La Corte Penal Internacional
La Corte Penal Internacional
La Corte Penal Internacional
DEFINICION:
La Corte Penal Internacional es un tribunal de justicia internacional permanente cuya misión
es juzgar a las personas acusadas de cometer crímenes de genocidio, de guerra, de agresión
y de lesa humanidad. Difiere mucho de la Corte Internacional de Justicia, órgano judicial de
las Naciones Unidas, ya que la Corte Penal Internacional tiene personalidad jurídica
internacional y no forma parte de las Naciones Unidas, aunque se relaciona con ella en los
términos que señala el Estatuto de Roma, su norma fundacional. Tiene su sede en la ciudad
de La Haya en los Países Bajos.
ANTECEDENTES E HISTORIA:
Su fundamento original más directo se en los tribunales internacionales establecidos en
Núremberg y Tokio para juzgar a los criminales de guerra de Alemania y Japón por los delitos
cometidos durante la segunda guerra mundial. Posteriormente, en los albores de la
Organización de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad, recomendó a un panel de
expertos que se explorase la posibilidad de establecer una corte permanente de justicia en
materia criminal, similar o complementaria a su principal órgano judicial, la Corte
Internacional de Justicia. Sin embargo, después de largos debates académicos y políticos, la
idea no prospero hasta los graves acontecimientos del genocidio yugoslavo (1991-1995) y
ruandés (1994). En parte por estos trágicos hechos y por el desarrollo alcanzado por el
Derecho Internacional de los Derechos Humanos y por el Derecho Penal Internacional, se
celebró en la ciudad de Roma una Conferencia Diplomática de plenipotenciarios de las
Naciones Unidas sobre el establecimiento de una Corte Penal Internacional, en cuya acta
final, suscrita el día 17 de Julio de 1998, se estableció la Corte Penal Internacional. Se trata,
así del primer organismo judicial internacional de carácter permanente encargado de
perseguir y condenar los más graves crímenes, cometidos por individuos, en contra del
Derecho Internacional.
En 1948 las Naciones Unidas consideraron por primera vez la posibilidad de establecer una
corte internacional permanente para enjuiciar el genocidio, los crímenes de lesa
humanidad, los crímenes de guerra y la agresión. En la resolución 260 (III) del 9 de
diciembre de ese año, la Asamblea General afirmó que
EL ESTATUTO DE ROMA:
Es el instrumento constitutivo de la Corte Penal Internacional. Fue adoptado en la ciudad
de Roma (Italia), el 17 de Julio de 1998, durante “Conferencia Diplomática de
plenipotenciarios de las Naciones Unidas sobre el establecimiento de una Corte Penal
Internacional”.
Durante la conferencia, los Estados Unidos, Israel y China hicieron una causa común en
contra de este. Pese a esto tanto Israel como los Estados Unidos firmaron pero no
ratificaron el tratado; de hecho la firma por la parte estadounidense la realizó el ex
presidente Bill Clinton solo un día antes de dejar el poder a George W. Bush.
-) PARTE III. De los principios generales del derecho penal (Art.22- Art.33)
Se refiere a los principios del derecho penal tomados de los diferentes sistemas jurídicos
existentes con el objetivo de proporcionar todas las garantías del debido proceso a los
acusados. Se plantea el principio de irretroactividad por medio del cual la Corte no tendrá
competencias respecto de conductas cometidas antes de la entrada en vigor del Estatuto
(1 de julio del 2002). Reconoce el principio de responsabilidad penal individual, que hace
posible juzgar a los individuos por graves violaciones al derecho internacional, que son
declaradas imprescriptibles. Esta parte, además, se ocupa de la responsabilidad de los
líderes por acciones de sus subordinados, la edad de la responsabilidad penal internacional
y la responsabilidad individual sea por una acción u omisión.
Se ocupa de la investigación de los crímenes alegados y el proceso por el cual el Fiscal puede
iniciar y llevar a cabo las investigaciones. Además, define los derechos de los individuos
acusados de un crimen ante la Corte.
Trata de los procedimientos del juicio, el tema de la presencia de los acusados durante el
juicio, la declaración de culpabilidad, los derechos y la protección del acusado. El Estatuto
establece que “se presumirá que toda persona es inocente mientras no se pruebe su
culpabilidad de conformidad con el derecho”. Esta sección dispone además el
establecimiento de una Dependencia de Víctimas y Testigos y la capacidad de la Corte para
determinar la magnitud de los daños y ordenar a una persona declarada culpable efectuar
una reparación a las víctimas.
Establece la Asamblea de los Estados Partes, formada por un representante de cada Estado
Parte para supervisar el actuar de los diferentes órganos de la Corte, determinar el
presupuesto, informes y actividades de la mesa de la Asamblea. Se establece que cada
representante tendrá un voto y las decisiones serán alcanzadas ya sea por consenso o
alguna forma de votación por mayoría. La Asamblea de los Estados Partes tendrá además
el poder para adoptar o realizar enmiendas a los proyectos de texto de las Reglas de
Procedimiento y Prueba y los Elementos del Crimen.
