Derecho
Derecho
Derecho
Vistos:
En estos autos Rol Nº 1561-2002, del Décimo Segundo Juzgado Civil de Santiago, sobre
juicio ordinario de reivindicación de cuota hereditaria, caratulados "Jeffery Peet
Rosemarie Elizabeth con Soto Silva José Agustín y Asenjo Gálvez María Isabel", doña
Rose Marie Elizabeth Jeffery Peet, en representación de sus hijos menores de edad,
Eduardo Andrés y Carolina Beatriz, ambos Aguirre Jeffery, deduce demanda de
reivindicación de cuota hereditaria, solicitando se la acoja y se declare:
I.- a) que los demandantes son dueños no poseedores de una cuota ascendente a un
12,5% sobre el inmueble de calle Torres del Paine Nº 7424 y que corresponde al sitio 27
del plano respectivo, comuna de Las Condes; b) que los demandados, en virtud de la
inscripción de fojas 18.506 Nº 19.599 del Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Santiago, correspondiente al año 2002, son poseedores de dicha
cuota y c) que se condene a los demandados, a restituir, dentro de un plazo de 15 días
a contar de la fecha en que la sentencia definitiva quede ejecutoriada, y en subsidio en el
plazo que el tribunal determine, la cuota ascendente a un 12,5% sobre el inmueble de
calle Torres del Paine Nº 7424;
El juez suplente de dicho tribunal, por sentencia de cinco de junio de dos mil seis, escrita
a fojas 139, rechazó, sin costas, la demanda.
En contra del fallo de primer grado, los demandantes dedujeron recurso de apelación.
CONSIDERANDO:
Explica que al fallecer intestado don Eduardo Juan Aguirre Ayala, el 09 de septiembre
de 1993, los demandantes, hijos naturales menores de edad del causante, adquirieron
con la apertura de la sucesión el 12,5% de los derechos de dominio del inmueble de
calle Torres del Paine Nº 7424, comuna de Las Condes.
De este modo, se infringen los artículos 588, 951 y 988 del Código Sustantivo al
desconocer el dominio legítimamente adquirido por los demandantes respecto del
12,5% de los derechos del inmueble antes individualizado. Ello por cuanto uno de los
modos de adquirir que se encuentra reconocido en el Código Civil, es la sucesión
por causa de muerte. Luego, se transmiten los derechos a una persona a título
universal derecho
También resultan conculcadas las disposiciones contendidas en los artículos 682, 683 y
724 del Código referido, puesto que se desconoció el derecho de los demandantes
sobre el 12,5% de los derechos del inmueble de calle Torres de Paine. Esto por cuanto el
antecesor en el dominio de los demandados, señor Aguirre Saud, hermano de simple
conjunción de los demandantes por parte de padre, no pudo transmitir a éstos más
derechos de los que tenía y que luego de diversas operaciones, ascendían a un 87,5%
sobre la propiedad.
Igualmente, se vulneran los artículos 889, 892 y 1268 del Código Sustantivo, relativos a
la acción de reivindicación, la reivindicación de cuota y el derecho del heredero a
ejercerla, al rechazar la demanda de autos, por cuanto los actores son dueños de su
cuota en el inmueble cuyos derechos pretenden reivindicar.
Así, se ha cometido infracción a los preceptos legales antes señalados, pues de haber
sido aplicados correctamente se habría acogido la demanda de autos, por cuanto los
actores, Eduardo Andrés y Carolina Beatriz Aguirre Jeffery, en calidad de herederos
abintestato e hijos naturales del causante, fallecido el 09 de septiembre de 1993,
adquirieron el dominio de sus derechos sobre el bien de calle Torres del Paine en la
misma fecha. Por ende, siendo dueños de su cuota, los demás herederos no
pudieron disponer de más derechos de los que a su vez poseían en el referido
inmueble.
