To en Educacion PDF
To en Educacion PDF
To en Educacion PDF
Rector
Moisés Wasserman Lérner
Vicerrector
Julio Colmenares Montañez
Decano de la Facultad de Medicina
Carlos Julio Pacheco Consuegra
Directora Departamento de la Ocupación Humana
Olga Luz Peñas Felizzola
Directora Maestría en Discapacidad e Inclusión Social
Olga Luz Peñas Felizzola
ISBN: 978-958-719-464-7
Coordinación y preparación editorial:
Martha Ortiz F.
Ilustración de carátula:
Francisco Perea Sabogal
Impreso en Colombia
Printed in Colombia
Marpe Publicidad, mayo de 2010
Dedicatoria
Prólogo 11
Presentación 13
Introducción 17
Capítulo 1 21
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista
que promueve la interacción 21
Introducción 21
Antecedentes, evolución y perspectivas del modelo 21
Bienestar Escolar (BIES) 21
Modelo Bienestar Escolar (BIES) 23
Principios, contexto y prácticas de terapia ocupacional 34
en educación 34
Sentido y efecto de la interacción y la interdisciplinaridad 51
en el desempeño del escolar y la educación de calidad 51
Aportes de terapia ocupacional al trabajo interdisciplinar 59
en NEE 59
Programas de desarrollo individual (PDI)
para las NEE permanentes 68
Legislación como marco de referencia
de la práctica profesional en el sector educativo 76
Conclusiones 80
Capítulo 2 89
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE).
Terreno conceptual y modelos para la práctica en educación 89
Introducción 89
Desarrollo de terapia ocupacional en el sector educativo 89
Principales teorías en la práctica educativa 99
de terapia ocupacional 99
Modelo de Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE) 163
Otros modelos de práctica de terapia ocupacional
en educación 169
Modelos genéricos de práctica pediátrica en terapia ocupacional 174
Fundamentos y tipos de razonamiento
del terapeuta ocupacional en educación 186
Conclusiones 190
Capítulo 3 203
Evaluación en terapia ocupacional:
del concepto a la concreción 203
Introducción 203
Significado y fundamentos de la evaluación en educación 204
Concepto de evaluación en terapia ocupacional 208
Aportes del modelo Desempeño Ocupacional del Escolar
(DOE) al proceso de evaluación en terapia ocupacional 210
Propósitos de la evaluación 211
Tipos, funciones y características de evaluación en la
práctica educativa del terapeuta ocupacional 218
Dinámica de evaluación en el modelo Desempeño
Ocupacional del Escolar (DOE) 223
Instrumentos evaluación seleccionados en el modelo DOE 228
El informe de evaluación. Raciocinio clínico 249
Coclusiones 250
Capítulo 4 255
Programa de intervención educativa
a partir del modelo
de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE) 255
Introducción 255
Programa de intervención educativa a partir del modelo
de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE) 256
Programa de intervención para la promoción del
Desempeño Ocupacional Escolar (DOE) 265
Programa de intervención para la prevención del modelo
Desempeño Ocupacional Escolar (DOE) 280
Programa de intervención para la nivelación del modelo
Desempeño Ocupacional Escolar (DOE) 291
Dieta sensorial como modalidad transversal de intervención 302
Estudio de caso 312
Conclusiones 315
Capítulo 5 321
Comunidad educativa y transformación de la escuela 321
Introducción 321
La comunidad educativa frente a las necesidades
educativas especiales y la educación en la diversidad 322
Postulados de terapia ocupacional para la atención indirecta:
padres y maestros 330
La intervención de terapia ocupacional a través de la
formación para los padres y maestros 342
Conclusiones 348
Capítulo 6 353
Gestión y calidad en el modelo Desempeño Ocupacional
Escolar (DOE) 353
Introducción 353
Principios de gestión en el modelo Desempeño
Ocupacional Escolar (DOE) 354
Calidad en la prestación de servicios con el modelo DOE 366
Capítulo 7 379
Fundamentación y praxis de fonoaudiología
en el sector educativo 379
Introducción 379
Historia del área de educación
en el programa de Fonoaudiología 380
Fundamentación teórica de fonoaudiología en educación 382
Rol del fonoaudiólogo 385
Formación de lenguaje en la educación 387
Modelo de Prestación de Servicios Fonoaudiológicos 387
Proyecto Atención Integral y Desempeño Ocupacional
de Escolar (PAIE), localidad de Tunjuelito, Bogotá 393
Anexos 394
Prólogo
12
Presentación
13
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
14
Presentación
15
Introducción
Colombia, al igual que otros países de habla hispana, carece de textos que orien-
ten las prácticas de terapia ocupacional tanto a nivel general como en el campo
particular de la educación. La autora identifica este ámbito como una prioridad
en el ejercicio del profesional; por esta razón, este libro ofrece contenidos de re-
flexión en torno a la actuación de la profesión en ese sector. El texto se beneficia
de las orientaciones del ámbito general de la educación en la diversidad como
contextualización para la diferencia, a partir de la cual se inicia la atención al esco-
lar en los años setenta. Por otro lado, documenta una amplia gama de afinidades
y diferencias entre los especialistas de la educación y las diversas áreas del saber
implícitas en ella, a fin de sintetizar la conceptualización y las prácticas que han
influenciado el ejercicio del terapeuta ocupacional en el sector. La pretensión es
ofrecer una visión integral del desarrollo humano, analizado a partir de la conside-
ración de la dimensión colectiva del bienestar.
A partir de esta preocupación, desarrolla en el primer capítulo un modelo ge-
nérico para la educación regular, de base humanista, en el que se promueve la in-
teracción como base del bienestar. Determinar la potencialidad del modelo como
alternativa operativa representa un reto y una apuesta difíciles de afrontar, pero
que, después de haber convivido un largo tiempo con diferentes profesionales en
procesos de formación e información, en correspondencia mutua, y compartien-
do alegrías y sinsabores con los escolares y sus familias, hacen posible afrontar con
compromiso y objetividad. Plantea la trayectoria de formación desarrollada en la
Universidad Nacional de Colombia, visualiza el liderazgo alcanzado en el ejercicio
profesional en el sector; describe los dominios conceptuales sobre educación im-
17
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
18
Introducción
19
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
20
Capítulo 1
Bienestar Escolar (BIES):
un modelo humanista que promueve
la interacción
Introducción
El objetivo del capítulo es resaltar la visión humanista del terapeuta ocupacional
a través del diseño interdisciplinar de un modelo genérico que fundamente y ope-
racionalice el proceso educativo a partir del potencial individual y las dimensio-
nes del desarrollo humano –cognoscitiva, social, valorativa y comunicativa en un
entorno cultural social–. A partir de ello, dinamiza la interacción como base del
bienestar de la comunidad escolar, y enfoca las capacidades y funciones inherentes
al desarrollo humano. Presenta al lector un barrido del quehacer del terapeuta
desde el inicio de las prácticas dentro de la educación especial, hasta la integra-
ción, planteando la toma de posición sobre la educación basada en la diversidad.
Finaliza el recorrido teórico resalta la esencia de la interdisciplinaridad y la acción
colectiva desde el planteamiento de las adaptaciones curriculares y los programas
individuales, dentro de la dinámica del bienestar escolar.
21
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
22
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
Planteamiento educativo
Las teorías educativas son presentadas en tres dimensiones de análisis: la argumenta-
tiva, la de contenido y la estructural. La vertiente del desarrollo humano es expuesta
alrededor de cuatro modalidades: la cognitiva, la social, la moral y la comunicativa.
La dimensión argumentativa tiene la función de configurar, delinear o servir de mapa
a la actividad educativa en general. Discurre alrededor de dos núcleos temáticos: 1)
las concepciones de hombre, en la que se propone contribuir a la formación de per-
sonas activas, históricas, con múltiples necesidades personales por resolver, capaces
de enfrentar y transformar el mundo que los rodea y su quehacer cotidiano; un ser
dotado de intereses, de habilidades y de un estilo particular para enfrentar y resolver
problemas. 2) La concepción educativa que propone que el educando “hombre”
confronte permanentemente sus nociones con la realidad educativa y social, no
limitada a la producción de cultura y conocimiento o al suministro de información.
Se espera, entonces, intente que el educando comprenda el momento cultural en el
que participa, a la vez que intente reconocer las diferencias, niveles, e intereses parti-
culares de los compañeros, los educadores, la comunidad y la sociedad en general.
23
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
CULTURA
O DES
NITIV múltiples Conduc
ta m AR
G t. ora
l - RO
CO o - Int Re L
O en lac
mi
LO dialó
e p LL
AS IVA R
O
sa
ión
MO ica -
AT ación
dad ARR
en
T
IV
EC
EN Educ
AT
RA
UR
UC
ES
es d
g
SO
om M
L uicio m.
ED
DI er - P
-
- H GU
D
Sa
bre
SE
ME ed
ión AR
b
IAS
J
D
NS agóg
Modali
U
IENC
IÓN ico -
SIÓ
CAT
N
POTENCIAL
EXPER
DE C Metodología
IVOS
epc
DIME
Conc
INDIVIDUAL DE
ONTEN
APRENDIZAJE
Lengua
IDO
D E S D is c ur
DIM
a n te
Org ENSI
je -
ÓN ESTR TU RAL
L
A R R so
ánic UC
i a li z
CIA
o ad
minis. -
A. de aprendizaje
soc
O L ped
SO
LO a
CO te
LO
L
en
gó MU MEDIO AMBIENTE
R O al -
Ag
g ic N IC R
o- ATIV S A ci
D E ci a s o
P. c O
o mun ven
i
i c a ti v
os Conv
CULTURA
24
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
25
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
NTACIÓN CONCEPTU
IE AL
OR
CULTURA
CONTENIDO
D. DE
A D.
TIV
ES
TA
TR
EN
UC
FUNDAMENTOS
UM
TUR
D. ARG
EDUCATIVOS
AL
ATIVO
FUNDAMENTOS DE
SOC
NIC
DESARROLLO HUMANO
IAL
MU
CO
CO
GNI AL
TIV O MOR
CULTURA
OR AL
IE N T T U
A CIÓ N C O N C E P
26
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
27
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
La memoria a largo plazo es casi ilimitada hasta el fin de la niñez. Colabora en las
reacciones organizadas ante los estímulos. Lo crucial aquí es no sólo el almacena-
miento sino también la recuperación, a menos que algo la destruya, por ejemplo, un
accidente cerebro vascular.
La velocidad del procesamiento incrementa de manera directa la capacidad mental,
en la medida en que el pensamiento se acelera y permite mantener y procesar más
pensamientos en la mente consciente al mismo tiempo. En la escuela, una mayor ca-
pacidad de procesamiento significa que puede responder una pregunta de la maestra
con varias ideas pertinentes y observar a la vez a sus compañeros. A medida que
las personas usan sus habilidades intelectuales, muchos procesos que al principio
requieren un trabajo mental arduo, luego se convierten en automáticos.
La base de conocimiento, cuanto más saben y recuerdan, más aprenden. Esto es,
tener una amplia base de conocimiento. Los niños saben mucho más en los años
escolares que en los años preescolares.
Los procesos de control o mecanismos que coordinan la memoria, la velocidad de
procesamiento y conocimiento incluyen la atención selectiva, la regulación emocio-
nal y la meta-cognición. Cuando alguien quiere concentrarse sólo en una parte de
todo el material en el registro sensorial, son los procesos de control los que asumen
este rol. Se origina en la corteza pre-frontal, donde el cerebro regula y coordina las
emociones y los pensamientos. Una función ejecutiva precisamente porque controla
a las demás partes.
La atención selectiva o capacidad para focalizar el propio pensamiento en lo que es
importante, es decir, la capacidad para ignorar las distracciones y concentrarse en
la información pertinente. Centrarse en lo que se debe recordar e ignorar lo que se
debe olvidar también son elementos importantes de la atención selectiva.
El control mejorado o control de los procesos mentales comienza a medida que
se desarrollan los signos de regulación emocional. Estos procesos son influidos
poderosamente por las respuestas dentro de la familia y por los valores culturales
de los niños.
La metacognición significa “pensar sobre el pensamiento”; es la capacidad para
evaluar una tarea cognitiva para determinar el mejor modo de hacerla y luego con-
trolar y ajustar el desempeño personal en ésta.
La dimensión de desarrollo moral, la tercera de los desarrollos de la naturaleza huma-
na contemplados en el modelo (Álvarez, Díaz, Pautassi y Restrepo, 1994), está fun-
damentada en los planteamientos psicológicos de Kolhberg (1992) y Piaget (1974),
en las teorías cognitiva y evolutiva y, en parte, en la teoría de la acción comunicativa
de Habermas (1985), en la que el lenguaje es el sitio de encuentro, de diálogo con-
sensual y de resolución de conflictos.
Con ese soporte conceptual, el modelo reinterpreta las acciones pedagógicas
y deja en posición privilegiada la construcción de valores y el mantenimiento de
niveles óptimos de autoestima. El juicio y la conducta moral formados mediante la
relación dialógica son los temas específicos de esta dimensión de progreso humano.
28
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
29
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
ser, una ciencia que dependa del conocimiento de la definición universal del bien,
sino una reflexión práctica encaminada a la acción, por lo que ha de ser en la acti-
vidad humana en la cual encontremos los elementos que nos permitan responder a
esta pregunta. Además de la comprensión sobre la incidencia de la naturaleza en la
actuación personal y la función propia de cada sustancia, vale considerar que actuar
en contra de esa función equivale a hacerlo en contra de la propia naturaleza (a ma-
nera explicativa: una cama ha de servir para dormir, por ejemplo, y un cuchillo para
cortar: si no cumplen su función, diremos que son una “mala” cama o un “mal”
cuchillo). Si la cumplen, diremos que tienen la “virtud” que le es propia: permitir
el descanso o cortar, respectivamente; y por tanto, diremos que son una “buena”
cama y un “buen” cuchillo. Esta condición o cualidad se identifica con la capacidad
o excelencia propia de una sustancia, o de una actividad.
