Diario Pedagogico
Diario Pedagogico
Diario Pedagogico
configuraciones de maestros
Por
Carolina Botero Montoya
Asesor
Andrés Klaus Runge
Universidad de Antioquia
Facultad de Educación
Departamento de Educación
Medellín, Colombia, 2011Avanzada
2
A mi madre, siempre ahí, en todo momento.
3
Agradecimientos
4
Contenido
Introducción 6
Primera parte
Acerca de los interesados en los diarios pedagógicos
I. Antecedentes de la investigación 18
1.1. El diario pedagógico en investigaciones con maestros en 18
ejercicio
1.2. El diario pedagógico en investigaciones con maestros en 25
formación
1.3. Los diarios como instrumentos de recolección de información 32
1.4. Investigaciones sobre materiales escolares 33
1.5. Investigaciones de corte crítico 35
1.6. El diario pedagógico y las escrituras de sí 38
1.7. El diario pedagógico como dispositivo 45
1.8. El diario pedagógico y las tecnologías del yo: un dispositivo
para la construcción de sí mismo 50
5
Segunda parte
Acerca de los diarios pedagógicos:
formatos e imágenes de maestros
Conclusiones 167
Bibliografía 172
Anexo 180
6
Introducción
A
Los procesos de escritura de los/as maestros/as'ocupan un lugar central en
la mayoría de la literatura y de las investigaciones en el contexto del "Maestro
investigador" y "Maestro reflexivo"; en estas publicaciones la escritura es
concebida como una herramienta fundamental para la reflexión y la
construcción de conocimiento sobre y a partir de la enseñanza y su compleja
dinámica. En ellas también se plantea como necesario que los/as
maestros/as escriban sobre su práctica como una forma de cualificar su
profesión, interés que ha convertido la escritura en un dispositivo de
formación para los/as futuros/as maestros/as en las facultades de educación
y normales. La escritura, en este sentido, es justificada como una posibilidad
para que el/la maestro/a en ejercicio y en formación investigue y la
encuentren como una condición indispensable para el "buen maestro", el
"maestro crítico" y el "maestro reflexivo". No obstante, en la práctica
cotidiana, de los/as maestros/as de las instituciones educativas de la ciudad
de Medellín, la escritura siempre está presente, pero de una forma que no
necesariamente es -o tiene que ser- reflexiva: escritura en el tablero,
planeadores, observadores, hojas de vida, notas a padres, diarios y
observaciones en los cuadernos de los estudiantes; dicha práctica de
escritura más que una experiencia de formación se presenta como una más
de las prácticas institucionalizadas del/la maestro/a. En este sentido, se
afirma que "la escritura pedagógica está enmarcada por un proceso de
descontextualización, ya que aparece orientada más por la necesidad de dar
1
En esta investigación haré referencia a dos tipos de maestros/as: el que llama la
atención acerca de una imagen generalizante donde todos tienen cabida sin
distinción (el maestro investigador, el maestro reflexivo, el maestro que cumple, el
maestro que vigila, entre otros), y el que centra su mirada en los sujetos autores de
los diarios que aquí se analizan, los cuales, debo anotar, en su mayoría son
maestras (11 de 13), y que me solicita distinguir en la escritura esa autoría, la cual
se analiza en varios apartes del capítulo III.
7
cuenta de la apropiación de los cambios prescriptos 2 que por su traducción
reflexiva en las prácticas" (Brito, 2003, p.10).
2
Un ejemplo de esta situación se presenta cuando los/as maestros/as en las
planeaciones y en los diarios pedagógicos deben referenciar elementos como los
lineamientos curriculares, las competencias, los estándares y los indicadores de
desempeño.
3
El concepto de diario pedagógico incluye otros términos como diario de clase, diario
del maestro, diario escolar, diario de campo y diario docente, asimismo otros
registros llamados planeadores y parceladores, ya que también son utilizados en las
instituciones educativas con el nombre de diario pedagógico.
4
En los últimos años, estos registros son exigidos por los asesores de gestión de
calidad y por los miembros del Comité de Calidad de las diferentes instituciones
educativas en la ciudad de Medellín.
8
Son múltiples las clases de diarios pedagógicos, no sólo en cuanto a los
contenidos y eventos descritos, sino también en cuanto a la periodicidad con
que se escriben y las formas de presentación que pueden adoptar. Todas
estas características son condicionadas por el contexto educativo en el cual
se realiza el diario y el tipo de solicitud a la cual responden; en algunas
instituciones educativas existe un formato ya establecido donde es posible
observar columnas con espacios limitados, mientras que en otras no se
instituye ningún esquema, pero se establecen los contenidos que debe tener
el diario, por ejemplo: fecha, preguntas orientadoras, contenidos escolares y
momentos de enseñanza (actividades de exploración, confrontación y
culminación). En los diarios se pide, igualmente, el registro de la asistencia
de los/as estudiantes con la correspondiente justificación de la falta y, por
último, se destina un espacio de reflexión pedagógica. De esta forma puede
aparecer de una manera esquematizada y estructurada en secuencias el día
a día de las clases. Este aspecto burocrático del trabajo del/la maestro/a le
sirve a Andrea Brito (2003) para afirmar que:
9
Por lo anterior, el siguiente texto estudia de manera crítica el diario
pedagógico al concebirlo como un dispositivo que, aunque cotidiano y casi
naturalizado, puede llegar a reflejar una serie de relaciones de poder que se
desarrollan en el día a día escolar, a la vez que permite plantearse preguntas
acerca del/la maestro/a y su práctica: ¿Cómo se evidencian en los diarios
pedagógicos formas de control y estrategias de objetivación? ¿Cómo
funcionan los diarios pedagógicos a partir de su estructura y contenidos?
¿De qué forma se visibilizan los maestros a través de la escritura del diario
pedagógico?
5
Porlán, R y Martín, J. (2000); Alzate, T. y Sierra, J. (2000); Carreras, F. (2002);
Tabares, M. (2002); Fuentes, E. (2003); Vain, P. (2003); Ríos, M. (2003); Prieto, R.
(2003); Hernández, F. y Vergara, O. (2004); Ruiz, G. (2004); Zabalza, M. (2004);
Chacón, M. y Chacón, A. (2006); Meneses , J. (2007); entre otros.
10
procesos de cualificación y mejoramiento y aluden, igualmente, a la
importancia de los diarios no sólo desde el punto de vista de lo que significan
para una reflexión sobre la práctica, sino también en lo que concierne a los
procesos de mejoramiento de la actividad escritural, es decir, que el/la
maestro/a al escribir el diario no sólo debe mejorar su accionar en las clases,
sino que también puede llegar a mejorar su expresión escrita.
Por otra parte, los diarios analizados en estos trabajos han sido escritos en
función de las investigaciones y en contextos de formación específicos, por lo
que son escritos por los/as maestros/as en ejercicio y en formación como
respuesta específica a las sugerencias y demandas del investigador o grupo
de investigadores y, en algunos casos, se presentan como un producto
evaluable de procesos de formación y cualificación docente. Hasta el
momento no se han encontrado investigaciones donde se analicen los diarios
pedagógicos "obligatorios" e institucionalizados de los/as maestros/as de la
ciudad de Medellín, diarios que por lo general tienen un solo destinatario: "el
coordinador" de la institución educativa, y que no se escriben con el
propósito exclusivo de ser objetos de investigación.
11
sistematizada de los diferentes procesos que realizan los/as maestros/as en
la escuela, procesos que ellos/as mismos describen a través de su escritura
en el diario.
Ruta metodológica
12
de la ciudad de Medellín 6 . Diarios elegidos intencionalmente en función de
los intereses temáticos y conceptuales de la investigación (Neiman y
Quaranta, 2006), es decir, estos diarios permiten ser analizados a partir de
las preguntas de la investigación, pues tienen mayor contenido escrito que
los diarios de otros docentes siendo más. Esta importancia no es estadística,
sino, como afirma Galeano (2004) "se trata de seleccionar aquel [caso] que
permita aprender lo más posible sobre el objeto de investigación o fenómeno
en cuestión" (p. 74). Así mismo, estos diarios elegidos, permiten observar
diferentes tipos de formatos y esquemas utilizados en la misma institución
educativa desde el año 2003 hasta el 2009 (Ver Anexo 1). Es de anotar que
en el capítulo III también se describen y analizan algunos formatos de
creación de las instituciones públicas de la ciudad de Medellín, de los/as
maestros/os, o propuestos por empresas litográficas.
6
Se omite el nombre de la Institución Educativa por razones de confidencialidad y se
cambia igualmente en las notas y fragmentos de los diferentes diarios el nombre de
los maestros y estudiantes.
13
conocimiento, en este caso, las relaciones entre diario y control, diario y
objetivación, diario y maestro. En suma: con el conjunto de diarios elegido
(Ver Anexo 1) se espera realizar una serie de construcciones teóricas y
reflexivas sobre el/la maestro/a que se proyecta a través de la escritura y los
procesos de control y regulación en la escuela.
Los siguientes fueron los pasos dados antes de la escritura de este texto:
14
a este dispositivo, un dispositivo que regula y que no sólo busca la
autorreflexión del/la maestro/a.
7
Historias de vida, relatos pedagógicos, autobiografías, historias escolares, cartas,
entre otras formas de narrativa.
15
subjetividades, esos diversos modos de ser maestro: el maestro reflexivo, el
maestro que cumple, el maestro que controla y el otro maestro, imágenes
que surgieron del grupo de diarios analizados en este estudio de caso.
Imágenes que no necesariamente coinciden con los ideales del "buen
maestro", simplemente, imágenes de maestros reales, maestros/as de la
escuela. Es de aclarar que en ambas partes serán citadas expresiones de los
diarios, las cuales se retoman en este trabajo sin hacerles modificación
alguna.
16
Primera Parte
Acerca de los interesados
en los diarios pedagógicos
17
I. Antecedentes de la investigación
18
sistematizaciones o investigaciones realizadas por instituciones particulares u
organismos municipales que convocan a maestros en ejercicio, adscritos/as
a una institución escolar, quienes participan de forma autónoma en procesos
de formación permanente que, en algunos casos, les otorgan créditos y
estímulos para el ascenso en la escala salarial. La segunda modalidad
corresponde a los proyectos de investigación donde los escritos de los/as
maestros/as son el objeto de estudio de un investigador o grupo de
investigadores externos a la escuela.
19
como elemento esencial para la formación de los maestros, en tanto ella será
una oportunidad para evaluar la propia práctica a través de la escritura de
autobiografías e historias de vida, lo que llevaría a pensar la formación
docente basada en la investigación. En últimas, la autora entiende la
escritura reflexiva y la lectura sobre la propia práctica como una necesidad o
requisito para ser un/a buen/a maestro/a capaz de enseñar igualmente a sus
alumnos a leer y a escribir.
20
el libro se presenten los diferentes tipos de eventos que seleccionaron los/as
maestros/as para ser registrados en los diarios acerca de sus clases y de su
experiencia profesional.
21
concediéndoles un impacto formativo en tanto les permiten acceder a su
mundo personal, explicitar sus dilemas, evaluar y reajustar procesos
didácticos.
En el segundo capítulo, Zabalza revisa cómo los diarios han sido abordados
en diferentes investigaciones cualitativas identificando dos perspectivas: la
primera, desde los documentos personales y materiales autobiográficos, y la
segunda desde el estudio del pensamiento de los/as profesores/as, donde lo
que se pretende explorar es "lo que en él [el diario] figura como expresión de
la versión que el profesor da de su propia actuación en clase y de la
perspectiva personal desde la que la afronta" (Zabalza, 2004, p.44).
22
el diseño metodológico de la investigación donde se propuso que el análisis
de la información sería posible a partir de categorías que emergieran de los
mismos diarios y de las entrevistas 8 , categorías con las que luego el autor
construyó un análisis crítico acerca de la obligatoriedad y estructura de los
diarios. Desde este punto de vista, la investigación es también un
antecedente para esta tesis debido a que muestra algunas condiciones de
funcionamiento del diario desde la institucionalidad, desde la escuela, como
lo es la obligatoriedad, la revisión del diario por parte de los/as
coordinadores/as, los formatos, los contenidos y la regularidad de su
escritura.
