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2011/1
h. p. lovecraft:
292, dosier el crimen del siglo
La Torre del Virrey Libros Serie 8.a 2011/1
Revista de Estudios Culturales
292
dosier
1
El autor y su contexto histórico. Los últimos años
han visto discurrir un significativo incremento en lo que a
estudios de orientación académica en torno a la figura de
Howard Phillips Lovecraft (1890–1937) respecta, encauzados
particularmente a la comprensión literaria e histórica de su vida
y obra, estudios que, aun sin abstraer su personalidad del en-
tramado sociocultural en el que maduraron y se perfeccionaron
“Prosa und Poesie”, otorgan demérito a la comprensión póstuma
que, como portavoz consciente de una época y de un Volksgeist,
de una Volksseele anglosajona, el oscuro autor nativo de Provi-
dence enarbolaba cual bandera caída, sacrificada a la moderni-
dad. Sucintamente expresado: Lovecraft no ha sido hasta ahora
estudiado filosóficamente como autor filosófico. Cultivado en el
seno de una ilustre familia de rancia estirpe anglosajona, su vida
discurrió principalmente entre las calles sembradas de estilo vic-
toriano y colonial de lo que él consideró, en sí mismo, el reducto
West (Wildside Press, Gillette, 1990), ambos a cargo de S.T. Joshi. Presuntuoso
pues, tras la insufrible repetición y duplicado de material a lo largo de algunas de
sus obras, no encontramos, en aquellos apartados destinados al pensamiento del
autor relación relevante alguna entre su vida y obra –el contenido de sus novelas–
y la découverte por parte de Lovecraft de Arthur Schopenhauer, Oswald Spen-
gler (con la excepción de Joshi (1990), pp. 134–5, académicamente irrelevante) o
Friedrich Nietzsche. Descuido sistemático patente en la edición de ensayos como
“Nietzscheanismo y realismo” (1922, en traducción castellana en C. Guarde, “Edi-
ción crítica de Nietzscheanismo y realismo de H.P. Lovecraft”, DILEMA. Revista
de Filosofía, 10/2 (2006), pp. 5–18), acompañado únicamente de una solitaria
nota genealógica del editor.
Lord of a Visible World: an Autobiography in Letters (D.E. Schultz/S.T.
Joshi, eds.), Ohio University Press, Athens, 2000, p. 193. Sobre Nueva York, escri-
biera entonces: “Nueva York está muerto, y la brillantez que tanto impresiona des-
de el exterior es la fosforescencia de un cadáver agusanado” (p. 198). El cadáver,
evidentemente, era la cultura anglosajona heredada por los colonos y fundadora
del Nuevo Mundo. Los gusanos, la creciente inmigración que destruía y ensuciaba
las páginas de sus logros históricos.
Un primer acercamiento a la Politikanschauung de nuestro au-
tor exige, con manifiesto provecho, plantearnos la tan indispen-
sable cuán difícil cuestión de por qué el relato sobrenatural tomó
las riendas de la expresividad lovecraftiana y de la Volksseele que
presumiblemente sostenía sobre sus espaldas. Será el propio au-
tor el que venga a respondernos con la impasibilidad que tanto
caracterizó sus, por lo demás, recias palabras:
Contra éste [el relato extrañamente horrible] son descargadas todas las saetas
de una sofisticación materialista que se aferra a las frecuentemente sentidas
emociones y eventos externos, y de un idealismo ingenuamente insípido que
desaprueba el motivo estético y pide una literatura didáctica que “eleve” al lec-
tor hacia un grado conveniente de optimismo autoconfiado.
1, p. 221).
SHL, p. 105. “Weird” es entendido por Lovecraft como “imaginative libera-
tion” de las leyes físicas y naturales conocidas que, sin embargo, no contradice lo
que conocemos del Universo, sino que complementa aquellas esferas descono-
cidas del mismo en las cuáles se sitúa el horror. Cf. Selected Letters III (1929–
La
1931) (A. Derleth/D. Wandrei, eds.), Arkham House, Sauk City, 1976, p. 435 (=SL
3.435).
Sobre el materialismo nietzscheano en su Democritea, véase James I. Porter,
Nietzsche and the Philology of the Future, Stanford University Press, California,
2000, pp. 82 ss.
Vivian Ralickas, “Art, Cosmic Horror, and the Fetishizing Gaze in the Fic-
tion of H.P. Lovecraft”, Journal of the Fantastic in the Arts, 19/3 (2008), p. 298.