CARACTERÍSTICAS ESENCIALES
La Corte Penal Internacional, creada por medio del Estatuto de Roma adoptado en 1998,
tendrá competencia para juzgar a los individuos responsables por la comisión de los
crímenes más graves del derecho internacional, entre los que se encuentran los crímenes
de guerra, genocidio, lesa humanidad y de agresión.
En el Estatuto de la Corte Penal Internacional se establece que ésta será una institución de
carácter permanente (artículo 1 del Estatuto) y que tendrá personalidad jurídica
internacional (art 4). Su sede estará en La Haya, Países Bajos (el Estado anfitrión) y su
vinculación con el sistema de Naciones Unidas estará regulado mediante un acuerdo que
deberá aprobar la Asamblea de los Estados Parte. Su jurisdicción será complementaria de
las jurisdicciones penales nacionales, de tal modo, la actividad de la Corte se iniciará en los
casos en que las jurisdicciones de cada país no quieran o no puedan perseguir delitos
recogidos en el estatuto.
Los idiomas oficiales de la Corte serán el árabe, el chino, el español, el francés, el inglés y
el ruso. Los idiomas de trabajo de la Corte serán el francés y el inglés.
NATURALEZA JURÍDICA
Durante la elaboración del Proyecto del Estatuto de la Corte Penal Internacional en el seno
de la Comisión de Derecho Internacional, se contempló que la Corte Penal Internacional
podía ser creada ya sea, por una resolución de la Asamblea General con la que se crease un
órgano subsidiario conforme al artículo 22 de la Carta de Naciones Unidas; o por medio de
una modificación de la Carta de Naciones Unidas; o por una resolución del Consejo de
Seguridad, adoptada en el marco del capítulo VII en relación con la creación de un órgano
subsidiario según el artículo 29 de la Carta; y la que finalmente se optó, la creación de la
Corte Penal Internacional por medio de un Estatuto, incorporado a un tratado multilateral.
El goce de los privilegios e inmunidades de la CPI en el territorio de cada uno de los Estados
miembros (artículo 48), la disposición de un sistema institucional y de financiación propio,
junto con la capacidad de concluir acuerdos con Organizaciones Internacionales y con
Estados, constituyen manifestaciones de la personalidad jurídica de la CPI. Por lo tanto, la
Corte Penal Internacional se constituye como una Organización internacional dotada de
subjetividad internacional (artículo 4).
COMPOSICIÓN
La Corte está compuesta de 18 magistrados y sus cuatro órganos principales según lo
establecido por el artículo 34 del Estatuto:
3. La Fiscalía, dirigida por el Fiscal, podrá contar con la ayuda de fiscales adjuntos.
Encargada de recibir información corroborada sobre crímenes de la competencia de la
Corte para examinarlas y realizar investigaciones o ejercitar la acción penal ante la Corte
(artículo 42).
ESTADOS PARTE
El Estatuto establece en su Parte XI, la existencia de una Asamblea de los Estados Parte,
formada por un representante de cada Estado Parte para supervisar los diferentes órganos
de la Corte, su presupuesto, informes y actividades de la Mesa de la Asamblea. Los
representantes tendrán un voto y las decisiones serán alcanzadas ya sea por consenso o por
mayoría.
La Asamblea de los Estados Partes se reunió por primera vez del 3 al 10 de
septiembre de 2002 en la sede de la Organización de las Naciones Unidas en su sede
de Nueva York, donde se adoptaron las Reglas de Procedimiento y Prueba, los Elementos
de los Crímenes, el Reglamento y la Reglamentación Financiera Detallada, el Acuerdo de
Relación entre la Corte y las Naciones Unidas, el Acuerdo sobre los Privilegios e Inmunidades
de la Corte, los Principios Básicos del Acuerdo Relativo a la Sede que han de negociar la
Corte y el país anfitrión, el Reglamento de la Asamblea de los Estados Partes, el
Procedimiento para la Nominación y la Elección de los Magistrados y el Fiscal y el
presupuesto para el primer ejercicio económico de la Corte.
Según la Corte Penal Internacional, en su página web, actualizada hasta diciembre de 2009,
110 países han firmado el Estatuto De Roma de la Corte Criminal Internacional, quedando
dividido por zonas geográficas, así: países africanos, países asiáticos, Europa del Este,
Latinoamérica y el Caribe y Europa del Oeste y otros países.
Una de las ideas que dirigió aquella asamblea era de convertir a la Corte en un organismo
realmente internacional. Pese a las críticas que suscitaron en su momento las reglas de
ratificación que no permiten reservas, se estableció un alto número de quórum para que
ésta entrara en funciones (60 ratificaciones). Las ratificaciones fueron logradas en cuatro
años, entrando en vigor el Estatuto el 1 de julio de 2002.
