Herbicidas 7

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Herbicidas

Introducción
El enfoque principal del presente libro es sobre los métodos no químicos de manejo de
malezas, pero en muchas situaciones los herbicidas ofrecen los medios más efectivos
para el control de éstas.

En los países industrializados los herbicidas se aplican sobre el 85-100% de todos los
cultivos principales. Así, para el Reino Unido Green et al. (1987) estiman que una libra
esterlina gastada en pesticidas genera un ingreso adicional de cinco libras. Más
recientemente, este margen se habría reducido con la reducción de los subsidios de la
Comunidad Europea (CE), pero la producción agrícola en los países industrializados
continuará dependiendo grandemente del uso de los herbicidas.

En países menos desarrollados, el precio relativamente bajo obtenido por los productos
agrícolas en los mercados mundiales y el bajo costo de la mano de obra reducen los
beneficios económicos del uso de herbicidas. Finney (1988) predijo que la necesidad de la
intensificación de la agricultura, como consecuencia del alto nivel de crecimiento de la
población, aumentará el uso de herbicidas. El también indicó que en los EE.UU. los
precios de los herbicidas cayeron entre 1985-1987 debido principalmente al incremento
de la competencia por la distribución del mercado y al vencimiento de patentes. La India y
la República Popular de China están incluídos entre los primeros 12 países por ventas de
herbicidas y ambos países están fabricando y exportando herbicidas que ya tienen
patente vencida. Los precios reducidos y la producción local estimularán el uso de
herbicidas en los países menos desarrollados.

Usados juiciosamente, dentro de un sistema integrado de manejo de malezas, los


herbicidas son de uso seguro para el agricultor y de riesgo mínimo para el medio
ambiente. Desde nuestro punto de vista, los herbicidas jugarán un papel cada vez más
importante en el manejo de malezas en los países en desarrollo en un futuro predecible.
Las secciones de este libro sobre malezas y cultivos individuales ofrecen detalles sobre la
integración de los herbicidas en los sistemas de producción de los cultivos. El objetivo de
este Capítulo es de apoyar a estas secciones con información sobre el modo de acción,
propiedades, y aplicación de los herbicidas, que contribuirá a su uso práctico, seguro y
efectivo.

Antecedentes

Registro y aprobación
Nombres de herbicidas
Formulación, mezclas y coadyuvantes
Aplicación
Dosis reducidas y control integrado mecánico y químico
Las sales inorgánicas, tales como sulfato de cobre, se usaron para el control de malezas
de hoja ancha en cereales hacia fines del siglo 19, pero el primer herbicida orgánico:
DNOC (dinitro-ortocresol), no fue introducido hasta 1932. El uso extensivo de herbicidas
de dosis relativamente bajas (1-2 kg i.a./ha) comenzó en 1945 con el lanzamiento de los
herbicidas reguladores de crecimiento 2, 4-D y MCPA. El éxito de éstos condujo a una
intensificación de la investigación y las inversiones, lo cual, a su vez, produjo nuevos
grupos de herbicidas y compuestos en desarrollo. Se han descubierto nuevos grupos de
herbicidas mediante la selección al azar en el invernadero y la subsiguiente modificación
química (Tabla 1).

Tabla 1. Numero de herbicidas por grupos que han surgido de toxíforos


individuales (según Parry 1989).

descubrimiento del 1er herbicida en el Grupo de número actual de herbicidas en el


grupo herbicidas grupo
1945 fenoxiacéticos 17
1954 carbamatos 16
1956 triazinas 29
1965 dinitroanilinas 22
1970 difeniléteres 29
1980 sulfonilureas 16

En la edición de Weed Abstracts de mayo de 1993 se relacionan más de 300 ingredientes


activos y alrededor de 200 están comercialmente disponibles, a escala mundial, aunque
no todos se venden en todos los países. Algunos de los compuestos relacionados no ha
sido comercializados por motivos económicos, ambientales o toxicológicos, mientras que
otros se han retirado o no se han vuelto a registrar. Por ejemplo, el herbicida barban, para
avena silvestre, ha sido sustituído por herbicidas más efectivos, mientras que el 2, 4, 5-T
se ha retirado de muchos mercados debido a la toxicidad de un contaminante, la dioxina,
encontrado en algunas muestras.

Registro y aprobación

Los países industrializados y muchos en desarrollo actualmente desarrollan esquemas de


registro para los plaguicidas, y, organizaciones internacionales, tales como el Grupo
Internacional de Asociaciones Nacionales de Fabricantes de Agroquímicos, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Agricultura y la
Alimentación (FAO) de las Naciones Unidas, han elaborado guías detalladas de los datos
que se exigen para el registro, incluyendo la toxicología, la posible acumulación en el
suelo y en las cadenas alimenticias y los tiempos de su descomposición.

Toxicología. Antes de que un nuevo herbicida pueda venderse en cualquier país, tienen
que suministrarse datos adecuados que demuestren que es seguro para que sea
manipulado por el operador, y que los consumidores de los cultivos tratados no están bajo
riesgo. Las toxicidades relativas se pueden comparar en forma de DL50 oral o dérmica
aguda para ratas (dosis ingerida o absorbida a través de la piel que es letal en el 50% de
un grupo de animales uniformes). Mientras que la DL50aguda para ratas es util para
establecer comparaciones generales entre compuestos, es ampliamente aceptado que
presenta limitaciones y, por lo tanto, no se puede asumir que una alta (segura) LD50 para
ratas sea segura para los humanos. Consecuentemente, también se realizan pruebas
toxicológicas con otros mamíferos, incluyendo perros y primates. Con pocas excepciones,
tal como paraquat, la mayoría de los herbicidas son de muy baja toxicidad (ver Tabla 2),
presentando muchos compuestos valores de DL50 superiores a productos comunmente
consumidos, incluyendo aspirina, cafeína y sal común. La formulación de un herbicida
puede afectar su DL50. Así, bromoxynil es más toxico que bromoxynil octanoato.

Una parte de los herbicidas que se aplican al cultivo, o al suelo en el que está creciendo,
puede estar presente en la parte cosechada del cultivo, que puede ser consumido
directamente o a través de productos animales. Se determinan los residuos del herbicida
original y sus metabolitos en los cultivos y, basado en datos de estudios a largo plazo de
alimentación animal, se estima el "nivel el nivel en que no se observa efecto alguno"
(NOEL). Este se utiliza para derivar una "ingestión diaria aceptable" (ADI). Basado en
estos datos de residuos, se establecen restricciones sobre qué cultivos que pueden ser
tratados y sobre intervalos mínimos entre tratamiento y cosecha. En muchos países existe
legislación para controlar los niveles máximos de residuos (MRL) de plaguicidas en
alimentos humanos y animales, así como en los cultivos. Los herbicidas son los
plaguicidas más usados en la Comunidad Europea, pero menos del 10% de los
plaguicidas incluídos en la legislación sobre MRL son herbicidas. Esto refleja la baja
toxicidad para los mamíferos de la mayoría de los herbicidas (Tabla 2), que son
relativamente específicos en su acción a los procesos vegetales (Tabla 6). Los herbicidas
son propensos a la descomposición en los microbios, plantas y animales y no son
comunes los problemas de residuos de herbicidas si se utilizan de acuerdo a las
instrucciones de las etiquetas.

Tabla 2. Toxicidad en los mamíferos de herbicidas representativos y productos


químicos de referencia comunes en orden decreciente de DL50. oral aguda para
ratas -mg/kg de peso corporal (adaptado de Worthington y Hance 1991 y Graham-
Bryce 1989)

Herbicida DL50 Herbicida DL50


Toxicidad alta*
Paraquat 120 Endotal amina 206
Bromoxynil 190 Diquat 231
Bromoxynil octonoato to 365 Cyanazina 288
Toxicidad moderada*
Diclofop-metil 563-693 Propanil 1870
2, 4-D sal sódica 666-805 Glufosinato 2000
2, 4-D isopropil 700 Fenoxaprop-etil 2357
CDAA 750 Metolachlor 2828
MCPA 800 Atrazina 3080
Metribuzin 1090 Diuron 3328
EPTC 1652 Fluazifop-butyl 3330
Alachlor 1800 Aciflurofen 3460
Baja toxicidad*
Asulam >5000 Imazethapyr >5000
Dalapon >5000 Simazina >5000
Glifosato >5000 Sulfometuron-metil >5000
Productos químicos comunes DL50 Toxicidad*
Nicotina 50 Muy alta
Cafeína 200 Alta
Aspirina 1750 Moderada
Sal común 3000 Moderada

* Adaptado de guías de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE. UU..

Organismos no objeto de la aplicación, suelo y agua. Además de determinar los


posibles efectos adversos sobre los humanos, el registro exige estudios toxicológicos
sobre ciertas especies de aves, peces e invertebrados. Estos estudios tienden a
realizarse en sistemas dinámicos de laboratorio, con algún seguimiento en estudios de
campo. Estos incluyen pruebas de alimentación de toxicidad aguda y evaluaciones del
efecto del herbicida sobre la reproducción. También se incluyen los efectos sobre
lombrices de tierra y sobre la microflora.

El destino y la persistencia del herbicida en el suelo, su potencial para contaminar las


aguas superficiales y subterráneas, son de importancia clave en relación con la
fitotoxicicidad para los cultivos subsiguientes y para la calidad del agua de beber. Los
estudios de laboratorio aportan información básica, incluyendo solubilidad en agua, así
como las propiedades de adsorción/desorción, lixiviación, velocodad de hidrólisis y de
degradación microbiana en el suelo.

Los estudios de campo son esenciales para las instrucciones de las etiquetas, ya que la
actividad, persistencia y movilidad del herbicida son afectados por factores climáticos,
edáficos y agronómicos.

Conclusiones. El proceso de registro va dirigido a asegurar que los herbicidas, usados


de acuerdo a las instrucciones de las etiquetas, sean relativamente seguros para el
usuario, para los organismos no objeto de la aplicación y para el medio ambiente. Sin
embargo, todos los herbicidas son venenosos en alguna medida y tienen que ser
almacenados, manipulados y usados cuidadosamente. Para más información vea el
"Código Internacional de Conducta sobre la Distribución y Uso de Plaguicidas", FAO,
Roma.

Nombres de herbicidas

Las etiquetas de herbicidas comerciales comunmente relacionan tres nombres, que se


ilustran aquí con referencia a glifosato:-

1. El nombre químico describe la composición química del compuesto, por ejemplo: N-


(fosfonometil) glicina.

2. El nombre común "glifosato" está aprobado por autoridades apropiadas, incluyendo el


Instituto Británico de Estándares (BSI), la Sociedad Americana de Ciencia de Malezas
(WSSA) y la Sociedad Internacional para la Estandarización (ISO). A veces se aprueba
por diferentes autoridades más de un nombre, por ej. "endotal" (BSI) y "endotall" (WSSA).
3. El nombre comercial "Roundup" se usa con los propósitos de mercadeo y registro de la
patente del producto. La compañía que desarrolló el producto tiene el uso exclusivo del
mismo durante los 17 años que siguen a la aprobación de la patente.

La compañía Monsanto tiene varios nombres comerciales para el glifosato en


dependencia de la formulación y el uso. "Roundup" y "Sting" contienen, respectivamente,
360 y 240 g e.a.*/l de la sal mono (isopropilamonio) de glifosato, más tensoactivo o
surfactante.

* e.a. equivalente ácido (ver Formulaciones y mezclas)

En este libro se usan los nombres comunes aprobados por BSI, WSSA o ISO.

Clasificación de los herbicidas. Existen varias formas de clasificar los herbicidas,


incluyendo como se usan, sus propiedades químicas y su modo de acción.

Método de uso. Los herbicidas se pueden aplicar al follaje o al suelo. Los que se aplican
al follaje y afectan solamente la parte tratada se describen como herbicidas de contacto,
mientras que aquellos que se trasladan mera del follaje tratado hacia un punto de acción
en otro lugar de la planta se denominan herbicidas sistémicos. Los herbicidas de
aplicación al suelo que generalmente afectan la germinación de las malezas, tienen que
persistir por algún tiempo para ser efectivos y se denominan herbicidas residuales.
Algunos herbicidas residuales tienen acción de contacto y afectan las raíces y los tallos en
la medida en que emergen de la semilla, mientras que otros entran en la raíz y las partes
subterráneas de la planta y se translocan a su punto de acción.

Tanto el tratamiento foliar como el tratamiento al suelo se describen en función del


momento de aplicación y del desarrollo del cultivo.

Los tratamientos de pre-plantación se aplican antes de la plantación del cultivo.

Los tratamientos de Pre-plantación incorporada se refieren solamente a herbicidas


activos en al suelo, aplicados antes de la plantación del cultivo y de la emergencia de las
malezas e incorporados al suelo mediante labranza poco profunda.

Los tratamientos de pre-emergencia se realizan siempre antes de la emergencia de las


malezas. Esto pueden o no ser antes de la emergencia del cultivo.

Los tratamientos de post-emergencia se aplican después que el cultivo y (generalmente)


las malezas han emergido, pero en cultivos trasplantados el herbicida puede aplicarse
antes de la emergencia de las malezas.

Las aspersiones Post dirigidas se aplican después de la emergencia de las malezas y


los cultivos, pero evitando el contacto del asperjado con los últimos.

Selectividad. La selectividad del cultivo y el espectro de control de malezas se usan a


menudo en la clasificación de herbicidas, por ej., herbicidas para cereales y herbicidas
para malezas de hoja ancha.
La clasificación mediante la descripción de las propiedades químicas y el modo de
acción brinda un fundamento para comprender el comportamiento y la sintomatología en
la planta de los herbicidas y en el presente capítulo se utiliza este enfoque (Tablas 6 y 7).

Formulación, mezclas y coadyuvantes

Formulación. Los herbicidas se fabrican en forma relativamente pura, que sa denomina


herbicida de grado técnico. Este puede ser sólido o líquido, y raramente es adecuado para
ser usado así en el campo. Por ejemplo, el herbicida para avena silvestre difenzoquat se
fabrica en la forma de sulfato de metilo y es fácilmente soluble en agua (765 g/1), pero la
solución acuosa de difenzoquat no tiene actividad herbicida a menos que se agregue un
tensoactivo o surfactante no-iónico a la solución. El tensoactivo o surfactante facilita la
retención y penetración del herbicida y se incorpora en el producto comercial, que es
un concentrado soluble. El producto formulado de todos los herbicidas aplicados
mediante asperjadoras tiene que ser soluble o miscible, en un vehículo conveniente, que
es generalmente agua. Además de presentar buenos resultados en el campo, tiene que
ser estable durante el transporte y almacenaje y ser capaz de soportar situaciones
climáticas extremas.

Al igual que los concentrados solubles, se formulan compuestos solubles en agua en


forma de granulados dispersables en agua, que contienen sólidos molidos finamente
combinados con agentes de suspensión y dispersantes (tensoactivos o tensoactivo o
surfactantes). Se pueden echar directamente en el tanque de la asperjadora y verter
limpiamente desde el envase (por ej., metsulfuron-metil).

En el caso de compuestos con baja solubilidad, el ingrediente activo puede molerse hasta
convertirlo en un polvo, mezclarlo con un portador inerte y un tensoactivo o surfactante y
ser vendido como un polvo humedecible o humectable (por ej., ver formulaciones de
simazina). Este tipo de formulación comunmente se mezcla con una pequeña cantidad de
agua para formar una mezcla pastosa, antes de echarlo en el tanque de la asperjadora.
Los polvos humedecibles han sido desplazados en gran medida por los concentrados
suspensibles, también conocidos como "flowables", en los cuales el ingrediente activo
finamente molido se mezcla con tensoactivos y, en algunos productos, con otros
solventes no tóxicos. Este tipo de formulación es más fácil y seguro de manipular que el
polvo humedecible y se mezcla más fácilmente con el agua en el tanque de la
asperjadora.

Los ingredientes activos insolubles en agua, especialmente aquellos que son de


aplicación foliar, se pueden disolver en un solvente orgánico, como el xileno, y mezclar
con tensoactivos para formar un concentrado emulsionable. Estos se dispersan en agua
para formar emulsiones oleosasen agua, las cuales tiene una apariencia lechosa típica
(por ej.: fluazifop-butil).

Por motivos de seguridad del operador y de impacto ambiental, se están sustituyendo los
solventes orgánicos sintéticos por concentrados emulsionables basados en aceite vegetal
y por novedosas formulaciones basadas en agua, como los "sistemas de estructurados de
tensoactivo o surfactante".

Mientras que la mayoría de los herbicidas se formulan para ser aplicados mediante
asperjadora con agua como vehículo, un limitado número de ingredientes activos se
aplican como formulaciones secas, en forma de granulados. Estos son partículas
pequeñas, generalmente de menos de 10 mm3 de tamaño, y, típicamente contienen
concentraciones de ingrediente activo entre 2% y 20%. Comunmente se usa un aplicador
de granulados tirado por tractor o de tipo mochila, pero algunos granulados son
apropiados para ser dispersados manualmente y son utiles en fincas pequeñas, donde no
hay equipos de aplicación disponibles.

La formulación de herbicidas volátiles como granulados retarda la pérdida del ingrediente


activo como gas (por ej., triallate). Los herbicidas volátiles aplicados en agua como
vehículo requieren de su incorporación al suelo para lograr una actividad aceptable.

Varios herbicidas (por ej., 2, 4-D) son ácidos débiles y reaccionan con bases para formar
sales y con alcoholes para formar ésteres. Las sales son solubles en agua, insolubles en
aceite y tienen baja volatilidad, mientras que los ésteres son insolubles en agua, solubles
en aceite y tienden a tener alta volatilidad. Los ésteres generalmente tienen una actividad
herbicida superior a las sales, pero su alta volatilidad puede provocar daños a plantas que
se encuentran fuera del área a tratar. Los ésteres de la mayoría de otros grupos de
herbicidas, incluyendo los ésteres de ácido ariloxifenoxialcanoico (por ej. fenoxaprop-etil)
no son volátiles.

El contenido de ingrediente activo (i.a.) se expresa sobre la etiqueta del producto como g
i.a./peso o volumen del producto y/o como % i.a. p/p (peso del i.a. como %del peso de i.a.
+ portador + formulantes). A menudo se describe el i.a. de las formulaciones de éster y sal
de ácidos débiles como e.a. (equivalente ácido), ya que el ácido es el ingrediente
fitotóxico liberado en la planta.

Mezclas. Mientras que algunos productos son formulaciones de un solo ingrediente activo
(por ej., glifosato), la mayoría de los productos formulados son mezclas de dos o más
ingredientes activos. Las mezclas aumentan el espectro de malezas controladas y/o
combinan la actividad de contacto o sistémica con la residual (por ej., 2, 4-D más
atrazina). En los productos formulados, los componentes de la mezcla han sido evaluados
por su compatibilidad física y química en el tanque de aspersión, por efectos adversos
sobre la fitotoxicidad contra las malezas y por su selectividad en los cultivos.

Las mezclas de tanques consisten en la unión en el tanque de aspersión de dos o más


productos herbicidas formulados independientemente y otros plaguicidas. Los beneficios
de las mezclas de tanque son los ahorros que se pueden hacer en el tiempo consumido
para la aplicación y menor cantidad necesaria del vehículo del asperjado (agua). Además,
a menudo dosis reducidas de los herbicidas individuales son efectivas. Sin embargo,
algunas mezclas han resultado antagónicas. Así, la actividad graminicida de haloxyfop-
metil contra Sorghum halepense (L.) Pers. es antagonizada por acifluorfen y bentazon,
mientras que los herbicidas fenoxi reducen el control de Avena fatua L. por diclofop-metil.
Algunas mezclas de tanque aumentan la fitotoxicidad y pueden dañar al cultivo: por
ejemplo, los insecticidas organofosforados y carbamáticos bloquean el metabolismo de
propanil en arroz. Es de la mayor importancia cumplir las instrucciones de las etiquetas
con respecto a las mezclas de tanque, y si se contemplan mezclas "no incluídas en la
etiqueta", se debe evaluar su efectividad y seguridad para el cultivo antes de su uso
rutinario. Como regla general, surgen más problemas con las mezclas de tanque de
herbicidas de aplicación foliar que con los de aplicación al suelo.
Coadyuvantes. Los productos herbicidas comunmente contienen tensoactivos o
surfactantes y otros componentes para asegurar buenas características de almacenaje y
facilitar su mezcla con el agua en el tanque de la asperjadora. Estos formulantes también
ayudan a la retención sobre y la penetración dentro de las malezas objeto de la
aplicación. Para ciertas malezas y bajo determinadas condiciones climáticas, se puede
aumentar la acción del herbicida mediante tensoactivos o tensoactivo o surfactantes o
coadyuvantes oleosos, que se mezclan en el tanque con el herbicida.

Las moléculas de los tensoactivos o surfactantes tienen dos partes diferenciadas. El


extremo lipofílico generalmente está compuesto de estructuras en forma de largas
cadenas hidrocarbonadas o de anillos benzénicos y posee baja solubilidad en agua y alta
solubilidad en aceite. La parte hidrofílica tiene una fuerte afinidad por el agua. Existen tres
tipos principales de tensoactivos o surfactantes, determinados por la estructura química
de la porción hidrofílica de la molécula. Los amónicos y catiónicos se ionizan en agua
para formar sustancias cargadas negativa y positivamente, respectivamente. Los
tensoactivos más ampliamente usados son los no iónicos, que son fáciles de usar y no
son afectados por aguas duras. Los tensoactivos disminuyen la tensión superficial de las
gótulas del asperjado y aumentan su cobertura sobre la superficie del follaje.

Comunmente concentraciones de los tensoactivos o surfactantes de alrededor de 0.1%


del volumen del vehículo optimizan la retención y cobertura de las gotas del asperjado,
pero la máxima acción del herbicida a menudo se alcanza con mayores concentraciones.
La actividad de difenzoquat contra. Avena fatua se maximiza a 0.5% de tensoactivo no
iónico, óxido de alquil-fenol-etileno "Agral". El incremento de la actividad está asociada a
una mejor penetración del ingrediente activo. Cuando se usa una dosis reducida de un
producto, se reduce la concentración del ingrediente activo y de los formulantes en la
solución de aspersión y, a menudo es necesario, especialmente con graminicidas,
agregar tensoactivo o coadyuvante oleoso para asegurar una adecuada retención,
cobertura y penetración.

Los aceites vegetales contienen de 1 a 2% de tensoactivos o surfactantes y los


concentrados de aceite vegetal contienen 15-20% de éstos y se usan a alrededor de 5 y
de 1% del volumen de aspersión, respectivamente. Los componentes oleosos pueden ser
de origen mineral o vegetal. Ellos son, a menudo, los mejores coadyuvantes para
herbicidas con baja solubilidad en agua, y se usan, por ej., con graminicidas, como
fluazifop-butil, y con herbicidas de acción en el suelo, como diuron, para mejorar su
actividad foliar.

A veces se logra un incremento de la actividad del herbicida mediante la adición de


fertilizante. Suwunnamek y Parker (1975) encontraron que sulfato de amonio mejoró
significativamente la fitotoxicidad de glifosato contra Cyperus rotundus L.

Un coadyuvante inadecuado puede provocar la pérdida de la actividad fitotóxica y/o daños


al cultivo, y por lo tanto, sólo deben usarse los coadyuvantes recomendados en la etiqueta
del producto para cada herbicida, maleza y situación de cultivo, o por un asesor local
experto. Se recomienda enfáticamente la evaluación de los coadyuvantes bajo
condiciones locales. Vea a Holloway (1993) por una amplia reseña sobre formulaciones y
coadyuvantes.

Aplicación
Introducción. Los herbicidas generalmente se aplican en solución o suspensión acuosa,
como una nube de gótulas dirigida hacia el objetivo de la aplicación. La concentración del
ingrediente activo en la solución de aspersión varía típicamente desde 0.1 a 10% y el
volumen de aplicación desde 100 hasta 400 1/ha, dependiendo del producto y del método
de aplicación. Sin embargo, con la aplicación mediante discos giratorios, a veces se usan
volúmenes de hasta 10 1/ha y concentraciones de hasta 50%.

Características de la aspersión. Dos de los factores más importantes que determinan la


efectividad de la aspersión son el rango o espectro de tamaño de las gótulas y la
cobertura del objetivo por el asperjado (Tabla 3).

Las gotas pequeñas producen muy buena cobertura y se adhieren bien a superficies que
son difíciles de mojar, como las hojas cerosas de gramíneas, pero están expuestas a la
deriva (arrastre) y se evaporan rápidamente, especialmente a baja humedad relativa. Las
gotas mayores tienden a rebotar y desprenderse de superficies "difíciles de mojar", pero,
en este caso la deriva y la evaporación son un problema menor. Gótulas menores de 100
m de diámetro caen con relativa lentitud y, por lo tanto, son arrastradas por el viento y
pueden causar daños severos a los cultivos susceptibles adyacentes y a la vegetación no
objeto de la aplicación. No existe un tamaño de gótula ideal para controlar las malezas en
el campo, ya que diferentes especies varían en las características de tamaño, hábitos,
ángulo de la hoja, superficie foliar y en su posición en la copa. Para lograr una buena
cobertura de estos objetivos diversos es mejor un amplio rango o espectro de tamaños de
gótulas y la correcta selección de las boquillas de aspersión generalmente cumple este
requisito.

Tabla 3. Densidad de gótulas cuando se asperja un litro uniformemente sobre 1 ha


(según Matthews 1992).

Diámetro de gótula m Numero de gótulas/cm2


20 2387
50 153
100 19
200 2.4
400 0.3

Asperjadoras de tipo mochila. El equipo más extensamente usado para aplicar


herbicidas es la asperjadora de tipo mochila, accionada por palanca. Está consiste de un
tanque plástico, o menos comunmente de metal, que se situará de forma erecta sobre el
suelo para su llenado y que se ajusta cómodamente sobre la espalda del operador. La
capacidad del tanque típicamente varía de 10 a 20 litros, pero el peso total de la mochila
llena no debe exceder de 20 kg.

Para facilitar el llenado y la limpieza, el tanque debe tener una apertura amplia (90-100
mm de diámetro), que a menudo tiene acoplado un filtro grueso. La tapa debe tener un
ajuste hermético y debe poseer un respiradero, con una válvula para evitar goteo del
líquido de aspersión.

Las mochilas accionadas por palanca las llevan por encima o por debajo del brazo. Las
primeras son más fáciles de operar cuando se camina a través de vegetación alta, que se
cruza sobre el entresurco, pero su uso es muy fatigoso y son más comunes las palancas
debajo del brazo. La palanca acciona una bomba de tipo diafragma o de pistón. Las
primeras son preferidas para bombear materiales abrasivos, como los polvos
humedecibles, y las últimas se recomiendan para aspersiones de alta presión.

La bomba de diafragma accionada por palanca es más usada para aplicación de


herbicidas y típicamente es operada a presiones entre 100 y 300 K Pa (1 y 3 bar). Para
mantener la presión de operación en la cámara la palanca debe ser accionada
regularmente (aproximadamente 30 brazadas/minuto), pero si se usa un aguilón (boom)
multiboquillas o una boquilla de alta entrega de líquido se debe aumentar la frecuencia del
bombeo. Se mantiene una presión constante dentro de la cámara de presión mediante
una válvula de escape de presión, que en algunas mochilas se puede ajustar cuando se
requieren presiones de aspersión alternativas.

Otro tipo de asperjadora de mochila es la de compresión o neumática, en la cual se


presuriza el tanque con una bomba de aire antes de la aplicación. Se deja un espacio de
aproximadamente 25-35% de espacio de aire sobre el líquido y la bomba de aire, a
menudo, se acopla a la tapa. Las desventajas de este tipo de aspersión incluyen: la caída
de la presión en la medida que el líquido se va distribuyendo y que se tiene que tener gran
cuidado al desenrroscar la tapa para aliviar la presión interna del tanque.

Selección de boquillas. Las funciones de la boquilla son las de dividir el líquido en


gótulas, formar el patrón de aspersión y controlar el flujo del líquido. Las boquillas pueden
ser: de abanico (fan-jet), de cono y de inundación o de impacto (flood-jet). Las boquillas
de abanico y de inundación (flood-jet) son las más usadas para aplicación de herbicidas.
El patrón producido por una boquilla de abanico tiene un borde ahusado (adelgazado)
formado por el líquido al ser forzado a través de un orificio elíptico (Fig. 1). La
desintegración aleatoria de la lámina de aspersión que surge del orificio de la boquilla
produce un amplio espectro de gótulas. Se obtiene una distribución uniforme cuando se
usa más de una boquilla, mediante el traslape o superposición de las bordes adelgazados
de las boquillas individuales.

El patrón no uniforme de la boquilla de abanico plano la hace inadecuada para ser usada
de forma independiente. Con asperjadoras accionadas manualmente, a menudo se usan
las boquillas de punta de "aspersión uniforme" (even spray), las cuales producen una
distribución uniforme del líquido a través de su patrón de depósito (Fig. 1). Este tipo de
boquilla es especialmente adecuada para aplicaciones en bandas. Las boquillas de
inundación, también conocidas como deflectoras o de yunque (flood-jet), poseen una
aspersión plana de ángulo ancho, que resulta de un chorro recto chocando sobre una
superficie deflectora (Fig. 1). Generalmente producen una aspersión gruesa con un
depósito bastante uniforme, y con un bajo riesgo de deriva. Estas boquillas están
diseñadas para trabajar a presiones bajas (100 K Pa) y solamente se pueden acoplar a
asperjadoras con válvula aliviadora de presión. Las boquillas de cono, usadas con
asperjadoras de mochila producen un patrón de depósito de aspersión de cono hueco y
generalmente son operadas a presiones más altas que las boquillas de abanico plano o
de tipo deflectoras (de inundación o flood-jet). Se usan principalmente con fungicidas e
insecticidas.

Fig. 1. Boquillas de abanico y de inundación (según El Manual de selectión de


boquillas de BCPC, 1988 (Anon. 1988). Boquilla de inundación
Fig. 1. Boquillas de abanico y de inundación (según El Manual de selectión de
boquillas de BCPC, 1988 (Anon. 1988). Boquillas de abanico plano

La calidad de la aspersión, o rango de tamaño de gotas, se hace más fina en la medida


que el tamaño del orificio de la boquilla de abanico se reduce, y aumentan el ángulo de la
boquilla y la presión de aplicación. Inversamente, la calidad de la aspersión se hace más
gruesa en la medida que se aumenta el diámetro de orificio y se reducen el ángulo de la
boquilla y la presión de aplicación.

Los espectros de gótulas comúnmente se describen mediante el diámetro de la mediana


del volumen (DMV), calculado matematicamente, que da un diámetro único. Las boquillas
se clasifican, de acuerdo con su calidad de aspersión (DMV) en las categorías de "finas",
"medias" y "gruesas" para usos normales, y "muy finas" y "muy gruesas" para usos
especiales, por ejemplo, máquinas nebulizadoras y fertilizadoras, respectivamente. En la
Tabla 4 se muestran algunas caracteristicas de diferentes calidades de aspersión.

Tabla 4. Efectos de la calidad de la aspersión sobre la retención, la deriva y el uso.

Calidad de Tamaño de Retención sobre superficies Usado para Peligro de


aspersión gota* m foliares difíciles de mojar deriva
Fina 101-200 buena buen cobertura medio
Media 201-300 buena mayoría de los bajo
productos
gruesa >300 moderada herbicidas de muy bajo
suelo

* diámetro de la mediana de volumen de las gotas

Las boquillas se fabrican de bronce, plástico, acero inóxidable o cerámica y este orden, de
formas ascendente, refleja su costo y resistencia al desgaste. El riesgo de tupiciones se
reduce acoplando filtros de malla fina (300 m de apertura) en el cuerpo de la boquilla.
Estas se deben inspeccionar regularmente por su desgaste y se deben sustituir al menos
anualmente.

Las lanzas manuales incluyen un mecanismo de gatillo y un filtro y, en algunos casos


una pieza en forma de T, para acoplar una válvula de presión, especialmente util en una
asperjadora de compresión, que alerte al operador cuando se produce una caída de la
presión. En dependencia del uso pretendido la lanza puede acoplarse a una sola boquilla
o a un aguilón (boom) portando tres o cuatro boquillas.

Calibración de asperjadoras de tipo mochila. Es imprescindible calibrar la asperjadora


antes de usarla, usando agua limpia como solución de aspersión. Se deben determinar
tres factores básicos al calibrar la asperjadora: la velocidad de traslado, el caudal de la
boquilla (según tipo y presión de aplicación) y el ancho de la estela.

La velocidad de traslado se debe determinar sobre una superficie con vegetación similar a
la que será tratada. Una velocidad típica de caminar asperjando es de 1 m/seg o 3.5 kph.
El caudal de la boquilla se debe determinar recogiendo y midiendo el volumen de líquido
de aspersión emitido en 1 minuto. Cuando se usan asperjadoras accionadas por palanca,
ésta se debe accionar uniformemente, con brazadas completas, con el fin de mantener
una presión lo más uniforme posible. Sí tiene acoplada válvula de regulación de presión,
ésta se de colocar en un valor adecuado para la boquilla.

El ancho de estela es la distancia de aspersión efectiva cubierta por la boquilla o aguilón


(boom) acoplado. El ancho de aspersión de una sola boquilla de abanico (fan-jet) es
típicamente estrecha, mientras que con una sola boquilla de inundación o deflectora
(flood-jet) se obtiene un ancho de estela mayor. Habiendo determinado el caudal de la
boquilla en litros/minuto, conociendo el ancho de estela y la velocidad de traslado, se
puede calcular el volumen de aplicación (o solución final) por unidad de área.

Este valor se multiplida por 10 000 para obtener 1/ha.

Así, con un ancho de estela de 1 m, una velocidad de traslado de 60 m/min y un caudal


de boquilla de 0.6 1/min, el volumen de aspersión por hectárea es:

Si el volumen de aplicación (solución final) es inadecuado, se pueden hacer ajustes


pequeños variando la velocidad de traslado y/o la presión. Ajustes mayores exigen
cambio de boquillas.

Para calcular la cantidad de producto comercial a echar en el tanque de la asperjadora,


tome la dosis recomendada de la etiqueta del producto (1/o kg/ha) y multiplique por el
volumen del tanque de la asperjadora (o por el volumen de aspersión necesario si es
menor que un tanque lleno). Este valor se divide entre el volumen de aplicación en 1/ha
(ver arriba),

por ejemplo, si la dosis del herbicida es de 2.5 1/ha de producto comercial, la capacidad
del tanque es de 20 l y el volumen de aplicación es de 1001/ha, el volumen de producto
comercial a echar en el tanque es:

Asi, se deben añadir 0.5 1 del producto a 19.5 1 de agua en el tanque de la asperjadora.
Muchas recomendaciones de herbicidas se ofrecen en dosis de ingrediente activo por
hectarea. En los cálculos anteriores, se debe multiplicar la dosis de ingrediente activo por:
para obtener el peso o volumen de producto comercial requerido.

Mezclado de la solución de aspersión y llenado de la asperjadora. Los lugares de


mezclado deben estar bien alejados de las vías o cuerpos de agua y otras áreas
ambientalmente sensibles.

 Lea la etiqueta del producto

 Use ropa protectora adecuada

 Agite en envase del producto solamente si así lo indica la etiqueta. Vierta y mida
cuidadosamente la cantidad calculada.

 Llene el tanque de la asperjadora hasta la mitad con agua limpia. Agregue el producto
medido. Enjuague el recipiente de medición y vierta éstos en el tanque. Ajuste la tapa de
la asperjadora y agite suavemente la asperjadora para mezclar su contenido. Retire la
tapa, rellene con agua hasta el nivel correcto y mezcle de nuevo.

 Deseche los envases vacíos con seguridad y, si es posible, devuélvalos a los


suministradores.

Aspersión. Mantenga la lanza a la altura correcta sobre el objetivo para lograr el ancho
de estela requerida y un depósito uniforme. Evite asperjar cuando la velocidad del viento
esté por encima de 6 kph, ya que la deriva puede ser un problema. Además, un aire muy
quieto y condiciones soleadas pueden producir corrientes de convección que pueden
causar deriva en direcciones inpredecibles. Se puede reducir la deriva mediante una
menor altura de las boquillas, menor presión y boquillas mayores.

El equipo de aplicación de disco giratorio o de gótulas controladas crea una fuerza


centrífuga que divide el líquido en gótulas en la periferia del disco, que a menudo es
aserrado para mejorar la uniformidad de la formación de gotas. El disco a menudo es
accionado por un motor movido por baterías, pero algunos algunos son movidos por una
bomba de aire manual. El líquido es llevado y depositado sobre el disco por gravedad y se
aplican de 10 a 501/ha como una aspersión de media a gruesa. El volumen bajo de
líquido de aspersión es especialmente útil donde el suministro o transporte del agua sea
un problema. Otra ventaja del aplicador de disco giratorio es que el caudal del flujo y la
velocidad del disco determinan el tamaño de las gótulas y, cuando se ajustan
correctamente, los tamaños de las gótulas quedan en un rango estrecho de tamaños,
permitiendo minimizar la deriva.

El mayor uso de los equipos de aplicación de disco giratorio o de gótulas controladas ha


sido para aplicación de insecticidas y fungicidas, con tamaños de gótulas en el rango de
50 -150 m. Para herbicidas son comunes tamaños mayores de gótulas, de 200 - 300 m
are common.

El asperjado proveniente de disco giratorio es menos fácil de ver que el de boquillas


hidráulicas y se debe tener cuidado para evitar contaminar al operador y para asperjar en
el área objeto de la aplicación. Algunos modelos son frágiles y la duración de las baterías
y el mantenimiento han causado problemas. Algunas formulaciones de herbicidas, hechas
especialmente para aplicación mediante discos, contienen un pigmento blanco, el dióxido
de titanio, que hace más visible el asperjado y su estela.

Otros tipos de equipos de aplicación. Los equipos de aplicación de granulados están


compuestos por una tolva, un mecanismo de medición y un dispositivo de distribución.
Para tratamientos por manchones de las malezas se sostiene manualmente la tolva y el
gatillo permite que un pequeño volumen de gránulos caiga a través de un tubo rígido que
los descarga sobre las malezas. Para la aplicación de los granulados en bandas el
dispositivo medidor comunmente consiste en un rotor acanalado o estriado accionado por
una rueda terrestre motriz. Los gránulos caen por gravedad en los canales o estrías y se
descargan a través de los tubos de distribución. Este tipo de dispositivo se puede acoplar
a una sembradora. Para distribución total (al voleo, sobre todo el área) los gránulos se
proyectan sobre una boquilla de impacto y se dispersan mediante una corriente de aire
producida por un ventilador accionado por motor. Algunos herbicidas granulados se
pueden aplicar a mano.

"Frotadores", "rodillos", "mechas" y "sogas" de malezas. En estos dispositivos una


solución moderadamente concentrada de herbicida alimenta una superficie absorbente, la
cual es frotada o rodada sobre la maleza objeto de control. Solamente se trata un área
limitada de la maleza, por lo que esta técnica solamente se puede usar con herbicidas
fácilmente translocables, como glifosato. El tratamiento puede ser selectivo donde las
malezas sean más altas que el cultivo. El traslado del ingrediente activo al objetivo es muy
efectivo, pero existen pocos herbicidas adecuados y limitadas situaciones cultivo/malezas
para esta técnica. Bajo condiciones de baja humedad los equipos de aplicación tienden a
secarse y también se contaminan con polvo y material vegetal que limita su efectividad.