Compárese, por ejemplo, la afirmación de Schopenhauer –citando a Escoto Eríge-
na– en Parerga, obra que influyera considerablemente sobre Lovecraft: “malum
incausale est, ... penitus incausale et insubstantiale est” [“el mal incausado es, ...
profundamente incausado e insustancial es”] (en “Fragmente zur Geschichte der
Philosophie”, 66, p. 96), con su historia The Colour Out of Space (1931).
Cf. Fr. Nietzsche, Die Geburt der Tragödie, “Versuch einer Selbstkritik”, § 5.
La relevancia del arte como representación del mundo y testimonio inmortal de la
humanidad, lo único temporalmente trascendente en ella, puede encontrarse en
gran parte de sus relatos: la música en The Music of Erich Zann (1921); el modelo
de Pickman en su historia homónima (1926); la estatuilla de Cthulhu en The Call
of Cthulhu (1926); el retrato de Joseph Curwen en The Case of Charles Dexter
Los individuos y su suerte dentro de las leyes naturales me conmueven muy
poco. Son todos ellos naderías ligadas desde una insignificancia común hacia
otra insignificancia común. Sólo el entramado cósmico en sí mismo... puede
controlar profundamente mi imaginación y ponerla a trabajar en la creación.
En otras palabras, los únicos “héroes” sobre los que puedo escribir son fenó-
menos.
Ward (1927); la exótica joyería en The Shadow Over Innsmouth (1931); las esta-
tuas de cera en The Horror in the Museum (1932); etcétera.
Carta a E. Hoffmann Price, fechada en 15 de agosto de 1934, recogida en
Selected Letters V (1934–1937) (A. Derleth/J. Tuner, eds.), Arkham House, Sauk
La
Inglaterra, Francia y América por un lado, y Alemania, Japón y Rusia por otro”
(SL 1.160). El conflicto enfrentó, efectivamente, a Inglaterra, América y Francia
(durante varios años) contra las potencias del Eje, Alemania, Japón e Italia, con
Rusia jugando, sin embargo, en el bando contrario. De Japón dirá también pro-
féticamente: “Antes o después una gran guerra japonesa tendrá lugar, en la cual
creo que la destrucción efectiva de Japón tendrá que llevarse a cabo en interés de
La
18 Íbid. De hecho, su aceptación de la guerra es propia de una visión más rea-
del
pado”: “Por qué ser humano alguno, sano, puede creer en la posibilidad de paz
universal es más de lo que the CONSERVATIVE puede desentrañar. ... Habiendo
Torre
Ahora bien, esto nada tiene que ver con una intrínseca superioridad e inferio-
ridad. Eso es lo que los escandalosos sentimentalistas y maniáticos no pueden
meter en sus gordas cholas. No importa si una raza es nuestra igual –o inclu-
so nuestra superior (como, con toda probabilidad, la antigua raza griega –una
combinación nórdico–mediterránea– lo fuera); ... Incluso importaciones supe-
riores pueden dañar nuestra cultura si rompen el equilibrio existente entre la
gente y las instituciones bajo las que la gente vive.26
22 From the Pest Zone: The New York Stories (S.T. Joshi/D.E. Schultz, eds.),
Torre
Hippocampus Press, Nueva York, 2003. En una larga carta sobre la asimilación de
los judíos en la sociedad occidental, Lovecraft finaliza con una significativas pala-
bras con las que justificar su aversión a las razas del sudeste asiático: “¡esto es lo
que le hace a uno el haber vivido en Nueva York durante dos años! No podría ha-
berme sentido así (incluso aunque mis ideas abstractas fuesen las mismas) en 1923
o antes” (SL 2.64, 21 de agosto de 1926, a Frank Belknap Long, en Selected Letters
La
II (1925–1929) (A. Derleth/J. Turner, eds.), Arkham House, Sauk City, 1968).
23 The Conservative, 1/2 (julio de 1915), p. 10.
24 SL 5.306, 402.
25 Sara Bullard, The Ku Klux Klan: A History of Racism and Violence, Diane
Publishing, Alabama, 19975, p. 13.
26 SL 4.249, en Selected Letters IV (1932–1934) (A. Derleth/J. Turner, eds.),
Arkham House, Sauk City, 1976. Cf. 4.253: “un verdadero amigo de la civilización
desea simplemente a los alemanes que sean más alemanes, a los franceses más
franceses, a los españoles más españoles, etcétera”; 307: “Dios sabe que no deseo
dañar raza alguna bajo el sol”; 5. 13: “Cualquier civilización o forma de vivir que
estimule lo que respeto y combata lo que detesto [violencia, fealdad, ignorancia,
sensualidad, brutalidad …] se gana mi aprobación, en cualquier parte del mundo
en que se halle; y viceversa”. Sobre la cultura véanse sus cartas recogidas en SL
3.207, 244 y 356–7.
