Der. Civil
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Der. Civil
DERECHO
CIVIL
ISSN 2313-4828 (impresa)
ISSN 2415-2277 (en línea)
DERECHOS
DE LAS PERSONAS
CONTENIDO
Doctrina práctica
Cambio de apellido: justos motivos
Luis Moisset de Espanés
... ..... . ..... . ..... . ..... . ..... . ..... . ..... . 133
Reseña de jurisprudencia
La excepción para el cambio de nombre debe ser interpretada
conforme al derecho a la identidad y al libre desarrollo de la personalidad
(CAS. N. º 4374-2015 Lima) ... .... .. .... .. .... .. .... .. .... .. .... .. .... .. 153
Área práctica
Doctrina Derecho de las personas
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
Cambio de apellido: justos motivos
RESUMEN ABSTRACT
El autor reflexiona: ¿el cambio de apellido The author reflects: does the change of
requiere de justificación?, ¿el principio de last name require justification? Is the
“inmutabilidad” del nombre se concibe principle of “immutability” of the name
como dogma?, ¿solo los elementos de la conceived as a dogma?, Are the elements
personalidad y la individualización del of personality and the individualization of
nombre destacan en las relaciones privadas the name the only ones that stand out in
y públicas?, ¿el uso y/o las leyes determi- private and public relations? Does the use
na el orden de los apellidos?, entre otras and / or laws determine the order of last
interrogantes. names?, among other questions.
Palabras clave: Inmutabilidad / Persona- Keywords: Immutability / Personality /
lidad / Individualización / Preeminencia Individualization / Preeminence of last
de apellidos names
Recibido: 14-02-17 Title: Change of last name: fair reasons
Aprobado: 31-03-17
Publicado en línea: 02-05-17 Author: Luis Moisset de Espanés
* Doctor en Derecho y Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Miembro
del Consejo Consultivo Internacional de la revista Actualidad Civil del Instituto Pacífico.
que dependía de su voluntad, sin que Art. 67. Cónyuges. Cualquiera de los
necesitase pedir ninguna autorización cónyuges puede optar por usar el apellido
del otro, con la preposición “de” o sin ella.
judicial para hacerla efectiva. Si opta-
La persona divorciada o cuyo matrimonio
ba por continuar usándolo, el marido ha sido declarado nulo no puede usar el
podía solicitar judicialmente que se le apellido del otro cónyuge, excepto que por
prohibiese hacerlo cuando mediasen usar el apellido del otro cónyuge, excepto
motivos graves. que por motivos razonables el juez lo au-
torice a conservarlo.
El cónyuge viudo puede seguir usando
IMPORTANTE el apellido del otro cónyuge mientras no
CONSULTA
Una persona observa que su hermano ha recaído en el uso de las drogas,
consumiéndolas con más frecuencia incluso después de haberse reha-
bilitado, por lo que demanda la declaración de interdicción, el estado
de incapacidad relativa y su nombramiento como curador. Afirma que
su hermano no tiene hijos, ni cónyuge y el patrimonio que detenta lo
usa de forma irresponsable pudiéndolo llevar a un estado de miseria. El
supuesto toxicómano argumenta que el accionante no tiene legitimidad
para pedir su interdicción, puesto que no convive con él, ni este depende
económicamente de su patrimonio, sin perjuicio de no tener el estado de
dependencia que se sostiene en la demanda. Luego, en audiencia pública,
el juez analiza la capacidad de discernimiento y recibe un informe médico
sobre el tratamiento de reinserción social del demandado que está por
culminar. Se nos consulta si el juez debe declarar la interdicción solicitada.
RESEÑA DE JURISPRUDENCIA
Reseña de jurisprudencia
Cas. N.º 4374-
2015 Lima La excepción para el cambio de nombre debe ser
interpretada conforme al derecho a la identidad
y al libre desarrollo de la personalidad
CAS. N. º 4374-2015 LIMA
Publicado en Sentencias en Casación, año XXI, N.º 724
(El Peruano 28-02-17, p. 89281)
Proceso Cambio de nombre
Decisión Fundado
Normas aplicables Código Civil: artículo 29
Fundamentos [S]i bien es cierto, el artículo 29 del Código Civil, establece una regla general que nadie
jurídicos relevantes puede cambiar su nombre (ya sea adicionando, suprimiendo, modificando) por el
carácter inmutable del mismo, salvo cuando se presenten motivos justificados y medie
una autorización judicial, publicada e inscrita. También es cierto y más importante que
esta disposición contiene varias normas que deben ser interpretadas de acuerdo con los
valores reconocidos y protegidos por la Constitución antes indicados y procurar su mayor
grado de satisfacción, y el “motivo justificado” para variarla no puede ser calificado de
forma subjetiva por el parecer del órgano jurisdiccional, pues esa causa forma parte de
la esencia misma del derecho a la identidad, que tiene un contenido psicológico de la
personalidad, de ser identificado de forma individual y considerado distinto.
TEXTO DE LA CASACIÓN
1 A folios 153.
2 A folios 143.
3 A folios 113.
4 Ver folios 113.
además de su prenombre— de sus dos (2) apellidos, es decir, de Juan Hermoza Ríos, de
manera tal, que la petición de proseguir con la tradición del uso de ambos apellidos por
parte del demandante, esta vez a partir de la denominación compuesta de su apellido
paterno, encuentra un sustento razonable, en la medida que ello obedece al prestigio y
notoriedad alcanzado por su progenitor a lo largo de su vida, razones que determinan que
la solicitud planteada corresponda ser estimada, máxime, si aquello no causa perjuicio a
terceros, en tanto, de acuerdo con los certificados de antecedentes judiciales y penales5,
el actor no registra ninguna anotación; asimismo, según la constancia expedida por In-
focorp, no se aprecia que se encuentra reportado por deudas en dicha central de Riesgo6.
2.7. En tal sentido, tomando como base el principio de identidad y libre desarrollo de
la personalidad, de conformidad con las pruebas aportadas, llega a la conclusión que
existen motivos justificados para estimar la demanda planteada.
SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA. 2.8. La Sala Superior en la sentencia
de vista del 09 de setiembre del 20157, revocó la sentencia apelada y declaró infundada
la demanda. Consideró que, el pedido formulado, a la luz del artículo 20 del Código
Civil, se puede concluir que resulta manifiestamente inviable, pues la ley sustantiva ha
determinado de forma expresa que a toda persona le corresponde únicamente el primer
apellido del padre y el primer apellido de la madre. Bajo la premisa antes expuesta, al
demandante Juan Carlos Hermoza Novoa, corresponden a su padre Juan Bosco Hermoza
Ríos y su madre Dora María Novoa Miranda, conforme a su partida de nacimiento8;
por lo que, no es posible que se produzca adición alguna en el modo que propone. 2.9.
Sin perjuicio de lo antes mencionado, aún en el caso que dicha modificación fuera
permitida, por motivos justificados, conforme el artículo 29 del Código Civil, no se ha
acreditado en autos razón suficiente para adicionar el apellido “Ríos”, pues el interés
para el cambio de nombre no surge, porque se le reconozca con los apellidos de su padre,
como ya se le reconocía con anterioridad a la presente demanda, aspecto no demostrado
en autos, sino por la fama o relevancia que ha tenido o tuvo su padre, hecho que puede
resultar meritorio por haber accedido a un cargo de elección popular y contar con un
reconocimiento social, pero a la vez insuficiente para ameritar una adición de apellido,
en tanto, el colegiado entiende que se requiere una justificación extraordinaria, como
haber realizado una contribución significativa a la vida social, política, económica y/o
cultural de la República, que justifique mantener sus apellidos en la memoria personal
de sus descendientes, como en la memoria colectiva de la sociedad.
RECURSO DE CASACIÓN. 2.10. Este Tribunal Supremo, por auto de calificación
del recurso de casación, del 15 de enero del 2016, lo declaró procedente por la causal de
infracción normativa del artículo 29 del Código Civil. Señala que solicitó que se le adicione
a su partida de nacimiento como apellido paterno y siguiente a “Hermoza” el apellido
materno de su padre “Ríos”, para ser reconocido su apellido paterno como Hermoza
Ríos, lo que además, se sustenta en la importancia y popularidad de su señor padre por
9 Diario oficial El Peruano: Sentencias en Casación, Lunes 31 de marzo del 2008, páginas 21689 a
21690.
10 Diario oficial El Peruano: Sentencias en Casación, Lunes 31 de marzo del 2008, páginas 23300 a
23301.
11 Rubio Correa, Marcial, Estudio de la Constitución Política de 1993, t. I. Fondo Editorial de la
Pontifica Universidad Católica del Perú, 1999.
lo que está contenido en el artículo 19 del Código Civil, que señala: “Toda persona
tiene el derecho y el deber de llevar un nombre. Este incluye los apellidos”.
4.4. En lo que respecta al apellido, este representa el nombre de la familia que sirve para
distinguir a las personas, establece la filiación, los lazos de parentesco y la paternidad,
diferencia a los grupos o personas no emparentadas entre sí. Es así que conforme
al artículo 20 del Código Civil, modificado por la Ley 28720, a toda persona le
corresponde el primer apellido del padre y el primero de la madre.
4.5. A su turno, el artículo 29 del Código Civil, precisa: “Nadie puede cambiar su
nombre ni hacerle adiciones, salvo por motivos justificados y mediante autorización
judicial, debidamente publicada e inscrita. El cambio o adición de nombre alcanza,
si fuera el caso, al cónyuge y a los hijos menores de edad”; es decir, que por regla
general se ha establecido que nadie puede cambiar su nombre ni hacerle adiciones;
sin embargo, existe una excepción, la misma que se presenta cuando existen motivos
justificados y se haga mediante autorización judicial, pública e inscrita.
4.6. En este contexto, Enrique Varsi Rospigliosi12, considera tres principios básicos que
rigen la institución del nombre: inmutabilidad, restricción en su elección y dualidad
del apellido, lo que encuentran sustento en la naturaleza pública del nombre, pero
ceden frente al interés privado, cuando el sujeto demuestra que su nombre merece
un cambio. Así respecto al apellido compuesto, indica que, en sus inicios, se daba
por la unión de un patronímico y toponímico, y servía para entrelazar el nombre
de una persona con el lugar en el que vivía; actualmente, el apellido compuesto se
caracteriza por haberse juntado dos o más linajes, es decir dos o más apellidos en
uno.
4.7. Entre las causas para solicitar la composición del apellido se tienen diversos mo-
tivos, pero dado el caso que nos ocupa resulta relevante mencionar tres de ellos:
(1) fama y notoriedad. Esto es la justificación más usada, de antaño hasta hoy. Se
aboga cuando el apellido adquiere una importancia (social, económica, política,
académica, deportiva). Aquellos que logran un éxito personal, trascendiendo en
nombradía, consideran que no es suficiente transmitir un solo apellido, optan por
componer sus signos de familia para trascender nomínicamente en otra persona,
en su descendencia. Es una forma de perpetuar la memoria de esa persona; (2) la
popularidad del primer apellido. Cuando el primer apellido es común o corriente
el sujeto opta por identificarse con ambos apellidos, los que con el tiempo pasan
a ser una sola estructura. La composición evita que la descendencia adquiera ese
nombre de familia ordinario; y (3) la pérdida o extinción de apellido. Debido a
que los apellidos se van trasmitiendo de generación en generación pueden darse
algunos supuestos: i) pérdida del apellido por decurso del tiempo; ii) irrelevancia
por desuso; iii) extinción de la estirpe (al no haber descendientes masculinos que
lo trasmitan, conforme al ordenamiento jurídico vigente). La composición es una
forma de limitar la extinción de innumerables apellidos13.
4.8. Sobre la base de los conceptos normativos antes desarrollados, y de acuerdo con los
hechos del caso, se tiene que el demandante Juan Carlos Hermoza Novoa pretende
que se le adicione a su apellido paterno “Hermoza”, el apellido materno de su padre
“Ríos”, y quedar en lo sucesivo como su apellido paterno el de “Hermoza Ríos”,
pues considera como motivo justificado el deseo de llevar ambos apellidos, y que
este se traslade a sus descendientes; debido a que su señor padre adquirió prestigio
profesional, reconocimiento en la sociedad, y popularidad utilizando dichos ape-
llidos en forma conjunta “Hermoza Ríos” como una sola estructura a lo largo del
tiempo14; máxime si no se aprecia que recurre a este cambio para tratar de eludir
alguna responsabilidad de tipo civil o penal, pues no registra penales ni judiciales15,
por lo que, su motivo se presenta como justificado y libre de impedimento alguno.
4.9. De tal manera, que si bien es cierto, el artículo 29 del Código Civil, establece una
regla general que nadie puede cambiar su nombre (ya sea adicionando, suprimien-
do, modificando) por el carácter inmutable del mismo, salvo cuando se presenten
motivos justificados y medie una autorización judicial, publicada e inscrita. Tam-
bién es cierto y más importante que esta disposición contiene varias normas que
deben ser interpretadas de acuerdo con los valores reconocidos y protegidos por
la Constitución antes indicados y procurar su mayor grado de satisfacción, y el
“motivo justificado” para variarla no puede ser calificado de forma subjetiva por el
parecer del órgano jurisdiccional, pues esa causa forma parte de la esencia misma del
derecho a la identidad, que tiene un contenido psicológico de la personalidad, de ser
identificado de forma individual y considerado distinto; y por tanto, el análisis del
motivo en sede judicial debe sostenerse en parámetros objetivos, de un lado, que se
acredite los supuestos alegados referidos a la (1) fama y notoriedad alegada, (2) la
popularidad del primer apellido, y/o la (3) pérdida o extinción de apellido, según
la regulación actual de su transmisión por línea paterna (lo cual al no ser derecho
natural ni estático podría modificarse); y de otro lado, tal vez en el plano material
no puedan ser acreditados esos supuestos, pero constituirá un motivo suficiente sin
necesidad de ser extraordinario, en tanto y en cuanto, el ejercicio de ese derecho
no contravenga un derecho y objetivo constitucionalmente válido, como serían los
supuestos que a través de este cambio o adición, se pretenda eludir la persecución
del delito o contravenir normas de orden públicos, entre otros casos.