Una regadera podría ser el único equipo disponible para aplicación de herbicidas en
algunas fincas o predios pequeños, pero cuando se le acopla una roseta fina se puede
usar para aplicar herbicidas.

La calibración de estos equipos de aplicación lleva los mismos criterios descritos para las
asperjadoras de mochila, o sea, la velocidad de traslado, el caudal del herbicida y el
ancho de estela.

Aspersión segura. La mayoría de las técnicas de aplicación entregan solamente una


pequeña proporción del herbicida a la maleza objeto de la aplicación, mientras que el
resto queda disponible a especies no objeto de la aplicación, que se encuentran en el
medio y/o para contaminar las aguas superficiales o subterráneas.

Para una aplicación segura y efectiva el operador de la asperjadora (agricultor) debe


aplicar la dosis adecuada de herbicida en el volumen de agua adecuado, usando una
correcta calidad de aspersión, en el momento óptimo.

Para más información sobre todos los aspectos de la tecnología de aplicación vea a
Matthews (1992).

Dosis reducidas y control integrado mecánico y químico

Por razones económicas y ambientales, los agricultores de países industrializados están


tratando de lograr un efectivo control de las malezas con uso reducido de herbicidas.
Algunas de las técnicas pueden ser aplicables, si no se usan ya, al control de malezas en
países en desarrollo.

Las dosis recomendadas en las etiquetas se escogen para ofrecer una destrucción
confiable de las malezas y selectividad del cultivo bajo una amplia variedad de
condiciones de suelo y clima y en un rango de estadios de desarrollo. Sin embargo, la
investigación y la experiencia práctica demuestran que en estadios tempranos de
desarrollo y bajo condiciones adecuadas de suelo y de clima las dosis de muchos
herbicidas se pueden reducir hasta un 50% sin disminución en la eficacia (Kudsk 1989).

Cuando se trata una población mixta de malezas la dosis la determina la especie menos
susceptible. Metsulfuron controla Papaver rhoeas L. y Stellaria media (L.) Cyr. al 10% de
la dosis recomendada, pero se requiere la dosis completa para Galium aparine L..
Fluoxypyr es especialmente efectivo contra G. aparine y una mezcla de los dos herbicidas
asegura el control de un grupo de malezas a dosis muy bajas (Caseley et al, 1993).

La aplicación a manchones de malezas en lugar del tratamiento de campos enteros


permite considerables ahorros. Por ejemplo, los manchones de Cirsiun arvense(L.) Scop.
se pueden tratar con glifosato en trigo o cebada como un tratamiento pre-cosecha.
Mochileros con lanzas manuales ofrecen un buen sistema para la aplicación por
manchones, ya que el operador puede seleccionar el objetivo.

La combinación la labranza mecánica con el tratamiento de herbicidas puede reducir


sustancialmente el uso de herbicidas. Esto se logra comunmente mediante la aspersión
en bandas sobre los surcos plantados y las labores de cultivo mecánico del área entre
surcos.

Después de las labranzas, las malezas desenraizadas o enterradas a menudo desarrollan


nuevas raíces o tallos, respectivamente, lo cual les permite recuperarse. Esto es
especialmente un problema bajo condiciones de suelo húmedo. El pre-tratamiento con
dosis sub-letales (1-20% de las recomendadas) de herbicidas que inhiben el crecimiento,
como las sulfonilureas, evita el nuevo enraizamiento y la recuperación de las malezas que
han sido cultivadas (Caseley et al 1993). Este tipo de herbicida también se podría usar
para regular el crecimiento de plantas de cobertura del suelo con el fin de reducir la
competencia con el cultivo.

Revisión sobre la acción de los herbicidas

Introducción
Intercepción y retención del asperjado
Penetración foliar
Disponibilidad y destino de los herbicidas en el suelo
Translocación del herbicida
Metabolismo
Puntos de acción de los herbicidas
Selectividad
Introducción

Esta sección brinda una revisión sobre la acción de los herbicidas. Para más información
vea a Hance y Holly (1990) y Devine et al. (1993).

Los herbicidas destruyen las malezas interfiriendo los procesos bioquímicos, como la
fotosíntesis, que tiene lugar en el simplasto o sistema vivo de la planta. Para que la acción
del herbicida tenga lugar deberá haber suficiente cantidad de ingrediente activo del
compuesto para que éste entre en la maleza y sea transportado hada el lugar de acción
adecuado. En la Fig. 1 se muestran algunos de los principales pasos en la acción de los
herbicidas y los factores que lo afectan.

Intercepción y retención del asperjado

Algunos herbicidas, como glifosato (un compuesto sistémico con movilidad a través del
floema) y paraquat (un herbicida de contacto), entran en la planta exclusivamente a través
de las partes aéreas. Sin embargo, muchos herbicidas que se aplican después de la
emergencia de las malezas tienen, tanto actividad foliar como a través del suelo.
Chlorsulfuron entra a la planta principalmente a través de la parte aérea, pero también a
través de las raíces y su actividad en el suelo controla a las malezas que germinan
después de la aplicación. El éxito de estos tratamientos foliares post-emergentes está en
dependencia que suficientes gotas del asperjado sean interceptadas y retenidas sobre el
follaje. El hábito de crecimiento plano de muchas plantas de hoja ancha ofrece una buena
proyección para las gotas de la aspersión, mientras que el de las hojas erectas y
estrechas de las gramíneas suele ser peor. El ángulo de las hojas también afecta la
retención del asperjado. Por lo general hay mayores pérdidas en un follaje más erecto,
especialmente cuando se asperjan gotas grandes.

Figura 1. Factores que afectan las etapas de la actividad de los herbicidas

En la medida en que las plantas crecen, su área foliar aumenta. Las gramíneas, en
especial, se convierten en mejores objetos para las gotas de aspersión en la medida que
la orientación de sus hojas se aplana y se desarrollen tallos adventicios. Por esta razón
muchos graminicidas post-emergentes se aplican a partir del estadio de desarrollo de dos
hojas en lo sucesivo. Sin embargo, la demora de la aspersión con el objeto de optimizar la
retención no debe ser la única consideración, ya que las plantas más adultas pueden
necesitar una dosis mayor de herbicida para un control efectivo y la eliminación tardía de
la maleza puede traer como consecuencia una competencia severa con el cultivo.

La naturaleza de la superficie foliar es otro factor importante que determina la retención


del herbicida. La forma y disposición de las partículas de cera sobre las hojas de muchas
gramíneas (p.ej. Avena spp.) produce una superficie áspera que repele el agua, por lo que
las gotas grandes del asperjado tienden a rebotar o escurrir fuera de las hojas.

Las condiciones climáticas, bajo las que ha crecido la planta antes de la aspersión,
afectan la intercepción y retención del asperjado. Las plantas que han estado sometidas a
condiciones adversas de sequía o a condiciones frías, tienen hojas más pequeñas,
usualmente cubiertas con cantidades considerables de cera epicuticular, que interceptan y
retienen menos herbicida que las plantas que crecen bajo condiciones cálidas y húmedas.
El efecto de la precipitación depende de su momento e intensidad. Una cubierta de rocío
al momento de la aspersión puede aumentar la intercepción foliar mediante la alteración
del ángulo de la hoja. Lluvias intensas poco tiempo después de la aplicación pueden lavar
el herbicida de la hoja. Los compuestos solubles en agua, como glifosato, son menos
"resistentes al lavado por lluvias inmediatamente después de la aplicación" que los
herbicidas lipofílicos, como diclofop-metil, que se formulan como emulsiones.

Penetración foliar

La principal barrera para la absorción de los herbicidas es la cutícula, que cubre todas las
superficies aéreas y minimiza las pérdidas de agua de la planta. La capa externa consiste
en cera cuticular con extrusiones de cera epicuticular, que varía en forma con la edad de
la hoja y con la especie. Las ceras son no-polares, afines al aceite en su naturaleza y
repelen al agua. Debajo de la cera cuticular está la capa de cutina, que es más hidrofílica
que las ceras. Los agentes tensoactivos y otros aditivos de las formulaciones de
herbicidas juegan un papel importante en la retención y penetración del herbicida a través
de las cutículas cerosas. Los lugares preferenciales de entrada de los herbicidas son las
células de protección de los estomas, los pelos y los nervios foliares en las especies de
hoja ancha. Los estomas penetran la superficie foliar, pero la mayoría de los agentes
tensoactivos no son capaces de reducir la tensión superficial de las soluciones acuosas lo
suficientemente como para permitir la entrada de los herbicidas a través de los estomas.
Se exceptúan los tensoactivos a base de organo-silicona.

La velocidad de penetración es directamente proporcional a la concentración externa del


herbicida y a la velocidad de su movimiento desde la superficie interna de la cutícula hacia
el apoplasto.

Los herbicidas solubles en aceite penetran fácilmente la cutícula a través de sus


componentes lipofílicos bajo un amplio rango de condiciones climáticas y vegetales,
mientras que los compuestos solubles en agua tienden a penetrar más lentamente, por lo
que requieren de tensoactivos y de una cutícula hidratada para su penetración. Así, la
absorción de herbicidas hidrosolubles aumenta por la alta humedad relativa, adecuada
humedad del suelo y temperaturas cálidas (Devine 1988). El rocío o lluvias ligeras (< 0.5
mm/h) pueden aumentar la absorción del herbicida mediante al disolver nuevamente los
depósitos del compuesto seco o cristalizado y pueden facilitar la redistribución del
herbicida sobre la superficie de la planta, así como su deposito. Por ejemplo, en las
gramíneas, la superficie adaxial de la vaina foliar sólo está cubierta ligeramente con cera,
la humedad es alta y aquí la absorción es más rápida que sobre las superficies de las
láminas foliares (Coupland et al1978).

Disponibilidad y destino de los herbicidas en el suelo

El éxito de un tratamiento de herbicida aplicado al suelo depende de la entrada de


concentraciones tóxicas del producto en las raíces o la parte aérea de las malezas. Esto
está determinado por la duración de la exposición al herbicida y su concentración en las
fases líquida o gaseosa. Los factores que influyen sobre la efectividad de los herbicidas
de activos en el suelo son la adsorción, el movimiento y la degradación, pero se debe
enfatizar que estos son factores interactuantes. Además, las propiedades químicas y
físicas del herbicida también son aquí de importancia clave.

Adsorción. El herbicida al entrar en contacto con el suelo se fracciona y pasa a las fases
sólida, líquida y gaseosa. Solo el que llega a las últimas dos fases estará disponible para
su absorción por la planta. El grado de adsorción sobre las partículas de suelo depende
de su textura, el tipo de arcilla, el contenido de materia orgánica y la humedad del suelo.
Los suelos arenosos tienen partículas relativamente grandes con un área superficial
pequeña para la adsorción. Las arcillas tienen grandes áreas de superficie y alta
capacidad para adsorber los herbicidas, siendo la montmorilonita más adsortiva que la ilita
o la caolinita. La materia orgánica es regularmente el factor más importante que determina
la adsorción. De esta forma, algunos tipos de herbicidas, como las triazinas, no están
disponibles a las plantas en suelos con un alto contenido de materia orgánica. Las dosis
de los herbicidas activos en el suelo comúnmente se ajustan de acuerdo al contenido de
materia orgánica del suelo.

El agua compite con los herbicidas por los sitios de adsorción, por lo que en suelos
húmedos queda una mayor proporción del herbicida en las fases acuosas o gaseosas que
en suelos secos. En el caso de herbicidas volátiles, con baja solubilidad en agua, como
EPTC, la adsorción sobre los coloides es importante para su retención en el suelo, por lo
que la aplicación sobre suelo húmedo conduce a mayores pérdidas hacia la atmósfera.
Los herbicidas con presiones de vapor mayores a 15 m Pa, incluyendo triallate, trifluralin,
vernolate, butylate y EPTC son comúnmente incorporados mecánicamente al suelo
inmediatamente después de la aplicación para reducir las pérdidas de vapor. CDAA y
propachlor también tiene altas presiones de vapor, pero no requieren incorporación
mecánica, ya que son relativamente solubles en agua y penetran en el suelo con la lluvia
o la irrigación. En el caso de herbicidas, como simazina, que se une fuertemente a los
coloides del suelo, su aplicación sobre suelos húmedos resulta en una menor adsorción y
mayor disponibilidad para su absorción por las plantas que su aplicación sobre suelo
seco.

Los herbicidas cargados positivamente, como paraquat, no tienen actividad en el suelo, ya


que quedan fijados fuertemente por los coloides de suelo cargados negativamente.

Los herbicidas que son ácidos o bases débiles se ionizan sólo parcialmente. A valores de
pH bajos (< 5.0) las triazinas se cargan positivamente y quedan fuertemente unidas a los
coloides del suelo, pero bajo condiciones neutras o alcalinas quedan más disponibles en
la solución del suelo. Bajo estas condiciones se comportan como moléculas descargadas
y la fuerza de enlace dependerá de propiedades como la solubilidad en agua y la presión
de vapor.

Los herbicidas de un grupo químico dado tienden a adsorberse al suelo en relación


inversa a su solubilidad en el agua. La distribución de los herbicidas entre los coloides del
suelo y el agua regularmente se describe mediante el coeficiente de adsorción Kd, el cual
se define como:

Los valores Kd son mayores para los herbicidas fuertemente adsorbidos.


Movimiento. Independientemente de la incorporación mecánica de los herbicidas, el
contacto con las raíces y partes subterráneas de las plantas depende del movimiento
vertical en profundidad del herbicida en el perfil del suelo después de lluvias o irrigación.
La cantidad de herbicida que se lixivia a través del suelo depende de su solubilidad y
persistencia, del volumen de agua que esté pasando a través del suelo y de la relación de
adsorción entre el herbicida y el suelo (Kd). A través de los macrosporos, tales como las
quebraduras y las galerías hechas por lombrices de tierra, se produce un movimiento más
rápido en profundidad del perfil de suelo, donde el herbicida se transporta tanto en
solución como unido a partículas finas de suelo.

Cuando la evapotranspiración sobrepasa al movimiento del agua hacía abajo en el perfil


del suelo, el herbicida en solución se mueve por capilaridad hacia la superficie del suelo.
Este proceso ha conducido a daños por residuos de herbicidas en los cultivos
subsiguientes en rotación, sobre todo con compuestos solubles en agua, relativamente
móviles, tales como chlorsulfuron.

Durante lluvias intensas se produce el movimiento lateral del herbicida en solución y del
que se encuentra unido a las partículas de suelo. Este se puede lavar mediante arrastre
en la superficie del suelo, cuya cantidad dependerá de varios factores, como: la pendiente
del lugar, el tipo de suelo, la cobertura del suelo, la intensidad y duración de la lluvia, las
propiedades químicas y físicas del herbicida. El arrastre superficial es una de las causas
principales de la contaminación de las aguas superficiales con herbicidas, que también
puede producir una disminución de la eficacia del herbicida.

Degradación. La degradación de los herbicidas puede ser física, química y biológica.


Compuestos como trifluralin son susceptibles a la degradación mediante la radiación UV y
por esta razón requieren de incorporación mecánica. Algunos herbicidas, como
metsulfuron, sufren fácilmente hidrólisis, especialmente a pH bajo.

Las enzimas microbianas (intra y extra-celulares) son responsables de la degradación de


muchos compuestos y el uso continuado de algunas clases de plaguicidas, tales como los
tiolcarbamatos, conduce a un incremento de la población de organismos degradantes de
los herbicidas y a aumentar el nivel de pérdidas de éstos. Tanto los cultivos como las
malezas absorben los herbicidas y comúnmente aquellos tolerantes los metabolizan (vea
Metabolismo).

Para una información más completa sobre los tópicos abordados en esta sección vea a
Hance (1980), Moyer (1987) y Walker (1987).

Translocación del herbicida

Después de la penetración en las hojas y la absorción por las raíces, muchos herbicidas
se mueven hacia otras partes de la planta en el apoplasto y el simplasto.

El apoplasto es una red interconectada de tejido no vivo, que incluye las paredes
celulares y el xilema conductor del agua. Este está limitado externamente por la cutícula e
internamente por la membrana más externa de la célula, el plasmolema. Los herbicidas
que entran en la raíz (p.ej. atrazina), se mueven en el xilema con la corriente transpiratoria
y siguen el movimiento del agua hasta las puntas de las hojas en las monocotiledóneas, o
hasta sus márgenes, en las dicotiledóneas. Los herbicidas se acumulan donde se pierde
el agua por evaporación y ésto generalmente se refleja en la cronología y localización de
los síntomas fitotóxicos.

La pérdida de agua desde una planta está determinada por la luz, la temperatura, la
velocidad del viento y la humedad, así como por la disponibilidad de agua en el suelo. Sin
embargo, en la medida en que el agua del suelo se hace menos disponible, otros factores
pueden desplazar a aquellos más elementales que controlan la transpiración. Bajo
condiciones adversas de humedad de suelo puede ocurrir una inversión de la corriente
transpiratoria, por lo que el agua presente en las hojas será absorbida y conducida hacia
las raíces. Bajo estas condiciones, se ha observado que diquat, aplicado al follaje de la
papa como desecante, produce pudrición del extremo del tubérculo (Headford y Douglas
1967).

Un herbicida absorbido por las raíces y distribuído normalmente en el sistema del xilema,
será transportado principalmente hacia las hojas abiertas, lo cual es un patrón ideal de
distribución para cualquier compuesto inhibidor de la fotosíntesis. Por otra parte, a menos
que tenga lugar alguna redistribución posterior dentro de la planta, este patrón no es
adecuado para herbicidas, cuyo modo de acción esté asociado con los procesos de
crecimiento. En tales casos, se debe producir una redistribución del compuesto hacia los
ápices de crecimiento, proceso que involucra también al simplasto. Este último es un
sistema vivo interconectado de células vegetales, que incluye al floema, que contiene el
citoplasma metabólicamente activo, limitado en su parte externa por el plasmolema y por
la parte interna de la membrana vacuolar, el tonoplasto. Este contiene organelos, como
los cloroplastos y los mitocondrios. Los puntos de acción de todos los herbicidas están
localizados en el simplasto.

Los azúcares producidos por la fotosíntesis en los tejidos verdes de las plantas (fuentes)
son conducidos en el simplasto hacia las regiones, donde tiene lugar el crecimiento y el
almacenamiento. En la mayoría de las circunstancias los herbicidas se mueven fuera de
la hoja tratada solo a través del floema y los herbicidas o componentes de formulación
que interfieran con el transporte en el floema limitan la translocación del herbicida.
Usualmente el lento desarrollo de los síntomas fitotóxicos, como se observa por ejemplo
con glifosato, está asociado a una translocación más efectiva del herbicida. La fuerza de
la actividad de fuentes individuales cambian durante el año en respuesta a la senescencia
de las hojas y a cambios en el desarrollo de la planta, como la floración, la formación de
semillas y el desarrollo de órganos de almacenamiento. Las hojas muy jóvenes se
comportan como depósitos, por lo que resultan ser pobres objetivos para la aplicación de
herbicidas sistémicos. Las hojas que completan su desarrollo sobre plantas jóvenes
tienden a exportar azúcares (y herbicidas) principalmente hacia el ápice del tallo. En la
medida que la planta crece, el patrón de exportación se dirige más hacia las raíces y los
órganos subterráneos. Es en esta etapa que la aplicación del herbicida generalmente
produce buen control sobre especies perennes, como Imperata cylindrica (L.) Raeuschel.

Además del estadio de desarrollo de la planta, los factores del ambiente también afectan
el flujo de azúcares en el floema. Factores adversos que disminuyen la velocidad de
crecimiento de la planta, como las bajas temperaturas y la sequía, reducen el potencial de
eliminación o depósito, por lo que menos herbicida tiende a ser translocado. Otros
factores, como la baja intensidad de luminosidad, limitan la producción de azúcares en las
hojas y reducendo la actividad de generación, con lo que pueden perjudicar la acción de
herbicidas sistémicos. Por estas razones, normalmente se recomienda que los herbicidas
sistémicos se deben aplicar cuando las malezas están en una fase de crecimiento activo.

Metabolismo

El metabolismo de los herbicidas en las plantas constituye el mecanismo más importante


de selectividad de los herbicidas entre malezas y cultivos o entre malezas susceptibles y
tolerantes. Las plantas tolerantes detoxifican al herbicida con suficiente rapidez como para
evitar que cantidades fitotóxicas del ingrediente activo se acumulen en el simplasto. El
metabolismo de los herbicidas involucra transformaciones que aumentan la solubilidad en
agua y esto regularmente es seguido por la conjugación con azúcares o aminoácidos.
Bentazon tiene un margen de selectividad de 200 veces entre el arroz y Cyperus
serotinus Rottb., debido a su rápida hidroxilación, seguida de su conjugación con glucosa
en el arroz (Mine et al 1975). El margen de selectividad de muchos herbicidas, como
isoproturon en trigo, es mucho más estrecho y la seguridad del cultivo está fuertemente
influída por la variedad, el estadio de desarrollo y las condiciones climáticas.

La selectividad de algunos herbicidas, como los tiolcarbamatos y las sulfonilureas, se


puede aumentar en cultivos gramíneos mediante el uso de sustancias protectoras, que
promueven la degradación y conjugación del herbicida en el cultivo, pero no en las
malezas. Las sustancias protectoras se usan como coberturas de semillas o en mezclas
con el herbicida. Actualmente existen 15 combinaciones de herbicida/sustancia protectora
en el mercado y en la Tabla 5 se muestran algunos representantes para los principales
cultivos.

Tabla 5. Ejemplos de combinaciones herbicida/sustancia protectora y sus usos,


(según Komives 1992).

Cultivo Herbicida Sustancia Protect. Aplicación


Maíz EPTC dichlormid mezcla de tanque
Trigo fenoxaprop-etil fenclorazole-etil mezla de tanque
Arroz bensulfuron-metil dimepiperato mezcla de tanque
Sorgo metolachlor cyometrinil cobertura de semilla

En contraste con las sustancias protectoras, ciertos compuestos sinérgicos aumentan la


actividad herbicida mediante la prevención de su metabolismo. Así, aminotriazole se
inactiva en algunas malezas por condensación con serina, cuya reacción es inhibida por
el tiocianato de amonio, que se incorpora en varias formulaciones de este herbicida.

La inhibición del metabolismo de los herbicidas es deseable en las malezas, pero se debe
tener cuidado de no dañar los cultivos. El control de malezas en arroz con propanil puede
causar severa fitotoxicidad en el cultivo si se aplican insecticidas carbamicos u
organofosforados inmediatamente antes o con el herbicida. Los insecticidas inhiben la
hidrólisis del propanil por la aril acrilamilasa, que es la principal vía de detoxificación que
aporta tolerancia a este herbicida en el arroz (Matsunaka 1968).

El metabolismo, que confiere tolerancia a los herbicidas en los cultivos, también se


presenta en malezas. Por ejemplo, la acción débil de metribuzin contra Ipomoea
hederacea (L.) Jacq. es debida a una rápida desanimación. El uso repetido de herbicidas
con similar composición química puede conducir a la selección de biotipos resistentes a
los mísmos, con mayor capacidad para degradarlos, como Alopecurus myosuroides Huds.
resistente a isoproturon (Moss y Cussans 1991).

Se ha estimado que menos del 1% del herbicida que llega a la superficie de la planta
interactúa en el punto de acción, por lo que para muchos herbicidas y especies, el
metabolismo es la principal causa de pérdidas del ingrediente activo.

Puntos de acción de los herbicidas

La mayoría de los grupos de herbicidas afectan, bien la fotosíntesis o la división celular y


el crecimiento, pero algunos herbicidas parecen afectar más de un punto (Tabla 6). Así,
bromoxynil nitrilo inhibe la fotosíntesis y desacopla la fosforilación oxidativa. Los
herbicidas de un mismo grupo químico generalmente tienen el mismo sitio de acción, pero
esto no siempre es así. Por ejemplo, la anilida propanil inhibe la fotosíntesis, mientras que
otro miembro de este grupo, diflufenican, inhibe la biosíntesis de carotenoides.

Herbicidas que interfieren con la fotosíntesis. Alrededor del 35% de todos los
herbicidas disponibles comercialmente interfieren con la fotosíntesis, que es el proceso
involucrado en la conversión de energía luminosa en energía química, para así producir la
liberación de oxígeno y la transformación del CO2 en azúcares.

Herbicidas del Fotosistema 1 (FS1) (Tablas 6 y 7). Estos son los compuestos
bipiridílicos, diquat y paraquat, que desvían el flujo de electrones en el extremo terminal
del Fotosistema 1. La acción de estos herbicidas es, por lo tanto, dependiente de la luz
para promover el flujo de electrones y del oxígeno para producir el superóxido fitotóxico,
peróxido de hidrógeno, y el altamente dañino radical libre: hidroxil.

Estos radicales fitotóxicos interactúan rápidamente con los lípidos de las membranas y
con los aminoácidos de las proteínas y ácidos nucléicos enzimáticos, produciendo rápida
filtración de las membranas y destrucción del tejido foliar, lo que da una apariencia de
mojado por agua, que es seguida de necrosis y desecación.

Inhibidores del Fotosistema 2 (FS2) (Tablas 6 y 7). Estos bloquean el transporte de


electrones mediante la interacción con un polipéptido en la membrana de los cloroplastos.
La especificidad de este sitio de acción requiere del elemento estructural -CO-N< o

-N = C-N< para la acción inhibitoria y éstos se encuentran en la mayoría de los herbicidas


de este grupo (Tabla 7).

Cuando la clorofila absorbe la energía luminosa para activar el flujo de electrones desde
el agua, ésta se excita hasta un denominado "estado de singlete" (1C1). Si la energía de
excitación no es utilizada porque el flujo de electrones está detenido, puede excitar al
oxígeno a un "estado de singlete" (1O2). Esta forma altamente dañina de oxígeno puede
interactuar con los lípidos, proteínas, ácidos nucléicos y otras moléculas celulares para
causar la desorganización celular y, como consecuencia, la muerte de la planta. Esto se
refleja en la aparición de síntomas fitotóxicos, como la clorosis y la necrosis.

TABLA 6. Grupos de herbicidas y sus puntos de acción.


Tabla 7. Grupos de herbicidas y ejemplos de estructuras.

Inhibidores de la biosíntesis de pigmentos. La biosíntesis de la clorofila está


íntimamente relacionada con el desarrollo de una estructura tilacoidea funcional en el
tejido foliar verde y las clorofilas son esenciales para absorber la luz. Además de la
absorción de la luz, los carotenoides son agentes protectores importantes para reprimir
los dañinos oxígeno singlete (¹O2) y clorofila tripleta (³Cl), producidos por el exceso de
energía de excitación, que es especialmente importante a altas intensidades luminosas.
Como regla general, los herbicidas que bloquean la síntesis de pigmentos producen
blanqueado o decoloración.

Inhibidores de la biosíntesis de clorofila (Tablas 6 y 7). Se considera que los difenil-


etéres interactúan con la ácido  -aminolevulínico (ALA) deshidrogenasa y otras enzimas
en la senda de la biosíntesis de la clorofila, lo que causa una acumulación anormal de
tetrapirrol. Esto produce una acumulación de precursores incapaces de traspasar la
energía luminosa absorbida a los centros de reacción del fotosistema. Se producen
grandes cantidades de 1O2 que reaccionan con los lípidos, proteínas y ácidos nucléicos,
que causa la destrucción de las membranas y una rápida decoloración. Estos
precursores, como ALA y tetrapirrol, se denominan fotosensitizadores. La clorofila también
es un fotosensitizador, pero esta disipa la energía de excitación a través de la vía de
transporte de electrones.

Inhibidores de la biosíntesis de carotenoides (Tablas 6 y 7). Norflurazon y diflufenican


inhiben las "reacciones de desaturación" en la biosíntesis de carotenoides, mientras que
el amitrol bloquea otra etapa no identificada en esta senda. En ausencia de la represión
del ³Cl y el 1O2 por el caroteno, los pigmentos de clorofila se blanquean. Este síntoma es
especialmente evidente en tejidos recien desarrollados.

Inhibición de la síntesis de lípidos (Tablas 6 y 7). Los ácidos grasos y los ácidos grasos
de cadena larga son necesarios en la formación de los componentes lípidos de las
membranas y ceras cuticulares, respectivamente. Los herbicidas ariloxifenoxipropiónicos
y las oximas inhiben la enzima inicial en la biosíntesis de los ácidos grasos, la acetil
Coenzima A carboxilasa, mientras se estima, que los tiolcarbamatos bloquean la
formación de ácidos grasos de cadenas muy largas, posteriormente en esta senda. La
falta de producción de ácidos grasos conduce rapidamente al desorden de las
membranas, lo cual se refleja en el cese de la división celular y la necrosis del tejido
meristemático. A dosis sub-letales, se producen hojas con poca cera cuticular, lo que
puede afectar su respuesta a los plaguicidas y patógenos. Solamente las especies
gramíneas son afectadas por los herbicidas de ésteres de ácidos ariloxifenoxi-alcanoicos
y oximas, cuyo mecanismo de selectividad ha sido discutido por Owen (1991).

Inhibición de la division celular (Tablas 6 y 7). Varias clases de herbicidas, como las
dinitro-anilinas y los carbamatos, inhiben la división celular mediante su interacción con
los microtúbulos. La formación de microtúbulos del huso mitótico es una condición para la
separación de nuevos cromosomas. Las puntas de las raíces expuestas a dínitroanilinas y
carbamatos se abultan, la mitosis se detiene y un reducido número de microtúbulos
usualmente se observan.

Herbicidas que imitan al ácido indolacético (AIA) (Tablas 6 y 7). Casi 50 años después
de la introducción de los primeros herbicidas del "tipo auxina u hormonales", su sitio de
acción permanece desconocido. No obstante, está ampliamente aceptado que estos
actúan como si fueran auxinas persistentes que previenen las fluctuaciones normales de
los niveles de la auxina natural, ácido indolacético (ALA), que son necesarias para un
crecimiento ordenado. El exceso de ALA se degrada rapidamente en la planta, pero los
reguladores sintéticos del crecimiento, como 2, 4-D, no son afectados por los sistemas
regulatorios endógenos y, como consecuencia, se desorganiza el crecimiento.

El tratamiento de una planta de hoja ancha en rápido crecimiento puede producir


alteración epinástica en unos minutos y el crecimiento puede cesar en unas horas.
Después de un período de días, el ácido nucleico y las proteínas se acumulan en el tejido
basal inmaduro, como los peciolos, donde la proliferación anormal de células da origen a
tumores, callos y raíces adventícias. Mientras tanto, los ápices normales son desprovistos
de ácido nucleico y proteínas, por lo que el crecimiento se detiene. La proliferación de
tejido vascular evita las funciones normales de translocación, las raíces dejan de absorber
agua y nutrientes y finalmente la planta muere. El incremento del nivel de etileno puede
estar relacionado con los efectos epinásticos observados en las plantas tratadas. El
fundamento de la tolerancia de las gramíneas y la susceptibilidad de las plantas de hoja
ancha no se comprende desde el punto de vista fisiológico.

Inhibidores de la biosíntesis de aminoácidos. Los aminoácidos son componentes


esenciales de las proteínas. El bloqueo de la síntesis de aminoácidos afecta la biosíntesis
enzimática y el metabolismo vegetal en general. Los denominados "aminoácidos
esenciales" solamente se encuentran en plantas y microorganismos, por lo que los
herbicidas que inhiben su biosíntesis tienden a ser de baja toxicidad para los mamíferos.
Sin embargo, bialafos y glufosinato, herbicidas que inhiben la síntesis de glutamina, un
aminoácido importante en los animales, son también de baja toxicidad para mamíferos.

Los microorganismos se han usado ampliamente para evaluar y dilucidar el modo de


acción de los herbicidas que inhiben la biosíntesis de los aminoácidos. Las técnicas de
biología molecular han permitido el clonaje y sobreproducción de enzimas, que son
puntos de acción de los herbicidas, lo que ha facilitado realizar estudios in vitro de la
acción de estos compuestoss. Durante los últimos 20 años, nuevos grupos de herbicidas
han sido descubiertos, los que interactúan con las sendas de biosíntesis de tres tipos de
aminoácidos: los aromáticos, los de cadena ramificada y la glutamina.

Inhibición de la biosíntesis de aminoácidos aromáticos (Tablas 6 y 7). Glifosato inhibe la


vía shikimato y es el único herbicida comercializado que afecta la biosíntesis de los
aminoácidos aromáticos. Se trata de uno de los herbicidas más móviles por el floema y es
especialmente efectivo contra las malezas perennes, al acumularse en el tejido
meristemático de los tallos, raíces y órganos de almacenamiento. Como resultado, la
división celular y el crecimiento se detienen y una semana o más después, el follaje se
toma clorótico.

Inhibición de la síntesis de glutamato (Tablas 6 y 7). El amoniaco se asimila dentro de los


aminoácidos a través de la vía del ciclo de la glutamato- intetasa.

Los inhibidores de la enzima glutamina sintetasa (GS) están estructurados de modo


análogo al ácido glutámico y se cree que ellos se fijan irreversiblemente al sitio catalítico
de la enzima, lo cual produce una rápida acumulación de niveles altos de amoniaco y un
agotamiento de la glutamina y de varios otros aminoácidos en las plantas. Estos efectos
están acompañados de una rápida declinación de la fijación fotosintética de CO2 y son
seguidos por clorosis y desecación de los tejidos de las plantas.

Dos herbicidas comerciales inhiben la glutamina sintetasa: glufosinato y bialafos. Este


último es producido por Streptomyces hygroscopicus y es un pro-herbicida que requiere
someterse a hidrólisis en la planta hasta el inhibidor de la GS, glufosinato. Ambos
herbicidas no son selectivos.

Se han producido cultivos transgénicos resistentes a bialafos y a glufosinato.

Inhibición de la síntesis de aminoácidos de cadena ramificada (Tablas 6 y 7). La


acetohidroxi-sintetasa ácida es el primer paso de una senda combinada responsable de la
biosíntesis de valina, leucina e isoleusina. Esta enzima se inhibe por varios tipos
diferenciados de herbicidas, dentro de las cuales están las sulfonilureas y las
imidazolinonas como las más extensamente desarrolladas y comercializadas.

Después de un tratamiento al follaje de plántulas de maíz con chlorsulfuron, el crecimiento


de las hojas y la síntesis de ADN se detuvieron dos y diez horas después,
respectivamente. La actividad meristemática de los tallos y de las raíces se detuvo
rápidamente, pero sobre las hojas maduras solamente se desarrolló clorosis después de
varios días. Cultivos transgénicos resistentes a las sulfonilureas y a las imidazolinonas
han sido ya producidos.

Selectividad

Los tratamientos selectivos destruyen las malezas con poco o ningún daño al cultivo. La
selectividad puede ser a causa de las propiedades del herbicida, de atributos de la planta,
del momento de la aplicación del herbicida, de la técnica de aplicación o una combinación
de estos factores. Los tratamientos no selectivos o totales persiguen destruír todas las
especies presentes y se usan antes de la siembra del cultivo, inmediatamente antes de la
cosecha o en áreas no cultivables. Sin embargo, con frecuencia se observan respuestas
diferentes de distintas especies a bajas dosis de los herbicidas.

Selectividad herbicida/cultivo. Un herbicida "selectivo" puede ser aplicado a toda el


área cultivable para el control de las malezas, con efecto mínimo sobre el cultivo. Esta
fítotoxicidad diferenciada entre las especies de cultivo y de malezas es el resultado de
uno o más de los siguientes factores: intercepción, retención, penetración, movilidad,
metabolismo y actividad en el punto de acción del herbicida. Ya hemos discutido el papel
de cada uno de estos pasos en la actividad herbicida y su potencial para influir sobre la
selectividad. El metabolismo del herbicida es el mecanismo de selectividad más
generalizado, el cual es dependiente de la dosis en uso. Atrazina a 2-3 kg i.a./ha es
selectiva en maíz, pero a 9 kg i.a./ha es un herbicida total. Un grupo de herbicidas que
son ésteres, como imazamethabenz-metil, son inactivos a menos que sean hidrolizados a
ácidos, que son más móviles en el floema que los ésteres. En el trigo tolerante, la des-
esterifícación es relativamente lenta, pero en las susceptibles Avena spp., el ácido
fitotóxico se forma rápidamente. Este tipo de herbicida es a veces conocido como un
sustrato suicida. El mayor margen de selectividad se encuentra en herbicidas que son
incapaces de interactuar en el punto de acción del cultivo. Los ésteres ariloxi-
fenoxialcanoicos, como fluazifop-butil, inhiben la acetil co-enzima A en gramíneas, pero
en plantas de hoja ancha la topografía del nicho objeto evita la acción y no se produce
efecto herbicida.

Los mecanismos de selectividad de los herbicidas arriba descritos para cultivos, también
se detectan en especies de malezas que no mueren con el tratamiento. El desarrollo de
biotipos resistentes a herbicidas de especies de malezas se puede reducir mediante la
rotación del uso de herbicidas con diferente composición química y modo de acción. La
rotación de cultivos, que permita la introducción de otros herbicidas y otras prácticas
culturales, como el cultivo mecánico, pueden contribuír a retrasar o evitar el surgimiento
de poblaciones de malezas resistentes a herbicidas.

Tanto las técnicas convencionales de mejoramiento genético vegetal como las de biología
molecular se han usado para aportar resistencia a las plantas cultivables, para así
explotar el incremento del metabolismo, la modificación de los nichos- objeto de acción y
la sobre-abundancia de la enzima objeto. Esto permite que herbicidas no selectivos, como
glifosato y glufosinato, sean usados en cultivos como soya y papa, para así aumentar el
grupo de cultivos en los cuales se pueden usar herbicidas como las sulfonilureas y las
imidazolinonas. Este desarrollo aumenta las opciones de uso de herbicidas, seguros para
el operador y benignos en el ambiente, así como disponibles para su inclusión en
programas de manejo integrado de malezas.

Momento de aplicación. Tratamientos no selectivos, como glifosato, son ampliamente


usados para destruir malezas y plantas de cultivo indeseables, antes de las labranzas y la
plantación en los sistemas de labranza mínima. Glifosato también se puede usar en
cereales como tratamiento inmediatamente anterior a la cosecha para el control de
malezas perennes. Herbicidas de contacto, como paraquat, se pueden usar después de la
plantación, por ejemplo en papa, con hasta un 10% de emergencia de la planta cultivable.

Los herbicidas no selectivos también se pueden aplicar cuando los cultivos perennes
están latentes, como glifosato en espárrago.

Para muchos cultivos la selectividad es dependiente del estadio de desarrollo. 2, 4-D daña
al trigo si se aplica antes del estadio de desarrollo de cuatro hojas o después de la
formación de nudos. En este caso la fitotoxicidad herbicida está asociada a una rápida
actividad meristemática.

