Sentencia Sobre Titulos Valores

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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

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EXP. N.o 0004-20 I 7 -P AlTC
LIMA NORTE
SAMT]EL CARLOS CORREA POMARINO

SENTBNCIA DEL TRIBUNAL CONSTTTT-ICIONAL

En Lima, a los 26 días del mes de julio de 2018, la Sala Primera del Tribunal
Constitucional, integrada por los magistrados Ramos Núñez, Ledesma Narváez, y
Espinosa-Saldaña Barrera pronuncia la siguiente sentencia.

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Samuel Carlos Correa


Pomarino contra la resolnción de fojas 185, de fecha22 de marzo de2016, expedida por
la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, que declaró
improcedente la demanda de autos.

ANTECtrDENTES

El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización


revisional (ONP) con el objeto de que se le otorgue pensión de jubilación minera
nforme a la Ley 25009 y del Decreto Supremo 029-89-TR. Maniflesta que mediante
esolución 16125-2011-ONP/DPR.SC/19990. de fecha 1l de febrero de 2011. se le
enegó la pensión solicitada. Asimismo, solicita el pago de las pensiones devengadas,
s intereses legales y los costos procesales

La emplazada contesta la demanda solicitando que se la declare infundada,


manifestando que el actor pretende acreditar la enfermedad profesional mediante un
certificado médico del Ministerio de Salud y no con uno emitido por una comisión
médica de Essalud. Por ello, el documento presentado no constituye un medio
probatorio idóneo, y agrega que con dicho certificado el demandante no ha dcmostrado
haber laborado expuesto a riesgos de toxicidad, peligrosidad e insalubridad.

El Quinto .luzgaclo Especializado en 1o Civil de la Corte Supcrior de Justicia de


Lima Norte, con f'echa 1 de dicicmbre de 2014, declara fundada la demanda, por
considerar que con los documentos presentados por el actor se acredita que laboró en la
actividad minera y qr.re padece de una enfcrmedad profesional.

La Sala superior, revocando la apelada, dcclara improcedente la demanda, por


considerat'que el ccltificado de discapacidad que se adjunta resulta insuficiente para
acreditar la discapacidad que alega tener el demandante.
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EXP. N." 0004-20 I 7-PAirC
LIMA NORTE
SAMUEI, CARLOS CORREA POMARINO

FUNDAMENTOS

Delimitación del petitorio

Ill recunente solicita pensión completa de jubilación minera por enfermedad


profesional conllorme a la Ley 25009, más el pago de las pensiones devengaclas, 1os
intereses legales y los costos procesales.

En reiterada jurisprudencia. este Tribunal ha señalado que forman parte del


contenido esencial directamente protegido por el dcrccho fundamental a la pensión
las disposiciones legaies que establecen los requisitos para el disfrute de tal
derecho.

En consecuencia. corresponde analizar si el demandante cumple los presupuestos


legales que permitirán determinar si tiene derecho a percibir la pensión que
pues. de ser así, se estaría verificando la arbitrariedad en el accionar dc la
-reclama,
entidad demandada.

álisis de la cuestión controvertida

Este Tribunal constitucional ha interpretado el artículo 6 de la Lcy 25009, artÍculo


20 del Decreto supremo 029-89-1'R, en el sentido de que Ia pensión compreta de
jubilación establecida para los trabajadores mineros que adolezcan de silicosis
(neumoconiosis), o su equivalente en la Tabla de Enfermedades prof-esionalcs,
importa el goce del derecho a la pensión aun cuando no se hubieran reunido los
requisitos legalmente previstos. Por lo tanto, un extrabajador minero que padezca
de silicosis queda comprendido en los alcances del artículo 6 de Lcy 25009. De
igual modo, generará derecho a pensión de jubilación quien paclezca de una
enf'crmedad prof'esional equivalente al primer grado de siticosis, según la Tabla cle
Enfermedades Prof'esionale s.

