Inestabilidad Física en Minas Cielo Abierto
Inestabilidad Física en Minas Cielo Abierto
Inestabilidad Física en Minas Cielo Abierto
La minería a cielo abierto exige la realización de una excavación superficial que contendrá las
infraestructuras de servicio, las labores de preparación y las operaciones de arranque propiamente
dichas. En este tipo de minería el objetivo primordial de la mecánica de rocas será asegurar la
estabilidad de los diversos taludes e infraestructuras de la mina.
- Rajos (Open pit): explotaciones de mayor envergadura, que se construye en forma descendente
con un sistema de banqueo y rampas, para lo cual se debe diseñar taludes a escala de bancos,
escala interrampa y escala global (que incluye a todas las interrampas). Un talud corresponde a
cualquier superficie inclinada respecto a la horizontal que las estructuras de la tierra adopten
permanentemente, ya sea en forma natural o como consecuencia de la intervención humana.
Desde un enfoque de cierre de faenas, muchos parámetros que, durante la operación de la mina,
fueron controlados y mitigados, sufrirán serios cambios que influirán en la estabilidad geotécnica
de las paredes del rajo. Es así como los cambios hidráulico-hidrológicos, por el cese de las
actividades de secado de taludes, más el normal proceso erosivo que éstas sufran o los fenómenos
sísmicos, influirán principalmente en las nuevas condiciones imperantes. Será normal, entonces,
que con el trascurso del tiempo ciertos sectores de la mina sean inundados o sufran
deslizamientos, por el aumento de presión de poros o cambios en la resistencia al corte que ha
sufrido el macizo rocoso. Para evaluar hasta qué punto estos eventos serán seguros y no pondrán
en juego la estabilidad física global de la mina, es necesario analizar la escala a la cual se
produzcan estos casos.
La relevancia de la inestabilidad tiene una relación directa con el volumen que esta involucre; de
esta forma, por ejemplo, en una mina a cielo abierto la ocurrencia de inestabilidades a escala de
banco, que prácticamente son inevitables, tiene menor relevancia que una inestabilidad a escala
interrampa, las cuales en lo posible deben evitarse y éstas tienen menor relevancia que una
inestabilidad a escala global, ya que en esta última los volúmenes afectados serán sustancialmente
mayores.
Los autores de la Guidelines Open Pit Slope Design (2009) proponen generar terminología más
precisa al definir y/o analizar los mecanismos de inestabilidad de un talud de rajo, considerando
que los avances tecnológicos permiten detectar pequeños movimientos en los taludes.
Los términos propuestos reconocen el tipo de mecanismo en el talud y su consecuencia (ver
Figura 2.1).
Desde el punto de vista mecánico, la rotura consiste en un desplazamiento que puede llegar a
generar un cambio en la configuración del diseño del o los taludes, por lo que es el mecanismo de
inestabilidad más relevante en minas a cielo abierto.
Las distintas clases de roturas que se suelen producir mayoritariamente en los taludes en roca se
pueden dividir en cuatro grupos (Ramírez y Alejano, 2004):
- Roturas por deslizamientos según uno o varios planos de discontinuidad que afloran en el talud y
que incluirán las roturas planas y en cuña.
-Roturas producidas tanto por deslizamiento a lo largo de planos de discontinuidad como por
rotura de la roca y que incluirán las roturas en escalón, roturas mixtas, roturas complejas (como
roturas por deslizamiento y vuelco) y otras roturas que siguen parcialmente discontinuidades
paralelas al talud, como la rotura por pandeo.
- Roturas que se producen siguiendo una superficie circular, sin relación importante con los planos
de discontinuidades, y que en términos generales se denominan roturas circulares.
-La rotura plana se produce siguiendo una superficie definida en parte por estructuras y en parte a
través del macizo rocoso de mala calidad geotécnica, por lo general en el pie o parte baja del
talud. Las estructuras presentan una dirección aproximadamente igual a la del talud, pero con un
buzamiento menor a este. Discontinuidad con dirección aproximadamente igual a la del talud pero
que buza menos que éste (ver Figura 2.2 a).
