Guión para Honores A La Bandera
Guión para Honores A La Bandera
Guión para Honores A La Bandera
PROGRAMA CÍVICO
1. GILBERTO
Ciudadano Profesor Luis Castro Bautista, Director de esta escuela, estimados maestros
y apreciables compañeros. Hoy Lunes 10 de Octubre, nos corresponde rendir honores
a nuestro lábaro patrio, por lo cual, los alumnos de 3° grado grupo “A”, preparamos
un sencillo pero significativo programa.
Bandera Mexicana
Bandera tricolor
Tus colores son gloriosos
Y brillosos como el sol
Como primer número recibiremos a nuestra bandera con el debido respeto, solicitamos
a los presentes guardar la compostura debida.
¡FIRMES YA!
2. GILBERTO:
3. GILBERTO:
(GUADALUPE) 12 de Octubre
Día mundial de la Raza
4. GILBERTO:
Cedo el micrófono al Maestro Diego quien nos leerá una fábula titulada:
EL EGOISTA
5. GILBERTO:
Érase una vez un hipopótamo que tomaba el autobús muy, muy temprano, para acudir a su trabajo. Pero
este hipopótamo, en lugar de guardar su sitio en la cola como hacían los demás, no dudaba en imponerse
a todos a fuerza de empujones y manotazos hasta verse el primero de la fila. Con frecuencia este
hipopótamo egoísta causaba peleas enturbiando el buen ambiente del vecindario.
No contento con situarse por la fuerza el primero, una vez se encontraba en el autobús, el hipopótamo
subía a lo bruto repartiendo sin vergüenza codazos y pellizcos a sus pobres compañeros de viaje hasta
que conseguía hacerse también con el asiento que mejor le pareciese. El hipopótamo no reparaba en las
formas a la hora de salirse con la suya.
Una vez en el asiento elegido, el hipopótamo abría un periódico amarillento y lo extendía al máximo
posible con el fin de tapar la cara y agobiar a su compañero de asiento. Además, y por si esto fuera poco,
le daba por toser y bostezar con la boca abierta y a un buen volumen, con el único fin de molestar y
fastidiar a todo el mundo.
A la hora de salir del autobús, el hipopótamo lo hacía del mismo modo que había entrado, arrollando con
sus fuertes pisotones a los viajeros del autobús que se situaban delante para salir el primero. ¡Qué alivio
sentían todos cuando pisaba la calle y parecía alejarse!
Ahora bien, esta fábula nos cuenta que, qué mala consejera es la envidia, como muestra esta historia. Y
es que, es importante recordar que para vivir en sociedad y no ser temidos ni rechazados, hemos de
preocuparnos por el bienestar de los demás como si fuera el propio evitando molestar a nadie y
mostrando en cada paso nuestra buena educación.