27 SL 2.71. Lovecraft está defendiendo conscientemente la legitimidad de In-
glaterra sobre los Estados Unidos al intercalar un “once” en la frase final: la cultu-
ra nórdica, que ha reemplazado ya a la cultura india indígena, y que todavía sigue
siendo inglesa, debe ser preservada.
A partir de la crisis financiera de 1929 Lovecraft asumirá una
postura práctica que, aunque radical para muchos autores, es sa-
bida como desarrollo natural de su filosofía: la visión cíclica de la
historia heredada de Oswald Spengler le llevará a rechazar parte
de los ideales nietzscheanos –la utópica erradicación del cristia-
nismo, que Lovecraft verá como necesario para la masa– y abra-
zar el pesimismo schopenhaueriano con respecto al hombre y a la
industrialización del mismo, efecto cuyo reflejo aumentará expo-
nencialmente a partir de At the Mountains of Madness (1931).28
Desde entonces sus historias se convierten en fábulas utópicas en
las que aristocracia y socialismo –leerse no deben, aquí, ecos mar-
xistas– conforman el sistema político de las razas superiores que
han precedido y que suplantarán al hombre en su nimia existen-
cia, razas que, adicionalmente, han abandonado su dependencia
para con la tecnología –inhibidora de lo que de estético hay en el
hombre:29
sin llegar a leerlo, según testimonio de una carta a Alfred Galpin fechada en octu-
bre de 1932 (no publicada, conservada en la Biblioteca John Hay de la Universi-
dad de Brown, Rhode Island).
29 Ténganse en cuenta los siguientes ejemplos: en At the Mountains of Ma-
dness (1931) Lovecraft describe el gobierno de los Antiguos como esencialmente
socialista, y su decaer, paralelo a la ascensión de sus esclavos –los shoggoths– al
poder (léase una parábola de la ascensión del cristianismo y de los afroamerica-
nos); en The Shadow Out of Time (1934–5) el sistema político y económico de la
Gran Raza es descrito como “socialismo fascístico”, es decir, un socialismo que
concibe a los seres humanos como natural y cualitativamente diferentes, dejando
el poder en manos de una pequeña minoría –aristocracia– educada y dedicada,
en este caso, a recopilar todos los conocimientos científicos del Universo para su
gran biblioteca. En la primera de estas historias, los Antiguos atravesaron el es-
pacio entre las estrellas, prescindiendo de toda tecnología, con sus grandes alas
membranosas, mientras la Gran Raza de The Shadow Out of Time hace uso de la
tecnología para permitir el libre ejercicio estético en las artes literarias o pictóricas
de sus individuos.
30 SL 5.321. Cursiva y mayúscula en el original.
El crimen del siglo
H. P. Lovecraft
fuerte golpe a través de los actos del pueblo italiano al forzar a su reluctante go-
bierno a unirse a los Aliados” (The Conservative, 1/2, julio de 1915, p. 10, cursiva
Revista de Estudios Culturales
=Val. Max. VI, 1), fechada en el año 409. Según esta misiva, dirigida a una viuda
de la Galia de nombre Ageruchia, las mujeres teutonas se suicidaron antes de ver-
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N.A. XVIII.xi.4. Esta frase, que forma parte del escudo y es lema de diversos cla-
nes escoceses (los Brownrigg, Burnet, Galloway, Greene, Stewart, etc.), fue trans-
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49 Nombre poético de América, por su descubridor, Cristóbal Colón, que re-
afirmaba el sentimiento de apego al Viejo Mundo.
50 El capitán William Thomas Turner, de larga experiencia y uno de los más
respetados de la ya legendaria Cunard Line, retomó el mando del Lusitania cuan-
do “Fairweather” Dow renunció a su cargo por miedo a la guerra. Turner recibió
un aviso para alterar el rumbo y evitar ser detectado, aviso que, según parece,
obvió. Detectado por un submarino U-20 alemán al mando del Capitán teniente
Walther Schwieger, el Lusitania fue torpedeado a las 14:10 del 7 de mayo, y su ca-
pitán, tras el hundimiento, rescatado por el Bluebell. Sobre el incidente, véase D.
Preston, Lusitania: An Epic Tragedy, Berkley Books, Nueva York, 2002.
51 Nombre latino de Irlanda. El Lusitania se dirigía a Liverpool evitando parar
en Queenstown (actual Cobh) ante la amenaza de submarinos alemanes en sus
aguas, y en el momento de ser torpedeado se alejaba de la isla irlandesa de Cléire.