Aplicación dirigida. El contacto de la aspersión con el cultivo se puede evitar, bien


dirigiendo la aspersión sobre el objeto de interés a controlar o mediante el uso de
pantallas. De esta forma, se pueden usar herbicidas que normalmente son fitotóxicos a
los cultivos. Esta técnica se usa extensamente en árboles, arbustos frutales y viñedos. Sin
embargo, con tratamientos post-emergentes, como glifosato, se debe tener gran cuidado
de evitar la deriva de la aspersión.

Protección en profundidad. La profundidad de ubicación de las raíces, especialmente


de cultivos perennes, contribuye a la selectividad. Ciertos herbicidas, como simazina,
permanecen en la capa superficial del suelo y pueden ser usados en cultivos susceptibles
de raíces ubicadas profundamente, como los árboles frutales. El mismo principio se aplica
a otras situaciones. Los cultivos anuales se pueden sembrar debajo de la capa de suelo
alcanzada por el herbicida, con lo que se evita su absorción por las raíces, como en el
trigo tratado en pre-emergencia con tri-allate.
En la mayoría de las situaciones la selectividad es relativa y depende de varios
mecanismos. Esta es usualmente afectada por la variedad del cultivo, el tipo de suelo, las
condiciones climáticas, la dosis del herbicida, su formulación y aplicación. Debido a las
complejas interacciones involucradas en la selectividad, es importante evaluar los nuevos
herbicidas sobre las nuevas variedades de los cultivos bajo condiciones locales antes de
su uso en el campo.

Caracterización de los principales grupos de herbicidas

Desviadores del fotosistema 1: Bipiridilos


Inhibidores del fotosistema 2: Triazinas
Inhibidores del fotosistema 2: Ureas sustituidas y uracilos
Inhibidores del fotosistema 2: Miscelaneos de acción foliar.
Inhibidores de la síntesis de clorofila: Difenil éteres
Inhibidores de la síntesis de carotenoides.
Inhibidores de la biosíntesis de lípidos: Derivados clorados de ácidos alcanoicos.
Inhibidores de la biosíntesis de lípidos: Oximas
Inhibidores de la biosíntesis de lípidos: Ésteres de ácidos ariloxi-fenoxialcanoicos.
Inhibidores de la biosíntesis de lípidos: Tiolcarbamatos
Inhibidores de la división celular: Cloroacetamidas.
Inhibidores de la división celular: Dinitroanilinas
Inhibidores de la división celular: Carbamatos.
Herbicidas de tipo auxina: Acidos ariloxi-alcanoicos
Herbicidas de tipo auxina: Acidos aril-carboxílicos
Herbicidas de tipo auxina: Acidos quinolino carboxílicos
Inhibidores de la síntesis de aminoácidos aromáticos: Glifosato
Inhibidores de la síntesis de glutamina: Glufosinato
Inhibidores de la síntesis de aminoácidos de cadena ramificada: Sulfonilureas.
Inhibidores de aminoácidos de cadena ramificada: Imidazolinonas.

Desviadores del fotosistema 1: Bipiridilos

Características generales. Diquat y paraquat son herbicidas de contacto, no selectivos,


de acción rápida, con una limitada movilidad en el apoplasto. Estos son menos móviles
cuando se aplican bajo radiación solar intensa y en los trópicos se obtiene un control más
prolongado de las perennes mediante aplicación al atardecer. Dosis muy bajas de
bromacil o diuron, que bloquean el flujo de electrones en el fotosistema (FS) 2, previenen
una rápida acción de los bipiridilos bajo radiación solar intensa, lo que sinergiza la
actividad de diquat y paraquat (Headford 1967). Ambos herbicidas penetran al follaje muy
rápidamente y son resistentes a la lluvia dentro de 10 minutos después de la aplicación en
la mayoría de las situaciones. Los bipiridilos son cationes que se fijan fuertemente a los
coloides del suelo, por lo que no manifiestan actividad a través del mísmo.

Diquat y paraquat se usan en sistemas de labranza mínima para el control de malezas


antes o después de la plantación, pero generalmente antes de un 10% de emergencia del
cultivo. Estos se aplican como aspersiones dirigidas o protegidas con pantallas en
muchos cultivos perennes templados y tropicales. Ambos se usan como desecantes para
facilitar las cosechas y diquat se puede usar en ciertas situaciones de malezas acuáticas.
Paraquat tiende a ser más activo contra gramíneas y diquat contra especies de hoja
ancha.

Problemas. Paraquat posee una alta toxicidad para los mamíferos (DL50 oral para ratas
es de 120 mg de ión paraquat/kg de peso corporal) y su uso ha sido prohibido en un
grupo de países. Para reducir el riesgo de ingestión accidental comúnmente se formula
con un agente emético y un tinte de coloración brillante. El concentrado se debe
almacenar y manipular con gran cuidado y la solución diluída se debe aplicar con
seguridad, siempre siguiendo las instrucciones de la etiqueta y usando ropa protectora. La
toxicidad para mamíferos de diquat es menor (DL50 oral para ratas es de 230 mg de ión
diquat/kg de peso corporal) y cuando se diluye para control de malezas acuáticas tiene
una toxicidad inferior, tanto para los peces como para los mamíferos.

El uso repetido de los bipiridilos en cultivos perennes ha conducido al desarrollo de


biotipos tolerantes de 13 especies de malezas (LeBaron 1991).

Inhibidores del fotosistema 2: Triazinas

Características generales. Las triazinas tienen relativamente baja solubilidad en agua y


se formulan como polvos humedecibles, concentrados suspensibles y granulados. Su
volatilidad y fotodescomposición son bajos, siendo estables sobre las superficies de las
plantas y el suelo. Comúnmente se aplican al suelo, donde son absorbidos por las raíces
y, en menor medida, por las partes subterráneas de la planta, donde se mueven con la
corriente transpiratoria del apoplasto. Generalmente requieren de lluvia o irrigación para
su movilidad enel suelo y son más efectivas cuando se aplican sobre suelo húmedo
comparado con suelo seco. Cuando se aplican con coadyuvantes, la mayoría de las
triazinas pueden ser absorbidas foliarmente. Estos herbicidas son activos contra un
amplio espectro de malezas de hoja ancha y gramíneas. La selectividad puede deberse a
la protección en profundidad, ya que el herbicida puede permanecer por encima de las
raíces del cultivo; al metabolismo del herbicida en el cultivo o a una combinación de
ambos. La movilidad hacia abajo en el suelo depende de las propiedades químicas del
herbicida, como son la solubilidad en agua, la capacidad para ser adsorbido por los
coloides del suelo y las propiedades del suelo, tales como el contenido de materia
orgánica, de arcilla y de agua.

Con la excepción de cyanazina, la toxicidad para mamíferos es baja (Tabla 2).

La afinidad de atrazina para ser adsorbida por los coloides del suelo es de moderada a
alta por lo que las dosis se deben ajustar según el tipo de suelo. En suelos de alto
contenido de materia orgánica, este herbicida solo debe usarse en post-emergencia. Su
efecto generalmente brinda control de las malezas durante todo el ciclo del cultivo.
Atrazina es el inhibidor del Fotosistema 2 más extensamente usado. Su uso se extiende a
más de 7 millones de ha de maíz a nivel mundial anualmente. Sorgo, caña de azúcar y
piña son otros cultivos beneficiados con este herbicida. Generalmente se aplica en PPI,
en pre y post-emergencia temprana (acompañado de un coadyuvante oleoso) y controla
muchas especies anuales gramíneas y de hoja ancha, pero su efecto es pobre
sobre Digitaria spp., Panicum dichotomíflorumMichx. A dosis altas se utiliza para el control
total de malezas en áreas no cultivables.
Cianazina se enlaza con menor fuerza a los coloides del suelo que la atrazina y la
tolerancia del maíz es limitada en suelos degradados, con bajo contenido de materia
orgánica. Es más activa contra gramíneas problemáticas que atrazina, pero más débil
contra Amaranthus spp. y Abutilon theophrasti Medic.. Se aplica como PPI, en pre y
postemergencia temprana en maíz y, en menor grado, en colza y trigo. En el maíz, su vida
corta en el suelo, de 7-10 semanas, le convierten en una opción ideal para reemplazar a
atrazina y simazina, sobre todo cuando le seguirán cultivos susceptibles a estos
herbicidas en la rotación.

Metribuzin. Esta triazina asimétrica posee una alta solubilidad en agua (1200 ppm), es
relativamente móvil en el suelo, donde persiste durante todo el ciclo de desarrollo de la
mayoría de los cultivos anuales. Metribuzin se usa en PPI y pre-emergencia para eliminar
malezas de hoja ancha y gramíneas en soya, papa, tomate, alfalfa y caña de azúcar.
También se usa en post-emergencia temprana en papa y tomate.

Prometrina se fija fuertemente a los coloides del suelo, con muy limitada movilidad y
persistencia en el suelo: de 1 a 3 meses. Se usa en PPI y pre-emergencia para el control
de malezas gramíneas y de hoja ancha en algodón.

Propazina. El comportamiento en el suelo es como el de prometrina, excepto que persiste


durante 12-18 meses. Se usa en PPI y pre-emergencia para el control de malezas
gramíneas y de hoja ancha en sorgo.

Simazina se fija fuertemete a los coloides del suelo, con limitada movilidad en el suelo y
sus dosis se ajustan de acuerdo con el contenido de materia orgánica y de arcilla del
suelo. Simazina brinda control de malezas durante la mayor parte del ciclo de desarrollo
de los cultivos y sus residuos pueden dañar a cultivos susceptibles subsiguientes en la
rotación, este herbicida no se absorbe foliarmente, solo lo hace a través de las raíces y se
aplica en pre-emergencia o en post-emergencia de las malezas en combinación con un
herbicida de contacto, como paraquat. Simazina controla malezas anuales de hoja ancha
y gramíneas, incluyendo a algunas especies tolerantes a atrazina. Simazina se usa en
PPI y pre-emergencia en maíz y en cultivos perennes establecidos, p.ej. alfalfa, caña de
azúcar y especies leñosas. Se usa a dosis altas para el control total de malezas en áreas
no cultivables.

Problemas. En climas áridos y en suelos de pH altos, la residualidad y el daño a los


cultivos subsiguientes pueden ser un problema, sobre todo con atrazina y simazina.

La contaminación de las aguas superficiales y subterráneas con atrazina y, en menor


grado, por simazina, ha conducido a la prohibición o a restricciones de su uso en algunos
países, especialmente para el control total de malezas en áreas no cultivables, donde
suelen aplicarse a dosis superiores a 9 kg de i.a./ha. El uso repetido de triazinas,
especialmente en maíz y sorgo, ha conducido al desarrollo de biotipos resistentes de 40
especies de malezas de hoja ancha con puntos de acción de tipo Fotosístema 2
modificado, así como 17 especies gramíneas, en los que la resistencia se debe
principalmente a un aumento del metabolismo del herbicida (LeBaron 1991).

Inhibidores del fotosistema 2: Ureas sustituidas y uracilos


Características generales. La mayoría de las ureas sustituídas tienen muchas
características en común con las triazinas, pero su persistencia en el suelo, a dosis
selectivas en los cultivos, tiende a ser menor (3 a 6 meses). Su solubilidad en agua y
adsorción a los coloides del suelo están influídos por el número de átomos de cloro en la
molécula. Fenuron no tiene cloro alguno, por lo que es soluble en agua y fácilmente
lixiviable en el suelo, mientras que diuron, con dos átomos de cloro, se fija fuertemente a
los coloides y se puede usar en cultivos de con raíces profundas e incapaces de
metabolizar al herbicida. El espectro de selectividad basado en el metabolismo es amplio,
tales como chlorotoluron e isoproturon en trigo y cebada; diuron y fluometuron en algodón
y linuron en papa. La actividad foliar se aumenta con el uso de tensoactivos. La mayoría
de las ureas no son selectivas a dosis altas y pueden usarse para el control de vegetación
en general, donde la persistencia debe ser de hasta dos años.

Los uracilos tienen propiedades similares a las ureas sustituídas, pero tienden a ser
lixiviados más fácilmente y son menos selectivos. Estos se usan principalmente en
cultivos perennes, como cítricos y para el control total de malezas, especialmente de
especies perennes con raíces profundas.

Diuron se fija fuertemente a los coloides del suelo y resiste la lixiviación, por lo que se
puede usar en cultivos de raíces profundas, como caña de azúcar, piña y cítricos. Este
herbicida controla malezas gramíneas y de hoja ancha, se aplica en pre-plantación o pre-
emergencia en el algodón. Se usa extensamente, a dosis altas, para el control total de
malezas.

Isoproturon tiene limitada movilidad en el suelo y se usa para el control de malezas de


hoja ancha y también gramíneas en pre y post-emergencia temprana en trigo, cebada y
centeno. Su selectividad es limitada en algunas variedades.

Linuron se fija fuertemente a la materia orgánica, pero menos a las arcillas y su dosis de
uso se ajusta de acuerdo al contenido de materia orgánica del suelo. Lluvias intensas son
necesarias para lograr su actividad en el suelo. Linuron se usa en pre-emergencia en
maíz, sorgo, zanahoria, nabo, acelga, papa y soya. Posee más actividad foliar que el
diuron y su actividad pos-emergente se eleva con el uso de tensoactivos. Sin embargo, se
debe aplicar de forma dirigida para mantener la selectividad en maíz, sorgo, algodón y
soya. La zanahoria y la acelga toleran aplicaciones sobre todo el área de linuron, pero sin
añadir coadyuvante.

Linuron se usa con tensoactivo o en mezcla con glifosato o paraquat sobre malezas
emergidas antes de la plantación de soya en lechos de siembra preparados por labranza
mínima o convencional.

Fluometuron es muy similar a linuron, pero solo persiste en el suelo por alrededor de dos
meses. Se usa en pre y post-emergencia en algodón y caña de azúcar.

Terbacil, un herbicida uracilo, tiene una solubilidad en agua de 710 ppm y es


relativamente móvil en el suelo, donde persiste hasta un año después de la aplicación con
dosis altas. Se usa para controlar gramíneas anuales y perennes en cítricos y otros
cultivos arbóreos, donde la selectividad dependerá de la profundidad de las raíces del
cultivo. A dosis bajas controla selectivamente malezas anuales en alfalfa y es altamente
selectivo en menta y menta piperita. El control post-emergente de malezas es superior
con el uso de tensoactivos.

Problemas. Contaminación del agua subterránea ha tenido lugar cuando se ha usado


intensiva y repetidamente (p.ej. isoproturon en el norte de Europa). Resistencia a las
ureas sustituídas de una especie gramínea y cinco de hoja ancha, así como a bromacil de
dos especies de hoja ancha ha sido objeto de comunicación (LeBaron 1991).

Inhibidores del fotosistema 2: Miscelaneos de acción foliar.

Bentazon es un herbicida de contacto que controla muchas malezas gramíneas,


ciperáceas y de hoja ancha en soya, frijol mungo y guisantes. Es más efectivo sobre
malezas en rápido crecimiento, en estadios jóvenes y su actividad se aumenta con la
adción de tensoactivos o concentrados de aceite vegetal. No tiene actividad en el suelo y
se degrada por los microorganismos del suelo en 1-2 meses.

Bromoxynil, un herbicida del grupo de los nitrilos, se usa en post-emergencia en trigo,


cebada, avena, y centeno para controlar malezas anuales de hoja ancha, especialmente
aquellas especies no controladas por 2, 4-D, MCPA ni mecoprop, con los cuales
regularmente se suele mezclar. Bromoxynil tiene una toxicidad para mamíferos
relativamente alta y su uso está restringido en muchos países.

Propanil, un herbicida del grupo de las anilidas, se usa en post-emergencia para el


control de Echinochloa spp. y otras malezas gramíneas en arroz. Es un herbicida de
contacto que se degrada rápidamente en la planta y en el suelo. El uso repetido de
propanil ha conducido a la selección de algunos biotipos resistentes de Echinochloa
colona (L.) Link (Garro et al 1991).

Inhibidores de la síntesis de clorofila: Difenil éteres

Características generales. Estos compuestos tienen poca solubilidad en agua, se fijan


fuertemente a los coloides del suelo y no se lixivian. Tienen una persistencia en el suelo
relativamente corta, de uno a tres meses y se usan en pre y post-emergencia para
controlar principalmente malezas anuales de hoja ancha. La luz es requisito para su
actividad y los síntomas de decoloración sólo son evidentes después de la emergencia de
las plántulas y de su aplicación al suelo. Estos compuestos tienden a ser susceptibles a la
fotodegradación y, aplicados en pre-emergencia, requieren de abundante lluvia para su
incorporación en el suelo. La incorporación mecánica generalmente produce una excesiva
dilución. Estos herbicidas poseen acción post-emergente de contacto y su selectividad se
debe al metabolismo de las plantas, una restringida absorción o su ubicación. Se usan en
un rango amplio de cultivos, como maíz, arroz, soya, algodón, hortalizas y frutales.

Acifluorfen se usa principalmente como tratamiento de contacto, de pos-emergencia


temprana, contra malezas jóvenes en crecimiento activo, así como algunas gramíneas en
soya y cacahuete.

Bifenox es activo bajo un amplio rango de condiciones climáticas y se usa en pre-


emergencia para controlar principalmente malezas de hoja ancha en soya y sorgo
granífero.
Oxyfluorfen se usa en pre-emergencia en soya, cacahuete y arroz y en post-emergencia
dirigida en soya, maíz, algodón, frutales y nueces.

Inhibidores de la síntesis de carotenoides.

Características generales. Estos compuestos, de varias familias químicas, que incluye la


piridazinona, norflurazon; la anilida, diflufenican y el compuesto amitrol, bloquean la
síntesis de carotenoides. Todos causan decoloración de las partes aéreas nuevas del tallo
emergente.

Amitrol. Este herbicida no es selectivo, de aplicación foliar, se mueve en el apoplasto y


en el simplasto, se usa para controlar malezas anuales y perennes en áreas no
cultivables. La muerte de la planta se produce lentamente y su actividad se eleva con la
adición de tiocianato de amonio, lo cual reduce el metabolismo de amitrol en la planta. El
herbicida persiste en el suelo de 2 a 4 semanas.

Diflufenican se aplica en pre o post-emergencia temprana en trigo y cebada para


controlar especies de hoja ancha. Este se fija fuertemente a los coloides del suelo y se
lixivia moderamente. Se usa ampliamente en mezcla con isoproturon.

Norflurazon también se fija fuertemente a los coloides del suelo y se lixivia moderamente.
La dosis se ajusta de acuerdo al contenido de materia orgánica y de arcilla del suelo. El
herbicida se disipa mediante volatilización, fotodescomposición y degradación microbiana,
pero puede persistir en el suelo hasta un año. Se aplica en PPI o pre-emergencia para
controlar gramíneas, ciperáceas y algunas malezas de hoja ancha en alfalfa, algodón,
cacahuete, soya, frutales y viña.

Inhibidores de la biosíntesis de lípidos: Derivados clorados de ácidos


alcanoicos.

Características generales. Dalapon y TCA son compuestos de vieja promoción, usados


a dosis relativamente altas, para controlar gramíneas anuales e inhibir las perennes.
Ambos se lixivian fácilmente en el suelo, donde persisten de uno a tres meses.

Dalapon se aplica al follaje, pero también se absorbe en la planta por las raíces, donde se
mueve a través del apoplasto y el simplasto. Se usa como tratamiento foliar previo a la
siembra de un amplio grupo de cultivos de plantación y hortalizas, así como aspersión
dirigida en frutales. Se usa a dosis altas para el control de gramíneas en áreas no
cultivables. Los cultivos que crecen sobre suelo tratado con dalapon o TCA pueden sufrir
reducción de la cera cuticular y entonces ser más susceptibles a herbicidas de aplicación
foliar.

Inhibidores de la biosíntesis de lípidos: Oximas

Características generales. Los herbicidas de esta familia se conocen comúnmente como


"dims" e incluyen a alloxydim, clethodim, cycloxydim, sethoxydim y
tralkoxydim. Todos se aplican en post-emergencia, controlan muchas gramíneas anuales
y perennes en la mayoría de los cultivos de hoja ancha. La absorción foliar es
relativamente rápida con resistencia a las lluvias que ocurren una hora después de la
aplicación. La persistencia en el suelo es relativamente corta, pero poco después de la
aplicación del herbicida las gramíneas en germinación son controladas. La selectividad se
debe a la ausencia de acción del herbicida en el punto de acción en los cultivos de hoja
ancha. El metabolismo tiende a ser rápido en los cultivos y en el suelo. Tralkoxydim es
selectivo en trigo y cebada, controla Avena fatua L., Setaria viridis L. Beauv, Lolium spp. y
otras malezas gramíneas en cereales.

Problemas. Se han informado poblaciones de Loiíum rigidum Gaudich. resistentes a


herbicidas oximas y con resistencia cruzada a los herbicidas ariloxifenoxi-alcanoicos
(Heap 1991). Estos herbicidas son antagonistas de los del "tipo hormonal". El control
de Poa spp. es usualmente débil.

Inhibidores de la biosíntesis de lípidos: Ésteres de ácidos ariloxi-


fenoxialcanoicos.

Características generales. Los herbicidas de esta familia química se conocen


comúnmente como los "fops", como diclofop-metil, fluazifop-butil, fenoxaprop-etil,
fenthiaprop-etil, haloxyfop-metil y quizalofop-etil. Ellos comparten muchas
características comunes con las oximas, que incluye la selectividad en cultivos de hoja
ancha. Los herbicidas individualmente difieren en las dosis requeridas para destruír
especies de gramíneas específicas. El primer "fop" comercializado, diclofop-metil, se usa
a una dosis diez veces mayor que la de fenoxaprop-etil para el control de Avena spp.
Además de la selectividad en cultivos de hoja ancha, fenoxaprop-etil está aprobado para
su uso en trigo y arroz. Para lograr un buen margen de selectividad en el trigo, éste se
formula con una sustancia protectora: fenchlorazol, y clodinafop-propargyl con la
protectora cloquintocet.

Problemas. Igual que las oximas.

Inhibidores de la biosíntesis de lípidos: Tiolcarbamatos

Características generales. Estos herbicidas de aplicación al suelo tienen alta presión de


vapor y deben ser incorporados al suelo inmediatamente después de la aplicación para
evitar la pérdida de vapor. Las malezas anuales gramíneas y algunas de hoja ancha son
controladas, mientras que algunas gramíneas perennes son inhibidas. Los meristemos de
los tallos se inhiben y las hojas emergentes de plántulas de gramíneas se enrollan, surgen
débiles y toman una coloración verde- oscura, que indica la ausencia de cera epicuticular.
Las especies de hoja ancha susceptibles también emergen, pero no se desarrollan más
allá del estadio de plántulas. EPTC, butylate y vernolate tienen un margen de selectividad
estrecho en maíz a dosis altas requeridas para eliminar gramíneas perennes. Debido a
esto se recomienda el uso de formulaciones que poseen una sustancia protectora
incorporada. Estos herbicidas se metabolizan rápidamente en las plantas y en el suelo,
con una persistencia de alrededor de uno a tres meses.

EPTC se halla disponible como concentrado emulsionable y como granulado. Es uno de


los herbicidas más volátiles (presión de vapor de 4.5 Pa), por lo que debe ser incorporado
en el suelo. Se aplica sobre suelo seco para su inmediata incorporación mecánica.
Alternativamente, como su solubilidad en agua es de 370 ppm, se puede usar el riego por
aspersión para introducir el producto químico en el suelo. EPTC se fija débilmente a los
coloides del suelo y abundantes lluvias pueden lixiviarlo fuera de la zona de germinación
de las semillas. Su persistencia en el suelo es de dos a seis semanas. Se usa en PPI en
un grupo amplio de cultivos, como maíz, leguminosas de semilla pequeña, frijoles, lino,
papa, cártamo y girasol. Se aplica en post-emergencia para limpiar el suelo cultivado en
frijoles, papa y cítricos establecidos. Las formulaciones que contienen la sustancia
protectora, dichlormid, se pueden usar a dosis más altas en maíz para el control de
gramíneas perennes y ciperáceas, las que se controlan mejor cuando los rizomas y
tubérculos son fragmentados mediante la labranza para estimular la emergencia de las
yemas.

Butylate. Este tiolcarbamato se usa en maíz y su acción es similar a EPTC, excepto que
se lixivia menos en el suelo.

Pebulate se lixivia menos que EPTC y se usa antes del trasplante en tabaco, y en PPI y
después del trasplante, incorporado, en tomates.

Triallate tiene baja solubilidad en agua, limitada lixiviación en el suelo y persiste hasta
seis semanas. Se usa en PPI para el control de avena silvestre, muchas gramíneas
anuales y algunas malezas de hoja ancha en trigo, cebada, guisantes, frijoles y lentejas.
Además de la formulación de concentrado emulsionable para incorporación al suelo,
existen granulados que no requieren incorporación.

Vernolate persiste en el suelo durante alrededor de dos semanas y se usa en PPI en


maíz, soya y cacahuete.

Problemas. Los microorganismos del suelo que descomponen los tiolcarbamatos se


multiplican en el suelo tratado, por lo que tratamientos sucesivos pueden tener una menor
vida media, lo cual reduce su eficacia en el control de malezas. Algunas formulaciones de
estos herbicidas incorporan un inhibidor microbiano para extender la persistencia en el
suelo. Este problema puede ser resuelto, preferiblemente, mediante el uso de otros
herbicidas con diferente composición química, durante dos o más años.

Inhibidores de la división celular: Cloroacetamidas.

Características generales. Estos herbicidas de aplicación al suelo controlan gramíneas


anuales en germinación y algunas malezas de hoja ancha en un amplio grupo de cultivos.
En las plántulas en germinación se absorben fácilmente por la parte aérea y las raíces,
pero su movilidad dentro de la planta es limitada. La actividad meristemática se detiene en
las puntas de las raíces y tallos, mientras que en las gramíneas generalmente se inhibe la
emergencia de las hojas a partir de la vaina foliar, por lo que las malezas no emergen.

Alachlor es relativamente no-volátil, ligeramente soluble en agua y tiene una baja a


moderada afinidad por los coloides del suelo. Se requiere su incorporación al suelo bajo
condiciones secas para el control de Cyperus esculentus L.. Alachlor se metaboliza
rápidamente en los cultivos y persiste en el suelo de 6 a 15 semanas. Se usa en PPI en
maíz, soya y cacahuete y en pre-emergencia en estos cultivos más frijol, algodón y papa.

Butachlor tiene una baja solubilidad en agua, se fija fuertemente a los coloides del suelo
y requiere de la incorporación bajo condiciones secas. Se usa en PPI y en pre-
emergencia de las malezas en arroz de siembra directa o trasplantado, y persiste en el
suelo de 5 a 12 semanas.
CDAA. Este compuesto relativamente volátil, normalmente no requiere incorporación al
suelo, ya que tiene una solubilidad en agua de 2000 ppm y se introduce fácilmente en el
suelo mediante la lluvia. No se fija fuertemente a los coloides del suelo y es efectivo en
suelos de alto contenido de materia orgánica y arcilla, aún bajo condiciones secas.
Persiste en el suelo alrededor de 4 a 9 semanas. Los cultivos en los que se usa en pre-
emergencia son: maíz, sorgo, soya, patata dulce, caña de azúcar, frijoles, guisantes o
arvejas, repollo, tomate y cebolla. Es extremadamente irritante a la piel y los ojos.

Metolachlor tiene usos similares a alachlor, pero es más movil en el suelo y se puede
usar en el sorgo granífero con una sustancia protectora.

Propachlor es efectivo en suelos de alto contenido de materia orgánica y bajo


condiciones secas. Se usa en pre-emergencia en maíz, sorgo granífero, soya, repollo y
cebolla.

Inhibidores de la división celular: Dinitroanilinas

Características generales. Estos herbicidas de aplicación al suelo controlan plántulas


gramíneas y algunas especies de hoja ancha en un amplio grupo de cultivos. Todos
tienen baja solubilidad en agua y se adsorben a los coloides del suelo. Varían en
volatilidad y susceptibilidad a la fotodegradación desde trifluralin, que requiere de la
incorporación al suelo, hasta oryzalin, que puede permanecer sobre la superficie del suelo
sin pérdidas apreciables de eficacia. Las dinitroanilinas que no se incorporan
mecánicamente requieren de lluvia para su lixiviación hacia la zona de germinación de las
semillas en el suelo. Ninguno de estos herbicidas tiene actividad foliar, pero se absorben
fácilmente por las raíces de las plántulas en germinación e inhiben el crecimiento de la
raíz, a la vez que interfiren con la mitosis. Las plántulas tratadas desarrollan un
abultamiento de la punta de las raíces y el desarrollo de raíces laterales también es
inhibido. Inicialmente las plantas tienden a desarrollarse, pero la falta de desarrollo radical
conduce a la muerte. La selectividad se logra mediante la ubicación del herbicida en el
suelo, como una incorporación poco profunda por encima de un cultivo sembrado
profundamente, así como mediante el metabolismo del herbicida en la planta. Las
dinitroanilinas brindan un período largo de control.

Trifluralin. Para evitar degradación por volatilización y radiación UV, trifluralin


generalmente se incorpora mecánicamente en el suelo, pero en países fríos, donde
prevalece la neblina y las lluvias frecuentes, la aplicación superficial es satisfactoria, por lo
que se utiliza de esta manera en cereales en el norte de Europa. En un amplio grupo de
cultivos, como frijoles, soya, algodón, zanahoria, repollo, guisantes, cártamo y girasol se
aplica en PPI. En algodón, papa y caña de azúcar se usa después de la plantación en
pre-emergencia incorporada. También se utiliza en post-emergencia dirigida de los
cultivos y pre-emergencia incorporada de las malezas, en maíz, algodón, cucurbitaceas,
tomate, caña de azucar y frutales. Dosis dobles se usan a veces en algodón y soya para
el control de Sorghum halepense. Los residuos en el suelo, especialmente después de
usar dosis elevadas, pueden dañar los cultivos subsiguientes en rotación, trifluralin es
tóxico a los peces cuando se aplica directamente al agua, pero la incorporación al suelo
no representa riesgos cuando se usa de acuerdo a las recomendaciones de la etiqueta.

Benefín se usa en pre o post-plantación incorporada en lechuga, cacahuete, leguminosas


de grano pequeño y tabaco trasplantado.
Oryzalin es más lixiviable que trifluralin y se usa en pre-emergencia en soya y algodón;
en pre-emergencia dirigida en frutales y viñas.

Pendimetalin no es fácilmente lixiviable y sus usos incluyen la aplicación PPI en algodón


y soya; en pre-emergencia en maíz, especialmente para el control de Rottboellia
cochinchinensis (Lour.), en trigo, cebada y girasol.

Inhibidores de la división celular: Carbamatos.

Características generales. Los herbicidas carbamicos tienen corta persistencia en el


suelo por lo que propham y chlorpropham, de aplicación al suelo, son usados en climas
más fríos, donde la degradación en el suelo es más lenta. Estoa controlan plántulas
anuales gramíneas y de hoja ancha. Asulam se absorbe en la planta a través de las
partes aéreas y las raíces. Su mayor uso es en post-emergencia.

Asulam. Este carbamato se aplica en post-emergencia para el control de gramíneas


anuales y perennes, así como para controlar el helecho Pteridium aquilinum L.. Su
translocación tiene lugar en el apoplasto y el simplasto. Se usa en caña de azúcar, lino,
alfalfa y áreas de bosques.

Propham es más volátil y lixiviable que chlorpropham y se usa bajo condiciones frías,
donde persiste en el suelo durante 5-20 días. Se usa en PPI y pre-emergencia en alfalfa,
trébol, lechuga, guisantes, lentejas, remolacha azucarera y gramíneas perennes
establecidas.

Herbicidas de tipo auxina: Acidos ariloxi-alcanoicos

Características generales. Estos herbicidas se introdujeron a mediados de los años


cuarenta y son los más extensamente usados a nivel mundial. Son aplicados
principalmente al follaje, pero también pueden ser absorbidos por las raíces, mientras que
el ingrediente activo se transloca a través del apoplasto y el simplasto. Estos herbicidas
controlan muchas malezas de hoja ancha en cultivos gramíneos, como maíz, sorgo, trigo,
cebada, avena, centeno, arroz, caña de azúcar y pastos. También se usan para controlar
plantas leñosas de hoja ancha en áreas cultivadas y no cultivadas, plantas acuáticas en
algunas situaciones. Estos compuestos son degradados por los microorganismos del
suelo y tienen una persistencia relativamente breve en el suelo. A continuación del
tratamiento en plantas susceptibles, se produce epinastia, seguida de torción de la planta
dentro de pocas horas, pero la muerte puede demorar varias semanas. Existen muchas
formulaciones de estos herbicidas, sea solos o en mezclas con otros herbicidas.

2,4-D, primer herbicida "fenoxi" introducido, es disponible en formulaciones de sal amina,


éster y granulado (vea formulación de herbicida). Las dosis requeridas para controlar
plántulas de malezas de hoja ancha son selectivas en granos pequeños, maíz y sorgo de
grano, pero el cultivo debe tener al menos cuatro hojas para evitar la fitotoxicidad del
herbicida. Fitotoxicidad en el cultivo puede tener lugar con la aplicación de las dosis
requeridas para controlar malezas de alto porte, anuales y perennes. Generalmente la
actividad a través del suelo es menor que la que se logra mediante la aplicación foliar. No
obstante 2, 4-D se usa en pre-emergencia, después de la siembra y antes de la
emergencia del maíz, en suelos de alto contenido de materia orgánica. La deriva de las
gotas de la aspersión y los vapores pueden dañar especies susceptibles no objeto de la
aplicación. Los problemas de deriva de vapores son mayores con los ésteres, que deben
ser sustituídos por sales amina o sódica cuando estén presentes especies susceptibles no
objeto del tratamiento.

2, 4-DB solamente se aplica en post-emergencia y es selectivo en plántulas o cultivos


establecidos de leguminosas.

Dichiorprop brinda un mejor control en comparación con 2, 4-D de algunas malezas,


como Stellaria medía y Polygonum spp.. Es selectivo en post-emergencia en trigo, cebada
y avena y se usa para el control de malezas arbustivas en áreas no cultivables.

MCPA se usa en post-emergencia y es más selectivo que 2, 4-D a dosis equivalentes en


cereales, leguminosas y lino. Persiste en suelo cálido y húmedo durante un mes
aproximadamente y hasta seis meses en situaciones secas.

MCPB, comparado con el MCPA, es más selectivo en cereales y es particularmente


selectivo en leguminosas, como guisantes y trébol. MCPB brinda buen control de Cirsium
arvense.

Mecoprop se aplica en post-emergencia en trigo, cebada y avena. Controla


efectivamente muchas malezas problemáticas de hoja ancha, como Galium aparine,
Stellaria media y Potygonum spp.

Herbicidas de tipo auxina: Acidos aril-carboxílicos

Características generales. Estos herbicidas se formulan como sales aminas, de amonio


o potásicas y se absorben en la planta a través del follaje y las raíces, produciendo
síntomas similares a los ácidos ariloxi-alcanoicos. No son adsorbidos por los coloides del
suelo y son móviles en el suelo. Todos, excepto chloramben y chlorthal-dimetil, se usan
en pos-emergencia, aunque poseen actividad en el suelo. Comúnmente se usan en
mezclas con otros herbicidas.

Dicamba es útil para controlar algunas especies anuales y perennes de hoja ancha no
controladas por los herbicidas ariloxi-alcanoicos, en maíz, sorgo granífero, cereales de
grano pequeño, caña de azúcar y espárrago. También se usa en el control de especies de
arbustos leñosos, enredaderas en pastos y sabanas. Se degrada rápidamente en el suelo.
Muchos cultivos de hoja ancha, como soya, algodón, viñas y árboles frutales, son
altamente susceptibles a la deriva de gotas y vapores de dicamba, que tiende a ser más
fitotóxico que de 2, 4-D y otros herbicidas ariloxi-alcanoicos.

2, 3, 6 TBA se usa en combinación con otros herbicidas de tipo auxina en el control de


malezas anuales y perennes de hoja ancha, como Convolvulus spp. Se usa sólo como
tratamiento sobre manchas de malezas perennes y especies leñosas. Tiene larga
persistencia en el suelo, desde pocos meses hasta más de un año, dependiendo del suelo
y las condiciones climáticas. Los residuos permanecen en la paja de los cereales, la cual
no se puede usar en compostes ni como acolchado en cultivos susceptibles.

Chloramben se aplica al suelo y tiene limitada movilidad en las plantas, donde inhibe el
desarrollo de las raíces de las plántulas. Se mueve fácilmente y es lixiviado en el suelo,
donde persiste de 6 a 10 semanas. Se usa en PPI y en pre-emergencia en maíz, soya,
cacahuete, cucurbitáceas, pimiento y girasol.

Chlorpyralid. Este herbicida de aplicación pos-emergente es efectivo contra malezas


difíciles de controlar, como Cirsium arvense, en áreas de cereales de grano pequeño. Se
usa en mezclas en cereales de grano pequeño, así como sólo en cruciferas, remolacha y
lino.

Herbicidas de tipo auxina: Acidos quinolino carboxílicos

Quinmerac tiene actividad pre y post-emergente contra varias malezas importantes de


hoja ancha, como Galium aparine, Veronica hederaefolia L. y Lamium purpureum L.. A las
dosis de uso en trigo, cebada, colza y remolacha azucarera, se fija moderadamente a los
coloides del suelo, donde persiste hasta seis meses. Se absorbe en la planta a través de
la parte aérea y las raíces, produciendo los síntomas clásicos de tipo auxina.

Quinclorac, por el contrario, se usa para el control post-emergente de Echinochloa spp.


en arroz de siembra directa o trasplantado.

Inhibidores de la síntesis de aminoácidos aromáticos: Glifosato

Características generales. A pesar de la intensa investigación, glifosato es el único


herbicida que bloquea la síntesis de aminoácidos aromáticos y es el herbicida de
postemergencia no selectivo más extensamente usado. Comúnmente es disponible en
formulaciones líquidas solubles de la sal isopropilamina que contienen diferentes
tensoactivos y cantidades de ingrediente activo. Glifosato solamente entra en la planta a
través de los tejidos verdes de las plantas para moverse en el apoplasto y en el simplasto
rápidamente hacia los meristemos, donde detiene el crecimiento, apareciendo los
síntomas foliares de clorosis y necrosis entre pocos días y una semana. Se fija
moderadamente a los coloides del suelo y se degrada microbiológicamente en un plazo
de uno a cuatro meses. Controla la mayoría de las malezas anuales y perennes, así como
algunas especies leñosas. El momento de la aplicación es importante para el control de
las malezas perennes, ya que el control de las yemas en los propágulos subterráneos
dependerá de que glifosato se mueva con los productos de la fotosíntesis desde el follaje
hacia los órganos de almacenamiento. Como regla general, se aplica sobre especies
perennes en crecimiento activo, con varias hojas recien abiertas, pero antes de la
floración. Se usa extensamente antes de la plantación del cultivo, pero de existir malezas
perennes, se deberá dejar de tres a cuatro días entre la aplicación y la labranza para
permitir el máximo de acción sistémica del herbicida. Glifosato se usa de esta forma para
casi todos los cultivos anuales y en los sistemas de labranza mínima. En algunos países
se aplica para controlar focos aislados de malezas perennes, inmediatamente antes de la
cosecha, en cereales de grano pequeño. Se usa en aspersión dirigida o con pantalla en
muchos cultivos perennes. La ubicación selectiva del herbicida se logra mediante
tratamientos dirigidos sobre los focos y mediante el uso de tubos con cordones, brochas,
rodillos, mojadores por frotación y otros dispositivos. Se usa extensamente en áreas no
cultivadas para el control total de malezas y es de uso seguro en lugares cercanos al
agua.