Del mismo modo, el hombre ha de tener una función propia: si actúa conforme
a esa función, será un “buen” hombre; en caso contrario será un “mal” hombre. La
felicidad consistirá, por tanto, en actuar en conformidad con la función propia del
hombre. En la medida en que esa función se realice, el hombre podrá alcanzar la
felicidad. Si sus actos le conducen a realizarla, serán virtuosos; en el caso contrario,
serán vicios que le alejarán de su propia naturaleza, de lo que en ella hay de caracte-
rístico o excelente y, con ello, de la felicidad y su bienestar.
Lo que se concibe desde el postulado del bienestar escolar, en contribución a
resolver el problema de la felicidad –por lo menos en la cotidianidad del escolar: es-
cuela y hogar–, es el deber profesional de orientar las acciones hacia la naturaleza del
hombre, y no hacia la definición de un hipotético, un “bien en sí”. Esto no implica
el desconocimiento de las dos formas propias de comportamiento humano: intelec-
tual –cuyo surgimiento y desarrollo se ha derivado del magisterio– y moral –fruto
de la costumbre– y, por ende, dos tipos de cualidades: las éticas –propias de la parte
deseable y volitiva de la naturaleza humana– y las virtudes dianoéticas –propias de
las funciones intelectivas del alma–.
El segundo postulado, relacionado con el anterior, es que el concepto de bienes-
tar y las condiciones internas y externas, de los cuales se desprende la capacidad acti-
va del hombre, como lo plantea Sen (1985, 1990, 1992, 1993, 1995), sobre funciona-
lidad y capacidades. Rechaza la relativización del bienestar derivada de la concepción
utilitarista, en la que este concepto puede ser usado para justificar o, por lo menos,
para aceptar con buena conciencia la injusticia y la desigualdad social. Presenta un
esquema alternativo, en la búsqueda de un criterio “objetivo” de bienestar, en el
que entra en diálogo permanente con Rawls (1971), quien postula que el bienestar
de una persona puede entenderse considerando la calidad de vida. Ésta, a la vez, se
considera como un conjunto de funcionamientos interrelacionados, consistentes en
estados y acciones. Por tanto, la realización de una persona puede entenderse como
el vector de sus funcionamientos.
El funcionamiento del individuo abarca desde cosas tan elementales como es-
tar suficientemente alimentado, tener buena salud, evitar posibles enfermedades
30
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
31
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
alcances o las evidencias significativas sobre las cuales se delimitarán las proyeccio-
nes futuras, dentro de las que se pueden mencionar:
a. Una práctica contextualizada (ámbito natural del proceso educativo), conside-
rando el ámbito desde la perspectiva vigotskyana que integra el entorno cultural
y la cotidianidad inmersa en él, en contraste con la perspectiva piagetiana, en la
cual el contexto es tomado como un sistema de conocimientos, que no es otra
cosa que el saber disciplinar, y, en consecuencia, el desarrollo de las competen-
cias cognitivas.
b. La conceptualización disciplinar en la cual se reconoce el potencial individual
de aprendizaje, mediado por las experiencias-recursos-medio ambiente, a la vez,
que son considerados elementos mediadores del desarrollo humano inmerso en
la cultura. Dicho de otra manera, este planteamiento apunta a la reconstrucción
de los esquemas de conocimiento del sujeto: 1) a partir de las experiencias que
éste tiene con los objetos (interactividad) y con las personas (intersubjetividad);
2) en situaciones de interacción significativa en actuaciones con propósito; 3) co-
herente con el nivel de desarrollo y potencialidad personal; y 4) en los contextos
sociales que le dan sentido a su desempeño.
c. El proceso de aprendizaje concebido desde la perspectiva constructivista de
Ausubel (1978), por el cual el sujeto del aprendizaje procesa la información
de manera sistemática y organizada, no sólo de manera memorística sino que
construye conocimiento (Díaz y Hernández, 1998). En este proceso se identifi-
can claramente tres factores determinantes del aprendizaje: actitudes, aptitudes
y contenidos (Iafrancesco y Giovanni, 2004). Se plantean las aptitudes desde
dos orientaciones diferentes: las intelectivas y las procedimentales, que tienen
influencia diferencial en el desempeño escolar. El desarrollo de cada una de ellas
y la especificidad de sus contenidos tiene correspondencia con la formación en
el ser, el pensar, el hacer y el saber, respectivamente. El desempeño alcanzado
a partir de la convergencia de estas cuatro dimensiones da lugar a los llamados
aprendizajes significativos –en el lenguaje del educador–, o actividad con pro-
pósito –en el del terapeuta–, en los cuales el escolar reconfigura la información
nueva con la experiencia, permitiéndole, así, integrar grandes cuerpos de conoci-
miento y acción con sentido, y la competencia (Iafrancesco y Giovanni, 2004).
d. La trayectoria académica en las instituciones educativas, la interacción perma-
nente con los educadores, la amplia panorámica de trabajo y experiencia en el
ámbito de la educación diferenciada son criterios que viabilizan el posiciona-
miento en relación con la argumentación y praxis profesional, que se han visto
modificados por diferentes acontecimientos en el entorno inmediato. Por ende,
es importante resaltar ese cambio de sentido –de una visión más tradicional y
deficitaria de la educación especial–, a una más abierta –de creencia y reconoci-
miento en las competencias de las personas–, en general, sin importar el origen
ni la naturaleza de las diferencias humanas. Dicha evolución se evidencia tanto
32
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
33
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
34
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
35
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
por la transformación de los modelos médicos a unos cada vez más cercanos al
plano educativo.
− La formación profesional especializada en neurociencias, integración sensorial,
neurodesarrollo, neurocomportamiento y funciones perceptivo-visuales generan
procesos significativos de cambio en los programas de atención en el tipo de
evaluaciones (incluyendo pruebas estandarizadas y modificando la anamnesis por
la historia escolar). Simultáneamente se trasciende el entorno ambiental: se carac-
teriza el espacio físico de prestación de servicios de terapia ocupacional en cuan-
to a dimensión, materiales, equipos especializados y, en general, implementación
tecnológica; se refuerza el acercamiento a la familia y se integra el proceso a la
escuela como participante externo en la solución de problemas de los escolares.
− La configuración de la atención formal a escolares con trastornos de aprendizaje
(denominación de la época) liderada por terapia ocupacional se ofrecía en jorna-
da contraria a la escolar, a nivel grupal, con programas de apoyo integral que dan
paso a la integración del terapeuta ocupacional en la programación curricular.
Actualmente se denominan adaptaciones curriculares y programas educativos
personalizados.
− La respuesta frente a las políticas de “integración”, que se caracterizó por la
ubicación de la población con necesidades especiales en los espacios físicos de la
educación regular, con escasa o ausente integración en la programación acadé-
mica, implicó para el terapeuta ocupacional una planeación paralela, más centra-
da en la orientación vocacional que en el apoyo a los procesos diferenciales del
aprendizaje.
Sin embargo, este acercamiento físico conduce tanto a un ejercicio profesional
en el contexto natural del acto educativo como a la apropiación de conocimientos
específicos del área de ejercicio. En consecuencia, los dominios conceptuales sobre
desarrollo integral del ser humano y las potencialidades diferenciales; el efecto de
las acciones ocupacionales de juego, la escolaridad y la cotidianidad; y la influencia
del contexto medioambiental como ejes determinantes del desempeño escolar, han
permitido al terapeuta ocupacional la integración consistente en el trabajo interdis-
ciplinar inherente a la escuela.
En las postrimerías del siglo XX y los albores del actual, la práctica educativa del
terapeuta da testimonio sobre: la producción intelectual (fundamentos y modelos
propios del sector), la praxis argumentada en el contexto natural de la educación
(creciente prestación de servicios en instituciones educativas: 39% de los profesio-
nales colombianos se desempeñan en el sector en 1997), y el diseño y ejecución de
acciones coherentes con la política educativa (variedad de proyectos y programas
de atención al escolar y formación a docentes al interior de la escuela). A pesar de
ello, no se pueden dejar de lado las restricciones existentes para la participación del
terapeuta en las instituciones educativas, entre otras razones por el reducido acceso
del profesional al escalafón docente (Álvarez, 1995).
36
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
37
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
38
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
dado que gran parte de la respuesta a estas situaciones problemáticas puede y debe
encontrar un soporte en el sistema educativo. Además, en situaciones de inestabi-
lidad y conflicto, requiere el desarrollo de una educación de calidad que acompañe
y fundamente con principios el progreso sólido de cada escolar desde temprana
edad; una formación ética que busque la convivencia armónica, la responsabilidad,
la tolerancia, la justicia, la igualdad, el respeto de los derechos humanos y el aprecio
de la diversidad.
Educación informal
La educación informal es un proceso transversal en todo grupo humano, en el que
las personas adquieren y acumulan conocimientos, capacidades, habilidades, actitu-
des y percepciones de las experiencias cotidianas y de la exposición al entorno en el
hogar, el trabajo, los juegos; se aprende de los ejemplos y las actitudes de la familia y
de los amigos, de los viajes, de la lectura de diarios y libros, de escuchar la radio o de
ver películas o televisión. Conceptualizada de esta manera, la educación informal es
aquella que se da de manera no intencional y no planificada, en la propia interacción
cotidiana (Trilla, 1985). Esta modalidad educativa fue la asumida en los inicios de
39
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
formación del terapeuta, pero a través del tiempo se vio la importancia de involu-
crar otras modalidades más contundentes en las prácticas de campo.
Educación no formal
toda actividad educativa organizada y sistemática realizada fuera de la estructura del
sistema formal, para impartir cierto tipo de aprendizaje a ciertos subgrupos de la
población, ya sea adultos o niños. Coombs (1978) expone que la educación formal
es incapaz de abarcar, cualitativa y cuantitativamente las necesidades de formación
de las sociedades y que la educación no formal debería formar parte importante del
esfuerzo total de la enseñanza de cualquier país o comunidad, como potencial del
desarrollo.
El uso de las modalidades debe definirse con precisión debido a que dichos
conceptos vienen con frecuencia unidos a discursos en un marco de atención a la
pobreza en los países de América Latina y fundamentalmente destinada a adultos
de áreas rurales y zonas marginales (Coombs, 1972; Coombsy, Manzoor, Ahmend,
1975; La Belle, 1980). Para menoscabar esta visión, se han sugerido otros términos,
por ejemplo: flexible y no flexible, sistemática y a sistemática, reglada, no reglada,
regular, no regular, pero cada una de estas propuestas tiende a generar un nuevo
problema en el sentido de las categorías (metodología, evaluación, planeación, etc.).
Así, la confusión puede seguir por un largo rato; aún así, la terminología propuesta
por Coombs sigue siendo válida hasta el día de hoy.
Como eje de formación del terapeuta se entiende que tanto la educación no for-
mal como la formal presentan la condición de ser procesos educativos, organizados,
ordenados y sistematizados, mientras que esto no sucede con la educación informal.
Se parte del concepto central de la intencionalidad como uno de los criterios más
válidos para explicar las diferencias: se basa en el supuesto de que una actividad
educativa intencional correspondería a la modalidad formal o no formal, en contra-
parte, las que carecen de esta intencionalidad entrarían en el ámbito de la educación
informal.
Educación formal
La educación formal está delimitada a lo que se inscribe en los ciclos organizados
y avalados por el Estado, que certifica y que lo acredita ante el gobierno corres-
pondiente para proseguir con otro ciclo educativo, ya sea primaria, secundaria, uni-
versidad, entre otros. Es el sistema educativo institucionalizado, cronológicamente
graduado y jerárquicamente estructurado que abarca desde la escuela primaria hasta
la universidad. (Coombsy, Manzoor y Ahmend, 1975). Es indudable que el término
educación adquiere diferentes connotaciones. Por consiguiente, se hace referencia a
una polisemia, entendida como la forma de darle diversos significados a un término
o palabra. Esto quiere decir que nos enfrentamos con un caso muy particular y que
hace alusión al tema tratado, a un evento que tiene muchos significados: el proceso
educativo.
40
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
41
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
42
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
El MEN (2002) señala que las NEE tienen su origen en causas relacionadas bá-
sicamente con el contexto social o cultural, con la historia educativa y escolar de
los alumnos, o con condiciones personales asociadas, bien sea una sobredotación
de capacidades intelectuales, o una deficiencia o discapacidad psíquica, sensorial
43
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
44
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
45
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
46
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
47
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
1995; Wang, 1995; Stainback, 1992; Cuomo, 1994; López, 1997, responden a los
propósitos de la inclusión con una serie de estrategias innovadoras que posibilitan
la tarea educativa con todos y para todos.
Muñoz y Maruny (1993) plantean que la práctica educativa debe articularse en
función de los siguientes ejes:
− La educación en la diversidad implica la consideración de la totalidad del alum-
nado, no sólo el escolarmente problemático, y el planteamiento de todos los
componentes curriculares y organizativos del centro educativo.
− Las programaciones curriculares, elemento clave, deben estar desprovistas de
rigidez, homogeneidad y selectividad.
− La composición heterogénea de los grupos (género, intereses, ritmo, capacidades,
valores culturales, etc.) son criterios de agrupación facilitadores de la diversidad.
− La gestión de la diversidad de procesos de aprendizaje a través de la acción in-
dividual del profesor, tanto en el desarrollo curricular como en el seguimiento
global del alumnado, para lo que se requiere trabajo en equipo.
− Los recursos específicos de carácter compensatorio, dirigidos al alumnado con
NEE, deben vincularse y articularse estrechamente con el conjunto de las activi-
dades de enseñanza-aprendizaje.
− La evaluación cualitativa de alumnado, centrada en el propio proceso, permite el
reconocimiento de la diferencia en los resultados finales y la renuncia a ejercer
funciones socialmente selectivas.
Las ideas hasta aquí expuestas y las bases que subyacen al planteamiento edu-
cativo que se defiende “educación en la diversidad”, llevan al compromiso con la
opción de cambio que se conceptualiza como: un proceso amplio y dinámico de construc-
ción y reconstrucción de conocimiento que surge a partir de la interacción entre personas distintas
en cuanto a valores, ideas, percepciones, intereses, capacidades, estilos cognitivos y de aprendizaje,
etc., que favorece la construcción, consciente y autónoma, de formas personales de identidad y pensa-
miento, y que ofrece estrategias y procedimientos educativos (enseñanza-aprendizaje) diversificados
y flexibles con la doble finalidad de dar respuesta a una realidad heterogénea y de contribuir a la
mejora y enriquecimiento de las condiciones y relaciones sociales y culturales.