5. De otro lado, en la sentencia emitida en el Expediente 4940-200g-pA/'l-ct, ha


cluedado establecido que para el otorgamiento de la pensión de jubilación prevista
en cl artículo 6 de la Ley de Jubilación de Trabajadores Mineros, Ley 25009, la
comprobación del primer estadio de silicosis o su equivalente en la tabla de
enfcrmedades profesionales debe sujetarse al dictamen de una Comisión Méilica
Evaluadora de Incapacidades del Ministerio de salud, EsSalud o cre una EpS, el
cual para otorgar convicción debe scr presentado en original, copia legalizacla o
fbdateada.
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IMA NORTE
SAMUEL C]ARLOS CORREA POMARINO

6. Al respecto, este Tribun¿rl Constitucional estima que la copia fedateada del


cerlif,icado dc discapacidad emitido por Ia Comisión Médica Evaluadora clel
Hospital Apoyo Provincial de Palpa-Nasca del Ministerio dc Salud, de f-echa 3 de
diciembre dc 2007 (f. 7), plesentada por el recurrente, demuestra que adolece de
neumoconiosis grado I, sordera moderada bilateral y reumatismo crónico afticLllar
cori 70olo dc urcnoscabo global. Asimismo. de fojasT2 a 80 obra la Flistoria Clínica
48686, presentada por el demandante, que sustenta el diagnóstico señalado.

Respecto a su actividad laboral,, se aprecia de las copias legalizadas del certificado


de trabajo expedido por la empresa minera Ilierro Perú, de fecha 23 de setiembre dc
1992 (f .4), y del documento expcdido por la empresa Shougang Hierro Perú SAA,
de f'echa 4 de setiembre de 2006 (ff. 5 y 6), que el actor laboró como obrero en
clicho centro minero metalúrgico a ta.io abierto desdc el 2 de octubre de i979 hasta
el 23 de setiembre de 1992. Asimismo se advieÍe que estuvo expuesto a fuerte
ruido permanente ocasionado por las opcraciones extractivas, entte otras, al polvo y
'cambios de temperatura. asi como a la inhalación de polvo mineralizado. sílicc y
otras sustancias y gascs tóxicos.

A mayor abundamiento, obra a f§as 216 la I{esolución 1526-2013-


ONP/DPR.GD/DL 18846, que por mandato judicial otorgó a1 actor pcnsión dc
invalidez por enf-ermedad prof.esiorral bajo los alcances del Decreto Ley 18846 a
partir del 3 de diciembre de 2007.

En tal sentido, debe precisarse que cn la sentencia emitida en el Expediente 03337-


2007-PAll'C este'I-ribunal ha precisado que es criterio reiterado y uniforme al
resolver controversias cn las que se invoca Ia af'ectación del derecho a la pensión y
el otorgamiento de una pensión de jubilación minera por enfermedad profesional o
de una pensión de invalidcz (rcnta vitalicia) merituar la resolución administrativa
que Ie otorga una de ias prestaciones pensionarias mencionadas y en función de cllo
resolver la controversia. Así, la sola constatación efectuada en la vía administrativa
constituye una prueba idónca para cl otorgamiento de la pensión de jubilación por
enfermedad profesional.

10. En consecuencia, al haberse verificado en el caso dc autos que el actor ha


desarrollado sus labores en minas a taj o abierto y que, además, padece las
enfermedades profesionales de neumoconiosis y sordcra moderada bilateral, este
Tribunal considera que 1e corresponde percibir una pensión de jubilación minera
completa de acuerdo con el artículo 6 de la Lcy 25009, cor.r el pago de sus
pensiones devengadas contbrme al articulo 81 del Decreto Ley 19990.
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I,IMA NOILI'L,
SAMTJEL CARLOS CORREA POMARINO

I l. Respecto a los intereses legalcs este Tribunal, rnediante auto emitido en el


Expediente 2214-2014-PAITC, ha establecido en calidad de doctrina
jurisprudencial vinculantc. aplicable incluso a los procesos judiciales en trámite o
en etapa de ejecr.rción, cprc e1 inlerés legal aplicable en materia pensionable no es
capitalizable, contbrme al artículo l24L) del Código Civil.

12. En cuanto al pago de costos procesales, contbrme a 1o clispuesto por e1 artículo 56


del Código Procesal Constitucional. corresponde el pago de dicho concepto'

Por estos lundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le conliere


Ia Constitución Polílica dcl Perir, y e1 i-undamento de voto del magistrado Espinosa-
Saldaña Barrera que se agrega.

IIA IIITST]I!LTO

l. Declarar I,-UNDADA la dcniauda porqLle se ha acreditado la vulneración del


derecho a Ia pensión.

2. Order.ral quela emplazada expida una nueva rcsolución otorgando al demandante


pensión de jubilación mincra completa confbrme al ar1ículo 6 de la Ley 25009 y al
arlículo 20 del Decreto Supt'cmo 029-89-'fR, según los tbndamentos de la presente
sentencia, con el abono dcl reintegro que pudiese corresponder de las pensiones
devengadas. mirs los inteleses legales y costos dcl proceso.

