Participacion Politica
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Definición [editar]
Según una definición más sofisticada, propuesta por Eva Anduiza y Agustí Bosch sería
"cualquier acción de los ciudadanos dirigida a influir en el proceso político y en sus resultados.
Estas acciones pueden orientarse a la elección de los cargos públicos; a la formulación,
elaboración y aplicación de políticas públicas que éstos llevan a cabo; o a la acción de otros
actores políticos relevantes. La participación política requiere por tanto de un comportamiento
observable llevado a cabo en un ámbito público o colectivo por parte de un ciudadano para poder
ser considerada como tal".
A este respecto, las Administraciones públicas deberían verse obligadas a poner en marcha departamentos
dedicados en exclusiva a la atención de quejas, protestas y consultas de la ciudadanía.
Referencias [editar]
Eva Anduiza, Agustí Bosch. Comportamiento político y electoral. Ariel. Barcelona (2004)
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Participaci%C3%B3n_pol%C3%ADtica"
Categoría: Ciencia política
Guía temática de política
PARTICIPACIÓN POLÍTICA
La participación política es un término que va unido al de democracia. Para que la democracia sea
legitima, necesariamente necesita de la participación política, que es "la posibilidad que tienen los
ciudadanos de incidir en el curso de los acontecimientos políticos" | 1 ; es decir, son acciones que realizan
los ciudadanos para incidir en un bajo o alto grado en los asuntos de un Estado.
La participación política es, ante todo, la suma de todas aquellas actividades voluntarias mediante las
cuales los miembros de una sociedad intervienen en la selección de los gobernantes y, de una manera
directa o indirecta, en la formación o construcción de las políticas de gobierno.
- Participación política convencional: Está relacionada con las acciones llevadas a cabo durante un
proceso electoral; esta participación es fomentada desde el poder del Estado y la Constitución. La
participación política convencional indica el derecho de ciudadanía; es decir, un derecho al sufragio que
no se mide por clases sociales, partidos, sexo o educación. Se da en toda democracia y es un derecho
consagrado por la ley, por lo cual puede ser fácilmente controlada y verificada.
- Participación política no convencional: Se refiere a acciones tales como las peticiones, las
manifestaciones legales, el boicot, las huelgas legales e ilegales, el daño a la propiedad, los sabotajes, la
violencia personal, etc. Esta participación va mas allá de los mecanismos institucionales de participación
y, en algunas ocasiones, hace oposición a la legalidad constitucional establecida.
La participación política, en las sociedades, se da por múltiples factores, algunos de los cuales son:
- Económicos: Mediante los cuales las personas buscan aumentar su bienestar económico a través del uso
de los medios políticos (participan en los partidos políticos, en cargos políticos, se convierten en
servidores públicos, etc.).
- La movilización ciudadana.
SOCIO- DEMOGRAFICAS
Son variables macro, aplicadas a una población que está influenciada principalmente por
factores tales como el sexo, la educación, la edad, los ingresos y el nivel socio-económico.
Examinemos cada una de estas variables:
EDAD: se afirma que no existen patrones exactos y permanentes de participación política entre
los grupos de ciudadanos de distintas edades, ya que dicha participación se encuentra
influenciada por otras características sociales. Los estudios efectuados sobre este factor han
encontrado que la gente joven tiende a participar en política más que todo por la vía no
convencional como paros, manifestaciones etc., es decir, que a mayor edad, menor potencial
de protesta y a menor edad, mayor potencial de protesta. Dentro de las varias razones que se
han dado, se encuentran aquellas que afirman que ellos tienen o se consideran con menos
responsabilidades sociales , y en cierto grado, por la posición marginal que tiene la juventud en
el sistema político. Pero también otros estudios han demostrado que en la medida en que el
sistema político abre canales de participación para la gente joven, esta va disminuyendo su
tendencia a la participación política no convencional por considerar que son tenidos en cuenta,
que su participación es significativa, y sobre todo por el cambio generacional que se ha venido
operando, lo cual no sólo los hace identificarse con quienes ocupan los cargos de decisión
política, sino que les crean expectativas de acceder y hacer parte de esas posiciones, no como
simples posibilidades lejanas sino como realidades cercanas.