8
Debe resaltarse que el autor plantea en forma de preguntas las categorías de
análisis de su investigación, lo cual las hace pertinentes para esta investigación en
tanto aquí se pretende otra mira al diario pedagógico, ellas son: "¿Cuánto influye la
práctica de la revisión en la decisión de los maestros para llevar el diario? ¿Llevar el
diario es una iniciativa espontánea del maestro? ¿La revisión es una coacción para
el maestro? ¿Si no se revisara el diario desde la coordinación, los maestros
realizarían esa práctica? ¿En qué se lleva el diario? ¿Cómo se lleva? ¿Hay una
estructura específica que lo caracterice? ¿Hay un instrumento ideal? ¿El formato
incide en la intencionalidad de la escritura o la intencionalidad reflexiva o
investigativa? ¿Cada cuánto se hacen registros? ¿La regularidad de los registros
favorece la práctica reflexiva-investigativa? ¿Qué escriben los maestros en su
diario? ¿Qué es significativo para un maestro?" (Ruiz, 2004, p. 38).
9
Propuesta de formación de maestros que puede ser interpretada "como una
compleja red que lleva el campo conceptual de la pedagogía a las instituciones
formadoras de maestros, en la medida que pone a circular la naturaleza formativa
23
Existen también otras investigaciones de procesos de intervención y
mejoramiento docente que, aunque no hacen referencia al diario pedagógico
de forma particular, reflexionan acerca de la escritura de maestros/as en
otros espacios fuera de la institucionalidad, es decir, fuera de la escuela, con
el objetivo de cualificar sus procesos escriturales.
24
1.2. El diario pedagógico en investigaciones con maestros en formación
10
Termino usado junto con el de práctica docente y práctica profesional para
designar aquel espacio donde el maestro en formación se acerca al ámbito escolar
como un requisito para optar por el titulo de normalista o licenciado, en esta práctica
el instrumento de escritura es llamado diario de práctica, diario académico, diario de
campo o diario de clases.
25
obtención de una nota o calificación por parte de los/as maestros/as por la
escritura de su diario pedagógico.
26
En contraste con los mencionados señalamientos, Tabares cuando analiza la
categoría que nombra como tipología textual se limita a presentar y definir los
tipos de discursos presentes en varios textos como los diarios de campo y las
planeaciones de los estudiantes desde un enfoque más centrado en la forma y
la composición de los textos que en sus contenidos, todo esto con la intención
de clasificarlos, simplemente en descriptivos, narrativos y expositivos.
27
son trabajos que no describen con rigurosidad los tipos de registros de los/as
estudiantes y se centran principalmente en exponer las bondades del diario
pedagógico desde una perspectiva del "deber ser". Entre estos trabajos se
encuentra, por ejemplo, el de Hernández y Vergara (2004) con su
investigación etnográfica ¿Son útiles los diarios de clase? Experiencia con el
componente de investigación en el aula en la Universidad del Valle, quienes
trabajaron con cuarenta diarios y algunas entrevistas, con el objetivo de
definir y categorizar sus principales características y entenderlos como un
medio de comunicación entre estudiantes y maestros/as, y como un
instrumento de reflexión, introspección y autoevaluación para los/as
estudiantes: una forma de mirarse y evaluar las implicaciones de sus
prácticas y por lo tanto mejorarlas.
28
En el marco del programa desarrollado en Argentina Elegir la docencia: la
escritura de experiencias pedagógicas, Beatriz Alen (2005) publica el artículo
La escritura de experiencias pedagógicas en la formación docente donde
expresa algunas consideraciones a propósito del valor de la escritura como
elemento formativo para los/as maestros/as, y espera aportar acciones de
promoción de la escritura y la lectura de diferentes experiencias pedagógicas
a través de la narrativa como un elemento formador y de reflexión sobre la
práctica. Este documento resulta interesante para la revisión que se hace en
este capítulo en tanto la autora analiza los aportes críticos de algunos
autores que han reflexionado sobre las prácticas de escritura más habituales
y cotidianas en la profesión (planificaciones, informes, etc.) y las marcas que
estas prácticas imprimen en los textos de los/as docentes.
29
clasificar los registros escritos por los/as estudiantes, esto es, seguir
corroborando su carácter de dispositivo de evaluación. Lo mismo sucede en
el nivel III, interesado en el análisis y la interpretación como el ideal que
deben alcanzar los/as estudiantes para guiar y mejorar la práctica de
enseñanza. Esta última tendencia se observa en los análisis realizados por
los autores sobre los temas recurrentes tratados por los practicantes en el
diario, a saber: la expresión de sentimientos, la deliberación sobre las
acciones docentes, la preocupación por la convivencia escolar y la toma de
decisiones; siendo ésta última presentada como la mejor para "comprender
que la enseñanza requiere flexibilidad de pensamiento y creatividad"
(Chacón y Chacón, 2006, p. 126). Por lo tanto, en esta unidad de análisis,
referente a la toma de decisiones, mientras que se felicitan a los/as
practicantes o maestros/as en formación que registran en sus diarios
iniciativas y alternativas de mejoramiento en la enseñanza, se afirma que los
demás estudiantes motivados hacia la expresión de sus sentimientos
posiblemente se inmovilicen en su práctica, es decir, se conciben como
estudiantes más débiles y temerosos.
Son múltiples las diferencias entre los diarios diseñados para los/as
estudiantes y los diarios institucionalizados llevados por maestros/as en
ejercicio. Los primeros, esperan un mayor nivel de reflexividad de manera
30
que se evidencien en los diarios relaciones entre la teoría y la práctica; los
segundos, en cambio, esperan mayor practicidad y un nivel más descriptivo
en el cual se describan los temas y actividades desarrolladas durante las
clases. Diferencias que no sólo demuestran el abismo existente entre los
procesos de formación de maestros/as y las prácticas reales en la escuela;
sino también el funcionamiento del diario pedagógico como un dispositivo en
diferentes escenarios. Estas relaciones binarias, diario escrito por
estudiantes y diario escrito por maestros/as en ejercicio, chocan con las
ideas de diario pedagógico presentadas por los/as autores/as ya reseñados
que lo muestran como un instrumento ideal para la reflexión y mejoramiento
de la práctica.
31
1.3. Los diarios como instrumentos de recolección de la información
los maestros son unos profesionales que generan una gran cantidad de
papeles y documentos. Algunos son prescriptos y ligados a la necesidad de
11
Titulo original: "L' escola narrada: el diari d' una mestra com a document de reflexió
sobre la práctica". El artículo está escrito en catalán. (Las traducciones son mías).
32
planificar y evaluar el trabajo diario en las aulas. Otros, sin embargo, son
textos en que el autor consigna datos o informaciones que no tienen una
finalidad muy especificada. Responden a la voluntad de los maestros de
explicarse a sí mismos, lo que está viviendo, pensando y sintiendo, y que
tienen la escuela y sus miembros como protagonistas (p. 269)
33
llevados por los/as estudiantes, sirven de referente para el estudio sobre la
cultura escolar escrita.
34
Ambos trabajos muestran el cuaderno como un instrumento que busca
homogenizar la escritura de los/las estudiantes, de manera que sea más fácil
y productiva la vigilancia por parte de los/las maestros e inspectores. La idea
del cuaderno como dispositivo de control desarrollada en estos dos trabajos
de investigación otorga más elementos para presentar, igualmente, el diario
pedagógico como un dispositivo de control y objetivación que configura unas
subjetividades del maestro que pueden ser vistas y leídas. El cuaderno hace
parte de los materiales de escritura de la escuela junto con el diario
pedagógico, materiales que son obligatorios y que proporcionan información
sobre quién los escribe y por qué los escribe. Este punto de vista hace
pertinente referenciar estos trabajos debido a que permiten considerar los
diferentes mecanismos de poder que se establecen en la escuela entre las
directivas y los/as estudiantes, las directivas y los/las maestros/as, los/las
maestros y los/as estudiantes.
Sin embargo, son pocos los trabajos que abordan la escritura de diarios
pedagógico desde una perspectiva crítica. Son dos los que se pueden
referenciar que, aunque no están centrados en los diarios pedagógicos
35
específicamente, son un excelente punto de referencia para la presente
investigación en tanto cuestionan la escritura obligatoria de los/as
maestros/as en la escuela.
36
Por otra parte, en nuestro contexto colombiano se desarrolla actualmente un
1o
proyecto de investigación 12 de corte genealógico que busca describir cuáles
son las formas de escritura de los/as maestros/as, qué poderes y saberes se
cruzan allí y de qué manera configuran saber pedagógico. En el anteproyecto
presentado en el artículo Escrituras de maestros y pensamiento pedagógico
en Colombia de Guillermo Echeverri (2007) se pregunta por las diferentes
prácticas de escritura de los/as maestros/as, aquella producidas "en el
adentro de la escuela" y las del "afuera". En la primera categoría el autor
ubica la escritura en la enseñanza (tablero y libros de texto), en los informes
y en los diarios; en el segundo tipo, aparecen otros espacios fuera de la
institucionalidad, "otras condiciones de posibilidad para las escrituras que tal
vez la escuela impide desplegar, no considera propias de su función
institucional o no están dentro de su tiempo, o de lo que ella requiere
canónicamente" (p. 113). Asimismo se plantea, entre otras preguntas:
¿Cuáles son las escrituras que la institución escolar y el sistema educativo le
exigen al maestro? ¿Cuáles son las prácticas de escritura del maestro que
no responden a las exigencias institucionales sino a condiciones del afuera
de la práctica de la enseñanza escolarizadas? ¿De qué manera las prácticas
de escritura configuran saber?
12
Proyecto que hace parte del Doctorado en Educación del Programa
Interinstitucional de las Universidades Pedagógica Nacional, del Valle y Distrital
Francisco José de Caldas.
37
En conclusión, las investigaciones aquí revisadas, sobre la escritura del
diario pedagógico, permiten observar una sola tendencia: aquella que lo
muestra como la panacea en cuanto a reflexión pedagógica se refiere. El
diario aparece como respuesta a las demandas de ser un/a maestro/a
reflexivo/a, demandas de los discursos científico educativos de los/as
investigadores/as y expertos/as que habitan fuera de la escuela y, en
algunas ocasiones, de las instituciones formadoras de maestros. Igualmente,
clasifican en diferentes niveles los registros escritos por maestros en ejercicio
y en formación, resaltando de manera especial los diarios que presentan más
descripciones y autorreflexiones, es decir, los diarios más detallados, los que
brindan más datos para las investigaciones.
Estos trabajos apartan de sus reflexiones las variadas formas de escritura del
diario dentro de la escuela y las condiciones reales en las cuales sucede su
elaboración, para centrarse en un diario pedagógico ideal y no, como es el
caso del presente trabajo, en su obligatoriedad en la mayoría de las
instituciones educativas. Además, aunque muchas de estas investigaciones
reflexionan sobre la escritura descontextualizada, esquemática y prescriptiva
de la escuela, siguen presentando como única solución a esta situación el
diario pedagógico en el contexto de las escrituras narrativas y
autobiográficas, con la intención de presentar modelos de diarios que pueden
facilitar y enriquecer la reflexión de los/as maestros/as.
38
de control y vigilancia -más abiertas y flexibles- donde el/la maestro/a por
medio de la escritura, se observa y da cuenta de sí.
39
Que lo que escribamos sea para nosotros como los ojos de nuestros
compañeros en la ascesis13, para que enrojeciéndonos de escribir lo
mismo que de ser vistos, no tengamos más pensamientos malvados.
Educándonos así, podremos esclavizar el cuerpo y pisar las insidias del
Enemigo (Foucault, 1999, pp. 289-290)
Por otro lado, el diario pedagógico puede relacionarse con algunos aspectos
de otra forma de escritura de sí de la época grecorromana analizada por
Foucault: los hipomenatas definidos como cuadernos individuales de notas,
13
"Áskesis: (...) la elaboración de discursos recibidos y reconocidos como
verdaderos en principios racionales de acción" (Foucault, 1999, p.292)
40
libros de cuentas y registros públicos que servían de ayuda para memorizar
datos. Estos texto luego se establecieron como un ejercicio personal para la
constitución de sí, que al realizarse con frecuencia permitían, junto con la
lectura, la relectura, la meditación y la conversación consigo mismo, mejorar
y fortalecer la conducta del sujeto, por lo general la conducta de un sujeto
culto:
41
estudiantes deben dar cuenta de lo aprendido en la universidad y normales y
relacionarlo con lo vivido en los centros de práctica (instituciones educativas),
como una forma de constatar y contrastar en la práctica, la información y los
conceptos construidos en el proceso de formación para que sea posible un
contacto directo con el ámbito profesional (Rodríguez y Echeverri, 2004). Se
puede sospechar, igualmente, que los/as maestros/as en formación en sus
descripciones del diario deben informar algo acerca de la forma como aplican
en la práctica lo aprendido en sus clases, es decir, deben dejar evidencia de
la manera como relacionan la teoría y la práctica.
