Educacion en El Peronismo
Educacion en El Peronismo
Educacion en El Peronismo
Década Peronista
En el siguiente informe haremos una breve reseña de cómo el peronismo fue un
fenómeno histórico y social. La consideraron como una poderosa máquina de
adoctrinamiento. Abordaron como un modo singular de procesar y articular las
demandas y las necesidades de la sociedad social y la formación para el mundo
trabajador.
Fueron resultado de una construcción política compleja, una alianza que reunía
intereses de los trabajadores de fracciones de la burguesía industrial, de grupos dentro
de la iglesia católica, de algunos sectores nacionalistas de las Fuerzas Armadas, y
produjeron una expansión material del sistema educativo.
Político-cultural
El Peronismo renombrada sectores sociales ya existentes estableciendo sus
propias marcas: los descamisados, los cabecitas, los grasitas; todos ellos fueron sujetos
de sus política y de su pedagogía. Estos nuevos sujetos se constituirán apropiándose
positivamente de los nombres que hasta entonces habían servido para descalificar los.
Los sectores populares fueron interpelados desde un discurso que los engloba como
pueblo, como sujeto privilegiado de las políticas educativas y culturales.
En el Marco de la Constitución, el Esta efectuando do peronista una a asumir la
voluntad Sarmientina de educar a las masas, pero una torsión populista del enfoque
liberal, haciendo explícito el carácter profundamente político de la educación.
Las cifras y los nombres dejan entrever los efectos de la política educativa y la
singularidad de la intervención político-cultural peronista.
La Educación y el Peronismo
El gobierno peronista fue sin duda un claro exponente de utilizar la educación
como propaganda política, pero no debemos dejar de resaltar los méritos que tuvo, y los
esfuerzos para que los menos favorecidos pudieran lograr una educación de calidad.
Reconocer a Perón como un gran luchador contra el analfabetismo es ciertamente solo
observar los resultados de la democratización de la enseñanza y un fuerte
adoctrinamiento en valores positivos.
El Estado peronista amplio y creo el sistema de educación Técnica oficial como
parte del proceso de construcción de un discurso hegemónico que recogía y articulaba
procesos político- culturales, mas abarcativos. El mismo partía del nivel primario y
llegaba hasta el nivel universitario, gozando en su totalidad de un alto grado de
autonomía respecto al sistema tradición.
Este sistema se basó en una serie de decretos y leyes que pueden dividirse en
tres grandes grupos:
La educación religiosa
La inclusión de la religión en el currículum no era una novedad. Desde la década del ’30
un avance de la iglesia en el terreno de la sociedad civil en general y en el educativo en
particular.
Se organizó una dirección de Instrucción Religiosa dentro del Ministerio, con dos
inspecciones (primaria y secundaria) para controlar la implementación de las medidas.
En 1945 se planteó una línea de orientación para eI voto católico,se prohibía votar
partidos que sostuvieran la separación de la iglesia y el Estado, el laicismo escolar y el
divorcio legal.
Durante el segundo gobierno de Perón, se tensó la relación con la iglesia y las disputas
entre Gobierno e iglesia recrudecieron.
Economía
El peronismo no tuvo nunca un modelo económico al cual ajustar sus propuestas
y realizaciones. Su conducción de la economía se vio siempre marcada por el
pragmatismo y por la intención de encontrar puntos de convergencia entre todos los
intereses políticos y sociales que quería satisfacer. Así, durante los primeros nuevos
años que ejerció el Gobierno se propuso conciliar las demandas de los asalariados con
las de un amplio sector de los empresarios urbanos. Luego se inició una fase en la que
se trató de estabilizar y mantener algunos logros de los primeros años, pero no pudo
impedir que la economía entrara en una tendencia de relativo deterioro. Habían
cambiado las condiciones internacionales propicias para el país.
El peronismo buscó entonces hallar una solución abriendo la economía a las
inversiones extranjeras, de las que había desconfiado en su etapa inicial, favoreciendo
la producción agropecuaria, a la que en la primera época había descuidado, y limitando
la acción reivindicativa del movimiento sindical, revirtiendo también en este aspecto sus
políticas de los años de abundancia. El golpe de Estado que derrocó a Perón interrumpió
ese proceso de redefinición de su política económica y lo más interesante de señalar es
que luego de su caída el peronismo prefirió reivindicar como su más genuina propuesta
ideológica sus realizaciones de los primeros cuatro años de gobierno, dejando caer un
cono de sombra sobre los cinco posteriores. Las consecuencias de esa operación
ideológica fueron muy importantes, ya que los peronistas, en la oposición entre 1955 y
1973, se convirtieron en fervientes patrocinadores del nacionalismo económico y en
decididos defensores del fortalecimiento del sindicalismo.
Crisis
Concluimos este informe que el movimiento peronista contó con el apoyo de las
clases trabajadoras y de las mujeres, quienes eran los más favorecidos, el vínculo de
Perón para con ellos era directo e inmediato; sus principales opositores fueron y se
podría decir que es actualmente la UCR (Unión Cívica radical).
Las ideas de Perón se basaban en la justicia y en la ayuda social, en la regulación
de la economía; demostró que la Argentina se podía manejar sola, sin ayuda exterior.
Impulsó la educación construyendo escuelas y universidades, permitiendo que
los hijos de obreros tengan acceso a ellas.
Se logró la recuperación económica y una importante redistribución del ingreso
en favor de los trabajadores. Al tiempo, se expandió la esfera de acción del Estado, el
cual asumió, entre otras cosas, el control del comercio exterior, del mercado cambiario
y de la regulación de los flujos de capital.
Ahora bien, desde el punto de vista fiscal esta estrategia pronto presentó problemas.
El gasto público como porcentaje del producto bruto nacional creció sostenidamente, ya
que el Estado se hizo cargo de los servicios públicos, incursionó en nuevas actividades
económicas y permitió que el empleo público creciera enormemente.
En 1949 ya era evidente la crisis del sector externo, junto con una caída en la
producción industrial. Esto llevó a que, junto con un recambio del equipo económico, se
redefiniera ligeramente la orientación de la política económica. Se intentó lograr una
mejor inserción en la economía internacional, se concedieron incentivos a la producción
agrícola y se orientó el crédito hacia las actividades productivas de bienes no transables
y servicios. No obstante, se mantuvo el objetivo redistribucioncita de la política
económica.
A partir de entonces se intentó contener la crisis y al mismo tiempo ajustar la
estrategia industrializadora. Los indicadores económicos mejoraron, pero ello no era
muestra de la superación de los problemas estructurales que dicha estrategia
planteaba.
Gracias a su muy difundida ideología y su “justicia social”, logro ganarse el apoyo
de la mayoría del pueblo argentino, compuesto por integrantes de las clases “bajas y
obreras". Apoyo que, a pesar de la proscripción del Peronismo y el exilio de Perón,
continuó, con sus relativos altibajos, hasta su vuelta al país en 1973, cuando es reelecto
por tercera vez como presidente de la Nación.