Puro Verso
Puro Verso
Puro Verso
PURO VERSO
primera edición: 1989 / segunda edición aumentada: 1999 / tercera edición aumentada
(WEB): 2015
JORGE BOCCANERAPRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN
Contra la muerte
Ya dijimos que cada palabra de Giovanetti, cada gesto, cada señal, trata de conjurar los
vuelos rasantes de la muerte. De hecho, tres de los cuatro libros que incluye Puro verso
remiten a la parca (París póstumo, Bodas de hueso y Heredad de mi padre), sin contar
los títulos de sus libros de narrativa: Morir con Aparicio y Cantor de mala muerte. Si en
sus primeros libros trataba de detener la caída: Que no me maten / Sergio / hasta incendiar
/ con palabras tristísimas y sucias / los restos repugnantes de la tierra, la ceremonia de
conjuración va dictando sus propios pasos hacia sus últimos trabajos: No recuerdes el ojo
apagado de la estrella. / Ni olvides la remota magnitud del perdón. / No digas que se ha
roto.
Giovanetti nos habla del derrumbe, pero contrapone, en una lucha de contrarios, una
visión de los fenómenos que trata de rescatar lo incontaminado (tu roja clarinada / única
/ vieja / pura) invitándonos a festejar: será gallo mi llaga / festejándonos y a creer. Para
ello introduce una especie de salmodia: Que se siga creyendo. / Que no se diga más, o
Quienes descansan en tu oscuridad / respirarán un ramo de oraciones filtradas; y en ese
tono bíblico: Sólo la luz lo sabe. No se trata, por supuesto, de una verborragia cercana a
la oración, sino de una intensa búsqueda del otro, del prójimo y es precisamente en este
“movimiento” donde el autor se acerca al Vallejo piadoso. Aunque exista alguna lejana
resonancia con Neruda (Pero desnudo entre la sombra me alumbro de ti), es en la
gestualidad del poeta peruano donde van a sobreimprimirse las manos tendidas de ambos
autores: Pasa tu infancia por el jueves gris: / un camino de barro manso y áspero / donde
la lluvia muerde interminablemente / cáscaras de recuerdos exprimidos; o también: Por
esa estrella que posó tu boca / entre la niebla matinal de agosto. Incluso ese “azul” que
es medicina y calma en el Vallejo de Trilce (¡Cómo no va a poder! / Azular y planchar
todos los caos), regresa en Giovanetti como el símbolo de aquello que da abrigo (aquel
verano azul que me tejió mi madre), que encierra una cosmogonía propia (el significado
celeste de la tierra), que circula entre la gente sencilla como los barros azulados del
mundo.
Amparo y desamparo
En ese clima de encuentro y desencuentro, Giovanetti habla del desamparo en una ciudad
que no conoce: la ciudad como un huevo celeste alrededor / sus paredes remotas
desamparando el eco / de mi vida escapada hacia hondos humos húmedos. El
encabalgamiento del final reemplaza al aullido, en un recurso fonético que el autor maneja
con destreza: arrebato atiborrado, o remansé una mansión, o también espejado /
espejismándote, entre otros. Es aquí donde gana la poesía de Giovanetti; en la plasticidad
verbal, en la soltura con que maneja palabras-choque (rajase tu raizal mi cielo raso y
rojo), y en imágenes que tienen más que ver con una visión onírica que con el manejo de
situaciones y personajes (como suele ocurrir con una gran mayoría de narradores-poetas).
Su poesía alcanza sus picos en imágenes potentes que condensan y tensan, quizás las dos
premisas mayores de la poesía: Ah padre / fue tan dulce la tierra de tu vino / que hoy un
cielo rosado / me sube a la cabeza y en una ironía apenas esbozada: En los recuerdos soy
mejor todavía, recurso que el autor debería frecuentar todavía mucho más.