4.10. En sentido, de acuerdo a los antes desarrollado, resulta evidente que el demandante
expone un motivo justificado para variar la conformación de su apellido paterno
de “Hermoza”, por el de “Hermoza Ríos”, lo cual tiene su correlato con el valor
normativo contenido en las disposiciones que regulan el derecho a la identidad,
que comprende el nombre y los apellidos; de forma tal, que en uso y ejercicio de
ese derecho, que comprende el desarrollo a la libre personalidad, una persona,
puede pretender ser identificada de la manera en que sienta un mayor grado de
satisfacción y realización como individuo en la sociedad en donde se desenvuelva;
todo lo cual, ha sido reconocido en la Constitución y desarrollado en las normas
DERECHO
DE FAMILIA
CONTENIDO
Comentario de jurisprudencia
Determinación de la maternidad por técnicas de reproducción asistida
Enrique Varsi Rospigliosi ... ...... ...... ...... ...... ...... ...... ...... 163
Doctrina práctica
La presunción de sociabilidad de los bienes y la subrogación real en
el régimen de sociedad de gananciales
Marco Andrei Torres Maldonado ... .. .... .. .... .. .... .. .... .. .... .. .. 187
Reseña de jurisprudencia
Para acreditar la unión de hecho puede tenerse en cuenta un proceso
anterior en el que se notificó al fallecido en el domicilio convivencial
(CAS. N.º 4543-2015 ICA)... ...... ...... ...... ...... ...... ...... ...... 199
Derecho de familia
Área de jurisprudencia
Comentario
COMENTARIO DE JURISPRUDENCIA
Comentario de jurisprudencia
Determinación de la maternidad por técnicas
de reproducción asistida
Enrique Varsi Rospigliosi*
Universidad de Lima
RESUMEN ABSTRACT
El autor reflexiona si ¿ante la falta de The author reflects if, in the absence of
coincidencia entre la madre gestacional y a coincidence between the gestational
genética se puede determinar la materni- and genetic mother, can the maternity be
dad?, ¿en el Perú se encuentra prohibida determined? In Peru, is surrogated ma-
la maternidad subrogada?, ¿en los casos ternity prohibited? In cases of surrogate
maternity, the principle of biological truth
de maternidad subrogada debe primar el must prevail over the procreational will,
principio de verdad biológica sobre el de among others.
voluntad procreacional?, entre otros.
Key words: In vitro fertilization / Mater-
Palabras clave: Fecundación in vitro / nity presumption / Assisted reproduction
Presunción de maternidad / Técnicas de techniques
reproducción asistida
Title: Determination of motherhood by
Recibido: 17-04-17 assisted reproduction techniques
Aprobado: 18-04-17 Author: Enrique Varsi Rospigliosi
Publicado en línea: 02-05-17
y uterina por lo que debe buscar una 1. Genetrix, madre genética. La que
mujer que cumpla con dichas funciones, aporta el óvulo.
i.e. que permita ser fecundada y termine 2. Gestatrix, madre biológica o gesta-
el proceso de gestación. Es un caso de cional. La que gesta.
maternidad integral. 3. Madre biogenética. La que enriquece
Se produce un caso de progenera- con su material genético.
ción humana integral cuando se cum- 4. Madre legal. La que adopta.
plan con los siguientes requisitos:
5. Madre social. Aquella que lo cría.
a) Espermatozoides del marido. El problema de la delimitación de
b) Inseminación en tercera mujer. la maternidad frente a la utilización de
La madre procreante es la misma técnicas de reproducción asistida se pre-
que la gestante. senta cuando se advierte una disociación
entre la maternidad genética, la mater-
• Maternidad subrogada nidad gestacional y la maternidad social.
Aparte de los dos casos antes men-
cionados, las prácticas de maternidad 2. La utilización de técnicas de repro-
asistida son más complejas y variadas. ducción asistida
La maternidad subrogada pone de En el derecho comparado, casi
manifiesto dos dificultades prelimina- unánimemente se pronuncia sobre el
res :
10 tema al indicar que la maternidad del
nacido corresponde a la mujer que lo ha
a) La confusión del problema de la
gestado, aun cuando se demuestre que
regulación de la filiación con el de
le fue implantado un óvulo fecundado
la regulación de la maternidad por
de otra mujer, prohibiendo los contratos
subrogación.
de maternidad subrogada11.
b) El hecho de que no estén explicita-
das las razones que han conducido 11 Las legislaciones que desarrollan esta figura
a permitir solo la subrogación por se agrupan en tres corrientes. Primera, con-
formada por Australia, Alemania, Austria,
motivos altruistas. Australia, Bélgica, Bulgaria, Canadá, Chile,
Actualmente, es viable que hasta China, Dinamarca, Egipto, España, Francia,
cinco (5) mujeres puedan ser madres Gran Bretaña, Holanda, Italia, Japón, Portu-
gal, Quebec, Suecia, Suiza, Taiwan y Turquía
participando, indistintamente, en el regulan esta figura como nula, las prohíben
proceso biosociojurídico que ella im- y algunas establecen sanciones penales para
plica, estas son: estas prácticas, como es el caso de Alemania.
Segunda, conformada por algunos estados
norteamericanos y Grecia, la admiten a través
10 Seleme, Hugo Omar, “La maternidad por de acuerdo escrito entre las personas que de-
subrogación y los límites de la autonomía”, sean procrear validado a través de un tribunal
en La Ley, n.º 13, Buenos Aires: 18 de enero competente que es quien establece la filiación.
del 2013, p. 2. Tercera, conformada por Brasil, Ecuador y El
Sin embargo, mediante la Casación ley penal no son delito, ni falta, nulla
N.º 4323-2010-Lima13, la Sala Civil crimen, nulla poena sine praevia lege. Lo
Permanente de la Corte Suprema de delictual se produce cuando hay fingi-
Justicia ha dejado establecido que el miento de preñez, suposición de parto,
artículo 7 de la Ley General de Salud no alteración de la filiación y del estado
prohíbe la ovodonación, la misma que civil, falsos reconocimientos (arts.143
no es un procedimiento ilícito, repre- a 145 del Código Penal), tendientes al
sentando más bien un vacío normativo tráfico de niños como es reconocido y
y jurisprudencial. así perseguido.
Debe considerarse que la ley perua-
IMPORTANTE na, en especial la Ley General de Salud,
no se ha pronunciado sobre la madre
Debe considerarse que la ley perua- sustituta. Cuando una mujer acepta
na, en especial la Ley General de Sa-
lud, no se ha pronunciado sobre la ser inseminada con material genético
madre sustituta. Cuando una mujer del marido de otra a fin de entregar a la
acepta ser inseminada con material criatura una vez nacida, la maternidad
genético del marido de otra a fin de genética coincide con la biológica. La
entregar a la criatura una vez naci- madre lo concibe y lo gesta, restando
da, la maternidad genética coincide
solo entrega. La prohibición indicada
con la biológica. La madre lo concibe
y lo gesta, restando solo entrega. La en la Ley General de Salud resultaría
prohibición indicada en la Ley Ge- inaplicable, pues ambas maternidades
neral de Salud resultaría inaplicable, guardan equidad. Lo ilícito se generaría
pues ambas maternidades guardan con la vulneración del Código Civil en
equidad. Lo ilícito se generaría con su norma citada (art. 409 del CC).
la vulneración del Código Civil en su
norma citada (art. 409 del CC). Muchas legislaciones, incluso mo-
dernas como la argentina, consideran
que la maternidad corresponde a la mu-
Solo se trata de restricciones éticas jer que gesta y que dio a luz, aun cuando
al contrariar instituciones jurídicas se demuestre que le fue implantado un
como el parentesco, la filiación, el ejer- óvulo fecundado de otra, tendencia
cicio natural del derecho reproductivo, reconocida en innumerables criterios
pero, como actos médicos, carecen de judiciales a nivel mundial.
sanción penal. En buena cuenta son
actos no arreglados a derecho, ni a la En efecto el artículo 562 del Código
moral, pero al no estar tipificados en la Civil y Comercial argentino establece lo
siguiente:
13 Sala Civil Permanente de la Corte Su- Los nacidos por las técnicas de reproduc-
prema del Perú, Casación N.° 4323-2010 ción humana asistida son hijos de quien
Lima, Lima: 11 de agosto del 2011. dio a luz y del hombre o de la mujer que
TEXTO DE LA SENTENCIA
SENTENCIA
RESOLUCIÓN: 05
VISTOS.
ASUNTO
Proceso de amparo iniciado por la sociedad conyugal conformada por F. D. N. R. y A.
N. B. V.; la sociedad conyugal conformada por F. C. L. S. y E. B. R. U. y los menores de
iniciales L. N. N. R. y C. D. N. R., representados por F. D. N. R. y E. B. R. U., contra
RENIEC.
ANTECEDENTES
DE LA DEMANDA: Fluye del texto de la demanda —folios 144 al 166—, que la parte
actora pretende se otorgue protección a los derechos a la identidad de L. N.R. y C. D.
N. R (en adelante, “los menores”) y al principio superior del niño y, en consecuencia:
1) Se deje sin efecto la Resolución Registral N.° 29 9-2016-OSBORJ-JR10LIM- GOR/
RENIEC, de fecha 29 de febrero del 2016 y la Resolución Registral N.º 299-2016-OS-
BORJ-JR10LIM-GOR/RENIEC, de fecha 29 de febrero del 2016, que declararon,
respectivamente, la improcedencia de rectificación de las actas de nacimiento de los
menores.
2) Se declare formalmente, en las respectivas actas de nacimiento, que el señor F. D. N. R.
es el padre de los menores, procediéndose al respectivo reconocimiento.
3) Se declare formalmente, en las respectivas actas de nacimiento, que la señora A. N. B. es
la madre de los menores, efectuándose la respectiva rectificación.
FUNDAMENTOS FÁCTICO-JURÍDICOS DE LA DEMANDA
La parte actora sustenta su demanda —en síntesis—, en los siguientes hechos:
1. Con fecha 21 de enero del 2005, los Señores N.- B. contrajeron matrimonio y, ante
la reiterada imposibilidad de quedar embarazada por parte de la señora B., decidieron
recurrir a las TERA, concretamente, a la técnica del útero subrogado.
2. Para ello, se procedió a la fecundación in vitro, con el óvulo de una donante anónima, y
con el consentimiento de los Sres. L.-R., se transfirieron los únicos dos embriones fecun-
dados al útero de la Sra. R. Para ello, suscribieron el acuerdo privado de útero subrogado,
manifestando su acuerdo de voluntades.
3. Con fecha 19 de noviembre del 2015 nacieron los menores de iniciales L.N.N.R. y
C.D.N.R. Al momento del nacimiento, los menores fueron consignados como hijos de
la Sra. R. (por ser esta quién los alumbró) y del Sr. N., dado que se aceptó la declaración
de la Sra. R. en el sentido de que el padre no era el Sr. L., su esposo.
4. Posteriormente, iniciaron dos procedimientos de rectificación de acta de nacimiento,
en donde el Sr. N. solicitó que se declare al primero como padre de los menores, proce-
diéndose al respectivo reconocimiento; mientras que la Sra. B. solicitó se declare que es la
madre de los menores, procediéndose a la respectiva rectificación. Tras ello, el RENIEC
declaró improcedentes ambas solicitudes a través de las resoluciones registrales impugnadas
mediante el presente proceso de amparo.
5. La parte demandante fundamenta jurídicamente su demanda principalmente en el derecho
a la identidad de los menores y en el principio del interés superior del niño.
5.1. Respecto del primer derecho, se alega en la imposibilidad de que los menores tengan
claramente determinada su identidad, ya que su filiación maternal está dada con la
Sra. R., con quien no comparten material genético, carece de voluntad para procrear,
criar o cuidar de ellos y, además, al gestarlos, no tuvo ninguna otra voluntad que
colaborar con los Sres. N.-B. Según el demandante, esto también afectaría el derecho
al desarrollo de la libre personalidad de los menores.
5.2. Respecto del principio de interés superior del niño, se alega que las resoluciones del
RENIEC vulneran este principio por hacer prevalecer una interpretación restrictiva
de las normas legales aplicables.
6. Por ello, los Sres. N.-B., los Sres. L.-R. y los menores solicitan que se reconozca la pater-
nidad y maternidad de los primeros respecto de los últimos.
TRÁMITE DE LA DEMANDA:
Mediante resolución 01, de fecha 30 de junio del 2016 —folio 172 a 176—, se admitió
a trámite la demanda y se corrió traslado a la parte a la parte demanda.
Mediante escrito de fecha de presentación, 21 de julio del 2016, RENIEC formuló ex-
cepción de falta de representación de los señores, F. D. N. R., A. N. B. V., F. C. L. S., y
contestó la demanda señalando lo siguiente:
1. Señala que la Sra. B. no acredita vínculos filiales ni biológicos con los menores por lo
que, siendo una filiación de hechos no biológicos, debería emplear el mecanismo de la
adopción.
2. Asimismo, alega que la parte demandante no habría interpuesto recurso impugnativo
alguno en sede administrativa.
3. Finalmente, sostiene que la parte demandante no está solicitando el reconocimiento de
un derecho ya adquirido o reconocido o el cumplimiento de un mandato legal y admi-
nistrativo, sino que se le reconozca un derecho que, a su juicio, le corresponde y que no
es posible ejercitarlo.
Por resolución 02, de fecha 11 de agosto del año 2016, se tuvo por contestada la demanda
y se citó a las partes para informe oral para el día 08 de setiembre del año pasado.