SEXO: Este es otro factor que incide en la participación política de la gente. Algunos de lo
estudios realizados por Verba, Nie y Kim en 1978 han demostrado que la participación
masculina es mayor que la de la mujer, porque ella siempre ha estado en desventaja respecto
al hombre en el sistema social, en razón a que ha tenido que ocuparse de actividades que
como madre, esposa, ama de casa, etc. la marginan del quehacer público, al igual que la
limitan para adquirir destrezas o preparación que la posibiliten y le den confianza para jugar un
papel activo e importante en el campo político. Sin embargo, otros trabajos como el realizado
por Milbrath en 1981, han dado como resultado que esta diferenciación ha ido disminuyendo en
las dos últimas décadas debido a que se han venido presentado cambios en la vida de la
mujer, especialmente en la apertura al ingreso masivo a la educación superior y a los patrones
de empleo, los que no sólo le han favorecido en cuanto a una liberación de su dependencia
económica, sino también han conllevado a que el hombre comparta ciertas actividades
hogareñas asignadas por la cultura social a la mujer y de paso la han estimulado para
reconocerse como parte activa de la sociedad y en consecuencia como parte en el proceso de
toma de decisiones políticas y aún, de abrigar el ideal de aspirar como seria alternativa a los
más altos destinos estatales .
EDUCACIÓN: Permite adquirir conocimientos y desarrollar habilidades intelectuales que
resultan básicas para desenvolverse y enfrentarse al mundo político, al igual que contribuye a
despertar en el individuo una serie de inquietudes y preocupaciones sociales. De tal suerte,
que aquellos que adquieren más conocimientos saben más sobre el funcionamiento del
sistema, de cómo actúa éste y de qué manera las consecuencias de sus actuaciones afectan
sus intereses. La educación también estimula el interés político, contribuye a la formación de
una opinión acerca de una amplia gama de temas y por tanto, a mayor educación, mayor
estímulo a las actividades políticas. De acuerdo a estudios realizados por Marsh y Kause en
1979, la educación incide positivamente en la participación política tanto convencional como en
la no convencional. Para ellos, a mayor nivel educativo, mayor posibilidad de participación por
parte de los individuos en actividades políticas no convencionales. Para Aldrich y Simon en
1986, la educación es el factor más importante en la participación política convencional.
INGRESO Y ESTRATIFICACIÓN SOCIO-ECONÓMICA: El ingreso es un factor que incide en
una mayor o menor participación política, pero de manera menos significativa que la educación.
Quienes tienen mayores ingresos participan más, porque suelen vivir en medios que estimulan
su interés por la política, porque les proporciona los recursos y oportunidades para hacerlo; en
tanto que quienes poseen menores ingresos tienen que utilizar los pocos recursos disponibles
en la consecución de los medios para satisfacer las necesidades básicas y en consecuencia,
disminuyen su interés por la política la que consideran un lujo.
Con relación a lo planteado y estrechamente relacionado con esta variable, importa aclarar que
sistemáticamente la gente de más altos estratos socio-económicos tiende a participar más que
quienes se ubican en los estratos más bajos. Igualmente se encuentra en diferentes estudios
que la participación política convencional se relaciona positivamente con el estrato. Quienes
pertenecen a los estratos más altos participan más por la vía convencional, porque como se
dijo, para este tipo de participación se requieren de destrezas, aptitudes y conocimientos
superiores a los estratos más bajos y por el contrario, hay una tendencia a la participación no
convencional por parte de las personas que se encuentran ubicadas en los estratos socio-
económicos más bajos.
PSICOLÓGICAS
Herbert McClosky examina las variables psicológicas, entendidas como los beneficios que
proporciona a los individuos la participación, los cuales se analizan en términos de poder,
prestigio, competencia, dinero, posición, afiliación, agresión, etc. Las investigaciones han
demostrado, que las características de la personalidad están asociadas positivamente con la
participación política. Por ejemplo, los individuos apáticos tienden a ser más agresivos que los
que ejercen el voto, excepto en el caso de activistas que pertenecen a movimientos de
tendencia extrema o mesiánica.
También es importante resaltar y diferenciar que los patrones de participación política son
influidos de manera significativa por las orientaciones psicológicas, las que constituyen
predisposiciones adquiridas de los ciudadanos y se manifiestan a través de las actitudes, las
creencias y los valores; en cambio, las distintas formas de participación política son
consideradas como comportamientos aprendidos, pero que no necesariamente son utilizados y
su aprendizaje se produce a través de procesos directos o indirectos de socialización política.