Problemas. Glifosato penetra el follaje con relativa lentitud y es vulnerable al lavado por
lluvia. Normalmente se requiere un período de seis horas sin lluvia después de la
aspersión para asegurar un efecto fítotóxico óptimo. Con dosis reducidas se requerirá un
período más largo sin lluvia. Cuando las dosis son reducidas es importante agregar un
agente tensoactivo apropiado. En los cultivos perennes se debe tener cuidado de evitar el
contacto de la aspersión con los tejidos verdes de la planta, ya que aún a dosis muy bajas
el desarrollo de los tallos y flores será afectado por vía sistémica. Bajo condiciones
húmedas, las posturas para el trasplante y las plántulas de semillas son dañadas a veces
por el contacto con el follaje de malezas tratadas con glifosato. Para información detallada
sobre el modo de acción y uso de este importante herbicida vea a Grossbard y Atkinson
(1985).

Inhibidores de la síntesis de glutamina: Glufosinato

Glufosinato-amónico es un herbicida de post-emergencia, no selectivo, que se absorbe


por el follaje, pero tiene acción sistémica limitada. Se usa después de la cosecha para el
control de malezas, en áreas de barbecho y como aspersión dirigida en algunos cultivos
perennes. Se usa como desecante para facilitar la cosecha en colza y algunas variedades
de papa. Es resistente a las lluvias después de cuatro a seis horas.

Bialaphos se metaboliza a glufosinato en la planta y tiene características similares.

Inhibidores de la síntesis de aminoácidos de cadena ramificada:


Sulfonilureas.

Características generales. Estos herbicidas desarrollados durante los años ochenta


inhiben la acetolactato sintetasa y tienen dosis de aplicación muy bajas: de 2 a 75 g
i.a./ha. Se ha detectado selectividad basada en una rápida inactivación metabólica en
varios cultivos, como trigo, cebada, maíz, arroz, soya y colza. Las sulfonilureas tienen
muy baja toxicidad para los mamíferos, bajo riesgo al ambiente, se hidrolizan y se
degradan por los microorganismos del suelo. Estos herbicidas son ácidos débiles y se
ionizan a pH alto; la forma neutra es más lipofílica y menos soluble en agua que la forma
amónica. La solubilidad en agua del chlorosulfuron aumenta desde 60 ppm a pH 5 hasta
7000 ppm a pH 7. A pH bajo tienden a fijarse más fuertemente a los coloides del suelo y a
ser menos móviles. La hidrólisis de estos herbicidas es mucho más rápida a pH bajo que
a pH alto y la vida media por hidrólisis de metsulfurón-metil es de 2.1 días a pH 5 y de 33
días a pH 7. Así, la degradación microbiana es más importante a pH neutro y alcalino. Las
sulfonilureas se absorben bien a través de las hojas y las raíces, se mueven fácilmente en
el apoplasto y el simplasto para acumularse en los meristemos. A sólo pocas horas de la
aplicación el crecimiento de los tallos y raíces se detiene, pero los síntomas fitotóxicos,
como la clorosis del follaje, se desarrollan en un plazo de cuatro a diez días después de la
aplicación. Se aplican en pre y post-emergencia para controlar varias malezas de hoja
ancha y algunas gramíneas. La actividad residual depende del pH del suelo y de las
características de los compuestos individualmente. El modo de acción, la selectividad en
los cultivos y el comportamiento en el suelo de las sulfonilureas han sido analizados por
Brown (1990). Varias nuevas sulfonilureas, con selectividad en un mayor número de
cultivos, están cercanos a su comercialización.

Bensulfuron-metil. Este herbicida es usado a veces en mezcla con una sustancia


protectora, dimepiperato, para el control principalmente de malezas de hoja ancha y de
algunas ciperáceas en arroz.
Chlorimuron se usa para controlar muchas malezas de hoja ancha y ciperáceas en soya.

Chlorsulfurón es activo, principalmente, contra malezas de hoja ancha y algunas


gramíneas en trigo, cebada y lino. Es una de las sulfonilureas más persistentes en el
suelo. Controla ciertas malezas perennes, como Cirsium arvense.

Metsulfuron-metil, usado principalmente en trigo, cebada, avena y maíz, tiene una


persistencia más corta en el suelo y se usa como alternativa preferencial al chlorsulfuron
en muchas situaciones.

Primisulfuron-metil se usa para controlar Sorghum spp. y Elytrigia repens (L.) Nevski en
post-emergencia en maíz. También elimina a un número de malezas de hoja ancha. Es
moderadamente persistente y el riesgo de daños por residualidad a los cultivos
subsiguientes es bajo.

Sulfometuron-metil es un herbicida no selectivo usado en áreas no cultivadas.

Thifensulfuron tiene una persistencia en el suelo relativamente corta y muy bajo riesgo
de problemas de daños por residualidad en el suelo. Controla malezas de hoja ancha en
soya, trigo y cebada. En cereales de grano pequeño a menudo se usa en combinación
con metsulfuron-metil.

Trisulfuron tiene selectividad en los cultivos y actividad de control de malezas bastante


similar a metsulfuron. Se usa en pre y post-emergencia para el control de malezas de hoja
ancha, como Viola tricolor, L. en cereales de grano pequeño.

Problemas. La persistencia en el suelo depende del compuesto específico, del pH del


suelo, la temperatura y del momento de aplicación. Bajo condiciones de alto pH,
temperaturas frías y abundante lluvia, donde la lixiviación en el suelo excede la
evapotranspiración, algunas sulfonilureas, como chlorsulfuron, pueden persistir en el
suelo y afectar el cultivo subsiguiente en rotación, de ser éste último muy susceptible. Por
ejemplo, la remolacha azucarera es dañada por 0.1 ppb de chlorsulfuron, mientras que el
arroz y el sorgo son afectados por la misma concentración de chlorimuron. Por lo tanto, se
deben seguir las recomendaciones sobre rotación de cultivos indicadas en las etiquetas
de los envases. Alternativamente, existen sulfonilureas disponibles para cultivos de
cereales, con persistencia en el suelo bastante breve. Debido a esta alta residualidad, es
importante lavar minuciosamente las asperjadoras con el uso de un agente de lavado de
alto pH para aumentar la solubilidad del compuesto. Varios biotipos de malezas,
resistentes a las sulfonilureas han sido identificados, en algunos casos, con resistencia
cruzada a las imidazolinonas. La resistencia se debe a una modificación del punto de
acción (Thill et al. 1991).

Inhibidores de aminoácidos de cadena ramificada: Imidazolinonas.

Características generales. Las imidazolinonas, aunque químicamente diferentes de las


sulfonilureas, comparten el mismo sitio de acción y muchas propiedades, como es el
comportamiento en el suelo y muy baja toxicidad en los mamíferos. Estos herbicidas se
absorben foliarmente y a través del suelo. Poseen actividad residual. Para una reseña
detallada sobre los herbicidas imidazolinonas vea a Shaner y O'Connor (1991).
Imazapyr. Este es un herbicida de amplio espectro que controla la mayoría de las
malezas gramíneas y de hoja ancha anuales y perennes, incluyendo arbustos leñosos y
árboles decíduos en áreas no cultivables. Se usa también en algunos cultivos de
plantación, como caña de azúcar, caucho y palma de aceite. A las dosis usadas en áreas
no cultivadas, puede persistir en el suelo durante más de un año.

Imazamethabenz-metil controla Avena spp., Apera spica-venti, varias gramíneas y


especies de hoja ancha en cebada y trigo. Se aplica en post-emergencia y tiene actividad
en el suelo, por lo que controla las malezas que germinan después de su aplicación.

Imazaquin se usa en soya y se aplica en PPI, pre y post-emergencia para controlar


muchas malezas de hoja ancha y Setaria spp. Se metaboliza rápidamente en la soya. Es
persistente en el suelo y en la etiqueta están indicadas las restricciones sobre la rotación
de varios cultivos susceptibles, como maíz y sorgo.

Imazethapyr también se usa ampliamente en soya y otras leguminosas, como cacahuete,


guisantes, frijol y alfalfa. Un extenso número de malezas son controladas, como muchas
gramíneas. Restricciones rotacionales se aplican a varios cultivos, como sorgo, algodón y
arroz.

Los problemas son en general similares a los asociados a las sulfonilureas.

La información en esta sección está basada en información del Manual de Herbicidas de


la Sociedad de Ciencia de Malezas de EE.UU. (Herbicide Handbook of the WSSA), 6ta.
edición, 1989 (Anon.1989); El Manual de Plaguicidas (The Pesticide Manual) 9na. edición,
1991 (Worthington y Hance 1991) y literatura de firmas productoras.

Referencias
Anon 1988. BCPC Nozzle Selection Handbook. British Crop Protection Council, Farnham,
U.K. 40 pp.

Anon 1989. Herbicide Handbook of the Weed Science Society of America. 6th Edition.
Champaign, Illinois, EE.UU. 301 pp.

Introducción
El enfoque principal del presente libro es sobre los métodos no químicos de manejo de
malezas, pero en muchas situaciones los herbicidas ofrecen los medios más efectivos
para el control de éstas.

En los países industrializados los herbicidas se aplican sobre el 85-100% de todos los
cultivos principales. Así, para el Reino Unido Green et al. (1987) estiman que una libra
esterlina gastada en pesticidas genera un ingreso adicional de cinco libras. Más
recientemente, este margen se habría reducido con la reducción de los subsidios de la
Comunidad Europea (CE), pero la producción agrícola en los países industrializados
continuará dependiendo grandemente del uso de los herbicidas.
En países menos desarrollados, el precio relativamente bajo obtenido por los productos
agrícolas en los mercados mundiales y el bajo costo de la mano de obra reducen los
beneficios económicos del uso de herbicidas. Finney (1988) predijo que la necesidad de la
intensificación de la agricultura, como consecuencia del alto nivel de crecimiento de la
población, aumentará el uso de herbicidas. El también indicó que en los EE.UU. los
precios de los herbicidas cayeron entre 1985-1987 debido principalmente al incremento
de la competencia por la distribución del mercado y al vencimiento de patentes. La India y
la República Popular de China están incluídos entre los primeros 12 países por ventas de
herbicidas y ambos países están fabricando y exportando herbicidas que ya tienen
patente vencida. Los precios reducidos y la producción local estimularán el uso de
herbicidas en los países menos desarrollados.

Usados juiciosamente, dentro de un sistema integrado de manejo de malezas, los


herbicidas son de uso seguro para el agricultor y de riesgo mínimo para el medio
ambiente. Desde nuestro punto de vista, los herbicidas jugarán un papel cada vez más
importante en el manejo de malezas en los países en desarrollo en un futuro predecible.
Las secciones de este libro sobre malezas y cultivos individuales ofrecen detalles sobre la
integración de los herbicidas en los sistemas de producción de los cultivos. El objetivo de
este Capítulo es de apoyar a estas secciones con información sobre el modo de acción,
propiedades, y aplicación de los herbicidas, que contribuirá a su uso práctico, seguro y
efectivo.

Antecedentes

Registro y aprobación
Nombres de herbicidas
Formulación, mezclas y coadyuvantes
Aplicación
Dosis reducidas y control integrado mecánico y químico

Las sales inorgánicas, tales como sulfato de cobre, se usaron para el control de malezas
de hoja ancha en cereales hacia fines del siglo 19, pero el primer herbicida orgánico:
DNOC (dinitro-ortocresol), no fue introducido hasta 1932. El uso extensivo de herbicidas
de dosis relativamente bajas (1-2 kg i.a./ha) comenzó en 1945 con el lanzamiento de los
herbicidas reguladores de crecimiento 2, 4-D y MCPA. El éxito de éstos condujo a una
intensificación de la investigación y las inversiones, lo cual, a su vez, produjo nuevos
grupos de herbicidas y compuestos en desarrollo. Se han descubierto nuevos grupos de
herbicidas mediante la selección al azar en el invernadero y la subsiguiente modificación
química (Tabla 1).

Tabla 1. Numero de herbicidas por grupos que han surgido de toxíforos


individuales (según Parry 1989).

descubrimiento del 1er herbicida en el Grupo de número actual de herbicidas en el


grupo herbicidas grupo
1945 fenoxiacéticos 17
1954 carbamatos 16
1956 triazinas 29
1965 dinitroanilinas 22
1970 difeniléteres 29
1980 sulfonilureas 16

En la edición de Weed Abstracts de mayo de 1993 se relacionan más de 300 ingredientes


activos y alrededor de 200 están comercialmente disponibles, a escala mundial, aunque
no todos se venden en todos los países. Algunos de los compuestos relacionados no ha
sido comercializados por motivos económicos, ambientales o toxicológicos, mientras que
otros se han retirado o no se han vuelto a registrar. Por ejemplo, el herbicida barban, para
avena silvestre, ha sido sustituído por herbicidas más efectivos, mientras que el 2, 4, 5-T
se ha retirado de muchos mercados debido a la toxicidad de un contaminante, la dioxina,
encontrado en algunas muestras.

Registro y aprobación

Los países industrializados y muchos en desarrollo actualmente desarrollan esquemas de


registro para los plaguicidas, y, organizaciones internacionales, tales como el Grupo
Internacional de Asociaciones Nacionales de Fabricantes de Agroquímicos, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Agricultura y la
Alimentación (FAO) de las Naciones Unidas, han elaborado guías detalladas de los datos
que se exigen para el registro, incluyendo la toxicología, la posible acumulación en el
suelo y en las cadenas alimenticias y los tiempos de su descomposición.

Toxicología. Antes de que un nuevo herbicida pueda venderse en cualquier país, tienen
que suministrarse datos adecuados que demuestren que es seguro para que sea
manipulado por el operador, y que los consumidores de los cultivos tratados no están bajo
riesgo. Las toxicidades relativas se pueden comparar en forma de DL50 oral o dérmica
aguda para ratas (dosis ingerida o absorbida a través de la piel que es letal en el 50% de
un grupo de animales uniformes). Mientras que la DL50aguda para ratas es util para
establecer comparaciones generales entre compuestos, es ampliamente aceptado que
presenta limitaciones y, por lo tanto, no se puede asumir que una alta (segura) LD50 para
ratas sea segura para los humanos. Consecuentemente, también se realizan pruebas
toxicológicas con otros mamíferos, incluyendo perros y primates. Con pocas excepciones,
tal como paraquat, la mayoría de los herbicidas son de muy baja toxicidad (ver Tabla 2),
presentando muchos compuestos valores de DL50 superiores a productos comunmente
consumidos, incluyendo aspirina, cafeína y sal común. La formulación de un herbicida
puede afectar su DL50. Así, bromoxynil es más toxico que bromoxynil octanoato.

Una parte de los herbicidas que se aplican al cultivo, o al suelo en el que está creciendo,
puede estar presente en la parte cosechada del cultivo, que puede ser consumido
directamente o a través de productos animales. Se determinan los residuos del herbicida
original y sus metabolitos en los cultivos y, basado en datos de estudios a largo plazo de
alimentación animal, se estima el "nivel el nivel en que no se observa efecto alguno"
(NOEL). Este se utiliza para derivar una "ingestión diaria aceptable" (ADI). Basado en
estos datos de residuos, se establecen restricciones sobre qué cultivos que pueden ser
tratados y sobre intervalos mínimos entre tratamiento y cosecha. En muchos países existe
legislación para controlar los niveles máximos de residuos (MRL) de plaguicidas en
alimentos humanos y animales, así como en los cultivos. Los herbicidas son los
plaguicidas más usados en la Comunidad Europea, pero menos del 10% de los
plaguicidas incluídos en la legislación sobre MRL son herbicidas. Esto refleja la baja
toxicidad para los mamíferos de la mayoría de los herbicidas (Tabla 2), que son
relativamente específicos en su acción a los procesos vegetales (Tabla 6). Los herbicidas
son propensos a la descomposición en los microbios, plantas y animales y no son
comunes los problemas de residuos de herbicidas si se utilizan de acuerdo a las
instrucciones de las etiquetas.

Tabla 2. Toxicidad en los mamíferos de herbicidas representativos y productos


químicos de referencia comunes en orden decreciente de DL50. oral aguda para
ratas -mg/kg de peso corporal (adaptado de Worthington y Hance 1991 y Graham-
Bryce 1989)

Herbicida DL50 Herbicida DL50


Toxicidad alta*
Paraquat 120 Endotal amina 206
Bromoxynil 190 Diquat 231
Bromoxynil octonoato to 365 Cyanazina 288
Toxicidad moderada*
Diclofop-metil 563-693 Propanil 1870
2, 4-D sal sódica 666-805 Glufosinato 2000
2, 4-D isopropil 700 Fenoxaprop-etil 2357
CDAA 750 Metolachlor 2828
MCPA 800 Atrazina 3080
Metribuzin 1090 Diuron 3328
EPTC 1652 Fluazifop-butyl 3330
Alachlor 1800 Aciflurofen 3460
Baja toxicidad*
Asulam >5000 Imazethapyr >5000
Dalapon >5000 Simazina >5000
Glifosato >5000 Sulfometuron-metil >5000
Productos químicos comunes DL50 Toxicidad*
Nicotina 50 Muy alta
Cafeína 200 Alta
Aspirina 1750 Moderada
Sal común 3000 Moderada

* Adaptado de guías de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE. UU..

Organismos no objeto de la aplicación, suelo y agua. Además de determinar los


posibles efectos adversos sobre los humanos, el registro exige estudios toxicológicos
sobre ciertas especies de aves, peces e invertebrados. Estos estudios tienden a
realizarse en sistemas dinámicos de laboratorio, con algún seguimiento en estudios de
campo. Estos incluyen pruebas de alimentación de toxicidad aguda y evaluaciones del
efecto del herbicida sobre la reproducción. También se incluyen los efectos sobre
lombrices de tierra y sobre la microflora.

El destino y la persistencia del herbicida en el suelo, su potencial para contaminar las


aguas superficiales y subterráneas, son de importancia clave en relación con la
fitotoxicicidad para los cultivos subsiguientes y para la calidad del agua de beber. Los
estudios de laboratorio aportan información básica, incluyendo solubilidad en agua, así
como las propiedades de adsorción/desorción, lixiviación, velocodad de hidrólisis y de
degradación microbiana en el suelo.

Los estudios de campo son esenciales para las instrucciones de las etiquetas, ya que la
actividad, persistencia y movilidad del herbicida son afectados por factores climáticos,
edáficos y agronómicos.

Conclusiones. El proceso de registro va dirigido a asegurar que los herbicidas, usados


de acuerdo a las instrucciones de las etiquetas, sean relativamente seguros para el
usuario, para los organismos no objeto de la aplicación y para el medio ambiente. Sin
embargo, todos los herbicidas son venenosos en alguna medida y tienen que ser
almacenados, manipulados y usados cuidadosamente. Para más información vea el
"Código Internacional de Conducta sobre la Distribución y Uso de Plaguicidas", FAO,
Roma.

Nombres de herbicidas

Las etiquetas de herbicidas comerciales comunmente relacionan tres nombres, que se


ilustran aquí con referencia a glifosato:-

1. El nombre químico describe la composición química del compuesto, por ejemplo: N-


(fosfonometil) glicina.

2. El nombre común "glifosato" está aprobado por autoridades apropiadas, incluyendo el


Instituto Británico de Estándares (BSI), la Sociedad Americana de Ciencia de Malezas
(WSSA) y la Sociedad Internacional para la Estandarización (ISO). A veces se aprueba
por diferentes autoridades más de un nombre, por ej. "endotal" (BSI) y "endotall" (WSSA).

3. El nombre comercial "Roundup" se usa con los propósitos de mercadeo y registro de la


patente del producto. La compañía que desarrolló el producto tiene el uso exclusivo del
mismo durante los 17 años que siguen a la aprobación de la patente.

La compañía Monsanto tiene varios nombres comerciales para el glifosato en


dependencia de la formulación y el uso. "Roundup" y "Sting" contienen, respectivamente,
360 y 240 g e.a.*/l de la sal mono (isopropilamonio) de glifosato, más tensoactivo o
surfactante.

* e.a. equivalente ácido (ver Formulaciones y mezclas)

En este libro se usan los nombres comunes aprobados por BSI, WSSA o ISO.
Clasificación de los herbicidas. Existen varias formas de clasificar los herbicidas,
incluyendo como se usan, sus propiedades químicas y su modo de acción.

Método de uso. Los herbicidas se pueden aplicar al follaje o al suelo. Los que se aplican
al follaje y afectan solamente la parte tratada se describen como herbicidas de contacto,
mientras que aquellos que se trasladan mera del follaje tratado hacia un punto de acción
en otro lugar de la planta se denominan herbicidas sistémicos. Los herbicidas de
aplicación al suelo que generalmente afectan la germinación de las malezas, tienen que
persistir por algún tiempo para ser efectivos y se denominan herbicidas residuales.
Algunos herbicidas residuales tienen acción de contacto y afectan las raíces y los tallos en
la medida en que emergen de la semilla, mientras que otros entran en la raíz y las partes
subterráneas de la planta y se translocan a su punto de acción.

Tanto el tratamiento foliar como el tratamiento al suelo se describen en función del


momento de aplicación y del desarrollo del cultivo.

Los tratamientos de pre-plantación se aplican antes de la plantación del cultivo.

Los tratamientos de Pre-plantación incorporada se refieren solamente a herbicidas


activos en al suelo, aplicados antes de la plantación del cultivo y de la emergencia de las
malezas e incorporados al suelo mediante labranza poco profunda.

Los tratamientos de pre-emergencia se realizan siempre antes de la emergencia de las


malezas. Esto pueden o no ser antes de la emergencia del cultivo.

Los tratamientos de post-emergencia se aplican después que el cultivo y (generalmente)


las malezas han emergido, pero en cultivos trasplantados el herbicida puede aplicarse
antes de la emergencia de las malezas.

Las aspersiones Post dirigidas se aplican después de la emergencia de las malezas y


los cultivos, pero evitando el contacto del asperjado con los últimos.

Selectividad. La selectividad del cultivo y el espectro de control de malezas se usan a


menudo en la clasificación de herbicidas, por ej., herbicidas para cereales y herbicidas
para malezas de hoja ancha.

La clasificación mediante la descripción de las propiedades químicas y el modo de


acción brinda un fundamento para comprender el comportamiento y la sintomatología en
la planta de los herbicidas y en el presente capítulo se utiliza este enfoque (Tablas 6 y 7).

Formulación, mezclas y coadyuvantes

Formulación. Los herbicidas se fabrican en forma relativamente pura, que sa denomina


herbicida de grado técnico. Este puede ser sólido o líquido, y raramente es adecuado para
ser usado así en el campo. Por ejemplo, el herbicida para avena silvestre difenzoquat se
fabrica en la forma de sulfato de metilo y es fácilmente soluble en agua (765 g/1), pero la
solución acuosa de difenzoquat no tiene actividad herbicida a menos que se agregue un
tensoactivo o surfactante no-iónico a la solución. El tensoactivo o surfactante facilita la
retención y penetración del herbicida y se incorpora en el producto comercial, que es
un concentrado soluble. El producto formulado de todos los herbicidas aplicados
mediante asperjadoras tiene que ser soluble o miscible, en un vehículo conveniente, que
es generalmente agua. Además de presentar buenos resultados en el campo, tiene que
ser estable durante el transporte y almacenaje y ser capaz de soportar situaciones
climáticas extremas.

Al igual que los concentrados solubles, se formulan compuestos solubles en agua en


forma de granulados dispersables en agua, que contienen sólidos molidos finamente
combinados con agentes de suspensión y dispersantes (tensoactivos o tensoactivo o
surfactantes). Se pueden echar directamente en el tanque de la asperjadora y verter
limpiamente desde el envase (por ej., metsulfuron-metil).

En el caso de compuestos con baja solubilidad, el ingrediente activo puede molerse hasta
convertirlo en un polvo, mezclarlo con un portador inerte y un tensoactivo o surfactante y
ser vendido como un polvo humedecible o humectable (por ej., ver formulaciones de
simazina). Este tipo de formulación comunmente se mezcla con una pequeña cantidad de
agua para formar una mezcla pastosa, antes de echarlo en el tanque de la asperjadora.
Los polvos humedecibles han sido desplazados en gran medida por los concentrados
suspensibles, también conocidos como "flowables", en los cuales el ingrediente activo
finamente molido se mezcla con tensoactivos y, en algunos productos, con otros
solventes no tóxicos. Este tipo de formulación es más fácil y seguro de manipular que el
polvo humedecible y se mezcla más fácilmente con el agua en el tanque de la
asperjadora.

Los ingredientes activos insolubles en agua, especialmente aquellos que son de


aplicación foliar, se pueden disolver en un solvente orgánico, como el xileno, y mezclar
con tensoactivos para formar un concentrado emulsionable. Estos se dispersan en agua
para formar emulsiones oleosasen agua, las cuales tiene una apariencia lechosa típica
(por ej.: fluazifop-butil).

Por motivos de seguridad del operador y de impacto ambiental, se están sustituyendo los
solventes orgánicos sintéticos por concentrados emulsionables basados en aceite vegetal
y por novedosas formulaciones basadas en agua, como los "sistemas de estructurados de
tensoactivo o surfactante".

Mientras que la mayoría de los herbicidas se formulan para ser aplicados mediante
asperjadora con agua como vehículo, un limitado número de ingredientes activos se
aplican como formulaciones secas, en forma de granulados. Estos son partículas
pequeñas, generalmente de menos de 10 mm3 de tamaño, y, típicamente contienen
concentraciones de ingrediente activo entre 2% y 20%. Comunmente se usa un aplicador
de granulados tirado por tractor o de tipo mochila, pero algunos granulados son
apropiados para ser dispersados manualmente y son utiles en fincas pequeñas, donde no
hay equipos de aplicación disponibles.

La formulación de herbicidas volátiles como granulados retarda la pérdida del ingrediente


activo como gas (por ej., triallate). Los herbicidas volátiles aplicados en agua como
vehículo requieren de su incorporación al suelo para lograr una actividad aceptable.

Varios herbicidas (por ej., 2, 4-D) son ácidos débiles y reaccionan con bases para formar
sales y con alcoholes para formar ésteres. Las sales son solubles en agua, insolubles en
aceite y tienen baja volatilidad, mientras que los ésteres son insolubles en agua, solubles
en aceite y tienden a tener alta volatilidad. Los ésteres generalmente tienen una actividad
herbicida superior a las sales, pero su alta volatilidad puede provocar daños a plantas que
se encuentran fuera del área a tratar. Los ésteres de la mayoría de otros grupos de
herbicidas, incluyendo los ésteres de ácido ariloxifenoxialcanoico (por ej. fenoxaprop-etil)
no son volátiles.

El contenido de ingrediente activo (i.a.) se expresa sobre la etiqueta del producto como g
i.a./peso o volumen del producto y/o como % i.a. p/p (peso del i.a. como %del peso de i.a.
+ portador + formulantes). A menudo se describe el i.a. de las formulaciones de éster y sal
de ácidos débiles como e.a. (equivalente ácido), ya que el ácido es el ingrediente
fitotóxico liberado en la planta.

Mezclas. Mientras que algunos productos son formulaciones de un solo ingrediente activo
(por ej., glifosato), la mayoría de los productos formulados son mezclas de dos o más
ingredientes activos. Las mezclas aumentan el espectro de malezas controladas y/o
combinan la actividad de contacto o sistémica con la residual (por ej., 2, 4-D más
atrazina). En los productos formulados, los componentes de la mezcla han sido evaluados
por su compatibilidad física y química en el tanque de aspersión, por efectos adversos
sobre la fitotoxicidad contra las malezas y por su selectividad en los cultivos.

Las mezclas de tanques consisten en la unión en el tanque de aspersión de dos o más


productos herbicidas formulados independientemente y otros plaguicidas. Los beneficios
de las mezclas de tanque son los ahorros que se pueden hacer en el tiempo consumido
para la aplicación y menor cantidad necesaria del vehículo del asperjado (agua). Además,
a menudo dosis reducidas de los herbicidas individuales son efectivas. Sin embargo,
algunas mezclas han resultado antagónicas. Así, la actividad graminicida de haloxyfop-
metil contra Sorghum halepense (L.) Pers. es antagonizada por acifluorfen y bentazon,
mientras que los herbicidas fenoxi reducen el control de Avena fatua L. por diclofop-metil.
Algunas mezclas de tanque aumentan la fitotoxicidad y pueden dañar al cultivo: por
ejemplo, los insecticidas organofosforados y carbamáticos bloquean el metabolismo de
propanil en arroz. Es de la mayor importancia cumplir las instrucciones de las etiquetas
con respecto a las mezclas de tanque, y si se contemplan mezclas "no incluídas en la
etiqueta", se debe evaluar su efectividad y seguridad para el cultivo antes de su uso
rutinario. Como regla general, surgen más problemas con las mezclas de tanque de
herbicidas de aplicación foliar que con los de aplicación al suelo.

Coadyuvantes. Los productos herbicidas comunmente contienen tensoactivos o


surfactantes y otros componentes para asegurar buenas características de almacenaje y
facilitar su mezcla con el agua en el tanque de la asperjadora. Estos formulantes también
ayudan a la retención sobre y la penetración dentro de las malezas objeto de la
aplicación. Para ciertas malezas y bajo determinadas condiciones climáticas, se puede
aumentar la acción del herbicida mediante tensoactivos o tensoactivo o surfactantes o
coadyuvantes oleosos, que se mezclan en el tanque con el herbicida.

Las moléculas de los tensoactivos o surfactantes tienen dos partes diferenciadas. El


extremo lipofílico generalmente está compuesto de estructuras en forma de largas
cadenas hidrocarbonadas o de anillos benzénicos y posee baja solubilidad en agua y alta
solubilidad en aceite. La parte hidrofílica tiene una fuerte afinidad por el agua. Existen tres
tipos principales de tensoactivos o surfactantes, determinados por la estructura química
de la porción hidrofílica de la molécula. Los amónicos y catiónicos se ionizan en agua
para formar sustancias cargadas negativa y positivamente, respectivamente. Los
tensoactivos más ampliamente usados son los no iónicos, que son fáciles de usar y no
son afectados por aguas duras. Los tensoactivos disminuyen la tensión superficial de las
gótulas del asperjado y aumentan su cobertura sobre la superficie del follaje.

Comunmente concentraciones de los tensoactivos o surfactantes de alrededor de 0.1%


del volumen del vehículo optimizan la retención y cobertura de las gotas del asperjado,
pero la máxima acción del herbicida a menudo se alcanza con mayores concentraciones.
La actividad de difenzoquat contra. Avena fatua se maximiza a 0.5% de tensoactivo no
iónico, óxido de alquil-fenol-etileno "Agral". El incremento de la actividad está asociada a
una mejor penetración del ingrediente activo. Cuando se usa una dosis reducida de un
producto, se reduce la concentración del ingrediente activo y de los formulantes en la
solución de aspersión y, a menudo es necesario, especialmente con graminicidas,
agregar tensoactivo o coadyuvante oleoso para asegurar una adecuada retención,
cobertura y penetración.

Los aceites vegetales contienen de 1 a 2% de tensoactivos o surfactantes y los


concentrados de aceite vegetal contienen 15-20% de éstos y se usan a alrededor de 5 y
de 1% del volumen de aspersión, respectivamente. Los componentes oleosos pueden ser
de origen mineral o vegetal. Ellos son, a menudo, los mejores coadyuvantes para
herbicidas con baja solubilidad en agua, y se usan, por ej., con graminicidas, como
fluazifop-butil, y con herbicidas de acción en el suelo, como diuron, para mejorar su
actividad foliar.

A veces se logra un incremento de la actividad del herbicida mediante la adición de


fertilizante. Suwunnamek y Parker (1975) encontraron que sulfato de amonio mejoró
significativamente la fitotoxicidad de glifosato contra Cyperus rotundus L.

Un coadyuvante inadecuado puede provocar la pérdida de la actividad fitotóxica y/o daños


al cultivo, y por lo tanto, sólo deben usarse los coadyuvantes recomendados en la etiqueta
del producto para cada herbicida, maleza y situación de cultivo, o por un asesor local
experto. Se recomienda enfáticamente la evaluación de los coadyuvantes bajo
condiciones locales. Vea a Holloway (1993) por una amplia reseña sobre formulaciones y
coadyuvantes.

Aplicación

Introducción. Los herbicidas generalmente se aplican en solución o suspensión acuosa,


como una nube de gótulas dirigida hacia el objetivo de la aplicación. La concentración del
ingrediente activo en la solución de aspersión varía típicamente desde 0.1 a 10% y el
volumen de aplicación desde 100 hasta 400 1/ha, dependiendo del producto y del método
de aplicación. Sin embargo, con la aplicación mediante discos giratorios, a veces se usan
volúmenes de hasta 10 1/ha y concentraciones de hasta 50%.

Características de la aspersión. Dos de los factores más importantes que determinan la


efectividad de la aspersión son el rango o espectro de tamaño de las gótulas y la
cobertura del objetivo por el asperjado (Tabla 3).

Las gotas pequeñas producen muy buena cobertura y se adhieren bien a superficies que
son difíciles de mojar, como las hojas cerosas de gramíneas, pero están expuestas a la
deriva (arrastre) y se evaporan rápidamente, especialmente a baja humedad relativa. Las
gotas mayores tienden a rebotar y desprenderse de superficies "difíciles de mojar", pero,
en este caso la deriva y la evaporación son un problema menor. Gótulas menores de 100
m de diámetro caen con relativa lentitud y, por lo tanto, son arrastradas por el viento y
pueden causar daños severos a los cultivos susceptibles adyacentes y a la vegetación no
objeto de la aplicación. No existe un tamaño de gótula ideal para controlar las malezas en
el campo, ya que diferentes especies varían en las características de tamaño, hábitos,
ángulo de la hoja, superficie foliar y en su posición en la copa. Para lograr una buena
cobertura de estos objetivos diversos es mejor un amplio rango o espectro de tamaños de
gótulas y la correcta selección de las boquillas de aspersión generalmente cumple este
requisito.

Tabla 3. Densidad de gótulas cuando se asperja un litro uniformemente sobre 1 ha


(según Matthews 1992).

Diámetro de gótula m Numero de gótulas/cm2


20 2387
50 153
100 19
200 2.4
400 0.3

Asperjadoras de tipo mochila. El equipo más extensamente usado para aplicar


herbicidas es la asperjadora de tipo mochila, accionada por palanca. Está consiste de un
tanque plástico, o menos comunmente de metal, que se situará de forma erecta sobre el
suelo para su llenado y que se ajusta cómodamente sobre la espalda del operador. La
capacidad del tanque típicamente varía de 10 a 20 litros, pero el peso total de la mochila
llena no debe exceder de 20 kg.

Para facilitar el llenado y la limpieza, el tanque debe tener una apertura amplia (90-100
mm de diámetro), que a menudo tiene acoplado un filtro grueso. La tapa debe tener un
ajuste hermético y debe poseer un respiradero, con una válvula para evitar goteo del
líquido de aspersión.

Las mochilas accionadas por palanca las llevan por encima o por debajo del brazo. Las
primeras son más fáciles de operar cuando se camina a través de vegetación alta, que se
cruza sobre el entresurco, pero su uso es muy fatigoso y son más comunes las palancas
debajo del brazo. La palanca acciona una bomba de tipo diafragma o de pistón. Las
primeras son preferidas para bombear materiales abrasivos, como los polvos
humedecibles, y las últimas se recomiendan para aspersiones de alta presión.

La bomba de diafragma accionada por palanca es más usada para aplicación de


herbicidas y típicamente es operada a presiones entre 100 y 300 K Pa (1 y 3 bar). Para
mantener la presión de operación en la cámara la palanca debe ser accionada
regularmente (aproximadamente 30 brazadas/minuto), pero si se usa un aguilón (boom)
multiboquillas o una boquilla de alta entrega de líquido se debe aumentar la frecuencia del
bombeo. Se mantiene una presión constante dentro de la cámara de presión mediante
una válvula de escape de presión, que en algunas mochilas se puede ajustar cuando se
requieren presiones de aspersión alternativas.
Otro tipo de asperjadora de mochila es la de compresión o neumática, en la cual se
presuriza el tanque con una bomba de aire antes de la aplicación. Se deja un espacio de
aproximadamente 25-35% de espacio de aire sobre el líquido y la bomba de aire, a
menudo, se acopla a la tapa. Las desventajas de este tipo de aspersión incluyen: la caída
de la presión en la medida que el líquido se va distribuyendo y que se tiene que tener gran
cuidado al desenrroscar la tapa para aliviar la presión interna del tanque.

Selección de boquillas. Las funciones de la boquilla son las de dividir el líquido en


gótulas, formar el patrón de aspersión y controlar el flujo del líquido. Las boquillas pueden
ser: de abanico (fan-jet), de cono y de inundación o de impacto (flood-jet). Las boquillas
de abanico y de inundación (flood-jet) son las más usadas para aplicación de herbicidas.
El patrón producido por una boquilla de abanico tiene un borde ahusado (adelgazado)
formado por el líquido al ser forzado a través de un orificio elíptico (Fig. 1). La
desintegración aleatoria de la lámina de aspersión que surge del orificio de la boquilla
produce un amplio espectro de gótulas. Se obtiene una distribución uniforme cuando se
usa más de una boquilla, mediante el traslape o superposición de las bordes adelgazados
de las boquillas individuales.

El patrón no uniforme de la boquilla de abanico plano la hace inadecuada para ser usada
de forma independiente. Con asperjadoras accionadas manualmente, a menudo se usan
las boquillas de punta de "aspersión uniforme" (even spray), las cuales producen una
distribución uniforme del líquido a través de su patrón de depósito (Fig. 1). Este tipo de
boquilla es especialmente adecuada para aplicaciones en bandas. Las boquillas de
inundación, también conocidas como deflectoras o de yunque (flood-jet), poseen una
aspersión plana de ángulo ancho, que resulta de un chorro recto chocando sobre una
superficie deflectora (Fig. 1). Generalmente producen una aspersión gruesa con un
depósito bastante uniforme, y con un bajo riesgo de deriva. Estas boquillas están
diseñadas para trabajar a presiones bajas (100 K Pa) y solamente se pueden acoplar a
asperjadoras con válvula aliviadora de presión. Las boquillas de cono, usadas con
asperjadoras de mochila producen un patrón de depósito de aspersión de cono hueco y
generalmente son operadas a presiones más altas que las boquillas de abanico plano o
de tipo deflectoras (de inundación o flood-jet). Se usan principalmente con fungicidas e
insecticidas.

