Tema 11. Fonética y Fonología
Tema 11. Fonética y Fonología
Tema 11. Fonética y Fonología
1. FONÉTICA
1.1. FONÉTICA ARTICULATORIA
1.2. FONÉTICA ACÚSTICA
1.3. SONIDOS VOCÁLICOS
1.4. SONIDOS CONSONANTICOS
1.5. LA SÍLABA
2. FONOLOGÍA
2.1. CONCEPTOS FUNDAMENTALES
2.2. LOS FONEMAS DEL ESPAÑOL
2.2.1. Concepto de fonema
2.2.2. Delimitación de fonemas
2.2.3. Oposiciones fonológicas
3. EL SISTEMA FONOLÓGICO DEL ESPAÑOL
3.1. DESCRIPCIÓN SINCRÓNICA
3.1.1. Sistema vocálico
3.1.2. Sistema consonántico
3.2. DISTRIBUCIÓN DE LOS FONEMAS DEL ESPAÑOL
3.3. RASGOS PROSÓDICOS DEL ESPAÑOL
3.4. PERSPECTIVA DIACRÓNICA
4. APÉNDICE: TRANSCRIPCIONES FONÉTICA Y FONOLÓGICA
INTRODUCCIÓN
La realización concreta de los sonidos mediante los que se efectúa la comunicación oral y
el sistema de esos sonidos pertenecen al plano de la expresión. Cuando señalamos la
realización concreta de los sonidos (el habla) nos referimos, también, a la sustancia de la
expresión. En contraste, cuando señalamos el sistema de esos sonidos (la lengua), nos
referimos a la forma de la expresión.
En Lingüística, la Fonética y la Fonología son las dos disciplinas que estudian el nivel de
los sonidos y su sistematización.
La Fonética estudia la realización articulatoria de los sonidos, sus propiedades físicas y el
proceso mediante el que el oído humano los percibe. Su materia de estudio es la sustancia
de la expresión. Desde esta perspectiva, las manifestaciones sonoras reciben los nombres
de sonido o fono y olófono.
La Fonología, por su parte, estudia los sonidos desde un punto de vista funcional; esto es,
desde la función que cada sonido desempeña en el lenguaje. Su materia de estudio es la
forma de la expresión. Las manifestaciones abstractas de los sonidos, desde esta
perspectiva, reciben los nombres de fonema y archifonema.
1. FONÉTICA
Cuando respiramos de modo normal, en reposo, la glotis permanece abierta y el aire sale
libremente sin rozamiento alguno. Por el
contrario, cuando hablamos, las cuerdas
vocales se juntan y la glotis se cierra. La
columna de aire presiona sobre estas
membranas a las que obliga a separarse,
produciéndose una abertura momentánea de la
glotis. La elasticidad de las cuerdas hace que estas tiendan a juntarse de nuevo. Este
juego de tensiones y distensiones rápidas hace que el aire vibre y al salir al exterior da
como resultado el sonido, denominado voz. De acuerdo con el comportamiento de las
cuerdas vocales, los sonidos articulados pueden clasificarse en sonoros y sordos. SI las
cuerdas vocales vibran, los sonidos serán sonoros, como en todas las vocales y en
algunas consonantes: [i], [e], [a], [o], [u], [b], [d], [g], etc. Si las cuerdas vocales no
vibran, como en el caso de algunas consonantes, los sonidos serán sordos: [p], [t], [k],
[s], [f], [ ], etc.
La región por la que el aire atraviesa después de pasar por la laringe es la de las
cavidades supraglóticas. En ellas se puede distinguir a su vez tres cavidades
estrechamente relacionadas:
la cavidad faríngea,
la cavidad nasal
y la cavidad oral.
La cavidad oral, la boca, a la que llega el aire antes de ser totalmente expulsado, es una
cámara resonadora que no se mantiene siempre igual, sino que cambia según la
disposición de los órganos que la forman. Los órganos de la boca se clasifican en móviles
e inmóviles:
• Móviles: labios, lengua, velo del paladar y maxilar inferior.
