Las Bases de Alberdi
Las Bases de Alberdi
Las Bases de Alberdi
RESUMEN
En primer lugar, cabe destacar que la Constitución sancionada en 1853 toma muchas
de las ideas de Alberdi como base para su realización. Resulta entonces claro que
nuestra Constitución de hoy en día es una Constitución liberal.
Las ideas que el autor desarrolla a lo largo de toda su obra son básicamente ideas
económicas que se basan en poblar el territorio; en realizar tratados y acuerdos
económicos, en abrir al país al comercio externo y a los "héroes europeos" que son los
únicos que pueden salvarlo de la situación en la que se encuentra.
La "Campaña al desierto" llevada a cabo por Roca, solucionó en parte el problema de
los "indios incapaces" planteado por Alberdi, terminando con ellos, avanzando y
conquistando el Chaco, el Oeste y la Patagonia. También durante estas presidencias se
crearon ferrocarriles y obras de infraestructura. En 1880 Avellaneda impulsó la "Ley de
Inmigración" con el fin tan deseado por Alberdi: poblar el territorio. Sin embargo, las
cosas no sucedieron como el autor de Las Bases esperaba. Al contrario. Los ilustres e
inteligentes anglosajones que esperaba Alberdi prefirieron migrar a América del Norte;
nuestro país, por otro lado, fue partícipe de la gran oleada inmigratoria de españoles e
italianos que huyeron de sus respectivos países principalmente por la guerra y
vinieron en busca de trabajo y mejores condiciones de vida. En menos de tres décadas,
llegaron más de dos millones de españoles y cuatro millones de italianos. Hoy en día, la
mayor parte de nosotros somos descendientes de ellos. Estos inmigrantes no pudieron
darnos nada de todo lo que Alberdi esperaba. No fueron los salvadores de la patria;
pero no porque fuera su culpa, claro está. Ellos vinieron en busca de una mejor
situación, trajeron consigo el espíritu del campo y de la guerra, trajeron consigo la
esperanza. Y algo nos dieron: nos dieron ese espíritu, la formación de sindicatos, la
lucha, las costumbres. Y esto no es poco. No será la civilización que Alberdi esperaba,
pero es algo.
Nuestro país siguió siendo siempre foco de atracción para las personas que huyeron de
su situación de pobreza: así fuimos victimas de oleadas de gente de países limítrofes,
que siguieron ganando poco aquí pero al menos un poco más que en sus propios
países.
Y esto es porque dentro de los países de Sudamérica, Argentina es uno de los que se
encuentra en mejor condición.
Para Alberdi la clave está en impulsar una inmigración selectiva, atraer ingleses, de una
cultura superior, cuyos hábitos laboriosos, su indiferencia política, su gran capacidad y
experiencia llevarán a la población Argentina a convertirse en una réplica de las
naciones avanzadas, aunque en escala menor. "Que lo hagan de forma pacífica" razona
Alberdi. Desde lo que sabemos hoy, sin embargo, la vía pacífica no significó para el
Reino Unido, en el caso de la Argentina, emigración masiva ni instalación de industrias;
su negocio consistió en desmantelar las ya existentes en el país, extraer materias
primas, adueñarse del comercio, provocar deudas enormes, y tantas cosas más.
Por otro lado, también cabe destacar la forma en que Alberdi trata a los indígenas y a
los gauchos. Se puede pensar que es racista, que discrimina, que los trata de incapaces
e inútiles. De hecho, nadie puede negar que lo hace. Sin embargo, y lamentablemente,
hoy en día la sociedad misma piensa igual que Alberdi: ¿o acaso nosotros tenemos
apellidos indígenas, o acaso nuestra sociedad le abre las puertas a los mapuches de la
Patagonia, o a los quechuas, o a las distintas pequeñas comunidades que aún,
milagrosamente, sobreviven? Las condiciones de vida de estos grupos son precarias,
son grupos rechazados y aislados. Hoy en día vivimos en un país que se rige por ese
pensamiento, para nosotros Europa y Estados Unidos son sinónimos de progreso y de
fortuna; mientras que Argentina es sinónimo de crisis y atraso.
Mas allá de todo esto que plantea Alberdi, no puedo dejar de reconocer el gran trabajo
que él realizó: realizar una Constitución no es una tarea fácil, y además, como se verá
en la segunda parte, la constitución propuesta por él es tomada en gran parte por la
luego sancionada en 1853 y reformada en 1994. Además de proponer una Constitución
clara y bien organizada, propone la organización nacional, que por tanto tiempo se fue
retrasando y por fin pudo realizarse.
Conclusión
En primer lugar, como ya se dijo con anterioridad, es preciso destacar la similitud entre
la Constitución propuesta por Alberdi y la actual, constituyendo esta última una base
para la primera. Si bien la actual es un poco más extensa y agrega unos cuantos
artículos más, muchos de ellos también se mantienen idénticos a los que realiza
Alberdi, especialmente al tratarse de las funciones de los distintos poderes, como así
también de los derechos y garantías. La principal diferencia entre ambas
constituciones recae en que la más moderna agrega una serie de derechos humanos y
le da más importancia a la sociedad y sus deberes y derechos que Alberdi. Esto me
parece de suma importancia, ya que si la Constitución de Alberdi fuera la que hoy en
día rigiera el país, muchas cosas quedarían sin resolver, y no tendríamos tantos
derechos por medio de los cuales hacernos valer. Por ejemplo, a la situación del
trabajador se le da mucha más importancia en la Constitución actual que en la de
Alberdi, de hecho Alberdi apenas lo menciona. Este último parece importarse
solamente por el progreso del país, estableciendo sus objetivos (económicos) y todos
los medios que precisa la Argentina para alcanzarlos. Su constitución es puramente
liberal. Si bien la nuestra no es igual a ella, se basa en ésta en gran parte, por lo que
puede decirse entonces que nuestra Constitución es una Constitución de carácter
liberal también.
Por otro lado, Alberdi hace referencia al Estado Federativo. Una forma mixta de
gobierno, en la cual cada provincia tiene su propio gobierno y soberanía pero además
existe un poder central. Actualmente, si bien nosotros conformamos la República
Federal Argentina, en la práctica es sabido que las tendencias unitarias aún continúan
vigentes, siendo Buenos Aires la capital del país, centro económico, político, incluso
social. Se hizo particularmente evidente en este aspecto la dificultosa vigencia de la
Constitución, ya que en la realidad se fue imponiendo un proyecto unitario, de
centralización del poder en el gobierno llamado federal, asentado en el puerto de
Buenos Aires, que fue avanzando sobre el pensado por la constitución y por sobre las
autonomías provinciales. Cabe destacar también que el término Confederación
utilizado por Alberdi en nuestra Constitución es reemplazado por la idea de Nación, lo
que demuestra también un pequeño distanciamiento del pensamiento federal.
Más allá de todo, una vez comparadas ambas constituciones, no puede dejar de
reconocérsele a Alberdi el gran labor que realizó, nada más y nada menos, que el
esqueleto de la Constitución que hoy en día orienta nuestro país y nuestra vida.