Fig. 1. Boquillas de abanico y de inundación (según El Manual de selectión de


boquillas de BCPC, 1988 (Anon. 1988). Boquilla de inundación

Fig. 1. Boquillas de abanico y de inundación (según El Manual de selectión de


boquillas de BCPC, 1988 (Anon. 1988). Boquillas de abanico plano

La calidad de la aspersión, o rango de tamaño de gotas, se hace más fina en la medida


que el tamaño del orificio de la boquilla de abanico se reduce, y aumentan el ángulo de la
boquilla y la presión de aplicación. Inversamente, la calidad de la aspersión se hace más
gruesa en la medida que se aumenta el diámetro de orificio y se reducen el ángulo de la
boquilla y la presión de aplicación.

Los espectros de gótulas comúnmente se describen mediante el diámetro de la mediana


del volumen (DMV), calculado matematicamente, que da un diámetro único. Las boquillas
se clasifican, de acuerdo con su calidad de aspersión (DMV) en las categorías de "finas",
"medias" y "gruesas" para usos normales, y "muy finas" y "muy gruesas" para usos
especiales, por ejemplo, máquinas nebulizadoras y fertilizadoras, respectivamente. En la
Tabla 4 se muestran algunas caracteristicas de diferentes calidades de aspersión.

Tabla 4. Efectos de la calidad de la aspersión sobre la retención, la deriva y el uso.

Calidad de Tamaño de Retención sobre superficies Usado para Peligro de


aspersión gota* m foliares difíciles de mojar deriva
Fina 101-200 buena buen cobertura medio
Media 201-300 buena mayoría de los bajo
productos
gruesa >300 moderada herbicidas de muy bajo
suelo

* diámetro de la mediana de volumen de las gotas

Las boquillas se fabrican de bronce, plástico, acero inóxidable o cerámica y este orden, de
formas ascendente, refleja su costo y resistencia al desgaste. El riesgo de tupiciones se
reduce acoplando filtros de malla fina (300 m de apertura) en el cuerpo de la boquilla.
Estas se deben inspeccionar regularmente por su desgaste y se deben sustituir al menos
anualmente.

Las lanzas manuales incluyen un mecanismo de gatillo y un filtro y, en algunos casos


una pieza en forma de T, para acoplar una válvula de presión, especialmente util en una
asperjadora de compresión, que alerte al operador cuando se produce una caída de la
presión. En dependencia del uso pretendido la lanza puede acoplarse a una sola boquilla
o a un aguilón (boom) portando tres o cuatro boquillas.

Calibración de asperjadoras de tipo mochila. Es imprescindible calibrar la asperjadora


antes de usarla, usando agua limpia como solución de aspersión. Se deben determinar
tres factores básicos al calibrar la asperjadora: la velocidad de traslado, el caudal de la
boquilla (según tipo y presión de aplicación) y el ancho de la estela.

La velocidad de traslado se debe determinar sobre una superficie con vegetación similar a
la que será tratada. Una velocidad típica de caminar asperjando es de 1 m/seg o 3.5 kph.
El caudal de la boquilla se debe determinar recogiendo y midiendo el volumen de líquido
de aspersión emitido en 1 minuto. Cuando se usan asperjadoras accionadas por palanca,
ésta se debe accionar uniformemente, con brazadas completas, con el fin de mantener
una presión lo más uniforme posible. Sí tiene acoplada válvula de regulación de presión,
ésta se de colocar en un valor adecuado para la boquilla.

El ancho de estela es la distancia de aspersión efectiva cubierta por la boquilla o aguilón


(boom) acoplado. El ancho de aspersión de una sola boquilla de abanico (fan-jet) es
típicamente estrecha, mientras que con una sola boquilla de inundación o deflectora
(flood-jet) se obtiene un ancho de estela mayor. Habiendo determinado el caudal de la
boquilla en litros/minuto, conociendo el ancho de estela y la velocidad de traslado, se
puede calcular el volumen de aplicación (o solución final) por unidad de área.
Este valor se multiplida por 10 000 para obtener 1/ha.

Así, con un ancho de estela de 1 m, una velocidad de traslado de 60 m/min y un caudal


de boquilla de 0.6 1/min, el volumen de aspersión por hectárea es:

Si el volumen de aplicación (solución final) es inadecuado, se pueden hacer ajustes


pequeños variando la velocidad de traslado y/o la presión. Ajustes mayores exigen
cambio de boquillas.

Para calcular la cantidad de producto comercial a echar en el tanque de la asperjadora,


tome la dosis recomendada de la etiqueta del producto (1/o kg/ha) y multiplique por el
volumen del tanque de la asperjadora (o por el volumen de aspersión necesario si es
menor que un tanque lleno). Este valor se divide entre el volumen de aplicación en 1/ha
(ver arriba),

por ejemplo, si la dosis del herbicida es de 2.5 1/ha de producto comercial, la capacidad
del tanque es de 20 l y el volumen de aplicación es de 1001/ha, el volumen de producto
comercial a echar en el tanque es:

Asi, se deben añadir 0.5 1 del producto a 19.5 1 de agua en el tanque de la asperjadora.
Muchas recomendaciones de herbicidas se ofrecen en dosis de ingrediente activo por
hectarea. En los cálculos anteriores, se debe multiplicar la dosis de ingrediente activo por:

para obtener el peso o volumen de producto comercial requerido.

Mezclado de la solución de aspersión y llenado de la asperjadora. Los lugares de


mezclado deben estar bien alejados de las vías o cuerpos de agua y otras áreas
ambientalmente sensibles.

 Lea la etiqueta del producto

 Use ropa protectora adecuada

 Agite en envase del producto solamente si así lo indica la etiqueta. Vierta y mida
cuidadosamente la cantidad calculada.
 Llene el tanque de la asperjadora hasta la mitad con agua limpia. Agregue el producto
medido. Enjuague el recipiente de medición y vierta éstos en el tanque. Ajuste la tapa de
la asperjadora y agite suavemente la asperjadora para mezclar su contenido. Retire la
tapa, rellene con agua hasta el nivel correcto y mezcle de nuevo.

 Deseche los envases vacíos con seguridad y, si es posible, devuélvalos a los


suministradores.

Aspersión. Mantenga la lanza a la altura correcta sobre el objetivo para lograr el ancho
de estela requerida y un depósito uniforme. Evite asperjar cuando la velocidad del viento
esté por encima de 6 kph, ya que la deriva puede ser un problema. Además, un aire muy
quieto y condiciones soleadas pueden producir corrientes de convección que pueden
causar deriva en direcciones inpredecibles. Se puede reducir la deriva mediante una
menor altura de las boquillas, menor presión y boquillas mayores.

El equipo de aplicación de disco giratorio o de gótulas controladas crea una fuerza


centrífuga que divide el líquido en gótulas en la periferia del disco, que a menudo es
aserrado para mejorar la uniformidad de la formación de gotas. El disco a menudo es
accionado por un motor movido por baterías, pero algunos algunos son movidos por una
bomba de aire manual. El líquido es llevado y depositado sobre el disco por gravedad y se
aplican de 10 a 501/ha como una aspersión de media a gruesa. El volumen bajo de
líquido de aspersión es especialmente útil donde el suministro o transporte del agua sea
un problema. Otra ventaja del aplicador de disco giratorio es que el caudal del flujo y la
velocidad del disco determinan el tamaño de las gótulas y, cuando se ajustan
correctamente, los tamaños de las gótulas quedan en un rango estrecho de tamaños,
permitiendo minimizar la deriva.

El mayor uso de los equipos de aplicación de disco giratorio o de gótulas controladas ha


sido para aplicación de insecticidas y fungicidas, con tamaños de gótulas en el rango de
50 -150 m. Para herbicidas son comunes tamaños mayores de gótulas, de 200 - 300 m
are common.

El asperjado proveniente de disco giratorio es menos fácil de ver que el de boquillas


hidráulicas y se debe tener cuidado para evitar contaminar al operador y para asperjar en
el área objeto de la aplicación. Algunos modelos son frágiles y la duración de las baterías
y el mantenimiento han causado problemas. Algunas formulaciones de herbicidas, hechas
especialmente para aplicación mediante discos, contienen un pigmento blanco, el dióxido
de titanio, que hace más visible el asperjado y su estela.

Otros tipos de equipos de aplicación. Los equipos de aplicación de granulados están


compuestos por una tolva, un mecanismo de medición y un dispositivo de distribución.
Para tratamientos por manchones de las malezas se sostiene manualmente la tolva y el
gatillo permite que un pequeño volumen de gránulos caiga a través de un tubo rígido que
los descarga sobre las malezas. Para la aplicación de los granulados en bandas el
dispositivo medidor comunmente consiste en un rotor acanalado o estriado accionado por
una rueda terrestre motriz. Los gránulos caen por gravedad en los canales o estrías y se
descargan a través de los tubos de distribución. Este tipo de dispositivo se puede acoplar
a una sembradora. Para distribución total (al voleo, sobre todo el área) los gránulos se
proyectan sobre una boquilla de impacto y se dispersan mediante una corriente de aire
producida por un ventilador accionado por motor. Algunos herbicidas granulados se
pueden aplicar a mano.

"Frotadores", "rodillos", "mechas" y "sogas" de malezas. En estos dispositivos una


solución moderadamente concentrada de herbicida alimenta una superficie absorbente, la
cual es frotada o rodada sobre la maleza objeto de control. Solamente se trata un área
limitada de la maleza, por lo que esta técnica solamente se puede usar con herbicidas
fácilmente translocables, como glifosato. El tratamiento puede ser selectivo donde las
malezas sean más altas que el cultivo. El traslado del ingrediente activo al objetivo es muy
efectivo, pero existen pocos herbicidas adecuados y limitadas situaciones cultivo/malezas
para esta técnica. Bajo condiciones de baja humedad los equipos de aplicación tienden a
secarse y también se contaminan con polvo y material vegetal que limita su efectividad.

Una regadera podría ser el único equipo disponible para aplicación de herbicidas en
algunas fincas o predios pequeños, pero cuando se le acopla una roseta fina se puede
usar para aplicar herbicidas.

La calibración de estos equipos de aplicación lleva los mismos criterios descritos para las
asperjadoras de mochila, o sea, la velocidad de traslado, el caudal del herbicida y el
ancho de estela.

Aspersión segura. La mayoría de las técnicas de aplicación entregan solamente una


pequeña proporción del herbicida a la maleza objeto de la aplicación, mientras que el
resto queda disponible a especies no objeto de la aplicación, que se encuentran en el
medio y/o para contaminar las aguas superficiales o subterráneas.

Para una aplicación segura y efectiva el operador de la asperjadora (agricultor) debe


aplicar la dosis adecuada de herbicida en el volumen de agua adecuado, usando una
correcta calidad de aspersión, en el momento óptimo.

Para más información sobre todos los aspectos de la tecnología de aplicación vea a
Matthews (1992).

Dosis reducidas y control integrado mecánico y químico

Por razones económicas y ambientales, los agricultores de países industrializados están


tratando de lograr un efectivo control de las malezas con uso reducido de herbicidas.
Algunas de las técnicas pueden ser aplicables, si no se usan ya, al control de malezas en
países en desarrollo.

Las dosis recomendadas en las etiquetas se escogen para ofrecer una destrucción
confiable de las malezas y selectividad del cultivo bajo una amplia variedad de
condiciones de suelo y clima y en un rango de estadios de desarrollo. Sin embargo, la
investigación y la experiencia práctica demuestran que en estadios tempranos de
desarrollo y bajo condiciones adecuadas de suelo y de clima las dosis de muchos
herbicidas se pueden reducir hasta un 50% sin disminución en la eficacia (Kudsk 1989).

Cuando se trata una población mixta de malezas la dosis la determina la especie menos
susceptible. Metsulfuron controla Papaver rhoeas L. y Stellaria media (L.) Cyr. al 10% de
la dosis recomendada, pero se requiere la dosis completa para Galium aparine L..
Fluoxypyr es especialmente efectivo contra G. aparine y una mezcla de los dos herbicidas
asegura el control de un grupo de malezas a dosis muy bajas (Caseley et al, 1993).

La aplicación a manchones de malezas en lugar del tratamiento de campos enteros


permite considerables ahorros. Por ejemplo, los manchones de Cirsiun arvense(L.) Scop.
se pueden tratar con glifosato en trigo o cebada como un tratamiento pre-cosecha.
Mochileros con lanzas manuales ofrecen un buen sistema para la aplicación por
manchones, ya que el operador puede seleccionar el objetivo.

La combinación la labranza mecánica con el tratamiento de herbicidas puede reducir


sustancialmente el uso de herbicidas. Esto se logra comunmente mediante la aspersión
en bandas sobre los surcos plantados y las labores de cultivo mecánico del área entre
surcos.

Después de las labranzas, las malezas desenraizadas o enterradas a menudo desarrollan


nuevas raíces o tallos, respectivamente, lo cual les permite recuperarse. Esto es
especialmente un problema bajo condiciones de suelo húmedo. El pre-tratamiento con
dosis sub-letales (1-20% de las recomendadas) de herbicidas que inhiben el crecimiento,
como las sulfonilureas, evita el nuevo enraizamiento y la recuperación de las malezas que
han sido cultivadas (Caseley et al 1993). Este tipo de herbicida también se podría usar
para regular el crecimiento de plantas de cobertura del suelo con el fin de reducir la
competencia con el cultivo.

Revisión sobre la acción de los herbicidas

Introducción
Intercepción y retención del asperjado
Penetración foliar
Disponibilidad y destino de los herbicidas en el suelo
Translocación del herbicida
Metabolismo
Puntos de acción de los herbicidas
Selectividad

Introducción

Esta sección brinda una revisión sobre la acción de los herbicidas. Para más información
vea a Hance y Holly (1990) y Devine et al. (1993).

Los herbicidas destruyen las malezas interfiriendo los procesos bioquímicos, como la
fotosíntesis, que tiene lugar en el simplasto o sistema vivo de la planta. Para que la acción
del herbicida tenga lugar deberá haber suficiente cantidad de ingrediente activo del
compuesto para que éste entre en la maleza y sea transportado hada el lugar de acción
adecuado. En la Fig. 1 se muestran algunos de los principales pasos en la acción de los
herbicidas y los factores que lo afectan.
Intercepción y retención del asperjado

Algunos herbicidas, como glifosato (un compuesto sistémico con movilidad a través del
floema) y paraquat (un herbicida de contacto), entran en la planta exclusivamente a través
de las partes aéreas. Sin embargo, muchos herbicidas que se aplican después de la
emergencia de las malezas tienen, tanto actividad foliar como a través del suelo.
Chlorsulfuron entra a la planta principalmente a través de la parte aérea, pero también a
través de las raíces y su actividad en el suelo controla a las malezas que germinan
después de la aplicación. El éxito de estos tratamientos foliares post-emergentes está en
dependencia que suficientes gotas del asperjado sean interceptadas y retenidas sobre el
follaje. El hábito de crecimiento plano de muchas plantas de hoja ancha ofrece una buena
proyección para las gotas de la aspersión, mientras que el de las hojas erectas y
estrechas de las gramíneas suele ser peor. El ángulo de las hojas también afecta la
retención del asperjado. Por lo general hay mayores pérdidas en un follaje más erecto,
especialmente cuando se asperjan gotas grandes.

Figura 1. Factores que afectan las etapas de la actividad de los herbicidas

En la medida en que las plantas crecen, su área foliar aumenta. Las gramíneas, en
especial, se convierten en mejores objetos para las gotas de aspersión en la medida que
la orientación de sus hojas se aplana y se desarrollen tallos adventicios. Por esta razón
muchos graminicidas post-emergentes se aplican a partir del estadio de desarrollo de dos
hojas en lo sucesivo. Sin embargo, la demora de la aspersión con el objeto de optimizar la
retención no debe ser la única consideración, ya que las plantas más adultas pueden
necesitar una dosis mayor de herbicida para un control efectivo y la eliminación tardía de
la maleza puede traer como consecuencia una competencia severa con el cultivo.

La naturaleza de la superficie foliar es otro factor importante que determina la retención


del herbicida. La forma y disposición de las partículas de cera sobre las hojas de muchas
gramíneas (p.ej. Avena spp.) produce una superficie áspera que repele el agua, por lo que
las gotas grandes del asperjado tienden a rebotar o escurrir fuera de las hojas.

Las condiciones climáticas, bajo las que ha crecido la planta antes de la aspersión,
afectan la intercepción y retención del asperjado. Las plantas que han estado sometidas a
condiciones adversas de sequía o a condiciones frías, tienen hojas más pequeñas,
usualmente cubiertas con cantidades considerables de cera epicuticular, que interceptan y
retienen menos herbicida que las plantas que crecen bajo condiciones cálidas y húmedas.
El efecto de la precipitación depende de su momento e intensidad. Una cubierta de rocío
al momento de la aspersión puede aumentar la intercepción foliar mediante la alteración
del ángulo de la hoja. Lluvias intensas poco tiempo después de la aplicación pueden lavar
el herbicida de la hoja. Los compuestos solubles en agua, como glifosato, son menos
"resistentes al lavado por lluvias inmediatamente después de la aplicación" que los
herbicidas lipofílicos, como diclofop-metil, que se formulan como emulsiones.

Penetración foliar

La principal barrera para la absorción de los herbicidas es la cutícula, que cubre todas las
superficies aéreas y minimiza las pérdidas de agua de la planta. La capa externa consiste
en cera cuticular con extrusiones de cera epicuticular, que varía en forma con la edad de
la hoja y con la especie. Las ceras son no-polares, afines al aceite en su naturaleza y
repelen al agua. Debajo de la cera cuticular está la capa de cutina, que es más hidrofílica
que las ceras. Los agentes tensoactivos y otros aditivos de las formulaciones de
herbicidas juegan un papel importante en la retención y penetración del herbicida a través
de las cutículas cerosas. Los lugares preferenciales de entrada de los herbicidas son las
células de protección de los estomas, los pelos y los nervios foliares en las especies de
hoja ancha. Los estomas penetran la superficie foliar, pero la mayoría de los agentes
tensoactivos no son capaces de reducir la tensión superficial de las soluciones acuosas lo
suficientemente como para permitir la entrada de los herbicidas a través de los estomas.
Se exceptúan los tensoactivos a base de organo-silicona.

La velocidad de penetración es directamente proporcional a la concentración externa del


herbicida y a la velocidad de su movimiento desde la superficie interna de la cutícula hacia
el apoplasto.

Los herbicidas solubles en aceite penetran fácilmente la cutícula a través de sus


componentes lipofílicos bajo un amplio rango de condiciones climáticas y vegetales,
mientras que los compuestos solubles en agua tienden a penetrar más lentamente, por lo
que requieren de tensoactivos y de una cutícula hidratada para su penetración. Así, la
absorción de herbicidas hidrosolubles aumenta por la alta humedad relativa, adecuada
humedad del suelo y temperaturas cálidas (Devine 1988). El rocío o lluvias ligeras (< 0.5
mm/h) pueden aumentar la absorción del herbicida mediante al disolver nuevamente los
depósitos del compuesto seco o cristalizado y pueden facilitar la redistribución del
herbicida sobre la superficie de la planta, así como su deposito. Por ejemplo, en las
gramíneas, la superficie adaxial de la vaina foliar sólo está cubierta ligeramente con cera,
la humedad es alta y aquí la absorción es más rápida que sobre las superficies de las
láminas foliares (Coupland et al1978).

Disponibilidad y destino de los herbicidas en el suelo

El éxito de un tratamiento de herbicida aplicado al suelo depende de la entrada de


concentraciones tóxicas del producto en las raíces o la parte aérea de las malezas. Esto
está determinado por la duración de la exposición al herbicida y su concentración en las
fases líquida o gaseosa. Los factores que influyen sobre la efectividad de los herbicidas
de activos en el suelo son la adsorción, el movimiento y la degradación, pero se debe
enfatizar que estos son factores interactuantes. Además, las propiedades químicas y
físicas del herbicida también son aquí de importancia clave.

Adsorción. El herbicida al entrar en contacto con el suelo se fracciona y pasa a las fases
sólida, líquida y gaseosa. Solo el que llega a las últimas dos fases estará disponible para
su absorción por la planta. El grado de adsorción sobre las partículas de suelo depende
de su textura, el tipo de arcilla, el contenido de materia orgánica y la humedad del suelo.
Los suelos arenosos tienen partículas relativamente grandes con un área superficial
pequeña para la adsorción. Las arcillas tienen grandes áreas de superficie y alta
capacidad para adsorber los herbicidas, siendo la montmorilonita más adsortiva que la ilita
o la caolinita. La materia orgánica es regularmente el factor más importante que determina
la adsorción. De esta forma, algunos tipos de herbicidas, como las triazinas, no están
disponibles a las plantas en suelos con un alto contenido de materia orgánica. Las dosis
de los herbicidas activos en el suelo comúnmente se ajustan de acuerdo al contenido de
materia orgánica del suelo.
El agua compite con los herbicidas por los sitios de adsorción, por lo que en suelos
húmedos queda una mayor proporción del herbicida en las fases acuosas o gaseosas que
en suelos secos. En el caso de herbicidas volátiles, con baja solubilidad en agua, como
EPTC, la adsorción sobre los coloides es importante para su retención en el suelo, por lo
que la aplicación sobre suelo húmedo conduce a mayores pérdidas hacia la atmósfera.
Los herbicidas con presiones de vapor mayores a 15 m Pa, incluyendo triallate, trifluralin,
vernolate, butylate y EPTC son comúnmente incorporados mecánicamente al suelo
inmediatamente después de la aplicación para reducir las pérdidas de vapor. CDAA y
propachlor también tiene altas presiones de vapor, pero no requieren incorporación
mecánica, ya que son relativamente solubles en agua y penetran en el suelo con la lluvia
o la irrigación. En el caso de herbicidas, como simazina, que se une fuertemente a los
coloides del suelo, su aplicación sobre suelos húmedos resulta en una menor adsorción y
mayor disponibilidad para su absorción por las plantas que su aplicación sobre suelo
seco.

Los herbicidas cargados positivamente, como paraquat, no tienen actividad en el suelo, ya


que quedan fijados fuertemente por los coloides de suelo cargados negativamente.

Los herbicidas que son ácidos o bases débiles se ionizan sólo parcialmente. A valores de
pH bajos (< 5.0) las triazinas se cargan positivamente y quedan fuertemente unidas a los
coloides del suelo, pero bajo condiciones neutras o alcalinas quedan más disponibles en
la solución del suelo. Bajo estas condiciones se comportan como moléculas descargadas
y la fuerza de enlace dependerá de propiedades como la solubilidad en agua y la presión
de vapor.

Los herbicidas de un grupo químico dado tienden a adsorberse al suelo en relación


inversa a su solubilidad en el agua. La distribución de los herbicidas entre los coloides del
suelo y el agua regularmente se describe mediante el coeficiente de adsorción Kd, el cual
se define como:

Los valores Kd son mayores para los herbicidas fuertemente adsorbidos.

Movimiento. Independientemente de la incorporación mecánica de los herbicidas, el


contacto con las raíces y partes subterráneas de las plantas depende del movimiento
vertical en profundidad del herbicida en el perfil del suelo después de lluvias o irrigación.
La cantidad de herbicida que se lixivia a través del suelo depende de su solubilidad y
persistencia, del volumen de agua que esté pasando a través del suelo y de la relación de
adsorción entre el herbicida y el suelo (Kd). A través de los macrosporos, tales como las
quebraduras y las galerías hechas por lombrices de tierra, se produce un movimiento más
rápido en profundidad del perfil de suelo, donde el herbicida se transporta tanto en
solución como unido a partículas finas de suelo.

Cuando la evapotranspiración sobrepasa al movimiento del agua hacía abajo en el perfil


del suelo, el herbicida en solución se mueve por capilaridad hacia la superficie del suelo.
Este proceso ha conducido a daños por residuos de herbicidas en los cultivos
subsiguientes en rotación, sobre todo con compuestos solubles en agua, relativamente
móviles, tales como chlorsulfuron.
Durante lluvias intensas se produce el movimiento lateral del herbicida en solución y del
que se encuentra unido a las partículas de suelo. Este se puede lavar mediante arrastre
en la superficie del suelo, cuya cantidad dependerá de varios factores, como: la pendiente
del lugar, el tipo de suelo, la cobertura del suelo, la intensidad y duración de la lluvia, las
propiedades químicas y físicas del herbicida. El arrastre superficial es una de las causas
principales de la contaminación de las aguas superficiales con herbicidas, que también
puede producir una disminución de la eficacia del herbicida.

Degradación. La degradación de los herbicidas puede ser física, química y biológica.


Compuestos como trifluralin son susceptibles a la degradación mediante la radiación UV y
por esta razón requieren de incorporación mecánica. Algunos herbicidas, como
metsulfuron, sufren fácilmente hidrólisis, especialmente a pH bajo.

Las enzimas microbianas (intra y extra-celulares) son responsables de la degradación de


muchos compuestos y el uso continuado de algunas clases de plaguicidas, tales como los
tiolcarbamatos, conduce a un incremento de la población de organismos degradantes de
los herbicidas y a aumentar el nivel de pérdidas de éstos. Tanto los cultivos como las
malezas absorben los herbicidas y comúnmente aquellos tolerantes los metabolizan (vea
Metabolismo).

Para una información más completa sobre los tópicos abordados en esta sección vea a
Hance (1980), Moyer (1987) y Walker (1987).

Translocación del herbicida

Después de la penetración en las hojas y la absorción por las raíces, muchos herbicidas
se mueven hacia otras partes de la planta en el apoplasto y el simplasto.

El apoplasto es una red interconectada de tejido no vivo, que incluye las paredes
celulares y el xilema conductor del agua. Este está limitado externamente por la cutícula e
internamente por la membrana más externa de la célula, el plasmolema. Los herbicidas
que entran en la raíz (p.ej. atrazina), se mueven en el xilema con la corriente transpiratoria
y siguen el movimiento del agua hasta las puntas de las hojas en las monocotiledóneas, o
hasta sus márgenes, en las dicotiledóneas. Los herbicidas se acumulan donde se pierde
el agua por evaporación y ésto generalmente se refleja en la cronología y localización de
los síntomas fitotóxicos.

La pérdida de agua desde una planta está determinada por la luz, la temperatura, la
velocidad del viento y la humedad, así como por la disponibilidad de agua en el suelo. Sin
embargo, en la medida en que el agua del suelo se hace menos disponible, otros factores
pueden desplazar a aquellos más elementales que controlan la transpiración. Bajo
condiciones adversas de humedad de suelo puede ocurrir una inversión de la corriente
transpiratoria, por lo que el agua presente en las hojas será absorbida y conducida hacia
las raíces. Bajo estas condiciones, se ha observado que diquat, aplicado al follaje de la
papa como desecante, produce pudrición del extremo del tubérculo (Headford y Douglas
1967).

Un herbicida absorbido por las raíces y distribuído normalmente en el sistema del xilema,
será transportado principalmente hacia las hojas abiertas, lo cual es un patrón ideal de
distribución para cualquier compuesto inhibidor de la fotosíntesis. Por otra parte, a menos
que tenga lugar alguna redistribución posterior dentro de la planta, este patrón no es
adecuado para herbicidas, cuyo modo de acción esté asociado con los procesos de
crecimiento. En tales casos, se debe producir una redistribución del compuesto hacia los
ápices de crecimiento, proceso que involucra también al simplasto. Este último es un
sistema vivo interconectado de células vegetales, que incluye al floema, que contiene el
citoplasma metabólicamente activo, limitado en su parte externa por el plasmolema y por
la parte interna de la membrana vacuolar, el tonoplasto. Este contiene organelos, como
los cloroplastos y los mitocondrios. Los puntos de acción de todos los herbicidas están
localizados en el simplasto.

Los azúcares producidos por la fotosíntesis en los tejidos verdes de las plantas (fuentes)
son conducidos en el simplasto hacia las regiones, donde tiene lugar el crecimiento y el
almacenamiento. En la mayoría de las circunstancias los herbicidas se mueven fuera de
la hoja tratada solo a través del floema y los herbicidas o componentes de formulación
que interfieran con el transporte en el floema limitan la translocación del herbicida.
Usualmente el lento desarrollo de los síntomas fitotóxicos, como se observa por ejemplo
con glifosato, está asociado a una translocación más efectiva del herbicida. La fuerza de
la actividad de fuentes individuales cambian durante el año en respuesta a la senescencia
de las hojas y a cambios en el desarrollo de la planta, como la floración, la formación de
semillas y el desarrollo de órganos de almacenamiento. Las hojas muy jóvenes se
comportan como depósitos, por lo que resultan ser pobres objetivos para la aplicación de
herbicidas sistémicos. Las hojas que completan su desarrollo sobre plantas jóvenes
tienden a exportar azúcares (y herbicidas) principalmente hacia el ápice del tallo. En la
medida que la planta crece, el patrón de exportación se dirige más hacia las raíces y los
órganos subterráneos. Es en esta etapa que la aplicación del herbicida generalmente
produce buen control sobre especies perennes, como Imperata cylindrica (L.) Raeuschel.

Además del estadio de desarrollo de la planta, los factores del ambiente también afectan
el flujo de azúcares en el floema. Factores adversos que disminuyen la velocidad de
crecimiento de la planta, como las bajas temperaturas y la sequía, reducen el potencial de
eliminación o depósito, por lo que menos herbicida tiende a ser translocado. Otros
factores, como la baja intensidad de luminosidad, limitan la producción de azúcares en las
hojas y reducendo la actividad de generación, con lo que pueden perjudicar la acción de
herbicidas sistémicos. Por estas razones, normalmente se recomienda que los herbicidas
sistémicos se deben aplicar cuando las malezas están en una fase de crecimiento activo.

Metabolismo

El metabolismo de los herbicidas en las plantas constituye el mecanismo más importante


de selectividad de los herbicidas entre malezas y cultivos o entre malezas susceptibles y
tolerantes. Las plantas tolerantes detoxifican al herbicida con suficiente rapidez como para
evitar que cantidades fitotóxicas del ingrediente activo se acumulen en el simplasto. El
metabolismo de los herbicidas involucra transformaciones que aumentan la solubilidad en
agua y esto regularmente es seguido por la conjugación con azúcares o aminoácidos.
Bentazon tiene un margen de selectividad de 200 veces entre el arroz y Cyperus
serotinus Rottb., debido a su rápida hidroxilación, seguida de su conjugación con glucosa
en el arroz (Mine et al 1975). El margen de selectividad de muchos herbicidas, como
isoproturon en trigo, es mucho más estrecho y la seguridad del cultivo está fuertemente
influída por la variedad, el estadio de desarrollo y las condiciones climáticas.
La selectividad de algunos herbicidas, como los tiolcarbamatos y las sulfonilureas, se
puede aumentar en cultivos gramíneos mediante el uso de sustancias protectoras, que
promueven la degradación y conjugación del herbicida en el cultivo, pero no en las
malezas. Las sustancias protectoras se usan como coberturas de semillas o en mezclas
con el herbicida. Actualmente existen 15 combinaciones de herbicida/sustancia protectora
en el mercado y en la Tabla 5 se muestran algunos representantes para los principales
cultivos.

Tabla 5. Ejemplos de combinaciones herbicida/sustancia protectora y sus usos,


(según Komives 1992).

Cultivo Herbicida Sustancia Protect. Aplicación


Maíz EPTC dichlormid mezcla de tanque
Trigo fenoxaprop-etil fenclorazole-etil mezla de tanque
Arroz bensulfuron-metil dimepiperato mezcla de tanque
Sorgo metolachlor cyometrinil cobertura de semilla

En contraste con las sustancias protectoras, ciertos compuestos sinérgicos aumentan la


actividad herbicida mediante la prevención de su metabolismo. Así, aminotriazole se
inactiva en algunas malezas por condensación con serina, cuya reacción es inhibida por
el tiocianato de amonio, que se incorpora en varias formulaciones de este herbicida.

La inhibición del metabolismo de los herbicidas es deseable en las malezas, pero se debe
tener cuidado de no dañar los cultivos. El control de malezas en arroz con propanil puede
causar severa fitotoxicidad en el cultivo si se aplican insecticidas carbamicos u
organofosforados inmediatamente antes o con el herbicida. Los insecticidas inhiben la
hidrólisis del propanil por la aril acrilamilasa, que es la principal vía de detoxificación que
aporta tolerancia a este herbicida en el arroz (Matsunaka 1968).

El metabolismo, que confiere tolerancia a los herbicidas en los cultivos, también se


presenta en malezas. Por ejemplo, la acción débil de metribuzin contra Ipomoea
hederacea (L.) Jacq. es debida a una rápida desanimación. El uso repetido de herbicidas
con similar composición química puede conducir a la selección de biotipos resistentes a
los mísmos, con mayor capacidad para degradarlos, como Alopecurus myosuroides Huds.
resistente a isoproturon (Moss y Cussans 1991).

Se ha estimado que menos del 1% del herbicida que llega a la superficie de la planta
interactúa en el punto de acción, por lo que para muchos herbicidas y especies, el
metabolismo es la principal causa de pérdidas del ingrediente activo.

Puntos de acción de los herbicidas

La mayoría de los grupos de herbicidas afectan, bien la fotosíntesis o la división celular y


el crecimiento, pero algunos herbicidas parecen afectar más de un punto (Tabla 6). Así,
bromoxynil nitrilo inhibe la fotosíntesis y desacopla la fosforilación oxidativa. Los
herbicidas de un mismo grupo químico generalmente tienen el mismo sitio de acción, pero
esto no siempre es así. Por ejemplo, la anilida propanil inhibe la fotosíntesis, mientras que
otro miembro de este grupo, diflufenican, inhibe la biosíntesis de carotenoides.
Herbicidas que interfieren con la fotosíntesis. Alrededor del 35% de todos los
herbicidas disponibles comercialmente interfieren con la fotosíntesis, que es el proceso
involucrado en la conversión de energía luminosa en energía química, para así producir la
liberación de oxígeno y la transformación del CO2 en azúcares.

Herbicidas del Fotosistema 1 (FS1) (Tablas 6 y 7). Estos son los compuestos
bipiridílicos, diquat y paraquat, que desvían el flujo de electrones en el extremo terminal
del Fotosistema 1. La acción de estos herbicidas es, por lo tanto, dependiente de la luz
para promover el flujo de electrones y del oxígeno para producir el superóxido fitotóxico,
peróxido de hidrógeno, y el altamente dañino radical libre: hidroxil.

Estos radicales fitotóxicos interactúan rápidamente con los lípidos de las membranas y
con los aminoácidos de las proteínas y ácidos nucléicos enzimáticos, produciendo rápida
filtración de las membranas y destrucción del tejido foliar, lo que da una apariencia de
mojado por agua, que es seguida de necrosis y desecación.

Inhibidores del Fotosistema 2 (FS2) (Tablas 6 y 7). Estos bloquean el transporte de


electrones mediante la interacción con un polipéptido en la membrana de los cloroplastos.
La especificidad de este sitio de acción requiere del elemento estructural -CO-N< o

-N = C-N< para la acción inhibitoria y éstos se encuentran en la mayoría de los herbicidas


de este grupo (Tabla 7).

Cuando la clorofila absorbe la energía luminosa para activar el flujo de electrones desde
el agua, ésta se excita hasta un denominado "estado de singlete" (1C1). Si la energía de
excitación no es utilizada porque el flujo de electrones está detenido, puede excitar al
oxígeno a un "estado de singlete" (1O2). Esta forma altamente dañina de oxígeno puede
interactuar con los lípidos, proteínas, ácidos nucléicos y otras moléculas celulares para
causar la desorganización celular y, como consecuencia, la muerte de la planta. Esto se
refleja en la aparición de síntomas fitotóxicos, como la clorosis y la necrosis.

TABLA 6. Grupos de herbicidas y sus puntos de acción.

Tabla 7. Grupos de herbicidas y ejemplos de estructuras.

Inhibidores de la biosíntesis de pigmentos. La biosíntesis de la clorofila está


íntimamente relacionada con el desarrollo de una estructura tilacoidea funcional en el
tejido foliar verde y las clorofilas son esenciales para absorber la luz. Además de la
absorción de la luz, los carotenoides son agentes protectores importantes para reprimir
los dañinos oxígeno singlete (¹O2) y clorofila tripleta (³Cl), producidos por el exceso de
energía de excitación, que es especialmente importante a altas intensidades luminosas.
Como regla general, los herbicidas que bloquean la síntesis de pigmentos producen
blanqueado o decoloración.

Inhibidores de la biosíntesis de clorofila (Tablas 6 y 7). Se considera que los difenil-


etéres interactúan con la ácido  -aminolevulínico (ALA) deshidrogenasa y otras enzimas
en la senda de la biosíntesis de la clorofila, lo que causa una acumulación anormal de
tetrapirrol. Esto produce una acumulación de precursores incapaces de traspasar la
energía luminosa absorbida a los centros de reacción del fotosistema. Se producen
grandes cantidades de 1O2 que reaccionan con los lípidos, proteínas y ácidos nucléicos,
que causa la destrucción de las membranas y una rápida decoloración. Estos
precursores, como ALA y tetrapirrol, se denominan fotosensitizadores. La clorofila también
es un fotosensitizador, pero esta disipa la energía de excitación a través de la vía de
transporte de electrones.

Inhibidores de la biosíntesis de carotenoides (Tablas 6 y 7). Norflurazon y diflufenican


inhiben las "reacciones de desaturación" en la biosíntesis de carotenoides, mientras que
el amitrol bloquea otra etapa no identificada en esta senda. En ausencia de la represión
del ³Cl y el 1O2 por el caroteno, los pigmentos de clorofila se blanquean. Este síntoma es
especialmente evidente en tejidos recien desarrollados.

Inhibición de la síntesis de lípidos (Tablas 6 y 7). Los ácidos grasos y los ácidos grasos
de cadena larga son necesarios en la formación de los componentes lípidos de las
membranas y ceras cuticulares, respectivamente. Los herbicidas ariloxifenoxipropiónicos
y las oximas inhiben la enzima inicial en la biosíntesis de los ácidos grasos, la acetil
Coenzima A carboxilasa, mientras se estima, que los tiolcarbamatos bloquean la
formación de ácidos grasos de cadenas muy largas, posteriormente en esta senda. La
falta de producción de ácidos grasos conduce rapidamente al desorden de las
membranas, lo cual se refleja en el cese de la división celular y la necrosis del tejido
meristemático. A dosis sub-letales, se producen hojas con poca cera cuticular, lo que
puede afectar su respuesta a los plaguicidas y patógenos. Solamente las especies
gramíneas son afectadas por los herbicidas de ésteres de ácidos ariloxifenoxi-alcanoicos
y oximas, cuyo mecanismo de selectividad ha sido discutido por Owen (1991).

Inhibición de la division celular (Tablas 6 y 7). Varias clases de herbicidas, como las
dinitro-anilinas y los carbamatos, inhiben la división celular mediante su interacción con
los microtúbulos. La formación de microtúbulos del huso mitótico es una condición para la
separación de nuevos cromosomas. Las puntas de las raíces expuestas a dínitroanilinas y
carbamatos se abultan, la mitosis se detiene y un reducido número de microtúbulos
usualmente se observan.

