Compendio Doctrina Legal y Jurisprudencia Tomo II
Compendio Doctrina Legal y Jurisprudencia Tomo II
Compendio Doctrina Legal y Jurisprudencia Tomo II
DERECHOS RESERVADOS
DECRETO LEGISLATIVO Nº 822
Derechos de Edición
2013 - Ministerio de Justicia y Derechos Humanos
Calle Scipión Llona Nº 350 - Miraflores, Lima 18
Dirección General de Desarrollo y Ordenamiento Jurídico
1 Véase en: JIMÉNEZ DE ASÚA, LUIS; Tratado de Derecho Penal, Tomo II, Editorial Losada S.A., Buenos
Aires, 1950, p. 222.
Es del caso reconocer que fueron los trascendentes“Acuerdos” de los
Plenos Jurisdiccionales de las Salas Superiores Especializadas en lo
Penal que se adoptaron en Arequipa (1997) e Ica (1998), los que
incentivaron el cumplimiento de las ya citadas disposiciones de la
L.O. del P.J. y del nuevo numeral incorporado al C. de P.P. de 1940,
pues en
ese entonces (que se extendió hasta finales del 2005) los supremos
encomendados dormían despreocupados sobre el asunto.2
2 PRADO SALDARRIAGA, VÍCTOR; Derecho Penal, Jueces y Jurisprudencia, Palestra Editores, Lima,
1999, p. 45 y ss.
que la resolución obligatoria no pone de manifiesto la interpretación
ilustrada obligatoria producida por los propios jueces peruanos,
sino aquella otra ilustrativaperteneciente a juristas extranjeros que
interpretan su legislación nativa, muchas veces ni siquiera similar a
la nuestra, por lo que su invocación doctrinaria podría resultar
siendomás o menos impertinente.
3 Von Ihering, Rodolfo: Jurisprudencia en broma y en serio; Editorial Revista de Derecho Privado,
Madrid, 1983, p.247 y ss. El vocablo “Jurisprudencia” tiene aquí el significado de “Ciencia del
Derecho”.
Finalmente, es loable la publicación prologada. Casi siempre que tengo en
mis manos un libro importante, como el que hoy nos ocupa, viene a mi
memoria una canción escolar de mi niñez cuya letra dice así:
18 17
[ abreviaturas ]
Cas. : Casación
T.C. : Tribunal Constitucional
S.T.C. : Sentencia del Tribunal Constitucional
P.H.C. : Proceso de Hábeas Corpus
P.A. : Proceso de Amparo
A.A. : Acción de Amparo
Exp. : Expediente
R. : Resolución
T.U.P.A. : Texto Único de Procedimiento Administrativo
M.P. : Ministerio Público
F.N. : Fiscalía de la Nación
PRONAA : Programa Nacional de Asistencia Alimentaria
DIGEMID : Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas
E.I.R.L. : Empresa Individual de Responsabilidad Limitada
19
FONCODES : Fondo de Cooperación para el Desarrollo Social
20
PriMera Parte
y Precedentes
Vinculantes
22
tÍtulo i
sentencias 23
Plenarias
24
1.1. Sentencia Plenaria № 01-2013/301-A.2-ACPP
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
I. FUNDAMENTOS DE HECHO 25
CUARTO. Que son materia de discusión los alcances de una nueva norma,
introducida al Código de Procedimientos Penales, mediante
Como quiera que la Ley Procesal Penal no estipula, a través de una norma
expresa, un procedimiento propio y con un plazo específico para el
cómputo del plazo inicial -el Dies aquo- del acto de fundamentación
o formalización del recurso -no lo separa ni crea un trámite ad hoc-,
cabe puntualizar, en primer lugar, que la estricta aplicación del
principio de legalidad procesal impide instituir uno
pretorianamente; y, en segundo lugar, que está en el propio sentido
del apartado cinco del artículo trescientos del Código de
Procedimientos Penales, que el cómputo ha de iniciarse desde el día
siguiente al propio acto de interposición del recurso.
S. S.
32
1. FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA
2. La notificación de la sentencia
PARIONA PASTRANA
SENTENCIA PLENARIA
I. ANTECEDENTES.
* En el texto de la presente Sentencia Plenaria, extraído de la página web del Poder Judicial, se lee:
“la”; debiendo decir: “al”.
4. La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia, por
mayoría, en el tercer fundamento jurídico estableció que al alterarse
las bases de la determinación de la pena con motivo de la Ley número
28002, conforme al artículo 6º del Código Penal, ineludiblemente
debe sustituirse la pena impuesta por otra más benigna. En el cuarto
fundamento jurídico precisó que la sustitución debe respetar las
diversas circunstancias que permiten concretar legalmente la pena,
que desde el derecho procesal debe atender a la declaración de
hechos probados y las circunstancias y factores reconocidos en el
fallo como relevantes para determinar judicialmente la nueva pena,
y desde el derecho material debe acatar el principio de
proporcionalidad de la pena, los criterios rectores de los artículos
45º y 46º del Código Penal, sin que resulte aceptable acudir a
criterios o pautas matemáticas o estándares tasados de cualquier
índole para establecer la nueva penalidad, que no son acordes con un
sistema de determinación legal relativa de la pena. Finalmente, en el
sexto fundamento jurídico estatuyó que si en la sentencia materia de
sustitución se comprendió una atenuación especial y se impuso una
pena por debajo del mínimo legal resulta imperativo que la nueva
pena resultado de la sustitución deba ser inferior al mínimo legal
estipulado en la nueva ley; a su vez, estimó que no es posible instituir
reglas fijas para la sustitución de las penas ni es posible desconocer
los efectos de la cosa juzgada en orden a la declaración de hechos
probados y determinación de las circunstancias jurídicamente
relevantes de la individualización de la pena ya establecidas en la
sentencia condenatoria firme.
III. DECISIÓN
13. En atención a lo expuesto, el Pleno Jurisdiccional de los
Vocales de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia de la
República, reunido de conformidad con el apartado dos del
artículo 301º-A del Código de Procedimientos Penales,
introducido por el Decreto Legislativo número 959; por
mayoría de 9 votos contra uno;
HA RESUELTO:
1º) Cuando la nueva ley disminuye el marco legal abstracto con que se
conmina la infracción penal objeto de condena firme, la
pena impuesta con arreglo a la ley anterior ineludiblemente
debe ser sustituida;
SS.
45
GONZÁLES CAMPOS
SAN MARTÍN CASTRO
PALACIOS VILLAR
LECAROS CORNEJO
BALCAZAR ZELADA
MOLINA ORDÓÑEZ
BARRIENTOS PEÑA
VEGA VEGA
PRINCIPE TRUJILLO
VOTO SINGULAR DEL SEÑOR SIVINA HURTADO
SIVINA HURTADO
1.3. Sentencia Plenaria № 1-2005/DJ-301-A
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
PLENO JURISDICCIONAL DE LOS VOCALES DE LO PENAL
DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
DISCREPANCIA JURISPRUDENCIAL
ART. 301º-A CPP
ASUNTO: MOMENTO DE LA CONSUMACIÓN
EN EL DELITO DE ROBO AGRAVADO
Lima, treinta de septiembre de dos mil cinco.
SENTENCIA PLENARIA
I. ANTECEDENTES
III. DECISIÓN
HA RESUELTO:
SS.
SIVINA HURTADO
GONZÁLES CAMPOS
SAN MARTÍN CASTRO
PALACIOS VILLAR
LECAROS CORNEJO
MOLlNA ORDÓÑEZ
BARRIENTOS PEÑA
VEGA VEGA
PRINCIPE TRUJILLO
VOTO SINGULAR DEL SEÑOR BALCAZAR ZELADA
BALCAZAR ZELADA 53
54
tÍtulo ii
Precedentes 55
Vinculantes
56
capítulo i
derecho 57
Penal
58
sub capítulo i
Parte
general
59
60
1.1.1. Recurso de Nulidad № 000956-2011 Ucayali
CORTE SUPREMA DE LA REPÚBLICA
SALA PENAL PERMANENTE
R.N. Nº 956-2011
UCAYALI
JURISPRUDENCIA vinculante:
principio de imputación
necesaria
1. DECISIÓN CUESTIONADA
En la acusación escrita (folios dos mil seiscientos sesenta y cinco a dos mil
setecientos quince, subsanada en el folio dos mil setecientos
veinticinco), se atribuyó a los procesados los siguientes cargos:
CONSIDERANDO:
* En el texto del presente Recurso de Nulidad, extraido de la página Web del Poder Judicial, se lee,
“cuyos”; debiendo decir “cuyo”.
TERCERO: SUSTENTO NORMATIVO.
Consideraciones previas:
Sustento normativo:
3.1 El artículo trescientos ochenta y dos del Código Penal establece que el
funcionario o servidor público que, abusando de su cargo, obliga o
induce a una persona a dar o prometer indebidamente, para sí o para
otro, un bien o un beneficio patrimonial, será reprimido (...).
* En el texto del presente Recurso de Nulidad, extraído de la página Web del Poder Judicial, se lee:
“3.9”; debiendo ser: “3.7”.
CUARTO: ANÁLISIS FÁCTICO JURÍDICO.
4.1.2. Con relación al ítem i) en el informe Especial cero cero unodos mil-
CTRU-DRSSU-OAI, Examen Especial del período uno de enero
de mil novecientos noventa y ocho a treinta y uno de
diciembre de mil novecientos noventa y uno a la Dirección
Regional Sectorial de Salud de Ucayali; se cuestiona el pago
de racionamiento a servidores de la Dirección de Logística,
Economía y otros y al personal contratado por servicios no
* En el texto del presente Recurso de Nulidad, extraído de la página Web del Poder Judicial, se lee:
“4.4.11”; debiendo ser: “4.4.12”.
conforme a la orden de compra-guía de internamiento Nº
1547, de siete de setiembre de mil novecientos noventa y
nueve, así como la orden de compra-guía de internamiento
Nº 1546 a favor de la citada empresa, así como la orden de
compra-guía de internamiento Nº 2883 de siete de octubre 87
de mil novecientos noventa y nueve a favor de Factoría
Sánchez EIRL por servicios de reparación y mantenimiento a
todo costo de una camioneta por la suma de 1921.00 nuevos
soles; y la orden de compra -guía de internamiento Nº 2401
a favor de “World” EIRL por la compra de seis carpas de
campaña; de todo ello se desprende que no existen
suficientes elementos probatorios para establecer que el
procesado Núñez Paredes en su condición de Jefe de
Logística haya sobre valuado los precios de bienes
adquiridos, los cuales a su vez fueron registrados como
ingresados a los almacenes de la entidad.
* En el texto del presente Recurso de Nulidad, extraído de la página Web del Poder Judicial, se lee:
“4.4.12”; debiendo ser: “4.4.13”.
* En el texto del presente Recurso de Nulidad, extraído de la página Web del Poder Judicial, se lee:
“4.4.13”; debiendo ser: “4.4.14”.
Mantenimiento, por el Jefe de Taller de Mantenimiento y por
88 la procesada Gonzáles Vía, sugiriendo su cancelación por el
servicio prestado, de lo que se colige que el pago fue regular,
aunado a ello la versión del procesado Odicio Pinedo en el
folio mil trescientos ochenta y dos donde refirió haber
realizado la labor de reparación y mantenimiento de veintiún
microscopios, lo cual desvirtúa los cargos imputados a la
citada procesada. Asimismo, con relación a la reparación y
mantenimiento de los botes de madera, dichos cargos ya
fueron analizados en el acápite 4.4.8 al analizar la situación
jurídica del procesado Odicio Pinedo.
