Dialectica Del Naufragio
Dialectica Del Naufragio
Dialectica Del Naufragio
El autor cree que el valor de su vida es una evidencia, esto quiere decir que no hay
posibilidad de equivocarse, se ve y punto.
También cree que otras veces vivimos un autoengaño, que damos un valor a
nuestra vidas el cual no es posible.
Para Unamo el deseo de no morir no depende del valor ni del sentido, sino del hecho
natural de aferrarnos a nuestro ser.
Más que el deseo de vivir siempre tenemos en la mente el deseo de no morir.
¿De qué hablamos cuando hablamos de dios?
Una interpretación Wittgensteniana del lenguaje religioso
Hablamos en este capítulo sobre el lenguaje religioso, este lenguaje es sobre
imágenes, una creencia religiosa es una actitud ante una imagen peculiar y esa
imagen no se puede expresar en palabras.
No se puede calificar de verdadera o falsa.
Las creencias religiosas tienen otras funciones que van más allá de lo descriptivo,
nos orientan sobre lo que está bien y lo que está mal, nos conmueve y nos impulsa
a realizar ciertas acciones.
La religión no está sujeta a comprobación empírica.
La creencia religiosa es la base de una forma de vida y esto es lo que critica
Wittgenstein.
Tomasini dice que dios no es un nombre, sino un instrumento lingüístico que nos
permite cosas y que todo esto tiene que ver con el sentido que le damos a nuestra
vida.
Invocar a dios no es comunicarse con un ser superior, sino pensar acerca del
sentido de nuestra vida.
Otras interpretaciones del lenguaje religioso
Bertrand Russell sostuvo que algunos enunciados de la forma gramatical sujeto-
predicado resultan no expresar una proposición de esa forma si se les analiza desde
un punto de vista lógico. Wittgenstein afirma que las creencias que son sobre dios
resultan no serlo cuando se analizan en la manera en que se conectan una con las
otras.
Wittgenstein sostiene que no había proposiciones religiosas y que el sentido de la
vida pertenecia al campo de lo indecible, afirmo que las creencias religiosas no
podían ser actitudes proposicionales y que versaban sobre imágenes articuladoras
de sentido.
Religión y verdad
¿Importa o no la verdad en la vida religiosa?
Guillermo responde al inicio de este ensayo que sí importa y nos tratara de mostrar
porque es así.
Nos habla del fulana y zutana, fulano es un creyente religioso y zutana solo es
heterodoxa ya que ella no negaría la verdad de la doctrina católica y fulana no es el
mismo universo piensan diferente las dos. Fulana es más devota a sus religión ella
habla de un dios bondadoso todo lo contrario a Abraham.
Queremos vivir con la verdad porque la falsedad nos hiere.
La crisis de mi ateísmo
Una infancia sin dios
En esta parte nos habla el autor que en su infancia el no era creyente de dios, no
tenía ninguna religión y que la mayoría de personas a su alrededor eran también no
creyentes así que nunca salía a la luz una discusión sobre dios, ellos sentían que
tenían la verdad pero para no hacer polémica no se habla de ese tema.
A el le atraía como la religión abusaba de la ingenuidad del pueblo, no podía creer
como la gente más humilde daba limosna a los sacerdotes, como veneraban
imágenes y las injusticias las aceptaban porque creían que venían de dios.
Él tuvo una educación ateísta de su abuela materna, su abuela odiaba al clero,
aunque él cree que la llama de creyente aún no se apagaba dentro de su abuela.
Él no tenía un propio criterio para decir o para ser ateo solo fue inculcado y educado
así en su infancia, para el dios no existía y punto, después leyendo diversos textos
se fortaleció su idea ateísta y creo argumentos para dar una razón de su ateísmo.
Un suceso extraordinario
El suceso ocurrido fue que la abuela del autor al salir del teatro fue emboscada por
un automóvil y esto provoco su fallecimiento, cuando ocurrió este suceso Guillermo
estaba dormido en una cuarto en Oxford y él estaba soñando con este suceso, el lo
estaba descubriendo que le iba a pasar algo malo a su abuela en su sueño, cuando
le hablaron por teléfono el comenzó a gritar ya lo sabía lo soñé, esto hizo un gran
cambio en la vida del autor Guillermo hurtado.