Publíquese y notilicluese

SS

RAMOS NÚÑEZ
LEDESMA NARVÁEZ
ESPINOSA.SALDAÑA tsAITIIUITA q t

Lo que cGül,o:

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SAMUEL CARLOS CORREA POMARINO

FUNDAMENTO DE VOTO DEL MAGTSTRADO ESPINOSA-SALDANA


BARRER4.

Coincido con el sentido de lo resuelto por mis colegas. Sin embargo, considero
necesario señalar lo siguiente:

1. Nuestra responsabilidad como jueces constitucionales del Tribunal


Constitucional peruano incluye pronunciarse con resoluciones comprensibles, y
a la vez, rigurosas técnicamente. Si no se toma en cuenta ello, el Tribunal
Constitucional falta a su responsabilidad institucional de concretización de la
Constitución, pues debe hacerse entcnder a cabalidad en la compresión del
ordenamiento jurídico conforme a los principios, valores y demás preceptos de
esta misma Constitución.

2. En ese sentido. en el fundamento jurídico 2 del proyecto de sentencia se utiliza


la noción de "contcnido esencial directamente protegido" para hacer ref'erencia
a ura porción cle cada derecho fundamental que "merece protec<;ión a trar'és del
proceso de amparo"" a ditbrencia de otros ámbitos que, si bien fonnan parte del
derecho, no están incluidos su "contenido esencial" y, por ende, no merecerían
tutela a través del proceso de amparo, por tratarse dc contenidos tienen origen
más bien en 1a ley (los llamados contenido "no esencial" cl "adicional").

3. Al respecto, conviene además tener presente que en la jurisprudencia de este


Tribunal se encLlentra que la expresión "contenido esencial" se ha usado de
distinto modo. En especial, ha sido entendida como límite infranqueable,
determinado ab initio, para el legislador de los derechos fundamentales; como
un contenido iusfundamental que solo puede hallarse tras realizar un examen de
proporcionalidad; o como aquel contenido iusfundamental protegido
directamente por la Constitución que pcrmite la procedencia del amparo, enlre
otros usos.

4. En Io que concierne al uso que se le da erl esta sentencia, dicha comprensión ha


recluerido que cstc órgano colegiado establezca "lislas" de contenidos
iustirndamentales, a través de las cuales el Tribunal instituye cuáles ámbitos del
derecho considera como parte del contenido esencial y cuáles quedan fucra. Esta
operación, qué duda cabe, es sumamente discrecional, y por ello, corre e1 riesgo
dc devenir en arbitraria, máxime si nos encontramos ante derechos de
conñguración legal como cl derecho a la pensión. Además de ello, su
consecuencia es que se presentirn casos en lo que algunos contenidos, Ios cuales
realmente forman parte del dcrecho, y por ende merecerían protección a través
del amparo, han quedado excluidos de esta posibilidad de tutela urgcnte pLles no
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tleron incluidos en la decisión del Tribunal Constitucional. Esto ha pasado, por


ejemplo, con respecto dc algunas personas de edad avanzada. a quienes este
Tribunal ha tutelado su derecho a acceder a una pensión, pese a no encontraÍse
dentro de los supuestos considerados como "contenido esencial" del derecho a la
pensión. Por el contrario, sigue excluyendo de tutela aquellos casos en 1os que se
dernanda acceder a pensiones mayorcs dc 415 nuevos soles, a pesar de que el
"mínimo vital" que en su momento justilicó establecer la mencionada cifra, ha
variado notoriarncntc.

5. Al rcspccto, y como hemos explicado en otras oportunidades. consideramos qLle


esta noción de "contenido esencial" suele generar confusión y no aporta mucho
más que la noción de "contenido de los derechos", a secas. Téngase presente
c¡ue,finalmente, la expresión utilizada por e1 Código Procesal Constitucional es
la de "contenido constitucionalmente protegido" de los derechos.