-- La rotura en cuña se produce a lo largo de una estructura geológica o bien según la línea de
intersección de dos estructuras. El buzamiento de la línea de intersección de ambos planos
presenta un buzamiento inferior al ángulo del talud (ver Figura 2.2 b).
-La rotura por vuelco se produce por el volcamiento de columnas de rocas que se separan del
macizo delimitadas por estructuras sub verticales, pero que buzan contra éste con una inclinación
más bien alta (ver Figura 2.2 c).
-- La rotura circular suele tener lugar en macizos rocosos de mala calidad o meteorizados, donde el
deslizamiento se produce según una falla circular que define una masa inestable (ver Figura 2.2 d).
Las roturas que siguen discontinuidades paralelas al talud incluyen diversos mecanismos (rotura
por corte en la base, roturas con expulsión de bloque, pandeos), que tienen en común el hecho de
que la mayor parte de la inestabilidad va asociada al deslizamiento por las discontinuidades antes
mencionadas (ver Figura 2.3).
Aunque su aparición resulte mucho menos común, también se dan en la práctica las roturas
denominadas mixtas o complejas, en la que parte de la rotura se produce siguiendo juntas
preexistentes y parte a través del macizo o la roca, siguiendo mecanismos de rotura y deformación
bastante variados. Algunos de estos mecanismos de rotura más complejos incluyen roturas mixtas
(en parte por discontinuidades y en parte por calidad del macizo), roturas complejas que pueden
incluir fenómenos de vuelco producido por rotura circular en la parte alta (Hoek y Bray, 1974),
roturas de varios bloques, rotura por deformación con formación de “kink-bands” (Preh y Poisei,
2004) y rotura por deslizamiento a lo largo de discontinuidades paralelas a la cara del talud con
expulsión de bloques (Cavers, 1981).
Hay que tener en cuenta, en los taludes, el problema de desprendimiento de rocas. Cualquiera de
los tipos de rotura analizados puede dar lugar a fenómenos de caídas de bloques o
desprendimientos. Es necesaria la estimación de estos fenómenos desde el punto de vista de la
trayectoria de los bloques y desde un punto de vista más empírico, mediante clasificaciones
geomecánicas.
En la mayor parte de los casos, el estudio de las inestabilidades de taludes no puede realizarse a
nivel general, sino talud por talud, ya que las inestabilidades suelen ir asociadas a la presencia de
discontinuidades concretas con orientaciones determinadas. No todas las discontinuidades
implican necesariamente la inestabilidad del talud; por ejemplo, la presencia de discontinuidades
horizontales por sí solas no suele afectar la estabilidad de los taludes. Análogamente la presencia
de discontinuidades verticales con un rumbo perpendicular al del talud, por sí solas, tampoco
afecta a su estabilidad.
Dentro de los mecanismos de inestabilidad controlados por discontinuidades, los más comunes
corresponden a:
-Deslizamiento o caída de bloques o cuñas, este mecanismo está controlado por la presencia de
fallas intermedias, que en conjunto definen bloques o cuñas sensibles a desprenderse cuando se
les genera cara libre.
-Derrumbe progresivo, este mecanismo se gatilla por el alto grado de fracturamiento cuando se
sobrepasa el radio hidráulico máximo de una cavidad (área/perímetro), por uso descontrolado de
explosivos sin alivio en los contornos y por esfuerzos generados sobre zonas de alto
fracturamiento sin sostenimiento.
Dentro de los mecanismos más comunes de inestabilidad controlados por el estado tensional,
están las Deformaciones por esfuerzos inducidos, que se producen por alteraciones del macizo
rocoso, generadas por concentraciones de esfuerzos, a partir de determinadas condiciones de
tensión-deformación.
Otros autores como Hoek han relacionado las inestabilidades típicas y modos de rotura en función
del grado de fracturamiento (GSI), tensión mayor y resistencia a compresión simple.
Lorig (2009) describe los mecanismos de inestabilidad potenciales de un túnel en roca y relaciona
la razón tensión/ resistencia del macizo rocoso con su grado y tipo de fracturamiento. A partir de
esta información, otros autores, Laboratorio Oficial J.M. Madariaga, 2015, realizan el siguiente
análisis:
-Para macizos rocosos masivos se produce un incremento del riesgo de roturas frágiles o súbitas
(popping–spalling–rockburst) a medida que aumenta el nivel tensional respecto a la resistencia.