52 Tras el ataque, el capitán intentó maniobrar para llegar a la cercana costa, 13
sin éxito.
53 Aunque Schwieger había permitido a los pasajeros de otra embarcación
salvarse antes de hundirla, decidió no avisar al Lusitania por miedo a recibir dis-
paros desde la cubierta, como, efectivamente, había ordenado el capitán.
Bajo los mares desciende el infortunado alarido.54
Sus barcos gemelos, por prusianas amenazas demorados,55
Aunque ávidos, impotentes son sin embargo al asistirlo.
¡Tres veces maldito Dios! ¡Tu presa ya cayó,
Mas tú necesitas tener cientos de inocentes ahogados!56
Con el crimen cumplido, ahora el enemigo retrocede,
Y en su acobardado vuelo relata sus obras.
¡Venganza! Desde afines naciones llega el llanto.
¿Deben mortales así sin ofensa alguna morir?
¿Deben rabiosos lobos sin castigo alguno rapiñar las olas,
Y golpear al azar cuando ningún hombre pueda salvarles?
¡Leyes del mundo! ¿no tenéis acaso fuerza para golpear
Las infernales hordas que al mundo horrorizan?
¿Debe todo hombre bajo tal prusiana locura caer,
Y negra barbarie devorarnos a todos?
¡Despertad! ¡vosotros aletargados hemisferios, para golpear
La sierpe que nos desafía a todos por igual!
58 “Deteriorados somos todos por la licenciosidad”, Ter. Haut. 483. Lovecraft
cita este verso en “Metrical Regularity”, The Conservative, 1/2 (julio de 1915), p.
2. El texto original de Terencio vocaliza el plural sumus en sumu’, por lo que Love-
craft debió extraer la cita de una fuente secundaria, muy probablemente destinada
al aprendizaje de la lengua latina.
59 El dístico heroico se caracteriza por poseer cinco pies rimados yámbicos,
comúnmente representados en lírica inglesa como x / x / x / x /. El famoso dístico 15
introducido por Lovecraft en The Nameless City (1921) sigue precisamente esta
forma: “That is not dead which can eternal lie / And with strange aeons even death
may die”. Lovecraft discute esta forma poética en ensayo “Metrical Regularity”,
The Conservative, 1/2 (julio de 1915), p. 3.
combinado todos para inculcar en el cerebro humano un sentido rítmico que se
manifiesta tanto en la más inculta, como en la más pulida de las gentes.60
Esta visión mecanicista de la poesía como un proceso evolu-
tivo y necesario “desde fuentes eminentemente naturales”, que
ha llevado al hombre, desde el salvaje con sus cánticos religiosos
hasta el griego con su métrica cuantitativa, hasta, finalmente, el
verso inglés basado en la acentuación, hace del poema, del ritmo
y de la rima procesos lógicos inalterables que demanda toda bue-
na y correcta literatura, frente a esas “formas de decadencia ma-
nifestadas en el arte poético de la presente época... la alarmante
decadencia de esa harmoniosa regularidad métrica que adornaba
la poesía de nuestros inmediatos antepasados”. Esta exigencia lo-
vecraftiana es, a día de hoy, tan necesaria como lo fuera hace un
siglo, si no más.61
En efecto, lo que el literato está señalando es precisamente la
fundamental incoherencia a la que se enfrenta toda la moderni-
60 Íbidem, pp. 2–3. Las citas consecutivas corresponderán, igualmente, a este
ensayo, si no se precisa lo contrario.
Revista de Estudios Culturales
61 Si no basta con preguntarnos por qué una generación como la actual es in-
capaz de comprender en el s. XX y XXI el latín clásico en el que nuestros antepasa-
Torre
dos de más cultura se expresaron desde el Imperio Romano hasta finales del s.XIX
–o, mutatis mutandis, por qué los cultos lectores de chino moderno no dejan de
acobardarse ante la extrañeza del chino clásico, igualmente leído hasta finales del
s. XIX–, síntoma indudable de esta decadencia literaria lo constituye la colección
de textos griegos de Oxford Classical Texts, que desde la edición de 1990 de Sófo-
cles, y tras cien años presentando sus introducciones en latín a expertos eruditos,
La
Por Woden, ¿no fueron nuestras hazañas y batallas, nuestras victorias e im-
perios, todos parte de un poema más maravilloso que cualquiera que Homero
pudiera haber sacudido de una lira griega?67
65 Winfield T. Scott, Exiles and Fabrications, Doubleday, Nueva York, 1961,
La
p. 76. Para una crítica positiva a la poesía de Lovecraft, véanse las palabras del
poeta canadiense John Ravenor Bullen, recogidas en Joshi (1996), p. 123–4.