A la audiencia oral solo concurrió la parte actora. Conforme al estado del proceso, co-
rresponde emitir sentencia. Se emite sentencia en la fecha debido a la carga procesal del
juzgado.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Del proceso constitucional de amparo: De acuerdo al artículo 200, inciso 2 de
la Constitución, el amparo procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier au-
toridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza derechos constitucionales distin-
tos a los tutelados por el hábeas corpus y al hábeas data, siendo su finalidad la de proteger
tales derechos, reponiendo las cosas al estado anterior a la violación o amenaza de viola-
ción, como establece el artículo 1 del Código Procesal Constitucional, Ley N.° 28237.
SEGUNDO: Hechos del caso: Si bien la parte demandada ha deducido excepciones —
cuestiones de forma—, antes de resolverlas es necesario determinar primero los hechos
del caso, con el fin de resolver esas cuestiones de forma y, en su caso, las cuestiones de
fondo.
Los hechos son los siguientes:
1. El 4 de mayo del 2016, los demandantes A. N. B. V., F. D. N. R., E. B. R. U. y F. C. L. S.
interponen, a favor propio y de los menores L.N.N.R y C.D.N.R., demanda de amparo
y la dirigen contra el Registro Nacional de Identidad y Registro Civil (RENIEC).
2. Acreditan (anexo 4-A) que contrajeron matrimonio el 21 de enero del 2005 ante la
Municipalidad Metropolitana de Lima y también que intentaron ser padres sin éxito
(anexo 7-A, 7-B, 8, 8-A, 8-B y 9). Por ello, entre los años 2006 al 2009 recurrieron a
distintas Clínicas en las que se determinó como alternativa para el embarazo el método
de reproducción asistida, pues los óvulos de A. N. B. V. no lograban llegar al nivel de
maduración necesaria para producirse el embarazo. Empero, el uso de este método no
logró el resultado esperado, razón por la cual, el 2010, los demandantes B. V. y N. R.
recurrieron al método de “ovodonación” (óvulo donado) y la posterior reproducción in
vitro reimplantado en el útero de la demandante, sin embargo, el embarazo devino en
aborto.
3. Por ello, en 2011 acudieron a un nuevo centro de fertilidad y reproducción asistida para
realizarse nuevos análisis. En dicho centro médico, en enero del 2012, se determinó que
los demandantes únicamente podían optar por el método de vientre subrogado, es decir,
el uso de otro vientre para lograr la fecundación. Es así que buscaron y encontraron la
ayuda de los demandantes E. B. R. U. y F. C. L. S., casados (anexo 4-B), siendo que la
primera de las nombradas aceptó someterse a la técnica de vientre subrogado heterónomo,
es decir, la implantación de un cigoto conformado por óvulos donados y espermatozoides
del demandante N. R. Para ello, las dos sociedades conyugales suscribieron el llamado
“acuerdo privado de útero subrogado” (anexo 5).
4. Realizado el procedimiento, con fecha 19 de noviembre del 2015, nacieron en el Instituto
Nacional Materno Perinatal los menores mellizos inscritos con las iniciales L.N.N.R y
C.D.N.R. (anexos 2-A y 2-B). No obstante, pese a la declaración expresa de E. B. R.
U., quién habría señalado que no sería la madre sino el vientre de alquiler, el médico
tratante, al momento de efectuar el Certificado de Nacido Vivo inscribió como madre a
esta última y como padre a F. D. N. R.
5. Tomando como base esos mismos datos, el Registro Nacional de Identificación y Es-
tado Civil (RENIEC), realizó el registro en las Actas de Nacimiento N.° 79400620 y
N.º 79400640 (anexos 2-A y 2-B) y ante las impugnaciones formuladas expidió las
Resoluciones Registrales N.° 299-2016-ORSBORJ-JR10LIM-GOR/RENIEC y N.º
300-2016-ORSBORJ-JR10LIM-GOR/RENIEC (anexos 3-A y 3-B).
6. Los demandantes A. N. B. V., F. D. N. R., E. B. R. U. y F. C. L. S., consideran que
dichas resoluciones registrales vulneran el derecho a la identidad y al interés superior del
niño de los menores, asimismo, con respecto a ellos, la afectación de los derechos al libre
desarrollo de la personalidad, a la vida privada y familiar, así como sus derechos sexuales
y reproductivos.
TERCERO: Las excepciones deducidas:
3.1. Excepción de falta de representación.
1. La demandada sostiene que la demandante A. N. B. V. carece de representación
con respecto a los menores L.N.N.R y C.D.N.R., a favor de quienes se alega la
vulneración al derecho a la identidad y al interés superior del niño, pues conforme
a la ley vigente ella no tiene la representación legal ni ostenta la patria potestad de
los menores, careciendo de toda forma legal de representación.
Asimismo, señala que F. C. L. S., quien si bien tiene la presunción de paternidad por
ser marido de la “madre” —doña E. B. R. U.—, carece de falta de representación
suficiente con respecto a la tutela de los derechos de los menores pues hasta la fecha
no ha reconocido la paternidad de aquellos. Idéntica sería, conforme a la demandada,
la posición del demandante F. D. N. R., quien si bien la madre de los menores ha
señalado que es el padre biológico y así consta en las Partidas de Nacimiento de los
menores, este no ha realizado el reconocimiento de paternidad ni ha demandado la
paternidad biológica con persona casada, por ello, no puede representar válidamente
a nivel procesal a los menores.
2. En rigor, el planteamiento de la excepción por la parte demandada se circunscribe
a la representación defectuosa o insuficiente prevista en el inciso 3) del artículo 446
del Código Procesal Civil. Esta excepción tiene por finalidad que el juez controle
la capacidad o potestad delegada que tienen los representantes en relación a la
persona que quieren defender en juicio; en caso se determine judicialmente que los
demandantes no tienen capacidad legal de iniciar el proceso, entonces el Juez puede
disponer que en un plazo razonable se subsane este extremo, conforme lo prevé el
inciso 2 del artículo 451 del Código Procesal Civil; si la subsanación no se produce,
entonces el proceso debe ser declarado nulo y archivado.
3. En el presente caso, se observa que, tal como sostiene la demandada, la demandante
A. N. B. V. no tiene la representación legal o establecida que poseen los padres sobre
los hijos menores de edad, conforme lo describen el artículo 419 y el inciso 6 del
artículo 423 del Código Procesal Civil. Asimismo, se observa que, tal como señala la
demandada, el demandante F. D. N. R. no ha reconocido la paternidad de los hijos
extramatrimoniales, conforme lo previsto en el artículo 388 del Código Civil, razón
por la cual tampoco sería representante legal de los menores. En el mismo sentido, el
demandante F. C. L. S., quien si bien tiene la presunción de paternidad a la que se refiere
el artículo 361 del Código Civil, tampoco ha actuado de conformidad con el artículo
388 del mismo cuerpo de leyes, careciendo también de la potestad de representarlos.
4. No obstante, si bien en principio estos demandantes no tendrían representatividad
legal para demandar los derechos de los menores, precisamente lo que reclaman es
que la actuación de la demandada ha generado todo ese conflicto de falta de repre-
sentación de los menores.
5. La defensa RENIEC no hace sino ratificar una situación de perjuicio en contra de
los menores, pues si los padres biológicos, ni tampoco los padres según el contrato
de útero subrogado pueden atribuirse representatividad de los menores, eso generaría
que el Estado deje sin tutela a esos menores, por el hecho de haber nacido usando
métodos de reproducción asistida, asunto que merecerá un mayor análisis, pero
que, en todo caso, es suficiente para notar que estamos ante un agravio y no ante
una situación que pueda justificar una excepción de falta de representación de los
demandantes.
6. Sin perjuicio de lo anterior, este juzgado también debe tener en cuenta que incluso
en la hipótesis que la defensa de RENIEC tuviera asidero legal y constitucional, lo
cierto es que la demandante E. B. R. U., al amparo de la ley civil, tiene representación
suficiente para acudir al proceso constitucional de amparo, ya que ella es la que dio
a luz a los menores.
7. Eso, desde luego, no significa que esa persona sea la única con facultades de re-
presentación, pues tal lectura llevaría a sostener que los otros co-demandantes no
tendrían posibilidad alguna de acceder a la justicia para la tutela de los derechos
de los menores en vía de proceso constitucional de amparo, pese a que cuestionan
precisamente los agravios de RENIEC al momento de la inscripción.
Actuar de dicha forma resultaría no paradójico para la representación de los menores,
sino contraria a la Opinión Consultiva OC-8/87 que reconoce al amparo como un
proceso constitucional asequible, sencillo y amplio para la tutela de los derechos
fundamentales.
8. Por otro lado, no pasa por alto para este despacho Judicial que la fundabilidad de
esta excepción no tendría por efecto que el presente proceso constitucional culmine
sino que produciría —siguiendo el inciso 2) del artículo 425 del Código Procesal
Civil— que el proceso se dilate hasta que las partes transiten y obtengan decisiones
administrativas o judiciales que le brinden la capacidad legal suficiente de represen-
tación, con lo cual, durante dicho periodo, el Juzgado Constitucional avalaría la
continuación de la presunta vulneración al derecho a la identidad e interés superior
del niño, lo que no resulta admisible en nuestro sistema jurídico.
9. Además, los demandantes adultos no actúan solo en representación de los menores
sino también a título personal, con lo cual la excepción debe desestimarse.
3.1. La excepción de falta de agotamiento de la vía previa.
1. La demandada sostiene que contra las Resoluciones Registrales N.° 299-2016-ORS-
BORJ-JR10LIM-GOR/RENIEC y N.º 300-2016-ORSBORJ-JR10LIM-GOR/
RENIEC los demandantes no interpusieron recursos administrativos y por lo tanto
no agotaron la vía previa que debían transitar, antes de acudir al amparo.
con una evidente irreparabilidad de sus derechos pues, por un lado, los señores F. D.
N. R. y, en especial, A. N. B. V., que tiene bajo su guarda a los menores, al no tener
vínculo formal con estos, no pudieron ni pueden transitar libremente con ellos, no
pueden viajar y tienen que enfrentan la sensación de inquietud al salir —en especial
la demandante A. N. B. V.— quien podría enfrentar graves cargos penales al no
tener en vínculo formal con los menores; lo que sin duda tuvo y tiene incidencia
irreparable en sus derechos antes indicados. Por tanto, obligarlos a transitar el proceso
administrativo solo extendería el perjuicio e irreparabilidad ya sufrida en los derechos
alegados.
7. Asimismo, de acuerdo con RENIEC los señores F. D. N. R., A. N. B. V. estarían
sujetos a la voluntad de la señora E. B. R. U. para realizar trámites en hospitales o
clínicas para los controles, vacunación e incluso, como ha pretendido la demandada,
para la interposición de procesos a favor de los menores, lo que sin duda día a día se
convierte en una afectación continua e irreparable a los derechos al libre desarrollo
de la personalidad, la vida privada y familiar y los derechos sexuales y reproductivos;
por lo que obligar a los demandantes a transitar la vía administrativa tendría un alto
costo en los derechos de estos demandantes.
8. Por otro lado, los demandantes F. C. L. S. y E. B. R. U. también se ven permanente
afectados en sus derechos fundamentales; en especial, la demandante R. U., debe
suspender sus actividades para asistir formalmente a los demandantes F. D. N. R.
y A. N. B. V., en especial a esta última, cuando se requiera de la presencia de la
madre de los menores, lo que sin duda afecta su derecho al libre desarrollo de la
personalidad y su derecho a la vida privada y familiar; además, no debe perderse de
vista que al figurar en el registro de identificación como madre de los menores pero
no vivir con ellos deja expuesta a esta demandante a cargos penales, lo que pone en
un peligro inminente sus derechos fundamentales.
9. A su turno, aunque en menor medida, el demandante F. C. L. S. vendría siendo
permanentemente víctima irreparable de la vulneración a sus derechos al libre desa-
rrollo de la personalidad y derecho a la vida privada y familiar, pues en el registro de
identificación civil su cónyuge E. B. R. U. registra dos hijos fuera de ese matrimonio;
en ese escenario, obligarlos a transitar la vía administrativa avalaría la continuidad
irreparable en la aparente vulneración de sus derechos al libre desarrollo de la per-
sonalidad y a la vida privada y familiar.
10. Finalmente, el derecho a la identidad e interés superior del niño de los menores ya
se ha visto y se verá afectada por el tiempo que tomaría a la Administración Pública
decir su caso, mientras demora dicha instancia administrativa, los menores deberían
seguir este escenario atípico en clara contradicción con su derecho al interés superior
del niño que implica las medidas más rápidas y eficaces para la protección de sus
derechos.
11. Por otro lado, en el presente caso, este juzgado no pasa por alto que la regulación
es exigua o casi inexistente con respecto a las formas aparentemente válidas de
reproducción asistida. En ese sentido, no existe una vía administrativa que regula
la situación que es objeto de esta controversia y por tanto no puede exigirse a los
administrados que culmine una vía administrativa inexistente.
de las mujeres para —de manera informada— asistirse de las técnicas científicas que exis-
tan para acceder a la condición de madre. Situación a la que pueden llegar no solo con el
apoyo tecnológico disponible, sino que, en algunos casos, con la cooperación adicional y
necesaria de terceras personas (por ejemplo, los casos de maternidad subrogada común-
mente conocido como “vientre de alquiler”).
Por tanto, si al amparo del sistema convencional que vincula al Estado peruano, una
persona ha acudido a las técnicas de reproducción asistida para —con el apoyo de la tec-
nología y de una tercera persona— alcanzar la situación de madre, sería un contrasentido
que luego de que tal técnica alcanzó un resultado favorable (dio lugar a la concepción,
gestación y nacimiento de un bebé) se perturbe o desconozca la condición de madre de la
mujer o de la pareja que acudió a dicho método.
