Monografía Horacio Quiroga
Monografía Horacio Quiroga
Monografía Horacio Quiroga
1
Vida y obra
Por eso, el que consulte el Diario se sentirá necesariamente perplejo ante el móvil
del viaje que no resulta nunca indicado explícitamente. A lo sumo, aparece alguna
mención equívoca. Véase, por ejemplo, la anotación de abril 4, a las 8 a. m.:
"Acabo de levantarme. He pensado anoche sobre la imbecilidad de este viaje,
extraño, perdido, raro, tal vez risible para los pasajeros". O la de abril 6, a las 5 y
35 p. m.: "Viene a mi cabeza, a veces, por ráfagas, la ilusión de que podría estar
Con Salto, en la esquina, viendo pasar gente que conozco, de noche templada y
suave viéndola o acaso bailando-... (Rodríguez Monegal, Emir, LAS RAICES DE
HORACIO QUIROGA ENSAYOS p. 29)
Luego de su vida de escritor y sus grandes logros artísticos, que aún trascienden
2
en el tiempo, Quiroga comienza a padecer dolores en 1935 y gracias a la
insistencia de María Elena su esposa, va a una posada donde le diagnostican
atrofia de próstata, luego regresa a su casa y tras su enfermedad, su esposa lo
abandona llevándose a su hija. En 1937 Horacio se interna en el hospital de
Buenos Aires, donde es diagnosticado de cáncer de próstata, tras asumir que su
enfermedad no tiene cura, decide acabar con su vida y bebe un vaso de cianuro.
En las primeras horas de la mañana del 19 de febrero de 1937 -hace casi
veinticinco años- moría en el Hospital de Clínicas de Buenos Aires, Horacio
Quiroga. Moría por su propia mano, porque estaba seguro de padecer una
enfermedad incurable, porque sentía haber cumplido su trágico destino en la
tierra. (Rodríguez Monegal, Emir, LAS RAICES DE HORACIO QUIROGA
ENSAYOS p. 7)
Horacio Quiroga es considerado Poeta, Cuentista y Dramaturgo, además de tener
una influencia de modernista y rasgos naturalistas sus obras son parte del
imaginario social y referenciadas por autores posteriores ya que las temáticas que
presenta y como desarrolla sus ideas son difíciles de olvidar.
Libros
Cronología bibliográfica de publicaciones en vida del autor:8
3
Temática naturalista en la obra “Cuentos de amor de locura y de muerte”, de
Horacio Quiroga
4
observación para después pasar a la experimentación. En términos literarios
significa recrear fiel u objetivamente el medio social para someter al individuo
o personaje a él. Así mismo, el individuo debe ser tomado objetivamente de la
realidad “real” con el principal aspecto que determina la inteligencia y el
temperamento: la herencia.
5
Quiroga y la escuela de Mariano Latorre y sus seguidores. Se ha dicho también
que es un posmodernista con voz propia, y esto sólo puede entenderse como
imagen de su camino: habiendo surgido en el seno del modernismo y asumido
epigonalmente sus pautas estéticas, reniega a poco andar de los énfasis
decadentes para encontrarse consigo mismo, según la máxima rubendariana
“sé tú mismo: ésa es la regla” si es que cabe. Leonor Fleming concuerda con
esto.
6
II - Cree que su arte es una cima inaccesible. No sueñes en
domarla. Cuando puedas hacerlo, lo conseguirás sin saberlo
tú mismo.
III - Resiste cuanto puedas a la imitación, pero imita si el
influjo es demasiado fuerte. Más que ninguna otra cosa, el
desarrollo de la personalidad es una larga paciencia.
IV - Ten fe ciega no en tu capacidad para el triunfo, sino en el
ardor con que lo deseas. Ama a tu arte como a tu novia,
dándole todo tu corazón.
V - No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra
adónde vas. En un cuento bien logrado, las tres primeras
líneas tienen casi la importancia de las tres últimas.
VI - Si quieres expresar con exactitud esta circunstancia:
"Desde el río soplaba el viento frío", no hay en lengua humana
más palabras que las apuntadas para expresarla. Una vez
dueño de tus palabras, no te preocupes de observar si son
entre sí consonantes o asonantes.
VII - No adjetives sin necesidad. Inútiles serán cuantas colas
de color adhieras a un sustantivo débil. Si hallas el que es
preciso, él solo tendrá un color incomparable. Pero hay que
hallarlo.
VIII - Toma a tus personajes de la mano y llévalos firmemente
hasta el final, sin ver otra cosa que el camino que les trazaste.
No te distraigas viendo tú lo que ellos pueden o no les importa
ver. No abuses del lector. Un cuento es una novela depurada
de ripios. Ten esto por una verdad absoluta, aunque no lo sea.
IX - No escribas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir, y
evócala luego. Si eres capaz entonces de revivirla tal cual fue,
has llegado en arte a la mitad del camino.