66 Varias de estas influencias son enumeradas en Joshi (1996), p. 122. La in-
fluencia de varios de estos poetas puede verse en los elogios que les concede en
The Conservative, por ejemplo 1/1 (abril de 1915), p. 4; 1/3 (octubre de 1915),
pp. 3–6. A su vez, Lovecraft parece haber traducido parte sino la totalidad de las
Metamorfosis en su poema homónimo, además de haberse inspirado en la tra-
ducción de Pope para su “The Poem of Ulysses”. Sobre estos dos poemas véase
Ancient Track. The Complete Poetical Works of H.P. Lovecraft (S.T. Joshi, ed.),
Night Shade Books, San Francisco, 2001, p. 473.
67 Carta a Frank Belknap Long, 11 de diciembre de 1923, en SL 1.274. De los
poemas aquí presentados sólo cuatro de ellos no están compuestos en dísticos
heroicos: “Britannia victura” e “Iterum conjunctae”, en tetrámetros yámbicos de
rima femenina; “Ad britannos––1918”, en hexámetros yámbicos también en rima 17
femenina; y “An American to the British Flag”, con alternancia de dos tetrámetros
y un trímetro yámbicos, masculinos y femenino respectivamente.
68 SHL, p. 105.
69 “The League”, The Conservative, 5/1 (julio de 1919), p. 10.
“Canto de batalla del teutón”
Publicado originalmente en The United Amateur (15/7, febrero
de 1916, p. 85), Lovecraft menciona “The Teuton’s Battle–Song”
en una carta a Maurice W. Moe, fechada el 17 de diciembre de
1914. El tema del poema es, como el mismo autor precisa en la
nota que sigue a sus versos, añadida a continuación (pp. 85–86),
“la implacable ferocidad e increíble valentía del moderno solda-
do teutón”, legado póstumo de dioses nórdicos y herencia de hé-
roes vikingos. Unos meses después de su publicación precisaba,
en el número de junio de The United Amateur, que “‘El Canto
de Batalla del Teutón’ es un intento del actual crítico de ver los
principios de la guerra humana sin los hipócritas anteojos del
sentimentalismo”, o como reflejarán sus posteriores creaciones
“weird”, mostrar los hechos desde la perspectiva de una cons-
ciencia supra–humana, divina, situada más allá de todo bien o
22
“Un americano
a la madre Inglaterra”
la guerra:
Revista de Estudios Culturales
glaterra en Poesy, 1/7 (enero 1916), p. 62, y será reimpreso en noviembre de ese
mismo año en el Dowdell’s Bearcat, 16, pp. 12–14 (original sin paginación), reci-
biendo una “Laureateship” por parte de la United Amateur Press Association.
88 W. Wilson, Selected Addresses and Public Papers of Woodrow Wilson (Al-
bert B. Hart, ed.), University Press of the Pacific, Honolulu, Hawai’i, 2002, p. 88.
89 The Times, 11 de mayo de 1915. El incidente del Gunflight, un petrolero
estadounidense, ocurrió el 1 de mayo de ese mismo año, cuando un submarino
alemán lo torpedeó frente a las costas de Rouen, Francia. Numerosos diarios ri-
diculizaron ese mes, desde Inglaterra a través del Atlántico hasta el New York
Times, la figura del presidente estadounidense a través de satíricas caricaturas,
mostrando su cobardía y apaciguamiento ante los alemanes.
90 “A Letter from the President of the United States”. Ha sido imposible loca-
lizar la viñeta original del Philadelphia Record, actualmente reproducida en Fre-
derick D. Ellis, The Tragedy of the Lusitania, Philadelphia, 1915, p. 159. La prime-
23
ra nota fue presentada el 13 de mayo de 1915, y en ella se hablaba de los incidentes
de estos cuatro barcos, hundidos por los submarinos y avionetas germanos en los
meses precedentes –28 de marzo el Falaba, 29 de abril el Cushing, 1 de mayo el
Gunflight–. La caricatura debió aparecer poco después.
americana tan flagrantemente como cualquier alemán hiciera, y que han esta-
do haciéndolo de forma consistente durante el siglo pasado. Estos Micks inmi-
grantes han usado sin escrúpulo alguno los Estados Unidos en la medida de
sus posibilidades como un arma contra su lícito Rey e Imperio, y la revuelta
“Sinn Fein” no es la única financiada en gran parte con capital reunido por
americanos.91
[vestida de vides
Donde oraron mis padres en una desvanecida hora:
¡Qué incontables años de reverencia podéis vos reclamar
De pasados adoradores que soportaron mi nombre!