JURISDICCIÓN
Los Estados que pasen a ser parte en el estatuto de la Corte aceptan de esta forma la
jurisdicción del Tribunal, el que podrá ejercer su competencia si el crimen se ha cometido
en el territorio de un Estado parte o si el acusado es nacional de un Estado parte
(artículo12), cuando la investigación haya sido iniciada por un Estado Parte o por el Fiscal
de oficio (artículo13). En el artículo 13 también se prevé que el Consejo de Seguridad,
actuando con arreglo a lo dispuesto en el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas,
puede remitir al Fiscal una situación en que parezca que se haya cometido uno o varios de
los crímenes de competencia de la Corte. Pero en éste último caso, ni el artículo 12 ni el
artículo 13 del estatuto especifica si el crimen que denuncia el Consejo de Seguridad deba
haber sido cometido en el territorio de un Estado parte o si el acusado es nacional de un
Estado parte. Por tal motivo, cuando es el Consejo de Seguridad el que activa el
procedimiento, será el único caso en que la Corte podrá ejercer una jurisdicción universal.
PRINCIPIOS APLICABLES
El funcionamiento de la Corte se rige por una serie de normas y principios que lo
transforman en un tribunal especial, sólo para conocer casos realmente particulares. Los
principios aplicables son:
IMPORTANCIA DE SU ESTABLECIMIENTO
Es necesario perseguir y castigar a los responsables de los crímenes como el
genocidio ya que la Corte Internacional de Justicia solo se ocupa de casos entre
Estados sin enjuiciar a individuos.
Sin una Corte Penal Internacional que trate la responsabilidad individual en los actos
de genocidio y las violaciones graves de derechos humanos, estos delitos quedan a
menudo impunes. En los últimos 50 años han habido muchos casos de crímenes
contra la humanidad y crímenes de guerra en los que ningún individuo ha sido
castigado, como en Camboya, Mozambique, Liberia, El Salvador, Argelia, la región
de los Grandes Lagos de África y otros países.
El establecimiento de un tribunal permanente para castigar a los responsables de
crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio es importante puesto
que evita los retrasos inherentes de preparar un tribunal ad hoc que pueden ser
aprovechado por los criminales para escapar o desaparecer; los testigos pueden ser
intimidados o las condiciones políticas y sociales pueden empeorar, además de que
las investigaciones se encarecen. Los tribunales ad hoc están sujetos a los límites de
tiempo o lugar.
La Corte Penal Internacional también puede actuar cuando las instituciones
nacionales de justicia son involuntarias o incapaces de actuar. Además puede
prevenir la comisión de crímenes de lesa humanidad deteniendo a delincuentes de
guerra futuros.
En declaraciones del asesor de seguridad nacional del presidente Donald Trump, John
Bolton, para el gobierno estadounidense la Corte Penal Internacional está muerta. Su
discurso supone, en las relaciones entre Washington y La Haya, una vuelta a la era de
George W. Bush como presidente de Estados Unidos, cuando su gobierno decidió en 2002
retirar su firma del Estatuto de Roma, carta fundacional del tribunal.
En agosto del mismo año, Bush saco adelante la Ley de Protección de Miembros en Servicio,
apodada por algunas ONG como la “Ley de invasión de La Haya” porque planteaba el uso
de la fuerza en caso de que un estadounidense terminase en la ciudad holandesa bajo
custodia de la Corte Penal Internacional.
En el caso de Sudan y Libia, la situación fue referida a la Corte Penal por el Consejo de
Seguridad de la ONU. Los procesos en Kenia y Costa de Marfil fueron promovidos motu
proprio por la Fiscalía de la Corte. De estos 22 casos, cuatro siguen abiertos.
En el curso de los procesos, la Corte ha decretado 33 órdenes de detención, las cuales han
tenido como resultado 17 arrestos y tres comparecencias voluntarias. Tres de las órdenes
de detención quedaron anuladas por la muerte de los sospechosos: Raska Lukwiya en
Uganda, Saleh Jerbo en Sudan y Muamar el Gadafi en Libia. Por otro lado, ha habido una
absolución y tres ocasiones en que la Corte ha decidido retirar los cargos o remitir al
sospechoso a un tribunal de justicia nacional. Por último, la Corte ha dictado dos condenas:
Thomas Lubanga, líder de las milicias de la Unión de Patriotas Congoleños, condenado en
julio de 2012 a 14 años de cárcel y Germain Katanga, líder de otro importante grupo de
milicianos del Congo, condenado en mayo de 2014 a 12 años de prisión por crímenes de
asesinato, esclavitud sexual y empleo de niños soldados.
Frente a los logros de la Corte, procesos como el de Sudan parecen estancados. La situación
de este país, escenario de un genocidio de más de medio millón de muertos, fue denunciada
por la ONU a la Corte Penal en marzo de 2005. Aunque Sudan no ha ratificado el Estatuto
de Roma, la Corte ordenó el arresto del presidente Al Bashir y tres de sus colaboradores en
2009. Ninguno de los cuatro acusados ha comparecido aun ante la Corte.
En el caso peruano, según el abogado Eduardo González, existen vacíos legales (como la
flexibilidad ante las esterilizaciones forzadas y el rapto de menores) que podrían ser
resueltos si el Perú incorporase a su legislación las definiciones del derecho internacional;
lo que supondría incorporar el Estatuto de Roma al Código Penal Peruano.