Tragedia Griega
Tragedia Griega
Tragedia Griega
La tragedia griega es un género teatral originario de la Antigua Grecia. Inspirado en los ritos y
representaciones sagradas que se hacían enGrecia y Asia Menor, alcanza su apogeo en
la Atenas del siglo V a. C. Llega sin grandes modificaciones hasta el Romanticismo, época en la que
se abre la discusión sobre los géneros literarios, mucho más de lo que lo hizo durante
el Renacimiento.
Debido a la larga evolución de la tragedia griega a través de más de dos mil años, resulta difícil dar
una definición unívoca al término tragedia, ya que el mismo varía según la época histórica o el autor
del que se trate.
En la Edad Media, cuando se sabía poco o nada del género, el término asume el significado de "obra
de estilo trágico", y estilo trágico deviene en un sinónimo bastante genérico de poesía o estilo ilustre,
como De vulgari eloquentia, de Dante Alighieri.
Los más importantes y reconocidos autores de la tragedia fueron Esquilo, Sófocles y Eurípides que,
en diversos momentos históricos, afrontaron los temas más sensibles de su época.
Índice
2 Estructura de la tragedia
o 5.1 Esquilo
o 5.2 Sófocles
o 5.3 Eurípides
6 Otros tragediógrafos
7 Notas
8 Bibliografía
9 Véase también
10 Enlaces externos
Origen y evolución de la tragedia[editar]
Canción del macho cabrío[editar]
Sacerdotisas danzantes, que llevan un cordero o macho cabrío para sacrificios de yaya.
El origen de la tragedia griega es uno de los tradicionales problemas no resueltos por la filología
clásica. La fuente primaria de este debate se encuentra en la Poética de Aristóteles. En esta obra, el
autor recoge documentación de primera mano sobre las etapas más antiguas del teatro en Ática. Su
obra, por lo tanto, es una contribución imprescindible para el estudio de la tragedia antigua.
Respecto del origen de la tragedia los antropólogos han indicado, tal como lo confirma
la etimología de la palabra, que se trata de un ritual de sacrificio, en el que se ofrecían animales a los
dioses. Esto se hacía sobre todo para obtener buenas cosechas y buena caza. Momentos cruciales
que determinaban la vida de los antiguos eran los de cambios astrales (equinoccio y solsticio, que
marcan el cambio de una estación a otra). Los sacrificios se daban, por lo tanto, en estos momentos,
por ejemplo, poco después del solsticio de primavera para asegurarse el advenimiento de esta buena
estación para la agricultura. Como en otras religiones, incluso en la cristiana el momento de los
sacrificios coincidía con la primavera en razón de que la difusión debió adaptarse a las fiestas
paganas preexistentes, como el 25 de diciembre que cae cercano al solsticio de invierno. En una
época prehistórica reciente, tales sacrificios tuvieron que ser transformados en danzas rituales, en las
cuales la lucha primordial era de lo bueno (representada por el día, la luz, la primavera) contra lo malo
(la noche y el invierno). Triunfaba finalmente lo bueno contra lo malo.
Quedan todavía muchos puntos oscuros sobre el origen de la tragedia. El primero refiere a
la etimología tragedia (τραγῳδία). Se distinguen en ésta la raíz de "macho cabrío" (τράγος / trágos) y
cantar (ῳδία), sería por lo tanto "el canto del macho cabrío", quizás en referencia al premio que era
dado al vencedor del certamen trágico (un macho cabrio); o el sacrificio de este animal sagrado
a Dioniso, que frecuentemente acompañaba la fiesta en honor al dios. Una teoría más reciente de J.
Winkler hace derivar el término tragedia del vocablo raro traghìzein (τραγὶζειν) que significa "cambiar
de voz, asumir una voz de balido como las cabras", en referencia a los actores. A menos que, sugiere
D'Amico, tragoidía no signifique más que simplemente "canto del macho cabrío" de los personajes
satíricos que integraban el coro de las acciones sagradas a Dioniso. Otras hipótesis tentativas, han
señalado una etimología que refiere a la tragedia como una oda a la cerveza. 1
Lo que es posible afirmar con certeza es que la raíz trag- (τραγ-), incluso antes de referirse al drama
trágico, fue utilizada para significar el estado "similar al de un macho cabrío", pero también a la
aspereza, la lujuria, el placer de la comida, en una serie de palabras derivadas que gravita en torno al
ámbito lingüístico del rito dionisíaco.
Señala Aristóteles que la tragedia nace al inicio como improvisación, precisamente "del coro que
entonaba el ditirambo" (ἀπὸ τῶν ἐξαρχόντων τὸν διθύραμβον, apò tōn exarchòntōn tòn ditýrambon),
un canto coral en honor a Dionisio. Al inicio estas manifestaciones eran breves y de un tono burlesco
porque contenían elementos satíricos; luego el lenguaje se hace más grave y cambia incluso la
medida, que de verso trocaico deviene en yámbico.
El ditirambo, originalmente improvisado, asume luego, una forma escrita y preestablecida. El primer
ditirambo escrito fue la obra de Arión. El coro se dirigía al thymele (θυμέλη), el altar de los sacrificios y
cantaba en círculo disponiéndose en torno al mismo.
Se puede suponer que en determinado momento en el que el coro entonaba este canto en honor a
Dioniso, el corifeo, es decir el portavoz del coro, habría sido separado y habría comenzado a dialogar
con el coro, convirtiéndose así en un verdadero personaje. Posteriormente el mismo coro,
desdoblándose en dos semicírculos, daría vida a un diálogo entre los dos corifeos, y se introduce
un hypocritès (ὑποκριτής, un contestador, posteriormente significará actor), que pronunciaba las
palabras de Dioniso, mientras el coro se movía a su alrededor, dando así nacimiento al drama. Del
canto épico-lírico, el ditirambo se transforma en teatro.
