Dermatoglifos Infor 2

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“ESTUDIO Y CARACTERIZACIÓN DE DERMATOGLIFOS”

I. COMPETENCIAS:

1. Realiza impresiones dérmicas para caracterizar los dermatoglifos más


comunes.
2. Determina su posición, número y evaluar su valor diagnóstico en
genética.
3. Determina el recuento total de crestas, interpreta y discute el modelo de
herencia poligénica.

II. INTRODUCCIÓN:

El término dermatoglifo se utiliza para señalar una serie de configuraciones


o detalles que se forman en los dedos, palma de las manos, planta de los
pies, y cuyo estudio representa un elemento de valor diagnóstico en medicina
clínica.
La diferenciación de los dermatoglifos se inicia en el primer mes de vida
intrauterina y se prolonga hasta el séptimo, a partir del cual no sufre
alteraciones a través de la vida. Se ha observado que los patrones de las
huellas digitales suelen ser anormales en las trisomías 21 (Síndrome de
Down), 18 (Síndrome de Edwards), 13 (Síndrome de Patau) y
ocasionalmente en mujeres con el Síndrome de Turner; aunque sería
necesario remarcar, que no son específicos de trastorno particular alguno,
pero que están lo suficientemente bien definidos en algunas anormalidades
cromosómicas como para ser útiles en el diagnóstico.
Existen cuatro tipos de dermatoglifos: Asas, arcos, verticilos y trirradios.

III. MARCO TEÓRICO:


El estudio de los dermatoglifos se refiere al análisis de las crestas epidérmicas de
las palmas de las manos y de la planta de los pies, agregándose el de los pliegues
de flexión de esas mismas regiones. El interés de los dermatoglifos (termino creado
por Cummins en 1926: derma = piel; glypho = estructura) reside en el hecho que la
configuración de las crestas epidérmicas, terminada precozmente durante la vida
embrionaria (alrededor de la 18° semana), permanece invariable durante el resto de
la vida, permitiendo la identificación de los individuos. Antes del descubrimiento de
las enfermedades por aberraciones cromosómicas tenían un valor antropológico y
policial. Actualmente forman parte de una nueva semiología que se está
construyendo paralelamente a la identificación de nuevos síndromes. Se hace este
examen antes del de los cromosomas, constituyendo un elemento más de
orientación para decidir el estudio del cariotipo, o bien, paralelamente al estudio del
cariograma.

Debemos distinguir, por un lado, los grandes pliegues de flexión y por el otro, los
dermatoglifos propiamente tales.

A. GRANDES PLIEGUES DE FLEXION: En realidad, como ya lo dijimos, no forman


parte de los dermatoglifos propiamente tales, ya que no son crestas dérmicas. Sin
embargo se estudian, pues sus modificaciones son frecuentemente concomitantes. En
la palma se distinguen 3 pliegues:
1. El pliegue de flexión distal: que parte del borde cubital de la mano y se dirige
hacia el 2° espacio interdigital.
2. El pliegue de flexión proximal: que parte del borde radial y va hacia el borde
cubital.
3. El pliegue de oposición del pulgar: que envuelve la eminencia tenar. Cuando
el pliegue de flexión distal y el proximal se confunden en uno solo se habla de
pliegues palmar transverso o línea simiana (se encuentra en el 1% de la
población normal). Cuando el pliegue de flexión distal está unido al proximal por
un pliegue accesorio corto se habla de pseudo pliegue transverso. En los dedos
se describen 2 pliegues de flexión en los 4 últimos dedos, y uno solo en el pulgar.

B. DERMATOGLIFOS PROPIAMENTE TALES: La epidermis de la palma presenta


crestas que corresponden a solevantamientos dérmicos subyacentes. Cada cresta está
separada de su vecina por un surco bien definido de manera que nunca se cruzan. Las
crestas están dispuestas en bandas paralelas formando figuras. En la cúspide de las
crestas se pueden ver los orificios de las glándulas sudoríparas.

