Curso de Psicoanalisis
Curso de Psicoanalisis
Curso de Psicoanalisis
La claridad expositiva en la
Paidós explicación y en las ilustrtaciones
hacen de éste un libro excepcional
Biblioteca
para el lector culto que desee
de psicología alcanzar información amplia y
profunda precisa sobre el psicoanálisis. h
-il» El lector puede consultar las
siguientes obras conexas del fondo
Paidós:
lüilffii[il|ffiililIililtililtil
98
) r ?#ü
¡
CURSO BAS¡CO
DE PSICOANALISIS
BELIOTECA DE PSICOLOGIA PROFUNDA
2. Freud, A.: Psicoanálisis del desorro- 62. Bion, W. R.: §¿rnin¿rios de psico-
llo del niño y del adolescenle análisis
4. Freud, A.: Psicoanálisis del jardh 65. Mattoon, M. A.: El anólisis junguia-
de infantes y la educación d¿l tiño no de los sueños
ó7. Freud. A.: El yo y los
A I,BERTO TALLAFERRO
6. Jung, C. G,: La psicolog[a de la nreconismos
transle re nc i a dc deknso
7. Jung, C. G.: Shbolos de tarcforma- óll. Kohut, H.: La reslauración del st-
ción mismo
8. Freud, A.: El psicoanálisis y la crian- 72. Berenstcin, l.: Psicoanálisis dc la es-
za del niño tructuro lamiliar
12. Jung, C. G. y orros: lninlerpretación 76 GriDberg. L.: Psicoonólisis
de la naluraleza y la psique 7¡t Jung, C. G.: Energética ps{quica y
I 4. Jung, C. G.: Arquetipos e inconscicn- cs¿ncia del sueño
te colectivo ll0 [ircutl, S.: Esquema del psicoanólisis
15. Freud, A.: Neurosi! y siuomatologla ll5. B¡lint, M . LoÍalta básica
ló.
en la ínfancia
Jung, C.G.: Formaeiones de lo in-
consciente
91.
95
Man¡rr¡Di, Maud.: E/ niño retardado
v¡u nullr¿
Malrlcr. M f-.rtu,li¡,s sobre psicosis
inftntrlr.t
CURSO nÁslco
17. Grinberg, L. y Grinberg, R.: Identi-
21.
dad y canbio
Fenichel, O.'. Teoría psicoanalÍtica
de las neurosis
9(r. Malrlc¡. M .\cptrorión-individua-
eión
97. ll¡ll, (' S ('onpe ¡iltt¡ dt p.ricologfa DE PSICOEUÁUSIS
22. Langer, M.: Maternidad y sexo frtwliurtt
24. Segal, H.: Iruroducción a la obra de 9ll. Tallafc¡¡o. A ( u¡.ttt bósieo de psi-
M¿lanie Klein couilól¡.ris
25. Bion, W . R.: Aprendiendo de la expe- 99. Dolto. 1 .. .\rtutlul,rl l(,nrttild
ri¿ncia l0l- Krell, lrc¡¡c Il (' rlr (rrrrrp.): lzrs-
29. Jung, C. G.: Psicologla y simbólica cucha, lo hi.tt¿riu
del arquetipo 102. Mauas, M. A.: l'n¡hltntlt y paso-
30. Garma, A.: Na¿vas aportaciones al liempos psicotnul ll ¡t t ü
psicoanálisis d¿ los sueños 103. Lagachc. D.. t)l plt, truutlt.¡t.¡
3 I . Aberastury, A.: Aportaciones al psi-
104. Kernbcrg, O.: Dttlnle rct lr¡nt¿rizos
coanólisis de niños
y narckismo patoló&¡to
35. Reich, W .: La función del orgasmo [05. Racker, H.. Estudio.t tt)l,r( té(nica
psicoanalftica
3ó. Bleger, ).: Simbiosis y ambigüedad
37. Sandler, J. y otros: El paciente y el l0ó. Kaplan, L. J.: Adol¿.¡t ¿n, tt b.l odiós
a la infancia
anulista
108. Pérez Sánchez. M : ()lt¡trvtrión de
40. Freud, A.: Normalidad y patologfu niños
en la niñ¿z
I 10. Kohut, H.: ¿Cónn t u¡¡t tl onálisis?
42 Leclai¡e, S. y Nasio, ). D: Desen- I I l. Mayer, H.: Hist¿ti¡t
mücaror lo real. El objelo en psio- I 12. Bank, S. P. y Kahn, M D : El v[n-
anólisis culo fraterno
44. Berenstein, l.: Familiay enfermedad lll. Jung, C. G.'. Aitn (','ntttl'ieiones a
mental los simbolismos dcl .sl ni.vt¡t<t
48. Bowlby. ).: El vlnculo atectivo
49. Bowfby, l.: Lo separación afectiva
ll4. Jung, C. G.: las rtlui¡nes entre el
yo y el inconscientt
\il»
50. Bowlby, I.: In pérdida afec¡iva. Tris- I 15. Jung, C. G.: Psicolr,¡lt dt la d¿men-
59.
teza y depresiótt
Kernbcrg, O.: la teoría de lu rela-
ciones objetales y el psicoanólisis
cia precoz. Psicol¡éttr.tt.s de las enÍer-
medodes mental¿.t I PAIDÓS
I I 7. Ledoux, lvl.1 (¡nrc¡tt tones psicoona- México
clInico llticas de la psicosis intantil Buenos Aires
ó0. Sami-Ali, M.: Cuerpo real, cuerpo I 19. Bercherie, P.: Génesis de los coneep- Barcelona
inwginario los Jreudianos
\ lnrlr\l'¡ltrxtnril'
t,
PSÍQUTCO 62
ejemplarcs de clla mediantc alquilcr o présbmo púhlicos El sistema inconsciente 64
Características del inconsciente (68).
El sistema preconsciente 62
D.R. ediciones en castellano,
@ de todas las EI sistema consciente 63
Editorial Paidós, SAICF, Las instancias del aparato psíquico. El ello 64
Defensa 599, Bucnos Aires, Y Libido (70).
Ediciones Paidós Ibérica, S. A.
El yo 74
Mariano Cubi 92, Barcelona
Desarrollo del ao \77). Dos funciones impor-
D.R. @ de esta edición, tantes del ao (831. La función sintética del
Editorial Paidós Mexicana, S. A. yo (86).
Rubén Dario I l8
col. Modema 03510 Algunos conceptos básicos de Melanie Klein 86
México, D.F. Característic¿s de las emociones del niño pequeño 92
Tel.:5579-5922 La posición infantil depresiva 91
Fax:5590-4361 Mecanismos de defensa del yo 98
c-mail: epaidos@Paidos.com.ntx Mecanismos tle defensa del yo contra peligros
I intrapsiquicos (99). La represión (100). La re-
ISBN: 968-853-l I l-1 gresión (102). El aislamiento (103). La anula-
ción o reparación (103). La formación reactiva
(104). La identificacjón (105). La proyección
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(107). Cambio dc un instinto por su contrario
(108). Vuelta del instinto contra el 37o (108).
Impreso cn México . Printed in Mexico
A. TAI.I,ATI]RRO (]I]RSO BÁSICO DE PSICOANÁLIS¡S 9
¡.
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3 rt
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ó
Debemos adntitir que los monistas, con su ntanela de
pensar, están más cerca de la verdad que los mecani_
cistas, Ios vitnlistas, los du¿rlistas, y lo.s denlás. pero
no tonraron en cuenta la antitesis que resulta de la divi_
sión de lc unitario, como sucerlc en el c¿rso de la natu_
/ () 7 II I
laleza, que se divide en mater.ia viva e inerte, animales
y plantas, o Ia de los organismos, que
órganos autóliomos. ""
diriden en
Al no considerar esta antítesis, no tou¡aron tampoco
cn cuenta la inteldependencia mutua de lo somático y
1) de lo psíquico.
o,r,.r¡, ll',,ryy ll,,ll.tin, 2, l, 1950.
"El esquema funcional Reich_ considera por
-dfue autónomas de la uniáad
t,tla parte las muchas funcionés
(:I]RSo BASICO DE PSICOANÁLISIS 2l
'l( )
A. TAI-I.AFERRO
I,lxistc actualmente la costumbre de denominar "psi-
funciotu¡1. l)c acuerdo con este concepto las diversas cr¡:ioln¿iticas" a ciertas enfermedades para distinguirlas
i,,,,,'i.,n,'r' derivart de una fuente común (9); en un rlt: otras, y hay quienes llegan a considerar una medi-
cruurru rllrlo, futlciones diferentes son idénticas (? y ,'ina ¡rsicosomática paralela a la clínica, la psiquitría, la
8), v ,'n distintos son divergentes (5 y 6)'.o r.ndocrinología, etcétera. En realidad, el término psico-
"u*po* independientes una de la otra (3 y 4);
,1,,r.i1,, t,o,l,].las, rromático no es más que un adjetivo, aplicable adecuada-
o, l'irr;rlinente, son converEentes, es tlecir, se atraen o se rnente a un método o modo de enfoque, que es útil para
ii fl,.,r.,r, cntie si de acuerdo con el principio de antí- cxaminar todo tipo de dolencias y resulta esencial para
It'sis (1 y 2). rl diagnóstico y el tratamiento de algunas. Lo nuevo en
"l'¿r¡¿ ilustrarlo en términos concretos, el organistno la medicina psicosomática no está en los principios sino
rurirrr¿rl <lel'iva rle ltna s:o1a célula unitaria que está ca- cn el método. Así lo considera Flanders Dunbar al de-
(9) '
¡r:rcitatl:r pat a )a función de expansión y contracción
'l,lr, cir, en su obra Mi.n.d an.d Rorfu¡, que Ia creeneia de
,,*ta unidad celular se desarrollan, sobre la base de que el paciente debe ser tratado como una unidad "va
ia., acci<¡nes de tensión y descarga, las funciones tanto más allá de lo que muchos eonsideraban medicina. El
;,,;r;i;i;;" ;"mo psíquica.s clc lo t¡ue va ¿i s(rr. el compli- médico brujo de las tribus primitivas r:ra a la vez mé-
r,¿ráo ,»'g¿rnismt, tutál(7 y 8l' que no manifiesta hasta tlico y sacerdote, trabajando simultáneamente sobre los
n,.rrii"t,tn Itirrgttna
'rur,,1Ji"n*.
,- *,1 dii'erenciacirin en f unciones física-s síntomas psíquicos y físicos del paciente, porque nunca
y Sólo posteriormentc se ve la diferencia- Ios imaginó separados. Luego, a medida que las funcio-
,li,ir,. L¿s funciones-st'¡mátit'¿¡s so rlesarrollan por sí so- nes de sacerdote y médico se fueron separando, este
L,-,- i,-rr"^áo, en el trans('Lll sr) dt'l dt'sarrt'llo embriorla- último debió vencer una fr¡erte oposición reiigiosa para
,:i,,, lu= diferentes órganos inrlcpentlientes' En este pe- establecer y mantener su imperio sobre las enfermeda-
rloáo las funcicnes ernocionalcs no sc .rle's¿trrollan más
placenteras
des somáticas.
i,iii',t.i ptimitivo rlc lts pcrct'pciones "Preocupado por afirmar su derecho a tratar a los
".to,lio
1 rlisplacenteras' pacientes como su ciencia en formación se lo dictaba,
"Al nacer, psiquis y soma v¿¡ forman dos ramas de se sintió aliviado al poder derivar aquellos que presen-
rrn aDatato unitario (5 v {i), y por un-a parte runclona taban fení¡menos psíquicos , él francamente no
i;; ,;;;;i"" v por la otria st' dan las funciones placen- -que
entendía- hacia quienes consideraban de su especia-
iil r;,;Ti," ;1;.""n i"**, Pero cl en raizamiento bioenergético lidad el espÍritu o el alma de los hombres."
,¡,,,r ti""á" en común (? v 8) sigue existiendo' Pero el volver a un tratamiento integral del ser
"A partir de este punto estos elelnentos «lesarrollados habría resultado difícil sin la ayuda de la psicología
st, rlesenvuelven indépcndientetnente unr¡ del otro; por biológicamente orientada de Sigmund Freud. Con la
t'ir:mtrlo. el grupo moticlo (ll y l) en t'l cual' al nrismo consideración de los factores psíquicos inconscientes y
ii',1*p,],'rn"1ttá influycntt,,,ti,rtlo. Los diversos órga- su concepto del instinto co'nto ltno fuerza, bi.ológica con-
,i.,"-'"u.p¿rro" han siá,t folnl¿r¡los y. siguer' crer:ienrlo' tinua, con cquiualen.tas psíquicos, Freud derribó la rígi-
ir,i"p""ái*t"mente tle esto, la. función plnetr' placer-displacer da línea demarcatoria que se habí¿ levantado entre la
¡;i irls;. a las tres emociones básicas:pelcepción'utt¡rtrstia cieneia natural y Ia psicología.
,:"irri,^v ,,'1.* varias funciones de la Su influencia en la medicina representó una mutación
fornlal, un estímulo radical para el desarrollo de esta
"El desarrolio y la rliferenciación de -la función de ciencia. Los factores esenciales ya se hallaban en Ia
,,,..,',,r"i,in,'s aut-ónomo, indcpendientc del crecimiento medicina, si bien dispersos, pero fue necesario esperar
:;;,'i,,J',;';;;..-si" ámbas series de desarrollo
"Á¡"tgo, rama. conrún (9' 7 y el adveni¡niento del gran investigador austríaco para
-iá'.*, biolósica'á"
,,,,'ii,.'"-&á.eía "' nervioso autonómico' que los mismos fructificaran.
;l' ,'" t,i de un sistema McDougall h¿ dicho que la contribución de Freud es
'ri' ,].,,.'it"i"r'io" ¿o-io. órganos y el desarrollo rle las
la mayor desde los tiempos de Aristóteles, y otro autr;r,
;;":i.;;;';';;;""J" ¿"1 funcionamiento total del aparato entusiasnrado con la obra realizada por el creador del
vital autonómico."
:i1:i
1, ",
l.r- _r:
A. TALLAF-IR¡<I) (:l Rs() ti.\ l(:() ¡)t.' t¡5t(.( ).\x.it.tsts
23
nrclr)rlr) l)r:rr'():rl)i¡litico, llegó a decir que í'ste es el hctho ¡rlo¡ria nzrtulaleza," "El vivir adecu¿rtl¿r y sa]u(lablemente
rrr;i:r irrr¡r.r'1,;rl:l.c ¿rcaecido en los tiltimos ?000 años rle ,:; :rlt..rr.rz¿lr. la armonía con el propi<t ser y tie éste eon
lrir..lr.r';r¡rirr r¡ut: Ileva el mundo. Lo cicrto es que Freu(l ,.1:r»rbiclrte."
lr¡r rlrr,l,, r'l rrrr..jur lr1étodo de los descubiertos hast¿ ahora.
. "l'or kr t¿rnto diciendo palacelsus_, el tnécllco
¡rrrrrr l;r ,orrr¡rlensión de las fitentes normales y pato- -sigue
rk,lxr scl t¿rutl¡i(rn rrn ¿rsir¿)logo, htr de coroc"i, las ls¡,es
1,,11 t,'rt r;. rlt, l:¡ ¿u'itoní¿ de ias esferas y su influencia, y ser arie_
l,i:; rlili¡'il rlirr una definición acabada del psicoanáli- ,niis rrn tc<ilogo que corllplelldá las necesidadáJ del alma.
.itl, l,r¡(.:; il() (,s sierupre posible concretar alnplios con- L:r antlr¡tología debe ser.le conociria p¿lr¿1 r.onrpl.ender
, r,ploii ('r, ¡rocas palabt'as, pero con el fin de eiudir el l;Ls ¡lecesirlatles del r:uerpr), y la alquiniia pala pelcibir
¡rr.lr¡,r'o. rk¡s <lcfiniciones son más completas que una: l;rs slrstanci¿s univ,ii.sales qLle se en¿uentran en l-aa ,-r.ruz-
\lrrlrrr,rv:rk.y, sociírlogo y antropólogo, Io ha definido di- ti¿s ar'¡roniosas existenles en todas partes, en Ia n¿tu-
, rr.¡¡rl() rlIr': "(l psíco«ntí1isis r'.s, cL lo cs(:'tlcial,llnd teot'íd r'¿rlezadel nlundo rlraterial. Tanrbián debe tener.con-
tlt ltt it tlttt'ncio tle la aitla ¡utníliar sobre eL psiquistltt tienci¿ de las fuerzar; cósrlricas prirnar.ias ],creadoi.as,
l)oIque son universales y ,;e encLlentr.an e,ri el hombr¿j
,\n¡r;r l,r'eud. hija del fanroso homble de ciencia, dijo rnismo. Y debe st¡r un místico para reconocer que existe
¡rrrr :rr 1r:tlte que '¡.¿ ¡tsiutantílisis es la adquísición del alEo, nrás allá rle la lirgica, como ya lr¡ demosti.aron los
»tttttt't (!')to(:it¡ticnto poslllLr dr lus tt't:s i)¿st¿rn('ids s¡r- antiguos; y de este rnodo un misticismo completará el
lnt.':il tt:; (.t)tno cottstittttiras da lu Ttct'sottalitlad psíqtLit,, sistema."
1¡ ,l, lrr:; t r'ltttio¡tes e¡:istantes cu.t.rc sí 1¡ el. tnuttdo crte- Con la rliversidad cle técnicas y conceptos que deben
t tt¡t". I':rr'¿r h¿rcer más al"npli¿ l¿r definición, yo agrego: utilizarse en la rrredicina actual, ie hace -difíciÍ que una
"1,r.1 rr,;o tle esos conocimientos p¿rra evitar y cul'ar los sola per-sona pueda reunirlas y manejarlas perfeétamen_
I r rr ,l,,nrrrr ¡:rorlucidos por las dcs¿rrntotrías entre ellos". te a toclas. Por ello la st¡lucián pl.áctica __aun cuando
'l ,,rl. lrr rlicho lleva a pensat' que cl médico general no soir l¿ ideal- es el tl.ab¿.io én equipo, con un jefe
,lr.lr.r.r¡unir¡¿rr a su paciente como lo que es: una uni- que debe tener no solo ¿¡i¡r1¡,r. corioeiiuibnios-sino tám_
,lrrrl lrur, iorrrl cn la que actúan elementos psíquicos )' bién la suficiente halrilirlail. conro par.a poáár integrar
,rrr.¡l,r',¡r'. I,ls1o no es, por otl'a parte, nada nuevo, pu€s los.diferentes tlatos r¡ue :rfror.tan in* del
r'¡r 1,, ,lr¡o I'hilippr.rs Auleolus Paraceisus (1494-154i). "üriio"""tes
,lr¡r.n (,n ,rrr r¡bl'¿l Pur«.gratttr nL, editada en el año 1530, llllpnl v de esa apar.ente parcialización del paciente,
f(»lltular un diagnóstico y Llna terapia integral
rr lr¡ rrrr ,tur' "l:l base rle la medicina debe ser el esttLdio
<lei
mi sntt¡.
rlr lr¡ rrr,lrrrrlcz¿r en sus leyes físicas, telút'icas y cósnrr-
, rr l,r ,,rrt)r(,nsión de los fenómenos biológicos y la pre-
¡¡l¡¡, r,,rr rlr. los lentedios mediante la química.
"l I ¡,r rrrr,.r rni,dico del hombre es Dios, el Hacedor de
lrr ,rrlrr,l I','r'rll¡(,el cuerpo no es un ente separado sino
r¡nr nr,,, r,,lrt ¡t:tt:t el alma. El médiCO por lO tanto debt,
tr rrllr '1. Irrnr.r' (,stos dos elementos en armonía, logrando
r,,,1 ,,r \ r'r rl¡r¡llr:r s:rh¡d. Este armonioso acorde que una
,,¡ ,,1 lr,,rrrl,l. l;r; r'r)sas del mundo con las divin¿s."
l,rr ¡,rrlrrl,rrr rr,li¡1irin sea de paso- proviene
-dichno sea, unir nuevamente.
,l¡, l¡r \'i,/ lrrlrrr:r /lt'-ligdre,
l,ll 1,r,,, r.,1,i ( rr rrl ivo rlcbe participar de esta caracterís-
ll¡ rr "i ,rlrrrl¡,r rrrlr, :r:;i el problema, la religión sería la
lr¡¡r¡,,¡,, ll Nr.rlrlirr:r, y Paracelsus predice en sus Dlo-
l¡r,lrr¡ rur rrrll ¡rrrrrr lotlos aquellos que no realizan su
rrlllrr l¡'r ilrilr irrr,illr], l)llcs no conocen la sustancia de su
(JI RS() BÁSI(JO DE PSICO:l\,iI-IS¡S
::)
tt ario, hccho (llle se comprende cuando se estudian I()s ,ll llipocrates y Platón, trataban tle relacionar o inter-
contenidos profundos de 1a enfermedad. ¡»otar los casos que iban observando,
(lutt,r'o siglos y medio después de Hipócrates, sin qLri- I,)l rcspeto por lo antiEuo fue tal que Jean Fernel
t.¿rrkr :r l¿r rnat.riz toda su impoltancia en la etiología de (1.197-1558) censuró a Galeno por haber dicho que Ia
la hist.r'ri¿, (i¿lcno, en el año 170 d.C., calificó de ab- rn:rtriz no porlía rlesplazarse pa)'a producir'la
histeria.
sr¡rd¿r l¿r o¡riniórr clc. Platón c Hipócrates. Sus conoci- La terapéutica a que se recurría durante el Renaci-
¡uiclrl.o:; :lr:tt.r,riricos rniis profundos le habían derrrr¡strado nriento para la cu ¿ción del mal era sumamente pinto-
r¡rre cl ril.r,lo rro porlí:r dcs¡tlazllse t'onstantenlente de la ¡t'sca. Basados en el concepto de que el útero se des-
virgirru lrl :r¡rí,nrlir'r, xifoides, sost<,niendo en cambio que plitzaba, imagina"ron que para atlaer la ntatriz hacia su
lrr hisl.ttl'ilr ('l ¿r ,)r'ovo(':r(la ¡ror l;r rctcnción rle la sangre lugar, lo mejor era hacer aspitar a I¿r enfe¡'nra mal<¡s
Ittr.nsl lulrl o r'l sr,rrrt'n ft,nrcnitto, I)r-¡('s ct il creencia admi- ,rlores (cuerno quentado. sustancias pútridas, anroniaco,
t,iri¿t t.rr r,srr í,¡r.t'rr r¡rrt' l:r nrrr,jr,r' (,yrrrul¿¡h¿r semen al igual r,r'ina y het'es humanas) y (.olocarlt, en Ia zona vaginal
qttr, r,l lrotnlrtt,. ,,lores agladables (:imbar, tonlillo, lát¡dano. o nuez nlos-
l,l¡r ll :riIlo tx. ulr rni'tlico :irrrlrr,, St,t'rr¡rion, rli.jo que los rada, hervirlos en vino). (lreian que, por este nredio,
I.t';¡slot'no:r lrislr.trcr,,, no (,t¡nr rlt,lrirlos ¿r l:r rcte'nción de obligarían a la matriz a de.iar las partes superiores mal
l;r sltt¡1r',,rrrr,¡lr,ll,url, r,rrr,, lr l¡l t'olrlitrr,lttia scxrtal, pues r¡lie¡rtes y descendel a aspil'al los exquisitos aromas que
t¡o lllrllilr cnconl I lrrl. r,rlrr lrfr,r,r,irin n¡trln nt;is t¡ttr,'en viu- se e nr-'onLlaban aba.jo. No er¿n óstos, enrpero, los únicos
tlrts \' :roll,.t ¡r,., l'¡,sllt tot tn¡.trlr', ol tos rrrí,rlicos ár¿¡bes. lenreriios a quc se a¡relaha l(.onto" ter.apéutica y pr.even-
r,trl.lc r.llos lllrrrz,.r: r ,,\r'icclr;r, n{'g:n()n,;rll:i ¡lor cl año t'i,in ,'e¡'1¡ n l;r h isteri¿r en '' t,l siglo xvt,¡ lIsábase en
l{):il), r¡rrI r,l Ilr'r (' l r¡r'r'lr rilr rilrirrral t't'l:Ült0 v (,xplic¿Iron aqueila época colocat una pierlra negra, pulida y pesa-
),lrr t,l.irrl,,¡,rrr rl, l,' lrr.rlr'¡ i;r
I)r)l virl)()l('q lrixicr¡s, tlt, origen da, ll:¡mada . ¡titrlra clt Es¡,nña, que se su.jetzrha <,on ban-
r¡lcrirrr,,,,lr¡,,, 111'.:r, ¡ttocctlt.nlt's dcl hígatlo o tlel bazo, rleletas sobre el ombli¡¡o de la t,nfel'rna. Éste era en
\ rlr¡(, rl ¡r, rl,lur ;rl t't,l't'llt'r¡. t'ealidad un renrcdio ¡rreventivo, prres r.u:rndo se prescn-
A lo lrl yo rlr. lorl¡t Ir¡r l.irl¿rrl Media, rlesde el ¡iio 476 t.aban los sínton)¿rs <-olt<'l'etos rlt,l ¿¡c<'eso rlt,llía rt,tiral'sc
lr l.llrll, lr'onlr,(.(,ton lir histe'tia l«r nristno que habría la pierlt'a. (.zrldan, ('n el año 1550, presclihía por vía
rlt' rirrrorl.r r.tr l¡nrtos otros aspectos de la actividad hu- [ruc¿tl t¡¡'¡¿r rnt,z<'la de pezur-ra d«, ciet'vr¡ ptrlverizada y r.aíz
rl,rr)r: ir 1,, rlio rrn v¿rlol' delnoníaeo idéntico al que le rlt, .jengihre. Si ost¿r pócinra llo surtía efecto, porlía lle-
rrsigrrrr r.l (lor;rtt, 11u<, presenta los trastolnos psíquicos varst'colgarla al cueilo una bolsita llena dt: polvo de
pezL¡ña y jengihre <1uc igu:rlr.nente darí¿¡ result¡rlo. Tanr-
o lr(!¡ \'r.,.o.. ,,,rrlo obra rlc la influencit del denlonio.
hión s:e reconlenrlall¿r bchcl infLrsiont,s rlc hrionia cn vino
l'r't, l¡r r icrrr i¿r ¡rrtrt't.r, hab<,r' datlo rrn ¡raso 'lose<lelante. lrlanco, tó de Ang(,lica dc Not'uega, hino.ios, asafótida.
lrlt(,:i (.n lr¡r, l,litl)ll(l()s rl0 r'nt()llr,r's partc de ¡rosesos alcanfor', unEii('n1 o :Llnriz<.larlo, ¿rrnbar, torlo lo <,ual nr>clía
r., r onvrlr,,r, r('n lr()nrbl('s, lo crr:rl plueba quc la hister-ia
rtrir:rr ulrn;¡ r.r rr lr;rstantr, lt'tttt<,lrte. ser u-tilizado cn ¡ror.i0n<,s () (,n [)on)adas.
