Psi Co Teatro
Psi Co Teatro
Psi Co Teatro
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PSICOTEATRO
INDICE
PROLOGO 3
PSICOLOGIA Y TEATRO 5
EL ARTE ESCENICO 6
ELEMENTOS 13
MAS ELEMENTOS 17
ACTUAR Y CRECER 22
LA RELACION PSCOTERAPEUTICA 27
DIALECTICA DE LOS CONTRARIOS 31
HUMANISMO, EXISTENCIALISMO Y AYUDA 37
LA ESCUELA DE VIVENCIA 43
EL SILENCIO CREADOR 51
LIBRAR OBSTACULOS 55
PSICOTEATRO 59
UNA CRISIS MATRIMONIAL 60
A TRAVES DE LOS OTROS 65
POSIBILIDADES 69
PIRANDELO, STANISLAVSKY, ARTAUD Y ANTES 73
LA DRAMATIZACION TERAPEUTICA Y LA TEATRALIZACION PSICOLOGICA 80
ESCENA Y META-ESCENA 87
LA PRACTICA 92
EPILOGO 111
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PSICOTEATRO
PRÓLOGO
El programa combina técnicas estructuradas dentro del terreno artístico (en el ejercicio de
las improvisaciones teatrales), así como dentro del programa psicológico-holístico (diferenciar y
habilitar áreas personales).
El proyecto de trabajo con la teatralización como técnica de expresión para crecimiento del
ser humano es afín al método ruso de Konstantin Stanislavski (escuela de teatro que enseña a crear
la vivencia), equiparándola con objetivos específicos de actualización existencial (auto aceptación,
desarrollo de la creatividad, espontaneidad, la habilidad de vivir en el aquí y en l ahora, ser
congruente con lo que pensamos, sentimos y hacemos).
Con base en un enfoque fenomenológico-escénico guiamos la labor del grupo. Cada persona
integrada en el curso lleva a cabo un proceso de encuentro con su experiencia viva, desarrollando
la técnica de la improvisación hacia el involucramiento de sí misma; abriéndose poco a poco el grado
de empatía entre el mundo interno y externo de la persona en el tiempo de la interacción consigo
misma y con los demás.
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PSICOTEATRO
Agradezco la dicha de compartir con mi marido Abraham Stavans una experiencia de vida y
de amor profundamente renovadora a través de los años. También el conocimiento conjunto y
concretamente los capítulos La Escuela de Vivencia, El Silencio Creador, así como el marco teórico
(teatral) para cada sesión.
Mi gratitud a mi hijo Ilán Stavans por su apoyo constante para la realización de este libro. Y
por último a Igal Shek, cuyo estímulo a mi persona ha sido un detonador para consagrarme a la
última etapa e estos escritos: su publicación.
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PSICOLOGÍA Y TEATRO
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PSICOTEATRO
El ARTE ESCÉNICO
El arte es la capacidad que tenemos para poner en formas nuevas y originales lo que sucede en
nuestra experiencia cotidiana. Aquello que nos deja internamente una huella, una inquietud, o una
duda; vacíos y carencia que se nos han acumulado a través de nuestra historia personal. En el arte
podemos expresarnos de manera renovada y expresarse por otros, en la representación. A partir de
ese momento, un nuevo sentido tendrá dicha expresión tanto para el que la hace como para el que
la recibe. Este nuevo significado va más allá de ser una repetición o la recreación de la experiencia
misma. La producción artística no se limita a ser una experiencia de aprendizaje; sus dimensiones
se amplían de tal forma que llegan a integrarse dentro de una nueva modalidad que incluye a la
propia persona que crea y a quienes presencian el mensaje de la representación, formándose una
unidad. Este conocimiento común abarca mucho más de lo conocido hasta el momento, comprende
terrenos latentes, intuitivos, que dejan entrar toda una magia, ampliándonos las experiencias
internas que se correlacionan después con otras externas, y así encontrar mundos maravillosos.
Vivencias personales referidas al universo propio de cada sujeto, que una vez vertidas en forma
creativa, el proceso de la experiencia se vuelca primero hacia el propio artista creador, para de ahí
alcanzar al espectador que está percibiendo la obra de arte.
Las artes son entendidas como expresión y necesidad de participación del mundo emocional
que nos sustenta. El producto lo enviamos a una colectividad para afectar directamente sus
sentidos, generado a su vez emociones placenteras o dolorosas que cierran el círculo empático de
la comunicación colectiva. En el arte conocemos ciertamente los misterios de la naturaleza humana,
las raíces del microcosmos que se manifiesta desde los rasgos ancestrales del cromosoma hasta la
infinita vastedad de nuestro espíritu. Contribuyendo con ello a la permanencia de la humanidad,
garantizando así, su existencia como único ente vivo que no perecerá jamás. Gracias a la cadena
regeneradora vivificada por la expresión del espíritu.
La verdad del arte es una sola, las técnicas para comunicarla son múltiples. La naturaleza es
el modelo que el artista imita y reproduce de una manera realista, o lo recrea en forma onírica,
subjetiva y abstracta. De la naturaleza de las cosas los artistas toman los símbolos que van a ser
motivo de la creación. Un símbolo es la resultante de una serie de formas que se sintetizan en una
sola, fácilmente reconocible en todos los tiempos y en todos los espacios, por eso el símbolo es el
lenguaje universal en todos los tiempos y en todos los espacios, por eso el símbolo es el lenguaje
universal por excelencia. Es la imagen inicial, es el esquema que adopta la naturaleza para que el
artista llegue a recrearla dotándola de poesía, esto es, de calidad humana.
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PSICOTEATRO
La combinación de las artes en el teatro acontece en los actores. Cada uno tiene sus recursos
propios, cada uno maneja sus máscaras, aunque siempre estén dispuestos a despojarse de estas en
el momento del conflicto dramático. Ahí el fenómeno teatral se realiza para estimular nuestra
conciencia y emoción, esto a favor de la desnudez vital que la verdad requiere. El teatro se nutre de
todas las formas artísticas posibles. La constelación teatral se realiza en la escena para destruirse
luego y quedar solamente como una imagen impura en la memoria. Todo ello con el propósito de
referir al paso del hombre por la historia.
El arte teatral tiene la vitalidad como una pintura en movimiento que ilustra una obra, de
tal manera, que la hace accesible a todo género de personajes; le otorga evidencia y le confía
realidad. El arte teatral siempre ha sido de género colectivo, levantándose donde la dramaticidad
poética del talento está combinada con los diferentes elementos que conjuntamente colaboran
desde adentro: actores, dramaturgo, director, escenógrafo, etc. En este sentido, la concepción de
una obra es pensada primero por el director quien imprimirá sus puntos de vista básico, pero
siempre abierto a los demás, principalmente a los actores que refuerzan o modifican su concepción.
El verdadero sentido artístico es impartido en la acción teatral, unificándose con el género creativo
que nace del actor. Se requiere evidentemente, de un gran talento artístico y de pasión verdadera
para que un actor pueda llegar a su máxima grandeza interpretativa, de otra manera el actor será
incapaz de trasmitir los anhelos universales y las tribulaciones del hombre.
Un actor crece siempre y cuando a lo largo de la acción desarrolle su trabajo con calidad de
identificación interpretativa. Un artista genuino, real, puede llevar una vida interesante, variada y
exitosa, pero lo absolutamente indispensable es que lleve una vida auténtica y sea capaz de
reproducirla en escena. No debe limitarse a conocer lo que pasa a su alrededor, sino que ha de
obligarse a extender su apertura hacia distancias apartadas que enriquezcan su experiencia. Debe
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PSICOTEATRO
estudiar la vida y psicología de la gente que lo rodea. Uno de los deseos primordiales del ser humano
es alcanzar la belleza con que ha sido dotado el mundo. La experiencia, los conocimientos, las
cualidades estéticas son atributos que desarrolla el ejercicio teatral, ya que el artista posee la
riqueza más grande, los medios más poderosos de comunicación para llegar a miles de espectadores
en un solo momento.
Es muy importante tomar en, que el teatro no es esencialmente un arte literario, aunque
muchas veces ha sido mostrado en algunas escuelas y universidades como si así fuera. Es importante
tomar en cuenta que la parte literaria de una producción teatral debe estar subordinada sólo a la
parte histórica. El mayor impacto que el teatro tiene sobre el público parte del trabajo de los actores:
diálogos, cantos, bailes, mímica y la representación del espectáculo en su conjunto. El espectador
puede encontrar después el sentido de la obra al reflexionar en el mérito del libreto, o lo que
llamaríamos su mensaje, que es ya un elemento secundario. Pero incluso, todas estas grandes obras
requieren siempre de la cooperación del artista escénico, que hará que la historia literaria se
convierta en un aviva y vibrante tarea teatral. Los actores, más que reflejar solo una creación que
ya ha sido dramatúrgicamente expresada por el autor en el texto, le da cuerpo, voz y presencia a lo
que solo ha sido una sombra proyectada en la escritura.
El drama poético fue estimulado por la polis griega y los dramaturgos más importantes:
Esquilo, Sófocles y Eurípides en La Tragedia. Este género provocaba en el público sentimientos de
tristeza y de dolor, y Aristófanes en La Comedia provocaba la sonrisa y la carcajada. La máscara
aparece para personificar las características distintivas de ciertos tipos de persona o animales. El
impacto transformador de la persona del actor era, por lo tanto, radical y concreto. Aparece también
con Eurípides la inclusión del público en los acontecimientos teatrales; los coros, que en la
escenificación de La Tragedia representaban al pueblo observador.
Italia fue el centro del Renacimiento en lo que se refiere a la escenificación, hace a un lado
el mensaje religioso de la Edad Media, cuando se representaban pasajes del antiguo testamento
teñido de humor para abordar el mensaje ético-dramático. Es legado romano el escenario
rectangular y profundo.
En el Siglo XVI se establecen las compañías de teatro que habían rondado por toda Europa
desde la Edad Media y comienza el teatro construido. Aparece Shakespeare, y con él se lleva por
primera vez la vida real al público isabelino a través de los caracteres y los diálogos, el vestuario
caracterizaba a los personajes enfatizando su individualidad y a las clases sociales. Se acondiciona
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PSICOTEATRO
el escenario con música y luz artificial, y la demanda del público se centraba en la poesía, acción y
pasión dramáticas pero de corte intelectual.
Posteriormente, en el Siglo XVIII, los personajes principales eran individuos de alto linaje y
posición social, la llamada clase baja solo aparecía como servidumbre o vasallos, y generalmente
presentados en términos de comedia baja.
En primera parte del XIX el teatro logró ser un poco más democrático, mucho más dirigido
a la clase media alta, pero no necesariamente aristócrata. A mediados de éste siglo todo el teatro
europeo se había convertido en teatro de clase media, era un espectáculo de entretenimiento para
la aristocracia; sin embargo, seguía siendo sumamente importante, especialmente en Londres, que
los actores encarnaran a personajes de la clase obrera. Las obras que habían tenido éxito en Europa
trataban generalmente, acerca de hombre y mujeres de buena posición social, y la trama giraba en
torno de asuntos sexuales o de interrelación humana.
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PSICOTEATRO
Después de la Revolución Rusa de 1917, el teatro soviético tomó un giro hacia la clase
obrera. Los grandes personajes eran los fuertes obreros que simbolizaban a la clase social
emergente de la nueva Rusia. Todo lo que representara a la burguesía, la elegancia, el buen vestir,
el poder y la riqueza eran considerados en ese momento como síntomas de la decadencia. Podemos
añadir que este género teatral llegó a infiltrarse hasta en el teatro norteamericano en una serie de
producciones de gran importancia. Entre estos grupos uno de los que más destacó fue el New York
Group of Teather, bajo la dirección del famoso director Harold Klurman, quien llevó a escena obras
de carácter social durante la época de depresión.
En la Escuela de Vivencia (Stanislavski) se capacita aquel que cuenta con ciertas condiciones
innatas e expresividad dramática. La enseñanza desarrolla y complica la labor del estudiante actor
para lograr una comunicación que emane desde su profundo sentir, sobre el contenido emocional
y psicológico del personaje a representar. Y como consecuencia de un proceso vivencial, nace
espontáneamente con la práctica aprendida, la escena necesaria y la conducta que los actores
apreciarán. Los seguidores de Stanislavski preparan al actor en un contexto de educación artística
para que sea capaz de representar a los personajes de una obra o de un espectáculo teatral,
haciendo un análisis del contenido intelectual y emocional del texto construido por el actor, y a
partir de éste, la forma externa que él mismo adoptará para manifestar su motivación.
Con Stanislavski se acaban las estrellas. Todos los actores entran en una disciplina regida
por el director y se busca la caracterización. El actor cuenta con una condición innata, gran facilidad
de expresividad dramática al trasmitir un mensaje ajeno a su propia realidad; que con la adquisición
del método se habilita en la actividad. A la Escuela de Stanislavski le interesa la labor del actor,
cuando ésta se realiza a partir de un análisis exhaustivo de los motivos que llevan al personaje a que
sea de tal manera y no de otra. Busca la identificación personal con el contenido emocional en la
trayectoria de sus acciones, situándose siempre en la forma más concreta y presenta de la
circunstancia dada del contexto situacional.
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PSICOTEATRO
función de la concentración del carácter individual del personaje, despertando sentimientos que
revive.
Para poder entender el arte escénico en su estructura habría que relacionarlo en primer
término, con el creador de la pieza teatral. Ésta persona está recogiendo de su vida, de sus
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PSICOTEATRO
relaciones personales y sociales y de la observación del medio que lo rodea la intuición que le
permite profundizar sobre su experiencia interna como persona; y al escribir una pieza teatral pone
de manifiesto precisamente, esa manera nueva y original que cuaja en la magia de una nueva
realidad, por más que ésta sea efímera como la vida misma. Estos elementos que se manifiestas en
la acción escénica son básicamente elementos humanos, que retoman los personajes descritos por
el autor, identificándose con las personalidades propias de los actores. A partir de ello se produce
un nuevo fenómeno de creatividad; la realidad misma se recrea en función del personaje, para
tender un puente solidario entre el autor y la otra persona, que en éste caso es el público. Todos los
demás elementos son espacios temporales y artefactos necesarios para manejar la intencionalidad
de la experiencia a realizar.
Al afirmar que el arte escénico es un catalizador social y personal, es decir, que desde que
el hombre es y vive, siempre ha tenido la habilidad de recrear, de reproducir la realidad en la que
se mueve; la realidad de su vida personal y social, para que sea percibida y escuchada de nuevo pero
en una forma diferente por otros. A través de la historia de la humanidad el hombre ha hecho,
escrito y representado teatro, cuyo destinatario es el otro. Aquel que en un momento dado está en
frente para recibir la expresión que surge de toda la capacidad expresiva del hombre, tanto de su
corporalidad como de su palabra.
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PSICOTEATRO
ELEMENTOS
Fue hasta fines del Siglo XIX que las improvisaciones escénicas habían sido utilizadas en lo
que podríamos llamar teatro serio, aquel nacido de la tradición literaria del drama griego que se
propagó por toda Europa. En Rusia, Konstantin Stanislavski introdujo formalmente la improvisación
en el teatro como parte importante de la disciplina, y lo hizo pensando en los actores. Usó la
improvisación para enseñarles las técnicas de motivación interna de la actuación; encontrar los
significados conscientes del inconsciente.
Actualmente el teatro, el cine, la radio y la televisión son, por lo tanto, elementos que
aprovechando el avance de la tecnología diversifican y unifican al mismo tiempo, los datos del
progreso con el propósito de aglutinar los intereses vitales del hombre actual. Sin embargo, de todos
estos medios de expresión, ha sido y es únicamente el teatro, por su inherencia al hombre, el que
ha tenido un largo historial como agente terapéutico. El primer intento meramente científico fue
hecho por Jacobo L. Moreno quien desarrolló el Psicodrama a principio del presente siglo, elaboró
una teoría sobre la espontaneidad, para llegar al listo para actuar; una respuesta creativa a la
psicopatología.
Las artes, la ciencia y la filosofía, en este mismo ciclo ofrecen opciones de encuentro del
hombre consigo mismo y con su circunstancia, con un enfoque existencial ampliamente
desarrollado por J.P. Sartre muchísimo antes de que apareciera el psicoanálisis y otras modalidades
de tratamientos psicológicos. En los procesos de identificación y empatía, en donde manifestamos
nuestros sentimientos, y en los cuales utilizamos el cuerpo y la palabra como vehículos de expresión
espiritual. O bien, proporcionar una terapia basada en los principios de una reacción catártica
(revivir una situación cargada de afectividad, con el propósito de actualizarla).
Todas las técnicas desarrolladas en los terrenos terapéuticos del drama ofrecen
modalidades de descarga afectiva, y muchos otros elementos de ayuda al ser humano. La terapia
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PSICOTEATRO
en el teatro promueve las conductas que constituyen e integran el actuar en la vida cotidiana. No
necesariamente se debe ser terapeuta o artista profesional para gozar de los beneficios del
aprendizaje que entraña la vida en el teatro. A una persona común, poder actual le puede servir
como puente para movilizar recurso interno en la vida emocional. Es importante por lo tanto
reafirmar que la espontaneidad en el teatro ayuda a la persona, ya sea actor o no, a poder vivir de
manera más plena y comprometida.
El teatro, en la vida cotidiana del hombre, es una actividad por esencia universal y
corresponde en múltiples facetas a las etapas evolutivas de la humanidad y del ser humano en
particular. Los niños juegan siempre en un escenario imaginario en el que cambian frecuentemente
de roles, los adolescentes simulan ser héroes que cumplen sus papales en el espacio de la fantasía
como preparación para la vida real. Y los adultos memorizan entrevistas, textos de trabajo, o toman
actitudes dramáticas para poder preservar su posición en el ámbito social.
Las sociedades primitivas también les dieron vida a las dramatizaciones, un lugar muy
importante en su vida psicológica. Al expresar sus ritos, crecieron los mitos y los rituales,
manifestando su terror al invierno (muerte), el acto e la siembre (sepultura), a la esperanza de la
primavera (vida) y a la recolección de la cosecha (resurrección). En cambio, las sociedades profanas
hicieron que el público fuera solo un simple testigo. En la Europa medieval, la metáfora dio comienzo
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PSICOTEATRO
a su proceso; el misterio de las pasiones humanas, de los valores sociales y religiosos, comenzó a
desembocar.
El teatro es fundamentalmente aquel que nos hace cree. En este aspecto difiere
esencialmente de la música que muy pocas veces se propone imitar aspectos de la naturaleza,
excepto en obras concebidas bajo una estética especial con base en ésta o en composiciones que
producen fielmente los sonidos del viento, las aguas profundas del mar, el aullido de las focas o el
silbido de las aves. En este sentido la narrativa literaria está más cerca de la intención teatral. En
una historia literaria es preciso otorga especial atención a la credibilidad semántica independiente
de su estructura formal; incluso en las obras de ficción debe operar una lógica de los sucesos si la
historia ha de sostener la atención del lector. Sin embargo, en el drama deben ser los actores
quienes con su habilidad hagan que el público crea en la representación mediante el lenguaje, el
movimiento y la proyección de los sentimientos enmascarados dentro de múltiples contextos.
El pensamiento dramático es una llave mental por la que fluyen nuestras ideas y
sentimientos. Podemos examinar estas características en tres diferentes dimensiones, personal,
social y cultural. En lo que se refiere al aspecto personal podemos decir que el pensamiento no está
limitado a nuestro cerebro. Las ideas se relacionan con la mente y el cuerpo, con el sistema nervioso
y los latidos el corazón; también incluyen lo cognoscitivo, lo afectivo, lo sensible y lo moral. No existe
la emoción pura o el intelecto puro, ya que ambos son movidos por una totalidad sensible del ser
humano. Y una de las más elevadas de la mente es la imaginación, está ligada con toda nuestra
inteligencia, en un proceso unificador que permite el como si del pensamiento. Lo que nos da la
posibilidad de considerar las opciones múltiples del acontecer escénico.
¿Qué clase de ser puede cambiar identidades con su simple deseo? Si el hombre a sido
creado supuestamente para llevar consigo un solo ser. Sin embargo, mientras el actor está en escena
se deleita con una suerte de omnipotencia, un privilegio que ni siquiera es otorgado a seres sacros.
Cualquier cosa que haga, cualquier crimen que parezca cometer no puede ser interrumpido cuando
se presenta en escena. Aun así, al mismo tiempo parece estar anormalmente expuesto y ser
frágilmente dependiente de sí mismo. Y aunque el drama mismo pueda ser interpretado como la
personalización de los espíritus de los vivos y de los muertos, tiene sin embargo algo fantasmal y
persecutorio en la encarnación del actor.
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PSICOTEATRO
El poder que el actor posee puede recordarnos también los prototipos primitivos que
reviven en sus gestos y en sus palabras. Retiene algo de lo misterioso y libre de un hombre pintado
con sangre y vestido con pieles de animal, venerando a la luna, un curandero curando a su tribu y
permitiendo ser descuartizado y reintegrado nuevamente por los espíritus que posee en su cuerpo,
un sacrificador y un dios. Cualquier imagen primitiva que pueda sugerir la energía que proyecta el
actor al ser otro, es fundamental en la naturaleza de su arte. Es una figura de temor y de fe, de
deleite extraordinario por la virtud de sus agallas, cuya fuerza es sentida por todo el auditorio,
respondiendo correctamente a su trabajo, entablando el diálogo exacto con cualquier
representación que esté llevando a cabo.
Siempre ha existido un lazo irrompible entre lo psicológico y lo físico, ya que detrás de cada
acción corporal (también el leguaje los es), existe algo psicológico, o sea que los elementos del alma
humana las partículas del cuerpo son indivisibles. Cada palabra y cada gento revelan sentimientos y
pensamientos que serían –en este caso- el subtexto de la escena, y la actuación debe demostrarlos.
El actor adquiere la verdad a través de la improvisación, porque esta lo lleva a encontrar las acciones
físicas que son adecuadas para él y para los subtextos. Por lo tanto, palabras tales como imitación,
identificación, caracterización, que describen el proceso de representación en una forma natural y
directa recobran en labios del actor su verdadero significado. Si describimos lo que un actor hace
con la palabra imitación, es como si el actor trajera –mediante una vivencia- algún objeto externo a
él; sin olvidar que estos trabajos no son los que el actor hace mejor, ya que no provienen de sus
sentimientos (acciones internas). Un actor no es un hombre que simplemente presenta una
cuidadosa imitación de la conducta de otros hombres, o inclusive, de la suya misma. El actuar no es
un vehículo mímico, llega a nosotros porque lleva consigo mismo una fuerza definitiva de
creatividad. Sentimos una energía presente en la representación de un buen actor, representación
que va mucho más allá de la demostración de lo que una persona real parece. El actor es él y su
representación, su ser y su parecer, no como elementos yuxtapuestos, sino como esencia
ontológica.
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PSICOTEATRO
MÁS ELEMENTOS
El arte escénico se ha formado eternamente por los representadores, actores que junto con el
auditorio crean un mundo fantástico-real que atestigua en hacer creer en aquellos que, por medio
de la experiencia, reviven por un momento partes significativas de su propia realidad. El fenómeno
teatral siempre ha tenido dos elementos complementarios, los actores, intérpretes de los
personajes, y los que en una forma aparentemente pasiva escuchan y observan la representación.