Mientras nacía y se estructuraba la tragedia propiamente, el espíritu más popular de los ritos y de las
danzas dionisíacas sobrevivía en el drama satírico.
De Frínico se tiene mayor información. Más allá de introducir en los diálogos el verso yámbico,
invento el género de la tragedia con argumento histórico (La Toma de Mileto), introduciendo una
segunda parte: la tragedia se encaminaba así a la trilogía, que será introducida por Esquilo. Su
primera victoria en competencia se da en el año 510 a. C.
Esquilo: la codificación[editar]
Habría sido Esquilo quien fijó las reglas fundamentales del drama trágico. Se le atribuye la
introducción de máscaras y coturnos. Por otra parte, con él la tragedia empieza a ser una trilogía. Al
introducir un segundo actor, hace posible la dramatización de un conflicto. La representación de la
tragedia asume una duración definida (del amanecer a la puesta del sol, tanto en la realidad como en
la ficción), y en el mismo día se representa la trilogía, en la cual las tres partes están relacionadas con
la misma historia.
En su trabajo, si se confrontan las primeras tragedias con los de años sucesivos, se nota una
evolución y un enriquecimiento de los elementos propios del drama trágico: diálogos, contrastes,
efectos teatrales. Esto se debe también a la rivalidad que el viejo Esquilo debe sostener en los
concursos dramáticos: con un joven rival, Sófocles, que aumenta en popularidad y que ha introducido
a un tercer actor, ha complicado las tramas, desarrollando caracteres más humanos, con los cuales el
público se ve identificado.
Esquilo acepta las innovaciones, aunque siendo siempre fiel a un rigor extremo, a una religiosidad
casi monoteísta cuya divinidad suprema, Zeus, aparece representado a veces como un tirano, a
veces como un dios omnipotente. En cuanto a los personajes, son siempre héroes; casi todos tienen
características superiores a las humanas. Esquilo no busca en ellos el realismo, la naturalidad, o una
cotidianeidad que llegará con Eurípides, sino una sublimación suprema.
La reforma de Sófocles[editar]
Plutarco, en la Vida de Cimón relata el primer triunfo del joven y talentoso Sófocles contra el célebre y
hasta ese momento invicto Esquilo, concluido de modo insólito, sin el acostumbrado sorteo de los
árbitros, que provocó el exilio de Esquilo a Sicilia. Las innovaciones que Sófocles introdujo y que le
merecieron al menos veinte triunfos, referían a muchos aspectos de la representación trágica, desde
los detalles más insignificantes (como los calzados blancos y los bastones curvados) hasta cambios
de más peso.
Introdujo un tercer actor, que permitió que la tragedia multiplicara el número de personajes posibles,
aumentó a quince el número de coreutas, interrumpió la hasta entonces obligatoria trilogía, haciendo
posible la representación de dramas independientes, introdujo el uso de la escenografía. Con
respecto a Esquilo, los coros trágicos de Sófocles tuvieron cada vez menos participación en la acción
y comenzaron a ser espectadores de la escena y comentaristas de los hechos. Pertenece a Sófocles
la introducción del monólogo (por ejemplo, Áyax o Edipo), cuya duración permitía al actor demostrar
su capacidad, y al personaje expresar completamente su pensamiento. La psicología del personaje
se profundiza y emerge un análisis desconocido de la verdad y del hombre. Sófocles intentó quitar el
énfasis en ese estilo ampuloso, recargado y espectacular (ónkos/ὄγκος) de sus personajes y de la
propia acción, para restituirlos totalmente a su función dramática. En Edipo en Colono el coro repite
"la suerte mayor no nace". Las peripecias que sufren los héroes no son consecuencia de una culpa y
en esto podemos ver el principio de una reflexión sobre el sufrimiento como elemento central de la
condición humana.
El realismo de Eurípides[editar]
Las particularidades que distinguen a Eurípides de los otros dos dramaturgos son, por un lado, la
búsqueda de la experimentación técnica efectuada en casi todos sus trabajos y, por otro, la mayor
atención que pone en la descripción de las emociones de los personajes, analizando su evolución
durante el desarrollo de los acontecimientos que narra.
La innovación absoluta del teatro de Eurípides, sin embargo, se halla en el realismo con el cual el
dramaturgo traza la dinámica psicológica de los personajes. Los héroes descritos en sus obras ya no
son los resueltos protagonistas de los dramas de Esquilo y Sófocles, sino que a menudo son
personas problemáticas e inseguras, muy alejadas del modelo del héroe clásico. De hecho estos
continúan procediendo del mundo del mito, pero su comportamiento es el de seres humanos,
asediados en muchos casos por la locura, la perversidad o un deseo de venganza que pueden
parecer monstruosos. No es, pues, frecuente encontrar en Eurípides los personajes luminosos de la
tragedia sofocleana, ya que el sufrimiento y las humillaciones que experimentan les afectan en lo más
hondo de su alma. Ésta es la razón por la que sean tan importantes las mujeres (a veces, incluso
extranjeras), los esclavos y las víctimas de las guerras.
En efecto, las protagonistas femeninas de los dramas, como Andrómaca, Fedra, Medea, son las
nuevas figuras trágicas de Eurípides, que presenta sabiamente como mujeres atormentadas y con
impulsos irracionales que chocan con el mundo de la razón.