* En el texto del presente Recurso de Nulidad, extraído de la página Web del Poder Judicial, se lee: 89
“4.4.14”; debiendo ser: “4.4.15”.
haberse fraccionado las adquisiciones pese a la prohibición de la
norma; en todo caso se trata de una irregularidad administrativa.
DECISIÓN
Por los fundamentos expuestos, los integrantes de la Sala Penal Permanente
de la Corte Suprema de Justicia de la República, con lo expuesto por el señor
Fiscal Supremo en lo Penal, ACORDAMOS:
VILLA STEIN
RODRIGUEZ TINEO
SALAS ARENAS
NEYRA FLORES
MORALES PARRAGUEZ
CONSIDERANDO:
Tercero: Que, ahora bien, el artículo ciento setenta y tres del Código Penal
prevé la penalidad que corresponde aplicar al autor de un delito de
violación de menores y establece distintas escalas penales que toman en
cuenta para su mayor o menor gravedad la edad concreta del sujeto pasivo
al momento de comisión del delito; que en su texto original el artículo
ciento setenta y tres del Código Penal conminaba en sus tres incisos penas
de diferente duración, según el grupo etareo que se señalaba en cada uno
de ellos, sin embargo, sólo consignaba el mínimo de la pena legal y omitía
toda referencia expresa a su límite máximo; que, no obstante ello, tal opción
legislativa -por una ineludible aplicación del principio de proporcionalidad
de las penas y de coherencia y autolimitación interna entre las
circunstancias agravantes legalmente incorporadas- no autoriza a concluir
que el extremo superior de penalidad legal no existe y que, por ello, deba
acudirse al límite general o abstracto de la pena privativa de libertad; que,
por el contrario, y - como se ha expuesto precedentemente- por estrictas
razones sistemáticas entre las aludidas circunstancias definidas en cada
inciso del tipo legal, éste debe corresponder la mínima legal previsto para
el grupo etareo precedente; que, por consiguiente, para el inciso tercero el
máximo de pena aplicable era el mínimo señalado en el inciso segundo y
para el inciso segundo el máximo legal correspondía al extremo mínimo de
pena conminada establecido en el inciso primero; que en relación a este
último inciso el máximo legal de la pena conminada sería el genérico que
establecía el hoy suprimido artículo veintinueve del Código Penal, también
en su texto original, para la pena privativa de libertad y que era de
veinticinco años.
Cuarto: Que en la redacción actual del artículo ciento setenta y tres del
Código Penal, que fuera introducida por la Ley número veintiocho mil
setecientos cuatro, del cinco de abril de dos mil seis, así como en las
modificaciones establecidas por las Leyes números veintiséis mil
doscientos noventa y tres, veintisiete mil cuatrocientos setenta y dos,
veintisiete mil quinientos siete y veintiocho mil doscientos cincuenta y uno,
si se consignó para cada inciso un límite mínimo y máximo de pena
conminada; que con relación a la agravante especial que describe el párrafo
final del texto vigente del artículo ciento setenta y tres del Código Penal, la
pena aplicable a los casos de los incisos dos y tres es de cadena perpetua;
que, no obstante ello, en la redacción precedente que introdujo la Ley
número veintiocho mil doscientos cincuenta y uno, del ocho de junio de dos
mil cuatro, para dicho supuesto agravado la pena privativa de libertad
señalaba solamente un mínima de treinta años, por lo que para los
supuestos contenidos en las incisos antes mencionados el máximo de pena
privativa de libertad aplicable era de treinta y cinco años, pues el inciso uno
consignaba como pena exclusiva la de cadena perpetua.
SALAS GAMBOA
SAN MARTIN CASTRO
PRADO SALDARRIAGA
PRÍNCIPE TRUJILLO
URBINA GANVINI
Recurso de Nulidad № 0002476-2005
1.1.3. Lambayeque
SALA PENAL PERMANENTE
R.N. Nº 2476-2005
LAMBAYEQUE
CONSIDERANDO:
Primero: Que, Luis Alberto Vallejos Burga, por sentencia de fojas mil
once, del treinta de octubre de dos mil uno, entre otros, fue condenado
como autor de los delitos de peculado agravado, malversación de fondos
y falsificación de documentos en agravio del Estado, FONCODES y Oficina
Zonal de Chiclayo a cuatro años de pena privativa de libertad suspendida
condicionalmente por el plazo de tres años (una de las reglas de conducta
impuesta era la devolución de treinta y dos mil novecientos setenta y
siete con noventa y cuatro céntimos de nuevos soles), ciento ochenta días
multa e inhabilitación por dos años, así como fijó en diez mil nuevos soles
el monto de la reparación civil que abonará con los otros imputados, a
favor de los agraviados; que el citado sentenciado interpuso recurso de
nulidad contra ese fallo, el mismo que fue concedido por el Superior
Tribunal, sin embargo este Supremo Tribunal por Ejecutoria de fojas mil
ciento sesenta y tres, del catorce de octubre de dos mil dos, lo declaró
inadmisible así como insubsistente el concesorio; que el citado
sentenciado mediante escrito de fojas mil trescientos veinticuatro, del
trece de abril de dos mil cinco, al amparo del artículo sesenta y uno del
Código Penal, solicitó se tenga por no pronunciada la condena y se le
anulen los antecedentes generales en su contra; que esa solicitud fue
aceptada por el Superior Tribunal al expedir la resolución que ha sido
recurrida por la parte civil, y que es materia del presente
pronunciamiento.
Cuarto: Que el artículo sesenta y uno del Código Penal, invocado por el
citado encausado y por el Superior Tribunal, exige que haya transcurrido
el plazo de prueba y que el condenado no haya cometido nuevo delito
doloso ni infringido de manera persistente y obstinada las reglas de
conducta establecida en la sentencia; que, en cuanto al cómputo del
indicado plazo, es de tener presente el artículo trescientos treinta del
Código de Procedimientos Penales, que establece que la sentencia
condenatoria, como en el presente caso, se cumplirá aunque se
interponga recurso de nulidad, salvo los casos en que la pena sea la de
internamiento, relegación, penitenciaría o expatriación; que ello significa
que, salvo esas penas, la impugnación contra una sentencia condenatoria
no es suspensiva y, por consiguiente, se ejecuta provisionalmente
conforme a sus propios términos, lo que por lo demás reitera el artículo
doscientos noventa y tres del Código de Procedimientos Penales y, en tal
virtud, obliga al órgano jurisdiccional a disponer lo conveniente para que
sus disposiciones se ejecuten cumplidamente mientras se absuelva el
grado, lo que significa que deberá instarse el cumplimiento de las reglas
de conducta, las penas que no son objeto de suspensión y el pago de la
reparación civil, en tanto que para tales cometidos la competencia del
órgano jurisdiccional de ejecución no está suspendida; que, por
consiguiente, en el caso de autos ese primer requisito se ha cumplido,
pues la sentencia de primera instancia se emitió el treinta de octubre de
dos mil uno y el periodo de prueba venció el veintinueve de octubre de
dos mil cuatro.
Sexto: Que este entendimiento del artículo sesenta y uno del Código
acotado es independiente y no se opone a lo dispuesto por el artículo
cincuenta y nueve del mismo Cuerpo de Leyes, que autoriza al órgano
jurisdiccional que ante el incumplimiento de las reglas de conducta,
puede amonestar al infractor, prorrogar el periodo de suspensión o
revocar la suspensión de la pena; que, por otro lado, la inaplicación del
artículo sesenta y uno del Código Penal porque se infringió las reglas de
conducta no significa que el imputado tendrá inscrita la sentencia, sino
únicamente que no opera esta causa excepcional de extinción de la
responsabilidad penal: que, al respecto, juristas como PRATS CANUT
sostienen que la remisión de la pena [o en nuestro caso, de tener por no
pronunciada la condena] importa una forma especifica de rehabilitación
diferente de la normal fijada en el Código Penal [Autores Varios:
Comentarios al Código Penal, Tomo l, Editorial Aranzadi, Navarra, mil
novecientos noventa y seis, página cuatrocientos setenta y dos], por lo que
quienes se encuentren en esa situación tendrán que someterse a lo
dispuesto en las reglas generales de la rehabilitación previstas en el
artículo sesenta y nueve del Código Penal, con la obvia aclaración que
vencido el plazo de prueba cesa la posibilidad de amonestaciones, éste ya
no podrá prorrogarse, ni tampoco podrá ser revocada la pena privativa
de libertad suspendida, y sólo tendrán que cumplirse aquellas reglas de
conducta que importen le reparación efectiva del daño (artículo
cincuenta y ocho inciso cuatro del Código Penal), salvo desde luego que
opere la prescripción de la ejecución de la pena.
SIVINA HURTADO
SAN MARTÍN CASTRO
VALDEZ ROCA
LECAROS CORNEIO
CALDERÓN CASTILLO
JURISPRUDENCIA
VINCULANTE: PRESUPUESTOS PARA
LA
APLICACION DE LA RESERVA DEL
FALLO CONDENATORIO
102 CONSIDERANDO:
S.S.
VILLA STEIN
PONCE DE MIER
QUINTANILLA QUISPE
PRADO SALDARRIAGA
106
LA SECRETARIA DE LA SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA DE LA
CORTE SUPREMA, CERTIFICA QUE EL VOTO SINGULAR DEL SEÑOR
DOCTOR RAÚL VALDÉZ ROCA ES COMO SIGUE:
CONSIDERANDO:
SEXTO: Que, por otro lado, la reserva del fallo condenatorio es una
medida alternativa a la pena privativa de la libertad, de uso facultativo
por el Juez, caracterizada por reservar la imposición de la condena y el
señalamiento de la pena concreta para el sentenciado culpable.
108 SÉTIMO: Que, el artículo sesentidós del Código Penal establece que la
reserva del fallo condenatorio, se dispondrá cuando:
(iii) La pena a imponerse no supere los dos años de inhabilitación. Así pues,
el legislador ha establecido taxativamente los supuestos por los
cuales favorece al procesado con la reserva del fallo condenatorio.
NOVENO: Que, ante esta coyuntura es del caso señalar que sin duda una
de las penas más graves que establece nuestro ordenamiento legal es la
pena privativa de la libertad, la misma que para el delito bajo comento
(peculado culposo) el legislador consideró adecuado y razonable que no
excediera el término de dos años; de esta forma y dada la relevancia de la
pena privativa de la libertad, esta sirve como parámetro de las demás
penas, lo cual en aplicación del principio de proporcionalidad significa
que éstas no pueden superar los efectos negativos de la mencionada,
encontrándose entre estos efectos la prolongación de la sanción.
VALDÉZ ROCA
JURISPRUDENCIA
VINCULANTE Criterios para la
aplicación de la medida de
seguridad de internación
CONSIDERANDO:
Sexto: Que, además, para la configuración del agravante del inciso seis del
artículo doscientos noventisiete del código sustantivo, no sólo se requiere
la existencia de una banda u organización criminal dedicada al tráfico
ilícito de drogas, sino que basta con la pluralidad ejecutiva de personas,
esto es, que participen tres o más sujetos en la comisión del delito
previsto en el artículo doscientos noventiséis del Código Penal, supuesto
que se presenta en el caso que se analiza. Que, sin embargo, de
conformidad con el principio de prohibición de reformatio in pejus,
previsto en el artículo trescientos del Código de Procedimientos Penales,
no se puede considerar en esta instancia dicha agravante.
