Moda, Capitalismo y Subjetividad
Moda, Capitalismo y Subjetividad
Moda, Capitalismo y Subjetividad
&
SUBJETIVIDAD
El Astrolabio 17(1), enero-junio 2018, pp.33-47
33 ARTICULO DE REFLEXIÓN
RESUMEN
Este artículo analiza los discursos e imágenes sobre la moda en Colombia en el siglo XX
y sus efectos sobre la producción de subjetividades afines al capitalismo. El capitalismo
requiere sujetos que sean aptos para el trabajo y dispuestos para el consumo. En este
sentido, la moda jugó un papel fundamental al funcionar como una máquina de deste-
rritorialización/reterritorialización de los afectos, emociones y deseos necesarios para el
consumo del mundo de mercancías desplegado por el capitalismo industrial. El artículo se
organiza sobre la diferenciación de dos momentos clave de la moda: el sistema de la moda
centenario que comprende las cinco primeras décadas del siglo XX y el sistema de la moda
“callejera” y juvenil predominante en la década de 1960.
SUMMARY
This article analyzes the discourses and images about Colombian fashion during the 20th
century, and its effects on the production of subjectivities related to capitalism. The capi-
talism requires subjects that are suitable for work and ready for consumption. Therefore,
fashion played an important role. It functioned as deterritorialization/reterritorialization
machine of the emotions and desires needed for the consumption deployed by industrial
capitalism. The article is organized in two key moments related to fashion. First, the
centennial fashion system comprising the first five decades of the twentieth century. And
secondly, the “street” and juvenile fashion system that prevailed in the 1960s.
dificación de estos mismos flujos apelando era aún precaria con relación a los países
a valores como lo novedoso, lo superfluo, lo industrializados. Tanto así que el trayecto
desechable y obsolescente. Nos encontra- entre Bogotá y Medellín resultaba más demo-
mos hoy en día inmersos y arrojados a una rado y costoso que entre Medellín y Londres.
estética del consumo incesante; deseosos
de una hiperestimulación perpétua de sen- En 1890 la duración del trayecto entre Hon-
saciones, emociones y novedades siempre da y Bogotá puede superar la del trayecto
cambiantes, tratando siempre de “ir más entre Honda y Londres; el transporte de una
allá de tus límites”, siempre innovando y mercancía entre Medellín y Bogotá resulta
reinventándo nuestro propio estilo.(Bauman, más caro que entre Medellín y Londres. Las
2008, pp.53-57) tarifas logran bajar sólo con la construcción
de las vías férreas; pero, a pesar de que en
Tal vez la mayor dificultad de esta investiga- los años 1872-1896 existen algunas líneas
ción fue el encontrar referencias académicas terminadas, hay que esperar hasta 1910 y el
sobre la moda en Colombia. En este sentido, auge del café para que la red se desarrolle
resultó paradigmático el texto de Santiago rápidamente. (Pecaut, 2001, p.54)
Castro-Gómez, Tejidos oníricos, en el que Solo con las exportaciones de café Colom-
dedica un breve fragmento al análisis de la
bia logrará integrarse al mercado mundial;
moda en Colombia a comienzos del siglo XX.
