Hidráulica Inca
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Complementamos esta visión con otras formas de uso del territorio, que forma parte del gran
legado inca y que en procesos globales como el que nos enfrentaremos, el Cambio Climático, es
una gran enseñanza que debemos tener en cuenta y aunado con el gran avance científico actual,
podamos afrontar los grandes retos de seguridad hídrica, alimentaria y energética.
Si elaboramos una línea del tiempo y colocamos en él nuestro relativo corto pasado, y lo hacemos
coincidir con la línea de los procesos climáticos en la Tierra, es probable que nuestros
antepasados hayan lidiado con una naturaleza hostil que obedecía a un cambio climático quizás
menos evidente que el que experimentamos ahora; con menos argumentos científicos y técnicos,
pero con una gran fortaleza que ahora no tenemos: la visión mística de los astros, la veneración
a los recursos agua y tierra y, sobre todo, el respeto a la naturaleza que se evidencia en la manera
como “gestionaban” la cuenca.
Linea del tiempo en el Perú
Un breve resumen de los principales períodos históricos ocurridos en nuestro país pone en
evidencia los más de 5,000 años de convivencia con la naturaleza que hicieron nuestros
antepasados frente a los escasos 80 años de desarrollo agrícola actual, desde 1930 con la creación
de la DGAS-Dirección General de Aguas. En definitiva esa convivencia natural y la veneración
a los astros y los recursos naturales, cosmovisión, hicieron que usaran de manera armónica y
respetuosa su entorno, el agua y el suelo.
1. Sistemas de Producción
2. Sistema de Represas Altoandinas
3. Sistema de recarga de acuíferos – Amunas
4. Sistema de Andenes
5. Sistemas de Riegos
6. Sistema de Acueductos
7. Sistema de Cochas
1. Sistemas de Producción
Un gran ejemplo de los sistemas de producción lo constituyen los waru waru. Los Waru Waru,
son prácticas ancestrales de uso común en el altiplano, en áreas inundables o inundadas, que
consisten en “jalar” tierra formando una plataforma o “cama” rodeada de agua, donde se realiza
la siembra. Esta agua alrededor del waru waru crea un microclima que mitiga el efecto de las
heladas, permitiendo el desarrollo de los cultivos.
El agua en los canales absorbe el calor del sol durante el día y lo irradia de nuevo por la noche,
ayuda a proteger los cultivos contra las heladas. Cuanto más campos cultivados de esta manera,
más grande es el efecto en el medio ambiente. Las plataformas son generalmente 4 a 10 mt de
ancho, 10 a 100 mt de largo y de 0.5 a 1 metro de altura, construida con la tierra excavada de los
canales de tamaño y profundidad similar. Los sedimentos en los canales, con algas ricas en
nitrógeno y restos de plantas y animales, proporcionan fertilizante para los cultivos.
Este es el mejor ejemplo de la llamada “siembra del agua”. Consistía en un ritual que implicaba:
asambleas, limpieza de acequias y, sobre todo, veneración al agua. Antes del inicio de la limpieza
de las acequias amunadoras se realizaba el pago a la tierra (apu) y al agua (yaku).
El sistema funcionaba con zanjas abiertas que siguen las curvas de nivel de las punas, lo que
permitía conducir el agua de lluvia hasta un lugar llamado cochas, abiertas para recibir el agua y
que luego se filtrara en la montaña para surgir, aguas abajo, como puquios meses después;
exactamente cuando no hay lluvias y el estiaje es más marcado en la cuenca, de esa manera
realizaron agricultura y mantuvieron al pueblo provisto de alimentos.
Amuna de Huarochiri – (Leer más)
4. Sistema de Andenes
Según Luis Masson Meiss, estudioso de los sistemas de andenería, en el Perú existe
aproximadamente un millón de hectáreas en andenes. De ellos solo se explotan efectivamente un
25%. No se cuenta con un inventario actualizado y confiable de esta gran obra de ingeniería
legada por los incas. En las últimas cifras dadas por Agrorual, indica más de 300,000 ha de
andenes en 10 regiones del país, pero con cifras que se contradicen con las mostradas por estudios
anteriores como es en el caso de Puno y Arequipa, donde se han desarrollado más estudios de
estas obras.
Constituyen un patrimonio cultural sub utilizado en zonas donde prevalece la pobreza extrema
por contradicción. Ejemplo de ello son los andenes de Andamarca en Lucanas, Ayacucho.