Octavo: Que, por otro lado, teniendo en cuenta que la Corte Suprema
tiene facultad casatoria conforme lo reconoce el artículo ciento
cuarentiuno de la Constitución Política del Estado, esta Sala Penal
Suprema debe establecer las siguientes precisiones:
S.S.
VILLA STEIN
VALDÉZ ROCA
PONCE DE MIER
QUINTANILLA QUISPE
PRADO SALDARRIAGA
JURISPRUDENCIA VINCULANTE
Criterios para la aplicación
del artículo cincuentiuno del
Código Penal, sobre Concurso Real
Retrospectivo de delitos
CONSIDERANDO:
116 Primero: Que viene en recurso de nulidad, interpuesto por el señor Fiscal
Superior, la resolución de fojas mil seiscientos setentitrés, su fecha
treintiuno de octubre de dos mil tres, que declara el sobreseimiento
definitivo de la causa seguida contra Marcial Inga Jaimes, por delito de
estafa en agravio de la Municipalidad Provincial del Santa.
Cuarto: Que esta Sala Penal Suprema considera necesario hacer las
siguientes precisiones:
* En el texto del presente Recurso de Nulidad, extraído de la página Web del Poder Judicial, se lee:
“Manuel”; debiendo decir: “Manual”.
d) Que, por otro lado, es de señalar que el texto vigente del artículo
cincuentiuno tiene una finalidad práctica orientada por los
principios de economía procesal y eficacia judicial frente al gasto y
desgaste funcional que representa todo nuevo proceso que al estar
vinculado con un concurso real de delitos demanda una sanción
coherente con lo prescrito en el artículo cincuenta del Código Penal.
S.S.
VILLA STEIN
VALDÉZ ROCA
PONCE DE MIER
QUINTANILLA QUISPE
PRADO SALDARRIAGA
JURISPRUDENCIA VINCULANTE:
Criterios para la adecuación
de penas
por modificaciones de la Ley Número
120 Veintiocho mil dos
CONSIDERANDO:
a) Que en la ciudad de Trujillo, con fecha once de diciembre del año dos
mil cuatro, los Vocales Superiores integrantes de las Salas Penales
de la República, se reunieron en Sesión de Sala Plena Jurisdiccional
Nacional Penal con el objeto de debatir temas relacionados a la
aplicación de la norma penal, procesal y penitenciaria;
CONSIDERANDO:
128
Lima, diecisiete de noviembre de dos mil cuatro.-
CONSIDERANDO:
* En el texto de la presente Compatencia , extraído de la página Web del Poder Judicial, se lee:
“Americanas”; debiendo decir: “Americana”.
medida que se configure como un fuero real o causa, esto es, (a) en
función a la naturaleza del hecho delictivo imputado, y (b) siempre que
se encuentre previsto y sancionado expresa e inequívocamente en el
Código de Justicia Militar; además, la sentencia del Tribunal
Constitucional, siguiendo la doctrina procesalista mas autorizada, tiene
expuesto que tampoco es criterio válido para definir la competencia
130 judicial militar la sola referencia al sujeto pasivo o, con más precisión, por
el hecho que el agraviado sea un militar, policía, o la propia institución
militar o policial (ver párrafo ciento treinta); que por lo demás , la Corte
Interamericana Derechos Humanos, plasmó esa doctrina al señalar que
“…esta jurisdicción funcional (la jurisdicción militar) reserva su aplicación
a los militares que hayan incurrido en el delito o falta dentro del ejercicio
de sus funciones y bajo ciertas circunstancias” [Asunto Castillo Petruzzi y
otros, párrafo ciento veintiocho], y que “En un Estado democrático de
Derecho la jurisdicción penal militar ha de tener un alcance restrictivo y
excepcional y estar encaminada a la protección de intereses jurídicos
especiales, vinculados con las funciones que la ley asigna a las fuerzas
armadas ...” [Asunto Durand y Ugarte, párrafo ciento diecisiete]; que a
este respecto es de precisar desde ya, a partir de una noción estricta de la
denominada “garantía criminal” consagrada en el artículo dos, numeral
veinticuatro, literal d) de la Constitución-, que la jurisdicción castrense no
puede extender su competencia para conocer delitos o tipos penales no
previstos taxativamente en el Código de Justicia Militar, de modo que sólo
le está permitido acudir en vía supletoria a la legislación penal común, sin
perjuicio de la aplicación de los principios propios del Derecho Penal en
un Estado Social y Democrático de Derecho -en tanto que el llamado
Derecho Penal Militar no es un Derecho autónomo y solo constituye un
ámbito especializado del Derecho Penal-, y de las denominadas “reglas de
la parte general del Derecho Penal”, esto es, en lo pertinente, el Libro
Primero del Código Penal, nunca los Libros Segundo y Tercero de dicho
Código.
* En el texto de la presente Competencia , extraído de la página Web del Poder Judicial, se lee:
“Zuiza”; debiendo decir: “Suiza”.
que ostentaban y aprovechándose indebidamente, en primer lugar, que la
zona había sido declarada en Estado de Emergencia, y, en segundo lugar,
que se había dispuesto una operación militar destinada al control de la
actividad terrorista; que en su núcleo o esencia la conducta atribuida, que
constituye el objeto del proceso penal, vulneró un bien jurídico
individual: la integridad corporal e, incluso, la vida de una persona, no un
bien jurídico institucional de las Fuerzas Armadas; que si se analizan los
tres factores que concurrentemente deben estar presentes para definir el
delito de función es obvio que sólo se presenta el segundo: la condición
de militar en actividad de los sujetos activos del delito imputado, no así el
primero: bien jurídico institucional, pues se afectó la integridad corporal
y la vida de una persona; ni el tercero: las circunstancias externas del
hecho, radicadas en la comisión del delito con ocasión del acto del servicio
militar, pues los maltratos, las torturas y el prender fuego a una persona
revelan palmariamente un animus vulnerandi e incluso, probablemente,
necandi y como tal, no tienen que ver con una labor de patrullaje e
intervención de presuntos agentes subversivos; que, por lo demás, en
cuanto a las circunstancias externas del hecho, nunca puede considerarse
“acto de servicio” la comisión de crímenes horrendos y los atentados
graves a los derechos humanos, tal como han sido definidos por el
Derecho Internacional de los Derechos Humanos y el Derecho
Internacional Penal [conforme: Sentencia de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, Asunto Durand y Ugarte, párrafo ciento dieciocho].
Parte
especial
135
136
1.2.1. Casación № 000301-2011 Lambayeque
SALA PENAL PERMANENTE
CASACIÓN Nº 301-2011
LAMBAYEQUE
SENTENCIA DE CASACIÓN
2. FUNDAMENTOS DE LA CASACIÓN.-
La recurrente solicita que la Instancia Suprema declare nula la sentencia
de vista cuestionada y en sede de instancia proceda a condenar a la
procesada como autora del delito imputado y se establezca doctrina
jurisprudencial al respecto; sustentando su planteamiento en las
siguientes consideraciones:
2.5 No resulta adecuado afirmar que el sujeto pasivo del delito sea
siempre la persona que entrega el bien mueble ya que en
muchas ocasiones dicho acto no se condice con el nacimiento
de la condición especial en el agente, la misma que es conferida
por el sujeto como titular del derecho de propiedad afectado,
con el acto de apoderamiento perpetrado.
3. ITER PROCESAL.-
139
3.1 El recurso de casación fue calificado por el Colegiado
Supremo mediante resolución de veinticinco de noviembre
de dos mil once (folios trece a quince del cuaderno de
casación), declarándose bien concedido el recurso por la
causa de errónea interpretación de la norma penal, a fin de
establecer doctrina jurisprudencial respecto a si para
subsumir o no una conducta dentro de los alcances del delito
previsto en el artículo ciento noventa del Código Penal, se ha
de tener en cuenta el aspecto objetivo del delito de
apropiación ilícita, la relación existente entre sujeto activo,
sujeto pasivo y justo título -condición cualificante del agente-
y su aplicación al caso en concreto.
Se aprecia del requerimiento fiscal obrante en los folios uno a nueve que
se imputa a la encausada doña Jalli Jannan Villareal López que en su
condición de empleada de la empresa agraviada, Rinti S.A., - vendedora de
productos alimenticios para caninos y felinos- se apropió indebidamente
del dinero que cobró a clientes de ésta empresa, ascendente a quince mil
setenta y un nuevos soles con nueve céntimos (S/. 15, 071.09). Así, la
imputada entregó a clientes de la empresa comprobantes de pago en
señal de acuse de recibo del dinero por los productos vendidos sujetos a
crédito, pero una vez efectuado el pago por estos a ella, no lo entregó las
arcas de la referida empresa.
* En el texto de la presente Casación, extraído de la página Web del Poder Judicial, se lee: “entra;
debiendo decir: “entre”.
142
determinado o devolver dicho dinero; la acción imputada es
atípica del delito de apropiación.
8
MOLINS RAICH, Marc: “Consideraciones acerca del delito de apropiación indebida”, http://
www.rocajunyent.com.
9 SIMONS VALLEJO, Rafael: Sobre el contenido injusto de los delitos de apropiación indebida
(reflexiones a propósito de los arts. 252 y siguientes del Código Penal español), extraído de
http://www.uhu.es.
10 GONZÁLEZ RUS, J.J. Delitos contra el patrimonio, citado por PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl:
Derecho penal parte especial: tomo II, 3ra reimpresión. Lima, 2011, p. 286.
transmutación que efectúa el sujeto activo de una posesión legítima
al ejercicio de facultades inherentes a la propiedad del bien.
13 SALINAS SICCHA, Ramiro: Derecho Penal Parte Especial, Vol. II. 4ta edición, Ed. Grijley, Lima, 2010,
p. 1020.
14 Ibídem, p. 1022.
15 Ibídem, p. 1024.
patrimonio se considera que el referido precepto contempla dos
infracciones penales de distinta naturaleza: las que atentan
directamente contra la noción de propiedad y las que
eventualmente puedan atentar contra el patrimonio criminalizando
determinadas lesiones del derecho de crédito que por sus
circunstancias puedan considerarse especialmente reprochables16.
8.1 Es claro que cuando una persona entrega a otra un bien mueble con
un encargo específico, y éste último queda en calidad de depositario,
(en custodia legítima del bien), lo expolia y lo agrega a su dominio
patrimonial, la víctima o sujeto pasivo resulta siendo quien entregó
la cosa.
Por todo ello, administrando justicia a nombre del Pueblo, los integrantes
de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la
República ACORDAMOS:
RODRÍGUEZ TINEO
PARIONA PASTRANA
SALAS ARENAS
NEYRA FLORES
SANTA MARÍA MORILLO
CONSIDERANDO
1.3.- El primer párrafo del artículo ciento setenta de la citada norma penal
sustantiva, relativo al delito de violación sexual realizado con
violencia o grave amenaza, obliga a una persona a tener acceso carnal
por vía vaginal, anal, o bocal (sic) o realiza otros actos análogos
introduciendo objetos o partes del cuerpo por alguna de las dos
primeras vías, será reprimido con pena privativa de la libertad no
menor de seis ni mayor de ocho años.