El comportamiento de un macizo rocoso está influido por sus características propias y las de su
entorno. Estas características que pueden influir en la detonación de uno o más mecanismos de
inestabilidad tanto en rajos como en minas subterráneas, se denominarán en este estudio como
“factores”. Así, cualquier problema geotécnico que desemboque en inestabilidad del terreno,
viene condicionado por alguno de los factores y sus características, ya sea por sí solos, o por la
combinación de ellos, ver figura 2.5.
Además de estos factores básicos a estudiar en cualquier macizo rocoso, ver figura 2.5, es
necesario nombrar otros factores que podrían o no estar presentes. Se califican también como
factores y en la presente Guía Metodológica los denominaremos Factores Secundarios, ya que
corresponden a ciertas características que pueden llegar a influir por sí mismos en la activación de
uno o más mecanismos de inestabilidad, por lo que se recomienda, al ser reconocidos, generar
estudios que permitan evaluar su relación con posibles generaciones de inestabilidades. Estas
inestabilidades se relacionan principalmente con componentes de esfuerzos en la roca, riesgos
geológicos y con actividad sísmica (WorkSafe New Zealand, 2016). Los factores secundarios se
diferencian entre la minería a cielo abierto y la subterránea.
Relleno antrópico. Son muchos rajos en los que, para mejorar situaciones operacionales,
se generan taludes a partir de rellenos artificiales o también llamados antrópicos. Dada su
heterogeneidad y muy baja compactación en algunos casos, son depósitos altamente
densificables y con riesgo de colapso, incluso bajo cargas pequeñas (González de Vallejo y
otros, 2004). Esto genera que estos sectores formen parte del diseño general de la mina.
Dado que el comportamiento o dinámica de un macizo rocoso es diferente al que tendrá,
bajo las mismas condiciones, un relleno artificial, es recomendado especificar estos
sectores y generar estudios donde se evalúe su estabilidad
Presencia de agua en el talud. La estabilidad de taludes suele estar muy condicionada,
además, por la presencia de agua, que en muchos casos es el factor determinante, ya que
los coeficientes de seguridad suelen ser muy diferentes para un talud excavado en un
macizo rocoso totalmente seco o totalmente saturado (Ramírez y Alejano, 2004). Entre las
operaciones que contribuyen a la estabilidad de taludes, destacan las técnicas tendientes
a disminuir el nivel freático del talud (realización de canales de salvaguarda, túneles de
drenaje, sondeos horizontales y pozos verticales de drenaje) y la colocación de elementos
de sostenimiento propiamente dichos.
Profundidad del Pit > 500 m. Un número importante de minas que comenzaron sus
operaciones de extracción de mineral a inicios o mediados del siglo pasado y que
utilizan el método de explotación a cielo abierto (open pit), están alcanzando en la
actualidad excavaciones superiores a 800 m, por la necesidad de tener mayor
beneficio económico, logrando así que los taludes alcancen ángulos de inclinación
escarpados, lo que incrementa el riesgo de rotura o problemas en la estabilidad de los
taludes (Tejada, L, 2007). Por esto y dado que es una realidad que recién en estos
últimos años se está dando, es necesario generar estudios de estabilidad global para
evaluar el comportamiento del macizo en estos casos.
Consecuencias geomecánicas
Para esta Guía Metodológica, se entiende como “consecuencias geomecánicas” a los efectos
referidos a la forma de comportamiento de un macizo rocoso frente a la activación de uno o más
mecanismos de inestabilidad detonados por uno o más factores. Estas consecuencias condicionan
la clasificación de la estabilidad física en una mina.
Las consecuencias que se han definido como las más recurrentes e importantes se presentan en la
tabla 2.2. Como se puede apreciar, se han identificado diferentes consecuencias geomecánicas,
tanto para rajos como para minas subterráneas, por la relevancia y los efectos que generan en un
macizo rocoso los factores constructivos (métodos de explotación).
