1987 07 016
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IBINSTEIN
[USCANTINI
1EN
PLACIDO DOMINGO:
¿I fuego en la voz
RESERVE ALGUNOS APLAUSOS
Presidente
Gerardo Queipo de Llano
Director
AnIonio Moral
Director Adjunto
Arturo Reverter
Redactor Jefe
Enrique Martínez Miura
Consejo de Dirección
Javier Alfaya. Domingo del Campo Castel,
Manuel Carda Franco, Agustín Muñoz Jimé-
nez. Enrique Per:; Adrián.
Año II - n.° 16 - JULIO-AGOSTO 1987 - 400pías.
Secciones
Redacción en Barcelona: César Calmell. Actua-
lidad: Arturo Reverter y Enrique Martínez Miu-
ra. Discos: Enrique Pérez Adrián. A Ka
Fidelidad: Alfredo Orozco. Danza: Roger Sa-
las, Ubros: Xaan Manuel Carnira. Jazz: Ebbe
Traberg. Música contemporánea: José ¡ges.
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OPINIÓN
Representatividad y corporativismo
A mediados de mayo se hizo pública la decisión
lomada por el Claustro de profesores del Real
Conservatorio Superior de Música de Madrid
de no firmar las actas de los exámenes de junio como
medida de presión ante el Ministerio de Educación y
está exigiendo de la Administración la conculcación de
la Ley. El M.E.C, por la Ley Orgánica de Libertad
Sindical, ha de negociar con las Organizaciones
Sindicales representativas y no lo puede hacer con otro
tipo de organizaciones, plataformas, comisiones o
Ciencia. Dicha medida de presión coincidía con la particulares; si la Comisión Claustral desea negociar
inminencia del nombramiento de nuevo director y con ha de presentarse antes a las elecciones sindicales o
la creciente lluvia de denuncias contra ciertos conseguir que una Organización Sindical representativa
claustrales, por parte de las Asociaciones de Padres de tome sus reivindicaciones y las traslade a la mesa de
Alumnos, denuncias que incluían temas como la negociación. Del mismo modo, el M.E.C. por la Ley
percepción de comisiones en la adquisición de Orgánica del Derecho a la Educación ha de cuidar de
instrumentos y las clases particulares a alumnos del la constitución de los Consejos Escolares y de que
R.C.S.M.M. que se habrían convertido en condición nadie suplante las funciones de este órgano en cuanto
previa para la obtención de calificaciones altas, al gobierno de los Centros; si la Comisión Claustral
necesarias para lograr el paso de grado. desea funciones que competen al Consejo debiera de
haberse presentado al mismo.
La medida de presión se tomó, según la comisión
claustral, para «pedir el diálogo con la El Ministerio sólo puede admitir interlocutores
Administración» ante los rumores de creación de jurídicamente válidos. Por eso recibe a los Sindicatos,
nuevos Conservatorios del M.E.C. en Madrid y el a las Asociaciones de Padres de Alumnos y a las
traslado del R.C.S.M.M. fuera del Teatro Real. La Asociaciones de Alumnos. Las Comisiones Claustrales
comisión claustral afirma que «La Administración no existen en ningún texto legal y por ello no pueden
tiene la costumbre de consultar con asesores extraños, ser interlocutores de la Administración. Ya va siendo
organizaciones sindicales y otras personas no hora de que también los profesores de los
directamente relacionadas con los temas, pero nunca Conservatorios aprendan que hasta ellos están sujetos
con los realmente afectados», así según la comisión a la Ley de un Estado de Derecho.
claustral, seis componentes son «interlocutores tan La negativa a firmar las actas es una medida
válidos como el Consejo Escolar». intolerable con una única victima: el alumnado. Una
Es cierto que entre los proyectos del M.E.C. está la vez más nos encontramos ante la irracionalidad
creación de dos Conservatorios Profesionales en practicada en forma asamblearia. Alguien, al que se
Madrid (Amaniel y Perú) y uno Elemental a los que supone bien informado, calienta el ambiente con la
se sumarian los también Elementales de Alcalá y advertencia de las siete plagas que la Administración
Majadahonda. Basta con conocer la legislación vigente hará caer sobre las cabezas de los presentes y denuncia
para saber cómo se provee la dotación de profesorado: las traiciones de los sindicatos y consejo escolar, asi
Se hace público un concurso de traslados al que como las agresiones a las que el colectivo está
pueden optar los docentes con destino definitivo en la sometido por sus enemigos, los alumnos, los padres, la
provincia ofreciendo el lOO^o de las plazas. Las no prensa... Así se crea la conciencia en la Asamblea de
cubiertas por el concurso de traslado podrán serlo por que el Conservatorio —o el Hospital, o...— es
traslado forzoso de los profesores más recientes o con patrimonio de los profesores y que es preciso salvar/a
los funcionarios en prácticas procedentes de [a A continuación se consigue en votación —a poder ser
oposición de 1987. Exactamente igual que si se crea un a mano alzada para que todos sepan lo que vota cada
nuevo Instituto o un nuevo Grupo Escolar. Es quien—, realizada en momento adecuado, que se
sorprendente que ninguno de los 240 claustrales aprueben cosas disparatadas con lo cual se garantiza
presuntamente representados por la Comisión no un enconamiento de la situación y su conducción a un
conociera algo tan obvio. callejón sin salida.
Por lo que se refiere al traslado del R.C.S.M.M. En esta situación, tiene indudablemente, algo de
fuera del Teatro Real es algo largamente esperado y responsabilidad el M.E.C. Los paños calientes no
deseado por docentes y alumnos pues a nadie se hacen más que aumentar las ínfulas corporativas y
ocultan las deficiencias estructurales de las actuales desanimar a quienes creen que los Conservatorios
instalaciones. Evidentemente hay que exigir que los pueden ser Centros de Enseñanza tan normales como
futuros locales sean idóneos para las necesidades de un Instituto Publíquense en el B.O.E. cuanto antes
un Conservatorio Superior e incluso que sean tanto la relación de nuevos Conservatorios como el
exclusivos para el Conservatorio Superior ya separado concurso de traslados y désele publicidad. Tramítense
de lo Profesional y Elemental que actualmente aloja el de una vez los expedientes por denuncias contra los
Teatro Real. Solamente existe un problema real de funcionarios presuntamente corruptos.
gravedad en el traslado fuera del edificio de Opera: la E inicíense ya las negociaciones con las
Biblioteca, que sigue sin cumplir Is mínimas Organizaciones Sindicales para la Ley de Reforma de
condiciones para merecer tal denominación y cuyos las Enseñanzas Musicales y la aplicación a los
fondos peligran seriamente ante un traslado no funcionarios docentes de Conservatorios del próximo
diseñado por especialistas. Pero nada de esto se Estatuto del Profesorado. La única arma conocida
deduce de los comunicados de la Comisión Claustral. contra el Corporativismo es el uso legítimo y público
Dicha Comisión Claustral no ha reparado en que de la Representatividad.
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OPINIÓN
EL DISPARATE MUSICAL
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OPINIÓN
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IX Curso de Música
Barroca y Rococó
«La Música Ibérica»
AVANCE DE CONCIERTOS
ORGANIZA:
Asociación «MÚSICA BARROCA»,
de Madrid
Francisco de Rojas, 9 - 5.° dcha. E.
Teléf. 448 31 15
28010 MADRID
España
PATROCINAN:
Comunidad de Madrid MINISTERIO DE CULTURA
KM M i l (K*uan * Ot la Muws
CONSEJEfii* DE CULTUR*
Y DEPORTES
ACTUALIDAD
El Festival de
Sin buena pedagogía no hay música Alicante se consolida
Verano 87, en Torroella de Montgrí El INAEM, el Ayuntamiento de Ali-
En un Lipico restaurante ampurdanés cante y la Generalitat Valenciana patro-
de Barcelona se ofreció hace poco a los cinan y el Centro para la Difusión de
medios de comunicación una comida de la Música Contemporánea organiza este
carácter informativo acerca de las dis- certamen, que se programa del 13 al 20
tintas actividades musicales que este ve- de septiembre. En esta edición se cuen-
rano se llevarán a cabo en Torroella de ta con conjuntos de cierta talla como
Montgri, villa del Bajo Ampurdán ri- la Orquesta de la Radío de Holanda,
ca en acontecimientos de esta índole, con Ernest Bour, veterano de tantas ba-
auspiciados por las Juventudes Musi- tallas de la producción de este siglo, la
cales de la localidad y con la colabora- London Sinfonietta, que actuará con
ción en este caso de varios organismos Diego Masson, y la Orquesta Nacional
públicos. de Esparla, a las órdenes de Maximia-
ño Valdés. Se ofrecen diversas primeras
Vayamos ante todo a los eventos de audiciones mundiales: Concierto medi-
carácter pedagógico, que son los de ma- terráneo de Claudio Prieto, In memo-
yor peso. Está en primer lugar el Cur- han CC de Xoan Viaño, Pfionos de
so Internacional de Interpretación Moreno Buendia, Cuarteto n." I de Án-
Musical, que este verano llega a su cuar- gel Oliver, Petite ensemble bteu de Ja-
ta edición y que ha conseguido ya no- cobo Duran Loriga (todas ellas encargo
toriedad internacional. Dirigido por el del Centro para la ocasión, cosa exce-
célebre violoncelista rumano Radu Al- lente, aunque lo seria más si se pudiera
dulescu, se extenderá durante los meses ampliar el espectro de comisionados),
de julio y septiembre y va dirigido a jó- Cuarteto n." 5 de Ramón Barce, Mor-
venes estudiantes, con un excelente morí de Miguel Ángel Martín Liado,
plantel de profesores: el propio Aldu- Sexteto de estío de García Román, Mo-
lescu impartirá las clases de violonce- quince conciertos a lo largo de los me- vimientos de Adolfo Núnez, Guit-
llo; María Curcio, piano; la gran ses de julio y agosto (excepto el primer trónica de Carlos Cruz de Castro, Villa-
Irmgard Seefried, canto (lieder de Schu- concierto, a cargo del Orfeó Cátala, que Lobos 87 de Flores Chaviano y una
bert y ópera mozartiana); Félix An- se ofrecerá ya el 27 de junio). Destaque- composición encargada por el Estado
drievsky, Goncal Cornelias y Eva mos la audición de Carmina Burana, de Francés con destino al festival a André
Graubin, violín; Enrique Santiago, vio- Orff, en su versión original (por el ci- Boucourechliev. Citemos algunas de las
la; Franco Petracchi, contrabajo; Julián tado Orfeó Cátala, dirigido por Simón primeras audiones españolas: Visiones
Jacobson, música de cámara con pia- Johnson); la de Noche transfigurada de micénicas de Charles Chaynes, Oregón
no, etc. Está, además, del 1 al 21 de Schónberg, por la Camerata Lysy; la de C. Lefebvre, Amura de Xenakis, Na-
agosto, el Encuentro Internacional de Historia del Soldado de Stravinsky, por tura Renovatur de G. Scelsi, Le mira-
Música de Cámara con la Camerata el Grup Instrumental Barcelona 216, di- ele de la rose de Hans Werner Hcnze y
Lysy, en su segunda edición, que inclu- rigido por Ernest Martínez Izquierdo; una serie de partituras electrónicas
ye clases magistrales, talleres, encuen- un concierto de homenaje a Aldulescu suecas.
tros de trabajo y conciertos dirigidos en el cincuenta aniversario de su debut,
por el violinista argentino Alberto Lysy con Antoni Besses al piano (programa
con la colaboración de varios miembros Beethoven); dos recitales de Lysy dedi-
de su camerata (radicada en Gstaad, cados integramente a Bach con Luisa Anotemos también la participación
Suiza) y Johannes Eskar, Michael Maione al clavicémbalo; los tres prime- del Ensemble Alternance dirigido por
Malmgreen y Frank Preuss para violín ros Tríos de Beethoven a cargo del Trio Luca Pfaff, el Cuarteto Arcana, el Gru-
y viola; de nuevo Radu Aldulescu para di Milano; y otros conciertos de Victo- po Barcelona 216 a las órdenes de Er-
violoncello, junto a Eduardo Vassallo; ria de los Angeles y Manuel Garda Mo- nest Martínez Izquierdo, el Taller de
y Hugo Aisenberg y Nelson Delle Vig- rante, la Sinfonietta de Estocolmo, la Música Mundana, con Llorenc Barber
ne, piano. Pueden concurrir al mismo, Orquesta de Cámara Franz Liszt de Bu- (concierto para papel), Flores Chavia-
además, jóvenes estudiantes de otros dapest, etc. no, Francisco Martín, Grupo Nacional
instrumentos como flauta travesera, de Metales...
flauta dulce, oboe, clarinete, fagot, «Sin una buena pedagogía no hay
trompa, arpa, clavicémbalo, etc. En otro orden de cosas, Albert Sar-
buena música»: ése es el lema que pa- da dirigirá, del 14 al 18, un curso de
rece distinguir a los organizadores de es- composición y del 25 al 27 se desarro-
tos cursos y conciertos estivales de llarán los Segundos Encuentros Euro-
Está por fin el festival Internacional Torroella. Evidentemente, les sobra peos de Saxofón.
de Música propiamente dicho, que este ra on
arlo se celebra ya por séptima vez, con '- Jo.R.R En resumidas cuentas, y dadas las ca-
rencias que este país tan desorganiza-
do y tan de espaldas a tantas cosas tiene,
Presentación del Catálogo de Rodríguez Albert esta nueva proposición del Centro, irre-
gular, no del todo equilibrada, lejos (el
Tuvo lugar hace poco la presentación del catálogo de la obra del compositor presupuesto también influye, ya se sa-
alicantino Rafael Rodríguez Albert (1902-1979). El trabajo de recopilación de los be) de la brillantez, merece nuestros res-
datos ha sido realizado por José de la Vega Sánchez, quien ha contado con el petos y atención.
apoyo de la ONCE, entidad editora del folleto. En el catálogo se ordena la pro-
ducción de Rodríguez Albert atendiendo a los criterios cronológico, género al que Información: Alicante: Negociado de
pertenece cada obra y por títulos clasificados alfabéticamente. La relación de las Cultura del Ayuntamiento, Teléfono,
obras va acompañada de una información mínima que incluye datos sobre la edi- (965) 20 51 00; Madrid: Centro para la
ción, fecha y lugar de estreno, si procede, y la plantilla para su interpretación. Difusión de la Música Contemporánea,
El catálogo elaborado por José de la Vega Sánchez se convierte asi en un instru- Centro de Arte Reina Sofía, Santa Isa-
mento imprescindible de acercamiento a la obra del compositor, que hará posible ble, 52, 20012, Teléfono, 468 23 10 y 468
que los intérpretes se interesen por ella y la difundan. 29 31. Telex: 47012 MCARS.
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ACTUALIDAD
España en Saintes
Del 4 al 15 de julio tiene lugar en la ciu-
dad francesa de Saintes, famosa por sus
Santander: un Festival en
ruinas romanas, un festival de música an-
tigua. Cada año la programación gira en
torno a un tema concreto. En éste será Es-
busca de su identidad
pana (de moda en otros certámenes) la
protagonista y a la que se dedicarán más
de veinte conciertos, aparte reuniones, po-
U na de las manifestaciones musicales
veraniegas de mayor tradición
en este pais, el Festival Internacional de
inevitable, acapara varios conciertos san-
tanderinos. Se dedica a la memoria de Ru-
binstein el Concurso Paloma O'Shea.
nencias, proyección de películas y otros Santander, puesto que se alcanza la edi-
actos. El festival, dirigido por Philippe cuyos finalistas serán oídos junto a la Or-
ción número XXXVI el presente ano, a questa Nacional y su titular en dos sesio-
Herreweghe —cuya actuación en Madrid, celebrar a lo largo de todo el mes de agos-
el 26 de mayo, se comenta en estas mis- nes, así como un recital Chopin de Nikíta
to, se encuentra en una tan interesante co- Magaloff. Ravel será recordado en un con-
mas páginas—, que intervendrá también mo comprometida situación de cambio en
como intérprete, cuenta con primeros es- cierto de la Sinfónica de Londres, bajo la
su orientación general. Cuando el resto de batuta de Frühbeck, aunque también
padas de la música antigua como Jordi los festivales de nuestra geografía se va de-
Savall, los Tallís Scholars, Francis Chape- cantando hacia algún tipo de especializa- Achúcarro tocará una obra suya. El cen-
let o Emilio Moreno. Entre otros nombres ción: masiva oferta orquestal, deli- tenario del nacimiento de Villa-Lobos lo
figuran los de los españoles Esperanza mitación histórica de las músicas a es- rememorará el guitarrista Ricardo Iznaola
Abad y Joaquín Soriano. Compositores cuchar, determinado carácter diferencia- en su recital totalmente consagrado al gran
como Valls, Cererols, Victoria, Boccheri- dor de las mismas, etc., el de Santander músico brasileño. Por lo demás, la pro-
ni, Cabezón, Machado o Soler aparecen sigue siendo un macroevento en el que lo- gramación de Santander 19S7 se inclina
programados. El recorrido musical por do cabe. No se trata —a la vista está la decididamente hacía lo orquestal, con in-
nuestro país lleva el epígrafe Ojos adentra programación— de cuestionar la calidad tervenciones de la Orquesta Nacional de
media de los conciertos, que sube de año España, la Orquesta de Cámara de Euro-
en ano, sino de apreciar en su simple enu- pa (con Abbado), la Filarmónica de Is-
meración una gran carencia de organici- rael (con Mehta). la Sinfónica de Londres
El curso de Daroca dad. Se hace inevitable mencionar al
Festival de Granada, de los que se extien-
(con Frühbeck) y la Joven Orquesta Na-
cional de España, todas ellas, salvo la úl-
La música antigua es también la razón den ampliamente en el tiempo, como mo-
de ser del Curso de la ciudad aragonesa tima, con dos conciertos de programas
delo de avance en su estructuración diferentes. La música de cámara cuenta
de Daroca, que alcanza su novena edición interna desde que Antonio Martin More-
este arlo y que se desarrollará entre el 3 con el Chilingirian Quartet y el Cuarteto
no se ha hecho cargo del mismo. Natu- Enesco. No demasiada innovación en los
y el 13 de agosto. El plantel de profesores ralmente, a la convocatoria santanderina
no es nada desdeñable en general: Agos- no le proponemos la pura y estéril imita-
tino Círülo para la flauta travesera barro- ción de vias ajenas. El problema indica-
ca, Jorge Fresno para la vihuela, el laúd do lo ven con claridad sus propios
y la guitarra barroca, José Luis González organizadores, como se evidencia cuando
Uriol para el órgano. Jan Willem Jansen hablan de un «ciclo Bruckner», lo que es
para el clave y continuo, Rosemarie Meis- demasiado optimista, porque no se han
ter para el canto, Pedro Memelsdorff pa- de oír más que dos obras del austríaco,
ra la flauta de pico, Emilio Moreno para Séptima (Orquesta Nacional, López Co-
el violin barroco, Pere Ros para la viola bos) y Octava (Filarmónica de Israel,
de gamba, Clare Shanks para el oboe ba- Mehta). tenue hilo conductor, como se ve,
rroco y Alvaro Zaldívar para la parcela para una serie de actividades que cubre
de teoría musical. La previsión de conte- todo un mes. Junto a éste se aprecian otros
nidos de cada curso es altamente intere- temas en la programación que le dan en
sante. Recojamos, en aras de la brevedad, mayor o menor medida coherencia. La
el de viola de gamba: A) Literatura fran- música española es uno de ellos, con audi-
cesa: obras de los libros 3." y 5? de Marín ciones del Cuarteto de Cuerda n." I de
Maráis, de Sainte Colombe, Charles Do- García Román (Cuarteto Enesco, estreno
llé y Da Buisson; B) Acompañamientos: absoluto), obras vocales del recientemen-
se tratarán los principales recursos técni- te fallecido Ángel Barja (The Scholars),
cos para realización de bajos continuos quien también figurará en el concierto del
y recitativos vocales. Seminarios especia- Coro Nacional al lado de Mompou, Es-
les a cargo de Andreas Staier (Acompa- plá y J.A. García. Los nombres de los ya
ñamiento de canciones, arias, Heder con clásicos también aparecen, asi, Vistas al Zubin Mehta
fortepiano y clavicordio) y Julio García mar será interpretada por la Joven Or-
Llovera (El órgano histórico como prin- questa Nacional de España, dirigida por programas, destacando, aparte de lo ya in-
cipio de interpretación). Precios: ejecutan- Edmon Cotomer, que también pondrá en dicado, la Misa de Gloria de Puccini (So-
te, 7.500; oyente: 4.000 ptas. Información atriles El sombrero de tres picos, mien- ciedad Coral de Bilbao) y todo el
e inscripción: Institución Fernando El Ca- tras que la Fantasía Bélica aparece en el programa del dúo André Luy, órgano, y
tólico, Sección de Música Antigua. Dipu- recital del pianista Joaquín Achúcarro. Sin Claude Rippas, trompeta, combinación
tación Provincial, Plaza de España, 2. embargo, conlleva una novedad mucho muy infrecuente por sí misma. El intere-
500W, Zaragoza. Teléfono (976) 22 96 52. mayor la inclusión de la versión definiti- sante apartado de la danza se verá repre-
Del 8 de julio al 13 de agosto tiene lugar, va de Atiánüda (Orfeón Donostiarra, Sin- sentado por el Ballet Nacional de España,
como actividad paralela, el Festival de fónica de Londres, Frühbeck), que se el Nikolais Dance Theaire, el Ballet del
Música Antigua que incluye, entre otros conocerá por primera vez en España. El Gran Teatro del Bolshoi de Moscú y el Ba-
actos, conciertos de la Coral Oarocense concierto constituirá un homenaje a Ant- llet del Baedischesstaatstheater de Karl-
Ángel Mingóte, Grupo SEMA, Banchet- xon Ayestarán, muerto prematura y trá- sruhe. Completan el panorama una
to Musicale (quinteto de violas de gam- gicamente hace escasos meses. El capitulo importante parcela coral y unos llamados
ba), LAcademia d1 Harmonía, Cuarteto de los homenajes y aniversarios, siempre
Música. Actúan asimismo algunos de los «encuentros», en los que podrá verse ca-
profesores. ra a cara a varios músicos, como Jesús Ló-
pez Cobos, Carmen Helena Téllez y Zubin
Mehta.
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ACTUALIDAD
Alicia de Larrocha
rinde homenaje
IX Edición del Concurso de
a verdad es que no sé bien
a Rubinstein cómo me metí en todo este
'tinglado, las cosas vienen
Madrid, Teatro Real. 2 de iunio de 1987. rodadas. Lo único que sé es que soy una
Obras de Chopin, Mompou, Falla, Granados loca de la música desde que nací, luego
y Albéniz. Alicia de Larrocha, piano.
hice la carrera de piano e incluso gané un
premio fin de carrera en Bilbao. Después
liria de Lan-ocha ha vuelto a de- vino lo del Concurso, lo cierto es que
mostrar su doble condición de núme- cuando lo fundé en 1972 nunca pensé que
ro 1 entre los pianistas españoles y de llegaría hasta donde ha llegado porque,
grande mundial del teclado. Los 4 Im- si no me lo hubiese pensado dos veces an-
promptus de Chopin, más un Noctur- tes, pues hay tantas cosas de las que dis-
no, la Polonesa Fantasía y la Balada frutar en la vida que a veces piensas si
3 constituyeron la primera parte de su todo esto merece la pena, sobre todo cuan-
equilibrado programa. Creo que la do no te queda ni un solo minuto libre aJ
aproximación de Larrocha al autor día». Así se manifestaba Paloma O'Shea
polaco resulta tan válida como la de al preguntarle cómo surgió lo del Concur-
sus mejores colegas actuales. En con- so en vísperas de la inauguración de la ex-
creto, unos no muy lejanos Impromp- posición Rubinstein y España, primera de
tus de Murray Perahia en el Real no las muchas actividades que organizará esle
superaron a los ahora comentados. año el Concurso Internacional de Piano
Larrocha pone de relieve los aspectos de Santander.
más clásicos de la estructura chopinia-
na basándose en una planificación so- De nuevo, un año más, la capital cán- Paloma O'Shea y Hugh Tinney, ganador del último .
nora muy clara, con moderado uso del tabra se convertirá en el pumo de mira de
pedal, que produce una timbrica a la la actualidad musical española. El nove- Valcárcel. Cuando él murió tomé yo las
vez rica y equilibrada, especialmente no certamen del Concurso Internacional riendas, fundamentalmente porque no me
atractiva en las regiones grave y me- de Piano Paloma O'Shea comenzará su quedó otro remedio, pues la muerte le so-
dia. Tampoco exagera el nabato, siem- andadura a partir del próximo 21 de ju-
pre subordinado a la pulsación básica lio y se conocerá su ganador en la noche brevino en febrero y en julio era el nuevo
de la obra. Todo ello acerca su Cho- del 6 de agosto. Allí estará la Orquesta Na- Concurso. Me leí papel a papel y me lan-
pin más a Schubert y Senumann que cional, que dirigirá Jesús López Cobos. cé a tumba abierta, nunca lo he pasado
a Liszl, y algunas páginas no alcan- Como viene siendo habitual, la plaza Por- peor en mi vida. Desde entonces no he pa-
zan la brillantez, el arrebato y la ri- ticada albergará esta gran ñnalísima, rado ni un minuto, mí vida ha sido y es
queza expresiva que les comunican que este año cuenta con los equipos de Ra- el Concurso.
otros pianistas, como, por ejemplo, diotelevisión en directo. De las 238 inscrip-
Arrau o Richter en la Polonesa Fan- ciones de pianistas, comprendidos entre Los concursos son un trampolín de lan-
tasía. Pero la Balada n ' 3 fue esplén- los 16 y 32 arios de edad, que se recibie- zamiento
dida desde todo punto de vista, asi ron en las oficinas del Concurso, el co-
como los Impromptus I y 4. mité seleccionador ha admitido a 85 Conforme va pasando la entrevista, Pa-
jóvenes de veintinueve nacionalidades di- loma O'Shea pone cada vez más énfasis
ferentes, entre los cuales se cuentan diez en todo lo que cuenta, es como cuando
Bien conocidas son tas razones que españoles.
hacen de Alicia de Larrocha la máxi- se habla de un hijo del que se está abso-
ma intérprete actual de la música es- lutamente orgulloso y más que por las pa-
pañola: su técnica de primerísimo Poco tiene que ver el actual Concurso labras se comprende lo que dice por
orden, madurada a lo largo de mu- con aquél que viera la luz por vez prime- la expresión relajada y risueña de su ca-
chos años de serio ejercicio profesio- ra quince años atrás, del que con nostal- ra: «Hoy, efectivamente, todo es muy di-
nal, con un inmejorable sentido del gia, al tiempo que felizmente, nos habla ferente, hoy hemos conseguido entre
color y del ritmo, siempre idóneos pa- Paloma: «Mi primera idea, al crear el lodos, porque todo se lo debo al magni-
ra cada obra o autor; y su dominio es- Concurso, fue ayudar al Conservatorio de fico equipo que trabaja conmigo, que el
tilístico, apoyado en el conocimiento Santander y así directamente ayudar a to- Concurso Internacional de Santander
personal de los propios autores o en dos aquellos jóvenes que acababan sus es- pueda codearse con los más importantes
la tradición que ella hereda y conti- tudios de piano. Eran jóvenes sin medios y prestigiosos del mundo, y desde luego
núa, como en el caso de Granados y pero con unas enormes ganas de trabajar, lo que más me interesa es que nuestros jó-
Frank Marshall. Siempre he pensado entonces yo les ofrecí un Concurso de ca- venes se están relacionando y midiendo
que en este ámbito Larrocha eviden- rácter nacional que en un principio em- sus fuerzas con jóvenes de todo el mun-
cia un grado de identificación artísti- pezó dirigiendo Manuel Valcárcel. do. Este año vienen de Cuba, Unión So-
ca y cultural análogo al de viética, varios países del Este y todos los
Todo estuvo tan bien organizado que su occidentales; pienso que todo ésto es muy
Furtwángler cuando dirigía a Beetho- base actual no es otra que aquélla, en dos
ven o Brahms. Valgan como ejemplos importante, pues los estudiantes y pianis-
la Iberia ofrecida hace unos años, o años pasó a ser internacional y al tercero tas que asisten pueden ver el nivel que se
toda la segunda parte del concierto co- ingresó en la Federación de Concursos In- tiene por el mundo sin moverse de su
mentado, que incluía la temida Fan- ternacionales». país».
tasía Bélica y que se prolongó con dos —Entonces ¿dónde estuvo el secreto de
bises: la Andaluza de Granados y la tan inmediato éxito? —Pero ¿para qué sirve en realidad un
Danza del fuego. Destaquemos la —El único secreto fue el planteamien- concurso?
deslumbrante Navarra que cerraba el to absolutamente serio con que se plan- —Puedo decir que después de haber
programa oficial. teó todo desde el principio, se exigía un visto muchos concursos me sigue gus-
nivel altísimo y los jurados fueron en to- tando hacer el que yo hago. Ahora,
do momento excelentes y rigurosísimos, francamente pienso que habría que encon-
Roberto Andrade pero sobre todo lo que el Concurso es en trar una solución que sustituyera al con-
su estructura básica se le debe a Manuel curso. Los concursos hoy en día están de
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ACTUALIDAD
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ACTUALIDAD
S.—Hay una cosa clara, y es que Vd. sofo. No puede ser ni un diablo ni un cuestión de pensar y estudiar el persona-
ha trabajado durante muchos años una cretina je antes que una cuestión puramente vo-
técnica de emisión conocida histórica- cal. En Chicago sucedió que Pavarotti
mente como a la maschera. S.—Vd. ha elaborado en todo momen- renunció a cantar, como estaba previsto.
to sus personajes deforma muy medida, Elixir de amor y decidió hacer Romeo y
muy calculada, con los movimientos y Julieta. En vez de enfrentarme con el ba-
E—Si. Creo que es la buena, la que jo bufo de Dulcamara, hube de lidiar el
aconsejo cuando algún joven me pregun- gestos perfectamente ensayados. bajo profundo de Fray Lorenzo. En fin,
ta, la que Kraus me enseñó. Proviene de para mí es un asunto de entender, de cap-
la vieja escuela española de García. E—Tiene razón. Siempre he pensado tar el personaje. No me creo en modo al-
mucho mis personajes y sus movimientos. guno un fenómeno.
S.—Lo que pasa es que esta técnica si Una cosa que me ha fastidiado normal-
no es correctamente utilizada puede de- mente de mis colegas es la costumbre de
rivar en una emisión nasal. mover las manos o los brazos sin signifi- S.—Esto es volver un poco al siglo
cado, sin aparente razón. He procurado XVIII, cuando no había diferencia real
B.—Bueno, si, eso es lo que a veces nos controlar en todo instante mis movi- entre barítono y bajo.
han reprochado tanto a Alfredo como a mientos.
mi, especialmente en América. Pero se E—Si. Hoy quizá existe la manía de
puede responder a estos críticos america- S.—Y con ello consigue diferenciar bien parcelar y dividir en exceso los cometidos:
nos, algunos, no todos, que no es que can- a sus personajes. Yo no recuerdo nada tan soprano ligera o menos ligera, dramática
temos con o a través de la nariz: es que, distinto a este Don Alfonso que el Fíga- o menos dramática, coloratura o no co-
en general, los america- ro de las Bodas, del 64 loratura... Antes una soprano cantaba to-
nos cantan in gola, lo «La lírica en su sentido en Madrid, al contra- do. Y era lo mismo para el barítono y para
que, desde luego, pue- rio, que el viejo filóso- el tenor. No existían las distinciones ac-
de proporcionar una tradicional puede fo, la dinámica en tuales.
ventaja por lo que res- desaparecer movimiento. No paró
pecta al color, que qui- S— Eso es lo ideal y lo que a veces ha
zá salga embellecido. definitivamente; hay Vd. de correr en toda la
representación. sucedido. Las sopranos absolutas han
Lo que sucede es que una crisis de existido, desde luego: la Pasta, la Mali-
una voz de gola no se brán... Pero hoy, en este siglo, se ha par-
oye más allá de la se- preparación y sobre B.—Me agrada que
se acuerde de eso al ca- celado quizá mucho. Pero es que cuando
gunda Tila. Ese es el todo de preparadores» no hay técnica suficiente y una buena pre-
problema. No progresa. Los americanos bo de tantos años. Ello
significa que mi estudio y forma de en- paración no debía caber otra cosa. Hay
tienen mucha simpatía por las voces de cantantes, y podrían citarse muchos ejem-
pecho. Casi todos sus cantantes poseen carnar el personaje era eficaz. Recuerdo
que no pudimos realizar demasiados en- plos conocidos, que se atreven con todo
voces con, podríamos decir, sabor de pe- y no dan el juego que debieran.
cho. Y hay algunos de verdad bravísimos. sayos. Pero sí: para mí Fígaro es un hom-
Pero no es la técnica adecuada. Si un te- bre agitado, nervioso, celoso. Tiene
nor como Kraus no se hubiera preocupa- miedo de perder: el amor de Susana, tie- R—Sí, claro. Depende de la prepara-
do de depurar su técnica, no le habría sido ne en realidad miedo de todo. Es distin- ción. Hoy a un joven cantante que empie-
posible cantar un papel como el del Du- to al Fígaro de Rossini, que posee otro za le es muy difícil prepararse. Los
que de Mantua tras veinticinco o treinta carácter: más extrovertido, más simpáti- cantantes son pocos y los grandes teatros,
años de haberlo interpretado por prime- co; es fuerte y sabe lo que quiere. apenas descubren una voz que canta mí-
ra vez. Es un caso único porque se trata nimamente, la contratan y le obligan a ha-
de una parte dificilísima. S.—¿Se considera heredero de algún ti- cer papeles por encima de sus reales
po de tradición canora? posibilidades. Si uno ha tenido ocasión de
estudiar mucho, de profundizar, de enri-
S.—EI Don A Ifonso que está haciendo B.—No lo sé. Quizá de la vieja escuela quecer sus conocimientos, la cosa cambia.
en la Zarzuela se me antoja muy pareci- italiana, por no decir la española. Alfre- Es el caso de la Callas, que era capaz de
do, por voz y estilo, al que grabó Vd con abordar diversos géneros y personajes,
do Kraus canta como cantaban nuestros dramáticos, coloratura o lo que fuera. Yo
Karajan en 1954... grandes tenores. Entre una y otra escuela he hecho con ella El turco en Italia de
no debe existir demasiada diferencia. Rossini. Era una Fiorilla perfecta. Otro
E—SÍ, creo que sí. La idea base es idén- Pienso que he profundizado en la linea de
tica porque se fundamenta en la lectura ejemplo puede ser el de la Scotto. Duran-
nuestros viejos cantantes. Yo he conoci- te años he cantado con ella Traviata y
del libreto. Es difícil que la idea de un per- do todavía a Tagliabue y he podido escu-
sonaje cambie porque cambiamos noso- muchas veces La serva padrona. En un de-
char, ya muy anciano, a De Luca. Cantaba terminado momento ha cambiado de re-
tros. Me parece que esta idea se ha en el estilo en el que yo creo cantar.
enriquecido con la experiencia de tantos pertorio y ha empezado a hacer
dramático. No es que ahora tenga mejor
altos. S.—Para mi sigue siendo asombroso voz. Los años no pasan en balde. Nadie
S.—Su Don Alfonso está siempre co- que pueda Vd. dividirse entre el baríto- liene el secreto de la eterna juventud. Pe-
mo distante de la acción. El viejo filóso- no brillante rossiniano y el barítono dra- ro esto puede demostrar que, habiendo
fo es el que organiza todo el lío, pero se mático verdiano. una cierta inteligencia artística, es posi-
queda fuera, no participa casi nunca más ble hacer los más diversos personajes. Na-
que levemente. B.—Le contaré algo: la última vez que turalmente, la base es una buena
canté el Barbero fue en Dallas. Me refie- preparación técnica, ya lo hemos dicho.