1.4.- El inciso 3 del artículo 433º del Código Procesal Penal -referente al
contenido de la sentencia casatoria y Pleno casatorio- en tanto
establece que: “(...) la Sala de oficio o a pedido del Ministerio Público
podrá decidir, atendiendo a la naturaleza del asunto objeto de
decisión, que lo resuelto constituye doctrina jurisprudencial vinculante
a los órganos jurisdiccionales penales diferentes a la propia Corte
Suprema, la cual permanecerá hasta que otra decisión expresa la
modifique. Si existiere otra Sala Penal o ésta se integra con otros
Vocales, sin perjuicio de resolverse el recurso de casación, a su
instancia, se convocará inmediatamente al Pleno Casatorio de los
Vocales de lo Penal de la Corte Suprema para la decisión
correspondiente, que se adoptará por mayoría absoluta. En este último
supuesto no se requiere la intervención de las partes, ni la resolución
que se dicte afectará la decisión adoptada en el caso que la motiva. La
resolución que declare la doctrina jurisprudencial se publicará en el
diario oficial”.
Asimismo el inciso cuarto del citado dispositivo procesal señala que: “Si
se advirtiere que otra Sala Penal Suprema u otros integrantes de la
Sala Penal en sus decisiones sostuvieran criterios discrepantes sobre la
interpretación o aplicación de una determinada norma, de oficio o a
instancia del Ministerio Público o de la Defensoría del Pueblo, en
relación a los ámbitos referidos a su atribución constitucional,
obligatoriamente se reunirá el Pleno Casatorio de los Vocales de lo
Penal de la Corte Suprema. En este caso, previa a la decisión del Pleno,
que anunciará el asunto que lo motiva, se señalará día y hora para la
vista de la causa, con citación del Ministerio Público y, en su caso, de la
Defensoría del Pueblo. Rige, en lo pertinente, lo dispuesto en el numeral
anterior”.
18
Castillo Alva, José Luis. Jurisprudencia penal 1, sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la
República, Lima, Grijley, 2006, p. 232.
19 Conforme se aprecia del séptimo fundamento de la Ejecutoria Suprema Nº 1700-2010-LIMA, de 03
de mayo de 2011.
20 En este punto el Juez Supremo Ponente, se aparta del criterio resolutivo plasmado en el voto
DECISIÓN:
VILLA STEIN
RODRÍGUEZ TINEO
PARIONA PASTRANA
SALAS ARENAS
MORALES PARRAGUEZ
1.2.3. Casación № 148-2010 Moquegua
SALA PENAL PERMANENTE
CASACIÓN Nº 148-2010
MOQUEGUA
SENTENCIA CASATORIA
ANTECEDENTES
FUNDAMENTOS DE DERECHO:
TERCERO: Que, en ese sentido, surge con nitidez que la casación oficiosa
no sólo procede cuando la sentencia de segunda instancia se dicta en
un juicio viciado de nulidad, sino también cuando la exigencia de
desarrollo de doctrina jurisprudencial busca definir contornos más o
menos precisos del ámbito de vigencia y aplicación de las normas
jurídicos penales, para de ese modo poder darles un sentido
determinado que pueda fijar criterios adecuados para su aplicación,
en ese sentido, no existe ningún problema o dificultad para aceptar
pacíficamente la legitimidad y utilidad de poder viabilizar un
pronunciamiento en sede casacional respecto de una causal no
invocada y no declarada Bien Concedida en el Auto de Calificación de
Casación, eso sí, entendiendo que esta forma de proceder es
excepcional, conforme se fundamentó en el primer considerando. Por
tal, en el presente caso, este Supremo Tribunal se pronunciará de
manera oficiosa sobre la interpretación de los artículos ciento setenta
y ciento setenta y tres, inciso tercero, del Código Penal, buscando
afianzar doctrina jurisprudencial respecto a la interpretación de los
preceptos jurídicos antes mencionados, se apertura entonces la causal
contenida en el artículo cuatrocientos veintinueve, inciso tercero,
referido a la errónea interpretación de la ley penal. Además, se
absolverá el grado respecto a las causales declaradas Bien Concedidos
en el Auto de Calificación de fecha diez de marzo de dos mil once, esto
es, sobre la inobservancia de garantía constitucional de carácter
material -presunción de inocencia y debido proceso - y sobre la falta
de logicidad en la motivación.
DECISIÓN:
Ss.
VILLA STEIN
RODRÍGUEZ TINEO
PARIONA PASTRANA
SALAS ARENAS
MORALES PARRAGUEZ
1.2.4. Recurso de Nulidad № 4500-2006 Junín
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
R.N. Nº 4500-2006 JUNÍN
CONSIDERANDO:
169
Primero. Que, los hechos imputados se circunscriben a que la acusada
Elvira Magda Limche Quesada, en su condición de encargada de depositar
en el Banco de la Nación los recursos, directamente captados, por
ingresos propios de la Dirección Regional Agraria de Junín, con la
complicidad de sus coencausados Arístides Serpa Ortiz y Héctor Segura
Mayta que se desempeñaban como tesorero y encargado de la
elaboración de las conciliaciones bancarias respectivamente, en la
mencionada entidad, se apropió, durante los años mil novecientos
noventa y ocho y mil novecientos noventa y nueve, de la suma de cuarenta
y cinco mil cincuenta nuevos soles. Para tal fin, la encausada adulteró las
cantidades a depositar, en cincuenta y tres boletas de depósitos de las
cuentas corrientes número cinco nueve nueve ocho ocho siete dos, y
número seis uno seis ocho dos cuatro ocho, lo que ha permitido detectar
diferencias entre lo que realmente depositaba en el citado Banco y las
papeletas de depósitos así adulteradas; asimismo, bajo esta misma
modalidad y en complicidad con sus encausados, se habría apropiado de
dinero en dólares americanos de la cuenta corriente número cero seis-
cero cero cero- cero uno siete cero siete seis de la maquinaria japonesa,
de la cuenta corriente corriente número seis-cero cero cero-cero dos
cinco uno cuatro uno de la maquinaria china, cuenta corriente número
seis cero cero cero- cero dos siete cero seis tres de los fondos rotarios y
de la cuenta corriente de alquiler de maquinaria agrícola.
S.S.
VILLA STEIN
RODRÍGUEZ TINEO
SANTOS PEÑA
ROJAS MARAVI
CALDERÓN CASTILLO
1.2.5. Recurso de Nulidad № 0003932-2004 Loreto
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
R.N. Nº 3932-2004
AMAZONAS
JURISPRUDENCIA VINCULANTE
CRITERIOS PARA DIFERENCIAR EL
ASESINATO POR CONEXIÓN CON OTRO
DELITO DEL ROBO CON
MUERTE SUBSECUENTE O
CONCURRENTE
CONSIDERANDO.
Quinto: Que para evaluar el caso sub judice, esta Suprema Sala considera
174
necesario hacer precisiones en relación a dos circunstancias: a) La
determinación del momento en que se consuma el delito de robo
agravado y b).- Violencia ejercida con posterioridad a la
consumación del mencionado delito. Que respecto de la primera es de
precisar: Que el delito de robo consiste en el apoderamiento de un bien
mueble, con ánimus lucrandi, es decir el aprovechamiento y sustracción
del lugar donde se encuentre, siendo necesario el empleo de la violencia
o amenaza por parte del agente sobre la víctima (vis absoluta o vis
corporalis y vis compulsiva), destinadas a posibilitar la sustracción del
bien, debiendo ser éstas actuales e inminentes en el momento de la
consumación del evento y gravitar en el resultado, consumándose el
delito con el apoderamiento del objeto mueble aunque sea por breve
lapso de tiempo. Que en cuanto a la segunda cabe señalar: Que cuando la
violencia es ejercida con posterioridad a la consumación del hecho
punible y se cause la muerte de la víctima, la conducta del agresor habría
quedado circunscrita a un resultado preterintencional o a un delito
contra la vida, el cuerpo y la salud -homicidio doloso-, produciéndose aquí
un concurso real de delitos, esto es, la presencia de dos ilícitos
calificándolos cada uno de ellos como hechos independientes. Que, sin
embargo, si la muerte la ocasionó el agente para facilitar la consumación
del robo o para ocultar su realización o impedir su detención, tal acción
homicida constituirá delito de asesinato (Ver José Hurtado Pozo.
Manual de Derecho Penal. Parte Especial I. Homicidio. Ediciones
Juris. Lima mil novecientos noventicinco, páginas cincuentinueve y
sesenta).
Octavo: Que, con lo expuesto, se colige que los agresores hicieron uso de
la violencia como medio para lograr la apropiación del bien, cesando ésta
cuando Ramos Sandoval y Pedraza Campos huyen con el dinero,
quedando consumada la sustracción, toda vez que los procesados no solo
ya habían aprehendido el objeto que estaba en poder y dominio de la
víctima, sino que se la llevaban (reemplazo de un dominio por otro),
teniendo la cosa en sus manos, aunque fuera por breve lapso de tiempo,
evidenciándose por tanto la consumación de la lesión jurídico
patrimonial.
Noveno: Que, así las cosas, toca dilucidar la conducta que cada procesado
ha desplegado para la perpetración del hecho; que, para el caso de
Pedraza Alarcón ha surgido concurso real de delitos, puesto que el evento
tuvo lugar en dos momentos: la ejecución del robo propiamente dicho con
apoderamiento ilegítimo de la cosa y el segundo la muerte de la víctima;
en efecto, en el presente caso, el delito de robo agravado quedó
consumado desde el momento en que Ramos Sandoval y Pedraza Campos
huyen con el botín, ejerciendo actos de disposición (aunque por breve
lapso de tiempo), configurándose aquí el tipo penal del artículo ciento
ochentinueve primera parte, incisos dos, tres y cuatro del Código Penal,
de lo que se colige que al efectuar el disparo mortal por la espalda al
agraviado, ya no constituye un medio para lograr la apropiación del bien,
sino un hecho punible independiente del robo agravado, puesto que éste
176
ya se había consumado, cometiendo en consecuencia el delito de
homicidio agravado conforme al inciso segundo del artículo ciento ocho
del Código Penal y no robo agravado con subsecuente muerte
VILLA STEIN
VALDEZ ROCA
PONCE DE MIER
QUINTANILLA QUISPE
PRADO SALDARRIAGA
JURISPRUDENCIA VINCULANTE:
Naturaleza y características del
“Engaño” en el delito de Seducción del
artículo ciento
setenticinco del Código
Penal
CONSIDERANDO:
VILLA STEIN
VALDEZ ROCA
PONCE DE MIER
QUINTANILLA QUISPE
PRADO SALDARRIAGA
Recurso de Nulidad № 002212-2004
1.2.7. Lambayeque
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SEGUNDA SALA PENAL TRANSITORIA
R.N. Nº 2212-04
LAMBAYEQUE
JURISPRUDENCIA VINCULANTE:
Diferencia entre Delitos de
Rehusamiento a la Entrega de Bienes a
la Autoridad y Peculado por Extensión
S.S.
