Nutricion Parenteral
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ORIGINAL
$
Este trabajo ha sido expuesto parcialmente en el LIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, celebrado en
Valencia del 21 al 24 de octubre de 2008.
Autor para correspondencia.
Correo electrónico: danielsevillasanchez@gmail.com (D. Sevilla Sánchez).
1130-6343/$ - see front matter & 2009 SEFH. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
doi:10.1016/j.farma.2009.09.001
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10 D. Sevilla Sánchez et al
Method: Prospective six-month study. Design of a data collection sheet (with personal
data, the indication for parenteral nutrition, hospital area, nutrition type, time and type
of intervention, type of notification, acceptance) for recording interventions carried out
based on normal activities: complete review of pharmacotherapy and clinical history.
Results: A total of 265 interventions were carried out during the study period (1.5
interventions/day) with a mean of 2.1 interventions/patient. The overall degree of
acceptance was 83.77%; significant differences were found between type of communica-
tion for the intervention (oral and/or written) and the degree of acceptance.
Conclusions: Adding a pharmacist to the care team permits direct intervention in
partnership with the doctor, and it is an effective method for preventing and resolving the
complications, generally metabolic, that are associated with parenteral nutrition. Using
this process for resolving medication-related problems in hospitalised patients, principally
in surgical areas, is an addition to the pharmacist’s activities in the area of nutritional
support.
& 2009 SEFH. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved.
posterior a su realización e introducidas en una base de de la NP, la mayor parte de ellas se llevaron a cabo en
datos (Microsoft Access) creada para tal fin. El análisis pacientes con NP por postoperatorios prolongados y sus
estadı́stico se efectuó mediante la prueba de la w2 para complicaciones (tabla 1).
datos categóricos, asumiendo como significativos valores En cuanto al momento de la intervención, más de la mitad
po0,05. En el análisis estadı́stico, los datos de aceptación de las IF se efectuaron durante el seguimiento clı́nico diario,
se agruparon globalmente como aceptados (sı́) o no mientras que el 36,98% correspondieron al inicio de la NP y
aceptados (no y no procede). En este último caso también un 7,17% a la finalización. Del total de nutriciones prescritas
se anotó el motivo de la ausencia de aceptación. Las cifras durante el estudio, un 90,90% (2.836) fueron NPT y un 9,10%
de consumo de NP se obtuvieron a partir de la aplicación (284) fueron NPP. La mayorı́a de las IF se realizaron en las
informática del área de NP (Nutridata Brauns). NPT (77,74%) (tabla 2). El porcentaje global de aceptación
de las IF fue del 83,77%. De las rechazadas, un 11,32% no se
aceptó y un 4,91% no procedió (tabla 3). No se encontró
Resultados significación estadı́stica entre la relación del grado de
aceptación y ninguna de las variables descritas
En los 6 meses de estudio se realizaron un total de 265 anteriormente (sala implicada, indicación, momento de la
intervenciones (152 en hombres y 113 en mujeres; edad IF y tipo de NP).
media de 64,8 años; DE de 16,7), lo que supuso 1,45 El resultado de las diferentes intervenciones permite
intervenciones/dı́a (DE de 1,03), en 127 pacientes diferen- apreciar que la mayor parte de éstas se efectuaron en dos
tes (2,09 intervenciones/paciente, DE de 1,40). La duración ámbitos: ajuste de la STP y adecuación de los electrolitos
media del tratamiento con NP fue de 15,38 dı́as (DE de aportados (fig. 2). En el control de la STP, 29 pacientes
11,91). Esto suposo un número de intervenciones por requirieron el ajuste de ésta al inicio de la NP, principalmente
paciente y dı́a de soporte nutricional de 0,22 (DE de 0,19). para suspender el aporte de suero glucosado una vez
En este perı́odo el número total de NP en el hospital fue de comenzada la NP. De las 21 intervenciones realizadas al
5.091, de las cuales el 61,28% (3.120) fue responsabilidad suspender la NP, la mayorı́a tuvieron como finalidad añadir STP
del equipo de NP del servicio de farmacia (media de 17,05 al tratamiento. Se efectuaron 12 IF para corregir alteraciones
nutriciones/dı́a). en las glucemias y 18 para ajustar los balances de fluidos.