Sitr Ilrtl¡rtr l'(), ('rl I:l I')dad lVIt'rlia, el cotrt'epto de la his- El I{a<,stle de Platea, rlo i¿r csct¡r,la rlt,salr:r.no, pre-
conizaba tn el siglo xII r¡n tral¿¡ltrit,ntr¡ qrrt' r,onsistía en
Ict il¡ sl irrs¡rir':r ln l:r rrrt'dicjnir antigua. lJnas veces se inrlicalles a Ios histéri<'os que sc ll¿rsturhast'n.
Irr:rllilrr¡r'r'rr rnr rlt,s¡rlaznnlit'nto de la nt¿rtl.iz. otr.as a la Ittrstos dt, :rquella terapórrtic:r rt'n:¡<'r'lrtist:¡ s(, mantie-
:rccirilr rlr. \':rl)r)r'(¡s t rixict¡s do ot igen genital, per() siem-
¡ren aún ('n nt¡estt'¿¡ í,poen. ¡.así, hasla no har.c mucho,
¡rll rlorrritr;r, r'orrro t':rttszrl, el rlenlottio, Sólo con el Rerra- (,ra ('orricntc hi¡ilal' <'lr l:r r.¿rltt'r.:r rlr, t,rr:r'lrluicr. nru.ier
tiuricrrtoj lrr lrisllri:r dc.i¿¡ dt, scl un tenla teoltigico para
volvcr, r'r¡rr lorl:r .justi<'ia, al tampo de la medicina. sttlter'ona o viudir .jovr.rr rrn fr.asqrril.o rlc s¿rlcs. 'l'anlbién
A p¡rllir rlol :rrlr¡ ll-r()0, los rnódicos, liherados del con- t,r'a pr:ictic:r t'oll iolr'1<, (,n l¿rs Ar.r¿lr'(lias rlt, lr¡s hospitales
r e¡»l.o rlr,rrrorr i:rco, vut lvt,n ¿r <,onsiderarla desde el punto presionar h:rsta cl rlolol lr¡s scnos rlt l:rs hislí'l'i<'as r¡
dc vistrr sr¡rrr:il.ico v ven en r,lla "una sofocación por des- indicarles rltrr. st' r'n:rst trlbascn, tal <,r¡nro r,n srr <',¡ro<.lr lo
plazanritnl.o rL' ln nlntl'i2". Si,¡uiendo Ias deseripeiones suger'ía el llirt,strl dc I'latea.
lll{ A. TALLAFERRO ( I lrs() rL\s¡(:o DE ¡,slcoA¡i.\I_tsts
29
A !'ir¡r':; dt:l siglo xvl y comienzos del xvII, unido a , \r,lr. ,'n ninit¿s que ¿ún no han menstruado, en vír-
l:r,r r'¡rr¡:,:r:; l'isicas tales como las hemorragias y las in- ¡,.n,,, rlr¡(' ¡':r no la tienen y en aquellas mujeres cuyos
lr,r'r'ion,,:r, ('ornenzaron a tomarse en cuenta los factores 1,, rrorlo; rrrt:¡lstru¿les son abundantes, a punto de eva-
lrrroliorurlcs. I'ero sólo como causa desencadenante etr , u.r' lrirrit.iL c,cho litros de sangre, y esto par.a no hablar
un l.r,r'r't,¡ro que seguía vinculando el mal al desplaza- ,1,. 1,,,; lr0trtbt'es,"
r¡ur,nlo o v¿rpot'es tóxicos de origen uterino,
1.,.1)r)i:r irtlil)uye la enfel.ntedad a un trastor.no de las
I,lrr t,sos ¿rños la mala reputación de la histeria co- ,,r¡),¡(l;r(l(,s, t¡ue tlisterrrlerian el origen de los nelvios,
rrrr,rrzti :r difundilse y el médico portugués Rodriguez da
,'l,rr, torlo los medulares y del se\to y séptimo par. Des-
lfr¡rrst'c¿l complicó mi'ts aún este estado de cosas al seña- rl,. r.l ¡r,rrrto de vista clínico rg-gg;1o*ir'r la.histel'ia mascu-
l:rr rpre "en los instantes p-revios_ al paroxisnro las rnuje- lr.;r ¡ )a i¡fa¡¡!il,.haciendo üira acertada descripcíón de
r'(.,i l)ropensas a pasiones histéricas sufren un increíblo lir i I)r't tLllbaciones sens;or.iales prenronitolias del ataque,
rlost'o <lc abrazar a los hombres". ,,)nr() sor': obnubilación de vista y oírlo; pér'dida de 'la
ollo investigador de la época destacó la semejanza \'()z \: oI)l'csi(]n de las sicnes; obselvó la par.r'rlisis de ios
r, \ist(,¡rte entre la\crisis histética y el orgasmo.,Algunos »)ilr)rl)r'os superiores e inferiores y tanrbíén advirtiri que
¡r ['tlicr¡s ya no vatilal.¡an en afirmar que ]os síntolnas ,'l lellrblor cra ulr fenír»ieno plecur.sol de la par:iliiis.
,.,»rsidcr'¿rdos vulgalmente como efectos rle la posesión L;rs irle¿¡s de Lepois tuviel on utla ciet'ta rt,sonaltcia el
(l('¡)rr)níaca eran en realidad y por su agru¡racirin. tras
lo:,'nos de t¡na sola enfermedad. Sus ('xplicaciones .-.r'an
,l ;rt»bit'nte nlédico dc la época, provocandr) ser.ias ron-
lr r)vet'sias, I)ero su opinirin sólo fue (onsagrada pol' l¿r-r
rlc carir<'tel f isiológico ¡ la l¡ol:r quc scnt í¿rn las enf,.,r nr¿r,, ol,st'rr'írt.io¡tes ¡le Thonlas Sydenharn (1(;24-1(i8g), r¡uicn
rs( on(lel desde el abdomen, er¿r debida, I)ara ellos, a uu.r rli.jo quc I¿\afccción histér.icla "ós, sobre todo, psiquióa. y
ilr itacirin de los plexos lrresenlóricos cuyas contraccrones :;rr ¡ratogenia depenrlía tle un desorcten rle io§"t'iiii.iiu.*
r',,Lir¿r[:an las partes inferiol'cs de Ios hipocondrios¡ que :rni)l1illes, fluitlos nrny tenues y sutiles quc se supoltí¿
¡r,rr ct'ian elevarse y calis¿rr r¡s¿r sensación extraña. Los scl ví¿rn para dctelminar 'los nlovinlientos de los niiell-
¡l,lol'os desgarradores y la contor-"irin abdominal que su- lrlos. Scñalír asilnis¡nd t¡ue la histeria atac¿rba pot' igual
lli¿rn los ¡racientes se debían a la contracción y con- ¿r honrbt'es y mrl.jeres y en p¿r)tirul¿rr a los quc habiiual-
\'r¡lsiones violentas de los i¡rtcstinos. La risa espasmó- r»t,lrtt'sc dcnominab¿rn hipocondr.íacos, pol lo cual era
rlir':l ¡' la dificultad respirutolit eran productos de con-
t.r'ir( ('i()nes del mismo tipo en el diafragma. En las .justo suponel. qlle su origen no estaba en la nratriz. .,L¿
r histeriq inrita casi todas las enfernredades que ¿lfectarl
rlr,st'r'i¡rr,íones de la histcli¿r ocupaba un lugar muy des-
l;rr,;rlo, en esta época, el cspasmo, trastorno de orden :rl géncio huuralto, porq[¡e en cualquier. partc del cuetpo
nrt,r'linico. Pero a nledida que las observaciones se iban en que se loc¡¡lice ¡rroduce síntomas que son pt.opios de
Iuttit'ndo nuis precisas, la histcria fue perdiendo poco a es¿ rcairln. Si cl nlórlico no tiene expeliencia, y unida
¿r ell¿¡ r.nncha sagacirlad, se equivocará fácihnente, atri-
l)o('(| su tono de mistelio. lJn cierto nírmero de médic<¡s buyenrlo a una enfel'nredad esencial ¡lropia a tal o cual
:rr, h¿rbí¿r liberado de la tcor'ía "oficial" de los humoresi
n)ns (,n realidad eran pocos, y su prestigio tro compen-
rirgano, sintonras que dependen pura y exclusivanlente
.;:¡brr l¿r cantidad. de la afeccir;n histórica. Así es que algnnos aceidentes
se p¿u'ecen a la epilepsia y sus convulsiones pueden si-
I,ln cl
1616, Charles Lcpois, médico francés. rom-
¿rr-ro mular las rle ósta". decia Svdenham. Sus estudios espe-
¡rir.r ton torlas las ideas tr'¿rdicionales yse excusó por cíficos abalc¿n'on el clavo histérieo, la tos, I<.¡s vírmitos,
s:rbios; explicó
r':;1,:rl r,¡r :¡bierta contradiceirin con t¿ntos la odotrtalgia, la raquialgia y lumbago.
ou(, :iu ('xpcriencia razona«l¿r lc obligaba a sostencr que [,¿¡ obra de' Sydenhanr no fue conoeida por nruchos de
r,l rilr,lo sc encontraba dcs¡roseído, que su itnportancia sus contcnt¡rorirneos y sólo a principios rle 1859, Briquct.
tsl,:rl»¡ rleseartada, y q-U.g-g¡rrn los nervios los que donri- doscjr:ntos arlos dt:sl.rutis, la hizo aplecizrr cn st¡ iiisto
r¡;rl¡¡¡r¡ r'l I)¿rnoranta histérico, r'¿lor'. Sin crnharuo, no se perrlió totalmente la noción
"1,:r rtteneir'rn de la sangre menstrual, dice Lepois. de l¿r hi:;tcria rtrasculina, pues Raulin, en 1758, dccí¿r
tlt'lrt' r'r,nsiricr'¿lrsc como una leyenda, porque la histeria quc ''si los rrrédicos que ¡rensaban que Ia hister.ia ¡rro-
l0 A. 'I',\I,I,.A,FIiRRO (:I RS() II;\5ICO DIi I'SICOANí\I,T5IS 3I
r r rr,r ,l' l r¡lr rr¡, r,rvir,t'an entre n<lsotros, se sorpfende- (;,rlr.n() t. Hi¡-'ócrates al sostenel la existencia del cs-
r l¡r¡r ,rl \ r r. , r,rr)() lr)s vemos todr¡s los días, hombres que t,(,r nr;r ('n la mujer y a admitir colro causa etiológica
st,nre,j antes a las que sienten en el ,1,, l;r lristelia el desplazamiento del útero y las sofoca_
l,,r 1,, r r, r¡l r ¡ l;r; rrrrr.jct.es histéricas". , r,,rr,,s. [,oyer.-\/iller.niay. presentó de nuevo a ia histeria
l', r., lr¡rr,l¡r¡rrt.l¡t¿rlrrrente, desde el siglo XYII h¿rsta ia r,,rrr) r¡ila afección vergonzante y a las mujeres víctimas
ll, ',,lrr, r,,l l,'r;rn(¡s¿I, y COmienzOS de la e1'a ContempO- rl,. r':r(.1' nral corno objeto de piedad o desagrado, negando
r,rr,.¡r. ,, n¡;url.uvo en plena vigencia ja teoría de que 1 ,'orrrl>atiendo al rnismt¡ tiempo, encarnizadamente, Ia
l¡r l¡r ,lIr Ir (,r':r I)tovocada por vapores fétidos despren- ,.rr:t.cncia de la histeria masculina. Con toda .iusticia
,lr,l,', ,1,. l;r rrr¿ttriz por descontposición de la sangre rlric Ilriquet que el tratado de Villermay parece más
r¡,.rr ,lrrlrl v rlcl supuesto semen femenino, del 150U clue de 1816.
,,1¡r';L
l,l¡r I ¡ ri8 lltgó a París Fr.ancisco Antonio Mesmer, ('()rllrr Lln¿ reacció¡r al planteo erluivocado de este in-
,trr¡.n;u¡r):i ¿rntes había "descubierto" en Viena el nta€i- vcsLigatlor, un médico de la sección alienados de Ia
r¡r.l r r¡rr,¡ ¡rninlal, s;Llpctliéte, el doctor E. J. Georget (1795-1828), dio a
Lrr urr¡roltancia que tiene Mesmei en Ia histor.ia de ¡rrrb)iciclad un artíeulo en el que criticaba los conceptos
l¡r lu,;lr.¡'i¿r es indirecta, pues si bien no se dedicó cons- ,lr, Villernray, haciendo una descripción clínica tlel áta-
r rr.r lr.lil(!rrtc al estudio de este mal, casi todos sus pa- r¡ue Iristórico que pernrite considerario como el primer
r rr'¡r llr; lo suf r'ían, siendo él quien con sus cxpcritn(i¿s irrtol' qlle caracteriza el "estad<-r segundo,' o sonambu-
,lro t'l ¡rrrrncr paso para el descubrinriento de la hipnosis lisnro histér'ico. En su artículo, Qeorget describía tam-
rtur., ( or) posl.ct ioridad, ilevó al psicoaniilisis. Sin saber- l)icn casos de histero-epilepsia, llegando a sostener que
I,, Mr,srrcr trzrbajaba activalnente con la sugestirin, a I;r eprlepsia no es más que un grado av¿nzado de hister:ia.
Ilrrvris; rlc la transferencia que sólo cr¡n el advenimiento ...En t'l 1830, en Inglaterr.a, el doctor Br.odie pu-
rl,.l ¡»rir.otnálisis se comprendió y utilizó racionalmente. lrlicriun -a.ño
libro sr¡ble las Af eccíones ilerÚiolrs localcs y en
lVlicnl.ras él discutía con los miembros de la Academia l:rs priginas que dedicó a Ia histeria citó conocimientos
rL. l,r'rurcia, un discípulo suyo,',,B1 conde Máximo de rlLle slls contenrporáDeos en gran parte ignoraban. No
l'rryrir,¡:;rrr, aclaraba en 1?84, y de una manera terrni- ,.r¡1, admitió con Sydenham la histeria masculina, sino
tttrtrl,', l;t existencia del mecanismo hipnótico. Éste no r¡ue al refelil se a su etiología a propósito rlt la coxal-
trr,' r.r¡ r'r':rlirlarl un descubrimiento, pues. Paracelso lrelata ¡¡ia histérica dijo: "No son los músculos los que no
rtrr., (.n r¡rr convento de Corintia, los monjes utilizaban ,riredecen a la voluntad, sino la voluntad misma la que
,rlr¡r,lo', lrrill:rnLes para sumir en sueño a los enfelnlos, rro errtra en acción." Estudió igualmente, con profundo
1 ,.rr r,l :rrro f)0, Apolonio de Tyana dio elementos que ctiterio clínico, Ia retención de orina, las neuralgias y
¡rIr rrrrlr,rr rir¡l)()nc,r qUe en esa época 1a hipnOsis se llsaba el timpanismo hístérjco. Forrnuló la terapéutica de iás
r,il lillI Ir)ltil:t (')rrpífiCa. ('ontracturas y pará.lisis, que consistía ante todo en esta-
l.rr , r,¡r'r¡'¡ r¡r.,)r'izr positiva de las observaciones dc Puy- blecer un t¡atamiento inofensivo, afirmando que esas
,,,.t,ur r. . ltttltt't introd.tt.cido ulta ¡rim,t't'u difcrcttciación ¿¡feccir,nes se curaban nruy frecuentemente "bajo la in-
t t t l t',tt t l)l,t rlt'l ¡tstqtismo ll p(,rmitir la comprt'nsión. fluencia de una viva impresión mor.¿1".
,1, ,¡tr,' l,r:; lttrotttt'ttrts psíqu.icos, aun los más simples 17
Así llegamos al año 1862 en que Charcot se hizo cargo
, rItt¡uIttttt t¡::, ttltt tlt r(,,¡? d ca,llsrts ytrrtlttcrmbtad.as. de la sección de histeria en la Salpetrié¡e. Merced a sus
r1. rlr.,.ir:ir, (luc el comienzo del siglo XIx /fuc fu-
l'1¡, t"ratrajos el histerismo comenzó a ser considerado verda-
r.,tr, l,rlr I:r lvolución del concepto científiio rli: la deramente como una afección nerviosa, y completando
Irr',l.rtr¡ l,lr¡ r.l ;rilr¡ 1816 Loyer-Villerrnay publrca un las precisas descripciones de Briquet, Charcot a\alizó
It rrl'ir ¡,, ,lrr'. .,,, l¡1.rrl;r "Tratado de las enferr¡erl¿rtles el gran ataque de Ia histeria convulsiva, distinguiendo,
lr,t vt,, l,r \' \'ll,(,r'(,:r:rs y partiCUlafmente de la hiSteria en el mismo cuatro fases: la primera, epileptoidea; la
I' rlr' lrr lrr¡,,,,,,rrrlli:t". segunda, de las convulsiones y los grandes movimientos;
l,l rlr ¡il tr, r,1,, r.¡r.r.r i,, un¿r ncfasta influenci¿r entI,e los lzr tercera, de actitudt,s pasionales; y la cuarta, del pe-
t¡tr,tlt, ',,,, pur,,r r.¡ ,.1 sr, vuclve a caer en el error. áe liodo delirantc.
,\. 1'-\I.I-AFI:RRo CURSO BÁSICO DE PSICOANÁT.ISIS 33
t],
l,¡r , x ¡r|r'tIttcizts que se realiza!on en la Salpetriére pensar que el mal ha desaparecido. Por el contrario, lo
,. 1,,,,,,,,,,¡l ¡rrincipalmente en las pruebas efectuadas por que sucede es que la histeria se ha modificado, en su
l,ritlinico James Braid (1795-l'8(i0), quien aspecto formal. El vocabulario del alma sufrió con el
'.1 ''u r¡ r¡rrrr,' correr del tiempo camhios como los que se produjeron
rnl r,rrlrr¡,, los términos hipnotismo, hipnotizador e hip-
,,l rr . \' rlcsapareció luego de una vida de 65 años de en todos los idiomas. Hubo transformaciones, se hizo
.,, r.,,1rr,1,',;, en la que se mezclaron escándalos, investi- más refinado o más rústico, según el nivel cultural al-
r,¡r( r)n('s honradas, el esfuerzo terapéutico y la anlbición
canzado en ese mornento por la civilización misma.
rrr("i( r'uJ)r.rlosa (Zilboorg). En la Edad Media contaba con formas de expresión
llrliti conseguía sumir en sueño hipnótico--a sus pa- diferente de las que se usaron en la Edad Contem¡ro-
¡ r¡ nt(,s, haciéndoios mil'ar fijamente el ct¡ello rle una ránea, y lo mismo fue ocurriendo en épocas sucesivas.
l,r¡lt,ll:r hasta lograr la fatiga. Este lenguaje, como todos los otros, se regía por la
.,\l ot'uparse tlel estudio de Ias parálisis surgidas des- moda. El gran ataque de histeria, que dio lugar a tan-
tos informes rnédicos en los últimos decenios, se vio
¡rrrí's rk' lirs traumas. Charcot intentó reproducirlas arti- sonletido a la misma mutación, a punto tal que, con
iici¿¡lr»ente. IJsri para ello a pacientes histí'i'icos a los la plena diferenciación de sus cuatro fases, se presenta
r¡rrc transfetía, por medio rlc la hipnosis, al estad<r muy lara vez. La histeria ahora se "disfraza" mucho
';r,n¿ulrl¡úlico, y logríl de esta nlilnerÍr demostrat', por un
r iRut'oso encadenantiento tleductivo, qtle talt's parálisis
mejor y no se descubre tan fácilmente, desde que los
t'l ?ur ('ol)secL¡encias de reprt'st'ntaciont's, dominantes en
términos histeria e hipererotismo son sinónimos.