• Inmóviles: dientes superiores, alvéolos y paladar duro.
Con una descripción más detallada, observaremos que la parte superior de la cavidad oral
está constituida, siguiendo el orden de la parte posterior a la parte anterior, por el paladar
blando o velo del paladar y el paladar duro. La parte inferior de la misma cavidad está
constituida por la lengua. Por último, en la parte anterior de la cavidad, entre el paladar
duro y los incisivos superiores, se encuentran los alvéolos; los dientes superiores e
inferiores o incisivos y los labios superior e inferior cierran la cavidad.
I. Acción de las cuerdas vocales: Los sonidos son sordos si las cuerdas no vibran;
en caso contrario, son sonoros.
II. Intervención del velo del paladar: Si durante la salida del aire el velo del paladar
se adhiere a la pared faríngea, el sonido es oral o bucal. Cuando el velo del paladar
está separado de la pared faríngea y el aire sale por el conducto nasal, el sonido es
nasal.
III. Modo de articulación: Para Quilis, es la modificación del aire fonador a partir del
grado de abertura o cierre de los órganos articulatorios. En el caso de los sonidos
vocálicos, por ejemplo, la abertura es completa, el aire pasa sin ningún obstáculo.
Los sonidos consonánticos, en cambio, presentan una estrechez en el flujo del aire
que puede ser parcial o total. Esto permite clasificar los sonidos en dos grupos
generales: vocales y consonantes.
o Las vocales, por su modo de articulación, pueden ser altas, medias y bajas;
cada una de ellas, cerrada o abierta.
o Las consonantes pueden ser:
1. Oclusivas:
Cuando los órganos impiden la salida del aire y al separarse generan
una explosión.
2. Fricativas:
Cuando a través de la estrechez generada por los órganos que no
llegan a tocarse, el aire genera un ruido de fricción.
3. Africadas (o semioclusivas):
Cuando al cierre de dos órganos articulatorios sigue una abertura que
se percibe como fricación.
4. Nasales:
Cuando el aire encuentra como canal de salida sólo la cavidad nasal.
5. Líquidas:
Que comprenden a:
las laterales (el aire sale por uno o los dos lados de la
cavidad oral),
y a las vibrantes (realizan vibraciones entre el ápice de la
lengua y los alvéolos).
IV. Lugar de articulación: Lugar de la boca en la que los órganos se tocan o aproximan
para realizar el sonido.
• Los sonidos vocálicos se clasifican, por su lugar de articulación, en:
anteriores,
centrales
posteriores.
• Los sonidos consonánticos se clasifican en:
• labiales,
• labiodentales,
• interdentales,
• dentales,
• alveolares,
• palatales
- y velares.
1.2. FONÉTICA ACÚSTICA
La Fonética acústica se ocupa del sonido en cuanto fenómeno físico y, por lo tanto,
susceptible de ser representado y descompuesto en sus diversos elementos
constituyentes. Se trata de una disciplina que ha recurrido a conceptos propios de la Física
y a los instrumentos tecnológicamente más avanzados para el estudio de su objeto. Su
concepto esencial es la onda sonora; esto es, las vibraciones que se transmiten en el aire
y conforman el sonido.
Para una descripción detallada de todos sus elementos {onda sonora simple y compleja,
ciclo, frecuencia, amplitud, periodo, frecuencia fundamental, resonancia, fuente, filtro,
formantes) lo conveniente es recurrir a Hidalgo - Quilis (2004:37-62), Martínez Celdrán
(1996:49-90) y Quilis (1999: 84-123), pues aquí revisaremos, a grandes rasgos, conceptos
como tono, timbre, cantidad e intensidad.