Estructura de la tragedia[editar]
La tragedia griega está estructurada siguiendo un esquema rígido, cuyas formas se pueden definir
con precisión. Se inicia generalmente con un prólogo, que según Aristóteles es lo que antecede a la
entrada del coro. Las características generales son que se da la ubicación temporal y se une el
pasado del héroe con el presente, pueden participar hasta tres actores, pero sólo hablan dos y el otro
interviene o puede recitar un monólogo. Se informa al espectador del porqué del castigo que va a
recibir el héroe y en esta parte no interviene el coro.
Prosigue la párodos que son cantos a cargo del coro durante su entrada en la "orchestra" ὀρχήστρα,
por el lateral izquierdo. En esta parte se realiza un canto lírico, donde se dan danzas de avance y
retroceso; se utiliza el dialecto ático, más adecuado a los cantos corales debido a su musicalidad.
Luego comienzan los episodios que pueden ser hasta cinco. En ellos hay diálogo entre el coro y los
personajes o entre personajes; es la parte más importante por ser la dramática por excelencia y
expresa el pensamiento e ideas del personaje. Entre los episodios se hallan los estásimos, que son
intervenciones del coro en las que se expresan las ideas políticas, filosóficas, religiosas o morales del
autor.
Por último, el éxodo es la parte final de la tragedia, hay cantos líricos y dramáticos; el héroe reconoce
su error. A veces es castigado con la muerte por los dioses y es allí donde aparece la enseñanza
moral.
La tragedia es por lo tanto imitación de una acción noble y terminada [...] la cual por medio de la piedad y del
En pocas palabras, las acciones que la tragedia representa no son otra cosa que las acciones más
torpes que los hombres puedan realizar: su contemplación hace que el espectador se introduzca en
los impulsos que los generan, por un lado simpatizando con el héroe trágico a través de sus
emociones (pathos), por otro lado condenando la desmesura o el defecto a través delhýbris (ὕβρις -
“soberbia” o “malversación”, es decir actuación contra las leyes divinas, que lleva al personaje a
cometer el crimen). La mímesis final representa la "retribución" por el crimen. El castigo recibido hace
nacer en el individuo que asiste a la representación sentimientos de piedad y terror que permiten que
la mente se purifique de las pasiones negativas que cada hombre posee. La catarsis final para
Aristóteles representa la toma de conciencia del espectador, que, comprendiendo a los personajes,
alcanza este estado final de conciencia, distanciándose de sus propias pasiones y alcanzando un
avanzado nivel de sabiduría. El defecto o la debilidad del personaje conlleva necesariamente a su
caída en cuanto predestinada (el concatenamiento de las acciones parece en cierta manera inducido
por los dioses, que no actúan directamente, sino como deus ex machina). La caída del héroe trágico
es necesaria, porque de un lado podemos admirar la grandeza (se trata casi siempre de un personaje
ilustre, y poderoso) y por otro podemos, como espectadores, obtener un beneficio a partir de la
historia. Citando las palabras de un gran estudioso de la antigua Grecia, la tragedia “es una
simulación”, en el sentido usado en campo científico, casi un experimento del laboratorio:
La tragedia monta una experiencia humana a partir de personajes famosos, pero los instala y los hace
conducirse de tal manera que [...] la catástrofe que se presenta soportada por un hombre, aparecerá en su
totalidad como probable o necesaria. Es decir, el espectador que ve todo con piedad y terror adquiere la
sensación de que cuanto sucede a ese individuo, habría podido sucederle a él.
J.P.Vernant
Diferente fue, no obstante, la posición anticlasicista, fruto de la polémica romántica contra la poética
neoaristotélica, que consideraban privada de sentimientos y distante de los tiempos modernos:
sucede entonces que el elemento del pathos es exaltado, a veces en exceso, y que el personaje
trágico aparece como víctima de una suerte injusta. El héroe trágico, en este punto tiende a acercarse
a las clases sociales medias y bajas y por lo tanto a asumir el tono de denuncia política.
... porque en la tragedia se hace todo lo posible para realizarse la acción en una vuelta del sol, mientras que la
Aristóteles
Así que Aristóteles exige las unidades de tiempo y de acción, pero no dice nada de la unidad de
lugar. Lo importante, dice, es que el espectador pueda entender y recordar el conjunto de la
representación.
En la cultura de la Grecia antigua, afirma Nietzsche, «existe un contraste, enorme para el origen y el
fin, entre el arte plástico, esto es lo apolíneo, y el arte no plástico de la música, que es lo dionisíaco.»
[...] estos dos instintos, por lo tanto, caminan uno al lado del otro, pero lo más distante posible, estimulándose
recíprocamente a siempre nuevas reacciones gallardas para perpetuar en sí mismo incesantemente la lucha de
esos contrastes, en la cual la palabra común “del arte” lanza un puente que es sólo aparente: mientras
finalmente, se reúnen conjuntamente gracias a un milagro metafísico producido por la “voluntad helénica”,
aparecen finalmente en apoyo y generan a este respecto la obra de arte de la tragedia del ática, que es tanto
La tragedia antigua no era solo un espectáculo, como lo entendemos hoy, más bien se trataba de un
rito colectivo de la polis. Se desarrollaba durante un período sagrado en un espacio consagrado (el
centro del teatro se hallaba el altar del dios). El teatro asume la función de caja de resonancia para
las ideas, los problemas y la vida política y culturales de la Atenas democrática: la tragedia trata de un
pasado mítico, pero el mito se vuelve inmediatamente metáfora de problemas profundos de la
sociedad ateniense.