Por ello, solicita se acoja el presente recurso, se anule el fallo recurrido y acto seguido, sin
nueva vista, pero separadamente, se proceda a dictar sentencia de reemplazo por medio
de la cual se revoque el fallo de segundo grado y se acceda a la demanda de autos, con
costas;
SEGUNDO: Que previo a entrar al análisis del recurso conviene tener presente los
siguientes antecedentes que obran en el proceso:
a) Que con fecha 19 de abril de 2002, a fojas 7, doña Rose Marie Elizabeth Jeffery, en
representación de sus hijos menores de edad, Eduardo Andrés y Carolina Aguirre
Jeffery, deduce demanda de reivindicación de cuota de derechos hereditarios sobre
el inmueble de calle Torres del Paine Nº 7424, comuna de Las Condes, con el objeto
que se efectúen por el tribunal las declaraciones reseñadas en el párrafo primero de
esta sentencia. Explica que los demandantes son hijos naturales de don Eduardo Juan
Aguirre Ayala, fallecido el 09 de septiembre de 1993, correspondiéndole a sus hijos un
12,5% de los derechos en los bienes quedados a su fallecimiento.
No obstante ello, por resolución de catorce de octubre de mil novecientos noventa y tres
se concedió la posesión efectiva de los bienes del causante Eduardo Juan Aguirre
Ayala a su cónyuge sobreviviente, doña María Inés del Carmen Saud Peña, y a su hijo
matrimonial, don Juan Eduardo Aguirre Saud.
Explica que habiendo fallecido el causante de autos sin otorgar testamento, resulta
aplicable el artículo 988 del Código Civil, correspondiéndoles en conjunto un 12,5%
de los derechos sobre los bienes que componen la herencia, solicitando, entre otras
cosas, que se reconozca tal porcentaje sobre el inmueble sub lite.
b) Que una vez notificados los demandados con fecha 01 de agosto de 2003, como
consta a fojas 34, éstos concurren al procedimiento solicitando se proceda a citar de
evicción al vendedor, don Juan Eduardo Aguirre Saud.
Explica que con fecha catorce de octubre de mil novecientos noventa y tres se le
concedió la posesión efectiva de los bienes quedados al fallecimiento de su padre,
junto con su madre. La inscripción de la herencia se practicó en el año 1994 y a esa
fecha su parte no tenía conocimiento de la existencia de otros herederos. De este
modo, el 21 de junio de 1994, él y su madre, cónyuge sobreviviente del causante,
vendieron el inmueble de calle Torres del Paine, enajenación que significó sustraer
de la masa hereditaria el bien raíz. Si bien, con posterioridad, adquirió para sí el
mismo inmueble, con fecha 08 de septiembre de 1994, ello no significa que haya
regresado a la masa hereditaria, sino que, por el contrario, ingresó a su patrimonio,
procediendo a su venta con posterioridad. En consecuencia y atendido el mérito de los
antecedentes antes expuestos, aduce que la acción reivindicatoria es inoponible
contra terceros de buena fe, como es el caso de autos.
Acto seguido, sin deducir demanda reconvencional, hace presente que la acción de la
demandante se encuentra extinguida por haber operado la prescripción adquisitiva
del mismo derecho en favor de los demandados.
Finaliza argumentando que las acciones deben dirigirse contra los coherederos y no
contra terceros.
d) Que a fojas 83 se presentó escrito de réplica y a fojas 85 de dúplica, recibiéndose la
causa a prueba por resolución de veintitrés de junio de dos mil cuatro de fojas 93,
modificada por resolución de doce de noviembre del mismo año, de fojas 107,
estableciéndose como hechos substanciales, pertinentes y controvertidos, los
siguientes: 1.- Efectividad de que los demandantes son dueños de una cuota
determinada pro indiviso del inmueble ubicado en calle Torres del Paine Nº 7424,
comuna de Las Condes, Santiago; 2.- Si los demandados se encuentran en posesión
del inmueble individualizado, y de ser ello efectivo, fecha de inicio de la posesión y actos
que la acreditan; 3.- Si ha transcurrido en la especie el lapso de tiempo establecido
en la ley para declarar la prescripción solicitada; 4.- Efectividad de ser inoponible la
acción entablada por el demandante a los demandados.
- Que con fecha 23 de enero de 1990 y 25 de julio de 1985 nacieron doña Carolina Beatriz
y don Eduardo Andrés, ambos de apellidos Aguirre Jeffery, cuyo padre es don Juan
Aguirre Ayala.
- Que con fecha 09 de septiembre de 1993 fallece don Juan Aguirre Ayala.
- Que con fecha 14 de octubre del año 1993 el 28º Juzgado Civil de Santiago otorgó la
posesión efectiva de los bienes quedados la fallecimiento del causante a su hijo
legítimo don Juan Aguirre Saud, sin perjuicios de los derechos que le correspondían a
la cónyuge sobreviviente doña María Saud Peña, resolución inscrita a fojas 9317 Nº 8099
del año 1994 del Conservador de Bienes Raíces de Santiago.