Los rasgos de sonoridad guardan una estrecha relación con la intensidad (que
representa la energía del movimiento vibratorio) y la cantidad (duración) del sonido. Así,
las oposiciones que se generan son las siguientes:
a) Vocálico / No vocálico
b) Consonántico / No consonántico
c) Compacto (o Denso) / Difuso
d) Tenso/Flojo
e) Sonoro / Sordo
f) Nasal/Oral
g) Interrupto / Continuo
h) Estridente/Mate
i) Bloqueado / No bloqueado
Los rasgos de tonalidad, por su parte, se relacionan con factores prosódicos relativos a la
altura o tono de voz:
a) Grave/Agudo
b) Bemolizado / No bemolizado (o Normal)
c) Sostenido / No sostenido
Para reconocer qué índices acústicos de los que acabamos de enumerar son pertinentes
en la clasificación acústica de los sonidos del español, se recomienda observar el apartado
«El sistema fonológico del español» en este mismo cuadernillo.
En la articulación de estos sonidos intervienen dos órganos, raramente tres. Pueden ser
dos órganos activos (móviles): los dos labios en p, lengua y velo del paladar en k, etc.
Puede ser uno activo y otro pasivo: labio inferior y dientes superiores en f.
Los sonidos consonánticos que más frecuentemente realizan los hablantes aparecen como
alófonos (variantes) de los fonemas consonantes en el apartado de Fonología.
1.5. LA SÍLABA
Cualquier hablante emite los sonidos mediante una sucesión de impulsos articulatorios. La
sílaba es una unidad fónica formada por la combinación de uno o varios sonidos que se
articulan juntos en un impulso articulatorio.
• Una inicial, que tiende desde la cerrazón total de los órganos articulatorios hacía
una mayor abertura. Esta fase se conoce como explosión, también llamada
intensión.
• Fase culminante o central, llamada núcleo silábico, que es el punto-eje de la
sílaba, caracterizada por ser el momento de máxima abertura, sonoridad e
intensidad. También se denomina tensión.
• Fase final, que tiende de la abertura al cierre, parcial cuando menos. Se conoce
como implosión.
Según la Gramática de la lengua española, las reglas de delimitación silábica entre vocal
y consonante (v-c) o entre consonante y consonante (c-c) son claras y estables.
Una consonante entre vocales se agrupa con la vocal que le sigue:
a-la, e- so, i – ra
Dos consonantes entre vocales se sitúan a uno y otro lado del límite:
al - ma, es - te, es - tan – do
Cuando las consonantes son tres, situadas entre vocales, a menos que se trate de los
grupos tautosilábicos antes mencionados, se agrupan dos en una sílaba y la tercera en la
siguiente:
cons - ta, pers – picaz
Cuando son cuatro consonantes entre vocales, las dos últimas constituyen grupo
tautosilábico y las dos primeras se sitúan delante de la frontera silábica:
abs - tracto, obs –truir
La delimitación silábica entre consonantes o entre consonante y vocal está fundada en
principios fonológicos y no de tipo morfológico, aunque a veces coincidan.
Dos consonantes Iguales juntas se diferencian, respecto a una de la misma clase que
estuviera sola en posición intervocálica, por su mayor duración articulatoria:
in - nato, nido
in - menso, sub – venir
Las clasificaciones que se pueden hacer de la sílaba en nuestra lengua son varias,
dependiendo del criterio que se adopte:
t-e-d-a-r-é-u-n-p-r-é-m-i-o
Los fonemas son segmentos de la cadena hablada.
Los acentos y los tonemas no se parten en segmentos, son elementos suprasegmentales
presuponen la base de los fonemas.
Así, las características de [g] y de [g] constituyen un complejo fónico, siendo indistintiva la
oposición [g]/[g] pues no varía el significado si «goma» se realiza ya oclusiva, ya fricativa:
«goma/orna».
Pero dentro del complejo [g-g] opuesto a los complejos correspondientes a, por ejemplo,
/k/, /p/, /I/, etc., ya aparecen algunos rasgos relevantes que permiten distinguir /goma/,
/kóma/,/ poma/, / loma/, como son el rasgo sonoro, velar, denso, no líquido, que son los
rasgos funcionales frente a/k/,/p/,/l/.