5. Sistemas de riegos
Son innumerables los vestigios de grandes obras hidráulicas como los canales de riego que,
muchas veces, cruzan los andes llevando las aguas de una cuenca hacia otra (trasvases), con
mejores posibilidades o potencial agronómico: suelo, clima, adaptación de especies, entre otros
aspectos.
Un gran ejemplo lo constituye el canal Cumbemayo, que es parte de una de las obras hidráulicas
más importantes de la época pre inca. Su connotación mágico-religiosa atrae a nacionales y
extranjeros.
Se trata de unos bloques tallados por los que discurre agua en una suave pendiente, que incluye
túneles y codos en zigzag para aminorar la velocidad de la corriente. Los bloques de piedra
ubicados al inicio del recorrido –los petroglifos propiamente dichos– tienen diversos planos
tallados y pulidos.
Canal Cumbemayo, “tallado” en piedra (Leer más)
6. Sistemas de Acueductos
Son trabajos de ingeniería hidráulica que debemos revalorar y buscar que se consideren como
una maravilla de la ingeniería civil, al igual que el santuario de Tipón, en Cusco.
Estos acueductos conducen las filtraciones de los ríos, Aija, Tierra Blancas y Nazca por tramos
subterráneos (galerías socavón) y por tramos descubiertos (galería zanjón).
En los tramos cubiertos construyeron chimeneas de sección helicoidal cada cierto tramo (50, 100
y 120 m), con el fin de realizar el mantenimiento de las zanjas y cargar con la presión atmosférica
al acueducto y mantener el régimen de flujo uniforme, el mismo que no causa erosión ni
sedimentación en el canal. Las chimeneas tienen una longitud promedio aproximado de 70 a 80
pasos (unos 49 mt) donde se puede ingresar con relativa facilidad a realizar el mantenimiento.
Las paredes de estas chimeneas están revestidas con piedras canto rodado, colocados
aparentemente sin aglomerante y mantienen su estabilidad a pesar de los fenómenos naturales
ocurridos (terremoto último en Nazca 1996).
Vista aérea de los sistemas de acueductos de Nasca (Leer más)
7. Sistema de Cochas
Nuestros antepasados usaron un conjunto de cochas o reservorios pequeños que permitía
almacenar el agua proveniente de los ojos de agua, de manantiales para poder usarla de una
manera más eficiente en los momentos de riego.
En sus campos podemos ver reservorios (cochas) de pequeña capacidad donde almacenan el agua
que traen ayudados con manguera en recorridos que pueden ser de más de 3 km. de longitud, la
zona es conocida por su escasez de agua, pero también por su gran producción de frutales como
la manzana, el melocotón y la sabrosa chirimoya.
Este manejo inteligente del agua lo llevan en sus genes, en la forma genial que usaron nuestros
antepasados el agua, ellos indican que desde hace muchos años lo hacen de esa manera, por las
enseñanzas de los “gentiles”, sus antepasados y que hasta ahora lo practican.
En una próxima entrada desarrollaremos los otros usos del territorio que los hemos identificado
en grandes prácticas de manejo.
Imperio chimú[editar]
Artículos principales: Cultura Chimú e Idioma quingnam.
John Rowe lo denomina Reino chimor y es quizá el más representativo de esta etapa del
desarrollo. El Imperio chimú tuvo casi 1000 kilómetros de largo y su ancho promedio fue de
50 kilómetros. Su área fue de 50.000 km², es decir, 4,17% del área del Perú actual. Fue un
imperio que se desarrolló totalmente en la costa, en los valles de Lambayeque, Reque,
Jequetepeque, Chicama, Moche, Virú, Chao, Santa, Huarmey, Casma, Fortaleza, Pativilca,
Supe, Huaura y Chancay. La población total de este imperio fue de 500.000 habitantes y su
capital fue la ciudad de Chan Chan, que albergaba a 50.000 habitantes.
La base de su economía, fue la agricultura de la que sacaron provecho en todos los valles
mencionados; no tuvieron pretensiones territoriales en los Andes, salvo en aquellos, donde
podían controlar el recurso hídrico, bastante escaso en la costa: «Con infraestructura de riego
montada, el reino del Chimor logró cultivar el doble de tierras que en la actualidad».
Construyeron represas, acueductos, canales, puquios y acequias, tanto para mantener y
mejorar sus áreas de cultivo como para ampliar su frontera agrícola. En el valle de Moche,
construyeron los sistemas de riego Mochica, Huatape y Santo Domingo. El sistema La
Cumbre, fue su máxima obra hidráulica, tenía 80 kilómetros de longitud y unía los valles de
Chicama y Moche. Tuvieron otras irrigaciones no menos importantes, en Lambayeque por
ejemplo como Taymi, Racarrumi, Chaname, Cumperlate, Chumbenequi y Talambo, que
irrigaban unas 100.000 hectáreas de cultivos.