Importa resaltar que las creencias tienen componentes cognoscitivos, afectivos y de
comportamiento y ellas pueden ser descriptivas, evaluativas y prescriptivas y a su vez, cada
una constituye una predisposición que activada conduce a un tipo de respuesta, en tanto que
las actitudes corresponden a una organización relativamente durable, las que interrelacionadas
describen, evalúan y abogan por un objeto o situación y en ambos casos son importantes en el
grado de participación política. Por su parte, se dice que los valores son apreciaciones de
objetos o situaciones y que por ello tienen preferencia sobre los otros. Estos valores se pueden
categorizar en instrumentales, que son formas ideales de comportamiento (afectivo,
imaginativo e intelectual), y terminales que son esos estados finales idealizados como la
igualdad, la justicia, libertad, paz, felicidad etc., los que pueden a su vez, ser materiales e
inmateriales. Cabe señalar que sobre esto último, estudios realizados en cinco países sobre el
comportamiento de gente joven, han demostrado que aquellos que tienen objetivos materiales
no se comprometen tan activamente en la política como aquellos que se encuentran más
interesados por la calidad de vida7.
Para Sabucedo, el análisis hecho a partir de las creencias y actitudes tiene una mayor
relevancia, porque a través de ellas se conjugan los factores individuales con las condiciones
sociales, en donde se encuentran las motivaciones más prometedoras de la participación
política. Estas variables psicosociales se pueden concretar en: 1.- En sentido de la obligación
cívica. Aquí, el sujeto se siente identificado con el sistema político y como consecuencia, se ve
impelido a intervenir en todas o en la mayoría de las formas de participación política que le son
demandadas por las instancias de poder, de donde se deriva que las actuaciones políticas
convencionales constituyen la forma de participación que se da en esta variable. 2.-
Identificación partidista: está referenciada con el grado de vinculación que la gente siente hacia
un determinado partido o grupo. Entre más fuerte sea el lazo que vincule al individuo con una
determinada opción política, le lleva a participar en las actividades que tienen un carácter
partidista. Sin embargo, esta variable ha ido perdiendo importancia y es así, que estudios
realizados por Sabucedo en 1984 demuestran que la característica de los modelos actuales, es
la racionalización mediante la cual, en el caso del voto, el votante evalúa las distintas
alternativas y se decidirá por aquella que representa mejor sus intereses o de una visión de la
sociedad más próxima a la suya .
SOCIO-POLÍTICA
Los estímulos políticos y el clima sociopolítico, son dos aspectos que integran esta variable
motora de la participación política en el individuo. Se dice que el comportamiento del ser
humano no se produce en un vacío social, sino que hay que tener en cuenta la relación que se
da entre él y su entorno al que determina uno y otro tipo de conducta. Para Milbrath y Goel en
1977, la amplitud y diversidad de los estímulos políticos, permitirán que los sujetos tengan una
mejor y mayor información sobre el acontecer político de la sociedad en la que viven, y a su
vez, les facilitará una evaluación más correcta sobre la problemática del mundo político y a la
postre una toma de posición.
Esta incidencia del ambiente o entorno, se encuentra de manera más clara en el caso de la
participación electoral. El interés sobre el resultado o la incertidumbre acerca de él, son
factores que ayudan a incrementar la participación.
PARTICIPACIÓN ELECTORAL
Como inicialmente se había dicho, algunos autores sostienen que esta es una actividad "sui
generis" a la que se le debe dar un tratamiento especial e independiente de la participación
política, por cuanto ciertos factores de los expuestos aquí, pueden tener una incidencia variable
dependiendo de su aplicación al análisis de una y otra. Sin embargo, no obstante la
controversia y variadas posiciones que giran en torno al tema, es innegable su indisoluble
vinculación con el fenómeno de la participación política, razón que permite abordar este tipo de
participación sin que por ello se pueda considerar como extraño o ajeno al asunto central
examinado.
