Revista Aleph No. 187. Octubre-Diciembre 2018
Revista Aleph No. 187. Octubre-Diciembre 2018
Revista Aleph No. 187. Octubre-Diciembre 2018
ISSN 0120-0216
Elvira Rico
Consejo Editorial
Director
Carlos-Enrique Ruiz
Tel. +57.6.8864085
http://www.revistaaleph.com.co
e-mail: aleph@une.net.co
Carrera 17 Nº 71-87
Manizales, Colombia, S.A.
Diagramación:
Andrea Betancourt G.
Impresión:
Xpress - Estudio Gráfico y Digital
octubre/diciembre 2018
aleph
Año LII
2 Revista Aleph No. 187. Año LII (2018)
Elvira Rico,
en exposición
Fabio Rodríguez-Amaya
D
e la imaginación a la imagen ningún signo hay más
elemental que un trazo y, para materializar la imagen,
ningún trazo hay más contundente que un diseño. Este
ejercicio elemental, que permite recrear cualquier experiencia
fantaseadora, se convirtió, desde la noche de los tiempos, junto
con el ejercicio de la palabra, en el primer media. Adquirir el
lenguaje de los signos le ha permitido a la especie humana tra-
zar el mundo circunstante, grabar el hecho imaginativo, construir
la memoria. Los signos y los trazos se convirtieron en los más
inequívocos compañeros de expresión del ser en el camino de
la evolución. Nació la escritura, asumió cuerpo la palabra y se
inauguraron, en una cadena infinita, la práctica textual, el acto
comunicativo y la trascendencia del pensamiento y las ideas.
Apunte, esquicio, bosquejo, esbozo, trazado, contorno, deli-
neación, diseño, representación, plano, proyecto, retrato, dibu-
jo..., porque el lenguaje burilado con los signos y caliografiado
con los significantes es el punto de partida de cualquier creación;
lo demás son variaciones de dicha forma primera del arte. Evó-
quense los petroglifos de Chiribiquete en Colombia, de Drakens-
berg en África, de Lascaux en Francia, de Altamira en España y
de Val Camonica en Italia. Apréciese la perfección de los diseños
cerámicos y la exactitud evocativa de las líneas nazcas, la filigra-
Elvira Rico,
artista de entereza vital
Carlos-Enrique Ruiz
E
ste oficio de aprovechar encuentros con personalidades de
edades diversas y variadas aplicaciones tiene sus encan-
tos, en uno y otro lugar. Y he tenido la curia de recoger
impresiones que se han publicado como “Reportajes de Aleph”,
y por generosidad infaltable se han recogido en dos antologías
editadas por la Universidad de Caldas que recogen buena parte de
ese acontecer. Los encuentros muchas veces son planeados, pero
no faltan las casualidades, como en este caso.
Desde Italia, el valioso pintor-grabador-ensayista Fabio Ro-
dríguez-Amaya, promovió desde la Universidad de Bérgamo una
exposición de Elvira Rico-Grillo en el “Museo de Arte de Cal-
das”, la cual se realizó en Manizales (septiembre/octubre, 2018),
con maravilloso montaje y obras de singularidad. Por los días de
la inauguración nos encontramos de sorpresa en “Casa Florida”,
lugar que frecuentamos con buen café a las 11 de la mañana. Y
fue como si siempre nos hubiéramos visto, de lejana y constante
amistad. La empatía fue instantánea. Ella estaba acompañada de
otro tutor, Nicolás Duque, joven de la Escuela de Filosofía que
funge como director de la biblioteca de la Universidad de Caldas.
Y en cosa de minutos Livia capta la trascendencia del momento,
sale pronto con destino a “Casa Aleph” para traer cámara de fo-
tografía y el “Libro de autógrafos Aleph-UN”. Todo se organiza
María-Dolores Jaramillo
T
al vez sea el momento de hacer un balance justo del na-
daísmo y sus múltiples aportes históricos, artísticos, lite-
rarios y culturales. Para lograrlo es indispensable depo-
ner y dejar atrás la cadena de invenciones chismográficas, falsas
acusaciones, reiterados encasillamientos ideológicos, imagina-
ciones morbosas y anécdotas trilladas que lo rodearon durante
tantos años. No es aceptable que en 2018 sigamos hablando de
los nadaístas como “enemigos públicos”, ni especulando morbo-
samente sobre sus orgías ficticias, ni escandalizándonos gratuita-
mente con los supuestos sacrilegios. O un falso estupro. Es hora
de comprender y señalar los valores de sus vidas, su pensamiento
y su escritura, con criterios culturales, filosóficos y literarios, y
no con prejuicios teológicos.
