Rituales Ancestrales
Rituales Ancestrales
Rituales Ancestrales
Principalmente, ese tipo de figura ha sido observada entre las tribus de los Navajos y de los
Indios Hopi. Distintos diseños laberínticos, principalmente los espiralados, son muy
comunes en la artesanía, dibujos y rituales de los nativos americanos. Se les han atribuido
una gran variedad de significados, que van desde que son símbolos representativos de la
nueva vida, hasta incluso la muerte misma. Ambas significaciones están muy entrelazadas.
Todo el mito y el significado del surgimiento de los Hopi en el mundo está expresado por
un símbolo en forma de laberinto, que los hopi conocen como representativo de la Madre
Tierra. Este símbolo es comúnmente conocido como Tapu’at (la madre y el hijo) que
representa el renacimiento espiritual o purificación que se produce al pasar de un mundo
hacia el siguiente.
Otro significado es que el laberinto simboliza el útero femenino, solo accesible si uno es
puro y perfecto. Una semilla con esas condiciones, podrá entonces fertilizar el óvulo y
producir nueva vida, que luego emergerá como un nuevo nacimiento o existencia
reencarnada. Por ende, el hecho de entrar al laberinto, produce una vida nueva.
Las ceremonias de fuego han sido utilizadas durante miles de años por diversas culturas
para sanar, armonizar y realizar ofrendas a la Divinidad. Es un agradecimiento por todo lo
que recibimos en la vida a nuestro Padre y Madre universal.
Luego ya quedan sólo brasas, entonces empezamos a agradecer y dar al Fuego a cambio de
tanto que hemos recibido; le regalamos inciensos, salvia, hiervas aromáticas, mirra, copal,
palo santo....los hermanos traen las cosas buenas que alimentan al Espíritu, el humo blanco
se eleva y da la vuelta por el círculo, nos limpia y bendice, nosotros seguimos agradeciendo
y rezando y el humo lleva nuestras oraciones al cielo mientras la brasa se va transformando
en ceniza. Cuando ya la ceniza se puede recoger la tomamos para llevarla con nosotros,
usaremos esa ceniza cuando necesitemos la paz y la sanación que hemos obtenido del
ritual, la mezclaremos con la ceniza de otros fuegos que se realizan en otras partes de la
Tierra, y con la de los próximos fuegos.
Nos vamos reconfortados y llenos de Paz, sabiendo que hemos rezado por todo lo que nos
preocupa confiamos en el Gran Poder de la Oración y nos sentimos preparados para vivir
otro tiempo con alegría y belleza en el Sagrado Suelo de Nuestra Madre, la Tierra, bajo la
protección de Nuestro Padre Cielo y el Gran Espíritu.
LOS REZOS
Cuando los Maestros nos han dicho que tengamos cuidado con lo que sale por nuestra boca
no se referían solamente a que nuestras palabras podían hacer daño, ellas no sólo afectan a
los destinatarios, o a los que las escuchan. Nuestras palabras son la exteriorización de
nuestra voluntad, sentimiento y pensamiento, y ella tienen la fuerza de manifestar, de crear
realidades, ellas no sólo influyen a los de afuera sino que principalmente nos influyen a
nosotros mismos, crean nuestra realidad, son una prolongación externa de nuestro espíritu.
Por eso rezamos en voz alta en el ritual. Cuando rezamos en conjunto, la fuerza del grupo
se une para manifestar la voluntad colectiva del círculo y la oración se expande. Con cada
"Ahó!" de los compañeros un corazón se une a nuestra petición, el sentimiento recorre el
círculo, se une al fuego, sube con el humo.
