Ponencia - La Corrupcion

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LA CORRUPCIÓN

I. ¿QUÉ SIGNIFICA CORRUPCIÓN?


El término corrupción, desde una perspectiva semántica,
proviene del latín rumpere, que significa romper, dividir, quebrar,
violar, anular; que a su vez se deriva de corrumpere, cuyo
significado es alteración, desunión, descomposición.
Corrumpere, entonces, debería significar: “romper con”, “romper
en unión de”, pero en realidad quiere decir “echar a perder,
pudrir”.
La expresión corromper siempre reconoce, en líneas generales,
la presencia de dos partícipes en el acto, que se corresponden
principalmente con dos espacios; el corruptor y el corrupto, es
decir la fuerza que corrompe y aquella persona sobre el que
recae y que, en definitiva, es lo que se echa a perder, lo que se
pudre. Es una “conducta que se desvía de las obligaciones de
orden público normales debido a intereses personales (familiares
o de allegados) o beneficios monetarios o de orden social; o que
viola normas respecto al uso de cierto tipo de influencias con
fines personales.
II. CAUSAS DE LA CORRUPCION
A. Ineficiencia y recargada carga procesal.
La ineficiencia reduce la calidad del servicio que las entidades
prestan al público y, por consiguiente, crea estímulos tanto para
que cliente ofrezca dinero a cambio de la obtención del servicio
como para que el funcionario se involucre en este tipo de
transacciones.
Dentro de la administración del estado no hay un sistema que
premie la gestión eficiente y castigue la ineficiente. Un sistema
de carrera admnistrativa que tiene fuerza legal, pero no está
siempre basado en la promoción de acuerdo con el mérito,
tiende a generar estabilidad laboral para el personal ineficiente o
corrupto, y escasas motivaciones para los buenos profesionales.
No existen sistemas efectivos y generalizados de control de
resultados, de modo que no se cuenta con los parámetros
necesarios para medir la efectividad del desempeño.
Frecuentemente existe confusión respecto de los propios
objetivos de las instituciones. La falta de organizacion y
planeación hace que sea muy difícil obtener información
oportuna y exacta sobre los resultados de la gestión. Este solo
factor es una de las principales explicaciones del caos
administrativo y la corrupción.

B. Mala calidad del control.


De acuerdo con lo visto anteriormente, la corrupción aumenta
cuanto menores sean tanto la probabilidad de que el agente
corrupto sea descubierto, como la fuerza del castigo cuando se
aplica.
El control administrativo que debería ser llevado a cabo por cada
entidad individual no es efectivo por varias razones. En primer
término, como ya se mencionó, las entidades frecuentemente no
tienen claridad sobre sus propios objetivos, los empleados no
conocen tales objetivos adecuadamente y es imposible contar
con este punto de referencia fundamental para la evaluación de
resultados.
La responsabilidad civil puede llegar a afectar el patrimonio de
los empleados públicos por los daños que por su culpa grave o
dolo se ocasionen sobre el patrimonio público y también sobre el
de los particulares. En muchas ocasiones los procesos se
pierden por negligencia de parte de la defensa, y no se aplican
los mecanismos existentes para que los responsables reviertan
los recursos perdidos al erario.
En cuanto a las responsabilidades disciplinaria y penal, que
también figuran en la letra de los estatutos disciplinarios y del
Código Penal, no tienen en la práctica la efectividad que se les
atribuyó, pues para establecerlas se requiere la comprobación
plena de los hechos que les sirven de causa. Sin embargo, las
dificultades que existen en el país para realizar investigaciones
judiciales que conduzcan a la obtención de pruebas suficientes
(que son la causa del estado de impunidad general), unidas al
desinterés de los funcionarios del Estado y los representantes de
las entidades públicas por contribuir a esclarecer hechos, y a la
falta de colaboración de la ciudadanía, llevan a que las
responsabilidades disciplinaria y penal no se concreten en
hechos sino en casos excepcionales.
En cuanto a la eficacia del castigo por la vía judicial, esta es
también muy baja. La probabilidad y la fuerza de la acción
judicial han sido tradicionalmente débiles. De acuerdo con las
estadísticas oficiales (que son escasas y atrasadas) son pocas
las acciones corruptas que llegan a tener consecuencias
judiciales.
C. Escasa sanción social sobre los corruptos
La tenencia de dinero genera aprecio social, y su carencia lleva
a la situación contraria. El atractivo del dinero es suficientemente
grande como para que se olviden los reparos respecto de la
forma como éste es obtenido; desde el punto de vista de la
actividad social de una persona, en nuestro país probablemente
causa una sanción social mayor no tener dinero que haberlo
obtenido a través de la corrupción.
Esto hace parte de un ambiente general en el cual el tráfico de
influencias es mirado con benevolencia y el uso de recursos
públicos para fines privados es considerado como una
prerrogativa normal asociada al logro de altas posiciones de
mando en el sector público.