1. Crestas digitales: figuras digitales Cuando existe una sola orientación de las
crestas, la figura resultante no tiene triradius y se llama arco. Cuando existen
varias direcciones de crestas, se forman uno o varios triradius dando lugar a
distintas figuras: si hay un solo triradius se habla de presilla que, según su
abertura hacia el lado cubital o radial, se llamara presilla cubital o presilla radial;
si existen 2 triradius se habla de verticilo. También pueden presentarse figuras
complejas, tales como raquetas, doble presilla, "cocarde", '"cible" que en la
práctica se denominan según el número de triradius que tengan. Las figuras más
frecuentes son las presillas (70%), luego vienen los verticilos (25%) y finalmente
los arcos (5%).
DERMATOGLIFOS Y ENFERMEDADES POR ABERRACIONES CROMOSOMICAS:
Es interesante hacer notar que las variaciones más evidentes de las crestas epidérmicas
se encuentran en los portadores de aberraciones cromosómicas constitucionales,
representando así una parte importante del fenotipo mórbido. En 1953, antes del
descubrimiento de la primera enfermedad cromosómica por Turpin y Lejeune en 1959,
" trisomía 21, estos autores ya habían descrito el conjunto de los criterios dermatoglificos
que permitía hacer su diagnóstico con un mínimo error (inferior al 5%). La descripción
de otras enfermedades por aberraciones cromosómicas contribuyo al desarrollo del
estudio de los dermotoglifos, siendo muy interesante y fructífera la confrontación
cariotipo-fenotipo. Debemos insistir en el hecho que las variaciones dermatoglificas, que
se observan en sujetos afectados, puede apreciarse solo en comparación con una
población control, lo más grande y homogénea posible, y que hallazgos aislados no son
patognomónicos de alguna enfermedad. Se necesita, pues, un conjunto de variaciones
para sugerir un diagnóstico.
A. PATOLOGIA DE LOS CROMOSOMAS AUTOSOMICOS: Nos referiremos
solamente a los cuadros que tengan una traducción fenotípica clara y definida
que oriente el diagnostico. Dentro de las enfermedades por exceso de material
cromosómico analizaremos las trisomías 21, 18, 13, 9p y 8, y entre aquellas por
perdida de material cromosómico, la selección del brazo corto del cromosoma 5
(5p~), del 4 (4p") y del brazo largo del 18 (18q-).
Trisomía 21 Fundamentalmente encontraremos:
1. Inmadurez de las crestas, especialmente hipotenares, lo que es más notorio
en el recién nacido.
2. Alteración de los orificios de las glándulas sudoríparas.
3. Pliegue palmar transversa, que puede ser bilateral (26,3% de los casos),
unilateral derecho (8,6%), unilateral izquierdo (6,4%).
4. Índice de transversalidad elevado: en la mano derecha, 30,95 ± 0,24; en la
mano izquierda, 30,12 ± 0,25. Fijando en 31 (promedio de ambas manos)
podemos clasificar correctamente el 75% de las trisomías el 81% delos
normales.
5. Triradius axial en posición t" (72,8% d= 0,047 de los casos; en circunstancias
que en la población normal su frecuencia es solamente de5%).
6. Figuras hipotenares más frecuentes que en la población general,
especialmente la presilla cubital (50% de los casos); la verdadera presilla radial
no se observa nunca.
7. Ovillos ("pelotes") más frecuentes que en la población general, especialmente
la p9 (dos veces más frecuente); en cambio la p7 es menos frecuente.
8. Figuras digitales, aumento de las presillas cubitales (80% de los dedos) que
son grandes, con numerosas crestas.
9. Clinodactilia y braquirnesojalangia del V muy frecuente.
MÉTODO PARA LA DETERMINACIÓN DE TRIRRADIO AXIAL:
1. Se calcula como porcentaje de distancia vertical entre el pliegue de la
muñeca y la base del dedo medio. Considerar trirradios altos cuando el
porcentaje sea inferior a 40%. Tiene la ventaja de no variar con la edad del
paciente, y como desventaja, que los puntos o zonas de referencia no son
muy precisos.
2. Se toma como los puntos de referencia los trirradios que se localizan en la
base de los dedos índice y meñique, y desde allí, trazar una línea recta hacia
el trirradio axial, midiendo el ángulo. Cuando el ángulo es mayor a 56°,
denominarlo como distal.
Ventajas:
No existe posibilidad de error al considerar los puntos de referencia.
Desventajas:
Si el trirradio axial está corrido hacia el lado cubital de la palma, la abertura del
ángulo no indicará su posición distal.
El tamaño del ángulo depende de la edad del paciente, la palma de la mano
tiende a ser más larga y estrecha con la edad.
La medición del ángulo varía si en el momento de tomar la huella los dedos están
muy separados o superpuestos.
MÉTODO PARA LA DETERMINACIÓN DEL NÚMERO DE CRESTAS:
Las crestas corresponden a los surcos de las glándulas sudoríparas de la piel,
cuyo arreglo determina la caracterización de los dermatoglifos.
Para la determinación del número total de crestas, contar las crestas que tocan
o cortan una línea recta que va del trirradio al corazón o centro de un patrón. No
considerar aquellos que pasan por las puntas de la línea, o aquellas que van
próximas a la línea sin cruzarla, ni tocarla. Considerar como dos aquellas
resultantes de una bifurcación cerca de la línea, siempre que la crucen o corten.
Cuando el dermatoglifo tenga dos trirradios, hacer dos cuentas de crestas. El
número de crestas es independientemente de la edad, pudiendo sumarse las
cuentas parciales de los dedos para obtener el número total.
IV. MATERIALES Y MÉTODOS:
A. MATERIALES:
1. Rodillo entintador.
2. Tinta de Impresión.
3. Base plana y pulimentada.
4. Papel suave (Bond Satinado A4).
5. Regla y transportador.
RESULTADOS:

1. Señalar los criterios que se toman en cuenta para herencia de rasgos poligénicos.
2. Registrar y caracterizar los dermatoglifos de los dedos y palma de las manos.
3. Señalar los dermatoglifos más frecuentes asociados a cromosomopatías o a
trastornos en el hombre.
1. Se logra diferenciar los trirradios de la base de los dedos índice, medio, anular, meñique y
el trirradio axial t.

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