Jesus Histórico y Cristo de La Fe
Jesus Histórico y Cristo de La Fe
Jesus Histórico y Cristo de La Fe
Cristo de la fe
Publié par Gabriel MANZUKULA Mjrrdcongo sur 8 Août 2016, 12:03pm
Catégories : #Théologie de la libération, #Bible et Reflexion, #Pastoral
Esquema de la presentación:
1. Contexto cristológico
2. Una aproximación al método de la cristología latinoamericana
3. Manifestaciones de fe en Cristo en la religiosidad popular latinoamericana
1. CONTEXTO CRISTOLÓGICO
The Old Quest: El iniciador de esta búsqueda es el profesor Reimarus. Según este
autor Jesús fue un Mesías político fracasado. El Cristo del evangelio es fruto de la
transformación triunfalista que del fracaso de Jesús hicieron sus discípulos. Había
visto que el Jesús de la historia y el Cristo de la predicación no son el mismo. La
historia y el dogma son dos cosas distintas. Esto desencadeno un trabajo arduo
por también con muchos frutos.
The New Quest: Esta nueva búsqueda tiene como precursor a Käsemann[5].
Postula que la discontinuidad propuesta por Bultman entre el Cristo del kerigma y
el Jesús histórico posee el gran peligro de convertir a Cristo en un mito. Lo que
busca el autor es que entre el Kerigma y la historia de Jesús media una
continuidad real. De esto se sigue que aunque no podamos conocer tal cual al
Jesús histórico, si podemos conocer elementos que nos posibilitan comprender el
seguimiento que nos ah propuesto como creyentes.
The Thrid Quest: La diferencia con los de la nueva búsqueda, es que estos
apoyan su trabajo en perspectiva interdisciplinaria. Su campo se trabajo es
anglosajón mientras que el anterior es alemán. En este trabajo no se plantea el
problema de las relaciones entre el Jesús de la historia y el Cristo de la fe, y la
investigación no se realiza en instituciones teológicas sino profanas e
interreligiosas y culturales. Como fuentes aceptan los cuatro evangelios
canónicos. Esto permitió el trabajo de varias disciplinas que han posibilitado
comprender a Jesús en su contexto. Igualmente como fruto de esto las tensiones
características de la sociedad judía del primer siglo se reflejan en la aparición y en
el destino de Jesús y es posible encontrar, según estos investigadores, una
continuidad social entre el círculo prepascual en torno a Jesús y el cristianismo
después de Pascua.
Una tercera compresión esta dada por la categoría de comunidad. Según Baena,
el Evangelio o el Bautismo no tienen sentido si no es en comunidad. Y esto
funciona por medio del espíritu santo que acontece en la persona creyente[10]. Y
esto sucede en los creyentes en la medida que se dan en la comunidad ejerciendo
su propio carisma discernido. Según Baena, en todo el proceso de construcción,
se fue transmitiendo los hechos y dichos de Jesús de manera parcial y luego en
conjunto. De aquí que relatos como el de la pasión, sean una confesión de fe en el
anuncio dando piso histórico a la vida de Jesús. De aquí que la pasión
comprendiera la resurrección, o de la tumba vacía o de las apariciones en Galilea.
3. Desarrollo de la cristología en los concilios
Sostiene que los evangelios, cuya historicidad afirma sin vacilar, transmiten
fielmente lo que Jesús Hijo de Dios, viviendo entre los hombres, hizo y enseñó
realmente para la salvación de ellos, hasta el día en que fue levantado al
cielo[14]. Hemos de ser guiados por la tradición que nos ha llegado por medio de
los discípulos que insertos en las comunidades nos han dejado el legado de Cristo
el cual sigue actuando por medio de su espíritu en nuestra vidas, en la vida de la
Iglesia.
1. El Cristo liberador
En esta imagen del Cristo liberador, Sobrino da un paso adelante. Pues ese mismo
Cristo sufriente presente en la fe del pueblo en los últimos años se ha convertido
en un Cristo liberador. Para Sobrino este es el mayor hecho cristológico que se ha
dado en la región. Esto se sustenta en que realidad latinoamericana y Cristo
liberador se corresponden.