«Par-», «sor-», «to-» son trozos fónicos diferenciales que se pueden dividir en unidades
fónicas menores. Llegamos a «p-», «s-», «t-», que ya no pueden dividirse en trozos fónicos
más pequeños. Así, los rasgos de /p/, no líquido, oral, difuso, grave, labial, oclusivo, sordo
no son segmentos de la cadena hablada, sino rasgos fonológicos simultáneos, indivisibles,
pertinentes o relevantes, aunque no funcionen todos a la vez en una misma oposición,
pues, por ejemplo, partiendo del signo, «podo», el rasgo de no líquido sólo funciona frente
a «lodo», o sea, en oposición al rasgo líquido; el rasgo orales pertinente cuando se opone
a un signo con rasgo distintivo nasal: «podo I modo».
Así pues, rasgo pertinente es la característica fónica susceptible de diferenciar por sí sola
el significado de una palabra o frase:
beso / peso
dale un beso/dale un peso
Por eso, afirma Alarcos Llorach, «son los rasgos pertinentes los que aseguran la función
distintiva y deben ser las unidades básicas de la fonología».
De ahí que el fonema no sea una realidad, sino una abstracción, un conjunto de rasgos
pertinentes.
Si revisamos una definición de fonema más cercana a nosotros, podremos comprobar que
su concepto está prácticamente inalterable. Así, A. Quilis, siguiendo a Martinet y
Jakobson, lo define como «la unidad lingüística más pequeña, desprovista de significado,
formada por un haz simultáneo de rasgos distintivos». Los rasgos distintivos, en este caso,
son aquellas unidades Inferiores al fonema que lo definen y lo distinguen de los demás en
el sistema fonológico de la lengua desde el nivel articulatorio o fonético.
El fonema /p/, por ejemplo, tiene los siguientes rasgos articulatorios:
Entonces, si el fonema es una abstracción, el sonido sí tiene una realidad. El sonido es,
para Mariner, «un hecho lingüístico» mientras que el fonema es «un esquema mental».
En el habla, los alófonos simbolizan a los fonemas. Para obtener o segmentar los
fonemas se emplean dos procedimientos: conmutación y criterio de distribución.
Conmutación
que son signos con significación distinta; luego /p/, /m/, /I/ son fonemas porque son
unidades distintivas.
Distribución
Como su función es diferente (formar o no formar sílaba y palabra; las vocales son centro
de sílaba, los consonantes no pueden ser centro de sílaba), vocales y consonantes no se
oponen, sino que contrastan en el decurso hablado.
Por eso hablamos en español de dos sistemas fonológicos: sistema vocálico y sistema
consonántico.
La distribución permite, por otra parte, determinar alófonos en relación con el contexto
fónico. Así, [k] explosivo aparece en principio de palabra y entre vocales, mientras [k]
implosivo aparece ante consonante.
Dado que los fonemas son unidades funcionales a nivel de lengua y que su funcionalidad
actúa por interrelación, pues forman sistema y su valor depende de aquello que opone y
diferencia a cada uno de los demás, la fonología se ocupa de la estructura del sistema
fonológico.
Los tipos de oposiciones fonológicas dan la estructura del sistema. Estos tipos pueden ser:
Este tipo de oposiciones forman una correlación. Dos fonemas en oposición bilateral,
privativa, proporcional forman una pareja correlativa. La marca de correlación es el rasgo
pertinente que distingue a una serie de parejas correlativas. La correlación es el conjunto
de parejas correlativas diferenciadas por un rasgo pertinente.
En posiciones de neutralización sólo son relevantes los rasgos que pertenecen en común
a los dos miembros de una oposición neutralizable. Es decir, en posiciones de
neutralización funciona el archifonema.