48
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
premisas que la escuela debe asumir y reconocer como principios básicos definidos
para este tipo de educación (MEN, 1994).
Para la terapia ocupacional implica, en primer lugar, identificar las caracterís-
ticas de la institución e insertarse en ella como miembro de un colectivo diverso
cuya meta es reconocer dicha diversidad. A partir de ahí se planean y organizan
estrategias y procedimientos colectivos, derivados de los saberes disciplinares. En
el caso de terapia ocupacional, se centran en la ocupación como factor valioso en
la dimensión humana. Dentro de éstas, las actuaciones en el auto cuidado-juego-es-
parcimiento-escolaridad-trabajo, se dan en estrecha relación con los contextos cul-
turales y espacio-temporales, de ahí que las demandas escolares sean diferenciadas
y personalizadas. Desde el punto de vista del diseño y la planeación curricular, eje
central de la institución, el terapeuta debe articularse de manera flexible, respetuosa,
experiencial, relevante, diferenciado y adaptado al colectivo, maximizando el desa-
rrollo personal de todos y cada uno de los participantes, profesionales y alumnos.
En segundo lugar, se hacen imprescindibles los procesos de interacción (inter-
cambio de información, consenso de significados, negociación de fines, contenidos
y estrategias a utilizar) entre los protagonistas de la acción educativa (alumnado,
profesionales, comunidad). Todos ellos serán distintos en cuanto a valores, ideas,
percepciones, intereses, sentimientos, capacidades, etc., dimensiones irrenunciables
en todo centro escolar que opte y se comprometa con la diversidad. En particular,
el PEI debe: 1) explicitar los principios y valores respetuosos con la pluralidad y los
valores democráticos, 2) definir los procesos de adaptación y diversificación curri-
cular necesarios, 3) definir cómo abordar las diferencias individuales y las NEE,
4) explicitar los servicios de apoyo, opción de gestión participativa y colaborativa,
propuesta sobre la formación permanente del profesorado, y la multidisciplinaridad
del colectivo educativo, entre otros.
En este sentido, el terapeuta ocupacional aporta su saber disciplinar en los pro-
cesos de adaptación curricular con énfasis en la diversidad, desde la perspectiva gru-
pal (su esencia no avala la adaptación centrada en el alumno de forma individual). Es
necesario que, al plantear las implicaciones y necesidades de adaptación curricular
que precisan personas o grupos determinados (tipo y grado de adecuación curri-
cular, recursos y medios de acceso al currículo, tipos de modificaciones, etc.), éstos
deben tener como base la propuesta curricular común del grupo o aula y el marco
del PEI. Esta nueva forma de organización y trabajo favorece la superación de la
responsabilidad individual –tradicionalmente atribuida a un profesional concreto,
quien tiene la responsabilidad de uno o más alumnos integrados en un aula– en la
toma de decisiones organizativas, las cuales constituyen el trabajo habitual del equi-
po institucional que opera en distintos niveles y en diferentes dimensiones.
Por último, es de capital importancia entender que la opción por la educación
en la diversidad no sólo compromete a la escuela en su sentido más amplio, sino
también a toda la sociedad: familia y comunidad en general. Es evidente que las di-
mensiones social y cultural de este tipo de educación implican, necesariamente, que
49
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
50
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
51
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
remite, ante todo, a la unidad del ser humano, a la unidad de su universo cultural y
al significado de la vida (Gusdorf, 1983; Klein, 1990; Lenoir, 1995, 1999; Resweber,
1981; Sinacoeur, 1983).
En segundo lugar, hablar de interdisciplinaridad implica mencionar la disciplina-
ridad, por estar estructuralmente incluida en la primera. Siguiendo la opinión de va-
rios autores (Cros, 1987; Fourez, 1994; Newell, 1990; Petrie, 1992 y Germain, 1991),
conviene recordar que la reflexión sobre la interdisciplinaridad sólo tiene sentido en
un contexto disciplinario. Presupone, por lo menos, la existencia de dos disciplinas
de referencia y la presencia de una acción recíproca. Sin embargo, en el campo de
la educación, se trata de una disciplinaridad escolar cuyo significado y elementos
constitutivos difieren de la científica (Lenoir y Hasni, 1988; Develay, 1992; Hasni,
2001; Messer-Davidow, Shumway y Sylvan, 1993; Sachot, 1993).
En las siguientes líneas se ilustran tres representaciones diferentes de una misma
problemática: la interdisciplinaridad europea, la estadounidense y la latinoamerica-
na, representada básicamente por los expositores brasileros. Estas conceptualiza-
ciones se van a centrar exclusivamente en el campo educativo. Se encuentran en la
lectura y en el uso que los investigadores de Francia, Quebec y Brasil hacen de la
interdisciplinaridad en la educación, la enseñanza y la formación profesional.
En pocas palabras, la posición europea –con mayor representación francesa– pone
en tela de juicio el saber disciplinario, cuestiona su significado antes de actuar y
discute los contenidos cognitivos a los que hay que someter el aprendizaje de los
futuros ciudadanos. En el plano escolar, el debate se refiere de manera prioritaria a
la pertinencia de las conexiones entre los saberes disciplinarios que son el objeto de
la enseñanza. En coherencia con la lógica racional, socialmente privilegiada, la cues-
tión del significado se encuentra en el corazón de la perspectiva epistemológica –o
filosófica, en ciertos casos–, y se refiere al sistema de las disciplinas científicas. Así
mismo, la interdisciplinaridad es abordada en función de las interacciones internas
de sus disciplinas. Las perspectivas epistemológicas y didácticas sirven para asegurar
tanto estas funciones de análisis del significado, de la pertinencia, de la calidad de
los objetos de enseñanza propuestos en el sistema escolar, como de su adaptación
y adecuación a las capacidades de los alumnos. Ante todo, se hace hincapié en sa-
ber enseñar (el polo objeto) y se prioriza la transmisión valorada de las disciplinas
escolares. Esta concentración en el “polo objeto” se explica por el renacimiento de
una construcción social inherente al ser instruido, hecha para enseñar a los futuros
ciudadanos de la República.
En síntesis, el concepto de interdisciplinaridad –de tipo académico, dado que
constituye fundamentalmente una apuesta social y epistemológica universitaria– tie-
ne un carácter reflexivo y crítico, está orientado hacia un trabajo de unificación del
saber científico –en el sentido de una estructuración jerárquica de las disciplinas o
en el de una superciencia, una metateoría o una metadisciplina–, o está dirigida a un
trabajo de reflexión epistemológico sobre los saberes disciplinarios que interactúan.
52
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
53
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
54
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
55
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
realidades que nos rodean. Es decir, requiere que el verdadero entender de esta
complejidad consista en tomar en cuenta las diferencias y, al mismo tiempo, com-
prender las razones y el sentido de su estar juntas y relacionadas. Aquí encontramos
una segunda motivación de la interdisciplinaridad. Podemos ver que ésta no se con-
funde con la multi y la transdisciplinaridad, que tienen su validez y sus campos de
aplicación, pero son casos diferentes.
Es claro, entonces, que el trabajo interdisciplinar en la educación implica no sólo
el saber disciplinar, sino también la habilidad de reconocer las diferencias, establecer
una comunicación efectiva –que nos permita entender y hacernos entender–, que
contribuya al reconocimiento del problema central de cada alumno/institución/
grupo/aula y su consecuente solución. Hay que añadir, además, que un trabajo in-
terdisciplinar serio no puede llevarse a cabo sin la disponibilidad de conocimientos
suficientemente ricos en sectores diferentes. Ello, en la medida en que la condición
indispensable para un coloquio es que los interlocutores se entiendan recíproca-
mente, lo cual significa que cada uno pueda comprender con suficiente claridad
el sentido de las perspectivas de los demás, aunque no siempre pueda conocer los
detalles de los resultados alcanzados en cada disciplina llamada al coloquio.
En esto consiste quizá la dificultad más seria del trabajo interdisciplinar: en que
se requiere alcanzar una cierta familiaridad con campos de conocimiento diferentes
del propio, particularmente con aquellos que están implicados en la acción inter-
disciplinar en la cual nos comprometimos. Una vez más, no se trata de huir de la
especialización, sino de volverse un poco competentes, sin ser especialistas, en di-
versos sectores del saber, lo que no es tan fácil dentro de la mentalidad y de las con-
diciones “ambientales” de nuestro tiempo. Los equipos de profesionales tienen que
trabajar duro sobre la diversidad de necesidades educativas en contextos naturales
y problemas muy detallados, si quieren alcanzar los “resultados” de transformación
de modelos educativos y abrirle camino a la educación en la diversidad. Es una
situación cultural que debemos tomar en cuenta pero que empieza paulatinamente
a cambiar, dado que en el mundo científico el tema de la complejidad se vuelve cada
día más actual e interesante, tanto que está produciendo programas de investigación
efectivamente interdisciplinares.
56
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
57
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
− Darse cuenta de que cada disciplina utiliza procedimientos lógicos que, sin dejar de
ser rigurosos, no coinciden con el tipo de “lógica” adoptado por otras disciplinas.
Una vez que estas condiciones preliminares sean satisfechas, puede empezar el
“diálogo” interdisciplinar, en el cual cada disciplina ve el problema “desde su punto
de vista” o “dentro de su propia óptica”. Se trata, entonces, de una etapa pluri-
disciplinar aunque ya suficientemente avanzada, en la medida en que se han dado
ciertas condiciones para comparar los diferentes discursos y, al mismo tiempo, se
ha alcanzado la toma de conciencia de que cada discurso disciplinar es válido, pero
parcial (Nicolescu, 2007).
Una ayuda importante puede derivar de un cierto esfuerzo de formalización de
los puntos más importantes de cada discurso disciplinar –utilizando procedimientos
de registro como la bitácora–. Esto permite poner en evidencia ciertas homologías
estructurales entre los resultados de algunas disciplinas, las cuales pueden revelarse
como analogías cuando la identidad formal (parcial) se enriquezca con detalles rela-
cionados con los contenidos específicos de los diversos saberes. Éste es el camino
que conecta la interdisciplinaridad con la transdisciplinaridad, de la cual, sin embar-
go, no se ocupará este texto.
En síntesis, el trabajo interdisciplinar puede ser concebido como la superación
de la unilateralidad de las ópticas particulares, la consciencia de su carácter limitado
y, al mismo tiempo, de la posibilidad de ponerlas en armonía gracias a ciertas po-
sibilidades de interacción, a la existencia de interconexiones, de homologías y ana-
logías. Todo esto aumenta nuestra capacidad de comprender la realidad educativa,
sin la pretensión de acabarla. En consecuencia, el trabajo interdisciplinar nunca es
completamente cumplido; puede considerarse razonablemente terminado cuando
se hayan alcanzado los objetivos deseados. Por esto, el estudio interdisciplinar inclu-
ye un elemento “pragmático”, como cualquier trabajo, aunque se trate de uno cuyo
fin es un conocimiento.
En términos generales, la práctica educativa de los terapeutas ocupacionales ha
estado enmarcada en el trabajo del especialista, bajo la consideración de un actuar
serio, duro y difícil, aunque también “cómodo”, en el sentido de que consiste en
utilizar métodos bien conocidos y garantizados, obrando en sectores respetados, si-
guiendo reglas y prácticas que no necesitan ser discutidas críticamente. Al contrario,
en el trabajo interdisciplinar el terapeuta ocupacional requiere una actitud mucho
más desarrollada de comparación y diálogo, no sólo al inicio, sino también al tér-
mino del trabajo ya que, como se ha visto, la síntesis interdisciplinar queda siempre
abierta y problematizable. Además, acostumbrarse a considerar y valorar puntos de
vista diferentes constituye una verdadera experiencia intelectual, muy positiva en
sí misma, y fructuosa en diversas circunstancias. Al mismo tiempo, la conciencia
del carácter limitado de su saber y de la imposibilidad de atribuirle un sentido sin
traspasar sus fronteras alimenta al mismo tiempo el espíritu crítico y la búsqueda
permanente del saber disciplinar. Esto ocurre porque, como se ha visto, la metodo-
58
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
59
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
60
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
61
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
62
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
63
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
64
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
65
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
66
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
67
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
68
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
69
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
70
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
lo, entendido desde la nueva concepción que refleja un cambio de fondo. Particular-
mente, en lo que se refiere a la distribución de competencias y responsabilidades en
el proceso de diseño, desarrollo y control de éste que responda a la diversidad de la
escuela, opción por la que se ha optado en desarrollos anteriores.
La reforma del sistema educativo colombiano (MEN, 2005) incorpora la expre-
sión diversidad y se refiere a las diferentes motivaciones, intereses y capacidades de
aprendizaje entre los alumnos, fruto de la interacción de numerosos factores indi-
viduales y socioculturales. Desde esta óptica educativa, que pretende dar respuesta
a la diversidad, es conveniente que se definan opciones y compromisos educativos,
que en la óptica de la terapia ocupacional y su práctica educativa se plantean para ser
consensuadas con el equipo educativo:
− Sensibilización de la comunidad educativa sobre lo distinto y sobre la necesidad
de educar para la diversidad. Por tanto, se requiere desarrollar una conciencia
crítica sobre el sentido y el valor de ésta.
− Compromiso manifiesto de la eliminación de discriminaciones detectadas, enfa-
tizando la atención educativa en las situaciones de desventaja.
− Atención prioritaria, en los fines educativos y en las condiciones de trabajo de
la institución, de los valores democráticos de cooperación, solidaridad, equidad,
justicia, libertad, diversidad, etc.
− Opción cultural, lingüística, religiosa, adecuada al contexto y siempre respetuosa
con la pluralidad.
− Dotación de recursos de acceso al currículo.