La mayor parte de las NP pertenecieron a las UCI y a las Las intervenciones motivadas por cambios en el aporte de
salas quirúrgicas, aunque el número de IF fue mayor en las electrolitos se llevaron a cabo fundamentalmente en el
salas quirúrgicas (60,75%) que en las UCI (18,11%). En control de las potasemias (12 casos requirieron añadir
relación con las intervenciones realizadas en la indicación aporte externo, 5 aumentar el ya existente, 17 suspenderlo
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Tabla 1 Clasificación de las intervenciones farmacéuticas según salas, indicación de la nutrición parenteral y aceptación
1. Obstrucción mecánica 0 3 15 18 14
2. Obstrucción dinámica (ı́leo) 1 5 8 14 13
3. Postoperatorio prolongado y complicaciones 13 3 86 102 87
4. Malabsorción severa y diarreas 0 0 0 0 0
5. Vómitos incoercibles 0 1 0 1 0
6. Hemorragia digestiva 1 3 2 6 6
7. Pancreatitis aguda grave 0 14 5 19 16
8. Fı́stulas digestivas y dehiscencia de suturas 2 2 24 28 21
9. EIIþperforación, megacolon y estenosis 0 9 0 9 7
10. Esofagitis 0 8 0 8 7
11. Politraumatismo y/o TCE 0 0 0 0 0
12. Sepsis abdominal y peritonitis 2 0 0 2 2
13. Contraindicaciones de la NE, shock e inestabilidad 10 0 2 12 10
14. Riesgo alto de broncoaspiracionþVMNI 7 1 0 8 7
15. Anorexia nerviosa o 2.a 0 0 0 0 0
16. Coadyuvante QT/RT 3 0 0 3 2
17. Preoperatorio de cirugı́a mayor en paciente con 0 0 3 3 3
malnutrición severa
18. Intolerancia a NE y/o ingesta insuficiente. Otras 9 7 16 32 27
Total 48 56 161 265 222
EII: enfermedad inflamatoria intestinal; NE: nutrición enteral; QT/RT: quimioterapia/radioterapia; TCE: traumatismo craneoencefá-
lico; VMNI: ventilación mecánica no invasiva.
Tabla 2 Relación entre el momento de la intervención y el tipo de nutrición con salas y aceptación
Momento de la intervención
Inicio 13 21 64 98 84
Seguimiento 34 32 82 148 120
Finalización 1 3 15 19 18
Total 48 56 161 265 222
Tipo de NP de la intervención
NPP 0 9 50 59 49
NPT 48 47 111 206 173
Total 48 56 161 265 222
NPP: nutrición parenteral periférica; NPT: nutrición parenteral total; UCI: unidad de cuidados intensivos.
y 4 reducirlo) y en el control de las magnesemias (en 15 las intervenciones realizadas en las fosfatemias (4 casos),
casos fue necesario añadir un aporte externo, en 2 las calcemias (2 casos) y las natremias, en las que no se
aumentarlo y en 1 disminuirlo). Menos frecuentes fueron registró ninguna intervención.
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Se efectuó una única IF para recomendar el recambio de frecuencia de la administración errónea y 1 por medica-
un catéter venoso central y no fue aceptada. De las mento no indicado) y el grupo de los antihipertensivos con 6
intervenciones llevadas a cabo en el tipo de indicación, la intervenciones (5 por omisiones del tratamiento y 1 por dosis
mayorı́a se realizaron para suspender la NP (32,14%) o para incorrecta). No se apreció significación estadı́stica entre la
posponer su inicio (28,57%). En cuanto al tipo de monitori- aceptación de las IF y los diferentes tipos de intervención
zación solicitada, en el 48% de los casos se efectuó un previamente citados.