En otras palabras, si la normativa del Estado peruano no proscribe el uso de técnicas mé-
dicas para la concepción y, en su caso, para la formación de una familia, y, si más bien la
normativa convencional sí reconoce tal alternativa como una manera legítima de ejercer
los derechos a la salud reproductiva, autodeterminación y privacidad, entonces, no exis-
ten razones para que el Estado peruano desconozca la validez o el resultado del ejercicio
del uso de métodos de reproducción asistida, es decir, no existen razones para negar la
condición de madre de la señora B. y la condición de padre biológico de su esposo (quién
aportó los espermatozoides).
Más aún si se tiene en cuenta que la “madre” gestante (la madre genética es una donante
de óvulos secreta), está de acuerdo en que la señora Ballesteros ejerza la condición de
madre. De modo que no existen razones para que el Estado, actuando a través de este juz-
gado constitucional, niegue la protección que el ordenamiento convencional reconoce,
tanto más, si no existe legislación que prohíba expresamente la técnica de reproducción
utilizada por los actores.
OCTAVO: La regulación de las Técnicas de Reproducción Asistida en el ordenamiento ju-
rídico peruano: Sin perjuicio de lo anterior, este juzgado considera importante tener en
cuenta una cuestión adicional. Y es que la defensa del Estado ha deslizado la idea de que
la llamada “maternidad subrogada” estaría prohibida en el Perú, a partir de la norma con-
tenida en el artículo 7 de la Ley General de Salud, que señala lo siguiente:
“Toda persona tiene derecho a recurrir al tratamiento de su infertilidad, así como a pro-
crear mediante el uso de técnicas de reproducción asistida, siempre que la condición de
madre genética y de madre gestante recaiga sobre la misma persona. Para la aplicación de
técnicas de reproducción asistida, se requiere del consentimiento previo y por escrito de
los padres biológicos” (énfasis agregado).
El texto citado puede tener una lectura que limita el ejercicio del derecho de acudir a
Técnicas de Reproducción Asistida (TERA) solo para los casos en donde sirva para una
procreación en donde el elemento genético de la madre coincida con su condición de ges-
tante. Ciertamente, ese es el supuesto que recoge el artículo 7 de la Ley General de Salud.
Lo anterior no significa, sin embargo, que los otros supuestos no previstos en la norma
estén proscritos. Es decir, no puede realizarse una interpretación a contrario sensu del
texto citado para concluir que proscribe el uso de TERA para otras situaciones. Lo único
que puede afirmarse es que EL ARTÍCULO 7 DE LA LEY GENERAL DE SALUD NO
1 En esa línea, recuerda De Trazegnies que las reglas tienen una estructura donde existe un supuesto
de hecho y una consecuencia jurídica que se atribuye al supuesto fáctico, “para que el razonamiento
a contrario sea válido, debemos encontrarnos ante una situación en la que tanto el ¨supuesto de
hecho como [la consecuencia] constituyan una polaridad lógica que no admita otras posturas. Si el
[supuesto de hecho] admite otros hechos ajenos a la polaridad o si [la consecuencia] admite otras
soluciones no necesariamente contrapuestas a la de la regla interpretada, el razonamiento falla. Por
consiguiente, el argumento a contrario es inválido cuando hay otras soluciones posibles además del
texto legal y la solución contraria… Quizá un ejemplo casero puede ayudar a comprender mejor
el problema lógico: en el caso de que una persona tenga gripe [supuesto de hecho], debe adminis-
trársele aspirina [consecuencia]; pero de ello no se sigue que solo la persona que tiene gripe debe
tomar aspirinas; a la persona que no tenga gripe pero que sufra de simple dolor de cabeza puede
también administrársele aspirinas”. DE TRAZEGNIES, Fernando. El derecho civil y la lógica: los
argumento a contrario. En: Themis-Revista de Derecho, N.° 12, Lima, 1988, p. 66.
artículo 7 de la Ley General de la Salud, se entiende que se trata del ejercicio legítimo de
los derechos a la salud reproductiva y otros vinculados.
Esta interpretación, además, encuentra respaldo en el criterio de la Corte Suprema de
Justicia (Cas. N.º 563-2011-Lima) en donde una sociedad conyugal discutía la adopción
de una menor de edad, concebida con la carga genética del esposo demandante, donde la
esposa no aportó carga genética, ni gestó al menor. Una situación similar a la actual. En
ese caso, la Corte Suprema no puso en duda la validez del acuerdo de maternidad subro-
gada, sino que además exigió su cumplimiento. Por tanto, para este juzgado no quedan
dudas que al tratarse de un supuesto no regulado, ni menos prohibido, en el sistema
jurídico peruano, es perfectamente válido.
DÉCIMO: El derecho a fundar una familia como manifestación del derecho al libre desarro-
llo de la personalidad:
Hasta ahora ha quedado claro que el uso de técnicas de reproducción asistida no es un
mecanismo prohibido por ley de reproducción, lo que significaría que se trata de un mé-
todo permitido por el orden constitucional y que, por tanto, los contratos celebrados al
amparo del mismo (contrato de útero subrogado, por ejemplo) también son válidos. Más
aún si ese mecanismo ha sido reconocido por el ordenamiento convencional como parte
del derecho a la salud reproductiva.
Con ese escenario aclarado, este juzgado puede evaluar que el recurso a las TERA también
constituye un mecanismo que coadyuve al ejercicio del derecho a la formación de una
familia, es decir, si bien las TERA no están prohibidas, su empleo solo es posible cuando
tuvieran como destino la formación de una familia, pues lo contrario sería abrir una peli-
grosa puerta a la reproducción de seres humanos para múltiples propósitos, lo que impli-
caría hacer del hombre un instrumento al servicio de fines ajenos a su propia humanidad,
asunto proscrito por el artículo 1 de la Constitución Política que consagra a la dignidad
humana como fin supremo de la sociedad y el Estado.
DÉCIMO PRIMERO: Ahora bien, con respecto al derecho a la familia y/o protección
familiar o vida familiar, se debe recordar que constituye una garantía iusfundamental
prevista tanto en la Constitución Política del Perú como en diversos Pactos Internacio-
nales suscritos por el Perú. En el ámbito interno, el derecho a la familia, en tanto ins-
tituto natural, está inevitablemente a merced de los nuevos contextos sociales y como
consecuencia de ello es que han generado las llamadas “familias ensambladas” que tienen
estructuras distintas a la tradicional que, sin embargo, también merecen protección y re-
conocimiento (STC 09332-2006-AA, fundamento 8). Así, el Tribunal Constitucional ha
señalado que “la familia no puede concebirse únicamente como una institución en cuyo
seno se materialice la dimensión generativa o de procreación únicamente” (STC 6572-
2006-AA, fundamento 10). Por su parte, el Comité de Derechos Humanos ha señalado
que “El derecho a fundar una familia implica, en principio, la posibilidad de procrear y
de vivir juntos” (Observación General N.º 19, de 1990).
En ese sentido, parece claro que las partes, en especial los demandantes F. D. N. R. y A.
N. B. V. efectivamente tienen el derecho a fundar una familia, acudiendo a los métodos
científicos y legales que permite el ordenamiento jurídico peruano, por lo que el RE-
NIEC no puede cuestionar u obstruir la manera en que se constituye y estructura esta
familia, debiendo, por el contrario, facilitar los medios para que esa familia sea precisa-
mente instituida como tal, junto con sus hijos.
Lo anterior no es sino un ejercicio del derecho al libre desarrollo de la personalidad pre-
visto en el artículo 2, inciso 1 de nuestro texto Constitucional. Al respecto, el Tribunal
Constitucional ha señalado de forma contundente que:
El derecho al libre desarrollo garantiza una libertad general de actuación del ser humano en
relación con cada esfera de desarrollo de la personalidad. Es decir, de parcelas de libertad
natural en determinados ámbitos de la vida, cuyo ejercicio y reconocimiento se vinculan
con el concepto constitucional de persona como ser espiritual, dotada de autonomía y
dignidad, y en su condición de miembro de una comunidad de seres libres.
Evidentemente no se trata de amparar constitucionalmente a cualquier clase de facultades
o potestades que el ordenamiento pudiera haber reconocido o establecido a favor del ser
humano. Por el contrario, estas se reducen a todas aquellas que sean consustanciales a la
estructuración y realización de la vida privada y social de una persona, y que no hayan
recibido un reconocimiento especial mediante concretas disposiciones de derechos fun-
damentales.
Tales espacios de libertad para la estructuración de la vida personal y social constituyen
ámbitos de libertad sustraídos a cualquier intervención estatal que no sean razonables
ni proporcionales para la salvaguarda y efectividad del sistema de valores que la misma
Constitución consagra” (STC 2868-2004-AA, fundamento 14).
A su turno, los derechos sexuales y productivos, resultan también manifestaciones del
derecho al libre desarrollo de la personalidad y del derecho a la vida privada, por ende,
la postura del RENIEC, de no inscribir a los menores de iniciales L.N.N.R y C.D.N.R.,
tiene como resultado atentar contra el derecho al libre desarrollo de la personalidad de
los demandantes (en especial, contra su derecho a fundar una familia que es una mani-
festación del primero) frustrando así el desarrollo de un proyecto de vida familiar como
consecuencia de su elección reproductiva.
DÉCIMO SEGUNDO: El interés superior de los menores. Además de lo antes indicado, se
debe tener en cuenta que la Sra. Ballesteros desde un inicio tuvo voluntad pro-creacional
para tener hijos, a diferencia de la madre biológica que desde un inicio —y hasta ahora—
tuvo una voluntad de entregar a los menores a la Sra. B.
También se aprecia en autos, que actualmente la Sra. B. tiene a los menores bajo su guar-
da y que, de hecho, ejerce los cuidados y atributos propios de una auténtica madre (lo
que no ocurre con la Sra. R.), le otorga una mejor posición para ser considerada como
madre de los menores. Y es que este juzgado no solo debe tener en cuenta los derechos de
los adultos que intervienen en esta causa (esposos que querían ser padres y no podían y
esposos que podían ser padres y ayudaron a los primeros) sino también el interés superior
de los menores. Al respecto, el autor Alex Plácido señala que el interés superior del niño:
“[…] es el conjunto de circunstancias que establecen las adecuadas condiciones de vida
del niño y que, en casos concretos, permiten determinar la mejor opción para la debida
protección de sus derechos fundamentales, preservando su personalidad, de prevalencia
de lo espiritual sobre lo material (una vez asegurados ciertos mínimos) y de lo futuro
sobre lo inmediato (sin descuidar un mínimo de equilibrio afectivo), atendiendo en lo
posible a sus gustos, sentimientos y preferencias, etc., que también influyen en los
medios elegibles”2.
De acuerdo con lo anterior, en este caso no existe conflicto o dudas sobre la posición
que ocupan la Sra. B. y su esposo frente a los menores, por lo que lo mejor para ellos es
que su situación familiar no se vea alterada, criterio que, por lo demás, es el acorde con
el sistema convencional de derechos humanos al que nos referimos antes.
En ese orden, corresponde un inmediato mandato para que se tutele el derecho a la
identidad de los menores, derecho previsto en el inciso 1 del artículo 2 de la Consti-
tución Política del Perú. Sobre esta disposición de derecho fundamental, el Tribunal
Constitucional ha sostenido en forma reiterada que este derecho “[…] ocupa un lugar
esencial entre los atributos esenciales de la persona. Como tal representa el derecho
que tiene todo individuo a ser reconocido estrictamente por lo que es y por el modo
como es, encontrándose constituido por diversos elementos tanto de carácter objetivo
como también de carácter subjetivo. Entre los primeros cabe mencionar los nombres,
los seudónimos, los registros, la herencia genética, las características corporales, etc.,
mientras que entre los segundos se encuentran la ideología, la identidad cultural, los
valores, la reputación, etc.” (STC 2223- 2005-HC, STC 05829-2009-AA/TC y STC
4509-2011-AA).
Ahora bien, con relación al nombre indica el Tribunal que este cumple una función
elemental pues a través del mismo “[…] la persona no solo puede conocer su origen,
sino saber quién o quiénes son sus progenitores, así como conservar sus apellidos. El
nombre adquiere así una trascendencia vital en tanto, una vez establecido, la persona
puede quedar plenamente individualizada en el universo de sus relaciones jurídicas y,
desde luego, tener los derechos y las obligaciones que de acuerdo a su edad o condición
le va señalando el ordenamiento jurídico” (STC 4509-2011-AA), en el mismo sentido,
la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha afirmado que “El nombre y los ape-
llidos son esenciales para establecer formalmente el vínculo existente entre los diferentes
miembros de la familia” (Sentencia del caso Niñas Yean y Bosico vs. República Domi-
nica, nota 204, párrafo 184).
Por tanto, junto con el derecho a la salud reproductiva, libre desarrollo de la personali-
dad y a fundar una familia de los padres F. D. N. R. y A. N. B. V., corresponde también
que se otorgue tutela al derecho al nombre de sus hijos de iniciales L. N.R. y C. D. N.
R., debiendo el RENIEC reponer las cosas al estado anterior a los agravios generados en
su contra, anulando las partidas que emitió y emitiendo nuevas partidas de nacimiento
donde conste como sus apellidos paternos y maternos los de los señores F. D. N. R. y A.
N. B., así como que ellos son sus padres.
DÉCIMO TERCERO: La parte demandada debe pagar costos.
DECISIÓN:
Por las razones expuestas y al amparo del artículo 200, inciso 2 de nuestra Constitución
y 1 del Código Procesal Constitucional, administrando justicia a nombre de la Nación,
2 PLÁCIDO, Alex. Manual de derechos de los niños, niñas y adolescentes. Lima: Instituto Pacífico,
2015, p. 190.
TRATADO DE DERECHO
DE SUCESIONES
RESEÑA
En este tratado, el autor desarrolla de
manera clara y completa las principales
instituciones jurídicas del derecho suceso-
rio, como la sucesión testamentaria,
intestada, la masa hereditaria, entre otras;
para ello, se aprecia un análisis exegético y
doctrinario de la materia. El valor de esta
obra es innegable por el desarrollo de una
de las áreas del derecho con gran inciden-
cia en la práctica.
