C 884 07
C 884 07
C 884 07
DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD-Admisión y
rechazo
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
Mediante auto del veintinueve (29) de marzo de dos mil siete (2007) el
magistrado sustanciador decidió admitir la demanda, únicamente frente a
los cargos propuestos en contra de los artículo 23 (parágrafo), 42
(parcial) y 101 (parcial) de la Ley 1123 de 2007. En relación con las
demás censuras, inadmitió la demanda interpuesta por la ciudadana
Vargas Hernández, y concedió tres (3) días, contados a partir de la
notificación de dicho auto, para su corrección en los términos
establecidos en esa providencia.
CONGRESO DE COLOMBIA
Por la cual se establece el Código Disciplinario del Abogado.
EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA
DECRETA:
(…)
TITULO III.
LA EXTINCION DE LA ACCION Y DE LA SANCION
DISCIPLINARIA.
CAPITULO I.
EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN DISCIPLINARIA.
“ARTICULO 23. CAUSALES: Son causales de extinción de la
acción disciplinaría las siguientes:
1. La muerte del disciplinable.
2. La Prescripción.
Parágrafo: el desistimiento del quejoso no exting ue la acción
disciplinaria.
(…)
TITULO III.
REGIMEN SANCIONATORIO.
CAPITULO UNICO.
LAS SANCIONES DISCIPLINARIAS.
(…)
(…)
CAPITULO VIII.
NULIDADES.
(…)
III. LA DEMANDA
IV. INTERVENCIONES
1
ARTÍCULO 45. CRITERIOS DE GRADUACIÓN DE LA SANCIÓN. Serán considerados como
criterios para la graduación de la sanción disciplinaria, los siguientes:
A. Criterios generales
1. La trascendencia social de la conducta.
2. La modalidad de la conducta.
3. El perjuicio causado.
4. Las modalidades y circunstancias en que se cometió la falta, que se apreciarán teniendo en cuenta
el cuidado empleado en su preparación.
5. Los motivos determinantes del comportamiento.
B. Criterios de atenuación.
1. La confesión de la falta antes de la formulación de cargos. En este caso la sanción no podrá ser la
exclusión siempre y cuando carezca de antecedentes disciplinarios.
2. Haber procurado, por iniciativa propia, resarcir el daño o compensar el perjuicio causado. En este
caso se sancionará con censura siempre y cuando carezca de antecedentes disciplinarios.
C. Criterios de agravación.
1. La afectación de Derechos Humanos.
2. La afectación de derechos fundamentales.
3. Atribuir la responsabilidad disciplinaria infundadamente a un tercero.
4. La utilización en provecho propio o de un tercero de los dineros, bienes o documentos que hubiere
recibido en virtud del encargo encomendado.
5. Cuando la falta se realice con la intervención de varias personas, sean particulares o servidores
públicos.
6. Haber sido sancionado disciplinariamente dentro de los 5 años anteriores a la comisión de la
conducta que se investiga.
7. Cuando la conducta se realice aprovechando las condiciones de ignorancia, inexperiencia o
necesidad del afectado.
2.1. Así, frente a los argumentos expuestos por la actora en relación con
la regulación del desistimiento en la ley demandada (parágrafo del
artículo 23), señala que si bien es cierto que el ordenamiento penal
consagró el desistimiento como causal específica de extinción de la
acción penal, éste sólo procede para determinados hechos punibles. En
materia disciplinaria, el legislador señaló un proceso especial para la
profesión de abogado, considerando la trascendencia social que su
ejercicio conlleva, y la regulación y vigilancia que el Estado debe ejercer
sobre la misma.
3.2 Respecto del cargo formulado contra el inciso 2º del artículo 42,
sostiene que la Constitución defiere al legislador el establecimiento, la
modalidad y la cuantificación de las sanciones penales, administrativas o
disciplinarias siempre que no sean penas prohibidas por la misma Carta.
Así pues, al establecer una concurrencia de penas principales, en la cual
es factible acumular la multa con la suspensión o exclusión del ejercicio
profesional, el legislador obró dentro de su campo constitucional de
competencias.