B.—Sí, cierto. Se puede hacer de mu- ro al Fígaro porque el Bartolo lo he he- Y esto es algo que hoy no se suele dar, es
chos modos. Algunos prueban a interpre- cho después. La cuestión es que, en la triste reconocerlo. Me da verdadera pena
tarlo con otro tipo de matices, a darle un propia ciudad, en el 84, falló el Yago pre- contemplar cómo buenas voces jóvenes se
malogran por no haber estudiado lo bas-
carácter más napolitano. Otros lo ven co- visto para el Otello y entonces el maestro tante. No es que haya que estudiar nor-
mo una especie de diablo. Recuerdo un di- Rescígno me propuso hacerlo. Y acepté. malmente, hay que estudiar muchísimo.
rector de escena alemán que pretendía que Y lo canté. Y es gracioso que, según al-
lo hiciera como si se tratara de un demo- gunos, hacía años que no se veía una in-
nio. Cuando llegaba el momento, yo aca- terpretación tan completa del personaje.
baba de darle el aire que a mí me parecía. No lo digo yo, que conste. Y poco más S.—Puede decirse entonces que actual-
Siempre lo he visto de la misma manera. tarde, de vuelta a Italia, he cantando el mente más que una crisis vocal existe una
Don Alfonso es, en efecto, un viejo filó- Fatstaff. Insisto en que es sobre todo una crisis de preparación.
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ACTUALIDAD
D esde hace siete años se desarrolla tn La Roque-d'Anthéron, cerca de Marse- música de cámara. En éstas aparecen el
lla, un apetitoso festival pianístico no por poco conocido menos interesante. Cuarteto Hagen, Anne-Sophie Mutter,
Este verano, entre el 1 y el 23 de agosto, se van a reunir en el Cháteu de Flo- Rostro povitch, Giuranna, el Cuarteto
rans una buena cantidad de pianistas de todo el mundo. No menos de treinta instru- Cherubini, el Cuarteto Kronos y el THo
mentistas, que impartirán clases, darán conciertos y ofrecerán cursos. Citemos algu- Beaux-Arts. Hay también algo de tea-
tro y de ballet.
nos nombres: Gelber, Freiré, Zacharias, Egorov, Z¡merman, Werba, Pires, Tipo,
Magaloff, Firkusny, Larrocha y las hermanas Labeque. Se prevén actividades varias: Para entradas (que se agotan en ene-
curso de música de cámara, congreso mundial de la Asociación Europea de Profeso- ro, al menos las importantes) e infor-
res de Piano al que asistirán unos 400, ciclo de música francesa para piano del si- mación puede acudirse a la Oficina de
glo XX (con sonatas de Dukas, Auric, Dutilleux, Barraque, Emmanuel. Mana de Jo- Turismo Austríaco, Torre de Madrid,
livel y les Heures persones de Koechklin), ciclo de conciertos con piano pertenecien- Planta 11/8 E. 28008, Madrid. Teléfo-
tes al gran repertorio (en este caso los de Beethoven), con la Orquesta Nacional de no: 247 89 23. Télex: 42635 ONAT E.
la URSS, y participación de la Joven Orquesta Gustav Mahier, creada hace muy poco, También es posible dirigirse a la propia
que cuenta con 135 músicos (de Austria, Hungría, Checoslovaquia, Alemania y Polo- Oficina del Festival, 5010 Salzburg,
nia), que trabaja (también) con Claudio Abbado y que en esta oportunidad dirigirá P.O.Box 140. Teléfono: (0662) 84 25 41.
e! igualmente joven Franz-Welser Most. Télex: 633880.
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ACTUALIDAD
Grandes protagonistas en
Lucia di Lammermoor
Barctloni, Gran Teatro de] Liceo. 15, ]8t 21, 24-V-87. Donizetti, Lucia di lammermoor. Enríe Scrra,
Edita Gruverova. Peter Dvoisky (15 y 18), Bruno Sebastian (21), Alfredo Kraus (24), Conrad Gaspá,
Roberio Scandiuzzi, M* Angeles Sarcoca, Alfredo Heilbron. Orquesta y Coro del Gran Tealro del Liceo.
Director: Cían Paolo Sanzogno.
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ACTUALIDAD
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ACTUALIDAD
—Maestría—
Música Antigua, pero menos Madrid. Teatro de la Zarzuela. 27 de junio de
1987. Gounod: Romeo y Julieta. Ana M.' Gon-
íilez, Alfredo Kraus, Roberto Coviello, Agosti-
no Fcrrín, Carlos Chausson. Alfonso Echevarría.
Ascensión González, Rosa M.* Ysas, Fernando
Balboa, Josí Ruii, Gregorio Poblador, Ángel
Gonzalo. Director de escena: Giuseppc de Toma-
si; Escenografía' La Botlega Veneziana; Vestua-
rio: Arrigo Bondim; Coro de! Teatro (director
José Perera); Orquesta Sinfónica de Madrid. Di-
rector musical: Alain Guingat. Producción del
Teatro Regio de Parma.
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ACTUALIDAD
E l público que, a pesar de los pre- en la zona aguda —pese a que la voz se años— son paisanos del autor. Tampo-
cios benéficos (8.000 pesetas/bu- movió bien por ella— y que cantó con co que las cuatro canzonelte de Rossini
taca), llenaba el teatro, aplaudió cierta cautela. Parece ser, aunque no se que abrían la segunda pare y Di tantipal-
gozoso y entusiasta a lo largo y ancho del dedujese del curso del concierto, que una piti (primer bis), resultasen deslumbran-
espléndido concierto de la mezzo ameri- indisposición le había obligado a cance- tes. Pero acaso era imprevisible el alto
cana que, tras 34 años de carrera, se pre- lar varios recitales en días pasados. El úni- nivel en que se movió su Beethoven, es-
sentaba en España. Cierto es que su voz co defecto del aqui comentado fue su pecialmente ¡n quesw lomba oscura y el
singular y de extraordinaria calidad era forzosa brevedad, pese a que con los bi- Canto de penitencia. Señalemos también
bien conocida gracias, entre otras mu- ses, disfrutamos una hora y media de mú- la expresión correcta y la aceptable dic-
chas, a sus históricas grabaciones de Or- sica. Lo abrieron tres arias de Orlando ción española en los villancicos de Nin.
lando, Orfeo, Semiramis o Norma, amén furioso en la que la catedrática de bel can- Los cinco bises (Rossini, Donaudy, Bízet,
de numerosos recitales. to que es Marilyn Horne explicó la doble Donizetti, Foster) que prolongaron el pro-
signiñeación del término: por un lado, grama pudieron ser más: público y artis-
El programa de mano, modélico, in- flexibilidad vocal ilimitada, apabullante tas habían establecido una relación de
cluía textos, traducciones y ensayos acerca en los saltos, adornos y escalas que abun- afecto que esperamos dé pie para más fre-
de autores e intérprete. Sobre este parti- dan en las páginas extremas; por otro, ca- cuentes visitas de la Horne —con Katz,
cular, la presente reseña no puede ofre- pacidad para una línea spianaia, simple pero también con orquesta— en los pró-
cer la extensión debida. Brevemente; pese y elocuente, en la segunda. Anotemos aún ximos 34 años. También sería deseable
a haber cumplido los 54 años el registro la afinación, exactitud y fantasía exhibi- que conciertos de esta relevancia fueran,
central de la Horne, eje de su voz, sigue das en los da capo, adornados canóni- por lo menos, radiados.
siendo extraordinario, y mantiene aún su camente.
condición cálida, pastosa y resonante, an-
tes que caudalosa. El grave es espectacu- A nadie puede sorprender que las S Roberto Andrade
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Temporada de
Primavera Lírica Bilbaína
Bilbao. Teatro Amaga. 25-27-29-V-87. Puccini: Madame Buller/ly. Yoko Watanabe, Corneliu Mui-
la ABAO
gu. Vasukci Ido. Baquerizo. Duran. O. Marqués. Poblador. Cid. Orquesta Filarmónica de Pomera-
nia. Director: Novakowski.
4 de junio 19S7. Rossini. La Cenerenlola Alicia Nafé. Doufclas Ahlsiedt. Alcssandro Corbellj. Cal-
un año más
los Chausson, Teresa Verdera. M.* Dolores Ajenas. Orquesta Filarmónica de Pomtrania. Director:
Novarokwsi.
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BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DE
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DANZA
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DANZA
Madrid en Danza
Las luces de la ciudad
La muestra Madrid en Danza agrupó dos manifestaciones: La Muestra
de Danza del Centro Cultural de la Villa de Madrid, y dos estrenos que
programó el Centro de Nuevas Tendencias Escénicas en su sede de la Sa-
la Olimpia. El total de las representaciones da un balance positivo, que
debe repetirse anualmente, como única vía para crear una programación
estable y que el público interesado de la capital del Estado tenga acceso
a la vanguardia de la danza.
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AL CLAUSM DEL PATRIARCA
JULIO 87
3.7 Concerl inaugural
JOAQUÍN ACHUCARRO, piano (Pais Base)
Obres de Falla i Debussy
4.7 KAMMERORCHESTER MERCK de DARMSTADT
ZDENEK SIMANE, director (Alemanya)
LEONOR KILAVKO, piano (Filipines)
Obres de Samuel Barber, Mozart, Dvorak i Haydn
10.7 IEUAN JONES, harpa (Anglaterra)
Obres de Britten, Fauré, Tailleferre, Olinka, Grandjany i Parish-Alvars
11.7 MARÍA ANGELES PETERS, soprano (Valencia)
GIUSEPPE DE MATTEIS, baix (Italia)
BERTOMEU JAUME, piano (Balears)
Obres de Donizetti, Bellini, Rossini ¡ Ver di
17.7 MICHA MAKARENKO, balalaika (Franca)
ANNE PERCHAT, piano (Franca)
Obres tradicionals ruses Rachmaninoff, Bach, Lully i Joplin
18.7 COR DE CAMBRA LLUIS VICH (Valencia)
Obres de Hassler, Gallus, Jeep, Victoria, Morley, Purcell y Ravenscroft
24.7 ORQUESTRA MUNICIPAL DE VALENCIA
MANUEL GALDUF, director (Valencia)
KAROLY MOCSARI, piano (Hungría)
Primer Premi Concurs ínter, de Piano F. Liszt de Budapest 1986.
2Í.7 MIGUEL DA SILVA, viola (Portugal)
FRANCK R'VIERE, piano (Franca)
Primer Premi de Música de Cambra de Paris 1985
Obres de Bach, Honneger y Brahms
30.7 JUAN LLINARES, violí (Valencia)
PERFECTO C * CHORNET, piano (Valencia)
Obres de Mozart, Brahms i Beethoven
31.7 Concert de clausura
MIAO QING, mezzo soprano (Xina)
Primer Premi del Concurs Inlern. de Cant de Toulouse 1986
Primer Premi del Concurs Intern. de *s Hertogenbosch 1986
Obres de Brahms, Mahler, Fauré, Mozart, Donizetti, Bellini, Mascagni,
Gounod i Verdi.
GENERALITAT VALENCIANA
CONSELiERlft DE CULTURft EDUCACIO I CIENCIA
ENTREVISTA
Jóel Cohén
un músico meticuloso
xiste la creencia de que ¡a música antigua es un coto cerrado, un mun-
E do exclusivo de los intérpretes europeos, y que en países como Esta-
dos Unidos es imposible que haya nadie con la fina sensibilidad
necesaria como para dedicarse a tan escogido repertorio. Y sin embargo,
hay muchas y muy buenas figuras de la interpretación histórica que han
nacido en USA o en Canadá, como William Christie (director de Les Arts
Florissants), Alan Curtís (II Complesso Barroco), Glen Wilson, Scott Ross,
Kenneth Giibert, Hopkinson Smith, o Jóel Cohén, titular de The Boston
Camerata. Precisamente este conjunto acaba de presentarse en España,
como culminación de una larga gira europea. Días antes de su concierto
en el Teatro Real de Madrid sostuvimos una conversación con Jóel Co-
hén, que nos habló de muchísimas cosas relacionadas con la música anti-
gua, con los problemas interpretativos, con la recreación del mundo sonoro
de hace siglos.
S
CHERZO.—¿Es realmente tan difícil hacer música estas cosas que hay hoy, pero al menos se fue creando un
antigua en Estados Unidos? ¿ Cómo está la situación caldo de cultivo propicio.
actualmente?
S.—¿Cuándo ingresó Vd..en The Boston Camerata?
COHÉN.—Verá, la cosa es más complicada de lo que
parece, pero trataré de resumirlo. En realidad sí hay mer- C—Un poco más tarde, en 1963. Yo todavía era estu-
cado para la música antigua, e incluso yo diría que un mer- diante, me dedicaba a la guitarra clásica, y de cuando en
cado amplio, pero esto se ha conseguido a través de años cuando tocaba algunas transcripciones de obras de Dow-
y años de esfuerzo de gente que se dedicó a ello cuando land, y otras cosas para laúd. Para mí era una experien-
allí no se conocía la música antigua. Quizá muchos se sor- cia formidable poder tocar con un grupo asi, y ires
prendan al saber que la Camerata de Boston se fundó en semanas después de entrar en la Camerata ya estaba en-
1954, es decir, cuando empezaba a desarrollarse el movi- cima de un escenario tocando el laúd. Al poco tiempo me
miento de la música histórica en Europa, pero es que, por ofrecieron ser su director, pero lo rechacé porque quería
decirlo de algún modo, la música antigua no empezó en venir a estudiar a Europa, y de hecho pasé dos años en
Estados Unidos ayer, sino que es algo que viene de hace París, con Nadia Boulanger, y al volver, en 1968, ya sí
mucho... Por ejemplo, siempre ha habido muchos cons- fui el director, y mi ambición más inmediata fue que de-
tructores de instrumentos en el área de Boston: Dolmetsch jásemos de ser aficionados y que profesionalizásemos más
vivió en Boston unos años, y allí hizo bastantes claves y nuestro trabajo, combinándolo con un estudio riguroso
pianofortes, se daban conciertos con esos instrumentos. de las fuentes, porque además en Boston había posibili-
También trabajaron allí Friedrich Huehne o Hubbard, dades de hacer un trabajo de investigación musicológica
gente muy prestigiosa... En el caso de la Boston Camera- consultando manuscritos y microfilms que se conserva-
ta todo tuvo lugar alrededor de una colección de instru- ban en la Universidad de Harvard; el Códice de Las Huel-
mentos antiguos que había en el Museo de Bellas Artes gas, el Llivre Vermell, todo este material está
de Boston; una serie de músicos aficionados tuvo acceso microfilmado y lo podíamos consultar. Poco a poco fui-
a todo aquel instrumental y empezaron a tocar cosas me- mos elevando nuestra calidad musical, al tiempo que pro-
dievales, del renacimiento... Fue una historia muy boni- gramábamos mejor las giras y los conciertos.
ta, porque esa colección, que es de las más importantes
del mundo junto a la de Bruselas y La Haya, en realidad S.—£s decir, que los progresos en el campo interpre-
procedía de Inglaterra. Cuando ocurrió el hundimiento tativo cada vez eran mayores. Pero, ¿estaba el público nor-
del Titanic una de las pasajeras, una joven aficionada a teamericano acostumbrado a la música antigua?
la música, pereció ahogada y sus padres compraron la co-
lección y en memoria suya la donaron al Museo de Bellas C.—No, no, en absoluto, y esa fue otra de las peculia-
Artes. Pusieron como condición para poder llevar a ca- ridades del problema que planteaba, y aún plantea, la in-
bo esa donación que había que utilizar todos esos instru- terpretación histórica en América. No iodo podía quedarse
mentos, no sólo exponerlos al público. Así es como la en la musicología y el estudio, había que interpretar toda
Boston Camerata empezó a dar conciertos con las violas esa música ante una audiencia que no existía. El público
de gamba, los claves y los violines de esa colección. Esos conocía la música de Bach o de Mozart, pero a nadie se
conciertos eran muy restringidos, para cincuenta o sesenta le ocurría que podría escuchar música medieval italiana
personas, y no tocaba gente profesional, porque no se ha- interpretada en concierto. Precisamente el tener que ga-
bían desarrollado las técnicas antiguas, ni se conocían bien narnos al público día tras día condicionó mucho el tra-
las fuentes musicales, no había el grado de fluidez para bajo de la Camerata. Yo creo que cada grupo, cada
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ENTREVISTA
conjunto, ha de encontrar su propio camino y sus pro- S.—Así pues. Quizá sean todos esos factores los que han
pias soluciones interpretativas según los factores y las cir- hecho que el estilo de la Camerata de Boston sea tan par-
cunstancias que le rodean. Hay cosas que en Inglaterra ticular, puesto que realiza repertorios que van desde la
o en Alemania pueden ayudar a mejorar la trayectoria de música medieval hasta la del siglo XVII, sin pararse en
un grupo, pero que quizás para Estados Unidos no son un tipo de música especifico...
válidas. La diferencia mayor entre América y Europa en
este área es que en nuestro continente no se dan esas ayu- C— Obviamente, así ha ocurrido. Somos un grupo
das de tipo oficial que muchas de las actividades de la mú- americano, y como la vida musical americana está orga-
sica histórica lienen en Europa, tanto para la investigación nizada de modo muy distinto a la europea, tenemos que
como para los conciertos. En Estados Unidos una orques- hacer muchos tipos de repertorio, y eso es algo muy poco
ta, por muy buena que sea, no puede ir a un Ministerio común en Europa, donde casi todos los músicos se dedi-
de Cultura y pedir un apoyo oficial, porque no se lo dan, can a un determinado momento histórico, con la excep-
y sin embargo, eso ocurre en Europa cada dfa, hay mu- ción de Hesperion XX, el conjunto de Jordi Savall, uno
cha gente que funciona gracias a las subvenciones. Pero de los mejores del mundo, que lo mismo hace música de
allí no, allí todo tiene que venir por la vía de la iniciativa trovadores que de Couperin... Bien, pues en nuestro ca-
privada, y está claro que para que un conjunto funcjone so lo que ocurre es que nosotros hacemos una serie de con-
hace falta dinero, y ese dinero sólo puede venir de un pú- ciertos de abono, y lógicamente no podemos hacer el
blico que va a los conciertos y que paga. Nuestro logro mismo programa en iodos los conciertos de la tempora-
ha sido que, conociendo las reglas del juego en América, da, hay que cambiar y ofrecer mucha música distinta a
es decir, la necesidad de trabajar cuanto más mejor, he- lo largo de un mismo año. Esto significa que hacemos tan-
mos llevado la música antigua al público en general, y al to música medieval como del renacimiento o del barro-
mismo tiempo somos una parte del actual re- ^ _ _ ^ _ _ co, con los consiguientes cambios en la plan-
vival de la música antigua en todo el mun- tilla del conjunto, de los instrumentos... Es-
do. Pero, en fin, el secreto está en adaptarse Los to también influye en el estilo interpretativo
a las particulares circunstancias de cada país. americanos de la Camerata, así como el simple paso del
no todos tiempo, que consigue que lo que hiciste hace
S.—Efectivamente, llegar a lodos los pú- son un año y de lo que estabas muy contento,
blicos es muy importante, y quizás ese haya cambie totalmente al poco tiempo, y te plan-
sido el pecado fundamental de los intérpre-
cow-boys tees todo ese trabajo de una forma totalmente
tes auténticos: se han presentado como gen- que distinta. Pero esto es lógico, porque en la mú-
te elitista, extremadamente exclusiva, y el comen sica antigua se está investigando todavía, no
gran público los ha estado dejando de lado chicle y es un proceso matemático que tenga que dar.
hasta hace muy poco, y es ahora cuando em- un determinado resultado, sino que los lo-
pieza a conocerse todo este mundo. escuchan gros, las conquistas interpretativas van apa-
a reciendo con el paso de los años. El
C—Sí, eso es algo que en realidad ha es- Madonna acercamiento a esta música debe hacerse con
tado ocurriendo. No es que yo esté nada más la certeza de que no hay nada definitivo, que
que por lo comercial... De hecho hace algunos años gra- todo es aproximado, y que cada vez que uno repite una
bamos un disco para Harmonía Mundi France que creo cosa seguramente la realizará de forma diferente. Noso-
que es de lo mejor que hemos realizado, tanto por la mú- tros grabamos la Misa «Pange Lingua» de Josquin Des-
sica, obras del compositor renacentista francés Pierre Cer- prez con voces e instrumentos, y quizá ahora, si tuviera
ton, como por la interpretación, que sinceramente estimo que repetir la grabación, cambiaría algunas cosas... Creo
que es muy buena... Este disco es uno de mis preferidos, que cada problema interpretativo tiene sus características,
pero, sin embargo, no se vende casi ninguno. Como con- y hay que solucionarlo con recursos específicos, conside-
t rapar ti da le diré que el pasado año hicimos un disco con rando las prácticas de la época... Pero es que tales prác-
música antigua de Navidad, para una compañía ameri- ticas también diferían mucho de un momento a otro, de
cana, y cada tres meses estamos vendiendo nada menos un país a otro, en el renacimiento, por ejemplo. Esa misa
que quince mil copias. Esto es muy interesante, porque de Josquin quizá fuese interpretada sólo con voces en
yo quiero hacer las dos cosas: acercarme a repertorios po- Francia, y sin embargo, en Alemania se añadirían instru-
co conocidos, pero a la vez conseguir que la gente nos es- mentos... Los compositores, incluso, como buenos nego-
cuche. Asi que nuestro planteamiento es realizar toda esta ciantes que eran, muchas veces componían dejando
música conforme a las últimas técnicas interpretativas; con conscientemente abierta la puerta de la interpretación. Las
instrumentos antiguos, con técnicas de voz originales, pero ediciones de Attaingant suelen ser para voces, o para vo-
a la vez teniendo en cuenta que en la mayoría de los ca- ces e instrumentos, o sólo para instrumentos. William
sos actuamos ante personas que nunca han escuchado eso Byrd compone una canción para voz y tres violas, pero
antes. Desde luego que si actúas en Boston, en Nueva York dice que puede ser también interpretada a 4 voces. En fin,
o en San Francisco es igual que si lo haces en una gran hay muchos casos... Así que, insisto, no creo que haya
capital europea como París, Madrid o Barcelona, porque versiones absolutas de nada. Siempre serán aproximacio-
vas a encontrar gente muy sofisticada que va a todos los nes, mejores o peores, pero aproximaciones.
conciertos y escucha mucha música, pero si tienes que to-
car en Texas no encuentras toda esa sofisticación, y en- S.— Y, en esas aproximaciones, en el estilo de la Ca-
tonces tienes que hacer tus programas de la manera más merata de Boston, ¿qué importancia tiene para Jóel Co-
atractiva que se pueda, tratando de llegar a todo el mun- hén la fantasía, la imaginación..,?
do. Sin perder un ápice de calidad interpretativa, pero lle-
gando a todo el mundo. C.—Es algo esencial, pero también es muy complica-
do: la musicología y la interpretación forman algo así co-
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ENTREVISTA
mo un matrimonio, pero un matrimonio mal avenido. Por dieron los discos y grabaciones de Louis Armstrong, y gen-
un lado, la musicología te dice: «ten cuidado, no te arries- te así. Los copiaron y los grabaron con la nueva
gues, asegúrate de todo, no hagas nada que no esté com- tecnología. Hacían los solos exactamente igual que Arm-
probado». Y asi es como se estudia, y como se preparan strong, la misma forma de tocar... Pero son discos terri-
las ediciones musicales. Pero la interpretación te pide to- blemente malos, que no han conseguido plasmar ni el
do lo contrario: riesgo, imaginación, fantasía... Hay que ambiente ni la calidad musical de los músicos de los años
probar cosas diferentes una y otra vez, hasta dar con lo veinte. Y eso que tenían un sistema de transmisión mu-
que más adecuado nos parezca. Tengamos en cuenta que cho más apropiado que un manuscrito confuso con unas
la estética medieval, o la estética renacentista, no tenían cuantas indicaciones... ¡lenian grabaciones! La diferen-
nada que ver con la del siglo XX. A menudo las interpre- cia era de treinta años, y los resultados fueron desastro-
taciones de esas músicas se están juzgando con criterios sos. Teniendo en cuenta que a nosotros nos separan
actuales, y los resultados parecen exagerados. Eso es un cuando menos 250 años, es lógico pensar que lo que in-
gran error, porque es necesario buscar, por lodos los me- tentamos no es una reconstrucción histórica. No se pue-
dios, lo que los teóricos señalaban como rasgos esencia- de copiar el pasado, no se puede reproducir. Hay que
les de la música: la pasión, la comunicación de intentarlo, pero repito que teniendo en cuenta que en cierta
sentimientos. Y esto sin imaginación no puede conse- medida es erróneo. No se puede decir que alguien toca
guirse. el violín como en la época de Mozart, o que esos cantan-
tes lo hacen como en la época de Machaut. Si coges el vio-
S.—Durante mucho tiempo se ha pensado que lo que lín y tocas esa sonata, eres tú tocando Mozart, o cantando
pretendía la corriente interpretativa con instrumentos ori- Machaut, pero no lo otro. Y en los resultados finales van
ginales era realizar recreaciones históricas, copias fidedig- a influir un montón de cosas, completamente distintas de
nas del pasado musical europeo. Pero cada vez son más las que influían a los músicos de Esterházy, por ejemplo.
los directores e intérpretes que aseguran que no es esa su Todo eso es lógico...
meta, entre otras cosas porque es absurdo. ¿ Tiene Vd. la
misma opinión que músicos como Jordi Savall, Christop-
fier Hogwood, y tantos otros? S.—Es decir, que Vd. defiende la existencia de las di-
versas escuelas interpretativas de la música antigua, ca-
C.—Por supuesto que s¡. Nadie en su sano juicio pue- racterizadas precisamente por los factores ambientales,
de pretender que gente del siglo XX, imbuida en la cultu- económicos, culturales...
ra del siglo XX, pueda lograr una completa recreación
histórica de música que se interpretaba y componía hace C,—Por supuesto que sí, tiene que haberlas, al igual
siglos. Es imposible, y le daré un ejemplo muy cercano: que las había antaño. Los músicos que tocaban la viola
en Estados Unidos, durante los años 50, hubo una espe- gótica no lo hacían de la misma manera en el norte de
cie de reviva! del jazz, del Dixieland. Empezaron a surgir Francia que en el sur de Alemania, al igual que hay dis-
músicos jóvenes, blancos de clase media, que se apren- tintos tipos de música gitana, rumana o húngara, etc. Es
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ENTREVISTA
natural que haya escuela» nacionales diferenciadas, por- S.—¿Es Vd. quien selecciona y prepara el material que
que no se debe pretender ser neutral. En cada sitio se po- graban?
nen de relieve cosas y características diferentes: ambiente,
política, forma de ser de las personas... y todo eso hay C—Sí, más que nada por hacer el proceso más cómo-
que aceptarlo, porque forma parte del ser, no hay que ol- do y rápido, y bajo un solo criterio. En algunas ocasio-
vidarlo. La forma en que se trabaja... todo es muy im- nes la casa discográfica me ha sugerido algún tema, como
portante/Por eso los conjuntos ingleses tocan de una por ejemplo el proyecto que estoy preparando, que se va
forma, los españoles de otra, y los estadounidenses de a llamar Tristón e Isolda, y que contendrá 17 canciones
otra. Nosotros no tenemos el mismo sistema de trabajo medievales que hemos encontrado en un manuscrito. Bien,
y de ensayos que los grupos ingleses, y los resultados for- esto fue una idea de Erato, y yo estoy encantado de ha-
zosamente son diferentes. En Inglaterra se hacen muchí- cerla posible. A partir de ahora que tenemos decidido y
simas grabaciones, hay un amplísimo mercado localizado el material, se trata de trabajar con mucha tran-
discográfico, por ejemplo, y muchos intérpretes llegan a quilidad para preparar las cosas y dejar la música lista
hacer casi treinta discos al año. Sin ir más lejos, en esta para la grabación.
gira nos acompaña un bajo inglés, Richard Wistreich, que
tiene grabados muchísimos discos con Hogwood o con S.—También a menudo graban en Estados Unidos.
Rooley, pero que prefiere trabajar con nosotros porque ¿ Cuáles son las principales diferencias en la producción
preparamos todo de otra forma, con más con respecto a Europa?
calma...
C—El proceso es casi todo igual. Lo peor
S. —Me temo que si le pregunto por su opi- allí es que hay muy pocos sitios que tengan
nión sobre el hecho de que la música antigua Hoy ya no la acústica idónea para grabar. Por ejemplo,
se haya convertido en una forma boyante de se hace casi no tenemos iglesias de piedra, y hay que
hacer negocios, va a contestar que no le ha- creación ir a otros lugares... Nosotros cuidamos mu-
ce demasiada gracia,.. cho todo el proceso, e incluso nuestro inge-
artística, niero de sonido es un antiguo miembro de la
C.—No sé..., en realidad lo veo bien, o al todo Camerata, con lo cual tiene muy claro el cri-
menos me da igual, aunque sí creo que en al- es un terio que debe aplicar para conseguir el so-
gunos casos se han exagerado las cosas, y se puro nido que a nosotros nos gusta. Hay que tener
ha tendido a crear verdaderos super-stars de en cuenta que, por muy comercializado que
la interpretación histórica, cosa que me pa- negocio esté el mundo de las grabaciones, no hay que
rece increíble, no por la calidad de tales mú- dejar que se convierta en un proceso mecá-
sicos, sino más bien por las dimensiones que nico, sino que hay que esforzarse por preser-
está adquiriendo todo esto... Se ha llegado a un punto en var la parte artística. Nosotros intentamos hacer dos dis-
el que, por culpa de las giras larguísimas que obligan a cos por año, que es una cantidad que puedes controlar
estar dando conciertos cada día en un país diferente, ya en su totalidad: puedes redactar las notas de la carpeta,
no se hace creación artística, sino puramente negocio, co- y hacer que sea un producto interesante, que signifique
mo producto de una sociedad de consumo que está ad- algo, no una grabación más.
quiriendo colecciones completas de sinfonías de Haydn,
de conciertos de Vivaldi o de oberturas de Telemann y lue- S. —Antes de finalizar nos gustaría conocer sus proyec-
go apenas si las escucha. Esto me parece tan ridículo co- tos, no sólo en el plano discográfico, sino también con-
mo comprarse las obras completas de Víctor Hugo o de certístico.
Shakespeare para adornar la casa, y no leer nunca... Na-
turalmente que también hay aficionados que piensan muy C—Bueno, las cosas más importantes que tenemos en
bien lo que compran, pero sí, a veces se exagera un poco. mente son, en primer lugar, el Tristón e Isolda. Un poco
más tarde haremos una gira por Estados Unidos con un
S.— Volvamos a The Boston Camerata. De las quince programa muy bonito que se llamará Nativitas y conten-
grabaciones discográficas que han realizado, las más co- drá música navideña medieval del Mediterráneo, con can-
nocidas y apreciadas en nuestro país son las realizadas pa- ciones catalanas, valencianas, provenzales, occitanos,
ra Harmonio Mundi y para Erato, con la curiosa italianas. También lo grabaremos en enero del 88 para
coincidencia de que para la primera compañía han reali- Erato. En octubre montaremos el Orfeo de Monteverdi,
zado discos monográficos, mientras que para Erato el re- en Boston, y..., en fin, hay muchos conciertos previstos,
pertorio escogido ha sido mucho más variado... pero creo que lo fundamental es eso. Por supuesto que
también espero volver a España muy pronto, porque ha
sido realmente delicioso poder tocar aquí...
C.—Para Harmonía Mundi hemos registrado cosas co-
mo el disco de Certon o el de Josquin, además del Dido S. — Y poco mas que añadir a las palabras de Jóet Co-
y Eneas de Purcell o el dedicado a obras judeo-barrocas; hén, director de un conjunto atípico, The Boston Came-
pero para Erato hacemos discos con música muy diferente rata, «un grupo americano», como él mismo dice, y que
aunque siempre con una idea común, con un lema que comenta con humor que, en sus giras, «al menos vamos
une las distintas músicas. El último, por ejemplo, se lla- dejando claro que no lodos los americanos son cow-boys
ma L 'Homme Armé, y contiene música de los siglos XV que comen chicle todo el día y que escuchan a Madon-
al XVII, música de guerra y de paz. Anteriormente ya ha- na. .. Nuestro país es muy grande y lógicamente hay sitio
bíamos hecho uno llamado La Primavera, o el del Ban- para todo y para todos».
quete Musical, siempre con la misma idea de hacer un
repertorio variado pero con algún factor en común. José Carlos Cabe/lo Arroyo
34 Scherzo
DISCOS
Scherzo 35
DISCOS
CABEZÓN: Música instrumental española de pico). A ver si, siguiendo este ejemplo, a al- El disco es predominantemente melancólico,
tiempos de Carlos V. Hesperios XX; dir.: Jordf gún buen organista se le ocurre grabar, de una y el poso que deja en uno es de una indefinible
Savall. Eni Refleje 067 - EL 270385 • I. vez por todas, un Cabezón presentable con tal sensación de tristeza mezclada con la satisfac-
Digital. instrumento. ción de haber adquirido algo tan precioso. De
verdad, merece la pena.