,'l ¡rsiquisnro del enfernro cn ltlom('ntos en quc éste se Lo fundamental'en la obra de Charcot, es su concep-
ción-fisiop.-atglógica de la enfermedad: "es psíquica pór
Iurllaba en trn estado de t'spc<'ial disposicitin ¡ dl tsta excelencia", dijo, y fue el primero en considerar que su
i,,t ¡ittt tlttrió atpliendr,, pt,r ¡,t'ittrct u t t;' ctttil rra cl valor esencial era un estado enfermizo del espíritú. r,.Si
,,,r'.ttnistno histé¡'ito dc t'tt¡t t't t'siótt. Después <le estas
lx¡reriencias de ()harcot t'osttltaba muy difícil poner en las emociones la determinan,'si la sugestirin puede $ro-
,iuila t¡ue la psiquis no prrtlicra provocal lr¡s síntonlas vocar o suprimir fenómenos histéricos, si el aislamiento
(l(, un¿r afccción aparentelll(lllte orgánica. y la terapéutica moral ejercen una feliz influencia sobre
('on esta investiÁaci,in dt' lirn vastos alca¡lces' (lharcot sus manifestaciones, en una palabra, puesto que aparece
hizo una contribucion rt':tltttt'tltt' invalorat¡le al conoci- o desaparece por acciones psíquicas, lógico es conside-
rrit,lrto rlel ser como t¡n todr,. ,\ños nlás tarde, basán- rarla como una enfe¡medad psíquje¡", aseveró Charcot.
r[,se en el rest¡lta<lo rlt' r'stits investigat'iones, .Ianet En el año 1893 lli6uer"y Freud"f,uUii.rron un tlabajo
( lliSfr-1f).12), Rrt'ucr (ltl4:l-l{}2ir) v Iitt't¡d (1856-1939) preliminar sobre "El mecanismo psíquico de los fenó-
,rcs:rl lollal'on st¡s teorías rlt l:t neurosis, quc coirlcidían menos histéricos", y en 1895 apar:ece el libro Estttdios
crr t¡n cierto aspecto ton li cont'epto.nledieval de esta' sobre la Histeria, y con é1, las bases de la concepción
tr.t.iont,s, srrstituyendo t¿rn srilo al "demonio" pot una
¡¡ f
psicoanalítiea.
f piicológicá, qut' en cl concepto de Melani<' Klt'in
,'rr¡¡11¡l¿ En esa misma época Janet, haciendo investigaciones
,.. r,l "oh.ieto malo, porscfit¡ irlor"' sobre el hipnotismo, llegó a valorar lostuecuerdc¡s trau-
t'll tleriumbc rle ia gran histeria, o Irtt'.ior dicho, l¿r máticos inóonscientes/v
d'
aijo: "Estos ."Eft[ro. mentales
rrrorlificación en los aspe<'tos fornrales dt'la sintontato- representan grupos-de ideas, de imágenes productot'a-s
l,r¡i:r, han dado pie para que la medicina actual haya de movimientos de una eonside¡able eapacidad plástica,
,,,,,',,1 i,ln una verdaáera in.jt¡sticia hacia uno dt' los
'k¡s
que quedan fuera del dominio de la personalidad cons-
1r Ia clinica f rancesa. E¡l
r':rttrk,s tnaestrr¡s de ticrn- ciente, a causa del obstáculo que crean a la vida coti-
¡r,rs rlt, (lhatt'ot la histeria s(l nranifestaba <'on sus cua-
diana." Charcot había vislumbrado ya el valor de estos
i.r',, I'ast-,s perfectamente definidas. Su presentación era recuerdos_.olvidados, y en una eonferencia que dictó so-
¡'virk'ntc, I)ero, con cl tiempo, 5¡5 f6l'mas se tllorlific¿r'oll' bre las iéürosi! en los aceidentes ferroviaiios, insistió
lllr la acttralidad es raro cnt'onttar un ('aso de gran riohre el papel ulterior do las perturbaciones de la me-
histcri¿r, v esto tnismo ha llevado a nltt<'hos médicos a rrroria, que disminr¡ía. y la imaginaeión fantástiea que
,\. 1".\LI-AIiI]RRO (.t Rs() t!.\st(l() t)r: t'§IC()_\\.\t.tsts i):)
il
i,,. r.n¡.rr¡.,rlr;r rle llcrrar ias lagunas que se P|oduci¿in. ,,lrr) orl{¿inico y reflejo. Su primera definición de la
I.,, . ,r¡J,.t()r; (lLltl hal-¡ían sufrido un accidente hacían lrrrl.r.r iir, forrnulada ante la Société de Neurologie eI día
rr.lrrtr¡ , l;,rl¡rsticr.rs de lo octrrrido _y los hacen aún_ li'rl(,lrovienlbre de 1901, dice: "La histeria es ur) csta-
, ,,rr ur r¡r;r1iz l¿i de verismo que aquellos hechos irn¿r-
,1,, ¡rsír¡uico que hace al sujeto que se halla somctitkr a
|,rrrr r,) r ;rrli¡trir'ían tottra la ttaza de realismo. ll r':r¡rirz de autosugestionarse. Se manifiesta principal-
l,r¡ r Ir.r.lrr¡s ¡s¿lss Charcot- dejan, sitr Dr(.rr1c por tr¡a¡_tgrRgS prirnitivos y acccsoriamcnte ¡ror
, rrrlr.rr¡,.,r, -ggfr¿laba
rrrligenes penosas que se mantienen en el fon- I r ;rs1.r¡r'nos secundai'ios.' La caractelistica de los tras-
,l,, ,l, ir¡ r'orrcrcncia, y aun cuando parecel¡ olvidados, lorrros primitivos es la posibilidad de t:eptodtrcit'los por
¡ ,' . ¡ r,( u(,r (los plovocan y alinlentan temores, angustias r,rr¡1r.stión con exactitud rigurosa en determinatlos stt.ic-
,, ¡,,rr rrlrsis, scg[rn que las itnágenes estén cargadas de tr¡:r v hacerlos desaparecer exclusivamcnte pot la per'-
¡.n¡¡)i l()rr o rle moviruiento.t' A estas imágenes Janet las ',,r:¡sii¡n." Babinsky eligió esta caracteristica de 1¿r histt'-
ll;rrrro "r Ir'ur:l'rlos traunfáticos", lrir I)ol'consideralla la más im¡rortante, ct'r,¿ndo tttt
l'rrr;r (lr¿rsi"bt (1¡t49-1$18) Ia histeria no es uná en- l.r'ruint) nuevo, pifáiaúi.s»to, que deriva de tlos laíccs
l,.r ¡rrr.rlrrrl rucntal siuo psíquica. Llega a esta conciusión l,r'i(,gi¡s que significan: persuasión y r:ur:able.
tu¡r¡l.rr)(i()scj t:n Ia rlisociación de la actividad psiquica cn
,1,,. t'.r'rrrirs de psiquismo, superior o consciente, e infe- I'irra explicar el conjunto de síntomas de 'la gran
l¡rrrlt'r'ia Babinsky aomite dos meebnismos: uno, exclusi-
¡ r,,r', l)oliflonal o autonrático; y distingue los fetrór¡er¡os
v;u¡rente psíquico, y el otro, purat)rente in_gtlg¡o,
l,.rrInr(.r)s tle los fenómenos mentales. Es psíquico todo
.r, l. r'oll it';rl que inrplique pensamiento, intelectualidad. S,rllier 1 es el autor de la teoría fisioltigica, que intertta
I', ,r l;r llr rol teza es psíquica, t),)r(.r'un substlatunr anatónrico a los ientimenos histú-
l'irr ,';rrirbio, considera rnent¿rles tan sólo los fenómenos lr, os. Le habÍa llanrado la atención el insotnnio rebelde
,, lr'rrilolnr)s ir¡calizados en los centros del psiquismo l rrbsolr¡to de este tipo de enfermos, y algunos hechos
r l),,r r()1 . l)r' r¡sta t¡laboración deduce las si¡4uientes pro- ,'l¡nicos y experiment¿les le pet'mitieron attibuir tal
l¡,.r('r,,n|!: "'l'0rlo lo que es psíquico no es necesaria- rrrrorn¿tlía de los histé¡'icos al hechq de que éstos vivt'n
rrr,,nlr. r)r{'nta!. En la histeria hay siempre trastornos
.'rrrnelgidos en un estado de sueiro patológico. Y etl
,l, l ¡r.rrlrrrsrnr¡ infer.ior poligonai; si al mismo tiempo r;rzrjn de que éste deja a los enfermos ctl t¡n aparente
lr.r1 tr.r ,l()r'n()s del psiquismo superior se proluce una ,:rl¿¡rlo rle vigilia, propuso llamarle tigil«mbtrlist ?r)\'¡Si
,,,rr ¡'lr,:r.r,'n v el histérico se conviert€ en alienado," l.s histéricos no duet'nren el sueño normal es porque
l{¡lfii.lrn ,,,luciona cl prohlema de Ia histeria a stl lr;tlritualnrente duenlen otros sr¡eños parciales." Es rle-
,,r,rlr' \' ¡ r,'¡' (tue todos los fenórnenos histéricos son sint- .ir, rlue éstos no afectan al mistlo tiem¡ro t<¡do el cere-
r'o, pero invaden sucesiv¿rrnente los divel'sos cetttt'os
l,l, r¡i ¡ i(l.i rro)nlales exagefados, por "autosugestión". l)
Irrrrcionales. Cada centro cerebral dormido deja de fun-
lrr,, ,t,r,. , ¡r i¡l,lunos individuos esos fenómenos se exa- ,ionar, producrendo trastornos en la esfela orgiinita
l, r ¡rr 1,,,r {tu,, "l)oseen utl aparato hister'ógeno tnuy des- corrt,spondiente: anestesias, par'álisis, etcétera. Flste
'r r,'ll.r,l,, t t,it il ',le contnover". Esta predisposición a 'rrrr.rio o aletargamiento cerebtal permitil'ía comprettder
1,, I r.rr,rrr¡,,rrr, ; I¡rstéricos constituye la "diátesis histé¡ica l,,s nr¿rtices y las conrhinaciones indefinidas que presell-
,,,,rt,r,r¡rlir" Il(,r'l)hein1 va tan lejos en su interpretación
lrrn los síntonras histéricos, debido a los nunrerosos gra-
¡, ,r, ,,1,'¡.r,'1r ,¡r, llcga hasta negar Ia existencia misma ,1,r,; rk¡ intensidad y las v¿riacinnes, m¿is o rrlenos rápi-
'1, L l,r.l,,rrr ¡r¡;!n(lo dice; "Las grandes y pequeñas cri- rl:rs, rlrre ¡ruede revestir, y por la variedad dc los centros
r ,1, l,r lu ,llr ilr on sus rliversas y numet'osas forntas. ;rl',,r'1,:rrlos silllult¿inea o sucesivarnente.
,,,rr l,r rrrr¡rlr.r'r:rgcración de fenómenos normales de
,,r,l,,rr t, r, ,, li :rrrlr'¡tiito. Todos somos histéricos en ciert¿t l,:r tt'r¡r'i:r rle Solliel se podría con,l)al'ar en palte a
rrr,,,lr,l,¡ \,' ,ln r:r r¡rrr' )a histeria no existe por sí misma." l:r ¡rt'irirr psicoanalitica <le i¿s catexias intt'apsíqui-
, orrcr:
,;r'; rL' los rr.¡rlesetrtantes de los órganos, v st, hace más
l,rrr,¡,,, ,lr. lrr ¡ ,)n( ('l)('iones psicOlógicas puras apareee
ll¡rl'rrr ¡1, \ { l}11''i l!}ll )), ^grefra.ndo al mec¿nismO de na- r('il:r(L, ¡xrr .f lngenieros en Ilisf¿ria t s¡r(es,ión. lAO4. Ed- Spi
Irl rrlr,¡¡r l, .r,lr¡r, rr r¡rrt ril ¡rrefiere llamar isugestión. 'i.ll' llr¡.ir)s Ai¡.s
:ir ; A. TAI,I,ATURRO
(;t rRs() nÁstCO DF: pstC()AN/\1.t.\tS J7
(,r,nrpl r.rril)l(' al su.rtituir "sueño parcial" por '¡carga l ¡r,¡r.lulos riespués, en el
Iilrr,lirrosrt" y "centtos cerebrales" por "representaciones ,rtrrr'(,¡)t.(¡¡Ilente de ,siglo xvul, Mesmer se apart«i
rlr, ,,t ¡',:rttos", lo sexual, ya que según su teoria los
, r.l
L:r rt,f lt'xología abordó también el problema de ia his- ''¡rr)os debían c.aer, para Áu curacián, ui-lo
¡ r r',rs convulsiva". oue frrln"u
tr,r'i;r y Krasnogorsky (citado por Gavrilov) pudo esque- . r I r.;rglrrital.
no es más qü" - orgasnr()
rr;rliz.:¡r' l:r fisiología de la histeria en la siguiente "n
l,)r'n):l: "Bll car'¿icter esencial de esta psiconeurosis es la .. l'r.r'r.en el siglo xlx, con Loyer_Villermay, se r-olvitj a
ll,'v¡u' la. atención
ri.lrilrtlad funcional de la corteza cerebral, que muestra
a lo g.enital y somático-. Get_rlgct se
,*,'r'('(;al verdadero cuniiicto al"d;¡;';;era ps;qulcn.
r¡n;r ercit¿rbilidad subnornral y un rápido agotamiento, l*r'o (:onsiderándolo como una
:rcguido de un restablecimiento muy lento de la excita- l,t,.r¡a genital que, aun cu-ando reacción fr.ente al prn_
l¡ilirlad del potencial normal. | (,nca, era lo que sostenÍa t
l; ;;;;;;; en forrna
"l)csde ei punto de vista biológico la histeria es una t lr:rrr.ot rcprime lo sexual (en oyer_VilerniáV.
'.r O".puá*
clerla fo.*ul'po. lo _"_
¡llt¡r't.¡sis cortical con los siguientes rasgos característi- nr)s {,n sl¡s artículos, pese a que personalmentb
,'os: 19, agotirmiento fácil de las células corticales; 29, f" di.;"r.
,.:r vez a Freud: ,,...Siempre l'o s"""ai..-.-.§i"*pil-iá
irr ¡r['rdida tle la labilidad norrna] del equilibrio diná- r¡ri-srno. . . ", refiriéndose a u",
frirt¿"i"u' i.i" ln
r¡rit'o y l]a la reactividad paradojal y la inclinacion aI ,r¡lt¿rba).
"on_
rlcsallollo de los procesos est¿iticos y las segregaciones I'osteriormente, Breuery Freud, como productos de
¡rr',riringadas del cortex." rrrra época de represión, se acercan
a la histeria en el
¡,1;rno_psicológico (ideas, estados á"i""1a".1 ,'p"ro el tema
Un an¿ilisis total del concc¡rto etioligico de la histeria ,r,xual no asume en aquella época- un p"i*l
1,.t.¿rnte.
p""ron-
¡rllnrite establecer qutr rlcsrlo cl prirner momento, en la ,
lidad Antigua, los nrédicos que abordaron el estudio de ,...1. po. último aparece en forma destacada el con-
t,ste rnal concibielon como r¿ríz rlel mismo un trastorno llicto sexual unido al concepto-psíquico áá in f,l=t..iá,'v
,r un¿r afección ginecolrigicir. La etiología de la histeria ,,s entonces cuando Breuer no ló soporta y
Freud quuaá
:,(, ))¿lsal)a en el útero. I.lxistía, pues, una intuición del r;olo.
.onilicto genital inconsciente, pero todo habia sido trans- Cientos de años se necesitaron para unir dos con_ \,
¡,,,r'tudo ai plano sonláti('o. en un tiempo.llegaron a ser paralelos y que
rnrdos. T.:,
:.:?1"^.^ hubleran permitido comprender- .v tratar'
I,)ste concepto inconscientc clel conflicto sexual o ins- eÁta
r¡eurosis mucho antes.
tirrtivo se mantlrvo a torlo lo largo de la Edad Media,
.n el transcurso de la cu¿rl cambió su expresión sim-
l¡olica. Fln 1a etiología de la histeria aparecía ei Diablo
('r)nro expresión simbólica de lo sexual, corno pecaminoso,
:irrtio y repudiable.
I,ll liberalisnlo que siguió a la época del Renacimiento
tr'ír.,{) consigo un abandono del simbolismo y los estu-
rliosr¡s de Ia época volvieron a considerar lo genital, pero
lnl'oc¿rndo el problema desde un punto de vista parcial,
t;rn srilo en su aspecto anatómico.
I,)n el siglo xvtt el concepto se amplía al tomar en
lr¡r,n!.ir lirs pasiones, pero al mismo tiempo es expresión
rlc r¡lr:r rlr¿ryor represión de Ia sexualidad. Se aleja el
t:orrr'{'¡rto rlr lo genital y se lo lleva hacia el sistema
ll (¡ l'v I ( )so,
CTIRSO BASICO DE PSICOANÁTTSII 39
Están aqui los res¡os de t¡n homl¡¡e del r'(,n hacerlo sentir inferior y extranjero por su condi-
qr. ." Prod. decir que antes de él el cion. Esta primera impresión dejó en él una huella que
ñundo "¡a (hsl¡nlo. lrrcgo se mostró en toda su importancia, ya que lo fami-
Patabras de Stefán Zweig en cl acto del li:rrizó con su destino de marchar en oposición y se¡
..j.1á a. los restos de Siernrrn'] Frertd' rrrr proscripto de la "mayoría compacta".
etr Londres. En sus primeros años de universidad descubrió que
cicrtas peculiaridades y limitaciones de sus dotes Ie ha-
,'ia.n muy dificiles sus estudios en muchas ramas de la
-á.
l,)xistc un estrecho paralelismo entre la.evolu(lión del ,'icncia, y él mismo, en sus memorias, lo admite al decir:
,, ,, ,,,,,i,iliri* v
';:;,-,:ii,;;;u la vidá Sig"."tt"l Freud' a pu¡to tal "Así aprendí cuánta verdad hay en la advertencia de
i;';:: i'nro"i¡t" intentar uná historia del movi- l\fcfistófeles que señala que es vano pasar de ciencia en
;i;;,,'i,; ;;-i¡;,áiili"n sin conocer los aspectos más des-
tan di-
.icncia, pues cada hombre aprende tan sólo lo que es
,',,, ,,,1,,r,',rn la vida del creadol' de este método (':rpaz de aprender,"
, rrl1,rrl,, :r<'ltlalmente. La carrera de medicina comprendía entonces cineo
\l , rrrrr¡rlirsc treinta y un años de la .inauguracton :rr-ros,pero Freud realizó una especialización natural en
,1,'l i,, ,,,,,'i' f,',1,'.,"r.til 1' NapoleÁn II I, tellía, ('Lrarcnta ]' l:r que no pudieron faltar, al margen de sus estudios de
,,, 1,,, ,,,,,,', rlc crlarl. en la ¡lequeña aldea rlt' Flt'iberg' t)rograma, Ios trabajos de investigación, que le insumie-
\l.n¡vr;¡, r'l ltl¿tltes ri de ma:¿o de 1856-, a lastt 18110' qltictt
ron tiempo e hicieron que trece años después, en 1881,
,,,,,,,, ,,,t trirro, tlestina(lo a ser lln genio ilrtst-re pequcñrr ( sresara de la universidad con su título de médico.
',', i,,,,i,:,', ,'f t,'ñ.r' Fleud, llatló Signlund. Ill I)urante seis años, mientras era estudiante, trabajó
lr.rrr¡r r u¡rl r'() itl)os cuan,lá sus padres lo lleval'<¡n a la ,'n los laboratorios de fisiología de Brücke, y en 1882,
(ur(l¡ul (l(' Vicna, donde se edue(i, cuando contaba 26 años, ingresó en el principal hos-
ll, ',rll rntlv l('mprano tlel¡ostró poseer una t'xtriiordi- ¡rital de Viena, como aspirante. Al poco tiempo fue
r,,,r,,, ,rl'ilirlir,l lrlt'ntal qt¡e le permitió dulante los siete ¡rromovido a médico interno, pasé de un servicio a otro,
rrtril., rLl r':rct¡t'l:t ser el primer alumno y pasar por'lo y estuvo 6 meses en el Instituto de Anatomía Cerebral,
otro sin dar exanlen' r¡ue dirigía Meynert. autor de trabajos que lo habían im-
l,r.nr,rrrl rlc trrt <'ttrstl a
" l'ltr rrrttt'r¡rr tnonl('nto sentía una inclinación especial ¡rresionado mucho en su época de estudiante, euando
él misnro en sus fuera de la psiquiatría y la neurología poeo de la medi-
Irru r¡r lrr r ,¡r r !'t:t rl<' nrédico tina parecía interesarle.
,l!, tu,tt tttt -cuenta
v rttc impulsaba antes bien utra especie de Fll misrno Meynert fue el que le propuso que se dedi-
1¡¡¡ ¡o,r¡rlrrrl. rlrli¡1irl:r más hacia el Eónero hutrlano que a crra definitivamente a la anatomía cerebral y que ade-
Ior, r,l,¡r'lo'r r,,t1¡¡¡'¡¡11's,"
l0 A. .I-,\LLAFERRO (_t RS() B_\SICO DE PSICO \\.\t.lsrs 4l
ilr,r, I r¡[!r'r'ir ]1ts l¿bores de confelenciante para las , rrlrrirniento de la cocaína como anestésico" Fue necosa-
r r¡r 1,, , l rr;r'.i1 I r) )'¿! se sentía viejo' Pertl una intuicit'rn rr, ir)t.ervenir quirúrgicamente al padre de Freu<I, que
,l, r¡ l)r,rl)¡{) rlcslino fuc l¿ cattsa que llevó a Fleud a ,u1'ri¿r una afección ocular, y durantc la opelacititr estu-
r,, 1,,,,,,, ,11 ,r1'¡ocituiento; a(lenlás, algo lo predestinaba vr,r()n presentes Koenisberg, Koellel y Freud. Iiste írl-
.r ,1,rr\, ¡'lrr s() ('n cl cre¿rdor del ¡rsicoanálisis: su inrpla- trrrro, mientras tanto, seguía sus investigaciones, Un díl
, ,r 1,1,, , r rt rcn do lo insuf iciente que eran l¿i captrcidad
,,y() hablar de las experiencias que realizaba Jean ;\1ar'-
t¡ r,rl,¡ ulr,;r \, (,1 t'crnocinriento técnico de aquella época, lin Charcot en París, y de inmediato se t(azó un plan
rrr,rrlr, rr.rr.iir que sc revelaba en la inrpotencia y ei des- ilr' :rcción. Su primer paso fue lograr un nornblamiento
. ¡n¡ r¡ | 1,, ;rutt las neUf'osiS. ,lr. r:r¡nferenciante de enfermedades nerviosas en Viena
l'¡,.1r¡rr'¡ scguir trabajando, en forura ignorada, en ¿rl- ¡'nra poder continuar luego sus estudios en Par'ís. Err
, rrr;r clínicas sobre enfermedades olgá-
()l):r(.I V¿ICiones lrr primavera de 1885, cuando sólo tenía 29 ailos, ftre
rrr, rr rlr.l srstcnl¿ nerYioso, ilegando a far:riliarizarse de
rl,'signado profesor adjunto de neuropatología, calgo que
r ;,1 nriur(.r'ir con los sect'etos de esta especialidad que ela
l,r¡¡r'ó merced a sus publicaciones clínicas e histológicas
, r¡t,¡rz ,lr, lot aliz¿r' utra lesitin t1e bulbo con tatlt¿ exac- s,,lrre el sistema nervioso. Posteriormente, con el irpor"o
lt',r,1 r¡r¡r li)s ¿natonopatóiogos, al redactar el infcrme rlr. Brücke, obtuvo la beca que le permitió salit' paia
,i, l,r ;rrrt.ti¡lsia, pliicticattrcnte no agregaban nada a sus I':rris en el otoño del mismo año.
,,,rr, lrr ,r,rrr,,s. Fite el primer luédico vienés que enviri
,r lrr rruio¡rsiil, con diagnóstico plevio, un caso de poli-
rr¡,Irrlrri irgurla.
llrr tol;rl t'oncentración en Lln aspecto de la medicina
l,L;,, ,¡rrc I,'r't.ud pasara, sin dalle toda su importancia.
rr,,1rtr. ;r rur dcscnb¡inriento Drédico de ¡»'inrera nragni-
lrr,l \ ;r sc ct¡nocían en Austria los efectos tónicos ¡'
, ,rt,,r r, ,¡ r ,le l¿ cocaína, y Freud pidió a ia Sociedatl
\1, r,Ii r¡rro li' t,nviar¿ algunas muesttas para investigei
,, ¡,,, il,il,l,rtlos e¡1 ei psiquismo. Advirtió que e1 pa-
, r,,,,r.,, ,¡,r, lriu'Ía Ia ¡laslicación preselltaba, luego de la
,r.rr.r, lr,r,nsibilidad en la lengua y el paladal'; pet()
¡,,r,, ( ,,, rr,¡ lc intelesaba, Freud se lirnitó a erltl'egar con una enfelma, lrr
,r lrr /i, t t'tttt tlt Tt'rapétrtica, de Hcitler, un informe en
r I r¡rrr' .rnr ¡,1,'rrrcnte t'elataba el fruto de sus experiencias €xpl e,-
vir'¡lr¡r trrr rri:n):rs características que presentaban, es- lrr rrrvcstigación de casos. Billroth y sus colegas nega-
l,rur un hecho prácticamente demostrado y pretendían
l¡r,lr I rr r¡r.rr rrrlrr 1,r,, los enfermos, lrrrr,r'lo con el irma de ia etimología de la palabra.