Respecto de lo anterior es emblemática la tragedia Los persas de Esquilo: la historia está ambientada
en el palacio de Susa, capital delImperio persa, donde desde el principio una serie de oscuros
personajes, incluso el fantasma del difunto rey Darío que acusa a su sucesor, Jerjes I, de haber
pecado de soberbia, es el preludio de una gran catástrofe, anunciada al final por un mensajero que,
con dramatismo extraordinario, cuenta como la tropa persa es destruida en la Batalla de Salamina.
La tragedia (la única de argumento histórico llegada hasta nuestros días) fue representada en el
año 472 a. C., ocho años después de la Batalla de Salamina, mientras la guerra contra Persia
continuaba: la voz de Esquilo fue entonces un fuerte instrumento de propaganda, tanto fue así que
el corego, esto es el que costeó la escenificación de la obra, fue Pericles.
¿Una tragedia de argumento mítico de éxito, pero como vehículo de mensajes de relieve de interés
civil y social implica al público tanto desde un punto de vista partícipe como difuso? Aristóteles
responde a esta pregunta formulando el concepto de "catarsis" (κάθαρσις, purificación), según el cual
la tragedia pone ante los hombres los impulsos pasionales e irracionales
(matricidio, incesto, canibalismo,suicidio, infanticidio...), que se encuentran, más o menos
conscientes, en el ánimo humano, permitiendo a los individuos desahogarse inocuamente, en una
suerte de «exorcismo» en masa.
Las representaciones de las tragedias en Atenas se realizaban en las grandes Dionisias, fiestas en
honor al dios Dioniso, hacia fines de marzo. Las Dionisias eran organizadas por el Estado y elarconte
epónimo; quien apenas asumido el cargo, preparaba la elección de los tres ciudadanos más ricos a
quien confiar la "coregia", esto es la organización del coro trágico: en la Atenas democrática los
ciudadanos más acomodados eran responsables de financiar servicios públicos como "liturgias", a
modo de un impuesto especial.
Durante las Dionisias se desarrollaba un torneo trágico, una competición entre tres poetas, elegidos
por el arconte, posiblemente sobre la base de un guion provisional. Cada uno de ellos debía
presentar una tetralogía compuesta de tres tragedias y un drama satírico. Toda la tetralogía era
representada el mismo día, por la mañana; de esta manera la representación de las tragedias llevaba
tres días, mientras que el último día era dedicado a la puesta en escena de los tres dramas satíricos.
Al final de los tres días de competencia se le daba el premio al mejor coro, al mejor actor y al mejor
poeta. El jurado estaba integrado por diez personas, elegidas al azar. Al término de las
representaciones, disponían una urna y unas tablas en las que se escribía el nombre de los tres
poetas en orden al mérito.
La población acudía en masa a los espectáculos y, probablemente a partir del siglo V a. C.,
comenzaron a acudir mujeres, niños y esclavos. La pasión de los griegos por la tragedia era
arrolladora: Atenas, se decía, destinaba más dinero para el teatro que para la flota. Cuando el costo
por espectador aumentó y se estableció un precio de ingreso, Pericles instituyó el theoricòn, un fondo
especial para pagar la entrada de los menos pudientes.
Esquilo
De las grandes producciones de la Atenas democrática se conservan sólo algunas tragedias de tres
autores: Sófocles, Eurípides y Esquilo.
Esquilo[editar]
De Esquilo se tiene noticia de setenta y nueve obras, entre tragedias y dramas satíricos, de los que
sobreviven siete, entre las cuales se encuentra la única trilogía sobreviviente de las tragedias
antiguas, la Orestíada.
Sófocles
Sófocles[editar]
De aproximadamente ciento treinta obras entre tragedias y dramas satíricos han llegado hasta
nuestros días siete tragedias:
De Eurípides se conocen noventa y dos dramas, sobreviven de éstas dieciocho tragedias (sin
embargo una de ellas, la titulada Reso es de atribución discutida y predomina la opinión de que se
trata de una obra anónima) y un drama satírico: el Cíclope. Las obras son las siguientes:
El origen de la
tragedia griega y
sus autores.
El tiempo a pasado, pero las
antiguas tragedias
griegas conservan plenamente su
vigencia. En el artículo realizado por
Karina Donángelo se describe su
aparición y las características de esos
creadores que, como Eurípides, han
dejado una fuerte impronta en la
cultura.
El nacimiento de la
tragedia.
Karina Donángelo
La tragedia recuenta la caída del hombre superior y sus desgracias. Alguien que comienza con
fortuna y prosperidad y termina en la adversidad. Las tragedias griegas tenían como personajes
principales a los grandes reyes que en su lucha por el poder se destruían entre ellos y su fin siempre
era la muerte. También tratan el tema del amor, pero siempre contrariado y fatal. En la tragedia se
representa el valor universal y humano con un marcado origen épico y religioso. Algunos ejemplos
son:
Antígona, Edipo Rey - de Sófocles
La Orestiada - de Esquilo
Medea - de Eurípides
PRINCIPALES AUTORES
Esquilo
Esquilo nació en una demos o villa del
Ática, Eleusis, y era hijo de Euforión y hermano de dos héroes célebres las
guerras medicas.
Eurípides
Su madre se llamaba Klitonis y su padre Mnesarco, durante su infancia
tuvo lugar la Guerra Medica decisiva para los griegos y el mundo
occidental. En 466 AC cumplió dos años de servicio militar, odiaba la
política y era amante del estudio, para lo que poseía su propia biblioteca
una de las más completas de toda Grecia. Fue amigo de Sócrates, el cual
según la tradición, solo asistía al teatro cuando se presentaban obras de
Eurípides, en 408 AC decepcionado por los acontecimientos de su patria
implicada en
la interminable Guerra de Peloponeso, se retiro a la corte de Arquéalo l de
Macedonia, muriendo dos años después en Pella.