El archifonema es el conjunto de rasgos pertinentes comunes a los dos miembros de una
oposición. Los archifonemas se representan con letras mayúsculas: /aRte/, /maNde/. Su
uso se realiza en transcripción fonológica, no en fonética.
Desde los estudios pioneros de Tomás Navarro Tomás y Emilio Marcos Llorach a la
fecha, la perspectiva que se tiene del actual sistema fonológico del español ha cambiado
parcialmente. Tal es el caso, por ejemplo, de los rasgos que según A. Quilis configuran a
los sonidos o alófonos del sistema vocálico.
Con el ánimo de ofrecer esa perspectiva relativamente novedosa, pero también con la
finalidad de facilitar la clasificación de los fonemas y los sonidos del actual sistema
vocálico y consonántico del español, creemos conveniente el uso de las siguientes tablas
donde podrá encontrarse:
De acuerdo con Hidalgo y Quilis (2004: 121-144), las características de los sonidos
vocálicos en el español se basan en que, al contrastarlos con los sonidos consonánticos,
presentan una mayor apertura en el canal bucal y una mayor libertad de la lengua para
aproximarse al resto de los órganos bucales. Estos sonidos presentan una mayor
sonoridad al vibrar las cuerdas vocales más veces en una unidad de tiempo menor.
Presentan un tono más alto que las consonantes sonoras y hay mayor tensión en su
emisión. Su timbre característico depende de la distribución de los resonadores faríngeo y
bucal. Desde un punto de vista fonológico, las vocales se oponen a las consonantes
porque pueden formar núcleos silábicos.
Los fonemas vocálicos del español se definen por sus rasgos distintivos articulatoria y
acústicamente. De acuerdo con Quilis, se clasifican de la siguiente manera:
1. /i/:
- Articulatoriamente: alto, anterior.
- Acústicamente: vocálico, no consonántico, no compacto, difuso, no grave, agudo.
- Ortográficamente, se transcribe con las grafías i o y.
Tiene dos alófonos en distribución complementaria:
1. [ ]: : alto, anterior, nasal. Cuando / i/ se encuentra frente a pausa y una
consonante nasal o entre dos consonantes nasales: /iNstáNte/ [instálate]
instante.
2. [i]: alto, anterior, oral. En el resto de los contornos.
2. /e/:
- Articulatoriamente: medio, anterior.
- Acústicamente: vocálico, no consonántico, no compacto, no difuso, no grave, no
agudo.
- Ortográficamente, se transcribe con la grafía e. Tiene dos alófonos en distribución
complementaria:
1. [e]: medio, anterior, nasal. Cuando /e/ está entre pausa y consonante nasal o
entre dos consonantes nasales: /éNtre/ [entre] /entre/
2. [e]: medio, anterior, oral. En el resto de los casos.
3. /a/:
- Articulatoriamente: bajo, central.
- Acústicamente: vocálico, no consonántico, denso, no grave, no agudo.
- Ortográficamente, se escribe con la grafía a. Tiene dos
alófonos en distribución complementaria:
1. [a]: bajo, central, nasal. Cuando /a/ está entre pausa y consonante nasal o entre
dos consonantes nasales: /áNbos/ [á mbos] ambos.
2. [a]: bajo, central, oral. En el resto de los casos.
4. /o/:
- Articulatoriamente: medio, posterior.
- Acústicamente: vocálico, no consonántico, no difuso, no compacto, grave.
- Ortográficamente, se escribe con la grafía o. Tiene dos alófono en distribución
complementaria:
1. [ o ]: medio, posterior, nasal. Cuando /o/ está entre pausa y consonante
nasal o entre dos consonantes nasales:/mono/ [mo no] mono.
2. [o]: medio, posterior, oral. En el resto de los
casos.
5- /u/:
- Articulatoriamente: alto, posterior.
- Acústicamente: vocálico, no consonántico, difuso, no compacto, grave.