− Concreción educativa sobre cuándo y cómo abordar las diferencias individua-
les y las NEE. Es decir, la toma de decisiones sobre: 1) aspectos curriculares:
objetivos, contenidos, criterios relativos a cómo vamos a trabajar, criterios de
evaluación, entre otros; 2) decisiones de tipo organizativo: propósitos y estruc-
turas organizativas en lo que refiere a espacios, tiempos, recursos, dinámica de
coordinación y comunicación, órganos de funcionamiento con una determinada
mecánica de actuación, etc., que permitan desarrollar una enseñanza abierta y
capaz de responder a la necesidades educativas de todo el alumnado.
− Establecimiento de vías de comunicación entre profesionales a la hora de to-
mar decisiones sobre: 1) provisión de servicios, en especial el servicio de apoyo
institucional, 2) diseño y desarrollo curricular, 3) evaluación de servicios y 4)
funcionamiento institucional.
− Planteamiento de una orientación participativa, colaborativa y democrática en
las estructuras y dinámicas de gestión organizacional de la institución.
− Contribución al establecimiento de una relación estrecha entre la institución
educativa, las familias y el entorno.
Para avanzar y concretar el proceso de construcción curricular, se hace necesa-
rio partir del análisis de las necesidades del grupo y del alumnado integrante en el
contexto del aula. Esto se concreta a través de diversas fuentes de información: la
71
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Diseño curricular
Desde los lineamientos anteriores, el terapeuta ocupacional concibe que, para deter-
minar la orientación que debe tomar el proceso de elaboración de un proyecto cu-
rricular institucional (PCI) que favorezca la educación en la diversidad, es pertinente
precisar unas consideraciones previas:
− Es decisiva: la creación de espacios de debate, la clarificación, la toma de deci-
siones colectivas y compartidas entre el equipo de profesionales actuantes en
la escuela: maestros, docentes de apoyo, orientadores escolares, profesionales
de apoyo. Estos espacios se convierten en formativos para el profesorado, los
participantes, y enriquecedor de la práctica profesional (Stenhouse, 1984).
− El proceso de diseño o planificación curricular puede considerarse permanente,
como parte de uno inacabado del desarrollo institucional y la mejora educa-
tiva. La propuesta de planificación colaborativa exige la revisión y mejora de
los propios supuestos, creencias, conocimientos, capacidades de enseñanza, y la
previsión de nuevas actuaciones, centradas en algún problema, considerado el
más relevante, teniendo en cuenta la diversidad de dimensiones y momentos de
la historia institucional (Escudero, 1994).
A pesar de haberse mencionado en apartados anteriores, a continuación se se-
ñalan los principales rasgos a los que deben responder los distintos componentes
que integran el proceso de elaboración del PCI: objetivos, contenidos, estrategias
metodológicas y evaluación.
Los objetivos deben propiciar un análisis permanente de los procesos de gestión
escolar, no entenderse sólo como conductas finales deseables, ni generar enfoques
de gestión básicamente eficientistas que únicamente dan importancia a los produc-
tos. Sin embargo, no es fácil olvidar la tradición centrada en la eficiencia y asumir
una perspectiva a largo plazo, basada en la consecución de los objetivos generales de
etapa, los cuales, en realidad, no se agotan en ella, sino que siguen siendo finalidades
a lo largo de toda la escolaridad. A la hora de diseñar los objetivos, racionalmente
estructurados y secuenciados, uno de los mayores peligros en que se puede caer es
su multiplicación y fragmentación, al ser seleccionados por razones de orden epis-
temológico, sociológico, psicológico o pedagógico y que conllevan una sobrecarga
de contenidos conceptuales en las distintas áreas académicas. Como requisitos sín-
tesis, García (1993) señala algunas observaciones generales que brinda el terapeu-
ta ocupacional en su consideración de las diferencias individuales para diseñar los
objetivos:
72
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
73
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
y áreas. Para esto se usan distintos modelos: de espiral, concéntrico. En este sentido,
lo más relevante es la idea de que la adquisición de conocimiento no se produce
de una vez para siempre, sino de manera cíclica, y que no se manifiesta al mismo
tiempo ni del mismo modo en los diferentes escolares. Lo anterior favorece la con-
sideración de algunos criterios que permiten dar una mejor respuesta a la diversidad,
a partir de su estructuración, así: de lo sencillo a lo complejo, de lo particular a lo
general, de lo concreto a lo abstracto. Igualmente, la presentación de contenidos se
debe dar de manera continua, progresiva, global e interdisciplinar, en torno a ejes
organizadores relevantes y significativos. Por último, se espera integración y equili-
brio entre las distintas dimensiones, articulación diversificada en macro-actividades
y temporalización flexible en la ordenación cíclica.
De manera general, podemos señalar que es necesario que a nivel de institución
se discuta y defina una línea metodológica común que permita planificar las estrategias
que afectan el proceso enseñanza-aprendizaje, y los aspectos organizativos, de tal
forma que se ofrezca una respuesta adecuada a la diversidad de necesidades del
alumnado. Se sugiere que la enseñanza debe partir del nivel de desarrollo del alum-
nado y de sus conocimientos previos. Igualmente, se debe adaptar la respuesta a la
situación de partida y contextualizar los aprendizajes para que sean significativos y
se desarrolle la autonomía del alumnado en éstos.
A manera de orientación se mencionan algunos aspectos generales para el plan-
teamiento de estrategias metodológicas:
− La gestión compartida del proceso enseñanza-aprendizaje incluye la explicita-
ción de los conocimientos previos del alumnado, su comprensión inicial y su
participación en el diseño.
− El impulso a las actividades de incremento de la comunicación en especial alum-
nado-profesor.
− La creación de un clima de aceptación mutua y cooperación dinámica de los
grupos.
− El carácter globalizador de las actividades que se realizan.
− La diversificación de las propuestas de trabajo, los métodos y las agrupaciones
del alumnado: agrupaciones espontáneas, trabajo en grupo e individual.
− La riqueza y variedad de materiales a utilizar. Su selección debe ser adecuada para
el uso de todos los estudiantes, incluido el que tiene más dificultades.
− La utilización de diferentes tipos de lenguaje y distintos soportes de comunica-
ción (oral, escrito, audiovisual, informático, entre otros).
− La promoción de actividades de indagación: descubrimiento dirigido, investiga-
ción libre.
− El aprovechamiento de los recursos externos a la institución.
En síntesis, y como afirma López (1997), la escuela transformadora, compren-
siva e integradora es la que ofrece amplia variedad de actividades y experiencias
educativas y para las cuales haya disponibilidad de materiales e instrumentos. La
74
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
75
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
76
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
77
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
La resolución 2565 de 2003 establece que cada entidad territorial debe definir
una instancia que efectúe la caracterización y determine la condición de discapaci-
dad de cada estudiante. Lo anterior con el propósito de identificar sus barreras para
el aprendizaje y garantizar la participación con miras a proponer los ajustes que la
escuela debe hacer para brindarle la educación pertinente. Asimismo, se requiere
que en los municipios se articulen los servicios de salud y de protección: EPS, ICBF,
Desarrollo Social, que atienden el marco para las políticas públicas y lineamientos
para la planeación del desarrollo de la infancia y la adolescencia en el municipio.
Además, se requieren las orientaciones pedagógicas para la atención educativa de
estudiantes con discapacidades y talentos excepcionales, construidas por el ICBF,
el Departamento Nacional de Planeación y los ministerios de Educación y de Pro-
tección Social.
La reglamentación mencionada consolida el proceso de apertura hacia la integra-
ción social y escolar de las personas con discapacidad. Esto implica que la atención
educativa deje de considerarse como una paralela, que solo atiende a la población
en edad escolar con discapacidad, y se conciba como un conjunto de recursos espe-
cializados que se ponen al servicio de la educación general para proporcionar una
de mayor calidad para todos.
En la realidad nacional es todavía insuficiente el cumplimiento y desarrollo de
normas y procedimientos para la puesta en marcha de la integración escolar. Por otra
parte, no todas las instituciones públicas y privadas han puesto en marcha la norma-
lización de la educación y la reglamentación existente relacionada con los cambios
y adecuaciones en el currículo, la metodología, el PEI y los recursos. Estos se deben
dar para la atención educativa de niños con NEE, ya que no se han puesto en práctica
totalmente en las que se denominan instituciones educativas integradoras.
La política de la Revolución Educativa del gobierno nacional da prioridad a la
educación de poblaciones vulnerables y, dentro de ellas, a las que presentan nece-
sidades educativas especiales. Plantea que los establecimientos educativos deben
transformarse y modificar la cultura de atención a ellas. Los Planes de Mejoramien-
to Institucional (PMI) deben contener acciones orientadas a la atención pertinente
a estas poblaciones en todos los ámbitos de la gestión: directiva, académica, admi-
nistrativa y comunitaria.
La Ley General de Educación 115 de 1994 (MEN, 1994) considera que la edu-
cación es un proceso de formación permanente, cultural y social, fundamentado en
una concepción integral del individuo, inherente a su dignidad, derechos y deberes.
En ella se describen los servicios educativos para personas con limitaciones o capaci-
dades excepcionales, los cuales deben ser prestados teniendo en cuenta las diferentes
modalidades de atención educativa formal, no formal e informal. Asimismo, las ins-
tituciones educativas que ofrecen servicios para personas con discapacidad deberán
tener en cuenta tanto los requerimientos para la integración social y académica, como
la implementación de programas de apoyo especializados para la adecuada atención
de las personas con limitaciones físicas, sensoriales, psíquicas o mentales.
78
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
79
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Conclusiones
El primer capítulo desarrolló el concepto y significado de educación y su relación
con la fundamentación de la práctica profesional del terapeuta ocupacional en el
sector, identificando las tendencias en los últimos 30 años. El sentido de lo edu-
cativo, como eje trasversal del desempeño profesional y proceso de optimización
del potencial humano, fue un aspecto sobresaliente de la fundamentación por su
carácter activo. La reseña histórica giró alrededor de los contextos diferenciales de
prestación de servicios en relación con la dinámica de atención a las necesidades
educativas especiales, la concepción de deficiencia-normalidad y las políticas edu-
cativas del momento. Analizó las finalidades de la educación recíproca con las de
terapia ocupacional y mostró la especificidad en los medios de abordaje “pedagogía-
ocupación” y los propósitos “aprendizaje académico/procesos ocupacionales”.
Éste da cuenta de las transformaciones conceptuales de la educación especial y
en la diversidad, y la integración escolar, de las responsabilidades que asume el tera-
peuta en la interdisciplinaridad de la escuela y la acción profesional en la construc-
ción del currículo, presentando con mayor amplitud las adaptaciones curriculares y
los programas de apoyo individual.
La lectura total del capítulo hace partícipe al lector de la evolución de la trayecto-
ria experimentada en la práctica profesional, en el ámbito de la educación especial.
Se inicia con un modelo deficitario y, con un avance paulatino, llega a ubicarse en un
modelo competente, que pretende cuestionar el papel de la escuela actual para que
sea capaz de dar respuesta a la diversidad sin importar el origen y la naturaleza de las
diferencias humanas. En esta trayectoria, identifica el estado actual de la integración
escolar y su perspectiva de avance hacia la diversidad.
Referencias
Abouserie, R. (1995). Self-esteem and achievement motivation as determinants of student’s
approaches to studying. Studies in Higher Education, 20(1), 19-26.
Aguilar, L.A. (1991). Informe Warnock. Cuadernos de Pedagogía, 197.
Ainscow, M. (1995). Necesidades especiales en el aula. Guía para la formación del profesorado. Madrid:
Unesco-Narcea.
80
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
Ainscow, M. (1997). Hacia una educación para todos: algunas formas posibles de avanzar.
Actas de la XXII Reunión Científica Anual de AEDES. Murcia: Servicio de publicacio-
nes de la Universidad de Murcia.
Álvarez, L. (1994a). Terapia ocupacional en el sector educativo colombiano. Una perspectiva
histórica y de modernización. Revista Ocupación Humana, 5(3), 9-17.
Álvarez, L. (1994b). Formación renovadora del terapeuta ocupacional. Terapia ocupacional y
universidad. (pp. 53-61). Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.
Álvarez, L. (1994c). Modelo de desarrollo cognitivo. Tesis de maestría sin publicar. Univer-
sidad Pedagógica Nacional-CINDE. Bogotá, Colombia.
Álvarez, L. (1995). Bienestar ocupacional del escolar. Un programa de atención a poblacio-
nes escolarizadas. Revista Ocupación Humana, 6(2), 23-33.
Álvarez, L. (2000). Formación, educación, mercado y políticas. Actas del Congreso Iberdiscap.
(pp. 233-237). Madrid: R. Ceres y Comité Organizador.
Álvarez, L. (2001a). La interacción, base del bienestar escolar. Notas sobre la comunidad educa-
tiva y cotidianidad escolar. (pp. 53-86). Bogotá: Quebecor World.
Álvarez, L. (2001b). Dimensión de desarrollo cognitivo. Modelo representativo. En: Notas
sobre la comunidad educativa y cotidianidad escolar (pp. 60-66). Bogotá: Quebecor World.
Álvarez, L., Díaz, G., Pautasi, J. y Romero, A. (1994). Bienestar Escolar. Un modelo educativo para
la educación formal. Tesis de maestría no publicada. Universidad Pedagógica Nacional-
CINDE. Bogotá.
Ausubel, D., Novak, J. y Hanesian, H. (1978). Psicología educativa: un punto de vista cognoscitivo. (2ª
ed.). México: Editorial Trillas.
Backer, E.T., Wang, M.C. y Walberg, H.J. (1995). The effects of inclusion on learning. Educa-
tional Leadership, Traducción de: Berrueso, P.P. (2008) Revista Educación Inclusiva, 1, 33-34.
Bautista, R. (1993). Necesidades educativas especiales. Málaga, España: Aljibe.
Bernstein, N. y Berko, J. (1999). Lingüística. Barcelona: McGraw-Hill Interamericana.
Borsani, M.J. y Gallicchio, M.C. (2000). Integración o exclusión. La escuela común y los niños con
necesidades educativas especiales. La Plata: Novedades Educativas.
Brenan, W.K. (1988). El currículo para niños con necesidades especiales. Madrid: MEC/Siglo XXI.