Adicional a lo anterior excavaron pozos con la finalidad de aprovechar la napa freática, como
los pozos de Kiriwac, Puquio Lato, Puquio Bajo y Puquio Larrea. Las represas las
construyeron con la finalidad de tener agua en épocas de sequía, un ejemplo de ello, es la
represa de Bolsillo del Diablo. Los cultivos más frecuentes eran: maíz, maní, ají, algodón,
pacae, ciruelo del fraile, lúcuma, palta y guanábana. La ganadería, la pesca y la caza, les
proveían y completaban la dieta con el aporte proteico necesario.
Su idioma oficial fue el muchik, pero se hablaba también el quignan (entre los pescadores
principalmente). Su artesanía era utilitaria y su principal materia prima fue la totora; crearon
chacras artificiales o huachaques de totorales, para la construcción de sus viviendas, balsas,
etc., con un ingenioso sistema de protección contra el arenamiento y consecuente secado.
El Imperio Chimú, fue diseñado basándose en polos de desarrollo y ellos fueron, Túcume,
Batán Grande en la zona norte y Paramonga en el sur. Otras ciudades importantes fueron
Pacatmanú (en el valle de Pacasmayo), El Purgatorio (en el valle de La Leche) y Apurtec (en
el norte de Motupe). Todas las ciudades tuvieron doble función administrativa y religiosa.
La ciudad de Chan Chan, capital del imperio, fue fundada por el ciquic (‘rey’ en idioma muchik)
Tacaynamo, quien además inicia las conquistas del Imperio Chimú, que son seguidas por sus
descendientes, en especial por su hijo Guacricur, quien somete a las tribus aledañas al
imperio, para más tarde Naucempinco llevarlas hasta Pacasmayo, por el norte y Santa, por el
sur. Años después, el ciquic Minchancaman sometió a los tallanes en el norte y a los
habitantes del valle de Carabayllo por el sur. Este ciquic, años después se enfrentó al Ejército
Imperial Inca, comandado por el Sapa Inca, Túpac Inca Yupanqui, quien al derrotarlo, lo envió
al Cusco, donde lo trataron de acuerdo a su jerarquía de ciquic con mucha cortesía, pero
impusieron a Huamanchumu, quien se sometió totalmente a los incas y terminó con el Imperio
chimú.
Los ciquic usaron los palacios como santuarios también. Después de muerto el ciquic, los
parientes y servidores, tenían la obligación de adorar a su mallqui o momia. Un cronista dice:
«Lo trataban como si estuviera vivo». El resto del pueblo, vivía en barrios marginales y en
casas seguramente de quincha (barro y caña). Los chimús, estratificaron su sociedad de la
siguiente manera de acuerdo a su jerarquía de mayor a menor: ciquic, a los reyes; alaec a los
curacas; fixl a los hacendados; parang a los vasallos; gana a los sirvientes. No se tiene
conocimiento cómo denominaron en su idioma chimor, a los curanderos y mercaderes, que
eran parte de la estratificación social.
Los artesanos metalúrgicos más famosos del antiguo ande, salieron del Imperio Chimú.
Manejaron el cobre, la plata y el oro con trabajos y cantidades extraordinarias. Cuando se
produjo la conquista Inca, grandes cantidades de oro con sus artesanos, fueron trasladados al
Cusco. Producida la conquista española al Imperio Inca, gran parte del tesoro de Atahualpa,
salió de Chimú y grandes cantidades de oro en barras o trabajada, fue enviada a la corona
española desde 1533[cita requerida].
Desde Chan Chan, gobernaba su imperio un grupo despótico, fuerte y opresivo, propietario de todo lo
existente, incluso los hombres; por lo que, así como cubrió de privilegio a la agricultura, se aseguró para
sí el control de la distribución de la producción monopolizándola.
Esa forma de Estado, cualquiera sea la actividad primordial, era la que imperaba y la que imperó en el
mundo andino autónomo.
Los métodos de sujeción se hacían a través de una férrea administración centralista, de una acicalada
imposición ideológico – religiosa y de una bien preparada y despiadada organización militar.
Tacaynamo fue el fundador de Chan Chan y del imperio Chimú. Según la mitología, llegó de «allende
los mares». Guacricur y Naucempinco, hijo y nieto del fundador, fueron los inciadores de la expansión
de Chimú.