En este mismo sentido Pérez y Rausch (2001) afirman que "la formación de
actitudes flexibles para la enseñanza y el aprendizaje están necesitadas de
reflexión casi cotidiana en contextos preocupados por la tensión generada
por la teoría y la práctica" (p. 51), problema donde se espera que la escritura
le permita al maestro, ya sea en ejercicio o en formación, llevar de manera
racional una interpretación de su práctica con argumentos teóricos como una
forma de apoyar los sucesos narrados en el diario. De igual manera Isabel
Carrillo (2001) al concebir la escritura como un acto en sí mismo creativo,
define el diario desde una visión muy similar a los hipomenatas, como:
ese instrumento que permite recoger y analizar los datos que obtenemos
a partir de las observaciones del día a día, de las entrevistas y
conversaciones, de las actuaciones y relaciones con los demás, de las
lecturas y preguntas que nos sugiere ese entorno con el que nos
relacionamos (p. 52).
42
expertos y capacitadores que alientan la producción escrita del maestro,
sobre todo aquélla que narra las experiencias de vida en el entorno y es
capaz de dar cuenta del sí mismo de quien relata" (p.116)
43
permitieran clasificar, comparar, disciplinar y normalizar los sujetos, y obtener
información sobre ellos.
que permiten a los individuos efectuar, por cuenta propia o con la ayuda
de otros, cierto número de operaciones sobre su cuerpo y su alma,
pensamientos, conducta, o cualquier forma de ser, obteniendo así una
44
transformación de sí mismos con el fin de alcanzar cierto estado de
felicidad, pureza, sabiduría o inmortalidad. (Foucault, 1990, p.48).
45
maestros/as en la escuela, en el cual se registran aspectos de la cotidianidad
y de la enseñanza, sino que puede ser abordado como un dispositivo. Es
decir, un conjunto de elementos diseñados e implementados a partir de un
objetivo estratégico, con los cuales se proponen diferentes relaciones de
poder y saber: una materialidad que busca producir y disponer la
configuración de ciertos elementos y la estructuración de un espacio de
manera que se cumpla un objetivo determinado. En este sentido, en el diario
pedagógico se puede ver el funcionamiento de un dispositivo en el que
confluyen varios elementos heterogéneos: sujetos (estudiantes, maestro,
directivos, padres de familia), objetos (temas, actividades, diferentes tipos de
registros), y lenguajes que determinan relaciones del maestro con el poder y
el saber, con sus estudiantes, con la escuela, con su trabajo, a partir de
proporcionar información sobre sí mismo y su práctica, lo que en últimas se
convierte en el objetivo estratégico del diario.
14
Tipo de lenguaje especifico, verbos, indicadores, actividades, estrategias de
enseñanza.
46
sujeto/objeto de conocimiento" (Moro, 2003, p. 38), siendo el sujeto: el
maestro, el estudiante, el padre de familia, el coordinador, entre otros/as.
47
enseñanza, da cuenta de las actividades planeadas, ejecutadas y evaluadas
en relación con el tiempo, de manera que permiten ser cuantificadas, y que el
diario sea analizado desde ciertas características como la productividad
(número de clases, tipos de actividades, contenidos enseñados),
acumulabilidad y la disposición de lo escrito (la mayoría de las veces en
espacios limitados por márgenes en el formato físico del diario) que facilitan
una observación continuada.
48
del accionar del maestro en relación con el tiempo y la productividad, como
afirma Foucault (1997):
49
1.8. El diario pedagógico y las tecnologías del yo: un dispositivo para la
construcción de sí mismo
50
en la clase, esto le afectó mucho y le pedí disculpas en grupo.
Afortunadamente se calmó y estuvo de nuevo bien conmigo (d.9)15
15
En lo que sigue, los fragmentos de los diarios se escribirán en cursiva, se utilizará
la letra d (diario) y el número que corresponde para cada diario (ver anexo 1) con el
propósito de diferenciarlos de las citas de libros de referencia.
51
sino también las relaciones que tiene con su práctica, donde los aspectos de
la autorreflexión incluyen no solamente aspectos exteriores como las
descripciones de las clases sino también aspectos personales e interiores
como opiniones, sentimientos, actitudes, emociones:
52
movimiento: el del sujeto y el objeto de la visión, donde el/la maestro/a se
objetiva a sí mismo/a como visto/a por sí mismo/a.
53
II ¿Qué es lo que siempre se dice sobre del diario pedagógico?
54
nuestro desarrollo profesional debe vincularse a través de estrategias
que partan de la identificación y diagnóstico de problemas, de algo que
deseamos mejorar y que admita una solución viable. Hemos de
observar, analizar y comprender la realidad objeto de atención, captar
cómo ocurren las cosas y comprender por qué. También elaborar planes
o alternativas de solución, trasladar nuevas propuestas e ideas a las
aulas y observar y reflexionar sobre las consecuencias. (p.33)
entre dos demandas: las que le piden eficiencia, sobre todo desde los
órdenes estatal e institucional, eficiencia a propósito de su desempeño
cotidiano y reglado por el marco institucional, y las que le exigen
intelectualidad, desde los órdenes intelectual e investigativo.
Atrapamiento sin salida que provoca esquizofrenia: no saber, en la
55
óptica discursiva, quién se es: ¿un intelectual o un operario del currículo
(p.204)
56
Acorde con lo anterior una gran cantidad de autores/as define el diario
pedagógico desde esta perspectiva. Los españoles Porlán y Martín (1991)
son puntos de referencia cuando de diario pedagógico se trata, pues son
citados en la mayoría de los trabajos sobre esta temática. Explican el diario
del profesor como "eje organizador de una auténtica investigación
profesional" (p.64), un cuaderno de trabajo del experimentador, es decir,
del/la maestro/a que transforma sus prácticas de enseñanza y diseña nuevas
intervenciones didácticas, y "donde anota las observaciones, donde recoge
las entrevistas, donde describe el contenido de los materiales de clase,
donde compara y relaciona las informaciones, donde establece conclusiones
y toma decisiones sobre los siguientes pasos de experimentación" (p. 64).
57
que debe elaborar si pretende tener actitud reflexiva y crítica sobre la
propia labor. No supone, desde luego, un método objetivo de
observación, ni una catalogación exhaustiva de las actividades de la
clase, pero pone al descubierto la relación existente entre las
concepciones y creencias del profesor/a y su acción didáctica. (p. 9).
58
sentimientos y emociones que se originan en el contacto entre profesores y
alumnos" (p.219).
59
Por su parte, Fuentes (2003) concibe el diario como un documento rico, vivo
y contextualizado, que se puede convertir en una de las herramientas más
importantes para que el maestro inicie procesos de investigación que le
permitan crecer tanto en el ámbito personal como profesional ya que en el
diario puede reflejar su pensamiento y manifestar su propia perspectiva de la
realidad.
60
También puede observarse en estos abordajes teórico algunas tendencias,
tales como encontrar el diario pedagógico como una herramienta o
instrumento, es decir, algo diseñado o pensado para ser empleado en una
actividad concreta o en un objetivo igualmente concreto y determinado: la
observación, el registro, el análisis, la interpretación, la reflexión y, como
consecuencia, la investigación en el aula. Puede extraerse de las
mencionadas concepciones la estructura que debe tener el diario, o la
estructura sugerida por cada autor/a. Veamos algunas de ellas:
61
Otras definiciones están centradas en exponer el diario como una estrategia,
lo cual implica concebirlo más allá de un instrumento o un artefacto. La
estrategia involucra un conjunto de acciones o comportamientos que hacen
parte de un plan de acción y permiten asumir una posición frente a un
objetivo específico siendo una de ellas es el perfeccionamiento de la
práctica. El diario como estrategia supera el concepto de "registro escrito" y
lo concibe como un espacio de interacción entre el/la maestro/a y su
reflexión, como una forma de construir memoria, (Rodríguez y Echeverri,
2004), es decir, el diario sólo es una acción entre otras, para mejorar la
práctica reflexiva e investigativa del docente:
No se trata sólo del recuento anecdótico sino del esfuerzo por evidenciar
el cruce de relaciones entre los sujetos, sus discursos y sus prácticas.
(Salinas, 2000, p.7)
62
Otra tendencia que se puede encontrar en las definiciones de diario son las
que privilegian las expresiones como documento, registro, narración y
cuaderno, definiciones que valoran la expresión escrita y por lo tanto tratan
de evidenciar la necesidad por motivar al maestro a escribir sobre sus
prácticas y construir memoria. Estas conceptualizaciones aparecen sobre
todo en investigaciones y reflexiones de corte narrativo, y que privilegian la
subjetividad del/la maestro/a. En este tipo de definiciones encontramos, entre
otras:
63
Este cúmulo de datos debe mantener una continuidad, un "relato sistemático
y pormenorizado de los sucedido" (Prieto, 2003, p. 27) de forma que
"suministre información sobre la estructura y funcionamiento de la propia
actividad" (Meneses, 2007, p. 9) y de la reflexión sobre lo planeado y lo
realizado en el aula con el fin de que los/as maestros/as se hagan cada vez
más conscientes de sus actos y al mismo tiempo los/as destinatarios/as de
los diarios los puedan observar, criticar, juzgar y evaluar, no sólo en el
contexto de la enseñanza sino también en aspectos más personales e
interiores. Estos procesos llevados en el diario y con el diario son: explicitar,
revisar, reflexionar y transformar, aquellos que configuran espacios de
producción de la experiencia de sí, configuraciones de subjetividades, es
decir, maneras en que se establece y se modifica la experiencia que el/la
maestro/a tiene de sí mismo/a.
64
los/as maestros/as en sus diarios se muestran, se hacen visibles, se pueden
objetivar. Como afirma Larrosa (1995):
65
elemento que puede traerse de trabajos que han conceptualizado acerca de
la escritura confesional (Larrosa, 1995) y de la recepción de las
aproximaciones de Foucault al tema.
66
Por ello si la práctica profesional es concebida como un espacio para operar
en la realidad el "conocimiento declarativo, prescriptivo que se ofrece en las
asignaturas, cursos y seminarios" (Rodríguez y Echeverri, 2004, p. 67), el
diario es el mejor instrumento para relacionar la teoría con la práctica de
manera reflexiva y critica; además su importancia radica en que le permite
al/la maestro/a en formación leer en el diario sus propias acciones en el
contexto, de manera que pueda revisarlas y mejorarlas, como afirman estos
mismos autores:
67
reflexividad, diseño de las clases, iniciativa, resolución de problemas,
relación teoría y práctica. Este procedimiento ubica al/la maestro/a en
formación como un objeto descriptible que se puede medir y comparar con
otros a partir de la información que este da sobre sí mismo/a, a partir de su
propia verdad. Además, en algunas oportunidades se evalúa el proceso
escritural del estudiante, es decir, no sólo se evalúa el contenido del diario
sino también su forma: redacción, estilo, uso de citas, etc.
68
2.3. El deber ser del diario pedagógico: estructura y contenidos
Porlán y Martín (1991) sugieren que el diario inicie con una descripción
general de la clase, su dinámica y situaciones cotidianas; posteriormente
deben describirse detalladamente aspectos más significativos referentes a lo
social, el ambiente y formas de organización del tiempo y el espacio;
después el maestro podrá centrarse en sí mismo: su comportamiento, su
conducta, dificultades, logros. De igual modo, se deben observar
atentamente a los/as estudiantes y todo lo que tiene que ver con el desarrollo
de la clase; de manera que se puedan plantear contradicciones, dilemas y
dificultades que ameriten un programa de intervención, diseñado para
facilitar el mejoramiento del maestro desde el punto de vista profesional.
Richards & Lockhart (1994 citados en Palacio y Pineda, 2007) sugieren una
serie de preguntas que buscan guiar al profesor de manera que sea más
reflexivo y detallado en su diario, ellas son: ¿Se cumplieron los objetivos?
¿Qué técnicas se usaron? ¿Se cumplió todo de acuerdo a lo planeado?
¿Qué cambios haría? ¿Hubo participación de los/as estudiantes? ¿Qué fue
lo que más les gustó? Además sugieren que a través de los diarios es
posible explorar distintos aspectos como las reacciones personales ante las
cosas que suceden, las observaciones sobre problemas que se detectan,
descripciones de aspectos significativos de los acontecimientos (aspectos
positivos) e ideas para analizar en el futuro.
