La Muerte

Cada uno de ustedes es una singularidad y como singularidad tiene una historia, tiene una
relación con la muerte, que no tiene que ver con una implicación personal, pero de algún
modo toca, no es lo mismo hablar sobre la muerte que hablar sobre la relación entre sujeto
y objeto. O sea, la relación entre sujeto y objeto, nada uno la piensa, la reflexiona, la
cuestiona . Y está todo bien, está el sujeto, está el objeto, funciona perfecto. Ahora uno
también puede relacionarse así con la muerte. Estaría buenísimo tomar un poco más de
distancia, pero no. Son temas que nos atraviesan existencialmente.
Entonces que este ,cuando uno los trabaja, algo le pasa , lo trabaja solo con la distancia,
digamos, racional, de una mente que entienda el concepto. Algo sucede, algo se mueve
adentro cuando nos habla sobre la muerte porque, cada uno tiene su propia relación
personal. A todos se nos murió alguien, la muerte está ahí. Está siempre cercana. ¿Siempre
es la muerte del otro? .Siempre. Cuando sea la nuestra no nos vamos a dar cuenta, vamos
a estar diciendo, ahí estará mi muerte, no la muerte del otro, porque. Estando muerto,
evidentemente, ya no vamos a poder tener ningún tipo de reflexión, pero aparte tenemos
esa relación con la muerte, que es una relación de contigüidad con otro que vemos que su
condición supone. Al final, todo muere, parece algo irremediable, no algo a lo que uno está
arrojado frente a lo que uno, no puede hacer nada. Y es un problema, porque el ser humano
se cree con dominio sobre las cosas, todo lo puede el ser humano, el ser humano siempre
dio batalla por el poder desde que se peleó Adán con Adán y Eva con Dios en adelante. En
todas las narrativas está esa pelea por el poder. Todo lo puede, siempre nos construimos
en nosotros mismos. Desde la omnipotencia, digo, la gran pelea del ser humano siempre
fue con lo divino, no con ese gran invento que nosotros mismos generamos que los divinos
donde depositamos el poder absoluto y después nos peleamos. Porque queremos nosotros
tener ese poder . En algún punto todo lo podemos menos una cosa. Morir me pones a morir
y esa imposibilidad es de nuevo irremediable. Por eso pega tanto pega lo que pega. ¿Es
que nadie se quiere morir? Sin embargo, sabemos que nos vamos a morir igual. ¿Entonces,
hay una contradicción entre la voluntad? y la racionalidad entre el querer y el saber. O sea,
nadie quiere morir.
Siempre alguno dirá, no yo Sí, yo me acostumbré y acepté y me voy a morir feliz, morir feliz,
todo bien. Lo creemos, digamos uno, también cree que va a encontrar el amor ideal, uno
también cree que sus hijos lo van a hacer feliz. Uno cree muchas cosas como para
sobrevivir en este mundo, este raro que nos toca vivir, ahora morir feliz obviamente.
Uno puede llegar a la muerte de diferentes formas haciendo como una especie de rastrillaje
personal por lo que fue su vida y creerse en lo mismo. ¿Que entonces le llegó el momento?
El momento nunca es el momento. La muerte siempre es a destiempo, dice heigger.
Siempre llega demasiado pronto.
Los grandes relatos sin mitológicos que buscan de algún modo reconciliarnos
con la muerte, buscan un poco ese lugar del sentido, el más famoso te lo deben
conocer. En la muerte de Jesús En la Cruz, según el Evangelio de Juan. Cuando.
Jesús Crucificado. Primero se lamenta, Padre porqué me has abandonado.
No quería morir y menos en la Cruz, pero dice, bueno. Mi tiempo con la
frase es mi tiempo se ha cumplido. El tiempo se ha consumado. Es como
que. Esta historia termina. Tiene algo de eso de amor, este tiene algo de.
De pensarla como el punto final de un relato. Por lo menos nos deja más
tranquilo pensarlo. Así digo si la vida es. Una obra de arte, un texto, un
relato, una historia que nos contamos a nosotros mismos. La muerte es el
final. No, no es lo que viene después, no, después no hay nada. Es el
punto final. Todo relato tiene un punto final, leemos un cuento y termina.
Escuchamos una canción y finaliza. Leemos un poema y a mi punto final,
ese punto final es la muerte. Tenemos. Con lo cual la muerte no es lo que
viene después de la vida. Es el final de la vida, es una lectura. Posible.
Donde además, le agregamos que ese punto final viene a cerrar una
existencia. A la que le suponemos un sentido que hemos realizado.
Suponemos que hay un sentido y que hemos realizado en general,
entiendo que ese segundo previo a la muerte pueden pasar tres cosas:
1. Tomar conciencia que me realicé esa tranquilidad que dura dos

segundos porque te moriste y se terminó.
2. Tomar conciencia de todo, todo mal. Todo lo hice al revés. Eso porque
hay una cuestión absolutamente cuantitativa que uno en la vida elige
y cuando elige, lo digo académicamente, en general lo hace mal.
¿Porque porque qué elegimos? Nosotros elegimos en un conjunto.
Amplio de posibilidades, siempre elegimos una posibilidad y no
elegimos. Miles. Ya piensan que si la vida es elección, la elección es
siempre una frente a 1000 que no. O sea, que hay mucha mayor
probabilidad de habernos equivocado en la elección. Porque las miles
de posibilidades que no elegimos. Siempre son potencialmente,
digamos, superiores a las que elegimos.
3. Hay dos posibilidades, o la vida tiene un sentido o es fruto del más
puro azar. Si es fruto del más puro azar para muchos de nosotros, eso
produce una angustia, no sobre todo en el final. Para muchos otros,
que sea fruto del azar es más liberador, porque entonces todo pudo
haber sido de otra manera. No hay que ponerle tanto. Pero
evidentemente, hay una homologación entre la existencia y el sentido,
el sentido con mayúscula. O sea, tiene, es como que digamos es tan
insólito morirse como haber nacido. entonces la muerte viene a cerrar
una historia que tuvo sentido, por eso solo la podemos escribir
muriendo
Nos cuesta aceptar? Que la condición humana es una condición

estructurada en sus dos extremos son los dos hechos absolutamente
irracionales e ilógicos. Son los dos grandes problemas de la filosofía.
Nacer y morir en el medio está en esto que llamamos vida. Pero en los
bordes los bordes son. Complejos. Son complejos, son, generan hasta un
temor, no generan angustia. Es el término más ligado con la muerte. La
angustia La conciencia de que nos vamos a morir provoca en principio
angustia
Uno de los grandes problemas con la muerte es justamente,es mistificar.
Promover o producir una especie de tabú alrededor de la muerte. Hace
que uno no lo asuma como. Un aspecto natural de la existencia. Pero uno
a no asumirla. Entonces la coloca en un lugar místico tal. La pone y van a
poner que cuando la muerte llega se quiere matar

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