0. Un Cristo “abstracto”
En la tradición teológica se ha querido hacer una “abstracción” de Cristo. Pero
esto ha significado un “olvido” de la naturaleza histórica de Jesús. El problema
está cuando se adjetiva al Cristo, pues claramente se hace desde ideas que no les
interesa –o le interesa parcialmente- el Jesús histórico. Dos ejemplos muestra
Sobrino:Cristo-amor y Cristo-poder.
0. Un Cristo “reconciliador”
Este también es una abstracción de Cristo. Utilizado en sinnúmero de veces para
justificar realidades ajenas al evangelio.
2. El “lugar” en la cristología
Sobrino es consciente que la cristología tiene sus fuentes específicas en la
revelación de Dios, presente en el Nuevo Testamento. La cual es interpretada
normativamente por el magisterio. Hasta aquí todo parecería sencillo. Sin
embargo al preguntarse, por qué los resultados de la cristología latinoamericana
son diferentes a las de otras cristologías progresistas. La razón estriba en la
misma realidad latinoamericana. De ahí que la cristología latinoamericana hable
de liberación donde hay descarada opresión. Así, la liberación se convierte en
contenido teológico y como tal, redescubierto en la revelación. A este ejemplo, se
suman otros redescubrimientos teológicos fundamentales: la parcialidad de Dios y
de Cristo, la realidad del antirreino contra el cual ha que anunciar el reino… Aquí
interesa rescatar que hay “lugares” donde se redescubren importantes realidades
que están en las “fuentes” de la revelación pero que han estado como
sepultadas[18].
Ahora bien, esta nueva manera de pensar, desde el mundo de los pobres, tiene
un efecto en el contenido del pensar y es una realidad que capacita y enseña a
pensar.
3. El quién de la cristología: El Jesús histórico como punto de partida de la cristología
Sobrino toma un punto de partido discriminado: la realidad de Jesús de Nazaret,
su vida, su misión y su destino, lo que suele llamarse el “Jesús histórico”. Antes de
analizar esto es necesario aclarar la relación que se da entre Jesús y el Cristo.
Ahora bien, el descenso de Dios no se capta como una pura formalidad aceptando
simplemente el don de este descenso, sino cuando se observa en qué consiste
concretamente. Lo concreto de esto es Jesús de Nazaret. De ahí, la fe en Cristo
debe estar comprendida desde el principio del abajo de la historia. En la
cristología esto se reconoce metodológicamente con la expresión “cristología
desde abajo”.
0. El kerigma
Kahler en 1892, desengañado de los vanos intentos para recuperar la biografía de
Jesús, sostuvo que el “verdadero Cristo es el Cristo predicado”. Desde entonces
comienza a usarse la terminología que distingue entre el “Jesús histórico” y el
“Cristo de la fe”. Bultmann lleva a sus últimas consecuencias la tesis de Kahler:
para la cristología la vida de Jesús no puede ser punto de partida porque, en
primer lugar, faltan fuentes históricas para conocerla, y en principio, porque la fe
no tiene nada que ver con lo que Jesús hizo y dijo en su vida terrestre, sino que
tiene que ver esencialmente con lo que Dios hace y dice al ser predicado
el Kerygma.
0. La doctrina de Jesús
Fue tendencia de la teología liberal europea de los siglos XVIII y XIX presentar a
Jesús como maestro y modelo de la religión universal por su conciencia de Dios
(Schleiermacher), o como ejemplo del ser humano, ideal de la burguesía del siglo
pasado (Harnack).
Formación de hermandades,
Presencia de una
cofradías y grupos católicos
Misas cada mes en su devociónque toman su nombre. Los concepción que vincula
en distintos lugares del país. el favor concedido y la
más devotos visten un
promesa de algún
hábito morado durante el
sacrificio como
mes de octubre de cada año,
agradecimiento.
esto como promesa ante un
favor concedido.
[4] Cf. El mensaje central del Nuevo Testamento, Ed. Sígueme, Salamanca, 1.972,
p. 138.
[6] Cf. CADAVID, Alvaro. La investigación sobre la vida de Jesús. Teol. vida..
2002,vol.43, no.4 [citado 24 Agosto 2008], p.512-540. Disponible en la World
Wide Web: <http://www.scielo.cl.
[12] Constitución dogmática sobre la divina revelación en: Concilio Vaticano II.
BAC