3.3 Sobre el cargo elevado contra el numeral 6° del artículo 101, expresa
el interviniente que en materia procesal cada estatuto establece causales
de nulidad de manera expresa y taxativa. No encuentra entonces que una
norma que reúne todos los requisitos propios de la institución de la
nulidad, y que señala cuándo el proceso se ve afectado de tal manera que
sus efectos deban desaparecer, pueda ser contraria a la Constitución.
2.2 En ese orden de ideas, señala como objetivo del proceso disciplinario,
el de garantizar el cumplimiento de los fines del Estado, entre los cuales
se encuentran la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad y la
vigencia de un orden justo, fines reiterados en el artículo 2o. superior
que, en su segundo inciso, consagra como razón de ser de las autoridades,
la garantía de los derechos de los ciudadanos.
1. Competencia de la Corte
2. Cuestión previa
5 Se toman para el efecto los criterios establecidos en la sentencia C-1052 de 2001 (M.P. Manuel José
Cepeda Espinosa).
6 “La claridad de la demanda es un requisito indispensable para establecer la conducencia del
concepto de la violación, pues aunque “el carácter popular de la acción de inconstitucionalidad, [por
regla general], releva al ciudadano que la ejerce de hacer una exposición erudita y técnica sobre las
razones de oposición entre la norma que acusa y el Estatuto Fundamental”, no lo excusa del deber de
seguir un hilo conductor en la argumentación que permita al lector comprender el contenido de su
demanda y las justificaciones en las que se basa (C-1052 de 2001).
7 “Adicionalmente, las razones que respaldan los cargos de inconstitucionalidad sean ciertas significa
que la demanda recaiga sobre una proposición jurídica real y existente “y no simplemente [sobre una]
deducida por el actor, o implícita” e incluso sobre otras normas vigentes que, en todo caso, no son el
objeto concreto de la demanda. Así, el ejercicio de la acción pública de inconstitucionalidad supone la
confrontación del texto constitucional con una norma legal que tiene un contenido verificable a partir
de la interpretación de su propio texto; “esa técnica de control difiere, entonces, de aquella [otra]
encaminada a establecer proposiciones inexistentes, que no han sido suministradas por el legislador,
para pretender deducir la inconstitucionalidad de las mismas cuando del texto normativo no se
desprenden.” (C-1052 de 2001).
específicas8, (d) pertinentes9 y (e) suficientes10 para que se configure un
cargo apto.11
8 “De otra parte, las razones son específicas si definen con claridad la manera como la disposición
acusada desconoce o vulnera la Carta Política a través “de la formulación de por lo menos un cargo
constitucional concreto contra la norma demandada”. El juicio de constitucionalidad se fundamenta en
la necesidad de establecer si realmente existe una oposición objetiva y verificable entre el contenido de
la ley y el texto de la Constitución Política, resultando inadmisible que se deba resolver sobre su
inexequibilidad a partir de argumentos “vagos, indeterminados, indirectos, abstractos y globales” que
no se relacionan concreta y directamente con las disposiciones que se acusan. Sin duda, esta omisión
de concretar la acusación impide que se desarrolle la discusión propia del juicio de constitucionalidad.
(C-1052 de 2001 ).
9“La pertinencia también es un elemento esencial de las razones que se exponen en la demanda de
inconstitucionalidad. Esto quiere decir que el reproche formulado por el peticionario debe ser de
naturaleza constitucional, es decir, fundado en la apreciación del contenido de una norma Superior que
se expone y se enfrenta al precepto demandado. En este orden de ideas, son inaceptables los
argumentos que se formulan a partir de consideraciones puramente legales y doctrinarias, o aquellos
otros que se limitan a expresar puntos de vista subjetivos en los que “el demandante en realidad no está
acusando el contenido de la norma sino que está utilizando la acción pública para resolver un problema
particular, como podría ser la indebida aplicación de la disposición en un caso específico”; tampoco
prosperarán las acusaciones que fundan el reparo contra la norma demandada en un análisis de
conveniencia, calificándola “de inocua, innecesaria, o reiterativa” a partir de una valoración parcial de
sus efectos.” (C-1052 de 2001).