X - No pienses en tus amigos al escribir, ni en la impresión
que hará tu historia. Cuenta como si tu relato no tuviera
7
interés más que para el pequeño ambiente de tus personajes,
de los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se
obtiene la vida del cuento. (Quiroga, Manual del perfecto
cuentista, p6,7)
8
desaparecen ante la categórica totalidad.
La obra de Quiroga comienza con “Una estación de amor”, es el cuento
más largo y tal vez el más débil de la obra. Es una historia, psicológicamente
entrecruzada, de una ambición ilegitima que no logra concretarse y de un amor
puro y verdadero que es entorpecido por los prejuicios provinciales, y termina
enmarcándose.
Quiroga nos ha enseñado que “las tres primeras líneas tienen casi la
misma importancia que las tres últimas”. En una estación de amor, son un poco
más de tres líneas:
“Era el martes de carnaval. Nébel acababa de entrar en el corso, ya
al oscurecer, y mientras deshacía un paquete de serpentinas miró
al carruaje de delante. Extrañado de una cara que no había visto en
el coche la tarde anterior, preguntó a sus compañeros:
–¿Quién es? No parece fea.
La historia nos coge y nos arrastra la curiosidad por saber algo más de la
lindísima sobrina y del sorprendido Nébel.
9
el imperio de la emoción”. El dolor contenido es uno de los valores que le dan
realce a este cuento.
Mamá, ¡ay! Ma... –No pudo gritar más. Uno de ellos le apretó el
cuello, apartando los bucles como si fueran plumas, y los otros la
arrastraron de una sola pierna hasta la cocina, donde esa mañana
se había desangrado a la gallina, bien sujeta, arrancándole la vida
segundo por segundo. (Quiroga, Cuentos de amor de locura y de
muerte, p50)
A Horacio Quiroga le bastan un poco más de 5 palabras para transmitir la
sensación con que se inicia El almohadón de plumas: “Su luna de miel fue un
largo escalofrío” (Quiroga, Cuentos de amor de locura y de muerte, p56). La
sombra de Poe asoma también en este relato monstruoso e increíble que el autor
se siente en la necesidad de agregar unas líneas al final para convencernos de
que el caso puede ser real: “Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio
habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La
sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en
los almohadones de pluma.” (Quiroga, Cuentos de amor de locura y de muerte,
p59)
A través del análisis de estas obras, hemos querido reflejar el cómo Horacio
Quiroga conocía muy bien el territorio en el que escribía, usaba la naturaleza en
gran parte de sus relatos, y plasmaba hechos de su propia vida,
transformándolos y camuflándolos y dando vida a esta recopilación de cuentos
de amor, terror, enfermedades, etc tan interesantes en la obra.
10
Cuentos de amor de locura y de muerte es una obra traspasada por el
sentido de fatalidad propio del mundo interior del autor. Sin embargo, también
ofrece una recreación de la exuberante naturaleza americana y de las costumbres,
tradiciones y problemáticas sociales de estos pueblo. Particularmente explora con
paso certero los espacios recónditos e inescrutables de la psicología humana. En
estos textos el autor también manifiesta una visión dividida del mundo, pues su
sensibilidad se mueve como aguja oscilante entre los opuestos de vida y muerte,
de soledad y ternura, de alegría y tragedia.
11
Apreciaciones sobre la obra
Horacio Quiroga tras sufrir una dura vida, con momentos traumáticos como
vivenciar el suicidio de su padrastro, debe haber quedado con secuelas que los
llevan a escribir de un modo tenebroso y ser considerado un exponente del terror
latinoamericano, como se evidencia en cuentos de amor, locura y muerte, sus
experiencias de vida lo llevaron a ser el escritor que aún hoy en día sigue
trascendiendo. Sus obras son evidencia clara de su talento y una mezcla de sus
conexiones artísticas con otros autores tanto modernista como naturalista, por
ejemplo, en la “gallina degollada” se pueden evidenciar rasgos naturalistas, pero
también algunos detalles del romanticismo como la trágica historia de amor de los
protagonistas que los lleva a un cruel destino producto de sus reiteradas
reconciliaciones.
“La vida de Horacio Quiroga fue una parábola trágica. Mató a un amigo
accidentalmente, su primera mujer se suicidó a los pocos años de casados, fue
abandonado por su segunda esposa, enfermó de cáncer y finalmente, sin poder
lidiar con sus fantasmas, se suicidó. Cuentos de amor, de locura y de muerte es el
resultado de esa vida atormentada y donde despliega todas sus dotes.
En todos los cuentos que nos presenta el autor representan tres palabras:
Amor, locura y muerte. Tres palabras que dan un significado tan especial en cada
historia que he leído y que les puedo garantizar que casi todas no tienen un final
feliz. Hay algunos relatos que presentan historias de amor como Una estación de
amor o La meningitis y su sombra, que nos muestran el lado dulce y doloroso que
un romance puede tener. Otros presentan el lado más retorcido de un ser humano
o no humano como el caso de La gallina degollada o El perro rabioso. Y
finalmente hay historias que inevitablemente nos muestran que la muerte puede
ser inevitable como en La insolación o La miel silvestre.
12
Bibliografía
13