Bruner, J. (1988). La importancia de la educación. Madrid: Morata.
Buenfíl, R.N. (1991). Las radicalizaciones en el cardenismo: argumentación y discurso educativo. Méxi-
co: DIE-CINVESTAV.
Byrne, B.M. (1984). The general/academic self-concept nomological network. A review of
construct validation research. Review of Educational Research, 54, 427-456.
Carreño, P. (1995). Anotaciones de disposiciones constitucionales, legales y reglamentarias que regulan
la materia. Código de Instrucción Pública de Colombia. Bogotá: Superintendencia de
Servicios Públicos.
81
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Chapman, J. y Boersma, F.J. (1980). Affective Correlates of Learning Disabilities. Nueva York:
Lisse, Swets & Zeitlinger.
Lenoir, I. y Hasni, A. (1988). La interdisciplinaridad: por un matrimonio abierto de la razón,
de la mano y del corazón. Revista Iberoamericana de Educación, 35, 167-185.
Choudhuri I. y Choudhuri, I.N. (1992). La recherche et la pratique interdisciplinaire dans le
domaine de l’alphabétisation. En E. Portella (dir.). Entre savoirs. L’interdisciplinarité en acte:
enjeux, obstacles, résultats, (pp. 199-210). Toulouse, Érès.
Chombsy, N., Manzoor y Ahmend. (1975). Portfolio theory and the measurement of risk.
En M.F. Kaplan y S. Schwartz (Eds.). Human judgment and decision. Minneapolis: Minne-
sota University Press.
Cooley, E.J. y Ayres, J. (1988). Self concept and success-failure attributions of nonhandi-
capped students and students with learning disabilities. Journal of Learning Disabilities, 21,
174-178.
Coombs, H.P. (1978). La crisis mundial de la educación. Barcelona: Península.
Covington, M.V. y Beery, R.G. (1976). Self worth and school learning. Nueva York: Holt, Rine-
hart & Winston.
Cromwell, R., Brown, C., Filion, D., Dunn, W. y Tollefson, N. (1993). Sensory processing in
schizophrenia: missing and avoiding information. Schizophrenia Research, 55(1-2), 187-95.
Cros, E. (1987). L’interdisciplinarité. Perspectives Documentaires en Sciences de l’Éducation, 11,
35-47.
Cuomo, I. (1994). La integración escolar. Madrid: Hegarty, Visor.
Develay, M. (1992). De l’apprentissage à l’enseignement. París: ESF.
Díaz, F. y Hernández, G. (1998). Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. México:
Editorial McGraw-Hill.
Díaz, M. (1999). Un estudio transcultural de género del desarrollo comunicativo-social en niños pequeños
españoles y mexicanos. Murcia: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia.
Dunn, L.M. (1968). Special education for the midly retarded. Is much of it justifiable? Ex-
ceptional Children, 35, 5-24.
Dunn, W. (1991). Pediatric occupational therapy. Facilitating effective service provision. Kansas City:
Slack Incorporated.
Escudero, J.M. (1994). La construcción compleja de la calidad de la educación: entre la seduc-
ción y las sospechas. Murcia: Departamento de Didáctica y Organización Escolar.
Universidad de Murcia.
Fazenda, I. (2001). Avancées théorico-méthodologiques de la recherche sur l’inter-discipli-
narité au Brésil. En Y. Lenoir, B. Rey e I. Fazenda (dir.): Les fondements de l’interdis-ciplinarité
dans la formation à l’enseignement (pp. 147-156). Sherbrooke, Éditions du Crp.
Fierro, A. (1997). Horizontes y desafíos de la integración educativa. Murcia: Servicio de Publicacio-
nes de la Universidad de Murcia.
82
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
Fourez, G. (1994). La construcción del conocimiento científico. Filosofía y ética de la ciencia. Madrid:
Nancea, S.A.
García, C. (1997). La construcción de una escuela democrática. En Arnáiz, P. y de Haro Ro-
dríguez, R. (Eds.): 10 años de integración en España: análisis de la realidad y perspectivas de futuro.
Actas de la XXII Reunión Científica Anual de AEDES. pp. 355-383. Murcia: Servicio de
Publicaciones de la Universidad de Murcia.
García, I. (1997). Integración educativa en el aula. México-España: Fondo Mixto de Cooperación
Técnica y Científica.
García, I. (2000). De la discapacidad a las necesidades educativas especiales. En: La integración
educativa en el aula regular. Principios, finalidades y estrategias. (pp. 45-52). México: Editorial
SEP.
García, J. (1993). Guía para realizar adaptaciones curriculares. Madrid: EOS.
Garrido, J. y Santana, R. (1993). Adaptaciones curriculares. Guía para profesores tutores de educación
primaria y educación especial. Madrid: CEPE.
Geoffroy, Y y Lenoir, Y. (2000) Differents rationales at work: conceptions of the currículo conception
in francophone Europe, in USA, in the german and scandinavian world and in Quebec. Texto de la
comunicación en la Canadian Association for Currículo Studies (CACS), 28 Congreso
Anual de la Canadian Society for the Study of Education (CSSE), Edmonton, 24-27 de
mayo.
Geoffroy, Y., Lenoir, Y. y Hasni, M. (1999) Differing Conceptions of Interdisciplinarity in Education:
The American, French and Quebec Perspectives. Texto de la comunicación de la 21th Annual
Association for Integrative Studies Conference, Napierville, Illinois, 30 de septiembre-3
de octubre.
Germain, C. (1991). Interdisciplinarité et globalité: remarques d’ordre épistémologique. Re-
vue des Sciences de l’Éducation, XVII, 1, 142-152.
Gimeno, J. y Pérez, A.I. (1992). Diseño del currículo, diseño de la enseñanza. El papel de los
profesores. Comprender y transformar la enseñanza. (pp. 225-264). Madrid: Morata.
Gómez, A. (1983) Traducción de Ética Nicomáquea. Biblioteca Spectorum Graecorum et Roma-
norun Mexicana (2ª ed.). México: UNAM.
Gómez, A.M. (1997). Exploración del desempeño del terapeuta ocupacional. Revista Ocupa-
ción Humana, 7(2), 18-27.
González, F. (1995). Comunicación, personalidad y desarrollo. La Habana: Editorial Pueblo y Edu-
cación.
Gusdorf, G. (1983). Interdisciplinaire (connaissance). Encyclopedia Universalis, 8, 1086-1090.
París: Encyclopedia Universalis.
Habermas, J. (1980). Dominio técnico y comunidad lingüística. Barcelona: Ariel.
Habermas, J. (1985). Conciencia moral y acción comunicativa. Barcelona: Península.
Halvlik, J. (2000). Desafíos para una escuela inclusiva. México: Novedades Educativas.
83
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Hamachek, D.E. (1987). Encounters with the self. Nueva York: Holt, Rinehart & Winston.
Hamel, R.E. (1997). Language conflict and language shift: a sociolinguistic framework for
linguistic human rights. International Journal of the Sociology of Language, 127, 105-134.
Hasni, A. (2001) Les représentations sociales d’une discipline scolaire –l’activité scientifique– et de sa place
au sein des autres disciplines formant le currículo chez des instituteurs marocains. Tesis de doctorado
en educación, Universidad de Sherbrooke.
Hegarty, S. (1994). Educación de niños y jóvenes con discapacidades. Principios y práctica. París: UNESCO.
Hegarty, S., Hodgson, A. y Clunies-Ross, L. (1998). Aprender juntos. La integración escolar. Ma-
drid: Morata.
Hernández, M.E. (1996). De la filosofía de la integración a la filosofía de la inclusión. La diversidad
en la escuela inclusiva. Barcelona: Departamento de Pedagogía Aplicada de la Universidad
Autónoma de Bellaterra.
Iafrancesco, V. y Giovanni, M. (2004). Evaluación integral de aprendizajes. Taller. Medellín, Co-
lombia: Universidad de Antioquia.
Illán, N. y Arnaiz, P. (1996). La evolución histórica de la educación especial. Antecedentes y
situación actual. Didáctica y organización en la educación especial. Málaga: Aljibe.
Jiménez, P. (1996). Proyecto docente e investigador de educación especial. Girona: Universidad de
Girona.
Kemmis, S. (1988). El currículo. Más allá de la teoría de la reproducción. Madrid: Morata.
Kifer, E. (1975). Relationships between academic achievement and personality characteris-
tics: a quasilongitudinal study. American Educational Research Journal, 12(2), 191-210.
Klein, J.T. (1990). Interdisciplinarity: History, Theory, and Practice, Detroit, MI: Wayne State Uni-
versity Press.
Kliebard, H. (1986). The Struggle for the American Currículo. 1893-1958. Boston, MA: Routledge
y Kegan Paul.
Kliebard, H. (1992a). Forging the american currículo. Essays in currículo history and theory. Nueva
York-Londres: Routledge.
Kliebard, H. (1992b). Constructing a history of the american curriculum. En P. H. Jackson
(dir.). Handbook of research on currículo. A project of the American Educational Research Associa-
tion, (pp. 157-184). Nueva York: MaCmillan.
Kolhberg, L. (1992). Sicología del desarrollo moral. Bilbao: Desclée de Brower, S.A.
La Belle, J. (1980). La educación no formal y cambio social en América Latina. México: Nueva
Imagen.
Lenoir, Y. (1995). L’interdisciplinarité: aperçu historique de la genèse d’un concept. Cahiers
de la Recherche en Éducation, 2(1), 1-39.
Lenoir, Y. (1999). Interdisciplinarité. En J. Houssaye (dir.). Questions pédagogiques. Encyclopédie
historique. París: Hachette.
84
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
85
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
86
Bienestar Escolar (BIES): un modelo humanista que promueve la interacción
87
Capítulo 2
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE).
Terreno conceptual y modelos
para la práctica en educación
Introducción
De los aportes generales del capítulo 1 sobre la dinámica que ha liderado la aten-
ción a la población con necesidades educativas especiales, este espacio presenta el
recorrido conceptual para el desarrollo del terapeuta ocupacional. Fundamenta y
contextualiza el saber y el hacer de este profesional en el ámbito educativo para cum-
plir su misión de contribuir al ser de cada escolar. Representa el saber disciplinar, re-
tomando los conocimientos inherentes al desarrollo, la maduración y el crecimiento
infantil, reorganizándolos y complementándolos para dar respuesta al nivel evoluti-
vo y a los principios jerárquicos de habilidades, conocimientos, destrezas y compor-
tamientos propios de la población entre 3 y 18 años. En este sentido, orienta a los
lectores en la identificación y profundización de los modelos teóricos más utilizados
en las prácticas de campo. Finaliza con la presentación del modelo Desempeño
Ocupacional del Escolar (DOE), desarrollado por la autora a través de la interacción
en las instituciones educativas. Refleja la utilidad del modelo en la prestación de ser-
vicios a estudiantes, desde el preescolar hasta la educación superior.
Con la información presentada, el profesional se inicia en el proceso real de inter-
vención a poblaciones escolarizadas, fortaleciendo el traspaso de la teoría a la práctica.
Es decir, en este capítulo se desarrolla la primera fase de intervención terapéutica.
89
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Desarrollo profesional
El desarrollo de una profesión es entendido como la organización de conocimien-
tos, modelos y experiencias propias y exclusivamente relacionadas con un área espe-
cífica de la ciencia: medicina, derecho, administración, economía, etc. En este caso
particular, es la terapia ocupacional que, para efectos de este libro, se particulariza
en el análisis de su desarrollo en el campo de la educación. La sola y sistemática
acumulación de conocimiento no garantiza desarrollo, éxito, ni crecimiento de una
profesión. Son muchos los factores que intervienen en este proceso, dentro de los
cuales sólo se mencionará la actividad profesional, la respuesta social, la actualiza-
ción y la producción de nuevo conocimiento y, obviamente, el desarrollo personal.
En el concepto de “desarrollo profesional” se globaliza la formación pedagógica
inicial y permanente del docente (Sánchez, 1992). Incluye cualquier intento siste-
mático por cambiar la práctica, las creencias y los conocimientos del profesional
universitario, hacia un propósito de mejora de la calidad de la enseñanza, la inves-
tigación y la gestión. En este sentido, Laffitte (1991) sostiene que es más amplio
que el de formación permanente, y debe entenderse como un proceso planificado,
de crecimiento y mejora, en relación con el propio conocimiento, con las actitudes
hacia el trabajo, con la institución, buscando la interrelación entre las necesidades de
desarrollo personal, institucional y social.
Sintetizando, el desarrollo profesional es la construcción de la identidad profe-
sional (Medina, 1998), que pretende el aumento de la satisfacción en el ejercicio de
la carrera, a través de una mayor comprensión y mejora de la competencia. Debe,
por tanto, incidir no sólo en el desarrollo personal, sino también en el de la organi-
zación universitaria, considerándose así, como señalan Good y Wilburn (1989), en
el sentido más holístico posible.
90
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
91
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
92
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
93
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
94
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
95
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
96
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
97
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
el manejo del ambiente familiar y escolar, y la utilización del juego para favorecer el
aprendizaje.
Según Gutiérrez (1996), los requerimientos de diagnóstico y enfoque ocupacio-
nal de los problemas de aprendizaje postulan la interacción del ambiente con los
factores psicosociales, sensoriales, motores y cognitivos manifiestos en las conduc-
tas observables del escolar, a fin de obtener su perfil ocupacional.
Como alternativa de recontextualización del proceso formativo de terapeutas
ocupacionales en la Universidad Nacional, y ante la necesidad de valorar el modelo
de Desempeño Ocupacional Realizante (DOR) (Álvarez, 1996), se identifican los
indicadores de eficiencia interna y externa del desempeño escolar. Los primeros ha-
cen referencia a la ubicación de los programas educativos por terapia ocupacional,
la orientación conceptual, los procesos de intervención y los estilos de atención. Los
segundos, o indicadores de eficiencia externa, dan cuenta de la relación existente
entre las políticas del Estado y los objetivos y la estructura de las instituciones, la de-
manda y oferta de servicios (alta demanda-baja cobertura). Igualmente, se describe
el desempeño ocupacional organizante, integrador y productivo del escolar.