Sus formas están desmoronándose en las criptas en derredor,
La
25
“Britannia victura”
“Britannia victura”, “Inglaterra será victoriosa”, apareció pu-
blicado en Inspiration, (número especial de abril de 1917, pp. 3–
4), y reeditado en mayo de ese mismo año en The Little Budget
of Knowledge and Nonsense (1/2, pp. 27–28) y al año siguiente
en The National Enquirer (6/8, 23 de mayo de 1918, p. 10). Este
peán fue sin duda redactado antes del 6 de abril de 1917, momen-
to en el que Estados Unidos entra finalmente en la guerra, pues en
la última estrofa, al cantar la victoria de Inglaterra, no hay refe-
rencia alguna a la presagiada reunión de ambas tierras hermanas
–como sí sucederá, un mes después, en “Iterum conjunctae”, v.
infra–.
Las cinco estrofas de “Britannia victura” pretenden presen-
tar, sucintamente, la historia y herencia de la Vieja Inglaterra, del
mismo modo en que el “Canto de Batalla del Teutón” unía a los
Britannia victura
92 Estos tipos raciales fueron definidos en William Z. Ripley, The Races of
Europe: A Sociological Study, D. Appleton, Nueva York, 1899. Madison Grant
había publicado un año antes su The passing of the great race, or The racial ba-
sis of European history (Charles Scribner’s Sons, Nueva York, 1916), con el que
popularizará la tesis de Ripley. Si bien Lovecraft pudo conocer ambas obras, Joshi
disiente con la posibilidad de que se viera influido por ésta última (1996, p. 134,
pero su conclusión es más bien ambigua).
93 Cf. carta de Lovecraft a R.H. Barlow, el 13 de junio de 1936: “Para mí el
Imperio Romano siempre parecerá el incidente central de la historia de la huma-
nidad” (SL 5.266, en Selected Letters V (1934–1937) (A. Derleth/J. Tuner, eds.), 26
Arkham House, Sauk City, 1976).
94 Antiguo nombre de Inglaterra, que los romanos interpretaron como “la
Blanca” (albus > Albion) en referencia a los blancos acantilados de Dover. En rea-
lidad el nombre deriva del proto–celta *Albien–, “tierra”.
Y bendijeron el influjo del trono de Inglaterra:
¡Discordantes tribus, con luchas invaden,
Criaron bretones, y juntaron las manos como uno sólo!
27
95 Si es permisible pensar en un lento seguimiento de los acontecimientos de
la Gran Guerra por la avidez lectora de Lovecraft, estos versos podrían referirse a
la respuesta alemana al bloqueo marítimo inglés, que se extenderá desde febrero
hasta julio.
“Iterum conjunctae”
“Iterum conjunctae”, “De nuevo reunidas”, apareció publicado
en Tryout (3/6, mayo de 1917, p. 3, sin paginación), conociendo
diversas reediciones en los años siguientes: el Evening News de
Providence el 12 de junio de 1917 (51/8, p. 6), The Little Budget of
Knowledge and Nonsense de septiembre de 1917 (1/6) y National
Enquirer (6/5, 2 de mayo de 1918, p. 10). Este peán conmemora
por fin el ansiado reencuentro entre los Estados Unidos e Ingla-
terra tras la entrada del primero en la Gran Guerra, el 6 de abril
de 1917. Semejante hermandad retomada se opone ahora a los
salvajes germanos, que ya no son considerados compañeros de
sangre sajona –ingleses, belgas y americanos–, sino, al contrario,
vándalos, invasores y saqueadores de ese “incidente central de la
historia de la humanidad” que fuera la civilización romana.96 Seis
meses antes de acabar la guerra este poema será reeditado en el
Iterum conjunctae
[América e Inglaterra, 1918]
96 SL 5.266. 28
97 Los vándalos eran, obviamente, la tribu germánica que saqueó Roma en el
año 455. Su nombre latino proviene del proto–germánico *Wandal–, “errante”.
Desde el s. XVII, “Vandal” significaba también destructor de lo bello o artístico, de
donde nuestro actual “vandalismo”.
“Un americano
a la bandera británica”
Abandonarla al polvo:
Maldijeron la sagrada cruz roja,
Por la cual el asediado libremente sangró,
Y juzgaron su odio justo.
La
30
“Ad britannos”, 1918
“A los británicos”, publicado en Tryout (4/4, abril de 1918, pp.