10 “Finalmente, la suficiencia que se predica de las razones de la demanda de inconstitucionalidad
guarda relación, en primer lugar, con la exposición de todos los elementos de juicio (argumentativos y
probatorios) necesarios para iniciar el estudio de constitucionalidad respecto del precepto objeto de
reproche; así, por ejemplo, cuando se estime que el trámite impuesto por la Constitución para la
expedición del acto demandado ha sido quebrantado, se tendrá que referir de qué procedimiento se
trata y en qué consistió su vulneración (artículo 2 numeral 4 del Decreto 2067 de 1991), circunstancia
que supone una referencia mínima a los hechos que ilustre a la Corte sobre la fundamentación de tales
asertos, así no se aporten todas las pruebas y éstas sean tan sólo pedidas por el demandante. Por otra
parte, la suficiencia del razonamiento apela directamente al alcance persuasivo de la demanda, esto es,
a la presentación de argumentos que, aunque no logren prima sacie convencer al magistrado de que la
norma es contraria a la Constitución, si despiertan una duda mínima sobre la constitucionalidad de la
norma impugnada, de tal manera que inicia realmente un proceso dirigido a desvirtuar la presunción de
constitucionalidad que ampara a toda norma legal y hace necesario un pronunciamiento por parte de la
Corte Constitucional". (C-1052 de 2001).
11 Ver por ejemplo la sentencia C-1052 de 2001 (MP. Manuel José Cepeda Espinosa), en la cual, la
Corte, al declararse inhibida de pronunciarse acerca de la inconstitucionalidad de algunas normas
demandadas, realizó una síntesis de los criterios que ha sentado esta Corporación en la materia.
que el proceso disciplinario se anule por irregularidades en el recaudo
probatorio, situación que sí prevé el precepto superior.
12 Ver sentencias C-002 de 1993 (M.P. José Gregorio Hernández), C-060 de 1994 (M.P. Carlos
Gaviria Díaz), C-540 de 1993 (M.P. Antonio Barrera Carbonell) C – 196 de 1999 (M.P. Vladimiro
Naranjo Mesa) y C – 393 de 2006 (M.P. Rodrigo Escobar Gil), C-212 de 2007 (Humberto Antonio
Sierra Porto).
13 Sobre los propósitos y la estructura del nuevo Código Disciplinario de los abogados, se señaló en la
exposición de motivos de la Ley 1123 de 2007. “El Código está compuesto de tres libros que
contienen una parte general, una especial y el procedimiento disciplinario. En la parte general, se
ocupa en señalar los principios rectores, las disposiciones generales como la definición de falta
disciplinaria, el ámbito de aplicación, los sujetos disciplinables, las formas de realización del
comportamiento y las causales de exclusión de responsabilidad. En la Parte Especial (sic), se postula
un amplio y riguroso catálogo de deberes e incompatibilidades rescatando las bondades del decreto
196 de 1971(…), catálogo que va de la mano con el régimen de faltas, donde se acude a un sistema
cerrado para la codificación de las mismas, introduciendo nuevos comportamientos que no cobija el
Decreto 196 de 1971, ya que la complejidad que se suscita de las relaciones profesionales de los
abogados, a más de la introducción de figuras como las firmas de abogados, los contratos de prestación
de servicios, las asesorías, obligan a que sean consideradas en el código, de modo que no queden en la
impunidad (…), al tiempo que se respeta el principio de legalidad. Se establece además un régimen
sancionatorio que en respeto a los principios de motivación, proporcionalidad, legalidad y función de
la sanción, contempla un extenso elenco de criterios de gradación, incluyéndose la multa como
sanción, y estableciéndose el incremento punitivo en aquellas faltas que afecten el patrimonio estatal
En el libro dedicado al Procedimiento, se plantea un vuelco total al régimen vigente, donde por virtud
de los vacíos hoy existentes en el Decreto 196 de 1971, debe acudirse por remisión al procedimiento
principios rectores, la definición de falta disciplinaria, y el alcance de la
acción sancionatoria; (ii) una parte especial, que consagra los deberes,
incompatibilidades, faltas y sanciones aplicables a los abogados; y (iii)
una parte procedimental, que contiene las reglas del procedimiento
disciplinario.
20 Sobre el la función social y los riesgos de la profesión de abogado, ver sentencia C-543 de 1993
(M.P. Antonio Barrera Carbonell).
21 Constitución Política. Artículo 26. Toda persona es libre de escoger profesión u oficio. La ley
podrá exigir títulos de idoneidad. Las autoridades competentes inspeccionarán y vigilarán el ejercicio
de las profesiones. Las ocupaciones, artes y oficios que no exijan formación académica son de libre
ejercicio, salvo aquellas que impliquen un riesgo social.