Obras Importantes:
Los persas (472 A.C)
Los 7 contra Tebas (467 A.C)
Las suplicantes (463 A.C)
Orestiada (458 A.C) que comprende: Agamenón, las Coéforas y las
Euménides
Sófocles
Trata temas semejantes a los de su antecesor, centrando sede en las relaciones entre el
hombre y los dioses.
1-Ayax,
2-Antígona,
3-Edipo Rey,
4-Las Traquinias,
5-Electra,
6-Filoctetes
7-Edipo en Colona.
Murió a los noventa años, cuando esparta era una potencia militar y decidía
Los Episodios. Constituían los pasajes dramáticos "intercalados entre los cantos corales" y eran
partes dialogadas en las que actuaban los actores. Sófocles fue el primero que introdujo tres
personajes, haciéndolos coincidir en escena; entre sólo tres actores todos ellos varones (las mujeres
parece que no actuaban en el teatro) se repartían todos los personajes individualizados en la obra.
Los Estásimos. Eran los cantos del Coro que "sin moverse" de la orquestra ejecutaba
acompañándolos en ocasiones de sonidos instrumentales y de danza.
Para muchos, el coro no es propiamente un actor o personaje sino que se situaba, en el plano
dramático, a mitad de camino entre los actores y los espectadores: era espectador de la acción que
en la escena los actores reproducen, pero también el Coro mismo, los Coreutas, o su director, el
Corifeo, pueden entablar diálogo con los actores.
La misión del Coro sería la de comentar la acción dramática o la de aconsejar, o reprochar, animar o
impugnar las acciones y palabras de los actores. Los cantos corales tienen, en efecto, un lenguaje
poético muy cuidado, en los que se van haciendo comentarios sobre el drama: hay en ellos
acumulación de imágenes y alusiones mitológicas muy difíciles de comprender a veces para el
espectador moderno.
Estas dos partes (Episodios y Estásimos) se alternaban libremente en las obras.
El Éxodo. Es el canto final del Coro mientras "sale" del teatro al finalizar la tragedia. En Edipo Rey el
éxodo se reduce a la despedida del Corifeo, quien, como es frecuente en la tragedia, lo hace diciendo
una frase significativa con un fin de enseñanza.
Estructura de la tragedia
Publicado: septiembre 20, 2008 en Literatura de 5to.
Etiquetas: actos, desenlace, escenas, estructura externa, estructura interna, motivación,peripecia, planteo, tragedia
En toda obra podemos reconocer a simple vista su estructura externa, es decir la forma en que la subdividió formalmente el
autor: si es una novela, capítulos; en un cuento, puede haber apartados; en una poesía, estrofas, etc.
En el caso de la tragedia, vamos a comparar aquí la estructura externa del subgénero en sus surgimientos, es decir en el siglo
V A.C en Grecia, y en el Renacimiento. Pero también abordaremos la estructura interna, es decir los momentos por los que
pasa la acción, de ambas. En este segundo caso no tendremos la guía de subtítulos ni paratextos, sino la propia interpretación
Prólogo: a cargo de un personaje, que, comúnmente, no vuelve a aparecer en la obra. Puede ser un monólogo o un diálogo,
que presenta los datos básicos para entender la situación en la que se ambienta la acción de la obra.
Párodos: entrada del coro, pasaje complementario del prólogo. A través de los comentarios que se incluyen en este pasaje, el
Estásima: Intervención del coro, interpretando y comentando lo que acaba de suceder. (Se van sucediendo desde aquí,
episodios y estásimas).
Éxodo: Salida del coro, fin de la obra.
En la tragedia renacentista, tenemos una estructura externa totalmente distinta. Ya no hay un coro, y por lo tanto varias partes
Estas tragedias se dividen en cinco actos (cada acto es una unidad de acción, es decir que aglutina las escenas íntimamente
ligadas a un momento de la acción dramática), y los actos se subdividen en un número variable deescenas (lo que marca el
En tanto, nosotros podemos reconocer, a medida que hemos leído y entendido, o mucho mejor si la hemos visto representada,
Motivación: Es la primera parte, en la cual el objetivo es captar la atención, situar al espectador en el ámbito que se desarrolla
pero sobre todo interesarlo y crear su expectativa respecto del conflicto que esa obra mostrará.
Peripecia: Se produce un cambio notorio en la suerte del personaje, que de pronto, se enfrenta a algo totalmente distinto a lo
que le venía pasando: si su causa iba progresando de un modo alentador, le surge un notorio problema; si, en cambio, venía
asediado por los inconvenientes, aparece una circunstancia que se presenta como la salvación.
Desenlace: Situación final en la que quedan los personajes. En una tragedia, será la muerte del protagonista, pero no se remite
al hecho puntual de su desaparición física sino a las consecuencias que trajeron sus acciones.
El ejercicio, ahora, es que reconozcas hasta qué parte de las tragedias estudiadas se extienden la motivación, el planteo, la
peripecia y el desenlace.
Los requisitos de una tragedia fueron establecidos por Aristóteles en la antigua Grecia.
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Para el mundo occidental, Grecia es la cuna del teatro, y las tragedias de la antigua Grecia son
el modelo a seguir. Las características de una auténtica tragedia fueron establecidas
por Aristóteles en su obra "Poética", y aún son una referencia para analizar las tragedias.
Aunque las tragedias actuales no emplean lenguaje intensificado o versos, aún esperamos un
héroe trágico envuelto en una lucha monumental, a menudo contra sus fallas interiores.
