguas Blancas fue editado para ocultar la
verdad: Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados. Álvaro
Delgado. No. 0977- 08, 24 de julio de 1995.
24.- Guerrilleros. Froilán M López Narváez. Proceso No. 0979- 16, 7 de agosto de
1995.
27.- A massacre in México. The Gazette, Montreal, Qc. Aug. 17, 1995.
111
28.- Los dictámenes periciales confirman: Los cadáveres en Aguas Blancas tenían
tiro de gracia. Ignacio Ramírez. Proceso. México, a 25 de septiembre de 1995,
Número 986, p.41
29.- Guerrero, como Chiapas antes del estallido: marginación y violencia contra
comunidades indias y campesinas. Gloria Leticia Díaz, Ignacio Ramírez .Proceso.
02/10/1995
30.- Controversia acerca de la procedencia del retraso. Los deudos de las víctimas
de Aguas Blancas pidieron que la exhumación se realice en presencia de forenses
de organismos internacionales. Gloria Leticia Díaz. Proceso. México, a 18 de
diciembre de 1995. No 998.
31.- Testigo del crimen en Aguas Blancas afirma haber visto en el lugar al general
Acosta Chaparro. La Jornada. 6 de enero de 1996.
35.- Ángel Heladio Aguirre, "Layo", adinerado, cacique mayor de la Costa Chica, a
empujones llegó por fina su meta anhelada. Siempre quiso ser mandatario, "pero
por seis años, no por tres", lamenta su hermano Delfino. Gloria Leticia Díaz.
Proceso. No. 1011- 10, 18 de marzo de 1996
36.- El video de aguas blancas y las dos renuncias. Carlos Monsiváis. Proceso.
No. 1012- 03, 25 de marzo de 1996.
39.- Informe No. 49/97, Caso 11.520 Tomás Porfirio Rondín “Aguas Blancas”
México 1997. 18 de febrero de 1998. Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH).
112
40.- Informe No. 49/97 caso 11.520Tomás Porfirio Rondín “Aguas Blancas” México
18 de febrero de 1998. University of Minnesota, Human Rights Library.
44.- Pasaron por encima de la Corte, acusan diputados del PRD y AN. Elena
Gallegos y Oscar Camacho. La Jornada 31 de mayo de 1996
45.- Continúan los patrullajes militares en Guerrero e Hidalgo, aunque con mayor
discreción, Maribel Gutiérrez, corresponsal, Tepetixtla, Gro. La Jornada 12 de julio
de 1996.
47.- La masacre en Coyuca de Benítez. III/III Mario Rojas Alba Tlahui-Politic No. 1,
I/1996.
48.- La masacre en Coyuca de Benítez. III/III Mario Rojas Alba Tlahui-Politic No. 1,
III/1996.
50.- Aguas blancas: la otra masacre, la de los “muertos en vida”. Roberto Ramírez
Bravo. Semanario La Palabra. Junio de 2000
53.-En sólo un mes, liberan a seis implicados en el caso Aguas Blancas. Proceso.
21 de octubre de 2003
60.- Denuncia Benigno amenazas de muerte; culpa a guardias blancas y paramilitares. Karina
Contreras. El Sur. jul 15, 2003.
62.- Denuncia Benigno Guzmán una segunda amenaza de muerte. Zacarías Cervantes. El
Sur. Septiembre 3 de 2003