22 Constitución Política. Artículo 95. (…) Son deberes de la persona y el ciudadano:
Numeral 1. Respetar los derechos ajenos y no abusar de los propios;
Numeral 7. Colaborar para el buen funcionamiento de la administración de la justicia.
23 Ver, al respecto, las sentencias C-060 de 1994 (M.P. Carlos Gaviria Díaz) y C-212 de 2007 (M.P.
Humberto Antonio Sierra Porto).
24 Sentencia C-196 de 1999 (M.P. Vladimiro Naranjo Mesa).
Los intereses que involucra el control disciplinario como expresión de la
función de control y vigilancia sobre la profesión de abogado, son de
carácter público, de ahí el carácter indisponible de esta acción.
“En cuanto a ello hay que decir que el poder legislativo tiene un amplio
margen de libertad para establecer el régimen disciplinario y que ese
amplio margen es consustancial a un régimen constitucional en cuanto
remite la configuración de las reglas de derecho -como supuestos
necesarios para la convivencia pacífica- a la instancia del poder
público de mayor ascendencia democrática25”26.
5.3. Ahora bien, manteniendo presente que los principios del derecho
penal son aplicables al derecho disciplinario, realizando los matices
necesarios, el alcance de la potestad de configuración legislativa se guía
por las siguientes reglas:
28 Ibídem.
29 Sentencia C-038 de 1995 (M.P. Alejandro Martínez Caballero) y C-013 de 1997 (José Gregorio
Hernández Galindo).
30 Cfr. Sentencia C-653 de 2001 (M.P. Manuel José Cepeda Espinosa).
31 Sobre la potestad del legislador para determinar la gravedad de las faltas disciplinarias, sentencia C-
708 de 1999 (M.P. Álvaro Tafur Galvis).
32 Sentencia C-819 de 2006 (M.P. Jaime Córdoba Triviño), tomando a su vez referencias de las
sentencias C-341 de 1996 (M.P. Antonio Barrera Carbonell), C-430 de 1997 (M.P. Antonio Barrera
Carbonell, C-095 de 1998 (M.P. Hernando Herrera Vergara) y C-014 de 2004 (M.P. Jaime Córdoba
Triviño).
33 Cfr. Sentencias C-301 de 1999 (M.P. Alfredo Beltrán Sierra) y C-1490 de 2000 (M.P. Fabio Morón
Díaz).
encargado de establecer los nuevos hechos punibles, y determinar la
jerarquía de los mismos, así como, establecer las sanciones y los
procedimientos aplicables a los hechos punibles, en uno u otro caso”.34
40 Conforme al artículo 41 de la Ley consiste en la reprobación pública que se hace al infractor por la
falta cometida.
41 De acuerdo con el artículo 42 es una sanción de carácter pecuniario que no podrá ser inferior a un
(1) smmlv ni superior a cien (100) smmlv, dependiendo de la gravedad de la falta, la cual se impondrá
en favor del Consejo Superior de la Judicatura el cual organizará programas de capacitación y
rehabilitación con entidades acreditadas, pudiendo incluso acudir a los colegios de abogados.
42 La suspensión consiste en la prohibición de ejercer la profesión por el término señalado en el fallo.
Esta Sanción oscilará entre dos (2) meses y (3) tres años.
43 Consiste en la cancelación de la tarjeta profesional y la prohibición para ejercer la abogacía.
Respecto del ejercicio de la potestad de configuración legislativa para la
determinación de los motivos legales de nulidad, esta Corporación ha
tenido ocasión de pronunciarse en diversas oportunidades en el marco del
examen de constitucionalidad de normas de similar contenido,
pertenecientes a otros estatutos procedimentales44.