Quizás la fuerza de este libro esté en ese discurso unidireccional, en ese núcleo trabajado
sin distracciones, en ese mismo interrogante expresado de muchas maneras, en esa
búsqueda frenética del otro que se sobreimprime en el hablante, para que sea el padre el
que habla con Giovanetti y él mismo hablándole a su hijo. Diciéndole que lloramos
cantando y que no conocemos de la inmortalidad / más que espantapájaros.
PABLO NERUDA
Si él me sigue soñando
1 (Hasch)
la estación de la música.
O agradezco milagros.
rodando a la intemperie.
Con qué cielo del aire que hiela me abrigabas.
la tierra de tu vino
5 (Carta a Peti)
7 (Hasch II)
me rozaste la piel.)
Cantándote / cobrándote
Y es todo / humildemente.
la llevo todavía.
de la elegida actriz
La derramamos / claro
II
en tu enorme agujero
III
No salgas a la noche.
gritamos / incendiados
rozándote / rozándote.
Y alcanza. No entristezcas.
IV (Desde Beirut)
su sectaria excursión
de tanta adolescencia.
me jadeo en la entrepierna
y me entierro en la siesta.
para Rosina
un pensamiento azul
2 (Vuelo nupcial)
Tu silencio desnudo fue un rostro levantándose
haciéndonos volar
tu roja clarinada
una sonrisa
7 (Elvira Madigan)
8 (Carta a Saúl)
jamás olvides
CÉSAR VALLEJO
y una región donde las almas animales nos inundan sin habla
estos poemas
tu lámpara celeste.
un idéntico nombre.
1 (Los hijos)
ni escobajos humanos.
o desprendiéndose.
2 (El amor)
remontando la noche.
3 (La felicidad)
4 (La luz)
Y lo demás / no importa.
5 (La pobreza)
Yo la mastiqué a solas
mientras velaba el brillo de invencibles metales
6 (La transfiguración)
7 (La fe)
8 (La invencibilidad)
raramente rielante
al remanso espacial?
y con lágrimas.
10 (El llanto)
12 (La caricia)
13 (El perdón)
14 (La despedida)
Y lloramos cantando.
15 (El Otro)
16 (La muerte)
17 (El cáliz)
entre la primavera
18 (El cementerio)
picadas en secreto.
19 (El silencio)
excavado en tu alma?
20 (La heredad)
I
Casa de atardecer
y volverás al cauce
II
III
en la heredad flotante.
21 (La resurrección)
y la naturaleza-
no en desesperación
5
Hacer cruzar el sueño por entre una retícula
6 (Ramos)
II
III
Un hombre que organiza grandes palabras dulces
IV
7 (Ibargoyen)
Un hombre solo
10
12
Lo que se ve no es vida
pero vive.
como un llanto.
PRIMERO
Andén
Yrjönkatu
Mukkula
Sol de la medianoche
Sol de la medianoche
Kommodori
O de un llanto espejándose.
Casa de Tolstoi
es traicionar al diablo.
Fantasías simbólicas
Tu funeral
Hermanos.
En mi ataúd de corrompe
Valizas
Atlántida
contra la eternidad.
Atlántida II
4 (Segundo cuaderno)
Mukkula II
Messilä
La ponencia del sol entre la sangre
Midsommardagen
Vincennes
Falsos profetas
SEGUNDO
1 (Michelangelo)
sosteniendo la vida.
II
2 (Amadeus)
I
Quemaré las muletas del niño que murió.
II
III
Cavarán en el sol
Juan Gelman
8 (Duelo)
II
TERCERO
(Última carta)
te fue reconstruyendo
descompuestos en vida.
y vi abrirse tu risa
Sólo yo lo encontré.
Julio de 1990
CUARTO
II
III
I
Encajar en tus ojos
II
6 (San Agustín)
II
8 (Adivinación y ritual)
Y la unidad existe.
El reino reinará.
10 (Salmo de octubre)
Y la tristeza en Dios.