Programa de Estabilidad Física
La actividad minera en Chile debe cumplir con las obligaciones que impone la legislación vigente y
atender las crecientes demandas de las comunidades; en este contexto, la estabilidad física de las
instalaciones mineras constituye uno de los aspectos que requiere la mayor atención durante
todas las etapas del ciclo de vida de una faena minera y deben estar vinculadas en la planificación
y ejecución del cierre, figura 3.1. Se requiere implementar una gestión adecuada y eficiente de la
estabilidad física en las diferentes instalaciones remanentes, para evitar potenciales mecanismos
de inestabilidad que se puedan generar, una vez finalizada la etapa de operación de la faena
minera. En este apartado se presentan los principales aspectos relacionados con el diseño y
desarrollo de un Programa de Estabilidad Física, para instalaciones mineras remanentes en las
diferentes etapas de un proyecto minero.
En cada una de las instalaciones con carácter de remanente pueden ocurrir inestabilidades físicas
en cualquiera de las etapas del proyecto minero, por lo tanto, gestionar la estabilidad física en
forma continua, desde las etapas más tempranas del proyecto hasta el cierre a partir de la
planificación y ejecución de un Programa de Estabilidad Física, permite registrar y analizar
integralmente, la información técnica de utilidad que sea generada.
El Programa de Estabilidad Física permite implementar una adecuada gestión de la estabilidad
física en todas las instalaciones mineras remanentes, constituyendo un instrumento que deberá
estar adaptado a cada instalación remanente y considerar, en cada caso, sus características,
condiciones del emplazamiento, y especialmente cómo afecta la vida, salud, seguridad de las
personas y medio ambiente, además de la etapa del ciclo de vida en que se encuentre, entre otros
aspectos de relevancia. Es recomendable que el Programa de Estabilidad Física, sea definido en las
etapas más tempranas del proyecto, con el propósito de facilitar la gestión y eficiencia del mismo,
sobre todo en las etapas finales del proyecto.
El Programa de Estabilidad Física, figura 3.2, incluye diferentes fases que tienen como finalidad
evaluar y mantener la condición de estabilidad física de una instalación minera remanente,
durante todas las etapas del proyecto aprobado por la autoridad y especialmente en el momento
de cierre. En estas fases se aplican herramientas tecnológicas y criterios técnicos, con el propósito
de evaluar y asegurar la estabilidad física de una instalación minera remanente.
En las fases destinadas a evaluar la estabilidad física de una instalación remanente, se recopila
información específica y se caracteriza la instalación, se aplican las herramientas y criterios
técnicos que permiten identificar y clasificar las potenciales inestabilidades que la pueden afectar
y posteriormente se selecciona el método de evaluación más adecuado a su condición. Una vez
seleccionados los métodos de evaluación, que debieran estar validados por prácticas aceptadas en
ingeniería y la calidad de los resultados que entreguen, se realiza el cálculo de la estabilidad física
de la instalación.
Relación del Programa de Estabilidad Física con el Ciclo de Vida de una Faena Minera
Para cada una de las instalaciones mineras remanentes, se debe elaborar e implementar un
Programa de Estabilidad Física, con el propósito de asegurar su estabilidad física en el momento
del cierre y en la etapa de post cierre de la faena minera. El Programa de Estabilidad Física
idealmente debe aplicarse durante toda la vida útil de una instalación minera remanente, desde la
planificación hasta el cierre, incluyendo las medidas de monitoreo en el post-cierre. La etapa de
desarrollo en que se encuentre una instalación minera en particular, en relación a su vida útil
(planificación, construcción, operación, cierre y post-cierre), puede o no coincidir con las etapas
del ciclo de vida de la faena minera (exploración; planificación, estudio de factibilidad y diseño;
construcción y operación; desmantelamiento y cierre; post-cierre), figura 3.1. Ejemplo de esta
situación es el caso de construcción de nuevas instalaciones en faenas mineras existentes (un
nuevo depósito de relave o un nuevo botadero) o el cierre parcial o definitivo de algunas
instalaciones mineras (depósitos de escorias o depósitos de ripios), antes del término de la etapa
de operación de una faena minera.