69
Algunos/as autores/as se adentran un poco más en las estructuras del diario,
en especial, intentan una tipología y una clasificaciones de los tipos de
anotaciones. Teniendo como criterios los registros contenidos en los diarios
analizados en su investigación, Zabalza (2004) presenta cuatro tipos de
diarios: el diario como organizador estructural de la clase, en el cual es
posible encontrar la programación y planeación de las diversas actividades
(diario-horario); el diario como descripción de las tareas, presentando una
dinámica instructiva y académica de las clases, donde se describen
ampliamente las tareas de maestros/as y alumnos/as (diario-tareas) y el
diario como expresión de las características de los/as alumnos/as y de los/as
profesores/as (diarios expresivos y autoexpresivos). Una cuarta clasificación
se refiere a los diarios mixtos, los cuales contienen información de diversa
índole.
Por su parte Acero (1996) intenta una tipología de las de las anotaciones
consignadas en los diarios sobre el/la docente: "conductas afectivas,
normativas, de enfoque, imaginarios prospectivos; referidas a los/as
estudiantes: actuaciones individuales, grupales, características personales,
niveles de desarrollo, estilos de aprendizaje, y referidas a la comunidad
docente: organización, apoyo, convergencia de intereses, acuerdos, trabajo
colectivo, integración de área" (p.14). Estas anotaciones, más que registros
anecdóticos, deben ser el insumo para la descripción, el análisis y la
valoración de la realidad escolar. Acero también expone algunas sugerencias
y recomendaciones para la escritura del diario, tales como: evitar el uso hojas
sueltas, analizar los registros en el momento en que se producen, y
seleccionar las descripciones de las diferentes valoraciones, entre otras.
70
del mismo, individual y colectivamente considerado (actitudes, roles,
dinámica de clase...); el profesorado, como canalizador de la toma de
decisiones, protagonista de los procesos de enseñanza (decisiones
curriculares, incógnitas...); el c u r r í c u l o . y la ubicación contextual, sin la cual
sería incomprensible cualquier intento de análisis" (p.67). En esta misma
línea Fuentes (2003) sugiere un esquema de diario en el que se encuentra:
la descripción de las conductas del alumnado y el contexto; la valoración; la
interpretación; las acciones del profesor; los argumentos o razones de la
actuación; los efectos de la misma y otras alternativas de acción, de manera
que el diario permita fijarse en determinados acontecimientos y reflexionar
sobre los mismos buscando el mayor grado de coherencia.
71
En adición a lo anterior, algunos/as autores/as ven el diario como un
"proceso que no se limita al registro de notas, de sucesos o hechos
anecdóticos, sino que implica la elaboración de ideas a partir de la
comprensión de la realidad" (Carrillo, 2001, p. 52), y que, como lo afirma
Salinas (2000) debe estar escrito desde la condición del maestro como sujeto
público: un sujeto que debe estar en constante mejoramiento, dado no sólo a
recoger las experiencias vividas sino a ir más allá, a escribir en sus diarios
"una interpretación con argumentos teóricos que apoyan sus comentarios [a
la vez que trata] de encontrar una justificación posible a las situaciones
vividas" (p. 6), superando lo anecdótico y permitiéndose una evaluación de
su desempeño profesional y de su expresión escrita.
Como se pudo observar, los diferentes autores proponen un deber ser del
diario pedagógico al definir los contenidos y la forma como el diario debe ser
escrito para cumplir con ciertas funciones reflexivas y de investigación. Estas
estructuras y esquemas, aunque son presentadas como sugerencias, buscan
predeterminar la forma como el/la maestro/a debe pensar y escribir la
enseñanza, al igual que fijan y delimitan lo que se debe escribir. Se
encuentra por ejemplo, la solicitud de que el maestro sea muy detallista en
sus descripciones, que sea abierto de manera que proporcione mucha más
información sobre sí y sobre su práctica, se espera que sea un maestro
confesante, que no se guarde nada, con el fin de poder ser leído con mayor
amplitud. Igualmente, debe explicitar en relación con el tiempo no sólo las
actividades que realiza, sino también sus logros, sentimientos y dificultades,
es decir, no sólo debe dar cuenta de su trabajo sino también de sí mismo en
relación con este, de su interioridad.
72
referente al trabajo del maestro al indagársele por los objetivos planteados,
las técnicas y estrategias utilizadas durante la clase, sino que también estos
modelos de diario requieren información referente a los estudiantes: niveles
de participación, gustos, preferencias, respuestas. En relación a estos, el
diario esta diseñado para ser un lente con el cual se puedan observar y
clasificar. Así, el diario recoge y acumula información sobre el maestro y el
estudiante, información que puede ser utilizada para procesos de evaluación
y clasificación, y por lo tanto de objetivación.
73
son los que, en definitiva, provocan el goce, la
aventura y el sentido de la tarea docente"
Solves (1993 citado en Alen, 2005)
Después de describir las concepciones de diario desde una visión del deber
ser, del ideal del maestro reflexivo e investigador, es importante conocer
también las otras miradas desde donde ha sido analizado el diario
pedagógico de manera particular y la escritura docente, de manera general.
Varios autores hacen énfasis en cómo en algunas oportunidades se pone en
entredicho la función reflexiva de la escritura de los maestros, sobre todo en
el marco de la institucionalidad, es decir cuando parte de una exigencia de
las directivas de la escuela para observar y controlar el trabajo de los
docentes dentro del aula. Medina (2001) al respecto muestra como
74
de escritura institucionalizadas ya que "los asuntos y las preocupaciones más
serias de este proceso de la enseñanza (la reflexión sobre la práctica, la
precisión de contenidos, la preocupación por los alumnos) se tratan y se
comparten oralmente entre maestros, en conversaciones informales en el
patio y el pasillo" (p. 53), por ello realiza un análisis sobre el empleo de la
escritura por parte de los docentes en tanto productores de textos en
contextos y condiciones particulares del trabajo en la escuela, donde las
condiciones institucionales delimitan cierta relación con la escritura en el
trabajo, por lo que la mayoría de los escritos de los maestros están ligados al
contexto burocrático que involucra una gran cantidad de formularios y
formatos por llenar.
En esta misma tendencia la argentina Andrea Brito (2003) afirma como las
formas en que los maestros significan y comunican su tarea están
condicionadas y limitadas por los discursos curriculares oficiales, donde "la
regulación acerca de qué se escribe, quiénes escriben y a quiénes se escribe
acerca de la enseñanza pone en juego relaciones sociales de poder
controladas por el discurso pedagógico " (p. 6) por lo que no hay espacio
para la reflexión y la producción de conocimiento sobre la propia tarea,
convirtiéndose la escritura pedagógica de los maestros en
75
En el mismo sentido, Guillermo Echeverri (2007) muestra como la práctica de
escritura de los maestros, al tener una gran carga institucional, tienden a la
regulación, la rapidez y la repetición. En cuanto a los diarios, afirma que
éstos se encuentran entre lo que la institución exige y lo que el maestro
considera relevante en su quehacer:
76
Otros autores exponen también algunas dificultades sobre la escritura del
diario pedagógico por parte de los maestros; debido a las muchas
actividades que éstos deben desempeñar el tiempo para describir y
reflexionar sobre la práctica es mínimo. Por eso, si el objetivo es iniciar
procesos de investigación, implica una "continuidad en el esfuerzo narrativo,
por lo que supone de constancia y ascesis al tener que ponerse a escribir
tras una jornada a veces agotadora de trabajo en las clase y por el propio
esfuerzo lingüístico de reconstruir verbalmente episodios densos de vida"
(Zabalza, 2004, p. 46)
77
Sin embargo, y como se ha venido mostrando en el desarrollo de este
trabajo, estas escrituras de corte reflexivo y narrativo pueden llegar a
contener igualmente diferentes niveles de regulación y control, ya que
esperan que el maestro explicite su práctica y se haga visible en relación con
ella por medio de la escritura. De la misma manera, estas escrituras en los
diferentes contextos de formación docente buscan determinar que se debe
escribir y como se deben realizar los procesos de observación, análisis,
reflexión e interpretación de la práctica. Así mismo, la escritura reflexiva
produce procesos de objetivación al individualizar al maestro y al estudiante
y se convierte en un espacio de configuración de subjetividades en cuanto a
la forma como los maestros responden a las demandas de los expertos,
investigadores e instituciones formadoras de maestros que motivan esta
forma de escritura. Cabría pensar sobre la pregunta de Antonio Novoa (1999)
que referencia la autora Andrea Brito (2003) "qué pensaban los docentes
antes de que los investigadores decidieran que ellos eran profesionales
reflexivos" (p.5)
16
Portal educativo de Medellín:
ttp://www.medellin.edu.co/sites/Educativo/Docentes/default.aspx
78
"Un diario de campo está en contra de los registros obligatorios, de los
leccionarios y parceladores, u otros registros, mal llamados diarios en el
campo semántico de los docentes, los cuales enuncian actividades y
formatos técnicos por fuera de la evaluación y la reflexión de los
procesos pedagógicos, que tienen una intención administrativa de
control y vigilancia de la acción de los maestros, que además impide que
se pase de dos renglones en formato de hoja de cálculo (Excel)" Jorge
Duque Hernández, 2008
79
actividades de los docentes. Esta práctica no es productiva porque agota
al agente educador y desestimula la práctica docente". (José Antonio,
2009)
80
al tener intereses diferentes y otras discursividades sobre el maestro y la
enseñanza llegan a transformar este dispositivo.
Otra dinámica que ahora demanda una configuración diferente del diario
pedagógico es la de Gestión de Calidad, en la cual el diario es un dispositivo
que facilita un control más efectivo del trabajo docente, y que por lo tanto se
debe configurar de manera tal que permita la inspección por parte de los
81
directivos sobre aspectos como la eficiencia y la efectividad, más que sobre
aspectos reflexivos e interpretativos de la realidad. El diario se convierte en
una "evidencia" del desempeño del maestro en relación con los resultados y
metas de calidad de cada institución educativa.
82
Segunda parte
Acerca de los diarios pedagógicos:
formatos e imágenes de maestros
83
III. Los formatos y los esquemas:
el diario como forma de homogenización
84
dianidad escolar con esa misma lógica de objetivación. Estas instrucciones
se relacionan con los espacios destinados en los formatos para describir el
desarrollo de las clases: columnas, renglones, espacios acompañados de
unas directrices claras que a modo de títulos indican qué debe escribirse y
cuánto espacio puede usarse. Estas indicaciones le permiten a quien leerá el
texto -por lo general un coordinador-, ubicarse fácilmente en las diferentes
partes del diario y, en especial, en los elementos que requiere revisar y
controlar. Generalmente estos rótulos no necesitan de ningún tipo de
explicación para que puedan ser llenados debido a que siempre estarán en el
formato, debido a que como lo explica Foucault (1997), son "órdenes
terminantes cuya eficacia reposa en la brevedad y en la claridad; la orden no
tiene que ser explicada, ni aún formulada; es precisa y basta que provoque el
comportamiento deseado (p.170). Ejemplos de estas órdenes en el diario
pedagógico son las palabras que aparecen seguidas de un espacio en
blanco por llenar como el nombre del establecimiento (cuando el diario no
tiene membrete), municipio, año, fecha, grado, temas y actividades, indicador
de logro y firma del maestro.
Algunos trabajos que dan pautas para la escritura del diario proponen iniciar
con descripciones generales para luego pasar a niveles de análisis e
interpretación de la práctica y los diferentes momentos de la clase; allí
también el/la maestro debe explicitar sus autoevaluaciones manifestando
logros, emociones y posibles dificultades. Otros/as autores/as más centrados
en la reflexión sobre los contenidos y los aprendizajes esperan que el/la
maestro/a declare si se cumplieron o no los objetivos de la planeación, las
metodologías aplicadas y las reacciones del grupo frente a la enseñanza.
85
reflexión más abierta y flexible por parte de los/as maestros/as. Otro
contraste a las idealizaciones del diario puede encontrarse en los diarios que
llegan a la escuela, a la cual llegan varios formatos, algunos diseñados por
las instituciones educativas y otros por empresas litográficas y editoriales.
Ambas formas exigen a todos los/as maestros/as los mismos ítems o partes
con el objetivo de estandarizar la forma de registro y la escritura de una
institución educativa determinada. Este esfuerzo se convierte en un aspecto
más que facilita la revisión, por parte del/la coordinador, del trabajo de
todos/as los/as maestros/as, ya que sería más complicado y menos eficiente
el control de los registros si cada quien realizara sus descripciones a su
antojo, es decir, de forma libre.