11 (Salmo de noviembre)
No volveré a nacer.
Y el perfume resuena.
No volveré a morir.
12 (Testamentito)
El diablo se terminará.
CINCO: DE CUERPO Y ALMA / HOMENAJE A MI PERRA
Después que cumplí los cuarenta años mi alma se quedó sin brazos.
Mi madre viajó a encontrarse con una voz que la llamaba desde el cementerio y tampoco
la lloré.
Mi madre había sido una esclava de su madre pero mi padre decidió ser un hijo de Dios.
Mi padre había pintado unas maravillosas iglesias vacías un año antes de viajar al Padre.
Un día mi hijo volvió de la escuela con una perrita que le regalaron por el camino y no la
dejamos quedarse en el apartamento.
Pero al final tuvieron que dejarla a la intemperie y mi hijo lloró igual que Dios.
Los perros no nacieron para vivir sin tierra y nos dio muchísimo trabajo humanizarle los
aguaceros.
Pero ella terminaría por ser muchísimo más humana que nosotros.
Mi alma se emborrachaba leyendo a San Juan de la Cruz y trataba de hacer llover leche
sobre cualquier corazón.
7
El ánima de un hombre tiene esplendor de mujer.
La gran pena del mundo ya no es la esclavitud de los hombres sino la humillación de las
mujeres.
Hasta que cada hombre no se sienta tan importante como un pueblo entero ellas no
terminarán de ser ellas.
Porque cada mujer vive soñando con ser atravesada por el mástil de la esperanza.
10
11
Entonces entendí que el gran arte es lo único que alimenta la pureza de los muchachos
que odian el oro sucio.
12
Lo importante es soñar con la felicidad popular porque para el gran arte no hay nada
imposible.
Los capitanes del vuelo siguen lamiendo nuestros esqueletos con perfección perruna.
13
La magia de los primeros pintores transfiguró las cavernas haciendo que los bisontes
parecieran enemigos hermosos.
Y después que se apagaban las antorchas la tribu volvía a soñar con bisontes terribles.
Pero algunos soñaban con la belleza.
14
Pero cuando un falso Chaplin mea contra los murales para ser aplaudido por otros idiotas
la caverna se transforma en un circo del diablo.
15
Cuando uno se da cuenta de que los perros resucitan todos los días con la puntualidad del
sol se acuerda de los ángeles.
Pero para que ellos nos ayuden tenemos que levantar el corazón.
16
Mi alma seguía yendo a misa y trataba de contemplar nada más que la floración de la
infanta inmaculada.
Hasta que terminó arrastrándose por los basurales del puerto igual que una cadáver.
17
Y nadie nos explica que los cementerios se disfrazan de parques para que traicionemos a
la felicidad.
18
Los perros no tienen sed de pequeños paraísos y se olvidan de ser niños apenas ven el
cielo.
19
Los borrachos son ayudados por el diablo a olvidarse de las telarañas verdes que vomitan
sobre la platea.
20
21
Gilberto Gil cantó que precisás volverte perro y lamer mansamente los pisos de tu palacio.
22
Cuando un hombre camina sobre un mar de alquitrán siente que le crece un pecho con
ternura de pez.
Hay un gran trenzamiento circular para arrancarle el halo a la virgen del estiércol.
Y la implosión de la luna ensartada por los aloes nos calma más que Mozart.
23
Federico escribió que las bodas pueden terminar siendo bocanadas de sangre o fotos que
se pudren como magnolias.
Pero dos corazones capaces de morir perfumando la misma rama tienen paz de galaxia.
Miren la tribu triste.
24
25
Un día Lola amaneció al lado de un jedorazo amarillo y hubo que ponerla a dieta.
Ahora había que bajarla a tiempo al jardín o desencharcar la cocina que terminamos
tapizando con diarios.
26
Hora de vigilar.