La escenificación entendida de esta manera da lugar a la presencia de la realidad concreta y objetiva
de la función.
Desde luego el encuentro humano entre los actores y los espectadores es más efímero que
los que se llevan a cabo en la vida real, aún en su fugacidad está atestiguando una comunión. Para
lograr la escenificación, el actor se hace creer a sí mismo, a la vez que hace creer a los demás que
ese es ahora él en verdad. Ambos son testimonio de un hecho que los está tocando
significativamente, permitiéndose llegar a veces hasta la profundidad, entrando y saliendo con
velocidad, pero dentro de tiempo y espacios personales creados precisamente por el mismo
fenómeno teatral, y vividos en la realidad únicamente por los mismos actores y espectadores.
Dada la creatividad del autor, los personajes son nuevos en la percepción del auditorio, y a
la vez conocidos en la medida que existan en su interioridad preconscientemente, ya que
continuamente transferimos nuestras figuras afectivas originales en otros posteriores. De esta
manera, el autor, los actores y el espectador forman parte del mundo que aparenta ser ámbito
exclusivo del personaje representado, pero que en realidad ejerce un mayor o menor grado de
resonancia en el espíritu del espectador. Cuando decimos que el arte escénico es un espejo de las
conductas humanas, lo entendemos a través de este prisma empírico que ha sido generado por el
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PSICOTEATRO
fenómeno mismo de la identificación. De igual forma, cuando el autor creó al personaje realizó un
proceso de identificación previa con personalidades idóneas, o bien con partes de la suya propia.
Los actores se fusionan con los personajes construidos por el actor, así como sus personalidades
que ha percibido análogas al personaje. Y, por último, cada una de las personas que forman al
público se unifica con los personajes creados y representados, y al hacerlo encuentran elementos
individuales en común, aparentemente desconocidos, o por lo contrario, perfectamente manejados
a lo largo de su vida. El actor siempre debe estar consciente de la distancia que hay entre su
identidad y la del personaje, si llegara a perderse entre ambas, entraría en confusión, dejando
automáticamente de hacer arte. Ya no tendría la facultad de empalmar otra personalidad dentro de
la suya, en pleno uso de su consciencia, apoyado de la técnica requerida.
En cada una de las personas del público sucede lo mismo, aunque de otra manera. El
fenómeno de acercamiento y alejamiento simultáneo (a través del acto de la representación) entra
en una dimensión interna del personaje, vivificado en la persona del actor. El espectador escucha y
observa lo que la persona del personaje necesita, entiende lo que le trasmite, y percibe sus modos
corporales. Con base a sus expresiones capta sus mensajes y actitudes, y con sus palabras
complementa la experiencia, porque el guión en si delata la intuición, el temor, y el amor con que
se construyó la escena. El espectador, también se identifica con aquellas partes del papel que, por
medio de la ovación y asociación, de experiencias propias le permiten acompañar al actor personaje,
sintiéndose inmerso y viviéndolo frente a sí, gracias a la expresividad del representante y a su propia
emoción.
Actor y espectador al mismo tiempo guardan una distancia con la realidad concreta que está
sucediendo en ese momento, puesto que existe una parte de existencia que no está siendo
involucrada, esta es su presencia física que está instalada absolutamente en el aquí y en el ahora
del tiempo y del espacio real, también las partes de su razonamiento y su afectividad se conectan
con el devenir de su realidad individual y su interacción social. De esta manera el fenómeno
fantástico-real se instala en elementos semiconscientes de la persona, dentro de una parte que ve,
escucha y entiende lo que sucede, de lo cual puede comentar, pero también se instala en aquella
otra parte que no se puede describir, explicar o entender de inmediato porque todavía no es verbal.
Es la que está dentro, en proceso de elaborar experiencias anteriores.
Para realiza debidamente una función, el actor cuenta con dos elementos personales, el de
la expresión oral y el del lenguaje corporal (analógico e intuitivo), que se refiere a toda expresión
lograda con la motricidad. Usando todo su cuerpo, o partes de este, hasta la realización de
movimientos más finos como sus gestos faciales y manuales con los que tiene la posibilidad de
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comunicar necesidades, sentimientos, actitudes y deseos. Desde la manera más basta hasta la más
sutil, jugando también con lo caprichoso y súbito de un movimiento rápido o una secuencia mímica.
Cada uno de los espectadores percibe el acto teatral de acuerdo a su propio acervo vivencial;
partiendo de su personalidad, de su manera de ser, incluyendo sus experiencias pasadas, y la
manera como las vive actualmente. No olvidemos tampoco sus prejuicios, temores y fantasías, en
una perspectiva circunstancial que distingue y salva definitivamente su espacio vital del área de los
acontecimientos. El público no tiene compromiso alguno que lo obligue a expresar su palabra, ni
cualquier tipo de asociaciones que pasan por su memoria; los sentimientos que lo invaden durante
la representación se manifiestan libremente. La experiencia interna que esté viviendo en esos
momentos no la exterioriza, y las reflexiones y los cambios alrededor de las mismas son de su
exclusiva competencia; aunque puede también ser que él mismo ni siquiera se percate de algunas
conexiones que su organismo produce según ciertos contenidos percibidos. Tampoco necesita
expresar con su cuerpo más alá de una actitud básica, puede manifestarse muy interesado a través
de su posición corporal, o muy aburrido, con una muy limitada variedad de movimientos que no
rebasen en el estado de pasividad.
De ésta manera el público se encuentra en una situación que lo mantiene a salvo de una
interacción directa personal. Con su cuerpo (ningún actor hace contacto físico con el público) y con
sus recursos intelectuales (la libre comunicación de experiencias internas) los acontecimientos se
producen frente y fuera de él, y no necesita hacer nada con ellos. A lo único que se debe limitar
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PSICOTEATRO
(privilegio con el que cuenta), es recibir simplemente aquel mundo fantástico que sucede ante su
presencia. Sin embargo, aunque no se involucre –paradójicamente- sin su presencia no podría
realizar el espectáculo de manera completa. Aunque la pieza teatral tiene sentido por sí misma
como literatura dramática, nosotros afirmamos que no existe teatro sin espectador, ya que solo
ante éste tiene verdadero sentido el mensaje.
Aun así, para fines de nuestra comprensión psicológica del fenómeno, el espectador tiene
la absoluta libertad de captar el suceso escénico a su manera, de reflexionarlo y de sentirlo;
comunicando tan solo un mayor o menor grado de atención durante la escenificación, y un atisbo
de su apreciación personal. Sería tremendamente amenazante para los espectadores que asisten a
una representación teatral, si de repente un actor en medio de su trabajo escénico, tocara el cuerpo
de éstos. El mundo mágico se rompería, y la defensa de cada espectador también, provocándose un
grave desequilibrio al tener que responder a un compromiso interpersonal directo, que, aunque
percibido en distintas direcciones internas del espectador, se encontraba sumamente lejos de los
sería un contacto real.
En este sentido entendemos los privilegios, y las limitaciones, al mismo tiempo, en los que
se encuentra el espectador. El mundo mágico del fenómeno teatral tiene que manejarse /a manera
de ley/ en medio de una separación y de una integración al mismo tiempo de los dos elementos que
lo forman, actor y espectador. El primero crea una situación, dialoga con otros actores y vive en un
ambiente de espacios simulados, tiempos y circunstancias; el otro recrea en su interioridad, y como
experiencia privada, la ilusión vivida. Ninguno de los dos puede romper las barreras que envuelven
a la misma dramatización, porque al hacerlo desestructurarían la esencia de la representación
escénica. Y si esto sucediera dejaría de ser teatro. La garantía que tenía el espectador de ser
solamente afectado en su estructura psicológica interna, se perdería por completo. Se estaría
entonces forzando al público a involucrarse en los hechos con su cuerpo, su acción y la emisión de
las palabras. Se habrían quebrantado las reglas del juego para dejar entrar una caótica interacción
entre la persona el espectador, la personalidad que se esté representado, más la persona del actor.
El desequilibrio de desencadenaría al mezclarse la representación fantástica de otros seres con el
actor-persona-real, el personaje escrito y el espectador. En este caso, se revolverían las dimensiones
de todos y chocarían entre sí, amenazando la experiencia directa y presente de cualquiera de los
dos seres reales.
El propósito de este estudio es aportar una nueva forma de pensar dirigida el fenómeno
teatral y a los elementos humanos que surgen de la confrontación que se opera entre el actor, el rol
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PSICOTEATRO
y el auditorio. Aunque las obras de teatro sean mejor entendidas como medios de intensificar esa
confrontación haciendo que sus esquemas de representación se carguen de sentido; el ejercicio
teatral existe por sí mismo para satisfacer una profunda inclinación humana hacia la actuación. Es
importante comprender más profundamente lo que existe entre la persona que actúa, el personaje
que crea y el público que observa, haciendo más existente, más sustancial y más completo en su
proceso de comunicación. En suma, satisfacer el impulso que lleva a la persona a actuar y recibir la
respuesta como vía de autoconocimiento y realización existencial, también nos permite disfrutar
del arte escénico como tal.
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PSICOTEATRO
ACTUAR Y CRECER
Los aspectos artísticos en toda manifestación teatral son tan amplios y diversos, que es necesario
darles una importancia por separado a cada uno de ellos ya que el teatro existe por encima de todo
para el actor, y sin él, éste no puede ser. Para algunos, su cauce o dirección fuera de ser meramente
un medio de diversión puede ser terapéutico (en esta ocasión éste es nuestro enfoque), o
puramente educacional. Algunos tendrán en él una dirección social, la otros encontrarán será
primordialmente artística y creativa. Cualquier método que se busque o se adopte en el teatro será
solo el principio, ya que los que realmente buscan una respuesta clara y profunda, encuentran un
campo grande y extenso donde podrán usar sus emociones, deseos o imaginación. Una vez
comprendido el término teatro pasamos al término actuación y su respuesta. Si la actuación
contiene un fuerte énfasis en tantos y variados campos de la actividad, debemos primero que nada
enfrentarnos con alguno de los temores y asociaciones que existen en las mentes de la gente. Para
muchas personas el término actual es muchas veces usado en forma degratoria, asociado
comúnmente con lo ilusorio en vez de lo real. Escuchamos infinidad de veces a la gente decir que el
actuar es falso, que no existe verdad en ello. Analizando esto podemos tal vez asegurar que tales
afirmaciones son simples escapes y que existen actores que son básicamente exhibicionistas. Sería
muy peligroso estimular estas situaciones en donde el mundo del hazme creer se apodera del
mundo real.
Primero debemos tratar de describir que es el actuar. El actuar es una interpretación, una
personificación de aspectos humanos en diferentes y variadas situaciones. Puede ser el envolverse
a representar la parte de otra persona o tal vez requiera la respuesta imaginativa de uno mismo a
algún estado o serie de circunstancias especiales. En cualquiera de este caso las cualidades
necesarias para la mejor actuación son también las cualidades necesarias para poder vivir una vida
más plena. En ambos casos tratar de relacionarse con uno mismo, dejarse influir por condiciones
del medio ambiente que físicamente nos llevan a manejar las relaciones con diferentes personas.
Aunque toda esta comprensión se lleva a cabo en parte en base a una imaginativa mental, la
actuación es personificar una situación con verdad, y tendrá entonces el actor o la persona actuante
que comprometerse con todo su ser.
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PSICOTEATRO
que están cerca, empezando a diferenciar nuestra persona de los demás al comunicarnos e
interactuar. Nos manifestamos con distintas conductas al adoptar formas teatralizadas que se
instalan muchas veces en el estereotipo, o bien salen hacia la creatividad y la renovación.
A través de la historia se observa que las comunidades ven en los actores elementos de
veneración (Grecia y Japón) o de persecución (Inglaterra y China) o bien de ambos. Los actores han
sido tratados como espíritu de la muerte y fueron víctimas del sacrificio en los tiempos primitivos,
la gente disfruta al verlos con sus vestuarios en las represen ciciones, aunque siempre existe tensión
y hostilidad, expulsión y destrucción. Gusto y vergüenza se entremezcla en el sentir del público. Los
actores son elevados por encima de la comunidad (auditorio) por el rol que juegan, pero al mismo
tiempo sirven para su placer. Existe un doble impulso de atracción y repulsión por ambos lados; el
espectador se une a todo el auditorio para alabar su energía temerosa, para sentirse invadido por
su capacidad de riesgo y atrevimiento, para disfrutar de lo que le pasa. Por otro lado, el actor siente
también un doble impulso a través del auditorio; el espectador representa el riesgo que persigue y
al mismo tiempo el inmenso cuerpo de placer que controla una ola de amenaza y promesa
simultánea y constante durante la representación, haciéndolo en forma vivencial.
El pensamiento dramático se convierte entonces en una llave por la que fluyen nuestras
ideas y sentimientos abarcando dimensiones sociales, culturales y meramente personales. Con
respecto a éstas últimas debemos saber que el pensamiento no está limitado a nuestro cerebro, las
ideas se relacionan con el cuerpo, con el sistema nervioso y con los latidos el corazón. La mente es
el todo, incluye los cognoscitivo y lo afectivo, lo sensible y lo moral. No existe la emoción pura o el
intelecto puro, ya que ambos son movidos por una totalidad. Y es la imaginación la actividad de la
mente que a través de un proceso unificador permite el como si del pensamiento. Lo que nos da la
posibilidad de considerar las opciones múltiples del acontecer escénico.
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PSICOTEATRO
El impulso elemental para la actividad dramática es el impulso del actor para actuar y la
respuesta del auditorio deseosa y disfrutante. La actividad conjunta del actor y del auditorio es un
medio a través del cual el hombre intenta completar su relación con el mundo, especialmente con
todo aquello que lo golpea o lo hiere como peligroso y extraño. Cuando el actor utiliza su propio
cuerpo como un medio inmediato para su arte crea una respuesta especial en el auditorio. La
actuación debe ser en forma única y la teatralización es una extensión, un desenvolvimiento, es una
manera de llevar a cabo es palpable exploración y probar esas uniones. El poder del actor radica
tanto en lo seductor como en lo dificultoso de su proceso, la demanda inherente que la imitación
corporal hace sobre la mente y la vida de los espectadores.
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PSICOTEATRO
La representación escénica ha estado siempre formada por tres elementos que afirman su
originalidad: los actores que son representadores de los personajes escritos o improvisados, el
auditorio que está constituido por los elementos del público (ajenos al proceso de la
representación), y la previa implicación creativa que viene a completar el fenómeno del arte. Para
los objetivos de nuestras reflexiones del método psicoteatral es importante observar que está
específica manera de encuentro personal entre actores y espectadores crea en su conjunto un
mundo fantástico-real que atestigua otro fenómeno, el hacer creer al otro, a través del cual el
auditoria y el artista –al estar sometidos al encuentro- reviven por un momento partes de su propia
realidad (experiencias internas, vivencias anteriores, conflictos permanentes, deseos frustrados o
resueltos). Se crea un fenómeno psicológico que en forma simultánea acerca a aleja en el actor y en
el espectador la experiencia que se realiza en la propia conciencia personal. Esto sucede con el
simple hecho de modificar el tono de voz para darle intención a una oración, o al improvisar un
movimiento corporal que caracterice por sí mismo un modelo completo de personalidad.
Así que de la misma manera que la educación teatral parte de la inspiración humana,
respeta también la vida física y espiritual del hombre y aprovecha la capacidad que tenemos de
aislarnos en medio de la gente con el fin de concentrar todo el talento para dejar fluir la creatividad.
Cada invención que emana de la imaginación del actor debe ser cuidadosamente elaborada y tener
la cualidad de contestar a las preguntas cuando, donde y porqué se realiza la experiencia fantástica;
y debe reconocer – dentro de sí mismo- la naturaleza de su lógica y continuidad. Las pasiones
representadas sobre un escenario no se forman de una serie de sentimientos variados sino más bien
de la contradicción de los mismos. Es por eso que el actor trabajará siempre a partir de sus propias
personas y nunca alejado de sí, porque en el momento que se pierda de su propia esencia – dentro
de la escenificación-, marcará la partida del verdadero vivir de su rol y caerá en el principio de la
exageración o de la falsa actuación.
Para logar atraer la atención del público hacia la acción escénica, el artista primeramente
deberá obtener una concentración correcta, una amplia imaginación y entrar en un profundo
contacto escénico emocional consigo mismo y con sus compañeros; y de esta manera conseguir lo
que teatralmente se llamaría una comunión fluida. Todo lo que acontece en la escena contiene un
propósito definido. El análisis correcto de las acciones da como resultado el sentido verdadero del
trabajo del actor.
Además del dominio de los elementos técnicos, el actor también recurre a otros de índole
psicológica y eminentemente personales que le permitirán establecer los límites vivenciales para
llevar a cabo la creación artística. Éstos se generan cuando –ayudado por el director, disocia con
originalidad su personalidad de la del personaje que está representando, y al mismo tiempo vive a
éste último profundamente. Ayudándose de toda técnica corporal verbal e imaginativa,
representará para otros un personaje que –más allá de su intención- cada espectador percibe de
acuerdo a s acerbo vivencial, aunque siempre desde cierta perspectiva que distinga y salve
definitivamente su espacio físico-vital del área de los acontecimientos.
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PSICOTEATRO
concientización. Sólo cuando se favorece la interacción, utilizando todos los recursos de encuentro
y comunicación, las personas que se escenifican a sí mismas (con el propósito de crecer como crecer
como seres humanos, entran en un diálogo con su mundo interno, para lograr dentro de éste, el
descubrimiento de su individualidad a través del desenvolvimiento introspectivo y de la conciencia
no limitada a la intelectualización. En las sesiones psicoanalíticas favorecemos la apertura de los
niveles propios de acción hacia afuera acting out dentro de un ambiente seguro, y dirigimos ésta
apertura a su necesaria elaboración acting trough.
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PSICOTEATRO
LA RELACIÓN PSICOTERAPÉUTICA
La psicoterapia ha influido en la gente a lo largo de la humanidad. Sin tener que ser identificada con
un proceso de intervención crónica en una persona, repercute siempre, de alguna manera en la
historia misma de sus orígenes; probablemente con gran sutileza en sus manifestaciones primitivas,
sin embargo, la opción individual de requerimiento, la psicoterapia ha contribuido en los cambios
de existencia de los individuos y ha sido buscada como una necesidad propia de retroalimentación
de las personas. Desde el momento en que un individuo se ha permitido vivir una relación
interpersonal que rompa continuamente su equilibrio, que lo estímulo y que le muestre una y otra
vez su libertad, puede dar por seguro que de ésta manera se encuentra en contacto con su propia
persona, habilitando su concientización. Los historiadores nos han permitido en muchas ocasiones
ver a la luz beneficios y procesos psicoterapéuticos de personas que proyectaron su vida a través de
la historia. Observar de cerca cambios de actitudes significativos (en lo político, social y existencial)
aunque de mucha gente no sepamos su proceso, precisamente por los límites de la proyección
social.
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existencial, pero desea abrirse a la libertad interna; aquel que comienza careciendo del significado
de las propias acciones para después encontrar el sentido de las mismas. Lo ayuda a liberarse de la
inseguridad a adquirir mayor conciencia y lograr la libertad.
Lo que sucede entre estos dos sujetos, es un flujo de energía que proviene de cada uno de
ellos y que se conjuga mutuamente en una profunda y clara comunicación, que implica la expresión
del proceso retro alimentador; favoreciendo la expresión abierta, por un lado, de las capacidades
intelectuales de cada uno de ellos como son la percepción, la memoria, la inteligencia, el
pensamiento (en sus diferentes tipos), y por otro sus capacidades afectivas, sus necesidades, sus
deseos, temores, sus amores y satisfacciones. Además de su lenguaje primitivo, las manifestaciones
corporales; sus espacios, sus tensiones, los efectos de la respiración, la plástica corporal y sus
posturas. Su estilo de relación y comunicación con los demás. Todos estos elementos interactúan
en una correspondencia; es necesario que la comunicación –entre los sujetos- se purifique. Uno de
los dos, en este caso el psicoterapeuta cuenta con los suficientes elementos referenciales como para
recibir todo el bagaje comunicativo que proviene del paciente, captarlo en ese preciso momento y
en la forma más clara posible, para devolvérselo de un amanera directa, con el fin de enriquecer su
conocimiento consciente para que el paciente reconozca sus verdaderas necesidades existenciales.
La teoría, el método o la técnica con la cual se identifique el terapeuta para aprovechar sus
habilidades y su necesidad de ayuda son muy variados. Todos estos parten de distintos puntos
referentes a la naturaleza del hombre mismo; para derivar de ahí, a manera de marco referencial,
la comprensión (cada vez más amplia) de la manera de ser de los seres humanos. A la fecha podemos
encontrar tres fuentes claramente identificables basadas en estudios realizados para este objetivo;
las que en su proceso histórico son simultaneas a la vez que antagónicas para los estudiosos de las
teorías y de su método de trabajo, por lo tanto, también las técnicas son distantes ya que las
filosofías que las respaldan. Sin embargo, el trasfondo de la búsqueda de todas las corrientes
coincide en llegar a la esencia de la experiencia humana.
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A partir de los años sesenta, es cuando se comienza a utilizar otros modos en la relación de
ayuda. Los grupos, por ejemplo, para un trabajo de orientación o terapéutico con un enfoque
psicoanalítico o existencial. En estos la atención del psicoterapeuta se basa en un entendimiento
humanístico que en esencia respeta la libertad de la persona. Aparecen los grupos que abren brecha
al movimiento psicoanalítico; lo que comenzó a generar un cambio en la imagen que la gente tenía
de las relaciones psicoterapéuticas en este terreno, tornándose más accesible, operativa y centrada
en el presente. La terapéutica corporal (Bioenergética, Rolfing, Yoga) comenzó también a ser
significativa, aunque no tan conocida. La Psicología Transpersonal, en donde se comienzan a
vislumbra los lazos entre filosofías orientales (Zen, hinduismos, Meditación, Técnicas Japonesas) las
aproximaciones occidentales. Todo esto con cierta apertura que va más allá del razonamiento o de
la expresión de sentimientos, uniendo mente, cuerpo y espiritualidad. Ahora que la búsqueda se
encamina hacia el presente, a diferencia de un largo y profundo recorrido hacia el pasado, el hombre
vive en sus posibilidades de evolución como ser actualizante. La gente descubre sus potencialidades,
destapa sus capacidades, y amplía su campo de conciencia para describir y procesar sus experiencias
internas y externas ganando libertad y creatividad en su expresión.
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experiencias personales del sujeto. Aquel que quiere desplegarse por el camino de la improvisación
psicoteatral, con el propósito de aprender teatro y al mismo tiempo de descubrirse y conocerse.
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Al público le llama mucho la atención aquel que puede transformarse en otro; quien en un momento
dado puede transportarlo al mundo de la magia. El actor por lo tanto es considerado como un ser
especial capaz de vivirse en personalidades y situaciones diferentes, además de despertar en el
espectador una infinidad de fantasías acerca de cómo podría ser su vida cotidiana, de qué manera
se desenvuelve como padre, esposo, hijo, novio etc. de esta manera, la gente de teatro se convierte
en un elemento que se encuentra simultáneamente cerca y lejos de las gente que los admira, ya
que deja ver, como figura pública que es, como se comporta en algunos aspectos íntimos, y eso
propicia una mayor curiosidad por saber más de su vida que por identificarse artísticamente con
este. Es por eso que el espectador se forma una imagen limitada del comediante a partir de lo que
ha visto hacer y representar. Y todo lo que podría ser su verdadero mundo es imaginado por la masa
esta fantasía, la explota el periodista a través de la noticia que llega a convertirse en un secreto
descubierto o la intriga que inventa y de hecho penetra en la intimidad de otra vida.
