Ensayo Sobre La Homosexualidad
Ensayo Sobre La Homosexualidad
Ensayo Sobre La Homosexualidad
PLANTEL II
DERECHO I
“LA TRANSEXUALIDAD”
5°N
Si eres mujer, imagina que te obligan a vestir un traje y zapatos de hombre o, si necesitas ir
al sanitario, tengas que usar el de los varones. Si eres del sexo masculino piensa cómo te
sentirías si tuvieras que ir a trabajar todos los días con vestido o falda o te obligaran a usar
maquillaje y el pelo largo. Este es sólo un aspecto en la compleja situación que enfrentan
las personas transexuales.
La situación es mucho más complicada cuando la familia no entiende, piensa que querer
cambiar de sexo es una locura o un capricho y además ejerce presión para que el individuo
abandone o cambie esas ideas.
En la persona travesti (persona que gusta vestir con ropas pertenecientes al género opuesto
al suyo) no existe ningún conflicto entre su sexo biológico y su género, mientras que en la
persona transexual su identidad sexual no coincide con su sexo biológico. Por ejemplo, un
varón travesti, aunque se vista de mujer, sigue considerándose un varón vestido de mujer.
Algunos autores consideran que toda mujer que se viste de varón es transexual, no travesti,
porque lo que caracteriza al travesti varón es la excitación sexual que le provoca el hecho
de vestirse de mujer y la mirada del otro ante la revelación de lo que oculta bajo sus ropas,
y afirman que en el caso opuesto esto no ocurre, ya que defienden que la mujer no se excita
sino que se avergüenza si se descubre su identidad.
Las intersexualidades son condiciones con bases fisiológicas, genéticas, biológicas, y que
se definen por la existencia de discrepancia de uno o más de los criterios morfológicos que
definen el sexo (estructura cromosómica, gónadas, genitales internos y externos, caracteres
sexuales secundarios), como por ejemplo, el síndrome del varón XX, el síndrome de
Turner, la agenesia mülleriana, la agenesia gonadal, la disgenesia gonadal mixta y la pura,
el síndrome de la super mujer XXX, el síndrome de XYY (doble YY), el hermafroditismo
ginandroide, la masculinización idiopática, la hiperplasia suprarrenal congénita, etcétera.
Género
Son las ideas y los comportamientos que definen a las mujeres y a los hombres, lo que se
espera socialmente de cada quien según la época y el lugar donde se vive. Es común que las
sociedades impongan de manera arbitraría, desigual e inequitativa las responsabilidades
asignadas al hombre y a la mujer, las actividades que realizan, el acceso y el control de los
recursos y hasta las posibilidades de tomar decisiones respecto de su persona 4 en los
diferentes escenarios políticos y sociales: comunidad, familia, trabajo, escuela. Hablar de
sexo, en lugar de género, implica enfocar desde la biología diferencias sexuales. El género
implica ir más allá del dato diferencial entre sexos, supone comprender y explicar
socioculturalmente las desigualdades sociales creadas a partir de las diferencias sexuales.
Sexo
Se refiere a los cuerpos sexuados de las personas; esto es, a las características biológicas
(genéticas, hormonales, anatómicas y fisiológicas) a partir de las cuales las personas son
clasificadas como mujeres u hombres al nacer. En México, el sexo se asigna a la persona
recién nacida tomando en cuenta únicamente los órganos sexuales externos, incluyéndolo
como un dato en el acta de nacimiento. La legislación civil mexicana acepta dos
posibilidades, es decir, una persona puede ser clasificada con un sexo masculino o
femenino. La decisión se toma en la mayoría de los casos, entre los médicos que atienden el
parto y los padres y las madres, mismos que comunican la decisión al Registro Civil. Para
describir dicho fenómeno la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha desarrollado el
término de “Sexo asignado al nacer” y lo explica como una construcción social. Esta
propuesta va más allá del concepto de sexo como masculino o femenino y como un
fenómeno biológico. Bajo esta teoría la asignación del sexo no es un hecho biológico
innato, más bien, a las personas se les asigna socialmente un sexo al nacer con base en la
percepción que otras personas tienen sobre sus genitales. En este sentido, la categorización
de un hombre o una mujer es un acto social, cultural e institucional. La mayoría de las
personas son fácilmente clasificadas pero algunas otras no se identifican con estas
definiciones poco flexibles de lo que significa mujer u hombre.
Identidad de género
Los Principios de Yogyakarta, la definen como la vivencia interna e individual del género
tal como cada persona la siente profundamente, la cual puede corresponder o no con el sexo
asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo.
Cisgénero.- Palabra que define a las personas cuya identidad de género y sexo asignado al
nacer coinciden.