La noticia con cabeza de pez irrumpió entre los pulpos para que se brindara por una Tribu
Nueva.
Yo escuchaba las uñas sobre el parqué y estiraba el brazo sin mirarle la miel borrosa de
la agonía.
28
La belleza uruguaya nació cuando el obelisco reverberó sobre la hondura del desmadre
celeste.
29
Miren la perfección.
Al acostarnos curvamos los brazos como bailarines que saludan a oscuras y dibujan
sonriendo el corazón del día.
30
Lola me enseñó que la última belleza es un puente floral que ni los aguaceros del espanto
pueden despatarrar definitivamente.
Se precisan dos almas para que la desesperanza sepa que ella es el verdadero espejismo.
31
Mi mujer sentenció que Lola recién iba a morirse cuando llegara nuestro hijo de Viena.
Nacho se había ido hacía cinco años y faltaban cinco meses para que nos visitara.
32
Cuando Nacho volvió de Europa Micaela ya no vivía en casa y siempre que nos
juntábamos la perra volvía a ver todas nuestras estrellas.
Una tarde llamé a la veterinaria porque Lola ya no podía pararse ni tomar agua.
33
Quince minutos antes de que llegaran a sacrificarla Lola se levantó y caminó hasta el
comedor como si se estuviera despidiendo de la casa.
34
Miren la muerte.
Los sabios que no saben nada odian a Dios y se sientan en los altares de la moda para que
otros castrados los adoren.
Sabe resucitar.
35
Y de golpe entró el universo a la cocina y se puso a brillar sobre aquella piel miel y hubo
muchísimo más belleza que cadáver.
Miren la perfección.
36
Estamos hechos de estrellas y lo que importa es techar a los tristes antes de irnos.
Mientras tomaba mate pensé que Lola había cargado el dolor como una Señora de la
Paciencia y ahora ya no era nuestra.
38
Tengo fe en mi fe.
El universo está lleno de puentes milagrosos que nos permiten hacer entrar a Dios en su
morada.
39
Los milagros son pasos de baile que le hacemos dar a la vida y dependen absolutamente
de nosotros.
Miren un beso.
40
Lola vino a visitarme en un sueño.
Yo estaba en el dormitorio y ella me miró desde el corredor y ahora era distinta a todas
sus otras ellas.
Y tenía más paz que todas las mujeres del mundo juntas.
Miren la cruz.
SEIS: ELLAS
Emilia sabe
no tienen llave.
Emilia crece
le pertenece.
Emilia brilla
pescando en los espejos
su maravilla.
Emilia besa
llueve belleza.
Emilia canta
y se me azula el pozo
de la garganta.
A la mi nieta
la peina un terciopelo
de luna quieta.
ya tejen telarañas
los desengaños.
Pero en tus alas
ya fluorecen vitrales
y no bengalas.
Toda la vida
que no te olvida.
Es transparente
Te quiero tanto
se me hace manto.
10
Emilia sopla
Aquella cava
la cavó Abba.
Tu capelina
la tu hornacina.
Cuando tu vuelo
me invadió el cielo.
Aquel plumaje
Te adoré tanto
bajo tu encanto.
se besaban apenas
las comisuras.
Tu adolescencia
me transformó en el Hijo
de la Presencia.
La primavera
fue verdadera.
9
Y sin embargo
contra lo amargo.
10
Corrías brillando
pero llorando.
11
de horrores rojos.
12
te arcoirisé el infierno
13
Y tu piadoso
terciopelo de vuelo
tapó mi pozo.
14
Toda la vida
que no se olvida.
15
Y tuve miedo
de tragar lo sagrado
16
Junté pedazos
de rosales quebrados
y perdí abrazos.
17
Y entre lo roto
me sostenía el rebrillo
de aquella foto.
18
En los altares
encontraba la mirra
de tus mirares.
19
Y mi esperanza
que no se cansa.
20
lo que soñaba.