AUTOR:
Augusto Ferrero Costa
Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Doctor en
PRESENTACIÓN
Derecho por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Diploma en DE LUJO EN
Derecho Tributario y Derecho Procesal Civil por la Universitá degli Studi di TAPA DURA
Roma. Embajador del Perú en Italia, con concurrencia en Turquía, Chipre y
San Marino. República del Perú 2009–2010. Ha sido decano de la Facultad FICHA TÉCNICA
de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Lima. Profesor honorario • Formato: 17 x 24 cm
de las universidades Nacional de San Agustín de Arequipa, San Antonio • Cosido y encolado Hot
Abad del Cusco, San Luis Gonzaga de Ica, Particular de Chiclayo, Privada de Melt
los Andes de Huancayo, e Inca Garcilazo de la Vega. Profesor emérito en la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Socio del estudio Philippi,
Prietocarrizosa, Ferrero DU & Uría. Autor de diversos textos.
Doctrina práctica La presunción de sociabilidad de los bienes ...
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
La presunción de sociabilidad de los bienes y la subro-
gación real en el régimen de sociedad de gananciales
RESUMEN ABSTRACT
Se absuelve las siguientes interrogantes: The following questions are absolved: Is
¿se puede distinguir en la presunción de it possible to distinguish between the pre-
ganancialidad de bienes desde lo probato- sumption of profitability of goods from the
rio y la naturaleza jurídica de bienes?, ¿una probative and the legal nature of goods?
confesión de privatividad puede destruir Can a confession of “privaticity” destroy
la presunción de ganancialidad de los the presumption of the profitability of the
bienes del matrimonio?, ¿la probanza de property of the marriage? The prove of
privatividad de un bien social es oponible “privaticity” of a social good is opposable
a todos?, entre otras. to all?, among others.
Keywords: Legal presumption / Priva-
Palabras clave: Presunción legal / Confe- tization confession / Real subrogation /
sión de privatividad / Subrogación real / compensation
Indemnización justipreciada
Title: The presumption of sociability of the
Recibido: 24-03-17 goods and the real subrogation in the regime
Aprobado: of the community property in marriage.
Publicado en línea: 02-05-17 Author: Marco Andrei Torres Maldonado
* Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Cursando estudios de Maestría en Derecho
Civil en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Jefe de prácticas de Derecho Civil I y Derecho Civil
V en la Universidad de Lima y Adjunto de docencia de Derecho Civil I en la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos. Colaborador de la Revista Persona de la Universidad de Buenos Aires. Asociado
del Área de Derecho Civil y Corporativo del Estudio Fernández, Heraud & Sánchez Abogados.
1 Varsi Rospigliosi, Enrique y Marco Andrei 2 Quispe Salsavilca, David, “Reglas para la
Torres Maldonado, “La disposición de los calificación de los bienes”, en Código Civil
bienes sociales por un solo cónyuge. El lado comentado, t. II, 3.a ed., Lima: 2010, p. 239.
oscuro del artículo 315 del Código Civil”, en 3 Aveledo De Luigi, Isabel Grisanti, Lecciones
Gaceta Civil & Procesal Civil, n.º 31, Lima: de derecho de familia, Caracas: Vadell, 2002,
enero del 2016, p. 101. p. 238.
confesante, ni a los acreedores, sean de la 1324 del Código Civil español está den-
comunidad o de cada uno de los cónyuges. tro de la esfera de los acreedores, ya que
de lo que hablamos es de la posibilidad
IMPORTANTE de fraude a los acreedores que se operaría
por la confesión de que un determinado
[…] en relación con terceros, la con- bien no pertenece al cónyuge deudor
fesión del otro cónyuge no destru- sino a su consorte.
ye absolutamente la presunción de En efecto, frente a terceros, acree-
ganancialidad. De esta forma, tan- dores del esposo, por ejemplo, la prueba
to los herederos forzosos como los debe resultar de instrumentos públicos
acreedores podrían actuar como si o privados, que denoten convicción. El
dichos bienes fuese gananciales, sal- artículo 1229 del anterior Código Civil
vo que se demuestre su carácter pri- argentino añade:
vativo de solo uno de los cónyuges. En relación a los acreedores del marido, la
confesión del recibo de la dote no les per-
judicará, sino cuando constare esta de las
Es decir, la confesión de priva- convenciones nupciales, o de otra escritura
tividad resulta un medio de prueba pública, antes de la celebración del matri-
suficiente entre cónyuges e insuficiente monio, o cuando se probare por escritura
en relación a los herederos forzosos y pública, testamentos, o particiones, o por
otros instrumentos de igual autenticidad,
acreedores. De esta manera, Benavente que la mujer adquirió los bienes cuyo re-
Moreda afirma: cibo confiesa el marido.
La confesión de privatividad tiene un efecto De esta manera, si, por ejemplo,
limitado que solo opera en el ámbito in-
terconyugal, sin perjudicar a los herederos
los acreedores del marido embargaran
forzosos del confesante ni a los acreedores muebles del hogar conyugal, la mujer
comunes o de uno de los cónyuges, lo no podría acreditar su carácter propio
que implica que dicha confesión no es con su simple confesión, sino que la
suficiente para desvirtuar la presunción de misma deberá estar acompañada de
ganancialidad en perjuicio de estos.12
otros medios probatorios que sustenten
Según Barceló Doménech,13 la su dicho. En este supuesto, la calidad de
más importante proyección del artículo bien propio de un bien debe demostrarse
con pruebas que acrediten dicha natura-
12 Benavente Moreda, Pilar, “Inscripción de
leza no bastando la mera declaración de
bienes gananciales y privativos en el registro parte, ni su declaración jurada.
de la propiedad. Análisis de la jurisprudencia
de la D.G.R.N.”, en Revista Jurídica, Madrid:
Universidad Autónoma de Madrid, N.º 21,
2010, p. 235. matrimonio. Comentarios al Código Civil: Espe-
13 Barceló Doménech, Javier, “Comentarios cial consideración de la doctrina jurisprudencial,
al artículo 1324”, en El régimen económico del Madrid: Editorial Dykinson, 2005, p. 98.
N.º 9, Lima: Academia de la Magistratura, del artículo 1324 del Código Civil”, en El
julio del 2010. Derecho, España: 5 de octubre del 2010.
Fassi, Santiago y Gustavo Bossert, Sociedad Serrano Alonso, Eduardo, “La fijación de los
conyugal, t. I, Buenos Aires: Astrea, 1977. bienes liquidables en el inventario”, en Cua-
Lacruz Berdejo, José Luis y A.A. V.V., Elemen- dernos de Derecho Judicial, n.º 1, Madrid:
tos de derecho civil. Derecho de familia, vol. I, Consejo General del Poder Judicial, 2004.
3.a ed., Barcelona: José María Bosch, 1990. Vaquero Pinto, María José, “Concepto, con-
Medina, Graciela y Eduardo Guillermo Ro- figuración legal y naturaleza jurídica de la
veda, Derecho de familia, Buenos Aires: sociedad de gananciales”, en Derecho de
Abeledo-Perrot, 2016. familia, Salamanca: Universidad de Sala-
Peña Bernaldo de Quirós, Manuel, Derecho manca, 2013.
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nes de la Facultad de Derecho Universidad de familia, t. III, Lima: 2012.
Complutense de Madrid, 1989. Varsi Rospigliosi, Enrique y Marco Andrei
Quispe Salsavilca, David, “Reglas para la Torres Maldonado, “La disposición de los
calificación de los bienes”, en Código Civil bienes sociales por un solo cónyuge. El lado
comentado, t. II, 3.a ed., Lima: 2010. oscuro del artículo 315 del Código Civil”, en
Serrano Castro, Francisco de Asís, “La confe- Gaceta Civil & Procesal Civil, n.º 31, Lima:
sión de privatividad: La aplicación práctica enero del 2016.
CONSULTA
Una pareja de esposos adquieren un inmueble en Arequipa para
vivir juntos. Después de siete años de convivencia, el esposo viaja
a Lima por motivos laborales, luego de cuatro años regresa, pero
se marcha nuevamente y se ausenta por veinte años. A su retorno,
el esposo decide ya no seguir conviviendo y retira sus pertenencias
del hogar. Transcurrido tres años y dos meses, la aun esposa decide
poner fin al vínculo conyugal que todavía los une, para ello inter-
pone demanda de divorcio por causal de separación de hecho por
más de tres años, solicitando una indemnización (art. 345-A del
CC) ocasionado tras el abandono de su cónyuge. Además ambos
han vuelto a rehacer sus vidas con distintas parejas. Se nos consulta
si debe ser amparada la pretensión de divorcio por separación de
hecho y qué aspectos se toman en cuenta para otorgar indemniza-
ción al cónyuge perjudicado.
RESEÑA DE JURISPRUDENCIA
Reseña de jurisprudencia
Cas. N.º 4543-
2015 ICA Para acreditar la unión de hecho puede
tenerse en cuenta un proceso anterior en el
que se notificó al fallecido en el domicilio
convivencial
TEXTO DE LA CASACIÓN
A su turno, Katherin Verónica Castro Ortiz (hija del fallecido Ruperto Alimbert Castro
Payano) contesta a demanda7, peticionando también sea desestimada. Señala que no
es cierto que la demandante haya tenido relaciones de hecho con su padre durante los
años 1983 al 2010. Refiere que el domicilio habitual de su fallecido padre se ubicaba en
el conjunto habitacional Tercera Etapa, mza. R, lote 14, donde convivió con su madre
Marina Hilda Ortiz Hernández, la recurrente y su hermano. Agrega que el domicilio
señalado por la actora no era el domicilio habitual de su padre, y el nacimiento de la
codemandada Mónica Patricia Castro Arteaga no prueba la pretendida convivencia.
FIJACIÓN DE PUNTOS CONTROVERTIDOS: 2.6. En la audiencia de conciliación
de fecha 22 de febrero del 2012, el juez de la causa fijó los siguientes puntos contro-
vertidos: a) Determinar si la demanda interpuesta sobre declaración judicial de unión
de hecho se encuentra amparada por ley. b) Determinar si doña Rosa María Arteaga
Cuyubamba y don Ruperto Alimbert Castro Payano han convivido por un período
ininterrumpido mayor de dos años. c) Determinar si doña Rosa María Arteaga Cuyu-
bamba y don Ruperto Alimbert Castro Payano eran personas libres de impedimento
matrimonial.
ACTIVIDAD PROCESAL RELEVANTE: 2.7. El juez de la causa por sentencia de
fecha 16 de junio del 20148 declaró infundada la demanda incoada; decisión que al ser
apelada fue declarada nula por la Sala Superior, a través de la sentencia de vista de fecha
17 de octubre del 20149.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA: 2.8. Con fecha 16 de junio del 2014,
el juez del Tercer Juzgado de Familia de la Corte Superior de Justicia de Ica ampara la
demanda; determina principalmente que: (i) De la copia del escrito de demanda en
el proceso de alimentos que instauró Hilda Marina Ortiz Hernández contra Ruperto
Alimbert Castro Payano, de fecha 03 de noviembre del 2004, aparece que la señora
Ortiz Hernández reconoce como domicilio del causante: Fonavi-La Angostura, primera
etapa, mz. H, lote 4, distrito de Subtanjalla, provincia y departamento de Ica, y que
este la abandonó hace 12 años atrás (aproximadamente en 1992); declaración que debe
tenerse como asimilada a tenor de lo dispuesto en el artículo 221 del Código Procesal
Civil. (ii) Aparece de la declaración testimonial de Benedicta García Gamboa, que ella
conoció al señor Castro Payano y a la señora Ortiz Hernández como convivientes hace
26 años aproximadamente, y que 8 años antes de su declaración rendida en el 2012,
asistió a una reunión de cumpleaños de la señora Ortiz Hernández, aproximadamente
en el 2004; lo cual se desvirtúa con la propia declaración asimilada de Hilda Marina
Ortiz Hernández en el proceso de alimentos que le siguió al causante. (iii) Entonces,
recién a partir del 1992 puede considerarse que hubo una unión libre de impedimentos
matrimoniales, fecha que se toma como referencia a partir de la declaración asimilada
que se extrae del proceso de alimentos que siguió la señora Ortiz Hernández; siendo
que ambos se encontraban libres de impedimento matrimonial y su unión tuvo como
7 Ver folios 166. Escrito de contestación de demanda de fecha 10 de mayo del 2011.
8 Ver folios 610. Sentencia de fecha 16 de junio del 2014.
9 Ver folios 806. Sentencia de vista de fecha 17 de octubre del 2014.
finalidad cumplir deberes semejantes a los del matrimonio, habiendo incluso procreado
una hija.
SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA: 2.9. La Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Ica, mediante sentencia de vista de fecha 30 de setiembre del
201510, resolvió revocar la decisión de primera instancia y reformándola declaró infun-
dada la demanda. Los jueces superiores concluyeron principalmente que de la valoración
conjunta y razonada de los medios probatorios, así como el mérito de las declaraciones
de parte y testimoniales obrantes en autos, se desprende que quien en vida fue Ruperto
Alimbert Castro Payano habría mantenido relaciones convivenciales paralelas con las
progenitoras de los tres codemandados, habiendo constituido dos hogares en direcciones
diferentes con cada una de las cuales procreó hijos por un lapso superior a los dos años;
siendo así, no concurre en el caso que nos ocupa el elemento objetivo de la singularidad
que exige la unión de hecho, menos aún de permanencia y notoriedad, no configurándose
tampoco una relación de monogamia basada en un deber de fidelidad.
III. RECURSO DE CASACIÓN
Contra la decisión adoptada por la Sala Superior, Rosa María Arteaga Cuyubamba ha
interpuesto recurso de casación a través de su escrito de fecha 14 de octubre del 201511.