gracias a esto y a la indemnización por el
Hemos seguido sus indicaciones teóricas y
robo del Canal de Panamá conocida como
metodológicas: incluso hemos basado nues-
“La danza de los millones” de la década
tro análisis, al igual que él, en las imágenes
del veinte y los empréstitos de Estados
y discursos sobre la moda presentados en la
Unidos, se estimula la construcción de nue-
Revista Cromos. No sólo hemos ampliado el
periodo analizado, pues Tejidos oníricos se vas carreteras, ferrocarriles, acueductos,
ocupa del periodo 1910-1930, sino que hemos pavimentos y altos niveles de inversión
construido nuestro propio archivo de imáge- pública. Durante las primeras tres décadas
nes de la Revista Cromos y hemos procurado del siglo XX Colombia iniciará un incipiente
construir nuestros propios análisis. Por otra proceso de industrialización. Al igual que lo
parte, para el periodo posterior a los años ocurrido en Europa occidental un siglo an-
sesenta, utilizamos las hipótesis y el marco tes con el auge de la revolución industrial,
histórico ofrecido por Gilles Lipovetsky en el capitalismo fabril y urbano necesitó
su ensayo sobre la moda, El imperio de lo desterritorializar masas enteras de cam-
efimero. A pesar de que sus análisis se cen- pesinos para convertirlos en pobladores
tran en el contexto francés, el surgimiento urbanos y trabajadores disciplinados4. Este
de nuevos estilos, materiales y estéticas no movimiento demográfico puede apreciarse
se limitan al caso de Francia, sino que se ______
4. El nacimiento de la sociología en Europa en
trata de tendencias mundializadas que, a su la segunda mitad del siglo XIX se asentó sobre la
modo, también se expresaron en las regiones distinción comunidad/sociedad como un esfuerzo
por dar cuenta de la transformación en los modos
periféricas del sistema-mundo moderno. de vida feudales y campesinos por una nueva
organización social acorde al mundo industrializado.
En este sentido, podríamos decir que la sociología
DEL MUNDO COLONIAL/REPUBLICANO nace como un intento por comprender un doble
movimiento: por una parte, trata de entender los
AL MUNDO MODERNO efectos desterritorializadores que el mundo moderno
ejerce sobre el tradicional, y por otro lado, trata
Para finales del siglo XIX e inicios del XX Co- de explicar cómo las nuevas estructuras, lógicas y
sentidos del mundo moderno reterritorializarán los
lombia aún se mantenía fuera del espectro espacios, las lógicas y las subjetividades, hasta el
de la economía mundial, su infraestructura punto de configurar todo un nuevo espacio social.
las mercancías, simultáneamente prescribe una “exterioridad”. Desde finales del siglo XIX
las nuevas reglas estéticas vigentes para y comienzos del XX asistimos entonces a la
la forma “correcta” de vestir, de peinarse, generación de una ontología social marcada
de cuidar el cuerpo, de decorar la casa, de por la circulación permanente de capital y
consumir ciertos bienes culturales, de hablar trabajo, por la rapidez de los desplazamien-
tos corporales y por la consecuente modifica-
y expresarse, en suma, de cierto estilo de
ción de las percepciones. El hombre empieza
vida. Al hablar de moda se tiende a resaltar
a convertirse, en un ser-para-el-movimiento.
la historia del vestido (en ese sentido este
(Castro-Gómez, 2009, p.65)
trabajo no es la excepción), sin embargo, “la
moda no se ha mantenido, ni mucho menos, A través de la publicidad, la moda interpela
limitada al terreno de vestir. Paralelamente, a los sujetos e interviene sus deseos, afec-
con distinto grado y rapidez, otros sectores tos, expectativas y valoraciones del mundo,
-el mobiliario y los objetos decorativos, el tejiendo un tupido entramado de imaginarios
lenguaje y las formas, los gustos y las ideas, modernos donde se apela a la seducción, la
