Cecilio Acosta Fue El Látigo Moral
Cecilio Acosta Fue El Látigo Moral
Cecilio Acosta Fue El Látigo Moral
Hace 200 años nació este pensador que defendió la política como gestión del bien social
El pueblo ha de triunfar
Al ser Venezuela una república fundada
a través de la violencia y administrada porla
ciega voluntad de los hombres de la guerra,
Acosta consideraba que estaba atrapada en
una dinámica de conflictos que parecían
no poder hallar solución sino en la violen-
cia. Vivíamos en medio de “usurpaciones
de mando” y “desafueros en el derecho”,
en una época en la que la demagogia ha-
cía pasar “el Yo por el Nosotros”. Pero por
desesperante fueran tales circunstancias, al
final terminarían por imponerse la paz y la
salud pública.
Esa visión optimista respondía a su
convicción de que esos infortunios, “aun-
que sangrientos, son vicisitudes que prue-
ban la existencia de un combate, cuya vic-
toria ha de declararse al fin por la fuente
del poder, por la igualdad de la justicia”.
Se trataba del combate del bien contra
el mal, que el pueblo habría de ganar: “El
pueblo triunfa, el pueblo debe triunfar:
pongo para ello por testigo, a la civilización,
que le ha refrendado sus títulos, y a Dios
que se los dio. Él respira, él siente, él quiere,
y debe tener goces: él ha sufrido mucho, y
El 1 de febrero de 1818, nació en San mar “las cuestiones públicas en cuestiones debe alguna vez sentarse a la mesa”, declara
Diego de los Altos Cecilio Acosta, quien se de persona”. Estos dirigentes eran para él en Cosas sabidas y por saberse, la más célebre
convertiría en el látigo moral de los caudi- la negación de la razón y encarnación de la de sus obras.
llos que detentaron el poder en Venezuela. fuerza.
Formado como teólogo y abogado en el Ideas y fuerza eran para él los dos fac- El pueblo encarna el bien
Seminario Tridentino de Santa Rosa y en la tores fundadores de las sociedades. “De las La sentencia de que el pueblo siempre
Universidad Central de Venezuela, conce- ideas dirá que es son elemento eficaz para triunfa expresa una idea crucial del pen-
bía la política como una práctica que debía dirigir a través de la razón, ya que ‘crean, samiento de Acosta: la identificación en-
estar ligada a principios morales y religiosos mejoran, conservan y vivifican’ la felicidad tre el pueblo y el bien. “En su concepto
y orientada a garantizar la libertad y dere- del ser humano”, señala Carlos Lenin Gu- de pueblo encontramos que se trata de
chos civiles, la justicia, la educación y el bien rrero, docente e investigador de la Escuela ‘la totalidad de los buenos ciudadanos’,
público. Venezolana de Planificación. dice Guerrero.
Esos principios, consideraba Acosta, es- Respecto a la fuerza, Romero cita la Así. señala Guerrero, “hace una dife-
taban lejos del ánimo y las acciones de los lapidaria opinión de Acosta: “La cons- renciación entre quienes pertenecen al
gobernantes que terminaron por transfor- tituyen los movimientos ciegos de la pueblo y quienes usurpan su lugar. Para
José Martí: ““Negó muchas veces
su defensa a los poderosos; no a los tristes”
él son buenos ciudadanos quienes ‘están vez se desataba “la guerra como único
dedicados a menesteres y oficios de pro- remedio”.
vecho, porque el trabajo es la virtud o Estos planteamientos, recuerda Gue-
principio de la virtud’. rrero, “fueron publicados en el El Federa-
lista entre 1867 y principios de 1868, en
El látigo moral cuatro ensayos que se resumen bajo el
Guerrero dice que la concepción de título “Deberes del Patriotismo”.
Acosta “sugiere que el pueblo no daña Contra los usurpadores del poder que
a sus hermanos, no conspira para sí le correspondía al pueblo fue implacable,
mismo, sino que obra por el bien suyo como lo muestran sus críticas a Antonio
y de los demás”. Por eso “desacredita Leocadio Guzmán a quien acusó de trai-
las revoluciones que tomando la pa- cionar a Bolívar al pueblo y a la propia
labra pueblo construyeron una lógi- doctrina liberal. “Tú fuiste instrumento
ca facciosa con la finalidad de usar la que después se quebró”, le llegó a decir.
‘fuerza bruta’ contra el propio pueblo Acosta denunció las formas despó-
y llevarlo a la miseria”. ticas del gobierno del Guzmán Blanco
Acosta descargó el látigo de su pluma y las mentiras de su padre, en una serie
contra “esos demagogos que han lidera- de artículos publicados en 1877, apun-
do tales empresas y se han enriquecido, ta Guerrero: “Al padre se refiere como
especialmente quienes gobernaron a raíz ‘enemigo de Bolívar’ y ‘falso profeta’. Y
de la Federación”. Los cuestionó a todos, Cecilio Acosta fue “un hombre religioso y
sostuvo que los verdaderos fundadores
devoto” que “de buena había creído en un
incluidos los personeros de la Revolu- cambio de la moral administrativa”, dice su
del liberalismo fueron quienes acompa-
ción Azul y los Guzmán: padre e hijo. biógrafo Ramón Díaz Sánchez. ñaron a Bolívar”. Los auténticos libe-
Entre las polémicas que entabló, des- rales, les decía, era quienes sostuvieran
taca la que lo enfrentó al médico Ilde- verdaderas prácticas republicanas, en la un gobierno de leyes, y una Republica
fonso Riera Aguinagalde acerca de la discusión pacífica del derecho” y de las de ciudadanos; no el guzmancismo que
Guerra Federal y sus implicaciones. Su libertades civiles”, por lo que prevalecía practicaba el despotismo, y hacía preva-
posición era que la guerra impuso una el abuso y se agravaban “los males pú- lecer el “orgullo y la insolencia”.
lógica que impedía el ejercicio de “las blicos”. Como consecuencia, una y otra En respuesta, el gobierno de Guzmán