A La Costa de Luis 1
A La Costa de Luis 1
A La Costa de Luis 1
Martínez:
Argumento
Esta novela de fuerte contenido social, narra la historia ubicada a finales del siglo XIX,
cuando los "montoneros" estaban en lucha permanente con los gobiernos
conservadores de la época, en la ciudad de Quito, Luciano de ideas liberales y Salvador
proveniente de una familia católica se conocen en la universidad y se convierten en
entrañables amigos, a pesar de pertenecer a diferentes ideologías.
https://www.youtube.com/watch?v=l5JjjXg4Fp8
Personajes
Principales:
Salvador Ramírez: joven estudiante quiteño hijo de un abogado de clase media
Luciano Pérez: hijo de un terrateniente serrano
Mariana Ramírez
Beata Rosaura Valle
Camila: esposa fanática
Secundarios:
Doña Camila.
Don Jacinto.
Padre Justiniano.
Don Roberto.
Consuelo.
Señor Velásquez.
Fajardo.
Resumen corto
Don Jacinto Ramírez y Doña Camila eran padres de Salvador, de carácter manso y
pasivo, su hermana Mariana era el reverso de su hermano ambos criado con la
moral católica.
La amiga más íntima de doña Camila era doña Rosaura Valle, vieja solterona, una
figura repulsiva en la que sin dificultad se adivinaba la enemiga acérrima de la
belleza, de la alegría y de la juventud, acabada por los malos tratos de la vida.
Rosaura iba de tarde en tarde a tratar de convencer a Doña Camila para que obligue
a su hija Mariana a dedicarse completamente a los asuntos de la iglesia. Poco a
poco la muchacha se creó una gran ilusión con el padre Justiniano.
Pero el reencuentro dura muy poco porque Luciano debía viajar a Europa y Salvador
debía refundirse en una hacienda donde consigue trabajo. Ahí se gana la confianza
de don Roberto, el amor de su hija Consuelo y el odio de Fajardo que pretendía
desde hace mucho tiempo a la joven. Pasado el invierno llegó el dueño de la
hacienda, el señor Velásquez, se enteró de todas la maldades que hacia Fajardo a
Salvador, y enterándose del romance ayuda a los jóvenes para unirse en
matrimonio. Siete mese habían pasado todo era dicha y felicidad, Salvador no se
había sentido más feliz en su vida y a hora tendría otra dicha, pronto iba a ser padre,
pues Consuelo le había confesado que llevaba en su vientre el fruto de su amor.
Pero una mañana de febrero, Salvador le cuenta a Consuelo que estaba enfermo,
acostado en una cama poco a poco fue agravando. Consuelo, amor mío, decía
Salvador, perdóname si te hago sufrir, pero debo decirte que muero. De la ventana
se divisaba el ancho Guayas, y el majestuoso Chimborazo, eran las cuatro de la
tarde cuando abrió la puerta un hombre alto, musculoso y bien vestido, era su amigo
Luciano.
He averiguado por ti. Y ahora vengo a verte, pero en que estado, ¡Dios santo¡
No concluyó la frase...