VILLA STEIN
VALDÉZ ROCA
PONCE DE MIER
QUINTANILLA QUISPE
PRADO SALDARRIAGA
CONSIDERANDO:
Callao;
Tercero: Que el acusado Polo Rivera o Pollo Rivera durante la secuela del
proceso -manifestación policial de fojas dos mil doscientos cuatro y en el
acto oral, sesión del dieciséis de enero último- ha negado haber prestado
auxilio médico a los heridos por acciones terroristas, y su vinculación, de
algún modo a Socorro Popular - Sector Salud y a sus actividades -ver de
modo relevante su declaración en audiencia de fojas dos mil novecientos
setenticinco-; asimismo, alegó que las versiones de quienes lo sindican
son falsas y que, en su mayoría, han sido rendidas al margen de las
formalidades establecidas por la ley para que puedan ser consideradas
como pruebas válidas; por tanto, se considera inocente de los cargos
formulados por el Ministerio Público.
Cuarto: Que, sin embargo, las alegaciones de inocencia contrastan con las
prueba de cargo actuadas en el curso del proceso, que no sólo acreditan
la realidad de hechos objeto de imputación sino también su
responsabilidad penal; que, en efecto, de fojas doscientos veintidós a fojas
doscientos treinta y seis -obrante en copia certificada- aparece la
declaración de la beneficiada de clave A dos mil doscientos treinta
millones uno, realizada en presencia del representan del Ministerio
Público, quien manifiesta que Polo Rivera o Pollo Rivera, a quien conocía
como “Camarada Raúl”, estuvo en varias oportunidades en el consultorio
médico de Santiago Chalán Murillo -lugar en donde ella recogía material
quirúrgico y medicamentos-, además de la camarada “Eva”, quien en esa
oportunidad se desempeñaba como mando militar; luego esa versión la
ratificó en su declaración rendida de fojas dos mil ochenta y cinco -y en el
juicio oral anterior, que se interrumpió, a fojas dos mil quinientos
noventa y seis, hizo lo propio, dato que se resalta porque en la sesión del
cuatro de febrero de este año se remitió a lo expuesto en esa ocasión-
donde refiriéndose a Polo Rivera o Pollo Rivera agregó que el imputado -
conocido como “Raúl”- pertenecía a Sendero Luminoso, apoyaba al
aparato de Socorro Popular, se dedicaba a hacerlo con el suministro de
188 medicamentos y víveres, así como prestaba atención médica a los 187
miembros de Sendero luminoso, dedicándose en ese último rubro a
realizar intervenciones quirúrgicas a miembros de la organización
terrorista Sendero Luminoso; que esta sindicación se ve reforzada con la
declaración de la sentenciada por delito de terrorismo Elisa Mabel
Mantilla Moreno, quien en su manifestación policial de fojas seiscientos
cincuenta y uno y ampliaciones de la misma -ver copias certificadas de
fojas seiscientos cincuenta y uno a fojas seiscientos setenta y cuatro-
expresamente atribuyó a Polo Rivera o Pollo Rivera la intervención
quirúrgica de amputación de una de las piernas del paciente de nombre
“Isaías”, así como otras atenciones a varios terroristas: “Moisés”, “Jorge”
“Adrián” y “Ana”, cargo que reiteró en su instructiva de fojas dos cientos
treinta y nueve al reconocer mediante fotografías al imputado; que la
citada Mantilla Moreno -que ha intervenido en numerosas diligencias de
verificación y reconocimiento a partir de las cuales se aclaró su
intervención y de otros individuos en la red de Socorro Popular- precisó
que cuando quiso capitular al movimiento subversivo, el acusado Polo
Rivera o Pollo Rivera, alias Raúl, arribó a su domicilio y la exhortó a que
desistiera de su decisión -lo que fue rechazada por ella-, versión que
ratificó en las actas de audiencia de fechas veintitrés de octubre de mil
novecientos noventa y seis -ver fojas mil setecientos ochenta y ocho en
copia certificada- y cuatro de febrero del año en curso -ver fojas tres mil
setenta y ocho-, aunque en esta última sesión inexplicablemente señala
que el “Raúl” a que se refería no es el imputado Polo Rivera o Pollo Rivera
-llegó a decir, incluso, que no recordaba lo que declaro respecto a la
identificación-, no obstante que en sede preliminar y de instrucción lo
reconoció a través de su fotografía; que en términos similares declara el
testigo Odón Augusto Gil Tafur -véase manifestación policial de fojas
setecientos seis y setecientos quince-, quien en la continuación de su
declaración instructiva señaló que en un inmueble de Tahuantinsuyo,
lugar al que acudió para tomar una radiografía a un paciente, encontró
que el encausado y la conocida como “Eva” estaban tomando una
radiografía a un paciente que presentaba un proyectil de arma de fuego
en el cuerpo, quienes lo amenazaron de muerte a fin que no denunciara
los hechos, -ver instructiva ampliatoria corriente copia certificada a fojas
dos mil doscientos veinticinco-; que el citado Gil Tafur relata además
otras participaciones del encausado en distintos inmuebles adonde iba
con la misma finalidad: sacar placas radiográficas a diferentes pacientes,
pero en viviendas particulares; sin embargo, en el acto oral se retracta de
esas sindicaciones -fojas trescientos ciento diecinueve-, aunque sin
mayor convicción y sin explicar con coherencia el motivo de semejante
189
retracción; que otra testigo que tiene similar comportamiento es Rocío
Rosal Castillo Cross, pues luego de sindicar claramente al imputado, en la
sesión del veintinueve de enero se retracta únicamente de la mención a
Polo Rivera o Pollo Rivera; asimismo, es de mencionar a Jacqueline Aroni
Apcho, quien luego de sindicar directa y circunstanciadamente al
imputado en el acto oral señala que no tiene capacidad de reconocer a las
personas pues ha padecido de delirio de persecución.
Quinto: Que la prueba de cargo se sustenta, esencialmente, en el
testimonio incriminador de coimputados, en tanto personas vinculadas a
la organización terrorista y, en su condición de tales, se relacionaron de
uno u otro modo con el imputado Polo Rivera o Pollo Rivera; que tales
testimonios incluyen un arrepentido; que, ahora bien, según tiene
expuesto este Supremo Tribunal como línea jurisprudencial consolidada,
constituye prueba suficiente para enervar la presunción constitucional de
inocencia la incriminación de coimputados, en tanto en cuanto ésta no
obedezca a razones espurias ni a móviles subjetivamente reprobables,
sea razonablemente circunstanciada y contenga un relato verosímil, y
esté rodeada de elementos objetivos adicionales o corroboraciones
periféricas que les otorguen verosimilitud; que tales requisitos son
cumplidos acabadamente por los medios de prueba glosados, siendo de
significar que se trata de corroboraciones cruzadas, pues provienen de
fuentes -personas- diferentes o de origen plural -expedidas en
circunstancias muy diversas-, y además no sólo están escoltadas de actas
de verificación e incautación -es particularmente relevante las muestras
de fojas novecientos treintitrés, que es una nota suscrita por “Eva” y
dirigida al doctor “Raúl”, y de fojas novecientos setentiocho incautada a
Marianela Torres Castillo, que da cuenta de una relación de personas que
apoyaban a Sendero luminoso en la que se encuentra el denominado
“Camarada Raúl”- sino también dan cuenta que el imputado es médico
traumatólogo y, en ese entonces, prestaba servicios en el Hospital Dos de
Mayo -laboró, según las constancias de autos, desde enero de mil
novecientos ochentiuno o hasta el treinta y uno de julio del dos mil en que
fue destituido, siendo la única persona con ese nombre en dicho
nosocomio-, lo que cumple la nota de corroboración periférica necesaria
para otorgar verosimilitud a los coincidentes sindicaciones de
colaboración terrorista; que los cargos -y material probatorio
especificado en el segundo fundamento jurídico del fallo recurrido, con
las precisiones realizadas en esta decisión- están en función al hecho -y
así se da por probado- que el imputado prestó apoyo a Sendero Luminoso
a partir de sus conocimientos médicos y, esencialmente, desarrolló una
serie de tareas para el Sector Salud de Socorro Popular en aras de
favorecer la actividad y fines de la organización terrorista (proporcionar
medicamentos y víveres); que, como ya se anotó, en el juicio oral han
declarado Jacqueline Aroni Apcho, su marido Cirilo Roque Valle, así como
Mantilla Moreno y Gil Tafur, quienes han retrocedido en sus
declaraciones prestadas en sede preliminar y de instrucción (Gil Tafur
manifiesta dudas en su reconocimiento, y los demás se retractan
frontalmente en sus anteriores testimonios); que, sin embargo, como ya
lo tiene expuesto esta Suprema Sala, la apreciación del testimonio en
estos casos comprende el análisis global de todo lo dicho en el curso del
proceso en sus diferentes etapas, estando autorizado el Tribunal de
Instancia a optar razonadamente por una de ellas, siendo claro en el caso
de autos que las retractaciones no tienen fundamento serio y las
declaraciones sumariales, atento a que son circunstanciadas y sin
defectos que la invaliden, constituyen medios de prueba que deben ser
tomados en cuenta, de suerte que el aporte fáctico que proporcionan -
elemento de prueba- justifica, en función al análisis global de la prueba,
la conclusión incriminatoria a la que se arriba; que, por otro lado, las
tachas y objeciones formuladas por el imputado carecen de mérito y han
sido debidamente analizadas por el Tribunal de Instancia en el tercer
fundamento jurídico de la sentencia impugnada, siendo de resaltar que la
excepción de cosa juzgada deviene infundada en tanto que el fallo
invocado sólo corresponde a un hecho de los múltiples imputados.
SS.
CONSIDERANDO: 193
VISTOS; la consulta que por imperio de la ley eleva la Sala Penal Nacional
del auto superior de fojas cuatrocientos veinte, que declara no haber
mérito a pasar a juicio oral contra Pedro Pablo Cotrina Sánchez por delito
contra la tranquilidad pública - asociación terrorista en agravio del
Estado; con lo expuesto por la señora Fiscal Supremo en lo Penal; y,
CONSIDERANDO:
199
202
capítulo ii
derecho 203
Procesal Penal
204
2.1. Casación № 000183-2011 Huaura
SALA PENAL PERMANENTE
CASACIÓN Nº 183-2011
HUAURA
SENTENCIA DE CASACIÓN
Interviene como ponente el señor Juez Supremo José Antonio Neyra Flores.
FUNDAMENTOS DE HECHO
Concedido el recurso por auto de fojas ciento catorce, del seis de junio de
dos mil once, se elevó la causa a este Supremo Tribunal con fecha
veintisiete de junio de dos mil once.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
Quinto: Que en dicho orden de ideas, si bien los actos realizados por el
Colegiado Superior en cuanto no realizó la diligencia de lectura de
sentencia y dispuso únicamente la notificación de su decisión en los
domicilios procesales de las partes, afectan lo dispuesto en los
artículos cuatrocientos veinticinco, inciso dos, del Código Procesal
Penal, sin embargo, solo por esta vez este Supremo Tribunal considera
que resultaría inapropiado y poco práctico retrotraer el
procedimiento al momento en que se cometió el vicio, tanto más si en
los casos de defectos relativos, el artículo ciento cincuenta y dos del
Código Procesal Penal, señala que los vicios quedarán convalidados:
“...Si no obstante su irregularidad, el acto ha conseguido su fin respecto 215
de los interesados o si el defecto no ha afectado los derechos y las
facultades de los intervinientes...”.
