Los Tipos Omisivos
Los Tipos Omisivos
Los Tipos Omisivos
Tipicidad.
Los tipos activos contienen normas de prohibición. Así, la norma contenida en la tipicidad en
el homicidio es “no matarás”. Los tipos omisivos, en cambio, contienen normas de mandato. En
el caso de la omisión de auxilio, la norma contenida es “prestarás auxilio a quien se encuentre en
peligro”.
Normas.
En el plano pretípico no existen omisiones, sino sólo acciones, debido a que la omisión no es
el puro y simple no hacer (omisión no es ausencia de acción). La omisión es una forma típica de
prohibir acciones.
La imputación de un hecho que consiste en no realizar cierta acción corresponde a los delitos
de omisión. Cabe distinguir, ante todo, entre los que son llamados, generalmente, delitos
propios de omisión y delitos impropios de omisión.
Clasificación.
Omisión Propia. Elementos. Especial referencia al artículo 108 del Código Penal.
Se denomina delitos de omisión propia u omisión pura y simple, a los tipos penales en que la
ley conmina con pena un “no hacer” sin más ni más, como delito de pura inactividad, de modo
paralelo a los delitos de pura actividad en casos de comisión.
Omisión Propia.
En la omisión simple se castiga el no hacer de la acción esperada y exigida como tal, no siendo
necesario un resultado material.
En estos tipos penales, se prohíbe la omisión, a la vez que se ordena una acción.
Omisión Propia.
La omisión propia se agota con la simple no realización de la acción ordenada en el tipo penal.
En el caso del artículo 108 del Código Penal, la acción mandada es prestar auxilio a quien se
encuentre amenazado de un peligro cualquiera.
Omisión Propia.
El artículo 108 del Código Penal reprime la omisión de socorro de un menor o de una persona
herida o inválida, amenazada de un peligro cualquiera.
Ejemplo.
1. Una situación típica generadora del deber de actuar. 2. La realización de una conducta
diferente a la debida. 3. La posibilidad material de ejecución de la acción mandada sin riesgo
personal. Elementos.
Aparece definida como una circunstancia en la cual un bien jurídico determinado se encuentra
amenazado por un peligro.
El estado de peligro para el bien jurídico forma parte del tipo objetivo de la omisión, y
caracteriza al contexto en el cual surge el deber de actuar.
Este deber de actuar debe entenderse como el mandato legal de interponer un curso de
salvamento eficiente, aunque no haya sido exitoso.
El deber de actuar se funda, en los casos de omisiones simples, en el deber de solidaridad social.
Se trata de un hacer distinto al impuesto por la ley. No es necesario que el salvamento haya sido
exitoso, por tratarse de un delito de pura inactividad.
Debe ser entendida como la capacidad de acción del sujeto conforme a sus características
individuales. Nadie está obligado a realizar lo imposible, más aún si iniciar el curso de salvamento
podría a su vez, representar un peligro para su vida o su integridad física.
En el caso del artículo 108, se establece como conducta alternativa de salvamento, dar aviso
inmediato a la autoridad cuando se careciere de la posibilidad material de realizar la conducta
debida.
Tiene que haberse dado una situación de hecho que generase el deber de realizar cierta
acción, claramente determinada; tiene que no haber sido realizada tal acción mandada; y el
sujeto, para ser realmente omitente, tiene que haber estado en condiciones de realizar la acción.
La omisión es la no realización de una acción posible que habría que haber realizado ante
determinada situación. Síntesis.
En los casos de omisión imprudente, dependerá en principio de la existencia del tipo penal
culposo correspondiente (principio del numerus clausus), además de los requisitos propios del
obrar por imprudencia.
Tipicidad Subjetiva.
Omisión Impropia. Comisión por omisión. La no evitación evitable del resultado en posición de
garante.
Armin Kaufmann señala que la omisión impropia es un delito de comisión, porque en ella se
lesiona la prohibición de producir un resultado; esta prohibición es lesionada si, y porque no se ha
cumplido un mandato de impedir un resultado.
En los delitos de comisión por omisión, el especial deber jurídico del autor hace que éste
como garante tenga que atender a la evitación del resultado.
En consecuencia, los delitos de comisión por omisión adquieren el carácter de delitos especiales
propios.
Los elementos de las omisiones propias son comunes a las impropias, es decir, la situación
típica que genera el deber de actuar, la realización de una conducta diferente a la debida, y la
capacidad de acción.
A estos tres primeros elementos, deben agregarse los específicos de la omisión impropia.
Elementos comunes.
4. Posición de Garante: el sujeto omitente tiene que haber estado, bajo un título jurídico, a
cargo de velar por que no se produzca el resultado.
Posición de Garante.
No hay delito en comisión por omisión si no hay un garante del bien jurídico protegido. La
posición de garante se encuentra en el corazón de la problemática de los delitos de comisión por
omisión, ya que determina el círculo de personas que pueden ser autores en este tipo de delitos.
Importancia.
Para la consumación del delito, es esencial que se haya producido el resultado típico. De lo
contrario, podría configurarse la tentativa. Se señala además, la equivalencia con un tipo
activo, ya que en los delitos de omisión impropia, el tipo de comisión se cumple por medio de
una omisión.
2. Resultado típico.
3. Imputación Objetiva.
Según la teoría formal de las fuentes del deber, la posición de garante puede nacer de la
ley, de un contrato, o del actuar precedente del sujeto (casos de injerencia). El origen de
esta teoría se debe a Feuerbach. La incorporación de los casos de injerencia es posterior, es
con Stübel cuando aparece una concepción tripartita de las fuentes del deber de actuar.