- Que don Juan Aguirre Saud y doña María Saud Peña obtuvieron la inscripción
especial de herencia del inmueble de calle Torres del Paine Nº 7424 mediante
inscripción a fojas 9317 Nº 8100 del año 1994 del Registro de Propiedad del Conservador
de Bienes Raíces de Santiago.
- Que, con fecha 21 de junio de 1994, don Juan Aguirre Saud y doña María Saud Peña
transfirieron el dominio del inmueble referido en la letra anterior y a título oneroso a
don José Cerrutti Bernales, quien adquirió el dominio y posesión del mismo mediante
inscripción en el Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Santiago de
fojas 64708 Nº 45580 correspondiente al año 1994;
- Que, finalmente, don Juan Aguirre Saud volvió a transferir a título oneroso el
inmueble de calle Torres del Paine Nº 7424 a favor de los demandados de autos los
cuales lo inscribieron a su nombre a fojas 18506 Nº 19599 del año 2002 del Registro de
Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Santiago.
f) Que, como se señaló, por sentencia de cinco de junio de dos mil seis, de fojas 139, se
rechazó la demanda de autos sin costas, la que apelada por los actores, fue
confirmada por la Corte de Apelaciones de Santiago, por resolución de veintiocho de
mayo de dos mil nueve, de fojas 180, la que es objeto del presente recurso de nulidad
substancial;
TERCERO: Que, el Código Civil, en su artículo 889 dispone: "la reivindicación o acción
de dominio es la que tiene el dueño de una cosa singular, de que no está en
posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a restituírsela";
Luego, el mismo autor, señala: "El objeto de la acción reivindicatoria es, según sea
esto, reclamar la posesión de la cosa, o más propiamente, la cosa misma, ya que con
relación a ella ejerce los actos el poseedor. Dijimos que lo normal era que la posesión y el
dominio se encontraran reunidos en una sola mano pero que podía darse el caso de que
una persona perdiera la posesión de una cosa, conservando el dominio de ella. Se ha roto
en este caso el estado normal y corriente de las cosas, y en estas circunstancias, la ley
autoriza al propietario para reclamar la cosa de quien la tenga. Entonces, el objeto de
la reivindicación no es, como vulgarmente se cree, el derecho de dominio; no es ese
derecho lo que se reclama, porque si fuera el dominio lo que se ha perdido, no podrían
ejercitarse estas acciones que competen al dueño de la cosa" (Arturo Alessandri
Rodríguez, op. cit., pág. 198, 199);
CUARTO: Que, como se señaló, en el caso de autos lo que se ha demandado por los
herederos Eduardo Andrés y Carolina Beatriz, ambos Aguirre Jeffery, hijos del
causante -don Eduardo Juan Aguirre Ayala- ha sido la reivindicación de su cuota
hereditaria, que estiman en un 12,5%, respecto del inmueble ubicado en calle Torres del
Paine Nº 7424, comuna de Las Condes, y que fue vendido por el otro heredero y la
cónyuge sobreviviente, previo a la ampliación de la posesión efectiva en que se
incluyó a los actuales demandantes. En consecuencia, no es discutida su calidad de
herederos abintestato del fallecido señor Aguirre Ayala.
No obstante ello, conviene recordar que el verdadero heredero tiene una doble acción:
la petición de herencia, que se dirige contra el falso heredero, y la reivindicatoria,
enderezada a obtener la restitución de los bienes que han salido de manos del falso
heredero o del heredero en cuanto excede sus derechos, siempre que el tercero
poseedor no haya adquirido por prescripción.
A su vez, en conformidad con el artículo 1268 del Código Civil, el heredero puede hacer
uso de la acción reivindicatoria sobre las cosas hereditarias reivindicables que
hayan pasado a terceros y no hayan sido adquiridas por ellos por prescripción
adquisitiva.
Cada una de estas acciones se rige por reglas que le son propias. Las de los artículos
1264 y siguientes del Código Civil en lo atingente a esta última y las que se contemplan
en el título XII del libro II respecto de la primera.