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Teorías de la tragedia
El héroe trágico
Aristóteles afirmaba que el héroe trágico debía ser de cuna noble y, en el transcurso de la
obra, experimentar una caída trágica debido a una falla de carácter, y no por
circunstancias externas. De este modo, el héroe sufre una transformación psicológica que
le da una lección sobre su propia naturaleza imperfecta. Aristóteles pensaba que la caída
del héroe era importante para que lo presenciara el público, que normalmente era de
origen más humilde, pero podía conmoverse con la ruina del héroe. De este modo, el
público sentiría una conexión emocional empática y liberadora con la experiencia del
personaje. El rey Edipo, en la obra "Edipo rey", es considerado la quintaesencia del héroe
trágico.
El coro
El coro en un tragedia griega por lo general estaba formado por un grupo de hombres o
mujeres cuya posición en la vida era humilde en comparación con los personajes
centrales de la obra. El coro comentaba las elecciones y acciones de los personajes
principales, hablando o cantando directamente al público. También invocaban la
intercesión de los dioses y rogaban ayuda en relación a los sucesos de la obra. Para los
antiguos griegos, la idea de que los dioses controlaban todos los sucesos de la vida, que
ningún hombre tenía la libertad de decidir su destino, era fundamental, y el coro a
menudo recordaba estas creencias a los personajes de la obra y al público.
Unidad de tiempo y espacio
La "Poética" de Aristóteles requería que una tragedia se desarrollara dentro de un mismo
tiempo y espacio, que todas las escenas sucedieran en el mismo lugar en un tiempo
continuo. Esto suponía una urgencia sobre los protagonistas de la obra; los eventos
seguían sucediendo sin que los personajes pudieran detenerse y meditar sobre lo que
debían o no hacer. Simplemente tomaban decisiones y seguían adelante, como las
personas hacen con frecuencia en la vida real. La unidad de espacio hacía necesario que
la obra siguiera enfocada en un lugar específico, lo que a menudo requería que la
información de otros lugares fuera entregada por mensajeros, y permitía que los eventos
violentos se representaran fuera del escenario.
Máscara:
Permitía a un mismo actor representar diferentes personajes masculinos y
femeninos, ya que las mujeres nopodían participar.
•
Quitón:
Prenda de lana ceñida con un cinturón.
•
Himation:
Manto.
•
Coturno:
Zapato de madera con suela muy gruesaESTRUCTURA DE LA TRAGEDIA
Estructura externa:
Desde el punto de vista de la forma, la tragedia se compone de:
•
PRÓLOGO: parte que precede a la presencia del coro. Su función es hacer un
resumen de la situación dramática.
•
PÁRODOS: es el canto del coro cuando entra en la orquestra. Es su primera
intervención.
•
ESTÁSIMOS: cada canto del coro cuando ya está en la orquestra.
•
EPISODIOS: es la parte dialogada entre cada estásimo. Corresponde a las
intervenciones de los personajes.
•
ÉXODO: es la salida del coro y su última intervención.
Estructura interna:
se articula en torno a tres elementos básicos
En el año 334 a.C. Aristóteles postuló que la tragedia (mediante una serie de circunstancias
que suscitan piedad o terror) es capaz de lograr que el alma se eleve y se purifique de sus
pasiones.
Este proceso, que se denomina "catarsis", es la purificación interior que logra el espectador a
la vista de las miserias humanas. El fondo común de lo trágico será la lucha contra un destino
inexorable, que determina la vida de los mortales; y el conflicto que se abre entre el hombre,
el poder, las pasiones y los dioses.
Sus temas, sin duda grandilocuentes, no solo no han perdido vigencia, sino que además
adoptan otro significado y se materializan continuamente, en los distintos sucesos que padece
la humanidad.
Los teatros debían edificarse en las inmediaciones del templo del dios. Los actores y cantores
eran considerados por los sacerdotes, personajes inviolables y sagrados.
Para los antiguos griegos, Dionisios era la divinidad protectora de la vida y símbolo del
placer, el dolor y la resurrección. Durante la época de la vendimia en su honor se cantaban a
coro distintos himnos llamados ditirambos. En los poblados y en las plazas, donde el público
danzaba, 50 coreutas hacían una ronda alrededor del altar.
Representaban a los "hombres cabrones" o "sátiros" (seres mitológicos que tenían cuerpo de
hombre y piernas de cabra) que lamentaban el sepelio del dios.
Primitivamente, sólo se trataba de una ceremonia mimética, pero con el correr de los años, las
técnicas fueron evolucionando y la magia del disfraz enriqueció la puesta en escena.
Cuando los actores interrumpían sus lamentos para tomar aliento, se introducía entre las
estrofas el "solo" de un recitante.
Las ofrendas del público consistían generalmente en un macho cabrío, que era consagrado a
Dionisios. Etimológicamente, la palabra "tragedia" tiene mucho que ver con este ritual. El
nombre deriva de "trago día" (del griego "tragos", que significa macho cabrío y de "oda", que
significa canto).
El primer trágico fue Tespis, que triunfó en el ano 536 a.C. en el Primer Concurso Trágico
instituido por Pisístrato para las grandes dionisíacas (fiestas que se celebraban durante los
primeros días de abril y que duraban 6 días).
Tespis reemplazó el pintarrajeo grosero de los coreutas por una máscara de género estucado.
Las máscaras representaban las facciones de los distintos personajes. Las más primitivas
estaban hechas de corteza de árbol luego de cuero forrado con tela y finalmente, de madera.
Los creadores eran verdaderos artesanos, la abertura de la boca era grande y prolongada como
un embudo hecho de cobre. Este formato contribuía a aumentar el volumen de la voz en
escena.