Por lo tanto, la gestión integral de una faena minera debe vincular la gestión de la estabilidad física
de las instalaciones remanentes a su ciclo de vida. En la Figura 3.3 se presentan las etapas del ciclo
de vida de un proyecto minero, asociadas a las fases de un Programa de Estabilidad Física y las
actividades que pueden ser implementadas en faenas o instalaciones mineras nuevas; o en faenas
o instalaciones mineras existentes.
En el plan de desarrollo de un proyecto minero, las alternativas para gestionar la estabilidad física
son mucho mayores en faenas mineras nuevas, por la facilidad para implementar buenas
prácticas, que contribuyen a mantener y asegurar la estabilidad física, respecto de soluciones
correctivas con menos opciones técnicas y de mayor costo, que deben implementarse frente a
contingencias en etapas cercanas al cierre o de cierre propiamente tal. Normalmente, las
alternativas técnicas factibles de utilizar para mantener y asegurar la estabilidad física de una
instalación remanente, se reducen cuando se acerca la etapa de cierre de esta y las medidas de
solución aplicadas pueden ser más complejas y de mayor costo. La gestión de la estabilidad física
durante todas las etapas del ciclo de vida de una faena minera, implementando y coordinando
buenas prácticas y monitoreo, tiene beneficios directos como la optimización de los recursos
financieros y la reducción de las posibilidades de surgimiento de inestabilidades físicas,
especialmente en el cierre y el post cierre.
Es conveniente establecer medidas para lograr la estabilidad física de las instalaciones mineras
desde los inicios de un proyecto, considerando que la etapa de cierre y la gestión de la estabilidad
física deben ser parte del negocio minero. El Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM)
propone que las consideraciones de cierre, junto con las ambientales y sociales, sean incluidas
desde la etapa de inversión y en la operación, figura 3.1, recomendando que la planificación del
cierre sea parte del ciclo de vida minero. Asimismo, la Ley 20.551 establece que el Plan de Cierre
debe ser efectuado desde el inicio de la operación minera.
Herramientas y criterios técnicos para evaluar la estabilidad física de mina a rajo abierto.
¿Cuáles son las principales características del emplazamiento y de la mina, que puede ser
afectados por inestabilidad física? –
-En el caso de registrarse una inestabilidad física en una mina, ¿en qué grado puede impactar al
ambiente compuesto por ambiente y personas?
- ¿Cuáles son las alternativas técnicas que se pueden utilizar para mantener estable físicamente un
sector determinado de una mina, en las diferentes etapas del ciclo de vida de la faena y
especialmente en las etapas de cierre y post cierre?
Para responder a estas interrogantes, se requiere la concurrencia de profesionales competentes e
información validada, en cantidad y calidad, que aseguren la utilidad de los resultados que se
obtengan.
En consecuencia, en la presente Guía Metodológica, la selección del método para realizar una
adecuada evaluación de la estabilidad física para el caso de minas, incluye aspectos técnicos
asociados a potenciales inestabilidades de la instalación y factores asociados a potenciales efectos
sobre el medio ambiente y a las personas. La selección de un método para evaluar la estabilidad
física de instalaciones mineras remanentes, se ha planteado a partir del cumplimiento de las
siguientes fases:
Las fases antes indicadas para rajos y minas subterráneas son parte de la gestión de la estabilidad
física que se presenta en la figura 3.2 Programa de Estabilidad Física. En los apartados siguientes
se detallan las fases que conforman la metodología para selección de métodos para evaluar la
estabilidad física de minas.
Para identificar y caracterizar el o los sectores de la mina a evaluar, en primer término, se debe
contar con información técnica del proyecto de ingeniería aprobado por la autoridad competente.
Los antecedentes que se deben recoger inicialmente se relacionan con la identificación de la faena
minera (propiedad, nombre de la empresa, representante legal, nombre de la faena, ubicación
geográfica y profesional responsable); antecedentes de la mina (nombre, ubicación, método de
explotación, antecedentes topográficos, estudios geológicos y geomorfológicos, estudios de
propiedades mecánicas de las rocas, ensayos de laboratorio, identificación de fallas geológicas,
presencia de agua, antecedentes climatológicos e hidrológicos, y antecedentes sobre la sismicidad
del sector para condición de cierre). Las fichas que registran esta información base se presentan
en anexos de la presente Guía Metodológica.