21
Los despertares
traen palomares.
22
Y en los paisajes
de las resurrecciones
reinan mensajes.
23
recuperar tu luna
sin desespero.
24
Y si hay tristeza
en tu jardín lejano
mi alma la besa.
para V. M.
1 / ALAS
2 / CHARCO
Pero yo no entendí.
3 / VER
4 / TAJOS
5 / MENSAJES
Estrellaba dulcemente
los mensajes del diablo.
Y el mar se le amansó.
6 / TRAJE
El altar sonrió.
Ya estábamos cazados.
8 / ESPEJOS
9 / FALO
Se me doró el dolor.
10 / ELLA
La maja de Jesús
aparecía en la celda lunar del padre Juan.
Y cantarle a la noche.
11 / TRUENOS
Y parieron blancura.
12 / PULMÓN
Ahora ella era una garza de diecinueve años
que vivía entre caranchos y juntaba cadáveres.
Lo que se abriga
con tu lluvia desnuda
es mi esqueleto.
Oré saliva
para incendiar las penas
de tus lunares.
3
Mozart te quiere
por su piedad tecleada
desde tu infierno.
Mi calavera
te calmó cada labio
como una luna.
Tu niña vieja
se descueró espantando
cuervos triposos.
Tu mujer nueva
sobrevoló montañas
dorando el mundo.
Me diste un ala
para calmar el oro
entre lo triste.
7
Con tu sonrisa
peinada por la luna
me devoraste.
Un arcoiris
reina en tu ría invisible
y yo lo toco.
La Inmaculada
que te riza la risa
lame a su Hijo.
10
Esta rodilla
que agarran tus huesitos
llora de vuelo.
11
La selva esconde
el puñal de una estaca
que te ató el vuelo.
Pero en el sueño
que iluminó mi espada
pariste alas.
12
Tu Inmaculada
nos cazó y mansamente
se hizo lucero.
para C. D.
1 / (Ayer)
La luna llena
de tu alma de magnolia
miró mi pena.
2 / (Hamacas)
Brillar contigo
y acampar a la orilla
del alto abrigo.
3 / (Trasluz de barrilete)
Y ataste al cielo
el piolín más dorado
de nuestro vuelo.
4 / (Desafío)
5 / (Larga distancia)
Fue tu llamada
la que me besó el cielo
de la mirada.
6 / (Alas)
Palermo en calma
y un principito hincado
sobre tu alma.
7 / (Floración)
8 / (Comunión)
Llueve ternura
de la pena más honda
de tu blancura.
para A. E.
1 / (Templaria)
La tu María
estrelló para siempre
mi noche fría.
2 / (Relámpagos)
Tus corazones
volaron en mi cama
como canciones.
3 / (Alquimia)
Tu pena en vuelo
se despeina en orgasmos
de terciopelo.
4 / (Anillos)
Llegó tu Maga
y una paz de oro blanco
besó mi llaga.
5 / (Mudanza)
Dos esperanzas
sumando libertades
se vuelven danzas.
6 / (Nocturno)
Tu suave hondura
durmió sin desclavarse
de la mi altura.
7 / (Maga)
Yo no sabía
soñar con el milagro
que merecía.
8 / (Carne)
En cada estrella
de tu vuelo de anoche
quedó mi huella.
a M. U.
1 / (Tormenta)
Te recé tanto
que ayer soplaste plata
sobre mi espanto.
2 / (Resplandor)
La tu belleza
sosegó los vitrales
de mi tristeza.
3 / (Foto)
Vi tus ojazos
y en tus lunas latieron
dos campanazos.
4 / (Mail)
Besar tu pelo
a través de los astros
es ir de vuelo.
5 / (Hoy)
El pobre hombre
entre un oscuro fuego
besó tu nombre.
6 / (Mujer)
Versos felices
besan doradamente
tus cicatrices.
