Atención
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Índice
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1Características de la atención
o 1.1Determinante externos
o 1.2Determinantes internos
2Atención voluntaria
3Clasificación
4Patologías
5Referencias
6Véase también
7Enlaces externos
Características de la atención[editar]
Si no estuviésemos atentos nuestra mente se hallaría sumergida en un vasto mar de
estímulos, nuestros sentidos se desbordarían de información que no podría ser procesada, es
por ello que necesitamos de un mecanismo que controle dicho procesamiento estructurando la
actividad humana.
Podríamos destacar las siguientes características de la atención como las más importantes:
Amplitud.
Hace referencia a la cantidad de información a la que podemos atender al mismo tiempo y al
número de tareas que podemos realizar simultáneamente.
Intensidad.
Es innegable que todos sentimos alguna vez la sensación de estar más o menos atentos, a
esto se le denomina intensidad de la atención o tono atencional. Puede definirse entonces
como la cantidad de atención que le prestamos a un objeto o tarea y está directamente
relacionada con el nivel de vigilia y alerta de un individuo. Pueden producirse variaciones en la
intensidad denominadas como fluctuaciones de la atención al descenso de la intensidad de la
atención se le denomina “lapsus de atención”. Los cambios de atención pueden ser cortos y
transitorios denominándose “cambios fásicos”, cuando son largos y relativamente
permanentes se denominan cambios tónicos.
Control.
Supone dirigir la atención y poner en marcha sus mecanismos de funcionamiento en función
de las demandas del ambiente y de la tarea que vamos a realizar, en este caso hablamos de
atención controlada. La atención controlada a diferencia de la no controlada requiere un
esfuerzo por parte del sujeto para mantenerla. Muchos autores afirman que es ésta, la
característica más importante de la atención.
Determinante externos[editar]
Los determinantes externos son los que proceden del medio y posibilitan que el individuo
mantenga la atención hacia los estímulos que se le proponen, es decir, depende del medio
ambiente.
Potencia del estímulo. Es evidente que un sonido de gran intensidad es capaz de atraer
nuestra atención. Lo mismo sucede con los colores intensos con respecto a los tonos más
suaves.
Cambio. Siempre que se presenta un cambio que modifica nuestro campo de percepción,
nuestra mente es atrapada por los estímulos que modifican la situación de estabilidad.
Tamaño. La publicidad emplea con gran eficacia este principio. Sin embargo, se ha
logrado descubrir que el tamaño posee menos atractivo que el cambio o que la potencia
del estímulo.
Repetición. Un estímulo débil, pero que se repite constantemente, puede llegar a tener un
impacto de gran fuerza en la atención. Es muy utilizado en anuncios comerciales.
Movimiento.
Contraste. Cuando un estímulo contrasta con los que le rodean, llama más la atención.
Puede haber dos situaciones: El contraste por aparición, en la que el estímulo contrasta
porque no estaba presente hasta ese momento, y el contraste por extinción, donde el
contraste lo provoca el hecho de darse cuenta de que ya no está.
Organización estructural. Los estímulos que se presentan deben estar organizados y
jerarquizados, de manera que posibiliten recibir correctamente la información.
Determinantes internos[editar]
Los determinantes internos o propios de la persona, son los que dependen del individuo, y
condicionan aún más, no sólo la capacidad y desarrollo de la atención, sino también su
rendimiento.
Emoción. Los estímulos que provocan emociones de mayor intensidad tienden a atraer la
atención del sujeto que los percibe.
Estado orgánico o estadiorgánico. Este factor se relaciona con las pulsiones que
experimenta el individuo al momento de recibir la estimulación. Por ejemplo, si una
persona se encuentra sedienta, es seguro que le atraerán más intensamente los estímulos
relacionados con la satisfacción de su necesidad)
Intereses. Esto se refiere a aquello que atrae la atención en función de los intereses que
se tengan.
Por ejemplo, un aficionado al alpinismo se sentirá fuertemente atraído por una vista de
montañas nevadas, mientras que un biólogo será atrapado por la imagen de una especie en
peligro de extinción.