- Ortográficamente, se escribe con la grafía u. Tiene dos alófonos en distribución
complementaria:
1. [ u ]: alto, posterior, nasa!. Cuando / u/ se encuentra entre una pausa y una
consonante nasal o entre dos consonantes nasales: /úN soto/ [un sóto] un
soto.
2. . [ u ]: alto, posterior, oral. En el resto de los casos
Los fonemas consonantes son los constituyentes marginales de sílaba, por lo que no
pueden formar ni sílaba ni palabra.
1. /p/
- Articulatoriamente: oclusivo, bilabial, sordo.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, difuso, grave, oral, Interrupto, sordo, mate.
- Ortográficamente, se representa p.
En posición prenuclear tiene un solo alófono: [p]. En posición posnuclear se neutraliza,
/pópa/ [popa] popa
2. /b/:
- Articulatoriamente: bilabial, sonoro.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, difuso, grave, oral, sonoro.
- Ortográficamente, se representa por b o v. Tiene dos alófonos
en distribución complementaria:
1) [b]: oclusivo, bilabial, sonoro. Cuando /b/ va precedido de pausa o
consonante nasal: /bóNba/ [bomba] bomba.
2) AFI: [ ]; RFE: [ ]: fricativo, bilabial, sonoro. Donde no aparece [b]. En
posición posnuclear se neutraliza.
3. /t/:
- Articulatoriamente: oclusivo, dental, sordo.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, difuso, agudo, oral, interrupto, sordo, mate.
- Ortográficamente, se representa por f.
En posición prenuclear, tiene un solo alófono: [t]. En posición postnuclear, se neutraliza:
/té/ [té] té.
4. /d/:
- Articulatoriamente: dental, sonoro.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, difuso, agudo, oral, sonoro.
- Ortográficamente, se representa pord.
Tiene dos alófonos en distribución complementaria:
1. [d]: oclusivo, dental, sonoro. Cuando /d/ está precedido de pausa, consonante
nasal o /l/:
/e duéNde/ [e] dwérnde] el duende.
2. AFI: [o]; RFE: [ d ]: fricativo, dental, sonoro. En el resto de los contornos. En
posición postnuclear, se neutraliza.
5. /k/:
- Articulatoriamente: oclusivo, velar, sordo.
- Acústicamente: no vocálico, consonantico, denso, grave, oral, interrupto, sordo, mate.
- Ortográficamente, se representa por:
c + a,o,u;
c +l, r;
qu + e, i o k.
En posición prenuclear, tiene un solo alófono: [k].En posición postnuclear se
neutraliza./kása/ [kása] casa.
6. /g/:
- Articulatoriamente: velar, sonoro.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, denso, grave, oral, sonoro.
- Ortográficamente, se representa por
g + a, o, u;
g + I, r,
gu + e, i.
Tiene dos aiófonos en distribución complementaria:
1. [g]: oclusivo, velar, sonoro. Cuando /g/ va precedido de pausa o nasal: /béNga/
[bérnga] venga.
2. AFI: [y]; RFE: [g]: fricativo, velar, sonoro. En el resto de los contornos. En posición
postnuclear se neutraliza.
1. /m/:
- Articulatoriamente: nasal, bilabial, sonoro.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, difuso, grave, no agudo, nasal, continuo.
- Ortográficamente, se representa por m.
Tiene un solo alófono: [m], se produce en posición silábica prenuclear: /mamá/[mamá]
mamá.
2. /n/:
- Articulatoriamente: nasal, alveolar, sonoro.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, difuso, no grave, no agudo, nasal, continuo.
- Ortográficamente, se representa por n.
Se realiza como [n] en posición silábica prenuclear: /néne/[néne] nene.
1- /f/:
- Articulatoriamente: fricativo, labiodental, sordo.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, difuso, grave, oral, continuo, sordo, mate.
- Ortográficamente, se representa por f. Tiene un solo alófono: [f].
2. /6/:
- Articulatoriamente: fricativo, interdental, sordo.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, difuso, agudo, oral, continuo, sordo, mate.