control analı́tico completo motivado por el seguimiento La aceptación global de las IF fue del 83,77%, variando
diario. entre las que fueron comunicadas de forma oral al personal
Respecto a los PRM, las actuaciones farmacéuticas fueron implicado y las realizadas de forma escrita, con una
originadas por modificaciones en la terapia con insulina en aceptación del 90,73 y del 69,70%, respectivamente. No
un 39% de los casos. Entre las no relacionadas con insulina ni obstante, la aceptación de las IF comunicadas por duplica-
propofol, los principales grupos farmacológicos implicados do, de forma oral y escrita, fue del 76,54%. Las diferencias
fueron los antibióticos con 14 IF (6 por duración incorrecta entre el grado de aceptación y el tipo de comunicación
del tratamiento, 3 por omisiones del tratamiento, 3 por resultaron ser estadı́sticamente significativas (po0,005)
monitorizaciones de la concentración plasmática, 1 por (tabla 4). Un 49% de las comunicaciones orales fue
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realizado directamente al personal médico (aceptación del aceptación sea menor, este hecho podrı́a explicarse porque
89,19%), un 39% a enfermerı́a (aceptación del 92%) y un 12% la mayor parte de las comunicaciones orales se realizaron
de forma conjunta, tanto al médico como a enfermerı́a directamente al personal médico, mientras que las comu-
(aceptación del 94%). Las comunicaciones escritas se nicaciones efectuadas de forma conjunta oral y escrita se
efectuaron mediante el programa informático del hospital llevaron a cabo principalmente con enfermerı́a, lo que
(54,55%), por anotación en la historia clı́nica del paciente supone un incremento en el número de interlocutores y
(15,15%) o ambos (30,30%). Entre las comunicaciones diluye la comunicación directa.
realizadas de forma simultánea oral y escrita, un 12,35% Ası́, la actual tendencia de la incorporación del farma-
correspondió al personal médico (aceptación del 90%), el céutico a las salas de hospitalización queda justificada al
80,25% a enfermerı́a (aceptación del 73,85%) y el 7,41% a favorecer el trato directo con el personal implicado en el
ambos colectivos (aceptación del 83,33%). cuidado del paciente, una mayor participación en las
decisiones de tratamiento y una mayor aceptación de las
propuestas realizadas.
Discusión En conclusión, la IF directa con el médico, y por tanto la
integración en el equipo asistencial, parece ser el mejor y
El adecuado soporte nutricional ha demostrado la reducción más eficaz método para la prevención y resolución de
de la morbimortalidad en pacientes ingresados, ası́ como la complicaciones asociadas a la NP, principalmente de tipo
reducción de los costes asociados5. Por ello, la mejora en el metabólico. Además, utilizar este proceso para detectar,
estado nutricional del paciente ingresado hace especial- prevenir y solucionar PRM en los pacientes en las áreas de
mente relevante las IF que el farmacéutico pueda realizar hospitalización, en especial de tipo quirúrgico, proporciona
en esta área. En nuestro hospital, la responsabilidad del una calidad añadida a la actividad del farmacéutico en el
soporte nutricional artificial está compartida entre el área del soporte nutricional.
personal médico, que solicita la nutrición, y el farmacéutico
(en las salas de su competencia), quien determina la
composición de la NP. Es por esta responsabilidad Conflicto de intereses
compartida que el farmacéutico adquiere una posición
privilegiada que le permite influir en el resto del proceso Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
farmacoterapéutico.
El área de la NP permite, por tanto, una importante
intervención en diferentes salas de hospitalización. Según Bibliografı́a
los resultados obtenidos en nuestro trabajo, el principal
beneficiado es el paciente quirúrgico, lo que concuerda con 1. Hepler CD, Strand LM. Opportunities and responsibilities in
estudios publicados previamente2,6,7. Otro tipo de paciente pharmaceutical care. Am J Hosp Pharm. 1990;47:533–43.
que potencialmente se puede beneficiar de la actividad 2. Anoz Jiménez L, Borrás Almenar C, Cavero Rodrigo E.
farmacéutica es el paciente crı́tico, ya que por su situación Actuaciones farmacéuticas en pacientes en tratamiento con
nutrición parenteral total. Farm Hosp. 2004;28:349–55.
es frecuente la necesidad de NP y, además, la incorporación
3. Levy DB. Documentation of clinical and cost-saving pharmacy
del farmacéutico a la UCI es ya una realidad cada vez en más
interventions in the emergency room. Hosp Pharm.
centros8,9. 1993;28:624–53.