3–6, sin paginación), y ese mismo mes en National Enquirer (6/4,
25 de abril, p. 10). Este canto exhorta a los británicos a recordar
su herencia y despertar al ataque que sus hermanos teutones, do-
minados por “la ardiente sangre de saqueadores” que debilitó la
Roma imperial. La teoría racial lovecraftiana queda así completa-
mente constituida, como si del alma platónica se tratara, en base
a tres ingredientes primordiales, ya enunciados en “Britannia vic-
tura”: la mente helena y la jurisprudencia romana requieren del
vigor y la violencia teutonas para imponerse y defender sus logros;
dormida esta fuerza, y animado el espíritu guerrero que domina
intensamente en los germanos sin una legislación que los cons-
triña, el teutón retrocede a su estado primitivo, el huno, vándalo
o godo, saqueador de pueblos y asesino de masas. Y sin ese mis-
Ad britannos
[mente?
Torre
[Thor;
Nuestro pasado es su pasado––¡No permitáis que fervor alguno
[falte
Para expandirnos con orgullo y exaltarnos en la guerra!
del
[dispersados:
¿Qué nativo resistió, qué cacique nos contuvo,
Mientras barríamos de la tierra toda raza salvo la nuestra?
34
h. p. lovecraft: el crimen del siglo
“Germania”, 1918
Publicado a principios de noviembre de 1918 en Tryout (4/11,
pp. 3–7, no paginado). Este largo poema se centra en la narra-
ción de los eventos inmediatos a la contraofensiva aliada de los
Cien Días: las batallas de Saint–Mihiel (12 a 19 de septiembre)
y del Bosque de Argonne (26 de septiembre a 11 de noviembre),
dirigida la primera por el estadounidense John J. Pershing, la se-
gunda por Ferdinand Foch y Douglas Haig; la ya evidente pronta
abdicación del Kaiser –a pesar de la negativa alemana a recono-
cerlo– tras el cese el fuego de finales de septiembre; así como la
lucha por la recuperación de la asolada Bélgica y la firma del Ar-
Sobre la situación general, parece muy alentadora justamente ahora. Puede que
haga falta una segunda guerra para ajustar las cosas convenientemente. Tiem-
blo al pensar en las posibilidades del colapso ruso que podrían abrir los recur-
del
hunos surte efecto, la guerra está virtualmente perdida. Hay un problema con
la moral de las naciones más pulidas –necesitan un poco más de brutalidad del
antiguo tipo teutón. Ninguna armada puede ganar sin un cierto deseo salvaje
Torre
de combate, y este espíritu está siendo socavado con el actual canto a la demo-
cracia, el idealismo y toda esa podredumbre... Los factores raciales también se
unen contra nosotros. Pues ante toda nuestra civilización romana, el enemigo
tiene un predominio de sangre superior. Si todas las naciones aliadas fueran
tan teutónicas en sí mismas como Prusia, el fin estaría más cerca y sería más
La
feliz. Nada puede resistirse al poder del teutón –él es el sucesor lógico del roma-
no en cuanto a poder. La sangre teutona arrancó a Gran Bretaña de las manos
celtas e hizo a Inglaterra la mayor fuerza de toda la civilización. La sangre teu-
tona conquistó los páramos occidentales y dio a América un lugar instantáneo
entre las grandes naciones del globo. Pero esta sangre se ha vuelto tan enorme
y trágicamente diluida, que los teutones no germánicos podrían sin duda tener
que preocuparse por su futuro... El curso de Alemania durante la última mitad
de siglo ha sido de un mérito curiosamente entremezclado. Ciertos desarrollos
científicos y filosóficos han sido maravillosos, mas se han aliado con tal bru-
talidad y estrechez de miras que amenazan el desarrollo de la civilización. El
ideal pan–teutónico, realizable sólo a través de la completa y amistosa coopera-
ción entre anglosajones y razas germánicas, ha sido falazmente subordinado al
mezquino ideal pan–germánico que está llevando al suicidio efectivo de la raza
teutónica, y conduciendo a anglosajones y germanos por igual a una también
antinatural alianza con razas extranjeras. El sajón tiene a sus hindús y moros, y 35
el alemán a sus turcos. El progreso se ha detenido, y todo lo humano se ha per-
dido en una loca pelea por una victoria material. Incluso un retorno a la Edad
de las Tinieblas no es posible –un retorno semejante dejaría a la raza teutónica
tan agotada numéricamente que el futuro del mundo estaría seriamente ame-
nazado. ¡Wilhelm, Wilhelm! ¿Qué estragos has causado?107
Germania
110 Los visigodos comandados por Alarico I saquearon Roma en el año 410.
111 Friedrich Wilhelm Viktor Albrecht von Preußen, o Wilhelm II, último kái-
ser alemán, abdicó precisamente el mismo mes en que Lovecraft publicaba este
poema. Previamente, ese mismo año, Alemania había sido azotada por los mo-
tines de la Kaiserliche Marine en el “Kieler Matrosenaufstand” o levantamiento
marinero de Kiel, seguidos inmediatamente por la Revolución Alemana que se
extendería hasta el 11 de agosto de 1919, con la proclamación de la República de
Weimar.