44 En la sentencia C- 037 de 1998, (M.P. Jorge Arango, Mejía) la Corte declaró la exequibilidad del
numeral 6° del artículo 308 decreto 2700 de 1991, “Por medio del cual se reforma el Código de
Procedimiento Penal”, que establece que no podrá declararse ninguna nulidad distinta a las señaladas
en el artículo 304 del Código de Procedimiento Civil. En la sentencia C-491 de 1995 (M.P. Antonio
Barrera Carbonell), la Corte declaró la constitucionalidad del art. 1° numeral 80 del Decreto 2282 de
1989 “Por el cual se introducen algunas modificaciones al Código de Procedimiento Civil”, que
modificó el 140 del C.P.C. , conforme al cual la nulidad del proceso “solamente” podía ser declarada
por los motivos expresamente señalados en eses precepto. A la anterior sentencia salvó voto el
magistrado José Gregorio Hernández Galindo, para quien la expresión “solamente” debía ser
declarada inexequible por virtud de la entrada en vigencia de la Constitución de 1991, que
explícitamente contemplaba la cláusula de nulidad de las pruebas ilícitas. Otras sentencias posteriores
como la C-217 de 1996 (M.P. José Gregorio Hernández Galindo) y C- 739 de 2001, (M.P. Álvaro Tafur
Galvis).
45 Sentencias C-491 de 1995 y C- 037 de 1998.
46 Sentencia C-491 de 1995, y C- 141 de 1998 (M.P. Jorge Arango Mejía).
47 Sentencias C-491 de 1995 y C- 037 de 1998.
6.1.1 De las referencias jurisprudenciales previamente reiteradas, (ver
supra 5.4) se extraen dos reglas perfectamente identificadas bajo las
cuales se debe analizar la constitucionalidad del precepto acusado: (i) la
primera radica en que cae bajo la cláusula de competencia general del
legislador la determinación de en qué eventos, y bajo qué circunstancias
opera el desistimiento de la acción en los procesos sancionatorios,
competencia que tiene como límite el respeto por los derechos
fundamentales; (ii) y la segunda, que el desistimiento resulta admisible
siempre y cuando se refiera a asuntos respecto de los cuales sea posible
reconocer a los particulares una potestad de disposición.
48 El artículo 69 de la Ley 1123 de 2007 establece: Quejas falsas o temerarias. “Las informaciones
y quejas falsas o temerarias, referidas a hechos disciplinariamente irrelevantes, de imposible
ocurrencia o que sean presentados de manera absolutamente inconcreta o difusa, darán lugar a
inhibirse de iniciar actuación alguna.
Advertida la falsedad o temeridad de la queja, el investigador podrá imponer una multa hasta de 180
salarios mínimos legales diarios vigentes. Las Salas Jurisdiccionales Disciplinarias de los Consejos
Seccionales de la Judicatura, en los casos que se advierta la temeridad de la queja, podrán imponer
sanción de multa, previa audiencia del quejoso, por medio de resolución motivada contra la cual
procede únicamente el recurso de reposición que puede ser interpuesto dentro de los dos días
siguientes a su notificación personal o por estado” .
6.2 La consagración de la multa como sanción autónoma o concurrente
en materia disciplinaria.
54 Sobre los criterios para emitir un fallo condicionado ha dicho la Corte que “Si la disposición legal
admite varias interpretaciones, de las cuales algunas violan la Carta pero otras se adecuan a ella,
entonces corresponde a la Corte proferir una constitucionalidad condicionada o sentencia
interpretativa que establezca cuáles sentidos de la disposición acusada se mantienen dentro del
ordenamiento jurídico y cuáles no son legítimos constitucionalmente. En este caso, la Corte analiza la
disposición acusada como una proposición normativa compleja que está integrada por otras
proposiciones normativas simples, de las cuáles algunas, individualmente, no son admisibles, por lo
cual ellas son retiradas del ordenamiento”. Sobre el desarrollo de estas reglas, ver, entre otras, las
sentencias C-496 de 1994, C-109 de 1995, C- 690 de 1996, C-499 de 1998, C-488 de 2000, C-557 de
2001 y C-128 de 2002.
55 El artículo 45.2 contempla dentro de los criterios de agravación punitiva “La afectación de
derechos humanos” y “la afectación de derechos fundamentales”.
6.3. La consagración del principio de taxatividad de las nulidades en el
régimen disciplinario de los abogados.