http://elmandaladelavida.blogspot.com/2011/02/ceremonia-del-fuego-hopi-por-la-
paz_02.html
El Sol es el Padre Celestial o el Gran Abuelo para todo Chamán. Es el símbolo de ímpetu,
fuerza, poder y sabiduría, es la fuente de luz creadora, de donde proviene la vida. Es el que
marca el ritmo externo de la existencia; las etapas del día, las estaciones, las edades de la
vida, el ciclo de trabajo y de acción de todo Guerrero y Chamán. Es reconocido como la
primera Autoridad. Si el chamán puede comunicarse con el sol, puede hacerlo con los
grandes Espíritus regentes de las estaciones, pues cada una de la épocas solares trae
diferentes enseñanzas, mensajes, poderes e instrucciones. El chamán no tiene reclamos,
cuestionamientos, dudas o miedos con respecto al Sol; simplemente actúa en función de lo
que el Sol le indica y en torno a él organiza su vida.
LA PRIMAVERA
La primavera nos impulsa a florecer y a alcanzar el máximo estado de amor y felicidad que
baña el mundo emocional; impregnando de belleza nuestro cuerpo etérico, los chackras y el
aura en nuestro Mundo Interno. Si aprovechamos correctamente la energía de la primavera,
sabremos adquirir la vitalidad, el vigor y el magnetismo que caracteriza a los grandes seres.
La primera primavera es aprender abrir los Cinco Sentidos Internos. Entonces ves,
escuchas, hueles, tocas y sientes el sabor de la Realidad y la vida cambia. Lo que ayuda a
abrir el sexto sentido, el sentido de la Sensibilidad del Mundo Interno.
La Cuarta Primavera es el Despertar de la Conciencia, llega sólo cuando las tres anteriores
primaveras han sido logradas y trascendidas. La primera que hace florecer el cuerpo y los
sentidos, la segunda que hace florecer el corazón y nace del desapego, la tercera que hace
florecer la mente pura y enfocada. Entonces la Mariposa de la Libertad se posa sobre
nuestro chacra coronario y nos conectamos directo con el Universo, a la Existencia
Atemporal y nos abrimos al Misterio.
EL VERANO
El verano representa el momento de Mayor conexión con el Sol, ya que en esta etapa del
año el rey estelar se encuentra más cerca que nunca. ES la época de jovialidad, dinamismo,
intensidad, fuerza y capacidad de acción. Corresponde a la energía del adolescente que todo
lo puede, que se plantea desafíos y riesgos, y quiere experimentar la vida con intensidad.
Y el cuarto poder del verano es el Regocijo, este comienza con el disfrutar de los sentidos
puros o trascendidos. Luego, surge la alegría que brota del corazón y la dicha que vine de la
Mente en calma y finalmente el fruto es el gozo que viene del Espíritu.
Son cuatro estados internos que debes conquistar con paciencia y madurez. La primera
etapa es la Purificación, la entrega el elemento tierra y está relacionada con el Chamán
Interno. Consiste en liberarnos de todas las cadenas y karmas. En esta etapa nos liberamos
del sufrimiento más primitivo que consiste en tener carencias materiales y emocionales y
no contar con las necesidades básicas que todos merecemos.
INVIERNO
Receptividad es captar la realidad tal como es, sin miedos, máscaras, defensas o dramas; y
ocurre cuando nuestro corazón y nuestra mente están vacíos para recibir los regalos cuando
se aprende a Fluir en el Camino, sin importar el frío o el calor, el hambre, la sed, la ofensa o
la defensa. La Receptividad es un principio femenino y es el grado más elevado de
Aceptación.
La segunda etapa del invierno es la Introspección, cuando llega el invierno a nuestras Vidas
es el momento de recogernos en nuestro Templo Interno y observar todo lo que en él
habita. Aquí nace el Ermitaño que se retira del mundo externo para aprender el peregrinaje
del encuentro consigo mismo.
La tercera etapa del invierno es el Silencio. Cuando hemos limpiado el mundo interior,
podemos respirar la verdadera paz y tranquilidad. Se ha calmado el ruido de las emociones
y pensamientos, y logramos armonizarnos con la pureza y tranquilidad que se respira en el
Invierno en la Naturaleza Externa.