Arl,.r rlr. ;rlr:rnril¡¡l¿r París, consideró con Charcot la \rrn cuando parezca extraño, esto fue concretamente lo
¡rr,,ll,rlr,lrrrt ,lr, ¡rublicar un trahajo comparativo entre las r¡rrr. sucedió y sólri con el correl de muchos -años pudo
l,rrrrrlr,¡ . lri¡li'ricas y olgánicas, pues había notado que I: r'(,1¡(lcomprender por qué sus ex amigos habian adop-
Irli ¡rr rrrrr'r'r:r rro siguen Ia topografía nerviosa anatómica, l¡rrlo esta actitud. Ya en el umbral de la muerte, Mey-
',rn¡),l[(,(,:itat] ('xpresadas de acuerdo con ei eoncepto po- rrr.r'1,, su ex profesor y ex amigo, que se contó también
¡,rrl;rr' f ll lr:r rlicho que Freud había aprovechado su estan- ,.rrlrc los enCarnizados detractores de la histeria n'Iascu-
,'r:r .n l';rr'ís para compenetrarse de ios conceptos de ln¡:1, le confesó a Freud: "siempre he sido uno de los
l'rr,r'r'r. .lrurt't, y esto parece que le molestó bastante, pues
,.1 rrrirr»o, cn su autobiografía, afirma terminantemente nlrs bellos casos de histeria entre ios hombres", agre-
,¡rr,, rrrir,rrl.t:rs estur¡o en París, no vio.jamás a Ja,net y lirn(lo que en su juventud se intoxicaba con cloroformo,
rrr :rir¡rrit'r';l lo oyó nombrar. ¡,,,r lo cual ".t oná opottunidad fue necesario internarlo'
l,lrr .l l.ranscurso de su viaje de París a Viena se .,r*i uio Freud que, en realidad, sus ideas desenmasca-
,lr.luv. ulros días en BerlÍn para realizar unos breves lrrlr¿rn a los médicos víctimas de la histeria y que eso
¡,rrlrrrlr..; rlo neuropediatría. AI frente del Ambulatorium l,»r habia lievacio, de la sitrcela amistad en que se halla-
rlr. llcr'lin estaba entonces Kassowitz, cuyas teorías y lr:rrr antes, a encono por situaciones inconscientes, que
r'.n, {.1)1.()s rle la constitución del protoplasma tuvieron ,,, ¡novilizában en elloi. En vista de que no le permitían
t r':rbajar en los hospitales, Freud se decidió- a buscar
r¡rllrrr,ur.i:r sobte Freud, quien 1os citó como base de sus
,nr histérico en algún otro lugar, y dio por fin con un
¡rl'rrrrrrcionr,s cn la obra IIIó,s allú' rlel principio del pla,cer
,¡rr,,¡rrrlrlicri cn el año 1920. lr,»nbre que presentaba el cuadro clásico de anestesia
i,irl-érica.' Triunfalmente Io llevó ante la Sociedad Mé-
,i¡,:r, p"i" su reveiación fue recibida sin mayor atencitirr
I)uiante todo el airo siguiente Freud no halló un lugar
l,lrr r,l r¡l,oiro de a la edad ,t,,rri" áictar sus clases, a taiz de lo eual se retiró de
Itrlr¡r'r. v sr, Iatlicíl 1,, rriáa académica, dejando al mismo tiempo de asistir
,L todai las sociedádes médicas. En el año 1886 se ins-
rrr,.,l,r,l,'rr rrctt t ológicas
trLI«i en Viena como especiaiista en enfermedades ner-
I I llr) i l[(':;(,S n1:iS Socie-
,ll,l ,l, Nl,'rlitina de En ese mismo año le causó viva impresión el
"i"*a".
I'racaso del método de Erb que aplicaba er¡ sus enfer-
. ¡¡rt¡r.,1 i ¡! I'l¡¡-ís y acerca con Charcot.
, I lr¡r¡lrt, ttl, ,lt. en que r¡ros. Dice en sus Memorias que desgraciadamente era
t.;ri'de cuando se dio cuenta de que esa serie de conoci-
I'rrll,r lrut l¡¡: cuando se aLa rnientos no eran resultado de estudios serios, sino tan
Más célebre
srilo una construcción de la fantasía, y que cuando se
li-l lll lrll¡'tr'lll
i lr r¡l1ilrr ,lr. l:r r;1lOCa,
rlr,, i¡ l, ,lrll rrr) de la ,,¡lu"á curación, ésta era, en realidad, tan sólo la
If t r¡r trrlrt,'ulitt:t, yit que , *"."ri¿""",de la sugestión que ejercían sobre el enfermo
1,, rlr,¡rrt¡rci;tlr;t ¡,,rr una parte el médico y por otra el aparato'
p.t lr,¡t ¡1 l¡ ¡11¡,',o/¿, (lll(, significa Ante esta situación concreta, inició la búsqueda de
Itrllr,,llr lr, rruuril'r'stó iisa y llanamente que no había rrn procedimiento sustitutivo, y recordó que en París se
viqlil rr¡r ,(rlr, ( {:;r) r'n hombres, Con síntomas similafes a , al hipnotismo como medio para provocar sínto-
Iofl rlrr, l,'r,.u,l lrrrlri:r rlcscripto. Los médicos allí reunid«rs
""r'rú,Sopo
*ut. -contambién que en la ciudad de Nancy, Liebault
l,r irrltlnr.n ir lrr¡:r('nl lln caso que pudiera calificarse lt¡curría bastante éxito a la sugestión para curar
r'oilto lrlñlr,r irr rrrrrculin¿¡. En vano intentó Freud ha- sin llegar en todos los casos al estado de
llnr lo, ¡rrr,,rr l,rlo.r lo:i vir.jos médicos vieneses y los jefes
"ni".-ádrdu",
f,iproii"*á. úurante'-la primera etapa de su actividad
rlrr ¡rrrr, lr'lo l(.r'r,r'rIt0n ¡rr:icticamente las puertas para ¡,rirfesional, y después dé haber abandonado el método
CURSo BAsICo DE PSICoANÁT,ISIS 45
II A. 'I'ALLAFERRO
por motivos que no son los que proclaman consciente-
¡nente. La filosofía ya había prepara<lo la denota de
lr,lrr';r¡rir',r tle Urb, Freud empleó la sugestión como
r l,., la teoría del libre albedrío, y la experiencia "A" de Bern-
,.,, ¡,,,,,, r¡r:,1 irrst.¡'utnento de trabajo. Este método, en heim era la demostración cabal de que no se podía sus-
'rr,,
r,.rrlr,l;rrl, lt sa.tisfacía totalmente, pues carecía de la tentar totalmente la mencionada ley, según dice S'ittels.
t.,'rrrr'rr hi¡rrroticzi suficiente como para sumir.en un sue- Pero la base en la que se apoya la terapéutica del
rr. Lrtrl ;r ,,1H,,,,t," de sus pacientes, que tan sólo llegaban método psicoanalítico se halla en la experientia ,,8', de
,' ,rr, ,,'l:rrkr tlc r¡ediana ñipnosis' Abandonó entonces el tsernheim, que es la siguiente: el hombre cumplió la
r.l rrrlr, r, r.l tratarniento dó las enfermedades nerviosas orden y entonces con firmeza se le pregunta:
,)r t,:uri,;|i ¡rtrra abor'dar con el mayor interés tenian las enfer-
,,,,'.,1,,,1,'' ¡,ií<luicas que hasta ese instante no un usted seguro de que ese sombrero es suyo?
-¿Está
(Efectivamente no es de é1.)
i,,,i,,,,,,,'rit,, ,lo.recto. Con el fin de perfeccional'su téc- piense... ¿Por qué se lo ha puesto...?
nr,:,, l,i¡,ttritica, pasó todo el verano de 1889, cuando ya -f,¡16¡sss,
t,,rrr;r :lil ¿tños,,in la'los ciudad de Nancy, donde tuvo oca- recuerdo. . .
-No . . Usted tiene
,,,,, ,1,' J,tt'seut'iar trabajos de Liebault-en mujeles que saber. . . Piense bien . . .
rlrrir,t lt¡ro ttt t'l t'{)n sciente, y cuando se le pregunta al a que expresara verbalmente el estado afeetivo que la
l)lr'¡r.ltlt' ¡r,tt r¡tti' lrlr ha efectuado, da una razón
que dominaba. Merced a esta comprobación Bfeuer logrír
r oncltllt ¡t r;tt ¡tr'l.it,ttt I r¡n significado más o menos cohe- un nuevo método de t¡atamiento,
ltltlt'v lr¡llit'o. Sometía a la paciente E un estado de hipnosis pro-
l'lcl rrlrr,iln lri¡rrrol,iz:rlr:t, sobre todo, a personas sanas' funda ineitándola a que eontara qué era lo que la ¡rer-
l() ( r¡:rl ¡rIrrrrilirr inl'r,rir <1tt<, las personas plleden obrar
J(;
\. t-.\1.t..\t [.RR() (;t trs() tlL\stc() r)Ii t,5tc()..\\.\I_t5ls
Ll¡rl)¡rl,l. y tlt's¡>ués de haber vencitltl por este t.llétclrltr ¡¡u()s. En el año 1893, en colaboración con el nismo
l¡r llr,.r; rl,' r'orifusión depresiva, em¡rleó el nlismo siste- llrcuer, dieron a publicidad un trabajo preliminar titu-
nur l)i¡ r'rr Irrotlif icar sus inhibiciones y los trastot'nos l;rtlo S¿.¡D¡c el rnecanísnto psíquico d.e los lenóntenos his-
l'tilr{ r,r; Ir:rícos, y dos años m¿is tarde presentalon sus .Esúadios
l'in t,starlo rle vigiiia Ia joven no se hallaba nlejor' sobre la h,isteria, Est¿ últinla obra no pretendía aclaral
lrr¡r;u rl;rri:r qLte otroi enfermos para describil cótrro ha- o establecer ia naturaleza de Ia histeria, sino tan sólo
lrr:rrr :rrrlgi<Ii krs sintomas, no podía descubrir lelaciones (lemostrar o esclarecer, en cierta forma, el origen de
r.n l lt' t.llos y los diversos scontecilnientos de su vi<la. los síntomas, señalando simultáneamente la importancia
l'(,r r, (,n el estado hipnótico revelaba inmediatameute ft¡ndamental de la vida emocional y la necesidad de con-
r,;;r o< rrlta rclación. Decía, por ejemplo, que sus sínto- siderar, dentro del psiquismo, dos zonas, una eonsciente
nrir:l s(' l)r'esentaron en un período de honda qnlggir'll, y otra inconsciente,
rlr¡r':rrit.c la enfelmedad de iu padre, lo cual revelaba La teoría sustentada era revolucionaria para la medi-
r¡rrc los »risrrros tenían un significado y eran residuos o cina del momento, al incorporar dos nuevos factores en
lr.rrrilriscenci¿s de situaciones emotivas. el co_ncepto etiológiqg de la hisfieqia: el dinámico y el
AI lelatat'el caso, Fleucl dice que casi siemple se tra- económico-
l:rlrir rlc pensamientos o intpttlsos que ella había tenido El factor d,índ,mica considera que eI síntoma proviene
,¡rrc lc¡»'imil nlientras se hailaba al lado del padle en- de la represión de un instinto o afecto. El concepto
I',,r'rnr,, y en lugar de ellos, más talde, se habían pre- económico presenta el .SÍB"!SmA" como un equivalente o
'icnl.:rrlo corlo sr¡stitutos los síntomas que la aquejaban' sustituto de esa energía que pudo haberse expresado en
I,)st,os últimos no eran el lesultado de una sola escena otra forma. Es decir, que el síntoma es el resultado o
tlrrrrrn:rtica. sino la consecuencia dc la suma <Ie un ciert<r equivalente de la energía que, si se hubiese expresado
nunrclo de situaciones anáiogas. Cuando la paciente directamente, no hubiera dado lugar a tal manifesta-
lr.,'r,r'rl¿rba una situación de este tipo en folrna aluci- ci6n. Por otra parte, si la fuerza instintiva no puede
¡r;rlrli;r y llefaaba a expl'esar libremente, en el estadc expresarse en forma directa, da lugar a un síntoma, y
rl,. Iri¡rnosis, e1 acto que originaliamente había repri- si éste no resulta suficiente para la descarga de la enel'-
¡rrrrlo, t'l síntonra dcsaparecía y no volvía ¿l presentarsc' gía, necesitará cleal otros sustitutivos, hecho que se
l)r. r':;1.;r r)rancl'a, y al cabo tle un per'íodo bastante pro- debe tener en cuenta cuando se hace Ia valoración de
l,,n¡i;rrlo, Iltener logró hacer desaparecer casi todas las los distintos métodos terapéuticos, ya que muchas veces
u¡¡rnrf'r.r;t.lciones somáticas que presentaba la enferma. puede desaparecer rápidamente un síntoma, pero ello no
l,ll rrr¡r.vo método utilizaba el hipnotismo de una ma- significa la cura total, pues en otro lugar y sin vincu-
r,¡.r¡r rlrslirrt.:r a la empleada hasta entonces. l,a hipnosis lación aparente, surgirá quizás el síntoma o va-
,.rr.;r:;l r;t ln su finalidad telapéutica, en sugestionar al rios- equivalente al que desapareció, -uno
'rrlr.r'rnr¡ ontI'a sus síntomas.
( Por ejemplo, a un pa- Los resultados prácticos del método catártico fueron,
r ¡r,¡¡1. r1rrr, r;rr[r'ía una parálisis histéric¿ de los dedos, se al principio, muy buenos; pero posteriotnlente colnenza-
lr. ¡rIrrrr:rlr:r irtrperiosamente, mientras se hallaba hipno- ron a aparecer ios defectos comunes a los tratamietltos
Irzrrl,, r¡rrt los podía movel y sc le ordenaba que lo hi- que se basan en Ia hipnosis y la sugestión. El nrétodo,
r'r(.r':r. ( lor¡ r'l »rótodo catdrtico Ce Breuer, la hipnosis empero, fue útil en su época y mantiene aún hoy cierto
,.rr¡ rrlrliz:rrl:r ¡»rla descubrir los sucesos que habían cau- valor, especialmente en el tratamiento de afecciones
',¡r¡l¡r r'l :iir¡lo¡rt:t v Ia relación existente entre el incident' agudas y superficiales.
pr 0vor',r(loI v cl fenómeno patológico. Durante la Segunda Guerra Mundial el narcoanálisis
l,'r ¡,rrrl lolr:rirk,rti sumal¡ente intetesantes las observa- fue utilizado como método catártico y con excelentes re-
crol¡r.:l rlc llrtttcr, y comenzó a investigar entre sus sultados, por L. Alexander y Sargant en la evacuación
l)t{rl)t(,,i ¡r:r, ifrrlCs J)¿rl'a ver si presentaban las mistna-* de Dunkerque y por Grinker y Spiegel en el norte de
:;rl.riru i,,rr,..r y si la sintomatología se modificaba por el África. Pero el mismo Alexander señala que los vete-
rrri:rrrrr¡ rrr,,l.r¡rl¡r, t.r'rrb:rjo al que se dedicó durante cuatro ranos de guerra no reaccionan con la misma intensidad
(.t lt\() lt..\sl(.() l)1. l,\l(:().\\.\t.t\ts
A. T.\LL,.\FERRO
-l !l
.l ¡r,
PRE CONSCIE\lTE
l,l teoría psicoanalista tiene la particularidad dequeno
,.,,,íi¿ái'ál"io't actos psíquicos de la misma-manera
'"reli"'' Esta ros. e.studia como ele-
];J ;;;;'tu ;;i";;;á
I
i
-iu v
;,;,,;.;;; yuxtapuestos, asociados estáticos' I
¡rrrostas o resultantes,";;-
;; coniepto dinámico del F-
z
lr I
W ,,ilr¡,i
r,l,r,li,
lt,.
,'l Á. TALLAFERRO ctritg() BÁsICo I)11 pslC()¡\N,it-tsts :))
r'l/r¡, t rr trrtttlritt, e st¿i totalmente situado en el inconsciente lll (,,r¡(,epto psicoanalítico de éste riifier.e del de los
v ,, l',,1,, r)oI lrs le.yes de ese sistcnla' En suma, son , ri ¡ilecitarlos, que le atrlbuyen Lln sentido negativo
1,,, ,
,1,,,,,t',,, ,l,l lirnites eslfumados que tienen zollas fronte- ,1,.r¡,,¡¡1i¡¡¿.¡¡1 con tal designacirin todo lo que no
es cons_
I rzlr; r'ollltlncs. . r . l)c ahí nace el tér.ryrino s?t bcons(¡(
, , , r
(onlo (,n todos los casos, tendrá un elemento que es la rl ) Igualdad de valores para la realidad interna y la
c-rprcsión de la condensación. Todo síntoma está pluli- , .lolna o sup)'emacía de la prirnera;
dt:tclulinado pol diversos afectos que se expresan con- ,,) Predominio del principio del placer.
rlcnsatlt.¡s a tt'a\¡és de é1. Este cornplejo mecaÍiismo ocul-re
:i) --En el inconsciente la cronología no existe, como
Ínt.t:gl'amer.iteen el inconsciente y está regido por el rri)l)oco rjge en los sueños. En la vivenr:ia onír'ica pue-
])r'occso piimario que regula la actividad de todo neu- ,lr'¡r datse casos en que el tiempo y el espacio estén
lritico o psicótico. t,lrLlmente ausentes" Careciendo de sentido cronológiro,
La ltt oyecctórr se produce gerreralmente en la para- , l inconsciente no l'ecorloce pasado ni futui'o )' tan só1o
noi¿r en que el sujeto proyecta sus impulsos agresivos ,Lrr presente.r 'Iodas las tenclencias son vividas por el
soble oti o u ot1'os y luego se siente pelseguido y aco- rrrronsciente en el tiempo actual, inclnso cuando se lefie-
saclo por esos inismos impnlsos que é1 proyectó. ,r'n a1 pretér'ito o al futuro. Los acontecimientos rn¿'rs
La itlarttilicttciót¿ o Ltansferencia del acento del ob.jeto l.janos siguen actuando en el inconsciente de un modo
aI sujeto es Lrna rnanifestación psíquica general. '¿En tanta actuali,:lad, como si acabaran de
rrrv:,rriable, con
todo r.nomento, diee Nunberg, nos identificamos con al- ¡,r'urrir. Un paciente de il5 años luchaba inconsciente-
guiett." Mecliante este proceso una person¿ se considera rrx,nte y con gi'an tenacidad contla Ia autol'idacl patelna,
en cielta medida semejante a otra, el niño copia el modo t)(.se a que su plogenitor había fallecido cuanrlo é1 tenía
de actuar de1 padre y este proceso de identificación ,, Io B airos de edad.
pa1'ece ser la posibilidad de una mutua comprensión b) Tampoco tiene el inconsciente un concepto riefi-
humatra, rrirlo -de 1a r:ontradicciórr. No opone rcpalo alguno a 1a
'Iatrto la identificación como ia proyección son modos ,r,r¡xistencia cle sLrcesos antitéticos; sus elenrentos no es-
del desplazarniento que en ei piimer caso se hace de lrrrr coordinaclos y ias contr¿rlicciones se dan sinlultá-
un objeto a1 sujeto, mientras que en ia proyección va ru,amente, mantenienclo su plena valencia, sin excluirse,
del sujeto ai objeto. Si una persona sueria que Juan se rrun cuando sean de signo contlalio. Fueden existir a la
cae del puente, sentirá todas las sensaciones inherentes \(,2 Lln sí y un no... Si en la máquina de esclibir se
a la caída. Bn otros términos, una ameba engloba un ;t¡rlietarr dos teclas a la vez, ambas llegarán iuntas a la
trozo de carrnín y se tiñe. La proyección es todo Io con- ¡,rría que nolmallnente hace que un tipo pcgue firnre-
trai'io. E1 sujeto que siente temor en el sueño, no lo rucnte sobre l¿ cinta y deje su marca ilnplesa. Pero en
vive como cosa propia, pero en el episodio onirico habrá .ste caso, como llegal'ían dos, chocar'ían al entr¿u' en la
otlo pelsona.je que vivirá un estado de miedo. En rea- lr'uía, y ni una ni otra lograrían grabarse en el papei,
liclad, 1o único que se pr'6duss es un desplazamiento de ¡,r1es no respetan nn orden pleestableci<lo. En e1 incons-
la carg;a psíquica del sujeto al objeto. Eu ia paranoia, ,'icnte, sin embatHo, todo se desarrollar'ía de tal lnanera
la pelsona pl'oyecta su agresividad, pero también 1o h¿ce rlue arnbos tipos tendrían acceso al papel, in'rprimiendo
con otros afectos, sin darse cuenta de que la esencia :.ilr.rultáneanrente letlas o palabras de signo y valor con-
de todo está en é1. Por ejem¡rlo, el caso del nir-ro que, Llario. Un amor y un odio, Inconsciententente se pue-
ante ia jaula de los leones en el zoológir-.o, dice: " Sal- ,ien vivir en folma simultánea sentinrientos de odio I
gamos rle aquí, abuelito, porque tú tienes miedo." rle arnor, sin que uno de los dos desplace o anule al otrJ
rii siquier'a en parte.
Caractet íst icas tlel ínconsciemte
I E] incorrsciente tarupoco sabe decir que no, y cuandc
necesita dar una negativa debe enunciatla recurriendo
El inconsciente tiene sus modos propios de actuar qne :L otros elementos" Quiz:'rs a una anestesi¿r, si lo que
constituyen en conjunto el proceso primario y son: rluiere es no sentir'; a una par'álisis, si lo que tlesea es:
"no quiero".
zr) Ausencia de cronología;
rEst,r modificación <iel sentido riel tit.rnpo sc- oi¡sc¡va tar¡l¡ién c¡r
b) Ausencia de concepto de contradicción; las experiencias realizadas con mrscalina y L.S.D. I)l¡rs lo intoxi,
c) Lenguaje simbólico; , ación produce un predominio drl proceso primario.
I
A. T¡\LLAFIIRRO (lt Rs() BÁSrC() I)¡t PSICOA\.ir.lstS 6l
(i0
b
CURSo BASICO DN PSICOANAT,ISIS 63
(rz A. 'IALI-ATERRO
EL SISTEMA CONSCIENTE
l,)l consciente es un órgano de percepción para las
EL SISTEMA PRECONSCIENTE rrrr¡rresiones que nos absorben por el momento y debe
,,.r' considerado como un órgano sensorial situado en el
I,ln la topografía hipotética del aparato,halla P9Íquico'
ubi-
ln¡ril,e de lo interno y lo externo con capacidad para per-
siiáma preconsciente se , rlrir procesos de una u otra procedencia.
".,1,,ár'por-Ír-"li¿"-
;;.,i;';";;; "r
et-conácie"te v el ínconsciente' Su.contenido l)urante el sueño vemos imágenes, oímos voces y per-
;;i:1 i;ág.;do,-""-pu"tu,"por elementos procedentes del , rlrirnos sensaciones y sentimientos, En estado de vigilia
i'l;,;.;;i;;;;-ái, pu'o hacü el consciente.v también del lrrnrbién podemos percibir, con la diferencia de que el
;,;;,;;i;i;"ii""i,'"i -Existen' adoptando la forma de
i""o"Liente, , rrtrrlo de Io percibido es más amplio que durante ei
además impresiones del ,r.no. En esta última actividad sólo son percibidos los
",,rr,r'rliri o.""onsciente.
iáái"rau. en él como representaciones ,.rlirnulos deformados que tienen origen en el incons-
;;il;;ít"rtá.,
i'onóticas o verbales. ,'r.nte, mientras que en eI estado de vigilia Io que per-
Las tendencias y replesentaciones- objetivas incons- , rl¡imos con mayor nitidez son los estímulos que nos
il;d; , la"conéiencia a tlavés del sistema pre-
,,it,,I,I". ll,,gtn, desde ei mundo exterior a través de los órganos
,1,. los sentidos. Existe por lo tanto entre las percep-
,;;i;,;;"i;:;-ociándose para ello con los conceptos -que' ,'rr)nos oníricas y de vigilia una única diferencia: en el
,',.ri...nu'a" representaciones verbales' han sido adqui- ,rrjcto despierto la más sensible sería la superficie ex-
litLrs de la realidad.