Este Tribunal de Casación mediante resolución de fecha 22 de enero del 201612, declaró
procedente el citado recurso, por lo siguiente: i) Infracción normativa de los artículos 139,
inciso 5) de la Constitución Política del Estado, 12 del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, concordante con el artículo 5, numeral 5) del Código Procesal
Civil, y 188 del Código Procesal Civil. Argumenta que, en la sentencia de vista existe
motivación incongruente y aparente, además de insuficiente y/o errada, pues no se ha
aplicado correctamente las disposiciones del Código Civil, respecto al surgimiento de
la unión de hecho. Se ha revocado la sentencia apelada, pese a que existen elementos
probatorios relevantes de cohabitación, singularidad y permanencia, así como los requi-
sitos para acceder a la declaración de unión de hecho. Señala que la instancia de mérito
de manera errada considera que existe un concubinato impropio, ya que el causante
Ruperto Alimbert Castro Payano habría mantenido relaciones convivenciales con dos
personas distintas a la vez, es decir, con la recurrente y con doña Marina Ortiz Hernán-
dez, lo cual es absolutamente falso, ya que si el Colegiado hubiera valorado todos los
medios probatorios aportados, habría advertido no solamente que existe una declaración
asimilada de Marina Ortiz Hernández, dentro del proceso de alimentos, en el sentido
que doce años antes de la interposición de su demanda de alimentos no convivía con el
causante (con lo que reconoce implícitamente que el causante seguía manteniendo una
relación convivencial con la recurrente), sino también, que existe la declaración jurada
suscrita por la actora y el causante a favor de la recurrente; lo que lleva a la convicción
irrefutable de que si bien es cierto el causante, dentro de la relación convivencial con
la actora, también procreó dos hijos con tercera persona, sin que necesariamente haya
existido convivencia paralela real y efectiva con aquella; figura convivencial que ha creado
la propia Sala Civil, mediante una insuficiente motivación, obviando la ley. Precisa que
al haberse omitido valorar los medios probatorios aportados al proceso, pese a que ha
acreditado una relación como esposos dentro de una misma vivienda familiar, en forma
pública e ininterrumpida se infringe además el artículo 188 del Código Procesal Civil.
ii) Infracción normativa del artículo 326 y siguientes pertinentes del Código Civil. Alega
que, la instancia de mérito asume una posición errada de pretender imponer su criterio
sobre la ley, ya que frente a la existencia de otros hijos procreados con tercera persona,
durante la relación convivencial de la actora, considera de manera forzada y sin sustento
que los otros hijos serían fruto de una relación convivencial entre sus progenitores, y
no de una relación sexual adulterina, extra convivencial escondida, sin que sea pública
y constante, fuera del contexto moral; pero que sin embargo no alteró en nada la fluida
relación convivencial de la recurrente, pues este hecho fue perdonado por ella; siendo
prueba de esto que el causante jamás se apartó de su hogar convivencial; lo que ha pro-
bado fehacientemente con las pruebas documentales presentadas y con la inspección
judicial realizada por el juez de la causa. iii) Infracción normativa del artículo III del
Título Preliminar del Código Procesal Civil. Arguye que, con la impugnada se mantiene
la incertidumbre jurídica, negándose a resolver el conflicto de intereses de acuerdo al
mérito de lo actuado, también se infringe el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva
al estar desconectada del petitum y de la causa pretendi, pues al revocar la apelada se le
ocasiona indefensión, pues deja abierta la posibilidad de que la recurrente se quede sin
disfrutar del patrimonio adquirido dentro de la relación convivencial, lo cual atenta sus
derechos constitucionales a la propiedad y a la herencia. Precisa que, se afecta el principio
de legalidad, ya que la Sala de mérito asume una posición errada al pretender imponer
su criterio sobre la ley, obviando que la ley es fuente del derecho y como operadora
del derecho está obligada a aplicarla correctamente sin crear indefensión en las partes.
IV. MATERIA JURÍDICA EN DEBATE
En este caso, la cuestión jurídica en debate consiste en determinar, en primer lugar, si
la decisión impugnada adolece de defectos insubsanables, y en caso estos no prosperen,
deberá establecerse si corresponde o no la declaración y/o reconocimiento de la unión
de hecho demandada.
V. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA
5.1. Atendiendo a la naturaleza de las denuncias por las cuales se ha declarado pro-
cedente el recurso de casación, corresponde pronunciarse previamente por la
causal in procedendo, pues en caso de ampararse, se debe declarar la nulidad de la
sentencia recurrida, careciendo de objeto emitir pronunciamiento sobre las demás
infracciones. 5.2. En cuanto a la infracción invocada del artículo 139, inciso 5)
de la Constitución Política del Perú, sobre la exigencia de motivación de las reso-
luciones judiciales, esta se encuentra ligada a los artículos 50, inciso 6) —sobre la
debida fundamentación de los autos y sentencias—, y 122, inciso 3) del Código
Procesal Civil —sobre los fundamentos de hecho y de derecho que deben contener
las resoluciones—; al respecto, es de referir que la citada garantía constitucional
asegura la publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los jueces para pro-
nunciar sus sentencias, pues resguarda a los particulares y a la colectividad de las
decisiones arbitrarias de los jueces, quienes de este modo no pueden ampararse en
imprecisiones subjetivas ni decidir las causas a capricho, sino que están obligados a
enunciar las pruebas en que sostienen sus juicios y a valorarlas racionalmente; en tal
sentido, la falta de motivación no puede consistir, simplemente en que el juzgador
no exponga la línea de razonamiento que lo determina a decidir la controversia,
sino también en no ponderar los elementos introducidos en el proceso de acuerdo
con el sistema legal; es decir, no justificar suficientemente la parte resolutiva de la
sentencia a fin de legitimarla. 5.3. Sobre el particular, el Tribunal Constitucional ha
señalado que: “[…] el derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales
es una garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las
resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el mero capricho de los
magistrados, sino en datos objetivos que proporcione el ordenamiento jurídico o los
que se deriven del caso”13. 5.4. Asimismo, tal como lo señaló el Supremo Intérprete
de la Constitución, en la sentencia recaída en el Expediente número 010-2002-
AI/TC, el derecho a la prueba forma parte de manera implícita del derecho a la
tutela procesal efectiva, ello en la medida en que los justiciables están facultados
para presentar todos los medios probatorios pertinentes, a fin de que puedan crear
en el órgano jurisdiccional la convicción necesaria de que sus argumentos plan-
teados son correctos14. Así, el derecho a probar debe cumplir con ciertos criterios
o principios lógicos del razonamiento, en la valoración de la prueba, los mismos
que deben ser observados por los órganos jurisdiccionales, entre ellos el principio
de razón suficiente, es decir debe existir motivación suficiente que explique la
decisión adoptada, o bien, que se hubiese dejado de valorar alguno de los medios
probatorios esenciales ofrecidos y actuados en el proceso o que se hubiesen valorado
deficientemente los mismos tergiversando su real naturaleza, de tal manera que esta
actividad probatoria, debe recaer de manera concreta sobre los hechos alegados en
los escritos constitutivos del proceso. 5.5. Analizados los agravios denunciados en
el acápite a), se constata la concurrencia de vicios que afectan el derecho a la debida
motivación de las resoluciones judiciales y el debido proceso, pues se aprecia que
los jueces Superiores desestimaron la demanda, por cuanto, determinaron que el
causante Ruperto Alimbert Castro Payano ejercía vida común, de forma simultánea,
con la recurrente e Hilda Marina Ortiz Hernández, configurándose más bien un
concubinato impropio, sin realizar y valorar los medios probatorios en su conjun-
to, entre otros, como la copia del escrito de demanda por alimentos presentado
por Hilda Marina Ortiz Hernández el 03 de noviembre del 2004, y que obra a
folios cuatrocientos tres, donde aparece: (i) que la dirige contra Ruperto Alimbert
Castro Payano con domicilio en “Fonavi-La Angostura, primera etapa, mz. H, lote
4, distrito de Subtanjalla, provincia y departamento de Ica”, en representación de
sus hijos Alimbert Felipe y Katherin Verónica Castro Payano, y (ii) que la señora
Ortiz Hernández refiere que el causante la abandonó desde 12 años atrás (es decir
desde 1992). 5.6. Es de anotar, que el juez de primera instancia sustentó su deci-
sión de amparar la demanda principalmente en el mérito de dicha instrumental, lo
cual fue objeto de contradicción por parte de los codemandados Alimbert Felipe
DERECHO
DE OBLIGACIONES
CONTENIDO
Doctrina práctica
La cesión de derechos: modificaciones a partir de la entrada en
vigencia de la Ley de la Garantía Mobiliaria
Augusto Emilio Pereyra Zaplana ... .. .... .. .... .. .... .. .... .. .... .. .. 209
Reseña de jurisprudencia
Se libera el fiador por inacción del acreedor que no ejecutó
oportunamente la carta fianza tras haberse laudado (CAS. N.º 2776-
2015 Piura)... ...... ...... ...... ...... ...... ...... ...... ...... ...... ...... 230
Área práctica
Doctrina Derecho de obligaciones
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
La cesión de derechos: modificaciones a partir de
la entrada en vigencia de la Ley de la
Garantía Mobiliaria
Augusto Emilio Pereyra Zaplana*
Pontificia Universidad Católica del Perú
RESUMEN ABSTRACT
Se absuelven las siguientes interrogantes: The following questions are absolved: Does
¿la cesión de derechos cumple una función the assignment of rights fulfill an economic
económica?, ¿se requiere de título y modo function? Is a title and a mode required for
para la transferencia de un crédito?, ¿se the assignment of a credit? Is registration of
requiere de la inscripción en registros the assignment of credits required to grant
de la cesión de créditos para otorgar una a preference before the concurrence of assig-
preferencia ante la concurrencia de cesio- nees?, among others.
narios?, entre otros.
Keywords: Concurrence of assignees /
Palabras clave: Concurrencia de cesiona- Requirement of credit / Assignment of gua-
rios / Exigibilidad de un crédito / Cesión rantee rights
de derechos en garantía
Title: The assignment of rights: modifica-
Recibido: 16-02-17 tions as of the entry into force of the Law of
the Mortgage Guarantee
Aprobado: 29-03-17
Publicado en línea: 02-05-17 Author: Augusto Emilio Pereyra Zaplana
* Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú y estudiante último ciclo de la Maestría de
Derecho Civil de la misma casa de estudios.
crédito a otra persona que cuenta con […] no es un elemento común a la estruc-
excedente de capital y que encuentra en tura de todo acto jurídico, sino solamente
en aquellos casos en los cuales las partes o
dicha operación un buen negocio. la ley prescriban la formalidad bajo sanción
Al acreedor, titular del crédito, que de nulidad como componente del acto
transfiere su derecho se le llama cedente; jurídico y que por ello se denominan actos
jurídicos solemnes o formales4.
al deudor de la obligación se le llama
cedido; y, por último, al tercero ajeno En el caso de la cesión de derechos,
a dicha relación obligatoria, que se vin- la norma señala de manera expresa que
cula con el cedente para ser acreedor del tal acto de disposición debe contar con
deudor cedido, se le llama cesionario. La una forma escrita y, de lo contrario, su
finalidad de la cesión de derechos es que, inobservancia conllevaría a que la cesión
manteniendo la misma relación jurídica, de derechos sea nula, conforme a lo
el acreedor cedente se aparte de la citada prescrito en el numeral 6) del artículo
relación a efectos que el deudor cedido 219 del Código Civil5. En ese sentido,
cumpla la prestación 3 con el nuevo no es posible que una cesión de derechos
acreedor, esto es, el cesionario. se efectúe de manera verbal, pues alegar
que una cesión de derechos se ha produ-
3. Formalidad cido de tal forma sería reconocer que tal
El artículo 1207 del Código Civil acto nunca surtió efectos, pues es nulo.
señala: Es de notar que la exigencia de la
formalidad escrita no puede ser enten-
La cesión debe constar por escrito, bajo dida como la intención del legislador
sanción de nulidad. Cuando el acto o
contrato que constituye el título de la trans- de buscar un medio de prueba, frente
ferencia del derecho conste por escrito, este al deudor cedido, sobre la cesión de
documento sirve de constancia de la cesión. derechos. Ello en la medida que la for-
malidad ad solemnitatem6 no pretende
Con respecto a la formalidad, se
indica acertadamente:
4 Taboada Córdova, Lizardo, Nulidad del acto
jurídico, 2.a ed., Lima: Grijley, 2002, p. 36.
5 Código Civil. “artículo 219. El acto jurídico
es nulo: 6. Cuando no revista la forma pres-
3 “[…] la prestación es un comportamiento o crita bajo sanción de nulidad”.
conducta del deudor, consistente en un dar, 6 “La prescripción de una forma particular para
hacer o no hacer, tendiente a satisfacer el ciertos contratos se liga, tanto con la exigencia,
interés del acreedor. La prestación constituye de interés general, de asegurar particular certe-
el contenido de la obligación, su ejecución za a determinados cambios jurídicos, cuanto
obedece no a la celebración del contrato sino con la exigencia de proteger a las partes, al
a la existencia de la relación jurídica obligacio- asegurarse, mediante la solemnidad del acto,
nal creada por él.” Véase, al respecto, De La una mayor ponderación en el cumplimiento
Puente y Lavalle, Manuel, “El contrato en de los negocios de mayor importancia: las
general”, Biblioteca para leer el Código Civil, normas que prescriben una particular forma
vol. XV, 3.a ed., Lima: PUCP, p. 190. para determinados contratos, se consideran
prefiriéndose la cesión que hubiese sido ese sentido, el título será todo negocio
primero comunicada al deudor o que jurídico, por ejemplo, un contrato de
este hubiera aceptado. La aceptación compraventa. Por su parte, el modo
solo tenía sentido en el supuesto en el lo será la cesión de derechos, la cual se
que existiera un pacto de no cesión entre debe exteriorizar para poder otorgar
el acreedor y el deudor, prevista en el oponibilidad y eficacia a la transferencia
artículo 1210 del Código Civil9, pues del crédito.
conforme a lo establecido en el artículo Según el artículo 1215 del Código
120610, la cesión puede hacerse aun sin Civil12, este modo (imperfecto, en tanto
el consentimiento del deudor. no otorga oponibilidad absoluta) sería la
Es necesario señalar que para que notificación al deudor cedido. Sin em-
se produzca la transferencia de un cré- bargo, según el artículo 27 de la LGM,
dito, al igual que en la transferencia de ante una concurrencia de cesionarios se
propiedad, se requiere de dos negocios va a preferir al que primero inscriba la
jurídicos: uno que cree una obligación, cesión en el Registro Mobiliario de Con-
esto es, el título; y otro que produzca tratos. Es de recordar que la inscripción
la transferencia, esto es, el modo11. En de la cesión en el Registro Mobiliario de
Contratos no es un requisito de validez
situación jurídico-creditoria. Estamos frente de la cesión, pues su inobservancia no
a un supuesto de ‘concurrencia de acreedores’,
el cual no es regulado por nuestro Código ha sido sancionada con la nulidad de
que solo regula un supuesto de ‘concurrencia la cesión de derechos. En ese sentido,
de cesionarios’”. Véase, al respecto, Barchi debemos concluir que lo que la inscrip-
Velaochaga, Luciano, “Comentarios al artí-
culo 1217 del Código Civil”, en Gutiérrez, ción registral de la cesión busca es la
Walter (dir.), Código Civil comentado por los oponibilidad de la cesión y, por ende,
100 mejores especialistas, t. VI, Lima: Gaceta su eficacia absoluta.