Mujeres Trans.- Se refiere a personas cuyo sexo asignado al nacer fue considerado social y
biológicamente como hombre o masculino mientras que su identidad de género es de mujer
o femenina.
Hombres Trans.- Se refiere a aquellas personas cuyo sexo asignado al nacer es considerado
social y biológicamente como mujer o femenino mientras que su identidad de género es de
hombre o masculina.
Persona Trans.- Este término también puede ser utilizado por alguien que se auto-identifica
fuera del binario mujer/hombre. Adicionalmente, algunas mujeres Trans se auto-identifican
como mujeres, y algunos hombres Trans se auto-identifican como hombres.
Expresión de género.
Transgénero o Trans.- Se refiere al término paraguas utilizado para describir las diferentes
variantes de la identidad de género (incluyendo transexuales, travestis, entre otras), cuyo
denominador común es que el sexo asignado al nacer no concuerda con la identidad de
género de la persona. Las personas Trans construyen su identidad de género
independientemente de intervenciones quirúrgicas o tratamientos médicos. Sin embargo,
éstas pueden ser necesarias para la construcción de la identidad de género de algunas
personas Trans.
Capacidad de cada persona de sentir una profunda atracción emocional, afectiva y sexual
por personas de un género diferente al suyo, o de su mismo género, o de más de un género,
así como, la capacidad de mantener relaciones íntimas y sexuales con esas personas.
Asexualidad.- Se puede entender como la falta de interés o deseo sexual, algunos sugieren
que las personas asexuales son individuos que no experimentan “atracción sexual”.
Una vez habiendo ubicado y definido todos estos conceptos tan famosos y confusos entre
sí, podemos irnos de lleno a la transexualidad, su historia y su legalidad.
¿Qué es la Transexualidad?
Transexual es pues la persona que encuentra una seria y profunda disconformidad entre su
sexo psicológico y los demás caracteres sexuales. El transexual sabe que su cuerpo
pertenece a un género y su cerebro a otro. No esta loco ni es un farsante, es plenamente
consciente de su dicotomía. El transexualismo es una realidad, no producto de su
imaginación.
Los transexuales a veces expresan sus sentimientos de ser diferentes en términos de “vivir
una mentira”. Si es que hay un fraude involucrado en el hecho de ser transexual, es el
fraude perpetrado por el transexual mismo antes del tratamiento. La persona que completa
el tratamiento es en sí el objeto real. El o ella ha dejado atrás una vida de engaño e
infelicidad. A pesar de los grandes obstáculos, él o ella ha florecido como la persona que
siempre ha sido.
Los transexuales explican haberse sentido del otro género desde siempre. En el estudio de
su infancia se distingue que ya de niños tienen una conducta propia del sexo opuesto,
aunque ellos todavía no son conscientes de lo que les sucede. Después, ya en la
adolescencia pueden tener periodos en los que se esfuerzan por comportarse según su sexo
biológico, esforzándose por olvidar su problema. Ante la imposibilidad de mantener esta
conducta por demasiado tiempo, esta estrategia termina fracasando irremediablemente.
Estas personas comparan sus sentimientos a algo parecido al ser ubicado en un rol para el
cual no están preparados, por ejemplo, el tratar de ser el héroe cuando en realidad están
mejor interpretando a la heroína. Sin embargo para ellos es necesario el adaptarse para
sobrevivir. Ellos tienen que aprender sus líneas y actuar su parte. Palabras y conductas que
están ajenas a su naturaleza les son forzadas en razón a su apariencia física. Eventualmente,
como todo actor que mantiene un rol en una actuación de larga trayectoria, ellos aprenden a
manejar su papel. Aprenden a recitar las líneas, seguir las direcciones del escenario, y ser
hombres o mujeres muy convincentes sin necesidad de tener ni que pensar en ello.
El problema está en cuando dejan el escenario, cuando se quedan solos consigo mismos, y
saben que ese papel no es el indicado para sí mismos. Ellos saben quienes son en realidad.
No desean otra cosa que ser ellos mismos, pero no se pueden quitar los vestuarios y
disfraces y llevar una vida normal, ya que los disfraces son en realidad sus propios cuerpos.
El hecho de ser mujer y vivir con cuerpo de hombre, o al contrario, resulta insostenible
desde cualquier punto de vista. Para comprender esto basta con ponerse en el lugar de la
persona que padece esta circunstancia y ser sinceros con nosotros mismos. Lo actitud
generalizada cuando una persona se halla ante un trastorno importante, es la de poner
solución al problema echando mano de los medios disponibles que la ciencia va poniendo a
nuestro alcance. Gracias a la investigación estos medios cada vez son más eficaces a lo
largo de los siglos.