los artistas y las obras culturales- han sido belleza y la salud, el confort, la velocidad
ganados por el proceso de la moda, con sus y el éxito social. La intervención molecu-
caprichos y sus rápidas oscilaciones” (Lipo- lar6 sobre los cuerpos fue tal vez una de las
vetsky, 2011, p.24). mayores victorias del capitalismo sobre el
mundo tradicional: el capitalismo requiere
El nuevo mundo moderno elaboró todo sujetos deseantes ávidos de mercancias por
un entramado de valores simbólicos y de consumir. En este sentido, era necesario
imaginarios colectivos (estimulados por la descodificar una serie de valores asociados
llegada de los ferrocarriles, los automóviles al mundo colonial/republicano que resona-
y los aviones) que apelaban a la movilidad, ban con un ethos cristiano que se ocupa más
la velocidad y el cambio permanente. Lo del cuidado de las almas para su salvación y
tradicional fue asociado a valores como lo relega el cuerpo al terreno de lo mundano,
atrasado, rezagado, viejo, pesado y estático, inscribiéndolo en una gramática de la culpa y
mientras que, en contraste, ser moderno sig- el pecado. Gracias a la moda, el capitalismo
nificaba inscribir las lógicas de la velocidad y logró desplazar el deseo por el cuidado del
la movilidad en el propio cuerpo: hacer del alma y los peligros de la concupiscencia,
movimiento y el cambio un modo de ser, una por el deseo creciente de cuidar del cuerpo,
ontología social, una subjetividad, en suma, de hacerlo bello y saludable para exhibirlo
la cinésis como un ethos5. como signo de modernidad encarnada, es
decir, como prestigio y distinción frente al
El capitalismo (…) funciona mediante el es- anquilosado y oscuro mundo tradicional. En
timulo constante del movimiento, es decir, este sentido, la industria de la moda en Co-
opera mediante la desterritorialización. Pues ______
“moverse” significa, precisamente, romper
6. “Toda sociedad, pero también todo individuo, están
con los códigos legados por la tradición,
atravesados por dos segmentaridades a la vez: una
abandonar las seguridades ontológicas, dejar molar y otra molecular” (Deleuze y Guattari, 2002,
atrás el abrigo de las esferas primarias de p.218) En términos generales, la diferencia entre
estos dos términos nos es de tamaño, ni alude a la
socialización para salir tras la conquista de distinción micro/macro, sino al sistema de referencia
considerado: mientras lo molar se refiere a una “línea”
______ o forma, lo molecular hace referencia a un
“flujo” y, por lo tanto, carece de forma. En este
5. El Ethos hace referencia a la forma que adopta la sentido, lo molecular se refiere siempre a los flujos
subjetividad en un momento histórico determinado. a-significantes: sentimientos, emociones, afectos, deseo.
Imagen 2: Revista Cromos 107, marzo 23 de 1918. Fuente: Imagen 3: Revista Cromos 616, julio 7 de 1928. Fuente:
Hemeroteca Nacional. Hemeroteca Nacional.
oculte casi todo el cuerpo de los pies a la cuerpo femenino a través de la exaltación
cabeza, incluso el cabello se llevaba es- de su figura.
crupulosamente recogido bajo la mantilla
En las imágenes 2 y 3 podemos apreciar
de paño, excepto manos y rostro. La moda
cómo, en tan sólo un lapso de diez años, la
apela de forma creciente a la descodifica-
moda promovió una nueva grámatica cor-
ción del cuerpo y los afectos bajo el eterno
poral de visibilización:faldas más cortas,
lema de la libertad y el movimiento. Al
hombros descubiertos y cortes que resalta-
vetusto, anquilosado, oscuro y provincial
ban la naturalidad de la silueta femenina.
estilo evocado por la mantilla bogotana,
Así mismo, el cabello corto en las mujeres
se le opuso inicialmente el estilo de la
simbolizaba un ímpetud de libertad e inde-
Belle epoque venido directamente de París
pendencia.