Hubo varias clases de máscaras: cómicas, trágicas y satíricas. Las primeras eran ridículamente
toscas, con los ojos bizcos, la boca torcida y las mejillas desvencijadas. Las trágicas eran
notablemente grandes, tenían la mirada furiosa, los cabellos erizados y las sienes o la frente
deformes. Las satíricas eran las más repugnantes y representaban solamente figuras
extravagantes y fantásticas, tales como cíclopes, centauros, faunos y sátiros.
Con las innovaciones que introdujo Tespis, la máscara griega dejó de lado el bestiario
fabuloso y la tragedia adquirió un tenor más humano. A comienzos del siglo V a.C, la tragedia
ya se había instalado como género dentro de la literatura.
Características
Podría decirse que el eje central de toda obra trágica es el restablecimiento doloroso del
orden, y el alumbramiento traumático del deber en su doble aspecto. Desde el plano religioso,
desarrolla el antagonismo que existe entre el hombre y el cosmos. Y en el plano político
explica la conflagración subyacente entre el hombre y el poder.
Tanto en un aspecto como en otro, la representación será el vértice del debate. No es casual,
por ejemplo, que la figura más relevante de las obras clásicas sea la de los reyes. Esto se debe
a que ellos representaban los blancos más visibles de la sociedad, y en consecuencia, eran los
más susceptibles, ya que la vida privada de los monarcas, en un espectáculo público
pertenecía a todo el mundo.
Este aspecto formaba parte de la mentalidad de los griegos. De hecho, la Polis era considerada
como un todo, y la justicia, para este pueblo era un valor excelentísimo. Si no había justicia en
sus gobernantes la Polis tampoco podía ser justa. Por eso, para los griegos, la política y los
políticos eran los encargados de ejecutar justicia, pero en una dimensión propiamente
humana. No había posibilidades de realización individual dentro de un régimen injusto.
La justicia era para ellos una perfección valiosa; algo que no se buscaba por sus ventajas, y
cuyos designios, sin embargo eran implacables.
La finalidad de los festivales dramáticos era la de exaltar la tradición mítica, el patriotismo;
aleccionar, conmover, marcar nuevos rumbos, como así también dar lugar a cuestiones
honoríficas y cuando no, farandulescas. Muchos actores obtenían premios tales, como la
corona de hiedra o placas recordatorias llamadas ex-voto.
Desde luego que tampoco faltaron los "intereses creados". En los teatros, en primera fila y en
los palcos de honor, había un gran sitial destinado al sacerdote del dios.
El coro (coreutas) estaba a cargo de los ciudadanos ricos y hacendados, quienes corrían con
todos los gastos del espectáculo, creyendo que cumplían así un deber de piedad patriótica"
(piedad que, por cierto, contribuía también a la conquista de los sufragios populares).
Los asistentes eran clasificados por categorías: los sacerdotes, magistrados y generales; luego
los ciudadanos y por último el pueblo.
Al entrar al teatro los espectadores entregaban a los revisores una ficha de hueso o de marfil,
que con anterioridad habían comprado en la taquilla a un empresario, y que indicaba el sitio
que debían ocupar. El publico podía, si quería, aplaudir la obra o silbar en señal de desagrado.
El precio de los asientos, que median unas 13 pulgadas de largo, era de dos óvolos para los de
preferencia; todas las demás localidades eran gratuitas, y los indigentes recibían fondos del
"Theoricon".
Sin duda, tres de los trágicos más grandes de la historia de la literatura son Esquilo, Sófocles y
Eurípides. Cada uno, imbuido por los sucesos de su tiempo supo plasmar en sus obras las
emociones, las angustias, las dudas y las pasiones de los hombres de su época, con exquisito
talento.
Prometeo encadenado
Entre el siglo VI y V a. C vivió Esquilo. Este hombre, nacido en la ciudad de Eleusis, fue muy
temeroso de Zeus. Los personajes de sus obras se mueven según los designios de este dios del
Olimpo, y por una aguda fatalidad.
Introdujo las primeras reformas dentro de la estructura de la tragedia. Escribió 7 obras, de las
cuales solo se conservan 5: La Orestíada; Las Suplicantes; Los Persas; Prometeo encadenado
y Los siete contra Tebas.
Troyanas
Eurípides vivió en una época de la cultura griega dominada por una profunda crisis. Esta
crisis puso en peligro, y en algunos casos llegó a destruir, los valores que hasta ese entonces
habían sido considerados como inmutables: el Estado, la cultura y la religión. Vivió en el
momento más crítico de la evolución histórica de Grecia, durante la Guerra del Peloponeso.
Las tragedias de Eurípides reflejan, no sólo los cambios coyunturales de la nación, sino
también el terrible cambio espiritual que se estaba gestando en Atenas, durante la segunda
mitad del siglo V a.C.
Así como Ibsen, Nietzsche o Bertolt Brecht supieron retratar la profunda crisis del mundo
contemporáneo, Eurípides fue el espíritu de su época, llamado a expresar en su obra la
situación del hombre griego y la decadencia de un imperio.
Hasta bien entrado el siglo V a.C., la ideología dominante en toda Grecia era la concepción
aristotélica de la vida, el "Ideal Dórico-délfico", encarnado principalmente en Esparta, en lo
que se refiere a la política; y en Delfos, en lo que respecta a la religión (de hecho, la forma
más antigua de tragedia fue la prolongación de la lírica coral doria).
El ideal jónico se ocupó también de estudiar las costumbres de otros pueblos, llegando en
algunos casos, a conclusiones relativistas sobre el valor de lo bueno y lo malo, lo decente y lo
indecente, lo justo y lo injusto.