Chimú Minchancaman fue el último rey, de una lista que, tuvo 10 gobernantes.
Julio R. Villanueva Sotomayor: El Perú en los tiempos antiguos. Lima (Perú): Empresa Editora Nacional,
pág. 134
A pesar de que los chimús llegaron a Paramonga, la fortaleza que ahí existe fue construida
por los incas del ejército imperial del Sapa Inca Túpac Inca Yupanqui. Según el Inca Garcilaso
de la Vega, la fortaleza de Paramonga fue construida por el ejército vencedor. Después de la
victoria, Túpac Inca Yupanqui se dedicó a realizar varias obras en el reino chimú. Dice
Garcilaso de la Vega:
Particularmente, en el valle de Parmunca mandó el príncipe se hiciese una fortaleza en memoria y trofeo
de la victoria que tuvo contra el rey Chimú, que la estimó en mucho por haber sido la guerra muy reñida
de ambas partes. Y porque la guerra se empezó en aquél valle mandó se hiciese la fortaleza en él.
Hiciéronla fuerte y admirable en el edificio y muy galana en pinturas y otras curiosidades reales, más los
extranjeros no respetaron lo uno ni lo otro para no derribarlas en el suelo: todavía quedaron algunos
pedazos que sobrepujaron a la ingnorancia de los que la derribaron, para muestra de cuan grande fue.
Inca Garcilaso de la Vega: Comentarios reales de los incas (pág. 404)
Cultura chancay[editar]
Artículo principal: Cultura Chancay
Honda de hilos de lana de la cultura chancay.
La civilización chancay se desarrolló entre los valles de Chancay, Chillón, Rímac y Lurín,8 en
la costa central del Perú. entre los años 1200 y 1470 d. C. Su centro se ubicó a 80 kilómetros
al norte de Lima. Se trata de una ubicación territorial básicamente desértica, pero con valles
fértiles bañados por ríos y ricos en recursos, que permitieron, entre otros, un alto desarrollo de
la agricultura. Esta cultura surge cuando se disuelve la cultura huari. El comercio que
desarrolla la civilización chancay con otras regiones fue intenso y permitió contactar con otras
culturas y poblados en un área extendida.
Sus textiles con encajes bordados con agujas y los tapices fueron de singular notoriedad;
fueron elaborados con algodón, lana, gasa y plumas. Los efectos técnicos para ese entonces
se consideran inigualados. Sobresalió notoriamente el brocado, la tecnología de la gasa
decorada y el textil pintado habiendo sido decorados con peces, aves y también con dibujos
de forma geométrica. Respecto a las gasas, fueron tejidas en algodón con los que se
confeccionaban artículos ligeros de forma cuadrangular de diferentes tamaños teniendo en
algunas prendas dibujos de peces, felinos y aves. La iconografía de sus mantos representaba
mayoritariamente peces, felinos, pájaros, monos y perros, especialmente aquella raza oriuda,
el perro sin pelo del Perú.
En el aspecto arquitectónico, esta civilización se destacó por crear centros urbanos de
grandes dimensiones con montículos en forma de pirámide y complejos edificios. Fue
organizada por diferentes tipos de asentamientos o ayllus y controlados por curacas o
dirigentes y destacaron los centros urbanos con las típicas construcciones para dedicaciones
cívico religiosas comprendiendo también los palacios residenciales.
Había dos tipos de entierro en la cultura chancay, uno especial para la clase alta o para los
grandes señores, con cámaras de forma rectangular o cuadrangular, hechos de material
de adobe cubiertos con techos y paredes de caña a pocos metros bajo tierra, en fardos
funerarios conteniendo ceramios, tejidos y artículos en oro y plata. Se accedía por escaleras.
Cultura Chincha[editar]
Artículo principal: Cultura Chincha
Se desarrolló en el antiguo territorio de la cultura Nazca entre los años 900 y 1435 d. C., año
en que fueran conquistados por Pachacuteccuando Guavia Rucana reinaba en Chincha.
Abarcaban los actuales valles de Cañete, Chincha, Pisco y Nazca, aunque su centro político
estuvo en el valle de Chincha. Sus restos arqueológicos más importantes son La Centinela de
San Pedro y La Centinela de Tambo de Mora, ambos en el valle de Chincha.
Sus actividades económicas fueron la agricultura, la pesca y, principalmente, el comercio. Y
las rutas comerciales más importantes fueron las marítimas; no obstante mantuvieron un fluido
comercio terrestre con el Cuzco y la meseta del Collao.