Esta metodología de selección se basa en la identificación y caracterización del o los sectores
potencialmente inestables de la mina, la determinación de las categorías de inestabilidad y del
potencial de ocurrencia de fallamiento, además de la determinación del potencial de impacto al
ambiente, para categorizar los métodos de evaluación más adecuados a la condición de la mina y
su entorno. A partir del análisis de la información técnica recopilada, se ha definido que las
evaluaciones se realicen de forma cualitativa, ya que dependen de la combinación de varios
factores y de la diversidad y heterogeneidad de los ambientes geológicos y geotécnicos.
Para abordar la evaluación de la estabilidad física de minas en las etapas de cierre y post cierre, se
ha considerado lo indicado por la International Commission on Mine Closure (2008), de la
International Society for Rock Mechanics, respecto de que “……La naturaleza de las posibles
perturbaciones post minería está fuertemente relacionada con la configuración de los métodos de
explotación mineros….”. Teniendo esto en cuenta, se consideran las consecuencias geomecánicas
asociadas a los diferentes métodos de explotación y la magnitud de estas consecuencias, que
afecten la estabilidad física del macizo rocoso en profundidad y superficie.
Entre los factores que afectan la estabilidad física del macizo rocoso, que son determinantes en la
potencial ocurrencia y la frecuencia de ocurrencia de una inestabilidad, están las características
del macizo rocoso (Tipo y distribución de las rocas: litología, petrología, mineralogía, estratigrafía,
etc.; Propiedades de la matriz rocosa: anisotropía, fisuración, resistencia, deformabilidad,
durabilidad; Orientación de la estructura y sus discontinuidades principales con respecto a la
excavación subterránea y Espesor y competencia de los recubrimientos); condiciones ambientales
(presiones intersticiales y régimen hidrológico e hidrogeológico; temperatura y gases existentes en
el macizo rocoso); estado tensional (tensiones naturales; tensiones inducidas); geometría de la
excavación (forma, tamaño y orientación; situación con respecto a excavaciones adyacentes;
geometría de las intersecciones; esquema y secuencia del avance del minado); y condiciones
constructivas (métodos de excavación; sistemas de sostenimiento; tiempo de exposición abierta
de la excavación).
Para determinar el efecto sobre el medio ambiente se puede utilizar como referencia la figura 4.3,
los estudios de línea base con que se cuente y/o estudios ambientales específicos que se hayan
desarrollado durante el ciclo de vida del proyecto.
En caso de considerar personas a evacuar, se debe incluir a toda aquella población que, por
motivos habitacionales, laborales o recreativos, ocupa de manera permanente, temporal o
transitoria un área que puede ser afectada por una falla o rotura debido a inestabilidad física de
una instalación minera remanente.
Estos factores pueden ser obtenidos a juicio experto o bien la información necesaria podría estar
disponible como parte del proyecto de la mina. Se deja constancia de que el especialista deberá
definir si la cantidad y calidad de los antecedentes es suficiente para asignar la ponderación
propuesta. En caso contrario, debe solicitar estudios específicos o bien asignar una mayor
ponderación.
Dónde:
PEA = Valor del Potencial de impacto al ambiente para Efecto sobre el medio ambiente
PPE = Valor del Potencial de impacto al ambiente para Número de Personas a Evacuar
Los resultados de la suma de los valores del potencial de impacto al ambiente asignado a cada
factor, permite calificar el potencial de impacto al ambiente de la mina (rajo o subterránea). En la
tabla 4.8, se presentan los rangos del potencial de impacto al ambiente asignado, para los
diferentes valores del Factor Total de Impacto que se obtengan.
Factor de seguridad.
Evaluación del factor de seguridad de los taludes El factor de seguridad de un talud debe
determinarse de forma independiente para cada uno de los distintos tipos de rotura, y a su vez el
cálculo de cada uno de estos coeficientes obedece a un criterio y una metodología específica de
estudio.
A continuación, se relacionan algunos de los métodos más empleados para el cálculo del Factor
de Seguridad (FS), indicándose igualmente, en su caso, algunas de las aplicaciones informáticas
disponibles en el mercado.