J. C. C- A.
De nuevo otro inusual, y seguramente polé- / . C. C. A.
mico, disco de Hesperion XX, esta vez no por
el compositor escogido, sino por el tratamien-
to global que se ha dado a sus obras, pueslo CHAUSSON: Sinfonía Op. 20. Viviane, poe-
que en esta grabación no enconiraremos ni una ma sinfónico Op. 5. Orquesta Slafónka de Ba-
sola pieza interpretada con órgano. Una vez
más, Savall juega con las posibilidades ¡imbri- sflea. Director: Annln Jordán. Ertio-Cucavelle
cas y de colorido de tres conjuntos diferencia- 75253. Digital.
dos: vientos (incluyendo trombones, cómela,
bajón y flauta), vihuelas de arco y cuerda pul- No es abundante la discografía de Ernest
sada (vihuelas y guitarras), y lo hace apoyán- Chausson (1855-1899), uno de los composito-
dose en el consejo del propio hijo de Cabezón, res más exquisitos del núcleo de César Franck
que en la edición que en 1578 realizó de las CAPTA1NE TOBÍAS HUME: Musical! Hu- y Vincent d'lndy. El Poema para violin y or-
obras de su padre, señalaba lo recomendables mors. Jordi Savall, bssse de viole Bank Nor- questa, obra de unos quince minutos, se lleva
que eran para tocarlas con los instrumentos de man, Londres 1967. Asirte E 7713. Compacto. la palma en registros. Le sigue precisamente la
los ministriles. Esto, unido al hecho de que al- AAD. Duración: 52'40". Sinfonía Op. 20, de la que podemos recordar
gunas veces la música escrita para tecla o cuerda excelentes versiones de Ansennet con Suisse Ro-
se interpretaba con varios instrumentos —cele- La casa discográfica ASTREE ha mande, Munch con Boston y Plasson con Tou-
braciones y ocasiones especiales, por ejem- tenido la feliz idea de editar en louse (estos últimos la ofrecerán en Madrid en
plo—, da como resultado que este conjunto ha- compacto esta grabación realizada octubre próximo, como inauguración de la tem-
ya acometido esta serie de músicas desde una en febrero de 1982 por Jordi Savall, y desde porada de la Orquesta y Coro Nacionales de
perspectiva diferente, con un carácter más li- hace apenas unos meses podemos beneficiar- España).
gero, muy atractivo. Pero es que un trabajo así nos de su rotundo sonido sin miedo a cargar- Armin Jordán, director suizo, y el sello Éralo
sólo lo puede llevar a cabo un grupo de solis- nos el disco negro (porque es de los que se parecen dispuestos, como Plasson y EM1-Patrié
tas como el que compone Hesperion XX, que pinchan una y otra vez. ya que contiene mu- Marconi, a recuperar un repertorio que aún no
apuran las posibilidades de la música hasta sus chos minutos de música e interpretación irre- se ha impuesto en las salas de conciertos. A Jor-
limites extremos. petibles). En esta ocasión, y [al y como sucedía dán se deben importantes grabaciones de obras
con otro de sus discos. Les sons for the lyra- de Dukas (Aríanne et Barbe Bleue. Sinfonía
La distribución instrumental diseñada por violl. el intérprete catalán, a solas con su Ba- en Doy La Péri), de Franck y de Chausson,
Jordi Savall de acuerdo con las características rak Norman (¡qué sonido!), transmite toda la todas para Erato. Es lógico que un conjunto
esenciales de cada obra permite seguir con mu- intensidad de estas músicas con una técnica casi como el de Basilea (en otras ocasiones es Suis-
chísima claridad cada una de las voces, lo que milagrosa, sacando el máximo provecho de ca- se Romande u otra orquesta) y un director co-
redunda en que apreciemos de forma más evi- da nota, como debe ser. Hume publicó dos co- mo Jordán busquen un repertorio en que
dente las ornamentaciones. El sonido final re- lecciones de obras (en 1605 los Musicall puedan ser competitivos y que al mismo tiem-
salla el alto grado de estilización de la música Humorsy en 1607 su Poelicall Musicke, tam- po suponga un rescate. Una nueva versión de
de Cabezón, aún sin olvidar su carácter origi- bién llevada al disco poi el grupo de Savall, la Sinfonía de Chausson no viene mal, espe-
nal influido por lo popular. Estamos ante una Hesperion XX. Délas 117 piezas de nuestra co- cialmente si es una lectura intensa, rica en ese
cierta severidad interpretativa, que sin embar- lección, 104 son para gamba sola, y de ellas se fraseo franck taño que precisa este compositor,
go no asfixia la expresividad y la belleza; pre- han seleccionado 13 ejemplos que reflejan per- como sucede en la versión de Jordán. Hay, ade-
cisamente la principal característica del disco fectamente su originalidad y expresividad, pro- más, una novedad: Viviane, breve poema sin-
es que presenta toda esta música de una ma- ducto de la personalidad única del Capitán fónico contemporáneo del Trío Op. 3, obras
nera radicalmente más hermosa que la que es- Tobias Hume. En estas pequeñas joyas, den- ambas que demuestran que el gran estilo de
tamos acostumbrados a escuchar. Hasta ahora sas y mágicas, se intenta transmitir estados de Chausson era una realidad desde el principio,
sólo conocíamos a Cabezón mediante el órga- ánimo (títulos como Pregunta, Respuesta, Vi- que siempre fue fiel a un mundo sonoro y que
no, y en grabaciones que siguen unos criterios da, Muerte y otras), pintar efectos de sonido después no hizo sino profundizar en él, enri-
cuando menos dudosos (a veces incluso con pia- (empleo de varias cuerdas, imitación del soni- quecerlo, intensificarlo.
no) que no nos ayudaban a considerar a Ca- do del laúd, etc.), o simplemente emocionar al
bezón del modo que se merece. Aunque oyente, lo cual desde luego se consigue plena-
nosotros eslamos encantados con la realización mente. Claro que muy buena parte de los mé- S. M. B.
y logros de « t e disco, comprendemos que no ritos corresponden a Savall, máximo virtuoso
faltarán quienes encuentren discutible que un de la viola de gamba, al que va a ser muy difí-
Pange Lingua se interprete con instrumentos, cil superar nunca, no sólo por su conocimien- DEBUSSV: La mer, Nocturnos, Prélude a
o incluso quienes aseguren que, si bien reco- to del instrumento y su literatura, sino por su l'apris-midid'unfaune. OrqurMa d* Cleveland
mendadas para los ministriles (instrumentistas), concepto claro de cómo quiere que sea el re- dirigida por V. Ashkcmuy. Decca 417.4*8-1.
los medios que utilizarían dichos músicos pa- sultado final de sus interpretaciones. Es abso-
ra interpretar estas obras diferirían de los usa- lutamente imposible hacerle reproches técnicos Comenta David Murray en la presentación
dos por Savall. ¿Es esto muy importante? porque siempre está perfecto, y sortea las difi- de la primera grabación de música francesa de
Seguramente no; en primer lugar porque esta- cultades (cuerdas múltiples, bajar a las zonas Vladimir Ashkenazy la admiración que De-
mos ante el disco dedicado a Cabezón más in- del mástil más complicadas, o lo que sea) con bussy sintió por la paleta orquestal de Mus-
teresante y perfecto que actualmente tenemos la máxima segundad y con una naturalidad que sorgsky o Rimsky como intentando convencer
a nuestra disposición. En segundo lugar, por- hace que uno se pregunte cómo es posible to- a la reciproca de que Ashkenazy. por el mero
que las intenciones del direclor de Hesperion car así de bien. hecho de ser ruso, tendría un sentido innato
XX están muy claras (y son comparables a las del timbre para recrear como nadie los penta-
que se aprecian en su también controvertida gramas del gran Claudio.
grabación del Arle de la Fuga de Bach): pre- ¿Qué resaltar, si todo está a un nivel tan al- Una atenta audición de esta grabación ven-
sentarnos estas músicas de forma original (pe- to? Hay una piececita de apenas dos minutos drá a desmentir al comentarista sajón y llena-
ro documentada) y nueva a través de unas que puede servimos de resumen. Se llama Har- rá de serias dudas el trabajo del pianista-
técnicas instrumentales perfectas en instrumen- ke, harke (es decir, Escuchad, escuchad) y a director ruso, al mismo tiempo que justificará
tos como los mencionados, bastante compli- su belleza intrínseca se añade un efecto final la existencia de un nuevo protagonista cada vez
cados, y que aquí suenan a gloria bendita. que produce hechizo: ningún interprete, excepto más omnipresente desde la sombra del estudio
Savall, puede hacer uso de un recurso tan sim- de grabación: el ingeniero de sonido, quien con
ple a primera visia como es dejar caer el arco sus equipos es capaz de organizar la dinámica
En fin, grabación que no debe faltar en la sobre las cuerdas para que rebote y por fin se de un discurso sonoro, supliendo las funcio-
discoteca de ningún aficionado (y advertimos pare, nadie puede hacerlo, decía, con tan buen nes del director; la presencia de un instrumen-
que al decir esto no querríamos caer en el tó- gusto y tanto embrujo como aquí se escucha. to tan versátil como la Orquesta de Cleveland
36 Scherzo
DISCOS
asegurará unos resultados dignos, dada la ca- pítulo aparte por ser la opción complementa- opinión lo más interesante —pese al induda-
lidad de la centuria americana, porque Ashke- ria al primer registro del director italiano). Bien, ble interés de Cazador y Eóíidas— se encuen-
nazy no tiene un concepto de lo que interpreta asi las cosas, nos encontramos ahora con la re- tra en la cara segunda, en los cuatro
o, por lo menos, no sabe expresarlo, de ahí que petición de estas dos obras en el estudio de gra- movimientos orquestales de Psyché, cuya be-
su Debussy no progrese anímicamente y su de- bación a veintitantos anos de distancia de las lleza de encendidas y amplias frases, de liris-
licada paleta orquestal no halle todo el poder hechas por Giulini para la firma inglesa, y el mo contenido, casi heroico, nos sitúa en la
evocador que tiene a través de sus sutiles con- resultado no hace más que confirmar aquel vie- misma línea de creación de la famosa Sinfo-
trastes. jo adagio de que «Segundas paites nunca fue- nía. El primer movimiento. Sueño de Psyché,
La siesta de un fauno. El maro ¡os Noctur- ron buenas». El caso es que el maestro de es un perfecto ejemplo de germanismo afran-
nos languidecen sin hallar la dulce morbidez Barletta no ha conseguido de los berlineses el cesado—en el buen sentido del concepto—.que
llena de sensualidad que su aulor sonó para milagro de su registro anterior: éstas son dos resume en gran medida la estética de César
ellos. buenas versiones, qué duda cabe, pero de nin- Franck, Toda Psyché posee un misterio, una
gún modo poseen el ímpetu arrebatador, el l i - poética, un mundo sonoro de tal intensidad
En la carpeta, una recreación a lo Seurat del rismo contenido y la efusividad sin manierismos que, en mi opinión,-+iace de ella una de las
gran Claudio: toma el sol, descansa..., ¿porqué de las lecturas con la orquesta inglesa. Aquí el obras más atractivas del romanticismo Trances
habría de preocuparse? El disco no va con él fraseo es ultranomántico, los tempi mucho más (aunque ya estamos en 1886).
y detris el mar se ofrece inmutable a tantas po- reposados (compárense duraciones teniendo en
sibilidades... cuenta que en el disco de E M I no se llegaba Armín Jordán no realiza una recuperación
a los 40 minutos entre las dos composiciones), en sentido estricto, puesto que también Psyché
A. M. J. estaba grabada (por Barenboim para D.G., al
la tensión es menor y se echa de menos la com-
penetración perfecta de Oiulini con la Philhar- menos), pero recrea música francesa poco ha-
DEBUSSY: Cuarteto en Sol menor. Ravtl: monia. En este caso la Filarmónica de Berlín bitual, como parece ser su objetivo en tantas
responde con la nobleza, majestuosidad, capa- grabaciones recientes. Las versiones van de lo
Cuarteto en Fa mayor. Coártelo liviano. Phi-
cidad cantabile y serenidad requeridas por es- muy interesante (cara A) a lo muy importante
lips 416 665-1.
te aristócrata de la batuta, aunque a nadie se IPsyché). Es un disco de gran interés que a mu-
le escapará al oír el disco que Giulini no tra- chos puede descubrirles, en una gran versión,
Las dos obras maestras absolutas que el gé- una obra de belleza indudable y prácticamen-
nero cuartetlstico ha producido en Francia sue- baja muy asiduamente con la agrupación
alemana. te oculta.
len, como aquí, grabarse conjuntamente. Los
puntos de contacto entre ambas obras son, des- S. M, B.
de luego, numerosos. Parece evidente que Ra- De cualquier forma su adquisición merece
vel (uvo muy en cuenta el modelo fijado por la pena teniendo en cuenta que un director mí-
Debussy al abordar su pieza. Sin embargo, los tico al frente de uno de los conjuntos sinfóni- G I O R D A N O : Fedora. E v i M a n o n , José Ca-
dos Cuartetos se distinguen claramente en lo cos más prestigiosos del orbe reproducen dos rreras, Verán ¡ka Kincsrs, Janos Martin, Joz-
estilístico. Curiosamente, teniendo en cuenta obras maestras de la literatura sinfónica de to- sef Gregor, Joraef Nemeth, Islvan Rozsos, Pal
la madurez que requiere el género, tanto De- dos los tiempos. Modélicas tomas de sonido. Kovics, Kolos Kovals. Orquesta y Coro Ra-
bussy como Ravel compusieron su solitario dio Hungría. Director: Ciuseppe Patiné. CBS
cuarteto de cuerda en un momento temprano E. P. A. M2K 41171. I CD. Duración: 9 7 0 8 " .
de sus carretas.
De las diez óperas escritas por Um-
Se cuenta con notables interpretaciones en berto Giordano, Fedora sigue en
disco de estas obras. Recordemos las de los popularidad a Andrea Chenier. a
Cuartetos Budapest, Melos, LaSalle, Juilliard la que supera en coherencia dramática y uni-
y Tokyo. Las lecturas del formidable grupo de dad musical, pero carece de la brillantez y abun-
cámara que es el Cuarteto Italiano sobresalen dancia de las páginas solistas que son, sin duda,
en este rico panorama por su luminosidad, ter- el fundamento de la estimación de aquélla. Esto
sura de lineas, refinamiento [imbrico y cons- se refleja en la escasa discografia con que se
tante elegancia. Muy adecuada la diferencia- cuentadeíerf£iro.De!laRizza-Melandri(l931).
dora comprensión de una y otra partituras. En Camglía-Prandelli (1952), Olí vero-Del Mona-
última instancia se trata de versiones domina- co (1969). Con las aportaciones del catálogo
das por un lirismo mediterráneo. Para una vi- pirata de Tebaldi-Di Stefano (1961) o Zeani-
sión de las obras que las proyecte más hada Domingo (1977), a la espera de la tantas veces
nuestro tiempo debe acudirse a la magnifica anunciada aparición de la versión de la Scala
grabación del Cuarteto LaSalle. En cualquier de 19J6 con Callas y Corelli. Por ende, este re-
caso, el registro del Cuarteto Italiano se mere- gistro realizado por CBS en colaboración con
ce el lugar reservado a los clásicos. Hungaroton en 1986 es, en principio, muy in-
teresante. Si a ello sumamos una realización
E. M. M. Frtnck técnica impecable, el valor de esta nueva gra-
bación podría alcanzar lo considerable. Pero
los elogios concluyen aquí.
FRANCK: Sinfonía en Re menor. Pysché. Or-
questa Filarmónica de BeHin. Director: Cario La ópera gravita en torno a su pareja prota-
M a m Giulini. Drulwbe Grammophon, Com- FRANCK: Le chausser maudit. Les Éolides. gonista. Fedora y Loris. A su lado, los demás
pleto 419.605-1. DDD. Duración total: M ' I I . Psyché (versión orquestal). Orquesta Sinfóni- personajes son de relleno. Fedora necesita una
Grabado en la Phllharmonie d t Berlín en fe- ca de Budka: Annin Jotdan. Erato-CascaveUe- cantante-actriz de categoría, si no el persona-
brera de 1986. T52S1. Digital. je naufraga. Escrita para la soprano Gemina
Bellincioni, que con este papel retornaba a la
En el número 10 de nuestra revis- Hay dos obras/aromos de las compuestas escena cuando sus medios se encontraban dis-
ta y comentando brevemente la dis- por César Franck: la Sinfonía y la Sonata pa- minuidos. Giordano le alivió el registro agu-
cografía de Cario María Giulini, ra violin y piano. Les sigue a distanciad Quin- do (sólo hay un do natural en la partitura y
decíamos que sus grabaciones de la Sinfonía teto con piano, y tal vez las obras para órgano. además optativo). Pero dramáticamente es de
en Re menor y de Psyché con la Orquesta Phil- El disco que comentamos incluye (res obras que una variedad y riqueza de matices comparable
harmoma para E M l habían marcado un hito han sido grabadas alguna vez. El catador mal- a la Tasca de Puccini. Vocalmente Eva Mar-
indiscutible en la historia discográfíca de es- dito esquizá la más conocida de todas y pode- ton domina su rol con un instrumento cálido,
tas dos partituras, todavía no superadas a pe- mos recordar interesantes registros a cargo de poderoso, pleno. Pero a su Fedora le falla sen-
sar de las excelencia! de otras lecturas como Ansermet, Batenboim o Jean Fournet. Este úl- sibilidad, juego expresivo, profundidad. Inclu-
las de Funwángler, Beecham o Múnch (se nos timo tiene un bello disco de Supraphon con la so, en su monocorde superficialidad, da a
quedó en el tintero en aquella ocasión otra ver- Filarmónica Checa que incluye esta breve pie- entender que apenas ha leído la particella.
sión cimera: Pieire Monteux con la Sinfónica za y otras tres orquestales: Rédemptian, Les
Loris Ipanoff se mueve entre un lirismo arro-
de Chicago —RCA—, hoy inencontrable y que, Djinns y Leí Éolides. Esta obra completa la
llador ¡Amor ti vieta. Mia madre la mia vec-
caso de reeditarse en compacto, merecería ca- primera cara del disco resenado aquí. En mi
chia madre. Vedi, iopiango) en las parles más
Scherzo 37
DISCOS
cantables, con secciones entrecortadas, frases das pertenece la obra ahora recobrada gracias
de gran intensidad, propias del movimiento ve- al disco. El Ordo Virtutum de Hildegard von
rista en que se encuadra la obia. Carreras tiende Bingen es una pieza típica de drama medieval,
continuamente a poner afuera su voz. a can- siendo su eje argumental el del alma atormen-
tar siempre a pleno pulmón, con pérdida de la tada. Hacen aparición las arquen picas encar-
homogeneidad del color, y es incapaz de con- naciones del Diablo, la Ciencia, las Virtudes.
irolar un ligero víbralo que aparece en las no- Algún especialista ha calificado de sublime la
tas agudas. Consigue momentos de auténtica consecución estética que se alcanza en Ordo
sinceridad y apasionamiento, pero ¡cómo se Virtutum. Ciertamente se trata de una cumbre
puede cantar Amor ti vieta sin la más mínima en la que se realiza una magistral recapitula-
noción de lo que es el canto ligado! ción —se da el año de 1115 como la fecha en
torno de la cual debió fijarse la página— de
DeSiriex aparece aún más pálido que de cos- toda una serie de factores confluyentcs. Aquí
tumbre en la voz de Janos Martin, un baríto- se dan cita no sólo las formas características
no de una mediocridad palpable, que hasta del drama medieval sacro, sino que también es-
encuentra notables dificultades vocales en su tán présenles ecos del arte poético-musical de
pastiche La donna ruso del acto I I . Con me- los trovadores. Sobre la persona a la que se atri-
jor nivel se muestra la Olga de Veronika Kinc- buye el Ordo Virtutum, poco o nada se sabe.
ses, quien canta este ingrato y anodino papel Hildegard fue la superiora del convento de Bin-
sin dificultad, pero también sin un brillo des- gen y según los registros vivió entre 1098 y 1179.
taca ble. El resto del extenso reparto no alcan- Naturalmente, y pese a faltar un estudio en pro-
za la categoría de discreto. fundidad que corrobore lo que aqui defende-
La orquestación de Fedora está al servicio go se componen constantemente obras de este mos, no cabe considerar a Hildegard como la
de la escritura vocal, pero aparece cuidada y género, acaso porque sigue viva —al tiempo responsable en su totalidad del Ordo Virtutum
elaborada, sugiriendo y ampliando la acción que anacrónica, oh paradoja— la formación tal como nos ha llegado, antes bien la abadesa
por momentos, a veces protagonizando. Ejem- para la que fueron compuestas las obras escri- debió dar forma —para nosotros definitiva—
plo: el bellísimo intermezzo del acto I I . Giu- tas desde Haydn a Mahler, obras que obliga- a un drama de indeterminada tradición ante-
seppe Patané extrae de la orquesta húngara una ron a la evolución y ensanchamiento de la rior en Bingen.
riqueza timbrica y una sonoridad envolvente formación misma. La fascinación de la sinfo-
muy atractivas. Sin embargo, en la badila fal- nía extemporánea se une aquí a lo fascinante No es sencillo ubicar en sus coordenadas
tan contrastes, tensión. del mundo sonoro de Henze, el carácter de cuya exactas la interpretación del grupo de música
El conjunto de esta grabación, tan magnífi- prolífíca aportación sugerirá a algunos contra- medieval Sequentta. No lo es porque carece-
camente servida en el aspecto técnico, trans- dicciones típicas de una época de decadencia. mos de cualquier punto de referencia, perdida
mite la sensación de haberse realizado con pero que tal vez es el síntoma de la vitalidad como esiá la tradición de la reproducción de
prisas, por unos intérpretes y un director que de un tiempo en crisis, pero no precisamente los dramas medievales desde hace centurias.
apenas conocían la ópera. crepuscular (y pido disculpas por este decidi- Los músicos se han aferrado, como es lógico,
do, aunque tímido, rasgo de optimismo histó- a lo conocido: cánones a aplicar a la música
rico, completamente infundado). Por eso estos trovadoresca y la música religiosa medieval de
dos discos encierran una lección artística de distinto cufio. Ni que decir tiene que estamos
HENZE: Sinfonías núms. I a 5. Fflinnóiika nuestro tiempo. Comprendo, lector, que a us- frente a la invención que representa toda re-
de Berlín, dirigid* por el propio compositor. ted pueda no gustarle Henze. Pero si perma- creación de música medieval lan temprana, cu-
DniUch* Gnmntopbon - CoUeetor'i Seríes 410 nece abierto a una estética de nuestro tiempo ya fuente es para nosotros de una desnudez casi
937-1 (2 LPs>. más expresiva que radical, donde prima sobre fantasmal. Ahora bien, ¿qué grado de verosi-
lodo la libertad creativa junto al rigor de cons- militud tiene la invención de Sequentia? Em-
trucción, una estética que prescinde de la es- pecemos por lo más inmediato: la realización
Estos dos discos reúnen la aventura estric-
cuela para seguir la lógica de cada código de Sequentia es de una belleza sensorial muy
tamente sinfónica de Hans Wemer Henze en-
dramático-musical, le recomendarla vivamen- alia, apoyada en firmes bases técnicas. Sólo ca-
tre 1947 y 1963. Su Quinta Sinfonía es de 1962.
te la audición de estos dos discos que, por lo bría reprochar, en primera instancia, una du-
Alguna otra es muy posterior. La primera de
demás, tienen ya unos veinte años de existen- dosa pronunciación del latín en momentos
ellas fue corregida para orquesta de cámara por
cia, por mucho que aqui no nos hubiéramos concretos. El Ordo Vinulum, en suma, pare-
el mismo compositor en 1963. Es posible que
enterado, ce suficientemente restituido a su primitivo uni-
estas cinco obras constituyan, en microcosmos,
un resumen significativo de la actividad crea- verso medieval. Pero una audición más atenta
tiva de este músico alemán de vocación italia- descubre algunas cosas que no encajan desde
S. M. B. una perspectiva histórica rigurosa. La infide-
na. Henze es una de las grandes figuras nacidas
a Tines de los veinte que forman la vanguardia lidad más grave se da en el uso de los instru-
europea que surge con ímpetu creativo antes mentos. Sequentia ha dispuesto unos pasajes
H I L D E C A R D VON BINGEN: Ordo Jlrtu- inslrumenlales —improvisados, o al menos éste
de 1950 (Boulez, Nono, Maderna, Cerha, Be-
tutn. SeqaeatU. Harmonía Mundl (DenUcnc) seria el efecto buscado— que en absoluto se co-
rio, Stockhausen...). Su sólida formación no
1C 165 19-9942-3. rresponden con lo que sabemos de las prácti-
le impide aparecer como un auténtico hetero-
doxo, en cuya obra cabe tanto el serialismo co- cas de la época. Aun reconociendo que los
mo el neoclasicismo, el legado postromántico En el drama medieval se conservan, aunque instrumentos se utilizan con un gusto exquisi-
y la lección de la música cinematográfica. Pa- sea subterráneamente, algunos de los rasgos del to, no por ello la opción deja de ser errónea.
ra él «lodo tiende a ser teatro y todo proviene teatro clásico, concretamente el desarrollado, Mucho más cuando tocan junto a las voces,
del teatro». Sus obras son drama, aunque no sobre modelos griegos, en Roma. La historia transfigurando en polifonía la homofonía del
sean programa. Por eso esias sinfonías han de oficial pretenderá, como en tantas otras cosas, manuscrito original. Es ésta, por lo tanto, una
ser relacionadas con su numerosa obra de apo- un origen autóctono. Sería éste el de la progre- versión que añade todavía, incluso con toda su
yo literario, como sus cuantiosas óperas, que siva drama!ilación de las formas dialogadas de depuración sonora aparente, demasiados ele-
le convienen en uno de los pocos operistas vi- la música sacra. Sin olvidar la parte de verdad mentos de tiempos posteriores al de la obra.
vos (operista en el sentido de que no escribe oca- que esto conlleva, hay que devolver a la po- La mirada de Sequenlia admite un prisma que
sionalmente para el teatro lírico, sino de manera tencia oculta de la escena pagana lo que le es es ya del Renacimiento, rasgos teatrales de es-
constante y continuada); sus ballets (a veces de debido. En el drama medieval se halla la pro- te tiempo, con la caracterización del Diablo,
vocación abstracta —blanca— y no por ello me- toópera. que sólo se transformará en la mani- por completo excesiva, ajena al hieratismo me-
nos dramáticos, como en cierto Stravinski), festación barroca después de pasar por el dieval. Son, pues, muchas las capas añadidas
oratorios ILa balsa de Medusa) y cantatas ¡El filtrado del teatro renacentista; pero no sólo por los intérpretes a lo que se nos ha transmi-
Cimarrón). el teatro, pues no carecieron de decisiva influen- tido del Ordo Virtutum. Lectura de una pági-
cia fenómenos como los carros de triunfo, los na medieval, en resumen, que, con toda su
desfiles, las máscaras, etc. Las representacio- directa seducción, cae del lado de la fantasía.
No es posible extenderse aquí sobre estas cin- nes medievales se encontraban divididas en gé-
co páginas sinfónicas. Sí podemos constatar su neros perfectamente definidos: ordo, officium.
importancia como obras de una época en que ¡udus. festum y otros. A l primero de los cita-
ya no existe la sinfonía y en la que sin embar- E. M. Af
38 Scherzo
DISCOS
HOLST: t o s Planetas. Orquesta Sintónica de el responsable de llevar a cabo esta hazaña ha ciones, a la que acompaña una edición facsímil
Monlral. Coro Frmtolno de la Orqnesu Sin- sido Wíllíam Chrislie. un americano afincado del texto de Quinault con la traducción simul-
fónka de Moutreal. Dir.: Charles Duloil. Dec- en París y creador del grupo Les Arts Floris- tánea al inglés y al alemán modernos y con la
ci. Computo. 417 5S3-2DH. DDD (52' 52" sants. Con esle conjunto vocal e instrumental inclusión de un curioso epistolario entre Lully
minuloi). compuesto por un número variable de ejecu- y su libretista a propósito de la realización de
tantes. Christie emprendió a punir de 1976 to- esla obra. Una bella joya, una deliciosa golo-
No vamos a descubrí! a Mtaj al- da una serie de trabajos tendentes a rescatar sina para estos engullidores de antigüedades que
turas lo que Los Plantías signifi- del olvido a obras del repertorio francés barro- estamos empezando a ser el fatigado público
ca como obra dentro de ¡a música co como son importantes muestras de la pro- musical de las postrimerías del siglo XX. Por-
de este siglo. Pese a que algunos la tachan de ducción de Marc Antoine Charpenliet, que siempre queda la inquietante pregunta de
efectista y superficial, a mise me antoja fran- Ramean, Maulirúé, Lamben, etc., aparte de la fondo: {.Hacia dónde vamos con esla afición
camente conseguida. dedicación a Monteverdi y Henry Purcell. Es- que tenemos por la resurrección de viejas reli-
Respecto al disco que nos ocupa, tenia unas te enorme esfuerzo ha dado su fruto en las im- quias del pasado?
excelentes referencias de él, y puedo anticipar pecables grabaciones con las que Harmonía
que, en lineas generalts, se han visto con- Mundi ha seguido siempre de cerca la labor de C. C.
firmadas. William Chrislie, consciente, la casa editora,
Desde el punto de vista interpretativo, los de que el músico americano estaba llevando a
Planetas de Duloit son decididamente buenos. cabo un importante trabajo, ya no sólo estric-
La versión de Kara jan (Decca, 1962) con la Fi- tamente en el campo de la interpretación ar-
larmónica de Viena es también espléndida, con tística, sino también en el terreno musicológico.
un sonido excelente (especialmente si se tiene Por esto la grabación de la ópera Atys espera-
en cuenta la fecha de grabación). Karajan es, mos entenderla como el inicio de una fructífe-
en ocasiones, más brillante (caso de Júpiter, ra colaboración de Harmonía Mundi y Les Arts
por ejemplo) y, en conjunto, da la impresión Florissants encaminada a la investigación en
de haber atinado más en la consecución de la profundidad de la obra de Lully para devol-
atmósfera general de la obra. Obvio es que or- vérnosla a la luz del día. MAHLER: Sinfonían.'Óen La menor, «Trá-
questa y coro se encuentran en su mejor forma. gica». Orquesta Sinfónica de la Radio de Co-
Evidentemente, y como no podía ser menos lonia. Director: Gary Berlini. Harmonía
Sin embargo, Dutoit aporta una visión me- tratándose de la chauvinista prensa francesa, Mundi. Digital. DMM. 1C 1LP 153.16 9535 3.
nos arrebatada, con tiempos generalmente más el estreno del 16 de enero de este arto de Atys
lentos que los del director salzburgués (espe- en la sala Favan de la Opera de París, ha ido Gary Bertini es un director judío nacido en
cialmente notables en Venus y Saturno), pero acompañado de lodo un extraordinario desplie- Rusia en 1927 que sólo a partir de los anos se-
que, al contrario que éste, se centra más en el gue informativo y de criticas excelsas que no tenta ha empezado a tener cierta fama y pre-
detalle, manejando una dinámica más amplia son sino otras tantas maneras de afirmar la per- dicamento. Es un músico de sólida formación,
(aunque en esta impresión puede contribuir de- sonalidad de las manifestaciones artísticas na- adquirida en Israel, donde ha residido duran-
cisivamente la ventaja del compacto). Estas ca- cionales, aunque, como en este caso, los te mucho tiempo, en Milán y en Paris. Aquí
racterísticas resultan muy claras en Marte o protagonistas fueran un italiano (Jean-Baptiste bebió de las prístinas fuentes de Nadia Bou-
Urano, donde personalmente me inclino por Lully) y un norteamericano (William Chrístie) langer, de Arthur Honegger y de Olivier Mes-
la apabullante majestuosidad que Dutoit im- y a pesar de que el espectáculo haya estado a siaen. Ha participado en la creación de
prime a la música. En cuanto a la orquesta, sólo punto de irse al traste por falla de una subven- numerosas pan i tu ras de este siglo y empren-
puedo decir que, al menos aquí, se muestra ver- ción adecuada por parte del Ministerio de Cul- dido multitud de nuevas aventuras tanto en ca-
daderamente espléndida, como un conjunto de tura del gobierno galo. Pero a la postre lodo lidad de director como de compositor (su
primera fila. resultó perfecto y lodo redundó a favor de una catálogo consta de más de cincuenta obras).
mayor gloría de Francia. Tras largos anos al frente de la Orquesta de Cá-
Respecto al sonido, creo que no existe me- mara de Israel, sucedió, de 1981 a 1984. a An-
jor elogio que decir que este disco sirve per- William Christie nos da una interpretación ta] Dorati en Detroit. Preside el Festiva] de
fectamente para demostrar las posibilidades del ajustada y proporcionada, en absoluto enfáti- Israel y ha desempeñado desde 1983 la titula-
medio: presencia, transparencia y diferencia- ca, de esta tragedle lynque, que si se sostiene ridad de la Orquesta Sinfónica de la Radío de
ción de planos instrumentales, amplísima ga- actualmente no es precisamente gracias al li- Colonia (WDR), con la que ha realúado algu-
ma dinámica que va desde lo apenas perceptible breto de Quinault con el inevitable prologue nas destacadas grabaciones como la que moti-
hasta lo que casi te echa de la habitación; to- —loa dedicada a enaltecer la figura del Rey Sol va este comentario. A partir de esta temporada
do ello con un sonido natural, nunca metálico y con una historia, inaguantable para el lector se hace cargo de la Opera de Francfort y de la
ni chillón, y encima sin ffssrrrhhh Oíase fritu- moderno, de las desventuras de un pobre mor- Orquesta de) Museum, con las atribuciones de
ras), lo que no deja de resultar una verdadera tal (Atys). enamorado de la ninfa Sangaride pe- director general de música de la ciudad. Ha vi-
delicia. ro que a la vez es objeto de amor de una diosa sitado una sola vez Madrid: hace dos tempo-
En resumen, pues, muy buena interpretación (Cybele), hecho que lleva al final trágico de la radas dirigió a la RTVE una ajustada, lírica
(sin haber podido escuchar a Rattle —EMI— muerte de los amantes tras de la cual siempre y excelentemente construida Primera de
o Karajan —versión moderna de DG— no me queda la triste reflexión de la diosa arrepenti- Brahms. Su arte pausado, sereno, medido,
atrevo a concluir que no exista versión mejor da por haber transgredido los limites y ser la equilibrado, racionalista permitió una clara y
en compacto) con inmejorable sonido. Disco, desencadenante de la fatalidad de los lamen- convincente reproducción de la sinfonía.
en fin. plenamente disfrutable y, por ello, per- tables sucesos. En tín. el típico tema semi-
fectamente recomendable. mitológico desasido ideológicamente de la rea- Estas cualidades facilitan también aquí una
lidad sobre el que se vuelca la frescura de la transparente visión, edificada con evidente cui-
« . O. B. música luí liana que lo redime de toda su pesa- dado y mesura, de la Trágica de Mahler en la
dez y fárrago. Es de destacar la belleza con la que se tiene la confortable impresión —y ésta
que Cuy de Mcy (Alys), Guillemette Laurens es una de las pegas de la versión porque dis-
LUIXY: Atys (Tragedia ¡(rica con prólogo in- (Cybele), Agries Mellon (Sangaride) y en gene-
troductorio y cinco actos). G«y d* Mey, G«i- fraza en cierta manera la esencia de la obra—
ral todo el numeroso elenco de cantantes de Les de que cada compás y cada frase están en su
•eraette Laarati, Agné» MrBon, Jeu~Fra>coK Arts Florissants, cantan las arias, coros y di-
Gardcil, Joba Holloway (primer vioha) y d justo lugar. Es, para decirlo en pocas palabras,
cen los recitados en esta excelente grabación una interpretación ordenada de una partitura
conjunta vocal-iBslrumental dr L« Arts Flo- presentada con el esmero y la calidad que acre-
rissants dirigido por WfUiun Carfenje. Harmo- que, a pesar de su vinculación a esquemas tra-
dita siempre Harmonía Mundi en sus produc- dicionales (estructura sonatlstica, por ejemplo),
nía Mundi/HMC 1257.59.
es en el fondo tremendamente desordenada.