y que evocaba, para la élites locales, un
imaginario moderno y cosmopolita. La re-
En su búsqueda incesante de mayor mo-
vista Cromos, en su sección “Elegancias”,
vimiento y libertad, la moda declarará la
comentaba las últimas tendencias de la
guerra a todo aquello que contravenga sus
moda de alta costura venidas directamente
ideales. Las primeras víctimas de esta dis-
desde París:
puta simbólica fueron la mantilla bogotana y
imágenes de mujeres vestidas con trajes luego el corsé, característico del estilo Belle
lujosos que delineaban su cuerpo evocando époque con sus enormes y rimbombantes
una S: pechos grandes y proyectados hacia sobreros, adornos y encajes excesivos y sus
adelante, cintura diminuta y trasero pro- típicas formas en S del talle ajustado en
nunciado caracterizaban cada modelo. El extremo que exaltaban la sinuosidad de la
corsé era el protagonista entre los atavíos silueta femenina. Aunque elegante y presti-
femeninos en una sociedad fracturada por gioso, este estilo resulta pesado e incómodo
la Primera Guerra Mundial. (García, 2016) para la mujer moderna al restarle libertad
de movimiento. En este sentido, Paul Poiret,
Frente a la mantilla, el corsé representaba famoso modisto parisino de inicios del siglo
la resignificación de la “belleza femenina” XX, atacó fieramente el uso del corsé pues
y su elegancia, definidas ahora por el lujo le parecía ridículo el busto curvo y el trase-
y el deseo de mostrar la sensualidad del ro prominente que producía. Poiret diseñó
La moda ha pasado de ser un signo de distin- espíritu de una época que añoraba la rebel-
ción de clase para convertirse en un signo de día, la sensualidad y el ánimo contestatario
estilización juvenil: la distinción pasa ahora de las mujeres frente al establishment del
por la encarnación de los valores asociados momento. No es casualidad que la minifalda
a la juventud y a la producción de una es- suela articularse a la píldora anticonceptiva
tética jóven. en tanto artefactos culturales que materia-
lizan el deseo de las mujeres por una mayor
Sin duda alguna, la juvenilización de la libertad e independencia. Aunque criticada
moda, a partir de la década de 1960, es la por un ícono de la moda como como Coco
característica más sobresaliente del nuevo Chanel, quien la calificaba de “horrenda”
estilo de la moda. Esta nueva tendencia de (Foreman, 2014), la minifalda logró ascender
la moda se sintetiza en la palabras de Yves y consagrarse dentro del mundo de la alta
Saint-Laurent: “Antes, una hija quería pa- costura. En 1965 el diseñador André Cou-
recerse a su madre. Actualmente sucede lo rrèges logra darle a la minifalda un estilo
contrario”. Más que ser jóven, el imperativo propio e incorporarla a la alta costura:
de la moda ahora es parecer jóven pues,
con sus botas de tacón plano, su blanco in-
“representar menos edad importa hoy en
maculado, sus referencias a colegialas con
día mucho más que exhibir un rango social”
calcetines y su dinamismo de geómetra, el
(Lipovetsky, 2011, p.135). Tal vez las dos
estilo Courrèges registra en la moda el as-
prendas emblemáticas de la moda prêt-a-
censo irresistible de los valores propiamente
porter y su ímpetu por la juvenilización del
estilo fueron el jean y la minifalda. Creado
en 1853 por el alemán Levi Strauss, el jean,
que originalmente estaba destinado a traba-
jos pesados, empezó a ganar valor simbólico
como signo de juventud y trasgresión en la
decada de los 50´s gracias a James Dean,
y su causa rebelde, y a la aparición de
movimientos culturales como los beatniks.
Sin embargo, es hasta la década del 60 que
esta prenda, sencilla y versátil, comenzará
a popularizarse como signo de juventud y re-
beldía. El jean ejemplifica cómo una prenda
de origen popular destinado al uso laboral
cotidiano es reconvertida y recubierta de
valor simbólico, para convertirse en un ar-
tefacto cultural emblemático que luego será
retomado por la alta costura. Cuando en
1966 Yves Saint-Laurent incorpora el jean a
sus colecciones afirma que “¡hay que bajar
a la calle!” queriendo decir con esto que la
alta costura debía inspirarse en la cultura
popular y consagrar ciertas prendas (Lipo-
vetsky, 2011, p.125). Un destino idéntico
tuvo la minifalda: creada en Londres en 1963 Imagen 6: Revista Cromos 2640, junio 17 de 1968. Fuente:
por Mary Quant, esta prenda expresaba el Hemeroteca Nacional.
dio o los conciertos, los nuevos estilos co- lo novedoso, vívido y colorido ha sido co-
menzaron a popularizarse sobretodo entre piado, imitado, calcado por el capitalismo
las clases altas urbanas y algunos sectores que imprimirá estas cualidades, de forma
privilegiados de la clase media. Películas calculada y políticamente inofensiva, en
como Semilla de maldad (The Blackboard las mercancías.