Herbicidas que imitan al ácido indolacético (AIA) (Tablas 6 y 7). Casi 50 años después
de la introducción de los primeros herbicidas del "tipo auxina u hormonales", su sitio de
acción permanece desconocido. No obstante, está ampliamente aceptado que estos
actúan como si fueran auxinas persistentes que previenen las fluctuaciones normales de
los niveles de la auxina natural, ácido indolacético (ALA), que son necesarias para un
crecimiento ordenado. El exceso de ALA se degrada rapidamente en la planta, pero los
reguladores sintéticos del crecimiento, como 2, 4-D, no son afectados por los sistemas
regulatorios endógenos y, como consecuencia, se desorganiza el crecimiento.

El tratamiento de una planta de hoja ancha en rápido crecimiento puede producir


alteración epinástica en unos minutos y el crecimiento puede cesar en unas horas.
Después de un período de días, el ácido nucleico y las proteínas se acumulan en el tejido
basal inmaduro, como los peciolos, donde la proliferación anormal de células da origen a
tumores, callos y raíces adventícias. Mientras tanto, los ápices normales son desprovistos
de ácido nucleico y proteínas, por lo que el crecimiento se detiene. La proliferación de
tejido vascular evita las funciones normales de translocación, las raíces dejan de absorber
agua y nutrientes y finalmente la planta muere. El incremento del nivel de etileno puede
estar relacionado con los efectos epinásticos observados en las plantas tratadas. El
fundamento de la tolerancia de las gramíneas y la susceptibilidad de las plantas de hoja
ancha no se comprende desde el punto de vista fisiológico.

Inhibidores de la biosíntesis de aminoácidos. Los aminoácidos son componentes


esenciales de las proteínas. El bloqueo de la síntesis de aminoácidos afecta la biosíntesis
enzimática y el metabolismo vegetal en general. Los denominados "aminoácidos
esenciales" solamente se encuentran en plantas y microorganismos, por lo que los
herbicidas que inhiben su biosíntesis tienden a ser de baja toxicidad para los mamíferos.
Sin embargo, bialafos y glufosinato, herbicidas que inhiben la síntesis de glutamina, un
aminoácido importante en los animales, son también de baja toxicidad para mamíferos.

Los microorganismos se han usado ampliamente para evaluar y dilucidar el modo de


acción de los herbicidas que inhiben la biosíntesis de los aminoácidos. Las técnicas de
biología molecular han permitido el clonaje y sobreproducción de enzimas, que son
puntos de acción de los herbicidas, lo que ha facilitado realizar estudios in vitro de la
acción de estos compuestoss. Durante los últimos 20 años, nuevos grupos de herbicidas
han sido descubiertos, los que interactúan con las sendas de biosíntesis de tres tipos de
aminoácidos: los aromáticos, los de cadena ramificada y la glutamina.

Inhibición de la biosíntesis de aminoácidos aromáticos (Tablas 6 y 7). Glifosato inhibe la


vía shikimato y es el único herbicida comercializado que afecta la biosíntesis de los
aminoácidos aromáticos. Se trata de uno de los herbicidas más móviles por el floema y es
especialmente efectivo contra las malezas perennes, al acumularse en el tejido
meristemático de los tallos, raíces y órganos de almacenamiento. Como resultado, la
división celular y el crecimiento se detienen y una semana o más después, el follaje se
toma clorótico.

Inhibición de la síntesis de glutamato (Tablas 6 y 7). El amoniaco se asimila dentro de los


aminoácidos a través de la vía del ciclo de la glutamato- intetasa.

Los inhibidores de la enzima glutamina sintetasa (GS) están estructurados de modo


análogo al ácido glutámico y se cree que ellos se fijan irreversiblemente al sitio catalítico
de la enzima, lo cual produce una rápida acumulación de niveles altos de amoniaco y un
agotamiento de la glutamina y de varios otros aminoácidos en las plantas. Estos efectos
están acompañados de una rápida declinación de la fijación fotosintética de CO2 y son
seguidos por clorosis y desecación de los tejidos de las plantas.

Dos herbicidas comerciales inhiben la glutamina sintetasa: glufosinato y bialafos. Este


último es producido por Streptomyces hygroscopicus y es un pro-herbicida que requiere
someterse a hidrólisis en la planta hasta el inhibidor de la GS, glufosinato. Ambos
herbicidas no son selectivos.

Se han producido cultivos transgénicos resistentes a bialafos y a glufosinato.

Inhibición de la síntesis de aminoácidos de cadena ramificada (Tablas 6 y 7). La


acetohidroxi-sintetasa ácida es el primer paso de una senda combinada responsable de la
biosíntesis de valina, leucina e isoleusina. Esta enzima se inhibe por varios tipos
diferenciados de herbicidas, dentro de las cuales están las sulfonilureas y las
imidazolinonas como las más extensamente desarrolladas y comercializadas.
Después de un tratamiento al follaje de plántulas de maíz con chlorsulfuron, el crecimiento
de las hojas y la síntesis de ADN se detuvieron dos y diez horas después,
respectivamente. La actividad meristemática de los tallos y de las raíces se detuvo
rápidamente, pero sobre las hojas maduras solamente se desarrolló clorosis después de
varios días. Cultivos transgénicos resistentes a las sulfonilureas y a las imidazolinonas
han sido ya producidos.

Selectividad

Los tratamientos selectivos destruyen las malezas con poco o ningún daño al cultivo. La
selectividad puede ser a causa de las propiedades del herbicida, de atributos de la planta,
del momento de la aplicación del herbicida, de la técnica de aplicación o una combinación
de estos factores. Los tratamientos no selectivos o totales persiguen destruír todas las
especies presentes y se usan antes de la siembra del cultivo, inmediatamente antes de la
cosecha o en áreas no cultivables. Sin embargo, con frecuencia se observan respuestas
diferentes de distintas especies a bajas dosis de los herbicidas.

Selectividad herbicida/cultivo. Un herbicida "selectivo" puede ser aplicado a toda el


área cultivable para el control de las malezas, con efecto mínimo sobre el cultivo. Esta
fítotoxicidad diferenciada entre las especies de cultivo y de malezas es el resultado de
uno o más de los siguientes factores: intercepción, retención, penetración, movilidad,
metabolismo y actividad en el punto de acción del herbicida. Ya hemos discutido el papel
de cada uno de estos pasos en la actividad herbicida y su potencial para influir sobre la
selectividad. El metabolismo del herbicida es el mecanismo de selectividad más
generalizado, el cual es dependiente de la dosis en uso. Atrazina a 2-3 kg i.a./ha es
selectiva en maíz, pero a 9 kg i.a./ha es un herbicida total. Un grupo de herbicidas que
son ésteres, como imazamethabenz-metil, son inactivos a menos que sean hidrolizados a
ácidos, que son más móviles en el floema que los ésteres. En el trigo tolerante, la des-
esterifícación es relativamente lenta, pero en las susceptibles Avena spp., el ácido
fitotóxico se forma rápidamente. Este tipo de herbicida es a veces conocido como un
sustrato suicida. El mayor margen de selectividad se encuentra en herbicidas que son
incapaces de interactuar en el punto de acción del cultivo. Los ésteres ariloxi-
fenoxialcanoicos, como fluazifop-butil, inhiben la acetil co-enzima A en gramíneas, pero
en plantas de hoja ancha la topografía del nicho objeto evita la acción y no se produce
efecto herbicida.

Los mecanismos de selectividad de los herbicidas arriba descritos para cultivos, también
se detectan en especies de malezas que no mueren con el tratamiento. El desarrollo de
biotipos resistentes a herbicidas de especies de malezas se puede reducir mediante la
rotación del uso de herbicidas con diferente composición química y modo de acción. La
rotación de cultivos, que permita la introducción de otros herbicidas y otras prácticas
culturales, como el cultivo mecánico, pueden contribuír a retrasar o evitar el surgimiento
de poblaciones de malezas resistentes a herbicidas.

Tanto las técnicas convencionales de mejoramiento genético vegetal como las de biología
molecular se han usado para aportar resistencia a las plantas cultivables, para así
explotar el incremento del metabolismo, la modificación de los nichos- objeto de acción y
la sobre-abundancia de la enzima objeto. Esto permite que herbicidas no selectivos, como
glifosato y glufosinato, sean usados en cultivos como soya y papa, para así aumentar el
grupo de cultivos en los cuales se pueden usar herbicidas como las sulfonilureas y las
imidazolinonas. Este desarrollo aumenta las opciones de uso de herbicidas, seguros para
el operador y benignos en el ambiente, así como disponibles para su inclusión en
programas de manejo integrado de malezas.

Momento de aplicación. Tratamientos no selectivos, como glifosato, son ampliamente


usados para destruir malezas y plantas de cultivo indeseables, antes de las labranzas y la
plantación en los sistemas de labranza mínima. Glifosato también se puede usar en
cereales como tratamiento inmediatamente anterior a la cosecha para el control de
malezas perennes. Herbicidas de contacto, como paraquat, se pueden usar después de la
plantación, por ejemplo en papa, con hasta un 10% de emergencia de la planta cultivable.

Los herbicidas no selectivos también se pueden aplicar cuando los cultivos perennes
están latentes, como glifosato en espárrago.

Para muchos cultivos la selectividad es dependiente del estadio de desarrollo. 2, 4-D daña
al trigo si se aplica antes del estadio de desarrollo de cuatro hojas o después de la
formación de nudos. En este caso la fitotoxicidad herbicida está asociada a una rápida
actividad meristemática.

Aplicación dirigida. El contacto de la aspersión con el cultivo se puede evitar, bien


dirigiendo la aspersión sobre el objeto de interés a controlar o mediante el uso de
pantallas. De esta forma, se pueden usar herbicidas que normalmente son fitotóxicos a
los cultivos. Esta técnica se usa extensamente en árboles, arbustos frutales y viñedos. Sin
embargo, con tratamientos post-emergentes, como glifosato, se debe tener gran cuidado
de evitar la deriva de la aspersión.

Protección en profundidad. La profundidad de ubicación de las raíces, especialmente


de cultivos perennes, contribuye a la selectividad. Ciertos herbicidas, como simazina,
permanecen en la capa superficial del suelo y pueden ser usados en cultivos susceptibles
de raíces ubicadas profundamente, como los árboles frutales. El mismo principio se aplica
a otras situaciones. Los cultivos anuales se pueden sembrar debajo de la capa de suelo
alcanzada por el herbicida, con lo que se evita su absorción por las raíces, como en el
trigo tratado en pre-emergencia con tri-allate.

En la mayoría de las situaciones la selectividad es relativa y depende de varios


mecanismos. Esta es usualmente afectada por la variedad del cultivo, el tipo de suelo, las
condiciones climáticas, la dosis del herbicida, su formulación y aplicación. Debido a las
complejas interacciones involucradas en la selectividad, es importante evaluar los nuevos
herbicidas sobre las nuevas variedades de los cultivos bajo condiciones locales antes de
su uso en el campo.

Caracterización de los principales grupos de herbicidas

Desviadores del fotosistema 1: Bipiridilos


Inhibidores del fotosistema 2: Triazinas
Inhibidores del fotosistema 2: Ureas sustituidas y uracilos
Inhibidores del fotosistema 2: Miscelaneos de acción foliar.
Inhibidores de la síntesis de clorofila: Difenil éteres
Inhibidores de la síntesis de carotenoides.
Inhibidores de la biosíntesis de lípidos: Derivados clorados de ácidos alcanoicos.
Inhibidores de la biosíntesis de lípidos: Oximas
Inhibidores de la biosíntesis de lípidos: Ésteres de ácidos ariloxi-fenoxialcanoicos.
Inhibidores de la biosíntesis de lípidos: Tiolcarbamatos
Inhibidores de la división celular: Cloroacetamidas.
Inhibidores de la división celular: Dinitroanilinas
Inhibidores de la división celular: Carbamatos.
Herbicidas de tipo auxina: Acidos ariloxi-alcanoicos
Herbicidas de tipo auxina: Acidos aril-carboxílicos
Herbicidas de tipo auxina: Acidos quinolino carboxílicos
Inhibidores de la síntesis de aminoácidos aromáticos: Glifosato
Inhibidores de la síntesis de glutamina: Glufosinato
Inhibidores de la síntesis de aminoácidos de cadena ramificada: Sulfonilureas.
Inhibidores de aminoácidos de cadena ramificada: Imidazolinonas.

Desviadores del fotosistema 1: Bipiridilos

Características generales. Diquat y paraquat son herbicidas de contacto, no selectivos,


de acción rápida, con una limitada movilidad en el apoplasto. Estos son menos móviles
cuando se aplican bajo radiación solar intensa y en los trópicos se obtiene un control más
prolongado de las perennes mediante aplicación al atardecer. Dosis muy bajas de
bromacil o diuron, que bloquean el flujo de electrones en el fotosistema (FS) 2, previenen
una rápida acción de los bipiridilos bajo radiación solar intensa, lo que sinergiza la
actividad de diquat y paraquat (Headford 1967). Ambos herbicidas penetran al follaje muy
rápidamente y son resistentes a la lluvia dentro de 10 minutos después de la aplicación en
la mayoría de las situaciones. Los bipiridilos son cationes que se fijan fuertemente a los
coloides del suelo, por lo que no manifiestan actividad a través del mísmo.

Diquat y paraquat se usan en sistemas de labranza mínima para el control de malezas


antes o después de la plantación, pero generalmente antes de un 10% de emergencia del
cultivo. Estos se aplican como aspersiones dirigidas o protegidas con pantallas en
muchos cultivos perennes templados y tropicales. Ambos se usan como desecantes para
facilitar las cosechas y diquat se puede usar en ciertas situaciones de malezas acuáticas.
Paraquat tiende a ser más activo contra gramíneas y diquat contra especies de hoja
ancha.

Problemas. Paraquat posee una alta toxicidad para los mamíferos (DL50 oral para ratas
es de 120 mg de ión paraquat/kg de peso corporal) y su uso ha sido prohibido en un
grupo de países. Para reducir el riesgo de ingestión accidental comúnmente se formula
con un agente emético y un tinte de coloración brillante. El concentrado se debe
almacenar y manipular con gran cuidado y la solución diluída se debe aplicar con
seguridad, siempre siguiendo las instrucciones de la etiqueta y usando ropa protectora. La
toxicidad para mamíferos de diquat es menor (DL50 oral para ratas es de 230 mg de ión
diquat/kg de peso corporal) y cuando se diluye para control de malezas acuáticas tiene
una toxicidad inferior, tanto para los peces como para los mamíferos.
El uso repetido de los bipiridilos en cultivos perennes ha conducido al desarrollo de
biotipos tolerantes de 13 especies de malezas (LeBaron 1991).

Inhibidores del fotosistema 2: Triazinas

Características generales. Las triazinas tienen relativamente baja solubilidad en agua y


se formulan como polvos humedecibles, concentrados suspensibles y granulados. Su
volatilidad y fotodescomposición son bajos, siendo estables sobre las superficies de las
plantas y el suelo. Comúnmente se aplican al suelo, donde son absorbidos por las raíces
y, en menor medida, por las partes subterráneas de la planta, donde se mueven con la
corriente transpiratoria del apoplasto. Generalmente requieren de lluvia o irrigación para
su movilidad enel suelo y son más efectivas cuando se aplican sobre suelo húmedo
comparado con suelo seco. Cuando se aplican con coadyuvantes, la mayoría de las
triazinas pueden ser absorbidas foliarmente. Estos herbicidas son activos contra un
amplio espectro de malezas de hoja ancha y gramíneas. La selectividad puede deberse a
la protección en profundidad, ya que el herbicida puede permanecer por encima de las
raíces del cultivo; al metabolismo del herbicida en el cultivo o a una combinación de
ambos. La movilidad hacia abajo en el suelo depende de las propiedades químicas del
herbicida, como son la solubilidad en agua, la capacidad para ser adsorbido por los
coloides del suelo y las propiedades del suelo, tales como el contenido de materia
orgánica, de arcilla y de agua.

Con la excepción de cyanazina, la toxicidad para mamíferos es baja (Tabla 2).

La afinidad de atrazina para ser adsorbida por los coloides del suelo es de moderada a
alta por lo que las dosis se deben ajustar según el tipo de suelo. En suelos de alto
contenido de materia orgánica, este herbicida solo debe usarse en post-emergencia. Su
efecto generalmente brinda control de las malezas durante todo el ciclo del cultivo.
Atrazina es el inhibidor del Fotosistema 2 más extensamente usado. Su uso se extiende a
más de 7 millones de ha de maíz a nivel mundial anualmente. Sorgo, caña de azúcar y
piña son otros cultivos beneficiados con este herbicida. Generalmente se aplica en PPI,
en pre y post-emergencia temprana (acompañado de un coadyuvante oleoso) y controla
muchas especies anuales gramíneas y de hoja ancha, pero su efecto es pobre
sobre Digitaria spp., Panicum dichotomíflorumMichx. A dosis altas se utiliza para el control
total de malezas en áreas no cultivables.

Cianazina se enlaza con menor fuerza a los coloides del suelo que la atrazina y la
tolerancia del maíz es limitada en suelos degradados, con bajo contenido de materia
orgánica. Es más activa contra gramíneas problemáticas que atrazina, pero más débil
contra Amaranthus spp. y Abutilon theophrasti Medic.. Se aplica como PPI, en pre y
postemergencia temprana en maíz y, en menor grado, en colza y trigo. En el maíz, su vida
corta en el suelo, de 7-10 semanas, le convierten en una opción ideal para reemplazar a
atrazina y simazina, sobre todo cuando le seguirán cultivos susceptibles a estos
herbicidas en la rotación.

Metribuzin. Esta triazina asimétrica posee una alta solubilidad en agua (1200 ppm), es
relativamente móvil en el suelo, donde persiste durante todo el ciclo de desarrollo de la
mayoría de los cultivos anuales. Metribuzin se usa en PPI y pre-emergencia para eliminar
malezas de hoja ancha y gramíneas en soya, papa, tomate, alfalfa y caña de azúcar.
También se usa en post-emergencia temprana en papa y tomate.
Prometrina se fija fuertemente a los coloides del suelo, con muy limitada movilidad y
persistencia en el suelo: de 1 a 3 meses. Se usa en PPI y pre-emergencia para el control
de malezas gramíneas y de hoja ancha en algodón.

Propazina. El comportamiento en el suelo es como el de prometrina, excepto que persiste


durante 12-18 meses. Se usa en PPI y pre-emergencia para el control de malezas
gramíneas y de hoja ancha en sorgo.

Simazina se fija fuertemete a los coloides del suelo, con limitada movilidad en el suelo y
sus dosis se ajustan de acuerdo con el contenido de materia orgánica y de arcilla del
suelo. Simazina brinda control de malezas durante la mayor parte del ciclo de desarrollo
de los cultivos y sus residuos pueden dañar a cultivos susceptibles subsiguientes en la
rotación, este herbicida no se absorbe foliarmente, solo lo hace a través de las raíces y se
aplica en pre-emergencia o en post-emergencia de las malezas en combinación con un
herbicida de contacto, como paraquat. Simazina controla malezas anuales de hoja ancha
y gramíneas, incluyendo a algunas especies tolerantes a atrazina. Simazina se usa en
PPI y pre-emergencia en maíz y en cultivos perennes establecidos, p.ej. alfalfa, caña de
azúcar y especies leñosas. Se usa a dosis altas para el control total de malezas en áreas
no cultivables.

Problemas. En climas áridos y en suelos de pH altos, la residualidad y el daño a los


cultivos subsiguientes pueden ser un problema, sobre todo con atrazina y simazina.

La contaminación de las aguas superficiales y subterráneas con atrazina y, en menor


grado, por simazina, ha conducido a la prohibición o a restricciones de su uso en algunos
países, especialmente para el control total de malezas en áreas no cultivables, donde
suelen aplicarse a dosis superiores a 9 kg de i.a./ha. El uso repetido de triazinas,
especialmente en maíz y sorgo, ha conducido al desarrollo de biotipos resistentes de 40
especies de malezas de hoja ancha con puntos de acción de tipo Fotosístema 2
modificado, así como 17 especies gramíneas, en los que la resistencia se debe
principalmente a un aumento del metabolismo del herbicida (LeBaron 1991).

Inhibidores del fotosistema 2: Ureas sustituidas y uracilos

Características generales. La mayoría de las ureas sustituídas tienen muchas


características en común con las triazinas, pero su persistencia en el suelo, a dosis
selectivas en los cultivos, tiende a ser menor (3 a 6 meses). Su solubilidad en agua y
adsorción a los coloides del suelo están influídos por el número de átomos de cloro en la
molécula. Fenuron no tiene cloro alguno, por lo que es soluble en agua y fácilmente
lixiviable en el suelo, mientras que diuron, con dos átomos de cloro, se fija fuertemente a
los coloides y se puede usar en cultivos de con raíces profundas e incapaces de
metabolizar al herbicida. El espectro de selectividad basado en el metabolismo es amplio,
tales como chlorotoluron e isoproturon en trigo y cebada; diuron y fluometuron en algodón
y linuron en papa. La actividad foliar se aumenta con el uso de tensoactivos. La mayoría
de las ureas no son selectivas a dosis altas y pueden usarse para el control de vegetación
en general, donde la persistencia debe ser de hasta dos años.

Los uracilos tienen propiedades similares a las ureas sustituídas, pero tienden a ser
lixiviados más fácilmente y son menos selectivos. Estos se usan principalmente en
cultivos perennes, como cítricos y para el control total de malezas, especialmente de
especies perennes con raíces profundas.

Diuron se fija fuertemente a los coloides del suelo y resiste la lixiviación, por lo que se
puede usar en cultivos de raíces profundas, como caña de azúcar, piña y cítricos. Este
herbicida controla malezas gramíneas y de hoja ancha, se aplica en pre-plantación o pre-
emergencia en el algodón. Se usa extensamente, a dosis altas, para el control total de
malezas.

Isoproturon tiene limitada movilidad en el suelo y se usa para el control de malezas de


hoja ancha y también gramíneas en pre y post-emergencia temprana en trigo, cebada y
centeno. Su selectividad es limitada en algunas variedades.

Linuron se fija fuertemente a la materia orgánica, pero menos a las arcillas y su dosis de
uso se ajusta de acuerdo al contenido de materia orgánica del suelo. Lluvias intensas son
necesarias para lograr su actividad en el suelo. Linuron se usa en pre-emergencia en
maíz, sorgo, zanahoria, nabo, acelga, papa y soya. Posee más actividad foliar que el
diuron y su actividad pos-emergente se eleva con el uso de tensoactivos. Sin embargo, se
debe aplicar de forma dirigida para mantener la selectividad en maíz, sorgo, algodón y
soya. La zanahoria y la acelga toleran aplicaciones sobre todo el área de linuron, pero sin
añadir coadyuvante.

Linuron se usa con tensoactivo o en mezcla con glifosato o paraquat sobre malezas
emergidas antes de la plantación de soya en lechos de siembra preparados por labranza
mínima o convencional.

Fluometuron es muy similar a linuron, pero solo persiste en el suelo por alrededor de dos
meses. Se usa en pre y post-emergencia en algodón y caña de azúcar.

Terbacil, un herbicida uracilo, tiene una solubilidad en agua de 710 ppm y es


relativamente móvil en el suelo, donde persiste hasta un año después de la aplicación con
dosis altas. Se usa para controlar gramíneas anuales y perennes en cítricos y otros
cultivos arbóreos, donde la selectividad dependerá de la profundidad de las raíces del
cultivo. A dosis bajas controla selectivamente malezas anuales en alfalfa y es altamente
selectivo en menta y menta piperita. El control post-emergente de malezas es superior
con el uso de tensoactivos.

Problemas. Contaminación del agua subterránea ha tenido lugar cuando se ha usado


intensiva y repetidamente (p.ej. isoproturon en el norte de Europa). Resistencia a las
ureas sustituídas de una especie gramínea y cinco de hoja ancha, así como a bromacil de
dos especies de hoja ancha ha sido objeto de comunicación (LeBaron 1991).

Inhibidores del fotosistema 2: Miscelaneos de acción foliar.

Bentazon es un herbicida de contacto que controla muchas malezas gramíneas,


ciperáceas y de hoja ancha en soya, frijol mungo y guisantes. Es más efectivo sobre
malezas en rápido crecimiento, en estadios jóvenes y su actividad se aumenta con la
adción de tensoactivos o concentrados de aceite vegetal. No tiene actividad en el suelo y
se degrada por los microorganismos del suelo en 1-2 meses.
Bromoxynil, un herbicida del grupo de los nitrilos, se usa en post-emergencia en trigo,
cebada, avena, y centeno para controlar malezas anuales de hoja ancha, especialmente
aquellas especies no controladas por 2, 4-D, MCPA ni mecoprop, con los cuales
regularmente se suele mezclar. Bromoxynil tiene una toxicidad para mamíferos
relativamente alta y su uso está restringido en muchos países.

Propanil, un herbicida del grupo de las anilidas, se usa en post-emergencia para el


control de Echinochloa spp. y otras malezas gramíneas en arroz. Es un herbicida de
contacto que se degrada rápidamente en la planta y en el suelo. El uso repetido de
propanil ha conducido a la selección de algunos biotipos resistentes de Echinochloa
colona (L.) Link (Garro et al 1991).

Inhibidores de la síntesis de clorofila: Difenil éteres

Características generales. Estos compuestos tienen poca solubilidad en agua, se fijan


fuertemente a los coloides del suelo y no se lixivian. Tienen una persistencia en el suelo
relativamente corta, de uno a tres meses y se usan en pre y post-emergencia para
controlar principalmente malezas anuales de hoja ancha. La luz es requisito para su
actividad y los síntomas de decoloración sólo son evidentes después de la emergencia de
las plántulas y de su aplicación al suelo. Estos compuestos tienden a ser susceptibles a la
fotodegradación y, aplicados en pre-emergencia, requieren de abundante lluvia para su
incorporación en el suelo. La incorporación mecánica generalmente produce una excesiva
dilución. Estos herbicidas poseen acción post-emergente de contacto y su selectividad se
debe al metabolismo de las plantas, una restringida absorción o su ubicación. Se usan en
un rango amplio de cultivos, como maíz, arroz, soya, algodón, hortalizas y frutales.

Acifluorfen se usa principalmente como tratamiento de contacto, de pos-emergencia


temprana, contra malezas jóvenes en crecimiento activo, así como algunas gramíneas en
soya y cacahuete.

Bifenox es activo bajo un amplio rango de condiciones climáticas y se usa en pre-


emergencia para controlar principalmente malezas de hoja ancha en soya y sorgo
granífero.

Oxyfluorfen se usa en pre-emergencia en soya, cacahuete y arroz y en post-emergencia


dirigida en soya, maíz, algodón, frutales y nueces.

Inhibidores de la síntesis de carotenoides.

Características generales. Estos compuestos, de varias familias químicas, que incluye la


piridazinona, norflurazon; la anilida, diflufenican y el compuesto amitrol, bloquean la
síntesis de carotenoides. Todos causan decoloración de las partes aéreas nuevas del tallo
emergente.

Amitrol. Este herbicida no es selectivo, de aplicación foliar, se mueve en el apoplasto y


en el simplasto, se usa para controlar malezas anuales y perennes en áreas no
cultivables. La muerte de la planta se produce lentamente y su actividad se eleva con la
adición de tiocianato de amonio, lo cual reduce el metabolismo de amitrol en la planta. El
herbicida persiste en el suelo de 2 a 4 semanas.
Diflufenican se aplica en pre o post-emergencia temprana en trigo y cebada para
controlar especies de hoja ancha. Este se fija fuertemente a los coloides del suelo y se
lixivia moderamente. Se usa ampliamente en mezcla con isoproturon.

Norflurazon también se fija fuertemente a los coloides del suelo y se lixivia moderamente.
La dosis se ajusta de acuerdo al contenido de materia orgánica y de arcilla del suelo. El
herbicida se disipa mediante volatilización, fotodescomposición y degradación microbiana,
pero puede persistir en el suelo hasta un año. Se aplica en PPI o pre-emergencia para
controlar gramíneas, ciperáceas y algunas malezas de hoja ancha en alfalfa, algodón,
cacahuete, soya, frutales y viña.

Inhibidores de la biosíntesis de lípidos: Derivados clorados de ácidos


alcanoicos.

Características generales. Dalapon y TCA son compuestos de vieja promoción, usados


a dosis relativamente altas, para controlar gramíneas anuales e inhibir las perennes.
Ambos se lixivian fácilmente en el suelo, donde persisten de uno a tres meses.

Dalapon se aplica al follaje, pero también se absorbe en la planta por las raíces, donde se
mueve a través del apoplasto y el simplasto. Se usa como tratamiento foliar previo a la
siembra de un amplio grupo de cultivos de plantación y hortalizas, así como aspersión
dirigida en frutales. Se usa a dosis altas para el control de gramíneas en áreas no
cultivables. Los cultivos que crecen sobre suelo tratado con dalapon o TCA pueden sufrir
reducción de la cera cuticular y entonces ser más susceptibles a herbicidas de aplicación
foliar.

Inhibidores de la biosíntesis de lípidos: Oximas

Características generales. Los herbicidas de esta familia se conocen comúnmente como


"dims" e incluyen a alloxydim, clethodim, cycloxydim, sethoxydim y
tralkoxydim. Todos se aplican en post-emergencia, controlan muchas gramíneas anuales
y perennes en la mayoría de los cultivos de hoja ancha. La absorción foliar es
relativamente rápida con resistencia a las lluvias que ocurren una hora después de la
aplicación. La persistencia en el suelo es relativamente corta, pero poco después de la
aplicación del herbicida las gramíneas en germinación son controladas. La selectividad se
debe a la ausencia de acción del herbicida en el punto de acción en los cultivos de hoja
ancha. El metabolismo tiende a ser rápido en los cultivos y en el suelo. Tralkoxydim es
selectivo en trigo y cebada, controla Avena fatua L., Setaria viridis L. Beauv, Lolium spp. y
otras malezas gramíneas en cereales.

Problemas. Se han informado poblaciones de Loiíum rigidum Gaudich. resistentes a


herbicidas oximas y con resistencia cruzada a los herbicidas ariloxifenoxi-alcanoicos
(Heap 1991). Estos herbicidas son antagonistas de los del "tipo hormonal". El control
de Poa spp. es usualmente débil.

Inhibidores de la biosíntesis de lípidos: Ésteres de ácidos ariloxi-


fenoxialcanoicos.
Características generales. Los herbicidas de esta familia química se conocen
comúnmente como los "fops", como diclofop-metil, fluazifop-butil, fenoxaprop-etil,
fenthiaprop-etil, haloxyfop-metil y quizalofop-etil. Ellos comparten muchas
características comunes con las oximas, que incluye la selectividad en cultivos de hoja
ancha. Los herbicidas individualmente difieren en las dosis requeridas para destruír
especies de gramíneas específicas. El primer "fop" comercializado, diclofop-metil, se usa
a una dosis diez veces mayor que la de fenoxaprop-etil para el control de Avena spp.
Además de la selectividad en cultivos de hoja ancha, fenoxaprop-etil está aprobado para
su uso en trigo y arroz. Para lograr un buen margen de selectividad en el trigo, éste se
formula con una sustancia protectora: fenchlorazol, y clodinafop-propargyl con la
protectora cloquintocet.

Problemas. Igual que las oximas.

Inhibidores de la biosíntesis de lípidos: Tiolcarbamatos

Características generales. Estos herbicidas de aplicación al suelo tienen alta presión de


vapor y deben ser incorporados al suelo inmediatamente después de la aplicación para
evitar la pérdida de vapor. Las malezas anuales gramíneas y algunas de hoja ancha son
controladas, mientras que algunas gramíneas perennes son inhibidas. Los meristemos de
los tallos se inhiben y las hojas emergentes de plántulas de gramíneas se enrollan, surgen
débiles y toman una coloración verde- oscura, que indica la ausencia de cera epicuticular.
Las especies de hoja ancha susceptibles también emergen, pero no se desarrollan más
allá del estadio de plántulas. EPTC, butylate y vernolate tienen un margen de selectividad
estrecho en maíz a dosis altas requeridas para eliminar gramíneas perennes. Debido a
esto se recomienda el uso de formulaciones que poseen una sustancia protectora
incorporada. Estos herbicidas se metabolizan rápidamente en las plantas y en el suelo,
con una persistencia de alrededor de uno a tres meses.

EPTC se halla disponible como concentrado emulsionable y como granulado. Es uno de


los herbicidas más volátiles (presión de vapor de 4.5 Pa), por lo que debe ser incorporado
en el suelo. Se aplica sobre suelo seco para su inmediata incorporación mecánica.
Alternativamente, como su solubilidad en agua es de 370 ppm, se puede usar el riego por
aspersión para introducir el producto químico en el suelo. EPTC se fija débilmente a los
coloides del suelo y abundantes lluvias pueden lixiviarlo fuera de la zona de germinación
de las semillas. Su persistencia en el suelo es de dos a seis semanas. Se usa en PPI en
un grupo amplio de cultivos, como maíz, leguminosas de semilla pequeña, frijoles, lino,
papa, cártamo y girasol. Se aplica en post-emergencia para limpiar el suelo cultivado en
frijoles, papa y cítricos establecidos. Las formulaciones que contienen la sustancia
protectora, dichlormid, se pueden usar a dosis más altas en maíz para el control de
gramíneas perennes y ciperáceas, las que se controlan mejor cuando los rizomas y
tubérculos son fragmentados mediante la labranza para estimular la emergencia de las
yemas.

Butylate. Este tiolcarbamato se usa en maíz y su acción es similar a EPTC, excepto que
se lixivia menos en el suelo.

Pebulate se lixivia menos que EPTC y se usa antes del trasplante en tabaco, y en PPI y
después del trasplante, incorporado, en tomates.
Triallate tiene baja solubilidad en agua, limitada lixiviación en el suelo y persiste hasta
seis semanas. Se usa en PPI para el control de avena silvestre, muchas gramíneas
anuales y algunas malezas de hoja ancha en trigo, cebada, guisantes, frijoles y lentejas.
Además de la formulación de concentrado emulsionable para incorporación al suelo,
existen granulados que no requieren incorporación.

Vernolate persiste en el suelo durante alrededor de dos semanas y se usa en PPI en


maíz, soya y cacahuete.

Problemas. Los microorganismos del suelo que descomponen los tiolcarbamatos se


multiplican en el suelo tratado, por lo que tratamientos sucesivos pueden tener una menor
vida media, lo cual reduce su eficacia en el control de malezas. Algunas formulaciones de
estos herbicidas incorporan un inhibidor microbiano para extender la persistencia en el
suelo. Este problema puede ser resuelto, preferiblemente, mediante el uso de otros
herbicidas con diferente composición química, durante dos o más años.

Inhibidores de la división celular: Cloroacetamidas.

Características generales. Estos herbicidas de aplicación al suelo controlan gramíneas


anuales en germinación y algunas malezas de hoja ancha en un amplio grupo de cultivos.
En las plántulas en germinación se absorben fácilmente por la parte aérea y las raíces,
pero su movilidad dentro de la planta es limitada. La actividad meristemática se detiene en
las puntas de las raíces y tallos, mientras que en las gramíneas generalmente se inhibe la
emergencia de las hojas a partir de la vaina foliar, por lo que las malezas no emergen.

Alachlor es relativamente no-volátil, ligeramente soluble en agua y tiene una baja a


moderada afinidad por los coloides del suelo. Se requiere su incorporación al suelo bajo
condiciones secas para el control de Cyperus esculentus L.. Alachlor se metaboliza
rápidamente en los cultivos y persiste en el suelo de 6 a 15 semanas. Se usa en PPI en
maíz, soya y cacahuete y en pre-emergencia en estos cultivos más frijol, algodón y papa.

Butachlor tiene una baja solubilidad en agua, se fija fuertemente a los coloides del suelo
y requiere de la incorporación bajo condiciones secas. Se usa en PPI y en pre-
emergencia de las malezas en arroz de siembra directa o trasplantado, y persiste en el
suelo de 5 a 12 semanas.

CDAA. Este compuesto relativamente volátil, normalmente no requiere incorporación al


suelo, ya que tiene una solubilidad en agua de 2000 ppm y se introduce fácilmente en el
suelo mediante la lluvia. No se fija fuertemente a los coloides del suelo y es efectivo en
suelos de alto contenido de materia orgánica y arcilla, aún bajo condiciones secas.
Persiste en el suelo alrededor de 4 a 9 semanas. Los cultivos en los que se usa en pre-
emergencia son: maíz, sorgo, soya, patata dulce, caña de azúcar, frijoles, guisantes o
arvejas, repollo, tomate y cebolla. Es extremadamente irritante a la piel y los ojos.

Metolachlor tiene usos similares a alachlor, pero es más movil en el suelo y se puede
usar en el sorgo granífero con una sustancia protectora.

Propachlor es efectivo en suelos de alto contenido de materia orgánica y bajo


condiciones secas. Se usa en pre-emergencia en maíz, sorgo granífero, soya, repollo y
cebolla.
Inhibidores de la división celular: Dinitroanilinas

Características generales. Estos herbicidas de aplicación al suelo controlan plántulas


gramíneas y algunas especies de hoja ancha en un amplio grupo de cultivos. Todos
tienen baja solubilidad en agua y se adsorben a los coloides del suelo. Varían en
volatilidad y susceptibilidad a la fotodegradación desde trifluralin, que requiere de la
incorporación al suelo, hasta oryzalin, que puede permanecer sobre la superficie del suelo
sin pérdidas apreciables de eficacia. Las dinitroanilinas que no se incorporan
mecánicamente requieren de lluvia para su lixiviación hacia la zona de germinación de las
semillas en el suelo. Ninguno de estos herbicidas tiene actividad foliar, pero se absorben
fácilmente por las raíces de las plántulas en germinación e inhiben el crecimiento de la
raíz, a la vez que interfiren con la mitosis. Las plántulas tratadas desarrollan un
abultamiento de la punta de las raíces y el desarrollo de raíces laterales también es
inhibido. Inicialmente las plantas tienden a desarrollarse, pero la falta de desarrollo radical
conduce a la muerte. La selectividad se logra mediante la ubicación del herbicida en el
suelo, como una incorporación poco profunda por encima de un cultivo sembrado
profundamente, así como mediante el metabolismo del herbicida en la planta. Las
dinitroanilinas brindan un período largo de control.

Trifluralin. Para evitar degradación por volatilización y radiación UV, trifluralin


generalmente se incorpora mecánicamente en el suelo, pero en países fríos, donde
prevalece la neblina y las lluvias frecuentes, la aplicación superficial es satisfactoria, por lo
que se utiliza de esta manera en cereales en el norte de Europa. En un amplio grupo de
cultivos, como frijoles, soya, algodón, zanahoria, repollo, guisantes, cártamo y girasol se
aplica en PPI. En algodón, papa y caña de azúcar se usa después de la plantación en
pre-emergencia incorporada. También se utiliza en post-emergencia dirigida de los
cultivos y pre-emergencia incorporada de las malezas, en maíz, algodón, cucurbitaceas,
tomate, caña de azucar y frutales. Dosis dobles se usan a veces en algodón y soya para
el control de Sorghum halepense. Los residuos en el suelo, especialmente después de
usar dosis elevadas, pueden dañar los cultivos subsiguientes en rotación, trifluralin es
tóxico a los peces cuando se aplica directamente al agua, pero la incorporación al suelo
no representa riesgos cuando se usa de acuerdo a las recomendaciones de la etiqueta.