Fue escrita en un momento clave de la vida del
El acontecimiento más trascendente en la mú- compositor y es un canto (incluso grito) lleno
sica teatral francesa de este año ha sido, sin de desesperanza, de nihilismo, de angustia di-
lugar a dudas, la recuperación, con motivo de fícilmente disimulada. Ese pizzicato Tina] es to-
la celebración del tricentenario de la muerte de do un símbolo de la nada más absoluta. Falta
Jean-Bapciste Lully, de una obra olvidada en en la recreación de Bertíní, tan precisa y bien
el catálogo de sus tragedles lyriques: A tys, la tocada por otra parte, tan brillantemente eje-
Ópera favorita, según parece, de Luis XIV. Y
Scherzo 39
DISCOS
cutada por la espléndida Orquesta de la WDR, admirable lectura de Josef Krips, recientemente por Mozart para este instrumento, a excepción
tan excelentemente recogida en la toma sono- publicada por EMI y comentada desde estas del Concierto K.622 y el Quinteto K.S81 (que
ra, ese desgarro interior, ese aliento lleno de mismas páginas por Roberto Andrade); prefe- por otra parte es la música más conocida y
cris pación de un romanticismo prácticamente ribles, desde luego, cualquiera de las múltiples —hay que decirlo— tambiín la mejor). Lo de
muerto, esa violencia nacida de la tensión que muestras existentes en el mercado discográfi- supuestamente viene dado por el nivel de ig-
súpote enfrentar la forma clásica con un men- co internacional (Jochum, Fricsay. el citada norancia en que nos movemos, según se dedu-
saje expresivo angustiado, hijo no ya de Mah- Krips, Colín Da vis, Bóhm, Beecham, Har- ce de las notas de James Moffitt (que a su vez
Icr, sino de toda una conflictiva época que él noncoun...). es uno de los intérpretes). De ellas cabe sacar
contribuye a inaugurar en buena medida. Hay Las cosas mejoran sólo relativamente en el en conclusión varías cosas: a) En bastantes ca-
en lodo ello algo que rechina, que rompe, que conjunto de solistas vocales ínlervmientes en sos no existe manuscrito, por lo que se ha te-
avasalla. Y eso es lo que no aparece más que este registro. En el lado positivo de la balanza nido que recurrir a la reconstrucción a partir
levemente sugerido en esta buena —y quizá de- Martti Tai vela, Kathleen Battle y Edita Gru- de otras fuentes; b) En algunos otros (p.e. Ada-
masiado fina— interpretación que, en cualquier berova; el bajo finlandés suple sus deficiencias gio K.4IQ) se ha recurrido a la discutible téc-
caso, posee valores y méritos para ser (enida vocales con seguridad y contundencia fuera de nica de transformar la instrumentación original
en cuenta. Brinda sin duda la posibilidad na- serie, con buen timbre, brillantez y flexibilidad, (2 clarinetes bajos y un fagot en el ejemplo ci-
da despreciable de poder seguir con claridad además de una actuación excelente. Magnifi- tado) para ejecutar la obra sólo con clarinetes.
el discurso mahleriano; no tamo la de poder ca linea de canio la de Kathleen Bal tic en una
entenderlo. De todo ello se deduce que estamos ante un
espectacular realización de Blonde, aunque se cierto grado de pastiche, lo que resulta espe-
evidencie cierta dificultad para encajar los Sí cialmente peligroso, si tenemos en cuenta que
Entre las últimas grabaciones de esta tras- agudos de su difícil aria (Duren Zanlichkeit)-
cendente sinfonía figuran, junto a la ahora co- algunas de las obras no forman parte del me-
Posiblemente sea Edita Gruberova la Konstanze jor Mozart.
mentada, la de Tennstedt con la Filarmónica ideal de nuestros días, poseedora de un evidente
de Londres (EM1), con aciertos importantes, gusto dramático (parte del aderezo vocal del Asi, junto los muy agradables nocturnos para
pero irregular y no siempre coherente (hay que personaje), aunque en esta grabación su voz voces y clarinetes, breves piezas al parecer des-
conocer la extraña coherencia mahleriana); la suene demasiado metálica (nuevamente los mi- tinadas a reuniones en casa de Nikolaus von
de Abbado con la Sinfónica de Chicago (DG), crófonos no captan fielmenle el timbre vocal) Jacquin (amigo de Mozart) y a los Adagios
brillanie, diamantina y fría, y la de Maazel con y se eche de menos la ternura de una A ricen K.4I0y 411 (especialmente interesante este Úl-
la Filarmónica de Viena (CBS), bien construi- Augér en su grabación para Karl Bohm. Has- timo), se nos ofrecen cinco divertimentos cu-
da aunque sin calar en la en [raña expresiva. ta aquí lo aceptable con pequeflas reservas. En ya música es, en conjunto, de segunda fila.
Preferibles las más antiguas de Solí i con Chi- términos discretos se podría calificar la actua- Cualquiera quehayahecho/Nniíeienel piano
cago (Decca), quizá demasiado apresurada y ción de Heinz Zednik como Pedrillo; hace lo reconocerá inmediatamente diversos movimien-
atosigante, la excelente de Hailink y Concert- que puede en su Frisch ¡ m Kampfe y sale bas- tos de sonatinas para este instrumento, toca-
gebouw (Philips) y la excitante y briosa del de- tante airoso en el resto de sus intervenciones. dos aqui con tres clarinetes bajos.
sigual Bemstein con la Filarmónica de Nueva Lo de juzgado de guardia nos llega con Güsla
York (CBS). Ninguna, de (odas formas, tam- En lo referente a la interpretación, el con-
Winbergh: frió, blanco, temblón, si bien con junto no siempre muestra un perfecto empas-
poco la bella y superficial de Kubelik con la bello timbre. El aria que abre el tercer acto hay
Radio de Baviera (DG), a la altura de la des- te, si bien hay que reconocer que esle
que escuchársela para dar crédito alo que está instrumento no se antoja especialmente fácil.
camada visión de Neumann con la Gewand- ocurriendo allí.
haus de Leipzig (Philips) y, en particular, de Sin embargo, lo más importante es que se ob-
la romántica, profunda y desolada de Horens- serva una cierta frialdad interpretativa, junto
tein con la Filarmónica de Estocolmo (Uni- En fin, el espectacular sonido de estos dos a alguna que otra sorpresa de fraseo, de dis-
com), tomada en un concierto público de 1966. compactos no es ni mucho menos suficiente pa- cutible gusto. La sensación general es de una
Un recuerdo también para las históricas y ejem- ta atrevernos a recomendar una versión malo- interpretación competente pero rutinaria. Gra-
plares interpretaciones, hoy casi inenconlrables, grada, realmente decepcionante. bación y prensado buenos.
de Flipse (Philips) y de Adler (SPA). dos espe- En resumen, álbum no prioritario, aunque
cialistas de pro. E. P. A.
digno de ser conocido por los buenos mozar-
tianos, especialmente por los adagios y los noc-
A- KM
turnos.
R. O. B.
MOZART: Ei rapio en el serrallo. Edita Gra-
bero* i, soprano (Konslanze); Kilhleen Balde,
soprano (Blondf); CiHIa Winbergh, tenor (Bd- RAMEAU: Pygmalion (actt de talle». Joka
monte); Heinz Zedalk, lenor (Pedrilki); Msrtli Bwes, Mieke van der Slofs, Franco!» Vaohec-
Talvda. bajo (Osmín); Wlll Quadflieg (Bassi ke y Rachel Yak». U Pelitt Bandr. Concer-
SeUm). Coro de la Opera Estmtal de Viena. Or- tino: Siglswald Kuijkrn. Coro de la Chapeta
questa Filarmónica de Vteni. Director: Sir Royale de París. Maestro dd coro: Piuttppe He-
Gcorg Solti. Drcct. Completo 417 402-2, il- rreweghe. Dirección: Gusta? Lconbardt. EMI
bam de 2 CD. DDD. Grabación efecluRda en Elcctrola-Hannoaia Mnndi (Dtatocbe) 1C
la Sofltasaal de Viena durante el mes dr no- 065-99 914.
viembre de I9M.
MOZART: Música para comi di bassetw.
Miembros dr IR secdóa de viento de la Orquesta Pygmalion, estrenada con otras obras en
Breve comentario para una versión Sinfónica át Chicago. Cneryl Fnuts, soprano. 1748, se sitúa más o menos hacia la mitad de
decepcionante. Entre la regular Kalhieen Karnes-Ferrin, mezzo. Wayland Ro- la carrera de lean-Philippe Rameau. Podría-
aportación de Sir Gcorg en el cam- gers, barítono. CBS Maslenvorks. Digital I2M mos decir que se trata de una obra del barroco
po operístico mozartiano con su Don Giovan- 42144 (2 Discos). tardío si no fuera porque en Francia, desde
ni, la notable de Las bodas de Fígaro y la ex- Lully a Rameau, pasando por esos mil nom-
celente de La flauta mágica, cabía esperar en Una consideración previa sobre el instrumen- bres franceses que pueblan uno de los momen-
este Rapio algo más personal, más vivo, más to: el corno di bassetto es un miembro de la tos más ricos de la historia de la música, hay
en la línea del fenomenal director de ópera que familia de los clarinetes, aunque su nombre in- que hablar más de clasicismo que de barroco,
sabe ser cuando quiere. Aquí nos encontramos duzca a confusión, dado que la palabra corno lo mismo en teatro (Corneille. Moliere, Raci-
con un Solti desinteresado (escúchense las dos (y mis aún la inglesa horn) suele asociarse a ne) que en música. El tema de Pigjnalión, to-
arias de Konstanze), tenso y duro (el dueto entre La Irompa. Estamos pues hablando de lo que mado de la mitología clásica en un libreto que
Pedrillo y Osmin carece totalmente de sentido en tiempos de Mozart era el clarinete bajo, SÍ apenas conoce peripecia, intriga o acción (es-
por su rudeza y falta de chispa), fiero y salva- bien hoy sería el barítono del grupo, ya que el crito por Ballot de Savot a partir de El triunfo
je (Cuarteto final del acto segundo). Dirección, moderno clarinete bajo está afinado una quinta de las artes, de Houdard de la Motte), es de
en definitiva, rutinaria, sin concepto apárenle más grave. un perfecto equilibrio clásico y posibilita un
del estilo, con una Filarmónica de Viena de- ejemplo de cierto género muy en boga por en-
masiado amplia para las prestaciones que exi- Esle álbum de CBS contiene lo que debe ser tonces, el acte de ballet, es decir, el ballet en
ge este Singspiel (ver en este sentido la —aunque no consta en las notas— practica- un acto donde la voz de solistas y coro, dentro
mente toda la música supuestamente compuesta
40 Scherzo
DISCOS
de la acción, era un elemento impórtame que uno de los oratorios de Spohr, Die letzten Din-
introducía y motivaba la acción propiamente ge, El juicio final, precisamente el que diera
danzada. a su autor mayor renombre en su época. Se res-
Es cierto que en este tipo de obras (La nais- pira en esta obra un decidido aire haendelia-
sance d'Osiris, Anacréon, Ziphyre, ¡o)encon- no, que en la Alemania del tiempo era poco
tramos al mismo músico de las grandes menos que obligado en el género del oratorio.
tragedias líricas (Hyppoiyleet Aricie y otras), El juicio finales ya una composición de len-
pero el emparentamiento es lógicamente ma- guaje matizadamente romántico, marcadamen-
yor con sus óperas-ballet It-ts Indes galantes. te teatral, y cuya contribución más personal se
por ejemplo). En ambos casos es la consecu- da en el terreno armónico. Asi y lodo, Spohr
ción del deseado equilibrio clasicisla en un mo- no consigue insuflar el dramatismo que el te-
mento en que ese ideal empieza a pertenecer ma puesto en música demandaba. El efecto ca-
al pasado, desbordado por la sensibilidad ro- rece de poder de convicción, hasta el punto de
cocó. En Francia, a (ínaíes del siglo XVIII, vol- que Anthony Lewis ha calificado la obra de «in-
verá a surgir en arquitectura, en pintura y en sincera». Sea como fuere, el estilo que se apre-
un tipo de tragedia rígida que no estará a la cia en este oratorio de Spolir —fechado en
altura de las artes plásticas (recordemos que De- 182!— sería llevado a la madurez por Mcndels-
vid es el gran pinloi de la Revolución). Pero sohn en sus dos grandes páginas Paulus (1836)
en música Francia no recuperará importancia de hace tan sólo dos años. Es interesante la y E/ías (1846).
hasta mucho más larde, pese a la ininterrum- audición de estas dos piezas pertenecientes a
pida existencia de compositores de algún inte- una época en la que Shoslakovitch estaba me- La versión que se presenta en el registro es,
rés. Por eso la obra de Rameau es un final en tido de lleno en el camino de la experimenta- desde luego, más que correcta, pero no consi-
todos los sentidos. Pygmalion es un recuerdo ción atrevida y del juego formal, antes de gue sustraerse a las debilidades de la obra mis-
de los fastos versallescos en una época en que doblegarse al dogma de los postulados del rea- ma. Es digna de aprecio la musicalidad de la
el público (burgués) desbanca a los círculos cor- lismo socialista. Ya en la línea de esta nueva conducción de Gustav Kuhn, defensor de tan-
tesanos en la demanda de productos culturales. responsabilidad asumida encontramos el im- tas causas perdidas. La inlerprelación es flui-
portante Quinteto con piano, Op. 57. que sig- da, con buenas prestaciones de coro y orquesta.
Este registro de Pygmalion se inscribe den- nificativamente merece el Premio Stalin de Solventes las intervenciones de los solistas vo-
tro de la paulatina recuperación de la obra de 1940. Obra extensa y desigual en su plantea- cales, sobresaliendo la nobleza del bajo Matt-
Rameau a través de la fonografía, a la que si- miento constructivo, constituye la manifesta- hias Hollé.
gue, no siempre de cerca, el teatro mismo. La ción más clara de la devoción neoclásica, o Este compacto es ejemplar en lo que se re-
obra es de una belleza que no sobrecoge ni en- mejor dicho, neobarroca que surge en Shosta- fiere a contenido en música: 72" IS", pero su
canta —estamos ante el compromiso de lo clá- kovitch a raíz de su vuelta a las ideas directri- sonido, siendo bueno, no es excepcional. La
sico con lo barroco—, pero sí admira y eleva. ces de la estética soviética. El músico se impone grabación —de un concieno de octubre de
A ello contribuye una interpretación sencilla- nada menos que la disciplina de las formas más 1984— es algo corta en volumen y, lo que es
mente magistral, t a Petite Bande es una for- puras de latradiciún musical, y compone para peor, no diferencia con la claridad de otros dis-
mación que, desde que fue fundada en 1972 por el segundo movimiento una fuga que dura más cos las diversas familias vocales e instru-
su concertino Sigiswald Kuijken, ha dedicado de quince minutos y que es un dechado de per- mentales.
una especial atención a la música francesa del feccionismo escolástico sobre todo en su pri-
periodo. En este sentido ha cumplido una la- E. M. M.
mera sección a cinco voces reales. No obstante,
bor paralela a la del Concernus Musicus de Vie- lo más interesante viene después cuando el com-
na. Leonhardi ha dirigido La Petite Bande en positor trata libremente cada una de las voces R. STRAUSS: Ariadne auj Naxos. Ano*
obras que van desde Le bourgeois gentilhom- reduciendo su intervención simultánea, de for- Tomo ws-Si rito w, soprano (Ariadne); Agües
me, de Lully, una de las maravillas de la fo- ma que el oyente es capaz de entender y seguir Ballsa. m « í o (Compositor); Kathletn Bal lie,
nografía, hasta este Pygmalion. Se trata de una con facilidad la evolución del tejido contrapun- soprano (/frbinella); íisry Lakes, lenor (Ba-
parte de su dedicación a este tipo de recupera- listico. La mezcla de lo trágico y lo cómico, co); Hennmn Prey, barítono (Maestro de mu-
ciones, de la que nos daba una idea la disco- de lo intenso y lo banal, caracteriza a esta obra sí c*); Lrban Malmberg, barítono (Arlequín);
grafía de Leonhardi publicada en el n.° 14 magistralmente interpretada por el Fitzwilliam Barbara Bonney, soprano (Náyade); Helga
SCHtRZO por Enrique Martínez Miura, a la Si ring Quartet y el pianista Viadimir Ashke- Muller-Molinirt, mezzo (Dríada); Dawn Ups-
que remitimos. nazy. El disco se completa con las Siete roman- haw, soprano (Eco); H d m Zednlk, tenor
zas sobre poemas de Alexander Blok. Op. 127, (Maestro de baile); Kart Etydl, bajo (Trnffal.
Las voces no son maravillosas (ni falta que que el músico compuso en 1967 y dedicó a un dlno); Josef Prolschka, tenor (Scaramacclo);
hace), pero si bellas y eficaces. El color del con- circulo de amistades íntimas entre los que no Otlo Schenk (Mayordomo); Alfred Sramek, ba-
junlo es bellísimo. La consecución de los tem- faltaban David Oistrakh. Sviatoslav Richter o rítono (Lacayo). Orquesta Filarmónica de Vie-
pi franceses se inscribe dentro de los hallazgos Mstislav Rostropovitch.EnellasShostakovitch na. Director: Jimes Levinc. Deutsche
de Harnoncourt, el mismo Leonhardt y otros se expresa en un estilo personal e introvertido Gnunraophon. Compacto. 419 225-2GH 2. Al-
que, hasta que alguien no nos los descubra me- que choca con la ¡dea que uno, demasiado pre- bora de 2 CD. DDD. Grabación efectuada en
jor, resultan definitivos hoy por hoy. En resu- cipitadamente, tiende a hacerse de la música la Mudkverein, Groncr Saal, Vlena, en enero
men: recomiendo este disco —unos 48 minutos de este compositor. de 1986.
de música-— con auténtico entusiasmo.
S. M. B. En varías ocasiones este comenta-
C. C. rista ha tenido oportunidad de ver
SHOSTAKOVITCH: Dos piezas para cuarte- a James Levine haciendo música en
lo de cuerda. Siete romanzas sobre poemas de SPOHR; El juicio final. Mllsuko Shiral, so- vivo, y sólo en una de ellas, en la que acompa-
Alexander Blok, Op. 127: Quíntelo con pia- prano; Marina Lipovsrk, contrallo; Joscf ñó a Renata Scotto al piano en un recital de
no Op. 57. Fiízwilliam Slri»( Quincl. Ellsa- Proischka, trnor; Miilblis Hollé, bajo; Coro arias de ópera y lieder, puso de manifiesto su
befh Sódetstroro, soprano. Vladirair Südfunk. Orquesta Sinfónica de la Radio de talento e indiscutible valia musical; esta, no obs-
Ashkeauy. piano. Decca 411 940-1. Stultgart. Director: Gustar Kuhn. Pblüps 416 tante, se queda siempre en la superficie cuan
627-2. CoHDacto. DDD. T2'1S". do el director norteamericano empuña la
Este disco heterogéneo nos muestra la otra batuta, ya sea en las salas de concierto, teatros
cara del grandilocuente Shostakovitch sinfóni- de ópera o estudios de grabación. Ahí están pa-
Spohr es un compositor escasa- ra demostrarlo (oda una serie de discos sin ex-
co, aquél otro —tanto o más importante- mente representado en la discogra-
autor de música de cámara que está a punto cesiva suerte (artística): su Moran, su Brahms
Tía. Se cuenta únicamente con o su Mahler han pasado (al menos en Europa)
de iniciar su producción cuartelística a partir alguno de sus conciertos para violín, su famo-
precisamente de tentativas como estos llama- sin pena ni gloria, y eso que, como ustedes sa-
so Octeto y otras páginas camerisücas. Sus ópe- ben, el flamante director musical y artístico de
dos Dos fragmentos para cuarteto de cuerda ras, con una que trata el tema de Fausto,
de 1931 que se incluyen en este álbum, y cuya la Metropolitan Opera ha firmado un contra-
sinfonías y la importante serie de cuartetos de to en exclusiva con la Deutsche Grammophon
grabación es una auténtica novedad ya que el cuerda están todavía a la espera de que la fo-
descubrimiento de la partitura autógrafa data para grabar varías óperas de Mozan, todas las
nografía se ocupe de ellas. Este disco recupera
Scherzo 41
III Festival Interr
Contemporár
20.30 bous
Del 13 al 20 de
Domingo 13 Teatro Principal
22.00 horas
Orquesta Nacional de España Miércoles 16 Aala de Cultora de la Cija de
Director: Maximiano Valdés Alteante y Murcia
A. Larrauri: Gardunak Ensemble Alternance
C. Debussy: Iberia
Ch. Chaynes: Visiones micénicas** Director: Luca Pfaff
M. Ravel: La valse A. Bon: Ode**
3. Duran Loriga: Petite ensemble bleu**
Luoes 14 20.30 horas N.T. Dao: Blessure soleil**
Teatro Principal G. Scelsi: Natura Renovateur**
19.30 horas
Orquesta Nacional de España Jueves 17 Auditorio de la Cují Provincial
Director: Víctor Pablo Pérez de Alicante
Solista: José Ortí, trompeta Francisco Martín, violín
A. Sarda: Abstraccións Elisa Ibáñez, piano
C. Prieto: Condeno mediterráneo**
E. Halffter: Dos bocetos I. Strawinsky: Dúo concertante
M. de Falla: El sombrero de tres picos J.C. Nachon: Sonata
(I. ' y 2.a suites) O. Esplá: Sonata op. 9
19.30 horas 22.00 horas
Martes 15 Auditorio de la Caja de Ahorras Jueves 17 Aula de Cultura de la Caja
Provincial de Alicante de Alicante y Murcia
MINISTFRIC
cional de Música
a de Alicante
tiembre de 1987 • = estreno absoluto
•• = estreno en España
• = obra encargo del CDMC para el Festival
12.30 horas
Sábado 19 Castillo de Sania Bárbara
CURSO DE COMPOSICIÓN
Música Electrónica Sueca CONTEMPORÁNEA
Presentación: Lars-Gunnar Bodin Del 14 al 18 se celebrará un curso de composición
P. Lindgren: Houdinism** dirigido por Albert Sarda.
B.E. Johnson: Soliloquium**
L.G. Bodin: For Jon II** ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS
T. Zwedberg: Bavarda** 25, 26 y 27 de septiembre, Segundos Encuentros
S. Hanson: ÍVienerlieder** Europeos por el Saxofón.
A. Blomquist: Lag**
11.00 horas INFORMACIÓN GENERAL
Sábado 19 Castilla de S»nt* Bárbara
Lugares de los conciertos
Taller de Música Mundana
Director: Lloren? Barber Aula de Cultura de la Caja de Alicante y Murcia
Doctor Gadea, 1
Concierto para papel
Sábado 19 20.30 horas Auditorio de la Caja Provincial de Alicante
Teatro Principal Osear Esplá, 37
Castillo de Santa Bárbara
Orquesta de la Radio de Holanda Teatro Principal
Director: Ernest Bour
W. Eisma: Metselwerk** Localidades
A. Núñez: Movimientos* Aula de Cultura de la Caja de Alicante y Murcia
D. Terzakis: Sechs Monolog** Auditorio de la Caja Provincial de Alicante
T. Marco: Pulsar** Castillo de Santa Bárbara
Entrada libre
Domingo 20 12.30 horas
Castillo de Santa Bárbara
Teatro Principal
Guitarra y electrónica Entrada para conciertos individuales: 400 pesetas
Abono para 4 conciertos sinfónicos: 1.000 pesetas
Flores Chaviano, guitarra
A. Alonso: Nairda Información en Alicante: Negociado de Cultura del
S. Barroso: Yantra I Excmo. Ayuntamiento. Tfn. (965) 20 51 00.
C. Cruz de Castro: Guit-írónica* Información en Madrid: Centro para la Difusión de
F. Chaviano: Villa Lobos 87* la Música Contemporánea. Centro de Arte Reina So-
J.M. Mestres- fía, Santa Isabel, 52, 20012 Madrid. Tfns. 468 23 10
Quadreny: Tres canons en homenat- y 468 29 31. Télex 47012 MCARS.
ge a Galüeu
20.30 horas PATROCINA:
Domingo 20 Tea 1ro Principal Ministerio de Cultura, Instituto Nacional de las Artes
Orquesta de la Radio de Holanda Escénicas y de la Música.
Excmo. Ayuntamiento de Alicante.
- Director: Ernest Bour Consejería de Cultura, Educación y Ciencia de la Ge-
K. Rehnquist: Kast** neralitat de Valencia.
K. Tanaka: Metamorphoses**
D. Copoolse: Una storía delle mille e ORGANIZA:
una notte**' Centro para la Difusión de la Música Contemporánea.
Este avance es susceptible de modificación. Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Alicante.
E CULTURA
DISCOS
sinfonías del salzburgués, serenatas, concier- ellas ejemplares (como fa de Bernard Haitink) Sossiní, Bellini y Donizetti, compone música
tos y divertimenti de! mismo autor, El Anillo o de alio nivel (como la de Colin Davis). Esta vocal del salón que es un trasunto de su activi-
del Nibelungo completo y, en definitiva, todo que ahora ha sacado Decca es de notable cali- dad teatral. Sencillas canciones estróficas o arias
lo que quiera, pues los responsables del sello dad, y aunque no llegue a la altura de aqué- de opera en miniatura.
amarillo han comprobado gozosos que vende llas, demuestra el esfuerzo de Chailly por
muy bien. De las Seis romanzas publicadas en 1838, an-
brindarnos una lectura viva, con nervio y con
todas sus múltiples tensiones, avalada por una tes de que el autor estrenara su primera ópera
De lodas formas no hay que ser pesimistas, Oberto, figuran aquí cinco: Non l'accostare
pues en esta nueva grabación de Aríadne auf notable toma de sonido. La Orquesta de Cle-
veland da la impresión de ser un conjunto ex- all'uma, ¡n solitaria stanza, Nell'orror di notte
Muras (la primera que se realiza en Compací
Disc) James Levine, sin alcanzar las cotas de cesivamente marmóreo y uniforme; sin duda oscura, Perduta no la pace y Den. pietoso, oh
genialidad de un Clemens Krauss o de un Ka- alguna, existen en Estados Unidos otras orques- addolorata. Estas dos últimas sobre versos de
rajan, está realmente convincente: posee un tas que están por encima de ella, pero ha teni- Goethe, en traducción italiana del abogado luigi
agudo sentido del lempo y de la acción dramá- do la suerte de merecer la atención de las casas Ballestra. Se excluye More. Elisa, lo stanco poe-
tica y (eatral, aunque a veces peque de excesi- discográficas, y ser dirigida por grandes batu- ta en esta grabación. En general son textos bas-
va brusquedad (moneda corriente en sus tas (Szell o Maazel, por ejemplo). En esle ca- tante convencionales de trágicas historias de
lecturas) y violencia. Es una traducción de im- so concreto, la cuerda, por muy correcta que amor y abandona
pecable factura, cuidada, fogosa, transparen- pueda ser, muestra una opacidad poco atrac-
te (ayudada por una grabación clara y brillante) tiva, y la madera una sonoridad despersonali- L'esule de 1839 es una auténtica página ope-
y apasionada. Lo malo (para Levine) es que zada. Por el contrarío, metales y percusión rística con su recitativo, aria y cabaletta. Del
existen al menos tres versiones que suponen pa- resultan de excelente calidad. Álbum de Seis Romanzas de 1845 (no se inclu-
ra la suya el pasar a un claro segundo plano: yen en el recital el Brindis de Andrea Maffei
ta insuperable de Clement Krauss (grabación Los efectos comentados son especialmente e II Mistero de Romani) destaca el ingenuo Lo
Acanta tomada en representación pública en detectables en la primera parte (La adoración Spazzacamino. junto a las coniemplativas //
195J). la producción de Walter Legge de 1955 de la tierra), donde Chailly no siempre se mues- Tramonto y Ad una stella. La zíngara parece an-
con un preciso e inefable Kara jan y una des- tra acertado; asi por ejemplo la Introducción ticipar las partes de Osear en Un bailo in
lumbrante Schwarzkopf, y ya en 1969 la no me- resulta excesiva e innecesariamente distancia- maschera.
nos sensacional de Rudolf Kempe (las dos da. Las cosas cambian, para bien, en la segunda
últimas grabadas en EMI). parte (El sacrificio), con una Danza de los cír- II poveretlo (compuesto posiblemente en
culos misteriosos exquisita y un Ritual de los 1847) fue luego, en traducción francesa, un aria
El elenco vocal de esta nueva Aríadne supone antepasados perfectamente explicado. para Maddalena en una representación belga
otra baza favorable para James Levine. Agnes de Rigoletta Chi i bei di m'aduce ancora, tam-
El disco contiene además una obra menor pe-
Balisa, espléndida de principio a fin a pesar de ro de cierto inlerés, escasamente prodigada en bién sobre Goethe-Ballestra, fue publicada en
que su papel es para soprano, posee técnica y el microsurco: las Cuatro Impresiones Norue- 1948, más de un siglo después de su composi-
musicalidad absolutamente irreprochables. gas, escritas en 1942, originariamente para una ción. La seduzione es contemporánea al triun-
Kathleen Battle realiza su difícil cometido en- película americana, que no llegó a realizarse. fo de Nabucco. Por úllimo, Stornello
carnando a Zerbinetta con seguridad, contraste, Su autor las revisó, convirtiéndolas1 eni una mi- contribución de Verdi al álbum publicado en
inteligencia expresiva y amplitud vocal (escú- rede concierto de estética neoclásica e inspira- 1869 a beneficio de su amigo y libretista Piave,
chese la famosa y difícil aria Grossmachtige da en el folklore noruego. A partir del segundo es sin duda su más sensible composición de es-
Prínzessin, donde la Baltlc está a la altura de tiempo (Canción), la obra gana en inlerés y la te género. Concluye este recital con un Ave Ma-
una Rita Streich en su grabación pata Kara- interpretación de Chailly y la orquesta también. ría, posiblemente compuesta alrededor de 1879,
jan; con eso está dicho todo). Buena la inter- escrita para voz y acompañamiento de cuerdas,
vención de Anna Tomowa-Sinlow aunque con La funda del disco contiene un breve pero
documentado comentario de Calum Mac Do- y estrenada un arlo después por Teresa Singer
técnica insegura, sin la suntuosidad de una Ja- en la Scala de Milán, de escritura notoriamen-
nowitz (Kempe) o la luminosidad de una nald en inglés y traducido sólo al francés y al
alemán, así como una portada de Cathy Fels- te más refinada.
Schwarzkopf (Karajan); no obstante, la sopra-
no búlgara posee una indudable calidad vocal, tead que es una auténtica modernor.
La interpretación de estas canciones no pre-
con buena emisión y excelentes cualidades dra- J. R. B. senta ninguna dificultad, ni vocal ni estilísti-
máticas. El problema en esta ópera casi siem-
pre suele ser el tenor; aquí el joven norte- camente; a la soprano galesa Margaret Pnce.
americano Gary Lakes da vida a un Baco dis- Incluso aparecen más cuidadas que las versio-
cretito, con dificultades en el registro agudo y nes realizadas por Caballé y mejor servidas que
forzando unos matices que, por ejemplo, Hel- las de Klara Ti kaes, en registros anteriormente
ge Roswaenge en su registro con Clemens aparecidos en el mercado. Por momentos, la Pri-
Krauss (insuperado en este pape! hasta la fe- ce evoca el estilo Scott. Geoffrey Parsons, por
cha) poseía de forma natural. Muy bien el res- su lado, cuando tiene ocasión, va más allá del
to del elenco, destacando un fuerte y autoritario simple acompañamiento o soporte de la voz.