La persona transexual corrige la disociación que sufre su mente con su cuerpo poniendo
acorde una con el otro mediante lo que comúnmente se conoce como “cambio de sexo”. El
término correcto es Reasignación o Afirmación de sexo, ya que ese proceso no supone un
cambio para la persona, sino la reafirmación o afirmación de lo que siempre ha sido. Existe
ya una experiencia importante en el seguimiento de casos de transexuales con operación de
cambio de sexo. Esta cirugía ha ayudado a un número importante de ellos/as a ser más
felices y llevar una vida más productiva. Por ello, se la considera justificada en personas
muy motivadas, correctamente diagnosticadas de transexualismo, con un medio social y
laboral estable y que han pasado la prueba de vivir desempeñando un rol de sexo opuesto
durante un tiempo prudencial, que puede ir desde 1 a 2 años.
Historia de la Transexualidad.
Roma Clásica
Philo, un filósofo judío de Alejandría, describió ciudadanos romanos varones que invertían
sumas importantes para cambiar artificialmente su naturaleza masculina en femenina. Entre
los emperadores romanos Nerón y Heliogábalo fueron renombrados transvertidos y
transexuales. Nerón fue uno de los primeros emperadores que legislaron sobre las
intervenciones quirúrgicas de cambio de sexo. Para su uso personal ordenó a sus cirujanos
intervenir a su joven esclavo Esporum para convertirlo en mujer. Después de la conversión
Nerón y su esclavo contrajeron matrimonio. Esta legislación parece limitada a la casa real y
proscrita al pueblo. En efecto, tanto el trasvestismo como el transexualismo fueron
castigados duramente en la Roma clásica, especialmente hacia el fin del imperio y la
emergencia del cristianismo. En el siglo noveno, en Roma se rumoreaba que el papa Juan
VIII ,que sucedió al papa León IV, era de hecho una mujer.
Renacimiento y Barroco
A finales del Renacimiento circuló el mito del Monstruo de Rávena. Boaistuau en 1560 y
Paré en 1573 hicieron coincidir la aparición de esta criatura durante la guerra de franceses,
españoles e italianos en la Toscana. Una de sus características era el doble sexo
presuntamente implicado en la sodomía y otros desórdenes morales. Son notables las
alegorías en este siglo. En 1774, Peyrilhe en su Histoire de la chirugie, reportó el primer
caso de duplicidad de sexo. Los límites entre doble sexo anatómico (hermafroditismo) y
transexualismo permanecieron durante mucho tiempo borrosos. Los dos primeros casos
documentados de transexualismo, sin doble sexo anatómico, fueron el Abad de Choisy
(1644-1724) y el Caballero de Eón de Beaumont (1728-1810). El primero, también
conocido como François Timoleón, fue transvestido sistemáticamente por su madre durante
su infancia y adolescencia. A los dieciocho años utilizaba corsés mostrando un prominente
busto. En su autobiografía afirmó claramente “yo me veo a mí mismo como una auténtica
mujer”.
El Caballero de Eón (del que deriva el epónimo eonismo como trasvestismo), hizo su debut
en la historia como rival de Madame de Pompadour. Este personaje vivió 49 años como
hombre y 34 como mujer. Otro caso de transexualismo bien documentado fue el de James
Barry (1795-1865), cirujano de la Armada Inglesa e Inspector General de Hospitales, quien
a su muerte mostró ser una mujer. Barry fue educado como niño, le enviaron a la facultad
de medicina como hombre y vivió como tal el resto de su vida, aunque en varias ocasiones
se sospechó de él. Es probable que ciertos problemas de identidad de género deriven en
realidad, de trastornos de identidad corporal todavía más complejos.
Proceso de reasignación
El tratamiento puede durar 2 o más años. Primeramente, la persona debe acudir al terapeuta
sexual, psicólogo o psiquiatra para que haga completa historia de vida. Una vez descartado
cualquier tipo de alteración mental se integra el diagnóstico y comienza el tratamiento para
trabajar las emociones, estilo de vida, relación con la familia, ideas y sentimientos.
Esto será la puerta de entrada a la reasignación social, donde es necesario vivir con el rol de
género que se quiere desempeñar: si siempre ha sido visto como hombre, ahora deberá
hacerlo como mujer las 24 horas.
Si se siente bien con esto, puede iniciar la segunda fase: hormonación o administración de
hormonas (andrógenos o estrógeneos, según se requiera). Una vez que se supera esta
prueba, se empieza a valorar la conveniencia de la cirugía plástica: vulvovaginoplastía
(para construir un órgano sexual femenino) o faloplastia (reconstrucción estética de los
genitales masculinos externos).
Las dos primeras fases son reversibles, pero la última, no; por tanto, tiene que sustentarse
en firme decisión tanto de los profesionales como del individuo.