Pero, como señalamos, en el caso de autos quienes procedieron a la venta del ya
individualizado bien raíz, fueron el verdadero heredero y la cónyuge sobreviviente,
únicos existentes hasta esa fecha, de acuerdo al decreto de posesión efectiva, e
incluso los únicos contemplados en la inscripción especial de herencia del mismo, pese a
que la última venta, esto es, la efectuada a los demandados de autos, que consta de
escritura pública de dieciocho de marzo de dos mil dos, es posterior a la ampliación de
la posesión efectiva de veinte de enero de mil novecientos noventa y siete. Es decir, los
actuales propietarios no tenían cómo saber que existían otros herederos con
derechos sobre los bienes quedados al fallecimiento del señor Aguirre Ayala;
SEXTO: Que resulta útil recordar que la herencia es una universalidad jurídica -
universitas- que comprende derechos y deudas, elementos activos y pasivos y que está
formada por todo el patrimonio del difunto, involucra todas sus relaciones jurídicas,
independientemente de su contenido efectivo.
La herencia, como derecho real, "constituye también un vínculo jurídico directo entre
una persona y una cosa susceptible de ejercitarse sin consideración a persona
determinada. Pero la herencia se diferencia fundamentalmente de los demás derechos
reales contemplados en el precepto citado -artículo 577 del Código Civil-, por la
naturaleza especial de las cosas que pueden constituir su objeto. En efecto, los
demás derechos reales del artículo 577 de nuestro Código, recaen, sin excepción, sobre
una cosa determinada en especie o cuerpo cierto, sobre un bien fácilmente identificable
cuyas condiciones, cualidades y atributos pueden ser conocidos a simple vista: el derecho
real de dominio sobre tal automóvil, el usufructo o la hipoteca sobre un predio
determinado, la prenda de una especie cierta o sobre un valor mobiliario también
determinado, son derechos reales que inciden sobre cosas perfectamente
identificables. El derecho real de herencia, en cambio, no recae sobre bienes o cosas
individualizadas, identificables, sino más bien sobre una abstracción jurídica, sobre
el patrimonio de una persona difunta, y el patrimonio, como sabemos, es el conjunto de
derechos y obligaciones pecuniarios que un sujeto tiene en un momento determinado. De
allí que, para fijar el concepto del derecho real de herencia, creemos condición previa
precisar la noción de patrimonio. En teoría jurídica pura, el patrimonio debe estimarse
como un atributo inherente a la personalidad, una aptitud de convertirse en sujeto
activo o pasivo de relaciones jurídicas, una posibilidad de adquirir bienes y contraer
obligaciones, una potestad latente en toda persona comparable a la posibilidad de
goce" (Raúl Verdugo Lara, Memoria para optar al título de Licenciado de Ciencias
Jurídicas y Sociales, Cesión del Derecho Real de Herencia, año 1952, pág. 11);
Entre las infracciones denunciadas, se encuentran los artículos 588, 951, 988, 682, 683,
724, 889, 892, 1268 y 2509 del Código Civil, las que se hacen consistir, principalmente, en
no haberse determinado que los actores adquirieron por sucesión por causa de
muerte los bienes quedados al fallecimiento de su padre, esto es, el 09 de septiembre
de 1993, ingresando a su patrimonio la cuota correspondiente sobre el inmueble de calle
Torres del Paine, de la comuna de Las Condes, tantas veces referido;
Recordemos que "Modo de adquirir es el hecho o acto a que la ley atribuye la virtud
de conferir por sí mismo a una persona la propiedad de una cosa; o en otros
términos, es la causa jurídica inmediata que da nacimiento al derecho a favor de una
persona, o que opera a favor de una persona la sucesión en el derecho de otra" (Luis
Claro Solar, op. cit. pág. 484).
"La adquisición es a título universal cuando ella abraza la totalidad o una parte
alícuota del patrimonio per universitatem. En nuestro derecho no existe otro modo de
adquirir universal que la herencia, la sucesión por causa de muerte a título universal,
sea en virtud de la voluntad testamentaria del propietario del patrimonio que se
transmite, sea ab intestato" (Luis Claro Solar, op. cit., pág. 488).