Benefín se usa en pre o post-plantación incorporada en lechuga, cacahuete, leguminosas


de grano pequeño y tabaco trasplantado.

Oryzalin es más lixiviable que trifluralin y se usa en pre-emergencia en soya y algodón;


en pre-emergencia dirigida en frutales y viñas.

Pendimetalin no es fácilmente lixiviable y sus usos incluyen la aplicación PPI en algodón


y soya; en pre-emergencia en maíz, especialmente para el control de Rottboellia
cochinchinensis (Lour.), en trigo, cebada y girasol.

Inhibidores de la división celular: Carbamatos.

Características generales. Los herbicidas carbamicos tienen corta persistencia en el


suelo por lo que propham y chlorpropham, de aplicación al suelo, son usados en climas
más fríos, donde la degradación en el suelo es más lenta. Estoa controlan plántulas
anuales gramíneas y de hoja ancha. Asulam se absorbe en la planta a través de las
partes aéreas y las raíces. Su mayor uso es en post-emergencia.
Asulam. Este carbamato se aplica en post-emergencia para el control de gramíneas
anuales y perennes, así como para controlar el helecho Pteridium aquilinum L.. Su
translocación tiene lugar en el apoplasto y el simplasto. Se usa en caña de azúcar, lino,
alfalfa y áreas de bosques.

Propham es más volátil y lixiviable que chlorpropham y se usa bajo condiciones frías,
donde persiste en el suelo durante 5-20 días. Se usa en PPI y pre-emergencia en alfalfa,
trébol, lechuga, guisantes, lentejas, remolacha azucarera y gramíneas perennes
establecidas.

Herbicidas de tipo auxina: Acidos ariloxi-alcanoicos

Características generales. Estos herbicidas se introdujeron a mediados de los años


cuarenta y son los más extensamente usados a nivel mundial. Son aplicados
principalmente al follaje, pero también pueden ser absorbidos por las raíces, mientras que
el ingrediente activo se transloca a través del apoplasto y el simplasto. Estos herbicidas
controlan muchas malezas de hoja ancha en cultivos gramíneos, como maíz, sorgo, trigo,
cebada, avena, centeno, arroz, caña de azúcar y pastos. También se usan para controlar
plantas leñosas de hoja ancha en áreas cultivadas y no cultivadas, plantas acuáticas en
algunas situaciones. Estos compuestos son degradados por los microorganismos del
suelo y tienen una persistencia relativamente breve en el suelo. A continuación del
tratamiento en plantas susceptibles, se produce epinastia, seguida de torción de la planta
dentro de pocas horas, pero la muerte puede demorar varias semanas. Existen muchas
formulaciones de estos herbicidas, sea solos o en mezclas con otros herbicidas.

2,4-D, primer herbicida "fenoxi" introducido, es disponible en formulaciones de sal amina,


éster y granulado (vea formulación de herbicida). Las dosis requeridas para controlar
plántulas de malezas de hoja ancha son selectivas en granos pequeños, maíz y sorgo de
grano, pero el cultivo debe tener al menos cuatro hojas para evitar la fitotoxicidad del
herbicida. Fitotoxicidad en el cultivo puede tener lugar con la aplicación de las dosis
requeridas para controlar malezas de alto porte, anuales y perennes. Generalmente la
actividad a través del suelo es menor que la que se logra mediante la aplicación foliar. No
obstante 2, 4-D se usa en pre-emergencia, después de la siembra y antes de la
emergencia del maíz, en suelos de alto contenido de materia orgánica. La deriva de las
gotas de la aspersión y los vapores pueden dañar especies susceptibles no objeto de la
aplicación. Los problemas de deriva de vapores son mayores con los ésteres, que deben
ser sustituídos por sales amina o sódica cuando estén presentes especies susceptibles no
objeto del tratamiento.

2, 4-DB solamente se aplica en post-emergencia y es selectivo en plántulas o cultivos


establecidos de leguminosas.

Dichiorprop brinda un mejor control en comparación con 2, 4-D de algunas malezas,


como Stellaria medía y Polygonum spp.. Es selectivo en post-emergencia en trigo, cebada
y avena y se usa para el control de malezas arbustivas en áreas no cultivables.

MCPA se usa en post-emergencia y es más selectivo que 2, 4-D a dosis equivalentes en


cereales, leguminosas y lino. Persiste en suelo cálido y húmedo durante un mes
aproximadamente y hasta seis meses en situaciones secas.
MCPB, comparado con el MCPA, es más selectivo en cereales y es particularmente
selectivo en leguminosas, como guisantes y trébol. MCPB brinda buen control de Cirsium
arvense.

Mecoprop se aplica en post-emergencia en trigo, cebada y avena. Controla


efectivamente muchas malezas problemáticas de hoja ancha, como Galium aparine,
Stellaria media y Potygonum spp.

Herbicidas de tipo auxina: Acidos aril-carboxílicos

Características generales. Estos herbicidas se formulan como sales aminas, de amonio


o potásicas y se absorben en la planta a través del follaje y las raíces, produciendo
síntomas similares a los ácidos ariloxi-alcanoicos. No son adsorbidos por los coloides del
suelo y son móviles en el suelo. Todos, excepto chloramben y chlorthal-dimetil, se usan
en pos-emergencia, aunque poseen actividad en el suelo. Comúnmente se usan en
mezclas con otros herbicidas.

Dicamba es útil para controlar algunas especies anuales y perennes de hoja ancha no
controladas por los herbicidas ariloxi-alcanoicos, en maíz, sorgo granífero, cereales de
grano pequeño, caña de azúcar y espárrago. También se usa en el control de especies de
arbustos leñosos, enredaderas en pastos y sabanas. Se degrada rápidamente en el suelo.
Muchos cultivos de hoja ancha, como soya, algodón, viñas y árboles frutales, son
altamente susceptibles a la deriva de gotas y vapores de dicamba, que tiende a ser más
fitotóxico que de 2, 4-D y otros herbicidas ariloxi-alcanoicos.

2, 3, 6 TBA se usa en combinación con otros herbicidas de tipo auxina en el control de


malezas anuales y perennes de hoja ancha, como Convolvulus spp. Se usa sólo como
tratamiento sobre manchas de malezas perennes y especies leñosas. Tiene larga
persistencia en el suelo, desde pocos meses hasta más de un año, dependiendo del suelo
y las condiciones climáticas. Los residuos permanecen en la paja de los cereales, la cual
no se puede usar en compostes ni como acolchado en cultivos susceptibles.

Chloramben se aplica al suelo y tiene limitada movilidad en las plantas, donde inhibe el
desarrollo de las raíces de las plántulas. Se mueve fácilmente y es lixiviado en el suelo,
donde persiste de 6 a 10 semanas. Se usa en PPI y en pre-emergencia en maíz, soya,
cacahuete, cucurbitáceas, pimiento y girasol.

Chlorpyralid. Este herbicida de aplicación pos-emergente es efectivo contra malezas


difíciles de controlar, como Cirsium arvense, en áreas de cereales de grano pequeño. Se
usa en mezclas en cereales de grano pequeño, así como sólo en cruciferas, remolacha y
lino.

Herbicidas de tipo auxina: Acidos quinolino carboxílicos

Quinmerac tiene actividad pre y post-emergente contra varias malezas importantes de


hoja ancha, como Galium aparine, Veronica hederaefolia L. y Lamium purpureum L.. A las
dosis de uso en trigo, cebada, colza y remolacha azucarera, se fija moderadamente a los
coloides del suelo, donde persiste hasta seis meses. Se absorbe en la planta a través de
la parte aérea y las raíces, produciendo los síntomas clásicos de tipo auxina.
Quinclorac, por el contrario, se usa para el control post-emergente de Echinochloa spp.
en arroz de siembra directa o trasplantado.

Inhibidores de la síntesis de aminoácidos aromáticos: Glifosato

Características generales. A pesar de la intensa investigación, glifosato es el único


herbicida que bloquea la síntesis de aminoácidos aromáticos y es el herbicida de
postemergencia no selectivo más extensamente usado. Comúnmente es disponible en
formulaciones líquidas solubles de la sal isopropilamina que contienen diferentes
tensoactivos y cantidades de ingrediente activo. Glifosato solamente entra en la planta a
través de los tejidos verdes de las plantas para moverse en el apoplasto y en el simplasto
rápidamente hacia los meristemos, donde detiene el crecimiento, apareciendo los
síntomas foliares de clorosis y necrosis entre pocos días y una semana. Se fija
moderadamente a los coloides del suelo y se degrada microbiológicamente en un plazo
de uno a cuatro meses. Controla la mayoría de las malezas anuales y perennes, así como
algunas especies leñosas. El momento de la aplicación es importante para el control de
las malezas perennes, ya que el control de las yemas en los propágulos subterráneos
dependerá de que glifosato se mueva con los productos de la fotosíntesis desde el follaje
hacia los órganos de almacenamiento. Como regla general, se aplica sobre especies
perennes en crecimiento activo, con varias hojas recien abiertas, pero antes de la
floración. Se usa extensamente antes de la plantación del cultivo, pero de existir malezas
perennes, se deberá dejar de tres a cuatro días entre la aplicación y la labranza para
permitir el máximo de acción sistémica del herbicida. Glifosato se usa de esta forma para
casi todos los cultivos anuales y en los sistemas de labranza mínima. En algunos países
se aplica para controlar focos aislados de malezas perennes, inmediatamente antes de la
cosecha, en cereales de grano pequeño. Se usa en aspersión dirigida o con pantalla en
muchos cultivos perennes. La ubicación selectiva del herbicida se logra mediante
tratamientos dirigidos sobre los focos y mediante el uso de tubos con cordones, brochas,
rodillos, mojadores por frotación y otros dispositivos. Se usa extensamente en áreas no
cultivadas para el control total de malezas y es de uso seguro en lugares cercanos al
agua.

Problemas. Glifosato penetra el follaje con relativa lentitud y es vulnerable al lavado por
lluvia. Normalmente se requiere un período de seis horas sin lluvia después de la
aspersión para asegurar un efecto fítotóxico óptimo. Con dosis reducidas se requerirá un
período más largo sin lluvia. Cuando las dosis son reducidas es importante agregar un
agente tensoactivo apropiado. En los cultivos perennes se debe tener cuidado de evitar el
contacto de la aspersión con los tejidos verdes de la planta, ya que aún a dosis muy bajas
el desarrollo de los tallos y flores será afectado por vía sistémica. Bajo condiciones
húmedas, las posturas para el trasplante y las plántulas de semillas son dañadas a veces
por el contacto con el follaje de malezas tratadas con glifosato. Para información detallada
sobre el modo de acción y uso de este importante herbicida vea a Grossbard y Atkinson
(1985).

Inhibidores de la síntesis de glutamina: Glufosinato

Glufosinato-amónico es un herbicida de post-emergencia, no selectivo, que se absorbe


por el follaje, pero tiene acción sistémica limitada. Se usa después de la cosecha para el
control de malezas, en áreas de barbecho y como aspersión dirigida en algunos cultivos
perennes. Se usa como desecante para facilitar la cosecha en colza y algunas variedades
de papa. Es resistente a las lluvias después de cuatro a seis horas.

Bialaphos se metaboliza a glufosinato en la planta y tiene características similares.

Inhibidores de la síntesis de aminoácidos de cadena ramificada:


Sulfonilureas.

Características generales. Estos herbicidas desarrollados durante los años ochenta


inhiben la acetolactato sintetasa y tienen dosis de aplicación muy bajas: de 2 a 75 g
i.a./ha. Se ha detectado selectividad basada en una rápida inactivación metabólica en
varios cultivos, como trigo, cebada, maíz, arroz, soya y colza. Las sulfonilureas tienen
muy baja toxicidad para los mamíferos, bajo riesgo al ambiente, se hidrolizan y se
degradan por los microorganismos del suelo. Estos herbicidas son ácidos débiles y se
ionizan a pH alto; la forma neutra es más lipofílica y menos soluble en agua que la forma
amónica. La solubilidad en agua del chlorosulfuron aumenta desde 60 ppm a pH 5 hasta
7000 ppm a pH 7. A pH bajo tienden a fijarse más fuertemente a los coloides del suelo y a
ser menos móviles. La hidrólisis de estos herbicidas es mucho más rápida a pH bajo que
a pH alto y la vida media por hidrólisis de metsulfurón-metil es de 2.1 días a pH 5 y de 33
días a pH 7. Así, la degradación microbiana es más importante a pH neutro y alcalino. Las
sulfonilureas se absorben bien a través de las hojas y las raíces, se mueven fácilmente en
el apoplasto y el simplasto para acumularse en los meristemos. A sólo pocas horas de la
aplicación el crecimiento de los tallos y raíces se detiene, pero los síntomas fitotóxicos,
como la clorosis del follaje, se desarrollan en un plazo de cuatro a diez días después de la
aplicación. Se aplican en pre y post-emergencia para controlar varias malezas de hoja
ancha y algunas gramíneas. La actividad residual depende del pH del suelo y de las
características de los compuestos individualmente. El modo de acción, la selectividad en
los cultivos y el comportamiento en el suelo de las sulfonilureas han sido analizados por
Brown (1990). Varias nuevas sulfonilureas, con selectividad en un mayor número de
cultivos, están cercanos a su comercialización.

Bensulfuron-metil. Este herbicida es usado a veces en mezcla con una sustancia


protectora, dimepiperato, para el control principalmente de malezas de hoja ancha y de
algunas ciperáceas en arroz.

Chlorimuron se usa para controlar muchas malezas de hoja ancha y ciperáceas en soya.

Chlorsulfurón es activo, principalmente, contra malezas de hoja ancha y algunas


gramíneas en trigo, cebada y lino. Es una de las sulfonilureas más persistentes en el
suelo. Controla ciertas malezas perennes, como Cirsium arvense.

Metsulfuron-metil, usado principalmente en trigo, cebada, avena y maíz, tiene una


persistencia más corta en el suelo y se usa como alternativa preferencial al chlorsulfuron
en muchas situaciones.

Primisulfuron-metil se usa para controlar Sorghum spp. y Elytrigia repens (L.) Nevski en
post-emergencia en maíz. También elimina a un número de malezas de hoja ancha. Es
moderadamente persistente y el riesgo de daños por residualidad a los cultivos
subsiguientes es bajo.
Sulfometuron-metil es un herbicida no selectivo usado en áreas no cultivadas.

Thifensulfuron tiene una persistencia en el suelo relativamente corta y muy bajo riesgo
de problemas de daños por residualidad en el suelo. Controla malezas de hoja ancha en
soya, trigo y cebada. En cereales de grano pequeño a menudo se usa en combinación
con metsulfuron-metil.

Trisulfuron tiene selectividad en los cultivos y actividad de control de malezas bastante


similar a metsulfuron. Se usa en pre y post-emergencia para el control de malezas de hoja
ancha, como Viola tricolor, L. en cereales de grano pequeño.

Problemas. La persistencia en el suelo depende del compuesto específico, del pH del


suelo, la temperatura y del momento de aplicación. Bajo condiciones de alto pH,
temperaturas frías y abundante lluvia, donde la lixiviación en el suelo excede la
evapotranspiración, algunas sulfonilureas, como chlorsulfuron, pueden persistir en el
suelo y afectar el cultivo subsiguiente en rotación, de ser éste último muy susceptible. Por
ejemplo, la remolacha azucarera es dañada por 0.1 ppb de chlorsulfuron, mientras que el
arroz y el sorgo son afectados por la misma concentración de chlorimuron. Por lo tanto, se
deben seguir las recomendaciones sobre rotación de cultivos indicadas en las etiquetas
de los envases. Alternativamente, existen sulfonilureas disponibles para cultivos de
cereales, con persistencia en el suelo bastante breve. Debido a esta alta residualidad, es
importante lavar minuciosamente las asperjadoras con el uso de un agente de lavado de
alto pH para aumentar la solubilidad del compuesto. Varios biotipos de malezas,
resistentes a las sulfonilureas han sido identificados, en algunos casos, con resistencia
cruzada a las imidazolinonas. La resistencia se debe a una modificación del punto de
acción (Thill et al. 1991).

Inhibidores de aminoácidos de cadena ramificada: Imidazolinonas.

Características generales. Las imidazolinonas, aunque químicamente diferentes de las


sulfonilureas, comparten el mismo sitio de acción y muchas propiedades, como es el
comportamiento en el suelo y muy baja toxicidad en los mamíferos. Estos herbicidas se
absorben foliarmente y a través del suelo. Poseen actividad residual. Para una reseña
detallada sobre los herbicidas imidazolinonas vea a Shaner y O'Connor (1991).

Imazapyr. Este es un herbicida de amplio espectro que controla la mayoría de las


malezas gramíneas y de hoja ancha anuales y perennes, incluyendo arbustos leñosos y
árboles decíduos en áreas no cultivables. Se usa también en algunos cultivos de
plantación, como caña de azúcar, caucho y palma de aceite. A las dosis usadas en áreas
no cultivadas, puede persistir en el suelo durante más de un año.

Imazamethabenz-metil controla Avena spp., Apera spica-venti, varias gramíneas y


especies de hoja ancha en cebada y trigo. Se aplica en post-emergencia y tiene actividad
en el suelo, por lo que controla las malezas que germinan después de su aplicación.

Imazaquin se usa en soya y se aplica en PPI, pre y post-emergencia para controlar


muchas malezas de hoja ancha y Setaria spp. Se metaboliza rápidamente en la soya. Es
persistente en el suelo y en la etiqueta están indicadas las restricciones sobre la rotación
de varios cultivos susceptibles, como maíz y sorgo.
Imazethapyr también se usa ampliamente en soya y otras leguminosas, como cacahuete,
guisantes, frijol y alfalfa. Un extenso número de malezas son controladas, como muchas
gramíneas. Restricciones rotacionales se aplican a varios cultivos, como sorgo, algodón y
arroz.

Los problemas son en general similares a los asociados a las sulfonilureas.

La información en esta sección está basada en información del Manual de Herbicidas de


la Sociedad de Ciencia de Malezas de EE.UU. (Herbicide Handbook of the WSSA), 6ta.
edición, 1989 (Anon.1989); El Manual de Plaguicidas (The Pesticide Manual) 9na. edición,
1991 (Worthington y Hance 1991) y literatura de firmas productoras.

Referencias
Anon 1988. BCPC Nozzle Selection Handbook. British Crop Protection Council, Farnham,
U.K. 40 pp.

Anon 1989. Herbicide Handbook of the Weed Science Society of America. 6th Edition.
Champaign, Illinois, EE.UU. 301 pp.

Capítulo 13. Manejo de malezas en cereales

Introducción
Control de malezas
Conclusiones
Manejo de malezas en trigo y cebada
Manejo de malezas en cereales tropicales: Maíz, sorgo y mijo

K. Moody

Introducción
La producción de arroz y el manejo de malezas son frecuentemente sinónimos; el control
de malezas es el punto central de coordinación de muchas operaciones agrícolas. Es
imposible producir arroz económicamente sin disponer de un programa de control de
malezas bien planeado. De vital importancia es la forma de preparar el terreno, el cuidado
en la siembra del cultivo y la celeridad con la que se aplique el manejo de malezas.

Las malezas pueden ser controladas ecológicamente mediante su inmersión bajo el agua,
manualmente mediante arranque manual o el uso de cultivadores rotatorios, culturalmente
al sembrar variedades competitivas a densidades óptimas y químicamente a través de la
aplicación de herbicidas. El método de control de malezas, para ser aceptado por los
agricultores, debe ser factible agronómicamente y en su manejo, y viable
económicamente.
El término "prácticas culturales" se refiere a una serie amplia de técnicas de manejo
utilizadas por los agricultores para lograr sus objetivos de producción. Las prácticas
culturales que tienen un efecto sobre el crecimiento de las malezas incluyen la
preparación del terreno, el manejo del agua, el método de siembra y el manejo de la
fertilización.

En arroz trasplantado en condiciones de secano, las malezas importantes son Cyperus


difformis L., los miembro del complejo de Echinochloa crus-gallí,
Leptochloaspp., Monochoria vaginalis (Burm.f.) Presl., Paspalum
distichum L., Scirpus spp. y Sphenoclea zeylanica Gaertn. Las más importantes en arroz
sembrado directo y en seco son Commelina diffusa Burm.f., Cyperus iria L., Echinochloa
colona (L.) Link, Ischaemum rugosum Salisb., y las formas salvajes y rojas del arroz
(Oryza spp.).

En arroz de secano, las especies principales son Ageratum conyzoides L., Amaranthus
spinosus L., Commelina benghalensis L., Cyperus rotundus L., Digitaria spp., Echinochloa
colona, Eleusine indica (L.) Gaertn., Portulaca oleracea L. y Rottboellia
cochinchinensis (Lour.) W.D. Clayton. Las especies parásitas del género Strígavan
adquiriendo importancia en Africa.

Control de malezas

Prevención
Preparación del terreno
Método de siembra
Almácigas o semilleros
Distancia de siembra
Manejo del agua
Período de desyerbe
Métodos de control manual de malezas
El control químico de malezas

Prevención

El primer paso en el control de las malezas es la prevención de la infestación. Un número


de especies de malezas que poseen un patrón de madurez similar al arroz son
cosechadas y diseminadas con las semillas del cultivo. Es esencial que la semilla del
arroz a utilizarse para la siembra esté completamente libre de semillas de malezas, ya
que la semilla contaminada es una de las fuentes principales de infestación de malezas.

El agua para la irrigación es otra fuente de propagación de semillas de malezas. Las


corrientes de agua mueven millones de semillas de malezas de un lugar a otras nuevas
localidades. La cantidad y el tipo de semilla de maleza trasladada por el agua depende del
volumen y la velocidad del agua, así como del tamaño y peso de la semilla o de los
propágulos vegetativos.
Las semillas de malezas también son diseminadas por los animales que pastorean sobre
las mismas, mientras que sobre el fango, estas se adhieren a los aperos de labranza, a
los pies del hombre, los animales y las aves.

La base de cualquier programa de control de malezas es la aplicación apropiada de los


procedimientos sanitarios para prevenir el movimiento indeseable de las semillas de
malezas.

Preparación del terreno

El método de preparación del terreno y el equipo utilizado variará en dependencia del


sistema de cultivo del arroz, pero los objetivos generales son los mismos en todos los
casos. La razón primordial de la preparación es proporcionar condiciones libres de
malezas al momento de la siembra y la segunda es crear condiciones favorables para el
crecimiento y el desarrollo del cultivo.

El tangueo, además de formar una capa de suelo ("hard pan") que reduce las pérdidas del
agua de irrigación y crea condiciones para la siembra de semillas pre-germinadas o
plántulas, facilita la incorporación de las semillas de malezas en las capas más profundas
del fango, donde se descomponen para formar compuestos de amonio que son retenidos
mucho mejor en el suelo que los nitratos y pueden ser utilizados directamente por los
cultivos. La incorporación de las malezas durante la preparación del terreno proporcionará
una fuente adicional de nutrientes.

La buena preparación del terreno es un medio efectivo y económico de mantener bajas


las infestaciones de malezas. Un campo preparado pobremente no proporciona un medio
adecuado para el crecimiento óptimo de la planta. Si el campo no está nivelado, las
plántulas de cultivo no se establecerán rápidamente en los lugares bajos y las malezas
crecerán abundantemente en las zonas altas. Las malezas invaden los espacios libres
donde el arroz no crece, lo que resulta en pérdidas de crecimiento debido a la
competencia. Tales condiciones provocan la presencia de plantas de cultivo con escaso
crecimiento y pobre producción de hijos. La nivelación correcta del campo permitirá que el
agua de irrigación cubra uniformemente la superficie completa del terreno sin provocar
inmersión de las plantas de arroz.

La preparación del terreno, por espacio de cierto tiempo, tendiente a estimular la


germinación precoz de las malezas antes de la siembra, es particularmente pertinente
para el arroz sembrado en seco. Esta técnica incluye el control sea químico, manual o
mecánico de las sucesivas emergencias de malezas antes de la siembra. Los herbicidas
deberán ser aplicados o la labor de cultivo se realizará cuando la mayoría de las semillas
de malezas en el suelo superficial han germinado y las plántulas están en estadios de dos
a cinco hojas.

Una labor de cultivo se podrá realizar después que el arroz se siembre, pero antes que las
plántulas emerjan, lo que también se le conoce como cultivo ciego. Este a veces es
practicado en arroz sembrado en suelo seco a fin de romper la costra del suelo para crear
condiciones favorables para la emergencia del arroz y eliminar plántulas de malezas. La
operación en cuestión es comúnmente realizada con una grada de punta dentada o con
otros aperos de labranza, como rejas que penetran ligeramente el suelo.
Método de siembra

El crecimiento de las malezas es mayor en la siembra directa que en la de trasplante. El


trasplante se realiza en lugar de la siembra directa para permitir a las plantas de arroz una
ventaja de crecimiento sobre las malezas. Sin embargo, debido a la disminución de la
fuerza laboral y el aumento de su costo, la importancia del arroz de siembra directa en
condiciones húmedas (semilla pre-germinada, sembrada sobre suelo fangueado) se ha
elevado significativamente en años recientes.

Almácigas o semilleros

Las malezas pueden causar, además de daños serios a las plantaciones de arroz, serios
problemas en almácigas o semilleros de éste. Las plántulas de arroz son muy
susceptibles a la competencia de las malezas y, por consiguiente, el control de éstas es
una operación importante para garantizar una alta calidad de las posturas a plantar.

Las plántulas de Echinochloa spp. son a veces trasplantadas en el campo con plantas de
arroz, ya que resulta casi imposible diferenciarlas. Estas son altamente competitivas y
causan pérdidas apreciables de los rendimientos del cultivo. El desyerbe manual es
laborioso e inefectivo debido a las similaridades morfológicas entre las plantas de arroz y
las de Echinochloa spp. La separación manual de las plántulas de malezas de las del
arroz antes del trasplante es una operación inefectiva, laboriosa, consume tiempo y es
costosa. Sin embargo, el tratamiento de herbicida es barato (70 centavos EE.UU. o
menos para tratar 440 m2 de almácigas) y es practico para el control de las malezas en las
almácigas o semilleros de arroz (Rao y Moody 1988).

Distancia de siembra

La competencia del cultivo es uno de los métodos de control de malezas más útiles para
el agricultor. La siembra densa del arroz resulta en la reducción del peso de las malezas y
su competencia, además de crear condiciones óptimas para optar por otras medidas
adecuadas de control de malezas a integrar (Moody et al 1983). Sin embargo, la relación
costo-benefício marginal disminuirá en la medida que se eleve la norma de semilla o la
población de posturas en el caso de trasplante, a espaciamientos mas estrechos
(Estorninos y Moody 1983).

Kim y Moody (1980) comunicaron que el crecimiento de las malezas sin medida de control
causó una reducción de los rendimientos de sólo 11% cuando el arroz fue trasplantado a
10 x 10 cm de distancia comparado con una pérdida del 31% cuando se trasplantó a una
distancia de 20 x 20 cm.

Las normas de siembra en arroz sembrado húmedo son generalmente altas, dirigidas
principalmente a inhibir el crecimiento de las malezas; una alta norma de siembra de arroz
compensa parcialmente un pobre control de malezas. Moody (1977) comunicó que hubo
una disminución significativa del peso de las malezas en arroz sembrado húmedo cuando
las normas de siembra aumentaron de 50 a 250 kg/ha; el rendimiento en grano se elevó
en las parcelas no desyerbadas, pero no así en las desyerbadas, en respuesta al
aumento de la densidad de plántulas. Altas normas de siembra sólo son beneficiosas si
no se practica medida alguna de control de malezas o sólo se desarrollan parcialmente
(Guyer y Quadranti 1985).
Manejo del agua

El buen manejo del agua ha sido siempre reconocido como un medio efectivo de control
de malezas en arroz de tierras bajas. La inundación, aplicada durante los estadios
tempranos del crecimiento de las malezas, previene la germinación de muchas semillas
de éstas y tiene un efecto inhibitorio en su establecimiento, crecimiento y desarrollo. Las
poblaciones de malezas disminuyen, pero también ocurre un cambio en la población de
especies de malezas, o sea de gramíneas a especies de hoja ancha siempre que la
profundidad del agua aumente.

Láminas de aguas superficiales de cortos periodos de duración resultan en efectos pobres


de control de malezas y bajos rendimientos de grano. El nivel del agua deberá ser lo
suficientemente profundo como para provocar la inmersión de las malezas, pero no de las
plantas de arroz. Pocas malezas suelen germinar cuando la profundidad del agua es
superior a 10 cm.

Un control pobre del agua contribuye a elevar las poblaciones de malezas, reduce la
eficacia de su control y de todos los métodos en práctica y eleva el tiempo a consumir en
operaciones de desyerbe. Con un manejo mejor del agua, hay también un número mayor
de opciones de otras prácticas adecuadas de control de malezas. El esfuerzo deberá
estar encaminado a mantener el campo inundado continuamente, al menos durante los
primeros 30 días después de la plantación, para así reducir el número de malezas y
también elevar las posibilidades de éxito de otras prácticas de control.

Período de desyerbe

Si el desyerbe es realizado tardíamente aumenta el peso de las malezas, se eleva el


tiempo requerido para el desyerbe y los rendimientos del cultivo suelen decrecer. El
desyerbe tardío resulta en una disminución apreciable del rendimiento del cultivo y la
eficiencia de otras actividades, tales como la fertilización, la irrigación y otras propias del
manejo del cultivo se reducen enormemente. Las malezas deben ser eliminadas durante
el período, en el cual el cultivo es más sensible a la competencia y la presencia de las
malezas esté sobre una densidad tal que causará reducción importante de los
rendimientos.

El tiempo preciso y la duración de este período depende de muchos factores, tales como
la flora de malezas, las características de crecimiento del arroz y las malezas, prácticas
culturales y factores ambientales (Moody 1977). Es, por consiguiente, difícil decir cuando
después de la siembra del cultivo se deberá desyerbar y el número de veces a realizar
esta operación en el período de mayor competencia. Sin embargo, es sabido que durante
el período de 2 a 6 semanas después del trasplante o la emergencia es que el
rendimiento del arroz se afecta más debido a la competencia de las malezas.

Métodos de control manual de malezas

Los métodos de control manual de malezas son todavía ampliamente practicados, pero
son laboriosos y caros en su costo. Un desyerbe en arroz trasplantado realizado en el
momento apropiado requiere cerca de 25 hombres/días/ha. Cuando el arroz se trasplanta
en filas o hileras, un cultivador rotatorio puede ser usado y la fuerza laboral requerida para
el desyerbe de una ha podrá ser reducida a sólo 10 días (RNAM 1983).
El control químico de malezas

En muchos casos, los herbicidas ofrecen el medio más práctico, efectivo y económico
para reducir la competencia de las malezas, las pérdidas de rendimientos y los costos de
producción. La adopción del uso de los herbicidas dependerá de su costo relativo al costo
de la fuerza laboral, el precio del arroz y de varias limitantes socio-económicas e
institucionales (Denning et al 1983). En áreas, donde la fuerza laboral es escasa y la
producción de arroz es más alta que los niveles de subsistencia, los herbicidas resultan
ser sustitutos viables de la fuerza laboral.

El uso de los herbicidas es a veces más económico que el desyerbe manual. El nivel de
costo-beneficio alcanza hasta más de 15: 1 cuando se utilizan herbicidas en arroz de
trasplante (Estorninos y Moody 1983) y en siembra directa- húmeda (Heinrichhs et
al 1987) en Filipinas, comparado con 4: 1 para el de trasplante y < 1.0 para el de siembra
directa-húmeda con prácticas de desyerbe manual.

De acuerdo a Ruthenberg (1977), para que una nueva práctica de control sea adoptada
por el agricultor el nivel de costo- beneficio marginal deberá ser, al menos, de 2: 1.

Los herbicidas de mayor uso para el control de malezas aparecen en la Tabla 1. Los
herbicidas de mayor uso en arroz trasplantado son bensulfuron-metil, pyrazosulfuron-etil,
bentazon, butachlor, pretilachlor, 2, 4-D, MCPA, piperophos+ 2, 4 D, propanil, thiobencarb,
quinclorac y fenoxaprop-etil. En arroz sembrado directo en seco en tierras bajas se ha
logrado un efectivo control de malezas con propanil, thiobencarb, butachlor, oxadiazon y
pendimetalin.

En arroz de secano, los herbicidas pre-emergentes más efectivos en el control de las


malezas son thiobencarb, pendimetalin, butachlor, oxadiazon y piperophos+
dimetametrina, mientras que los post-emergentes con mayor efecto sobre especies
gramíneas son propanil y fenoxaprop-etil. El 2, 4 D es ampliamente utilizado en
postemergencia para el control de malezas de hoja ancha y ciperáceas.

Antes de utilizar cualquier herbicida, es importante leer la etiqueta para informarse sobre
las dosis y momento de aplicación, tipo de cultivo de arroz, espectro de control sobre las
malezas y precauciones. A la hora de la aplicación, cuidado debe observarse a fin de
evitar el gasto excesivo de herbicidas, prevenir daños al personal que realiza la aplicación
y evitar cualquier problema de contaminación en el lugar.

Una mezcla de dos o más herbicidas puede combinar las ventajas de cada compuesto por
separado y reducir sus desventajas. El resultado más lógico de la mezcla es un mejor
efecto de control sobre las malezas presentes, así como una mejor tolerancia del cultivo a
los herbicidas en uso, con menos posibilidades de residuos en el suelo. Debido a los
efectos sinérgicos derivados de la mezcla, la aplicación de ésta puede resultar en el uso
de cantidades disminuidas de los compuestos en uso, muy inferiores a las dosis de cada
compuesto cuando se utiliza por separado.

Los herbicidas no deberán ser considerados como sustitutos de otras prácticas de control
de malezas, sino que su aplicación deberá ser combinada con las medidas de control
existentes. Por ejemplo, en arroz de secano sembrado en seco, los herbicidas no
persisten por tanto tiempo como para dar un efecto prolongado de control de malezas. De
no utilizarse medidas adicionales de control de malezas (desyerbe manual o mecánico),
se podrán registrar reducciones sustanciales de los rendimientos del cultivo.

Otro concepto importante es el de Umbral de Ganancia (UG), el cual es el costo de una


medida de control en términos de rendimiento del cultivo (Stone y Pedigo 1972). Si un
agricultor gasta $40/ha © para eliminar las malezas con herbicidas y el precio del arroz es
$0.40/kg (v), el Umbral de Ganancia (UG = c/v) es 100 kg/ha, el cual es el costo del
tratamiento. Si los rendimientos del cultivo son 4 t/h, el costo del herbicida es igual al 2.5%
del valor del mísmo.

Tabla 1. Herbicidas adecuados para su uso en arroz.

Herbicidaa Dosis kgi.a./ha Momento de aplicaciónb Sistema de cultivoc


Bensulfuron 0.05-0.07 Pre/Post AT, ASH
Bensulfuron + metsulfuron (F) 0.0165 + 0.0035 Post ASH
Bentazon 0.75-2.0 Post ASS, AT, AS,A OTT
Bentazon+ MCPA (F) 0.8+ 0.12 Post ASH AS
Bentazon+ propanil (F) 1-1.3+ 2-2.7 Post AT, ASH
Butachlor 2-3 Pre ASS
0.75-1.0 Pre AT
2.0 Pre AS
0.75-1.0 Presiembra/Pre ASH
Butachlor+ protector (F) 0.75 Pre ASH
2, 4-D 0.5-0.8 Pre/Post AT
Post ASH
Fenoxaprop 0.04-0.18 Post ASS, ASH
MCPA 0.5-0.8 Post ASS, AT, AS, ASH
Molínate 2.5-4.3 Presíemb./Post ASS, ASH
Molinate+ propanil (F) 2-2.3+ 2-2.3 Post ASS, ASH
Oxadiazon 0.75-1.5 Pre ASS
0.375-0.5 Pre AT

0.5-1.0 Pre AS
Oxadiazon+ propanil (F) 0.5+ 1.5 Post ASS, AS
Oxyfluorfen 0.24 Pre ASS, ASH
0.48-0.72 Pre/Post AS
Pendimetalin 1.3-1.8 Pre ASS
1-1.5 Pre AT
1-1.5 Pre AS
Pendimetalin + propanil (F) 2.6 + 1.07 Post temprano ASS, ASH
Piperophos + 2, 4-D (F) 0.33-0.5 + 0.17-0.25 Pre AT
Pretilachlor 0.45-0.50 Pre AT
Pretilachlor + protector (F) 0.3-0.45 Pre ASH
Propanil 2-3.6 Post AT, ASH
3-6 Post ASS, AS
Pyrazosulfuron 0.015-0.030 Pre/Post AT, ASH
Quinclorac 0.25-0.50 Post ASS, AT, ASH
Sethoxydim 0.2 Post ASS, ASH
Thiobencarb 3-4 Pre ASS
0.9-1.5 Pre AT
0.9 Presiembra/Pre ASH
Thiobencarb + 2, 4-D (F) 0.6-1.0 + 0.2-0.3 Pre AT
Thiobencarb + propanil (F) 0.5 - 1.0 + 1.4 - 2.8 Post temprano ASS, AT, ASH

a
(F) = mezcla del fabricante.
b
Pre/Post = pre-emergente o post-emergente temprano.
c
ASS = arroz sembrado en seco (sembrado en seco en suelo seco, donde el agua se
acumula), AT = arroz de trasplante, AS = arroz de secano (sembrado seco en suelos con
drenaje libre), ASH = arroz sembrado húmedo (semillas pre-germinada sobre suelo
fangueado).

Conclusiones

Referencias

Los métodos culturales seguirán siendo parte integral de los programas de control de
malezas, los que no tan sólo ayudan a reducir el crecimiento de éstas, sino que son
igualmente beneficiosos para mejorar el establecimiento de las plántulas de arroz y su
crecimiento. Un cultivo vigoroso de arroz inhibirá muchas malezas y minimizará la
necesidad de su control.

La flora de malezas y su grado de infestación son regidos por varios factores, tales como
el método de preparación del terreno y la profundidad del agua de riego en el campo. Con
una buena preparación del terreno y un buen manejo del agua se reducirá hasta un
mínimo absoluto o no será necesario del todo una operación adicional de control de
malezas en arroz de trasplante.

Hasta la llegada de los herbicidas, las prácticas culturales y el control manual de malezas
fueron los métodos virtualmente únicos de eliminación de plantas indeseables. Estos
métodos son aún válidos e importantes, pero requieren ser integrados con el uso racional
de herbicidas a fin de mejorar el control de las malezas, la mas importante limitante de la
producción agrícola en muchos países.