6. En este sentido, consideramos que casos como el presente podrían analizarse a


partir del unálisis ,¡obre la relevuncia consfifucional del caso, fórmu1a
cstablecida en Ia STC 02988-2013-AA, tomando en consideración reiterada
jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Allí se recordó que tanto el artículo
5, inciso 1. como el arlículo 38 del Código Procesal Constitucional prescriben Ia
improcedencia de la demanda si esta no está dirigida a la delensa de ámbilos
protcgidos por dcrcchos constitucionales. Con más detalle, se indicó quc su
cleterminación requiere, básicamenter :

(1) Verifioar que existe u\a norma de rlerecho cr¡nslitucional pertinente para el
caso (es decir, una interpretación válida de disposiciones que reconocen
derechos constitucionales). Esto exige encontrar, primero, una disposición
(enunciado normativo) que reconozca el derecho fundamental invocado, clue
puede ubicarse tanto en la Constitución, como en los tratados de derechos
humanos, en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional o en la jurisprudencia
supranacional vinculante para el Estado peruano. Seguidamcnte, será necesario
establecer las normas (interpretaciones, significados) que se desprendan
válidamentc de las disposicioncs quc reconocen derechos, de tal forma que
pueda reconocerse qué protege realmente el derecho invocado.

Ahora bien, esto de ninguna forma descarta la posibilidad de que se tutelen


derechos constitucionales no reconocidos de modo expreso (derechos impiícitos
o no enumerados); sin embargo. en tal caso será necesario vincular

' Con matices, cfr. STC Exp. N' 00665-2007-PA/TC, L j. 5.a y b, STC Exp. N' 06218-2007-HC/TC, f. j
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interpretativamente el derecho invocado en la demanda con 1o dispuesto en la


cláusula constitucional que reconoce los derechos fundamentales no enumcrados
(artÍcu1o 3 de la Constitución2).

Asimismo. de lo anterior no se desprende que 1os derechos constitucionales de


desarrollo legal queden desprotcgidos; al respecto, debe tenerse en cuenta que,
en general, los derechos constilucionales siempre son desarrollados, concretados
o actualizados por los jucces y el poder político (legislativo y administrativo),
sin que ello contradiga o disminuya su naturaleza iusfundamental. Solo en caso
que la legislación de dcsarrollo rebalse el ámbito constitucionalmente protegido
de un derecho, que se trate de derechos dc origen legal, o si el contenido del
derecho merece protección en otra vía (lo que coresponderá ser analizado a
parlir de otra causal de improcedencia) se declarará improcedente la demanda3.

(2) Constatar que el demandante se beneficie de Ia posiciÓn jurídica amparada


por la norma iusfundarncntal encontrada. Es decir, luego de analizado el ámbito
protcgido del derecho. debe deterrnjnarse si 1o alegado en la demanda (en la
prelensión, en los hcchos descritos) son subsumibles en el ámbito nomativo del
derecho, describiéndose a estos efectos quién es el titular del derecho (sujeto
activo), el obligado (sujeto pasivo) y la concreta obligación iusfundamental. En
otras palabras, es necesario acreditar la titularidad de1 derecho, más auu, la
cxistencia de una "reiación j urídica de derecho fundamental"a.

(3) Finalniente, debe r,eriñcarse que la afectación o restricciÓn cuestionada


incida en e1 ámbito protcgido por el derecho invocado, cuando menos dc tnodo
prclinrinar o prima facie. es decir, sin necesidad dc ingresar a ana\izat el londo
del caso. En efecto, a través de esta causal de improcedencia no se trata de
demostrar Ia existencia de una inlervención justificada o ilegítima (1o que solo se
conocerá con certeza al finalizar el proceso constitucional), sino de descartar que
estemos ante un caso de "afect¿rción aparente",, en la mcdida que la lesión o
amenaza:, si bien pcrturba de alguna forma intereses de1 actor, finalmentc no
incide en ningún contenido constitucionalmcntc relevante.

2
Constrtución Política det Perú
"Aftículo 3.- La enumeración de los derechos cstablecidos en este capltulo no excluye los demás c¡ue Ia
Constitución garantiza, ni otros de naturaleza análoga o que se fundan en la dignidad del hombre, o en los
principios de soberania del pueblo, del Estado democrático de derecho y de la forma republicana de
gobierno."
3
Cfr. STC Exp. N" 03227-2007-PA/TC, f'. j. 3; RTC Exp. N" 9096-2006-PAITC, f . i.2.
o
Cfr., mutatis mutandis, RTCI Exp. N" 01581-2010-PHD/TC, f. j. 6, STC Exp. N'01417-2005-AA/TC, f.
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7. Además de ello, debe tenersc en cucnta que en algunos casos excepcionales este
análisis de relevancia iuslundamental puede ser insuficiente; por ejemplo:
cuando la Constitución prcvé cxcepciones al ejercicio del refbrido derecho;
cuando la interpretación que se hace de 1a dlsposición que reconoce el derecho
es irrazonable o absurda; cuando la demanda reivindica un contenido
manitiestamente ilicito y tal ilicitud no es puesta en duda; cuando 1a titularidad
dcl dcrccho rcquiere, de n-rodo necesario, condiciones adicionales de aplicación;
cuando se busca tutelar un ámbito aparentemente protegido, pero que el Tribunal
Constitr"rcional ha excluido cxpresamente en su jurisprudencia de observancia
obligatoria, entre situaciones que casuísticamente puedan presentarse. En este
supuesto,, atendiendo al caso concreto. será necesario te11er en cuenta
consideraciones adicionales al examen de tres pasos señalado supra. para
dctcrminar si lo alegado hace ref'erencia al contenido constitucionalmente
prolegido del derecho invocado^ ¡i con ello resolver la procedencia de la
demanda.