El paso de mujer a hombre es más complicado, ya que el tratamiento es muy doloroso, pues
la erección tiene que lograrse por métodos artificiales, además de que es preciso quitar
ovarios y útero, así como generar extensiones de uretra y colocar prótesis de material
flexible similar al pene.
Reconocimiento Jurídico de las Identidades Trans
A pesar de que nuestro marco jurídico contempla que en los Estados Unidos
Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en la
Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte, esta
realidad jurídica no ha permeado las realidades sociales de las personas Transgénero,
Transexuales y Travestis, debido a que aún existen particulares y personas servidoras
públicas que dentro de sus ámbitos de decisión e influencia, se empeñan en perpetuar
acciones que estigmatizan, minimizan, menoscaban y anulan la dignidad, derechos y
libertades de las personas Trans.
En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Artículo primero, se lee: “En
los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos”. Las
personas Transgénero, Transexuales y Travestis, incluidas aquellas que se encuentran
privadas de su libertad, al igual que cualquier persona dentro del territorio nacional,
contamos en todo momento con la protección más amplia de las leyes y los tratados
internacionales en materia de derechos humanos.
Tenemos derecho a gozar, sin distinción, de todos los derechos como son:
educación, alimentación, salud, vivienda, recreación, a un medio ambiente sano, a la
identidad, al acceso a la cultura, al trabajo, a la libertad de opinión y de reunión, al libre
tránsito y acceso lugares públicos y lugares abiertos al público dentro del territorio
nacional, a la legalidad y la certeza jurídica, a la privacidad, al acceso a la justicia, a
profesar la fe o religión que se elija, a la propiedad privada, entre otros. Incitar al odio,
violencia, rechazo, burla, injuria, persecución o la exclusión, es considerado discriminación
y por lo tanto es denunciable.
Por ello, al momento de solicitar empleo o elegir la actividad laboral a la que nos
vamos a dedicar, debemos exigir se nos trate con igualdad y respeto, tenemos derecho a
recibir un trato adecuado así como un pago justo e igualitario, también tenemos derecho a
ocupar cargos públicos incluyendo aquellos de elección popular.
Tenemos derecho a ejercer libremente el trabajo sexual, y por ser éste lícito, por lo
tanto es un derecho.
También tenemos derecho a prestar nuestros servicios o desarrollar nuestras
actividades laborales en un ambiente libre de prejuicios y violencia. Considerando como
violencia, entre otras, las siguientes acciones:
Las personas Trans somos libres en todo momento de tomar las decisiones relativas
a nuestro cuerpo, nuestra identidad y nuestra apariencia. Es nuestro derecho decidir con
quién, de qué manera y en qué momento compartimos nuestra sexualidad. También
tenemos derecho a recibir información veraz, científica y laica acerca de la sexualidad.
4. Las personas Transgénero, Transexuales y Travestis tenemos derecho a vivir una vida
libre de violencia.
Las personas Trans tenemos derecho a no sufrir ningún tipo de violencia por parte
de las autoridades y los particulares. El Estado nos proteje en contra de la violencia
psicoemocional, física, patrimonial, económica, sexual y reproductiva. ¡Denunciemos
cualquier tipo de violencia transfóbica!
5. Las personas Transgénero, Transexuales y Travestis que hayan sido víctima de violación
sexual tenemos derecho a una valoración integral.
11. Las personas Transgénero, Transexuales y Travestis tenemos derecho a acceder a los
programas de asistencia social.
La revolución conceptual y social que está teniendo la sexualidad alrededor del mundo es
un fenómeno totalmente social y cultural; que ha provocado estas ramificaciones de las
identidades personales con respecto al sexo y al género, las cuáles han comenzado a ser
reconocidas y protegidas por el marco jurídico en algunas de las naciones más avanzadas
del globo, tales como Suecia, Inglaterra, España, Estados Unidos, Alemania, etc. Estas
sociedades se caracterizan por una acogida a estas teorías sociales de vanguardia, y por una
tolerancia a los individuos que comienzan a manifestar lo que estas teorías documentan y
tratan de estudiar.
México es un país en vías de desarrollo con problemas varios en el ámbito jurídico; sin
mencionar todos los inconvenientes sociales que se suscitan por modificaciones a la ley, y
las rupturas a esta ocasionadas por un descontento popular hacia éstas, por parte de una
sociedad conservadora y cerrada.
Sin embargo, considero un gran avance en el subsanamiento del sistema jurídico la abertura
que está teniendo ésta hacia las personas trans, pues permitirán un desenvolvimiento social
muy grande, que les garantizará una mayor seguridad contra el descontento popular ya
mencionado que han estado provocando estas modificaciones.
Referencias