86
Formato 1
Además de las casillas del encabezado, la tabla del formato 1 inicia con las
palabras "Fecha" y "No. de clase", siendo este último punto el que permite
cuantificar el total de clases desarrolladas en el periodo (parte inferior
izquierda del formato 1) como una forma de controlar la eficiencia y
productividad de los/as maestro/as en tanto ayuda a visualizar la relación
entre la cantidad de temas desarrollados y la cantidad de clases empleadas
en el periodo para esto. El espacio destinado para el "Tema" es un poco más
amplio que el asignado para las "Actividades Metodológicas", aspecto que
permite suponer una mayor importancia asignada a la lista de temas y
contenidos desarrollados que a la forma como éstos son enseñados por el/la
maestro/a y aprendidos por los/as estudiantes.
87
espacio inferior para escribir sus observaciones y reflexiones sobre sus
clases. Junto a esta columna aparece un espacio, con un tamaño similar,
para la firma del/la maestro/a encargada de confirmar que lo escrito y
registrado es verdadero.
17
En la imagen se ha omitido el nombre de la Institución Educativa.
88
Formato 2
Formato 3
89
Igualmente los formatos 2 y 3 tienen una amplia columna destinada para la
evaluación, en el primero llamada "Logro" y en el segundo "Indicador de
logro".
90
parte del proceso de gestión de calidad de la institución, de manera que para
un mayor control posee un código en su encabezado: "FR-GF-" que lo
diferencia de otros documentos que también exige la institución:
DOCENTE:
DIARIO DE CAMPO
AREA:
Formato 4
91
Formato 5
92
el cambio en el discurso curricular prescripto debido a que este concepto
hace parte de los estándares y las competencias: De igual modo, al estar
enumerados los indicadores existe un mayor control de su cumplimiento.
93
fecha y en algunos se continúa con una rutina: el saludo, oración, lectura de
un cuento, actividades y evaluación. En estos tipos de diario los registros de
los diferentes días de la semana son similares, fijos, y muestran pocas
variaciones, siguiéndose el mismo orden en las descripciones y en los
registros.
r r i ñ
18
En las siguientes páginas se analizarán dos diarios de maestras de
preescolar para considerar los textos que no siguen los formatos ya
revisados pero que están divididos en espacios de tiempo y momentos
rígidos y lineales.
Diario pedagógico 2
18
Los diarios pedagógicos diseñados y escritos por maestras/as tendrán una
enumeración que sigue a la del listado propuesto en el anexo 1.
94
actividades. Este esquema se repite en todo el diario sin importar el día de la
semana, la actividad desarrollada e incluso la lectura seleccionada. Los
tiempos están determinados, no sólo para la maestra sino también para sus
estudiantes. Por ejemplo, todos los días deben tomar la lonchera de 2:00 a
2:30 de la tarde y sólo en ese momento pueden empezar a jugar en el
descanso: de 2:30 a 3:00. Es decir, ningún estudiante debe terminar de
comer antes de las 2:30, y si lo hace debe esperar para poder jugar. En este
diario no sólo el maestro debe evidenciar la forma como controla el tiempo
del estudiante sino también su cuerpo: alimentación y juego.
Diario pedagógico 3
95
semana son iguales para la maestra y que siempre desarrolla las mismas
actividades. También es posible notar una estructura minuciosa del trabajo
docente, en el cual la jornada laboral se divide en componentes más
pequeños y concretos, presentados con claridad y brevedad: "trabajo en el
libro", "organización de carpetas", para dar cumplimiento a las actividades
propuestas.
96
En las siguientes imágenes se muestran diarios pedagógicos de dos
maestros de secundaria y de una maestra de primaria. Los primeros
presentan registros con un esquema fijo, que aunque se repite en todo el
diario, los hace mucho más sencillos al ser menos detallados en sus
descripciones:
1Q
También se omite en la imagen el nombre la Institución Educativa al que
pertenece.
97
Diario pedagógico 6
Diario pedagógico 10
98
En el diario 1, de una profesora de primero de primaria, evidencia, al igual
que el de las maestras de preescolar antes analizados, una tendencia al
detalle; inicia todas las clases con la rutina: "Oración- saludo - lectura de
cuaderno viajero" para después describir el desarrollo de la clase y por último
presentar el aparte de la "EVALUACIÓN". Aunque no divide el texto en
unidades fijas, describe todas las actividades realizadas para registrar su
trabajo y el de los/las estudiantes de una forma minuciosa.
Diario pedagógico 1
99
Diario pedagógico 1
100
3.3. Maestros de primaria y de secundaria.
Por otro lado, los diarios de los/las maestros de los primeros grados
escolares tienen mucha decoración: letras de colores, dibujos, láminas y
autoadhesivos; lo que demuestra otra idea bastante arraigada sobre la forma
de registro y de escritura sobre la enseñanza que realizan estos/as
maestros/as, una escritura que tiende a la infantilización. Entendiendo por
infantilización una forma especifica de presentación de los diarios que
pareciera ser que actúa de conformidad como los/las maestros/as enseñan a
sus niños y niñas en el aula, es decir, que a pesar de que los diarios son
101
para ellos o para presentar a los coordinadores, y no para los niños/as, los
diarios están funcionando bajo una lógica infantil.
102
cuadernos de los/las estudiantes, donde, por ejemplo, se resaltan los titulos
del tema. En este tipo de diario debe escribirse lo enseñado, lo trabajado en
la clase, de manera que no sólo se nombran los temas trabajados sino que
se muestra el desarrollo de los mismos:
Diario pedagógico 5
103
Diario pedagógico 2
En el diario pedagógico 2 la maestra, además de nombrar la actividad,
recorta y pega las figuras utilizadas para su implementación. Esta maestra de
preescolar necesita ilustrar sus descripciones haciendo referencia al material
que utiliza en sus clases. De igual manera estas imágenes le sirven de
decoración, caracteristica de este tipo de diario infantilizado. En el diario 1
también se puede observar la forma como la maestra pega en el diario
pedagógico la fotocopia trabajada, denominada como ficha y ubicada bajo su
texto, a manera de control. Es de saber que en ninguna página del diario se
hace referencia a la fuente de la fotocopia. Las maestras que escriben los
diarios 5, 2 y 1 son minuciosas respecto a las menciones de todo lo sucedido
dentro de la clase, a costa de otros momentos de la jornada escolar como
son las interacciones con sus estudiantes.
104
ambiental, ciencias sociales, educación física, educación ética y valores,
educación religiosa, educación artística y cultural, matemáticas, tecnología e
informática, humanidades: lengua castellana e idiomas extranjeros.
Diario pedagógico 1
105
los cinco renglones frente a una página o más, de un registro de una maestra
de primaria, como puede observarse en el diario 8.
Diario pedagógico 1
Son maestros/as que suministran a los directivos poca información sobre sus
clases, escriben poco sobre sus estudiantes y se limitan a enumerar los
temas y a nombrar las actividades. Utilizan tinta de diferentes colores, pero
no por creatividad, sino por practicidad.
106
Al compararlos/as con los de primaria y preescolar cabría preguntarse si
tienen miedo a confesar o simplemente no buscan justificar sus acciones al
hacerlas tan evidentes si escribieran reflexiones u otros textos. Es importante
resaltar que aunque la institución educativa, antes de iniciar los procesos de
escritura en formatos preestablecidos 20 , exigía unos contenidos mínimos
para desarrollar en el diario escrito en cuadernos y hojas por los/as
maestros/as sin delimitar los espacios para la escritura. Por lo tanto,
varios/as docentes de primaria decidieron, por cuenta propia, escribir sus
diarios de forma amplia y detallada. Es decir, ellos/as mismos/as
establecieron la forma como debían registrar sus clases y, por tanto, las
maneras como querían ser controlados. Esta elección influyó para que su
escritura detallada e infantilizada configurara un tipo de subjetividad
particular: un/a maestro/a confesante e informante, mientras que el diario de
los/as maestros/as de secundaria, al ser más sencillo, visibiliza un/a
maestro/a más práctico/a, que cumple más no revela todo.
20
Entre los diarios pedagógicos analizados en este estudio de caso aún siendo de la
misma Institución Educativa se encontró gran variedad de esquemas y formatos.
Los diarios elaborados entre los años 2003 y 2007 presentan diversos estilos,
esquemas y estructuras, son llevados en cuadernos o en hojas de block, donde para
el registro de las diferentes clases algunos maestros siguieron un esquema sugerido
por la institución y otros, en cambio, uno elegido o diseñado por ellos mismos. Entre
el 2008 y 2009 se utiliza un formato obligatorio llamado Diario de Campo (diseñado
en una litografía).
107
por las instituciones educativas para sus gestiones y diferentes actividades.
Situación que llama la atención, pues aunque son materiales utilizados por
los/as maestros/as son diseñados por agentes externos. En estos diarios no
se especifica el/la autor/a, el año de su elaboración, el número de copias y,
en algunas oportunidades, no aparece ni siquiera el nombre de la empresa.
Son materiales impresos en papel bond y sus pastas están elaboradas en
cartulina tipo bristol, sin plastificar, materiales bastante sencillos y
económicos que pueden adquirirse al por mayor.
Por otra parte, en el rastreo de información fue posible ubicar otros formatos
de diario diseñados para maestros/as de educación preescolar. A pesar de
no ser diseñados para una institución educativa en particular determinan los
espacios y directrices que deben seguir los/as profesores/as para el registro
00
de sus clases. Los formatos 6 y 7 que están disponibles en la web 22 -para su
21
No es posible definir si dichas empresas de litografía cuentan o reciben asesoría
de agentes pedagógicos o comerciales sobre el diseño de estos formatos
22
Disponibles en http://picasaweb.google.com/gpeserena?showall=true#100
108
revisión y compra- cuenta con un diseño dirigido especialmente para la
"educadora preescolar":
Formato 6
109
Este diario en la página de descripción contiene unos espacios en los cuales
se debe registrar la actividad planteada, la reacción del grupo, la evaluación
de los/as estudiantes y de la educadora, los hechos y circunstancias. El
formato llama la atención por sus espacios limitados, ya que como se afirma
en la introducción, las descripciones deben ser concisas y ordenadas.
Asimismo la estructura del diario solicita cuestionar la evaluación con
"caritas" no sólo para el grupo de niños/as sino también para la maestra,
como si ella al ser su educadora debiera ser evaluada con los mismos
criterios. Es notable, entonces, la infantilización de los/as maestros/as que
trabajan en este grado escolar, quizás por una tendencia a pensar que
debido a su acercamiento a los/as niños/as tienen una actitud similar a la
ellos/as, o que por enseñar en un grado preescolar la enseñanza debe ser
más sencilla y simple, por lo que la evaluación no debe generar muchas
dificultades sino que puede ser resuelta con sólo marcar una de las "caritas".
110
(Formato 7) está diseñado de una forma muy llamativa para mujeres
maestras. En este diario, los espacios de escritura no están limitados por
columnas pero si por páginas tituladas como "Breve descripción de la jornada
de trabajo", "Logros, progresos y dificultades que manifiestan alumnos y
alumnas", "Evaluación de la tarea docente", entre otras:
Formato 7
111
Por último, aparece en la obra de Rosa M. Iglesias (2007) La organización
del trabajo docente en preescolar: las situaciones didácticas y el programa
diario del maestro: cuadernos de trabajo, se propone el siguiente formato de
diario:
Formato 8
112
observaciones al respecto. En conclusión, es un formato mucho más cerrado
que los anteriores en tanto determina con más fuerza lo que se debe
observar y registrar.
Estos tres modelos de diarios exigen que el/la maestro/a describa y evalúe el
grupo de estudiantes en forma colectiva, más no individual. La maestra, en el
caso de los modelos 6 y 7, debe dar cuenta de sus estudiantes, de la
reaccion del grupo, de sus logros y dificultades y sus niveles de colaboración.
El diario en estos dos formatos no sólo es un dispositivo de objetivación
del/la maestro sino tambien de los/as estudiantes, ya que estos aparecen
descritos y analizados, en relación a parametros establecidos por el/la
maestro/a o por las directrices curriculares.