Hermann Prey y un brillante Heinz Zednik.
F.F.
En fin, sin la elegancia natural de Clemens
Krauss. sin la profundidad musical de Rudolf
Kempe y. por supuesto, sin la magia del Kara- VTVALDL La Stravaganza Op 4. Moaka Hug-
jan de la década de los 50, aquí tenemos esta get. violln. The Acadeny of Andcal Music Di-
nueva Aríadne, notablemente dirigida, bien reelor Chrislopher Hogwood. L'OÍJeau-Lyre
cantada y estupendamente grabada. Reseñemos 417502-2. 2 Compactos DDD. 54105>1 y 46>52".
también la correcta presentación de este álbum
de 2 Compací Disc (con una portada un tanto La Stravaganza es una de las gran-
cursilona), con acertados estudios y comenta- des colecciones de conciertos que
rios de Stephan Kohler, William Mann y Jean- Vivaldi diera en vida a la imprenta
Jacques Velly y el libreto original de Hofmann- (Amsterdam, hacia 1712-13). A pesar de su ti-
sthal en traducción francesa e inglesa. tulo, con el que quería indicarse que se busca-
VERDI: Canciones para canto y piaña Mar-
gare! Price, soprano, G*off rey Pursons, pinio. ba fijar una imagen de lo raro y bizarro en
E. P. A. música, lo que en verdad cuenta para la actua-
Denlsche Grammophon. 419 621-1 COMPAC-
TO. Durados: 5715". lidad es que en esta serie alcanzó su autor una
STRAV1NSKY: La Consagración de la Prima- soberana madurez en el tipo de concierto más
vera (verdín de 1947). Cuatro Impresiones No- abundantemente practicado por él, aquél que
ruegas. Orquesta de Cleveland. Director: Este registro de abril de 1986 reco-
tiene al violln por protagonista.
Riccardo Chailly. DECCA 417-325-1. Digital. ge quince canciones escritas por
Verdi entre 1838 y 1879. Nos halla- Se necesitaba una versión de la corrección es-
La celebre Sacre stravinskiana tiene ya nu- mos muy lejos del microcosmos intimo y poé- tilística de la presente para devolver La Stra-
merosas versiones discográficas, algunas de tico del lied alemán. Verdi, como sus modelos vaganza a sus proporciones justas y su auténtica
44 Scherzo
DISCOS
dimensión musical. El impulso que anima esta a otro, alternando música guerrera con música En la primera pane del compacto el Coro de
interpretación es casi una fuerza telúrica. To- de paz, y cambiando también de compositor, Westminster canta 6 motetes de Francisco Gue-
do es brio y vitalidad. El placee de hacer músi- de país, etc. En este sentido no ponemos peros rrero, enlrc ellos el Ave Virgo Sanclbsima, y
ca por ella misma se descubre compás a compás. al criterio de Cohén, porque además las músi- lo hace poniendo en juego ese color ¡imbrico
Nada recuerda al Vivaldi feble y romanticoide cas son todas realmente bellas: desde Altricanii tan propio y personal, producto seguramente
que imperaba décadas alias. Música expuesta d'amor de Monteverdi a Fili mi, Absaton de del tono brillante y penetrante de los nidos que
con lógica y un mínimo sentido —bástanle más Hcinrich Schütz, pasando por el Koddish de Sa- cantan, que son un verdadero prodigio de afi-
que mínimo, claro está— de los usos en el tiem- lomonc Rossi; es decir, música en la mayoría nación y corrección. Pero para nosotros se al-
po de Vivaldi. Asi, Hogwood, con criterio acer- de los casos conocida, y que cuando no lo es, canza un nivel especial en las obras de Lobo y
tado, restituye el clave a la formación del si tiene mucha calidad. Vivanco. Encontramos una maravillosa expo-
continuo. En la grabación de I Musici se em- sición del motete Verso est in luctum, de Alonso
Las interpretaciones de este conjunto ame-
pleó el órgano en un despiste fenomenal, leyen- Lobo, compuesto a la muerte del rey Felipe I I .
ricano, al igual que sus repertorios, son muy
do lite raimen le la indicación órgano e Serenidad y quietud pueden ser dos palabras
diferentes de unos discos a otros. Aunque par-
violoncillo que figura en el original. Un ejem- para definir tanto la obra como la versión. La
ticularmente prefiramos sus grabaciones pata
plo más de que para interpretar músicas histó- última pitia es el Magníficat oclavi loni de Se-
la casa Harmonía Mundi (Pierre Cenon, Henry
ricas hay que empezar pos saber leer. Mónica bastián de Vivanco, que suena en compañía de
Purcell y música judeo-barroca), en sus discos
Hugget, en acabada sintonía conceptual con un órgano, un arpa doble del renacimiento y
para Éralo (E viva Venezia, La Primavera o el
Hogwood, i«aliza una portentosa labor solista. un bajón, todos ellos instrumentos muy usa-
que comentamos) alcanzan también niveles mas
Sonido al mejor nivel de calidad, por defi- dos en las catedrales españolas sobre todo des-
que apreciables. son registros llenos de vigor y
nición y presencia, como es norma en los pro- de fines del siglo X V I , y que en el plano sonoro
fuerza, muy cuidados. En L'Homme Armé tales
ductos de LOiseau-Lyrc final, al no haberse destacado demasiado, con-
virtudes siguen presentes, y se unen a ellas las
tribuyen a crear un soporte armónico efectivo
calidades de los cantantes e instrumentistas. En
y obviamente sin pretensiones solísticas más allá
K M.M. definitiva, se trata de una grabación que hará
de su función natural de apoyo.
las delicias de los incondicionales de esta mú-
sica, y que constituirá una agradable sorpresa
El coro de la Catedral de Westminster, que
RECITALES para quienes con menos asiduidad frecuentan
estos repertorios. El fabuloso sonido del com-
pacto ayuda a saborear mejor piezas como la
dirige y prepara David Hill, posee algunas ca-
racterísticas de sonido que lo alejan de otras
L'HOMME A R M E : Músique de Guerre ei de reseñada de Schiilz, o £ i ging ein Sammem auss, formaciones británicas parecidas, y se ha ga-
Faix. Obres o> Mortem, d d E a d i u , MontevtnU, nado entre los aficionados el calificativo de con-
Gabrtdli, Susmto, Byrd, Mudirra, Schülz, Luz- del mismo autor. tinental, como queriendo indicar que por su
zasebi, Goudimel, Rossi y anAnimas, Ihe Bos- J.CCA- expresividad se alejase los otros fríos coros in-
ta n n m n i l i ; The Boston Shíwm and Satbol gleses. Rara ellos el repertorio espaflol es un ver-
«•semble; The Harvard Radcliffe CoHeginm dadero reto, puesto que están supersensíbi-
TREASURES OF THE SPANISH RENAIS- tizados con respecto al tema de la falta de emo-
Muiícum. Dlr.: Joél Cohén. Éralo ECD H16,
SANCE: (Obras de Guerrero, Lobo y Vivan- ción y calor en sus interpretaciones. Lo cierto
Compacto D D D . Duración: 54' 5 4 " .
co). WeMmlnsler Calbtdnü Cbolr, London; es que David Hill ha colocado a esta forma-
Andrew Lawrence-King, arpa do bit; Andrew ción en un nivel excelente, incidiendo además
La Camerata de Boston y Joél Co- van der Beek, bajAn; James O'Donndl, Árga- en algunos detalles como la búsqueda de ma-
hén se distinguen sobre todo por- n a Dirección: David Hlll. H y perlón A 66160. yor claridad, emoción, comprensión y senti-
que generalmente realizan, tanto en Compacto. Duración: 61'27". miento, que posteriormente se traducen en
concieno como en disco, unos programas muy versiones fascinantes y esencialmente bellas. Es-
variados, tendentes a presentar la música anti- Gracias a la gentileza de Bruno Ttir- te coro es, sin lugar a dudas, una alternativa
gua de la manera más atractiva posible para el ner nos llega este compacta El co- de gran calidad a los conjuntos formados úni-
oyente. En esta ocasión. Cohén ha escogido mú- nocidísimo director y musicólo- camente por hombres (Pro Cantione Antiqua,
sica de guerra y p a i c o m o nexo común de esta Hilliard Ensemble, etc.), que a veces son acusa-
go, además de redactar las notas de la carpeta,
grabación, agrupando obras de la ¿poca com- dos de severidad y falta de balance y contraste
ha sido el asesor de las grabaciones, en su cali-
prendida entre 1450 y 1650. En cuento a la se- de color tímbrico.
dad de director de Mapa Mundi, la editora que
cuenciación, al orden escogido, generalmente
se ha optado por buscar contrastes de un corte ha publicado la música que se recoge en este
volumen. J. C. C A.
Scherzo45
9 de Agosto
ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA
ORFEÓN DONOSTIARRA, director José
Antonio Sáinz
oOHSldS. Lyflüa KUScll, AlTiCO iviuii
Director: JESÚS LÓPEZ COBOS
«Un réquiem alemán» J. Brahms.
22-23 de Agosto
«EL BARBERO DE SEVILLA» de Rossini
Solistas: Ludwig Baumann, Luigi Roni,
Christer Bladin, Diana Montague, 31 de Agosto
Domenico Trimarchi, Itziar Martínez,
Joseba Carril. ORQUESTA SINFÓNICA DE EUSKADI
Conjunto Vocal Ozenki/Orquesta Sinfónica de CORAL ANDRA MARI, director José Luis
Euskadi Ansorena
Director de escena: Emilio Sagi Solistas: Anne-Maríe Owens, James Bowman,
Producción: Opera Nacional de Gales (Cardiff) Lynne Dawson, Philip Doghan, Chris
Director: MARIO VENZAGO. Moor.
Director: NICHOLAS KRAEMER
«Theodora» G.F. Hándel.
24 de Agosto
1 de Septiembre
CUARTETO CHILING1RIAN y NELSON CITY OF LONDON SINFONÍA Director:
FREIRÉ, piano RICHARD HICKOX
«Cuarteto en Sol Mayor» J. M. Usandizaga, M. Collins, clarinete
«Cuarteto n.° 14 en Sol Mayor K 387» J. «Simple Simphony» B. Brillen, «Chacona en
Brahms, «Quinteto en Fa menor op. 34» Sol menor» H. Purcell, «Concierto para
W.A. Mozart clarinete» C. Finzi, «Serenata para cuerda»
E, Elgar, «Dos piezas de Enrique V»
W. Walton.
25 de Agosto
2 de Septiembre
HESPERION XX
Montserrat Fígüeras, soprano CITY OF LONDON SINFONÍA Director:
Director: JORDI SAVALL RICHARD HICKOX
«La música en el tiempo de Lope de Vega» Ricardo Requejo, piano
«La música en el tiempo de Monteverdi». «Sinfonía op. 9 n.° 2» J. C. Bach, «Concierto
para piano n.° 20 en Re menor K 550»
W. A. Mozart.
Día 26 de Agosto
3 de Septiembre
NELSON FREIRÉ, piano RECITAL DE GRACE BUMBRY
«32 variaciones en Do menor» L. Beethovcn,
«Sonata en Si bemol Mayor» F. Schubert, Joñathan Morris, piano
«Sonata n.° 5», «2 estadios» A. Scríabin, Obras de: Copland, Gershwin y negros
«Cuadros Brasileños» H. Villa-Lobos. espirituales.
30 de Agosto 18 de Agosto
GRUPO DE BILBAO
BALLET DEL TEATRO BOLSHOI Director: CARLOS IBARRA
«Giselle» (Adam-Coralli-Perault-Petipa) Obras de: H. Duparc, R. Castro.
XVIII 27 de Agosto
] SOLISTI AQU1LANI
:A HAMABOSTALDIA Obias de: W. A. Mozart, M. Giuliani,
C. Gaudioso, G. B. Pergolesi,
L. Bocchcrini
:ENA MUSICAL
28 de Agosto
TRIO MENDELSSHON
Obras de: R. Gerhard, M. Ravel, A. Dvorak.
19 de Agosto
CUARTETO ARRIAGA - QUINTETO 29 de Agosto
DONOSTI
Obras de: P. Larrañaga, J. Berrade, T. CHRISTINA OBERMAYR, mezzo-sorpano
Wolfgang Kurz, piano
Catalán, L. Pastor, V. Egea, T. Programa a determinar.
Aragüés.
20 de Agosto 31 de Agosto
CUARTETO SONOR
TEDI PAPA VRAM I, violín
Obras de: M. Ravel, A. Webern, E. Toldrá.
Obras de: G. Tartini, P. Sarásate, M. Ravel.
21 de Agosto
GRUPO DE MÚSICA CONTEMPORÁNEA FESTIVAL DE CINE MUSICAL
DEL CONSERVATORIO SUPERIOR DE
MÚSICA DE SAN SEBASTIAN
Obras de: G. Aulestia, A. Schoenberg, 24 al 29 de Agosto
I. Stravinsky, F. I barrando.
EXPOSICIÓN
CICLO DE MÚSICA Conmemorativa del Centenario de Arthur
DE CÁMARA Rubinstein
24 de Agosto
ORGANIZA
CLASSIC WIND ENSEMBLE PATRONATO MUNICIPAL DE TEATROS Y
Obras de: Enrique VIII, G. Donizetti, FESTIVALES DEL EXCMO.
W. A. Mozart, A. Dvorak, AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIAN
F. Schubert.
25 de Agosto PATROCINA
ESTEBAN ELIZONDO, clavieomio, clavecín y DIPUTACIÓN FORAL DE GUIPÚZCOA Y
órgano y BERNARD BRAUCHLI, DEPARTAMENTO DE CULTURA Y
clavieomio y clavecín TURISMO DEL GOBIERNO VASCO
Música para instrumentos de tecla
Obras de: J. C. Bach, A. Soler, J. Blanco,
J. L. Krcbs. COLABORA
CONSERVATORIO SUPERIOR DE MÚSICA
26 de Agosto DE SAN SEBASTIAN
ITZIAR MARTÍNEZ, mezzo-soprano
Per Ame Franlzen, piano INFORMACIÓN
Obras de: E. Grieg, J. Brahms, R. Strauss,
X. Montsalvatge. Tel. (943) 29 19 34
L1BKUS
Bernardo Tonanddl: Antonio Torrandell. ante obras totalmente diferentes, unto por lo
Apuntes para una biografía. Palm* de Mallor- que se refiere a sus autores como a su conteni-
ca, 1986- 184 páginas. Mecanografiado. LIBROS do, la fuente originaría de ambas se halla en
dos enciclopedias, aunque, como se veri, con
Absolutamente meritoria la labor de Bernar- resultados netamente diversos en uno y otro
do Torrandetl al confeccionar este artesanal li- caso.
bro sobre su padre, el compositor mallorquín De entrada, una importante advertencia: no
Antonio Torrandell (1881-1963). Claro que la re- se trata de obras con un contenido extenso y
cuperación del olvidado creador, hoy por hoy pormenorizado. Ello es consecuencia lógica de
y dada la total ausencia de interés de los esta- las fuentes de procedencia. Al ser estas, como
mentos oficiales que deberían sentirse implica- se ha señalado, dos enciclopedias, ello hace que
dos, parece a todas luces utópica. Asi y lodo, los artículos en cuestión no tengan el carácter
el texto que reseñamos sera en el futuro un ine- de libro en sentido estricto. Se trata, en defini-
ludible punto de partida. Ha reunido aquí su tiva, de obras breves, de consulta, con una cla-
autor una muy detallada documentación sobre ra finalidad de divulgación, que pretenden, ante
el músico, que intentara en su momento llevar todo, dar una visión general y de conjunto a
adelante una vía folklorista personal. En las pá- los temas tratados.
ginas de esle libro puede encontrarse, sobre io-
do, un catálogo actualizado de la obra El volumen sobre Chopin ha sido extraído
torrandelliana, con indicación del dispositivo del articulo que, con el mismo título, figura en
instrumental y referencias, si procede, a fecha el The New Grove Dictionary of Music and
y lugar del estreno y edición. Otros materiales Musicians. No obstante, la obra no es una me-
valiosos consisten en cartas —destacando en es- ra transcripción literal, sino una reelaboración,
re apartado las remitidas al músico por Pedrell partiendo, naturalmente, del núcleo originaría
y las varias de Falla—, recortes de piensa y re-
producciones de partituras significativas. Re- De los catorce epígrafes que ia voz Chopin
sulta muy interesante, a fin de situar la figura contiene en el Grove Dictionary, los seis pri-
musical de Antonio Tbrrandell, la antología de meros, puramente biográficos, fueron escritos
comentarios críticos que se recoge. En defini- por Maurice J.E. Brown, siendo los restantes,
tiva, un trabajo —digno de apoyo y que realizan el análisis musical, obra de Nicho-
continuación— que se ha ganado el puesto de las Tempcrley. Este ha reescrito la parle biográ-
fuente insustituible para sucesivos estudios so- Si bien comprendo que el autor desee crear fica, manteniendo e! resto prácticamente igual,
bre el compositor Antonio Torrandell. A este ambientes o, por emplear un término de ma- con algunos leves retoques. La extensa relación
y los deseados que deban continuar sólo falta yor tradición musical, afectos, no alcanzo a biográfica ha sido también puesta al día, incor-
por añadir la necesaria incorporación de la obra comprender las indicaciones extramusicales: «en porando a la misma títulos aparecidos a partir
musical del compositor mallorquín al reperto- tinieblas», «con ternura», «desolado», 'inervio- de 1960, aunque en este punto se echa de me-
rio español. so», «dramático», "angustioso», «inquietante», nos la inclusión de algunas obras en lengua es-
«punzante», etc. Sospecho que existen mane- pañola publicadas en estos últimos anos. De
ras de escribir en notación musical los afectos sumo interés, asimismo, ci catálogo completo
y en todo caso afirmo que las indicaciones li- de la obra chopiniana, que aparece recogido en
K M. M. el apéndice y que permite, indudablemente, una
terarias son como mínimo confusas. Un poco
confusa es la ¡ignografía porque el autor no visión clara y de conjunto sobre la misma, to-
• Francisco Llácer Pía: Tenebrae (Dúo para gusta de atenerse a las convenciones usuales nalidades, anos de composición y publicación,
flauta y plano). Editorial de Música Española (¿por qué Cp en vez de mpl) ni de usar el léxi- etc.
Contemporánea. Madrid. 1987. Parttlura de 31 co habitual (¿por qué denominar «pizzicato»
pp. y parle de flauta de 11 pp_ 31,5 x 23 cm. al sonido de percusión glótica?). Por cierto que Los artículos sobre Ars Antigua y Ars No-
es confuso que en la ¡ignografía (¿por qué no va, escritos por Heinrich Besseler en 1949, se
Francisco Llácer Pía (Valencia, 1918) ha de- semiología?) se remita a una página de parti- encuentran incluidos en el tomo i de ia Enci-
sarrollado su carrera docente en el Conserva- tura para explicar un signo y luego resulte que clopedia General de la Música, publicada en
torio de su ciudad natal y su obra ha adquirido no es en esa página sino cuatro páginas des- alemán bajo el título global DieMusikin Oes-
difusión a través de diversos festivales y graba- pués (no es error tipográfico pues lo repite en chichte una Gegenwart. De aquí han sido ex-
ciones por RNE, asi como por sus ediciones los tres idiomas de las instrucciones). Creo que traídos para su publicación como libro
(EMEC, Piles, Real Musical) y discos (Iberofon la claridad es virtud también exigíble a las ins- independiente. Este importante detalle —lugar
y Movieplay). Tenebrae, subtitulada come fan- trucciones de un compositor sobre como quie- de procedencia de ambos artículos—. no se
tasía puede considerarse una obra característi- re que se interprete su obra. menciona en parte alguna de la obra. Además
ca del autor por el predominio de tas situaciones de esto, dos graves objeciones: en primer tér-
sonoras sobre la preocupación por el desarro- En contra del hábito de EMEC, la edición mino, se han eliminado radicalmente todos los
llo o una organización gramatical formalista. no alcanza la pulcritud óptima al parecer por ejemplos teóricos que figuran en el original y,
defectos del original, el cual en lodo caso es un por otra parle, se ha hecho tabla rasa de la re-
En la búsqueda de esos ambientes le es muy tanto avaro en espacios en blanco. De muy su- lación bibliográfica, relación, por cierto, bas-
útil el habitual repertorio expresivo contempo- perior calidad editorial es la parte de flauta con tante extensa en la Enciclopedia mencionada.
ráneo de ataqúese irregularidad métrica sin re- sus ocho pautas por página frente a las doce Ni siquiera se ha recurrido a una solución in-
nuncia al uso de los anillos en la parte de flauta de la partitura. termedia, que podría haber consistido en rea-
en una forma relativamente atipica, pues pa- lizar una selección de títulos, próximos, por
recen desempeñar un papel semejante a breves X. M. C. razones geográficas, al ámbito musical del me-
pasajes minimales, si bien sospecho que las dievo en la Península Ibérica. A pesar de lo se-
«nunca menos de 4 repeticiones» tendrán que ñalado, creo que la publicación de la obra en
ampliarse a bastantes más para obtener el efecto NicboUs Temperity: Chopin. Traducción de Pa- España es importante si se considera la esca-
deseado, lo cual crea problemas a la hora de blo Soroiíbal Semno. Coi « d i n «New Gro- sez de títulos sobre esta materia en nuestro país.
realizar el pasaje de la pág. 21, con acompaña- ve». Mnchnik Ediluirs. 128 paginas. Barcelona,
miento obligado de piano y especificación me- 19(7.
tronómica.
Keinrkh Btsscler Dos épocas de la historia de F.G.U.
la música: Ars Antiqua-Ars Nova. Traducridn
de M.* dd Canora Coma Muntaní. Los Ubres
de la frontera. Colección Papeles Literarios
aám. ID. 90 páginas. Barcelona. 19B6.
48 Scherzo
GUIA DE SCHERZO
Scherzo 49
GUIA DE SCHERZO
Opera Populai de Eitocolmo. White, Haymon, Melvin. ne Glover. Milhaud, Schubcrt, I*. 29 dejillo. I, 12, 1T, 15 de 1.2 de afollo: Sinfónica de Bot-
II, 12, 13. 14. I S d t •tono. >. 1,12, 14. I*, la. 1* dt aa«UL M o u n . Copland. agoito. ton. Seiji Ozawa. lizhank Perl-
R1GOLETTO (\ferdi> Opera Na- ít: Sinfónica BBC. Grnnady DIE ENTFUHRUNG AUS DE man. violin. Perle, Mendelssohn.
cional Finlandesa. Director mu- Roihdesivtnsky. Tchaikowsky. SE RAIL (Mozart) Horst Slejn. / Prokofiev. Mahler.
Prokofiev, Shoslakovitch. *: Kronoí String Quanet. Scult-
sical: Efi Klas. LONDRES 19: BBC Scottiih Symphony.
Johannes Schaaf. horpe. Jhonston. Baitok. Riley.
26 y 19 d» agosto. 17, 30 de jiña. 4. I . l í , 12,17, 7: Sinfónica de Boston. Andrew
Promi Jerzy Maksymiuk. Schuben. 30 de tgosla.
JUHA (Merikanlo) Opera Na- Mozan. Stravinsky. Davts. Mozan. Beethoven. Vaug-
cional Finlandesa. Director mu- 17 de Jilio: Coro y Orquesta 10; Orquesta de Cámara de Euro- MOSES UND ARON (Schoen- han Williams. Slravinsky.
sical: Ulf Sóderblom. BBC. John Pritchard. Janacek, pa. Claudio Atibado. Rossini, berg) James Levine. Jean-Pierre I: Sinfónica de Boston. Seiji
n y 30 de I|OJIO. Tipet. Slravinsky, Mendel&sohJi. Ponnelle. Oíawa- Yo Yo Mi. celki. Haydn.
I * Cantores BBC, Endymion 11: Earry Dance Projed. Roger 13. 1*. 13, 29 de agDBo. Boccherini, Shostakovitch.
CoDderU» Ensembie. Strvvinsky. Cage. Norringtopn. Lully, Gluck. CAPR1CCIO (R. Straujs) Hora 14; Sinfónica de Boslon. Lfonard
» : Sinfónica BBC. John Prii- 12: Coro y Orquesta BBC. John Slein. Johannes Schaff. Slatkin. Bernslein. Saint-Saens,
i, II, II. 1S de (toilo: Orquesta chardh Ida Haendel, violín. Vaug- Prilchard. Rimiky-Koisakov, Dvorak.
del Teatro Bolshoi de Moscú. é, 10. 16. 21 de átono.
Mark Elmer. Rimsky- lun Williams, Brillen, Falla. Milhaud. Lamben, Ravel. IL R1TORNO DUL1SSE IN PA-
11: Lúndon Smfonkelta. Oliver. 23: Filarmónica de Londres. Co- 15: Sinfónica de Boston. Leonard
Korsakov. Mussorgsky. Tchai- Knusscn. Binwislle, Matines, ro de Glyndebourne. Cotrubas TRIA (Monteverdi-Henze) Jef- Bernslein. Mozan. Benurein, Si-
kowsky. / Shostatovitch. Proko- Knub&en, CrOsse. Britten- Ellis, MacNeil. Bemard Hailink. frey late. Michael Hampe. belius.
fiev. / Alexander Lazarev. Bedford. Verdi, LJI Tiaviata. S. », 17, 10, 25 de niouo. 16: Sinfónica de Boslon. Lconant
JJadov, GUUUIXTV. Rachmaranov. 24: Citj of London Sinfonía. Ri- Staikin. Katia y Marie Labeque,
/ ShostakovitLh, Prokofiív, 21: Filarmúmca de la BBC. Bern- COKderloa pianos. Ravel. Poulem; Milhaud,
Scriabin. hwd Klee. Beeihoven, Banok. chard Hickm. Bntten. Finzi. Ra-
vel, Luloslawski, Prokoñn1. Iberi.
II: Orquesta de Cámara Escoce- Dvotak. 2 df afollo: Fiiarmónica de Vie- 19: Emanuel Ax, piano, >bun
—The New London Coiuort. 25: Filarmónica de Londres. na. Cario María Giuhni.
sa. Peler Maxwell Davies. \ehu- Klauss lennsiedi. Barbe', Mah- Uck Kim. violin: Yo Vo Mi. M -
di Menuhin. violin- Maxv.il I Philip Picketl. Damas y Cancio- 9: Filarmónica de Viena. James llo. Dvorak.
nes medievales. ler. Brahms. Invine.
Davies. Tákemitsu. Beethoven. 21,22: Sinfónica de Boslon. Mi-
II, 13. 1S. 1T, 1», 21: Melos 23: Sinfónica BBC. Cnrisloph 2fc Sinfónica BBC. Benuvd Hai- 15: Filarmónica de Vicna. Her- chael Tilson Thomas. Sibelius.
Quinen Stutigan. Integral de b s von Dohnanyio. Zemlinsky. tink. Mozan. Ravel. Strivinsky. bert von Karajan. Beethoven. / Mozart, Brahms.
Cuarietos para cuerda de Sirauss. Brahms. 27: Orquesta Barroca de ArnsleT- 12, 3fe Filarmónica de Viena. 23: Sinfónica de Boslon. Seiji
Beeihoven. 24: Filaraiúnica BBC. Bernhard dam. Ton Koopman. Rebel, Leonard Bernslein. Ozawa. Schumann. Strauss.
Klee. Haydn, Chopin. Ravel. Lully, Murrai, Rameau. 16: Filarmónica de Viena. Clau- 21; Sinfónica de Boston. Seiji
11 Sexteto de Bolshoi. Glinka. 15: BBC Concert Orcheslra. dio Abbada
13. II: Orquesta Nacional Esco- 2t: Orquesta de Cantara Inglesa. Ozawa. Mozart, Mahier,
cesa. Neeme Jarvi. Berlioz, Con- ¡saiah Jackson. SchuberE. Rach- Jeffrcy late Stravinsky, Mendels- 5 de agoita: Orquesta de Cdma- 30: Coro del Festival de langle-
denación de fausta / Glazunov. maninov. Copland. Geishwin. sohn. Mozart. ra de Europa. Claudio Abbado. wood. Sinfónica de Boston.
Shoslakovilch. Jó: Philarmonica Orchesra. Giu- fc Staalskapelle de Drsde. Mans Dunn. Verrelt. Colé, Plishka. Sei-
seppr Sinopoli. Mahler, Sexta. 19: Sinfónica BBC. Colin Dav». Vonk.
14: Sinfónica Escocesa de la Alicia de Larrocha. piano. De- ¡i Ozawa. ^tedi. Ra/mem.
27: Sinfónica BBC. Richard 9-. Slaatskapclle de Dnsde. Jef-
BBC jBiy Makymiuk. John Bucklev. Barber. Lisa. Houi, Si- bussy. Ravd, Berihoven.
Ogdo n, piano. Lu ios laws k i, 30: Royal Philhajmonic Orches- frcy ü t e .
belius. 7 de afofllo: Orquesta Sinfónica
Rachmamnov. Mozart. tra. Vernon Handlcy Elgar, Wal- VERONA
21, 22. 23. 25. 26: Sinfónica de 28: BBC. Wdsh Symphony Oí- ton, Rachmaninov. de la ORF de Viena. Michael
Pillsburgh. Lorin Maazel. Beet- chestra. Bryden Thomson. Co- 31: Filarmónica BBC. Edward Gieien. LXV Faüval 4* O p m í IMkl
hoven. / Gould. Hindemith. pland, Smalley. Walion. Dounes. Detiiu. Rodney Bennetl. 14: Orquesta Sinfónica de la
Brahtm. ' Schubert. Stravinsky, i * BBC \velsh Choms and Oi- Rachmaninov. ORF de Viena. Lothar Zagrosek. LA TRAVIATA (\fcnfi) Ralf W*i-
Oershwin. ' Michael Tilson Tho- chestra. Roger Norríngton. Mo- 23: Filarmónica de Israel. Zubin ken. Merccioiu. Conwell. Long-
mas. Mozan. / Copland, Gers- zan, Shosiakovitch, Haydn. Menta. hi. Carreras, Milnn.
h»in. Bernslein. 30: Sinfónica BBC. Gianluigi LUCERNA 17, I I : Filarmónica de Berlín. 4.7. l í . 12, 17, 22, U d e j i l i o .
22 y 23: Ardil! Si ring Quanel. Gelmetli. Tchaiko*sky. Stra- Herben von Karajan. 1, 7, 13, 21. 25. » de afolla.
Schniíikt Ciña, Hakpola Gu- vinsky. Stnuii iBtenudonka 3*. 31: Orquesta de Filadcifia. AÍDA (Verdi) Donato Renietti.
baidutina. 1 Con Claude Helffer, —The Conson of Muiicke, Ant- 16 de agoslo: Simón Estes, julius Riccardo Muti. Chiara. del Grande. Maninuci
piano. Wyschnegradsky, Rey- hony Rooley. Scogs for Prince Tilghman. Vinco, Mastromei. Zanazzo.
nolds. Cagt Galss, Xenakis. Henry. IR: La Chapellc Royale, Philippe S, (, 11, 16, 19, 21, 24 de jallo.
24: Paragon Ensemble. David 31: Lonckin SinfonieKa Voicn. TANGLEWOOD 1,9,12,15, 20, u, 30 de atóalo.
Herreweehe.
Davies. Gubaidulina, Reich. London Sinfonictca Diego Mas- 23. 24: Collegium Musícum Zu- MADAMA BUTTERFLV [Pue-
Crumb. son. Drbuwy, Ravel. Satie- L Fdtlval dr Tuglewood
rich. Psul Sacher. cinij Voshinorí Kikcuchí, Sighe-
25. 17, 1*: Shoitakoviteh Quar- Binwislle. Donatoni, Berio, Ds- 23.16: Filarmónica de Israel. Zu- 1 d» Julio: Elly Amelini. sopra- li. Scotlo, Malagnini, Jankovich.
tel- Shoítakovitch. / Prokoriev, Uapiccola, I Strauss-Schoenberg. bin Mehta. no; Rudolf iaacn. piano. l t , U , 16, 31 de julio. 6, I, 14,
Stravinsky, Ravel. / Borodin, Weill. 29, 30: Orquesta Nacidnal de Schubert. l>. 23, l i de atollo.
Sho&iakuvilch. Shu manil- 1 de átono: Nueva Orquesta de Francia. Lorin Maaiel. 3: Sinfónica de Boston. Seiji CASCANUECES (Tchai-
la. 29: Orquesta de la Radio de Radio Francia. Marek Janowski. 30; Trío Beaui Arts 0¡awa. James Gílwsy, flauta. kowsky|. Escenografía: Nicolás
Suecia. Eísa Peklca SalOne. Vik- Ravel. Debussy. SainT-Sitns. 31: Fiiarmónica de Berlín. Her- Mozart. Mercadante, Nielsen. Beriozoff. Dirección musical;
toria Mullova. Brahms. Schoen- Chausaon. ben von Karajan. Brahms. Michael Collins.
berg. / Berwald, Luloslawski. 4: BBC Singers and Orcheslra. 4; Sinfónica de BosTon. Ozawa. 3. li, 19, II, 21 dt if«ia.
Sibelius. Peter Eólvói, Hoylunbd. Berg. L. Pnce, wprano. Bernslein. Ba-
Banak. MONTREUX-VEVEV tes. Lamben, Converst, Gen-
30, 31: The Reanaiuance Group
of St. Andrews. DouguuGifiord. 5: BBC Scottith Symphony Or- huin, li^rdi. Berlín.
ehestni. Jerey Makiymiuk. Stra-XLI1 Fesüval de Maiia 5; Sinfónica de Boa ion. Charles
Carver. VIENA
vinsky, Mozan, 2T ét agoilo: Kilarmonka de te- DUIOÍT. Beethoven
Wilson. 1
Schubrrt. rael. Zubin Mehra. Copland 9: The King ; Singeri: Del Rena- Vnm«o Mmúat 19«7
*: BBC Scoltish Symphony Or Haydn. Tchaikowsky. cimiento a Geishwin.