Jurídica, 2003, p. 432.
9 Código Civil, “artículo 1210. La cesión no En consecuencia, ante una con-
puede efectuarse cuando se opone a la ley, a currencia de cesionarios, la inscripción
la naturaleza de la obligación o al pacto con
el deudor. El pacto por el que se prohíbe o
restringe la cesión es oponible al cesionario y modo en la transferencia de la titularidad
de buena fe, si consta del instrumento por el de situaciones jurídicas creditorias, significa
que se constituyó la obligación o se prueba que son necesarios dos actos para que dicha
que el cesionario lo conocía al momento de transferencia se produzca: un acto de obliga-
la cesión”. ción (título) y un acto de disposición (modo)”.
10 Código Civil, “artículo 1206. La cesión es Ver en Barchi Velaochaga, Luciano, “Co-
el acto de disposición en virtud del cual el ce- mentarios al artículo 1206 del Código Civil”,
dente trasmite al cesionario el derecho a exigir en Gutiérrez, Walter (dir.), Código Civil
la prestación a cargo de su deudor, que se ha comentado por los 100 mejores especialistas, t.
obligado a transferir por un título distinto. La VI, Lima: Gaceta Jurídica, 2003, p.356.
cesión puede hacerse aun sin el asentimiento 12 Código Civil, “artículo 1215. La cesión
del deudor”. produce efecto contra el deudor cedido desde
11 En ese sentido, Luciano Barchi Velaochaga que este la acepta o le es comunicada fehacien-
señala que “Al adoptarse el sistema del título temente”.
registral marca el inicio de la eficacia de Dicho artículo fue derogado por la Sexta
la cesión de derechos frente al deudor Disposición Final de la LGM. En su
cedido y, por ende, no es necesaria la lugar, el artículo 27 de la LGM establece
posterior notificación. Sin embargo, en lo siguiente:
caso se produzca una concurrencia de
La inscripción de la cesión de derechos
cesionarios que no hayan inscrito sus en el Registro correspondiente, ya sea en
respectivas cesiones en el Registro Mo- propiedad o en garantía, otorga preferencia
biliario de Contratos, se preferirá al que para su pago al cesionario desde la fecha
haya notificado primero, supuesto en el de tal inscripción. La cesión inscrita en
cual la notificación convierte en eficaz a la el Registro correspondiente prevalece sobre
la cesión notificada al deudor cedido. La
cesión, conforme a lo dispuesto en el artí- cesión de derechos, ya sea en propiedad
culo 1215 del Código Civil, aún vigente. o en garantía, no es legalmente posible
si ella está expresamente prohibida en el
Es lógico que la inscripción
respectivo título. [El resaltado es nuestro]
registral conlleve a la eficacia de la
cesión y no sea necesaria la posterior Como se puede apreciar, el artículo
notificación de la misma, pues a di- 27 de la LGM establece que ante una
ferencia de la notificación que úni- concurrencia de cesionarios prevalecerá
camente es oponible frente al deudor la de aquel cesionario que haya inscrito
cedido, la inscripción registral adquiere su cesión en el Registro Mobiliario de
eficacia erga omnes, en tanto el artículo Contratos, aun así su cesión haya sido
2012 del Código Civil establece la celebrada de manera posterior a la de
ficción legal siguiente: “Se presume, aquel otro cesionario cuya cesión fuese
sin admitirse prueba en contrario, notificada al deudor.
que toda persona tiene conocimiento Lo mencionado líneas arriba no
de las inscripciones”. Lo acotado, a su quiere decir que ante una concurrencia
vez, es repetido por el artículo 38 de de cesionarios donde ninguno de estos
la LGM: “La inscripción en el registro haya inscrito su cesión, no se considerará
correspondiente se presume conocida, válida y eficaz alguna de las cesiones
sin admitirse prueba en contrario”. producidas. En tanto alguna se haya
efectuado de manera escrita, se conside-
5. Prelación ante la concurrencia de rará válida, y si, a su vez, fuese notificada
cesionarios al cedido, se reputará como eficaz y,
Como ya se ha indicado, el dero- por ende, prevalecerá frente a cualquier
gado artículo 1217 del Código Civil otra, en tanto no se haya producido la
señalaba que “si un mismo derecho fuese inscripción registral de cualquiera de las
cedido a varias personas, prevalece la cesiones realizadas.
cesión que primero le fue comunicada Es de notar que de una simple
al deudor o que este hubiera aceptado.” lectura del derogado artículo 1217 del
es el acreedor se encarecen, toda vez que, accesorios del derecho transmitido, salvo
antes de pagar, el deudor deberá efectuar pacto en contrario […].
una búsqueda registral (la cual tiene un En ese sentido, conviene analizar el
costo dinerario, no es gratuita) a efectos pago que el deudor cedido va a efectuar.
de determinar si el acreedor cedió o no Como bien lo indica Alonso Hernández
su crédito. Por consiguiente, a efectos de Moreno19, “el pago, como efecto, es un
evitar tales costos los futuros deudores concepto ambivalente. Su ambivalencia
preferirán pactar en contra de la cesión proviene de las distintas funciones que
de derechos, esto es, el pactum de non puede llevar a cabo. El Código Civil
cedendo. español establece en el artículo 1.156
que ‘las obligaciones se extinguen […]
6. Pago eficaz, pago indebido y pago por el pago o cumplimiento […]’. He
al acreedor aparente aquí su primera y más importante fun-
Una vez que se inscriba la cesión del ción. Parece, por tanto, que siempre que
crédito en el registro correspondiente, el una obligación se pague o se cumpla,
cesionario pasará a ocupar el lugar del la deuda se extingue y el deudor queda
cedente en la misma relación obligatoria liberado por la entrega de la cosa o el he-
que este tuvo con el cedido. Es por eso cho de la prestación en que la obligación
que el artículo 1211 del Código Civil consistía. Hay consiguientemente, una
señala que: perfecta simetría entre la satisfacción del
interés del acreedor, que ve realizado su
La cesión de derechos comprende la trans- crédito, y la liberación del deudor, que
misión al cesionario de los privilegios, las
garantías reales y personales, así como los ve extinguida su deuda.” En ese sentido,
el pago tiene una función ambivalente,
pues por un lado satisface el interés del
la redacción de un convenio. Tercero, una vez acreedor y, por el otro, extingue la obli-
celebrado un acuerdo, deberá ejecutarse. La
ejecución implica monitorear el cumplimiento gación liberando al deudor.
de las partes y castigar las violaciones al acuer- Con respecto a la noción del in-
do. Podemos llamar a las tres formas de los
costos de transacción en correspondencia con terés, Renato Miccio20 considera que
estos tres pasos de un intercambio: 1) costos de “el interés del acreedor es conseguir el
la búsqueda, 2) costos del arreglo y 3) costos objeto de la prestación y es de naturaleza
de la ejecución. ¿Cuándo son los costos de
transacción elevados y cuándo son bajos? Con-
sideramos esta pregunta examinando los tres 19 Hernández Moreno, Alonso, El pago del
elementos de los costos del intercambio. Los tercero, Barcelona: Bosch, pp. 75 y 76.
costos de las búsqueda tienden a ser elevados 20 Miccio, Renato, Delle obbligazioni in generale,
en el caso de los bienes o servicios peculiares art. 1173-1320, 3.a ed. revisada y actualizada,
y bajos en el caso de los bienes o servicios Turín: Utet, 1982, pp. 5-7. Citado por Leysser
estandarizados.” Véase al respecto, en Cooter, León Hilario en Derechos de la relaciones obli-
Robert y Ulen, Thomas, Derecho y Economía, gatorias. Lecturas seleccionadas y traducidas
traducido por Eduardo Suárez, México: Fondo para usos de los estudiantes universitarios,
de Cultura Económica, 1998, pp. 120 y 121. Lima: Jurista, 2007, p.118.
llamado cesionario. En otras palabras, eran las que se constituían sobre títulos
la cesión de derechos “en propiedad” es valores, conforme a lo prescrito en el de-
la transferencia de la titularidad de un rogado artículo 1087 del Código Civil35,
derecho subjetivo. toda vez que dichos títulos valores eran
Así pues, lo que cabría hacer es entregados (prenda con entrega física),
determinar cómo opera y en qué con- o la prenda era inscrita en el registro del
siste la cesión de derechos “en garantía”. emisor o en el registro especial de una
Dicho negocio jurídico consistiría en Institución de Compensación y Liqui-
que el acreedor, titular de un crédito, dación de Valores (prenda con entrega
no transfiera dicho derecho subjetivo jurídica).
a un tercero denominado cesionario, En cambio, la constitución de una
sino que se lo ceda en garantía de una prenda sobre un crédito que constara en
obligación cualquiera asumida a favor un documento, distinto al reflejado en
de este cesionario. Pero si analizamos un título valor, regulada en el derogado
detenidamente la figura descrita, ello artículo 1084 del Código Civil36, no
no sería otra cosa que dar en garantía podía adquirir eficacia debido a que,
mobiliaria un crédito, lo cual sí resulta respecto del mismo, no procedía la
plenamente posible de acuerdo con lo entrega física, ni tampoco la entrega
establecido en el numeral 10) del artí- jurídica. No cabía la entrega física del
culo 4 de la LGM34. crédito debido a que el documento en el
Señalamos que otorgar en garantía cual obraba solo constituía un medio de
mobiliaria un crédito sí resulta posible prueba de su existencia y, de otro lado,
según lo dispuesto en la LGM, debido no resultaba factible la entrega jurídica
a que hasta antes de que dicha norma del crédito debido a que no existía un
entre en vigencia las únicas prendas so- Registro Mobiliario de Contratos en el
bre créditos que podían resultar eficaces cual inscribir la prenda sobre el mismo.
En consecuencia, la cesión de de-
colocaría al sujeto gravado con el mismo en una
rechos “en garantía” no es otra cosa que
situación de libertad.”.Véase, al respecto, Escobar
Rozas, “Algunas cuestiones fundamentales sobre 35 Código Civil, “artículo 1087. Si la prenda
el deber jurídico”, ob. cit., p. 308. consiste en títulos valores, estos deben ser
34 Congreso de la República del Perú, Ley entregados. Cuando se trata de títulos a la
N.° 28667, Ley de Garantía Mobiliaria, “artí- orden y nominativos, debe observarse la ley
culo 4. La garantía mobiliaria a que se refiere de la materia”.
la presente ley puede constituirse sobre uno 36 Código Civil, “artículo 1084. Solo pueden
o varios bienes muebles específicos, sobre darse en prenda créditos que consten de do-
categorías genéricas de bienes muebles o sobre cumento, el mismo que debe ser entregado
la totalidad de los bienes muebles del constitu- al acreedor o, de mediar acuerdo entre las
yente de la garantía mobiliaria, sean presentes partes, ser confiado a un tercero o depositado
o futuros, corporales o incorporales. Pueden en institución de crédito. El asentimiento del
ser objeto de la garantía mobiliaria: […] 10. constituyente es irrevocable y el deudor debe
Los créditos, con o sin garantía mobiliaria”. ser notificado”.
novación subjetiva activa por cambio de en el artículo 1280 del Código Civil, en
acreedor no haya sido querida por las aplicación de la teoría de la “conversión
partes, queda dentro del interés práctico del negocio jurídico”. La diferencia sus-
perseguido por las mismas, esto es, un tancial entre la novación subjetiva activa
cambio de sujeto respecto a la titularidad por cambio de acreedor y la cesión de
del derecho subjetivo. derechos es que la primera de las men-
cionadas extingue la relación jurídica
IMPORTANTE patrimonial u obligación creando una
nueva; en cambio, en el caso de la se-
[…] a partir de la entrada en vigencia gunda (cesión de derechos) se mantiene
de la LGM todo deudor, cuyo título la misma relación jurídica patrimonial u
de su relación obligatoria permita la obligación, produciéndose tan solo un
cesión del crédito, deberá cerciorarse cambio en cuanto al titular del derecho
que su acreedor, al momento que le
subjetivo. Además, resulta ser una dife-
compela al pago, no haya cedido su
crédito, para lo cual deberá efectuar rencia práctica, según el artículo 1283
una búsqueda registral. del Código Civil45, que en la novación
subjetiva activa por cambio de acreedor
las garantías no se transmiten, lo cual sí
Así las cosas, la aceptación posterior se produce en la cesión de derechos. A
de una cesión de derechos por parte del efectos de que las garantías otorgadas a
deudor, cuando el título que lo vincula favor de la obligación extinguida sean
con el acreedor prevea el pacto de no transmitidas a la nueva obligación se re-
cesión, conlleva a que se produzca una querirá la conformidad del constituyente
novación subjetiva activa por cambio o de los constituyentes, sea este o sean
de acreedor44, conforme a lo dispuesto estos el deudor y/o cualquier tercero.