112 Posible referencia a Frederick William Victor Augustus Ernest, séptimo
hijo del Kaiser. Significativamente, un año después H.N. Brailsford decía de él:
“un principito alemán, que carecía no sólo de simpatía y buen juicio, sino incluso
del común coraje animal” (“The Peace in the Balkans”, The Adriatic Review, 1/7
(1919), p. 252). Menos probable es que se trate del príncipe Maximiliano de Baden,
nombrado canciller el 3 de octubre para negociar los términos del armisticio. 36
113 Referencia al conocido expolio de Bélgica, “the rape of Belgium”, como lo
denominó la prensa británica, que se extendió desde el 4 de agosto hasta septiem-
bre de 1914, y a las batallas fronterizas (14–24 de agosto) al este de Francia (Galia)
y sur de Bélgica.
Mientras tanto los sufrientes, valerosos a través de todas sus
[tribulaciones,
Con valor sajón cada esperanza reposan:
Un poder romano en la sangre británica perciben,
La fuerza para aplastar, la humildad para aliviar:
Britannia escucha la llamada, y orgullosamente empuña
Sus armas, victoriosas en un millar de campos;
Nuevos Marlboroughs114 surgen, y sobre la agitada alta mar
Sirven los robustos herederos de muchos una brillante campaña.
De este modo, como antaño, vemos nuestra valiente fila
Una salvadora del planeta, y una fuerza divina.
El godo, furioso, reparte golpe tras golpe,
Con Justicia consciente de un antiguo enemigo;
Conserva su audacia tal y como sus ancianos les contaron
Cómo Varo pereció, y cómo Casio cayó:115
Complots e intrigas un malvado auxilio ofrecen,
Y la traición sostiene la espada germana.
115 Varo fue vencido por Arminio el 9 de septiembre del año 9, perdiendo sus
tres legiones, XVII, XVIII y XIX, en la batalla de Teutoburgo. Gayo Casio Longino,
cónsul en 109 a.C., derrotado y fallecido a manos de los cimbrios en Burdigala, ese
mismo año.
116 Rusia se retiró el 3 de marzo de 1918 con la firma del tratado de Brest–Li-
tovsk, cediendo Finlandia y renunciando a los territorios del báltico, Polonia, Bie-
lorrusia y Ucrania, así, hinchando Alemania más allá de sus límites hacia tierras
dacias (versos siguientes). A su vez, Rusia perdía también sus posesiones escitas
ante el Imperio Otomano.
117 El Ausonia fue un portaviones alemán que habría de basarse en el diseño
inacabado del Ausonia italiano, construido en Hamburgo por la firma alemana
Blohm & Voss. Aunque botado inicialmente como un barco de pasajeros en 1915,
la amada alemana decidió convertirlo en un portaaviones, pero en 1918 los fon-
dos fueron desviados a la construcción de U–boote, los famosos submarinos ale- 37
manes.
118 La batalla de Saint–Mihiel (12 a 19 de septiembre de 1918), en la Lorena
francesa, enfrentó a las vencedoras tropas autóctonas, asistidas por la Fuerza Ex-
pedicionaria Estadounidense, contra las milicias alemanas.
Flota la nueva bandera con sus barras y estrellas.
Interminables cohortes se aglomeran de las llanuras en
[derredor,
Y la Galia sonríe por su recuperada tierra.
El perplejo salvaje, ardiendo mientras huye,
Empalidece, y se estremece por sus nativas praderas;
Teme el cierto día en que el acero sajón brillará
Más allá de las aguas de su sagrado Rin:
Conoce su condena––lo que César hiciera antes,
¡Foch, Haig y Pershing119 pueden lograrlo una vez más!
124 El pueblo romano derrotó, bajo Julio César, a los Galos en el año 51 a.C.
Lovecraft se está refiriendo, probablemente, a la Batalla de Caporetto (24 de octu- 39
bre a 19 de noviembre de 1917), cuyo bando italiana estaba dirigido por Luigi Ca-
dorna y Luigi Capello, ambos del norte de Italia –en tiempos de Roma, territorio
galo–. Lovecraft parece no haber tenido noticias de la Batalla de Piave (15 a 23 de
junio de 1918), a las órdenes del general napolitano Armando Díaz.
La Torre del
Revista de Estudios Culturales
Virrey