Arroz (Cuento)
Arroz (Cuento)
Arroz (Cuento)
Ella caminaba descalza entre las cáscaras de arroz, le gustaba sentir aquella sensación
de masaje en las plantas de sus pies; después se dirigía al río y como un bocachico
jugaba con las espumas que formaban los pequeños remolinos formados por la corriente
del río, secaba su piel con el calor del sol de la mitad de la mañana, y llegando a la casa
dejaba sus huellas mojadas estampadas sobre el arenoso camino que conducía a ella;
dos cucharadas de café y una de azúcar en el agua hirviendo hacían una receta que en
aquel país llaman “tinto” y esto acompañado con un pan seco era la única sensación de
sabor que conocía en las mañanas puesto odiaba desayunar otras cosas.
Ellos se levantan temprano se duchan con agua fría anticipando desde la madrugada el
calor del día, se ponen sus ropas de trabajo y pasan a comer el desayuno que la mujer de
la casa les ha preparado, el que fuma, fuma y el que no, no. Dan algunas órdenes para la
casa en ese día; se ponen sus sombreros y salen unos al puerto y otros a los campos de
arroz.
Ellas se levantan temprano y con sus pijamas largas de colores claros se ponen sus
chanclas, se dirigen a la cocina, preparan un desayuno gigante por que Ellos en todo el
día van a ir a enfrentar al sol, lo sirven en la mesa y se sientan en una banca cercana a
ver comer al hombre de la casa, recogen los platos, reciben alguna instrucción para ese
día y lanzan una bendición al aire cuando el hombre sale de su casa.
Ella después de su desayuno sale a los linderos de su casa prende un cigarrillo o varios
de tabaco barato, luego se levanta recuerda su ultimo domingo y vomita, se recompone
sale, camina un rato por los alrededores, Ella sonríe con las miradas de asombro de
Ellas y ríe con Ellas de las burlas hacia Ella se cansa de la algarabía del mundo y vuelve
a su casa, entra prepara en una olla con agua hirviendo una mezcla de café y azúcar que
en aquel país llaman “tinto” y junto con arroz seco de varias semanas siente la
sensación de sabor en su boca que siempre ha sentido en la mitad del día puesto que
odia almorzar otras cosas.
El se dirige caminando hacia los campos de arroz, por el camino se encuentra con varios
de Ellos que hablan de sus noches de gozo marital, El se interna en su mundo y
mientras va por aquel camino arenoso que conduce hacia los campos de arroz imagina
como las vegetación verde va cambiando de colores, como la naturaleza se va
mezclando para crear aquellas formas que ningún hombre ha visto, como de repente la
luna vuelve a surcar el cielo y mientras llueven gotas de miel el viento dulcino le revela
sus secretos al oído, sus brazos se vuelven largas extensiones de madera y de sus dedos
brotan todo tipo de flores como si Dios creara al mundo en su cuerpo de nuevo, luego
despierta coge el azadón y empieza a trabajar en la tierra, a recoger el arroz a ponerlo en
bultos y llevarlo a la pila, así hasta cuando el sol se encuentra en lo mas alto donde El y
Ellos pasan a comer el almuerzo que se encuentra servido en la mesa de los peones.
Ellos van por dos direcciones unos van hacia al puerto y otros hacia los campos de
arroz. En el puerto Ellos toman su canoas y sus redes de pescar, se aventuran en el río
mas grande de aquel país para atrapar diferentes peces mojarras, truchas, bagres,
bocachicos que luego venden otros de Ellos en el puerto, allí se reciben diferentes
novedades que llegan de todas partes del mundo que Ellas las mas ricas compran para
adornar sus ranchos, Ellos cuando el sol esta en los mal alto del cielo se agrupan en un
lugar conocido llamado La Casona, lugar donde en las noches venden todo tipo de licor
artesanal; allí ellos almuerzan lo que la carta del día les ofrezca. En los campos de Arroz
Ellos todo el día Cosechan y recogen el arroz lo almacenan en la pila hasta el medio día,
donde en el comedor de los peones almuerzan lo que allí se les ofrezca.
Ellas se duchan, levantan a los niños (si los hay) los alistan desayunan con ellos y los
llevan a la escuela, Ellas se dirigen a la plaza y al puerto para hacer mercado, algunas de
Ellas se distraen burlándose de Ella y otras se distraen mirando todo lo que llega del
mundo al puerto, Ellas se dirigen a la casa a preparar el almuerzo que en la mayoría de
los casos es un costumbrismo que tengan Arroz, comen Ellas, comen los niños, comen
los criados, criadas y algunos de Ellos
Después del almuerzo el sol asesina con sus armas de calor al pueblo, todos toman la
siesta Ellos, Ellas, El y Ella, nada se mueve una quietud como la muerte misma, un
momento del día tan ceremonial que nunca nadie podía dejar de practicar, nisiquiera en
la Casona pues respetan mas este momento que la noche misma.
Y todos los días a media tarde en un acto tan ceremonial como la siesta la iglesia con
sus campanadas le dice al pueblo que vuelva a la vida.