El invierno tiene Cuatro Trampas; Resistencia, que sabotea (desde el Ego) el primer poder
del invierno, La Receptividad. La segunda trampa es el Aislamiento que sabotea al segundo
poder la Introspección, la tercera trampa es la Parálisis, que sabotea al Silencio y la
Fragmentación, última trampa, nace al no haber aprendido y vivido correctamente las
lecciones de la Renuncia en las cuatro fases del Otoño y las lecciones de la Disolución en
las cuatro fases del Invierno. Y al no superar estas pruebas ni afrontar correctamente los
retiros, entonces no logramos la Unificación.
LA LUNA Y SUS CUATRO FASES
Las mujeres actuales que ignoran los Poderes de la Luna, andan muy perdidas por la
vida. Y también los hombres que ignoran el Poder del sol. Los científicos sin Linaje ni
Camino, que no han abierto su visión para poder ver el Mundo Interno, consideran a la
Luna como una estrella sin vida que orbita alrededor de la tierra y que recibe y refleja la luz
del sol.
Pero para los Chamanes, La Luna es el astro que rige el aspecto femenino de la vida. Es el
complemento y el corazón del sol que representa el Misterio y el lado sutil de la
existencia. La luna es la Abuela Celeste que transmite la Sabiduría Materna y nos enseña
con paciencia los 4 ciclos de Purificación, Protección, Meditación y Magia. La Reina del
Cielo refleja en su misterio todas las facetas femeninas de niña, doncella, amante,
sacerdotisa, chamana, maga y sabía meditante, enseñándonos a conquistar la integralidad.
Aunque tenga una relación muy estrecha con la mujer, su luz y energía conecta con el
aspecto femenino interno de todos los seres, sean estos hombres fuertes o grandes
guerreros. La Luna es el silencio y la disolución del yo. Junto con el Sol, entrega las
grandes enseñanzas a los místicos y meditantes, pero lo hace de forma sutil y delicada. Es
una Diosa que en el silencio inspira nuestros deseos más puros y nos conduce por un
camino profundo y secreto al Autoconocimiento.
Mientras el Sol rige los ciclos externos y visibles, la Luna gobierna el mundo interno de lo
mágico e invisible. Su luz en el cielo guía nuestro mundo emocional, desde las emociones
más primitivas y las pasiones, hasta el amor y la compasión más elevada. Nos enseña junto
con el agua, su dupla femenina, a transformar nuestro corazón y derretir el hielo, hasta
convertirlo en vapor, direccionado al cielo. Conociendo los secretos del agua,
comprendemos que su transparencia le permite reflejar la luz del Sol.
La Luna orbita alrededor de la Tierra porque como Madre protege nuestro caminar. Ella
prometió cuidarnos hasta que estuviéramos listos para regresar al origen. Y aunque la Luna
nos cuida con la Compasión de una Madre, también nos supervisa con la firmeza de una
entrenadora correcta, con la persistencia de su compromiso incansable. Por eso, cada mes
repite con sus cuatro fases, las mismas 4 grandes lecciones del Camino; Purificación,
Protección, Meditación y Magia, para apoyar a los Aprendices y a todos los seres humanos,
en su nivel actual de Evolución y despertar de la conciencia.
LUNA MENGUANTE
La Luna Menguante es el aspecto femenino del Otoño, que nos enseña la Purificación y el
Desapego. Es el momento indicado para Sanación y limpiar nuestro cuerpo con la
Purificación y Desintoxicación externa e interna.
LUNA NUEVA
Las noches sin luz son el momento para despertar la intuición femenina y hacer nacer la
luna que brilla en el interior. La luna Nueva nos enseña a dirigir la mirada hacia adentro,
disolviendo uno a uno los velos de la Ilusión. Y el día en que nuestros ojos puedan ver la
realidad pura, comprenderemos en Gran Secreto del Vacío y la luna nueva habrá cumplido
con su misión.
LUNA CRECIENTE