Fuentes Formales.
Se puede ser garante por disposición legal cuando ésta pone en cabeza del sujeto un
cúmulo de deberes de protección o salvaguarda en relación a un bien jurídico. La ley impone
la realización de ciertas acciones, como la obligación de los padres de proteger y alimentar a
sus hijos menores, emergente de la ley civil.
1. La Ley.
2. El Contrato.
Todo el que crea un riesgo o lo agudiza debe realizar las acciones adecuadas para evitar la
producción de resultados antijurídicos. El principio de injerencia compromete a la persona que
causó una concreta situación de peligro a desviar el peligro que obviamente se encuentra unido y
adecuado a dicha situación.
a.Estrecha vinculación familiar. Son las estrechas relaciones de vida o de peligros, que
garantizan ayuda y asistencia mutuas en tanto motiven dependencia de uno de los partícipes en
tales relaciones respecto a otros. Son ejemplos los deportes de alto riesgo como el alpinismo,
peligrosas excursiones de montaña.
Comunidad de Peligro. Cuando una persona con su conducta, evita otras posibles conductas
de salvamento, ello lo coloca en posición de garantía, aunque hasta ese momento sólo habría de
responder como un simple omitente. Se fundamenta en que, confiando en la ayuda prometida,
no se tomaron otras medidas de seguridad. Es necesario que los bienes queden en manos del
agente para considerarlo garante. Asunción voluntaria de una función de protección.
B. Deber de control de una fuente de peligro por: Injerencia: la provocación de una situación
de peligro fundamenta el deber de evitar un resultado típico que se haya originado en aquélla
situación. La posición de garante requiere que el autor haya creado un peligro adicional al
permitido. No basta una mera relación causal.
Actuar Precedente.
Como tope mínimo, la conducta precedente debe superar el filtro de la imputación objetiva.
Como tope máximo, encontramos que el obrar precedente debe ser ilícito (típico y antijurídico),
aunque cierta doctrina excluye los casos de estado de necesidad justificante agresivos,
considerando en estos casos que existe posición de garante.
Injerencia.
Control de una fuente de peligro. Dentro de las posiciones de garantía de seguridad se incluye
el deber de controlar a terceros, es decir, la responsabilidad por la actuación de terceras personas.
Los educadores y los padres tienen que preocuparse de que los menores confiados a su control
no cometan ningún delito.
El título jurídico que coloca al sujeto a cargo de velar por que no se produzca el resultado,
puede convertirlo en: a. Garante de protección. b. Garante de supervisión o vigilancia.
Clasificación.
Tesis de Günther Jakobs. Se trata en primer lugar, de la vigilancia de los peligros creados por
las propias acciones u omisiones. Todos los ciudadanos son libres de configurar sus propias
actividades y tareas personales, con la contrapartida de responder por los daños que ello cause a
los demás.
Peligros que genera la propia organización del omitente. En los deberes en virtud de
responsabilidad institucional, se incluyen sólo las relaciones paternofiliales, sus sustitutos, la
confianza especial, así como las relaciones estatales de poder, la función policial básica de velar
por la seguridad y el velar por la sujeción a la Ley.
Riesgos Especiales. Estos riesgos especiales pueden ser reconocidos por el hecho de que en su
ámbito hay una responsabilidad por el peligro o que es obligatorio contratar un seguro de
responsabilidad civil; desde la actividad aérea, pasando por el manejo de material radioactivo
hasta los experimentos con medicamentos y la puesta en circulación de productos.
Concepto. Son casos en los que el obligado a actuar se pone voluntariamente en condiciones
que le impiden realizar la acción debida. Se cita como ejemplo el médico que se alcoholiza para
no estar en condiciones de realizar una intervención quirúrgica.
1. Omissio Libera In Causa. Los casos en que el obligado a realizar la acción da comienzo a la
conducta debida, pero en un determinado momento la abandona o la interrumpe. El que arroja
un salvavidas a otro pero luego se arrepiente y lo retira antes de que la víctima se haya servido de
él.
2. Interrupción de un curso de salvamento propio. Los casos en los que uno –no obligado a
obrar-, impide que lo haga el obligado a hacerlo. El sujeto A golpea a un salvavidas en la cabeza
en el momento en que se dirigía a salvar a la víctima que se estaba ahogando, inutilizándolo para
realizar el salvamento.
3. Interrupción de un curso de salvamento ajeno. Así como este interruptor del curso causal
salvador puede ser tratado como autor de homicidio, bajo el texto de matar a otro, -a pesar de
que él no habría causado en sentido naturalista, sino que es sencillamente responsable de la
muerte, es decir, debe hacerse cargo de ella-, así también quien omite un salvamento, estando
obligado a salvar (garante), debe responder por ese mismo título.
Solución de Sancinetti. Por esta conversión de una acción en una omisión (lo inverso de los
delitos impropios de omisión) se le llama también a la interrupción de cursos causales salvadores
delitos de omisión por comisión. Solución de Sancinetti. Constitucionalidad de las Omisiones
Impropias.
Postura de Zaffaroni. Tipo del texto y tipo de la interpretación: la razón por la cual se puede
tratar a tales omisiones conforme a verbos que en principio describen comportamientos activos
no reside en aceptar para este caso un procedimiento analógico, como parece a simple vista. Se
trata de una cuestión de interpretación de hasta qué punto un texto que describe una acción
como matar, está referido también a la no evitación de la muerte para quien está obligado a
evitar.