- Ortográficamente, se representa por c+e, i o z + a o, u.
Tiene un alófono: [ ]. Puede sonorizarse: [á lo] hazlo.
3. /s/:
- Articulatoriamente: fricativo, alveolar, sordo.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, difuso, agudo, oral, continuo, sordo,
estridente.
- Ortográficamente, se representa por s. Tiene un alófono: [s]. Puede sonorizarse: [ísla].
5. /x/:
- Articulatoriamente: fricativo, velar, sordo.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, denso, grave, oral, continuo, sordo, mate.
- Ortográficamente, se representa por j + a, e, i, o, u o por g + e, i. Tiene un alófono: [x].
1. AFI: /t /; RFE: / c /:
- Articulatoriamente: africado, palatal, sordo.
- Acústicamente: no vocálico, consonántico, denso, agudo, oral, interrupto, sordo,
estridente.
- Ortográficamente se representa por ch. Tiene un solo alófono.
• Definición y distribución de los fonemas líquidos
1. /I/:
- Articulatoriamente: lateral, alveolar, sonoro.
- Acústicamente: vocálico, consonántico, difuso, continuo.
- Ortográficamente, se representa por/.
Tiene los siguientes aiófonos en distribución complementaria:
1. [ l ]: lateral, dental, sonoro. Cuando precede a [t] o [d].
2. [ l ]: lateral, interdental, sonoro. Cuando /l/ va seguido de / /. No existe donde
hay seseo.
3. [ l ]: lateral, palatizado, sonoro. Aparece este alófono palatalizado cuando el fonema
/I/ en posición silábica postnuclear precede a un fonema palatal. Ej.: chico.
4. [ I ]: lateral, alveolar, sonoro. En el resto de los contornos.
2. AFI: / /; RFE:/ /:
- Articulatoriamente: lateral, palatal, sonoro.
- Acústicamente: vocálico, consonantico, denso, continuo.
- Ortográficamente, se representa por //.
Tiene un solo alófono que se produce en posición silábica prenuclear.
3. /r/:
- Articulatoriamente: vibrante simple, apicoalveolar, sonoro.
- Acústicamente: vocálico, consonántico, interrupto simple.
- Ortográficamente, se representa por r en posición intervocálica o postnuclear.
4. /r/:
- Articulatoriamente: vibrante múltiple, apicoalveolar, sonoro.
- Acústicamente: vocálico, consonántico, interrupto múltiple.
- Ortográficamente, se representa por rr en posición intervocálica o por r en posición
inicial de palabra o en interior precedida de l, n o s.
Los fonemas vibrantes se neutralizan en posición postnuclear.
3.2 DISTRIBUCIÓN DE LOS FONEMAS DEL ESPAÑOL
Inicial:
ara, bala
era, vela
iba, vigila
ola, poda
urde, puso
Media:
álamo
alegar
avisa
atolón
apuro
Final:
aurora
leve
alhelí
mano
avestruz
Existen seis diptongos decrecientes: ai, au, ei, eu, oi, ou, como en baile,
pauso, peine, boina.
Los diptongos crecientes son ocho: Ia, ie, io, iu, ua, ue, uo, como en anciano,
pie, ciudad, puerta, acuoso.
La distribución de las consonantes es mucho más compleja que la de las vocales y ofrece
muchas más posibilidades.
- Posición interna: Las posibilidades son mayores. Al igual que en situación inicial, en
interior de palabra puede hallarse todo tipo de consonante, incluso /r/ y/f/, objeto de
oposición y diferenciación significativa tras vocal:
• Archifonemas
B<-(p/b)
D<-(t/d)
G<-(k/g)
N<-(m/n)
L<-(l/ l )
R<-(r/ r )
Estos fonemas que aparecen en posición final de sílaba interna pueden formar
combinaciones disilábicas con los fonemas consonánticos que inician la sílaba siguiente.