Agradecimientos. Se expresa gratitud al Dr A. Fischer, CIAT, Cali, Colombia; al Sr Ho


Nai Kin, de la Autoridad de Desarrollo Agrícola de Muda, Telok Chengai, Alor Setar,
Kedah, Malasia; al Dr Duong Van Chin, del Instituto de Investigaciones de Arroz del Delta
Cuu Long (CLRRI), Omon, Hau Giang, Vietnam; al Dr D. Johnson, WARDA, Costa de
Marfil; y a numerosas compañías químicas en Filipinas al proporcionar la información para
la inclusión de la tabla de herbicidas.
Referencias

Denning G.L., S.K. Jayasuriya y B.A. Huey 1983. Constraints to the adoption of new weed
control technology in rice. En "Weed Control in Rice", International Rice Research
Institute. Los Baños, Laguna, Filipinas, pp 345-361.

Estorninos L.E. Jr. y K. Moody 1983. The effect of plant spacing on weed control in
transplanted rice (Oryza sativa). Philippine Journal of Weed Science 10: 77-89.

Guyer R. y M. Quadranti 1985. Effect of seed rate and nitrogen level on the yield of direct
wet-seeded rice. Proceedíngs 10th Asian-Pacific Weed Science
SocietyConference, Chiangmai, Tailandia, pp 304-311.

Heinrichs E.A., F.V. Palis, K. Moody y G.B. Aquino 1987. The effects of timing of butachlor
application on the economics of direct-seeded rice production. Journal ofPlant Protection
in the Tropics 4: 95-100.

Kim S.C. y K. Moody 1980. Reduced plant spacing for weed suppression in transplanted
rice. Proceedíngs 1980 British Crop Protection Conference - Weeds,Brighton, Inglaterra,
pp 383-388.

Moody K. 1977. Weed control in rice. Lecture note No. 30 5th BIOTROP Weed Science
Training Course, 1977, Kuala Lumpur, Malasia, pp 374-424.

Moody K., L.E. Estorninos Jr., D.C. Navarez y L.L. Roa 1983. Effect of weed control
practices applied to transplanted rice (Oryza sativa) on succeeding
crops. Philippine Journal of Weed Science 10: 65-76.

Rao A.N. y K. Moody 1988. Weed control in rice seedling nurseries. Crop
Protection 7: 202-206.

Regional Network of Agricultural Machínery (RNAM) 1983. Testing, evaluation and


modifícation of weeders. Economic and Social Commission for Asia and Pacifíc
Technology, Series 11, University of the Philippines at Los Baños College, Laguna,
Filipinas.

Ruthenberg H. 1977. The adoption of agricultural production services to changing


circumstances: Some considerations based on the experience with projects in tropical
Asia. Agriculture Administration 4: 131-148.

Stone J.D. y L.P. Pedigo 1972. Development and economic injury level of the green
cloverworm on soybean in Iowa. Journal Economic Entomology 65: 197-201.

Manejo de malezas en trigo y cebada


Introducción
Control de malezas
Referencias

R.L. Zimdahl

Introducción

Las estrategias preventivas, primera fase del manejo de malezas, no son complejas y
constituyen la base de las buenas prácticas agronómicas. El primer paso de prevención
es idéntico para todos los cultivos de granos pequeños, o sea semillas de la planta
cultivable libre de malezas. El uso de las combinadas y la maquinaria de labranza
itinerante son fuentes de semillas de malezas y deben limpiarse antes de abandonar cada
campo o finca. Las malezas se deben controlar en las orillas o bordes de campos y
carreteras, ya que son fuentes de nuevas infestaciones en los campos. Los camiones y
carretas usados para transportar granos se deben cubrir para evitar la diseminación por el
viento de las semillas de malezas a partir de grano sin limpiar.

Control de malezas

Métodos de control

Las malezas se pueden manejar a través de métodos culturales, cuyos resultados varían
entre regiones y años. Los métodos de rotación, selección de variedades, fecha de
plantación, momento y tipo de labranza, etc., son practicados por todos los agricultores,
cuyos efectos no han sido cuantificados. Por ejemplo, existen pocos datos cuantitativos
sobre la competitividad relativa de malezas y cultivos específicos. Estos datos ayudarían a
establecer el valor de la selección del cultivo y la variedad, así como la rotación en el
manejo de malezas (Donald y Nalewaja 1990).

Por muchas razones los agricultores desean sembrar temprano, ya que la fecha de
siembra afecta el manejo de las malezas. Mientras más temprano se siembre un cultivo,
menos tiempo habrá disponible para cualquier tipo de desyerbe antes de la siembra y
mayores oportunidades para que las malezas germinen y crezcan a la par del cultivo. El
retraso de la siembra invernal de trigo hasta que las malezas emergidas se puedan
destruír mediante una labranza ligera, es una técnica no costosa de manejo de malezas.
Por otra parte, una población de cultivo de brotación rápida, vigorosa y densa es una
técnica importante de manejo de malezas. Por ejemplo, la siembra temprana de trigo
primaveral puede permitir el desarrollo del cultivo antes de que germine el rabo de zorra
(Setaria spp.).

El trigo normalmente se siembra en surcos a 17.5 cm con lluvia o irrigación adecuada y en


surcos de alrededor de 35 cm en condiciones de secano. Estas distancias son prácticas
agronómicas aceptadas y no son fáciles de cambiar por razones de manejo de malezas.
En Canadá, al aumentar la densidad de siembra del trigo desde 63 hasta 135 kg/ha, el
número de plantas de avena loca disminuyó en un 35% (Friesen 1973). La siembra de
100 o 134 kg/ha de trigo redujo la competencia de la avena loca y de la mostaza silvestre
(Brassica kaber (DC.) L.C. Wheeler) comparado con 60 kg/ha de norma de siembra
(Grafstrom 1982). En Dakota del Norte, el aumento de la densidad de siembra del trigo
desde 50 hasta 150 kg/ha redujo el rendimiento de semillas de la maleza Polygonum
convolvulus L. a densidades de 54 hasta 215 plantas/m2 (Miller y Nalewaja 1983). La
siembra demorada, independientemente de la densidad, permite que las malezas
germinen y sean controladas mediante la labranza de pre-siembra, pero el rendimiento
generalmente es inferior (Holm y Kirkland 1986). La siembra demorada de trigo primaveral
también aumenta el riesgo de daños por heladas de otoño y de un clima pobre durante la
cosecha (Hunter et al. 1990). Aunque la manipulación de la densidad y el momento de
siembra son técnicas probadas de manejo de malezas (Holm y Kirkland 1986), ninguna de
ambas podrían ser económicamente recomendables en algunos sistemas de cultivo.

La manipulación de la distancia entre surcos del trigo puede ser un método factible de
manejo de malezas en algunos sistemas de cultivo, ya que la disminución de la distancia
eleva su habilidad competitiva (Nalewaja 1981). En Canadá, la producción de semillas de
avena loca se redujo más cuando el trigo primaveral se sembró a 15 cm en comparación
con 30 o 60 cm de distancia entre surcos (Sharma et al 1983). La producción de semillas
de la avena loca sin competencia me de 85 g/m2, pero cuando competía con trigo
sembrado a 15 cm entre surcos me solamente de 7 g/m2.

La quema se ha usado para controlar infestaciones de malezas gramíneas anuales de


invierno. Esta práctica seca el suelo y así mejora la efectividad de la labranza, pero el
suelo desnudo eleva el riesgo de erosión.

Una correcta preparación del terreno de siembra, la selección de variedades, la semilla


limpia y la atención cuidadosa en pro de una fertilidad óptima para producir una rápida
brotación de plantas vigorosas, contribuyen al manejo de las malezas. Muchos
agricultores conservan semillas de granos pequeños de año en año para ahorrar dinero.
Con poca o ninguna limpieza, las semillas de malezas permanecen como contaminantes,
que después serán diseminados a través de la siembra.

Los datos en la Tabla 1 muestran que en la medida que la densidad del raigras o balico
italiano del centeno (Lolium multiflorum Lam.) se incrementa, el rendimiento del trigo se
reduce y las variedades semi-enanas tuvieron menos producción que las variedades de
porte alto, a la misma densidad de la maleza (Appleby et al.1976). Estos datos también
destacan la importancia de la selección de la variedad, el follaje y la competitividad del
cultivo.

Tabla 1. Rendimiento de cuatro variedades de trigo con tres densidades de Lolium


multiflorum (Appleby et al. 1976).

Altura de la variedad Densidad del raigras (plantas/m2) Rendimiento de trigo (kg/ha)


Alta 0 2752
33 2240
83 1984
Alta 0 3488
33 2600
90 2408
Semi-enana 0 2704
33 1968
80 1696
Semi-enana 0 3080
37 2280
83 1880

Las variedades semi-enanas tienen un follaje más abierto, lo que permite que una mayor
luminosidad llegue a las malezas y que L. multiflorum sea más competitivo. Así, la altura
de la planta está correlacionada con la competitividad del trigo (Ammon 1979: Appleby et
al. 1976). Las variedades de tallos más pequeños son menos competitivas que las de
tallos más altos (Wall 1983), mientras que aquellas productoras de más tallos son más
competitivas (Challaiah et al. 1983). No obstante, existe una correlación negativa entre la
altura y el rendimiento en un grupo de variedades de trigo (Fischer y Wall 1976). Los
agricultores no escogen las variedades por el manejo de las malezas, pero su efecto no
se debe ignorar.

La rotación de cultivos rompe el ciclo de vida de las malezas y permite el uso de técnicas
de manejo adaptadas a diferentes cultivos. La rotación con otro cultivo es un medio
efectivo de manejar las gramíneas anuales de invierno en trigo invernal o gramíneas
anuales de verano en trigo primaveral (Ali y Johnson 1981). La rotación de cultivos es una
buena práctica de manejo de malezas, ya que cada cultivo tiene su propio grupo de
prácticas culturales, que crea nichos para ciertas malezas. La rotación cambia los nichos
disponibles y afecta a las malezas. Aunque no hay datos al efecto, es ampliamente
aceptado que las leguminosas en rotación incrementan el rendimiento del trigo (Donald y
Nalewaja 1990).

Métodos mecánicos

Cuando se están preparando terrenos para granos, existe una amplia opción de técnicas.
Tradicionalmente el suelo se araba, pero eso ya no es tan común y la labranza puede ser
dañina. El trigo duro rojo primaveral rindió menos después de la arada de otoño que
después de la labranza de primavera, en Dakota del Norte (Donald y Nalewaja 1990). La
secuencia y tipo de labranza de pre-siembra está influído por el tipo y condición del suelo,
estado del tiempo prevaleciente, aperos de labranza disponibles y preferencia del
agricultor. La labranza de pre-siembra consiste de la arada a 20-40 cm de profundidad,
uso del disco hasta 15 cm de profundidad, la labranza superficial a 2-5 cm de profundidad
o la no labranza y siembra directa. Cada una de estas operaciones y sus momentos de
ejecución afectan la presencia y abundancia de las malezas. La labranza de pre-siembra
es el método de control mecánico de malezas más ampliamente practicado y la base del
control cultural (Hunter et al. 1990). En climas templados, la labranza de primavera
temprana estimula la germinación de las semillas y las plántulas se pueden controlar
mediante labores posteriores. La labranza poco profunda de otoño se recomienda para
promover la germinación de las semillas y controlar las malezas anuales de invierno
(Hunter et al. 1990), sobre todo cuando abunda la humedad del suelo (Geiszler 1957).

La no-labranza y la labranza poco profunda sin inversión del suelo elevan la incidencia de
malezas perennes y reducen las anuales (especialmente las especies de hoja
ancha). Stellaria media (L.) Vill.) es una excepción de esta regla. Los métodos de no-
labranza incrementan la incidencia de malezas gramíneas anuales, como avena silvestre
(Avena spp.). Bromus spp., Poa annua L., Secale cereale L. y Aegilops cilindrica Host. La
arada y el pase de disco son apropiados para prevenir la propagación de malezas
perennes, pero ninguno de estas operaciones controla efectivamente al Cirsium
arvense (L.) Scop.. La arada es un 10-20% más efectiva que el pase de disco o labranza
poco profunda, pero su práctica trae raíces y rizomas previamente enterrados a la
superficie del suelo, donde de nuevo crecerán. Después de la arada o sin ésta, la
labranza temprana del terreno para la siembra del trigo estimula la germinación de
semillas de malezas anuales y las plántulas entonces pueden ser controladas mediante
labores posteriores.

La labranza de rastrojos, en campos donde se ha cosechado grano, puede ayudar a


combatir malezas gramíneas perennes portadoras de rizomas, como Etytrígia repens (L.)
Nevski, así como evita que algunas malezas anuales produzcan semillas. Si esta labranza
se realiza en un momento erróneo o las malezas sobreviven a la labranza, la situación
puede empeorar. Por ejemplo, la labranza de rastrojos inmediatamente después de la
cosecha podría enterrar semillas de avena loca para así prevenir pérdidas por causas
naturales (p.ej., por tiempo frío). Las plántulas de malezas anuales de invierno,
como Bromus tectorum L., sobreviven fácilmente la labranza poco profunda, sin inversión
y con incorporación parcial.

El barbecho o el barbecho combinado con la labranza es una técnica efectiva de manejo


de malezas. Las plántulas se pueden eliminar con labranza, pero ésta solo controla
algunas semillas germinadas y plántulas brotadas.

Métodos biológicos

Existen pocas técnicas disponibles de control biológico de malezas para su uso en


cereales. El uso de la enfermedad endémica antracnosis para controlar Aeschynomene
virginica (L.) H.S.B. en el arroz es un ejemplo. La investigación sobre técnicas biológicas
para el control de la maleza Cirsium arvense con el uso Sclerotinia sclerotíorum en
cereales está progresando (Strobel 1991). Una raza de Colletotrichum
gloesporiodes puede ser pronto comercializada para el control de Malva rotundifolia L. en
cereales en los EE.UU. y Canadá. Estos agentes deberán ser integrados con las técnicas
de control actualmente en uso.

Métodos químicos

Los herbicidas generalmente son seguros, eficientes y rentables, pero solos no resolven
todos los problemas de malezas; estos deben ser pane de un programa de manejo total
de malezas. Para una máxima efectividad, los herbicidas se deben aplicar cuando las
malezas son jóvenes y susceptibles, y antes que reduzcan los rendimientos.

La información sobre una correcta aplicación es esencial y se tienen que cumplir las
instrucciones de las etiquetas. La mezcla de herbicidas que poseen diferente modo de
acción puede ampliar el espectro de control de malezas y reducir las dosis de uno o de
ambos componentes en la mezcla.

Para muchos problemas de malezas en trigo existen opciones de herbicidas que brindan
un buen control y seguridad para el cultivo si se aplican correctamente, en el momento y a
la dosis adecuada. La mayoría de los herbicidas de post-emergencia, absorbidos por el
follaje, requieren de malezas en activo crecimiento para un máximo de efectividad. El
crecimiento de las malezas se reduce por las temperaturas frías y por la sequía. Los
herbicidas activos en el suelo se afectan menos por la temperatura, pero su actividad se
reduce sobre suelo seco. El control exitoso de las malezas con herbicidas requiere de la
aplicación cuando las plantas son jóvenes.

Los agricultores deben conocer la maleza objeto de control, antes de seleccionar un


herbicida para su ulterior aplicación uniforme con una asperjadora correctamente
calibrada. La tabla 2 resume las cualidades de varios herbicidas que pueden usarse en
cereales. Esta tabla es solo orientativa, por lo que se deben consultar y cumplir las
recomendaciones específicas de las etiquetas y las exigencias locales de uso. La sección
siguiente es una breve discusión sobre algunos de los herbicidas más recomendados
para su uso en cereales o granos pequeños.

Metsulfuron es más efectivo cuando se absorbe a través del follaje, pero también se
absorbe a través de las raíces. Se apuede aplicar después del estadio de dos hojas y
antes de la formación de nudos de la planta. Siempre se requiere añadir un tensoactivo a
la solución final de aspersión. Restricciones sobre cultivos en rotación pueden tener lugar
debido a que el herbicida es persistente en el suelo. Su degradación en el suelo se hace
más lenta en la medida que se eleva su pH y no debe usarse en aquéllos con pH superior
a 8.

Chiorsulfuron controla muchas malezas anuales de hoja ancha y elimina algunas


gramíneas. Tiene actividad foliar, pero es más efectivo de ser absorbido por las raíces. Se
puede aplicar después del estadio de 2 hojas y antes de la emisión de la vaina foliar del
trigo. Para su aplicación se añade un agente tensoactivo. Restricciones sobre rotación de
cultivos pueden existir, ya que persiste en el suelo. No debe usarse si el pH del suelo es
superior a 8. Varios problemas de resistencia de malezas al chlorsulfuron han tenido
lugar, por lo que su uso se ha restringido.

Herbicidas usdos en cultivos de grano pequeño.

Herbicida Dosis Momento de aplicación y comentarios


rango/ha
Chlorsulfuron 2-23 g 7g Desde 2-hojas hasta vaina foliar. Desde estadio de 2-hojas
Metsulfuron-metil hasta justo antes del de vaina floral. En trigo durum desde el
estadio de 4-hojas hasta el de vaina foliar.
Thifensulfuron 35-42 g Trigo de invierno después del estadio de 2-hojas y antes de que
sea detectable el tercer nudo. Trigo de primavera desde estadio
de 2-hojas, pero antes de que el primer nudo sea visible.
Tribenuron 12-23 g Desde estadio de 2-hojas, pero no después de que sea visible la
primera hoja bandera.
Bromoxynil 0.25-0.5 kg Aplique post-em. hasta justo antes de vaina foliar.
Clopyralid 0.07-0.25 Control post-emergente de hojas anchas e inhibición del Cirsium
kg arvense.
Dicamba 0.1-0.15 kg Trigo de invierno después que se rompe la latencia en
primavera y antes que el trigo comience a formar nudos. Se usa
mejor en mezclas con otros herbicidas de hoja ancha.
2, 4-D 0.5-0.85 kg Aplique a plántulas de malezas después que ha comenzado de
lleno el ahijamiento (alrededor de 5 hojas) y antes del estadio de
vaina foliar. A menudo daña el trigo de invierno.
MCPA 0.25-0.5 kg Aplique a plántulas de malezas después que ha comenzado de
lleno el ahijamiento (alrededor de 5 hojas) y antes del estadio de
vaina foliar.
Diclofop-metil 0.85-1.4 kg Control post-emergente de avena silvestre y de algunas
gramíneas anuales en el estadio de 1-3 hojas.
Difenzoquat 0.7-1.1 kg Control post-emergente de avena silvestre en trigo sembrado en
otoño y cebada de primavera.
Fenoxaprop-etil 0.12-0.18 Control post-emergente de avena silvestre y de otras gramíneas
kg varias en trigo.
Imazamethabenz- 0.2-0.5 kg Control post-emergente de avena silvestre y de muchas
metil Brassicaceae.
Isoproturon 1.5-2.5 kg Control pre-emergente de avena silvestre y control pre y post-
emergente temprano de varias malezas anuales gramíneas y de
hoja ancha en trigo y cebada.
Triallate 1.4 kg Control pre y post-siembra de avena silvestre.

Thifensulfuron usualmente se comercializa en mezcla con tribenuron bajo el nombre de


'Harmony Extra' y tiene actividad pos-emergente sobre muchas malezas de hoja ancha y
sobre ajo silvestre (Allium vineale L.). Se puede aplicar después que el trigo tiene dos
hojas, pero antes de la emisión del tercer nudo. Las malezas de hoja ancha deben tener
menos de 10 cm de altura y las de ajo silvestre menos de 20 cm. Tiene poca o ninguna
actividad en el suelo y no tiene restricciones de rotación de cultivos dos meses después
de su aplicación.

Bromoxynil controla malezas anuales de hoja ancha y es completamente selectivo en las


gramíneas. Tiene acción de contacto y se puede aplicar desde el estadio de dos hojas
hasta inicios del estadio de vaina foliar, pero es más efectivo cuando se aplica antes del
ahijamiento mientras que las malezas sean pequeñas. Es importante una buena cobertura
de la aplicación. El tratamiento tardío reduce la cobertura indicada sobre el follaje de las
malezas. El uso de este herbicida está restringido por razones toxicológicas en algunos
países.

Dicamba es un herbicida post-emergente para el control de muchas malezas de hoja


ancha difíciles de controlar con 2, 4-D. En trigo de invierno, dicamba se puede aplicar
después del ahijamiento hasta el inicio de la formación de nudos. En trigo de primavera, la
aplicación se debe hacer antes del estadio de cinco hojas.

2, 4-D se absorbe foliar y radicalmente, es uno de los herbicidas convencionales para el


control de malezas de hoja ancha en cereales o granos pequeños. Su efecto es mejor
cuando las plantas no están sometidas a condiciones adversas de crecimiento. Las
formulaciones de ésteres penetran fácilmente en el follaje de la planta, especialmente
bajo condiciones frías y secas. Las formulaciones aminas son solubles en agua y no
penetran el follaje tan bien, pero tienen menor potencial de efectos de vapores y daños a
cultivos susceptibles adyacentes.

2, 4-D se aplica después del ahijamiento y antes de la formación de nudos. Los granos
pequeños pueden dañrse con 2, 4-D, MCPA o dicamba si la aplicación se realiza
demasiado temprano o demasiado tarde. 2, 4-D y MCPA se pueden usar al comienzo de
la maduración del grano para facilitar la cosecha, sin riesgo de daños, pero el beneficio
del control de malezas es mínimo. La tolerancia al MCPA es similar a 2, 4-D y el espectro
de control de malezas es similar, pero no idéntico.

Clopyralid usualmente se aplica con 2, 4-D o MCPA, como herbicida post-emergente para
apmliar el control de especies de hoja ancha y para eliminar Cirsium arvense.

Diclofop, difenzoquat, triallate e imazamethabenz-metil tienen cada uno sus


características singulares. Triallate es efectivo contra avenas locas y elimina gramíneas
anuales como Bromus spp. Se puede usar en pre-siembra o en pre-emergencia y se
absorbe solamente a través del brote del nudo del coleóptilo y no a través de las raíces de
la avena loca. Debe incorporarse al suelo para evitar las pérdidas por volatilidad y para
ubicarlo en la zona del suelo apropiada para su absorción por la avenas loca. El trigo se
debe sembrar por debajo del área de incorporación del herbicida.

Diclofop brinda control pos-emergente de avena loca y de algunas otras gramíneas


anuales cuando se aplica en el estadio de 1 a 3 hojas de las malezas. Difenzoquat se
aplica en pos-emergencia para el control de avena loca en estadio de 1-3 hojas en trigo
de primavera y de invierno. Sus dosis se elevan hasta 1.1 kg i.a./ha con el incremento de
las densidades de la avena loca.

Imazamethabenz es también un post-emergente para control de avena loca y de varias


crucíferas. La avena loca debe estar en el estadio de 1 a 4 hojas. El trigo tolera bien el
herbicida hasta el estadio de formación de nudos.

Referencias

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Manejo de malezas en cereales tropicales: Maíz, sorgo y mijo

Introducción
Maíz (zea mays L)
Mijo Perla (Pennisetum glaucum (L.) R.Br.)
Referencias

K. Ampong-Nyarko

Introducción
El maíz, el sorgo y el mijo, junto al arroz, son los cereales más importantes para el
consumo humano en los trópicos. Los bajos rendimientos del sorgo y el mijo en los
trópicos se deben a que se cultivan principalmente en condiciones de secano en regiones
semi-áridas (Norman et al. 1984). Un mejor control de las malezas en la producción de
cereales en los trópicos se necesita, el cual tiene que estar integrado dentro del sistema
general de producción de la finca, con dependencia mínima de insumos (Shenk 1986).

Maíz (zea mays L)

Los rendimientos del maíz en países tropicales rara vez son iguales a los logrados en
climas templados, lo cual se debe a varios factores, tales como altas temperaturas
nocturnas, estado del tiempo frecuentemente nublado y consecuentemente condiciones
de baja luminosidad, así como problemas de insectos, enfermedades y malezas
(Pendleton 1979). El maíz usualmente se asocia con cultivos anuales, como ñame,
malanga o taro, arbustos y árboles perennes.

Problemas de malezas

Las malezas, tanto anuales como perennes, son un problema mundial en el cultivo del
maíz. La baja tasa de crecimiento de las plántulas de maíz y la amplio distancia entre
surcos crea un ambiente ideal para el crecimiento de las malezas. El crecimiento
descontrolado de las malezas puede provocar pérdidas de rendimiento del grano de maíz
de hasta un 85% (Nieto 1970; Ampong-Nyarko 1984). En algunos casos el uso repetido
de algunas triazinas ha estimulado el incremento de malezas gramíneas con similar
fisiología y requerimientos para el desarrollo. Ejemplos de estas malezas gramíneas
problemáticas son Rottboellia cochinchinensis (Lour) W. D.
Clayton, Brachiaria spp., Digitaría spp., Panicum spp. y Paspalum spp.. La maleza
parásita Striga es un problema grave en algunas áreas.

Período crítico de competencia de las malezas. El período crítico de competencia de


las malezas en el maíz es desde 2 hasta 4-6 semanas después de la siembra (Nieto et
al. 1968; Ampong-Nyarko 1984).

Control de malezas

Preparación del terreno. La preparación del terreno debe asegurar un terreno libre de
malezas para la siembra. La labranza se debe realizar hasta una profundidad adecuada y
puede ser necesaria cuando especies perennes, como Imperata cylindrica (L.) Raeuschel,
sean un problema. Los rizomas deben ser extraídos mediante pases de rastra hacía la
superficie del suelo para facilitar su desecación.

Método de siembra. La siembra en surcos, lo más temprano que permitan las lluvias,
conducirá a un buen establecimiento del cultivo y a un mejor desarrollo del follaje, lo que
contribuye a inhibir a las malezas. Las variedades mejoradas de alto rendimiento,
resistentes o tolerantes a Stríga, a barrenadores del tallo y a enfermedades habitualmente
cierran temprano su follaje y son competitivas con las malezas.

Población de plantas. Altas densidades de plantas permiten la proyección de sombra


tempranamente, lo que reduce el crecimiento de las malezas. Densidades de plantas
desde 40 000 hasta 60 000 plantas por ha son deseables. Como regla general, las
variedades de maduración temprana, la siembra temprana, la fertilidad elevada y los
suelos con una buena capacidad de absorción de agua permiten una mayor densidad de
plantas (Pendleton 1979).

Fertilizante. Para obtener beneficios máximos de la fertilización se deben controlar las


malezas efectivamente. El fertilizante se debe aplicar dirigido a la planta cultivable para
evitar el estimulo del desarrollo de las malezas. La alta fertilidad permite al maíz competir
con malezas como el Cyperus rotundas.

Desyerbe manual. Un desyerbe manual realizado a las 4 semanas después de la


siembra, cuando la infestación de malezas no es muy alta, dará un control adecuado. En
campos con una alta densidad de malezas pueden ser necesarios dos desyerbes
manuales, a las 2-3 semanas y a las 6 semanas.

Herbicidas. Un grupo de herbicidas están disponibles para el control de malezas en maíz.


Atrazina a 1 kg i.a./ha normalmente se mezcla con herbicidas graminicidas. Una mezcla
de atrazina con pendimetalin es excelente para el control de malezas en el maíz.
Pendimetalin es el mejor herbicida para el control de R. cochinchinensis. Otros herbicidas
que se pueden usar en maíz son cyanazina, metolachlor, linuron, 2, 4-D, EPTC y
nicosulfuron (Tabla 1). Se ha sugerido que la aspersión de los herbicidas en bandas sobre
el surco, combinado con las labores de cultivo entre surcos, es adecuada para una
agricultura de bajos insumos.

Tabla 1. Herbicidas para el control de malezas en maíz

Herbicida Dosis (kgi.a./ha) Tratamiento


Acetolachlor 0.67-1.35 Pre
Alachlor 1.5 Pre
Atrazina 2-3 Pre
Chlortal-dimetil 6-10 Pre
Cyanazina 1-3 Pre
Dicamba 1-2 Pre
EPTC+ protector 3-6 PPI
Nicosulfuron 0.04-0.40 Post
Pendimetalin 1.5-2.0 Pre
2, 4-D 0.3-0.75 Post

Manejo integrado de Striga

Striga spp. dañan mucho a maíz, sorgo y mijo cultivados por los agricultores pequeños de
recursos limitados (Dogget 1984). Pérdidas de rendimiento de 70% son comunes bajo
condiciones de infestación severa (Dogget 1975; Mboob 1986). En Africa las pérdidas son
mayores en las zonas del Sahel y de Savanah. Los métodos de control de Striga son los
siguientes:

Variedades resistentes. La resistencia es la principal medida de control para los


agricultores pequeños, pero debe ser complementada con buenas prácticas culturales
(Dogget 1984). Se ha identificado la tolerancia a Striga de variedades autofecundadas e
híbridos de maíz en el UTA (Instituto Internacional de Agricultura Tropical (Kim et
al. 1991).

Fertilización. El fertilizante nitrogenado tiende a reducir la infestación de Striga mediante


la reducción del exudado de estimulantes por el cultivo, así como retrasando el desarrollo
de Striga y elevando la tolerancia (Parker 1984). El combate de Striga con estiércol de
corral es valioso, pero resultará necesario la adición de algún fertilizante nitrogenado
(Doggett 1984).

Desyerbe manual. La extracción manual de las plantas de Striga es beneficioso, ya que


ayudará a evitar alrededor de un 20% de pérdidas de rendimiento que ocurren después
de la emergencia de Striga sobre el suelo. Esta práctica también previene la floración de
las parásitas. El arranque manual y la escarda con azada son las prácticas más
comunmente usadas por los agricultores pequeños (Ampong-Nyarko 1989; Lagoke et
al. 1991).

Rotación de cultivos. El uso de cultivos trampas que inducen la germinación de las


semillas de Striga en rotación o como asocio con un cultivo susceptible se ha informado
que reduce la infestación de Striga (Parkínson et al. 1986). Tales cultivos trampas
incluyen algodón, bambara, cacahuete, caupí y soya.

SORGO (Sorghum bicolor (L.) Moench)

El sorgo, cultivado principalmente como cultivo de subsistencia, es un importante alimento


en los trópicos. Un grupo de factores biológicos, del ambiente, de manejo y socio-
económicos son responsables de los bajos rendimientos de este cultivo (Andrews et
al. 1984).

Problemas de malezas

Las plántulas de sorgo son comparativamente pequeñas y débiles y no compiten


favorablemente con las malezas. El cultivo puede estar creciendo en condiciones
relativamente áridas e infértiles, donde la competencia por la humedad y los nutrientes
puede ser crítica (Parker 1980). Las malezas no controladas pueden reducir el
rendimiento de grano hasta un 40-80 % (Enyi 1973; ICRISAT 1976). La maleza clave que
se presenta en sorgo, así como en maíz y mijo, es la parásita seemi-
radícal Striga, mientras que otras especies como Sorghum halepense (L.) Pers, R.
cochinchinensis (Lour.) Clayton y Cyperus rotundus L. son importantes. Cynodon
dactylones un problema en el cultivo de sorgo sobre vertisols de la India (Aiström 1990).

Período crítico de competencia. El período crítico de competencia de las malezas con el


sorgo es durante los primeros 45 días desde la siembra.

Control de malezas

Preparación del suelo. La arada y los pases de rastra, cuando se realizan


cuidadosamente, destruyen muchas plántulas de malezas en el suelo y son
especialmente efectivos contra especies perennes con sistemas de rizomas o tubérculos,
p.ej. Imperata cylindrica.
Momento de siembra. La siembra temprana, en un terreno libre de malezas, brinda a las
débiles plántulas de sorgo una ventaja temprana de competencia. La siembra temprana
también reduce el daño de la mosca del tallo de sorgo Atherígona soccata. La siembra
temprana, a inicios de la estación y la siembra en surcos, en lugar de voleo, son medidas
que pueden ayudar al control de malezas (Alström 1990).

Población de plantas. Una población de sorgo bien establecida desarrollará rápidamente


un follaje que inhibirá el desarrollo de las malezas, pero una alta población de plantas
puede provocar un agotamiento temprano de la humedad disponible. El sorgo de grano
cultivado a distancia estrecha entre surcos, de alrededor de 60 cm, fue poco afectado por
la competencia con las malezas durante su ciclo completo (Smith et al. 1990). Las fallas
de población del cultivo se deben evitar mediante un eficiente establecimiento de la
densidad de plantas como forma efectiva de regular el crecimiento de las malezas
(Alström 1990).

Fertilizante. El fertilizante estimulará el vigor del sorgo contra las malezas. La capacidad
de respuesta del sorgo a la aplicación de nitrógeno es afectada por la humedad del suelo
y muchos otros factores, como una alta población de plantas, lo que puede causar un
temprano agotamiento de la humedad disponible en el suelo (Myers 1978).

Variedades. Son deseables variedades resistentes a Stríga, enfermedades e insectos,


con alta capacidad de ahijamiento, respuesta a la población, altura mediana e
insensibilidad al fotoperíodo, pero también deben ser competitivas contra las malezas.

Desyerbe manual. El desyerbe manual temprano es necesario si se quieren evitar los


problemas de diferenciar las malezas gramíneas de las plántulas de sorgo. Dos
desyerbes manuales, el primero a las 2 semanas y el segundo a las 5 - 6 semanas
después de la siembra brindará un control adecuado. Siempre que el cultivo esté
sembrado en surcos, las labores de cultivo entre surcos mediante equipos y aperos de
labranza con tracción animal facilitan un desyerbe más rápido sobre suelos apropiados
(Parker 1980).

Herbicidas. El número de herbicidas disponibles para el control de malezas en sorgo no


es amplio (Parker 1980). 2, 4-D no es seguro en pre-emergencia, pero se recomienda a
0.25-1.0 kg i.a./ha en pos-emergencia como tratamiento total, cuando el cultivo tiene de
10-30 cm de altura, para el control de malezas anuales de hoja ancha. Metolachlor no es
selectivo en sorgo, pero se puede usar en mezcla con sustancias protectoras como
oxabetrinil. Otros herbicidas selectivos son propachlor, usado solo o en mezclas con
propazina. Propazina más atrazina a 1.8-2.0 kg i.a./ha produjeron buen control de
malezas en una producción de sorgo semi- mecanizada en la savana Nigeriana (Ogunbile
y Lagoke 1989). Por otra parte, se ha informado que la aplicación de atrazina sola o en
mezclas ha deprimido fuertemente al sorgo (Ramakrishna et al. 1991). Fluchloralin a 0.5-
0.9 kg i.a./ha, aplicado en pre-emergencia, produjo buen control de malezas y los
rendimientos del sorgo fueron similares a los de las parcelas desyerbadas (Abraham y
Singh 1981).

Manejo integrado de Striga. Striga spp. causan mucho daño al sorgo cultivado por
agricultores pequeños de recursos limitados (Dogget 1984). Los métodos de control
de Striga en sorgo y mijo son similares a los del maíz. Vea la sección de Maíz arriba, así
como el Capítulo 7 sobre Malezas Parásitas.
Mijo Perla (Pennisetum glaucum (L.) R.Br.)

El mijo perla junto al sorgo fueron los cereales predominantes en la mayor parte de Africa
antes de la introducción y propagación generalizada de cultivo del maíz (Andrews et
al. 1984). Este es un cereal importante de los sistemas de cultivo en condiciones límites
de agricultura árida, en climas tropicales húmedos y secos (Norman et al. 1984). El mijo
perla se cultiva en asociación con sorgo, cacahuete, caupí y Cajanus cajan. En Africa
Occidental el sistema es más complejo, ya que se cultivan mijos tempranos no
fotoperiódicos conjuntamente con variedades fotoperiódicas, de maduración tardía.

Problemas de malezas

La cariopside del mijo perla es pequeña, responsable de muchos problemas para el


establecimiento del cultivo en el campo, especialmente en suelos secos con formación de
costras (Norman et al. 1984). El mijo perla generalmente se cultiva en bajas poblaciones
en condiciones semi-áridas de secano, por lo que es muy susceptible a la competencia de
las malezas. Se han informado pérdidas de rendimiento por la competencia de las
malezas durante todo el ciclo del cultivo de 60-70 % (Uppal et al. 1969; ICRISAT 1978). Al
igual que en sorgo y maíz, Singa es un problema principal de malezas en el mijo perla.

Período crítico de competencia de malezas. El período crítico de competencia de


malezas en el mijo perla es durante los primeros 15 a 30 días.

Control de malezas

Preparación del terreno. La preparación del terreno debe aportar un ambiente libre de
malezas para el establecimiento de las pequeñas semillas de mijo perla. La preparación
del lecho de siembra debe propiciar que el mijo domine a las malezas. Los cultivos
tempranamente establecidos se hacen más competitivos contra las malezas (Alström
1990).

Método de siembra. Como las semillas de mijo son pequeñas, éstas se deben sembrar a
menor profundidad que otros cultivos, como maíz. Un buen método de control de malezas
es sembrar el cultivo solo a la profundidad necesaria para obtener un buen ambiente de
germinación. Una plántula emergiendo de una mayor profundidad es débil y menos
competitiva contra las malezas (Alström 1991).

Población de plantas. El macollamiento es muy importante en el mijo perla, ya que los


cultivos se desarrollan generalmente en bajas poblaciones en condiciones semi-áridas de
secano (Norman et al. 1984). Los tallos laterales pueden contribuir hasta un 50% del
rendimiento total del mijo perla cultivado bajo condiciones de lluvia natural (Rachie y
Majmumdar 1980).

Fertilizante. Donde la humedad del suelo no sea un limitante, el mijo perla responderá
bien a niveles altos de nitrógeno. El vigor temprano de las plántulas, la tasa de
crecimiento y la competencia contra las malezas se afectan por el estado de fertilidad del
suelo. Cuando no se usan fertilizantes, la inclusión de un cultivo de leguminosa en la
rotación producirá efectos beneficiosos sobre la disponibilidad del nitrógeno (Egharevba
1978).
Desyerbe manual. La presencia de malezas produce la mayor parte de las pérdidas de
rendimiento desde 15 hasta 30 días para el mijo perla (Rathee y Malik 1990). De uno a
dos desyerbes manuales serán adecuados para controlar las malezas en el mijo perla. El
primer desyerbe se debe realizar tempranamente para evitar el problema de diferenciar
las malezas gramíneas de las plántulas del cultivo.

Herbicidas. Al igual que en el sorgo, el número de herbicidas para el control de malezas


en el mijo perla no es amplio. La aplicación en bandas de atrazina o propazina a dosis
bajas propiciaron el incremento de los rendimientos del mijo perla en una producción
temprana basada en tracción animal (Carson 1987). Oxadiazon en pre-emergencia, a
0.75 kg i.a./ha, produjo un control más efectivo de las malezas y fue menos fitotóxico que
pendimetalin (Singh y Yadav 1990).

Manejo integrado de Striga. Al igual que en sorgo y maíz, Striga es una de las
principales malezas que limita la productividad del mijo perla. Esta maleza se puede
manejar de manera similar a como se ha descrito anteriormente para sorgo y maíz.

Referencias

Abraham C.T. y S.P. Singh 1981. Weed management studies in sorghum/legume


intercropping systems. Resumenes de trabajos, Conferencia Anual de la Sociedad

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