Desde la trayectoria de la terapia ocupacional en el campo de la orientación, se
han desarrollado programas (López y Perozo, 1989) en un acercamiento a la edu-
cación media vocacional, con el propósito de construir una instancia que fortalezca
la escolaridad en los niveles de básica secundaria y su ocupación. Ésta se usa como
instrumento para responder a las necesidades sentidas de la sociedad, la institución
educativa y el bachiller en cuanto al análisis del contexto, los interrogantes perso-
nales y familiares frente a la perspectiva ocupacional futura desde la proyección
escolar.
A manera de síntesis, las generalidades de los programas de terapia ocupacional
en educación (Chasoy y Barrera, 1997) hacen referencia al dominio conceptual y el
conjunto estructurado de estrategias que orientan tanto la formación profesional
del terapeuta ocupacional como su actuación en la prestación de servicios dentro de
los equipos de atención a la población escolar institucionalizada. Considera los fun-
damentos humanistas y constructivistas de la reforma educacional y los conceptos
básicos de la terapia ocupacional; además, utiliza diversos modelos, los cuales, por
sus características sistémicas, permiten comprender cómo el ambiente demanda o
facilita comportamientos ocupacionales. Estos ámbitos se relacionan estableciendo
como parámetro la interacción entre persona, ambiente y actividad. En el ámbito
educativo, la interacción entre estos factores permite el aprendizaje de contenidos
y habilidades funcionales, preparando al estudiante para la participación en nuestra
sociedad. Lo anterior se relaciona con el principal objetivo de la terapia ocupacional:
lograr el desempeño funcional para favorecer la participación en ocupaciones en
distintos contextos.
Con base en los señalamientos anteriores, se deduce una tendencia clara del
ejercicio profesional del terapeuta ocupacional colombiano en el sistema educativo
regular. Se diferencia de otros modelos de actuación en contextos internacionales,
98
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
Enfoques de neuromaduración
En terapia ocupacional, estos enfoques se refieren principalmente a las bases
del desarrollo jerárquico y por fases del sistema nervioso; se centran, en gran
medida, en el cambio de componentes de ejecución durante las intervenciones
de la terapia. La hipótesis es que la función se mejora como resultado de los
cambios en los componentes de ejecución. El conocimiento de los factores bio-
lógicos relacionados con el desarrollo contribuye a lograr una visión crítica sobre las
intervenciones disponibles para su optimización o de los factores más eficaces en la
prevención o tratamiento de sus alteraciones. Se revisan aspectos de la organización
del sistema nervioso central (SNC), y la evidencia sobre algunos de los factores in-
volucrados en su alteración.
Para el terapeuta ocupacional es clave la consideración de que el sistema nervio-
so humano percibe, procesa, almacena y ejecuta en respuesta a la información que
recibe del medio ambiente interno y externo, con el fin primordial de asegurar la
supervivencia de la especie. Las capacidades clave del cerebro se relacionan con el
desarrollo de habilidades para la supervivencia individual. El sistema nervioso hu-
99
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
100
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
101
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Periodos críticos
El desarrollo secuencial y ordenado del sistema nervioso da origen a otro concepto
fundamental, el de “periodos críticos” o, como se prefiere denominar, “periodos
sensibles”. Este concepto se refiere a la existencia de momentos determinados en
la maduración del sistema nervioso en que se establecen las condiciones para lograr
una determinada función. Si las estructuras relacionadas con una función se mantie-
nen privadas de las influencias ambientales necesarias para su desarrollo, ésta no se
logra de la manera adecuada, incluso si estas influencias logran ejercer su acción en
un periodo posterior. Este conocimiento emergió de estudios clásicos que demos-
traron que si se tapaba un ojo de un gatito durante sus primeras semanas de vida, se
provocaba la pérdida irreversible de la visión de ese ojo debido a la disminución de
entradas sinápticas a las neuronas corticales desde el tálamo (Hubel y Wiesel, 1970).
Este tema ha recibido gran atención, no sólo por parte de la comunidad científica,
sino también de los medios y la comunidad en general, desarrollando el término
relacionado de “ventanas de oportunidad”, con importantes implicaciones desde el
punto de vista educacional a nivel escolar y especialmente preescolar. Un aspecto
bien estudiado se relaciona a la adquisición del lenguaje. El aprendizaje de un idioma
extranjero como segunda lengua es posible sólo hasta antes de la pubertad (periodo
ventana). Posteriormente el aprendizaje es posible, pero con errores gramaticales y
dificultad en el acento. Las exploraciones con tomografía de emisión de positrones
(PET) han demostrado que si un niño crece aprendiendo dos idiomas, toda la acti-
vidad lingüística se ubica en la misma área del cerebro. Los niños que aprenden un
segundo lenguaje más tardíamente muestran dos focos de actividad. En personas de
habla inglesa, los sonidos /r/ y /l/ se decodifican en partes separadas del cerebro,
pero se procesan en la misma parte en aquellos en cuya lengua materna (por ejem-
plo lenguas asiáticas) no distinguen estos fonemas.
La posibilidad de inducir un mayor número de conexiones y sinapsis a través
de técnicas de estimulación ha sido objeto de un amplio debate. Uno de los que ha
recibido mayor atención es un programa de audición de música, específicamente
de Mozart, aduciendo efectos positivos en las habilidades cognitivas y, por tanto,
un mejor desempeño general del individuo frente a múltiples tareas. Una revisión
reciente concluye que existe una mejoría específica en el desempeño de habilidades
viso-espaciales después de escuchar música de Mozart, pero tiene una corta dura-
ción y desaparición después de algunos minutos (10-15), lo que desestimaría el uso
comercial que promueve el rápido logro de una inteligencia superior.
102
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
103
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Desarrollo motriz
Los aportes de la neurobiología del desarrollo motor, en relación con el desarrollo
de la motricidad gruesa, no requieren mayor estimulación del ambiente, por lo que
su retraso se debe habitualmente a causas biológicas. Existe variación normal en
la adquisición de los hitos del desarrollo, pero en el del motor grueso, como en la
adquisición de la marcha, esta variación es menor que en otras áreas. Un estudio en
404 niños con retraso de la marcha mostró que un tercio de los que a los 18 meses
no ha logrado dar cinco pasos en forma independiente, presentaban alguna patolo-
gía (Chaplais y MacFarlane, 1994). En los niños con este problema y antecedentes
de haber sido recién nacidos pequeños para la edad gestacional o de haber requerido
admisión a sala de cuidados especiales, la probabilidad aumenta al 56%, con la mi-
tad de los casos diagnosticados como parálisis cerebral (John, Goddard y Ashurst,
1990). La displasia de caderas no retrasa la adquisición de hitos motores.
Otras causas de retardo motor incluyen la parálisis cerebral, en cualquiera de sus
formas, las enfermedades neuromusculares, hidrocefalia, tumores –especialmente
cerebelosos que alteran el desarrollo del equilibrio– y enfermedades degenerativas/
metabólicas, como la ataxia, entre muchas otras. Un desarrollo motor grueso dentro
de lo esperado no es garantía de inteligencia normal a futuro, mucho más predictivo
es el uso que hace el niño de sus manos en relación a la exploración del ambiente. La
desaparición de los reflejos primitivos y la maduración de la función visual permiten
al lactante el uso de sus manos y, alrededor de los tres meses, cuando lo cercano
puede ser enfocado y logra recibir información simultánea de la vista y el tacto, se
establece la base de las futuras habilidades viso-motoras. De los 3 a los 6 meses,
progresivamente logra la prensión voluntaria y visualmente guiada, primero en el
plano lateral y luego en la línea media. La dominancia (dexteridad o zurdera) no se
desarrolla hasta después del primer año y está claramente definida sólo después de
los dos años. Un lactante que muestra una clara predilección por una de sus manos
y cruza la línea media para tomar un objeto, debe hacer pensar en una lesión motora
como una hemiparesia.
La manipulación de objetos refleja la progresiva comprensión del mundo que lo
rodea. A los nueve meses, el niño examina los objetos en forma sistemática, gracias
a la capacidad de procesar información de manera simultánea y no secuencial como
anteriormente. Manifestaciones importantes de este desarrollo cognitivo son la apa-
rición, alrededor de los nueve meses, del sentido de permanencia de los objetos, lo
cual demuestra su representación simbólica y la relación de causalidad.
Al referirnos al desarrollo motor en educación, es considerable el volumen de
remisiones debidas a dificultades motrices en la edad escolar. La revisión detallada
de este proceso madurativo en el infante revela frecuentemente hallazgos que en su
momento no se identificaron como significativos y que tienen que ver con la lenti-
tud o la distorsión en la presencia de estos patrones. A nivel de escolaridad se ma-
nifiestan en condiciones de torpeza motriz, ajustes posturales atípicos, dificultades
104
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
práxicas y/o de coordinación. Son variados los aportes que la literatura de terapia
ocupacional ofrece al respecto.
105
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Chomsky y Fitch, 2002). Esto nos lleva al problema esencial de cómo adquirieron
los humanos la facultad del lenguaje.
Si el lenguaje es el resultado de la existencia de estructuras especializadas en el
cerebro y si éstas están codificadas genéticamente, podría esperarse que se encon-
trara evidencia de la herencia genética en el lenguaje. En estudios revisados por
Stromswold (1995) de familias con desórdenes del lenguaje se llega a la conclusión
de que se deben, al menos en parte, a factores heredables. Sin embargo, también
se puede añadir que puede haber un efecto sinérgico entre los factores genéticos
y ambientales, en la medida en que los niños con riesgo genético de desarrollar
desórdenes en el lenguaje son particularmente sensibles a ambientes lingüísticos de
bajo nivel.
Revisiones y metaanálisis de estudios de familias han revelado que los factores
hereditarios cumplen un importante rol en los trastornos específicos del lenguaje,
en la dislexia y en el desarrollo del lenguaje escrito y hablado. El trastorno específico
del lenguaje (TEL) es un desorden del desarrollo definido clínicamente como inca-
pacidad de adquirir o usar el lenguaje de manera adecuada, existiendo una educación
formal y un ambiente favorable, y en ausencia de retraso mental, déficit motor o
sensorial.
Al respecto, cuando en la edad escolar el niño presenta alteraciones en los proce-
sos de habla o comunicación, la intervención del terapeuta ocupacional se relaciona,
con frecuencia, con dificultades en el desarrollo motor oral, el procesamiento senso-
riomotor o en las habilidades práxicas. Esto no significa que todos los escolares que
tienen problemas comunicativos, tengan necesariamente problemas sensoromoto-
res. De ahí la importancia de desarrollar evaluaciones sólidamente argumentadas.
En conclusión, con el conocimiento adecuado y una visión crítica sobre las teo-
rías disponibles, el terapeuta ocupacional y el fonoaudiólogo pueden fundamentar
sus intervenciones con niños y escolares. Además, tiene la capacidad para tomar las
medidas necesarias para un diagnóstico adecuado del desempeño, detectando una
alteración y guiando a la familia en la búsqueda de los apoyos necesarios y la elec-
ción de las intervenciones más adecuadas a cada niño.
Desde los años sesenta y setenta, el trabajo de los terapeutas ocupacionales con
niños tuvo una fuerte influencia del desarrollo de otras disciplinas. Desde esta pers-
pectiva, se comienza a explicar el desempeño ocupacional de los niños y los ado-
lescentes, aún sin grandes aportes al proceso escolar. Quizás las teorías de terapia
ocupacional más conocidas en este momento fueron las de Llorens (1969, citado
por Pellegrini), las cuales identificaron un marco de referencia que se centró en el
desarrollo de los aspectos físicos, sociales y psicológicos relacionados con las tareas
de la vida diaria. Llorens definió el papel del terapeuta ocupacional como un ser fa-
cilitador del desarrollo que contribuye con gran maestría en la tarea de hacer frente
a las capacidades y expectativas de vida diaria de los niños y los adolescentes.
En esta misma línea, Gilfoyle, Grady y Moore (1990) plantean el desarrollo des-
de la adaptación espacio-temporal, lo ven como un proceso en espiral que va de lo
106
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
107
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Teorías sociocognitivas
Se parte de los planteamientos de la Gestalt, la teoría de la equilibración de Piaget
(1952), la teoría del aprendizaje de Vigotsky (1985) y la teoría del aprendizaje signi-
ficativo. A partir de ellas, las de la reestructuración consideran el cambio como un
proceso inherente al organismo, por lo cual adoptan una posición organicista. La
diferencia esencial entre ambos enfoques reside en la posición que presentan res-
pecto al constructivismo: la Gestalt rechaza los principios del asociacionismo, en la
medida en que considera el conocimiento como una suma de partes preexistentes.
Por el contrario, concibe que la unidad mínima de análisis es la estructura o globa-
lidad. El pensamiento productivo implica el descubrimiento de una nueva organización
perceptiva o conceptual con respecto a un problema, reflejando una comprensión
real del mismo, mientras que el pensamiento reproductivo consiste en aplicar destrezas o
conocimientos adquiridos con anterioridad a situaciones nuevas.
En la reingeniería, los gestaltistas creen que la reestructuración tiene lugar por
insight o comprensión súbita del problema. Mientras los sujetos del conductismo
aprenden de modo asociativo, los de la Gestalt lo hacen por el mencionado meca-
nismo. La asociación dejaría de ser un enlace de elementos “ciego” a la estructura,
para interpretarse como la comprensión de la relación estructural entre una serie de
elementos que se requieren unos a otros. Dentro de este marco teórico, el ensayo y
el error dejarían de ser aleatorios para convertirse en una comprobación estructural
de hipótesis significativas. En el enfoque de la Gestalt, la persona aprende a través
de la reinterpretación de sus fracasos (y no sólo mediante el éxito), en la medida
en que comprende las razones estructurales que han hecho posible dicho éxito o
fracaso.