GLYNDEBOURNE chr&ira- George Hurst. Bartok, 31: Scoii Ross, clave. Bach. II: Sinfónica de Boston. Edo de 2 de JvMo; Sinfónica de Viena.
Brahms, Dvorak. D'AnjIebert. D'Angelben- Waart. Emanuíl A i . piano.
Adams, Beethoven, Strauss.
Hans Vbnk. Rossini. Schuben,
LA TRAVIATAI Verdi) Stan Ed- T: Sinfúnica BBC. Peler Eolvos.Lully. Sibelius, Mendelssohn.
wards. McLaughlin. McNeil, Stravinsky, Xfnítu, Stock ha u- 11: Sinfónica de Boston. Gen- 4: Johann Slrauss Enumble.
Eilis. «en. Birtwislle. nady Rozhdeslvensky. Sibelius. Schuberl, Slrauss, [anner.
2, 5 de javo. t: The New London Consor!. ORANGE Mussúrgsky. Scnabin. 9: Sinfónica de Viena. Oleg. Cae-
Philip Pickett. Praetorius, Dan- 1J; Edo de Waart. Cho-Liang tan i. Schubert. Schumann.
COSÍ FAN TUTTE <Mozan) Lin, violin. Mozart. 15: Roben Holl, bajo; David
Lorhar Zagrossek. Lopardo. zas de lerpsichürv- Ife: Cuarteto Vérmeer. Beethoven,
Hh Sinfónica BBC. Mark Eider, Lutz. piano. Schuben. Canto del
Duesing. Desden. Fontana, bu- DER FLIEGENDE HOLLAN- l-igeli. Mendrlssohn. Janacek. Cisne.
chañan, vífctwson. Beeihoven, Maw. DER (Vvagner) Chrjnof Perick. 17. 11: Sinfónica de Boston. Gen-
4.10. 12. 16. I», 24 dt julio. I y II: Filaimónica deOsio. Mariis Balílev, Schlemm. Estes. Slami- nady Rozhd«l\rnfky. Arensky. 25: Cuaneto Tacacs. Mozarl.
4 de agallo. ^nsons. BeTÜOz. Prokofiev. nen. Ocnman, Garino. Schnrtikc, Tchaikuvsky / Boro- Schuben, Bartok.
11; Filarmónica drOslo. Mari» 11 ár jallo. din. Prokofiev, Tchaikoviky. 29; Philippe Fniremonl, piano.
CAPK1CC1O (R. Slrauss) Ber- ^ansons. Shoslakovirch. Scrauss. MozArc, Beethoven, Schubert.
nard Haiting. Kucbler. Weber, 13; Coio y Orquesta Sinfónica H ERO DÍA DE IMassenet) Jac 19: Sinfónica de Boston. Hiros- 1 de af mío: Cuarteto de Praga.
Gutstein, Lon, Víala. Mom BBC. Mark Eldef Tippetl. Sibe- ques Delacote. Caballé, Obratz- hi Vaiasugi. Alfred Brendel, pia- Schedl, Schuben.
6, 9, 11. 13. 15. II, 21, 23, 26 dt lius. Rachmaninov. sova, Sabitch. Carrera. Kondary, no. Beethoven. 5; Trío de TViejle. Schubert.
julio. 1. 5, 9 de agosto. 14: BBC Welsh Symphony. Ma- Barrard. Dvorak.
I d t agotto. 23; Emerson Siring Quarrer.
L'HEURE ESPAGNOLE /L'EN- nss Yinsons. Glazunov, Brahms, Smttana. Schuller. Beeihoven. 22: Christa Ludwig.Erik Wcrba,
FANT ET LES SORTILEGES Dvorak. 24: Academy of St. Martin m Schuben. Viaje de Invierno.
(Ravel) Simón Ratile. Le Roui, SALZBURCO 15: Philarmoma Hungarica. Ve-
15: Orquesta Nacional Ecocesa. The Fields. Neville Marriner El-
Co razia, Ci rom i la. Buchan. N«me Járvi. Glinka. Glazunov, FaUnl de Música j t a l r o gar. Haydn. vaughan Williams. hudi Menuhin. Schuben. Beeiho-
Kim. Walker, loup, Langridge. Prokofiev. Bitti. ven, Bartok.
22. 25, 29. M de Julio. 7, 10. 11, 1*: The English Concen. Trevor O p t n 25, 16: Sinfónica de Boston. U: Trío Beaun Ana. Schuben,
13. 15, 17. 19. 21 de agosto. Pinnock. Bach, Vivaldi, DON GIOVANN1 (Mozart) Charles Duioit. RousseL Paíani Brahms.
PORGV AND BESS (Gershwin) Haendel. Hefbert von Karajan- Michael ni. Schuben. / Wagner, Brihms, 19: Melos Quanett. Janacek.
Richard Biadwhaw. Mar* hall. 17: Londdn Mozan Players. Ja- Hampe. Stravinsky. Schuben.
50 Scherzo
V
••*•-.
Poriada del Libro «Arthur Rubinslein» de Eric Lipmann — Edilions de Messinc (París, 1980).
DOSIER
El niño judío
l 23 de enero de 1972, Arthur Rubinstein dio por
E
en Lodz, cerca de Varsovia, Polonia estaba dividida
terminado el primer tomo de sus memorias, que en tres: Austria, Rusia y Alemania se habían reparti-
abarca hasta 1917, cuando está a punto de em- do su territorio. Lodz pertenecía al sector ruso, aun-
prender su primer viaje a la Argentina. El libro, de ca- que su población era de componente silesio (los
si 600 apretadas páginas, fue publicado en Estados Uni- industriales textiles) y judío (los eternos emigrantes lla-
dos por la casa Alfred Knopf bajo el nombre de My mados por la prosperidad) en medida considerable. Los
young years (1973) y traducido al alemán con la edito- tejidos de Lodz se vendían en Rusia y en Asia.
rial Fischer, en 1976, como Eñnnerungen. Diefrühen Reúno, ahora, la imagen primera de la vida que el
Jahre. Tengo noticias de una edición francesa. memorioso Rubinstein ha recuperado en sus memorias,
La evocación queda truncada en los umbrales de la ese texto henchido de minuciosas reconstrucciones, pro-
belle époque, el fin de la primera guerra mundial. En pias de quien agradece al azar tanto privilegio.
ese momento, Rubinstein pasaba una larga tempora- No parece gratuito que la ciudad se muestre al futu-
da en la neutral España, país, de algún modo, benefi- ro pianista, ante todo, como un hecho sonoro: las si-
ciado por I la | contienda, ya ¡que se vivía una cierta renas de las fábricas, que llaman a trabajar a los
. prosperidad industrial, a la vez que numerosos artis- obreros, al despuntar el día. Luego, la decisión del pe-
tas se refugiaban en sus ciudades, huyendo del escena- queño Artur, de entrometerse en las lecciones de pia-
rio bélico. no que Madame Kijanska da a su hermana mayor,
Rubinstein evoca, entre nativos y forasteros, a una Jadwiga, que se ha prometido para casarse. El chiqui-
pléyada notable: Falla, furina, Diaghilev, Stravinsky, tín ya distingue las notas falsas y aplica a la maestra
Picasso, Misia Sert, Fernández Arbós, la viuda de Al- los mismos palmetazos que ésta da a Jadwiga. En las
béniz, más los nombres de la nobleza que se vinculan obras a cuatro manos, suele tomar el lugar de la her-
al mecenazgo y la vida palaciega, desde los reyes Al- mana, tocando de oído las partes pertinentes. Si bien
fonso y Victoria Eugenia, hasta los duques de Alba y la familia es melómana (el padre, por esnobismo, toca
Montellano. el violín) el chico elige el instrumento de la hermana
¿Es casual este quiebro? ¿No queda, más bien, aca- y será la madre quien haga los contactos para su edu-
bado, el retrato del enfant gaté consagrado por la Euro- cación musical.
pa de preguerra, en el ingreso de su madurez (los treinta He aquí, ya, otros rasgos de su carácter: discípulo
años) y ya tentado por los opíparos honorarios argen- de los varones sabios, se hará amar por las mujeres y
tinos: 4.500 libras de oro por una gira de conciertos? será, como tradicionalmente ellas, un seductor.
Sería prolijo y vano intentar un resumen de estas me- Advertidos los Rubinstein de que el niño era una pre-
morias, ya que describen la formación y el lanzamien- cocidad, el tío Nathan Follman escribe a su amigo Jo-
to de un artista en el medio europeo de su tiempo. seph Joachim, encomendándole su formación. Madre
Sorprende la fluidez con que están narradas. El lector y niño viajan a Berlín. En la frontera ruso-alemana,
de esta clase de textos suele resignarse, antes de la lec- los gendarmes zaristas les infunden pavor. En la no-
tura, frente a la redacción de alguien que no es un pro- che dobla, lúgubre, una campana. La madre impone
fesional de la escritura, sobremanera si el que escribe silencio con gesto angustioso. Para siempre, el niño ju-
es un músico. Nada parece más alejado de la claridad dío visualizará al policía que viene por él.
perpleja de la palabra que la segura tiniebla de la mú- Joachim es sonoro y tronante, trata al chico como
sica. Sin embargo, Rubinstein narra con precisión de un médico a su paciente. Le silba un tema de la Incon-
buen contador de historias, seleccionando con opor- clusa de Schubert y Arturito debe tocarlo, ponerle re-
tunidad sus detalles. lleno armónico y transportarlo. Todo lo hace bien. «No
lo atormenten con lecciones», dictamina el maestro,
Rescato el sentimiento que se imagina en el memo- «cuando tenga la edad apropiada, yo decidiré quién ha-
rioso memorialista: la alegría de recordar. Este pianis- brá de ensenarle».
ta vivió muchos años, los vivió cierto de sus buenos Judío: apatrida, nacido en un país inexistente, ciu-
éxitos, y plenos de labores. Al rememorarlos no se dadano de una tierra imaginaria (¿Israel? ¿El país del
acuerda de lo perdido, como suele acontecer en el ar- arte?), compulsado a ganar posiciones en la sociedad
te, sino de lo conseguido. La memoria es, para él, el por medio de la cultura para protegerse del futuro y
inventario de un tesoro. aún anónimo Hitler. Buena parte de la cultura germa-
Y aún más: la imagen de si mismo que traza Rubins- na de la época está hecha por la burguesía culta is-
tein, su divina seguridad en el suceso, que le hace en- raelita.
carar su carrera en la niñez, el arte como un medio de Rubinstein se enamora de su vecinita Noemí (Nemut-
seducción y todo el mundo como sala imaginaria en ka). Entre los dos, que juegan a «marido y mujer»,
que el artista, niño regalón de la sociedad burguesa, transforman a Lodz en un escenario de leyenda: las fá-
enamora a la multitud y se hace reconocer como por- bricas son castillos, las gentes son príncipes y prince-
tador de un don. sas, los gendarmes son los ogros que se alimentan de
Cuando Rubinstein nació (el 28 de enero de 1887), niños.
52 Scherzo
Artur Rubinstein de joven en una foto dedicada a Falla. Derecha: Rubinstein niño.
Siguen las primicias: A ida de Verdi, la primera ópe- Tras los años de aprendizaje en Berlín (a partir de
ra, cantada por una troupe italiana ambulante; los pri- 1897) Rubinstein dará su primer recital formal en la
meros tríos de Schubert y Beethoven, tocados por Zajic, Escuela Imperial berlinesa, Joachim lo dirige en el Con-
Pauer y Glück; el primer niño prodigio, el violinista cierto en La mayor de Mozart. El público pide propi-
Bronislav Huberman, que pasa por Lodz tocando con nas. Arturito la emprende con el dueíío de las
apenas 12 años; el primer concierto sinfónico, dirigi- Romanzas sin palabras. Expone el tema y se queda to-
do por el holandés Julius Kwast: la suite de Peer Gynt talmente en blanco. Improvisa un segundo tema, mo-
que el niño reproduce, de oído, al piano. dula al bemol, vuelve a la tonalidad inicial, acabando
Y la primera profesora, cuyo honor será el de mere- con un arpegio en pianísimo. La gente, segura de su
cer un mal recuerdo de su ilustre alumno, ya que Ma- admiración, no reconoce la partitura y aplaude a ra-
dame Pavloska le obliga a pegar los codos al cuerpo biar. Heinrich Barth, uno de sus maestros, lo abraza
y le sujeta a menudo las manos. en las bambalinas y define: «Hijo del diablo, creí que
eras un inútil y eres un genio».
Pero el dicho más agudo que registra la memoria in-
Los inicios de una larga carrera fantil del músico me parece el del citado Joachim:
Y, al fin, el primer concierto, que ocurre el 14 de Wirklich, ein echíer Rubinstein, un juego de palabras
diciembre de 1894. El pianista tiene siete años. Le acerca del apellido del discípulo: «Realmente, un rubí
aguardan —no lo sabe— casi noventa de carrera. La auténtico».
rígida maestra, a los tres meses de tortura, es sustitui- ¿Es rigurosa verdad documental lo que se cuenta en
da por Adolf Prechner. En la platea, familiares, ami- el libro? En ciertas zonas, resultará imposible compro-
gos, melómanos alemanes y judíos de Lodz. Una barlo. Pero, finalmente ¿qué importa ello? El pasado
violinista toca el concierto de Mendelssohn, un señor es siempre una creación del presente. Cuando Arthur
canta varios Lieder y el pequeño cierra con una sonata Rubinstein decidió, a sus 85 años, redactar sus memo-
de Mozart y piezas de Mendelssohn y Schubert. Una rias, encaró el relato de la vida de una piedra preciosa,
gigantesca bombonera es la recompensa. Y el amor de de un rubí convertido en niño encantador y cuyo arte
Nemutka, claro está. El chocolate y la mujer, después se transformaría, como por arte de magia, según los
de la música, se convienen en constantes de las memo- cuentos orientales, en la patria de un polaco sin país
rias de este seductor que se imagina, siempre, como un y de un judío siempre a punto de ser atrapado por un
niño goloso a quien la mamá premia sus habilidades gendarme zarista.
con chocolate. Blas Matamoro
Scherzo 53
DOSIER
Recuerdo de
Rubinstein
n más de una ocasión tuve que entrevistar para Radio marzo de 1916 dio cuatro recitales en el Teatro Lara de Ma-
E Nacional de España a Artur Rubinstein. Era delicioso drid, que eran el motivo de su viaje. Pero aquel éxito le llevo
hablar con él. Tan cordial, tan simpático, sin aire al- a dar una gira a continuación por nuestro país de hasta cien-
guno de superioridad o pretendido intelecíualismo. Una de to veinte conciertos, y el conocerlo de modo tan directo y
las últimas entrevistas fue el clásico «aquí te pillo, aquí te completo le convirtió en un fervoroso amante de la vida, ca-
mato», mala pero eficaz práctica mía para los artistas que rácter y costumbres españoles, además de un feliz intérprete
tocaban en el Real, a quienes podía avistar a través del enor- de nuestra música, en especial la de Albéniz, Granados y Fa-
me cristal del escaparate de la antigua sección de discos de lla. También ha tocado Rubinstein música de Ernesto Half-
Real Musical, cuando ésta se hallaba al nivel de la calle Car- fter y de Federico Mompou, que le dedicó su preciosa Canción
los III. y Danza n. ° 6.
Me acerqué a Rubinstein en el salón de intérpretes del Tea- El espléndido catálogo de la reciente exposición Rubins-
tro y cuando me disponía a abordarle fui visto con el Uher tein y España organizada por el IX Concurso Internacional
colgado al hombro y quiso apartarme de él Annabelle Whi- de Piano «Paloma O'Shea» bajo el patrocinio de la Funda-
testone, que no le dejaba ni a sol ni a sombra. ción Isaac Albéniz, da cuenta con lujo de detalles gráficos
Rubinstein se dio cuenta de la maniobra y, con rostro se- y literarios de la apasionada relación España-Rubinstein.
rio, pero amigable, me dijo: «Joven, espéreme aqui dentro
de una hora. Hablaremos lo que usted quiera».
Y la verdad es que no era yo tan joven. Sí lo era, cierta- Música espadóla en su repertorio
mente, aquel octubre de 1956, en el Palacio de la Música,
cuando, como crítico de la Revista Aria, escuché por vez pri- Pero no está de mas recordar una vez más, que el año 1919,
mera al mítico pianista junto a otros amigos del Conserva- mientras Artur Rubinstein visitaba Madrid durante una gira
torio. Fue para todos como un descubrimiento. Por eso, de conciertos por España, Falla recibió de Ansermet la noti-
cuando hace pocos días, como clausura de la temporada en cia de que Stravinsky estaba en Ginebra refugiado, y en muy
el Teatro Real, soportábamos cómo destrozaba Chopin un penosa situación económica. Se le ocurrió a Falla acudir a
célebre pianista húngaro, no podíamos por menos que recor- Rubinstein, que sentía gran admiración por el músico gadi-
dar a Rubinstein. El ha sido el artista que más profundamente tano, en especial desde que tuviera la fortuna de asistir al es-
ha penetrado en el arte del músico polaco, tan complejo y treno de Noches en los jardines de España. El pianista polaco,
controvertido. Pero no siempre fue así. Al principio tuvo que siempre generoso, le hizo entrega de dos cheques con una im-
luchar con fuerza para imponer su visión de la música de Cho- portante ayuda. Pretexto fueron los encargos solicitados a
pin, pues el público estaba deformado por la exagerada li- Falla y a Stravinsky de sendas composiciones pianísticas pa-
bertad y la blandura con que muchos famosos pianistas lo ra incorporarlas a sus programas. Así nacieron la Fantasía
interpretaban. La forma de tocar de Rubinstein ofrecía las Bélica y Piano Ragmusk. Falla le dedicó la Fantasía, parti-
cualidades de un temperamento libre y natural, de una es- tura difícil y arriscada, que Rubinstein dio a conocer en Nueva
pontánea y versátil creatividad, ideal para abordar lo diver- York el 8 de febrero de 1920 y tocó después en Inglaterra,
so del estilo y del mundo chopiniano. en Francia y en España. De la Danza ritual del fuego de El
Para James Mathuen-Campbell, Rubinstein, como todos amor brujo había hecho Rubinstein una transcripción pia-
los grandes artistas, no toca dos veces igual la misma obra. nística que llevó por todo el mundo. Tocándolo como enco-
No poseía el sonido excepcionalmente rico de Friedman, ni ré hacía saltar al público de los asientos.
tenía la concepción monumental de la forma de Cortot, pe- Adoraba al público español, pero sentía predilección por
ro su noble y memorable concepto de Chopin no ha sido su- el madrileño, que siempre le había acogido con un entusias-
perado. Hacia 1960 Rubinstein poseía una técnica de la mayor mo y un cariño especiales.
bravura, especialmente apta para piezas de Chopin, como los A la capital española, vivida intensamente por él en los «fe-
dos Conciertos, los Scherzi y las Sonatas. lices veinte», acudía siempre con renovado espíritu juvenil.
Y volviendo al hilo del comienzo, ¿por qué Rubinstein se Recuerdo su buen humor mientras preparábamos una entre-
portaba de modo tan cordial con un desconocido periodista vista para Televisión Española (programa A fondo, dirigido
esparto!? Al margen de su innata simpatí?, el maestro se ha- por Joaquín Soler Serrano), la cual resultó estupenda, mer-
llaba siempre a sus anchas en España. Nuestras cosas le agra- ced a su asombrosa memoria y a esa calidad de ameno con-
daban, tal vez porque los mejores recuerdos de su aprendizaje versador que siempre poseyó.
berlinés estaban ligados a Miguel Capllonch, el maestro ma- Gracias a las numerosas grabaciones de una buena canti-
llorquín a quien dedicó un cariñoso y agradecido recuerdo dad de música por el pianista de Lodz, nos queda constancia
en My Young Years (Jonathan Cape, Londres, 1973). de su sensibilidad de artista, su gracia y distinción. Es uno
de los grandes monstruos de la historia del teclado. Su in-
fluencia sobre la intepretación pianística en el siglo XX ha
Primeros conciertos en España sido decisiva y equiparable a la ejercida por Liszt sobre el
pianismo decimonónico.
Durante el verano de 1915, Rubinstein lomó parte en los
conciertos del Gran Casino de San Sebastián y en el mes de Andrés Ruiz Tarazona
54 Scherzo
Rubinstein en Buenos Aires
n los años previos a la década del treinta, la Ar-
E gentina era una suerte de paraíso, algo al borde
de lo increíble: visto desde la actualidad, en pers-
pectiva escalofriante, resulta imposible pensar en el de-
terioro lamentable que dominaría a aquel gran país.
La gauchada se trocó en puñalada por la espalda y la
bonhomía en tortura incesante.
El advenimiento de un gobierno militar convirtió, en
1930, a una casta con voraz apetito de poder en un pro-
ceso canceroso que, pasado el tiempo, fue destruyen-
do, con sistema y furor, el clima propicio para un
desarrollo de profundización cultural, en el cual apa-
rece engarzada la música.
En esa década de los treinta fue creciendo mi gene-
ración al calor de una sensibilidad hondamente enrai-
zada en ese medio siglo que forman el último cuarto
del XIX y el primero del XX.
Era una década en que se hablaba constantemente
de inspiración y sensibilidad, sin mayores explicacio-
nes. Había que valerse de la intuición o de vericuetos
esotéricos para hallar una de esas dos vías por las que
debían fluir tanto el dolor como la alegría humanos.
Toda la vibración del hombre quedaba tendida entre
esos dos extremos, sin cuidarse de ser observada al mi-
croscopio o fijarse en un código. Todo lo contrario:
i
cualquier intento en ese sentido habría disipado el aro-
ma que debía envolver al arte y se habría perdido toda
posibilidad de quedar atrapado en la exaltación de la
sensibilidad y arrojado en los brazos de la inspiración.
De este modo, todos cotizaban a Schumann en des-
medro de Brahms, porque la locura del primero era la
consecuencia de una inspiración saturada y, en cam-
bio, Brahms era «frío y calculador»: sus armonías
inhabituales daban la sensación de insulsez cuando,
simplemente, contradecían los habituales enlaces y re-
soluciones armónicos.
La Berceuse de Chopin era una obra a la que sólo
podía aspirarse meterle mano en plena vejez, pues con-
forme la opinión de los maestros, tenía tales dificulta-
des de captación que ningún joven estaba capacitado
para conectar con ella inspiradamente. Los maestros
no se habían percatado aún (tampoco los aficionados
de altura) de que todo el material expresivo de esa pe-
queña obra maestra está ya en todas las demás obras
de Chopin. Como también en Schumann, en Brahms,
en Liszt y, en fin, en todos los que lo siguieron, ya que
aun en Gabriel Fauré y el impresionismo se han bus-
cado elementos y situaciones expresivas que ya venían
siendo experimentadas por todos los románticos y hasta
por el mismo Beethoven.
Recordemos el impresionismo presente en la beetho-
veniana sonata Waldstein: ese largo pedal con gran
crescendo, que conduce a la reexposición, en el primer
movimiento, y los larguísimos pedales desde el comien-
zo del rondó, señalados por el autor de su puño y le-
tra. Beethoven se muestra en esta partitura como un
auténtico visionario y se adelanta en un siglo entero a
la disolución de las armonías, abriendo la sensibilidad
a nuevas experiencias sonoras.
Scherzo 55
DOSIER
Lo que se agregó, como experiencia sonora, a lo lar- ban irresistibles y, en el caso de las tres obras máximas
go del siglo XX, ha sido la percusividad que también citadas, desembocaban en el delirio.
ya está presente en la gran fuga con alcune licenze del
beethoveniano opus 106. La diferencia entre el maes-
tro y nosotros está en que él llegó a esa descarga de Amplitud del repertorio
energía solar buscando cada vez más luz, mientras que, Debo añadir, en su honor que, contra la costumbre
luego, en nuestro siglo, ha sido utilizada como un ele- de los grandes nombres, siempre aferrados a un reper-
mento expresivo en sí mismo. torio consabido, Rubinstein se ocupaba también de al-
gunas obras de compositores correspondientes a
El éxito bonaerense nuestro bien entrado siglo. Gran estela dejaron sus ma-
Al llegar Rubinstein a Buenos Aires, en la década nos prodigiosas combinadas con su gran talento crea-
del treinta, ese propicio panorama sirvió de fondo pa- tivo en páginas como Sugestión diabólica de Prokofiev,
ra convertirlo en un ídolo, a tal punto que, con la lle- Moreninha y Polichinela de Villa-Lobos y la Danza ru-
gada de la guerra europea, en 1939, decidió, como otros sa de la Petruschka de Stravinsky.
tantos artistas del Viejo Continente (Erich Kleiber, Fritz En el repertorio francés no puedo dejar de recordar
Busch, Lydia Kindermann, Edith Fleischer y muchos los Valses nobles y sentimentales de Ravel, la Albora-
más), afincarse en la ciudad, donde tantos amigos lo da del gracioso, del mismo, y ciertos preludios de De-
querían y lo admiraban. bussy, como Pasos en la nieve. La puerta del vino,
Se casó con la mujer de un colega polaco, Miinz, y General Lavine y Fuegos artificiales.
de la flamante pareja nacieron dos hijos argentinos. Todo este repertorio estaba siempre muy sabrosa-
Buenos Aires —hay que recordarlo— fue, en esa épo- mente tocado. Y si digo sabrosamente es porque pien-
ca, la segunda ciudad de más éxito para Rubinstein, so en cómo, en ocasiones, trocaba un color tímbrico
luego de Madrid. Su paso por los Estados Unidos no por un cantabile, o alteraba texturas acórdicas a favor
había sido precisamente triunfal y él había decidido no de su apasionado temperamento. Es claro que siem-
hacer, de momento, un nuevo ensayo norteamericano. pre hacía música, a veces demasiado personal, pero in-
¿Qué fascinó al público porteño en ese Rubinstein variablemente musical, si cabe la redundancia.
de lo que podríamos llamar su primera madurez? An- Pasando al aspecto técnico, debo hacer un inciso en
tes que nada, su arrojo, su temperamentalidad, su ma- cuanto a la época. En esos años tenía tan dominado
nera de incorporarse el instrumento como parte al ambiente que se permitía ser descuidado, con gran
integrante de su cuerpo, de su sentimiento apasionado. desesperación de su esposa. En ocasiones lo oímos com-
¿Con qué música arrebata Rubinstein a los melóma- poner, con patch-work, en obras que no había estu-
nos bonaerenses? Recuerdo la sonata Appassionata de diado lo suficiente.
Beethoven, la polonesa Trágica de Chopin, asi como Al respecto, recordaré una noche en que retrasó su
otras páginas chopinianas (los scherzi dos y tres, las llegada para comenzar un recital en la Asociación Wag-
mazurkas y los valses, los nocturnos y los dos concier- neriana. Estábamos varios conocidos suyos esperándo-
tos). Dentro del repertorio del gran polaco, yo haría lo en el camerino y, ni bien llegó, preguntó repe-
sobresalir la Barcarola y, sobre todo, por encima de tidamente: «¿Qué tengo que tocar esta noche?»
toda posible ponderación, la Polonesa en la bemol, que Cuando se enteró de que en el programa figuraba la
tocaba, ya estuviera en el programa o como propina Alborada del gracioso, dijo: «No puede ser. Hace cua-
obligada, respondiendo a los gritos del público: «¡La tro años que no toco esa obra. No la he repasado».
polonesa, la polonesa! «Los aficionados y profesiona- Pero, llegó el turno de la página raveliana y no se
les ya la habíamos rebautizado como La bemol- animó a retirarla del programa. Luego comentó que
polonesa. no podía recordar ni siquiera en qué octava arranca-
En el mundo romántico creo que llegaba a lo genial ba. Debo decir que, dadas las circunstancias, le salió
con las Piezas de fantasía de Schumann. El público por- bastante bien... A Rubinstein, claro está, más que a
teño, además, lo consideraba el mayor intérprete de Ravel.
música española (es sabido que hablaba perfectamen- Era un pianista que transmitía la sensación de ha-
te el castellano). Dentro de este repertorio, las obras ber nacido tocando el piano. Tenía una de esas técni-
más frecuentadas eran la Canción y Danza n." I de Fe- cas que podemos definir como no pensadas. Podía
derico Mompou, La maja y el ruiseñor de Granados, hacer todo lo que quería y, cuando algo no salía bien,
Evocación, El puerto, Almería, Corpus Christi en Se- era porque faltaba estudio. Lo demostró constantemen-
villa, Triana y, desde luego, Navarra, todas ellas de Al- te después de la guerra, cuando se propuso conquis-
béniz. Recuerdo, asimismo, varias páginas de Manuel tar, finalmente, los Estados Unidos. Se encerró a
de Falla: la Andaluza y [as danzas del Amor brujo (la estudiar y a serenar su mente, demasiado distraída, an-
del terror y la del fuego). tes, por interminables devaneos amorosos.
Durante dos décadas, los porteños deliraron de en- Fue uno de los grandes pianistas y el último de la
tusiasmo con La bemol-polonesa, Navarra y la Danza escuela europea oriental, que venía del siglo anterior.
ritual del fuego. Confieso que, en ese tiempo, a mí tam- Era un hombre encantandor, con charme en todo su
bién lograba atraparme con sus versiones de música es- actuar y su decir, que extendía a la apreciación de las
pañola. Luego, a medida que me fui adentrando en el artes plásticas, la literatura y la gastronomía. Era tam-
pathos de la música hispana, debí revisar mi punto de bién un maestro de la degustación. El me enseñó a co-
vista y cambié mi opinión al respecto. Pero tales con- mer las gambas y a sorber la salsa que quedaba en su
clusiones no inhiben mi admiración ante el arresto pia- cascara. Ocurrió cierta noche en que estábamos invi-
nístico de Rubinstein. Era una asociación más que tados a casa de un anfitrión muy rico y elegante, que
óptima para todos sus admiradores: vitalidad de Ru- olvidó la cita. Debimos cenar atendidos por la servi-
binstein más pathos hispano. Sus ejecuciones resulta- dumbre y sin el dueño de la casa.
Antonio de Raco
56 Scherzo
¡Bravo Rubinstein!
'nsuperable Rubinstein! ¡Magnífico Rubins- Triunfador, simpático, arrogante, decidido, listo,
tein!... Pocas expresiones fuera de éstas o de trabajador..., en una escala autoasumida de total ex-
-otras parecidas son las que surgen en este deseo ce pe tonalidad. Ante aquel slogan tan extendido de «el
de traer a la memoria al famoso pianista. mejor pianista del mundo», al revisarlo uno mental-
No tuve la suerte de oírle en un concierto en vivo mente casi acaba por pensar que si en efecto no habrá
a este artista extraordinario. Nada me habría gustado sido así. Sobre todo por la voluntad de conquistador
más y seguro que mi impresión sería más completa y y de su per ador de todo y de él mismo que en la segun-
documentada, por lo menos por la vivencia directa de da pane de su vida demostró este hombre infatigable
su personalidad en el podio, que era —según dicen— y pianista maravilloso; todavía a sus 80 años podía to-
de un poderío y sugestión impresionantes. Pero siem- car en una sesión los dos conciertos de Brahms y el Em-
pre he sido en lo secreto de mi alma y desde mi niñez perador de Beethoven... ¿El mejor? Habría que
un gran admirador suyo, de su sonido, de su brillan- pensarlo pero sin duda en la cúspide del más escogido
tez, de la nitidez de su juego, del colorido legendario pianismo del siglo XX. Un pianista nato con una ma-
no excepcional: alcanzaba la duodécima (es decir
de Do a Sol) y de unas facilidades técnicas naturales
absolutamente fuera de lo común entre lo mejor.
Tenía además un gran privilegio sólo escandi-
do por los dioses a los muy elegidos: el de estar
enamorado de su propia vida, que él mismo defi-
nía como «una novela, un juego feliz, una aven-
tura fuera de lo habitual». Ese entusiasmo se ma-
nifestaba paralelo a una pujante y juvenil vitali-
dad y unas indudables ganas de protagonismo.
Así, como intérprete lo que mejor le iba fue el
gran piano heroico, lo épico, lo magnífico, el
gran marco. Los conciertos de Brahms, Rachma-
minov, Liszt... Su acercamiento a Chopin fue
también de altura y calidad ¡ndiscutida. Recuer-
do unos discos chopinianos suyos de la Gran po-
lonesa brillante (con el introductorio Andante
spianaío) y de la Polonesa-Fantasía entre las gra-
baciones más fantásticas que he escuchado. Co-
mo versiones son en verdad insuperables. Y otras
Las manos del pianista fotografiadas por su hija Eva. tantas obras importantes en sus manos...
Quizá lo más flojo en su vida —como en la de los
de muchos de sus cantábiles románticos, pero sobre to- grandes
do de su condición y vocación de pianista triunfante. to desdeconquistadores— pudo haber sido, y más vis-
Liszt debió de tener mucho en común con él. El mis- el paso de los años. Se esforzó porsupo
hoy, su estética, aunque renovarla con
dominar también
mo en su otra vocación de conversador inagotable re- el repertorio más antagónico a su propio mundo
flexionaba asi sobre su vida: «Soy un sujeto feliz, pues ejemplo, Schubert...). Su relegamiento de una obra(por co-
la Providencia, la Naturaleza, Dios o lo que a mí me mo la Fantasía Bélica a él dedicada por Falla es aquí
gusta llamar la fuerza de la Creación, me ha regalado poco comprensible. (El, que debía tanto a sus prime-
todo, porque amo la vida de todo corazón y con todas ros tiempos en España...)
las fibras de mi ser, porque mi felicidad no tiene limi-
taciones, porque doy gracias todos los días a la Vida Pero estos pequeños retazos críticos no quieren ha-
por todo lo que me da y pienso incluso que cuando de- cer sino contrastar o realzar más el universal atractivo
seo en mi interior algo con toda el alma también esos de su personalidad humana, que quiso y pudo verter
deseos me los concede la Vida gustosamente». a raudales durante más de noventa años de ejercicio
Pocos han podido y querido escribir —en efecto— de esta vida: alguien que todavía ayer podía hablarnos
una cosa así. Seres así no han hecho más que enrique- de Joachim, de Max Bruch, de Breithaupt, de Leschi-
cer con su presencia todo lo que tocan. Su piano y su titzky..., de todos los grandes de] último romanticis-
arte quedarán sin duda en la historia como una mues- mo, cuyos últimos destellos estaban presentes y vivos
tra de las más positivas de nuestro siglo. Con la sim- en su pianismo colorista y vital, radiante de auto-
patía, el humor y la gracia humana de todo un tipo afirmación poética. Y así fue su música, siempre es-
extraordinario, todo un viejo luchador. ¡Bravo Ru- pontánea y fresca como la de un artista de veinte años...
binstein! Nadie se ha creído en serio que un hombre así haya
Su talante humano —quizá lo más importante— ha muerto. Su presencia —como la fuerza misma de la
dejado una estela imborrable. No sólo su piano. Era Naturaleza— sigue viva. Como su música.
un gran aristócrata de la tierra, satisfecho, enamora-
do de su destino. Antonio Baciero
Scherzo 57
DOSIER
58 Scherzo
permanecerán para siempre en los aires y no dejarán
Schcrzo 59
DOSIER
£1 modernismo musical
polaco y Rubinstein
a imagen, tan frecuente entre los aficionados y cierta siglo XX. Se encuentra su punto de despegue en el mo-
L crítica, de Rubinstein como pianista únicamente del
romanticismo es demasiado parcial y desconoce fa-
cetas muy importantes del músico. Es cierto que su tem-
dernismo literario, aglutinado en tomo al grupo Joven Po-
lonia. Los nuevos vientos soplan también en la música.