DECISIÓN
Interviene el señor Juez Supremo Santa María Morillo por vacaciones del
señor Juez Supremo Salas Arenas.-
S.S.
VILLA STEIN
RODRÍGUEZ TINEO
PARIONA PASTRANA
NEYRA FLORES
SANTA MARÍA MORILLO
SENTENCIA DE CASACIÓN
(Publicada el 16 de febrero de 2013)
ANTECEDENTES:
CONSIDERANDO:
TERCERO: Que, previamente al análisis de fondo corresponde fijar ciertos
conceptos constitucionales y supranacionales, que decantaran el derrotero
del presente recurso de casación:
24 Herrera Llanos, Wilson, Régimen de la Rama Judicial Colombiana, Revista de Derecho, Universidad del
Norte, 23: 341-391, 2005, p.370.
de respaldo jurídico necesarios. Así, la defensa también es un
derechoregla de la tutela procesal efectiva.
25 Sentencia del 17 de octubre de 2005, EXP Nº 6712-2005-HC/TC, LIMA, MAGALY JESÚS MEDINA VELA
Y NEY GUERRERO ORELLANA.
defensa. Según este derecho, las partes o un tercero legitimado en un
proceso o procedimiento tienen el derecho de producir la prueba
necesaria con la finalidad de acreditar los hechos que configuran su
pretensión o defensa.
Como puede verse, de los elementos que forman parte del contenido del 223
derecho a la prueba uno está constituido por el hecho de que las
pruebas actuadas dentro del proceso penal sean valoradas de manera
adecuada y con la motivación debida. De lo cual se deriva una doble
exigencia para el juez: en primer lugar, la exigencia del juez de no
omitir la valoración de aquellas pruebas que son aportadas por las
partes al proceso dentro del marco del respeto a los derechos
fundamentales y a lo establecido en las leyes pertinentes; en segundo
lugar, la exigencia de que dichas pruebas sean valoradas
motivadamente con criterios objetivos y razonables.
26 Sentencia del 8 de agosto de 2005, EXP. 4831-2005-PHC/TC, Arequipa, Rubén Silvio Curse Castro.
El derecho a probar es uno de los componentes elementales del derecho a
la tutela procesal efectiva, pues, como ya lo ha señalado este Tribunal
en la sentencia del Expediente Nº. 010-2002-AI/TC, constituye un
elemento implícito de tal derecho. Por ello, es necesario que su
protección sea realizada a través del presente proceso constitucional.
En este esquema, una de las garantías que asiste a las partes del proceso es
la de presentar los medios probatorios necesarios que posibiliten
crear la convicción en el juzgador de que sus argumentos son los
correctos. De esta manera, si no se autoriza la presentación oportuna
de pruebas a los justiciables, ¿se podrá considerar amparada la tutela
procesal efectiva? Todo hace indicar que ello sería imposible. Sólo con
los medios probatorios necesarios, el juzgador podrá sentenciar
adecuadamente. Por ello, la ligazón entre prueba y tutela procesal
efectiva es ineluctable: la primera constituye un derecho-regla de la
segunda; una verdadera garantía de su ejercicio.
NOVENO: Que, por lo tanto este Supremo Tribunal, acogiendo los criterios
antes transcritos, estima que la sentencia definitiva inobservó las garantías
constitucionales de carácter procesal o material (concretamente por
haberse vulnerado el debido proceso, derecho de defensa y falta de
motivación).
DECISIÓN:
VILLA STEIN
RODRÍGUEZ TINEO
PARIONA PASTRANA
NEYRA FLORES
SANTA MARÍA MORILLO
Recurso Nulidad № 000302-2012
2.3. Huancavelica
SALA PENAL PERMANENTE
R.N. Nº 302-2012
HUANCAVELICA
S. S.
VILLA STEIN
230 PARIONA PASTRANA
SALAS ARENAS
BARRIOS ALVARADO
TELLO GILARDI
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA PENAL PERMANENTE
R. N. Nº 302-2012
HUANCAVELICA
CONSIDERANDO:
PARIONA PASTRANA
SALAS ARENAS
TELLO GILARDI
PRÍNCIPE TRUJILLO
ROZAS ESCALANTE
CONSIDERANDO:
S. TELLO GILARDI
2.4. Casación № 000171-2011 Lima
SALA PENAL PERMANENTE
CASACIÓN Nº 171-2011
LIMA
SENTENCIA CASATORIA
CONSIDERANDO:
ANTECEDENTES:
Fundamentos de Derecho:
DECISIÓN:
II. NULA la resolución de vista, del diecinueve de mayo de dos mil once
-fojas doscientos quince-, que confirmó la resolución de primera
instancia del veinte de abril de dos mil once -fojas ciento veinte- que
declaró fundado el pedido de la defensa técnica para la expedición
gratuita de copias por parte del Ministerio Público, sin pago de tasa
alguna.
VILLA STEIN
RODRÍGUEZ TINEO 247
PARIONA PASTRANA
NEYRA FLORES
SANTA MARÍA MORILLO
HUAURA
SENTENCIA CASATORIA
ANTECEDENTES
Segundo: Que, por resolución de fecha dieciocho de abril de dos mil ocho,
obrante en copia certificada a fojas trece, el Juzgado Penal Unipersonal de
Huaral, resolvió admitir la querella interpuesta contra Jaime Cirilo Uribe
Ochoa, por el delito contra el Honor, en la modalidad de difamación -
previsto en el artículo ciento treinta y dos del Código Penal-, en agravio
de Ana Aurora Kobayashi Kobayashi de Muroya, dándosele el trámite
correspondiente.
Quinto: Que, por resolución de fecha trece de marzo de dos mil nueve,
obrante en copia certificada a fojas cuarenta y dos, el Juzgado Penal
Unipersonal Transitorio de Huaral, resuelve citar a Juicio oral a las partes
procesales, luego de lo cual se realizaron las correspondientes sesiones
del juicio oral.
Sexto: Que, mediante sentencia de fecha seis de mayo de dos mil nueve,
obrante en copia certificada a fojas sesenta y dos, se resolvió absolver a
Jaime Cirilo Uribe Ochoa, por el delito contra el Honor, en la modalidad
de difamación, en agravio de Ana Aurora Kobayashi Kobayashi de
Muroya; y condenó al querellado Jaime Cirilo Uribe Ochoa al pago por
responsabilidad civil de cuatro mil novecientos nuevos soles a favor de la
querellante Ana Aurora Kobayashi Kobayashi de Muroya, sin perjuicio de
formular las disculpas de los términos utilizados contra la referida
249
Regidora - querellante, por el mismo medio televisivo; asimismo deberá
proceder a efectuar las disculpas públicas en el primer acto público que
desarrolle en su calidad de Alcalde de la Provincia de Huaral.
Décimo: Que, por sentencia de vista de fecha doce de julio de dos mil diez,
obrante a fojas ciento ochenta y siete, se resuelve confirmar la sentencia
de fecha treinta de marzo de dos mil diez, por unanimidad en los
extremos que condenó a Jaime Cirilo Uribe Ochoa, por el delito contra el
Honor, en la modalidad de difamación, en agravio de Ana Aurora
Kobayashi Kobayashi de Muroya, y fijó en cinco mil nuevos soles el monto
que por concepto de reparación civil deberá pagar a favor de la agraviada;
y por mayoría el extremo que le impone un año de pena privativa de
libertad, suspendida en su ejecución por el período de prueba de seis
meses, bajo determinadas reglas de conducta.
CONSIDERANDOS:
Sétimo: Que, sin perjuicio de lo anotado, debe indicarse que en los delitos
de ejercicio privado de la acción penal (querella) se debe respetar las
garantías constitucionales de carácter procesal y material (debido
proceso, derecho de defensa contradicción, entre otras) respecto a las
pruebas ofrecidas tanto por parte del querellante como del querellado;
debiendo indicarse al respecto que en el Libro Segundo, Sección II, Título
II, Capítulo V del Código Procesal Penal -artículos ciento ochenta y cuatro
a ciento ochenta y ocho-, se regula lo relativo a la incorporación al proceso
de la prueba documental, clases de documentos, reconocimiento de
documento, traducción, transcripción y visualización de documentos,
entre otros, de donde se advierte que se considera como prueba
documental, entre otros, las grabaciones magnetofónicas y medios que
contienen registros de sucesos, imágenes, voces, debiéndose ordenar
cuando sea necesario, el reconocimiento del documento, por su autor o
por quien resulte identificado según su voz, imagen, huella, señal u otro
medio, así como por aquél que efectuó el registro; asimismo se establece
que cuando el documento consista en una cinta de vídeo, se ordenará su
visualización y su transcripción en un acta, con intervención de las partes;
reglas que son de aplicación a los procesos por delito de ejercicio privado
de la acción penal, por no ser incompatibles con su naturaleza.
iii) el Título III, Capítulo II del Código Penal, establece expresamente los
criterios que debe tener el Juez para determinar e individualizar la
pena aplicable al agente responsable de la comisión de un delito; de
igual forma el Título VI, Capítulo I del Código Penal, regula el tema
relacionado a la reparación civil y consecuencias accesorias,
indicándose entre otras cosas, que la reparación civil se determina
conjuntamente con la pena, y que la reparación comprende, la
restitución del bien o, si no es posible, el pago de su valor; y la
indemnización de los daños y perjuicios; y
ii) mediante escrito de fecha ocho de abril de dos mil diez, obrante en
copia certificada a fojas ciento dieciséis, el condenado Jaime Cirilo
Uribe Ochoa interpuso recurso de apelación contra la sentencia de
primera instancia, sustentado concretamente en argumentos de
falta de culpabilidad por ausencia del elemento subjetivo del delito
imputado, y cuestionando la autenticidad de la prueba documental
presentada por la querellante (video), mas no hizo alusión a los
extremos referidos al quantum de la pena impuesta y al monto fijado
por concepto de reparación civil;
iii) por sentencia de vista de fecha doce de julio de dos mil diez, obrante
a fojas ciento ochenta y siete, se resuelve confirmar por unanimidad
la sentencia de primera instancia en los extremos que condenó a
Jaime Cirilo Uribe Ochoa, como autor del delito contra el Honor, en
la modalidad de difamación, en agravio de Ana Aurora Kobayashi
Kobayasho de Muroya, y fijó en cinco mil nuevos soles el monto que
por concepto de reparación civil deberá abonar a favor de la
agraviada; y confirmar la misma sentencia por mayoría en el
extremo que se le impuso un año de pena privativa de libertad,
suspendida en su ejecución por el período de prueba de seis meses,
bajo determinadas reglas de conducta; cumpliéndose con
fundamentar el extremo de la pena impuesta -ver décimo tercer
considerando- (pese a que conforme al artículo cincuenta y siete del
Código Penal, el plazo de suspensión de la ejecución de la pena es de
uno a tres años, lo cual en todo caso no agravia al encausado, debido
a que se le impuso un plazo menor de suspensión de ejecución de
pena); asimismo, si bien no se precisó los fundamentos por los
cuales se confirmó el monto fijado por concepto de reparación civil
(cinco mil nuevos soles), este Supremo Tribunal considera que dicho
monto resulta proporcional por concepto de indemnización de
daños y perjuicios, conforme a lo establecido en el inciso dos del
artículo noventa y tres del Código Penal y el Acuerdo Plenario
número 6-2006-/CJ-116 de fecha trece de octubre de dos mil seis,
emitido por la Sala Permanente y Transitorias de la Corte Suprema
de Justicia de la República, debido a que la difamación se produjo
por intermedio de un programa local de noticias televisivo y por
parte de un funcionario público (Alcalde de la Municipalidad de
Huaral) en agravio de otra funcionaria pública (Regidora de la
Municipalidad de Huaral); en consecuencia no se advierte que en la
sentencia de vista materia del recurso extraordinario de casación, se
haya incurrido en la causal invocada referida a una falta o manifiesta
ilogicidad de la motivación, cuando el vicio resulte de su propio
tenor.