¿Cuáles son las condiciones para que se produzca el insight? En este sentido, las
formulaciones de la Gestalt resultan muy vagas, ya que no proporcionan una ex-
plicación sobre la influencia de la experiencia basada en la comprensión súbita de
108
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
109
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
110
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
que se le enseña prematuramente a un niño algo que podría descubrir por sí solo, se le impide a
ese niño inventarlo y, en consecuencia, entenderlo completamente. Piaget equipara descubrimiento
con reestructuración. Sin embargo, si bien esta equiparación pueda tal vez sostenerse a
propósito de los aprendizajes naturales, la mayor parte de los conceptos relevantes
difícilmente puedan ser “descubiertos” por el niño sin intervención, puesto que no
son adquisiciones estrictamente necesarias.
Según Vigotsky (1979), en el ciclo de la actividad se distinguen dos tipos de
mediadores: las herramientas, que actúan directamente sobre los estímulos modificán-
dolos (por ejemplo, un martillo sobre un clavo), y los signos, que modifican al propio
sujeto y, a través de éste, los estímulos (por ejemplo, el lenguaje). Los instrumentos
de mediación, incluidos los signos, son proporcionados por la cultura y por el me-
dio social. Si bien los significados provienen del medio social externo, deben ser
asimilados e interiorizados por cada niño concreto. En este sentido, coincide con
Piaget al considerar que los signos se elaboran en interacción con el ambiente. La
diferencia consiste en que para el marco teórico piagetiano, está integrado sólo por
objetos, mientras que para Vigotsky se compone de objetos y personas que median
en la interacción del niño con los primeros.
El desarrollo de Vigotsky (2001) –obviamente más cercano a Piaget– incorpora
de modo claro y explícito la influencia del medio. El carácter reconciliador del autor
respecto al origen del conocimiento se encuentra presente igualmente en el caso de
las relaciones entre aprendizaje y desarrollo. Mientras que el asociacionismo niega la
existencia de un desarrollo independiente de los procesos de aprendizaje asociativo,
y Piaget opta por una posición inversa al negar la importancia de los aprendizajes
asociativos que la equilibrarían (motor del desarrollo), considera que ambos proce-
sos son independientes, aunque el desarrollo equivalente a los de restricción no es
una simple suma acumulativa de aprendizajes asociativos puntales, se ve facilitado
por ellos. No hay desarrollo sin aprendizaje, ni aprendizaje sin desarrollo previo.
Para Vigotsky, aprendizaje y desarrollo son procesos independientes, de acuerdo
con la ley de doble formación de procesos de aprendizaje consiente en una interna-
lización progresiva de los objetos mediadores. En consecuencia, el aprendizaje pre-
cede temporalmente al desarrollo. En sus estudios sobre la formación de conceptos,
Vigotsky parte de la idea de que no puede reducirse a meras conexiones asociativas,
una idea contraria a las de Pavlov que predominaron en la psicología soviética du-
rante muchas décadas. Establece, así, una pirámide en la cual jerarquiza diferentes
formas de conocimiento (ver figura 2.1).
Los “conceptos” espontáneos son dados por cúmulos no organizados (conglome-
raciones sincréticas): agrupación de objetos dispares sin ninguna base común. La
etapa se caracteriza por el uso de palabras como “nombres propios”, y los pseudocon-
ceptos o agrupación de objetos adecuadamente, a partir de rasgos sensoriales inme-
diatos, sin que el sujeto tenga una idea precisa de las características comunes de los
objetos. Los pseudoconceptos no sólo aparecen en el pensamiento infantil, porque,
aunque a partir de la adolescencia los sujetos ya son capaces de formar auténticos
111
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Adquisición
mediante la
instrucción
a³
Conceptos
Adquisición
Pseudoconceptos
espontánea
Cúmulos
112
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
113
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
114
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
115
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
116
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
117
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
118
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
119
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Comportamiento motor
Para Álvarez (2003a), en el estudio del movimiento humano, el comportamiento motor
constituye un ámbito particular de conocimiento. Retoma los planteamientos inicia-
les de Hull (1943), quien delimitó el concepto funcional de comportamiento como
el producto de la interacción entre un organismo y el medio donde habita. Watson
(1958) y su desarrollo desde la psicología, en su intento radical por huir de la ten-
dencia mentalista de la época, estudia el comportamiento o conducta y, como área
específica, define el comportamiento como aquello que un organismo hace o dice,
lo cual hoy parece ser muy simple, sin embargo, es bastante ilustrativo.
El comportamiento, por tanto, lo constituyen tres elementos básicos: un orga-
nismo como sistema viviente con autonomía propia, un medio donde se desarrolla,
compuesto por un conjunto de estímulos de potencial acción sobre el organismo, y
unas interacciones entre el organismo y su medio. Constituyen una acción recíproca: el
medio ejerce acción sobre el organismo; responde a dicha acción y, en el proceso se
transforma a sí mismo (adapta) y la vez transforma el medio. Según esta perspectiva,
se reconoce que, en cada momento de su desarrollo, el niño es producto de la inte-
racción entre la herencia (representada en el organismo) y el medio (representado
en la alimentación, aprendizaje, entre otros).
Ninguno de los dos –medio y organismo– son inmutables sino dinámicos, en un
proceso de adaptación continua. El medio no es algo ajeno al organismo, que se impone
inercialmente a éste, sino lo que en cada momento es significativo –un estímulo sólo
es tal cuando el organismo lo selecciona o incluso lo solicita. El desarrollo de la fun-
ción básica entre medio y organismo se realiza, por tanto, a través del comportamiento.
Su estructura elemental comprende tres niveles clave: el del estímulo, el del organismo
y el de la respuesta. En el primero se dan unos procesos propios que median la acción
120
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
121
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
122
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
Figura 2.2. Estructura del movimiento humano. Áreas del comportamiento motor.
Control motor
El control motor, como área del comportamiento motor, se encarga específicamen-
te de estudiar: 1) la intervención de los procesos de recepción y procesamiento de la
información, 2) la selección de la información (tipo de estímulos), 3) el control de la
ejecución, 4) los mecanismos de control del movimiento, y 5) la programación y eje-
cución de la respuesta motora. La base de estudio de dichos procesos corresponde a
los mecanismos biológicos subyacentes presentados por la neurofisiología. Muchos,
si no todos, funcionan de acuerdo con el principio de los sistemas biológicos de
retroalimentación y poseen, cuando menos, tres componentes.
1. Un censor encargado de efectuar la lectura del estado en que se encuentra el
sistema, relacionado con los procesos de recepción de la información. En el caso
que nos ocupa, los sistemas sensoriales –sensación y percepción–.
123
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
124
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
INFORMACIÓN DE RESULTADOS
(Feedback)
Salida Entrada
Procesamiento del organismo
Estímulos Respuesta
Sensación
Percepción
Memoria
Programación
Emoción (activación)
Atención
125
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
enviarán al sistema efector para que las unidades neuromusculares actúen sincróni-
camente (tensión-relajación) a lo largo del patrón temporal de acción (patrón neu-
romuscular o patrón motor de movimiento), término útil, a pesar de su utilización
restrictiva en los modelos clásicos.
En general, la relación del control motor con otros niveles del procesamien-
to sensorial depende estrechamente del modelo explicativo usado. Sin embargo,
las condiciones ambientales en que se da la información permanecen constantes:
instrucciones previas (feedfoward) e información de resultados (feedback). En estos
modelos, lo más representativo es la consideración de la participación del sujeto en
la construcción del programa, la flexibilidad en la relación de los niveles de proce-
samiento.
Otros aspectos a resaltar en estos planteamientos son: 1) la relación entre con-
trol motor y patrón neuromuscular. Para algunos autores, cuando el sujeto ejecuta
el mismo patrón en sucesivos ensayos, el sistema neuromuscular efector de la eje-
cución motora introduce fluctuaciones aleatorias independientes del programa, las
cuales se observan en la variabilidad de las características fuerza-tiempo del patrón;
es decir, la traducción del programa motor al sistema efector, dependiente, a la vez,
de la variabilidad del estímulo. 2) Los factores periféricos dentro de los que cuentan
la ley de Fitts (1954), quienes analizaron la relación directa entre precisión, exten-
sión y velocidad del movimiento. 3) La relación inversa entre velocidad-precisión y
fuerza de Newell y Schmidt.
Antes de entrar en el análisis detallado de cada uno de los factores que intervie-
nen en el control motor, cabe destacar el papel de la atención en la ejecución de cada
fase del procesamiento de la información, distinguiéndose tareas como: incrementar
o disminuir niveles de activación (eficacia y codificación del estímulo), organización
de la respuesta y su ejecución. En otras palabras, la atención es considerada como
signo biológico que desaparece con la automatización del movimiento o patrón.
En relación con las sensaciones y percepciones en el control motor, la llegada de
información al sistema constituye un momento clave del sistema de procesamiento
de la información, sin el cual no es posible su funcionamiento y, con ello, el control
y aprendizaje del movimiento, tal como se ha mencionado. Esa información existe
en el medio externo en forma de energía física; ésta actúa sobre los diversos recep-
tores sensoriales del organismo, los cuales transforman la energía física en nerviosa
y, por tanto, en información utilizable por el sistema.
La sensación es el proceso primario de trasformación de energía. Las sensaciones
son todos aquellos estímulos que somos capaces de captar a través de los órganos
sensoriales. La cualidad de cada sensación depende del tipo de receptor que excita
y no de la clase de energía estimular. Así pues, hasta en este proceso tan primario,
el sistema funciona seleccionando y modulando la información en lugar de actuar
como un mero receptor pasivo.
La percepción incluye la interpretación de esas sensaciones, dándoles significado
y orden (Matlin y Foley, 1996). La organización, la interpretación, el análisis y la
126
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
127
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Los supuestos biológicos han atado durante bastante tiempo el proceso per-
ceptivo, explicándolo como una ampliación de la sensación. Para ellos, la percepción
significaba únicamente un paso más en la elaboración del impulso nervioso por las
áreas de asociación del cortex cerebral. La hipótesis de la constancia mantenía que
las sensaciones y las percepciones se correspondían puntualmente con estímulos
físicos; el sujeto era sólo un soporte pasivo.
Actualmente hemos superado ese sesgo biologicista y entendemos la percepción
como un proceso inferencial, en el cual los objetos percibidos no dependen sólo de
los elementos externos, sino también de cómo organiza nuestro sistema cognitivo
la estimulación que impresiona los órganos sensoriales. La percepción, por tanto, es
una actividad del sujeto que va más allá de la ordenación pasiva de lo recibido del
exterior, mediante la cual determina, filtra y pone condiciones a esa estimulación ex-
terna; representa el aprendizaje y la interacción con otros procesos cognitivos. Por
tanto, no recibimos pasivamente los estímulos del medio sino que decidimos cuál de
ellos seleccionamos y lo organizamos en interacción con los procesos de memoria,
atención y programación.
Para comprender mejor el funcionamiento de la percepción –particularmente
en su relación con el movimiento, y las posibilidades que encierra una intervención
de entrenamiento o aprendizaje para su mejora– se deben analizar los componen-
tes más significativos, de entre los que destaca el reconocimiento de patrones. El
estímulo rara vez es unitario; normalmente, el sistema deberá extraer un patrón del
presentado, a partir de unos índices identificadores. Este patrón se define por los
aspectos de síntesis que unifica el conjunto estimular presente en ese momento; por
ejemplo, la velocidad del compañero al que voy a hacer un pase durante el partido.
Piaget utilizó el término esquema perceptivo, que podemos considerar sinónimo
al de patrón. Un esquema es un elemento común a diferentes objetos o situaciones,
que puede ser transpuesto de uno a otro y que los diferencia. El uso de estos es-
quemas o patrones depende pues, en gran medida, del aprendizaje previo, como lo
demuestran los estudios sobre la reconstrucción de la localización de las piezas en
diferentes jugadas de ajedrez en jugadores de distintos niveles.
La percepción de trayectorias es un tipo de percepción compleja del movimiento
de los objetos, y ha despertado siempre gran interés por su incidencia en elementos
muy usados en el ámbito del desarrollo de habilidades motrices como balones, pelo-
tas, cuerdas. En estas conductas de recepción de móviles y, por tanto, de percepción
de trayectorias, la información debe contener los siguientes elementos: 1) duración
de la visión en el móvil, 2) estabilización de la visión, al comienzo y al final del mo-
vimiento, 3) velocidad del objeto en movimiento, y 4) dirección del objeto móvil.
La sensación es el proceso por el cual realiza el cambio de energía externa por
energía nerviosa (transducción), procesable como información por el organismo,
su transmisión a los niveles de memoria (transmisión), y su organización primaria
para ser identificada (elaboración). Es decir, el proceso de la sensación es activo.
Esto quiere decir que los órganos receptores no sólo son impresionados por los es-
128
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
129
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
no tienen funciones directas relacionadas con éste. Entre los exteroceptores, la vi-
sión es a la que se le ha dado mayor importancia para las conductas motoras, parti-
cularmente para su control durante las fases iniciales del aprendizaje de la habilidad
motriz cuando se está automatizando y por su influencia en el conocimiento de
resultados (feedback). Este órgano se encarga de captar la energía luminosa y trans-
mitirla al cortex cerebral. Este receptor tiene importancia en el ámbito del compor-
tamiento motor por la función de control que ejerce tanto sobre el movimiento de
los objetos externos, como sobre el de los segmentos propios, sobre todo en las
fases iniciales del aprendizaje. Además, el ojo tiene, en sí mismo, funciones propio-
ceptivas de información al organismo de su posición y desplazamiento, lo cual lo
ayuda a disponer de una buena referencia para el movimiento global. Así, cuando
estamos aprendiendo un movimiento, como puede ser una acrobacia simple como
la voltereta adelante, al comienzo, la visión controla las posiciones de cada segmento
–brazos, caderas y piernas–; pero, con la práctica –el aprendizaje– serán los propio-
ceptores los que ocupen su lugar, pudiendo realizar perfectamente el volteo con los
ojos cerrados. Sin embargo, en esa misma habilidad, en el movimiento de los ojos,
los globos oculares siguen dando una información propioceptiva muy útil sobre las
posiciones de la cabeza en cada momento, lo cual ayuda al control del movimiento
aunque ya esté aprendido. Así, los movimientos de los músculos de este órgano para
enfocar un objeto informan también de su distancia al sistema nervioso.
