Eclesiologia Asignatura
Eclesiologia Asignatura
Eclesiologia Asignatura
Teológico: Por lo que se refiere al lugar de la eclesiología en la teología, hay que tener
en cuenta que hasta el siglo XIV no existía un tratado de eclesiología. Si nos fijamos en la
Suma de Teología de santo Tomás de Aquino, ahí no existe un tratado de eclesiología.
La palabra Ekklesia se usa en el Nuevo Testamento ciento quince veces. De estas, dos se
refieren a la congregación hebraica, (Hechos. 7:38, Hebreos. 2:12), y ciento diez a la Iglesia
de Cristo. Nótese que en Hechos. 7:38 y hebreos. 2:12 se traduce como congregación. En
Hechos. 19:32 y 39-40, se traduce por concurrencia, asamblea, congregación
Contenido gramático:
-Definición de Eclesiología.
-Raíces históricas de la iglesia.
-Los fundamentos de la iglesia.
-Finalidades de la iglesia cristiana.
-Problemas de la iglesia.
-Exhortaciones y promesas a la iglesia.
ECLESIOLOGIA:
Eclesiología viene del griego ekklesia, que se convirtió a su vez en el latín ecclesia, y que
simplemente significa una reunión de gente, es una palabra compuesta por la preposición
griega ek que denota un origen y que puede traducirse independientemente como desde,
y keleo, que significa llamar. La definición más genérica es la de "una reunión de
ciudadanos llamados de sus hogares a un lugar público". Aunque hoy en día el término se
relaciona fuertemente con la iglesia cristiana, sus raíces son más amplias.
La septuaginta utiliza ekklesia para traducir en griego la palabra griega qahal, que significa
congregación, asamblea, compañía o cualquier cuerpo organizado. El uso genérico de la
palabra se una muchas veces en un pasaje del Nuevo Testamento (Hechos 19,32; 39; 42)
Son muchos los criterios que se han emitido respecto a la iglesia cristiana, tanto favorables
como en contra. Si bien en muchos casos se le compara con la sal que perdió su sabor, por
lo cual fue hollada por los hombre, con todo, el hecho de que permanezca hasta hoy, y
este llena de vigor en un mundo que le es adverso en mil maneras, indica que, en mayor o
menor grado, ella ha cumplido su labor.
Otros, un poco menos negativo, piensan que la iglesia es como un organismo que ayuda a
amalgamar la sociedad; o bien es un factor que si no existiera sería ideal crearlo porque
proporciona un ambiente para tener compañerismo.
Otros ven en ella un organismo que no tiene explicación ni razón de ser aparte de lo que la
Biblia enseña, por lo cual la entienden, la ven y la viven como un verdadero proyecto de
Dios en la tierra.
Pentecostés fue el día verdadero del nacimiento de la iglesia de Jesucristo. Pentecostés era
una de las tres grandes fiestas anuales establecidas por Dios para su pueblo. La palabra
significa “quincuagésimo día”. Se daba entre mayo y junio, cincuenta días después de la
Pascua.
Para esta fecha 120 seguidores de los Hechos de los Apóstoles narra un acontecimiento
sobrenatural, que no solo abarco a los 120, sino a treinta mil personas que aquel día
recibieron la gracia del nuevo pacto y empezaron a experimentar sus bendiciones. Había
judíos y prosélitos reunidos en Jerusalén, no solo en las regiones inmediatas, sino de
lugares tan lejanos como Mesopotamia, Asia y África.
Muchas de estas personas, debido a la persecución desatada a los pocos días con motivo
de la muerte de Esteban, fueron semilla de la nueva fe y fundadores de la iglesia en
muchos lugares. (Hechos 2.9-11; 11.19-21).
Pentecostés en este sentido no es simplemente un día del calendario religioso común, sino
una fecha extraordinaria en la cual Dos, en la persona de su Santo Espíritu, viene en forma
permanente a las persona que acatan el llamado de Dios en Cristo Jesús. Es lo que Pablo
llamo “el ministerio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora a
sido manifestado a sus santos, a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria
de este misterio de los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria…”
(Col1.26-27). Pentecostés es nada menos que Dios entre los hombre de buena voluntad, y
Dios habitando en las personas que acuden al llamado de su Hijo.
Las referencias bíblicas que tenemos sobre el establecimiento de las primeras iglesias en
dichas regiones.
Luego hay una serie de congregaciones de las cuales tenemos más datos. Son las de
Antioquia de Siria, Antioquia de Pisidia, Listra, Derbe, Iconio; Filipos, Tesalónica, Berea,
Atenas, Corinto, Éfeso, Troas, Roma, Galacia, Colosas, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis,
Filadelfia, Laodicea y Creta.
San pablo expreso su inmenso regocijo al decir “todo lo he llenado del evangelio de Cristo”
(Ro 15.19). Él vivió varios años en su lugar de origen, Tarso, donde se supone, su
testimonio y labor deben haber desarrollado alguna congregación, acerca de la cual no
tenemos referencia. Hasta el día de hoy en España piensan que San Pablo visito sus tierras
y existe una ruta que supuestamente siguió. Sin embargo, bíblicamente, lo único que
sabemos es que él tenía la intención de visitarla (Ro 15.24).
Al igual que dichos ejemplos, el apóstol Pedro escribe a los “expatriados de la dispersión”
en varios lugares. Lo mismo hace Santiago, Juan y Judas. Es de suponer que igualmente lo
hicieron pensando en congregaciones cristianas que, debido a persecuciones, estaban
integradas en modo muy rudimentario basándose en el principio de que “donde están dos
o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18.20).
La mayoría de las referencias indican dos sentidos básicos de la palabra iglesia. Uno es la
congregación de cristianos que se reúnen en un determinado lugar. Son los casos citados
en los Hechos de los Apóstoles o bien en las epístolas cuando dice “la iglesia en Jerusalén”,
o “las iglesias tenían paz por toda Judea…” o “la iglesia de Dios que está en Cristo Jesús
que están en Filipos, con los obispos y diáconos”, entre otros.
Objetivos básicos:
3.1 Adorar a Dios:
Puesto que las iglesias son agrupaciones de personas que han vivido una experiencia
personal de encuentro con Dios por medio de su Hijo Jesucristo y bajo la dirección del
Espíritu Santo, la primera y verdadera relación se da entre los creyentes y Dios. Y el Señor
así lo ha hecho para que a partir de dicha relación, él pueda tener su testimonio en la
tierra y un medio para llegar a toda la humanidad.
La iglesia desde un principio demostró que si bien conoce la paz de Dios en Cristo, sin
embargo se ve afectada, tanto desde adentro como de afuera, por muchas circunstancias.
Es importante que quienes se adhieren a la iglesia por la fe en Cristo, comprendan esto,
pues de otra manera se escandalizan, pensando que la iglesia es solo un remanso de paz
perfecta en el mundo. Sí, hay paz y bendición, pero en medio de conflictos.
Igualmente, quienes ejercen el ministerio tienen que entender la situación en que
operamos. Algunos obreros en la viña también piensan que las cosas en la obra de Dios
son solo amor, paz y cordialidad, y se alarman, se sienten frustrados, y hasta abandonan la
labor, cuando aparecen los problemas. Si hay algo que debe aprender un ministro en la
iglesia, es a capacitarse para resolver problemas en la obra. Cuando se adopta una aptitud
clara al respecto, el ministerio es mejor comprendido y la obra se lleva adelante sin
contratiempos. Jesús nos recuerda siempre que en el tenemos paz, que "en el mundo
tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo" (Juan 16.33).