Tres áreas configuran esta clase de participación dentro de las sociedades modernas: a.- el
sistema de partidos, b.- la naturaleza de la campaña y c.- los temas debatidos. La primera de
ellas es la que mayor influencia ejerce sobre la participación, puesto que otorga a sus
miembros sentimientos de pertenencia y de oposición frente a otros partidos y en la mayoría de
los casos la afiliación al partido provoca la participación en las actividades que ellos privilegian,
sean convencionales o no convencionales Sobre el particular es bueno destacar que algunas
de las investigaciones han demostrado que este factor ha ido perdiendo importancia para
explicar la participación política de la gente, porque según esos mismos estudios, a partir de los
años 60 adquieren mayor importancia temas relacionados con el proceso electoral. La
campaña electoral por su parte, representa la máxima concentración de los esfuerzos del
partido por lograr la participación del electorado en la contienda política, que ha de concretarse
en el voto que refleja el grado de aceptación que haya tenido frente al electorado. Sin embargo,
la eficacia del efecto de la campaña sobre la participación depende en buena parte de las
técnicas utilizadas, así como la popularidad y carisma de los candidatos .
También es importante destacar que la optimización de los resultados obedece así las
anteriores experiencias han tenido éxito en la satisfacción de sus necesidades, las que
permitirán que siga o no participando en posteriores debates; es decir, el grado de frustración o
de desencanto que haya tenido el ciudadano frente a los políticos y alternativas que le hubieren
sido presentadas e incumplidas, lo inclinarán a abstenerse o participar en futuras elecciones.
Pero lo anterior, no es excluyente frente a otros factores que mueven a la gente a asumir una
posición positiva y activa en las actividades electorales. Esos factores socioeconómicos y
psicológicos, algunos de los cuales fueron mencionados anteriormente, pueden variar de
acuerdo a la clase de elección, ya se trate de presidenciales o de cuerpos colegiados o de
otros cargos de elección popular a nivel local o regional.
Algunos tratadistas piensan que en toda sociedad, hay un público que es atento a la cosa
pública o política en un número significativo, en tanto que los ciudadanos atentos a la cosa
electoral representan un número ligeramente inferior, dependiendo en éste último caso, no sólo
de la clase de elección, sino también de qué tan reñidas ellas sean, o de la coyuntura política
que se esté presentando en un momento dado, o en algunas oportunidades de los
INCENTIVOS presentados por los partidos o por el mismo sistema político a los ciudadanos ,
con el fin de promover su movilización a las urnas, como por ejemplo : reconocimiento de
puntos para poder acceder a las universidades públicas y descuentos en éstas en el valor de la
matrícula; reducción del tiempo de prestación del servicio militar y escogencia preferencial para
acceder al servicio público, siempre y cuando se hubiere presentado el concurso
correspondiente .
Sobre la participación electoral, Robert Dahl expresa que " cuanto mayores sean los obstáculos
colocados en el camino de una persona, menos dispuesta está a comprometerse en política" ;
por ejemplo, en el caso de una determinada elección el ciudadano podrá evaluar las
dificultades que se le presentan por razones de seguridad, posibilidades de movilizarse, tiempo
que ha de utilizar en sufragar, facilidades o no a acceder a los puestos de votación y a las
urnas, etc. Señala Dahl que la gente no participa si considera que los beneficios que va a
obtener con su participación son inferiores a los que obtendría si no participa. En este caso,
todo depende de la valoración que cada cual y en un momento dado le de a los beneficios o a
los costos. También el autor resalta el grado de eficacia que le otorgue el ciudadano a su
participación, la cual considera está relacionada con su propia autoestima y por último, si los
beneficios que aspira a conseguir con su participación son concretos, cercanos y seguros, lo
contrario posiblemente influiría en alto grado para que se abstuviera de participar, por
considerar que no puede jugar con albures y con expectativas remotas .
Finalmente, se debe resaltar aquí la importancia que los estudiosos de la política le dan al
fenómeno de la "apatía" política como una posición negativa a realizar actividades políticas. De
una parte existe un grupo de analistas conformados por aquellos que no sienten una gran
preocupación por las consecuencias de la apatía política, argumentando que con la
participación generalizada se puede causar daño al sistema democrático al animar a intervenir
a personas que no están interesadas ni informadas en la cosa política y que por tanto pueden
llegar a equivocarse en su apreciación de lo que es mejor para su interés personal y el de toda
la comunidad. También afirman que es mejor trasladar su ejercicio sólo a las minorías activas
que en virtud de su conocimiento e interés, tienen la capacidad de gobernar democráticamente.