Sugestión social. Puede llegar a atraer la atención de otras personas por invitación, que
es más que por simple imitación.
Curso del pensamiento. Independientemente de las pulsiones o de los intereses del
individuo, si el curso de su pensamiento se encuentra siguiendo ciertas ideas y un
estímulo relacionado se le presenta en ese momento, este último captará su atención en
forma inmediata.
Atención voluntaria[editar]
Se basa fundamentalmente en las causas que proceden del propio sujeto. Es la motivación
interna lo que activa nuestra atención hacia un objeto determinado
Queremos atender algo porque nos interesa, no porque capte nuestra atención.
Para mantener la atención voluntaria en situaciones que nos interesan, pero que también
nos fatigan, con frecuencia hay que recurrir a la "fuerza de voluntad"
La atención no es solamente la capacidad mental para captar la mirada en uno o varios
aspectos de la realidad y prescindir de los restantes, es el tomar posesión por parte de la
mente, de forma clara y vívida, de uno entre los que parecen simultáneamente varios posibles
objetos de pensamiento. Su esencia está constituida por focalización, concentración y
conciencia. 'Atención' significa dejar ciertas cosas para tratar efectivamente otra.
Clasificación[editar]
La atención puede ser de tres tipos:
Patologías[editar]
Las perturbaciones de la atención se conocen como "disprosexias" y son fundamentalmente
de orden cuantitativo:
Alteraciones cuantitativas:
Hiperprosexia: hiperactividad de la atención, característica de trastornos con ideas
delirantes
Hipoprosexia: disminución de la capacidad atentiva
Aprosexia: un coma o estupor profundo con ausencia absoluta de atención
Alteraciones cualitativas:
Pseudoaprosexia: atención centrada en estímulo interno desatendiendo los estímulos
externos.
Paraprosexia: inestabilidad de atención, característica de trastornos maníacos
Distracción: concentración excesiva en la vida interior del individuo, característica de
sujetos deprimidos
DEFINICIÓN DE ATENCIÓN
En el término latino attentio es donde se encuentra el origen
etimológico del término atención que ahora vamos a proceder a
analizar en profundidad. Un vocablo aquel que se compone de tres
partes: el prefijo ad– que es sinónimo de “hacia”, el verbo tendere que
puede traducirse como “estirar” y finalmente el sufijo –ción que es
equivalente a “acción y efecto”.
Atención es un término con diversos significados y que puede ser
utilizado en distintos ámbitos. Para la psicología, la atención es
una cualidad de la percepciónque funciona como una especie de
filtro de los estímulos ambientales, evaluando cuáles son los más
relevantes y dotándolos de prioridad para un procesamiento más
profundo.
Por otra parte, la atención también es entendida como el mecanismo
que controla y regula los procesos cognitivos. Hay ocasiones en
que incluso actúa de manera inconsciente.
Los psicólogos establecen dos tipos de determinantes de la
atención: determinantes internos (aquellos que son propios del
individuo y que dependen de él) y determinantes externos(que
proceden del medio).
En el primer grupo, podemos mencionar el estado orgánico (las
pulsiones que experimenta el sujeto cuando recibe la estimulación),
los intereses (relacionado con lo que atrae a la persona. Por
ejemplo: un amante del deporte prestará mucha atención a un
partido de fútbol), la sugestión social y los cursos del
pensamiento.
Entre los determinantes externos, aparecen la potencia del
estímulo (por ejemplo, un sonido fuerte), el cambio (una alteración
en el campo de percepción), el tamaño (una imagen imponente),
la repetición (un estímulo débil que gana fuerza por ser repetido en
forma constante), el movimiento(un desplazamiento que genera una
reacción), el contraste (un estimulo que contrasta con el entorno) y
la organización estructural.
Además de todo lo expuesto es importante determinar que este
término que ahora nos ocupa también se utiliza en el ámbito de la
salud. En concreto, se habla de lo que se conoce como atención
primaria, que es la asistencia médica que una persona con algún
problema de salud recibe en un primer momento.
