Dos Puntos
Dos Puntos
Dos Puntos
Los dos puntos es un signo de puntuación que indica que lo que sigue es consecuencia o
conclusión de lo que antecede y que en el habla es una pausa precedida de un descenso
en el tono. Dicha pausa es mayor que la de la coma y menor que la del punto. Al contrario
de lo que ocurre con el punto, los dos puntos no indican que se termina la enumeración
del pensamiento completo. Estos detienen el discurso para llamar la atención sobre lo que
va a continuación, que siempre está en estrecha relación con el texto precedente.
Los dos puntos deben escribirse pegados a la palabra o el signo que los antecede, y
separados por un espacio en blanco de la palabra o el signo que los sigue.
En la mayoría de estos casos los dos puntos se pueden sustituir por la coma. Al utilizar los
dos puntos, se da énfasis a lo que va a continuación y se crea cierta expectación en el
lector. Si se pone coma, en cambio, esos matices desaparecen.
Cuando dos oraciones están relacionadas entre sí, se pueden unir ambas poniendo dos
puntos, sin que haya necesidad de usar otro nexo. De esta forma se pueden expresar
relaciones de causa-efecto, de conclusión, de consecuencia o resumen de la oración
anterior, o de explicación.
Está lloviendo: no podremos ir a la playa.
Hacía frío, nevaba, teníamos sueño: tuvimos que volver pronto a casa.
Hoy tengo que salir antes del trabajo: tengo que acompañar a mi madre al
médico.
Para introducir una conclusión, una consecuencia, un resumen de la oración anterior o una
explicación de lo mencionado anteriormente también se puede usar el punto y coma. Si se
utiliza algún enlace, no se ponen los dos puntos.
Hoy tengo que salir antes del trabajo porque tengo que acompañar a mi madre
al médico.
[editar]1.2 Delante de las citas textuales
Se utilizan los dos puntos delante de las citas textuales si van precedidas de verbos o
expresiones introductorias del lenguaje en estilo directo: (decir, declarar, explicar,
responder...). Dichas citas deben escribirse entre comillas y comenzar con mayúscula.
Como decía Ortega y Gasset: «La claridad es la cortesía del filósofo».
Cuando se anticipan los elementos de la enumeración, los dos puntos sirven para cerrarla
y dar paso al concepto que los engloba.
Traducir, corregir y editar: esas serán tus funciones.
Aunque cada vez está más extendido, hay que evitar en español el uso de la coma en
lugar de los dos puntos en estos casos, ya que se trata de un anglicismo.
En este caso, el signo de dos puntos es compatible con la conjunción subordinante que. Es
una excepción de la norma de incompatibilidad de dicha conjunción con los dos puntos.
PRIMERO.- Es asombroso lo que sucede en nuestra ciudad, estado y país. Los antiguos
babilonios se caracterizaban por lo fastuoso, la ostentación y lo vano. Lamentablemente
esas posturas se han adoptado sin rubor alguno por los gobiernos que en estos tiempos
hemos padecido.
Las noticias siguen señalando con índice de fuego a cuatro gobernadores de los estados
de Veracruz, Chihuahua, Quintana Roo y Sonora. En ese orden son Javier Duarte, César
Duarte, Roberto Borge y Guillermo Padres, los cuales han dado pie para que el hartazgo
social inicie una cruzada profunda y destruya con fuerza ciudadana sus nidos de
corrupción. Traicionaron a los pueblos y han producido un ejemplo que de no terminarse
de raíz, harán volar al abismo no solo a los estados sino que precipitarán a la nación a un
profundo desfiladero.
Realmente causa asombro lo que nuestra práctica gubernamental ha dejado atrás: una
tabla de valores que ha sido calificada por los corruptos sin valor y en el cual no hay
diferencia alguna entre robo y honradez; tampoco la hay entre un sistema legal que ahoga
a los débiles y protege a los magnates abusivos y que pone en relieve a una legislación y
práctica administrativa en que se ahoga a los pequeños y se aplaude a los abusones; en
otras palabras, se ha dejado suelta a la sociedad para que camine sin escudo ni espada,
ahogada entre el miedo y la inseguridad.