113
Una vez más se evidencia el diario como un espacio de poder donde la
mirada sobre el tiempo y las tareas exige una excesiva racionalización de la
labor del/la maestro/a, la cual se está ordenando y caracterizando desde una
mirada técnica y administrativa debido al incremento del control y la
medición. De igual manera establece reglas y normas que definen lo que es
razonable, válido y posible en la práctica docente y en las formas para
pensar sobre la enseñanza y la educación, produciéndose limitaciones a
partir de la implementación de prácticas institucionales como la escritura
obligatoria del diario (Popkewitz, 1994).
114
IV. Imágenes de maestro en el diario pedagógico
115
El diario pedagógico objetiva e individualiza al/la maestro/a a través del uso
que éste hace del diario por medio de la escritura de lo que allí se le exige,
contribuyendo a la configuración de subjetividades del/la maestro/a como un
efecto de diferentes relaciones de poder que lo hacen visible y, que por lo
tanto, lo objetivan e igualmente lo hacen analizable y controlable. El/la
maestro/a en el diario pedagógico es mostrado/a y expuesto/a en un terreno
documental, físico, en una materialidad como lo es la escritura, donde sus
registros muestran la forma como desarrolla su práctica; la escritura allí
revela, individualiza.
116
familia de los educandos; las actividades de actualización y
perfeccionamiento pedagógico; las actividades de planeación y
evaluación institucional; otras actividades formativas, culturales y
deportivas, contempladas en el proyecto educativo institucional; y las
actividades de dirección, planeación, coordinación, evaluación,
administración y programación relacionadas directamente con el proceso
educativo. (Art. 4)
117
el proceso por el cual se configura un sujeto como resultado de múltiples
fuerzas económicas, sociales, políticas, culturales, biológicas (Jaramillo,
2007), lo que Foucault (1999) denomina modos de subjetivación:
118
actuar en las clases y proponga posibles soluciones a las diferentes
dificultades que se le presentan.
119
desde los órdenes estatal e institucional, eficiencia a propósito de su
desempeño cotidiano y reglado por el marco institucional, y las que le exigen
intelectualidad, desde los órdenes intelectual e investigativo" (p.204). El/la
maestro/a debe responder a dos solicitudes que son contradictorias: en una
tiene que dar un informe técnico y administrativo, y en la otra debe superar el
nivel descriptivo y realizar procesos de investigación y reflexión, de lo
contrario no podrá ser concebido como "maestro/a reflexivo/a" o "maestro/a
crítico/a" y dará pie a múltiples críticas; entre las cuales se encuentran
afirmaciones como: "el maestro no escribe sobre su práctica", "la escritura del
maestro no pasa de ser un informe", o mucho peor, aquellas que afirman que
"el maestro no sabe escribir".
120
del maestro como sujeto que afronta el desafío de todo ser humano, a
saber, responder a la pregunta ¿quién soy?, construyendo el relato de
su vida; del maestro realizador de una práctica profesional en las aulas y
más allá de ellas; y del maestro como agente público investido de una
considerable responsabilidad social. (p.17)
23
Se omite la firma del coordinador académico.
121
Diario pedagógico 10
122
Educación de Medellín y busca apoyar la recontextualización de los planes
de área de ciencias sociales, naturales, lengua castellana y matemáticas, en
varias instituciones educativas oficiales que pertenecen al proyecto de
escuelas de calidad para la equidad y la convivencia. Instituciones que
firmaron un Pacto de Calidad que tienen como objetivo recontextualizar las
mencionadas áreas en un tiempo determinado. El proyecto sugería una
estructura para la elaboración de de los planes de área en cada una de las
instituciones, la cual estuvo basada en las mallas curriculares que definían
los contenidos de enseñanza (conceptuales, procedimentales y
actitudinales), los objetivos, los indicadores de desempeño y las
competencias. De manera que el coordinador encargado de revisar el diario
10 esperaba encontrar en las palabras de la maestra evidencias de este
proceso.
123
currículo, primero desde el área o asignatura, después de las unidades
dentro de cada una de ellas, y luego de manera más especifica desde los
temas y actividades. En el diario se evidencian formas de control específicas
ejercidas sobre el/la maestro/a desde los detalles, la organización de los
tiempos y del saber, de forma que desde ésta minuciosidad pueda ser
observado/a, evaluado/a y corregiado/a de forma puntual. La división de los
saberes escolares debe hacerse evidente en el diario pedagógico de manera
que se permita un control más específico y cuidadoso, y los/as
coordinadores/as o quienes esperan que el/la maestro/as escriba un diario
(expertos, investigadores) puedan intervenir puntualmente en lo que en éste
registra, por ello es necesario que en los diarios suceda la descomposición
en partes de la globalidad.
124
"profesional innovador", quien al desarrollar unas competencias científicas,
pedagógicas, ciudadanas y laborales puede iniciar procesos de
transformación, investigación e innovación de su práctica tanto en el aula
como en la Comunidad Educativa. Otro maestro es el "comunitario" de quien
se espera sea capaz de "integrar la Comunidad Educativa, de reconocer el
contexto, de promover la inclusión de poblaciones diversas y de formar
ciudadanos" (p.94), y el maestro como "servidor público" quien debe cumplir
con aspectos como la eficiencia, la eficacia, la cobertura y la calidad de los
procesos educativos.
Estas imágenes muestran lo que se espera del maestro desde las demandas
sociales, políticas y pedagógicas. Sin embargo, es necesario mirar las otras
imágenes de maestro que pueden emerger en el diario pedagógico,
dispositivo que también debe responder a las demandas descritas por
Aguilar, Calderón & Ospina (2008). Las imágenes que se presentan a
continuación son imágenes de maestros/as identificadas en los trece diarios
analizados en este estudio de caso. Ellas son: "el maestro reflexivo", "el
maestro que cumple", "el maestro que controla" y "el otro maestro". Imágenes
que se construyeron a partir de las siguientes preguntas orientadoras:
¿Cómo aparece éste maestro en el diario? ¿Qué palabras y frases utiliza?
¿Qué sentimientos y actitudes destacau oculta? ¿Cómo es la relación
maestro-estudiante, maestro-saber, maestro-poder? ¿Cómo aparece el
estudiante?¿Cómo aparece el tiempo y el espacio escolar en relación con
este maestro?
125
4.1. El maestro reflexivo
126
producir conocimiento individual para las instituciones del conocimiento.
(pp. 84-85)
"Quisiera que hubiese mas material para trabajar con los niños y niñas, y
que los aprendizajes sean mas significativos" (d.9)
127
amplias sobre sí mismo como persona y como maestro/a que le permitan una
transformación de sí y de su práctica como esperan los expertos. Se trata de
uno/a maestro/a que, a pesar de encontrarse en el diario con divisiones
marcadas por columnas y márgenes para escribir pequeños párrafos donde
narra el desarrollo de las diferentes clases, es un/a maestro/a que no
confiesa todo, que a pesar de dar opiniones en el diario, de mostrarse a
través de la escritura, no utiliza el diario pedagógico para "observarse a sí
mismo, analizarse, descifrarse, reconocerse como un dominio de saber
posible" (Foucault, 1984, citado en Larrosa, 1995, p.288). El/ella cuenta
muchas cosas pero no todas, más bien trata de ocultarse y no dar muchos
detalles sobre sí mismo. Sabe hasta dónde debe escribir. Es un/a maestro/a
que si escribe todo puede ser juzgado y señalado. En la siguiente nota,
retomada de un diario, se muestra cómo una maestra manifiesta que está
enferma y que debe ausentarse de la institución educativa, aclarando no los
detalles de su enfermedad, sino los asuntos que quedan pendientes:
"No es bueno tener que ausentarme, por mi estado de salud, pero debo
cuidarme, hay mucho trabajo que hacer, pero si no hay buena salud,
esto es imposible. Queda pendiente la entrega de las planillas digitadas,
la preparación del Festival de la Amistad" (d.9)
Se trata de una maestra que no está preocupada por enumerar una lista de
temas y de actividades, sino, más bien, los encuentra como un relato donde
cuenta lo que hizo junto con sus estudiantes; de igual manera, no hace
mucha referencia a los indicadores de logro, más bien describe la forma
como se desarrollan los momentos de la clase:
128
la calidad de la letra. Se realizaron prácticas de lectura en voz alta al
comienzo, en el medio y al final del periodo, con el objetivo de
desarrollar la habilidad para leer en público. Se valoró la escucha de
cada estudiante semanalmente con el fin de cultivar esta actitud". (d.10)
129
maestra registra que "la teoría" es trabajada por todos/a y no explicada sólo
por ella:
130
evidenciar esta técnica de totalización es cuando el/la maestro/a al tratar de
mostrar respeto por ambos géneros, femenino y masculino, en sus registros
no habla simplemente de "los estudiantes" en forma general, sino que
escribe: "los-las estudiantes", "los-las niñas" aunque de igual manera los siga
universalizando.
131
"El manejo de los números hace que le de algo de brega, los párrafos
con todas sus condiciones se deben trabajar más pues les es difícil
entender que es lo que se hace, como se debe comenzar. Los dibujos a
la gran mayoría les encanta para entender mejor el tema" (d.4)
"Se debe explicar muchas veces las propiedades de la x, para que les
quede bien entendida, pues es importante para lo próximo que sigue... "
(d.4)
De ahí que deba tomar medidas para ayudarle a superar las dificultades a
todos los/as estudiantes por igual, ya que en este caso también los/as
totaliza. Para hacerlo plantea posibles estrategias para mejorar el
aprendizaje y motivar a sus estudiantes tanto en los aspectos académicos
como comportamentales:
"El día de hoy fue muy productivo todos participaron y se portaron mejor
fue un día excelente para que estudien porque siempre hay que cambiar
las reglas por la tranquilidad" (d.4)
132
aprendizaje, y tornando su reflexión en torno a la forma como pueden
alcanzar los objetivos y superar sus dificultades:
"Los párrafos con todas sus condiciones se deben trabajar mas pues les
es difícil entender que lo que se hace, como se debe comenzar" (d. 4)
133
emocionales en relación a sus estudiantes, las cuales lo/a afectan no sólo
desde el punto de vista laboral y académico sino también personal:
Por otro lado en las diferentes notas extraídas de los diarios pedagógicos
que evidencian la emergencia de un/a maestro/a reflexivo/a es difícil
encontrar referencias sobre el manejo del tiempo y del espacio. Éste/a
maestro/a al centrarse en los/as estudiantes habla muy pocas veces sobre
estos dos elementos. Son estudiantes que aparecen en el diario pero que no
ocupan un espacio físico durante el proceso de enseñanza. Se debe suponer
que la mayoría de las actividades ocurren en el salón de clases, ya que
cuando se trata de otro espacio sí se menciona:
"Salimos a los corredores para tomar nota sobre los autores, obras,
poemas y refranes alusivos al día del idioma. Salimos a la biblioteca
donde cada alumno escogió leer un cuento de su predilección" (d.10)
134
"El lunes terminamos el tema "El ensayo" en 9°1 y 9°3. Realizamos
correcciones a ensayos elaborados por otros compañeros" (d.10)
135
los conocimientos de los/as estudiantes, sino también de la labor de los/as
maestros/as. En este contexto, el trabajo de los/as maestros/as debe ser
controlado, pues estos resultados se han convertido en una forma para medir
la eficacia y la gestión escolar. De manera que el diario pedagógico es
también un instrumento que puede asegurar el control de la cantidad y
calidad de los contenidos enseñados y la forma como son enseñados,
característica que permite hallar una incompatibilidad con la perspectiva de la
autonomía de los/as maestros/as y las actuales políticas de gestión de la
calidad implementadas en las instituciones educativas, las cuales deben
diseñar mecanismos para valorar y controlar las prácticas de sus maestros.
Desde este punto de vista Aguilar, Calderón & Ospina (2008) presentan una
visión del maestro como servidor público, la cual lo ubica en una "posición
subyugada a las demandas estatales, a los criterios de medición de su
quehacer, reduce su práctica a resultados cuantificables, desconociendo la
complejidad de su práctica pedagógica y la relación que establece con los
otros y con el saber". (p.107). Por tanto es posible ubicar, desde las
disposiciones del diario pedagógico, la emergencia de un "maestro
cumplidor" que da cuenta, a través de su escritura y del "diligenciamiento" del
diario, de lo que hace en el aula.
24
Es importante que al reflexionar sobre la idea de que en el diario pedagógico se
puede mirar la práctica del maestro se recuerde que el diario contiene lo que el
maestro quiere, necesita o le exigen registrar, más no es su práctica
136
temas y contenidos enseñados, de ahí la exigencia, por ejemplo, de la
numeración de las clases que permite un mayor control de la productividad y
del tiempo desde un discurso eficientista. Es necesario que el/la maestro/a
opere de la manera esperada, según la rapidez y la eficacia determinada
(Foucault, 1997):
"6°3 - Evaluación taller 2
6°4- Evaluación taller 2
6°2- Evaluación taller 2
137
Diario pedagógico 2
138
que se pueda garantizar su productividad y obtener el mayor rendimiento y,
al mismo tiempo, vigilarlo/a como una fuerza productiva.