Un equipo Joven Polonia Musical se constituye en 1905
peramento esencialmente lírico encontró en Beethoven, como reacción frente al ultraconservadurismo reinante.
Schumann, Brahms y, claro está, Chopin, con el que pue- El club original de fundadores lo integran Grzegorz Fi-
de decirse que llegó a entrar en simbiosis, los cauces ópti- telberg, Apolinary Szeluto y Karol Szymanowski. Joven
mos de expresión. Sin embargo, no está aquí todo Polonia, MIoda Polska, se presentó en un concierto en
Rubinstein, un artista que especialmente en su juventud Varsovia en 1906 y apenas sobrevivió como tal grupo por
cuenta con un repertorio, por otra parte amplísimo da- espacio de seis años más. A su disolución, no obstante,
das las extraordinarias dotes naturales, notablemente com- la música moderna era una realidad viva en Polonia. Otros
prometido con la música de su tiempo. Se ha recordado creadores se habían sumado, en mayor o menor grado de
en los días pasados la vinculación de Rubinstein con Es- compromiso, a lo que MIoda Polska representaba, siendo
paña y la gran deuda que se tiene con el polaco relativa Mieczyslaw Karlowicz y Ludomir Rózycki los de superior
a la aceptación internacional de Granados, Albéniz y Fa- peso estético de los tardíamente incorporados. El movi-
lla. También tocó tempranamente el pianista obras de Tu- miento contó además con la vital ayuda de los intérpre-
rina y Mompou. Es conocida su entrega a Ravel y tes dispuestos a defender su música. Destacaron en esta
Debussy, que no son, desde luego, casos aislados de crea- tarea el pianista Harry Neuhaus, primo de Szymanows-
dores modernos en sus programas. En la confección de ki, dedicado a partir de su instalación definitiva en Mos-
los recitales de los años veinte y treinta son habituales los cú, en 1922, al repertorio soviético, y el violinista Pawel
nombres —al lado de Chopin, Schumann, Beethoven y Kochanski. El tercer nombre inomitible es precisamente
Bach, este último en los arreglos pianísticos al uso— de el de Artur (Arthur, tras la nacionalización estadouniden-
Prokofiev, Stravinsky, Scriabin, Busoni, Villa-Lobos, se) Rubinstein. Los compositores también divulgaron sus
Poulenc y aun Shostakovitch. Ausencia total, eso sí, de propias obras y las de sus cama radas, con el caso extre-
los disolventes vieneses. Como se sabe, la admiración de mo de Fitelberg, que abandonó la creación en beneficio
algunos de los compositores citados por el arte interpre- de la dirección orquestal, dando a conocer muchas parti-
tativo de Rubinstein se tradujo en piezas expresamente di- turas del resto del grupo, pero consagrándose especialísi-
rigidas a éste. El tema seria merecedor de un estudio por mamente a la obra de Szymanowski. En el seno de MIoda
sí mismo, recordemos las partituras de Villa-Lobos y Tai- Polska se dio un fluido intercambio: se adoptaban sin em-
lleferre, o bien Piano Rag Music y las Danzas dePetrouch- pacho los modelos mejor diseñados, se interpretaban las
ka de Stravinsky y la Fantasía Bélica de Falla. obras de los otros, abundaron las dedicatorias y los ho-
Si nos atuviésemos a la somera descripción anterior, sor- menajes, también los arreglos y la finalización de obras
prendería la aparente desatención de la música polaca del ajenas. Así, Fitelberg intervino activamente en la reorques-
primer tercio de nuestro siglo. La realidad fue muy otra tación de la Segunda Sinfonía de Szymanowski, que le ha-
para el desarrollo de la carrera del joven Rubinstein. El bía sido dedicada. También Fitelberg fue quien completó
pianista de Lodz se formó en la más estricta tradición de- el poema sinfónico Episodio de una mascarada, tras la
cimonónica de su país. A la preparación recibida de Alek- dramática y prematura muerte de Karlowicz. Kochanski,
sander Rózycki, gran profesor y compositor oscurísimo, destinatario de Mitos y Concierto para violín n." I, pági-
debió una base tan sólida como para que no se descarria- nas ambas de Szymanowski, asesoró a éste en los proble-
se con la temporal aproximación a Ignacy Jan Paderews- mas de redacción de la parte de su instrumento. El gran
ki, extravagante y apasionado pianista, guardador del violinista escribió igualmente cadencias para los concier-
fuego sagrado chopiniano y poco menos que encarnación tos del mismo autor y realizó transcripciones para violín
de la idea misma de Polonia, de cuyo gobierno acabó to- de otras obras suyas. Curiosamente, se le debe un arre-
mando las riendas por breve plazo. Rubinstein contribu- glo para el instrumento de arco de las Siete canciones po-
yó a remansar las aguas de las ejecuciones de las obras pulares españolas de Manuel de Falla.
de Chopin, plagadas entonces de un amaneramiento in-
finito. Este indudable entronque, por lo demás natural No fue Rubinstein miembro, en sentido estricto, de Jo-
y lógico, puesto que la línea que conducía a Chopin era ven Polonia, pero sus relaciones, musicales y personales,
la única fructífera que podía ofrecer el país, con el pasa- con sus componentes tuvieron gran trascendencia. El me-
do musical polaco no cercenó en Rubinstein la capacidad cenas del grupo, príncipe Wladislaw Lubomirski, sopor-
de sentirse interesado por las oleadas estilísticas de sello te económico de la editorial Jóvenes Compositores
más reciente. Polacos, cuya razón de ser era la de imprimir las obras
de los modernistas, otorgó su ayuda —también en lo
monetario— al nuevo virtuoso del teclado en el amane-
Joven Polonia Musical cer de su carrera. Ahora bien, si hubo una persona de MIo-
Polonia asiste a un movimiento de renovación, que to- da Polska que gozara privilegiadamente del aprecio,
ma proporciones nacionales, en las primeras décadas del humano y artístico, de Rubinstein, ésta se llamó Karol
60 Scherzo
Szyraanowski. Ciertamente, lo aportado al piano por es- El descubrimiento de Szymanowski
te autor era lo más rico de la literatura polaca para el ins-
trumento desde Chopin. Los rest antes jó venes polacos no Rubinstein y Szymanowski se conocen en Zakopane,
estaban en disposición de competir con Szymanowski en en 1906, reanudando su amistad en Varsovia en 1909. Sta-
este terreno. Fitelberg no llegó a componer en este apar- sia, hermana de Karol, y el pianista ofrecen entonces re-
tado una producción digna de consideración; Karlowicz, citales en Cracovia con canciones del autor de Rey Roger.
inclinado a lo sinfónico, no pasó de las simples piececi- De nuevo en la capital, Pawel Kochanski y Rubinstein es-
tas, en tanto que el nutrido corpus de Rózycki era excesi- trenan la Sonata para vioh'n y piano Op. 9. Lo más im-
vamente complaciente con los convencionalismos; por fin, portante de este año para las relaciones entre los dos
la abundante y fracasada obra de Szeluto —cuenta con grandes músicos polacos es, con todo, la ocasión que tie-
ne el pianista de observar el desarrollo de una
obra naciente de Szymanowski, indicativo de
confianza estrecha, pues el compositor era rea-
cio a mostrar su música, incluso acabada, a ex-
traños y simples conocidos, sobre todo si éstos
eran de su misma profesión. Cuando esta obra
es acabada, ya próxima la conclusión de este
año de 1909, le es dedicada a Rubinstein: es
la Segunda Sonata para piano. No es la única
pieza szymanowski ana sobre la que Rubinstein
nos informa en su libro autobiográfico en
cuanto a significado y origen. Se escucha la Se-
gunda Sonata, en interpretación de su destina-
tario, en Varsovia, Viena, Berlín y Leipzig a
fines de 1911. Ya en 1913, Rubinstein hace co-
nocer a su amigo la Petrouchka stravinskya-
na, que provoca en Szymanowski un impacto
que, junto con otras influencias, determinará
en adelante su estilo. En la primavera de 1914
ambos residen juntos en el apartamento pari-
siense del pianista. No vuelven a verse hasta
diciembre de 1920, cuando se reúnen en Lon-
dres con Kochanski, para emprender una gira
americana en enero del año siguiente: prime-
ro Nueva York, en marzo van a Boston, Fila-
delfia y Florida, llegando hasta Cuba, y en
septiembre otra vez en Nueva York. La aso-
ciación de las dos destacadas figuras polacas
continuaría hasta el final. La última vez que
Szymanowski fue visto en público con vida fue
precisamente en un recital que Rubinstein diera
enCannesen 1936. Moriría en marzo de 1937,
hace ahora cincuenta años.
A Rubinstein le dedicó Szymanowski bue-
na parte de sus obras pianísticas, que aquél se
encargó en muchos casos de estrenar. Hay que
recordar, de las importantes de su autor, Me-
cinco conciertos para piano— era defendida por su mis- topas —que por cierto no gustó al pianista— y la Sinfo-
mo autor. No existía prácticamente el menor resquicio pa- nía Concertante, que el propio Szymanowski estrenase al
ra la elección, era obligada la imposición del piano piano. Rubinstein fue decisivo en la recepción positiva de
szymanowski ano. Desde comienzos de la década de 1910 Szymanowski, introduciéndolo en el gran repertorio del
Rubinstein es el gran valedor de esta música y su intér- teclado, gracias, por ejemplo, a los recitales Cho-
prete más conocido en Polonia y fuera de ella. La gran pin/Szymanowski, que hizo familiares en los años vein-
estima que al pianista le merecía la obra de Szymanowski te. Para el compositor el estilo de Rubinstein se volvió
queda patente en su libro de memorias. imprescindible. Los biógrafos de Szymanowski han coin-
Conviene aquí indicar que fuera de Mloda Polska tam- cidido en la apreciación de que precisaba fijar su aten-
bién descubrió Rubinstein piezas de músicos polacos de ción en las maneras interpretativas de un músico concreto:
esa época que tuvieran, en su criterio, el suficiente valor Kochanski para el violín, su hermana Stasia para la voz.
como para hacerlas figurar en sus programas. Son todos El piano de Szymanowski nace, desde que termina la pri-
ellos de los círculos parisienses y hoy han desaparecido mera década de la centuria, pensando en las posibilida-
del panorama internacional. Las Mazurkas de Alfred des de recreación de Artur Rubinstein.
Gradstein y las de Román Maciejewski son descaradamen-
te chopinianas, en tanto que una obra del tipo de Kuja-
wiak de Karol Rath'aus no pasa de ser la página de un
compositor que nunca maduró más allá del estado de lo
prometedor. Enrique Martínez Miura
Scherzo 61
DOSIER
Wotan me parece
un viejo cornudo
ás de un lector se sentirá sorprendido: una entrevista inédita con Artur Rubinstein a
M casi cinco años de distancia de su muerte. La charla con el pianista que reproducimos
tuvo un origen cuando menos curioso. Es sabido que Rubinstein era un enemigo acé-
rrimo de la firma burocratizada de autógrafos al finalizar sus recita/es y conciertos. Sin embargo,
estaba abierto a recibir en su hotel a cualquiera que se lo pidiera, para, después de colmarlo con
su inmensa simpatía, concederle el preciado trofeo. Ese objetivo tan trivial nos llevó hasta el Palace
a los tres firmantes... provistos de grabadora y cámara fotográfica. Rubinstein, todo amabilidad,
no tuvo inconveniente en hablar de música ni en que sus palabras quedaran recogidas. La cinta
de aquella tarde ha dormido durante trece años, pero lo dicho por el maestro bien merece ser resca-
tado con ocasión del presente dosier. Muy pocas han sido las entrevistas con Rubinstein apareci-
das en ¡aprensa española; en lo estrictamente musical, es posible que ésta sea la primera. En cualquier
caso, es evidente el interés de la recuperación de esta entrevista, que tiene, pensamos, la magia de
lo ya no esperado.
62 Scherzo
de la fábrica de América, los técnicos alemanes son más S.—¿ Tiene usted preferencias en relación con los com-
profesionales, saben más de esto. Yo fui a Hamburgo para positores españoles?
ver un piano que compré. Allí estaba la prensa, había gen-
te con ganas de hacerme preguntas, y también tenían mi- R.—Las preferencias son cosas banales, nos desperta-
crófonos. Me negué a que estuviesen los micrófonos al mos cada día distintos, es una cosa de gustos, de acepta-
probar el piano, pero los escondieron justo cuando yo pro- ción general. Son muy distintas las músicas de Albeniz,
baba, probaba; yo toqué piececiías, nada grande, pasa- Falla y Granados. Para Albéniz la música era toda popu-
jes sueltos. Pues en seguida han anunciado oficialmente: lar, hizo cerca de 1.400 obras, era un genio componien-
«¡Por fin Rubinstein ha tocado en Alemania!». Ellos tie- do. Falla era todo lo contrario, tenía poca invención pero
nen un gran deseo, pero yo no toco en Alemania por sen- muchísima sabiduría. La Iberia es genial, en 1904 conocí
timientos, toda mi familia pereció en Alemania por todas a Albéniz sin saberlo, nos reunimos un día con mi em-
esas cosas atroces que sucedieron y yo, sencillamente por presario, era gordito y con bigotes, nos hacía reír a car-
respeto a los muertos, no puedo tocar en un país donde cajadas, pensé que era muy alegre pero nada más que eso.
viven todavía millones, ¡millones! de personas que estu- Un par de años más tarde, Paul Dukas me regaló el pri-
vieron presentes. Si diese un concierto tendría la idea de mer cuaderno de Iberia, al estudiarlo me dije: «¡Qué di-
fícil!». Le pregunté a Dukas quién era su autor y me
respondió que el gordo que nos hacía reír y que había
muerto el año anterior. No quería tocar esta obra, pero
su familia me dio el valor para tocar su música por el mun-
do. Iberia es una obra de una complicación extraordi-
naria. Actualmente Alicia de Lar rocha, compatriota de
ustedes, la toca admirablemente y no se olvida de nada,
la toca entera.
Scherzo 63
DOSIER
64 Scherzo
El estilo de Rubinstein
L a esencia de Rubinstein como intérprete es la de un
pianista romántico de impostación moderna que deja
a un lado el manierismo. Pianista romántico pero no
un sobreviviente: perfectamente inscrito en la historia de la
interpretación de la que él mismo determina su evolución.
dencias, en las breves fermalas, a menudo libremente
desenvuelto. De Beethoven Rubinstein ejecutaba varias so-
natas y todos los conciertos, grabados en diversas ocasiones.
Se ha dicho que su Beethoven era demasiado bello, demasia-
do privado de problemas y complejidades, demasiado super-
En esencia Rubinstein concilio diversos aspectos de la subje- ficial, lo que está justificado si se refiere uno a la antigua
tividad romántica reasumibles en las exigencias libertarias grabación del Tercer Concierto con Toscanini, tan exterior-
técnico-música les del virtuoso, con aquellas real y objetiva- mente virtuosístico, o a algunas de las primeras ejecuciones de
mente evidentes —y en tal sentido, inexcusables— en la mú- los años míticos. Pero está en realidad en la tradición clásica
sica; sin romper en el fondo con la misma tradición romántica y acierta también a ser granítico, imperioso, heráldico. Otra
puesta tantas veces en peligro por otros grandes intérpretes. tardía conquista fue, en cambio, como sucediera en Mozart,
Pianista natural, hasta el punto de que haya sido muy difícil el Schubert mayor, el de la Wanderer y, sobre todo, el de
imitarlo, Rubinstein es un perfecto conjunto de dotes pia- la Sonata en Si bemol, de la que recuerdo una conmovedora
nísticas y musicales, tan perfecto que no parece posible un interpretación en Florencia. Rubinstein aborrecía la tristeza
examen que no contemple al tiempo ambos aspectos. La téc- en la ejecución, Schubert, por el contrario, afirmaba no co-
nica, ante todo, resulta ejemplar por la posición de las ma- nocer una música que no fuese triste. Pero la tristeza de esta
nos sobre el teclado: naturalidad, esencialidad, facultad de sonata venía rendida por el pianista polaco con una gran no-
obtener el máximo con el mínimo esfuerzo, ideal equilibrio bleza y un sentido superior de la poesía del canto.
entre peso y articulación. Es desde esta técnica desde donde Donde, sin duda, el estilo interpretativo de Rubinstein hace
el pianista polaco alimenta sus peculiares dotes sonoras, la escuela es en la música de Chopin. Desde el comienzo adop-
plenitud de su toque profundo y aun su fraseo tan particu- ta una vía distinta de la emotiva de un Paderewski, de un
lar, rara proporción entre pedal y brazo, entre legato y no- Koczalski, de un Cortot. No obstante, para él no fue una con-
legato, casi una respiración. La libertad, la espontaneidad quista natural al estar educado en la cultura berlinesa, me-
de este fraseo, con su sentido incomparable de los nuances dio en el que —según propia afirmación— solamente un
y del estilo, en clara conexión con la pureza del canto, están oscuro músico polaco pudo revelarle la verdad de la música
ligadas a la propia sonoridad, asimismo esencial, de no de- chopiniana. Pero fue después una rápida y valerosa conquista,
masiadas gradaciones intermedias, construida sobre el can- vistas las reacciones de la crítica de entonces; y coherente con
to relajado y amplio. Una grandeza que no es una limitación su convicción de que una escuela de directa derivación cho-
en Rubinstein, en quien no creo influyera el tener que renun- piniana no existe y que el hecho de ser polaco no es condilio
ciar por ello —en todo caso de manera lógica, teniendo en sine qua non para una buena interpretación chopiniana. Su
cuenta las distintas personalidades humanas— a la dimen- Chopin fue en seguida tachado de revolucionaro, como el
sión onírica de un Richter, a la magia decadente de un Mi- de Busoni o el de Hofmann. Más tarde la critica, devenida
che I angelí, al sentido visceral de un Horowitz. Técnica, hagiográfica de modo ciego, identificó su manera con ta que
sonido, fraseo. Pero otro don primario influye desde otro se suponía hubiera tenido el propio Chopin interpretando sus
ángulo sobre su rara maestría de frasear la música: un toda- composiciones: nada más falso. Para Rubinstein Chopin es
vía más raro sentido del tempo, que confiere a sus ejecucio- un clásico en el fondo que deriva de Mozart, tanto más cuanto
nes nobleza, clase y naturalidad. Nada de neurótico, de no se aproxima a modos decadentes y tardo-román ticos: de
problemático, de extraño en su rubato, que es también él una su Chopin viril y positivamente persuasivo, majestuoso y no-
forma de respiración. Persuasivo y simple, no tiene necesi- blemente expresivo han bebido muchos intérpretes posterio-
dad de caer en lo sentimental para hacerse expresivo; es un res, en primer lugar Pollini que lo expone con viva inteligencia
rubato de estructura molecular cuyas libertades, infinitesi- analítica. La historia chopiniana de Rubinslein es la historia
males, no trastocan los pilares de la música, las bases de la de una evolución, de una recuperación de valores expresivos,
métrica. musicales, y también de una lucidez estructural inesperada
Rubinstein tardó en alcanzar esta perfección, como se sa- para quien no haya sabido seguirlo en su investigación. Y lo
be, si bien ciertos elementos, ya apuntados en su juventud, mismo puede predicarse para Schumann y para Liszt, los
le ganaron los favores de la critica tardo-román tic a. La con- otros grandes románticos de su repertorio. Brahms vive en
sideración total le fue otorgada posteriormente cuando, en los mejores momentos una calma interior, una concentración
claro contraste con toda una generación de intérpretes, a la expresiva alejada de los atrevidos ímpetus juveniles. Su arte,
que por nacimiento pertenecía, comenzó a examinar más aten- en principio perfecto en la música española, llega a ser des-
tamente el texto escrito, conciliando las exigencias de la ima- pués ideal en la interpretación de momentos particulares del
ginación, de la improvisación, con las resultantes de apoyarse repertorio pianístico: ciertas páginas de Fauré, Poulenc y Ra-
sobre sólidas bases musicales. vel, por ejemplo, y algunas de Grieg. Hombre del ochocien-
Repertorio tos, Rubinstein se interesó, sin embargo, activamente por la
El repertorio de Rubinstein puede considerarse universal, música contemporánea, cerrándose frente a ella únicamente
quizá no tanto como el de un Richter o el de un Magaloff. cuando introducía la monotonía y era preciso abstraerse a
Históricamente comienza en Bach, pero en el Bach de las la realidad del canto. Toca Szymanowski (la terrible Segun-
transcripciones de Busoni. Mozart, a pesar de que puede de- da Sonata), Falla, Villa-Lobos, Prokofiev, Scriabin, Stravins-
cirse que debutó con el Concierto en La mayor (n. ° 23, K. ki, aunque se cierra frente a Shoenberg: no comprende la
488), es una tardía adquisición y, como en el caso de Buso- Op. II, pero no la juzga. Deja a otros el estudio y la difu-
ni, lo fue limitada a las obras concertantes. Los discos nos sión de esta música.
muestran un Mozart ni rococó ni romántico: un Mozart so- Hemos de ver cómo la historia después de Rubinstein ten-
bre todo expresivo, de sonido pleno, cantabile, positivo, y drá en cuenta tanto su presencia como su lección.
clarisimo, discretamente sentimental («a lo Spohr», según
Kaiser), con un rubato levemente chopiniano, en un clima Riccardo Risaliti
de intensa inspiración, conmovedor en los movimientos len- © Revista Música
tos, brillante pero cantabile en el tempo, creativo en las ca- Traducción: Arturo Reverter
Scherzo 65
DOSIER
Cincuenta años
junto a Rubinstein
E
s una mujer menuda, vivaz, con ojos llenos de brillo inteligente. Simpática,
excelente conversadora. Nos atiende afablemente. La breve entrevista, a la
que asisten su anfitriona por estos días, Paloma O'Shea, y la Marquesa de
Cadaval, gran dama de la aristocracia europea, amiga personal de Stravinski y,
por supuesto, de Rubinstein, discurre veloz y fluida, envuelta en el encanto de la
viuda del famoso pianista. Ha llovido desde que le conoció, en Varsovia, cuando
asistía a aquella intepretación del 20 de Mozart. Dirigía la orquesta el propio pa-
dre de Nella, Emil Mylnarski, por entonces director artístico de la Opera, célebre
personalidad, violinista también, fundador de la Filarmónica de la ciudad y pro-
motor del edificio de la Philharmonia. Y no era la primera vez que colaboraba
con el joven virtuoso. Ya, cuando éste contaba tan sólo 12 años, le había asistido
desde el podio. Ha llovido también desde aquella tarde en que Szymanowski llevó
a su amigo Arturo Rubinstein a casa de los Mlynarski, momento en el que Nella
confirmó lo que ya había presumido en el teatro: estaba enamorada. Su ilusión
se hizo realidad años después, en 1932, cuando, ya divorciada de su primer mari-
do, se unió por fin a su amor de adolescencia.
66 Scherzo
DISCOGRAFIA SELECCIONADA
ALBENIZ. Española n.° 3. Navarra. RCA.
Córdoba, Evocarían. EMI 78 r.p.m.
BEETHOVEN. Los cinco conciertos para piano. Sinfónica de
Boston. Leinsdorf. RCA.
Sonatas para violín y piano, n."' 5, 8 y 9. Szeryng. RCA.
Trio Archiduque. Heifetz. Feuermann. RCA.
Sonatas para piano n.™ 3, 8, 14, 23, 26. RCA.
BRAHMS. Concierto para piano n. ' I. Sinfónica Chicago. Rtí-
ner. RCA.
Concierto para piano n.° 2. Orquesta FUadelfia. Onnnady. RCA.
Cuartetos con piano. Guarnen. RCA.
Cuarteto con piano Op. 25, Pro Arte. EMI. 78 r.p.m.
Sonatas para viol/n y piano, Szeryng. RCA.
Tríos Opp. 87, 101. Szeryng, Fournicr. RCA.
Sonata para piano n.° 3. RCA.
Intermezzi. Rapsodias. RCA. 78 r.p.m.
CHOPIN. Baladas. RCA.
Nocturnos. EMI.
Polonesas. RCA.
Scherzi. RCA.
Impromptus. RCA.
Mazurkas. RCA.
Valses. RCA.
Scherzi. RCA. 78 r.p.m.
Concierto para piano n.° 2. Sinfónica Londres. Barbirolli. EMI.
78 r.p.m.
DEBUSSY. La Cathédrale engloutie. RCA. 78 r.p.m.
Nella y Arturo Rubinsiein La Cathédrale engloutie. La plus que lente. Images II. RCA.
DVORAK. Cuarteto con piano. Guarnen. RCA.
labras de aliento, mostraba a veces una actitud crítica. Me Quinteto con piano. Guarnen. RCA.
decía: «Tienen mucha más técnica que yo». «¡No! ¡No es
FALLA. Danza ritual del fuego. Danza del terror. EMI. 78 r .p.m.
técnica! ¡Es mecanismo!», le contestaba yo. Vd. sabe que Noches en los jardines de España, Orquesta Filadellia. Ormandy.
hoy hay pianistas que tocan diez veces más deprisa de lo RCA.
necesario, que se pasan la vida haciendo ejercicio y que FAURE. Cuarteto con piano Op. 15. Guarnen. RCA.
luego resultan ser insustanciales. Pero, volviendo a mi ma- FRANCK. Preludio, Coral y Fuga. RCA 78 r.p.m.
rido, he de insistir en la memoria y en otra de las facetas Variaciones sinfónicas. Sinfónica Aire. Wailenstein. RCA.
de ella: la visual. Los pentagramas quedaban grabados en Sonata para violín y piano. Heifetz. VM.
su cabeza como si los tuviera delante Ya sabemos que hay CERSHWIN. Preludio n." 2. RCA. 78 r.p.m.
tres clases de memoria: auditiva, la digital, que es la más GR1EG. Concierto para piano. Orquesta Filadelfia. Ormandy.
peligrosa para un pianista, y la visual, que es la más segura. RCA. 78 r.p.m.
Concierto para piano. Sinfónica Boston. Wallenstein. RCA.
$—Aparte de Chopin, ¿cuáles eran sus músicos pre- LISZT. Concierto n,° I. Sinfónica RCA. Walientlein. RCA.
feridos?
MENDELSSOHN. Trio n. " I. Heifeti. Piatigorsky. RCA.
V.—No tenía preferencias. Adoraba a Brahms, a Beet- MILHAUD. Saudades do Brasil. RCA. 78 r.p.m.
hoven, a Schumann... Naturalmente, Chopin estaba entre MOZART. Conciertos para piano n.™ 17, 20. 21, 23. Sinfóni-
ellos porque estaba muy cerca de su corazón. Pero en rea- ca RCA. Wallenstein. RCA.
lidad, su preferido era el que estaba tocando en un mo- Cuartetos con piano k-478, k-493. Guarneri. RCA.
mento determinado. RACHMAN1NOV. Concierto n. ° 2. Sinfónica NBC. Goldsch-
mann. RCA. 78 r.p.m.
S.—Hay una cosa muy interesante, que se conoce po- Concierto para piano n." 2. Orquesta Filadelfia. Ormandy. RCA.
co, que es la amistad que profesó a Szymanoswski, de Rapsodia sobre tema Paganini. Sinfónica Chicago. Rcíner. RCA.
quien fue el creador de diversas composiciones. RAVEL. Trio en La menor. Heifetz. Piatogorsky. RCA.
V.—Es algo que debería saberse y difundirse más. Ar- SAINT-SAENS. Concierto n. ' 2. Orquesta Filadelfia. Ormandy.
RCA.
turo no sólo vivió un año entero con su amigo, sino que
se dedicó por aquellos años a tocar casi exclusivamente SCHUBERT. Trios Op. 99 y 100. Szeryng. Fournier. RCA.
Trio Op. 99. Heifetz. Feuermann. RCA. 78 r.p.m.
su música, nada popular por entonces. Se sacrificó mu- Fantasía Wanderer. Sonata Op. post. RCA.
cho por ello. El apreciaba extraordinariamente a Szyma-
nowsk'i, sí. SCHUMANN. Quinteto con piano. Guameri. RCA.
Concierto para piano. Sinfónica Chicago. Giulini. RCA.
Carnaval. RCA.
S.—Bien, pues ya no la molestamos más. Sólo queda Trío Op. 49. Szeryng. Fournier. RCA.
felicitarla efusivamente por haber vivido durante tantos Estudios sinfónicos. Kreisleriana, RCA.
años con un hombre tan extraordinario. SZVMANOWSKI. 4 Mazurkas Op. 50. RCA. 78 r.p.m.
V.—Sí, la verdad es que, con todas su cosas, me hizo TCHAIKOWSKY. Trío en La menor. Heifete. Pialigorsky. RCA.
Concierto n.° I. Sinfónica Boston. Leinsdorf. RCA.
muy feliz. Gracias.