I,ll nreconsciente está relacionado con la realidad ex- l.rna del consciente, mientras que durante el sueño
,,:rl.¿ superficie sería menos permeable a los estímulos
,,.,:;;';':;;';i^i;;"*';";d, v ésta es la razón por.la r.xl.rrrnos, aumentando en cambio la sensibilidad de la
I i'"ur:" onírico se usan sucesos .eaies' ,rr¡rt,rficie interna.
',,,i',rü.rii"
,,,,,r
"r
i,j.u concebida en estado de vigilia' etcétera' para
(,xl)r'csat' un deseo inconsciente' a ser consciente, es
l'ara que un acto psíquico llegue
por'ei rr,('csario que recora todos los peldaños del sistema
Ast cotno
';t;;;rü. '"t inconsciente está regido
el sistema leyes propias l,rii11uico. En el sueño, por ejemplo, las representaciones
,,,,,1,]"t pr"""ntciente tiene
objetos pertenecientes al inconsciente deben asociarse,
i;,,::',;"rt;iÑ"" ár p"ttto soatndario que comprende:
,1,.
rrrl,c todo, a las representaciones preconscientes corres-
:r ) l,a elaboración de una sucesión
cronológica en las ¡r,rrrdientes. Sólo entonces, y después de vencer la cen-
t ePresentaciones; ,rrrir emplazada entre ambos campos, entran en cr:ntacto
lr) r'l hallazgo de una correlación 1ógica; r'rn €st€ sistema y llegan a conocimiento del sujeto
Nunberg\ .
r') lzr lepiecion de lagunas existentes entre ideas ais-
(
Irll hombre no reacciona siempre a todo estímulo y el
lzriltts, Y r,isl.ema consciente da la impresión de contar con un
ca.usal' es rlecir' rela-
" l:r intlorir-rcción del factor
,l) rlispositivo especial, capaz de protegerlo de ciertas exci-
.i,.l,, á" cnexistencla y sucesión entre los fenónle- lrrt'iones que podrían perturbar su equilibrio. Freud ha
Irr¡s : r'cl¿rción causa-efecto' ,lcsignado este dispositivo con eI nombre de detector o
l)ul;rltlt't:l stteñ¡ esta tarea se cumple en. el precons- ,r ttt or-t.iguador de estí'mltlos.
, i,;;i;','i,,ii il,,t,,o-"r".¿" en los estados de vigilia
en los (In estimulo externo que es excesivamente intenso
,t'";,",';';,",,i'tiui¿o¿ constituy-e .el acto .de pensar' Las I¡rr'¿l el psiquismo, es captado por el aparato protector,
iii,l,,,, 1,,,',,,,nst'ientes -ha dicho Nunberg- aparecen :,rnoltiguado y transmitido en forma económica y pro-
r,,1t,,, t'tr l,,s im¡lulsos inconscientes, y de allí surge r,trcsiva. Este dispositivo posee, pues, la propiedad de
',,i,.,
ili',,,1:,''i,1,,,i',rl',-,ri.ii"rri" ia e=encia dc.la enfernredad rurrortiguar los potenciales energéticos que 'llegan a é1.
i" l,;",ii;;"';;,,l ,i,o,,tt'i.in tlt' Ia elaboración secundaria'
i
a título <le sinrple l,¡r,' l.r,rrrlencias del cllo coexisten en forma indepen-
Tlasladado esto al <alrlpo sotrtzitico'
-
a los elec- ,lt.rrtr, y no están regidas por ninguna organización
j io.';¿;''¡;;:-"- ru qi'". .les sttcede.
-"labl" ais- ,¡¡rrt¡¡¡i¡r. Todo lo que se desarrolla erl el ello está so-
";i;i;,'*:üque tlabaJan.;;i;
"tricistas "
;; l)l'ote(ción
"in
i;;i; er;:j;r. ,r,.trrl, rrl proceso primario (véase pág. 58). Consecuen-
;- rá ene r fr ia
J :i.lf ,,xl i;,\1T;.x1,f,.1, Jl l,,rrri.r[(] se rige por el principio del placer y es, en
tlentallnente PlePai a(t suterle t'on ,,,lrrrr, cl ser primitivo sin frenos.
Lo' trtisnro
sacuditrriento es rtttrcho" ñ*ito'" ' Io retibe sin adver- 'l,rL¡:; los sectores del ello son inconscientes y una
l'.n golpc crralquiela' §i ti-r'o''rrr" es liiayor que el que el
tencia previa alguna, Ii t'luo''"' yrxn t)ol'ción del mismo está constituida por elementos
lilisnro golpe l" "utt="Iiu-ti estttviera-preveni<1o' .ll¡r(os en parte de origen ontogenético y en parte de
recibe el estímulo del r,utur¡rleza filogenética, es decir': todo lo heredado. lo
En sínteis, "t upu'nio'piot""tn" p.o-
Ío tt'n'n';te elr una fotma psíquico ,¡rrr. lrt traido consigo el individuo desde eI nacimiento.
qu" it'i'*Ñibe
"*;",':i,;:;'i;";rior:tig'ru'u
gresiva, evitando el equiliblio l,,r lr.¡trlo constitucionalmente, por lo tanto, en especial
dei olganisnro' de
I',{ rnstintos, que para Hering son- ¿a memoria heredi-
du. .::te anoltiguador l,nttt tlc la especie. Bleuler aclara esta definición al
La localización topogr'áfit3.hipotéticauiente' ya qlle es
excitaciones .o,,"tpo'iá"'ía ,lr,r il rtu€ mediante el instinto se consigue un fin deter-
específ icas'
anatóniic¿s t*ttrr,lo, sin que gea necesatío haber pasado por un ejer-
iurposible setial¿t cent'ri"s Jzon'ai
*iilá1l=nóticarrlentc
cr¡incide
a Ia cot teza ""t *ur.ui,"-q"'" 1lq5¿r tollo rlel' -"istcnra ncr'- , t, t,, prc'üio cuolqúiera. También se puede decir que los
i^,rrtiñ',.on-dii ño li"iii"" [] -iu f'to'iu ectodérmica <le l¿r ttnttnlos aon las fuerzas que suponemos caUsantes de
vioso se hace a t"f" l,n l:ilBio,nes de necesídad.
-1i"':ür'i;,'i;';"; "*p""u"t
r^'-p'ii""i" fo'e* rlt Irr folm¿ción l,lrrt.¿s definiciones son complementadas por la
"'' r¡utrrl'r exterllo y ei de
euibliotralia t" "l"u"1'i'!- ""ttuvittud "l dei l)1'{)ceso de in- l, r.rrrl, pata quien instinto es ¿n eücitante interno
r
interno, y c1ue, r-uás t;t'ü';; ¡.r¡tirruo que produce, cuando es contestailo en fonna
IL*i,.,r.i¿,,,-'iá' iitr,, '"tt'iitttlit''ut.
trrás ¡rlufunclat»c'nte'
qr're capacita al ttlrrúttla,, un goce espacífico,
El arrroltigua¿t't tr* "t 'lo
psitluica' una ( lrrr respecto a la evolución del concepto sobre los ins-
h.,ft*";;;;-,"g'l^' su vicla -tl,ediante rr¡t,,r, Freud sostuvo en el año 1906 que había una
ru'= tnl:gad ener'gi'ticas' lo cual
rlistlibución n"o,,n''"'á t"ü ,,¡,,,'rr,:ión entre los instintos dei yo o de autoconservación
le oer.r.nite colrsel.val. ?r'l:.r-r" v',rante¡rer en equilibrio r L»¡ instintos sexuales. Posteriormente, en el año 1914
;;;;^,1" su tensiótt energétiea' tlt(roducción al narcisismo) modificó este concepto, en-
¡,'nlnrndo que había una oposición entre la libido obje-
-PSÍQUIOO lrl v la libido narcisística, y por último, en el año
LAS INSTANCIAS DEL-APARATO n,::o, sostuvo el concepto de la oposición existente entre
EL ELLO 1,,¡ r¡rstintos de vida y de muerte (Eros y Thanatus),
en la t'erlrrino- ,¡u,, r.rrunció en su obra Múe olbú, d,et princípio d,el placer,
L¿r denominacirin ello fue intro<lucida quicn a sLr \.ez l"rcr¡d ha sido uno de los autores que más aportó al
1,,;; ;;;.;;i;,aliticrr pol GeorR Grotltlek'si'¡r'lo lt'sitittrarla ¡'ot'
i"- f,,ñü'i;;,,i,a"- ¿-'' ii"rzsche'
'"" "=" ltrtu .
',nr)(.imiento del tema. Si bien no comenzó los estudios
I.r.eurl en el ano f gZB El y't '¡ t l ' lltt' al , r'n r¡riras directas hacia los instintos en particular, su
A lo Irrt p;o tlt, sus estudios I¡reud rlodiflicó vali¿s vecer: r,.rrrlr.r'ia a la reunión, integración, fusión, conservacio¡
('l ('oil( r,l)lo, lo rrual es una prueba de su seria posición \ ('r'(l¿¡ción de nuevas vidas. El otro es eI que motiva
r ir,nlrlicrr. Irri«iaiu'rente desalrolló una concepción dua- ,,1 ,,rrvejecimiento y Ia muerte. Su finalidad es la des-
lirrl:r, r¡rrc rn¿r.lltLlvo a 10 largo de toda su obra. Jones Ir rrrr.itin, la desintegración y el aniquilamiento, por cuyo
rJir.r' r¡rrc l)¿rra, adoptat csta posición rlualista nrr¡livo es desviado del propio organismo hacia el medio
rl. l;r cr¡lrl hlzo sus nlorlificaciones- Freud sc-dentro basó en ,rrrrlricnte, mezclado con los instintos de Eros y se pone
l:r rrrlil.t'sis arrror'-odio, que tomó de Schiller. ,1,. rrranifiesto bajo la forma de sadismo.
I,lr; rri,r'r¡s¿r'io hacer una diferencia e11tre inrpulso ins- l,'r'trud consideró que existe una tendencia a volver a
I irrlivo -"brieb"-, e instinto. No es lo nlisrno Lln orga- 1,, irrrrnimado, y lo que lo llevó a enunciar esta teoría fue
r:rr;1il() sil)rple que otro miis estructLlrado, pue-s en el lr.llrrr que en ciertas situaciones traumáticas, y aun
¡r'irrr;rr';o lro:ie encuentra un U0 intelnledialio errtre el lrrrrrl.rr durante la terapia analítica' hay hechos que se
irrr¡rrlso del cLlo y su explesión en el mundo exteliol'. rr.¡ril.cn. Los sujetos volvían a repetir las situaciones
I',.ro rr nlcdi.la qlle se er.oluciona encuéntranse elenlentos I r rrrrrnáticas, y sintió la necesidad de dar con algún ele-
¡r( (li¿r(l)l cs, rluevas folmar:iones o p|oductos de evolución rrrr.rrl.o que le permitiera comprender esa tendencia a Ia
r¡rrr, 1.rt,r'nritir'¿in dit'erenciar"lrn impulso cle un instinto r,,¡rr,l,ición. Como solución se le ocurrió pensar que algu-
(, Lo,'tr:r'sttiu). I)ebe considelarse que lo que antes se ¡ur vr:z los organismos vivientes habían sido inanimados
ilr,lr»ni¡l¿rba instinto de autoconservación no son más v rtr¡o por lo tanto en los individ.rzos y en ese sentido
rirrc elcnrentos o rnecanisulos del vo que cst/rn vinculados .xi:;lí¿ una tendencia regresiva.
r l;r c-r¡re lier\ci¿i antelio.-, y Stern sostiene qlre "impulso llt,ilizando algunos conceptos de Weissman, quien con-
irrst.inlivo" sería aquella fuet:za qtte trata de alc¿rnzal el ,,,,|r.r'a que existe en el protoplasma una parte mortal,
I in sin tr.¡nr¿rl en (uent¿1 1<.rs med'ir.ls, y col11o "instinto" I rr.rrrl especuló con la idea de que 1o único que hacen
r,rnsirlr'1 ¿r el lnovimiento enelgético ditigido y condicio- l,,rr i¡rstintos de vida, por la forma en que actúan' es
r;r,l,r Ir¿rr'¿¿ alcattzar su t'in. Esta diferenciación, etllpero, .vrl.¡¡r la muerte accidental.
n,r iill¿u¿r tot¿rlurente 1o que debe contplendclse por ins- l'i: produce entonces Io paradójico, pues los instintos
trnlo. ..\lgunos autoles estim¿n que los instilltos son t¡na ,1,.1 1¡o, o de autoconservación de su primer concepto, co-
r,,r'ir.r¡ sucesirln de reflejos, pero, en su liblo lI,-'dicina r rr.rilx)nden en su última teoría a los de muerte. i.Por
¡,tir',txrtrtt!i.ticr.¿, Ilof Clarb¿llo sostiene que si bien trn ins- r|r. t,tata eI ser viviente de volver otra vez a lo inani-
lirrlo ¡rlrc<le utilizar una serie de reflejos es iniposíble lr¡r,lo? Freud sostiene que ese instinto de muerte se
;r I ilril;u que sea eso nada tnris, ya que el reflejo sólo r.rr'uontra en todos los seres, invisible en los unicelula-
l,;¡¡¡;¡ 1¡11;¡ polciír¡ del inilividuo, y en un tnovintiento ins- r,.,r, l)cro ya más evidente en los plurieelulares. Este
li»lrvo sr: ve ¿rctual todo eI organisrno cotno una unidad ,',rr'(:l)to ha sido objeto de muchas eríticas y aun el
,¡r,,'lrir,n puede utilizar las cadenas de reflejos I)ara rr¡rru¡ro Freud no lo aceptó como definitivo sino que 1o
:rl, rurz;u r¡stc llin. L¿r diferencia fundamental ser'ía que ,,,,rsi(loró una elaboración teórica susceptible de ser mo-
,,1 irrr¡rrrlr;o instintivo trata de al(:allrzat: su fin sin tomar ,lrt'icrrrla o sustituida en cualquier momento por otra.1 La
i r) ,lr.nl.lr 1o,s rnedios, mientras que el ins;tinto estalia ,,lr¡nciación de esta teoría dio origen a equivocaciones,
,l;¡rl,) l)ol' t¡n¿. nrovilizar:ión, de modo que el olganistno ,l,.l,irlo al uso de las palabras, y así, muchos expresan
,l.lr,' r:rllrsc rle rnedit¡s aclecnados para lograr tal firla- rtui,(lLrrante el tratamiento de pacientes han podido
lrrl;rrl. , {'lrl)r'obar la existencia de un instinto de muerte; pero
l,ln lorl rilt-irrros atios Freud renunció en piincipio a l, r¡irt ocurr€ en realidad es que han tomado tendencias
lorr;irlr,r:u lir enunleL¿rciíln de toclos los instintos, tal rr¡rlcsivas y mortales hacia un objeto del mundo exterior
.on),¡ Ir¡rr {lu(,:l(lr)lite Papillaut, quien se refiere a diver- v lrrlgo vueltas contra sí mismo, a l¿s que han cotrsi-
-ro ; inr,l ilrl.os: nul.r'ilivo, de confort, de conservación, ,[,,¡¡rrlo como expresión del instinto de muerte (Reich\.
Ir.r rl:r 1. ,,¡i t'il io t' hi¡lt,r'gt'egat'iO,
r ,lls obvio Alexander- que esta teoría ya no era uD
Sc lirrrit.ri:r l,cncl cn cuenta dos instintos primalios: Irr,r¡1d (le describir
-dicefuerzas ineti¡tivag, sino tan sólo una abstracción
rlc virlrr .1i (1,, tlluelt.(.). E1 primero de vid¿-
-instinto
t
,tl
l,ibitlo 1) Primavcra
2 ) Inviemo
,'()ué debe entenderse por libido? La traducción de la VI) Telúrico íl 3) Arm (Qs)l
voz l:rtina libido es: dcseo, inclinación, t,olttn.to:1, attsia, 4) Iones Po¡itivo
rt¡tt lilo o posió¡t. En psicoanálisis el término se emplea
virrcrrlarlo exclusivanlente con placer y deseo sexu¿rl. t { I.Iegativoa 2
l¡r'r,r¡rl arloptri este término de Moll, que lo us¿r pala seria- Itil ¡rsicoanálisis ha sido acusado de parcialidad, ale-
l;rr l:r t.x¡rresión dinárnica de l¿r sexualidad. Por lo ];an- y,rrr,l,,s0 que sobrevalora los instintos sexuales en la etio-
Irr, ¡rol libido debe entenderse : íttensidad dc la ene.-1ía 1,,¡'lrr rlt. las neurosis, por lo cual arguyen que el hombre
inti tn it:rt ¡lt'l instinto serual: es decit', s,l cler¡e ltc 1,,,r1,.(.ot.ros intereses fuera de los sexuales. Al respecto;
tl
r rt;Lnlil.:rtivo. l"rlu(l ha dicho: "En momento ¿lguno hemos olvidado o
'l'orlo scr hu¡lano dispone de una cantidad dei.erminada tal cosa. Nuestra parcialidsd es semejante a la
rr,1¡rrrlo
rlr' "f'r¡t'r'z:r pulsiva sexual" (libido) que podrá ser au-
nrcnt;rrl:r o tlisminuida por la acción de diversos factores rltn los momcrto! en quc cl íqdice dc Ara (O3) es mcnor eo
r¡rrr. ¡rrrt'rlor sel' divididos para su clasificación en intra lr rt,rrórfcra, loc tipoa C dc la cla¡iIicacid¡ de Curry crpcrimcntm
,r.'¡ .r¡¡ryor excitacióo ¡c¡ual. Y por el contrario, cuando el í¡dice
r r.sllrr¡rsít¡uicos (véase cuadro de pág. 71). ,1, Ata¡ cu alto, loe üpor F aicotcn iadifereocia sexual con manifca-
l,ori inltr'rst's seruales fueron el objeto rnás provechoso rH, t.'r'.ñ dc fatiga,
t,rr lrr irrvtslig:rción psicoanalítica por la gran importan- 'll,r c¡ceao dc ionc¡ poaitivoo o la atm6afcra (molécular con car-
¡r ¡,,rltlva) afecta delvmtajoEamcutc loa procesos fieiol6gicos, micn-
ci:r I)(,rr(' it llo ser exclusiva- de los instintos sexuales tr{¡.¡uc urr cxcelo dc ionea cegativm producc cfcctos favorables al
t,lr l:r t,l.iolop íir rle l¿rs neurosis. Pero junto a los intere- l¡1,.r.¡t¡rr dcl orgeismo (Roblo, Mcdiaa y Miba¡ham.,,La Scmanq
st,s st,xrr:rlts t:xisten los factores ambientales (sociales, M¿,ti¡ u", lo6, 9-1955).
l
del quírriico, que reduce todas las estructuras ntoleculares (hda uno de los instintos parciales tiende a la obten-
:r la cnt,r'gía de la atracción quÍnrica, sin negar por ello ,'r1¡rr del placer org:ánico, y por sexual debe entenderse
Iit I'ucrz¿r tle la glavitación, pero abandonando su estudio trxlo aquello que tenga como mete el placer. "Los im-
¿rl fisit'o" r.
¡rrrlsos sexuales Freud- incluyen aquellas ten-
Iil concepto psicoanalítico de la sexualidad es lo que -dice
afectivas y amistosas, a las que el
ha ¡rrovocado nlayor resistencia en todos los ambientes. 'L.r¡r'ias meramente
rrno aplica una palabra en extremo ambigua: amor."
llt'sistencia que está influida, en su mayor parte, por la (iran parte de la resistencia que se ha hecho al psico-
educ¿rciirn cultural, que tiende a rechazar la satisfacción r¡rilisis se debe en realidad a una mala intepretación
irrsLintiva, 1o cual explica que Ia sociedad adopte una rlrrl término sexual. Para el psicoanálisis todo lo Eenital
actiturl hostil frente a este concepto, ya que la repro- 0r s()xual, pero no todo lo sexual es genital, ya que el
baciór-L ética y moral de los instintos sexuales ha con- tórnrino denota funciones que no son genitales" Tal eI
ducido a la identificación de todo lo sexual con lo sucio ,'nr«, de comer, para los glotones.
c indecente, malo y demoníaco. Af fijar los alcances de la palabra le&ual, Freud no
Existen varios instintos sexuales, a los que se deno- nrrrplió el sig¡ificado de la misma sino los conceptos
nrinan ir¿stir¿tos parcíales, y tienen su origen en fuentes rl¡,rr<¡minados por ella. Su concepto de la idea de senua-
orgiinicas y biológicas. Estos instintos parciales (exhi- ltlod. es, por cierto, mucho más amplio que la idea co-
hicionismo, deseo de ver, orales, anales, fálicos y sádicos) r rrr.nt,e, pero tampoco es exacto decir que la forma en
ac+.úan al principio independientemente unos de otros, y r¡rrr. él usa la palabra difiera mucho de Ia acepción que
sólo luego de algún tiernpo evolucionan en fornra tal ¡r. k. d¿ habitualmente.
que quedan reunidos en una síntesis m:'l:; o menos
lln su autobiografía ha dicho: "La sexualidad está
perfecta. rlrvorciada de su conexión demasiado estrecha con los
Ilr-r el aclulto esta orEanización está centrada en torno g.rritales y la considero una función más amplia del
rlc la satisfacción genital, y es por eso que se Ia denomina , u,.rpo, que tiene como meta final el placer y sólo siive
organización última, o gel'tital, de los instintos. ¡r,r'r¡ndariamente para fines de reproducción,"
Iil fin hacia eI que cada uno tlc ellos tiende es el I,ln síntesis: puede decirse qlue para el psicoaná,liek
placer orgánico, la descarga tensional. En las primeras ¡t tírmi:no selual d,enota ln fttncihn general de obtener
etapas de su evolución se supel'ponen a las funciones
vcgt'tativas, por lo cual el man'lar tiene en los niños ¡iltrit:¡.
tanrbión un significado sexual. l.:sta separación de lo sexual y lo genital permite
I'oco ¿r poco se separan los instintos de las funciones ¡x,rrcr l&s actividades sexuales de los niños y de los
vcgct.ativas y siguen, para el hallazgo de su objeto, los t,!,rvcrsos en el mismo terreno de los adultos normales.
t'¡rnrirros que les rnarca el 'yo. Una parte de ios instintos Mirndas desde un punto vista psicoanalítico las pewer-
scxu¿rlt¡s sigue asociada, a io largo de toda la vida, a hr(,ncs se explic¿n como manifestaciones de instintos par-
lts ft¡nciones vegetativas, aportándoles componentes Ii- , rnk's, componentes de la sexualidad que se han liberado
bitlino:xrs; por eso, ei comer es, en el aduito, una des- rk. ln primacía genital y se han lanzado por su cuenta
c¡u'B¿r libidinosa, que en el caso del que vive para comer n lrr prosecución del placer, tal como 1o hieieron en eta-
cs ¡rr:is piitcnte que en el come para vivir. IrñB precoces del desarrollo de la libido 1.
I,ln rnr¡ch¿rs oportunidades los conrponentes libidinosos t)r¡mo ejemplo de una actividad infantil considerada
¡rusrrrr l';ir:ilrnente inadvertidos mientras la función es , orrro Bexual por el psicoanálisis puede citarse el placer
norrrr:rl, l)('r'o se hacen ciaramente perceptibles en los rlol r:hupeteo en los niños de corta edad, estudiado'por
t'sl.¡rrlos ¡rlrt.olrigicos.