Otra característica propia de este espíritu fue el inicio de la reflexión sobre el hombre como
tal, el investigarse a sí mismo. Sin duda fue un movimiento revolucionario para la época, con
el que Eurípides logró identificarse y mediante el cual pudo ir tejiendo la trama de sus obras.
Podría decirse que la generación a la cual perteneció este gran dramaturgo fue una generación
"quemada", llena de desengaños.
Aristófanes fue el gran opositor de Eurípides, pues veía en el poeta trágico, al representante
típico y el portavoz de las "nuevas ideas" que invadían y contaminaban al mundo ateniense.
Cuentan todos estos testimonios que el padre de Eurípides se llamaba Mnesarco o
Mnesarquides y su madre, Clito. Según las fuentes más antiguas, su padre era un tendero al
por mayor, y de acuerdo con algunos pasajes aristofánicos, su madre verdulera.
La exquisita educación que recibió nos permite suponer que su familia era acomodada
(Eurípides fue el primer intelectual griego que dispuso de una biblioteca particular). Era un
espíritu melancólico, poco amigo de las multitudes, y del bullicio de la vida mundana. Pasaba
largas temporadas en una cueva de Salamina, isla donde sus padres tenían algunas
propiedades.
Sin embargo, este ostracismo "auto-impuesto" no le impidió seguir con suma atención los
hechos de su tiempo. Fue un lector apasionado de los grandes filósofos de la época: Arquelao,
Anaxágoras, Pródico, Georgias, etc. Y al parecer fue muy amigo de Sócrates, del que ciertos
testimonios dicen que colaboró en la elaboración de algunas de sus tragedias. Hacia el final de
su vida, el poeta recibió la invitación del rey Arquelao de Macedonia, aunque poco y nada se
conoce de su paso por la corte.
Dentro de las innovaciones introducidas por Eurípides se destacan los prólogos netamente
narrativos y los coros (ejecutados por mujeres). En todos ellos desarrolla una verdadera lucha
dialéctica entre los personajes de la obra. Modificó la técnica del deus ex machina
(procedimiento del héroe salvador: personaje que pasa casualmente por el lugar de la escena,
ya sea para resolver una situación cuando ya todos creían que no había solución o bien, para
justificar la conducta de un personaje dentro de la obra).
Podemos observar en las obras de Eurípides, un marcado racionalismo. La tragedia eurípidea
deja traslucir cierto perfil del autor como magnífico psicólogo de su época. Pues supo penetrar
en lo más recóndito del corazón humano, hurgando en sus miserias y sus pasiones. Pareciera
que sus héroes han perdido por completo la confianza en sí mismos; dan un paso adelante,
para retroceder luego dos pasos atrás.
El pesimismo es otro rasgo característico de nuestro poeta. Fue precisamente esto lo que lo
condujo a realizar un análisis tan hondo y exhaustivo de la naturaleza humana. Y lo que vio
de los hombres fue el reflejo de seres atormentados por la pasión; seres embarcados en la
búsqueda acuciante y sin tregua de paz consigo mismos (...o de la paz interior).
Hay en sus obras un alto grado de realismo psicológico; los grandes héroes de la mitología se
convierten en las tragedias de Eurípides en hombres tal cual son, con virtudes y falencias.
La crisis de las ideologías, la falta de fe, la muerte de las utopías y la desconfianza son
factores que siempre han rodeado la vida del ser humano, y que adquieren mayor o menor
intensidad bajo nuevas formas y en distintas circunstancias.
Edipo Rey
Hijo del acaudalado Sifilos, cuando solo contaba con 16 años llegó a ser encargado de dirigir
un canto de gracia a los dioses por la victoria de la batalla de Salamina, contra los persas.
Posteriormente se desempeñó en distintos cargos oficiales. En el 440 a.C. fue elegido como
uno de los 10 estrategas o jefes militares del Ejército ateniense, y en calidad de tal participó
de varias expediciones. Fue un estrecho colaborador del gobernante Pericles y del historiador
Heródoto. Además asumió dignidades religiosas.
De todos modos, su reputación se sustentó fundamentalmente en la actividad teatral, a la que
se dedicó toda su vida. En el 448 a.C. derrotó por primera vez al ya anciano Esquilo en el
festival dramático anual. Obtuvo la victoria, cuanto menos en otras veinte oportunidades.
Cabe destacar que el teatro de Sófocles siempre fue fiel a una determinada concepción del
mundo, según la cual éste se halla regido por leyes eternas, encarnadas en sus obras por los
dioses, a las que los hombres se encuentran sujetos. A diferencia de Esquilo, no centró su
teatro en la inexorabilidad del destino, sino que destacó la capacidad humana para asumirlo y
llevar una vida ligada a principios éticos. Para él no existía conflicto entre la necesidad
cósmica y la libertad individual. La mayoría de sus personajes (Electra, Antígona, etc) ilustran
la tesis de que es preciso soportar con nobleza las adversidades y los sufrimientos; y realzan la
grandeza de la voluntad que se enfrenta a las consecuencias.
Los protagonistas son de carne y hueso. No luchan contra los obstáculos exteriores o la
fatalidad, sino contra las debilidades del corazón. Sin embargo, pese a todo, el idealismo de
Sófocles, muchas veces influenciado por los héroes homéricos, fue capaz de crear adalides
más que convincentes.
Sófocles murió en Atenas en el 406 a. C. Fue elogiado por Aristóteles que hizo de su obra el
modelo de la tragedia clásica, como el mayor de los dramaturgos griegos. Su obra puede
considerarse la fuente de todo el teatro occidental.