DECISIÓN
VILLA STEIN
RODRÍGUEZ TINEO
PARIONA PASTRANA
NEYRA FLORES
MORALES PARRAGUEZ
SALAS GAMBOA
SAN MARTIN CASTRO
LECAROS CORMEIO
PRÍNCIPE TRUJILLO
URBINA GANVINI
Recurso de Nulidad № 001768-2006
2.7. Amazonas
SALA PENAL PERMANENTE
R. N. Nº 1768-2006
LORETO
CONSIDERANDO:
Quinto: Que, por otro lado, en atención a la meta del esclarecimiento del
hecho punible imputado, propio del proceso penal, a la que no puede
estar ajeno el Tribunal en un modelo de proceso como el que reconoce el
vigente Código de Procedimientos Penales, resulta imprescindible que
declaren, de ser posible, no sólo Edison Guzmán Upiachihuay, sino
270 también los sentenciados José Martínez Carrión Campos y Mery Albertina
Alva Jesús.
CONSIDERANDO:
S.S.
SIVINA HURTADO
SAN MARTÍN CASTRO
PALACIOS VILLAR
LECAROS CORNEJO
MOLINA ORDÓNEZ
CONSIDERANDO:
Segundo: Que, como criterio rector, es del caso dejar sentado que la
sentencia o Ejecutoria que emite la Sala Penal de la Corte Suprema de
Justicia, pronunciándose sobre el recurso de nulidad interpuesto por las
partes en el ámbito de sus derechos e intereses legítimos, por su propia
naturaleza y jerarquía, es definitiva e inmodificable -salvo, claro está, los
supuestos de aclaración y corrección de resoluciones-, y contra ella no
274 procede recurso alguno, menos articulación de nulidad de actuados
basada en motivos de mérito, que en buena cuenta persiguen un
reexamen del recurso o cuestión controvertida definitivamente resuelta;
que, asimismo, excluida in limine toda alegación que pretenda una nueva
valoración de la cuestión jurídica decidida, y en tanto ello no implique
volver a examinar lo ya resuelto -alegando supuestos vicios in iure-, sólo
es posible cuestionar indirectamente el fallo invocando, de un lado, vicios
de procedimiento en la tramitación del recurso en la propia Sala Penal,
siempre que importen una efectiva indefensión a la parte afectada, y, de
otro lado, pero muy restrictivamente, vicios por defecto de la propia
sentencia de mérito, y sólo cuando se vulnere el principio de congruencia
entre pretensión impugnatoria y absolución del grado o sentencia
proferida, cuyo amparo por lo demás está sujeto a que ese tema no haya
sido tratado implícita o explícitamente en el fallo al respeto al principio
de enmienda y conservación de los actos procesales; que fuera de esos
vicios, que suponen infracción de la norma que guía el trámite del
procedimiento impugnatorio en la Corte Suprema de Justicia o cautela la
configuración del fallo en orden a lo que debe decidir, siempre que sobre
los alcances de la congruencia no exista una motivación puntual en el
propio fallo, no cabe articulación alguna contra la Ejecutoria Suprema y,
extensivamente, contra una sentencia que resuelva el objeto procesal de
una causa en vía recursal, y siempre en este último caso que no exista
contra la misma un recurso impugnatorio posible de interponerse y el
punto no haya sido objeto de la pretensión impugnatoria por haberse
seguido sorpresivamente luego de su expedición.
SIVINA HURTADO
SAN MARTÍN CASTRO
PALACIOS VILLAR
LECAROS CORNEJO
MOLINA ORDÓÑEZ
Criterios
para fijar el monto
de la reparación civil en
sentencias sucesivas de un
evento criminal
CONSIDERANDO:
Primero: Que esta Suprema Sala conoce el presente proceso por haber
interpuesto recurso de nulidad el acusado Jofre Rivera Ruiz contra la
sentencia condenatoria de fojas trescientos setenta y uno; que dicho
encausado expone en su recurso formalizado que:
Sexto: Que, en este contexto, la restitución, pago del valor del bien o
indemnización por los daños y perjuicios ocasionados, según
279
corresponda, cuando se trate de procesos en los que exista pluralidad de
acusados por el mismo hecho y sean sentenciados independientemente,
por diferentes circunstancias contempladas en nuestro ordenamiento
procesal penal, debe ser impuesta para todos, la ya fijada en la primera
sentencia firme, esto con el objeto de que:
S.S.
SIVINA HURTADO
SAN MARTÍN CASTRO
PALACIOS VILLAR
LECAROS CORNEJO
MOLINA ORDÓÑEZ
Recurso de Nulidad № 001004-2005
2.11. Huancavelica
SALA PENAL PERMANENTE
R.N. Nº 1004-2005
HUANCAVELICA
CONSIDERANDO:
281
Cuarto: Que uno de los agravios que traen los recurrentes Collado Tello,
Santoyo Gómez y Quispe Anccasi es la nulidad del fallo porque no se
habría resuelto la tacha que se presentó contra la pericia grafotécnica;
que, sin embargo, es de desestimarla porque sí se resolvió declarándose
infundada y fue materia del décimo tercer fundamento jurídico.
Quinto: Que la acusación fiscal de fojas dos mil quinientos sesenta y uno,
como inicialmente se anotó, incorporó doce cargos, entre los que incluyó
los cinco a los que se hizo referencia en el segundo fundamento jurídico
de esta Ejecutoria; que, sin embargo, en la sentencia recurrida con
carácter general se rechazan los cargos en los que el Informe de fojas
veintisiete y siguientes no estima que se ha incurrido en una conducta
penalmente relevante, sin realizar un análisis concreto de su atipicidad y
sin tomar en cuenta que el Informe de Auditoría, por su propia naturaleza,
y la denuncia del Procurador no circunscriben el ejercicio de la
jurisdicción penal -no constituyen propiamente requisitos de
procedibilidad-, así como que el citado Informe de Auditoría -más allá de
su carácter jurídico penal no vinculante al Ministerio Público y al órgano
jurisdiccional- y la pericia contable de fojas dos mil cuatrocientos treinta
y uno, por lo menos en alguno de ellos, estiman la realidad de una
afectación patrimonial al Estado; que, igualmente, la sentencia si bien
realiza un puntual análisis sobre cinco cargos penales, no se ha referido
285
al cargo materia de la conclusión número treinta y cuatro; que, asimismo,
en lo concerniente al delito contra la fe pública imputado a los acusados
Santoyo Gómez, Collado Tello y Quispe Anccasi no existe
pronunciamiento acerca de los agraviados Dueñas Parejas, Toro Sosa,
Balbín Najarro y Segovia Anampa; además, se ha dispuesto el archivo
provisional por ese delito en agravio de ocho personas, pero
paralelamente no se incluyó en la absolución a los tres acusados antes
mencionados; y, se ha considerado a cada imputado responsable por el
indicado delito sólo en agravio de dos personas de modo indistinto, sin
que se haya incluido en la absolución a cada uno de los acusados en
relación a las personas respecto de las cuales no se condenó; que, en tal
virtud, la sentencia adolece de un defecto por vulneración del principio
de exhaustividad, pues no ha motivado como corresponde cinco de los
seis cargos penales a que hace referencia el Informe de Auditoría, ha
omitido analizar un cargo considerado desde el inicio con relevancia
punitiva, no se ha pronunciado sobre todos los agraviados respecto al
delito contra la fe pública, y no ha valorado en toda su dimensión -en
relación con las exigencias típicas de los ilícitos acusados- el mérito del
Informe de Auditoría, de la pericia contable oficial de fojas dos mil
cuatrocientos treinta y uno, de la pericia ampliatoria de fojas cuatro mil
ochenta y nueve, y de las pericias de parte de fojas mil ciento noventa y
tres y mil seiscientos sesenta y siete en relación a la totalidad de cargos
materia de acusación fiscal.
Sexto: Que, por otro lado, de autos aparece que la audiencia se instaló el
treinta de octubre de dos mil tres -fojas tres mil quinientos cuatro-, que
una de las sesiones se llevó a cabo el veintisiete de octubre de dos mil
cuatro y se suspendió para continuarla el nueve de noviembre de dos mil
cuatro -fojas cuatro mil doscientos veintisiete, sin embargo se reanudó -
constancia de por medio- el dieciséis de noviembre de dos mil cuatro -
fojas cuatro mil doscientos cuarenta y seis-; que, asimismo, en esa última
sesión se dispuso la realización de la siguiente sesión para el día primero
de diciembre de dos mil cuatro como en efecto ocurrió -fojas cuatro mil
cuatrocientos veintinueve-; que en ambos casos entre sesión y sesión -y
éstas implican la realización de actos procesales propios del
enjuiciamiento- transcurrieron más de diez días hábiles, por lo que operó
la interrupción de la audiencia, de modo que resulta de aplicación el
artículo doscientos sesenta y siete del Código de Procedimientos Penales,
modificado por el Decreto Legislativo número ciento veintiséis, en cuya
virtud debe declararse sin efecto la audiencia y señalarse fecha para un
286 nuevo juicio oral; que es de precisar que la citada norma sólo permite no
computar los días hábiles que transcurran cuando se produzcan causas
de fuerza mayor o imprevistas, supuestos en los que no se puede incluir
la enfermedad u otra motivo de licencia de un Vocal pues las causas
inicialmente precisadas -fuerza mayor y otras imprevisibles- tienen un
carácter objetivo y general que se proyectan a la paralización del
Despacho judicial; que, por lo demás, el supuesto de enfermedad está
previsto en el artículo doscientos sesenta y ocho del Código de
Procedimientos Penales, norma que puntualmente descarta la exclusión
del cómputo de los días hábiles; que la exigencia de un límite temporal
del plazo de suspensión de la audiencia obedece a la necesaria vigencia
de los principios de concentración y unidad de la audiencia, que en este
caso están orientados a garantizar la auténtica formación del
convencimiento judicial -y las impresiones que la actuación probatoria y
los alegatos de las partes han dejado en el juzgador- para emitir una
sentencia acorde con lo sucedido en el curso del juicio oral, por lo que los
supuestos de excepción al cómputo de los plazos deben interpretarse
restrictivamente.
S.S.