Arturo Reverter
Scherzo 67
DOSIER
Manuel Clavero: un
testigo de excepción
C lavero. Pronunciar este nombre en el mundo del
piano es tanto como resumir, en un solo vocablo,
una serie de conceptos conectados con el buen, ha-
cer profesional: seriedad, trabajo, discreción, conocimien-
to, competencia, amor al oficio, experiencia... Todo el que
bre como Rubinstein solía participar en busca del ideal
sonoro. Ante el tema de la muchas veces comentada ar-
bitrariedad del pianista polaco al enfrentarse con lo escri-
to por el autor, su postura es clara: el intérprete ha de salir
al paso de los posibles errores o insuficiencias de la crea-
está relacionado, de uno u otro modo, con el teclado co- ción artística. Y nos dice: «Los autores a veces no acier-
noce a Clavero, una verdadera institución. Una persona tan al escribir un determinado acorde. Podrían citarse
extrañamente, y saludablemente, modesta, cumplidora y muchos ejemplos. Veamos el caso del acorde de cuarta Do-
eficaz. Un profesional que, en su labor, va mucho más allá Fa. Si se lleva la primera nota una octava más abajo, lógi-
de la correcta afinación y la aproximada colocación de los camente el resultado sonoro tendría que ser correcto, ten-
intervalos; mucho más lejos de la buena conservación y dría que funcionar, ¿no? Pues bien, no es así. Se produce
mantenimiento del instrumento. Le interesan profunda- una disonancia inesperada. La cuarta construida de esta
mente otros aspectos emparentados con su arte, como el manera, a través de una octava intermedia, nos deja el ca-
de la fenomenología del sonido. Clavero se está haciendo mino abierto para ir a otra tonalidad. Realmente curioso.
continuamente preguntas a las que le gusta encontrar con- Ahí lo tiene: en una obra determinada de un concreto autor
testación. Durante más de 50 años de actividad este hom- —no recuerdo ahora bien cuál— se producía este fenó-
bre afable, tímido, curioso impenitente, serio pero dotado meno acústico, que no es el único. Viendo la partitura uno
de un fino sentido del humor, ha ido almacenando cono- dice: esto está bien escrito, pero en la práctica el resultado
cimientos que muchos le agradecerían trasladara al papel no es bueno. Y eso lo nota cualquiera». Porque la afina-
o facilitara oralmente. Sin éxito porque permanece fiel a ción perfecta es una posible utopía al existir «una guerra
sí mismo acompañado de los recuerdos de una larga y entre las cuartas y las quintas que promueve la necesidad
fructífera vida. Hemos de agradecer por ello al veterano de poner éstas un poco más estrechas y aquéllas un poco
afinador, singular artista de su especialidad, el tiempo que más anchas; hay que repartir, porque si no se llegará a una
nos ha dedicado para rememorar la figura de Rubinstein, nota que será un auténtico desastre. Y en todos estos as-
a quien acompañó por toda España y de quien fue amigo. pectos Rubinstein era bantante meticuloso. Se levantaba
Para él Rubinstein era un fenómeno de la adaptación cuando probaba el sonido y se alejaba lo que podía del
a cualquier piano, ya que «tocaba por lo que oía, no por piano para apreciar mejor la afinación, aunque conmigo
la colocación de las notas sobre el teclado». El pianista solía prescindir de esta comprobación».
polaco, músico inteligente y artista de enorme talento, no
era, en efecto, según se ha dicho muchas veces, un hom-
bre estudioso, pero poseía una asombrosa capacidad pa- El hombre Rubinstein
ra cantar, para decir. «El arte es una intepretación de la
realidad, hay que dialogar, sobre todo en Schumann», de- Fue en 1956 cuando Clavero conoció personalmente al
cía Rubinstein a su fiel afinador, que admiraba particu- pianista. Llevaba ya años dedicado a la difícil tarea de la
larmente la capacidad del pianista para extraer de su afinación y había colaborado con algunos de los más ilus-
instrumento un sonido orquestal partiendo de la sabia uti- tres artistas del teclado como Sauer o Gieseking. Desde
lización de «los ataques y los distintos batimientos». Cla- el día en que, al terminar un recital en Barcelona, fue a
vero apunta que para Rubinstein cada nota tenía su ver a Rubinstein al camerino, una corriente de entendi-
personalidad propia. «Según sean las que la acompañen, miento mutuo se estableció entre ambos, acrecentada pron-
así será el efecto sonoro». Y daba una gran importancia to cuando la casa Bechstein, para quien trabajaba, y con
al factor dinámico y al uso del pedal, tan definitivo y fun- cuyos pianos tocaba el polaco, le llamó para realizar su
damental. «Me sucedió con él una cosa muy curiosa — cometido. Rubinstein, que venía a España contratado por
recuerda nuestro protagonista—, en una obra que ahora Quesada, le reclamó a partir de entonces. Los viajes con
no puedo concretar: él daba un acorde que no acababa el pianista por toda la península le permitieron ir cono-
de sonar bien. Había algo que disonaba, que rascaba. Le ciendo poco a poco su manera de ser. Nadie mejor que
tenía obsesionado. Y se me ocurrió que batiera más pia- Clavero por tanto para mostrarnos en su salsa algunas de
no con el meñique de la mano izquierda, que era et que las facetas humanas de don Arturo.
parecía estar relacionado, hasta el extremo de producir «Nada más salir a escena —nos dice— se daba cuenta
unos armónicos indeseados, con el mismo dedo de la de- de la naturaleza del público y de su posible receptividad.
recha. La nota cantante del acorde era arriba, la última. Si ésta no era buena podía entrar furioso tras tocar y sol-
Era una cuestión puramente fenómeno lógica el adivinar tar un taco: «¡Mierda!» Pero su personalidad era tan gran-
por qué precisamente aquel acorde sonaba feo». de que frecuentemente llegaba a dominar a los públicos,
ponía toda la carne en el asador con los bises. Con la Dan-
za del fuego decía: «Les voy a dar la puntilla». Pero era
Respeto a la partitura y afinación una persona encantadora y siempre me entendí muy bien
con él. Le gustaba mi forma de trabajar —la verdad es
Clavero ha ¡do puliendo año a año sus ideas en torno que yo había adquirido en Alemania una buena
a las cuestiones básicas de su cometido, en las que un hom- formación— y nos compenetrábamos perfectamente. Con-
68 Scherzo
Momentos de Rubinslein en España. En las tres fotos de arriba: a la izquieda en Santander, en el centro con Mompou y el maestro Frank
Marshall en Barcelona, a la derecha en su casa de Marbella escribiendo sus memorias. Abajo: en la izquierda con Pablo Picasso en 1971
y a la derecha en Elche en ¡972 baulizando una palmera con su nombre / Fotos cedidas por la Fundación Isaac Albéniz (Exposición Ru-
binslein y España/.
fiaba en mí y casi no probaba el piano antes del concier- Rubinstein era judfo y ejercía de tal; al cien por cien.
to; tenía miedo a romper el encanto de la afinación; «Siempre decía que el único país donde había justicia y
mimaba el instrumento. Al contrario de lo que hacen la libertad era Israel, aunque se llevaba bien con casi todos
mayoría de los pianistas actuales, que no piensan. No se los gobiernos. Con las autoridades españolas nunca tuvo
dan cuenta de que si una nota se desafina por tocar muy ningún problema a pesar de su connivencia inicial con el
fuerte en la prueba, no es ella la única que sonará mal, Tercer Reich. De lo que no quería saber nada era del co-
sino que las demás también se sentirán afectadas. El con- munismo».
junto quedará desafinado». Y, hasta el fin, sobrevivió el gran artista, el músico emi-
La relación con Rubinstein se extendió hasta las últi- nente por encima de los gestos, de las aventuras (muchas
mas visitas del artista a España. A Clavero le fascinaba de ellas, naturalmente, amorosas), de las histerias de los
la etapa final del músico, en la que el diálogo y la matiza- públicos, de la mitomania... Clavero nos resume emocio-
ción pianísticos alcanzaron su más alca cima. Era entra- nado su talante y actitud ante el hecho musical. «En los
ñable la imagen del anciano, ya con la visión muy últimos tiempos trataba de manera especialmente cuida-
disminuida, buscando todavía la verdad profunda del men- dosa las parles que suponían un cambio de acción técni-
saje musical. «A primera hora yo ya tenía el piano afina- ca o expresiva. Yo, quizá por mi deformación profesional,
da A las doce o a la una llegaba él y lo tocaba un poquito, detectaba su capacidad para establecer el diálogo profun-
a veces sólo lo miraba. En los últimos tiempos solía estar do. Dominaba tanto su arte que —y no es contradicción
más rato, no se fiaba demasiado de su memoria;, pero en absoluto— siempre quería mejorar, ir más allá. Era cada
siempre tocaba en pianissimo para no castigar el instru- vez más esencial y auténtico».
mento. Temía sobre todo los saltos, siempre problemáti-
cos, y más con dificultades de visión». Arturo Reverter
Scherzo 69
VOCES DE AYER Y HOY
Plácido Domingo:
el fuego en la voz
n mayo de 1970 se representa en maba Plácido Domingo. Y, por una muy alejados de su personalidad ex-
E el Teatro de la Zarzuela, el
cuarto título de la temporada
en curso, La Gioconda de Amilcare
vez, el refrán tópico no se había cum-
plido, ya que el cantante era madri-
leño desde el 21 de enero de 1941.
trovertida, que, sin embargo, fueron
aplaudidas con similar entusiasmo.
Fuera de las veladas teatrales pro-
Ponchielli. Al finalizar el tenor su cé- A partir de ese año, 1970, la rela- piamente dichas, quedarán en la his-
lebre romanza del Acto II Cielo e ción de Plácido con su ciudad natal toria de la ciudad, al menos en su
mare, el público manifiesta su se haría estrecha y continuada, no apartado cultural, el recital que el te-
entusiasmo incontrolado. £1 cantan- faltando (salvo en 1972) a ninguna de nor ofreció, compitiendo con los
te, visiblemente emocionado, al cesar sus temporadas de ópera anuales. Su Rolling Stones, en la Ciudad Uni-
la nutrida ovación, exterioriza tal triunfo en Madrid fue el preludio de versitaria y el Otello en el Vicen-
emoción que casi le impide continuar una carrera ínternacinal sin paran- te Calderón, que convocó alrededor
el dúo con la mezzosoprano. Había gón. Recordemos que una semana de treinta y cinco mil personas. Ma-
nacido una nueva estrella. Un cantan- después del triunfo de Domingo, otro drid, tan necesitada de personajes po-
te que dos años antes, a pied levé, co- colega, en alza también, despertaba pulares, hace de Plácido uno especial
mo gráficamente dicen los franceses, entusiasmos en el mismo teatro: y corresponde al cariño y devoción
había sustituido en el Metropolitan Luciano Pavarotti como Rodolfo de del cantante. En la calle I biza, en la
neoyorkino a Franco Corelli en Bohéme. El Teatro de la Zarzuela fachada de su casa natal, una placa
Adriana Lecouvreur de Cilea: relevo empezaba a escribir su pequeña his- recuerda tan especial acontecimiento.
simbólico. Este flamante tenor se lla- toria. En Madrid, Plácido (porque así
suelen referirse a él los aficionados;
como se llama a los amigos) El cantante, el intérprete, el actor
ofreció, y sigue ofreciendo,
lo mejor de su repertorio Lo más atractivo e inmediato de
amplio. Recordamos la voz de Plácido Domingo es su
un Andrea Chenier timbre seductor. Un instrumento
juvenil y apasionado, pastoso y sensual, que se hace ater-
unOtellovehemen ciopelado o noble según las situa-
te y brutal que casi ciones amorosas o heroicas asumidas.
le produce a Katia Una zona central del registro, amplia
Ricciarelli secuelas y cálida, que fascina por su imposta-
físicas.unDonJosé ción llamémosla «natural», es decir,
primitivo y viril, un exenta de aquella artificiosidad que
Canio atormentado exhiben a veces muchas voces educa-
y visceral. Junto a, das. Como si fuera una extensión es-
también es justo decir- pontánea de la voz hablada. En la
lo, otras plasmad o nes zona de paso al agudo, el sonido pue-
menos afortunadas, de resultar demasiado abierto, para,
roles una vez situada la voz en el registro
propiamente alto, aparecer sacrifica-
da su luminosidad al volumen sono-
ro. Asimismo, un órgano de tal
anchura y riqueza es indócil a plegar-
se al juego de la mezza voce, que
cuando el tenor la emite es siempre
en detrimento de la uniformidad
t imbrica.
Como intérprete, Plácido es gene-
roso y entusiasta, transmitiendo al
oyente su fogosidad, su entrega. En
los momentos más comprometidos
acentúa las dificultades. Recurso más
fingido que real y que despierta, en
base a esa misma dificultad supera-
da, el delirio del público. Podría
imputársele también una cierta
, monotonía dramática en la concep-
70 Scherzo
VOCES DE AYER Y HOY
El taumaturgo
Scherzo 71
DISCOGRAFIA DE
PLACIDO DOMINGO EN
OBRAS COMPLETAS:
BEETHOVEN: Sinfonía No. 9 PUCCINI: La Fanciulla del West
Norman. Fassbaender. Berry Neblett, Milnes. Coro y Orquesta de
Coro de la Opera Estatal, Viena la Royal Opera House, Covent Garden
Orquesta Filarmónica de Viena Zubin Menta
Karl Bóhm 3 LP 4132851/2 MC 4132854/2 CD 4196402
2 I.P 274I009.'2 MC 3382009
2 CD 4137212 DIG. <+ Sinfonía No. 6 "Pastoral") PUCCINI: Manon Leseaul
Freni. Bruson, Rydl. Fassbaender
BERLIOZ: Beatriz y Benedicto Coro del Coveni Garden
Minion, Cotrubas, Denize. Soyer, Orquesta Philharmonia, Londres
Fischer-Dieskau. Macurdy Giuseppe Sinopoli
Coro y Orquesta de París 2 LP 4133521/2 MC 4133524/2 CD 4133522 DIG.
Daniel Barenboim
2 LP 2707103
PUCCINI: Turandol
Ricciarelli. Hendricks, Raimondi, Hornik,
De Palma. Araúa. Zednik. Nimsgern
Coro de la Opera Estatal. Viena
Orquesta Filarmónica de Viena
Herbert von Karajan
3 LP 2741013/3 MC 3382013/3 CD 4100962 DIG.
(Selección: LP 4106451/MC 4106454)
BIZET: Carmen
Berganza, Cotrubas, Milnes
Coro Ambrosian
Orquesta Sinfónica de Londres
Claudio Abbado
3 1.1*2740192/3 MC 3371040
(Selección: LP 2537049/MC 3306049)
MASSENET: Werther
Obraz.tsova. Auger. Grundheber, Molí SA1NT-SAENS: Sansón y Da lila
Coro de Niños de Colonia Obraztsova, Bruson, Lloyd. Thau
Orquesta Sinfónica de Radio Colonia Coro y Orquesta de Paris
Riccardo Chailly Daniel Barenboim
3 I.P 4133041/2 MC 4133044 3 LP 2740215/2 MC 4132974
VERDI: Macbeth
Cappuccilli, Verrett, Ghiaurov
Coro y Orquesta de La Scala, Milán
Claudio Abbado
3 LP 2740158/3 CD 4156882
VERDI: Nabucco
Cappuccilli, Dimitrova, Nesterenko,
Valenlini Terrani, Popp
Coro y Orquesta de la Opera Alemana, Berlín
Giuseppe Sinopoli
3 LP 2741021.'2 MC 3382021/2 CD 4105122
VERDI: Rigoletto
Cappuceilli, Cotrubas. Ghiaurov,
Obraztsova. Molí, Schwarz
Coro de la Opera Estatal. Vicna
Orquesta Filarmónica de Viena
Cario María Giulini
3 LP 2740225/3 MC 3371054/2 CD 4152882
VERDI: La Travista
Cotrubas, Milnes
ERDI: Aída Coro y Orquesta de la Opera Estatal de Baviera
icciarelli, Obraítscwa, Nucci, Carlos Kleiber
hiaurov, Raimondi, Valentini Terrani 2 LP 2707103/2 MC 3370024/2 CD 4151322
oro y Orquesta de La Seala, Milán
laudio Abbado VERDI: II Trovatore
LP 2741014/3 MC 3382014/3 CD 4100922 DIG. Plowright, Fassbaender. Zaneanaro, Nesterenko
Coro y Orquesta de la Academia
Santa Cecilia, Roma
Cario María Gmlini
3 LP 4133551/2 MC 4133554/3 CD 4133552 DIO.
74 Scherzo
MÚSICAS PRETÉRITAS
las agilidades del cantante-virtuoso. El vo confiado a la voz suele escucharse Orlando furioso, con una Sinfonía avanti
recitativo se aproxima circunstancial- también en las cuerdas. La parte acom- ¡'opera. Esta aportación del cura pelirrojo
mente a un rápido parlando. Su mode- pañante se independiza un tanto en los ha sido criticada por su construcción es-
lo de aria, que llegará a influir en Leo, ritornelli, pero siempre antes de que la casamente contrastada, según afirman al-
Fergolesi y hasta en el mismísimo Haen- voz retorne. La estructura del aria de ca- gunos analistas, pero no deja de ser cierto
po puede no ser respetada, que Vivaldi consiguió una clara definición
o bien omitida por comple- de la obertura, que la alejase de la pseu-
to, como en algunos ejem- dofanfarria puramente pragmática.
plos de L 'Incoronazione di La mención de la Sinfonía de apertu-
Darío. Cuando palabras o ra, con su estructura tripartita semejan-
frases de especial relevan- te a la del concierto, lleva a las relaciones
cia son repetidas una o va- de la ópera vivaldiana con su obra ins-
rias veces se pretende con trumental. Los paralelismos, los présta-
ello expresar el aumento de mos incluso, entre uno y otro campo son
tensión, la situación de an- abundantes. Citemos un ejemplo: la tor-
gustia o de vacilación del menta de Lafida ninfa se halla cerca del
personaje. Estos, aparte de Concierto para violin Op. 8, n.° 5 «La
cumplir el papel de palan- lempeslá di mare». Pero, apartándonos
ca en et desarrollo de la ac- del caso concreto, lo más significativo es
ción, se corresponden con la indudable aplicación de soluciones des-
cualidades morales. Los re- cubiertas en la ópera a la música instru-
gistros vocales utilizados mental . La línea del solista en el concierto
por Vivaldi se destacan vivaldiano proviene muchas veces de la
mayoritariamente hacia la análoga de la voz. Un especialista de la
zona aguda. talla de Pincherle afirma que hay más
abundancia de ideas en la ópera, si bien
Sobre la monolítica ma- el material se utiliza de manera más or-
sa de la cuerda sobresale denada en el concierto.
eventual mente la interven-
ción de uno o varios instru-
mentos obbligatti. No se Enrique Martínez Miura
trata, en sentido estricto,
de instrumentos concertan-
tes, que aparecen como ta-
les muy raramente, sino de
acompañantes privilegia-
dos de la voz. La relación
sería interminable, cite-
mos, cuando menos: vio-
lín. Armida ai campo c/Hutrtas, 57 - Tel.: 429 29 47
d'Egitto; flauta, Orlando JULIO 1987
furioso; violocello, Tito
l.U Marcos Cervino (piano).
Manlio; fagot, viola alia O b r u de; Becthoven, Chapín.
inglese, L '¡ncoronazione di 4.5.6 He lina Povedt y Juan Galán (piuio a
Daño; clave, Arsilda; 4 m*nos).
Obras de: Brahnu. Moran.
trompa, L'Olimpiade; 2 T.í.» GuJIavo Russo (guiiun).
trompas, Griselda; e inclu- Obras de: Sor. Piizzolli. etc.
10.11.12 Josí Miguel Silva (piano).
so la originalidad del salte- ObraA de: Chopin.
rio, // Giustino. 13,14.15 Roberto Mendor» (violínj. Rocio.
Samper (vioUn). Mariano Pulido
Frente a la natural pree- (violi)
Nievo CollKlo (chelo) y Pedio Mill-
minencia del aria en la ópe- ne (piano) -
ra de Vivaldi —las escenas O b r u deJ Brahma.
16,11,11 Roberto Mendoia (violin) y M * Be-
se originan por entradas y Itn Gilmben (pUno).
salidas, tras cantar, de un Obru de: Moran. Schumum. etc.
M.HJ1 Rmí Morí (guilirra).
personaje —los coros cum- Obras de: Bach, Sor, etc.
plen una función muy se- 11,23.14 Chin-Chuan Chana (piino)
Obras áe: Beethoven. Albenil-
cundaria. Hay, sin embar- 15.tt.17 Palomo StlKfcu (wprano) y Juin
go, excepciones, como son Hurlado (piano).
Obiií óe: Zariurla. Bim. eic.
las grandes escenas corales it.IVJI Maniol Puna y Jote Manuel Fernán.
de Orlando furioso. La es- der (diio de gui(aira).
Obrai de: Falta, Albenu. eic.
critura no es acusadamen-
te polifónica; las voces Pe lunes a jueves y a las 23.30: CICLOS
tienden a moverse siguiendo mucho más DE MUSITA CLASICA, dedicados a un
del, sigue cánones prefijados, pero no autor, a un estilo o a un periodo de la
está falta de vitalidad e imaginación. La la alternancia que la simultaneidad. Pa- Historia de la Música.
cuerda es casi siempre la encargada de ra los finales de acto. Vivaldi sigue la, en- Viernes, sábados y domingos, dos actua-
apoyar la voz. Su protagonismo provo- tonces en alza, costumbre de culminarlos ciones: a las 20.30 y las 23.30.
ca incluso la desaparición del clave en por medio de conjuntos vocales: tríos,
funciones de continuo. En esto se sepa- cuartetos, quintetos. En el extremo opues-
ra Vivaldi de Alessandro Scarlatti y de to, la ópera se abre, salvo cuando la ac-
toda la ópera del siglo XVII. El moti- ción se acomete directamente como en
Scherzo 7S
- Sclwrzo n» 3. Op 39
FESTMVL
36
- 1 * Preludio). Op 28
2. domingo Plaza Porticada. 10,30 noche 14. viernes Plaía Poiicada. 10.30 noche
THE CHAMBER ORCHESTRA OF EUROPE NIKOLAIS DANCE THEATRE"
CLAUDIO AB8ADO. director Danza norteamericana contemporánea
• SCHUBERT - Sintonía n« B en Do mayor
• MENDELS5OHN - Sinfonía n< 3 en La menor -Escocesa- 15 sábado Plaia de Toros. 10.30 noche
Recital SILVIO RODRÍGUEZ - GRUPO AFROCUBA
3. lunes Claustro de la Catedral. 9 noche
CHILINOIRIAN STRINO OUARTET 15. sabaoo Castro Urdíale; Iglesia de Santa María. ; XIII, 10 mañana
MISA GREGORIANA
4. manes Plaia Porlicada. 10,30 noche CORO DONOSTI ENESKI
IX CONCURSO INTERNACIONAL DE PIANO PALOMA OSHEA JOAOUIN OTAMENOI. director
ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA Retransmisión direcla por TVE
FINALISTAS DEL CONCURSO
JESÚS LÓPEZ COBOS, director 16. domingo Casiro Urdíales Iglesia de Sania Mana s XIII. 10 mañana
LA MISA DEL FESTIVAL
5. miércoles Plaja Porreada, 10.30 noche SOCIEDAD CORAL DE BILBAO
IX CONCURSO INTEHNACIONAL DE PIANO PALOMA O'SHEA GORKA SIERRA, director
ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA Retransmisión direcla por TVE
FINALISTAS DEL CONCURSO • PUCCINI - Misa de Gloria
JESÚS LÓPEZ COBOS, director
17. lunes Plaia Porreada. 10.30 noche
5. miércoles Museo Municipal Oe Bellas Arles, a larde COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLASICO. Presentación en Santander
Encuentro con JESÚS LÓPEZ COBOS "Los Locos de Valencia1, de LOPE DE VEGA
Direcciün ADOLFO MARSILLACH
fi. jueves Plaza Porticada. 10.30 noche
OROUESTA NACIONAL DE ESPAÑA 17. lunea Claustro de la Catedral. 9 noche
JESÚS LÓPEZ COBOS. Director Recital JOAQUÍN ACHUCARRO, piano
• MOZART - Sintonía en Do mayor 'Júpiter
• Ciclo BRUCKNER - Sinfonía n° 7 en Mi mayor 17. lunes Museo Municipal de Be lia j Aries, a tarde
encuentro Oe. ADOLFO MARSILLACH
7, nemes Claustro de la Catedral. 10.30 noche
Recital NIKITA MAGALOFF. piano 1S. martes Piafa Poriicada. 10.30 noche
Centenario ARTHUH (MJBINSTEIN (1887-1983) THE ISRAEL PKILHARMONIC OftCHESTRA
Organizado por el Concurso Internacional ce Piano Paloma O'Shea y la Fundación ZU8IN M6HTA. director
Isaac Albeniz • PROKOPIEV - Sintonía r' 5. Op 100
CHOPIN • Fantasía Op 49 • TCHAIKOWSKY - Sintonía n» i en Fa menor. Op 36
- Rondo, Op. 5
- Dos Nocturnos. Op 62 18. martes Muaeo Municipal de Bellas Artas. B lard*
- Gran Vals. Op Si Encuentro con... ZUBIN MEHTA'
IB miércoles Plata Poti C eda 10.30 noche PATROCINAN
THE ISRAEL PHILHAftMONIC ORCHESTRA
ZUBIN MEHTA. nirecioí — AYUNTAMIENTO DE SANTANDER
Cicla BRUCKNER - Smlania n« B en Do menor — GOBIERNO DE CANTABRIA
• Consejería de Cultura
20 lueves Plaza Porticaga 10.30 noche — MINISTERIO DE CULTURA
THE ISRAEL PH1LHARMOH1C ORCHESTRA • Inslilulo Nacional de las Artas Escénicas v *** ' * Música
ZUBIN MEHTA. direclor — CÁMARA OFICIAL DE COMERCIO. INDUSTRIA Y NAVEGACIÓN OE SANTANDER
• PJagrama a determinar — CAJA DE AHORROS DE SANTANDER Y CANTABRIA
— BANCO DE SANTANDER
21 .remes Cnpia da la Catedral. 10.30 nocne — UNIVERSIDAD INTERNACIONAL MENENDEZ PELAYO
RsctTah RICARDO IZNAOLA. guitarra" — GRAN CASINO OEL SARDINERO
Centenario de HÉCTOR VILLALOBOS (1BB7-1959I — ENTE PUBLICO RTV ESPAÑOLA
La ópera de
Benjamín Britten
Inglaterra. Si el período barroco fue
realmente significativo para el desa-
rrollo del drama musical en Inglate-
rra muy poco lo fue el período ro-
mántico. La música inglesa entra en
un sopor del que le costará salir más
de un siglo y su renacer se produci-
rá en todos sus aspectos hacia prin-
cipios de este siglo. Músicos como
Vaughan Williams, Frederick Delius
y Gustav Holsi se encargaron de reac-
tivar la fuerza perdida produciendo
óperas estimables pero de escaso in-
terés. Todos estos intentos, unidos
a la reapertura del Sadler's Wells
Theatre, en 1931, sentaron las ba-
ses del posterior desarrollo y apo-
geo de la ópera inglesa contemporá-
nea que centrará su atención prácti-
camente en una sola figura: Benja-
mín Britten.
Discípulo de Frank Bridge y más
tarde de John 1 reí and, Arthur Ben-
jamín y H aro Id Samuel, Britten dio
muestras de una sensibilidad refina-
dísima hacia la música y una inven-
tiva sorprendente, aspectos que sus
maestros se encargaron de estimu-
lar. Compuso prol ¡Ticamente desde
muy pequeño, aunque con sabiduría
se abstuvo de publicar cualquier co-
sa hasta mucho después. Varias de
sus primeras obras consistían en mú-
sica incidental para documentales ci-
nematográficos, para comedias ex-
Dibuja de Britten por Richard Willson presionistas de W. H. Anden y Chris-
topher Isherwood y para dramas ra-
78 Scherzo
EI hijo pródigo en la Semana de Música de Cuenca este año.
bert Herring para la compañía y via- manifestar en todo una libertad, una
Peter Pears en Peler Grimes jarían por diversos países de Europa. inclinación hacia lo sorprendente y
De nuevo Britten sería quien to- extraño, hacia lo sutil, unido a un
nacionalmente. En ese mismo año se mase la iniciativa, junto con Peter inalterable sentido musical y el ma-
radian las variaciones corales A Boy Pears y Eric Crozier, tras la forma- nejo de una especie de contrapunto
was Bom, sorprendido al público, ción, en 1941, del Festival de Alde- fantasía, que lo caracteriza.
quien lo sitúa como a uno de los com- burgh, que se ha convertido en un Frecuentemente la música de Brillen
positores de música coral más impor- auténtico acontecimiento anual de gran confunde a la crítica que se deses-
tante de Inglaterra. Junto con la ópera, interés artístico donde participan dis- pera por encasillarlo o encuadrarlo
la música para coro constituye quizá tinguidos músicos de texto el mundo en un estilo determinado, pues no entra
lo mejor de su producción. Obras co- y en el cual se pudo asistir a los cómodamente en ninguna de las prin-
mo Hymn to St. Cecilia y fíejoice estrenos de varias de sus obras. cipales categorías de la música con-
in the Lamb nos lo demuestran. temporánea. Es ante todo un músi-
En el verano de 1939, Britten y Un estilo personal co inglés, refinado, con un depura-
su amigo el tenor Peter Pears fue- do sentido del equilibrio, de la for-
ron a Estados Unidos donde perma- Britten a menudo es catalogado co- ma y de la tímbrica. Le gusta opo-
necieron hasta 1942 y es allí donde mo ecle'ctico y precisamente es en ner sonoridades totalmente distintas,
se estrena su primera obra para es- este sentido por lo que como com- lo cual confiere a su música un ca-
cena: Paul Bunyan, opereta en dos positor se distingue de unos antepa- rácter diáfano, cristalino y jamás exen-
actos sobre libro de W. H. Auden. sados muy diversos y a primera vis- to de emotividad.
Tras este primer intento y ya de vuelta ta incompatibles unos con otros: de No es un dodecafonista, ni un neo-
a su tierra natal, estrena en medio los músicos isabelinos, Purcell, Stra- clásico, ni un adepto sistemático de
de una gran expectación su segunda vinsky, Debussy; sin embargo, nunca lo modal, aunque el modo Fa atrai-
ópera, Peter Grimes, (1945), que existe en él mezcla o composición ga con bastante frecuencia su imagi-
había sido encargada por Sergei alguna de los estilos, ni estilización nación melódica.
Koussevitzky. según modelos antiguos o modernos, Quizá uno de los aspectos más sig-
Firmemente establecido tanto dentro sino todo lo contrario, pues con un nificativos del compositor sea la sor-
como fuera del país, Britten deter- temperamento prodigioso sabe refundir prendente capacidad de generar me-
mina crear una auténtica tradición ope- en un lenguaje original, directo, es- lodías claras y de gran belleza, ca-
rística inglesa y en 1946, con la co- pontáneo, todo aquello que ha influido racterística por otra parte lan inglesa.
laboración de Joan Cross. directora en su música. Ritmos excitantes, re- Britten siempre quiso que sus tex-
del Sadler's Wells, runda el English lieve de las pulcrísimas líneas meló- tos se entendieran perfectamente, por
Opera Group, quien estrenó su se- dicas, un instinto infalible de los va- lo que sus melodías son un ejemplo
gunda ópera The Rape of Lucrelia lores musicales que brinda la proso- de utilización inteligente de los ele-
(La violación de Lucrecia) en Glynde- dia inglesa, brillantez e ingeniosidad mentos prosódicos. En su escritura
boume, con Ernest Ansermet como en la mezcla o yuxtaposición con- vocal nunca hay confusión y cuando
director. AI año siguiente escribió Al- trastada de los timbres, además de la hay siempre es intencional. Las
Scherzo 79
LA OPERA EN EL SIGLO XX
líneas melódicas emergen del acom- Dadas las enormes dificultades de los fantasmas del castillo en el que
pañamiento de manera natural y per- presentación, económicas sobre to- habitan. De nuevo un pequeño gru-
fectamente índentificables. Esto se do, además de los problemas que aca- po de intérpretes al servicio de una
puede apreciar en todas sus obras vo- rrea el montaje de una gran pieza partitura sutil, llena de refinamiento
cales y en especial en sus óperas, en las giras, nació en Britten la idea sonoro, en la que una serie dodeca-
donde la comprensión del texto es de escribir una ópera que utilizara fónica circular evoca obsesivamente
fundamental, ya que no hay modo los recursos disponibles para los com- las vueltas de la tuerca.
de escaparse dé él, resultando inelu- positores de los siglos XVD y XVIII, De 1960 data A Midsummer's Night
dible su significado. El texto se oye cuando la forma halló su máximo nivel Dream (Sueño de una noche de ve-
sobre una discreta orquestación, co- expresivo, antes de que el conven- rano), versión operística de la obra de
sa sorprendente para un público acos- cionalismo social del XIX amenaza- Shakespeare. Una referencia más de
tumbrado a la ópera tradicional, en ra con relegar la palabra hablada y Britten a la Inglaterra isabelina y en es-
donde la mayoría de las veces el texto el recitado a segundo orden. El re- pecial a su antecesor Purcell, autor de
discurre bajo el yugo de la miísica. sultado fue su tercera ópera The Ra- otro Sueño titulado The Fairy Queen.
Britten combinaba conscientemente pe of Lucretia (La violación de Lu- En la década de los sesenta, Brit-
los acentos prosódicos con los acen- crecia)'ópera de cámara para ocho ten trabaja en una nueva faceta de
tos musicales, por lo que su escritu- cantantes y trece instrumentistas. Con su producción escénica: las Church
ra resulta cómoda para cantar. Los Lucretia, estrenada en Londres en Parables, autos sacramentales com-
textos fluyen naturalmente dentro de 1946, debutó d English Opera Group. puestos para su representación en igle-
las melodías. Compuso para todas las que no sólo dio la oportunidad a Brit- sias, como es d caso de Noye 's Fludae
voces, en especial para la de sopra- ten de desarrollar sus ideas músico- (El diluvio de Noé, 1958), Curlew
no y en particular la de niño —a que dramáticas, sino que ha proporcio- River (Rio Curte**. 1964), The Bur-
la dedicó páginas sublimes— y para nado también la plataforma a otros ning Fiery Furnace (La ardiente y
la de tenor, acaso por la estrecha amis- compositores ingleses como William feroz caldera, 1966) y The Prodigal
tad que le unió a Peter Pears, para Walton, Harrison Birtwistle o Mal- Son (El hijo pródigo, 1968).
quien están pensados la mayoría de com Williamson.
los principales papeles de sus óperas. En 1971 Britten vuelve a inspirarse
Tres óperas de cámara aparecie- en Henry James para su Owen Win-
ron a continuación: Albert Herring grave, ópera en dos actos encargada
El resurgir de la escena lírica inglesa (1947) sobre texto de Maupassant, por la BBC/TV, y .finalmente, en
The Beggars Opera (1948) y The 1973, se estrena Death in Veníce
El 7 de junio de 1945 se estrena en Líale Sweep (1949), que luego se lla- (Muerte en Venecia) sobre la novela
el Sadler's Wells Theatre Peter Gri- mó Let's Make an Opera (Hagamos de Thomas Mann.
mes, ópera que determinó el renaci- una ópera), en la que el público mis- Entender las fuentes literarias y su
miento del drama musical en Ingla- mo, en especial el infantil, participa adaptación a la ópera es imprescindible
terra. Obra convencional, compuesta para acercamos a Britten. Su peculiar
ignorando un poco las demás corrien- en la preparación de una ópera.
visión dd mundo y del hombre se nos
tes vanguardistas de su tiempo, es con- En 1951 se produce un nuevo gi- revela a través de personajes como
siderada como fundamental en el de- ro: Britten retoma a los grandes mon- Grimes, el hombre solo ante una so-
sarrollo del género operístico de nues- tajes escénicos con Billy Budd, so- ciedad hostil; o como el profesor As-
tra época. Peter Grimes es una ma- bre una obra de Hermán Melville, chenbach, el hombre que agoniza es-
gistral ópera de grandes dimensiones y con Gloriana (1954), con libreto toicamente en pos de la belleza ideal.
dentro de las tradiciones formales del de W. Plomer, compuesta para la co- En las óperas de Britten d demento
siglo XDÍ, con un reparto extremada- ronación de la Reina Isabel Q, por simbólico juega un papel fundamen-
mente amplio, coro y orquesta com- la cual mereció el título de Compa- tal, por lo que se produce a veces
pletos y un formidable despliegue es- nion of Honour. una separación entre el relato en sí
cénico. En ella podemos encontrar una The Tum ofthe Screw (Otra vuel- y los momentos de abstracción o su-
hábil utilización de los modos Frigio ta de tuerca) de 1953, está basada blimación, en los que la música co-
y Lidio, la escala diatónica y la bito- en la novela del americano Henry Ja- bra protagonismo y significado pro-
nalidad, revelando con ellas unas po- pio. El uso de la imagen y la metá-
tencialidades dramáticas sorprendentes. mes: ura institutriz descubre que los
niños que cuida están poseídos por fora es particularmente rico y am-
bos sirven y son servidos por la
música.
Britten, sin llegar a ser un revolu-
cionario o un vanguardista, aportó
muchos elementos a la ópera con-
temporánea. Hombre culto, de espí-
ritu abierto y flexible, supo conci-
liar en la escena conceptos arcaicos
con otros totalmente modernos, pe-
ro siempre en un lenguaje modera-
do y dotado de un agudo sentido del
equilibrio formal y un sentido musi-
cal exquisito.
una página de la partitura autógrafa de Peter Grimes Guillermo Varany
80 Scherzo
JAZZ
Scherzo 81
JAZZ
82 Scherzo
El Concierto-Aniversario
de schí'ízo en disco
REAL MUSICAL
CARLOS III, 1
(Frente al Teatro Real)
Tels.; 241 30 09 - 241 31 06
28013'MADRID