Otra razón importante por la cual algunas personas perciben al actor como un ser lejano al
conocimiento de su persona y al mismo tiempo cercano y atractivo, debe ser el hecho de que su
interioridad (aún en una forma no consciente), se identifica con aquella capacidad que tiene el
artista de representarse a sí mismo, de inventarse a partir de una dramatización para ser alguien
distinto, convertirse en una persona, deseos, a diferente o bien comunicar una actitud ajena. Dejar
salir aquellos sentimientos, deseos, necesidades que todas las personas tenemos, que bien sabemos
que no nos es fácil llegar a expresar porque nos sentimos limitados para lograrlo por razones
externas a nosotros o porque intuimos que estas se encuentran en nuestra complicada interioridad.
Es este elemento representativo de la sociedad –el actor-, a quien le otorgamos la posibilidad de
autoconstruirse o de auto cambiarse en su propia persona, al que por su talento le es fácil trabajar
sobre las tablas, que admiramos por sus niveles de expresión y del cual deseamos apropiarnos para
sobrevivir a nuestras limitaciones.
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PSICOTEATRO
de crecimiento se refieren a dos justificaciones extensas; una es por la manera como se ha manejado
la información de lo que es Psicoterapia, además de que los servicios institucionales amén de la
práctica privada en muchas ocasiones discriminan a las personas que los requieren; la otra es que
el método de trabajo había sido enfocado a la terapia individual no accesible económicamente para
la mayoría, ya que anteriormente los enfoques que se manejaban era únicamente lo del
Psicoanálisis y la Psiquiatría; esta última no siempre era cara, pero solo se limitaba a la
administración de medicamentos.
En lo que se refiere a México, la ayuda psicológica ha estado dirigida durante largas décadas
exclusivamente con un enfoque único al trabajo individual psicoanalítico, además orientado
básicamente a una elite de personas de una economía pudiente. Es apenas a partir de los sesentas
cuando empiezan a dejarse sentir otros enfoques de trabajo individual y de conjunto, como, por
ejemplo, grupos de encuentro, de orientación y de psicoterapia propiamente dicha con un enfoque
existencial centrado en la persona, de tendencia humanística, o con un método experimental de la
conducta; además de la derivación psicoanalítica a grupos, un amplio trabajo sistemático e
interraccional con familias. Es hacia fines del siglo cuando la imagen del psicoterapeuta y su
aproximación a la gente, recién empezó a dejar de ser misteriosa, amenazante altamente costosa,
para convertirse en accesible, práctica y operativa. Ahora la persona que asiste al psicólogo trabaja
con sus necesidades claras, y el objetivo de cambio es inmediato, en lugar de aquel largo y profundo
recorrido hacia un pasado paradójicamente interminable, o bien las interpretaciones complicadas,
aunque no siempre profundas de psicoterapeutas pretenciosos.
El Enfoque Psicoanalítico se dirige hacia las áreas de identificación que existen en toda
relación terapeuta-paciente. El contenido inconsciente de la gente siempre se transfiere hacia los
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PSICOTEATRO
otros en forma de demandas, rechazos, deseos y actos que de manera variada están escondidos en
las relaciones, e implícitos en la dinámica de las acciones. La técnica psicodinámica se aplica cuando
el analista, consciente de cuáles son sus propias áreas transferenciales, fomenta la del paciente (que
no las domina), con el fin de que viva de nuevo a través de la relación, los sentimientos retenidos
con personas importantes durante su formación en las etapas infantiles. El objetivo es liberar
precisamente aquellos afectos que quedaron atrapados inconscientemente en el sujeto, y que no
permiten la abreacción.
Todos los seres humanos podemos necesitar alguna vez de otra persona que no ayude a
evolucionar y crecer. Sin embargo, La Psicoterapia como método de trabajo, con técnicas
fundamentadas en las teorías del desarrollo de la personalidad, es una disciplina que requiere
estudio y vocación, aunque se manifiesta por el sentido y en la naturaleza propia del hombre.
Cuando se encuentra –en la forma más genuina de su ser- con otro alguien, éste último podrá ayudar
al primero a librarse de defensa o enmascaramientos, siempre y cuando tenga clara consciencia del
servicio que está ofreciendo, sea fuerte en sus sentimientos y congruente en sus actitudes. Que la
persona necesitada busque la verdad de su experiencia, permitiendo que el movimiento interno
generado dentro de su persona, produzca el cambio necesario en su manera de actuar y de percibir
el mundo.
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Por su parte, el psicoterapeuta se compromete con la persona que tiene junto a él,
aceptándola con todas sus características, y queriéndolo en todas sus manifestaciones; sólo a partir
de esta instancia puede compenetrarse y analizar junto con esta sus reacciones y la contradicción
de las mismas. Cuando el terapeuta llegue a ser empático, como si estuviera dentro de sus zapatos,
como si sintiera la experiencia de aquel en su propio pellejo; entonces podrá ayudar a esta persona
a que se entienda y se acepte a sí misma. Únicamente de esa manera el necesitado empezaría a
diferenciar las incongruencias de su existir y a redefinir los elementos que la constituyen
encontrando –a través de la propia aceptación- el amor a sí mismo y la posibilidad de cambiar.
Otra analogía entre el actor y el psicoterapeuta se refiere a las partes meramente creativas
de su trabajo. Una vez que el actor logra acomodarse dentro de la personalidad del personaje su
destreza radica en apoyarse de ésta a través de la interpretación. Ésta persona cuenta básicamente
con los elementos propios de su personalidad y carácter para evitar repetir míseramente conductas
y palabras. Lograr con la ayuda de un director escénico, una óptima adecuación al papel apoyándose
siempre en su propio marco de expresiones originales.
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ha perdido puede volverse a traer para reconstruirlo. El drama está lleno de reconocimiento y
reconciliaciones, de reuniones y dispersiones, al igual que la vida misma, lugar de morir, resurgir y
trascender.
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encontrar nuevas experiencias, nuevas ideas, rápidas, difusas, a veces claramente identificadas y
otros solamente presentidas.
Tanto el actor como el psicólogo facilitan una comunicación continua. Tienen presentes
todas las necesidades, las fantasías y los deseos de una persona ajena. Se convierten en un
recipiente, que al mismo tiempo que se llena de afectividad del otro, no la retiene, ni se la apropia,
ni la imita, ni la repite. Lo que hace es recrearla, darle luz y devolverla, al mismo tiempo de hacer
una diferenciación interna y clara entre su propio mundo interior y el del otro, (personaje o
persona).
Por último, nos referimos al objetivo final de su proyecto de trabajo; enfatizando que ambos
se encuentran al servicio del otro. En el caso del actor, es el público el que llega a divertirse con la
puesta en escena, a escuchar y presencia un drama o una comedia, y admirar el trabajo de un buen
actor. La concurrencia que va a disfrutar de un mundo mágico, que se deja llevar por un rato a algún
ángulo específico su existencia, o de la realidad social en donde vive; esperando, sin embargo, que
los actores recreen sobre el escenario la vida de los hombres, que estos, como artistas logren el
sentido de su experiencia en la realización escénica; para esto adquirieron su boleto, listos para
recibir su creatividad. Ninguna actuación teatral, y menos un encuentro que favorezca el
crecimiento humano tendría sentido si no estuviera el público frente al escenario para que perciba,
presencie y disfrute de la representación, o en el caso de la labor psicoterapéutica, la persona o el
grupo que interactúa y retroalimenta con la metacomunicación.
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La Corriente Humanista del entendimiento de la persona considera que cada uno posee una
naturaleza interior esencial, dada al ser humano de una forma natural, como si fuera un grado de
determinación hereditaria que tiende fuertemente a persistir. En esta se incluyen necesidades
básicas de tipo instintivo, las capacidades, el talento, el temperamento y la creatividad. Todo esto
se refiere a potencialidades y no a realizaciones finales, por lo que cabe a reconocer el campo
propicio para su desenvolvimiento. Y en el caso profesional la posibilidad de estimulación y
supervisión; porque se ha observado que este núcleo interno, aunque posea una base biológica e
instintiva, es débil, con facilidad es vencido, suprimido o reprimido.
Se sostiene también dentro de los elementos humanísticos de la psicología del hombre, que
la naturaleza interior de cada persona posee ciertas características que los otros yoes también
poseen más allá del enfoque psicoanalista que se refiere a las personas cercana (madre, padre o
suplentes) en los primeros años de la vida. El enfoque humanístico en su concepción de yoes
internos se acerca a la psicología transpersonal porque considera que todos tenemos partes de
todos, existen otras cualidades específicas que hacen únicas a las personas. Cabe también la
operatividad de la interrelación empática para la promoción de todas aquellas áreas que puedan
identificarse fácilmente, siendo posible que algunas se conecten en ciertos niveles de unicidad. Se
puede estudiar científica y objetivamente esta naturaleza instintiva, mediante le observación,
descripción, clarificación y comprensión de sus fenómenos integrales.
Muchos aspectos de esta naturaleza profunda están reprimidos activamente porque han
sido temores desaprobados o ajenos al ego, están olvidados, desusados, desentendidos o
suprimidos, y por lo tanto gran parte de ellos resultan inconscientes, siendo ésta represión
entendida intrapsíquicamente o extra culturalmente. No obstante, este núcleo instintivo se
desarrolla hacia una etapa adulta, no solo gracias al descubrimiento subjetivo-objetivo, sino que en
gran parte también, gracias al desarrollo de una creación de la persona misma. La vida es una serie
de elecciones continuas para el individuo, en las que el determinante principal de la elección es la
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persona tal como es en sí, con sus objetivos, su valentía, sus temores, su responsabilidad, su
fortaleza y su voluntad.
Para profundizar más en esta premisa, expliquemos el significa de realidad desde el punto
de vista mecanicista. “Todo lo que pueda ser situado o colocado es real y loes en virtud de su
colocación, y lo que no pueda ser situado tendía una realidad ambigua”. Sin embargo, desde el
punto de vista contextualista lo es real es La Gestalt (situación de totalidad de un acontecimiento).
Dicha situación puede o no estar en el espacio y/o tiempo, se categoriza en cualidad, totalidad
intuitiva o carácter total del evento o situación de experiencia. La contextura y los elementos
propios se interrelacionan, pero la suma de los mismos no constituye la totalidad, y la experiencia
no existe en el espacio.
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Síntesis Creativa es el nombre con que se califican los esfuerzos encaminados a crear una
perspectiva dinámica de la estructura de la personalidad y su transformación, como base para la
práctica en la relación de ayuda. Refiriéndose a diversas modalidades de teoría en que se
fundamenta el proceso de ayuda estructurales, funcionales, del desarrollo y de la investigación,
siempre con una base teórica humanística-existencial.
El profesionista identificado con una teoría establecida cuenta con una serie de conceptos
teóricos directamente relacionados con su propia estrategia y metodología (freudianos,
conductistas o humanistas). El profesionista eclético utiliza estrategias y métodos de varios
enfoques aplicándolos selectivamente a sus clientes o pacientes. El Psicoteatro que busca una
Síntesis Creativa aplica una amplia variación de estrategias y métodos relacionada con una síntesis
teórica creada por éste mismo. En la medida que vamos madurando, parece que pasamos por un
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proceso de crecimiento profesional que tiende a ir formando un estilo propio y personal con pará
metros definibles. Dimensiones de Orientación y Psicoterapia y didáctica sistemáticas adoptadas
por mí como terapeuta y Abraham en la Actuación. La combinación resultante describiría el estilo
especial o método personal. Al aplicar nuestro método de trabajo, practicamos una combinación
especial con criterio y flexibilidad a las situaciones terapéuticas que vayan surgiendo en la práctica.
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La espontaneidad incluye diversas fases como sinónimos de ésta meta, entre ella, libertad de
ser, flexibilidad ante las transformaciones, criterio abierto ante la experiencia propia y la ajena, y
disminución de la rigidez. La espontaneidad puede concebirse como el polo opuesto de actitud
defensiva como una actitud cada vez más abierta ante la experiencia (Rogers).
Vivir aquí y ahora, ésta frase quiere decir una creciente tendencia a vivir cada momento en toda
su plenitud. La persona no trata de adelantarse a la vida con repuestas prefabricadas o atrasarse
con respuestas estereotipadas. Por el contrario, cada momento es una nueva aventura; lo que haga
con ese momento es algo creativo y por ende imprevisible. Su estructura de valores que es parte de
su individualidad básica lo ayudan a obrar en forma adecuada.
Uno de los principales objetivos de la relación de ayuda para el crecimiento personal es la toma
de conciencia, aumentarla, conferir un sentido de vida y sensible respuesta a la estimulación. El
individuo puede percibir y valorar su medio ambiente con una nueva y más profunda visión, con
intensas experiencias emocionales que acompañan las actividades de la vida. Una vez que la persona
ha cobrado más consciencia de sus sentimientos e ideas recónditas a lo largo de un extenso lapso
de tiempo, comienza a experimentar una escala más amplia y una más fina diferenciación de sus
reflexiones y sensaciones íntimas. Puede establecer con un mayor número de sus sentimientos e
ideas.
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Ser el propio y verdadero Yo en las relaciones con los semejantes es una manera de expresar
autenticidad. Volverse más auténtico, merced a un proceso de crecimiento personal es una forma
de sobreponerse a la enajenación y la falta de significado o de sentido que a tantos abruma.
Acción responsable, la persona formula juicios que acrecentan su propio bienestar y el de los
demás. Su espontaneidad, su libertad y su riqueza de expresión están controladas y limitadas en la
medida en que vive en un auténtico mundo social donde la consideración de los demás, su
compromiso con su familia, su trabajo, y su contribución al bien colectivo se tornan una importante
parte de su vida. Pero también tiene el valor de resistir a aquellas exigencias sociales que siguen
camino opuestos a su propia vida, y no culpa a otros por sus condiciones adversas.
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PSICOTEATRO
LA ESCUELA DE VIVENCIA
Sobre el escenario existe una inquebrantable unión entre lo psicológico y lo físico del ser humano.
Cada acción física es siempre una consecuencia de algo psicológico un pensamiento, una intención
o un sentimiento. Por ejemplo, abrir una puerta es una acción física, pero la manera de abrirla
siempre es propiciada por alguna razón interna de índole psicológica. También es necesario hacer
notar que en una acción mental siempre hay algo físico; si quieres salir del cuarto (acción
psicológica), puedes dirigirte hacia la puerta (acción física) y de ésta manera los otros sabrán que
intentas salir de la habitación. En el teatro la completa inmovilidad externa puede ser una expresión
de actividad interna. No hay experiencias internas sin expresiones físicas. Con nuestros propios
cuerpos trasmitimos hacia los demás nuestras experiencias.
LA MAGIA DEL SI
LA CONDICIÓN ARTÍSTICA
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PSICOTEATRO
Es un don con el individuo es dotado desde su nacimiento para la facultad de crear artísticamente y
en diversas ramas su inagotable inquietud, y que dentro de ésta virtud está implícita esa gran unión
entre lo físico y lo psicológico.
LOS SENTIDOS
(Órganos de atención y sus objetivos) La combinación de varios elementos que ayudarán a crecer la
creatividad del actor es sin duda el uso de sus sentidos, a lo que el maestro Stanislavski da un interés
primordial. Solo y a través de un profundo desarrollo de estos elementos, el actor podrá adquirir
una belleza interna, que a diferencia de los superficiales manerismos y poses, la verdad de la
condición del personaje se expresará en cada una de las actitudes y gestos realmente motivados
por el uso de los sentidos. Nuestra atención pues nos llevará hacia:
Una vez tomados en cuenta estos elementos tan importantes para el desarrollo creativo, el
actor en la escena debe voluntariamente, con el uso de sus sentidos dirigir su voluntad y sus órganos
de atención hacia esos objetos que nosotros hemos seleccionado mientras interpretamos la parte.
Un actor en escena vive dentro y fuera de sí mismo, vive una vida real y una vida imaginaria.
Ésta vida abstracta constituye una inagotable fuente de material para la concentración interna de
la atención. Los objetos están esparcidos y comprendidos absolutamente dentro del alcance de los
cinco sentidos, ya que lo que se entiende por atención interna es aquella en la que se fija en cosas
que vemos, tocamos, sentimos en circunstancias imaginarias. El hecho de ver tales imágenes es
gracias a la visión introspectiva. Lo mismo sucede con los otros sentidos, el oído, el olfato, el tacto y
el gusto.
Para la entrega de un trabajo escénico el actor debe liberar toda tensión de cuerpo, cara y voz, desde
una tensión muscular hasta una grave rigidez corporal), y lo podemos observar cuando nos dirigimos
hacia algún objeto definido. Antes de seguir adelante con los preparativos para la construcción de
la parte interpretativa, el actor debe saber preparar el material básico que lo llevará posteriormente
a la creatividad escénica. Para logra esto la base primordial se encuentra en el completo movimiento
corporal que deberá ser congruente con las acciones que se estarán representando. Éste adecuado
movimiento ayudará a desarrollar la calidad de la acción. El actor no puede detenerse a pensar o a
dudar. Debe actuar, debe salvar obstáculos para llegar a la tarea escénica. Cuando se haya
desarrollado el poder de voluntad en los movimientos corporales, será más fácil vivir la parte y se
aprenderá cómo, sin pensarlo, dejarse por completo al poder de la intuición y de la inspiración. El
movimiento corporal adecuado, por consecuencia llevará al actor hacia una total relajación, lo
ayudará a hacerse más ágil, a tener más eficiencia física en escena, a levantarse, al inclinarse, al
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correr, y a hacer una variedad de movimientos rápidos y difíciles. Le enseñará a actuar con un ritmo
y cadencia rápidos, imposible para cuerpos sin entrenamiento.
Son todos aquellos datos que forman la trama de la obra. La época, el tiempo y el lugar de la acción,
las condiciones de vida, la interpretación del actor y la del director, la escenografía, las luces, los
efectos de sonido, la música ambiental, y en fin todo aquello que el acto encuentra mientras crea
su parte. El comportamiento físico y psicológico de una persona está sujeto a la influencia externa
de su medio ambiente, y una acción hace claro lo que cierto personaje ejecuta con las acciones
dadas en la obra y por qué las hace. El actor de familiarizarse con el ambiente de la obra o de la
improvisación que vaya a ejecutar hasta que se sienta parte de ella. Sólo después de que la persona
ha estudiado el libreto, los sucesos y las circunstancias dadas, podrá seleccionar las acciones que
envolverán sus emociones internas.
IMAGINACIÓN
Debe que la imaginación no debe forzarse, sino ser estimulada para logar la creación.
Primero hay que desarrollar una acción interna y luego convertirla en una acción externa. La
imaginación puede trabajar intuitivamente y para esto es importante que la persona-actor con toda
su naturaleza intervenga activamente, que se entregue en cuerpo y alma a la parte que trabajará.
Por lo tanto, todos y cada uno de los movimientos que realice en la escena, cada palabra que dirá
será el resultado de la actividad de su imaginación. Si sólo dice líneas o actúa mecánicamente sin
tener cuenta cabal de quien es, de donde ha venido, porqué, que quiere, adonde va y que hará
cuando lo consiga, estará actuando sin imaginación. En cambio, si se atiene a las reglas antes
estipuladas, encontrará que su imaginación se desarrolla y se fortalece.
Tomando muy en cuenta que la imaginación juega un importante papel y es necesaria para
transformar la historia de la obra en una realidad artística en escena, un actor debe saber que
funciona perfectamente. La imaginación debe ser cultivada y desarrollada, debe estar siempre
alerta, rica y en todo momento activa. Un actor debe aprender a pensar en todo momento, debe
observar cuidadosamente el comportamiento de la gente y tratar de comprender su mentalidad.
Debe aprender a soñar y con esas visiones internas crear escenas y formar parte de ellas.
Una rica imaginación puede contribuir también cuando un actor interpreta y dice sus
parlamentos y los llena de sentido que se encuentra escrito entre líneas. Los parlamentos que el
autor ha escrito están muertos (bajo un entendimiento teatral) hasta que el actor los analiza y les
da el sentido que el autor quiere. Una simple frase como “tengo dolor de cabeza” puede encerar
varias intenciones: la persona al emitirla pude tener ya sea un síntoma de una grave enfermedad,
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PSICOTEATRO
un pretexto para escapar, o quizá solo una indirecta para que las visitas se retiren de su casa. Todo
lo que una persona se imagina con el propósito de actuar debe ser lógico y preciso; siempre debe
saberse quién es usted, cuando la escena imaginaria está sucediendo, donde, porqué y paraqué está
siendo desarrollada; todo esto va a ayudar a tener una imagen definitiva de una vida imaginaria. La
imaginación creativa ayudará al actor a ejecutar acciones espontáneas y naturales, y éstas se
convertirán en la llave de sus emociones.
El actor no debe imaginarse algo que sea demasiado vago. Usará todos los detalles
concretos que puedan obtener una lógica, y las secuencias lógicas harán que todo lo que imagine
sea real. Debe tener un continuo razonamiento que encadene las acciones en su mente y que se
relacione con las circunstancias dadas. Al tratar de decidir las imágenes deseadas, éstas lo llevarán
a realizar las acciones; y una acción más verídica será la llave que abrirá todas sus emociones.
La profunda concentración, así como el más amplio desarrollo imaginativo harán que todo
aquello que el actor pueda ver escena o dentro del área en la que está trabajando sea mucho más
rico en vivencias, así como en acciones. Cuando un actor siente que su atención se está disipando
debe inmediatamente dirigir su atención hacia algún objeto y concentrarse en él.
EL CREER Y LA VERDAD
La verdad sobre la escena es siempre diferente a la verdad en la vida real. En una obra no existen
verdaderos hechos o eventos, ya que todo es invención. Para creer sobre la escena no es necesario
que el actor deba practicar la autohipnosis o forzarse a tener alucinaciones. El actor que cree que
en realidad es El rey Lear está emocionalmente enfermo. Creer teatralmente significa que un actor
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PSICOTEATRO
trata las cosas o a las personas como si ellas fueran lo que él quiere que el público crea que son. El
actor sabe que su compañero actor no es su padre o un emperador, pero puede tratar un objeto
como si fuera un ave de vuelo. La habilidad de un actor para hacer que el público crea lo que él
desea, es crear una verdad escénica, los momentos en que lo logra constituyen arte sobre la escena.
Las acciones físicas (sin la ayuda de objetos), desarrollan en un actor la concentración, la
imaginación, el significado del creer y la verdad de la emoción apropiada; dichos ejercicios e enseñan
al actor a adquirir el sentido real de su acción. Cuando un actor externa todo lo que lleva dentro
para trabajar con verdad y siente como si lo estuviera haciendo en la vida real, entra a un estado
que llamamos yo soy, donde une su Yo con la parte que interpreta. Éste proceso es tan sensible a
los observadores que inclusive una pequeña no verdad en la ejecución de la acción física, puede
destruir toda la verdad de una acción psicológica. La acción física verdadera derivada de una acción
psicológica interna ayuda al actor a creer en lo que está sucediendo en escena. Al ejecutar sus
acciones, ya sean internas o físicas, el actor debe siempre estar listo para lo inesperado y para lo
verdadero al mismo tiempo. Sus acciones deben estar libres de detalles poco atractivos, deben ser
reales y de buen gusto. Las acciones deben ser imprevistas, así como fuera de lo común, diferentes.
