Mate Inverso

Inverso (Mate)
Casi olvidado durante el Renacimiento, conoce un renovado interés en los tiempos modernos, un auge magnífico en
el pasado siglo, y se impone definitivamente bajo el impulso de una pléyade de compositores destacados, de los
cuales el americano W. A. Shinkman* fue el más prestigioso.
Mientras que el ayudado se basa sobre la total colaboración de las Blancas y de las Negras, con vistas a dar mate (o
ahogar) al Rey negro, el inverso nos lleva a la esencia del juego de ajedrez, que es el combate entre dos bandos. Pero,
esta vez, el objetivo de las Blancas es completamente diferente: jugando las primeras, invierten los papeles, obligando
a las Negras a dar mate o ahogar al Rey blanco en n jugadas. Puede decirse que quien pierde gana.
Es un género casi desconocido en numerosos países a pesar de su antigüedad. Quizás su aspecto farragoso a menudo
desconcierta al aficionado no avertido. Bien injustamente, ya que esta apariencia no es una regla general. El inverso
pone en escena unos combates vivos y variados, en los que ambos Reyes son activos y los cambios de situación son
permanentes. En el Ajedrez ortodoxo ambos adversarios se enfrascan en una lucha cuyo objetivo final es el mate al
Rey enemigo. Los contendientes se esfuerzan en poner a buen recaudo a su Rey y, al mismo tiempo, encerrar al Rey
enemigo en una red de mate.
¡Que espíritu masoquista fue el primero en realizar la idea de invertir el orden natural y decretar que el objetivo final
de una partida puede también ser el mate impuesto a su propio Rey y, que, en cada caso, cada jugador debería forzar
al adversario a darle mate, a pesar de todos los esfuerzos que el otro pudiera desplegar para evitar este resultado?
Quizás nunca lo sepamos, pues el origen de este juego (de fantasía antes de tiempo) se pierde en la noche de la Edad
Media. Se encuentran en los manuscritos del XIIIº siglo posiciones en las cuales el autor propone a uno de los
adversarios de hacerse dar mate por el otro, cualquiera que sea la resistencia que oponga este último a esta intención.
Para explicar la razón de este comportamiento contra natura, los autores anónimos de dichas posiciones inventaban
cuentos románticos o heroicos (la hija del señor del castillo que no quiere ganar la partida contra un pretendiente a su
mano que no le agrada, un caballero que sacrifica su prestigio a la gloria de su soberano, etc.).
El inverso pone en escena combates vivos y variados, en los que ambos Reyes son activos y los cambios de situación
permanentes.
Para delimitar mejor el sujeto, este estudio se limita al mate inverso en dos jugadas, más condensado y más fácil de
penetrar en un primer contacto. De antemano, dos observaciones:
– en primer lugar el inverso dispone de una semijugada de más que el directo. Tras la clave y la defensa negra, la
réplica blanca que, en el directo en dos jugadas, se confunde con el mate, se halla disociada en el inverso. Y es muy
deseable consignar sistematicamente la última jugada de mate. Un problema es un conjunto en el cual todas las
facetas son importantes y concurren al valor de la obra.
– elemento característico del inverso, el divorcio entre la táctica y la estratégia. En el directo, los efectos útiles de una
jugada son buscados para servir a su bando, y los efectos nocivos, involuntarios o forzados, deben ser neutralizados
para evitar la pérdida. Este no es el caso del inverso, en el cual un efecto de fortalecimiento puede servir o perjudicar
a su campo según las circunstancias, y donde la posición puede hacer un daño o una ventaja. Numerosos ejemplos
aclararán esta paradoja.
Actualmente, el mate inverso (Hilfsmat de los alemanes, Selfmate de los ingleses) constituye un vasto campo de
creación artística, rica en ideas originales. El hecho de que la lucha haya cambiado de sentido favoreció el nacimiento
de una técnica particular y de combinaciones inéditas. La vasta familia del mate inverso está compuesta de dos
categorías:
I. Los mates inversos en dos jugadas, clásicos antiguos
Enunciado: en este tipo de problemas, las Blancas juegan y se hacen dar mate en el número de jugadas estipuladas;
cualesquiera que sean las respuestas, las Blancas las obligan a las Negras a darles mate en el número de jugadas
estipulado.
Desde el punto de vista táctico, como el directo, el inverso puede ser, por su jugada de clave, del tipo de amenaza o
del tipo bloqueo. En el primer tipo las Negras se esfuerzan en oponerse a la obligación de dar mate (o ahogar) al
adversario; en el segundo tipo experimentan la ley del zugzwang* (zz). Pero, en ambos casos, la conclusión es
ineluctablemente un zugzwang. Esta forma de lucha requiere una técnica especial de la que los problemistas han
sabido sacar partido.
A. C. White* dedicó, dentro del marco de su Serie* de Navidad, el libro Les Mille et un Mats inverses (París, 1907)
en dos volúmenes. Sobre este género, la obra de E. Birgfeld*, Fata Morgana (Berlin, 1922) es fundamental.
Mientras que en el problema ortodoxo las Negras realizan una jugada de menos que las Blancas, en el problema
inverso, Blancas y Negras efectúan igual número de movimientos. De entrada, se pondrá el acento en los principales
procedimientos utilizados en este género, señalando de paso los aspectos temáticos que serán comentados más
adelante.
Muchas ideas realizables en el problema ortodoxo, lo son igualmente en el mate inverso; pero algunos tasks*, que no
han podido ser realizados en el problema ortodoxo, lo han sido en el mate inverso.

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