7 / (Vos)
Tu voz volaba
y en lo alto de la tarde
se arcoirisaba.
8 / (Voz)
Tu lengua calma
como un ungüento de oro
la piel de mi alma.
AMALIA EN OSTTIROL
En el Osttirol
se amontañó una infanta
dueña del sol.
Ella reía
Cada mañana
soplaba un amor blanco
por la ventana.
Y el terciopelo
llenó el mundo y Amalia
llegó a mi cielo.
Yo tengo espejos
donde beso a la niña
que baila lejos.
Y a veces oro
a orillas de su alma
y arde un tesoro.
Su vida vuela
como el ángel de Oblivion
que nos consuela.
Y en el invierno
Amalia siempre siembra
su trigo eterno.
(Femineidad)
la Pasión te corona
catedral de su Rostro
Amén.
Mi nieto mira
la nieve de mis años.
Viena suspira.
2
(Cielos de Amalia)
En tus pestañas
relumbra el terciopelo
de las montañas.
(Weihnachtskarussell)
La tarde gira
entre una paz eterna
que no es mentira.
(Wiener winter)
En tu espesura
Mozart sopla besando
la vida oscura.
Padre perdido
en lo alto de la pena:
no estoy vencido.
6
(Navidad en Viena)
La paz me besa
y en la boca del cielo
la ciudad reza.
(Guitarra)
Cielo de acacia
donde brilla una roja
lluvia de gracia.
(Gott)
Vidas abiertas
como venas que lloran
frente a tus puertas.
(Baumgasse)
Calle de Viena
donde mi estrella rota
no me da pena.
10
(Sueño y Providencia)
La pesadilla
que mis nietos trocaron
en maravilla.
11
(Familien Kirche)
para mi padre
12
En San Esteban
llamas avitraladas
te sobrellevan.
13
(Suerte)
para el Rolo
La Providencia
jamás anuncia el premio
de su presencia.
14
(In memoriam)
Los inocentes
corazones partidos
de los valientes.
15
De tanto amarte
terminé viendo el sol en
un cielo aparte.
16
(Museo)
Tanta pintura
y es el pincel del cielo
lo que nos cura.
17
(Arte)
Nunca es hermoso
lo que no te ilumina
la paz del pozo.
18
(Resurrección de Schiele)
Tu mascarilla
es una inmaculada
vulva que brilla.
19
Eso supiste:
salvarnos con un salmo
de fuego triste.
20
(Sabelo)
Lo que sabemos
es el fondo de iceberg
de lo que vemos.
21
(Lógica viva)
La que no duda
de las resurrecciones
es la huesuda.
22
Creo en el canto
que desde tu hornacina
cae como un manto.
23
(Música blanca)
Entre la nieve
contemplamos la cumbre
del brillo breve.
24
Ella sabía
que al final de mis muertes
la encontraría.
25
Tus matadores
Mariposa Monarca
no aman las flores.
26
(Consigna)
La resistencia
tiene cara de amores
con trascendencia.
27
(Merienda en la vereda)
Amalia mueve
los copos preparando
su pan con nieve.
28
Leandro gatea
por el suelo de mi alma
y la caldea.
29
(Vuelo nocturno)
30
En la ventana
relucen las luciérnagas
de la mañana.
31
La tierra es buena:
los jardines se visten
de luna llena.
32
Eso dejaste:
un hondo sol azul que
desenterraste.
33
(Las bodas de Jonás)
En la espesura
de la ballena blanca
vi la fe oscura.
34
Enamoradas
cuerdas patriagrandistas
y almas doradas.
35
(Evocación de la epifanía)
Mi padre amaba
constelar un pesebre
que nos besaba.
36
(Aeropuerto)
Nadie se cansa
de vivir en lo alto
de la esperanza.
37
(Avión)
En lo inasible
comprendemos el vuelo
de lo imposible.
38
(Boda)
Ayudar a Dios.