Debe darse especial atención al tamaño, forma y peso de los objetos imaginarios. El actor
debe practicarlo con objetos reales observando cuidadosamente los movimientos de su propio
cuerpo, mano y dedos. Para conseguir que todos los que estén observando crean en lo que está
haciendo, deberá adquirir la mayor perfección en sus acciones. Con los ejercicios aprenderá a
realizar acciones físicas, claras y lógicas.
Para que las acciones escénicas sean lógicas y tengan sentido hacia los espectadores, un actor debe
comunicarse con ellos indirectamente a través de la comunión o contacto con los otros actores.
Stanislavski demostró cómo, cuando un actor tiene contacto directo con los espectadores, se
convierte en un simple reportero, en vez de un personaje vivo. Ésta relación carente rompe la
verdad de la representación y distrae al público de la obra en sí. Una honesta y siempre unida
comunión entre los actores hace que el espectador mantenga su atención y participe con lo que
está sucediendo en escena. El actor debe tener una comunión real con su compañero, y no con la
persona imaginada. Así como nuestro comportamiento en la vida real depende de las personas que
nos rodean, el comportamiento del actor y el papel que representa necesita de la relación con las
demás personas que lo rodean en escena. Él tiene diferentes vivencias con ellos, por ejemplo, con
algunos de amistad y con otros de hostilidad. El uso de su mágico sí y de la imaginación lo ayudará
a desarrollar las actividades propias que va a tener con sus compañeros actores.
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PSICOTEATRO
reacciones deben ser físicas y psicológicas y no pueden ser interrumpidas cuando otro actor habla,
o durante silencios y pausas. Si un actor, mientras trata de influir sobre un compañero, se esfuerza
para obtener un definido resultado físico (por ejemplo una sonrisa), su propósito se vuelve concreto,
su imaginación se agitará y su atención se concentrará. De ésta manera logrará una fuerte
comunión.
Siguiendo leyes científicas de la percepción, Stanislavski dijo que un actor debe concentrar su
atención en objetos escénicos suficientemente atractivos para balancear los factores que puedan
distraerlo detrás del escenario. Jamás deberá olvidar al público, porque el actor que trata de creer
que está solo o que no ve u oye a nadie, desarrolla un trabajo contradictorio para las artes escénicas.
El público es también un importante co-creador de la representación. Debes ser posible estar sobre
la escena sin miedo, sentirse a gusto, olvidar las preocupaciones personales y todo aquello que
interfiere con la creatividad. A esto Stanislavsky le llamó soledad escénica pública (momento
privado); esto solo es posible, si un actor otorga el máximo de su atención a una acción física y a
todo lo que su imaginación tiene capacidad de construir alrededor de él. Un pensamiento concreto
y una atención física precisa van a permitir que el actor mantenga su atención. Una completa y
atenta concentración depende de una cabal ejecución de una acción física.
Una vez que el actor haya aprendido a observar la vida que lo rodea y la aproveche para su
trabajo, se volverá al estudio de lo más necesario e importante, del más vivo material emotivo, en
el que reside su principal aptitud de creador. Esas impresiones se obtienen del contacto directo y
personal con otros seres humanos. Material muy difícil de obtener porque es en gran parte
intangible, indefinible y solo percibido en los íntimos de ser. Es seguro que muchas de nuestras
experiencias espirituales se reflejan en nuestra expresión facial; pero aún así no es fácil percibir,
entrar en contacto con la intimidad de otro ser, porque la gente no abre a menudo las puertas de
su alma ni permite a otros verlos como realmente son.
Para que un actor se desentienda de los espectadores, debe tener una correcta
concentración o estar interesado en algo de la escena. El punto de atención será siempre el
escenario y nunca la sala; una cosa es concentrarse y otra es mirar. Para desarrollar la concentración
escénica, y para el correcto desarrollo del personaje, debe dividirse la escena en tres círculos de
atención: círculo chico, círculo medio y círculo grande.
Pequeño círculo de atención, Stanislavski le llama así a una pequeña área del escenario en la que
está incluida el actor (tal vez una mesa cerca con algunos objetos sobre ella). El actor es el centro
de ésta pequeña área y puede fácilmente absorber su atención sobre esos objetos. El círculo medio
de atención es un área en la que se puede incluir varias personas y grupos de muebles. El actor debe
tener mucho cuidado en examinar esto gradualmente y no tratar de hacerlo de una sola vez. El
círculo grande atención es aquel que cubre la totalidad escénica y permite una expresión viva hacia
todo ese espacio teatral.
TIEMPO Y RITMO
El tiempo y ritmo es una condición importante para adquirir una concreta y verdadera ejecución
física. Durante cualquier momento de nuestras vidas existe el tiempo (varía de intensidad según la
experiencia) dentro y fuera de nosotros; cada movimiento o hecho, cada evento se lleva a cabo en
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PSICOTEATRO
un tiempo y ritmo correspondiente. Existen diferentes tiempos y ritmos en cada uno de nosotros,
cuando escuchamos, por ejemplo, música, la sirena de una ambulancia, apreciamos un bello paisaje,
si observamos un accidente de tráfico. Cada acción en escena debe ser ejecutada en el tiempo y
ritmo correcto que se requiere en la vida real, de acuerdo a las leyes psicológicas; hacerlo así
contribuye a la concentración y consecuentemente hace que el actor no mantenga su atención en
factores que lo distraigan. Esto es muy importante para lograr el dominio de la lógica y los sucesos
consecutivos de las acciones.
MEMORIA EMOCIONAL
Stanislavski trataba continuamente de aumentar sus conocimientos hacia todas las facetas internas
del hombre; estudió psicología, fisiología, etc. así como historia y escritos teóricos sobre el teatro.
La experiencia de un actor en escena es diferente de la que tiene en la vida real. Esa diferencia
estriba en el hecho de que el actor se vive en escena como personaje, es una persona que está
creando un personaje o carácter. Las experiencias de actor-personaje se influyen mutuamente y
adquieren una cualidad específica. La experiencia personal del actor transformada hacia la del
personaje es tan sincera y profunda en escena como en la vida real. La calidad del trabajo del actor
depende de la sinceridad de su experiencia y aun así, la calidad de su experiencia sobre la escena
cambia, como Stanislawsky dijo: “El tiempo es un filtro maravilloso, un extraordinario purificador de
memorias y emociones que uno ha experimentado; más aún el tiempo es un excelente artista
porque no solo purifica, sino también es capaz de poetizar las memorias”.
El actor debe vivir debe vivir experiencias reales, así como también experiencias escénicas
verdadera. En escena vive una experiencia repetida igual y distinta a la primera. Cada actor debe
conocer la diferencia entre una experiencia de la vida real y una experiencia en escena, si alguna vez
adquiera una experiencia escénica de dimensiones reales. Si los actores vivieran en escena las
mismas experiencias que en la vida real, tendríamos asesinos y lunáticos sobre el escenario al
interpretar un papel en el que un personaje pierde la razón o cuando comete un asesinato.
El flujo artístico que brota del actor y su fuerza se frena considerablemente por la presencia vidual
del público dentro del auditorio, que hace muchas veces limitar la parte creativa del desarrollo del
trabajo escénico. Esa presencia puede impedir al actor la libertad de movimientos e impedir
fuertemente la concentración de sus trabajos escénicos y de su gusto artístico. Es innecesario
remarcar que adquisición artística de los grandes actores está siempre ligada con la atención y la
concentración de sus acciones; eso resulta cuando el actor separa su estado consiente de la
presencia de los espectadores y gana la fuerza particular para crear escénicamente el personaje
deseado, dominando con este tipo de trabajo la presencia del espectador. Esto no quiere decir que
o el actor deba perder el sentido de la presencia del público, o por el contrario, sintiéndolo ahí, éste
(el público) se convierte en un elemento importantísimo como estímulo para las creatividades
internas del actor.
El público debe ser siempre una presión importante para el actor, pero nunca ser un
obstáculo o un vehículo de distracción innecesario para el flujo del trabajo en escena. Éste debe
trabaja intensamente para poder regular siempre la atención de público. Un actor adecuadamente
entrenado y disciplinado debe saber restringir su círculo de atención concentrándose sólo y
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PSICOTEATRO
EL SILENCIO CREADOR
Es imposible enseñarle a alguien como crear –dice la Escuela- por que el proceso para llegar
a esta etapa es subconsciente, parte de un silencio interior. Mientras que toda la enseñanza de las
distintas técnicas que se emplean en la actuación enfatiza una forma de actividad consciente, que
únicamente puede preparar al actor para un trabajo mediocre. Es muy importante señalar que de
la nada, nada puede crearse; es por esto que un papel tampoco puede ser interpretado por pura
inspiración. Inspiración es el momento que la subconsciencia, sin la participación de la consciencia,
da forma a todas las impresiones de la experiencia; es un trabajo anterior a la consciencia, y por lo
tanto incompleto. Cualquier cosa inventada conscientemente, no se queda solamente con esta
característica. La idea creada subconscientemente se acompaña siempre de una descarga e energía
que tiene la cualidad de ser contagiosa a un público. La habilidad de poder arrastrar
conscientemente la subconsciencia del espectador es una característica del talento. Es cuando el
actor controla su trabajo creativo.
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PSICOTEATRO
y nunca aparecerá el temor al fracaso. Este proceso lleva al actor, primero hacia el nacimiento del
deseo, este –posteriormente- se torna en voluntad. Es entonces cuando el artista comienza a actuar
conscientemente dirigiéndose hacia su propia satisfacción.
Es importante señalar que el deseo es uno de los motivos principales para llevar a cabo la
acción. De ahí que lo fundamental que un actor debe aprender es desear, desear cualquier cosa que
le sea dada al personaje. Por ejemplo, en la vida real un hombre que llora se preocupa por retener
las lágrimas, desea controlarlas. Cuando un actor presenta esta manifestación se llenará de esas
imágenes conocidas por experiencias vividas y se estimulará con estas a través del estudio profundo
que ha hecho del personaje. Al desarrollar la escena, la verdad vendrá con la naturalidad deseada
por el actor-personaje, y será recibida por el público como un acto vivo que se viene desarrollando
escénicamente frente a él, que lo hará participe de esa emoción que el actor-interprete está
realizando en esos momentos.
La emoción del actor no debe ser hecha a la medida o confeccionada por anticipado en algún
rincón de su alma. Debe nacer espontáneamente en la escena dependiendo de las situaciones en
las cuales el actor se encuentre, como la persona actuante del trabajo escénico. La obligación del
actor es el tener la habilidad de despertar su propio temperamento sin ningún estímulo externo.
Debe trabajar en silencio, buscándola internamente a través de los ensayos, para llegar a conocer
perfectamente todo aquello que lo rodea en la escenificación. A través del desarrollo de la trama,
él debe hacer un todo a su alrededor que debe convertirse en su atmosfera, y que los problemas de
su papel sean sus propios problemas. La interpretación de un personaje debe ser una necesidad
natural en el actor. Ese temperamento salido de su propia esencia es la aportación más valiosa con
la que el actor puede contar y a la vez el único formato que lo convierte en un elemento convincente.
Al iniciar el proceso vivencial del método, Stanislavski enseñaba que el actor debe pensar
primero en todo lo que desea obtener en un momento particular y en lo que debe hacer para
conseguirlo; pero no debe pensar en lo que debe sentir. La emoción, así como sus medios de
expresión es generada subconsciente y espontáneamente en el proceso de ejecución de acciones
dirigidas hacia la satisfacción de un deseo. El actor debe presentarse en escena, no para sentir o
experimentar emociones, sino para entregarse a quehaceres escénicos. No debe esperar a que
lleguen las emociones, se entregará a acciones de inmediato. El actor jamás deberá estar en escena
en forma vacía; sino que deberá entregarse a quehaceres que le permitan vivenciar sentimientos
auténticos y continuos. El deseo interno es el principal motivo para la acción, de ahí que lo
fundamental que el actor debe aprender es desear cualquier cosa que le sea dada al personaje. El
actor que no tiene consciencia de los motivos de su personaje se agita interiormente por el simple
hecho de salir a escena y confunde agitación profesional con la emoción del personaje; su
temperamento no se dirige hacia la esencia de las circunstancias en las cuales se encuentra como
persona actuante del drama. Esta agitación profesional o experiencia muscular como Stanislavski la
llamaba, no hace reaccionar hondamente al público, sino que únicamente logra tocar la periferia de
su sistema nervioso.
El actor debe percibir la necesidad de todas las acciones señaladas por el autor. Las cuales
en todo el proceso creativo se volverán movimientos orgánicos auténticos. Llegará a esto sólo
cuando el intérprete conozca las verdaderas condiciones de vida del personaje a representar, que
deberán ser tan profundamente conocidas como las que uno domina en su propia vida. “Cualquier
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PSICOTEATRO
cosa que yo como actor hable o haga en escena, debe ser necesaria para mí de un modo orgánico y
no para nadie más. Debe ser algo necesario para mis nervios, mi sangre y mis pensamientos”. Y a
esto se llegará cuando uno pueda vivir su propio temperamento en la escena y no el supuesto
temperamento del personaje.
Dentro del desarrollo de la escuela de vivencia creada por el maestro y director Stanislavski,
se maneja una serie de elementos útiles al actor para lograr un caudal de actividades escénicas y
elaborar interiormente el desarrollo de la trama. Entre los recursos técnicos que el método toca
está primeramente la dinámica de la presencia del público; cuando el flujo y la fuerza artística que
brotan del actor se frenan considerablemente por la presencia visual del grupo de personas que
observan el acontecer dentro del teatro. Esto hace que muchas veces se limite la parte creativa del
desarrollo del trabajo sobre el escenario. Esta presencia puede limitar y hasta impedir al actor la
libertad de movimientos y detener fuertemente la concentración de su trabajo y de su gusto
artístico. Lo que no quiere decir que el estudiante o el actor deben perder el completo sentido de la
presencia del público, sino que sintiéndolo vivo ahí, éste se convierta en un elemento
importantísimo de estímulo para el desarrollo de la creación interna del personaje.
Sin embargo, lo esencial del arte escénico es que éste es un producto de la imaginación, la
finalidad del actor es concebir y evocar dentro del escenario. Sus representaciones deben ser
siempre empleando técnicas de imaginación para convertir la obra en una rica realidad teatral. En
este proceso el idear juega una de las partes más considerables porque es con lo que el actor crea
las cosas que pueden ser o suceder.
En este sentido es importante señalar que no debe recurrir el actor a la fantasía para lograr
su creatividad. A partir de ésta se inventan situaciones que no existen, que nunca han sido y que
nunca será, porque esta se alimenta desordenadamente y lejos del contacto con las circunstancias
reales e una situación. Es caótica y no tiene la finalidad de concretizar. En cambio, la imaginación
parte de vivencias reales que se evocan, de circunstancias lógicas inventadas por un autor, de
percepciones meramente presentes o razonamientos consecuentes; tiene siempre un camino que
recorrer para que de pensamiento pase a ser acción. La imaginación jamás deberá forzarse, sino por
el contrario siempre estimularla para lograr el desarrollo de una acción interna para hacerla
posteriormente una creativa acción externa. La imaginación debe trabajar siempre intuitivamente,
siempre de una manera fresca y espontánea y para poder lograr esto, es importante que el actor
intervenga activamente y se entregue al trabajo en cuerpo y alma, que cada uno de los movimientos
que desarrolle escénicamente sea el resultado directo de la vida normal de su propia imaginación.
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PSICOTEATRO
Todos estos elementos vivos además del método de las acciones físicas que explicamos en
el capítulo anterior, se manejan como técnicas de la actuación. Van siempre acompañadas por otras
muy importantes para poder alcanzar lo que en el teatro llamamos la verdad de la emoción; estos
son: el mágico si, las circunstancias dadas y por último el creer y la verdad. Cuando el actor ya está
capacitado para manejar correctamente estas características, es entonces cuando se empieza a
crear lo que en el teatro llamamos comunión, y es cuando la verdadera creatividad escénica
comienza a darse y el actor inicia el trabajo de tareas escénicas vivas.
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PSICOTEATRO
LIBRAR OBSTÁCULOS
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PSICOTEATRO
La teoría integradora estructuralista también apoya al Psicoteatro ya que lo que ésta intenta
es organizar los procesos psicofísicos según sus relaciones intrínsecas; aunque es una postura en la
que psicología, lógica, existencia y verdad no se desprenden. Estos enfoques tienden a reducir la
consciencia y al sujeto a una simple dinámica de estructuras naturales, pero también ayudan a
completar experiencias. El taller psicoteatral busca la comprensión y no precisa el entendimiento
porque el fenómeno que se suscita está animado por las necesidades y los motivos de las personas
en cuestión; y por lo tanto incluye una intención y un sentido. Lo que hacen las personas a través
de su trabajo en este caso es percibirse humanamente en su propia esencia.
Si nos propusiéramos a buscar una objetividad absoluta para apreciar a las personas, en
cualquiera de las disciplinas mencionadas, no la encontraríamos porque en la percepción que
tenemos de otra persona, el otro no se nos presenta como algo estático. No podemos reconstruir
sus vivencias por analogía con las nuestras, ni las podemos imaginar a nuestro antojo; lo que sí
podemos es percibirlo como una totalidad viviente y expresiva, a través de sus ojos, su voz, el rubor
de sus mejillas, su sudor, etc. por lo tanto en el trabajo grupal de Psicoteatro favorecemos la
empatía, como un modo de conocimiento que nos permite comprender estados que no son propios
y que quizá no los hemos experimentado jamás. Precisamente porque la comprensión también se
logra por la distancia que nos separa del otro, podemos penetrar en el mundo del otro y comprender
sus maneras de ser en el mundo, estando con él.
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PSICOTEATRO
pensamiento llegado de otra parte. El color se da como visto, el sonido se da como oído, las formas
ideales se dan según su modo bajo el cual el pensamiento las recibe.
El concepto espacio fenomenológico nos ayuda a comprender el fenómeno del espacio para
la experiencia, lo opuesto sería: mente cerrada sin espacios para otras posibilidades. Tener ese
espacio es tener lugar para la reflexión y (considerar opciones, pensar alternativas, evaluar
situaciones, estar en contacto con sentimientos, decidir una acción, etc. Dadas éstas posibilidades
de aprovechar nuestras capacidades para abordar el espacio fenomenológico deducimos que éste
puede o no ampliarse o crecer, en la medida que la persona utiliza su capacidad de optar.
El hecho es muy claro si recordamos que el ser no se oculta bajo el fenómeno como un ente
inaccesible o accesible a un pensamiento desencarnado, con lo que el fenómeno quedaría reducido
a una apariencia engañosa. Po el contrario, en el fenómeno, la verdad aparece en persona ya que
forma una sola cosa con su modo de aparición. En el hombre se entiende el sí mismo (self, en
términos fenomenológicos), se refiere a algo que está más adentro del cuerpo, aunque empalme
con este, pero sin sustituirlo jamás, yo me puedo convertir en cuerpo, pero mi cuerpo no se puede
convertir en mi Yo; el cuerpo le pertenece al Yo. Es como si ocupáramos nuestra casa y al explorarla
encontraríamos el mundo interno del que la habita, de ésta manera al explorarnos descubrimos
donde residen nuestros pensamientos, sentimientos, imágenes, impulso, etc. Ubicándonos mucha
veces nosotros mismos en zonas corporales. Para entender el concepto de mundo interno debemos
experimentarlo estando en contacto con su identidad irreductible; siendo esta particularmente de
uno y única nadie lo comparte tal como lo experimentamos. Es un mundo privado, en términos
fenomenológicos, sería el mundo noético; no es un mundo espacial porque en él aparece materia,
peso, tamaño, color, etc. Y sí parece tener categorías propias como intensidad, complejidad y
variedad.
Otro tanto podríamos decir de la tristeza que neutraliza el mundo y lo vuelve sombrío, y de
la alegría que por el contrario, nos presenta el mundo como fácil y nos lo hace inmediatamente
disponible por la magia de sus hechizos. La emoción cree en su propio juego, y la consciencia se deja
atrapar en su propia creencia, como en el sueño o en la histeria en la que se hace cautiva de sus
propias creaciones. De esta manera, está claro que la emoción no es un simple desorden del
organismo, sino que es primordialmente significación, modo de aprehensión del mundo por la
consciencia. La emoción no es un accidente, sino un modo de existencia de la consciencia, una de
las maneras de comprender (en el sentido Heidegeriano) su ser en el mundo (dasein). Tanto para
Freud como para Sarte, el ser humano es una historización perpetua, y ambos se esforzaron más
que en detectar el sentido, la orientación y los avatares de la historia de cada hombre; de tal manera
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PSICOTEATRO
Ésta idea filosófica apela a una idea de conciencia moral, y esto se identifica con lo que cabe
llamarse el amor por sí mismo. Si el amor a mí mismo (el descubrimiento e una vocación propia) no
es sino una respuesta al amor que el otro me tiene; y si el otro no se encuentra a su vez ene l camino
de la salvación sino por el amor que le tengo yo, nunca bastará con enunciar el bien en general para
que ese bien se realice; será necesario que los hombres descubran juntos dicho bien dándose un
amor recíproco. Aquí podemos citar que las personas podemos estar en un estado de fusión
(adhesión), que se refiere a una identificación con las primeras percepciones llenas de éstas de filtros
noéticos, especie de velos que no permiten que se lleven a cabo fácilmente una desidentificación
(soltura), precisamente con esas primeras percepciones. Cuando estos velos se desvanecen, se
desintegran –gracias a la concientización continua de las experiencias -, entramos en un estado de
actualización, caracterizado por adherirse y soltarse de las percepciones primeras. En un estado
donde no hay estancamiento, defectibilidad, ni programación o compulsión. Esto se refiere al
crecimiento personal que en el trabajo psicoteatral buscamos.
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PSICOTEATRO
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PSICOTEATRO
La idea de trabajar con la expresión dramática para el desarrollo propio del individuo comenzó a
partir de un reencuentro matrimonial. Estando casados durante muchos años Abraham Stavans
(actor y director) y yo (psicóloga y psicoterapeuta), habíamos tenido muchas etapas de
compenetración en nuestras profesiones. Sin embargo, a partir de un momento crítico de nuestra
relación descubrimos una nueva respuesta a aquello que permanecía inaccesible de cada uno de
nosotros, pero a la vez sumamente atractivo. Cierta parte de no permitiera no solamente
acompañar y apoyar al otro, sino entrar más allá de lo que hasta ese momento había sido privacía
del terreno profesional propio de cada uno.
Lo que nos interesaba era una manera de trabajar juntos. De pronto visualizamos terrenos
de acción que habían permanecido en la oscuridad de nuestras expectativas profesionales, lejanas
de nuestra percepción donde el temor y la culpa reinaron mientras no se les identificara y atacara.