La irrupción y presencia de los nadaístas en la vida cultural
colombiana, a partir de 1958, renovó numerosos aspectos de las
costumbres y tradiciones culturales y mentales del país que se ex-
tienden hasta nuestros días. Sus constantes transgresiones y cues-
tionamientos, y su espíritu de transformación, invitaron al país a
pensar en la necesidad de modernizarse en muchos ámbitos de la
vida personal, social, familiar, ética, literaria y artística.
Pensar en contravía fue unas de las propuestas más interesan-
tes del nadaísmo. Entendieron que se podía pensar distinto de
1. Eduardo Escobar. Gonzalo Arango. Correspondencia violada. Bogotá: Instituto colombiano de cultura,
1980. Págs. 68-74.
2. Gonzalo Arango .Correspondencia violada. Tarjeta de navidad para Gog. Pág. 71.
3 .Eduardo Escobar .Correspondencia violada. Introducción. Pág. 18.
13. Gonzalo Arango. Correspondencia violada. Carta a Eugenio Evtuchenko. Págs. 206-213.
14. Eduardo Escobar. Cabos sueltos. El compromiso de los escritores. Medellín: Eafit, 2017. Pág. 379- 406 .
15. Gonzalo Arango. Correspondencia violada. Pág. 208.
16. Gonzalo Arango. Correspondencia violada. Págs. 134 – 137, 125-128.
17. Eduardo Escobar. Cuando nada concuerda . Bogotá: Siglo del Hombre Editores, 2013 y Cabos sueltos.
Medellín: Eafit, 2017.
19. Eduardo Escobar. Correspondencia violada. Manifiesto al congreso de escribanos católicos. Págs. 47-51.
20. Gonzalo Arango. Correspondencia violada. Diario de un presidiario nadaísta. Pág. 53.
21. Cuatro nadaístas pasaron por el seminario : Amílcar Osorio, Eduardo Escobar, Guillermo Trujillo, y
Darío Lemos.
Bibliografía selecta
Arango, Gonzalo. Obra negra. Medellín: Eafit-Otraparte, 2016.
_______________Última página. Medellín: Universidad de Antioquia, 2016.
_______________Sexo y saxofón. Medellín: Eafit- Otraparte, 2017.
Escobar, Eduardo. Gonzalo Arango. Correspondencia violada. Bogotá: Instituto
Colombiano de Cultura, 1980.
________________Gonzalo Arango. Bogotá: Procultura, 1989.
________________Nadaísmo crónico y demás epidemias. Bogotá: Arango Editores,
1991.
Moisés Wasserman L.
E
ste libro* reúne algunas de las columnas que he venido
escribiendo semanalmente para el periódico “El Tiempo”.
Me han preguntado de dónde ha salido la inquietud y el
talento (si lo hay) para escribirlas. La pregunta no es trivial. Soy
químico, con doctorado en bioquímica, posdoctorado en micro-
biología y me he dedicado toda la vida a la investigación y la
docencia en esos campos. La escritura ha sido pues parte de mi
actividad profesional. Pero ha sido una escritura muy diferente a
la presentada acá. Artículos científicos, tesis, e informes. Todos
muy técnicos, la inmensa mayoría en inglés, llenos de referencias
a trabajos relacionados, en un idioma técnico ininteligible para
los no iniciados, repletos de tablas y gráficas que si bien hacen
mucho más claro el mensaje, interrumpen, en el texto, cualquier
estructura semejante a un relato. Es decir, he escrito mucho pro-
fesionalmente, pero una escritura que tiene poco que ver con una
columna periodística para el público general.
La extrañeza por esta actividad periodística de quienes cono-
cen mi trabajo profesional deriva, al menos en parte, de un este-
reotipo equivocado sobre los científicos. La gente a veces ima-
* Introducción en la obra “Cómo tener siempre la razón y otras columnas sobre ciencia y so-
ciedad”, de Moisés Wasserman L. Ed. Fondo de Cultura Económica, FCE (colección Tierra
Firme), Bogotá 2018. ISBN: 978-958-8249-42-1
W
ilson Ladino: Profesor Cataño, usted es sobrino de
Gerardo Molina quien era rector de la Universidad
Libre cuando Darío Mesa fue profesor y director del
Instituto de Investigaciones de la Facultad de Educación, entre
el 1961 y 1964.