D. Los medios de comunicación en su mayoría son una caja


de resonancia.
Por su parte, el papel que cumplen los medios de comunicación
dentro de la lucha contra la corrupción es ambiguo. Por una
parte, los medios publican las denuncias y los resultados de las
investigaciones, con lo cual contribuyen a la creación de una
conciencia social sobre el problema. Los directivos de entidades
públicas entrevistados consideran en general que la denuncia a
través de los medios de comunicación tiene un papel
sobresaliente dentro de sus esfuerzos por combatir la
corrupción.
Sin embargo, el afán de obtener noticias vistosas y "amarillistas"
centradas en el tema del crimen y castigo, y la precaria
preparación de algunos comunicadores sociales, llevan a que los
medios no comprendan la forma como operan las entidades
públicas. En consecuencia, no transmiten una visión real de
ellas, ni dan a los ciudadanos la información y la visión que
necesitan para defenderse de los corruptos. Adicionalmente, en
la actualidad las publicaciones de los medios de comunicación
sobre el tema de la corrupción dependen casi en su totalidad de
la información suministrada por los organismos fiscalizadores del
gobierno, es decir, El Poder Judicial, el Ministerio Público, la
Contraloría, la Procuraduría, etc. Su labor se ha limitado a servir
de caja de resonancia del trabajo de estas demencias.

E. La falta de conciencia en la ciudadanía.


Esta se ha limitado a unas pocas experiencias con pobres
resultados. La ciudadanía no ha encontrado vínculos efectivos
para presionar por una solución efectiva al problema de la
corrupción. Esto se debe en buena parte a que su posición
respecto del tema es ambigua, pues los actos corruptos existen
precisamente porque hay agentes privados dispuestos a
involucrarse en ellos.
Aparte de esto, existe una percepción extendida en cuanto a la
inutilidad de la acción de los ciudadanos sobre este problema.
Los grupos más afectados por la corrupción (los consumidores y
usuarios de bienes y servicios producidos por el Estado) no se
han organizado de modo que su intervención constituya una
presión efectiva sobre los funcionarios públicos corruptos.
Lo peor es que la ciudadanía no tiene conciencia que los
corruptos se hacen rico con su propio dinero de sus impuestos.
F. La falta de protección por parte del estado a los
denunciantes.
Son amenazados los denunciantes, varios de ellos amenazados
y por qué no decir otros asesinados, tal es el caso del
exconsejero regional de Ancash el señor Ezequiel Nolasco
Campos que fue asesinado presuntamente por el expresidente
Regional Cesar Álvarez Aguilar.

G. La ausencia de valores en los funcionarios y servidores


públicos.
Iniciando por la familia, la escuela y la sociedad existen por
interés por el cultivo de valores, pareciera que cada persona,
cada familia o pueblo fuera una isla, que nada le interesa al resto
de personas.
Muchas veces los malos actos son más publicitados por los
medios de comunicación que las buenas acciones.
La poca existencia de paradigmas en nuestra sociedad peruana.

III. LAS CONSECUENCIAS DE LA CORRUPCION.

A. Afecta gravemente al buen funcionamiento de la


administración pública.
B. Sentimiento de desconfianza en las instituciones.
C. La falta de inversión de capital nacional y extranjero por
organizaciones privadas en nuestro país.
D. Debilita el ambiente de negocios y distorsiona los
incentivos.
E. Genera malas decisiones.
IV. MEDIDAS PARA ACABAR CON LA CORRUPCION
A. Transparencia total y digital de la información pública.
B. Incentivos a las denuncias judiciales serias.
C. Fomentar y premiar buenas prácticas de Administración
pública.
D. Educación en la familia, escuela y sociedad.

CONCLUSIONES

_ Se polariza cada vez la población, ricos y pobres con


tendencia a desparecer la clase media.

_ Inexistencia de motivación para la capacitación y estudios


de posgrados.

_ Tendencia a un caos de valores en las instituciones.

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