It- Sterba, quien dice: "Un niño chupa su pulgar con los
rSirr errrlrrrrllo, durante los tratamientos, según mi concepto, no lnbioa y la lengua sin sacsr beneficio ¿lguno desde el
¡rrreile rrr ¡lrl,r rl¡scuidarse 1a inciderrcia de todos los factores concu- I Stdb¡, trl,: "Ia
rr"rrt.x. v¡r ,¡rrr lo lógico cs tener siempre presente la idea de Ia con- io¡d¡t6". Rcvhta dc P¡jonái¡j¡. Año 2, ne 3,
tirrui<l,rrt,,r ¡¡rrrri.;r)r).¡r,nl)iente t0{5
n
74 A. TALLAFERRo CURSO BÁSICO DE PSICOANÁLISIS
l5
punto de vista de la autoconservación. En ese acto de
chuparse el pulgar pueden observarse detalles que apa-
leccn también en la actividad sexual de los adultos. Los
niños chupan los dedos rítmicamente y la mayoría de CON5CIENTE
las actividades sexuales de los adultos registran el mis-
rlo movimiento, La succión describe una curva. Em-
pieza moderamente, después aumenta la agitación y
alcanza un punto culminante para decrecer luego. La l'lrl[0NSCl*NTE
actitud sexual del aduito sigue el mismo curso. El punto
culminante de placer de la suceión es acompañado a ve-
ces por una excitación, que se posesiona de la muscu-
latura entera, tal como acontece en algunos niños cuando
defecan u orinan. El orgasmo, que es la experiencia t!
placentera máxima y la satisfacción más intensa sen- F
tida por el adulto en un acto sexual, manifiesta una 2
reacción semejante. rrj
"La analogía esencial entre la succión del pulgar y ó
las rnanifestaciones de los adultos es, indudablemente, el ú)
placer experimentado en ambos casos. Quien haya ob- z
O
servado una vez e1 placer que un niño experimenta
durante la succión de un dedo y la calma y serenidad z
que manifiesta al fin de su actividad, se hallará obligado
a reconocer, por esta demostración objetiva de placer,
que existe una profunda analogía entre el chupeteo o
alguna otra costumbre similar de la infancia y la acti-
vidad sexual de los adultos. Si se le preguntara a un
niño de corta edad por qué se chupa el dedo, seg:ura-
mente contestaría: 'Por que me resulta muy agradable'. , r,' trrri sumamente objetivo, podría decirse que el yo
"En estas actividades infantiles se pueden observar , ,rlt,.;rsí como Ia cáscara del queso, que se ha rnodi-
r.aracterísticas subjetivas y objetivas de las manifesta- t,,,r,1, ¡ror cl contacto con el mundo exterior.
ciones sexuales del adulto. Es lógico, entonces, conside-
r¿rrlos actos sexuales" (Sterba).
l¡r¡a estructura e¡ ürtud de la cual el homb¡e ha dc
Itr'rrr t¡¡[6 de la dtuación si quiere subsisti¡. Esta estructura hiper-
l,,r¡rr,rlr¡¡r¡l¡r de la corteza ceret¡ral es la que le hace al hombre esfa¡
EL YO ,tt t',tlt'lul Tal estructura, sin embargo, no ¡ace de una inte¡Ierencia
,¡¡tr, l¡¡¡ irnpulsos instintivog y las percepciones externas, sino que
I'rtlrr l,'reud, el yo no es más que una parle d.el ello l¡¡ r,'rrtl¡iones exter¡as son "de la realidad,', en virtucl de la est¡uc_
rur,',li lr corteza cerebral, prefijada por la evolución eurbrionaria
rrrotlifictdo por el impacto o 1o interacción de las pul- tlt."l t {.l,allo), Es decir, se hqbría modificado el concepto primario
siorrls ir.rtt¡r'nas y de los estímulos externos. De acuerdo . I'ltn,l/.tir'() de Freud sobre bases puramente psicológicas, tom¿indose
r.on t,stir hipótesis, formulada desde ei punto de vista Éti , ilr¡rl¡r elemeatoa egtructu¡ales ¡omÁticos y neurológicos, conside_
rñ¡.1,'r..¡rtonceo la eristencia dc un elemcnto, la estiuctura de ta
¡rsicolír¡,,it'o, ei r7o estaría constituido por una modifi-
<':rtirirr rlr'l ¡rropio r,1lo 1. Recurriendo a un ejemplo gro- ',,rl.i¡r ,.rrcl)ral, prefijada por la evolución embrio¡aria: el neocortex.
l,r rrr función neurol6gica da¡la ta poaibitidad al ser huma¡lo clr
+rrr¡rc¡ In rcalidad y ponerlo frente a ella y a todos sus objetos. EI
rIi¡r los írlli¡rros años algunos autores ellos ffartman y tllrnrr ¡r)r¡cepto hipotéüco y psiológico de Freud tiene así una h¿¡se
Kr¡lric ¡ ¡:rsi¡le¡an <¡ue el yo, tal como lo-entre
acepta Rof Carballo, no trttt,rfhll6gica, que correapooderla s lo quc él intuyó e¡¡ sus io,
c¡ el rc¡trltotlo pasiwo de las influencias energéticas internas o exter- r,.ll{{. ¡()r¡ca.
A. TAI,LAFIRRO (:t]IISO BÁSICO DE PSICOANÁLISIS 77
7(t
I':rr¿r rlt:s¿r.tr«rllar la teoría freudiana con su topogra- I ' , 11,,, l;r :rrrtigu:r oposición entre consciente e incons-
fí;L hipotótica del aparato psíquico, se puede decir que ..
'!r, .,.r ,r,, r,s v:ilida, sino que, por el contrario, Se con-
r.l y,i ir cncuentr¿r ubicado entre el nlundo interno y el ' I r r ,¡rrr. l. rlrrc tione irnportancia y en realidad ocurre,
cxtt,r'no, cr) una posición tal que se comporta como recep- r' ,1, , I ¡rrrrrt,o {lc vista económico-dinámico, es que una
tor rlr, lt¡s itnpulsos que le llegan desde ambos calllpos. r.,,, r ,l, l rlo que fue toniada del cllr¡- se opone a
I ) rr r'¿rnte las primeras etapas del psicoanálisis se I urt,rlrro:i instintivr.¡s que tratan rle exptesarse.
irlt,nl-il'ical.r¿r todo el .?o con lo consciente' pero investi- | 1 i/,,,lril)or)o de una organización y es capaz de diri-
g:rciorrcs posteriores detlostraron que esta instancia tiene r,r t,,,l.rr l;rs tcntlencias del cilo hacia una finalidad
¡r;rltcs que llegan al preconsciente y aull al inconsciente. '1, l, rrrrtl¡;r¡l;t-
l)c acuerdo con los centTos nerviosos que los han reci- t l, r¡rlr.r' crinsidcra que el 3/o es ia actividad inte-
birlo, los estímulos externos dejan vestigios que crean, ¡ r r,1,,¡.¡ rlr. ll pelsonalidad, un representante del niundo
t'n csta instancia del aparato psíquico, una ilrlagen del r r, | ,,,, rlr¡(. silve al nrisrrio tien-rpo a las inclinaciones
(ucll)o que en psicología se llanla "imagen" o "esquema ,1, I , 1t',. r.l t¡tte replesentante genuino del DrUn-
('o¡ por.al". ,1,, ,r,r, ln(, - cs -como
ei¡oísta, pues se tige por el prittcipio del
i7o, por su situación entre 10 interno y lo externo,
Ill t.t,', ' ¡ I)(.:i(lo un cierto purrto de vista, ei yo tiene una
t'oincide parcialmcnte con el sistenla de percepción, en , r,r, l,rrL t,s¡rccíficantente nlotola, y podría decirse, a
l:r hipotótica topografía tlel aparato psíquico. rrr,,l,, rl. r'.jcrnplo, que tltane.ia la llave de la motilidad
(Jntr parte (lel Uo es, por consiguiente, inconsciente; , r¡t,r;., )r()r' lo tanto, de impedir que un impulso de1
ot.r'ir, ¡rreconsciente, y una tereela, consciente. ' 1r,, l,rr.rl:r (,\J)r'es¿rrse. Esto, enrpero, no ocutr.e siempre,
I¡r'r¡ud habÍa identificado en sus primer'¿s investiga- t,,' i rr liolt.os luotltontos el j/o y el cIIo están muy uni-
cioncs la censula del suerlo con el consciente, y por ello ,1,, ,,¡r.r'i:rlrnente en los per'íodos prin'rarios de la evo-
l¿rs lt'ntlencias (le este últillo sistema eral) consideradas l,',,,,il, r 'r:r¡rilo la sel)¿¡r'acií)n entl'e alllbas instancias aún
(o¡l)o contlapLrestas a las inconscietrtes; pero en ia ac- r,,' , lr;¡ lrtr.ho nítida. Es entonces cuando el ?o cede
tLr:rlirl:rd, lucgo de habelse descubielto la existencia de ,, , Lr rlr¡¡¡i,'¡ iurpulso que le llega desde el c1lo, situación
l:t ¡r:rlte inconscicnte del yo, ha dejado de confundirse ,¡,', ¡,,',lr i:r ll¿rnt¿rlse ideal y en la cual ai ¡7o se le da
la ¡rosición entle "inconsciente" y "consciente" con Ia ,l ,,.,¡rrlrr r, dc yn ide':rl, que no es 10 misltlo que el ideal
r¡rrc cxiste entre el yo y los in'rpulsos del ¿1lo. '1, I ,i,. I,)l yo ideal lo es para el tllo, pues hace 10 que
I'll h¿rllazgo de la parte inconsciente del go fue resul- ' l, ,tr¡r.r'(¡, y col11o ejenrplo podría decirse que es como
l;rrlo rlcl cstudio ni/rs detallado clel mismo, al que pri- ,,r, ¡,.,,1r,.r1ue hac:e todo lo que el niño desea. Ei ideal
n¡t,r';Lrnor)te sc descuidó, pues resultaba más interesante '1, Lr,,, r.rr c:rrnbio, es una imagen externa idealizada, un
cl nr:rt.t,r'i¿il que afloraba del inconsciente. estudio que ',1,, t,, rlrrl nlodificado pol un pt'oceso que se denomina
¡xn' ol.tlt lrarte revcló la extraordinalia impottancia de ,1, r,lr.;rliz.ación" y al cual el '!Jo tonla corno modelo y
e;l;r inst¿rncin psÍquica, y en la actualidad, dia a día, se ilr, I.r rlI sLr estrUCtUra,
;rrlvit,r'l.r:lt ttascendencia de sus diversas funciones, sobre
Ir¡rio tn tcrapéutica. It, ¡,tllo tltl yo
,t t
'l':rl cr¡n.ro sc ha dicho, a medida que fueron conocién-
rlo:;r. I:rs I'u¡rciones que tiene el ?o, se comprendió que l,r¡ r.l l.l:rnsculso de su evolución, a medida que pasa
l:r o¡ril:;i|ion r)o era entre jo consciente y lo inconsciente, t,,,r l:¡ i rliferentes etapas de su conformación, el Eo sufre
sirro r¡rrc t.xist.í¿r una contraposición leal entre el Uo-y lr.¡il l-¡)rnr;rriones en lo que respecta a su modo de ac-
Io:; irrr¡rrrlsos <lt,l ¿,lio y que los elementos represores eran Il,,r l,ls útil sel-ial¿rr esta peculiaridad pu'es ayuda a la
I'rrclz;r; tlal yo, al servicio del su.pa,ruó, condicionados ,,,rrl,r'',nsión de algunos problemas y mecanismos pato-
l.rrrr¡l¡irir¡ ¡ror lrr f'unción homeostática del primero. 1,,¡.tr'o:t.
l,)l ¡rlirrci¡r:LI ¡rapcl del Uo, por lo tanto. es coordinar .l proceso de fasci'nación
l,irr como 10 denomin6
frrrrcirirrt,rr c irrr¡rrrlsos internos y tratar que los mismos lt, -tal
rrrl.lrl - el '!lo reproduce las primeras percepciones y
¡rttr,rl:rrr (,\ l)¡ (,)i,.rr.sc cn cl mundo exterior sin conflictos. lrr, ¡,,, lo h¿rce con totlo estímulo que le llega. El niño
§
A. T,\LI-AFI.]I{RO CURSO BÁSICO DE PSICoANÁLISIS 79
7fi.
lt,¡ri1.t,:rct,it.udes y gestos simples de los sujetos de su t,,l ¡, ¡rrimario de los períodos evolutivos iniciales es
:uu bit,lr Lc, r,,,r.l¡r.rrlr. placentero, pues introyecta lo que es agra-
()t,r'o tlc los mecanismos del yo prirnitivo es la tenden- .t,rt,l. y ¡rroyecta fuera de él lo que es desagradable, des-
ci:r rr introyectar lo agradable y expulsal lo desagrada- ,lr, r¡rrr, t'stá íntimamente unido a ello, donde rige el
lrlt,. Lrr prinrera realidad que percibe el ni¡io es cornes- t.tt,,¡t'to dcl placer. Lo que predomina, pues, es el pla-
l.ilrlc y l)or lo tanto tiende a introyectar todo io que ve , ,,r y nrrrla más gue el placer.
.v I)roycctal' lo que le desagrade, 1o cual pelnlite com- l,,rr l¡rs primeras etapas de la vida de un¿ criatura
¡rlt'ntler el profundo significado que tiene, psicológica- rl ¡7,, r.rr cstructuralmente débil, pero se cree omnipotente
nr(,nLr:, cl vómito: es una expresión de desagrado in- t,,,r tr.rr(,r en sí mismo parte del mundo exterior, que
con t.t:st¿lble. ¡rrr,r'rrrrrrcDt€ ha introyectado por vía oral. Se cree en-
Io percibido y la introyeccit,n oral
L¿r inritación de trlrr'r.rr l)os€€dor del mundo y de allí nace su omnipoten-
frrrrn¿ur cl fundamento de lo que constituye la kletúif i- ,tr. r l)esar de ser un ?o sumamente pobre (Nunberg).
rurititL'pri'ntaria, primera forma de amor haci¿l un. objeto ,.:r como tiene impulsos de actuación mágica y de
-y t.arnbién primera reacción motora ante estimlrlos ^dr
,,rrrrrr¡rrrtcncia, que nacen e\ el ello y aparecen como tales
cxtcriolesr. ',1 ,.1 //¿r, La Humanidad, en su desarrollo desde las ti-
r¡l,.l,l¡rs primitivas hasta el estado actual, ha pasado
I Mr:lanie I(lein explica en su lib¡o El psicoaniilisis dc /, ¡s niños la trrrrrl,itin por una fase animÍstica, en la que intentab¿
¡rsicologia dc l¡r infancia por procesos psíquicos cle intrr,yección y al
¡rroyceciórr. "El niño, en las primeras etapas de su desa¡rt,tL,r
,l,,unn,rr rnundo recurriendo a Drocedimientos mági-
li(ne rrrr yo que es ante todo corporal, rn estrecha viilculación -dice--,con ,,,'r. Nuntrerg considera que est& etape anirnística es el
l;rs sr'¡rsaciones clue le llegan de su nrismo orgarnismo y:in rLinguna r,,rlrrrlir¡ narcisistico de la evolución de los pueblos. Aún
rcl:¡¡it'rrr co¡r el mundo exterio¡. Luego, crl sus prinrcras rtlaciones lr,,y ric pü€d€n observar en los pueblos primitivos ele-
r orr rjste, el yo sigrre el n¡ecanismo de la idr-.ntific¡ción primaria, lo
r rrirl sigrrific:r tlue el niiro, en esta fase de su cvolución, consi<lc,ra como rrrr,rrlos rnágicos en distintas ceremonias.
txrl.r¡cciente a su propio organismo los objetos del nrun(lo exterior,
(()¡r¡(), t)or ejemplo, el pecho de la nradre. Esta iclentificación ¡rri- ,,,r,, ,,,rrpo.ta^" de u modo aoálogo, retenieqdo las sensacioaee má¡
r¡r:¡ri:r ticrre cicrta analogía con la introyecció¡r oral del pecho y con .¡rrr,lrrhles y por eso cl lacta¡te quiefe pfoy.ctú al mundo extcrior
l:r:rsirr¡il¡cii¡n tle la leche materna. , L!¡,rlestar que le caaiooa ¡u hamb¡e y ou agGi6n io¡atisfrha¡,
' Iil ()rganisñr() del niño conoce no sólo las satisfrrccionr:s cicl tipo It I r¡ ¡'ho úatcmo (objeto cltqior quc él daea) 6 tambiéE el objcto
r¡rrr lr' ¡rrocura la alimentación, sino qur tarll>iún exprrirrrrirt¡ scn- .,,l,re cl cual realiza la proyeccióa dc úu malatar y ací conridcra a
:..rci¡¡¡rr':i rlesagradables, como la de haml>re. ,,r (.r¡o como 'malo', que lo muc¡de intaiomate y 6 por lo tanto
''Urltir l-lltiña suele ir acompañadr por un:r srns¿rción <lr nrorrlcclt¡ra ,..¡,,rrsable por toda! laa otrar ¡a¡aciona deagradablc quc c¡IE-
rrrl.ri,)t rr¡e, cua¡rdo cs muy intrnsa, llega a ser clolorosa. Igualmentt
rl lr¡u¡¡l¡rr'rlrsarrolla, en el niño, un deseo dc nrorrler el 1>ccho ura- "Y ¡»r el co¡¡trario tiene la idea del 'pcho bucno', que o cl que
l,r¡rr) t)r,ir a¡»drratse del alimento quc necrsite. La sc¡rsació¡ de ser l, l,'oduce satisfacciones. El estado de bicnatar del bebe e¡ tal que
r,,,,rrli,l,, y r.l <1r:¡ier¡ de morder son consirle¡arlos por r:l niiio romo 1: l, lr¡¡ce fantaaear con la existe[cia dc objetor extctr¡ores bucnos, quc
rrri.;rrrr r'osrr, yn que se representan simr¡lláneanrente. Es por rllo que ¡. t'¡ ( ocupan por Eu bienestar, y tsmbléfl la dc objetos malm. Quicrc
.l ,rinr) I)irr)sa (todo lo rudimentario r¡ue un niño puede pc:rsar) : l,'r'(,yectarac los primcros tgra conlenar cl bimatar que lc aaaionm,
'l'r,r¡¡¡¡¡ 1,,,,,, rlr:seos de mo¡de¡, teügo la sensación de scr rno¡cli¿lo t,, i rrnl origina la e¡igtc¡cia de objctor 'bueoor intrapelquicm', Y opta
rrtrrr()rru,.l1r..' Cu¡ndo el haml¡re es;:grrda desarrolla cn rl niño un .t',,r¡ltÁncamente por lq proyecidn de lo objctoa'maloa'. Pero no
rr¡lcrr,;,, ¡lt.cr'¡¡ rlc zrgresión, que acor¡par-1¿t de gritos, lla¡rtu, pataleos y .¡.,¡rl)re es posible maate[cr cstar iotrcyÉciona y proyeccioao, pua
,lt ¡r,rir r,,rrcs, y si r:on todas estas cxterio¡izaciones consigue que la l,,r ¡recesidadcs orgánicaa hacm qua el ni6o paEc por pcríodo dc
rrr.rl¡r' Ir ¡rrrrlxrrcione alimentos, entonce! lylo mar.:ha bien; pero si I'i.¡¡cataf corporal y palqúco y otu 6 quc riotc dolor. Todo ecto
rrl(¡ o{) .ri(,r¡lr'c., las exteriorizaciones se prolongan por nrucho tiempo ," ,rsiona cn la¡ fmtaaía¡ del niño la e¡irtocia dc objcto 'bumor' y
y lc , ;ru,,;rrr rrrr¡r scns¿rción de malestar corporal iotc¡tso, eonsecuencia '¡¡,'los' interiors, relacionado @o 16 corcDoodimtc lrterioro.
rlr rr¡r rllr,r,r rlc agresión prolongado e insatisfecho y .ir¡rneñtado pur "Al avanzar cn cdad, cl oiño conce mcjor la realidsd ambiotal
l:¡ t¡rr.r¡rr ir',rr illrrior de ser mordido. y .Bc mcjor conociní@tg a Io que le txmite amñme co¡ aa reall-
"I')l y,r rlr'l rriiro rs, cn esta época, totalñente f)laccDtero y acepta ,l¡¡,1, para traoquilizane dc 16 tcmorc quc dapicrta m éI cu prcpie
rl.l ¡'rr¡¡,1,, rxlr¡irrr lo qrre le resulta agradable y rechaza cor¡ro inexis- ,,sr caividad. El niño sc da cucat¡ de quc au mad¡s ella y ¡o
l.¡¡tr 1,)(l¡, l,' rles:r¡lrrd:rlrlc. El organismo fisico del niiro sc comporta ,urr¡ parte, como crela antF 6 buaa y lo quierc. Antc
-1e¿. tal realidad
rl..sl.,¡r,(1,, r'r¡rrntlo ¿rbsr¡rbe el pecho rnaterno cor¡ su contenido t r rrnquilizadora cl niño prcura guudar rlmprc conrigo a cEa madrc
:rgr:r<lrrl,lc y cli¡¡ri¡r:r l()s c¡crementos que Ie son clesagradaltles. En lo I'ucna o a au imagcn iotrapslquica, para vctrccr eFf lo! tmores quc
r¡rrc rr r.frerc ¡r ¡us srrrs:rcionca interiores, el yo infantil preter¡de tarli- |,,fl objctor maloo interios creu m Él."
s0 A, TALLAFT.RRO cuRso BÁsrco DE psrcoANÁLrsrs gl
l)t' acuertlo con un trabajo de Ferenczi se considera ¡,llrrlrrus, p.or lo general también comienza a hacer uso
<1uc el yo pasa, en el curso de su evolución,por cuatro ,t,' lrr magia de los gestos y agita enérgicámente sus
f¿rsr¡s rle magia y de omnipotencia, que son las siguientes: I,r I/.r¡s. [jsf,o, ev¡Oentemente, produce su efecto, pues
r¡¡¡rl¡ií,n.Ios que ven y escuchan estos desplantes' eitán
1) I,'ase de la omnípotencia incotttlicional, que corres- I,\'rvr('ndo su propra magia y la proyectan, Es el caso
¡ron<lería a ia del estado fetal. Esta es una etapa total- ,1,. rrrr paciente que ante cualquier situación dispiacán_
rnente hipotética y que muchos autores no aceptan.