Sostienen que un electorado altamente activo puede producir controversia, fragmentación e
inestabilidad, mientras que si existe un número considerable de pasivos, se da flexibilidad al
sistema al permitirse que el gobierno pase de un partido a otro sin que se generen mayores
tensiones o conflictos y de igual forma, las decisiones serán aceptadas y adoptadas más
fácilmente . Enfatizando lo planteado, Sartori manifiesta que " la autenticidad y la eficacia de
una participación, está en relación inversa con el número de participantes" .
Otro grupo de autores está formado por quienes se encuentran seriamente preocupados por
los peligros de la apatía política. A diferencia de los anteriores que consideran excluyente la
participación política reservada a unos pocos con capacidades y conocimientos, este último
grupo se basa en que en una democracia la participación significa posibilidad de poder y que
quienes no participan no están adecuadamente representados. Afirman que la participación no
generalizada, incrementa la posibilidad de que el gobierno llegue a manos de personas
irresponsables y amantes de incrementar su propio poder, mientras que con la participación es
fácil organizar la oposición política, entendida como el elemento fundamental para combatir la
tiranía. Por otra parte, sugieren que la apatía puede conducir a la debilidad del sistema, en
tanto que se evidencia su incapacidad de involucrar a todos los miembros de la sociedad en su
propio gobierno.
A MANERA DE CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
ALMOND, G . et al. Diez Textos básicos de Ciencia Política. Barcelona: Ariel, 1992.
BOBBIO, Norberto. Estado, Gobierno y Sociedad. México: Fondo de Cultura Económica,1994.
CASTRO, Román. Temas Claves de Ciencia Política. Barcelona: Gestión 2000 S.A., 1995.
CONWAY, M. Margaret. La participación Política en Estados Unidos. México: Gernika, 1986.
DAHL, Robert. Análisis Político Moderno. Barcelona: Fontanella, 1976.
____________. Un prefacio a la Teoría Democrática. México: México: Gernika, 1988.
Participación Política
Definición:
a. Niveles de participación
1) Apáticos. No participan,
2) De espectador o de presencia. Es la forma menos intensa y más
marginal. Se refiere a la sola presencia de un sujeto en reuniones o la
exposición a mensajes políticos, a afiliarse a un partido, votar e intentar
influir en otros. En este nivel no se hace ninguna aportación, se es
receptivo.
3) De Transición. Se trata de personas que desarrollan una serie de
actividades dentro o fuera de una organización política orientadas a ejercer
influencia o a hacer proselitismo, como contactar funcionarios, contribuir
con dinero a las campañas, participar en mítines, marchas, etc.
4) De contendiente. Se refiere a la participación activa en pro o en contra,
como ser voluntario en una campaña, organizar y dirigir acciones de partido
o de grupo, colectar fondos para causas políticas, ser candidato u ocupar un
cargo público o de partido.
c. Democracia y participación
d. Participación electoral
Enviada por CIUDAD POLITICA, el 21-Apr-2004 00:58. | Esta definición ha sido vista individualmente 16777
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Sin embargo y después de una experiencia de más de 200 años, la democracia, tal y
como se conoce en los países más desarrollados, ha ido acumulando ya algunos
lastres de considerable importancia. Entre ellos cabría destacar el secuestro y
manipulación de las decisiones colectivas por unas elites ligadas tanto a los poderes
económicos, como a las castas partidarias y los medios de comunicación que los
apoyan, han ido generando un creciente sentimiento de frustración entre las capas
más sensibilizadas de la población.
<---Frente al deseo de cada cual hacia lograr dirigir los factores que condicionan sus
propias vidas, la realidad del poder tiende como siempre a concentrarse en unas
pocas manos. Esta vez agrupado en unos liderazgos cada vez más difusos y sin rostro
que se ocultan y al mismo tiempo orientan en beneficio propio el devenir de millones
de personas. Una alternativa política que algunos propugnan para combatir esta
tendencia natural del poder político es la que se conceptualiza como democracia
participativa, una opción intermedia entre las lacras de la democracia representativa
que se padece y la democracia directa como utopía en que el gobierno y la decisión
sobre las cuestiones comunes no se deleguen en agentes interpuestos. La
participación ciudadana sería así una estrategia para exigir y extender la capacidad de
decisión política entre capas más amplías de la población, mejorando con ello, la
calidad del proceso de toma de decisiones e introduciendo cada vez más la discusión
y argumentación sobre opciones diversas y contrapuestas.
El
tradicional pueblo suizo, que cuenta con uno de los sistemas democráticos más avanzados del
planeta. Foto. VanessaK, Flickr
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