A excepción de /r/ , teóricamente pueden encontrarse todos.
En la práctica es difícil delimitar en muchos casos hasta qué punto estos grupos son
disilábicos u homosilábicos. En los grupos del tipo, [t' l], [b'l], [d'l] la realización tiende a
hacerse a [tl ], [bl], [dl], de modo homosilábico, o incluso, en habla popular, con la
supresión total de las oclusivas. A pesar de todo, las posibilidades de combinación son
muchas. Algunos ejemplos:
- Estos grupos buscan una diferenciación entre los dos miembros. De ahí que, tanto los
archifonemas como los fonemas, no suelan encontrarse junto con otros semejantes a
ellos.
- El fonema / I/ aparece tras el archifonema D, pero no detrás de B y G. Detrás de /p/, /b/,
/f/, /k/, / g/ el fonema ¡\¡ forma grupos tautosilábicos, pero nunca tras los fonemas /t/ y
/d/.
En el interior de palabra se admiten los grupos difonemáticos monosílabos siguientes:
/pr/,/br/,/fr/,/tr/,/dr/,/kr/,/gr/,/pl/,/bl/,/fl/,/kl/,/gl/
El acento
El acento diferencia a las sílabas fonológicas que son los conjuntos de fonemas
susceptibles de recibir acento. La sílaba que en una palabra recibe el acento se denomina
sílaba intensiva. La sílaba o sílabas restantes de una palabra que no reciben acento se
denominan sílabas no intensivas. Funciones del acento:
o Distintiva
o Constitutiva
- Pronombres: yo, tú
- Sustantivos sustancia:
el cenicero
- Adjetivo cualidad: el
cenicero verde
- Verbo acción: el cenicero verde impresiona
- Adverbio circunstancia:
está allí
- Artículo: el cenicero
- Preposición: sobre la mesa
- Conjunción: tú y yo
o Expresiva
Los grupos de intensidad no se realizan entre pausas, salvo que su extensión sea igual a
la del grupo fónico. Los grupos de intensidad son conjuntos de sílabas no intensivas que
se apoyan en una sílaba intensiva. Los grupos fónicos son conjuntos de palabras que
van entre pausas conceptuales, se expresen o no. En la frase «En el tren que se alejaba
iba la que me dejó».
Pues bien, los grupos fónicos se ven afectados por variaciones de la curva melódica
a las que se denominan ramas. En la curva melódica se distinguen rama inicial, rama
central y rama final.
La rama inicial termina en la primera sílaba que recibe el acento:
Enunciativas
Terminan con tonema descendente. Por ejemplo:
voy a casa
Imperativas y desiderativas
Llevan tonema descendente. Por ejemplo:
¡Estudia! Hazte un hombre de provecho.
Dubitativas
Si el tono es optimista, el tonema es ascendente.
Por ejemplo: ¡Quizá apruebe esta evaluación!
Exclamativas
El tono es más elevado que en la interrogativa. Por ejemplo:
¡voy contigo!
Cuando hay interjección, parte de ella el tonema descendente:
¡ay! qué dolor
3.4. PERSPECTIVA DIACRÓNICA
• Sistema vocálico
El latín clásico disponía de diez fonemas vocálicos distinguidos por abertura, localización
y, además, por cantidad:
(breves) (largos)
Como los largos se realizan normalmente más cerrados, el sistema quedaría así:
El sistema perdió definitivamente /e/ /o/ cuando ie / ue se identificaron con los fonemas
/i,e,u/, con lo que quedó establecido el sistema actual ya en la Edad Media:
• Sistema consonántico
Para el siglo XVII puede decirse que ha cuajado el sistema actual, si bien hoy aparecen
tendencias a igualar I /y, aunque no lo admita la norma
En la transcripción fonética se representarán los alófonos, las pausas y los tonemas, así
como los acentos.
En la transcripción fonológica se representarán los fonemas, las pausas, los tonemas y los
acentos.