SIVINA HURTADO
SAN MARTÍN CASTRO
PALACIOS VILLAR
LECAROS CORNEJO
MOLINA ORDÓÑEZ
2.12. Recurso de Nulidad № 003044-2004 Lima
SALA PENAL PERMANENTE
R.N. Nº 3044-2004
LIMA
CONSIDERANDO:
288
Primero: Que la defensa de la acusada Noreña Tolentino en su escrito de
formalización del recurso de nulidad de fojas seiscientos sesentiséis
cuestiona la condena impuesta a su patrocinada porque se ha prescindido
de las pruebas actuadas en el juicio oral, que desvirtuaron los cargos
materia de la acusación fiscal, así como se ha citado como prueba de cargo
una pericia grafotécnica inexistente, se ha utilizado una prueba testifical
-de María Magdalena Monteza Benavides- obtenida mediante violencia,
no se ha valorado la contradicción del testigo Ibarra Padilla y se han leído
las cuestiones de hecho con infracción del artículo doscientos
setentinueve del Código de Procedimientos Penales; que la Procuraduría
Pública del Estado en la formalización del recurso de nulidad de fojas
seiscientos sesentidios solicita se eleve el monto de la reparación civil
cuando menos en diez mil nuevos soles.
Cuarto: Que Ibarra Padilla a nivel policial, con presencia del Fiscal y de
su Defensor (fojas cuarentiuno), sindicó a Noreña Tolentino,
incriminación que reiteró en sede de Instrucción (fojas setentiseis y
ciento once), y en el acto oral, luego de retractarse, al ser interrogado por
el Fiscal Superior se ratifica en su declaración policial (fojas quinientos
setentiocho), la cual - como se anotó - contiene una incriminación directa
a Noreña Tolentino; que, Monteza Benavides, igualmente, en sede policial
y de instrucción (fojas veintiséis, ochentisiete y ciento catorce) sindica a
la acusada Noreña Tolentino, pero en el acto de juicio oral se rectifica por
completo alegando haber sido torturada y violada cuando fue detenida
por el Ejército, producto de lo cual resultó embarazada y procreó una
niña; que si bien la incriminación de Monteza Benavides no resulta
categórica en función a lo declarado en sede de juicio oral, empero se
tiene en cuenta que parte de la documentación incautada a Noreña
Tolentino (fojas ciento treintiséis a ciento treintislete), proviene de su
puño gráfico; que, siendo así, si se estima que la prueba de cargo no sólo
se sustenta en ese testimonio, sino en prueba material -tenencia e
incautación de documentos y explosivos- , pericial y en otra sindicación,
es de concluir que la actividad probatoria de cargo es suficiente para
enervar la presunción de inocencia, cuya legitimidad no ofrece dudas
atento a la intervención del representante del Ministerio Público y de un
abogado defensor.
Quinto: Que, por lo demás, es de dejar sentado como doctrina general que
cuando se trata de testigos o imputados que han declarado
indistintamente en ambas etapas del proceso penal, en la medida en que
la declaración prestada en la etapa de instrucción se haya actuado con las
garantías legalmente exigibles -situación que se extiende a las
declaraciones en sede policial, siempre que se cumpla lo expresamente
estatuido en la norma habilitante pertinente referido a la presencia del
Fiscal y, en su caso, del abogado defensor-, el Tribunal no está obligado a
creer aquello que se dijo en el acto oral, sino que tiene libertad para
conceder mayor o menor fiabilidad a unas u otras de tales declaraciones,
pues puede ocurrir, por determinadas razones -que el Tribunal debe
precisar cumplidamente-, que ofrezca mayor credibilidad lo declarado en
la etapa de instrucción que lo dicho después en el juicio oral, en tanto
dicha declaración se haya sometido en tal acto a contradicción con las
garantías de igualdad, publicidad e inmediación y trasunta una mayor
290 verosimilitud y fidelidad -cumplimiento, en su esencia, de los requisitos
de legalidad y contradicción-; que, por otro lado, es de tener presente que
las declaraciones prestadas ante el Juez Penal, si bien no pueden leerse
bajo sanción de nulidad, conforme el artículo doscientos cuarentiocho del
Código de Procedimientos Penales, tal regla sólo es aplicable, antes que el
testigo declare en el acto oral, lo cual sin embargo no impide su posterior
lectura en la estación procesal oportuna luego de actuarse la prueba
personal, conforme a lo dispuesto en el artículo doscientos cincuentitrés
del Código de Procedimientos Penales.
CONSIDERANDO:
293
Primero: Que la Procuradora Pública del Estado cuestiona la sentencia
condenatoria por considerar que la reparación civil es exigua y diminuta, a
la vez que extiende los agravios del recurso a lo que considera una ilegal
aplicación del artículo cinco de la Ley número veintiocho mil ciento
veintidós en vista que el delito materia de juzgamiento impide hacer uso de
esa norma.
Segundo: Que la sentencia recurrida fijó en dos mil nuevos soles el monto
por concepto de reparación civil, que por lo demás fue el solicitado por la
Fiscal Superior Adjunta en la acusación de fojas ciento cuarenta y siete; que,
sin embargo, la pretensión del Estado, según el escrito de fojas sesenta y
siete, ascendía a una suma no inferior a los treinta mil nuevos soles; que
tratándose de un delito de peligro abstracto, de riesgo o de pura actividad
como es el tráfico ilícito de drogas, cuya punibilidad por lo demás tiene
origen en la situación de peligro eventual que nace de las conductas típicas,
la reparación civil debe fijarse en función a la cantidad y dañosidad de la
droga incautada, así como la magnitud o entidad del hecho delictivo y el
número de individuos que han participado en su comisión, sobre la base de
los principios de suficiencia y razonabilidad o proporcionalidad; que, en el
presente caso, se trató de una tenencia con fines de tráfico al exterior de
cuatrocientos sesentiocho gramos de clorhidrato de cocaína ingeridas
mediante cápsulas, a cuyo efecto el imputado debió ser evacuado a un
hospital del Estado, delito en el que han intervenido, por lo menos, otros
dos individuos en Brasil y Perú; que, siendo así, el monto de la reparación
civil debe incrementarse prudencialmente.
Tercero: Que si bien la parte civil sólo tiene injerencia en el objeto civil del
proceso, el Fiscal Supremo en Io Penal ha cuestionado la legalidad del
procedimiento seguido por el Tribunal de Instancia para dictar la sentencia
recurrida estimando la no aplicación de la Ley número veintiocho mil
ciento veintidós, por lo que es del caso referirse a esa opinión anulatoria;
que la citada Ley número veintiocho mil ciento veintidós, más allá de lo
limitado y parcial de su denominación oficial, en puridad de verdad
comprende dos institutos procesales penales: la conclusión anticipada de
la instrucción judicial (artículos uno al cuatro) -a la que hace mención el
título de la ley- y la conclusión anticipada del debate o del juicio oral
(artículo cinco), que aún cuando vinculadas al principio de celeridad o
aceleramiento de la justicia penal se diferencian en que en este último
supuesto rige básicamente el principio del consenso, dado que la decisión
del imputado y su defensa es determinante para dar inicio al procedimiento
294 de conclusión anticipada del debate o juicio oral, lo que no es de recibo
cuando se trata de concluir anticipadamente la instrucción judicial, que
requiere cumplir -sin que la voluntad del imputado pueda impedirlo-
determinados requisitos legalmente previstos; que la conclusión
anticipada de la instrucción judicial se circunscribe a determinados tipos
penales y a procesos simples, siempre que se presenten puntuales
supuestos procesales, tales como flagrancia delictiva, investigación
preliminar con la intervención del Fiscal con suficiencia probatoria y
confesión sincera, lo que se explica porque causalmente se tiende a limitar
los actos de investigación judicial y, por ello, podría afectar la incorporación
de fuentes de prueba y elementos de convicción para que, en su día, se
funde una acusación o se sostenga una defensa razonable; que, empero, en
el caso de la conclusión anticipada del debate oral se privilegia la
aceptación de los cargos por parte del imputado y su defensa -ella es la
titular de esta institución-, cuya seguridad -de cara al principio de
presunción de inocencia- parte de una instrucción cumplidamente actuada
con sólidos elementos de convicción, y valorada a los efectos de la
pretensión acusadora, por el Fiscal Superior y, luego, por la defensa, de
suerte que el artículo cinco -precisamente por tratarse de una institución
procesal autónoma y distinta de la anterior- no impone límite alguno en
orden al delito objeto de acusación o a la complejidad del proceso ni remite
su aplicación a las exigencias de los artículos uno y dos; que, asimismo, es
de aclarar que cuando el artículo cinco hace mención a la “confesión
sincera”, en rigor nos remite al numeral uno de dicha norma que por tal
expresión, a estos solos efectos -aunque dogmáticamente cuestionable-,
entiende únicamente aceptar en ese trámite ser autor o partícipe del delito
materia de la acusación y responsable de la reparación civil, de modo que
en este caso tampoco cabe concordarlo necesariamente con el articulo
ciento treinta y seis del Código de Procedimientos Penales o con el artículo
uno, numeral tres, de la citada Ley.
Cuarto: Que, en el presente caso, luego de instalarse el juicio oral y fijar los
términos del debate se preguntó al imputado y su defensa si el primero se
consideraba ser autor del delito materia de la acusación fiscal y responsable
del pago de la reparación civil, quien al responder en sentido positivo con
aceptación de su defensa y sin exigencia de actuación probatoria alguna,
dio lugar a la sentencia recurrida; que es de acotar que el acto de
disposición del imputado y su defensa se circunscribe al reconocimiento de
la responsabilidad penal y civil atribuida, no es un allanamiento a la pena
pedida y a la reparación civil solicitada, por lo que -como postula la doctrina
procesalista- el Tribunal está autorizado al reconocerse los hechos
295
acusados, a recorrer la pena en toda su extensión, desde la más alta prevista
en el tipo penal hasta la mínima inferida, llegando incluso hasta la
absolución si fuere el caso, esto es, si se toma en cuenta la fuente española,
parcialmente acogida, cuando se advierta que el hecho es atípico o resulta
manifiesta la concurrencia de cualquier circunstancia determinante de la
exención de responsabilidad penal o de su preceptiva atenuación; que,
como es de advertirse, se trata de una modalidad especial de sentencia, que
puede denominarse “sentencia anticipada”, producto de una confesión del
acusado en los términos antes descritos; que esta confesión tiene como
efecto procesal concluir el juicio oral, y no esta circunscripta
exclusivamente al pedido de pena y reparación civil del fiscal y, en su caso,
de la parte civil, consecuentemente, el Tribunal retiene su potestad de
fijarlas conforme a lo que corresponda y con arreglo a los principios de
legalidad y proporcionalidad.
Prólogo ................................................................................................................................ 5
Presentación ..................................................................................................................... 9
Resolución Ministerial Nº 0150-2014-JUS ........................................................ 13
Guía del lector .................................................................................................................. 15
Principio del Servidor Público ................................................................................. 17
Abreviaturas ..................................................................................................................... 19
PRIMERA PARTE
MATERIA PENAL (II): 297
SENTENCIAS PLENARIAS Y PRECEDENTES VINCULANTES
TITULO I:
SENTENCIAS PLENARIAS
CAPÍTULO I:
DERECHO PENAL
SUB CAPÍTULO I:
PARTE GENERAL
(Pub. 11-08-2007)
(Pub. 10-05-2006)
(Pub. 02-11-2005)
condenatorio ..........................................................................................................
102
(Pub. 20-04-2005)
Criterios para la aplicación de la medida de seguridad de
internación .............................................................................................................
110
(Pub. 28-03-05)