Contenido
CONSULTA
¿Un deudor atenúa su responsabilidad si sostiene que el incumplimiento se debe a razones
presupuestarias de su sector?
CONSULTA
La Policía Nacional del Perú (PNP), a través de un proceso de selección,
adjudica la buena pro a una determinada empresa contratista con el
fin de que esta le provea de bienes y servicios y así cumplir con sus
funciones de brindar seguridad a la ciudadanía. Llegada la fecha para
que la PNP cumpla con cancelar los servicios recibidos no muestra
voluntad de pago. Ante ello, la empresa contratista decide demandar
indemnización por lucro cesante a la PNP, argumentando que no se
le ha repuesto de manera oportuna el capital invertido privándolo, de
este modo, atender otros requerimientos de bienes y servicios a terceros
interesados. Al contestar la demanda, la empresa contratista aduce
que en ningún momento ha negado de pagar la obligación contraída
sino que las deudas están en proceso de investigación y liquidación y
que serán canceladas en la medida que el presupuesto lo permita. Se
nos consulta si los descargos de la PNP atenúan su responsabilidad.
cesante (la ganancia que deje de percibir fortuito o fuerza mayor que impida el
el acreedor). pago, ni mucho menos alguna causal
En el presente caso, la entidad pú- de extinción de la obligación sin culpa
blica reconoce el incumplimiento de la del deudor.
obligación pero añade que ello se debe a Establecida la existencia de un
la falta de presupuesto; es decir, los ser- comportamiento antijurídico (incum-
vicios recibidos no fueron contemplados plimiento) y un factor de atribución
previamente en el balance institucional (la negligencia de la entidad), veamos
para efectos de su pago puntual. Al si se cumplen los demás requisitos de la
ser ello así, tales alegaciones descartan responsabilidad civil. En cuanto al nexo
cualquier diligencia ordinaria2, toda vez causal, se configura con la existencia de
que celebrar contratos sin que se sepa si un vínculo entre la conducta de la enti-
existe posibilidad de pago constituye una dad pública (no pago) y el daño que se
grave negligencia3. Además, no atenúa le imputa. Respecto al daño, el deudor
la responsabilidad el hecho de estar tiene pleno conocimiento del incumpli-
“investigando” sobre el monto a pagar
miento, y este se viene postergando sin
y dejar indeterminado la fecha de pago.
fecha concreta de pago y que las empre-
Asimismo, en virtud de los he- sas —como la contratista— dependan
chos tampoco se deriva que exista caso económicamente del flujo del capital
que posean; en conjunto, acreditaría la
2 Código Civil. “Artículo 1314. Quién actúa
con la diligencia ordinara requerida, no es existencia de un perjuicio que debe ser
imputable por la inejecución de la obligación indemnizado.
o por su cumplimiento parcial, tardío o defec-
tuoso”. En consecuencia, a nuestro criterio
3 En un caso similar se estableció que el alegarse sí correspondería acoger el pedido de
situaciones presupuestarias que debieron ser
previstas para sustentar el incumplimiento era
indemnización por el daño sufrido.
una “negligencia absoluta”. Véase, Sala Civil
Permanente (ponente: Sr. juez Carlos Calde- Fundamentos legales:
rón), Casación N.° 3103-2014 Lima, Lima: 16
de junio del 2015, considerando sétimo. - Código Civil: artículos 1321 y 1314
RESEÑA DE JURISPRUDENCIA
Reseña de jurisprudencia
TEXTO DE LA CASACIÓN
setenta y seis-dos mil quince, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha y producida
la votación con arreglo a ley; emite la siguiente sentencia:
I. ASUNTO
Viene a conocimiento de esta Suprema Sala, el recurso de casación interpuesto por la
demandada Financiera Confianza SAA, antes Caja Rural de Ahorro y Crédito Nuestra
Gente (fojas setecientos cuarenta y uno), contra la sentencia de vista de fecha veinte de
mayo de dos mil quince (fojas setecientos quince), que confirma la sentencia de primera
instancia del cinco de setiembre de dos mil catorce (fojas cuatrocientos noventa y siete)
que declara fundada la demanda sobre ejecución de cartas fianzas; en los seguidos por
el Gobierno Regional de Piura con el Consorcio Santa Rosa y la Financiera Confianza
SAA, antes Caja Rural de Ahorro y Crédito Nuestra Gente.
II. ANTECEDENTES
1. DEMANDA. En fecha quince de junio de dos mil diez, el Gobierno Regional de
Piura mediante escrito de fojas setenta y siete interpone demanda sobre cumplimiento
de ejecución de garantías, solicitando se le abone la suma de doscientos cuatro mil
setecientos treinta y siete soles con sesenta y tres céntimos (S/ 204,737.63), más
intereses legales, correspondiente a los importes de las Cartas Fianzas siguientes: •
Carta fianza N.º 151-550-00199-5-0, emitida en garantía de “Fiel Cumplimien-
to” de la contratista Consorcio Santa Rosa, por la suma de cien mil cuatrocientos
ochenta y seis soles con cincuenta y siete céntimos (S/100,486.57). • Carta fianza
N.º 151-550-00198-3-0, emitida en garantía del adelanto de materiales efectuados
a la contratista Consorcio Santa Rosa, por la suma de ciento cuatro mil doscientos
cincuenta y un soles con seis céntimos (S/ 104,251.06). La demandante refiere que
las cartas fianzas fueron emitidas a favor del Gobierno Regional de Piura con motivo
del Contrato de Ejecución de la Obra: “Construcción de la Institución Educativa
Leonidas Rivera Calle Hualcuy-Ayabaca”. Indica que, con fecha veinticuatro de
noviembre de dos mil seis, la Gerencia Sub Regional Luciano Castillo Colonna del
Gobierno Regional de Piura, suscribió el contrato de ejecución de obra de adjudi-
cación directa pública N.º 001-2006/GOB.REG.PIURA.GSRLCC-DSRI con el
Consorcio Santa Rosa para la Ejecución de la Obra “Construcción de Institución
Educativa Leonidas Rivera Calle-Hualcuy-Ayabaca”. Ante el incumplimiento del
Consorcio, la entidad contratante expidió la Resolución Gerencial Subregional N.º
595-2007, de fecha cinco de diciembre de dos mil siete, mediante la cual se dispuso
resolver parcialmente de pleno derecho el contrato por el incumplimiento de obli-
gaciones contractuales. Menciona que con fecha uno de setiembre de dos mil ocho,
el Consorcio interpuso demanda arbitral solicitando la anulación de la Resolución
Gerencial Sub Regional N.º 595-2007/GOB.REG.PIURA-GSRLCC-G, dándose
inicio al arbitraje de derecho, dentro del cual se expidió una medida cautelar de no
innovar que dispuso suspender la ejecución de las dos cartas fianzas, no obstante que a
su vencimiento la entidad contratante había cumplido con requerir oportunamente su
renovación, conforme el artículo 1898 del Código Civil. Refiere que posteriormente,
demandó la anulación del referido laudo, habiéndose declarado fundada en parte
la demanda y, consecuentemente, nulo el laudo arbitral de derecho, procediéndose
a anular todo lo actuado. Anulado el laudo arbitral, recobró vigencia la Resolución
1 Carocca Pérez, Alex. El debido proceso y la tutela judicial efectiva en España, Normas Legales, 1997,
pp. A 81-A 104.
2 Por ejemplo, para Bernardis, por su parte, considera, siguiendo la jurisprudencia norteamericana,
que ese “máximo de mínimos” estaría constituido por los requisitos de notificación y audiencia
(notice and hering). Bernardis, Luis Marcelo de, La garantía procesal del debido proceso, Lima:
Cultural Cuzco, 1995, pp. 392-414.
7 Atienza, Manuel, Las razones del derecho. Sobre la justificación de las decisiones judiciales, http://
razonamientojurídico.blogspot.com.
8 Moreso, Juan José y Josep María Vilajosana, Introducción a la Teoría del Derecho, Madrid: Marcial
Pons, p. 184.
9 Igartua Salaverría, Juan, ob. cit., p. 26.
10 En términos del Tribunal Constitucional: motivación aparente cuando en una determinada resolu-
ción judicial parece que se justifica la decisión pero su contenido no explica las razones del fallo;
motivación insuficiente cuando no hay un mínimo de motivación exigible y motivación incongruente
cuando se dejan incontestadas las pretensiones o se desvía la decisión del marco del debate judi-
cial. Sentencia del Tribunal Constitucional. Expediente número 00037-2012-PA/TC. Sobre las
patologías de la motivación ver: Igartua Salaverría, Juan, ob. cit., pp. 27-33.
11 Igartua Salaverría, Juan, ob. cit., p. 34. En palabras de Michele Taruffo: a. La individuación de
la ratio decidendi; b. La individuación de la norma. c. La constatación de los hechos; d. La califica-
ción jurídica de los hechos concretos del caso. e. La decisión; y La racionalidad del razonamiento
decisorio. Ver: ob. cit., pp. 210-232.
12 Casación 1900-2014-Loreto. Casación 2163-2014-Lima. Casación 437-2015-Lima. Casación
2159-2013-Lima. Casación 1744-2014-Tacna. Casación 1523-2014-La Libertad. Casación 697-
2014-Lima. Casación 2616 2014-Lima. Casación 3789-2014. Casación 3925-2013-Arequipa.
Casación 1406-2014-Junín. Casación 2372-2014-Lima.
13 Atienza, Manuel, Las razones del derecho. Sobre la justificación de las decisiones judiciales, En <http://
razonamientojurídico.blogspot.com>.
14 Moreso, Juan José y Josep María Vilajosana, Introducción a la Teoría del Derecho, Madrid: Marcial
Pons, p. 184.
15 Código Civil Comentado, Gaceta Jurídica, p. 517.
Civil. 2. El primero de los enunciados normativos hace referencia a la fianza por plazo
determinado. La norma prescribe: “el fiador que se obliga por un plazo determinado, queda
libre de responsabilidad si el acreedor no exige notarial o judicialmente el cumplimiento de
la obligación dentro de los quince días siguientes a la expiración del plazo, o abandona la
acción iniciada”. Ese es el tema en debate en la presente causa. 3. En efecto, el Gobierno
Regional de Piura expresa que exigió la ejecución de las cartas fianzas dentro de los
quince días señalados en la ley. Por su parte, la demandada refiere que esa exigencia se
incumplió porque hubo un proceso arbitral que dio la razón a la fiada, por lo que si bien,
posteriormente se anuló dicho laudo, correspondía al Gobierno Regional, en principio,
informar de estos hechos, y, luego, realizar los requerimientos del caso. 4. Así las cosas,
este Tribunal Supremo no tiene la menor duda que en un primer momento se exigió el
pago de la fianza en el término señalado por ley; sin embargo, estima que la evaluación
exige verificar qué sucedió desde la referida exigencia. 5. En esas circunstancias se tiene: a.
Con fecha veinticinco de setiembre de dos mil ocho se solicitó la ejecución de las cartas
fianzas mediante Oficio N.º 519-2008/GRP-40100-401300-401330. b. A solicitud de
Consorcio Santa Rosa, se inició un proceso arbitral entre las partes en conflicto. c. En
dicho proceso, se dictó medida cautelar de no innovar ordenándose que “se suspenda
los efectos del Oficio N.º 519-2008/GRP-40100-401300-401330 del veintinueve de
setiembre de dos mil ocho, para que se deje sin efecto el requerimiento comunicado
mediante Oficio N.º 455-2008/GRP- 40100-401300-401330 del veintitrés de agosto
de dos mil ocho”16. d. El laudo arbitral declaró fundada la solicitud de Consorcio
Santa Rosa y, por consiguiente, declaró consentida la medida cautelar de no innovar
otorgada al Consorcio Santa Rosa y consecuentemente sin efecto el requerimiento co-
municado por la Gerencia Sub Regional “Luciano Castillo Colonna” mediante Oficio
N.º 455-2008/ GRP-40100-401300-401330 del veintitrés de agosto de dos mil ocho,
entre otros. e. La ahora demandante solicitó la anulación del laudo arbitral. No existe
evidencia en autos que se le haya notificado a la fiadora el inicio de dicho proceso. f. La
demandante obtiene la anulación de laudo arbitral. 6. En ese contexto, este Tribunal
Supremo coincide que la medida cautelar dictada en el proceso arbitral solo dejó en
“suspenso” la ejecución de las cartas fianzas, pero difiere de sus conclusiones, en tanto,
culminado dicho proceso, el plazo se reanudaba, pues los laudos, conforme lo prescribe
el artículo 66.1 del Decreto Legislativo N.º 1071, deben ejecutarse, salvo garantía que
se ofrezca. 7. Siendo ello así, desde el momento en que se laudó hasta que nuevamente
fue notificada la demandada, transcurrieron en exceso más de quince días (en estricto,
de la fecha del laudo arbitral, veintiuno de agosto de dos mil ocho al veinte de julio de
dos mil diez, fecha de notificación con la demanda de autos, transcurrió un año y once
meses aproximadamente), siendo relevante mencionar que la fiadora no fue notificada
del proceso de anulación del laudo arbitral, negligencia que cabe imputar a la ahora
demandante y que no puede hacer valer en su propio favor. 8. En ese sentido, estando
a lo sucedido en el presente caso, correspondía al Gobierno Regional hacer la defensa
diligente de sus derechos, más aún si resulta irrazonable que un fiador se encuentre a
perpetuidad bajo la amenaza de una ejecución de garantía que, por otra parte, un laudo
arbitral había desestimado. 9. Por lo tanto, el plazo fatal para que el fiador se libere de