De la misma forma, en el ámbito coloquial se utiliza la expresión
“llamar la atención”. Con ella lo que viene a decirse es que una persona
o un elemento concreto consigue despertar la curiosidad o el interés de
otra. Así, por ejemplo, una frase que explicaría esta acepción sería la
siguiente: “El espectacular escaparate de aquella tienda consiguió
llamar la atención de todos los transeúntes”.
Y todo ello sin olvidar la existencia de otra expresión muy habitual que
es la de “llamada de atención”. Con ella lo que se viene a definir es a la
advertencia que alguien realiza a otra persona. Uno de los lugares más
habituales donde se hace uso de la misma es en el educativo pues es
frecuente oír la siguiente frase “El profesor realizó una llamada de
atención a Manuel sobre su mal comportamiento en clase y las
consecuencias que ello tendría si sigue actuando de esa manera”.
Atención
Una de nuestras áreas cognitivas
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¿Qué es la Atención?
La atención se puede definir como la capacidad de seleccionar y concentrarse en los
estímulos relevantes. Es decir, la atención es el proceso cognitivo que nos permite
orientarnos hacia los estímulos relevantes y procesarlos para responder en consecuencia.
Esta capacidad cognitiva es de gran importancia, pues la usamos a diario. Afortunadamente,
podemos mejorar la atención con un plan adecuado de entrenamiento cognitivo.
Tipos de atención
La atención es un proceso complejo que participa prácticamente en todas nuestras actividades
diarias. A lo largo del tiempo se ha hecho evidente que la atención no era un proceso unitario,
sino que se podía fragmentar en diferentes “sub-procesos atencionales”. De este modo, se
han ido proponiendo diferentes modelos para explicar de la manera más fiel posible cada uno
de dichos sub-componentes. El modelo más aceptado es el Modelo jerárquico de Sohlberg y
Mateer (1987, 1989), basado en los casos clínicos de la neuropsicología experimental. Según
este modelo, la atención se descompone en:
Ejemplos de atención
Durante la conducción hacemos uso de todos los subprocesos atencionales: Necesitamos
estar despiertos al volante (Arousal), ser capaces de centrar nuestra atención en los
estímulos de la carretera (Atención focalizada), ser capaces de mantener la atención
durante largos periodos de tiempo en lo que ocurre en el trayecto (Atención sostenida), ser
capaces de no distraernos con estímulos irrelevantes (Atención selectiva), ser capaces de
cambiar nuestro foco de atención repetidas veces de nuestro carril al carril de al lado
cuando vamos a adelantar (Atención alternante) y ser capaces de realizar todas las
acciones necesarias para la conducción, como usar los pedales, manejar el volante y
cambiar de marcha a la vez (Atención dividida).
La atención va a ser el primer requisito para aprovechar las horas de clase o de estudio.
Naturalmente, necesitamos estar despejados para entender aquello que leemos o
escuchamos, y así evitar leer una y otra vez la misma línea sin enterarnos de su contenido.
Tiene especial importancia la atención sostenida durante las clases o el estudio, ya que a
veces resulta monótono procesar tantos datos durante tantas horas y terminamos
distrayéndonos. Esto deriva en pérdida de tiempo e información, con consecuencias
negativas en el rendimiento académico.
La atención también es indispensable para cualquier trabajo. Desde aquellos trabajos de
oficina en los que necesitamos leer y rellenar documentos, pasando por los controladores
aéreos, deportistas, cajeros, transportistas, médicos, barrenderos, hasta grandes
ejecutivos. Todas las profesiones van a requerir de varios o todos los tipos de memoria.
En nuestro día a día también empleamos constantemente la atención. Desde que nos
levantamos hasta que volvemos a dormirnos, nos valemos de los diferentes tipos de
atención para ser eficaces. La falta de atención puede llevarnos a que confundamos y
tiremos la cuchara a la basura y el envase del yogur al fregadero. Para evitar esto, para leer
un libro, ver una película, hacer la comida, asearnos o quedar con nuestros amigos,
necesitamos la atención.