Comercializaban el spondylus (concha de abanico), chuño, charqui de llama, lanas
diversas, cobre, pescado salado, calabaza, maíz, cerámica, esmeraldas y otras piedras
preciosas.
Rutas comerciales[editar]
Tuvieron el mérito de organizar un comercio triangular en el que ellos fueron el puente
comercial entre la meseta de Collao, la costa central peruana y el norte del Ecuador. Llegando
su influencia comercial hasta el Mar Caribe por el norte y Valdivia por el sur.
Fueron conquistados pacíficamente por el Imperio Inca y debido a su sistema de intercambio,
los chinchanos gozaron no solo de riquezas, sino de prestigio por todo el Tawantinsuyo.
Se cuenta que cuando Atahualpa Inca llegó a Cajamarca, en litera de oro, había otro señor
que también llegó de la misma manera. Luego de la captura del Sapa Inca, al
interrogarle Pizarro preguntó por el señor de la otra litera de oro y el Inca, respondió: «Es el
Señor de Chincha, importante porque tiene más de 200 embarcaciones para el comercio y es
el más rico de todos mis súbditos».
Ya durante la conquista, Chincha fue motivo de peleas entre Francisco Pizarro y Diego de
Almagro.
Según un documento de la doctora María Rostworowski, en la población chincha había: Doce
mil labradores o campesinos, diez mil pescadores y seis mil mercaderes, además de un
número de plateros cuya mayoría estaba ausente».
Cultura chachapoyas[editar]
Artículo principal: Cultura chachapoyas
Imagen del interior de la fortaleza de Kuélap (Amazonas, Perú).
Los diaguitas fueron una cultura precolombina que tuvo su mayor desarrollo entre los siglos X
y XVI d. C. Tuvieron una amplia extensión territorial: en Chile abarcaron los valles de los
ríos Copiapó, Huasco, Elqui, Limarí y Choapa; en la Argentina abarcaron los Valles
Calchaquíes de Salta y Tucumán, toda Catamarca, gran parte de La Rioja, parte oeste
de Santiago del Estero (la sierra y el río Dulce) y norte de San Juan (río Bermejo, valle de
Jáchal y Valle Fértil) y, en menor medida, en el extremo noroeste de Córdoba. Aunque sus
orígenes difieren de los pueblos andinos (los diaguitas tenían linajes huárpidos, pámpidos y
andinos); al menos a partir de Tiawanaku recibieron importante influjo cultural (religioso,
agrícola, estilos de cerámica, etc) desde los Andes centrales
La agricultura se hacía en terrazas de cultivo en las laderas de las montañas. Se trabajaba la
tierra en común y se guardaba parte de la cosecha en los depósitos comunales. Cultivaban
quinua, kiwicha, porotos, ajíes, papa y maíz y recolectaban frutos silvestres, como los del
algarrobo, chañar, y copao, además de algodón para elaborar los trajes. Con el «taco» u
algarrobo criollo, los diaguitas cubrían varias de sus necesidades básicas. Usaban la madera
como leña o para la fabricación de enseres; de la corteza y de la raíz obtenían tinta para teñir
lanas y telas, y de sus frutos hacían harina para cocinar un pan llamado patay.
La vida diaguita se mantuvo estable hasta la llegada de las tropas del Inca Túpac Yupanqui en
el año 1470, quien tenía a disposición 10.000 soldados, según lo comentado por el Inca
Garcilaso. La conquista probablemente no se realizó de norte a sur como fuese lo esperable,
las cerámicas incas encontradas en los valles del Elqui y Limarí, anteriores a las encontradas
en Copiapó, hacen suponer que el Inca cruzó desde Tucumán hacia estos valles y desde ahí
expandió sus conquistas hacia los valles aledaños.
La ausencia de estructuras defensivas, pukaras y el rápido cambio estilístico de las cerámicas
locales hacia estilos propios del Cuzco describen una invasión inca que no tuvo mucha
resistencia. La presencia de ciertas cerámicas (vasijas pakcha) destinadas para ritos
exclusivos incas y otras vasijas destinadas a los jefes locales de claro diseño cuzqueño hacen
suponer una fuerte alianza política entre ambos pueblos.
El nombre «diaguita» es quechua con etimología aimara, y quiere decir ‘serrano’.9 Esto fue
impuesto por los incas y divulgado luego por los españoles.
Picunches[editar]
Vestigios de edificación Inca: Pucará de La Compañía (VI Región del Libertador General Bernardo
O'Higgins, en Chile).