Gonzalo Cataño: Molina, que no era marxista, estimaba mu-
cho a Mesa. Apreciaba sus trabajos de los años cincuenta y sus
labores docentes en la Libre. Se conocían de tiempo atrás. Mesa
había sido su colaborador en la Revista Horizontes y poco des-
pués Molina le ayudó a conseguir una beca para una estadía en
Alemania.
Ladino: En los años cincuenta y principios de los sesenta
Mesa tiene lo que yo llamaría tres ensayos mayores. El texto po-
lémico “Mito, revista de las clases moribundas”; el ensayo que
tanta fama le dio, “Treinta años de historia de Colombia”, y “El
problema agrario en Colombia”, un informe para el INCORA.
Carlos-Alberto Ospina H.
C
on motivo de la aparición de la cuarta edición del libro La
muerte y sus símbolos. Muerte, tecnocracia y posmoder-
nidad, de Orlando Mejía Rivera (Editorial Universidad de
Antioquia), queremos presentar unas cortas reflexiones suscita-
das por su lectura, a propósito del fenómeno de la muerte.
Resulta admirable que estemos hablando de la cuarta edición
de una obra académica y de edición universitaria (primera edi-
ción en 1999), nada usual en nuestro medio, excepto que se tra-
te explícitamente de un texto o manual de estudios. Aunque la
Muerte y sus símbolos es un ensayo, podríamos decir de interés
general, requiere de lectores atentos y abiertos a una propuesta de
lectura heterodoxa sobre la época actual, y dispuestos a ver dis-
tintas maneras como ella ha enfrentado el fenómeno de la muerte.
Alcanzar la cuarta edición se debe, seguramente, a que ha sido
utilizado como texto de estudio por distintas disciplinas y pro-
fesiones como la medicina, especialmente la tanatología; la so-
ciología, la filosofía o el psicoanálisis, porque el libro se mueve
en esos distintos campos del conocimiento, con notorio respaldo
bibliográfico, como acostumbra hacer Orlando Mejía en sus en-
sayos. Ello es el resultado de un trabajo disciplinado, continuo
y riguroso que ha forjado un espíritu inquieto que se mueve con
autoridad por muchas ramas del saber, lo cual corresponde a una
Consuelo Gaitán
D
espués de más de cincuenta años de guerra en Colom-
bia, hoy la Red Nacional de Bibliotecas Públicas cumple
cuarenta…
Se acabaron Proexpo, el Upac, el Frente Nacional, la Caja
Agraria, el Show de las Estrellas, y la Red sigue abriéndose ca-
minos por nuestro país… Hasta hoy ha llegado a la cifra de 1.500
bibliotecas por todo el territorio colombiano…
Durante estos últimos cinco años de los cuarenta que hoy
cumple la Red, en busca de ayudas económicas escribimos en
tono académico centenares de documentos que rezaban más o
menos así:
La Biblioteca Nacional, como entidad líder de la política
pública en lectura y bibliotecas del país, tiene la responsa-
bilidad de proponer acciones en relación con la lectura, el
acceso a la información, el patrimonio bibliográfico y el uso
significativo de las bibliotecas públicas.
Los usuarios de las bibliotecas públicas y departamentales
del país deben tener la oportunidad de acceder a espacios
para la lectura, la escritura, la conversación y la construc-
ción colectiva en torno a materiales bibliográficos, audiovi-
suales y patrimoniales de diversa índole, relacionados con la
Notas
Manuscrito autógrafo
1
/Elvira Rico-Grillo/
El libre pensamiento
/Moisés Wasserman L./ 31
N O TAS
/Entrevista de la revista Semana con el Académico-Humanista
Darío Valencia-Restrepo/ “La vejez”, reseña de libro de
Simone de Bauvoir (por: María-Dolores Jaramillo/ 71
/“Memoria por correspondencia”, reseña de libro de Emma Reyes
(por: Jairo Ruiz-Mejía)/ Hemos recibido…/
/Patronato histórico de la Revista/
Colaboradores 76