Solo a partir del cambio estamos aprendiendo a disfrutar nuevas facetas en nuestro matrimonio; la
experiencia de ser esposos al mismo tiempo que cofacilitadores de grupos nos está ofreciendo
tantos matices como los que descubrimos sesión tras sesión en el encuentro con otros.
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PSICOTEATRO
manera, siempre había un chispazo diferente, con lo que en un momento dado rompía con lo
conocido; algo que llega para luego volar hacia el horizonte y que ignoramos qué es. Una
circunstancia nueva, una expectativa, un carácter distinto; ahí es donde comienzan a crearse, a
dibujarse, a manifestarse imágenes propias, que expanden al pensamiento dramático del autor; y
entonces se gesta la creatividad de la representación, el misterio del hacerse otro a partir de uno,
lo que siempre ha seducido y atrapado mi sensibilidad.
Desde pequeña quise ser psicóloga. Lo único que entonces me movilizaba era la necesidad
de descubrir un mundo oculto. El pasado de la gente, cómo influía misteriosamente en su manera
de ser, la manera particular en que cada persona se relaciona con el mundo. Ahora, el interés
persiste, pero aprendí a percibir lo que sucede dentro de mí, en función de mí misma: de mis
inquietudes, de mis temores, angustias, de mis limitaciones en relación a los demás. El recorrido
que hago en mi vida, para reconocerla a través de muchos caminos y disciplinas, está siendo tan
amplio como la vida misma. La cantidad de facetas, de posibilidades, las diferentes partes del ser
humano, sus pensamientos, sentimientos, capacidades, sus pasiones, sus límites innatos, la
trascendencia de los mismos. Todo lo que el mundo de la psicología y la fenomenología me van
enseñando, a la par de lo que yo misma me digo a través de los años.
Después de algunos años habíamos logrado una compenetración bastante amplia que
durante otros más, cometimos el error de inmovilizar. Mucho menos considerábamos la posibilidad
de interacción en nuestros terrenos profesionales, eso estaba completamente negado en nuestra
percepción. Jamás nos vislumbrábamos entrando en el campo profesional del otro, tampoco
podíamos imaginarnos en otras áreas que aparentaban ser sumamente privadas; sin darnos cuenta
todavía, que dicha limitación correspondía a estereotipos anclados en nuestras vidas. Digamos que
el actor sólo se debe al escenario, representando un personaje o dirigiendo convencionalmente una
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PSICOTEATRO
puesta en escena; trabajar pedagógicamente, y si llegara a comentar acerca del teatro, lo haría en
una entrevista o en una conferencia tradicional.
En esta etapa se generó una dicotomía. Por un lado, una amplia gama de satisfacciones, de
muchos logros, de conflictos trascendidos y el regocijo del fruto de los mismos y por el otro,
necesidades insatisfechas; fuertes detenciones ante lo que uno no sabe exactamente que es, pero
se refiere a la misma ansiedad y la angustia que se manifiesta, la agresividad y el silencio que delata
algo que se intuye, que está cerca del dominio propio, pero a la vez no se detecta. Era incierto, pero
nos atraía. En tantas ocasiones bloqueábamos reacciones espontáneas por autocrítica, y las
reprobábamos en el otro; en otras, éstas necesidades llegaban a concentrarse a manera de
estancamiento del potencial de uno mismo. Se manifestaba la depresión, la desvalorización, el creer
que en nosotros no existía la respuesta a aquello que nos inquietaba y nos desesperaba; y ante la
aversión al descrédito propio, tendíamos a tratar de escapar del conflicto, regresando a conducta
conocidas que alguna vez fueron dirigidas a las primeras figuras afectivas, o que nos fueron
enseñadas, pero que no eran nuevas ni creadas por nosotros. Actuábamos sin iniciativa, sin libertad.
Una vez que nos dejamos sentir esa avidez inquietante que nos atrajo hacia la actividad,
entramos en la crisis (caótica mezcla de fuerzas turbulentas y contradictorias, que parecían
devorarnos si nos entregábamos a ellas perdiéndonos aparentemente en la confusión).
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PSICOTEATRO
Nos dejamos ir por la corriente que en esos momentos nos arrollaba; sin reservas, abiertos
a que ésta pudiera modificarse de súbito o cambiara de dirección. Por unos momentos nos
sentíamos dispuestos y hasta creativos, en otros absolutamente renuentes, aún a la comunicación.
La primera sensación fue sentirse acompañada de él. Cada uno de nosotros dos se
encontraba con aquel que iba a ayudarle; nos estábamos acercando a la realidad que nos
comunicaba la pareja; comenzando a manifestarnos poco a poco hacia el otro. Caíamos en cuenta,
cada vez con más frecuencia, de lo que decíamos o expresábamos con el cuerpo en nuestros
enfrentamientos, tomamos consciencia de lo que no queríamos ver, también de aquello que
estábamos deteniendo, con la creencia de que lo que al hacerlo así era mejor; cuando en realidad
sólo era cada más fácil. En fin, se empezó a dar el poder de la magia del cambio, cada vez más la
profunda aceptación de la esencia de uno hacia el otro.
Así fue como empezamos a incursionar en nuestro terreno psicoteatral, a descubrir lo que
podíamos mostrar en ese contexto y a la vez lo que teníamos para ofrecer a otros, lo que quisieran
experimentar, arriesgar a introducirse en sí mismos y descubrir sus potencialidades; estimulando y
accionando todas su partes vivas del cuerpo, la mente y el corazón. El Psicoteatro es un método de
trabajo que parte de la propia expresividad, que ofrece un terreno de acción en donde nuestras
experiencias puedan ponerse de manifiesto para dejarse ser, sentirlas, jugar con ellas, asumiendo
la esencia de las mismas para bailotear a través de nuestros elementos naturales con el fin de
expandirse. Poder encontrarnos con aquellas respuestas que siempre van a ser únicas y propias de
cada uno de los seres que lo experimentan.
Comenzamos a trabajar con un grupo de personas que se ofreció a colaborar con nosotros,
con los primeros que empezamos a poner en acción la hipótesis que había sido previamente
experimentada en nosotros mismos. Ahora, dentro de un diseño de trabajo hacia diferentes unas
estructuras claramente señaladas para orientarse hacia diferentes objetivos existenciales.
Viviéndolos, trabajándolos, alcanzándolos y acumulándolos durante el mismo hábito del trabajo de
grupo. Desde entonces hemos continuado nuestros curos con grupos formados por elementos
distintos: adultos, parejas adolescentes y personas de edad avanzada, capacitando a los interesados.
Como requisito solamente necesitan tener la inquietud y el interés de vivir una experiencia de
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PSICOTEATRO
aprendizaje, sobre todo la ansiedad suficiente como para poder tomar el riesgo. Acompañándose
para vivir sus propias necesidades, descubrir sus recursos de crecimiento personal y disfrutar de su
propia, única e intransferible experiencia.
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En cada una de las sesiones existe un encuadre en el trabajo, una estructura y una técnica
a desarrollar. El terreno de acción, a través de los ejercicios tiene un propósito en conjuntos. Se trata
de un extracto de la técnica de la improvisación teatral de Constantin Stanislavski y metas
actualizantes de la teoría humanística de Abraham Maslow. Los objetivos son secuenciales y
progresivos para alcanzar una finalidad global al acabar el curso. Los facilitadores dirigen y moldean
la observación y la comunicación, más no se involucrarán en el trabajo. Cada integrante realiza los
ejercicios al nivel que quiera o pueda; el trabajo psicológico de cada persona culmina precisamente
en la concientización de los procesos que vaya revisando y su referencia con la conciencia grupal.
Por lo pronto se trata de promover el autoconocimiento y autobservación con el objeto de llegar a
una mayor apertura que satisfaga al individuo en relación consigo mismo y con los demás.
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PSICOTEATRO
En el Psicoteatro se procura agrupar a personas que permanezcan dentro del curso desde
el principio hasta el final. Individuos heterogéneos en cuanto sus motivaciones e intereses, sexo y
edad. El trabajo se dirige tanto al grupo como tal, como a cada uno de los individuos que lo forman.
El foco de atención se ubica en los fenómenos y en las experiencias personales, con base en la
concientización de su existencia, y también en el fenómeno de la experiencia grupal.
Otro entendimiento esencial de la estructura del método es la palabra grupo que significa
estar juntos. El trabajo psicoteatral con un grupo se refiere a un proceso de desarrollo y
actualización personal por las fuerzas inminentes al grupo mismo, a cada uno de los individuos que
lo forman, y al encuentro que se logra entre ellos. El grupo vive un proceso de aprendizaje dentro
de su propio proceso vital, en su contexto espontáneo y natural en que se encuentra; cada persona
es un miembro de ese grupo que se formó con la intención de vivir una experiencia común. Lo
natural y lo espontáneo del proceso grupal solo es posible en un análisis directo de su situación y de
su estar, es decir, lo sintético y lo artificial del grupo que se forma, se absorbe por el fenómeno del
mismo proceso del grupo en sí; de las características específicas que lo forman y del contexto en el
que existe.
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PSICOTEATRO
Hasta estos momentos nos hemos referido a la estructura y a la composición del grupo
psicoteatral, ubicándonos dentro del contexto teórico y filosófico que los encuadra. Ahora
mencionaremos cuales son los elementos de importancia que se deben cuidar a través de un curso
psicoteatral.
- La estabilidad dentro del proceso grupal. Los facilitadores deben tener experiencia de trabajo con
grupos, y estar dotados de una gran sensibilidad para la interacción con todas sus vicisitudes.
- El trabajo de los facilitadores va siempre dirigido al servicio del grupo. Estos deben contar, por lo
tanto, con una ética profunda en la práctica de sus profesiones. Es ahí donde radica la unión al
mismo tiempo que la diferenciación entre la espontaneidad y la libertad de actuar por parte de los
facilitadores y su profesionalismo en función de ayuda.
- La interacción espontánea entre los participantes debe ser apoyada por los facilitadores. Dicha
interacción promoverá por sí misma la oportunidad de ir más allá de la comunicación verbal y
manifestarse en la acción integral de todo el organismo humano (el contacto físico, el
comportamiento psicomotor y la expresión de ideas y sentimientos; evocaciones, pensamientos e
imágenes).
- El anhelo de representarse y el impulso para realizarse dentro del grupo no pueden ser satisfechos
en el trabajo limitado a la conversación. Es por eso que el trabajo psicoteatral exhorta a la
interacción individual en todas sus dimensiones, pensamientos, sentimiento y acción a través de la
expresión corporal y verbal.
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PSICOTEATRO
- El encuentro teatralizado es la base de todas las formas de trabajo que se puedan llevar a cabo en
el Psicoteatro.
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PSICOTEATRO
POSIBILIDADES
En el arte escénico el actor está privado de expresar por sí mismo todas las experiencias netamente
personales que van escondidas dentro de él. De modo que su talento artístico lo lleva a realizar
específicamente las acciones del personaje, y a sentir lo que éste necesita sentir para realizar sus
deseos; aunque se puede ayudar con los pensamientos que le sean convenientes para estimularse
hacia sus objetivos de creatividad. Todos estos elementos lo conducen a envolverse plenamente en
la construcción del personaje, a partir de la técnica de la actuación, para que su conciencia se
convierta en la base de su desenvolvimiento escénico. De éste modo contagia y obliga a sus
compañeros a participar dentro del mismo marco filosófico, para generar un entendimiento
fantástico-real entre los participantes del escenario.
El esquema teatral primario fue diseñado para entretener la vista y el oído exclusivamente.
El espectador recibía con gran vehemencia el proceso creativo espontáneo; era necesario agradar a
la vista y animar al oído, sin importar cuales fueran los medios necesarios para este objetivo. Los
propósitos que dominaban en dicho esquema eran los de provocar una impresión fuerte en el
público. El actor que se ubica en este proceso hace todo lo posible para llegar a cumplir este anhelo;
si está dotado de un temperamento artístico suficiente, empieza seguramente a gritar, o por el
contrario a hablar demasiado bajo; o a murmurar sus palabras, todo esto, para conseguir el efecto
deseado.
Consideremos en este sentido, que tan potente puede ser el fenómeno del teatro, dentro
de este se puede incitar al auditorio hasta el éxtasis, llevarlo hacia la distracción, hacer que tiemble,
o de lo contrario mantener al espectador tranquilo, sentado en su asiento y obligarlo que absorba
cualquiera de las frases y acciones que se desee verter sobre él. El teatro tiene el ingenio más
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PSICOTEATRO
potente que artísticamente existe sobre el ser humano, puede llegar a atraer lo mejor del
espectador o puede obligarlo a verter lo más diabólico que existe en su interior.
Actualmente existen diferentes tipos de teatro, desde el que posee los elementos tan
fuertes de proyección al público que lo obligan a veces, a ser un instrumento primario de educación
masiva, y que puede llegar a causar un daño mayor que el de un mal libro, o bien a elevar los valores
espirituales más sublimes, ya que, por la naturaleza del fenómeno puede llegar al máximo de
exaltación o disminuir los temores y ansiedades que acaecen dentro del ser humano.
Stanislavski demostró con su técnica como pueden los actores adquirir por sí mismos los
estados creativos. Enseñó a establecer las condiciones en que una creación genuina puede ser
posible sobre la escena. En su método todas las condiciones de ese estado creativo son construidas;
pero si a pesar de eso el estudiante muestra incapacidad para realizar un genuino trabajo creativo,
si ningún movimiento tiene lugar, incluso después de que se le han clarificado las formas para que
pueda desarrollar su potencial creativo, nos deja saber que la actividad teatral, así como puede ser
llevada a cabo por cualquier persona, ya que se realiza con base en las características humanas en
general; también puede no desenvolverse, pues depende esto de la voluntad del aprendiz, y para
su excelencia dependería obviamente del talento del actor. La técnica de la Escuela de Stanislavski
es aquella que le aporta al actor la manera para llegar a esa verdad, a esa emoción, a esa vida que
cada una de las representaciones debe tener al actuar sobre un escenario con un reflejo de las
vivencias experimentadas en la vida real.
El Psicoteatro invita al alumno a vivir situaciones y circunstancias que desee imaginar, o que
simplemente perciba de sí mismo, de sus experiencias presentes, pasadas o anheladas; y lo hace
con base en la estructura que la técnica le ofrece con el fin de detectar, diferenciar y estimular, a
través de éstas las habilidades, las potencialidades innatas encubierta hasta ahora, habiendo llevado
a su comportamiento por rumbos diferentes. El participante, al manejar esta vivencia hace
consciente una nueva forma de conducirse, con actitudes frescas y renovadas, porque amplía sus
deseos; sus motivaciones se proliferan. El estudiante desarrolla un trabajo de autoconocimiento con
base en su propio material, a su ritmo y su voluntad de expansión y profundización; siendo dirigido
por los facilitadores y acompañado por todo el grupo.
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PSICOTEATRO
Las inquietudes principales que nos surgieron el Psicoteatro, fueron por aquellas personas
que se sienten con una iniciativa limitada, para que se conviertan en seres creativos. Lograr una
comunicación más honesta, desarrollar la imaginación, y enfocar la atención y la concentración en
lo que se desea, cultivar la expresión corporal y armonizarla con nuestros motivos o carencias,
acrecentar la seguridad, conocer nuestros sentimientos, manejarlos mejor en nuestro beneficio y
en atención a los demás, y sobre todo, ir descubriendo cada vez más nuestra libertad, que como
seres humanos radica en el implemento favorecedor de nuestros propios recursos.
Los deseos, las necesidades, las carencias del alma humana son partes accesibles para
nosotros, y por lo tanto somos capaces de dirigir nuestros procesos psíquicos de concientización.
Desde lo racional, acercarnos a través del subconsciente a los nieles de la esencia del ser, ayudados
por nuestra voluntad para promover un proceso creativo de trabajo, autoconstructivo; el diseño de
la técnica psicoteatral se refiere a eso. Desde la primera etapa del método de trabajo, el estudiante
improvisa (hace teatro) dándole vida en el presente mismo a esa faceta o a esa parte suya; aunque
por el momento no entienda completamente que es lo que está pasando alrededor de ésta. Cuando
comienza a ponerse en contacto con su percepción. Desdoblándola, los ojos de su alma se abren y
comienza también a expandir su consciencia, volviéndose sabedor de todos aquellos elementos con
los que ha vivido y también guardado dentro de su ser de manera detenida y a veces hasta
clausurada. Con los ejercicios les empieza a dar un nuevo significado acorde a sus necesidades
actuales.
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PSICOTEATRO
método directo para alcanzar por sí mismo ese poder y ampliar su espacio fenomenológico;
ensanchar la vivencia de la experiencia. Dicho poder se refiere a la fuerza de la gente y con soltura
en su relación escénica con el auditorio o grupo, ya que este último será partícipe de sus ideas y
sentimiento dentro de la creatividad escénica. Con la secuencia de las sesiones aflora
sistemáticamente el material requerido para llevar a cabo esta relación tonificante, éste debe ser
cada vez más rico, para sostener la atención del auditorio (grupo) que percibe a la persona real. Uno
debe aprender a tocarse el alma del mundo interno, para a su vez comunicarlo al exterior, hasta
saber plenamente que los pensamientos han penetrado en el subconsciente del otro.
La hipótesis del fenómeno vivencial para el cambio se refiere a poner en juego todos los
elementos de expresión y autopercepción del individuo, pero de una forma ordenada en su
operatividad para que resulten beneficiosos para el crecimiento personal. Son muy amplias las
posibilidades de autoconocimiento que puede ofrecer a un individuo, el que en un momento dado
se invente a sí mismo, que abra su espacio fenomenológico, refiriéndose a un producto creativo
interno; ya que todo lo que aparezca humana proviene de algo propio, ya sea de nieles afectivos
profundos, de actitudes o simplemente de conductas; cualquier cosa de nuestro pensar o sentir con
relación a algo o a alguien. De ésta manera iremos creando un escenario en el tiempo y en el espacio
presente de las circunstancias, que nos permita protagonizar aquello que vivimos en la interioridad,
pero que hasta ese momento no le habíamos podido encontrar significado; pudiendo también ser
que el que le dimos hasta hoy, resultó ya obsoleto con respecto a las necesidades actuales, porque
nuestra personalidad demanda mayor efectividad.
Éste fenómeno natural a un grupo funcionará en nuestro beneficio sobre todo cuando los
facilitadores proporcionen primero un ámbito seguro, de libertad y aceptación dentro del grupo, y
luego la descripción alimentadora que nos propicien acerca de la percepción que tienen de nuestra
imagen, y del mensaje que trasmitimos; siempre a partir del contacto que hagamos con nosotros
mismos. Intercomunicándonos las sensaciones, los sentimientos, las reflexiones, y todo aquello que
se haya despertado dentro de uno, después de la representación.
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PSICOTEATRO
Para el Psicoteatro, La Comedia del Arte es una influencia capital, aunque para Moreno fue
más con base en la expresión sobre bocetos preestablecidos; ésta fecundo dos siglos de civilización
europea, y modeló las formas más puras del teatro; comprendió el teatro de Shakespeare (Hamlet)
y de Moliere. En ésa forma de teatro es muy frecuente que el actor termine por imponerse sobre el
autor, que se proyecte en un personaje y que lo conduzca a donde su creador jamás hubiera
imaginado; dándole una salida personal al desgarramiento que conduce al actor al separarse de su
mundo privado, bajo el precio de una fuerte angustia o de alterar su rol; en éste caso imprimiéndole
una marca personal. El Psicodrama de Moreno introduce el principio de la espontaneidad. La
Comedia del Arte simplifica la paradoja del actor, permite la abreacción, pero no produce la toma
de distancia. La Comedia del Arte no autoriza al actor a ser el otro, aunque tienda un espejo hacia el
público, sino solamente a través de él mismo, haciéndolo lo mejor posible, en la dinámica de su
propia personalidad.
El Psicoteatro en este sentido está más influido por La Comedia del Arte, ya que aquí lo que
hace la persona es introducirse en sus propias percepciones teatralizándolas, para distinguir
imágenes, evocaciones; estimularlas y crecer con ellas. Aunque en éste sentido se apoya muchísimo
más en Stanislavski, precisamente porque él estimula al estudiante-actor a permitirse a sí mismo
encontrar sus percepciones, sus evocaciones, sus sentimientos íntimos para llegar a realizar el
personaje, interpretarlo sólo a través de sus propias necesidades. Se trata pues de un personaje
cercano al actor como persona, y por ende cercano al autor que es el mismo individuo.
La Comedia del Arte nace en el siglo XVI, primero con representaciones improvisadas con
actores enmascarados (Mássimo Troiano, 1565), se desarrolló rápidamente; se conocieron grandes
artistas, alcanzó una forma cabal e históricamente definida, al punto de transformarse en un
arquetipo (V. Pandolfi), y su huella sobre la historia del teatro ha quedado indeleble. Con Pandolfi
se crearon tipo fijos de personajes, estereotipos que ya establecían una complejidad con el público.
Así, La Comedia del Arte contaba con dos características importantes, la improvisación y la fijeza de
los personajes. Para el siglo XVII se convierte esta forma de teatro en el centro de la vida teatral y
social. Se desplazó de Italia a Francia y de ahí a toda Europa como una de las formas de arte más
libres y más felices.
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PSICOTEATRO
Considerando la historia del teatro, en el curso de los últimos decenios, éste ha realizado
sus pasos más grandes para encontrar su verdadera patria después de Shakespeare; el poeta que
reinstaló el teatro en lo más vivo de la carne del hombre y que le tendió el espejo límpido donde se
reconoció con alegría y con terror. Retomando la esencia humana en la modernidad; Brecht The
Living Teather (el teatro de la calle). Luigi Pirandello, preso en las trampas de los espejos y Antonin
Artaud, el teórico visionario con el Teather et son Double. No se trata de coincidencias, la obra de
Moreno tiene por cimientos el gran propósito de Stanislavski, Pirandello y Artaud ilustrando una
convergencia necesaria; ésta desemboca en el remedio al vértigo del hombre ante las distorsiones
de lo imaginario y de la alienación. El Psicoteatro se inspira en Stanislavski y marca un sesgo con los
otros dos, no es el espejo, ni el martirio, ni tampoco es a manera de Moreno, poniéndose en lugar
del otro, aunque valoriza como Artaud la salud del comediante.
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PSICOTEATRO
Stanislavski tiene una visión reformadora del teatro, adherirse a la vida misma, se
desprende del estereotipo del director que solo hace una demostración de sus propias ideas, des
sus principios, de su búsqueda ingenua y donde la vida está ausente. En el Psicoteatro es la vida per
sé lo que nos importa, es la personalidad de cada persona con que se trabaja, pero no para
confrontarlo como en el Psicodrama, más bien para que cada persona descubra a través del método,
todos y cada uno, por separado y armonizadamente, los recursos con los que contamos como seres
humanos, que nos son naturales según nuestra conformación orgánica, así como lo son también
nuestros músculos, nuestros huesos, vías sanguíneas, nerviosas y endócrinas. Nos apoyamos
directamente en la disciplina Stanislavskiana para adherirnos a la vida misma y promoverla. El teatro
de Stanislavski lleva la marca de purificación; de retomar a las fuentes del hombre mismo. El
Psicoteatro retoma, a través del vehículo ser humano la experiencia propia con el fin de
acompañarlo hasta sus fuentes, donde se origina diariamente y a cada instante, en donde el
hombre, por su propia naturaleza autogeneradora, va a poder moverla, modificarla y actualizarla.