2) Fase de las alucinaciones mrigicos, período que es
r.r¡r en el sentido de que él nlcesitaba -r.to r}'é"tÉ,
,,,nr.r¡zaba a hacer una ierie de movimientos coreiformes
más fácil de comprobar. Todo impulso en este estado ,¡u,, lc.permitían, "-mágicamente,' obtener tos cuidadói
de la evolución del go es inmediatamente satisfecho por rr¡rr.r'rales que anherFba y la atencidn exclusiva de las
medio de alucinaciones. Así, cuando el lactante tiene t,r,rrrlnirs qug Ig ¡odeaban. De esta manáia ros movi-
hambre, se proporciona una satisfacción alucinando el n¡lr,rrl.os persistían en él e impedían su evoiución iavá-
pecho que desea. También en el adulto se percibe una r¡lrlr., pü€S, por.experiencia,'satisfacciones
situación semejante. En el período en que la regresión sabfa que a través de áste
I lt,o (le actxa-ción obtenía que de otra
se produce durante eI sueño, el yo actira de la misma r¡r¡rlr.ra, no hubiese logrado.
manera. Ei deseo se transfotma inmediatamente en una 'lr Fase de. la. srrpenoridatl del pensamien.to. Frsta
representación alucinada. Como ejemplo podría citarse ,'rr¡t,r parece lnrctalse simultáneamente con el lenguaje,
el caso del sujeto que se despertó a medianoche con sed. ,¡rrr. rlurante los períodos anteriores sOlo
Opinó que hacía denrasiado frío como para levanta¡se e esiáUa inie?"áá,i
ir a buscar un vaso de agua, razón por la cual optó por ¡,,,r rr.nidos a¡ticulados a los cuales se les atribuí; ü;
seguir durmiendo. Entonces soñó que caminaba por una ,,tyrrificación mágica, tal como lo dice Müller en Mito-
tt,uttt (otnparadg) y como aún suele observarse alguna
¡rlaza, en un lugar muy cálido y de pronto hallaba una v,,¿ r'r)tre los niños y los esquizofrénicos r.
fuente en Ia que bebían varios c¿inlellos. I'ue hacia ella,
cn sueños, hundió sus labios en el agua, que estabarnuy l,lrrl.ts fases mágicas del go desaparecen casi por com_
fresca, y sació su sed. ¡rl't, t:uardo son sustituidas por sentido de ia reali_
ll) F'ase de la omnipotencía cott el aurilio de gestos ,ln,l l'ero aun este gs¡fidg puedeelfraCasar en laS alu_
rtágicos. La reacción del niño frente a una necesidad , rnnr.iones típicas, como, por ejemplo, en át de ios
r:orporal se ve acompañada generalmente por un movi-
I lr:l ¿olvaje er incapaz dc difercnciar claramente entr!
"r"o
niento rie,brazos y piernas, llantos y gritos, todo lo cual las patabraE
lr:rcc que, ante estas muest¡as de malestar, aparezcan la r t,,¡ i,l¡jctos, c-imagina quc el crlabón entre un,"Áir. y ci rujcto
,,,,1',.ro denominado, no ca una mera asociación c idcáló_
mrrrlre o notlriza para resolver su situación. Iisto lo va rr,n,.¡rro un vínculo_ vcrdadero y auataacial q". "iüit*¡; los dot dc
lrfirma¡do en la creencia de que son precisamente tajes .r,r,*,,rto tal quc cl daño o malcficio pucdc
.,,,¡ r,'(to facilidad por intermcdio ac su nombrc,-
"r. " una pcraooa
rrrovimientos los que ie producen la satisfacción y tam- ""ti.,,át1. fo haiía por
r,,.,1r,¡,lc ru¡ catrcllos, ¡u! uñes o cualquier p.i.-*át.ri.t
"o-" ae.tt".
bií.n cn la convicción de que sus actitudes y gestos tie- tr I lrr),nbre primitivo con¡ldcra ¡u .o-Lr.
como un"-parte v¡tat ae
ni rr un ¡rorler ilinritado. .r t,.r.()¡ra y fpr eso lo cuida. Ia¡ indio¡ pieter rá¡rr ie ponen dor
(lran ¡rarte de los sintomas histéricos pueden ser con- ¡,,¡¡¡t,¡e¡: uoo "lfijo de la primcra,Ertrella'. _poi.¡iipl-*
,.,,,,¡. !u_ madre y é1, y otro, ..Hacha Filosa.", -o,ri-."-a deque sólo
uro co_
sirlr,r:r<los como el resuitado de una ficción inconsr:iente, ¡ l"rt. De 6ta manera no deja en manor dc 'cu-alq"¡aaa a, nombrc,
on l:L r¡ut' las necesidades no satisfechas son igualrnente 't,r¡ I'rm él cr lo,mirmo su ¡¡erlona, y frcr lo tanto, todo mal
rr,r'olrr¡r<,nsarlzrs por medio de gestos artificiosos. La ,¡m- ,1,'. ,. 19 naga a 'n¡cn¡ Fi¡o.a"
-quc no lc llegarÁ al .,Hijo dc la Hmera
lt ¡t ¡llt"-
n i¡rolt,rrr.i:t a través de los gestos máqicos se mantiene
¡
t.,,ñ rlelincuenter haccn má¡ o meno! lo mi¡mo; el ,.atia¡,,
<'on r':rr¡t<:tcres netos en el cerentonial de los pueblos qy: .l que pucde utilir"r cuaiiri.-m. pcro
no c¡
':.,:"
t¡.,r.r,r"'1" ¡o gu¡roenloT,br"
blcn oculto. Cambiando a menudo de at ver_
¡rlinritivos, los cuales creen que la magia de los ltrovi- ,r..il {¡u-e lograrán cludir t¡ ecclón poticial. -E¡i"--ii¡"-o
.,alla¡,.
nrit,rrtos rlc los hrujos de su tribu tiene realntentc un rr¡r,r.r cl terror que .tlcnen to¡ prlmltlvor . l" f;i;;r;;;. te-t¡¿,
¡rorltl rlrlcrrninarlo. Y aun el hombre evojucionarlo, cuan- ,!¡rr r r¡ento que una lmrgcn de iUor qucda a."trc Cuando ¡e
¿-l fr-"a_.r. y
rlo :;t'rltses¡rt,r'a y no puede expresarse por medio rle las rx,,l.' (1. otro, r. .nÍu¡ti.n. pue¡ temcn quc i-r"lq"lii daño qu-c a. ii
.4, 'T'AL,I-AT'ERRO ClrRs() r]ÁsICO DE PSI(-:()AN.iLisls 83
rJ2
exploradores sedientos que, en rnedio dei desierto, verr ,¡'n rll. Para materializar su deseo presentó, durante
un oasis; también su fracaso se advierte en las psicosis. ,r,,, todos los trastornos vegetativos.del emba-
illclüso la amenorrea y el aumento. d-tl abdomen'
,,,r,,,,',i,,*Á,
Percibir, adapta.rw a la raulid,atl y actuar son las fun- tlritrrdo una persona normal quiere satisfacer un Im-
ciones lnás elevadas del yo, pero todo hombre en algún el mun-
¡,rrl,,r, rlcl ello, iitenta, si le es posible, modificar
momento puede tener un pensamiento mágico, Siempre ll,, ,.r1,',lior. ía formá en que puede hacerlo es por medio
considerará como augr.lrios funeñtos el pasar bajo una ,1,, lir técnica, de sus conoóimientos, de su.-experiencia y
escalera y volcar el salero. Admítase que ulra pizea de ,i,.1 .ri-i"*, áuscular, y entonces lo modifica en forma
este sentimiento hace a la vid¿ más agradable de lo que i;;i ;;;;;;;; t"iitt*""iói pueda Ilevarse a cabo, Iogrando
sería si fuera pura realidad, Lo malo po,ra el hombre ,r,,i i¡r descarga de1 instinto de u¡ra manera socralmente
es que use la magia y crea que está viviendo en la ;,;:,'r;i;bl;;"4;;--.tá l" creará conflictos' A esta modifi-
realidad" ,,,,,'i¡- a.jl 'mundo exterior se la denomíta aloplastía'
La finalidad de una ectuacién adecuada ¿ la realidad y ,,,,i.do, por el contrario, Ia alteración se produce en
es llegar a modificar el ambiente de manera tal que .las ,,1 /r, en el caso del seudoembatazo, el proceso
realizaciones del go y las tqndencias del ello puedau con-
'
,,.,il,é "o*o
el nombre de autoPlastía'
cordar. Alexauder dice qud Ia misión del yo es realizar l;,r."-oo"-éI hombre se adapte a las exigencias reales
una homeostasis, evitando que los impulsos instintivos, ^abandone el principio del
los obstá,culos y sstÍmulos externos sean exr:esiyos" sir-
,t,.'i;;iá;Á ""á!-*rió que
i,i,,,l". u fin de poder desánvolverse armónicamente con
viendo por lo tanto como barrera reguladora. Es decir, in rcalidad, que es la salud.
llega el impulso al go, éste lo diferencia según el ámbito
desde el er¡al vien.e y luego realiza una ordenación y
síntesis de los impulsos anárquicos que proceden del ello. l)os funciones imPortantes d,el Yo
El saca resultantes de esta síntesis y trata de des-
gro I,ll zo tiene dos funciones muy importantes, que son
cargar en un solo rnovimiento, en un proceso económico ¡ "ximei de la reatid,ad y el trabajo de síntesis'
dinámico, una cierta cantidad de energía.
El ga no sólo es capaz de actuar sobre el rnundo exte- Iirut»en y sentid,o d,e la realid,ail' Se ha dicho que
r,,¿oi*pofti volitivo procede del eLl.o, peroquesu acción
rior, modificarlo, sino que puede también actuar sobre un rm-
el organismo, condicionando las reacciones de éste hasta ,lttrende por completo del go, a punto-.tal
tal punto que llega a simular le realización de un deseo. p"áa" ser éompletamente neutralizado'. Para ac-
Muy a menudo se ven en l¿s clínicas obstétricas casos ',,,í* de esta manera, el yo tiene la "llav'e" de la moti-
i,,ar
de mujeres que presentan todos los signos del embarazo riif"¿,-que ie permite al mismo tiempo -comprobar la
sin que en realidad estén grávida§. Se trata por 1o ge- ,.*istánáia ,".Í d" los objetos. En la duda sobre la
neral de mujeres estériles e histéric¿s que en esa forma lo piimero que el-sujeto trata de
';,;i¡;d;"-;loüj"to,
Iurcer es tocarlo. Los alucinados' en un intento por con-
tratan de satisfacer su deseo de ser madres. Una pa- ;,;;;;";; de-la realidad de lo que estánmuy viendo' mano-
ciente s<¡ñó que estaba en carlra y que aperecía un a merludo'
hombre que la obligaba a tener relaciones sexu¿les i,.;;-;; ei-aire, como se los vé hacer
ii.J. t""i"ti"a de "omprobación constituye el "examen
fotogralla ec rc¡rroducirá cn elle¡ ml¡mor. Y a la invcr8a,
,lt¡ Ia realidad".
".-" -" el noüo ¡c enoja coa ¡u amada, rompc [a foto, Ircro m rcali-
cuando Pn ias etapas más evolucionadas del yo-talIaexamen
motili-
dad lo quc está expresando e¡ r¡n derm que m la vida rcal nunca ,r--"o-"" ,.ilin con el auxilio exclusivo desuficientes
se atrcvcr(a a realizar. Esta forma dc aetuacidn mógica la utilizan ir"¿,-lr-i"ietigencia o las reminiscencias son
con frccucncia los hahice¡e para pracücar ¡u¡ maldiciog. A uoa
fotografín dc la pcmona guc oc quicrc "dañar" lc clavan un alfilcr ilr., p""r"i[i"i" al sujeto comprob-ar si el elemento existe
cn cl corazón *ai Io que dseaa s que muera- o en la cabeza, ri i'ii-ár-*""a, exterioi o si es sólo un producto de su
lo que dercan a quc pierda la razón. O cu otro¡ ca¡o¡ modctan una iu"[a"ía. El 7o se vale de dos reeu¡sos: el examen de
eotatuilh a rcmcjanza dc la vlctima y lc introduco cabellos o restc
dc uñao de érta y et daño que se hacc sobre la estatuilla se mani-
i"-.átiáua poi medio de la actividad motriz (tocar pri-
fc¡tará tomtrién cn la perrona rcprcrotada. ;;";; t creár después. '.; algo parecido hizo Santo To-
84 A, TALLAFERRo cuRso BÁSICo DE PsIcoANÁLIsIS 85
más . . . ) y luego el sentido de la realidad, en el que ya rr() pueden ser disti¡guidas entr.e
no hay necesidad de Io motor y mediante el cual se sabe ¡rloduce entre ellas un intenso
si, y sólo cuando se
si "eso" está realmente allí. t¡lcrnente separadas, "u"flicto, "áaltan visi_
La tarea fundamental del gro es percibir y al mismo
tiempo establecer si lo percibido se encuentra en el l,t, functón sintética
mundo interno o en el externo. d,el yo
Con el aumento de la
experiencia cotidiana ello impulsos.soü..antagónicos
Nunberg-, con la sedimentación de impresiones -dice
exter- llrl "lpor nins'una
,,.grdos .los y no están
nas fijadas en el sistema preconseiente, capaces, a veces, orsanización ,rii¿;;i;;
ru parte, tiene entre sus funcione" t" á" i a ai,-ñi
de adquirir Ia misma intensidad que una percepción, se tJ*pensar Ia
esos impulso"_,rrriti.¿r,¿otos
produce et el yo, en la porción preconsciente, una ima- ::li::,yÍl -d" accrones o voliciones, pues á-, to"m" ¿"
r'.¡lf,rmlentos,
gen del mundo externo que no difiere esencialmente de ,,,ntradicción (véase proceso-secuídari", pjg, no soporta la
la realidad. ,,,rno armoniza los im¡:ulsos. del ello, 62). Así
No bien se produce la identi<Iad entre el resultado de , r.r'tos concordar con ü.
tieleiu'eso que ha-
la ideación y la realidad externa percibida por los sen- "*is"""iu;'aá-iu ""iriard
r.querimientos.del sup.eryó."8q" y los
tidos, pueden iniciarse las voliciones y las actupciones ,rcnte un unifieador sino tambiéni; ;;"t" n-J es simple_
adecuadas. El reconocimiento de la realidad y la adap- , llo_, la realidad y --- -" ,ilüáo. entre el
tación ¿ ella no depende, desde un enfoque puramente el aup"ryi.- ""
Se puede dec-ir q-ue Ia actividad correcta de
¡rsicológico 1, tan sólo de l¿ estructura del go perceptor ,,)rmal es una función homeostática,-qoe un go
lctuante, sino también de una instancia del propio gro,
la parte autoobservadora que analiza las vivencias antes 'rsuiente: recibir prinrero "ái_rsist" "rio
impüü-d'ilerenciar de
de otorgarles el valor de una perfecta realidad, es decir, lll,nq: .!lega; elementos "t proceso de síntesis entre
luego iealrzar-un
ros orsf,¡nfos que llegan del ello. tratando que
después de haber establecido si el estimulo es interno rracantidad determinaáa_de ónergía
o externo, y si la respuesta no provocará conflictos
¡
,
,'¡r _un
puei.-,1""""rg".""
posteriores. ^solo nrovimiento. Es un
"-""aiae"o
ái-r^J. "oordiñaáár
Lo percibido son huellas o vestigios de impresiones
pero no las impresiones mismas. Las de esta instan-
r.:, .11:.
I I
urcf,a:lryf ::_9.y"yI".las-exigencias
et-superyó Jt"s"" ¿ui .,¿¿,, i, o,._u. q,,"
del mundo
exteri-o¡.
t'or ejemplo: un objeto- despi-erta
cia no corresponden verdaderamente a las sensoriales l,)t.yo esrablece si él objed;-re;'i"na-t";fi; en el ello.
(Nunberg). ,urtisfacción con él no. p_rovocar¿ iji.firl.ao,
-"u"'ición si la
"Por consiguiente Nunberg-, podemos admi- e:tperuó, y por las actitu^des A"i u"a en el
-dice diaria deriva, poco a poco,
tir que de la autoobservación u¡:eio tieiriJ que consi_
rtr.rár eü€ es receptivo..Sólo entoncás
la otra instancia de observación y crítica, desprovista A; ñ;;
,¡ue se despertó en el ,¿¿o, pa"á-q"l;":riiJrs, i_prrr.o
de toda cualidad sensorial." ,,bjeto real, no prohibido'i "i con ese
En el hombre medio no¡mal el go perceptor y el yo "e"e$l¡"[. del yo se
En suma: la función homeostática
enjuiciador se desenvuelven paralelamente, ya que sus rcgún Alexander, por medio de .out"o forr""íon"",rezliza,
actuaciones son armónic¿s, dentro de los límites varia-
bles de cada individuo. Normalmente, ambas instancias 1) La pereepción interna de necesidades instintivas;
I Otror autore!, citados pof Rof Carballo, co¡¡ideran, tal como él
2) .La- percepción de las condiciones externas existen_
¡ni¡mo lo acepta, quc la actiüdad fudamatal dcl yo dc "ha-
r.s, de las que depende ta gratiiieació;;---
cerre crrgo" de la realidad- dcriva impcrioa e ine¡orablcmmtc
-la dc
le hlperformalizaci6n del oecorter ccrcbral, quc obliga al ¡cr viüatc ,r)s3)rmputsos
Facultad integrativa que permite al
e lnstintos entre sí y luego coñ7o coordinar
¡ e¡t¡. do. actiüdadc¡ fundamcntalc!; "cnfrcntanc con la¡ c6a¡ como ,lrl twperyó para adaptar-l_os l. censura
rcrlldnd" y "habénclar con la¡ co¡a¡ como realidad". finJfmenñ ;-il condieio_
El ¡entido dc la ¡calidad ticne una evolucidn lmta y la oriat+ r¡r,s ambientales. y pbr úItimo,
, 4) La,facultad
ción cn el mundo crtemo ¡ la ralud prlquica dcl hombrc dcpcoda
de ¡u corrcto fuacionemimtq ejecutiva, por la cual controla la corr_
rlucta voluntaria.
8ri A. 'I'AI,I"{F¡]RR() r;ut¿sr¡ nÁslco Dtr FSICoANÁLISIS
ó/
cepciones y sensaciones internae y externas son inter-
pretada,s y.rep_re$entadgs. a s-í mismo en Bu mente, b;jo
ALGUNOS CONCEPTOS BASICOS la influencia del principio placer-diaplacer,
DE MELANIE KLEIN
- Ta¡nbién al referirse a l*s fant¿slas ihconscientes,
P. Ileinman lae define como: ,,lss ¡úAonei. prídiáJ
Después de haber estudiado el yo y sus funciones más más primitivas, inhereutes al funcionsmientd ¿ó tis
destacadas y antes de comenzar con los mecanismos de urgeneias instintivas,,.
defensa clel yo y el awperyó, es conveniente, desde un Por_su parte Joan Riviére expresa que: ,,la vida fan-
punto de vista didáctico, h¿cer un somero examen de taseada del niño es la forma en l¿ cuil las ser¡saciones
los conceptos de Melanie Klein, puesto que esta autora' internas y extern-as y sue percepciones son representa-
al ocuparse de lag relaciones objetales en la prinoera da-s e interpretadas en la Btente del iafante bajo Ia
etapa de la vida, ba estudiado especfficamente Ia diná- influencia del principio placer-dolor,'.
mica de la vida emocional del infante y por consiguiente
los más primitivos mecanismos de defensa. Una de las n-ranifestaciones más convincentes de la
actividad de las fantasías sin palabras es la- áe los .sin_
Antes de ent¡ar de lleno en el tqma es necesario trans- tomas histéricos de conversión. En éstos, et pác¡á"L
cribi¡ lo que Melanie Klein y colsboradores aclaran con regresa a un lenguaje pre-verbal y hace uso dé sensa_
respecto a sus descripciones sobre los ternpranos meca- «,iones, aetitudes, gestos y ¡rrocesoJ visce¡ales para ex_
nismos del niño: "en un sentido todas las descripciones presar emociones y deseos inconscientes, es dercir, fan_
por nosotros realizadas son artificiales, porque detremo¡ tasías.
usar palabras para desc¡ibir experiencias qr-re tienen
lugar en un nivel primitivo, antes que la r¡erbalización ,la Un.ejempio-citado por s.Isaacsayuda a comprender
existencia de fantasías que no son verbalizadis. Una
se haya adquirido, y que el proceso de verbalización al niña de un año y ocho ñ¡eses, con un eocaso ¿esarráii;
que nos vernos obligados para poder transmitirlo, pro- de la palabra, vio un zapato de su madre que tenía la
bablemente involuera un¿ modificación de esas primeras suela separada de la capellada y estaba fiotante. La
situaciones; los procesos pslquicoa rnás primitivos están r¡iña se horrorizó y comenzó a óhillar de terror, Du_
ligados y aquella experiencia original de la cual que- ranter una sernana se esca,paba y chillaba si veia a su
remos üraducir el contenido usando sólo palabras, debe nr¿rdre calzando cullquie-r tipo di zapato, v después áá
ser, indudablemente, experimentado por el infante como un tiempo sólo podía tolerai a su madré -"¡ ¿"t* tá"iá
sensaciones, pudiendo decirse que el niño sóIo puede unos brillantes_ zapatos nuevos de entrecasa ha;ta -q;;
usar el cuerpo para expresar Bus procesos mentalee", gradualmente fue. superaudo su estado, * *.¿rá püA,
Es éste uno de los tantos motivos por loa cuales a veeeg v
rrsar cualquier tipo. de calzado. Cuando tenía ya- dos
r<rsultan un poco ext¡años loa conceptos kleinianos.
Antes de continuar eon los conceptos de Melaniei Klein yo.,v once meses (es decir, guince meses despuési, -un
v <'r¡laboradores, recordemos qué expresó Freud cuando rlla, bruscamente, preguntó a su madre con vocecit¿ te_
se refirió al significadc¡ de las fantasías. Expresa este rnerosa:_ "Mamá, ¿dónde están tus zapatos rotos?r, Te_
autor que: "la psiquis responde a l¡ realidad de sus miendo-la repetición de las escenas de terror, aquélla le
cxperiencias, interpretándolas --o, mejor dicho, m¡rl in- rrspondió que los habla tirado, a lo cual Ia niña eon_
l.erpretánclolas o distorsionándolas-* de tal modo suL l,ostó que _ "ellos me podrían haber eomido si no los
jetivo, que inc¡ementa su placer y ¡o preserva del dolor". hr¡bieras tir¿do".