Los contenidos y las actividades del diario pedagógico son para este/a
maestro/a los elementos centrales en tanto los diarios tienen un gran
contenido curricular, en algunos, por ejemplo, sólo es posible encontrar lista
de temas, actividades e indicadores de logro, simulando el parcelador o el
planeador de clases, debido a que con estos elementos se puede llevar un
control cuantificable y verificable. El/la maestro/a, en este caso, no presenta
ningún tipo de reflexión y comentarios, pues su trabajo es mostrar una
coherencia entre el plan de estudio de la institución educativa 25 y lo
desarrollado en el aula de clases. El maestro "que cumple" limita su escritura
de la enseñanza a lo exigido en los espacios establecidos por el formato del
diario.
25
También denominado como "mallas curriculares" o "sábana curricular".
139
áreas del plan de estudio realizan sus registros diarios separándolos por
diferentes áreas donde escriben el tema y la actividad desarrollada,
separación que permite a las directivas una mayor facilidad para controlar lo
enseñado y compararlo con el plan de estudio, actividad que se dificultaría
en una descripción en prosa o en una descripción integrada por áreas.
Este/a maestro/a al tener como punto central los contenidos y temas posee
ciertas características que lo/a definen: enumera las actividades pero no las
describe con muchos detalles, separa con colores las diferentes partes del
diario, establece el indicador de logro para cada tema o actividad y hace
mucho énfasis en explicitar las causas del porqué no se dictaron ciertas
áreas o contenidos, como argumentos para justificar el no avance de los
grupos y en los temas:
"No hay clase por reunión con los padres de familia para darles a
conocer el informe parcial del 2° periodo" (d. 11)
140
"...en esta ultima clase no alcancé a dar todo lo planeado y la materia de
ingles no se dio, porque los niños salieron a las 11:10 a.m. por reunión
con la profe de aula de apoyo" (d.5)
"el día de hoy los niños estuvieron mas dispuestos a trabajar y se dieron
todos los temas sin ningún contratiempo" (d.5)
"se trabajo artística hoy, porque ya van dos viernes que se trabajan con
el día de mañana..." (d.5)
141
De la misma manera hace mención a los/as estudiantes en los indicadores
de logros, pero éstos son oraciones con un sujeto tácito que indican simples
acciones: (el estudiante) lee, propone, emplea, identifica, aplica, maneja,
redacta, etc.
Desde este punto de vista se puede afirmar que el/la maestro que cumple
evidencia un tipo de relación con el/la estudiante de manera vertical,
asimétrica, es decir, es quien dirige y decide y el/la estudiante es quien
realiza y obedece:
142
dudas, quien puede explicar los temas y ejercicios, quien plantea los
problemas y quienes los resuelven:
Por lo tanto, esta imagen de maestro está más centrada en lo académico que
en lo afectivo, lo intelectual o lo reflexivo, para este maestro es primordial dar
información sobre su desempeño y productividad, superponiendo su trabajo
sobre su propio ser con una barrera con la que trata de ocultarse y al mismo
tiempo ocultar los/as niños/as y jóvenes de la escuela. Sus descripciones las
realiza de forma impersonal, como si no fuera quien realiza las diferentes
actividades, mostrándose el mismo de una forma objetiva:
143
"Explicación del tema por el profesor" (d.6)
"Lista de frases con su respectivo dibujo para que completen con there is
y there are"(d.13)
144
Al analizar este/a maestro/a "cumplidor/a" es válido preguntarse por su
obediencia, por el cumplimiento de todo lo que se le pide. Sabe que tiene
que mostrarse, es decir, su actuación en el diario es la esperada, y es
consciente de esto; se trata del/la maestro/a que se controla, no es el
maestro "x" o "y", es quien los coordinadores quieren ver: "lo que se produce
es un espectáculo, o un juego, o una sumisión cínica, o lo que podríamos ver
como una "fantasía actuada" (Butler, 1990), que simplemente está allí para
ser vista y juzgada - un artificio" (Ball,2003, p.95)
145
ideal, no tiene relación alguna con los/as niños/as y adolescentes reales que
se pueden llegar a encontrar en la escuela, por lo que se presentan una serie
de dificultades, situaciones en las que rompen con lo esperable y el/la
maestro/a controlador/a las debe hacer evidentes en su diario pedagógico.
146
quien juzga, desaprueba, aprueba y señala, y en el/la estudiante que al ser
individualizado/a se le juzga, desaprueba, aprueba o señala:
147
Es así como el/la maestro/a controlador trata de normalizar aquellos/as
estudiantes que se salen de la norma estandarizada, definiéndose así lo que
es normal y lo que no. Esta vigilancia singulariza los individuos, regula el
comportamiento y permite establecer comparaciones entre los/as estudiantes
(Gore, 2000). Desde este punto de vista, el/la maestro/a tiene la tendencia
de aparecer como "fiscal" y "vigilante" de la disciplina y el comportamiento de
los/as estudiantes, por ello, en la mayoría de sus registros hace referencia a
inconvenientes comportamentales como una forma de justificarse. No hace,
con mucha frecuencia, mención a los/as estudiantes en aspectos positivos,
por ejemplo, acerca de su participación en las diferentes actividades; parece,
más bien, a estos/as estudiantes no hay necesidad de nombrarlos/as ya que
cumplen con lo requerido por el/la profesor/a, cumplen con su verdad. El/la
maestro/a controlador/a es, entonces, el poseedor de un saber, una verdad,
desde la cual ejerce poder sobre los estudiantes. Esta/a maestro/a superior a
sus estudiantes y, por lo tanto, su función es hacer de estos unos sujetos
obedientes y normalizados.
"En el grado 9°1 se les llamó la atención a los alumnos que perturbaron
la clase con su constante necedad: Iván Pérez y Diana Osorio. Se les
hizo observación disciplinaria..."(d.13)
148
"Cada vez que se pone una tarea se revisa, sino realiza el deber se
manda nota para la casa, porque como es posible que con varios días
no trabajen. (d.4)
En estas notas se muestra cómo el/la maestro controlador aplica una técnica
de clasificación con los/as estudiantes: los/as que entran a clase son
buenos/as y los/as que no entran son malos/as, quienes son de buen
comportamiento y de mal comportamiento, los/as que traen sus materiales y
los/as que no los traen que, al mismo tiempo, son perturbadores/as. Ésta
técnica de clasificación se evidencia igualmente en la siguiente nota:
149
"...el grupo hoy estuvo muy indisciplinado y fue imposible avanzar más.
Hoy comenzó una alumna de 11° a alfabetizar y ella se encargó de
llevarse los niños que ya habían terminado sus actividades a un
descanso pequeño y yo me quedé con los niños que no habían
terminado y estaban formando el desorden" (d. 5)
Aunado con esto, el/la maestro/a realiza descripciones utilizando una serie
de adjetivos: los más extrovertidos, los más callados, los animados, los
perezosos, los violentos:
150
"Muchos estudiantes no realizan las actividades propuestas e
interrumpen las actividades propuestas e interrumpen hablando, jugando
y riéndose" (d.8)
"Va a tocar ser mas drásticos en este salón porque son muy
irrespetuosos y peliadores. Todo es una pelea". (d.4)
151
comportamentales; para ella es necesario presentar este diagnóstico pues
quiere determinar el porqué de las falencias de su grupo. El/la maestro/a al
ubicar los/as estudiantes en una categoría como deficitarios/as, se ubica él
también desde un saber que lo autoriza, para clasificar y rotular al otro, al
estudiante, de manera que éste pierde su singularidad en medio del
colectivo:
152
no sólo permite que el/la maestro/a confiese sus propias fallas y actuaciones,
sino que también se convierte en un espacio donde es posible culpar a otros.
Diario pedagógico 9
153
tendientes a buscar valoraciones objetivas, es decir, las que deciden lo que
es normal y lo que es anormal en la escuela.
154
El/la maestro/a controlador/a busca vigilar las presencias y ausencias, los
cuerpos presentes y los ausentes. Para esto debe, igualmente, otorgar a sus
estudiantes el lugar que les corresponde:
155
"Algunos niños fueron poco ordenados y se untaron ambas manos,
aunque lo que se pretendía era utilizar solo el dedo índice... "(d.3)
Diario pedagógico 5
156
- Catalina Ramos
- Rodrigo Palencia". (d.6)
O el coliseo, el lugar destinado para realizar los ejercicios físicos, que al igual
que el salón de clases tiene normas establecidas para el comportamiento y
está diseñado para este tipo de actividades particulares:
"La grosería de este salón hace que no se merezcan el ed. Física, hoy
Fernando (profesor de ed. Física de la institución) los sacó del coliseo
por irrespetar unas niñas de bachillerato" (d.4)
"En el día de hoy todos los niños estuvieron más dispuestos a trabajar"
(d.5)
157
En cuanto a las descripciones sobre los temas y actividades de las clases,
el/la maestro/a controlador/a hace referencia a ellas de acuerdo a la forma
como fueron desarrolladas o no por los estudiantes:
158
En general, el/la maestro/a controlador/a en sus descripciones busca dar
evidencia de lo realizado en sus clases, mostrando y señalando todo lo que
puede perturbar el correcto desarrollo de estas a la vez que resalta los/as
estudiantes que están por fuera de la norma y el porqué no es posible
avanzar en los contenidos. Es un/a maestro/a que no se culpa ni se confiesa
ya que el problema no es suyo sino de los/as estudiantes y los/as padres de
familia; por lo tanto, es un/a maestro/a que juzga y culpa a un/a estudiante
que aparece como deficitario, fuera de la norma. El diario del/la maestro/a se
convierte en un espacio para acumular documentación sobre el/la estudiante,
el diario es la evidencia del/la maestro/a juez y del/la estudiante culpable que
actúan en un espacio reglado y un tiempo productivo y controlado.
159
Diario pedagógico 9
160
"Fue genial, Elizabeth siempre queriendo sobresalir como mujer
agresiva" (d.9)
Este "otro maestro" establece una relación diferente con el diario, que lo
muestra de otra forma diferente a la establecida, en una forma singular. En
su diario evidencia que no lo escribe simplemente por cumplir. Es un/a
maestro/a que concibe la enseñanza como un proceso complejo. Es un/a
maestro/a que al estar en contra de la homogeneidad, se resiste al formato y
a lo que éste le exige. Para comprender esta estrategia se puede retomar la
idea de resistencia presentada por Aguilar, Calderón, & Ospina (2008), la
cual se concibe como la capacidad que tiene el/la maestro/a para producir
"prácticas diversas que le hacen frente a las propuestas totalizantes,
unificadoras y excluyentes que lo encasillan en el deber ser y en algunas
ocasiones lo llevan a una contradicción entre su profesión y su posición
como ciudadano" (p.114)
161
Este "otro maestro" que emerge de los diarios pedagógicos evidencia
múltiples relaciones con sus estudiantes, unas veces aparece como juez y
controlador, otras como igual a ellos/as; es decir, en sus descripciones no se
distingue lo que hace el/la maestro de lo que hace el/la estudiante. Unas
veces centra su descripción en asuntos curriculares mostrándose como un/a
maestro/a cumplidor/a, otras en cambio, en aspectos afectivos. Al no seguir
un formato, ni un esquema, sus clases las presenta de manera diferente, no
son iguales, y tienen variaciones, no hay un tiempo reglado, ni un espacio de
enseñanza y aprendizaje fijo. Por lo tanto, este/a maestro/a configura un/a
estudiante diferente, un/a estudiante que puede cumplir o no cumplir, que
puede estar quieto o muy animado. Este/a maestro/a proyecta un proceso de
enseñanza bastante complejo, en el que intervienen factores curriculares,
afectivos, normativos. Este otro maestro no cumple con los ideales de diario
establecidos por la institución educativa ni con los que esperan los expertos,
es un diario diferente, único.
162
grupos ni por áreas, no brinda muchos detalles sobre sí misma, pero sí sobre
sus estudiantes, a quienes les aplica diferentes técnicas disciplinarias como
la clasificación, la totalización.
