Yacimiento de Rocas Igneas y Metamorfica
Yacimiento de Rocas Igneas y Metamorfica
Yacimiento de Rocas Igneas y Metamorfica
Introducción
En general, las rocas ígneas han sido ignoradas e incluso evitadas por la industria
de E&P. Se las ha ignorado por no ser consideradas atractivas. No obstante, las
rocas ígneas pueden desarrollar porosidad y permeabilidad de distintas maneras.
Lejos de ser intrascendente, la actividad ígnea puede incidir en todos los
aspectos de un sistema petrolero,
proporcionando la roca generadora
(roca madre), afectando la maduración
de los fluidos y formando trayectos
para la migración, trampas,
yacimientos y sellos.
El proceso es rápido, ya que implica entre cientos y miles de años en vez de los
varios millones de años que se necesitan habitualmente para la generación de
petróleo.
Las filtraciones presentes en el área de Golden Lane del este de México, han sido
asociadas con la presencia de rocas ígneas de inclinación pronunciada que
penetraron capas carbonatadas de gran espesor, ricas en contenido de petróleo.
Además se utilizan técnicas de avanzada. Se han aplicado registros de imágenes
satelitales para evaluar la Cuenca del Columbia, cubierta de basalto, en Washington
y Oregón, EUA. El análisis geoquímico del agua subterránea de la misma región
detectó niveles significativos de metano a través de una extensa área, lo cual indicó
cantidades potencialmente comerciales de gas natural en los basaltos del Río
Columbia.
Conclusión
Sabemos que una roca ígnea, por ejemplo, puede transformarse en metamórfica
por efecto del calor y la presión sin pasar por la fase “sedimentaria”, asimismo,
las rocas sedimentarias y metamórficas pueden convertirse en material que
forma nuevas rocas sedimentarias. El ciclo natural de las rocas que se acaban
de describir en este trabajo se han puesto recientemente en relación con la
tectónica de placas puesto que el ciclo comienza con la erosión de un continente,
el material de dicho continente se acumula en sus bordes y se puede compactar
por litificación y transformarse en “roca sedimentaria”. Conforme pasa el tiempo,
el borde continental se transforma en borde de placa convergente, es decir,
empujada contra otra placa.
Las rocas sedimentarias pueden transformarse por efecto de las altas presiones
en cinturones de rocas metamórficas pero poco a poco los sedimentos que no
han formado montañas se ven arrastrados por subducción hacia el fondo de la
corteza, allí sufren un metamorfismo aún mayor, hasta alcanzar grados de
presión y temperatura tan elevados que se funden y se convierten en lo que
conocemos como magma y este a su vez se convierte en roca ígnea que puede
volver a la superficie terrestre, ya sea bien en forma extrusiva, que sería a través
de un volcán, o bien por exposición de la roca ígnea intrusiva a consecuencia de
la erosión. La meteorización y la erosión atacan lo que son las rocas ígneas, y
las transportan hasta el borde continental y el ciclo comienza de nuevo.
Bibliografia