6.3.2 Adoptando como marco del análisis las reglas establecidas por la
jurisprudencia57 sobre este específico punto procesal (ver supra 5.6)
encuentra la Sala que la determinación de los principios que orientan la
declaratoria de las nulidades en el proceso disciplinario seguido contra
los abogados, es un asunto que forma parte del amplio margen de
configuración legislativa que la Constitución reconoce al legislador para
la estructuración de los procedimientos. En ejercicio de tal potestad el
legislador disciplinario decidió acoger el principio de taxatividad de las
nulidades legales, en virtud del cual “No podrá decretarse ninguna
nulidad por causal distinta de las señaladas” en el respectivo capítulo.
Conforme a esa regla los motivos legales con poder invalidante de la
actuación disciplinaria son la falta de competencia; la violación del
derecho de defensa y la existencia de irregularidades sustanciales que
afecten el debido proceso58.
56 El artículo 101 de la Ley 1123 de 2007 al establecer los principios que orientan la declaratoria de
las nulidades y su convalidación, señala: “1. No se declarará la invalidez de un acto cuando cumpla la
finalidad para la cual estaba destinado, siempre que no se viole el derecho a la defensa. 2. Quien
alegue la nulidad debe demostrar que la irregularidad sustancial afecta garantías de los
intervinientes, o desconoce las bases fundamentales de la instrucción y el juzgamiento. 3. No puede
invocar la nulidad el interviniente que haya coadyuvado con su conducta a la ejecución del acto
irregular, salvo que se trate de la falta de defensa técnica.4. Los actos irregulares pueden
convalidarse por el consentimiento del perjudicado, siempre que se observen las garantías
constitucionales. 5. Solo puede decretarse cuando no exista otro medio procesal para subsanar la
irregularidad sustancial.6. No podrá decretarse ninguna nulidad por causal distinta de las señaladas
en este capítulo”.
57 Sentencia C- 037 de 1998, (M.P. Jorge Arango, Mejía); sentencia C-491 de 1995 (M.P. Antonio
Barrera Carbonell), sentencia C-217 de 1996 (M.P. José Gregorio Hernández Galindo), y sentencia C-
739 de 2001, (M.P. Álvaro Tafur Galvis).
58 El artículo 98 de la Ley 1123 de 2007, establece: “CAUSALES. Son causales de nulidad: 1. La
falta de competencia. 2. La violación del derecho de defensa del disciplinante; 3. La existencia de
irregularidades sustanciales que afecten el debido proceso”.
6.3.3. En ese orden de ideas, es claro para la Corte que la consagración
de un principio de taxatividad de los motivos legales de nulidad no
vulnera por sí mismo principios constitucionales; por el contrario con
ello se promueve que la actuación esté regida por criterios de
racionalidad que garanticen que los procesos lleguen a su culminación y
que se desenvuelvan en un marco de seguridad jurídica, preservando de
otro lado la posibilidad de que los investigados sean juzgados por su juez
natural, tengan pleno acceso al derecho defensa y puedan solicitar la
invalidación del proceso cuando quiera que concurran irregularidades
sustanciales que lo afecten.
VII. DECISIÓN
RESUELVE:
Magistrado Ponente:
Dr. JAIME CÓRDOBA TRIVIÑO
Éste es por tanto el sentido o razón de ser última de las nulidades tanto
constitucionales como legales, esto es, el restablecimiento de la
legalidad. En este sentido, se afirma que las nulidades constitucionales y
62 Ibidem
Por estas razones, me aparto de la tesis mayoritaria de esta Corte, que
ha sido formulada en los términos de que no obstante que la prueba
ilícita es nula de pleno derecho y por tanto debe ser excluida del
respectivo proceso, so pena de configurarse una vía de hecho judicial,
caso en el cual procede la vía tutelar para restablecer los derechos
fundamentales; la exclusión de la prueba ilícita puede ocurrir en
algunos casos sin perjuicio de que el proceso en sí mismo tenga que ser
declarado nulo, en aquellos casos en que la prueba ilícita declarada
nula no haya sido esencial o fundamental en la decisión judicial
adoptada por el juez. En otros términos: disiento de la tesis según la
cual se puede montar un proceso con pruebas ilícitas y lícitas y que el
proceso sigue siendo válido siempre y cuando la decisión se fundamente
en éstas últimas. Tesis ésta que se aplicó en el caso de cuya sentencia de
tutela se enerva la nulidad en el asunto sub examine.
Fecha ut supra.
JAIME ARAÚJO RENTERÍA
Magistrado