La Escuela de Stanislavski le enseña al actor como formarse con base en el relato descriptivo,
el acercamiento al espíritu excepcional del arte-hombre, el enraizamiento profundo en el respeto al
hombre y sus inmensas posibilidades (potencialidades). Propone a sus actores la meditación, la
prospección en profundidad de su propia alma; y considera que, si a veces logran los actores crear
una apariencia de vida por una respuesta superficial de la periferia del cuerpo, no por ello alcanzan
los subsuelos misteriosos del alma, de donde nace el personaje.
La mayoría de las veces los seres humanos tenemos una experiencia de la vida con base en
una conexión superficial con el mundo que nos rodea y con la naturaleza de nosotros mismos; sin
alcanzar la esencia del cuerpo, psique y espíritu de donde debe nacer el hombre, viviendo éste
(siendo éste), a diferencia de no vivir (no ser) la alienación, la separación de uno mismo. En el
Psicodrama el personaje-paciente que aflora es precisamente ese que también busca Stanislavski,
el que nace del inconsciente, entendiéndose desde las profundidades misteriosas del alma. En el
Psicoteatro, la persona que aflora es aquella que se pone en contacto con sus posibilidades de
hombre como tal en primer término, para partir de ahí, reaprender a vivir sus experiencias desde la
no verdad, desde la alienación (la separación de sí mismo), hacia la más-verdad (al contacto consigo
mismo), hacia la conciencia de sí.
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PSICOTEATRO
era rechazar por un lado lo racional, que lo consideraba inauténtico, y por el otro rescatando al
teatro como arte que realiza el actor, contra la idea que proponía La Comedia del Arte en la cual se
perdía el arte mismo en aras del actor. Stanislavski partía de la vida exterior para llegar a la verdad
profunda del personaje a través del actor; lo natural excitaba el sentimiento y éste, por intuición
hacía nacer la invención. El Psicoteatro también parte de lo natural, de los recursos del hombre, que
al hacer conciencia de ellos vía la diferenciación, y utilizarlos más y más ampliamente considera que
todo esto nos llevará a la plenitud de la experiencia, a causa del conocimiento y de la conciencia
adquirida. Vivir el presente más despiertos, más vivos y más completos.
Stanislavski exige a los alumnos no ser autómatas, sino hombre capaces de transformar
sobre el escenario la verdad desnuda y conmovedora de la vida misma; hombres preparados,
trabajados. Sólo desde ahí podrían ser vencidas las paradojas (según Didérot) las alienaciones
cultivadas por el teatro tradicional (la neurosis histriónica). El Psicoteatro también le exige a la
persona dejar de ser autómata (vivir la cotidianidad sin conciencia de lo que tenemos, con lo que
contamos para poder vivirla); y retomar nuestro cuerpo, nuestros ojos, nuestros oídos, nuestro
tacto, olfato y sabor; todas aquellas partes que nos permitan ponernos en contacto con lo que está
fuera y dentro de nosotros. Lo quinestético, los elementos que permiten movernos y ponernos en
el mundo (posturas de mil formas). Lo que nos permite regresar, retomar algo y traerlo al presente;
evocar, imaginar, asociar y aquello que nos hace sentir de las mil maneras.
La lección que Stanislavski nos da va más allá del escenario, del espectáculo. Trae el teatro
a la vida cotidiana al servicio de los hombres en general, haciendo alarde de su carácter
antropológico por excelencia; para que todos los seres humanos podamos sumergirnos en nuestras
raíces, en el terreno fértil y fecundo de nuestra naturaleza que se concentra a reunir las fuerzas
vivas de su espontaneidad. La búsqueda de Stanislavski, su revalorización del comediante, tiende
precisamente hacia la verdad de vida en su desnudez cotidiana, y no la verdad superficial en un
segundo nivel del escenario. La búsqueda de nosotros es la revalorización del ser humano,
tendiendo precisamente hacia la verdad esencial y no la superficial o distraída. Tanto el Psicodrama
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PSICOTEATRO
como el Psicoteatro tiene como objetivo mayor: fortificar de antemano a la persona integral vía el
comediante para que ninguno de los dos sea prisionero, para que ninguno tenga cadenas al expresar
su ser sí mismo, y todo lo que contiene para poder ser.
Pirandello nos muestra que verdaderos vivientes de su pieza son los personajes
aparentemente reales. Al mismo tiempo que cuestiona la identidad y la presencia de los que llaman
a sí mismos vivientes, niega también el monopolio al derecho de existir. Esos comediantes de carne
y de sangre que representan la pieza, en un cierto teatro delante de un público, negando la
dimensión de la ficción (Seis personajes en busca de autor), le da lugar a la locura dentro de su teatro
del juego constante de lo real y de lo imaginario. Apariencia de la dialéctica del ser y del parecer.
Con Pirandello el tiempo se nivela, fluye y desplaza las líneas, el personaje gana por sobre
la persona y domina a éste en su personalidad fugitiva. En el Psicodrama, por el contrario, es el
personaje el que produce a la persona después de haberle permitido recorrer el teclado entero de
sus roles. En cambio, en el Psicoteatro el personaje es producido y a la vez apropiado continuamente
por la persona, ya que se trata de la misma persona ampliada, abierta, con más posibilidades porque
se mueve a sí misma a través de re-crearse, utilizándose y haciendo uso de sus posibilidades y
capacidades en un constante devenir. Nos referimos a un continuo irse haciendo rehaciendo sin fin.
Al igual que el teatro de Pirandello donde prueba precisamente la imposibilidad de concluir
(muriendo él y no concluyendo su última obra Los gigantes de la montaña).
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PSICOTEATRO
perdida. Su seguidor Peter Brook (teatro con base en la expresión corporal) y Jerzy Grotowsky
(teatro laboratorio) Artaud y Peter Weiss (teatro de la crueldad). Artaud a través del cuerpo, incluso
hasta la crueldad, llena también la brecha entre el teatro y la vida misma. Contemporáneo al
Psicodrama, apuntando además paralelamente hacia la salvación del hombre, la curación.
El teatro enseña precisamente la inutilidad de la acción, que una vez realizada no tiene nada
que hacer; en el Psicoteatro todo lo que se hace queda ahí como una ejercitación hacia todo lo que
no se ha hecho y lo que se va a dar.
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PSICOTEATRO
Arteaud se proponía hacer del teatro una realidad que se pueda creer y que contenga para
el corazón y los sentidos esta especie de mordedura concreta que comparte toda sensación
verdadera. Antonín Artaud, Psicodrama y Psicoteatro traen el teatro a la gente en un fenómeno
común, invitan a una nueva forma de vivir en donde ya no hay segregación de actores-espectadores,
y se convierte en teatro-misa (el musical Hair), ejercicio teatral sesión terapéutica, en trabajo de
grupo, función de teatro, en teatro-juego, vivencia-teatro, en vivir-actuar, en actuar-vivir,
teatralizar, en donde el arte se desmitifica y también la vida desestereotipa, al igual que la
psicoterapia.
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PSICOTEATRO
Mucho de lo acercamientos modernos de la terapia usan el teatro ya sea para niños como
para adultos; el primer intento fue hecho por J.L. Moreno con su Psicodrama. El uso que Moreno le
daba al drama desviaba el énfasis de conservar -como Stanislavki- la respuesta por sí misma; en el
Psicodrama lo que es terapéutico es acting out (el actuar), el momento en que debido a su problema
el paciente produce la catarsis (abreacción). Sin embargo, también era parte de su teoría que todos
los participantes en la sesión psicodramático sean ayudados por la misma experiencia: paciente,
auditorio, terapeuta-director y sus asistentes. En esta fase Moreno vio que el Psicodrama era una
reunificación de la comunidad total (participante, autor y auditorio), con el propósito de una
reeducación.
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PSICOTEATRO
Los caminos en que el teatro y sus improvisaciones son usados actualmente en la terapia y
en la educación cada vez se acercan más entre sí. El entrenamiento psicoteatral puede ser un
remodelado de la naturaleza del hombre a través de una técnica clara y proceder organizado para
encausar adecuadamente las acciones físicas (corporales), las intelectuales (mentales), y las
afectivas (emocionales). Es ahora cuando los vehículos del teatro y psicoterapia se han estrechado
en su afán de facilitar la expresión de plenitud e integración en el ser humano.
La terapéutica había consistido en hacer coincidir el actor consigo mismo. Todo sucede, en
efecto, como si representándose a sí mismo (el actor representa sus conflictos). Descubrió que lo
que sucedía con sus actores-pacientes convenía o pertenecía a la noción aristotélica de catarsis. La
catarsis no es solamente aquella que beneficia al actor que se desprende de sus dominios,
exteriorizados, sino también la del actor que reconoce la profunda unicidad humana, que descubre
la unicidad de los problemas con aquellos que ha visto (re-presentar) sobre el escenario como más
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PSICOTEATRO
tarde sobre el área psicodramática. Moreno definió la clave misma del Psicodrama como: cada
verdadera segunda vez es una liberación de la primera.
En el Psicoteatro no nos interesa que la persona lleve a cabo un rol (personaje) para que
viva con sus demonios y los exteriorice (catarsis). Con la teatralización psicológica se improvisa la
persona a sí misma dentro de la capacidad (recurso a desarrollar o descubrir en la conciencia), y de
la experiencia (de su propia persona dentro del terreno de las circunstancias para encontrarse con
sus posibilidades de ampliación). El Psicoteatro utiliza la técnica teatral de Stanislavski,
construyendo cada gesto típico de sus propios personajes al no seguir un guión de afuera. La
persona que trabaja es siempre ella misma a través del personaje, insistiendo así en apegarse a los
gestos y características del personaje con el propósito de descubrirlo (de descubrirse), conocer cada
detalle de esa expansión de su persona a través del horizonte de su propia expresividad.
En el Psicodrama las funciones del director son triples (terapeuta, analista y director)
aunque tratando de ser vigilante, recogido, lleno de tacto, perspicaz; se sitúan en la confluencia de
los inconscientes de cada miembro del grupo; acecha la abreacción y se abalanza sobre lo que en el
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PSICOTEATRO
juego puede producirla; así que forza y controla al mismo tiempo. Para el ortodoxo, el director debe
quedar fuera del juego, y para el menos ortodoxo, puede estar dentro y fuera, ambos deben poseer
un profundo conocimiento de sí, de sus límites y de sus proyecciones. En el Psicoteatro: los
directores son dos, uno que es actor o director teatral y el otro que es psicólogo psicoterapeuta. En
la unidad de ambos se conforma una totalidad que facilita la enseñanza, por un lado de la técnica
del teatro, por parte del actor o director que posibilita el despliegue de los ejercicios a través de un
campo de acción, y por otro la observación de las teatralizaciones, de los proceso psicológicos físicos
y emocionales por parte del psicólogo (pueden ser hombre y mujer o del mismo sexo); y el manejo
adecuado de la comunicación a través de la retroalimentación favoreciendo la concientización de
las experiencias personales.
EN EL PSICOTEATRO
LA TÉCNICA DEL ACTOR (teatro de vivencia de K. Stanislavski)
Respiración y relajación
Concentración La improvisación:
Acciones físicas y psicológicas El mágico sí
El manejo de los sentidos Las circunstancias dadas
El desarrollo de la imaginación El creer y la verdad
La expresión corporal
El manejo de la voz
Sensibilización
Movimiento de la corporalidad
Comunicación de la corporalidad
Sensaciones y percepciones
Tipos de memoria y asociación
Tipos de pensamiento
Sentimientos y expresión
Valores
Espiritualidad
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PSICOTEATRO
LA RETROALIMENTACIÓN
El psicoterapeuta facilita la descripción de lo que cada uno de los participantes recibe de otro
participante. Ésta se puede hacer con la palabra, con gestos, con el cuerpo; y puede realizarse a
partir de lo que el primero hace en los ejercicios, o bien de lo que comunica con su presencia. Dicha
descripción debe fungir a manera de espejo para cada uno. Siendo la retroalimentación la parte
esencial para del crecimiento personal; ambos directores deben modelarla, fomentarla y además
integrarla en el grupo; además de cumplir con algunos criterios para que sea útil y efectiva. Debe
ser descriptiva y evaluativa. Debe ser específica y no general. Debe solicitada y no impuesta. Toma
en consideración las necesidades de quien la recibe, no solo del que la da. Debe ser oportuna no
extemporánea. Debe ser comprobada para asegurar una buena comunicación.
Los directores no intervienen en las improvisaciones, siendo estas de todo tipo (dentro de los pasos
del método de Stanislavski). El grupo tampoco interviene en estas. Todos permiten
respetuosamente el despliegue o desdoblamiento creativo de la persona(s) que se manifiesta(n) en
cada exposición. Es eso lo que favorece precisamente que se cumplan los objetivos del Psicoteatro.
LA EXPRESIÓN PERSONAL
Nos estamos refiriendo a la expresión de la propia personalidad. Los actos del organismo humano
que sirven para revelar y desarrollar las formas de conductas más características del individuo. Se
trata de utilizar las capacidades naturales que lo distinguen de otros individuos, los cuales
comprenden toda su persona a partir de segmentos metodológicamente delimitados.
LA TEATRALIZACIÓN
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PSICOTEATRO
Cada uno de los elementos del grupo se despliega a través de sí mismo haciendo ejercicios
individuales y de grupo, utilizando sus cuerpos, sus sensaciones, sus ideas y sus emociones, todas
las imágenes de sus personajes, y los guiones que crea espontáneamente. Manifestándose a la vez
que descubriendo partes ignoradas o secretas de su personalidad; las cuales, a partir del momento
de la revelación, ya forman parte de un devenir más consciente, dejando pertenecer a un futuro
obscuro y nebuloso.
De esta manera cada participante se refleja en las percepciones que tiene del que actúa y de los
demás. Ahí nos vemos a nosotros mismos y podríamos vernos más y más partiendo de nuestra
propia unidad, siendo que todos los demás la amplían o la complementa. En la estructura del
Psicoteatro cada integrante es distinto y único, su presencia y participación es tan importante como
la de los directores que se limitan a modelar cada paso de la técnica psicoteatral, a ejemplificar y a
definir cada elemento de aprendizaje. Establecen una estructura (reglas y límites en el trabajo), y
son la contraparte den el encuentro grupa, con el fin de hacerlo evidente y e provecho para el
conocimiento individual.
Los facilitadores conducen, modelan y también forman parte del público. Todos los demás fluctúan
entre ser escenificadores (hacerlo solos o con otro) y ser espectadores. No existe gente extra que
por el hecho de estar presente orientaría el fenómeno expresivo hacia un terreno más espectacular.
Desde la estructura misma del Psicoteatro, un grupo aparte a manera de público no podría tener
cabida, ya que, desde el comienzo del proceso grupal, todos lo que están presentes (menos los
directores) hacen los ejercicios (van haciéndolos), dejándose llevar (encaminándose) a través de la
técnica psicoteatral y del desenvolvimiento metodológico del mismo.
Para J.L. Moreno el público puede servir de ayuda al paciente o transformarse él mismo en
paciente; para el Psicoteatro todo el grupo que va a participar, entra en un desarrollo metodológico
común que se forma de ejercicios e interacciones del grupo, y lo van induciendo poco a poco a una
experiencia de crecimiento personal.
Para desarrollar el trabajo se hacen una serie de sesiones que llevan una secuencia estructurada y
consecuente en objetivos propuestos. Éstas pueden realizarse a través de tres días de trabajo
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PSICOTEATRO
intensivo o bien una sesión por semana o dos. Se realiza con el grupo un calentamiento previo de
pendido de la secuencia de las sesiones y de las necesidades del grupo.
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PSICOTEATRO
ESCENA Y META-ESCENA
El Psicoteatro es un método didáctico dirigido a las personas que se interesen en habilitar sus
recursos propios como seres humanos. Estimular aquellos elementos corporales, mentales y
emocionales que tenemos desde que nacemos de manera potencial, o bien aquellos que vamos
desarrollando a través de procesos de crecimiento en nuestro organismo y en nuestra personalidad.
Estas capacidades que son meramente humanas las podemos llegar a afirmar por medio del
estímulo adecuado que les corresponda, además de la continua toma de conciencia que hagamos
sobre los efectos que vayan ocurriendo.
Nuestra persona está constituida por áreas emotivas, intelectuales, físicas y espirituales que
funcionan en armonía y correspondencia entre estas. Los movimientos corporales a través de los
músculos, articulaciones, motricidad, respiración, tensión, relajación, placer, dolor, vigilia, sueño y
cualquier tipo de sensación física ya sea en salud o enfermedad, equivalen o son en sí la primera
plataforma de nuestra expresión en la cotidianidad; teniendo una íntima correspondencia con las
otras partes de nuestra personalidad.
La creatividad es una de las capacidades que nos pertenecen como seres humanos, ésta es
superior a las anteriormente mencionadas y seguramente con mucho mayor significado para
nuestra experiencia vital. Las posibilidades de desarrollo y de armonización pueden llegar a ser
enormes si estimulamos adecuadamente los procesos elementales del cuerpo, del intelecto y de las
emociones; como consecuencia en forma absolutamente espontanea se manifiesta la creatividad;
siendo esta-como todo fenómeno humano- inefable e impredecible por el propio genio del
individuo. El Psicoteatro es un método de aprendizaje que se dirige a estas partes expresamente
para observarlas, estimularlas y armonizarlas ayudando a la persona a vivir mejor y a estar más
presente en la experiencia diaria.
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PSICOTEATRO
Nuestras capacidades fisicomotriz, mental y afectiva se refieren a los recursos propios que
como ser humano contamos para vivir y abrir el horizonte de nuestra experiencia. Nosotros
podemos -con la voluntad y la disciplina- incrementarlos para expandir nuestra conciencia,
conociendo así mejor la propia naturaleza y poniéndonos en contacto con nuestro mundo interno y
con el de afuera, mejorando, por ende, nuestras relaciones interpersonales. En el Psicoteatro son
tres las áreas de concentración y trabajo, la emotiva, la intelectual y la corporal. La persona por ser
un individuo bio-psico-social es dinámico, único, espiritual y trascendente; gracias a sus recursos
internos cuenta con los elementos idóneos para serlo. Estos elementos son congénitos a su
naturaleza y se manifiestan ampliamente a través de su pensamiento, de su cuerpo, con sus
palabras, en el arte, en la ciencia; con sus procesos de precepción, de memoria, de imaginación y de
fantasía. Respirando, relajándose, tensionándose, evocando y moviéndose continuamente.
Todas estas áreas de acción son independientes y podemos estimularlas en forma aislada o
combinada, dirigiendo nuestra atención específicamente y con conciencia a cada una de ellas.
Diferenciándolas, dándonos cuenta de su correspondencia con otros procesos o con otras áreas de
nuestra persona. Por ejemplo: Si nosotros tratamos de describir con palabras o con nuestro cuerpo
las percepciones que estamos recibiendo en un momento preciso, es posible que éstas vayan a
representarse directamente en nuestra emocionalidad, y ciertos sentimientos comienzan a
aparecer en nuestra experiencia.
De igual forma sucede a la inversa; los sentimientos que tengamos en un momento dado o
algunos movimientos específicos que hagamos con nuestro cuerpo, pueden hacer eco, generándose
ideas, razonamientos o hasta experiencias místicas. Lo cierto es que siempre existirá una
correspondencia equilibrada. Además, en el momento que deseamos podemos utilizar nuestra
motricidad verbal o corporal o alguno a experiencia específica (evocándola); y en ese momento
observaremos que cuando se produce cierto cambio en alguna de las áreas, tendrá que producirse
en otras, y esta resonancia va a propiciar cambios en la personalidad y por ende en la conducta.
El Psicoteatro como taller de trabajo individual dentro de un grupo, capacita a la gente para
experimentar con la propia naturaleza de su personalidad en el presente mismo de la experiencia,
poniéndose a sí mismo en acción, pensando, sintiendo y actuando; expresándose con el propósito
de desenvolverse, y tomar conciencia de las posibilidades internas y de estimularse adecuadamente
para llevarla a cabo.
88
PSICOTEATRO
Deberán estar siempre formados los grupos por elementos distintos en cuanto a sexo, edad,
estado civil, profesión o circunstancia existencial, cuyo único requisito será tener el interés y la
inquietud de vivir una experiencia de aprendizaje que los ayude a diferenciar y a estimular las áreas
que integren su persona, cuerpo, mente y emoción, aprendiendo al mismo tiempo la técnica
inherente al ser humano de la improvisación teatral de la Escuela de Vivencia de Konstantin
Stanislavski. Además, tener la inquietud suficiente como para tomar el riesgo de participar dentro
de una experiencia grupal, dirigida por un actor y una psicóloga o viceversa (de distinto o del mismo
sexo) y expresarse durante el curso de las sesiones, con el único fin de distinguir en sí mismo los
recursos propios de su persona para promoverlos y evolucionar.
Una de las labores de los facilitadores es propiciar dentro del grupo un ambiente seguro y
confortable para favorecer la relación interpersonal entre los participantes, a la vez que la
expresividad de cada persona. El tiempo de duración del grupo estará limitado a un compromiso
establecido de doce sesiones de trabajo estructurado y cada una de estas tendrá un principio, un
desarrollo y un fin de la misma manera que la globalidad de la experiencia.
El grupo pasa a través del encuentro por distintas etapas para que se desenvuelva el
proceso. Cuando los conjuntos de personas empiezan a encontrarse por primera vez intuyendo y
descubriendo sus intereses mutuos, corresponde a etapa inicial de aprendizaje. Esta etapa también
sire para accionar al grupo, para sentir y superar las resistencias de cada integrante y empezar a
tomar los riesgos necesarios para la elaboración del trabajo. Aquí los integrantes están presentes,
se sienten acompañado, entrevén el inicio del trabajo y comienzan a vivir la experiencia con los
demás. Las personas en esta etapa, aparentan establecerse en una aposición receptiva que
pareciera ofrecerles una mayor comodidad, en vez de atreverse a incursionar más adentro. La
confianza y seguridad que necesita el grupo para vivir esta primera etapa, depende precisamente
de la presencia y de la aceptación por parte de los facilitadores a cada uno de los integrantes y al
grupo en general. En la medida que los participantes empiezan a realizar los ejercicios
específicamente diseñados para ésta etapa, experimentan simultáneamente aquellos temores que
sienten al tomar los riesgos necesarios para explorar en sus propias experiencias; los pensamientos
fantasiosos. Una vez percibidos estos en la experiencia interna personal los pueden teatralizar de
acuerdo a la metodología del trabajo psicoteatral, para elaborarlos emocional e intelectualmente y
así trascenderlos. Cada persona vive su propia experiencia, y a la vez se siente acompañada por los
demás integrantes del grupo y por los facilitadores psicoteatrales. La ductibilidad en esta etapa
permitirá entrelazar la siguiente con facilidad y compromiso.