Jungle), Rebelde sin causa (Rebel Without
Cause) y Salvaje (The Wild One) impactaron EPÍLOGO: A MODO DE CONCLUSIÓN
a sectores de la juventud colombiana y tuvie-
ron efecto sobre su vestimenta y sus gestos. Pocos artefactos culturales expresan el
(Tirado, 2014, p. 167). Aunque no sólo el rock espíritu desterritorializador y descodifica-
ejerció su influencia sobre la moda, ritmos dor del capitalismo como la moda. Tal vez
como el A Go-Go, el Ye-Ye, la Nueva ola y esta profunda compatibilidad entre moda
la música protesta produjeron sus propios y capitalismo se deba a que ambas hacen
íconos y estrellas regionales como Enrique de la libertad su máximo corolario. La
Guzmán, Palito Ortega, Violeta Parra, Víctor caracterización del capitalismo como tra-
Jara, Silvio Rodríguez, Joan Manuel Serrat o bajo libre asalariado (Marx, 2011) implica
Mercedes Sosa. la libertad como condición de posibilidad
del capitalismo, esto, en la medida en que
Para la década del sesenta la moda juve- sólo un hombre libre (“libre” significa aquí,
nil y rebelde es ya exhibida en la revista libre de las ataduras del mundo feudal que
Cromos. Desde luego, los nuevos estílos no funcionaba sobre una lógica tradicional de
se presentaban en la sección Elegancias, lealtades y vasallaje) puede movilizarse y
destinada a la confección de alta costura, vender libremente su fuerza de trabajo al
sino que será la publicidad la encargada de mejor postor. La libertad pues, implicaba
exhibir los nuevos estilos de la moda que no la desterritorialización del campesino y la
dejará de copiar y apropiarse de los estilos descodificación de sus modos tradicionales.
contraculturales y sus códigos de significado La moda, por su parte, no dejará de invocar
(juventud, cambio, innovación, movimiento, la libertad de movimiento, la liberación
revolución) para adherirse sobre ellos, des- del cuerpo y su sensualidad, la elección
codificándolos de significado, para luego, del individuo y la renovación e innovación
recubrir las mercancías con estos mismos perpetuas: lo único duradero en la moda es
códigos ya desterritorializados. En 1965 la el cambio y el movimiento. Incesante movi-
Cerveza Club Colombia promociona su bebi- miento el de la moda que, estilo tras estilo,
da usando una joven y bella modelo al mejor descarta los viejos códigos del “correcto y
estilo de Violeta Parra o Joan Báez: prendas estilizado” vivir, para prescribir e imponer
de colores vivos, faldas largas, chaqueta de nuevas maneras de consumir novedosos
cuero y, por supuesto, la infaltable guitarra. estilos de vivir. ¡Hay que liberar el deseo!
Es poco o nada lo que el anuncio dice sobre Esta podría ser la consigna afirmativa de la
el valor de uso del producto: ni su precio, moda o del capitalismo: dar rienda suelta
ni sus propiedades, ni sus cualidades son a la sensualidad y la belleza, liberarnos de
descritos por el anuncio. En cambio, el las ataduras, ir más allá de nuestros propios
producto no dejará de ser recubierto de límites. La moda ha funcionado como una
“juventud” como nuevo valor simbólico que máquina de intervención molecular del de-
le imprime cierto dinamismo a la cerveza seo, que cada vez más radicaliza la libera-
y a quien la consume. Ahora la juventud, ción (léase: desterritorialización) de los
la innovación, el ir más allá de los límites, flujos de afecto, emoción, placer y deseo.
Diaz, D. (2008) Raza, pueblo y pobres: Las tres Tirado, A. (2014) Los años sesenta. Una revolución
estrategias biopolíticas del siglo XX en Colombia en la cultura. Bogotá: Debate.
(1873-1962) En: Castro, S y Restrepo, E. Genealo-
gías de la colombianidad. Formaciones discursivas
y tecnologías de gobierno en los siglos XIX y XX. Fuentes primarias:
Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana.
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