La elevada aceptación de las propuestas efectuadas 4. Otero López MJ, Codina Jané C, Tamés Alonso MJ, Pérez Encinas
muestra cómo el farmacéutico es considerado parte del M. Errores de medicación: estandarización de la terminologı́a y
equipo clı́nico multidisciplinar. Las IF llevadas a cabo con clasificación. Resultados de la beca Ruiz-Jarabo 2000. Farm
más frecuencia incluyeron la adecuación de la STP y el Hosp. 2003;27:137–49.
ajuste de electrolitos del paciente, y se realizaron princi- 5. American Society of Parenteral and Enteral Nutrition. Guide-
palmente durante el seguimiento diario. En nuestro estudio lines for the use of parenteral and enteral nutrition in adult and
se efectuaron 2,1 IF por paciente, lo que se sitúa entre los pediatric patients. JPEN. 2002;26:9.
6. Heyland DK, Montalvo M, Mac Donald S, Keefe L, Su XY, Drover
resultados descritos en los trabajos de Anoz et al2 y
JW. Total parenteral nutrition in the surgical patient: A meta-
Cerulli et al10.
analysis. Can J Surg. 2001;44:102–11.
Los PRM suponen una complicación que ocasiona el 6–8% 7. Llop-Talaverón J, Gracia-Garcı́a B, Machı́-Ribes JJ, Perayre-
de los ingresos hospitalarios11–13 y sucede aproximadamente Badia M, Badia-Tahull MB, Jódar-Masanes R. Pharmaceutical
en el 2% de los pacientes ingresados14,15. Estudios previos interventions in metabolic and nutritional follow-up of surgical
sitúan la proporción de problemas relacionados con la patients receiving parenteral nutrition. Farm Hosp. 2008;32:
nutrición clı́nica entre el 30 y el 60%2,6,10. En el presente 216–225.
estudio, las intervenciones sobre los PRM representaron un 8. Leblanc JM, Seoane-Vazques E, Arbo TC, Dasta JF. International
16,6%, pero supondrı́an un 70,18% si se consideran los critical care hospital pharmacist activities. Intensive Care Med.
electrolitos y la STP como una parte más de la medicación 2008;34:538–42.
que recibieron los pacientes. Cabe destacar que el grupo de 9. Heyland DK, MacDonald S, Keefe L, Drover JW. Total parenteral
nutrition in the critically ill patient: A meta-analysis. JAMA.
antibióticos constituyó el principal implicado en estos PRM,
1998;280:2013–9.
al igual que en el estudio de Cerulli et al10. 10. Cerulli J, Malone M. Assessment of drug-related problems in
Los datos obtenidos demuestran de forma significativa clinical nutrition patients. JPEN J Parenter Enteral Nutr.
que el trato personal y la comunicación oral favorecen la 1999;23:218–21.
aceptación de las IF. Aunque pueda resultar paradójico que 11. Otero MJ, Alonso P, Maderuelo JA, Ceruelo J, Domı́nguez-Gil A,
en la comunicación conjunta, tanto escrita como oral, la Sánchez A. Prevalencia y factores asociados a los aconteci-
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mientos adversos prevenibles por medicamentos que causan el hospital: Prospective analysis of 18820 patients. BMJ.
ingreso hospitalario. Farm Hosp. 2006;30:161–70. 2004;329:15–9.
12. Howard RL, Avey AJ, Howard PD, Partridge M. Investigation into 14. Bates DW, Spell N, Cullen DJ, Burdick E, Laird N, Petersen LA, et al.
the reasons for preventable drug related admissions to a The costs of adverse drug events in hospitalized patients. Adverse
medical admission unit: Observational study. Qual Saf Health Drug Events Prevention Study Group. JAMA. 1997;277:307–11.
Care. 2003;12:280–5. 15. Cullen DJ, Bates DW, Leape LL. Prevention of adverse drug
13. Pirmohamed M, James S, Meakin S, Green C, Scott AK, Walley events: A decade of progress in patient safety. J Clin Anesth.
TJ, et al. Adverse drug reactions as a cause of admissions to 2000;12:600–14.