89
PSICOTEATRO
La primera etapa del grupo la podemos comparar con la que atraviesa va un bebé que se
encuentra en el período de lactancia, dentro de la cual lo único que necesita para por sobrevivir es
ser completamente aceptado por su madre y sentir la absoluta confianza en que ella lo quiere tal
como es. En la segunda etapa ya se comienza a superar el temor por el reconocimiento de otros a
su propia iniciativa e individualidad como en el caso del niño que a raes de estos principios inicia su
desarrollo para después convertirse en adolescente y luego en adulto. Cuando crece este ya explora
sus ideas propias, su capacidad de autoconstrucción y colaboración con los elementos que lo
acompañan; fabrica, desarrolla y comparte con los demás; y va complementando su experiencia con
la de otros, autodirigiéndose y madurando su propia confianza, su seguridad y el dominio de sí
mismo.
Tomar conciencia de crecer como ser humano es también llegar a darse cuenta de que en
la vida somos parte de un fenómeno vivencial integrador, que se logra entre todos los seres
humanos en el encuentro entre unos y otros; ya que lo que tenemos interiorizado desde pequeños,
a través de nuestra percepción del mundo, nos es más fácil verlo en otros que en nosotros mismos.
En éste sentido funcionamos a manera de un proyector de cine, poniendo afuera o en otros,
aquellos pensamientos o sentimientos que nos causan conflicto, o por el contrario, habilidades que
no somos capaces de reconocer en nuestra persona. Pareciera que las imágenes del concepto propio
pertenecen a la pantalla, allá enfrente y no en el proyector, y que solo con un proceso de
concientización llegamos a reconocer como nuestras las necesidades y carencias que poníamos en
los demás, y aceptamos con responsabilidad las que antes negábamos su existencia o solo la
apreciábamos en una parte de su totalidad.
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PSICOTEATRO
Las personas –al pasar de una etapa a la otra-, se permiten estar ahí cerca de otra gente,
acompañarlo y se acompañados, ser más que simples observadores de la conducta del otro y
sentirse parte de la totalidad de la vivencia de todos. En la medida que estamos con los otros,
podemos ver, sentir y aceptar los que éstos nos comunican siempre y cuando nos sintamos parte
de la misma comunicación. Porque los seres humanos cambiamos psicológica y existencialmente a
través de las etapas de descubrimiento con nosotros mismos en el encuentro con los demás; y a
través de la manifestación de las experiencias propias y de la significación de las mismas. Durante
el proceso encontramos dentro de nuestra experiencia interna respuestas a preguntas que muchas
veces están anquilosadas. Toda la gente se suma a este proceso de maduración, hasta que llega el
momento en que los participantes están ya listos para entrar en la tercera etapa; la final.
Ésta última etapa de despedida es muy difícil de vivir; el grupo se acaba, la experiencia
termina, también implica la aceptación simbólica paralela de otras muertes que experimentamos
como seres humanos. Ésta etapa esa vivenciada y entendida por la propia experiencia de la vida,
que se cristaliza a través de la acción en el proceso grupal.
No hay más remedio que aceptar que en la medida que estamos viviendo intensamente,
dándonos a la vida con todo lo que somos y abriéndonos también a la experiencia del otro; vamos
descubriendo que al abandonar el encuentro humano estamos dejando de vivir, aunque físicamente
nos encontremos con apariencia viva. Éste proceso significa acercarse –de a poquito- con la muerte,
con el único propósito de aceptarla como parte de la vida.
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PSICOTEATRO
LA PRÁCTICA
PRIMERA SESIÓN
CONOZCÁMONOS Y ADONDE VAMOS
OBJETIVOS:
Expectativas de los participantes: Se pueden utilizar ejercicios que ayuden a esclarecer lo que cada
persona espera a encontrar en el curso y las razones que lo raen a dicha experiencia. No se debe
enfatizar en presentaciones personales autobiográficas.
Información clara y precisa de cómo se va a llevar a cabo el curso (objetivos generales, propósitos,
estructura, reglas y límites).
ETAPA GRUPAL
.- Pre-grupo.
Carl Rogers describe objetivamente el proceso que sigue un grupo ante el encuentro interpersonal
cuando se trata de una serie delimitada de sesiones de trabajo. Desde el momento en que un
facilitador pone como encuadre o marco de referencia la libertad individual que existirá en el grupo,
y que lo llegue a realizar será lo que cada uno se proponga; la primera reacción de la gente ante esta
actitud poco común (estructurada, pero no directiva), es de confusión, silencio, interacciones
amables y frustración. En ésta etapa el grupo todavía no está involucrado, y los integrantes
necesitan ubicarse en un lugar seguro y confiable mientras se resisten a la exploración y expresión
personal. Las personas hablan de hechos y de sentimientos del pasado, es más fácil empezar así
cuando no se confía todavía en los integrantes. (nota: los ejercicios individuales siempre serán diseñados por el
participante, y también los de grupos pequeños 9° y 10° sesión. Los ejercicios propuestos para todo el grupo serán diseñados por los
facilitadores)
El primer paso hacia una vivencia más presente aflora con la expresión de sentimientos
negativos atacando generalmente a los facilitadores “por no proporcionar una directibilidad
adecuada”; de esta manera la gente se responsabiliza de sus necesidades presentes y de su
comunicación indirecta. Existe resistencia a expresar sentimientos positivos y negativos
directamente, ya que esto correspondería a tomar un riesgo y ser rechazado por otros.
A partir de esta etapa nace la opuesta, cuando alguien se arriesga a explorar en sí mismo y
comunicarse en forma significativa. La expresión de percepciones y sentimientos empiezan a aflorar
dando lugar a que la capacidad terapéutica del propio grupo se desarrolle. El trabajo inicia cuando
92
PSICOTEATRO
la capacidad de ayuda mutua del propio grupo comienza a manifestarse espontáneamente en sus
respuestas ante la alegría o sufrimiento de otros. El comienzo del cambio se observa cuando en la
intensidad del trabajo aparece una actitud de autoaceptación en algunos integrantes que empiezan
a desenmascararse y dejan de utilizar sus defensas ante el grupo. De esta manera se desencadena
paulatinamente una actitud general que demanda del individuo a ser él mismo.
Los facilitadores promueven la retroalimentación (que formará parte del proceso de trabajo
continuamente hasta el final), así cada individuo adquiere rápidamente gran cantidad de datos
acerca de cómo se manifiesta ante los demás; ya sea por la descripción de su conducta, por el
sentimiento que produce en otros, o por la confrontación de sus acciones incongruentes. Ya para
estas alturas de la interacción grupal se dan interrelaciones de ayuda fuera del grupo.
Para el final de las sesiones el grupo se ha preparado a vivir la despedida, porque el objetivo
del encuentro se ha llevado a cabo, sin embargo la culminación de este cambio se manifiesta en la
despedida. Nota: Los ejercicios individuales siempre serán diseñados por el participante, y también
los de grupos pequeños 9a. y 10ª. Sesión. Los ejercicios propuestos para todo el grupo serán
diseñados por loa facilitadores
SEGUNDA SESIÓN
AUDICIÓN
OBJETIVOS:
PROCEDIMIENTO:
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PSICOTEATRO
Evaluación y Recopilación.
ETAPA GRUPAL.
MARCO TEÓRICO
Psicológico: Abraham Maslow visualiza la naturaleza interior esencial del ser humano comenzando
por proponer que cada uno de nosotros posee una naturaleza interior esencial de tipo instintivo,
intrínseca, dada de forma natural y heredada que tiende fuertemente a persistir. Se trata de un
material en grupo y ante él reacciona la persona y quienes la rodean. Ésta naturaleza incluye las
capacidades, talentos, equipo anatómico, el equilibrio fisiológico y temperamental, las lesiones
prenatales y los traumas de los recién nacidos. Es el núcleo interior que se nos manifiesta en forma
de inclinaciones naturales y tendencias interiores.
Maslow afirma que no es posible ningún tipo de salud física, a menos que cada persona sea
básicamente aceptada, sea amada y respetada por los otros y por sí mismo en lo que se refiere a
dicho núcleo esencial. Sólo si existe una aceptación puede haber una expresión e dicha esencia y
una realización de estas capacidades y potencialidades latentes; implicando un rendimiento
constante y pleno de la persona, disponibilidad de la esencia humana y personal; y como
consecuencia una mínima presencia de enfermedad neurosis, psicosis, o pérdida o disminución de
las capacidades humanas y personales básicas. Por estas razones, es mucho más conveniente
exteriorizar, animar, o por lo menos reconocer esta naturaleza interior que suprimirla o reprimirla.
Carl Rogers considera que el organismo humano tiende a mantenerse a sí mismo y lucha
por realizarse. La llama tendencia actualizante, siendo esto un motivo básico del hombre y
levándose a cabo solo si las condiciones para el mismo hombre son favorables.
Teatral: Konstantin Stanislavski considera que el motor interno y la condición artística que
el lleva dentro de su ser le permite adquirir en parte y por etapas progresivas (a través de técnica
ya aprendidas) la libertad del cuerpo como elemento principal, la eliminación e la tensión muscular,
94
PSICOTEATRO
dejándonos ser obedientes conductores de nuestras acciones físicas, y llegar a realizar nuestros
esfuerzos creativos.
Con frecuencia los actores nos e dan cuenta de sus propias limitaciones y posibilidades
hasta que llegan al ensayo de la parte que requiere un esfuerzo excesivo. La gente llega a profesión
teatral por muchas razones, aparte de la vocación verdadera, buscando solo la fama. El actor –en
estos días- a menudo tiene que escoger entre ser popular o ser un buen actor, aunque des esto son
culpables las producciones teatrales y no el entrenamiento actoral.
Para despertar el subconsciente a la labor creadora existe una técnica especial; debemos
abandonar a la naturaleza propia todo lo que es inconsciente y dirigirnos por nosotros mismos a
aquello que está en los límites de nuestro alcance. Cuando el subconsciente y la intuición entran en
nuestra labor sobre el escenario no debemos interferirla sino dejarla que fluya; “Usted puede actuar
bien o mal, lo que importe es que actúe verdaderamente”. Si el alumno toma estos motores internos
y los adopta la vida espiritual y física de la persona que está representando, podemos decir que vive
su parte. Si seguimos una secuencia ordenada de acciones físicas con un amplio desarrollo de
nuestra imaginación sobre el trabajo de nuestros sentidos, además de abrir vías a la inspiración,
ayuda al actor a alcanzar uno de sus principales objetivos. El actor debe adoptar sus propias
cualidades humanas a la vida de esa otra persona y poner en ésta su propia alma.
TERCERA SESIÓN
CREE EN TI
OBJETIVOS:
Psicológicos.- Autoestima (afirmarse ante los otros por el propio sentido de la acción).
PROCEDIMIENTO:
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PSICOTEATRO
MARCO TEORÍCO
Psicológico: Acerca de la concepción del hombre, Albert Ellis dice que el ser humano crea
sus propios sentimientos a partir de la idea preconcebida de los hechos. Explica que en el momento
de vivir una situación nosotros nos hacemos una idea previa acerca del significado de la misma, con
base en las ideas irracionales que nos han introducido a través de nuestra vida. Como consecuencia
de esta idea se manifiesta en nuestro interior un pensamiento correspondiente, que por lo general
es autodeteriorante del concepto que nos formamos de nosotros mismos, dando como
consecuencia inseguridad, temor, incapacidad, rigidez, estancamiento.
Una vez que el individuo logra transformar la idea básica negativa ante las situaciones,
cambiará el sentimiento y la autoestima se conformará positivamente.
Abraham Maslow nos dice que, en el desarrollo normal del niño sano, si se le da realmente
la posibilidad de libre elección, de escoger la mayoría de las veces lo que es bueno para su desarrollo
y lo hace porque sabe bien lo que le produce bienestar, placer y deleite; todo esto implica que éste
sabe mejor que nadie lo que le conviene. Para que los niños se desarrollen bien, es necesario que
los adultos pongan su confianza en ellos y en los procesos naturales de su crecimiento. En
consecuencia, a esta aceptación viene una autoconcepción del Yo, del destino de la propia vocación.
En relación con esta aceptación básica del Yo, del destino de la propia vocación está la
conclusión de que el camino principal para que las personas puedan llegar a la salud y a la
autorrealización deben pasar por la satisfacción de las necesidades básicas y no por su frustración.
El ascetismo, la autonegación, el rechazo deliberado de las exigencias a la persona –por lo menos
en occidente-, tienden a producir un organismo raquítico, disminuido y defectuoso, que solamente
lleva a la autorrealización –incluso en oriente-,a un número muy reducido de individuos
excepcionalmente fuerte.
Carl Rogers clarifica la existencia del factor noción del yo que se refiere a la imagen que el
sujeto hace de su Yo (auto-concepto o auto-imagen), y lo define así: “Es la configuración experiencial
compuesta de percepciones que se refieren al Yo, a las relaciones del Yo con los demás, con el medio
y con la ida en general, así como los valores que el sujeto concede a estas diferentes percepciones.
Ésta imagen que cada uno hace de sí mismo es una estructura perceptual, una gestalt que
normalmente es dinámica, flexible, en constante fluencia, aunque coherente y organizada. No es
necesariamente consciente o plenamente consciente, pero lo que cuenta es que está disponible a
la conciencia, o sea que puede ser ampliamente conocida por el sujeto.
Teatral: K. Stanislavski afirma que el flujo de la fuerza artística del actor, está
considerablemente frenado por la imagen del auditorio, cuya presencia puede amenazar la franca
libertad del movimiento y disminuir fuertemente la concentración de su propio gusto artístico. Es
importante señalar que justamente cuando la atención del actor es alejada de la del espectador, el
primero gana una fuerza muy particular sobre el auditorio, la absorbe, y la obliga a tomar parte
activa en su existencia artística. Esto no significa que el actor deje de sentir al público, esto sólo
concierne en no producir presión sobre el actor sin distráelo de las demandas artísticas del
momento; y si fuera necesario, el actor debe restringir esta esfera a tal grado, que pueda alcanzar
la condición óptima a la que se la llama soledad teatral.
96
PSICOTEATRO
“Actuar sin público es lo mismo que cantar dentro de un cuarto sin resonancia... el actuar
ante un gran y respondiente público es como cantar en un salón con acústica excelente... como una
tabla de sonidos que vienen hacia nosotros vivos de emociones humanas”.
CUARTA SESIÓN
ANIMACIÓN
OBJETIVOS:
PROCEDIMIENTO:
Información teórica del sentido de un trabajo previo con el cuerpo para dar apertura a su
manifestación natural, así como de la aceptación de nuestra condición innata y adquirida.
ETAPA GRUPAL:
MARCO TEÓRICO
Psicológico: Abraham Maslow considera que la ausencia completa e frustración, dolor o peligro no
es saludable. Para ser fuerte la persona debe adquirir tolerancia a la frustración, ya que ésta es la
capacidad de percibir la realidad física como esencial a los deseos humanos. Es a través de la
inflexibilidad frustrante de la realidad física de los animales y de las personas, que aprendemos
acerca de su naturaleza. Llegamos por lo tanto a diferenciar los deseos de los hechos para vivir en
el mundo y adaptarnos a ésta en la medida necesaria. Aprendemos también a reconocer nuestra
fuerza y limitaciones, y este conocimiento lo aplicamos a la superación de las dificultades, aceptando
el desafío y el riesgo, incluso el fracaso.
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PSICOTEATRO
Un gran esfuerzo puede acarrear también gran goce, y éste a su vez puede desplazar el
miedo. Éste es el mejor camino para una autoestima saludable basada no solo en la aprobación de
los otros, sino también sobre los logros y éxitos reales y sobre la autoconfianza realista que se deriva
de eso.
La sobreprotección por parte de los padres implica que las necesidades del niño sean
satisfechas por los mismos padres en vez de que lo sean por el niño y por lo tanto sin esfuerzo de su
parte. Esto tiende a infantilizarle, a impedirle el desarrollo de su naturaleza, voluntad o
autoafirmación. Esto entre otras cosas, puede enseñarle a utilizar a los demás en vez de respetarlos.
Erik Fromm sostiene que el carácter no solo tiene la función de permitir al individuo obrar
consistentemente y también razonablemente; es también la base para su adaptación, a la sociedad.
El carácter del niño es modelado por el carácter de sus padres, en respuesta a esto se desarrolla.
Los padres y sus métodos de disciplina son determinados a su vez por la estructura social de su
cultura. La familia término medio es la agencia psíquica de la sociedad, y al adaptarse el niño a su
familia adquiere el carácter que después le adapta a las tareas que debe ejecutar en la vida social.
El niño adquiere aquel carácter que le hace desear hacer lo que debe hacer, y cuyo núcleo comparte
con la mayoría de los miembros de la misma cultura o clase social.
El hecho de que la mayoría de los miembros de una clase social o de una cultural compartan
elementos significativos del carácter, da lugar a que se pueda hablar de un carácter social,
representativo del núcleo de la estructura caracterológica común a la mayoría de los individuos de
una cultura dada; demostrando hasta qué grado los patrones sociales y culturales forman el
carácter.
Sin embargo, debemos distinguir del carácter social el carácter individual, en el cual una
persona se diferencia de otras dentro de la misma cultura. Esta distinción es en parte debido a las
diferencias en la personalidad de los padres, y a las diferencias psíquicas y materiales del ambiente
social específico en el cual se desarrolla el niño, pero también son dividas a las diferencias
constitucionales de cada individuo, particularmente las del temperamento.
Leadbeater nos explica como los centros corporales de nuestra energía son los que se
encargan de organizarla y repartirla para su mejor funcionamiento. Están ubicados en diferentes
zonas del cuerpo el centro bajo, el vegetativo, el toráxico, el cerebral y el coronario. Es muy común
encontrar que la energía no se distribuye equitativamente más bien que haya preponderancia e
interferencia entre ellos. Éstos entrecruces de energía entorpecen la coherencia de nuestros actos
y la comunicación con los demás; hacen que confundamos nuestras necesidades, intensiones,
98
PSICOTEATRO
deseos, ideas, y por lo tanto nos alejamos de nuestra esencia, de lo que realmente somos. Desde el
punto de vista neurofisiológico, al poner en acción los centros motores del sistema nervioso, los
cuales están a cargo del equilibrio, la armonía y la coordinación; la emoción se integra en el
hipotálamo (centro del sistema nervioso central par la interiorización y exteriorización de los
impulsos), descargándose de ahí al tálamo en donde se transforma en emoción consciente. De ésta
manera se dirige hacia las áreas motoras voluntarias causando la modificación en el tono muscular,
en el sistema nervioso autónomo y en el sistema endócrino. La acción balanceada entre todas estas
partes da como resultado una respuesta adecuada frente a las emociones en nuestra personalidad.
Teatral: Nos dice Stanislavski que la gente generalmente no sabe cómo hacer uso del
aparato físico con que la naturaleza lo ha dotado; no sabe cómo desarrollar este aparato ni cómo
mantenerlo en orden. Músculos flácidos, postura pobre, tórax sumido; éstos elementos que vemos
continuamente en nosotros nos muestran un entrenamiento incompleto y un uso inepto de nuestro
instrumento físico. El ejercicio contribuye a hacer el aparato físico más movible, flexible, expresivo
y aún más sensitivo; aunque no exista el ideal de la estructura humana, eso tiene que hacerse; y
para hacerse se debe estudiar primero el cuerpo y comprender sus proporciones en sus partes
diferentes. Cuando los defectos son encontrados, deben entonces ser corregidos.
Los poderes de la expresión como artista serán probados a través de los arreglos o ajustes
que se deban hacer en relación con los diferentes actores en escena; para esto deben darse una
proporción adecuada al cuerpo, cara, respiración y voz. Todo esto obliga a hacer un llamado a
nuestras técnicas externas en la expresividad de nuestro cuerpo, nuestra voz, dicción, entonación,
el manejo de las palabras, frases, discursos, nuestra expresión facial, nuestra plasticidad de
movimiento, nuestras formas de caminar.
QUINTA SESIÓN
SIÉNTEME
OBJETIVOS:
PROCEDIMIENTO:
Ejercicios de comunicación entre los participantes sólo a traes de los sentidos y con gestos
corporales y faciales.
99
PSICOTEATRO
Fantasías dirigidas hacia la identificación con animales; ejercicios para vivenciar las
reacciones agresivas naturales.
MARCO TEÓRICO
Psicológico: Konrad Lorenz tiene una hipótesis sobre la idea de que los modos básicos de la agresión
residen específicamente en los genes, y sin embargo hay grandes diferencias entre los genes y el
comportamiento (no se han investigado todavía con profundidad las razones de esto). Abraham
Maslow sostiene que la naturaleza interior del ser humano (aunque no sepamos mucho sobre ella)
no es de ningún modo primordialmente mala, sino más bien buena o neutral. La forma más precisa
de decirlo esa considerándola anterior al bien y al mal. El comportamiento calificado de malo por
nuestra cultura puede surgir así mismo de la ignorancia y de las falsas interpretaciones y creencias
infantiles, más aún, mucho de lo que nuestra cultura o cualquier otra cultura califica del mal
comportamiento no tiene porqué ser malo desde el punto de vista más universal.
La mayor parte de los psicólogos sostiene que los malos son reactivos y no instintivos; ello
implica que, aunque el mal comportamiento se haya profundamente arraigado en la naturaleza
humana y jamás podrá ser abolido del todo, puede esperarse que disminuya a medida que la
personalidad madura y la sociedad mejora.
Abraham Maslow también sostiene que la autonegación (el rechazo deliberado de las
exigencias del organismo –por lo menos en occidente- tiende a producir un organismo raquítico
disminuido y defectuoso. Para que el desarrollo y la autorealización sean posibles, es necesario
comprender que las capacidades, órganos y sistemas orgánicos presionen para su funcionamiento,
100
PSICOTEATRO
y para expresarse a sí mismo deben ser utilizados y ejercitados, porque éste uso produce
satisfacción y –por el contrario- el deseo, irritación.
Las capacidades del cuerpo (sentidos internos, músculos, órganos sexuales, etc.) exigen ser
usados y tan sólo cesan en su exigencia cuando esto es adecuado. Las capacidades son también
necesidades, no sólo es diversión el uso de éstas, sino también necesidad indispensable para el
desarrollo. Una habilidad, capacidad, un órgano no utilizado puede convertirse en un centro de
enfermedad, atrofiarse o desaparece, mermando así a la persona.
Sidney Jourard nos dice que la represión parcial de la experiencia corporal es común en
occidente. La no utilización de la capacidad corporal desvitaliza la relación con el medio ambiente,
con los otros y aísla (imagen autística) la imagen corporal. La sensibilización de nuestras
percepciones favorece la salud e integra al cuerpo a toda la experiencia. También sostiene que la
capacidad de controlar nuestras funciones corporales y movimientos es signo de desarrollo.
Teatral: Konstantin Stanislavski obliga al actor a vivir su parte interna en escena, y dar
después de ésta experiencia una forma externa, bella y artística. Para poder expresar más amplia y
delicadamente esta vida subconsciente es necesario ampliarla utilizando los elementos con los que
hemos sido dotados, y estos son el uso de nuestros sentidos, que tan a menudo en escena, los
actores se pasan sin utilizar; no ven nada, no oyen nada, no palpan nada y no saborean nada. Los
actores deben siempre regular su actividad para que sus sentidos sean apreciados por el público.
Son organismos compuestos por diferentes órganos, el privarse de los sentidos, el corte total al
contacto sensorial causa muy a menudo alucinaciones, disociación y una total desorientación.