F)ste acto de una interpretación subjetiva de ia expe- Anües de comenzar con loe conceptos de M. Klein es
riencia, que se lleva a cebo por iaternredio de la pro- rrocesario definir la avidez, la eaviáia y los celos.
yee<'ión y de la introyección, es llamado por Freud alu- . Auitlez es uua emocién dó tipo oral qúe consiste en un
t'inación y forrna la base de lo que se quiere significar dcseo.vehemente, im.petuoso e-insaciable, que -excede lo
¡ror "vida fantaaeada". L¿ vtda f¿ut¡seada del indivi- rlle er^ su.teto necesita y lo que el objeto es capaz de
duo es, ('omo se comprende, la forma por la cual las per- rtnr ro¡ ejemplo, v¿ciar totalmente, ehupando- hasta
trtl A. TALLAFERRO CURSO BASICO DE PSI(]OAN.\I-ISIS 81)
gr¿¡ción del yo y el proceso de división de1 objeto, For ll¿lemos una descripción de las conexiones, o sea, tle
óso es tan nítida l¿ separación interna entre pecho bueno l¡r relacirin del niño con el pecho malo. Si se considera
y pecho malo. Pero y pese a que en los tr:es o c¡¡atro ,,1 ct¡adro que existe en la mente del niño a través de
primeros meses es así la reiación objetal con lo§ objetos los ¿rnálisis de los adultos, se ve que el pecho malo y odia-
parciales, M. Klein presu¡oe que también en algunos mo- ,l,r adquirió por proyección todas sus malas caracteris-
mentos el niño llega a ver a su madre como una ima- trr'¿rs tlrrstructivas que eran las que tenia el nino
sen total. pero no difereneiada, como si la imagen ma- rrrr¡rtrlsos destructores orales-- en el momento en que -susse
Iernu fuérá una nebulosa pelo eon dos ele.mentos níti- .r,nl.ia fr:ustrado y odiado. Así, en las fantasías infan-
dos, un pecho bueno y urr pecho rnalo. r¡lcs de esa época, el niño tiene inrpulsos destmctores y
A las experiencias de frustraeión y gratificación, se .rt.,rLe que muerde v destroza el pezón o el pecho, 1o
sul11án dos procesos, que son los básicos y característicos rl.vr)ra. y 1o aniqriila y que luego, el pecho o etr pezón
riel yo yque aI mismo tierhpo contribuyen a su propia lr;tcr:¡¡ lo mismo dentro de sí. Es decir qr-re proyecta su
formación-y estructuración; estos procesos son los de ,r¡l',,sión oral sobre ei fiecho malo, 1o destruye, lo des-
introyeccióri y proyección' que eontribuyen a hacer rnás f.iu ra y luego siente que 1o tier,e arientro, que este per:ho
ambivalente la relación obje-:al. Así el niño proyeeta so- ,r;rkl lo está mordiendo, destruyendo internamente; pero
t¡re el pechr¡ bueno las cos¿s buenas qne siente, -y las coses , lrro no sólo hay en ese per'íodo rle la evol.ución libidi-
rnalas lobre el pecho malo. l)e este modo quedan estrue- ,(,:iir imp!¡lsos sádico-r¡rales, sino tarnl¡ién anales v ure-
turados dentro del contenido de su inconsciente (recuér- lrrlt's, el niño fantasea ata<:ar el pecho materno con
dese lo ya dicho) que estahan los representantes. internos ,,r'ur¿rs ponzoñosas y excretnentos explosivos y desinte-
de objetos, dobles o imágenes) una imagen interna de ¡ r nrlores, siendo ésta la razón por la cuai teme que el
pecho bueno y una ima,gen interna de pecho malo, que ¡,r,, lro s€ vuelva expiosivo y ponzoñoso para é1. Una
se van transforrnando en protobi.po§ que desde ese mo- rrrnl.:lsía de este tipo, muy estrueturada, es lo que lle-
¡¡s¡¡fq fsrman el núeleo del supergó y al mismo tiempo ,¡l it ¿l esos lactantes a no aceptar el pecho materno.
se transforman en el origen de todo 1o bueno y todo lo l'iostiene M. Klein que la hipocondría estaría vincu-
malo. Cada vez que el niño siente algo útil, algo pla- l.¡rl;r cr.¡n la fantasia de objetos per:secutorios i¡rternali-
centerc; eada vei que es recompensado y se alivia su ..r(l(rs, es decir, que en vez de estar en ei mundo exte-
avidez, liberándose de las molestias, lo fa¡tasea como , r,,r', ltis objetos esta¡'ían internalizados y el sujeto tenre-
producido por ese peeho bueno y I éste,stribuye el sen- ,,;r rier destruido interiormente por ellos.
iirse ínteglo y amado, Por el contrario, cada vez que .\ ¡royándoncs en ese concepto de M. Klein da¡:emos
siente hambre, dolor o frío, es decir, molestias perseeuto- ,,rr ,'.jenrplo obstétrico sacatlo de nuestra experiencia: e1
rias, lo atribuye al pecho malo. De este modo la imagen ',1,,'r'to espontá.neo, que como se sabe se produce gette-
del olrjeto externo e internalizado, está distorsionada en .r l¡nt¡nte dentro de los Lres meses der e¡nbaraz-o aun
la mente del infante por sus fantasías, las cuales están , il;¡rrrL) no se encuentren factores sotnátícos que io
ligadas con la proyección de sus impulsos sobre el objeto. ,l,.tr.rrninen, puede llegar a término con psicoterapia
Estas fantasías tempranas del infante las encontranros ,¡,lr'( uada.
en el contenido de muchos cuento§ infantiles' La repre- l,rr fantasía infantil de ese pecho ponzoñoso, explo-
sentante del pecho bueno aparece en la forma del hada, rv,r, rlestructor', enla mujer inmadura pasa de la ima-
que satisface-al individuo, mientrae. en la- -c-ontr*parte-la 1,,,rr rk: pezén a ia de pene. La fant¿sía inconsciente de
bruja representa eI pecho malo. A medida que evolu- rrrr, Ir¿rs embarazadas inmaduras es que el feto se des-
ciona, el mismo niño comienza a Yer que de pnonto uaa ¡,rrr)¡l:r a. partir del pene que ha quedarlo retenido y ubi-
cosa que es buen¿ se vuelve mala; por ej-emplo: está ,.'1,, r:n el úter<¡ en el acto sexual. Se comprende que si
rrramañdo y repentinamente le quitan el peeho, y e poco ' ¡¡r;rntiene la fantasía infantil (en el inconsciente no
le dsn nuevarnente. Por estos motivos en loe cuentos r rrrl,r' cl tiempo) de que el pene es un pezón ponzoñoso
encontramos hadas que son brujas, brujas que son hadas \ ,.\t)losivo! el aborto "espontáneo" se constituye en un
y hadas-brujas. 'r¡r ¡rcl.r) Iógico, puesto que para su fantasía inconscien-
!tl A. TAI.I-AFT:RRO CT'RSO BASICO DT PST(;OANAL¡SIS
93
te, si "eso" que ella percibe en su interior continuara rrirro_ como un perseguido¡ ter¡orlfico y el pecho bueno
creciendo, terminaria desintegrándola. t icnde a tornarse un pecho ideal que -calmirla la avi-
Volviendo a Ia proyección de la avidez: como en la rl(,2 para un deseo ilimitado, en forma inmediata y como
fantasía el objeto está influido por la avidez debido ¿l lrrt satisfacción perdurable. Asl empieza a tener seu-
impulso oral del niño, pasa a ser el elemento esencial t.r¡¡rientos sobre un pecho perfecto e iiracabable, siempre
de la angustia persecutoria, es decir que en la fantasia rlisponible, siempre gratificador. Estas faatasfas -las
el niño siente que ese pecho malo lo persigue y lo quiere r.ncontramos en va¡ias formas; por ejemplo, en Japón
devorar a éI en la misma forma en que él fantasea de- rxiste una estatuilla que representa li imasen de ñyoi
¡ vorar ávidamente el pecho frustrador, y por proyectar lloshu sosteniendo en la manb una bola milagrosa. Segú;
la "tensión" de su hambre, el perseguidor se hace cada lrr leyenda, quien la posea realizará todos sus deeéos.
vez más intenso y persistente. Sin embargo, y pese a lo r)lro ejemplo de la fantasía y de los cuentoe acerca de
expresado anteriormente, en las primeras etapas la ac- H(' pecho perfecto e inacabable, son los árboles con dul_
ción o la actividad del pecho malo y perseguidor está '
, r.ri sin fin que aparecen en los cuentos
de hadas. En
neutralizada por las relaciones con el pecho bueno, Se- ,,l.ro. plan_o, tenemos la maquinita que fahrica dine_
ñala M. Klein que no obstante Iocalizar su sentimiento r,,, la madre cebadora de mate, el sa¡novar y Ia famosa
en su relación con el pecho, el niño también entra en lr,'ltdera doméstica siem-pre bien provista,- Ias cuales,
relación con otros aspeetos de la madre, ya que desde pi('nso, deberían tener Jorma de ieno y color rosado,
pequeño responde a la sonrisa de ella, a sus manos, I ¡,rrra cumplir por completo su papel simbólico.
su voz, al ser sostenido y a sus cuidados, Así es como
la satisfaeción y el amor que recibe en esas situaciones . otro factor que actúa en la idealización del pecho es
lrr fuerza, del temor persecutorio del niño, lo que crea la
le ayudan a n(,utralizar la snsiedad paranoide y aún los rrr,r'csidad de aumentar el p.oder de un objeto Ér".ro, gra_
sentimientos de pérdida y de persecución que fueron trf icador, que anule la aciión del pecho inalo; lálue
despertados por el trauma del nacinriento. Por eso, su lrir('emos cuando nos encontramos en dificultaáes"sy tene_
relación positiva con la madle, le ayuda a vencer el ru()s un amigo que nos va a ayudar: siempre to-ideali-
anhelo, aliviándole la ansiedad perseeutoria y aumen- zrrrnos,_atribuyéldole una cantidad de cualidades que a
tando de es<, modo su confianza en ese pecho hueno. v,.r'r,s-él está lejos de poseer, para que anule la situa-
, r,,rr desagradable que sería Ia parte mala y
de esa ma_
r,',ra sentirnos más apoyados y aliviados de la situación
(]ARACTERÍSTICAS DE I,AS EMOCIONES ,llrl)lacentera. Por eso podemos decir que el peeho idea_
DET, NIÑO PEQUEÑO lrz:rrlo es el corolario del pecho perséguidoi y que la
rrlr':rlización deriva de l¿ nécesidaá de ,.e. proiegido dé
La diferencia esencial entre relación objetal infantil l(,:i objetos persecutorios y, por lo tanto, la ideal-ización
y madura, es que mientras el adulto eoncibe al objeto ,'rr rrn método de defensa contra la angustia persecutoria.
como existiendo independientemente de é1, el infante IIay un fenómeno en la vida co¡riente que nos ayu_
siempre lo refiere vinculado eon sí mismo, En su fan- rl¡rr:i a comprender la forma en que el proóeso de idéa_
tasia asume una posición onrnipotente con respecto a sus liztción se realiza; por ejemplo, la saiisfacción aluci_
objetos. Ellos le perteneeen a é1, son parte de é1, viven rrrtoria en un sueño. Durante la satisfacción alucinatoria
solanrente a través de él y para é1. Aún el objeto pro- ,'¡rcontramos que la frustración y la ansiedad derivadas
yectado sigue relacionado con el cuerpo del infante, des- ,lr. .rlistintos orígenes están superadas, que el perdiáo
de el momento que no existe una nítida distineión entre
st¡ cuerpo y lo que es exterior. ¡rlcho externo está reeohrado i que el sentimiánto de
l.,.ncr ut1 pecho ideal internalizado está reactivado. Como
iln
términos generales se puede afi¡mar que el ser ,'l ¡recho alueinado es inacabable, I)orque lo que se alu-
cxtremas y poderosas constituyen una de las caracterís- , irra ideal, la avidez es momentáneamente
ticas que presentan las emoeiones del niño pequeño, y -es_un pecho
.rrti_sfeeha. Sin emhargo, tarde o temprano. la tensió¡r
de ello se desprende que el peeho malo es vivido por eI Irr.lrigica de hamhle lo vr¡elve ¡r la realidarl do la fn¡s-
94 A. TALLAFERRO CURSO BÁSICO DE PSICOANÁLI§IS
95
tración con todas las emociones que son vueltas a expe- , , 1,, ,.xistiendo por r¡rnmerrtos una accií¡n simultánea
rimentar nuevamente. En la satisfaceión alucinatoria I t,r !,('r'sr)s esquizoparanoides y procesos depresivos.
se ponen eu juego varios mecanismos defensivos funda- t , .trrrrl¿sía de que el pecho está despedazado o que
mentales. Uno de ellos es el control omnipotente del t ¡,,,1,,r r¡s hueno y nlalo, también produce una
objeto tanto interno como externo pala que el gto tome ,, ' I t¡,t, aunque no es una división de idéntic¿ divisíón
natura-
completa posesión de ambos pechos, Lrueno y malo, y r, ., I os primitivos métodos de divisió¡r influyen fun^
tanto interno como externo. Después, durante Ia satis- l',',,, nlrrlmcnte en las vías por las cr¡ales en cualquier
facción alucinada se mantienen separados Ia idea del , r ,,1,, t)osterior, la represión, aI recltazan,, determina a
pecho perseguidor y la experiencia de frustración, de ,r ,,.., l,¡,; grados de interacción entre ei incr_lnsciente y
la idea de un pecho ideal y Ia experiencia de haber sido ..,r ,,,.nte.
-En otras palabnas, la extensión en que va_
satisfecho. Esta hendidura es Ia que conduce a una ,,,,,..¡,:rrl,cli de Ia mente permaneeen ,,porosas, o,,p-errnea-
división del objeto y a una división de sentimientos, lo r,r. " ,.ir su mutua relación está dete¡minada - por Ia
cual está encadenado con el proceso de la negación. t,¡' | .r o debilidad tle los bempr.anos mecanistrtos eisqui_
Hemos dicho que en la satisfacción alucinatoria es
donde encontramos la negación en forma extrema, y es I ,,. t,r.rlores externos Lamlién juegan un papel
tan extrema que conduce a la aniquilación de cualquier ,.,,,,,, r,ir hemos tlicho, desde ei ,:oñrienzo áe-ia vitai,v:ida.
objeto o cualquier situación de frustración. ¿Con quién i ".r, l,).s estírnulos que intensifican ei temor persecu-
r,,,r , r'r,luerzan los mecanismos esquizoitles y ai
está así limitando la negación? Al preguntarnos esto r,. ,"r,¡,, ,'onto consecuenCia de ello, el yo mismo
podemos eontestar que está limitando con el fuerte sen- l',
lorr,icnza a
r,lr¡ r;r:.
timiento de omnipotencia que es característico de las I' rr,r¡rl so.stiene
primeras etapas de vida. En la alucinación de persecu- _que el yo se rlesarrolla por introyec-
,l,,rrrlr, objetos. En el comienzo de ia vida el objeto
ciones terroríficas puede llegar también a ocurrir que trlr,,y.ctado.es _el pecho bueno, introyectado en siiua_
el objeto bueno, o idealizado, esté como aniquilado, es r t,,¡¡ ¡l¡. felicidad y satisfacción transiormándose
decir, no exista en Ia realidad. Así como anteriormente en áj
ru, lr.r) vjtal dg]-Uo U fo.rtaleciendo la capacidad puru
vimos que podía Ilegar a aniquilar al pecho malo y trt.,,r,r;r(:ión. El pecho bueno interno qu" fo"*r-el útil¡,
perseguidor, parece ser que durante la alucinación de I lr,.r¡¡,rrro superyó, también fortalece'la capacidad de
persecuciones terroríficas, lo que queda aniquilado o ¡rlr¡u v de confiar en los objetos y es por qru resulta
desrealizado o fuera de la realidad o inexistente, es la ,rru l'rrcnte esencial de seguro iontrá la"ao
angustia. En
imagen del pecho bueno idealizado y protector. r,{r, rir)r}lerlto comienza a ser el representanle del ins-
Cuando menor es la ansiedad persecutoria ¿qué ocu- lllt., rlc vida,_pero sólo puede llenai esta funci¿n si esl
lre con el yo?: que la tendencia a la división es menor ,:- sentido co.mo
l,,,lll, 19 dañado, como íntágro y sano,
rr, ¡tr'. nlrpuca que na sldo
y el yo tiende más a Ia integración. Parece ser que pue- introyectatlo con pr.evalencia
rle producirse un paso hacia la integración cuando el ,ll rurrr¡r. y gratificación.
niño no está frustrado, es decir, cuando se siente que- ll,,rr¡,,r ¿""..ipto anteriormente la forma en que el
rido y alimentado normalmente y por eso M. Klein asocia {I'lljrl¡to r)ral impulsa a.devorar y cavar el pecho y que
esa tendencia a la integración como una expresión del rl rlrrrtr¡c deriva de todas_las fuLntes de sadismo, pero
,,"rr.rlos.prin,c.ipales líneas de fantasía, uru pri*ura
instinto de vida, ,rrrrl ,¡:rrlica- ligada a la avidez, que consiste en linea
L,a síntesis de amor y de odio hacia un objeto total ,'rrr,r¡rr rle la madre de cosas buenas deseables e
vaciar el
da origen al comienzo de la faz depresiva alrededor de ideali_
rn,lr;r r¡ue el niño fantasea que eontiene ." lnt""iór;
los cuatro meses. ¿Qué ocurre con la ansiedad depresiva lo r,,¡lrrnda línea de fantasÍa es Ia torma "n aücante de
<'omo resul'tado del desarrollo y las experiencias de sín- pr,,,l,)rni¡lio anal; esta fantasía consiste
tesis? La ansiedad depresiva va haciéndose cada vez ilu"u" el cuer-
""
¡r,r ,lr. lir lnadre con cosas mala_s representadas principai_
más frecuente y persiste durante tiempos más prolon- lrr'rrlr, r.on excrernentos, para daiiai, cotrtrolar ó destrui.
96 A. TALI,.ATERRO <:t tsrl t¡,islc;<) t)[. psr(](),\_\.if r5rs
97
i
ct.rnso sÁsrco DE psrcoANÁtlsls 99
llt{ '\"[AI'LAFERRO
;i;;'i; 'áirrrá"lá"
-i*p"t=o* .v pá' etl-o es sue .el vo intenta l) Vuelta del instinto contra el yo;
irliÑr-l"t ágiesi"os'- Y también el ?r'o úsa ll)) Sublimación 2.
i,ii*-v nt", veá la defensa maní¿ca' r\ lgunos de los mecanismos de defensa, según señala
Arrrr;r 'Freud, son capaces de dominar grandes cargas
Irr,rlirrl.ivas o afectos, mientras que otros, por el contia-
MECA'NISMOS DE DEFENSA DEL YO r lr, srilo pueden controlar cantidades exiÁuas.
f ,os motivos que rigen en el yo la elección de un tipo
Situado entlc el ello y el medio ambiente' y constan- '1,' rrrt'r.anismo no son aún. muy conocidos, pero, en el
tu;;;t" ;";¿rolado
-rt"rtn por- el supergó, se halla el lro en ,rrrrr¡ro de la teoría, se puede decir que esta instancia
;;;;i;" -proceso en él an-
¡lrióil, que a veces provoca
É defensivo' 1.,,,i Drotivos de defensa contrá los iñstintos, según Fenichel, son:
i,iJiii,"Ii"iiá;;.¿;- áuÉ-moviti'a -el
', ,l r,, teme al instinto potque'tem. al superyó\ b) por angustia
I l,r'v¡r (lerivada del seotido de realidad; c) ante la fuerza del ins-
H"?TfJ",1t"liu;i:tti¿:'fi'.:$:::i:,m"l:,"1*: ¡r',r¡¡,¡u. puede arrollar y desorganizar el yo; d) por la oecesidad de
truida. , ,i,l
',¡.r la síntesis. es decir, por los conflictos entre tendencias
A tal efecto, el go construye barreraslosque Ie permitelo
ori- 'l.,r,t (lefensas tipicas del yo precoz (seis meses) frente a la an-
.u&"í."'"iá"i;"Hp"i;;; ; Jolucionar conflictos ,,,,,t,,, ,lr tipo paranoide, son las siguientes. segí¡n Melanie Klein:
cada una
il;;ffi p.'"'i,""poíióia, a" tP*."*ig"i:1i:^9^"-
de las instanclas pslqui¿as' Estos
-tnecanismos defenei' I ) l)isrriación del ohrjeto (eo una partr huena y rrna mala,
,,,,,,,v.,,.ión de la buena).
e
;;-';;"- ;ti[rados'pof "i g, u" suolucha. contra peligro¡ ' , I risociación de los imprrlsos.
r r Irlerrlización.
ambien.tales' Freud
i;i;;;;]q;ü;J f uit""p*íq"icos.denomin-acjón I r Nrgación de la realidad ir¡terio¡.
;;;É; ;";'p.im""a véz ésta en el año , r N"gación de la realidad exterior_
;r';i ;rtrüü iÍe defensa' para in- ¡ A l'(,có de le6 emocioneÁ
;iiil;, Neuripsicosis
l
psíquica apela a la represión cuando necesita combatir. .¡',.r rru. fijación, o sea que la lepresentación reprimida
anté todo áereos sexuales. Pero Ia represión es el meca- c,. rurnl.iene inmutable a partir de esc momento, que-
,lc¡rrl,r r,l instinto ligado a ella. La segunda fase es la
nismo más peligroso, debido a la disociación simultánea t t.t't t tttt,¡t propiamenta d,icha, qae recae sobre las rami_
que produce en-el yo. Los otros mecanismos se emplean
pr,,biblemente frente a impulsos,agresivos o .sólo com- rt¡ ¡¡ r.rrr,s psíquicas de la representación reprimida o
plementan Io que la represión ha deja<lo-inconcluso o qrle o,,1,r,, rrtluellas series de ideas procedentes de fuentes
ietorna de lal ideas prohibidas cuando Ia misma ha ,tl"llrrl¡rs, pero que se han ligado asociativamente a dicha
fracasado. t r¡, t r''rr,¡¡f.¿sló¿.
l',r' lo tanto, la represión propiamente dicha es un
¡.,,,r secundario. Debe considerarse que primero actúa
Lu represión j
Ir,',
f¡ ¡,.¡rrrlsa que parte del ao y luego la atr.acción que lo
Es el proceso en virtud del cual la libido del sister¡ra, ¡rrlrrrrlivumente reprimido ejerce sobre todo lo otro con
preconsciente cs sustraída, de modo que un acto psíquico lr,¡rrr. ¡rrrede ponerse en contacto asociativo.
no pueda encontt'at el camino que conduce al sistema l.l lr,presión no alcanzaría su propósito si estas dos
coniciente y ¡ror lo tanto debe hacerse o permanecer in- ll¡,r /r'r no actuasen aunadas. El hecho de que una re-
consciente (Nunbcrg) . ¡rr,o,,rrllción esté reprimida no impide que la misma
O, conro dice Freud, es "impedir al impulso instintivo lr¡r,lrl. en el inconsciente y continúe organizándose,
el acceso a la motricidad, pero al mismo tiempo man- fr,'rnrl() ramificaciones y estableciendo relaciones, cons-
tenelle intacta su carga de energía". El histérico, por lllrryr.rrrlo lo que se denomina tn complcjo. Es decir,
t:jenrplo, provoca, mediante la represión, cl hundimiento nl¡ ,,»rstelación de idéas asociadas entre sí, afectiva-
en el inconsciente de la causa de su dolencia. nrintr. ('nrgada, y en particular de ideas inconscientes.
[-a I epresión constituye una fase preliminar de la l" ,rr¡c la represión hace es impedir la relación con
condena, una noción intermedia entre ésta y la.fuga. Él ai"lcnlr¡ consciente y la aetuación del instinto en el
La satisfacción del instinto reprimido sería posible y ilrir[10 (,xtefiOf,
placentera en sí, pero inconciliable con otros prineipios r,'nrr('('uencia de su acción es el hecho de que aI ser
-displacer. Por una parteuna
v aspiraciones. causaría placer y por ,rr,.turrrln a la influencia consciente, la representación
otla Por 1o tanto, condición indispen' ,lrl lrlrtinto se desarrolla en una forma trrucho más libre
sabie de-la represión es que el motivo de displacer ad- ¡ .r.¡,li:r. Ta! representación instintiva crece y halla
quiet a un poder superior al del placer que produciria ¡¡tr.rrr¡rs formas de expresión. Esta engañosa energía
la satisfacción. Lógicamente, para que esto ocurra, es '1,,1 r¡',linto es consecuencia de un ilimitado desarrollo
n¡enester que el srtTrcryó y el sentido de realidad tengan ,lr' l¡r Irrntasía y del estancamiento que surge como re-
un suficiente grado de desarrollo. rrrlt¡u¡lr. de que se niegue la satisfacción.
La función exclusiva de la represión es rechazar y r, , rrtbarlEo, no puede considerarse como absoluta-
,
nlantener alejados del consciente determinados elemen' l¡ rrl, (,X:teto el concepto de que la represión mantiene
tos, nrecliante un esfuerzo continuo y permanente. Esto xl' ¡,,,1,,: rlel campo consciente todas las ramificaciones
significa r¡n constante gasto de enerÉiía y es por lo mis- de 1,, ¡rrirnitivamente reprimido. Cuando esas ramifica-
rno ¿rntiect¡nómico. Pod¡'ía citarse como simil de repre' tl,tt,',1 ';1' han distanciado suficientemente de la repre-
sirin el trabajo que debe hacer el hombre que quiere r,¡rt¡¡, r,r) central o nuclear del complejo, sea por defor-
¡rruntcner hundido en el agua un barril vacío. Debe usar rrñ, i,,n r) interpolación de numerosos elementos, se llega a
rrnir fucrza constante, ya que la interrupción de la mis- rr¡r r r,l,r'cselltación que puede aflorar al campo de la con-
rnt permitii'ía al barril emerger inmediatamente a la r lr rr, r¡r Matemáticamente podría decirse que Ia fuerza
su pr.rficic. 'l', ll lr.¡rresión es inversamente proporcional a la dis-
'l'rrrla leplesión consta de dos fases, Una rapre*ión larr, rn rlu(. media entre ellas y la representación nuclear.
¡tri»tilí»tr t) l'opnlsa que aleja, del campo de la concien- I'r,.r'rr:rment€, hasándose en esto puede llevarse a cabo
cirr, lt lc¡rtesentación psíquica del instinto, lo que pro- lB tr.rrl)ia psicoanalítica que toma en cuenta este ele-