Algunos Versos Elegíacos de Teoganis
Algunos Versos Elegíacos de Teoganis
Algunos Versos Elegíacos de Teoganis
Carpe diem
***
ni la muerte esquiven.
***
Acertijos
Consejos y sentencias
***
***
Teognis de Mégara, poeta griego del siglo VI a.C., firma unos 1.400
versos que han llegado hasta nosotros, aunque es muy probable que
no sea autor de todos ellos. Se reúnen bajo el título de Colección
2
Teognidea, cuyo núcleo originario serían probablemente los poemas de
Teognis a los que se fueron añadiendo el resto.
3
Teognis
(Finales del siglo VI a.J.C.) Poeta griego, natural de Megara. Fue
aristócrata, y a causa de las revoluciones políticas, llegó a conocer la
pobreza y el destierro. Con su nombre se conserva una colección de
cerca de 1.400 versos elegíacos, aunque algunos no son suyos. El estilo
enérgico y realista es el mérito principal de su poesía.
De Teognis de Megara han llegado hasta nosotros dos libros de elegías
(1.389 versos), llamados Teognídeas, que ofrecen al historiador de la
literatura muchos problemas, puesto que a la formación de los libros,
compuestos con intenciones pedagógicas, concurrieron también
fragmentos de otros poetas. Sin embargo, bastan las partes que son
genuinas con toda seguridad para dar una imagen cumplida del poeta.
Teognis de Megara era un noble de estirpe dórica, que vivió en la época
en que se afirmaba la democracia: "Los que antes eran viles, ahora son
los señores, y los nobles se han convertido en viles. ¿Quién es capaz
de aguantar estas cosas?", (V. 53-58). Privado de sus privilegios,
desterrado de su Megara (783-788), conoció la pobreza (173-178; 833-
836) y la opresión (419-420), y su alma orgullosa se colmó de rencor.
Pregunta a Zeus por qué mantiene en un mismo honor a los justos y a
los malvados (373-380; 743-753), e implora de él con intensa pasión la
satisfacción de la venganza (341-350).
Su ideal de conservador, desengañado de la nueva realidad, no admite
compromisos: por el contrario, se torna más rígido en el culto celoso de
las virtudes aristocráticas, y halla en la expresión del odio y del
desprecio voces de singular vigor. La amarga experiencia de la vida le
lleva a una concepción pesimista; nada puede la voluntad humana
contra los inescrutables designios divinos (133-142); nadie es feliz entre
todos los que viven bajo el sol (167-168). Por esto sería mejor no haber
nacido, o, una vez nacidos, cruzar lo más pronto posible las puertas del
Hades (425-428).
Estas reflexiones y estas sentencias suelen ir dirigidas en forma de
enseñanza a un jovencito noble, Cirno, con el cual el poeta, según
costumbre de la nobleza dórica, mantiene relaciones de maestro y de
amante. En los banquetes aristocráticos, intentando olvidar lo precario
4
de su situación, Teognis puede a veces entregarse al placer del vino, al
gozo del momento, a la embriaguez de la juventud (por ejemplo 503-
508); pero la conciencia del triste destino humano siempre vuelve a
surgir: "Goza de la vida, corazón; pronto les tocará el turno a otros
hombres, y yo, muerto, seré negra tierra" (877-878).
Se trata en general de poemas breves, a veces de dos versos, o de
pequeñas elegías que no suelen exceder de los doce versos. Según la
teoría de Emilio Rodríguez Adrados, la compilación que se ha
conservado procedería de una colección independiente de los poemas
de Cirno realizada por el autor en su vejez y que en el siglo V habría
sido ampliada por los compiladores con otros poemas de Teognis.
Producto de una concepción aristocrática, las Teognídeas conforman
un retrato de la sociedad aristocrática en un mundo cambiante y
constituyen más de la mitad de lo que se conserva de la poesía elegíaca
griega clásica.
5
DE CORPUS Y FIGURAS
6
Así son las cosas; cuando uno adquiere la categoría de corpus,
no hay más asunto ya que importe que los problemas de estructura y la
naturaleza nubilosa de la obra; y si este corpus es además un corpus
misionero, terminamos por dar a esa impresencia la forma de un
Teognis aristócrata, antiguo, defensor de un mimetismo cobarde y
protector, voz última de una ética pasada, en un momento en el que
todo en Grecia es nuevo y el sol sale radiante de promesas.
7
Juan Manuel Rodríguez Tobal
19-26
8
a todos cuando llueve ni cuando se contiene.
73-74
79-82
9
almas siempre cercanas con el corazón presto
87-92
10
105-112
11
113-114
117-118
12
145-148
149-150
13
159-160
213-218
14
haciéndote al sentir de cada cual.
333-334
de un hombre desterrado:
15
467-496
16
Llegaré como más gusta haberlo bebido
y otra aún por los dioses, y otra más que aún hay manos…
17
Charlad tranquilamente con un buen jarro al lado
1038a-1038b
18
1241-1242
1335-1336
19
1369-1372
20
1375-1376
21