SEXTA SESION
HAZME CREER
OBJETIVOS:
101
PSICOTEATRO
MARCO TEÓRICO
Psicológico: E.L. Shostrom sostiene que las personas tendemos a orientar nuestra existencia hacia
el pasado o hacia el futuro fugándonos continuamente del presente. Cuando nos vamos hacia el
pasado, nuestro pensamiento se caracteriza por sentimientos de culpa, arrepentimiento,
remordimiento, queja y resentimiento. Cuando se fuga hacia el futuro, idealizamos metas o planes,
expectativas, predicciones y temores; obsesividad y preocupación hacia lo que puede suceder. El
estar en el aquí y en el ahora significa vivir completamente en el presente sin mayor significado, sin
embargo, utilizando el pasado y el futuro para hacer precisamente el presente más significativo. En
ese momento esa cuando se comprende que la evocación y la anticipación son actos del presente.
Teatral: Stanislavski mantiene que cualquiera que sea la esfera de la atención del actor –
aunque en momentos lo confiera a la soledad de público, o que le cambie el gesto a todo aquel que
se encuentre delante del escenario-, requiere una total concentración del talento mental y físico del
actor, y de la participación de todo su organismo como de su capacidad psíquica. “La creatividad se
genera a partir de la concentración completa del actor”.
La imaginación crea cosas que son o pueden ser. “Cada movimiento que se hace en escena,
cada palabra que hablas, es el resultado de la correcta vida de tu imaginación”. Por esta razón una
fantasía creativa es un don fundamental y absolutamente necesario para un actor. Cada invención
salida de la imaginación de un actor debe ser cuidadosamente elaborada, y debe tener la cualidad
de contestar todas las preguntas (cuando, donde, por qué y cómo) que se hace a sí mismo cuando
maneja sus facultades inventivas para lograr hacer una mejor imagen de una existencia fantástica.
El flujo interno de las imágenes es de gran ayuda para fijar la atención en la parte interna de su rol.
102
PSICOTEATRO
La concentración como elemento artístico debe ser uno de los puntos más importantes en
la tarea escénica del actor, ya que a través de esta concentración podrá llevar a cabo su desarrollo
con mucha más verdad y tendrá más flujo para escenificarla. Cuando los elementos actuantes, ya
sean denominados actores o personas hayan aprendido a observar la vida a su alrededor, podrán
aprovechar dichas observaciones en el futuro de su vida más creativamente, ya que tendrán dentro
de ellos el más vivo y emotivo material como elementos creadores. Todas estas impresiones se
obtienen del contacto directo y personal con otros seres humanos. Posteriormente podrán
representarlas, ya sea escénicamente o afuera; con su elemento creativo de concentración. Éste
material obtenido es conscientemente no valuado pero es sumamente rico, ya que está ligado a las
partes más íntimas de la persona. Muchas veces nuestras experiencias espirituales se reflejan a
través de la expresión facial, y sólo a través de lo que llamamos La concentración, puede uno llegar
al contacto íntimo con nosotros mismos y por lo tanto con los demás.
Para que un actor se olvide conscientemente de los espectadores debe tener una correcta
concentración de lo que sucede en el escenario, ya que su punto de atención debe estar allí y nunca
en la sala. Un actor en escena vive dentro y fuera de sí mismo, vive una vida real y una vida
puramente imaginaria. Esta vida abstracta constituye una inagotable fuente de material para
nuestra concentración interna de a atención. Los objetos de atención interna están esparcidos y
comprendidos y al alcance de nuestros sentidos, ya que son los elementos que se fijan en cosas que
vemos, tocamos y sentimos en circunstancias imaginarias. Poder ver tales imágenes es gracias a la
concentración introspectiva que es la que nos va a permitir seguir con nuestra tarea escénica.
Existen varios aspectos de la vida de la imaginación. Podemos usar nuestros ojos internos
para ver toda clase de imágenes visuales, criaturas vías, caras humanas, sus siluetas, dramas, el
material amplio de objetos, la escenografía y podemos seguir enumerando muchos más de gran
valor escénico. Con nuestros oídos internos podemos escuchar toda clase de melodías, voces,
entonaciones y demás. Podemos sentir cosas en la imaginación en el momento de ponerla a trabajar
así como nuestra memoria evocadora.
Cuando nosotros observamos el trabajo del actor dentro de la escena, puede éste ser
considerado como un aparato destinado a varias funciones, un aparato muy similar, digamos al de
un rifle el cual existe sólo con el propósito de disparar; algunas veces el desarmado y sus partes
analizadas como lo podemos ver en algunas escuelas militarizadas. Ésta es la forma en que debemos
estudiar los elementos que participan en la labor creativa del actor. Si uno analiza la vida humana,
veremos que puede ser resumida en una serie de acciones que son simples y pueden fácilmente ser
103
PSICOTEATRO
SÉPTIMA SESIÓN
HAZME SENTIR
OBJETIVOS:
Teatrales.- La verdad de la emoción (la expresividad de las imágenes genuinas vividas en su forma
y contenido).
PROCEDIMIENTO: Información teórica acerca del proceso vivencial que nos lleva al sentido de la
acción, su forma y contenido en la expresividad.
MARCO TEÓRICO
Psicológico: Abraham Maslow nos dice que la creatividad verdadera se manifiesta ampliamente en
los acontecimientos ordinarios de la vida, en un cierto tipo de humor; hacer algo cotidiano de forma
más creativa, ingeniosa, sorprendente e inventiva (Creativo vs. Estereotipado). Tales personas
pueden ver lo fresco, lo puro, lo concreto y lo abstracto; en consecuencia viven mucho más en el
mundo real de la naturaleza que en el mundo verbalizado de los conceptos, abstracciones,
esperanzas, creencias y estereotipos que la mayor parte de la gente confunde con el mundo real.
Es algo así como la persona que funciona plenamente (Rogers) siendo más espontánea y
expresiva. El tipo de creatividad a la que se refiere Maslow tiene una mejor representación práctica
en la improvisación más que en la obra de arte; es grande, en este sentido una actitud creativa
(valentía, intrepidez, libertad, espontaneidad, perspicacia, integración, autoaceptación).
Las personas sanas están más integradas en su aspecto intuitivo, cognoscitivo y afectivo, y
trabajan en colaboración de todos estos aspectos (Sinergia). Las conclusiones de un pensamiento
depurado y racional pueden conclusiones de sus apetitos ciegos; aquello que la persona desea y
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PSICOTEATRO
disfruta puede también ser aquello que le conviene. Sus reacciones espontáneas son tan capaces,
eficientes y acertadas como si hubieran sido planeadas de antemano; y sus reacciones sensoriales y
motrices se relacionan más estrechamente.
Teatral: K. Stanislavski ratifica que para muchos actores cualquier pasión humana (amor,
celos, odio etc.) se convierte en una gran y generalizada emoción. Esto no es verdad. Cada pasión
es un sentimiento complejo experimentado emocionalmente, y es la suma total de una variedad de
sentimientos, experiencias o estados. Todos estos componentes son numerosos y variados, y
muchas veces contradictorios. Para que el actor pueda llevar a cabo en su trabajo estas emociones,
él mismo debe conocer primero la naturaleza de los sentimientos, su lógica y su continuidad.
OCTAVA SESIÓN
DEJATE LLEVAR
OBJETIVOS:
Concientizar a nivel individual y grupal las respuestas impulsivas y las estereotipadas que
se tomen ante situaciones específicas improvisadas (utilizar las técnicas anteriormente trabajadas y
desenvolver las acciones corporales, intelectuales y emocionales en la improvisación).
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PSICOTEATRO
MARCO TEÓRICO.
Psicológico: Abraham Maslow nos dice que cuando la conducta del hombre es espontánea, sin
esfuerzo, frágil, se refiere a una especie de liberación de los estereotipos y de los clichés. Algo
semejante a la conducta de los niños que son capaces de percibir con mayor libertad sin
anticipaciones apriorísticas de lo que debería de haber en la percepción, de lo que debe haber o de
lo que siempre ha habido.
Teatral: El actor siempre debe hacer su interpretación a partir de su misma persona. Éste
nunca podrá zafarse de sí mismo. En el momento en que se pierde a sí mismo en la escena marca la
partida del verdadero vivir de su rol, y el principio de la exageración o de la falsa actuación.
“La experiencia de un actor en escena es diferente de la que tiene en la vida real. Esta
diferencia estriba en el hecho de que el actor vive en escena como personaje; las experiencias del
actor-personaje influyen de uno al otro, adquiriendo una cualidad específica tan sincera y profunda
que bien podría parecerse a la de la vida real”.
“Uno de los grandes descubrimientos ha sido que por medios psicodramáticos las rigideces
profundas del ser pueden ser quebradas y los elementos humanos que los utilizan pueden
reconocer las interacciones que existen entre ellos. En estos grupos el control de la influencia
terapéutica está en el mismo grupo y no en el terapeuta”.
La improvisación dentro de la terapia fue usada en el siglo XIX marqués de Sade con sus
enfermos residentes en su asilo, para lo que nosotros consideraríamos propósitos o efectos
terapéuticos. Hoy, existe un creciente interés en el drama improvisado como un camino para ayudar
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PSICOTEATRO
a toda clase de personas en sus curas emocionales, mentales, así como otras alteraciones de la
personalidad. Cuando se le preguntó a una mujer de edad madura que estaba siendo tratada
psicológicamente de sus problemas emocionales, que era lo que el hospital estaba haciendo por
ella, ésta respondió: “Bien, ya no tomo más pastillas, porque he aprendido en vez de ella o en su
lugar las relaciones humanas”. La verdad está en que el drama arrastra el subconsciente, es
introspectivo y tiene la ventaja de poder compartirse y se extrovertido.
NOVENA SESIÓN
DÉJATE SENTIR
OBJETIVOS:
Hacer conciencia de los bloques emocionales que nos detienen en situaciones improvisadas
donde la búsqueda de la emoción sea el objetivo.
Ejercicios en parejas (utilizando las técnicas aprendidas en las sesiones anteriores) para
comunicarse directa y congruentemente con un compañero dentro de una improvisación
relacionada con sus características personales, y encontrando la intimidad en el encuentro
(expresión de emoción es verdaderas).
MARCO TEÓRICO
Psicológico: Carl Rogers entiende que ser congruente es ser capaz de experimentar nuestros
sentimientos psicológicamente (con base a nuestras sensaciones, percepciones, ideas, recuerdos,
imágenes y fantasías), comunicarlos en forma precisa (correcta, tal como están siendo), y
experienciarlos conscientemente. Si esto se logra es que existe una congruencia entre el
inconsciente, el consciente y el proceso de comunicación.
E.L. Shostrom dice que aunque vivamos todos los días sentimientos, la mayoría de la gente
no entiende lo que significa experimentar los sentimientos propios ya sea psicológica o
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PSICOTEATRO
conscientemente. Algunas personas no saben siquiera lo que son, por lo tanto nunca aprenden a
comunicar en forma clara. Algunos facilitadores están reconociendo que allí yace un acercamiento
que tal vez logra solucionar toda clase de dificultades en la persona; más rápida y efectiva que las
que se pueda tal vez lograr dentro de una terapia individual, ya que en muchos casos (y ésos han
podido ser comprobados, los talleres que emplean la improvisación terapéutica logran que la
persona se identifique más rápidamente con su problemática; ya que es ayudada por el grupo, que
a través de la retroalimentación aporta facetas que pueden ser de una gran claridad para la persona
que está trabajando. Una gran variedad de gente con distintos antecedentes en educación o en
teatro, pregunta acerca de la improvisación y cómo empezar con ésta, la líneas con las que se puede
iniciar su desarrollo. Nosotros vemos la actuación como un centro de actividad para la comprensión
de nosotros mismo y de nuestras vidas; y que esto sea perseguido profesionalmente por el teatro
con un propósito educativo o de reeducación.
Sidney Jourard nos dice al respecto que es muy difícil que exista alguien que expresa toda
la gama de emociones que es capaz de experimentar. No nada más la cultura impone límites en la
experiencia y en la expresión de emociones, sino que nuestra propia familia influencia en nosotros
sobre las emociones que deben expresarse y las que se deben reservar.
Sin embargo la honesta expresión de emociones es importante para nuestra salud y para
mejorar el estilo de vida. Detectar cuales son los hábitos en las propias emociones (ansiedad, coraje,
resentimiento); y que dejen de ser irracionales: el enojo crónico o la continua evasiva; así como la
culpa la culpa al expresar emociones. Una de las vías para disfrutar la vida radica en la libertad de
expresión de las emociones verdadera.
Shostrom sostiene que cuando una persona se interrelaciona con otra desde su núcleo
potencial o interno, lo hace auténticamente (verbal y no verbalmente) a través de expresar sus
posibilidades tanto activas como pasivas en forma espontánea. Así se permite conocer más a sí
mismo y a los otros, dejando de percibirlos como objetos y permitirse ser tocados en su sensibilidad;
como tocar a otros.
Teatral: Para ser lógicos y con sentido en las acciones escénicas (hacia los espectadores) un
actor debe comunicarse con ellos indirectamente, esto quiere decir que lo debe hacer a través de
la comunión o contacto verdadero con los otros actores. Stanislavski demuestra como cuando un
actor tiene contacto directo con los espectadores se convierte simplemente en n reportero en vez
de un personaje vivo.
Uno honesta y siempre unida comunión entre los actores hace que el espectador mantenga
su atención y se haga partícipe de lo que está sucediendo en escena. Si un actor –mientras trata de
influir en su compañero- se esfuerza para obtener un resultado físico definido y su propósito se
vuelve concreto, su imaginación se agitará y su atención se concentrará, y de ésta manera logra una
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PSICOTEATRO
fuerte y estrecha comunión. Cuando se trata de un monólogo, la comunión se puede lograr con
objetos inanimados, con personajes imaginarios, o bien con un elemento elegido del público
haciendo contacto.
OBJETIVOS:
“Movimiento Energético” desde los pies, las manos y hasta la cabeza (enfatizando en cada
centro anteriormente trabajado).
ETAPA GRUPAL:
MARCO TEÓRICO.
Psicológico: Abraham Maslow dice que un aspecto crucial del desarrollo saludable de la conciencia
de la propia personalidad, consiste en desechar las técnicas utilizadas por el niño para adaptarse en
su debilidad y pequeñez a loa adultos fuertes, grandes, todo poderosos. Dichas técnicas deben
sustituirse por la de ser independiente y ser él mismo un progenitor; esto implica renunciar al
desesperado deseo del niño de gozar el amor exclusio y total de sus padres mientras aprende a amar
a los demás. Debe aprender a satisfacer sus propias necesidades y deseos y no las de sus padres, y
hacerlo por sí mismo en vez de depender de los demás que hasta entonces han actuado en su lugar.
Debe renunciar a ser bueno por miedo o por conservar su amor, sino porque él desea serlo. Debe
descubrir su propia conciencia y renunciar a la interiorización de sus padres como única guía moral.
Debe hacerse responsable y menos dependiente y gozar de esa responsabilidad.
Teatrales: Stanislavski persevera al decir que sobre la escena el actor debe siempre estar
actúan do algo; la acción y el movimiento son la base del arte teatral, aun la inmovilidad externa, no
implica pasividad; se puede estar sentado sin movimiento y al mismo tiempo estar lleno de acción.
Frecuentemente la inmovilidad física es el resultado directo de la intensidad interna, porque todo
lo que acontece sobre la escena tiene un propósito definido. El propósito del análisis (psicología de
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PSICOTEATRO
los personajes) en el teatro consiste en buscar el estímulo creativo del actor (excitarlo), para que no
exista ninguna identificación con la parte. El propósito de este análisis es prestar la dependencia
emocional del personaje y favorecer la interrelación con los otros personajes.
El secreto del arte radica en convertir una ficción en una bella y artística verdad, porque no
existe mayor belleza en el mundo que la misma naturaleza, y uno debe saber que posición tomar y
ver esa belleza. El actor debe aprender a transportar la belleza de la vida y la naturaleza hacia el
escenario sin descomponerla o distorsionarla.
DOCEABA SESIÓN
HASTA PRONTO
OBJETIVOS:
- Habilidades escénicas.
- Proceso e grupo.
ETAPA GRUPAL:
Final y despedida.
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PSICOTEATRO
EPÍLOGO
Bajo este título deseo plasmar de manera clara y directa las observaciones que hemos
realizado con nuestros alumnos a lo largo del trabajo. Éstas se refieren concretamente a
expectativas que con frecuencia nos comunican las personas al iniciar un curso, así como en lo que
hemos observado a través de las sesiones psicoteatrales y en los cursos de seguimiento.
“Yo deseo una nueva experiencia que amplíe la visión de mi vida; aprender a vivir y comunicar mis
experiencias”.
“Quiero participar en una experiencia que me permita conocer mejor a mis compañeros del
grupo, y conocer y aplicar las técnicas psicoteatrales, llegar a integrarme activamente en una forma
abierta y cordial”.
“Deseo realizar una actividad diferente que me permita abrir algunas puertas de mis
posibilidades que están cerradas o por lo menos entornadas desde hace mucho tiempo. Además
encontrarme con un grupo de amigos, conocerlos y conocerme más a mi mis.mo con nuevas
perspectivas de desarrollo en expresión y comunicación”
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PSICOTEATRO
una serie de miedos que me impiden demostrar libremente tanto mi sentimiento como mis
intenciones”.
“Quisiera conseguir librarme de algunas actitudes estereotipadas de las que soy consciente
y de otras de las que no soy. Deseo desarrollar mis habilidades”.
“Yo espero de estos cursos poder mejorar mi entendimiento a la vida y hacia los demás,
sentirme bien conmigo misma; al lograr tranquilidad y felicidad, la podré reflejar y trasmitir a los
demás”.
“Socialmente me siento frenada cuando estoy con un grupo de más de cuatro personas, por
temor a la critica”,
Los seres humanos mostramos una habilidad natural para la actuación aunque ésta se experimenta
inhibida a causa del ambiente sociocultural en que vivimos.
Las personas buscamos continuamente formas de actuar adecuadas para conservar nuestro
bienestar, confundiendo muchas veces el placer con el dolor.
través del proceso de grupo, los participantes manifiestan sus propiedades naturales, y
descubren habilidades que integran en su realización.
Al trabajar con parejas hemos observado que cuando éstas descubren vías de comunicación
que implican mayor espontaneidad y honestidad, entran en nuevas dimensiones en su relación,
siendo más reales, independiente, libre, plenas de valor e interesante.
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PSICOTEATRO
La técnica teatral de K. Stanislavski ofrece todos los instrumentos para que el individuo
aproveche su potencial creativo.
Las personas tenemos una habilidad natural de reconstruir nuestras conductas a través de
experiencias de aprendizaje.
La gente tiene capacidad propia para elegir sus actitudes, aunque se manifiesta inhibida
durante las primeras sesiones (en las cuales experimenta todo lo que sucede como algo externo y
ajeno); y conforme se refuerza la libertad de opción, esta capacidad comi9enza a obtener un mayor
significado.
Cuando un apersona improvisa una actuación escénica acerca se sí mismo entra en un cierto
nivel de conciencia- inconsciencia que le permite sacar partes reprimidas y contradictorias con
mucha claridad.
Cada individuo percibe el proceso del grupo en función del proceso propio de su vida.
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PSICOTEATRO
Durante el proceso psicoteatral nos damos cuenta que nuestras actitudes individuales nos
llevan a un anquilosamiento en nuestras relaciones interpersonales; la práctica de la
retroalimentación facilita la interdependencia con los demás y vuelve consciente el sentido de la
misma.
Al “psicoactuar”, el individuo hace uso de su libertad para tratar de ser congruente consigo
mismo.
Las experiencias que se escenifican parten tanto de nuestra vivencia personal como del
encuentro con los otros miembros del grupo.
Cuando las personas recibimos de otros la manera como somos percibidos –habiéndonos
comunicado a partir de la teatralización de partes de nosotros mismos-, el enriquecimiento que
obtenemos trasciende por mucho el nivel del lenguaje. Todas nuestras áreas de comunicación
entran en juego.
Con el trabajo psicoteatral percibimos con mayor claridad la fuerza o la debilidad de deseos
en la vida, así como el grado de compromiso con nuestros sentimientos.
Cuando las personas se descubren a sí mismas –a partir de representarse ante los demás-
obtienen una gran sensación de apertura de sus limitaciones, y esto es muy estimulante.
Al finalizar los cursos psicoteatrales las personas tienen ganas de explorar más de sí mismos,
se sienten transformados en sus estereotipos.
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PSICOTEATRO
Cuando las personas sienten un ambiente de calidez, respeto y confianza obtienen el ánimo
de seguir explorando en su experiencia, abordando sentimientos y la expresión de estos,
diferenciando sus necesidades de las ajenas, y afirmando su sensibilidad y expresión corporal.
A través del método psicoteatral las personas desarrollan su iniciativa y aprenden a vivir
mejor, son más felices.
Con los ejercicios diseñados para el Psicoteatro las personas concientizan espacio y
movimientos, nuevos puntos de apoyo para su desenvolvimiento cotidiano, se reafirman.
En el Psicoteatro los ejercicios facilitan la iniciativa individual. A través del trabajo las
personas descubren su potencialidad y aprenden vías fáciles para su expresión.
A veces el abrirnos puede ser doloroso por temor a la crítica, pero a lo largo de las sesiones
nos manifestamos con mayor intensidad.
Las personas gozan de las improvisaciones psicoteatrales porque encuentran nuevas formas
de expresividad. La participación es facilitadora del cambio.
A través de los talleres psicoteatrales podemos observar –en nosotros mismo y en los
demás- el proceso de cambio de las emociones que se experimentaban en el pasado, o las que
adelantamos hacia el futuro concentrándonos verdaderamente en el aquí y el ahora.
Cuando ponemos en acción a toda nuestra persona pensando, sintiendo y actuando para
vivenciar una situación creamos una mágica realidad del como si fuera y al hacerlo
improvisadamente, vivimos simultáneamente el pasado de la experiencia y las perspectivas de la
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PSICOTEATRO
misma en una fantástica realidad del aquí y el ahora. Conocemos nuestra identidad en la medida
que tomamos consciencia de las propias limitaciones.
En un grupo de Psicoteatro, las personas comparten entre sí sus defectos y sus virtudes 8en
forma teatralizada); esto es un desafío –por un lado-, y por el otro, penetran en su persona y
promueven automáticamente un cambio.
El trabajo corporal ayuda a perderle miedo al manejo de cuerpo, y a apoyarse en éste para
trasmitir sensaciones, emociones, ideas y percepciones; usando con libertad y congruentemente.,
El Psicoteatro ayuda a distinguir las defensas que utilizamos para no crecer, no registrar
sentimientos, o bloquear la imaginación; se promueve la honestidad en el trabajo, quitándonos las
máscaras, valorándose y respetándose.
Cuando las personas aprenden a diferenciar los distintos elementos con los cuales se
conforma su mentalidad cotidiana; es como si abrieran las ventanas para percibir más claramente y
por lo tanto hacer algo nuevo con éstos porque se aman más a sí mismos.
A lo largo de las sesiones de trabajo las personas descubren la libertad de saberse dueños
de su voluntad y captar limitaciones reales.
Con las experiencias vividas en grupo, las personas se permeabilizan, dando y recibiendo tal
como son; conociendo a los demás a través de sus movimientos y de sus acciones.
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PSICOTEATRO
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