8. Consideramos que a partir de este análisis puede deteminarse, de manera


ordenada y con coherencia conceptual, si la afectación o la amenaza alegada en
una demanda incide realmente en el contenido protegido por el derecho
fundamental invocado y, en ese sentido, si príma facie merece tutela a través de
un proceso constitucional; prescindiéndose, pues, de nociones equívocas como
la de "contenido esencial".

9. Esto, desde luego, sin perjuicio de que casos auténticamente referidos al


contenido constitucionalmente protegido de los derechos fundamentales que se
invocan finalmente puedan ser declarados improcedentes, en atención a las otras
causales de improcedencia contenidas también en el Código Procesal
Constitucional.

10. Por otro lado, en mérito a la rigurosidad técnica que debe caracterizar a toda
resolución de nuestro Tribunal. considero que es redundante hablar de doctrina
j urisprudcncial vinculante. tal como se consigna en el fundamento 1 1 dcl
pro¡'ecto de sentencia.

ll.Es pues, en este contexto, que en aras a la precisión conceptual que le


corrcsponde mantcncr a cstc órgano colcgiado, y sobrc la base dc lo dispuesto
por nuestra legislación y por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional. la
paiabra "vinculantc" cn el escenario de las expresiones ar:riba scñaladas cs
innecesaria por redundante. Incluso puede generar cierta indeseable confusión,
cn la medida que podría entenderse que algunas de dichas decisiones no tendrían
clicho carác1er.
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LIMANORTE
SAMUEL CARLOS CORREA POMARINO

12. En ese sentido, debemos tener presente que en el artículo Vl ciel Título
Preliminar del Código Procesal Constitucional, in fine, se establece la figura dc
la "doctrina jr.rrisprudencial" o de la 'Jurisprudcncia constitucional". Se señala
en esta disposición que:

"Artículo Vl.- (...)


(...) Los Jueces intctpretan y aplican las leyes o toda norma con rango de
Iey y los reglamentos según los preceptos y principios constitLlcionales,
conformc a la interpretación de los mismos que resulte de las
resoluciones clictadas por e1 Tribunal Constitucional".

i 3. Como puede apreciarse, en esla disposición se recoge un mandato claro y


obligatorio dirigido a los jueces y juezas, de seguir las interpretaciones del
Tribunal Constitucional. Siendo así, consideramos que la calificación
"vinculante" resultaría redundante y tendría efectos indeseados, en 1a medida
que dicha expresión podrÍa connotar que además existe doctrina jurisprudencial
"no vinculantc".

14. Lo antes dicho, desde luego, no obsta 1a posibilidad para que, mutatis mulandis^
en un determinado caso los jueces o las juezas puedan apaftarse del criterio,
rcgla o interpretación establecida por el 'I'ribunal Constitucional. Aquello se
materializa a través de la operación conocida como distinguishing. A mayor
abundamiento, esto es posible siempre clue exista una diferencia sustantiva entre
1o establecido como doctrina jurisprudencial y Io alegado o discutido en el
nLrevo caso. Empero, así visto, el distinguishfug no resta entonces en absoluto
elicacia a la doctrina jurisprudencial, y menos aun cuestiona su obligatoriedad,
sino que a través de dicha operación tan solo se determina que la regla o criterio
que eslas contienen no son aplicables al caso específico, por estar fucra de los
alcances allí se regula.

15. Ilechas estas salvedades, espero haber dejado en claro por qué, a pesar de estar
de acuerdo con cl proyecto de resolución que suscribo, considero que no debió
agregarse la expresión "vincu1an1e", conforme ha sido sustentado en este voto.

S.

ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA
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