Ahora bien, en "lo que respecta al mecanismo en virtud del cual se adquiere el derecho
real de herencia, en la sucesión por causa de muerte, no hay acuerdo unánime de la
doctrina chilena. Por un aparte, hay quienes consideran que el heredero adquiere por el
solo ministerio de la ley, en virtud del fallecimiento del causante, sin requisito de
ninguna especie e, incluso, aún sin que tenga conocimiento alguno de dicho fallecimiento,
de su calidad de heredero o de la existencia de los bienes transmitidos. Para los que así
opinan, la sucesión por causa de muerte no requiere de título alguno para operar la
adquisición del derecho real ya que, en su opinión, la distinción entre el título y el
modo de adquirir sólo puede hacerse dentro de la tradición y es improcedente e
inútil respecto de los otros modos que el legislador reglamenta. En virtud de esta
opinión la herencia queda radicada en el patrimonio del heredero sin necesidad de
título alguno, por el solo ministerio de la ley. Otros sostienen, en cambio, que todos
los modos de adquirir, y no solo la tradición, requieren de un título o antecedente
jurídico previo que haga posible la transferencia o transmisión del derecho real.
Tratándose de la sucesión por causa de muerte, el título es distinto según se suceda
en virtud de un testamento o por llamamiento de la ley. Si la sucesión es
testamentaria, el título es precisamente el testamento, sea solemne, menos solemne o
privilegiado; en cambio, si la sucesión es abintestato, el título lo constituye
precisamente la ley" (Raúl Verdugo Lara, op. cit., pág. 16). Sin embargo, este tema fue
superado por el legislador chileno al establecerse el concepto de posesión legal y
posesión efectiva de la herencia, con lo cual dicha discusión carecería de sentido.
DÉCIMO TERCERO: Que, tampoco existe infracción al artículo 724 del Código Civil. De
hecho, como quedó establecido en el motivo segundo precedente, la cónyuge
sobreviviente e hijo matrimonial del causante, obtuvieron la posesión efectiva de
los bienes quedados a su fallecimiento, mediante resolución de 14 de octubre de 1993.
Luego, y una vez efectuadas las inscripciones pertinentes, dispusieron de uno de los
bienes inmueble que formaba parte de la masa hereditaria, el de calle Torres del
Paine, comuna de Las Condes, que fue vendido mediante escritura pública de 21 de
junio de 1994 (antes de obtenerse la ampliación de la posesión efectiva en favor de los
demandantes por resolución de 20 de enero de 1997) a don Jorge Cerrutti Bernales,
determinación que significó que el bien raíz dejara de formar parte de la masa hereditaria.
Luego, se reitera, los demandados no tenían cómo saber que existían otros
herederos respecto de este inmueble, por no constar anotación marginal en la
inscripción especial de herencia del mismo que diera cuenta de la ampliación de la
posesión efectiva al momento de la celebración del contrato de compra;
DÉCIMO CUARTO: Que, luego, no se ha vulnerado el artículo 1268 del Código Civil
atendido lo antes razonado, en cuanto la herencia constituye una universalidad
jurídica, estando pendiente la partición y liquidación de la comunidad hereditaria, y
tratándose en el caso de autos de un inmueble que fue vendido por quienes detentaban y
aún detentan la calidad de herederos del causante y antiguo propietario del inmueble, no
figurando a la fecha, de acuerdo al mérito de los antecedentes incorporados al proceso, la
anotación marginal de ampliación de la posesión efectiva en la inscripción especial de
herencia de este inmueble de calle Torres del Paine de la comuna de Las Condes;
DÉCIMO OCTAVO: Que, en todo caso, concedida la posesión efectiva a los actores y
existiendo bienes en los cuales hacerla efectiva, el conflicto se desplaza a la
liquidación y partición de la masa hereditaria, por cuanto en esta determinación
corresponderá tener presente los verdaderos y reales derechos de las partes, como
lo obtenido por la venta de bienes que conformaban el activo de la herencia.
Y visto, además, lo dispuesto en los artículos 764, 765, 766, 767 y 785 del Código de
Procedimiento Civil, se rechaza el recurso de casación en el fondo, deducido por el
abogado don Julio Cifuentes Fernández, en representación de los demandantes, Eduardo
Andrés y Carolina Beatriz, ambos Aguirre Jeffery, en lo principal de fojas 182, en contra
de la sentencia de veintiocho de mayo de dos mil nueve, escrita a fojas 180.
Rol Nº 5.460-2009.-
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros Sres. Sergio
Muñoz G., Juan Araya E., Guillermo Silva G. y Abogados Integrantes Sr. Jorge Medina C.
y Sr. Nelson Pozo S.