Es una maestra que cumple con entregar un informe sobre su clase, pero no
le preocupa la forma estética para presentar su diario, preocupacion más
frecuente en maestras de preescolar y primaria, por ello, su diario está
elaborado con lápiz, dando la impresión de ser un registro elaborado con
rapidez. Escribe de forma impersonal, tratando de no hacerse evidente en el
diario, a la vez que entabla con el/la estudiante una relación donde ella es
quien dirige el proceso de aprendizaje y él es quien debe aprender.
163
Diario pedagógico 7
Diario pedagógico 12
164
el diario, simula, pero en realidad juega con el sistema. De ahí que no firma
sus registros, pues no tiene nada que certificar, no tiene necesidad de
comprobar que sus anotaciones son verdaderas. De igual manera utiliza
frases cortas y simples, sin dar muchos detalles:
En este mismo sentido, Diker (2007) muestra como "en las escuelas ocurren
fenómenos distintos de los que se habían anticipado y que no siempre las
prácticas se desarrollan conforme a las prescripciones políticas y
pedagógicas oficiales. (p.159), de manera que los diferentes dispositivos, en
este caso el diario pedagógico, tiene usos no previstos por las reglas y
disposiciones que se fijan en las diferentes instituciones educativas y desde
el afuera de la escuela por los/as expertos/as, investigadores/as e
instituciones formadoras de maestros/as.
165
Al respecto Elsie Rockwell(1992) afirma que los/as maestros/as pueden
acatar las prescripciones que regulan las formas de registro, pero no
necesariamente sus escritos son una reproducción exacta y reflexionada de
los hechos, ya que:
166
Conclusiones
Son enormes las posibilidades que brindan los materiales "reales" que
habitan la escuela, materiales como el diario pedagógico que al ser
naturalizados y concebidos como comunes y corrientes pasan inadvertidos.
Acerca de estos materiales se llega a ignorar todo el saber que contienen y
las relaciones de poder que los atraviesan, materiales como las hojas de vida
de los/as estudiantes, las listas de asistencia, los observadores de disciplina
y los mismos cuadernos de los estudiantes. Materiales que al poner a
funcionar una serie de dispositivos regulan y configuran la subjetividad de
maestros/as y estudiantes. Materiales que no están escritos, ni son usados
como respuesta a los ideales del "buen maestro" y el "buen estudiante" que
esperan las diferentes normatividades, al igual que los/as expertos/as,
investigadores/as e instituciones formadoras de maestros/as, sino, que
simplemente, hacen parte de la cotidianidad escolar.
167
configura una serie de diversos maestros, en este caso: "el maestro
reflexivo", "el maestro que cumple", "el maestro que controla" y "el otro
maestro", imágenes que surgen y se configuran por las exigencias del diario
pedagógico y desde las formas como el/la maestro/a las puede singularizar.
168
constituyen, ya que se hace indispensable problematizar todas las
condiciones en las cuales operan estos materiales y las formas como se han
venido configurando como naturalizados, necesarios e indispensables en la
escuela. Dispositivos frente a los cuales tanto los/as maestros/as como los/as
estudiantes deben asumir una posición determinada.
169
Sin embargo, al analizar estas imágenes que se visibilizan en el diario y al
reflexionar sobre el maestro como sujeto, es necesario preguntarse por otras
posibles imágenes que pueden llegar a configurarse en el diario pedagógico,
sobre todo, en los actuales contextos de gestión de calidad, donde los
formatos delimitan la escritura y la autonomía de los/as maestro/as.
Igualmente es indispensable reflexionar sobre las tendencias enmarcadas en
la investigación narrativa que buscan motivar a los/as maestros/as a
convertirse en constructores de textos narrativos escolares, y pensar sobre la
configuración de subjetividades desde esta concepción y la inevitable
transformación del diario pedagógico en este contexto. Desde este punto de
vista cabe preguntarse por el tipo de maestro que demandan las políticas
estatales ¿Un operario?¿Un informante?¿Un servidor?¿Un ejecutor? ¿Un
narrador? De la misma manera, es importante profundizar sobre aquellos
maestros que se resisten, que se revelan por medio de la escritura,
profundizar en esas otras subjetividades que se configuran a partir posibles
resistencias y simulaciones.
170
Es indispensable, entonces, preguntarse por las diversas configuraciones del
maestro, los/as estudiantes, la enseñanza y la escuela en general, en este
contexto donde los discursos estatales, como los de gestión y
estandarización, buscan una educación más eficiente y funcionalmente más
efectiva para una racionalización de los recursos. Se trata de un contexto
sumamente procedimental, tecnicista y apolítico que busca establecer,
igualmente, una regulación y control sobre el/la maestro y el/la estudiante
mediante prácticas "tan comunes y corrientes" como la escritura del diario
pedagógico.
171
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Porlán, Rafael y Martín, José. (2000). El diario del profesor. Un recurso para
la investigación en el aula. Sevilla: Diada.
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Sacristán, Jimeno. (2007). El curriculum: Una reflexión sobre la práctica.
Madrid: Ediciones Morata
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Trujillo, Aliex., Rojas, Rosaura. (2007). Apatía, subjetividad y cuaderno
escolar. Nodos y nudos, 22, 81-93.
179
Anexo
Listado de los diarios analizados
Preparador de clases
Diario de campo
Mi diario de clase
Práctica pedagógica
• Planeación
Planeador
26
También se encontraron tres diarios sin ningún título, sólo con el nombre del
maestro.
27
"Las profesoras de primaria y preescolar son más creativas... ellas tienen más que
escribir", comentario muy generalizado en la escuela donde se naturalizó la idea que
por ser maestras que trabajan con niños y niñas deben tener más creatividad, y por
tener un solo grupo, a diferencia de los/as de secundaria que trabajan por
profesorado y visitan varios grupos, conocen más y mejor los/as estudiantes,
además de establecer vínculos afectivos más fuertes, lo que les permite ser más
descriptivas en sus registros.
Como se dijo en la introducción, el caso de este estudio está conformado por
13 diarios, escritos entre los años 2003 y 2009 por un grupo de docentes de
la misma institución educativa. Estos fueron exigidos por las directivas,
aunque al principio no se estableciera un formato único, por lo que los diarios
escritos entre los años 2003 y 2005 presentan diversos estilos y estructuras
elegidas por cada maestro/a. Para el año 2007 se estableció un esquema
institucional que se desarrollaba en un cuaderno y debía tener como
componentes: la fecha, grado, grupo, temas, objetivos, actividades y
observaciones. Ya entre el 2008 y 2009 se utiliza un formato (diseñado por
una litografía) llamado Diario de Campo. El siguiente cuadro sintetiza las
características de los diarios con los que se realiza este estudio de caso:
181
Diario Elaborado por Año Grados Características físicas
2 Maestra de 2004 0° -Diario elaborado en un
preescolar cuaderno argollado, forrado con
papel silueta rojo.
-En este forro aparece una
mariposa, y la frase "Transición
04. 2004".
-En la primera página aparece
el nombre de la profesora, el
año, y un diario de clases donde
se especifican las horas y
minutos para cada momento de
la clase: actividades de rutina,
juego libre, unidad didáctica,
lonchera, descanso, trabajo
grupal. Con este esquema
realiza las descripciones de
todos los días.
-El diario está dividido por 4
proyectos, y cada proyecto tiene
su justificación, objetivos,
contenidos y actividades.
-Diario con dibujos y letras de
diferentes colores.
3 Maestra de 2004 0° -Diario realizado en un
preescolar cuaderno cosido de 100 hojas
-En la pasta de color naranja
aparecen lunas de varios
colores.
-En la primera página aparece
el nombre de la profesora, el
año y el título: "Mi diario de
clase".
-En las primeras páginas
presenta un diagnostico del
grupo, y las características de
desarrollo de los niños de 5
años de edad.
182
Diario Elaborado por Año Grados Características físicas
3 Maestra de 2004 0° -El diario está dividido en varios
preescolar proyectos y el registro de las
clases se presenta con el
esquema: juego libre, actividad
cotidiana básica, actividad de
proyecto, actividad grupal y
observaciones.
-Diario con dibujos, sellos,
láminas y letras de diferentes
colores.
4 Maestra de 2005 3° -Diario realizado en un
primaria cuaderno académico (argollado)
-Pasta en alto relieve, con
motivo de "dogs."
-La mayoría de las hojas tienen
dibujos "decorativos" que no
necesariamente están
relacionados con la temática
desarrollada, otras páginas
tienen láminas o adhesivos.
-El diario inicia con un dibujo de
2 jirafas y el nombre de la
maestra.
-Cada día registrado ocupa toda
una página, (en algunas
oportunidades sobran 2, 3 o
máximo 4 renglones). No se
encontraron registros de más de
una página.
- Cada página inicia con la
fecha: día de la semana (lunes,
martes, ...) día (n°), mes y año.
- También se encuentra el
siguiente esquema: fecha,
saludo, oración, actividades y
evaluación.
183
Diario Elaborado por Año Grados Características físicas
5 Maestra de 2005 3° -Diario realizado en cuaderno
primaria cosido, cuya pasta de fondo
azul tiene un ramo de flores
-En la primer página aparece el
nombre de la profesora, el
grado, el año, la institución y el
titulo: "Planeación".
-El esquema para el registro de
cada día, inicia con la fecha y
las descripciones por
asignaturas.
-Utiliza diferentes colores para
los títulos y nombres de las
asignaturas
6 Maestro de 2006 9° -Diario realizado en un
matemáticas cuaderno pequeño argollado.
-En la primer página aparece el
nombre del profesor, el grado y
el titulo: "Diario de Campo"
-En cada registro inicia con la
fecha, el tema y continúa con
los objetivos y las actividades.
-Todo está escrito con tinta
negra.
7 Maestra de 2007 7°, 8° -Diario realizado en un
matemáticas cuaderno académico (argollado)
-Los registros son realizados
por semana, dividiéndolos por
los diferentes grupos.
-Son descripciones cortas, en
algunas se escriben los temas y
las actividades realizadas por
los estudiantes, además se
encuentran comentarios y
observaciones.
-Está escrito a lápiz.
184
Diario Elaborado por Año Grados Características físicas
8 Maestra de 2007 7°,9° -Diario realizado en un folder,
ciencias las descripciones de cada grupo
están separadas por una
cartulina de color amarillo.
-Cada registro inicia con la
fecha y en un párrafo describe
brevemente las actividades
realizadas.
-Está escrito con tintas de
diferentes colores, no hay
títulos, ni espacios
determinados.
9 Maestra de 2008 4° - Diario realizado en un formato
primaria institucional, que contiene
fecha, grado, temas y
actividades, indicador de logro y
firma.
-En la pasta de cartulina verde,
la maestra pega figuras de fomi.
-La maestra no sigue el formato,
es muy descriptiva en sus
registros.
-Utiliza tinta de varios colores,
tiene dibujos, láminas y
columnas coloreadas.
-El registro de cada día ocupa
una página completa, y ésta se
encuentra separada por
asignaturas.
185
Diario Elaborado por Año Grados Características físicas
10 Maestra de 2008 7°,9° -Escribe observaciones y
español y religión comentarios acerca del
comportamiento de los
estudiantes.
-Estos registros los separa por
grados y por asignatura
(español y religión).
-Los indicadores de logro los
escribe solamente al iniciar
cada periodo académico.
-Firma cada registro.
11 Maestra de 2008 5°, 6° - Diario realizado en un formato
sociales institucional, que contiene
fecha, grado, temas y
actividades, indicador de logro y
firma.
-Escribe sólo el tema y el
nombre de la actividad, no
realiza descripciones.
-Muy pocas veces escribe en la
columna de "Indicador de logro"
-En cada registro escribe el
número del grupo.
-Firma cada registro.
12 Maestro de 2009 8°, 10°, - Diario realizado en un formato
matemáticas 11° institucional que contiene fecha,
grado, temas y actividades,
indicador de logro y firma.
-No escribe el indicador de logro
-En cada registro escribe los
grados, los temas y el nombre
de las actividades.
-No firma.
-Escribe observaciones y
comentarios sobre el
comportamiento de los
estudiantes.
-El diario está escrito con tinta
negra.
186
Diario Elaborado por Año Grados Características físicas
13 Maestra de inglés 2009 7°,8°, 9° - Diario realizado en un formato
institucional que contiene fecha,
grado, temas y actividades,
indicador de logro y firma.
-En los registros describe las
actividades y el tema, y en
algunos escribe el indicador de
logro.
-Separa los registros teniendo
en cuenta el grupo y la
asignatura.
-Firma cada registro.
187