Junto con el sistema visual, todos los órganos propioceptivos son los receptores
sensoriales más importantes para el control y el aprendizaje del movimiento hu-
mano. Informan sobre la posición de las partes del cuerpo y del movimiento rea-
lizado activa o pasivamente. Existen dos categorías: los cinestésicos, localizados en el
aparato locomotor (músculos, tendones, articulaciones) y en la piel; y los laberínticos,
localizados en el oído interno. A pesar de la diversidad de las fuentes informativas
proporcionadas por los propioceptores, parece que el sujeto las percibe de for-
ma unificada. Además, la información propioceptiva integrada se unifica con otras
fuentes sensoriales como puede ser la información visual, y todas juntas se integran
para un procesamiento superior. Para estos procesos de integración informativa
de las fuentes sensoriales, es decisivo el aprendizaje del sujeto. Básicamente lo que
realiza en ese aprendizaje cognitivo es un proceso de reducción de la incertidumbre
mediante índices comunes.
Así, en el aprendizaje de una habilidad cualquiera, como puede ser ensartar cuen-
tas o manipular un lápiz o un balón de fútbol, al comienzo del proceso existe una
extensa variedad de información desde los receptores propioceptivos implicados en
el movimiento, los cuales crean incertidumbre en la persona que aprende y, con ello,
desorientación e inestabilidad de la acción. Además, la información visual, que en
este caso es muy importante (posición del objeto, de la extremidad), añade mayor
incertidumbre. Con la práctica y el aprendizaje del acto motor, una de las cosas que
se realiza es integrar todas las fuentes propioceptivas en unidades mayores, las cua-
les, además, se unen a la integración proporcionada por la fuente visual. Todo ello
130
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
131
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
132
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
133
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
134
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
simultáneos, para dar por respuesta final una actividad, se define como conexiones
cinemáticas; son de tres tipos: conexiones uniaxiales, biaxiales y triaxiales.
Aprendizaje motor
Tal como justifican Zubiaur, Oña y Delgado (1996), la información es un elemento
básico en el aprendizaje motor. Desde la perspectiva de la terapia ocupacional, se
reconoce que el niño recibe una información sensorial (feedback) para el aprendizaje
del movimiento; sin embargo, para éste también son necesarias las preparaciones
posturales. Estas últimas, o respuestas posturales anticipatorias, son estrategias que
utiliza el niño antes de un movimiento voluntario funcional, con el objetivo de in-
crementar la estabilidad ante un cambio que se puede producir en la base de soporte
o para incrementar la actividad muscular alrededor de las articulaciones.
El aprendizaje de una actividad incluye la práctica sobre la base del ensayo-
error y, a través de ella y de la experiencia, se desarrolla el feedforward, que involu-
cra preparaciones posturales para el movimiento controlado (Byl, 1997). En lugar
de entender el control postural como dependiente de reflejos, estos ajustes están
acompañados del feedforward o mecanismos anticipatorios durante el movimiento.
No requieren de impulsos sensoriales y son utilizados para acciones aprendidas
rápidas. A partir de este hallazgo, el SNC, más que transmitir un impulso sensorial
como forma de reflejo, tiene la capacidad de generar movimientos centralmente; es
decir, que a partir del desarrollo del feedforward, el SNC organiza el movimiento den-
tro de patrones de sinergias musculares que hacen que sea más eficaz, reduciendo
los innecesarios (o grados de movimiento libre a controlar) (Nashner, Woollacott y
Tuma, 1979; Vansant, 1995).
En el campo de la biomecánica y las leyes que gobiernan los mecanismos del
movimiento, las investigaciones han ido incorporando a los enfoques terapéuticos
una perspectiva más apurada para su análisis. Por tanto, el aprendizaje motor es un
proceso de búsqueda de una solución a una actividad y emerge desde la interacción
del individuo con la actividad, el contexto y el entorno, en el cual posee la capa-
cidad de autoorganizarse. Para ello dispone de: mecanismos de feedback, práctica
por ensayo-error, capacidad de organizarse y desarrollo del feedforward. Involucra:
preparaciones posturales para el movimiento controlado; diferentes construcciones
de memoria; esquema y control motor, como elementos vitales del movimiento
funcional, o sea, la organización, la planificación sensoriomotriz y la intencionali-
dad. El aprendizaje motriz permanentemente contempla estrategias que integran el
complejo proceso de percepción-cognición-acción (control del movimiento).
En el proceso de aprendizaje es esencial un estado de alerta para que el SNC pue-
da preparar, recibir y procesar la información sensorial y perceptual, la preparación
de la actividad, la decisión y la acción. En la preparación de la actividad influyen
factores como: variedad, complejidad, incertidumbre, tensión muscular inducida,
intensidad de los estímulos y ejercitación física. El proceso de aprendizaje puede ser
medido por el grado de retención a largo plazo de la habilidad aprendida y la posibi-
135
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
136
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
incluye ambas (figura 2.4). El uso del feedback sensorial para aumentar o adquirir una
conducta motora ha sido una herramienta terapéutica básica en todos los enfoques
neuroterapéuticos. Según estas teorías, la información sensorial es usada en un nivel
inconsciente. Sin embargo, actualmente se considera que el feedback es necesario
como una fuente de información consciente y para ayudar a resolver problemas
motrices o posturales. El feedback no sólo debe ser proporcionado por contacto
corporal directo como las manos, la vibración, el cepilleo, entre otros, sino también
de manera verbal y visual (como la demostración-imitación), o reestructurando el
ambiente. El feedback debería ser variado, dependiendo de la novedad o compleji-
dad de la actividad, ya que usado de manera continua puede ir en detrimento del
aprendizaje.
Los tipos de información dependen del origen de la fuente. En el caso que nos ocu-
pa, la información se origina por dos mecanismos: uno, el proveniente del propio
organismo o sujeto, y el otro lo que está por fuera de él. Con base en la repercusión
que produce la acción en el sujeto, en el primero, la persona utiliza sus propios re-
cursos para mejorar un acto o aprendizaje motor –feedback intrínseco–; en el segun-
do, se apoya en una fuente externa –feedback extrínseco–.
El feedback intrínseco se refiere a un sinnúmero de sensaciones que el organismo
envía para que se pueda dominar la tarea, es decir, corresponde a la información
producida como consecuencia de la respuesta en sí misma, por lo que también se le
llama feedback sensorial.
TIPOS DE INFORMACIÓN
Feedforward Feedback
137
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
138
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
Teoría de neurodesarrollo
La teoría de neurodesarrollo, creada por Karel y Bertha Bobath (1959), es un “con-
cepto de vida”, no un método; no ofrece regímenes estrictos de tratamiento que de-
ban ser seguidos al pie de la letra, otorga elementos para aplicar, según necesidades
y respuestas individuales. Describe tanto los problemas de coordinación motora en
relación con las reacciones posturales normales del mecanismo central de las mis-
mas, como las características del desarrollo motor normal. Observa qué realizan los
niños en las distintas etapas o hitos de maduración y cómo lo hacen. El desarrollo
es considerado como una gran variedad de movimientos y su secuencia, y cómo
se superponen, enriqueciéndose unos a otros; se explica por qué los bebés hacen
determinada actividad en determinado momento.
Se llaman “reflejos primitivos” (Sherrington, 1913) a los obligatorios (los osteo-
tendinosos y otros), mientras que los observados en niños pequeños, (tales como
el de Moro, prensión, etc.), que no son obligatorios, se denominan “respuestas pri-
marias, patrones motores primarios, temporarios o primitivos”. Se mantienen hasta
los cuatro meses y se debe tener en cuenta la variabilidad de las respuestas y su
modificación a medida que el SNC madura. Si estos patrones en masa o primitivos
se mantienen más allá de los seis meses, hablamos de “patrones primitivos en apa-
139
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
riencia”. Los patrones motores anormales o patológicos son los que no se observan
en ninguna etapa del desarrollo normal.
El concepto de terapia del neurodesarrollo (TND) se basa en el reconocimiento
de la importancia de dos factores: 1) Interferencia de la maduración normal del ce-
rebro por una lesión que lleva a retardo o detención de algunas o todas las áreas del
desarrollo; 2) presencia de patrones anormales de postura y movimiento, por libera-
ción de la actividad refleja postural anormal o una interrupción del control normal
de los reflejos posturales y de movimiento. Su principal objetivo es el control del
tono postural, inhibiendo los patrones de la actividad refleja anormal al facilitar
patrones motores normales, los cuales se obtienen como respuestas automáticas
a manipulaciones específicas, logrando un control funcional más efectivo. Adicio-
nalmente, preparan para una mayor variedad de habilidades funcionales, las cuales
aumentan la capacidad de los niños para moverse y funcionar de la manera más
normal posible. Los esposos Bobath demostraron que se podía variar la calidad de
posturas y movimientos, logrando actividades más finas y selectivas, como visión,
mecanismos respiratorios, alimentación y habla (Muzaber y Schapira, 1996).
El manejo de TND se aplica en la vida diaria e incluye a la familia en actividades
incorporadas a tareas cotidianas para transformarlas en terapéuticas: alimentar, ves-
tir, movilizar, posicionar, y la adecuación del mobiliario, entre otros. Los padres son
partícipes activos en las mismas, prolongándolas durante todo el día; de ahí surge el
concepto de funcionalidad o manejo. Esta idea corresponde a la acción terapéutica in-
corporada a la rutina diaria, haciéndola fácil, cotidiana, activa y práctica. La persona
es considerada como un “todo”, el proceso es individualizado y contempla un equi-
po interdisciplinario. El objetivo principal del tratamiento o manejo es preparar las
capacidades individuales para la función en un proceso interactivo entre el paciente
involucrado, el cuidado y el terapeuta. La intervención comprende el proceso de
manejo directo para proveer la facilitación y la inhibición que optimicen la función,
incluyendo la interacción de muchos sistemas y la relación madre-hijo.
Tiene un sentido facilitatorio de las funciones básicas (cargarlo, alimentarlo, ves-
tirlo, entre otros), con control del tono y la postura más adecuada en cada actividad,
incorporando destrezas más complejas. El concepto de prolongación terapéutica
funcional se opone a los antiguos métodos tediosos y largos de ejercitación de mús-
culos y funciones estereotipadas y similares para todos los niños, independiente-
mente de su patología. Se debe conocer la relación entre el mecanismo postural y
las distintas experiencias sensoperceptuales para que la intervención sea global. La
experiencia motora necesita involucrar otras áreas del desarrollo (visión, tacto, emo-
ciones, entre otros), pues los estímulos tienen varias vías para ingresar información
nueva al SNC. Se trata de otorgar el input más variado y global, entendiendo al niño
en su totalidad y con su entorno familiar, social y cultural.
Para que desaparezcan patrones sensoriomotores anormales, es necesaria la re-
petición frecuente del programa de la terapia individualizada y adecuada a cada caso.
Cada paciente con distinto tipo de enfermedad motriz cerebral (EMC) requiere un
140
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
141
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Así entonces, el daño cerebral no sólo implica injuria tisular irreversible, sino que
desencadena mecanismos que afectan a zonas intactas anatómicamente, cambiando
en su totalidad la biología de ese cerebro. Esta respuesta a edades tempranas es lo
que generalmente se conoce como plasticidad neuronal. No obstante, el concepto de
plasticidad no debe asociarse únicamente a respuestas compensatorias a la injuria
(conexiones erróneas). Por suerte, tiene implicaciones mucho más amplias y alenta-
doras. Investigaciones de distintas líneas de pensamiento reiteran las ideas de Bach-
y-Rita sobre el hecho de que una estimulación apropiada aumenta la posibilidad de
que la plasticidad cerebral favorezca la rehabilitación.
Según Buchwald, citado por Cueto (2000), la plasticidad cerebral serían los cam-
bios de estructura y funciones, producidas por influencias endógenas o exógenas,
que en cualquier momento de la vida puede sufrir un individuo. De este concepto
se deriva:
1. La posibilidad de cambios estructurales y funcionales durante el desarrollo de la
neurogénesis, migración neuronal, morfogénesis y sinaptogénesis.
2. La posibilidad de que la experiencia (estimulación temprana) pueda incidir en
la fase de aprendizaje sobre una estructura cerebral, sólo delineada globalmente
por la información genética, a través de un remodelado por input sensoriales; con
el objetivo de lograr la reorganización estructural frente a una lesión cerebral, lo
que implicaría la capacidad de reorganizarse de forma distinta, frente a pérdidas
de partes de las mismas.
3. Cambios adaptativos en la fase de envejecimiento.
Hoy en día, la teoría del neurodesarrollo es un enfoque holístico dirigido al adul-
to y al niño con disfunción neurológica, en un proceso interactivo entre el terapeuta,
el paciente y la familia, tanto en la evaluación como en la atención y el tratamiento.
Se reconoce que se basa en la comprensión del movimiento normal y utiliza todos
los canales perceptivos para facilitar los movimientos y las posturas selectivas que
aumentan la calidad de la función. Por medio de la técnica que inhibe el tono y los
patrones de movimiento anormales, facilita el movimiento normal y estimula en
casos de hipotonía o inactividad muscular.
Se trata de enseñarle al niño la sensación de movimiento, no los movimientos en
sí. Para ello, lo principal es controlar el tono (inhibir espasticidad e hipotonía). Esto
se realiza a través de posiciones inhibitorias de los reflejos (PIR), mediante las cuales
se retraen los tónico-posturales anómalos y se facilita detener centralmente la hiper-
tonía. Durante estos periodos de tonicidad normal se establecen nuevos esquemas
propioceptivos y normales.
A partir de estas teorías, cuando el niño llega a la escolaridad, la función del tera-
peuta ocupacional se debe centrar en romper la actividad refleja anormal, apoyando
con manipulaciones, posiciones corporales y ubicación del material de trabajo en
el aula. Lo anterior se logra a partir del estudio y análisis de las posturas típicas del
escolar y su ubicación en posturas antítesis a éstas: cambiar flexión por extensión;
142
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
143
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
144
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
145
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
sistema vestibular es el sistema unificador, todos los otros tipos de sensaciones son
procesadas en referencia a la información vestibular. La actividad del sistema ves-
tibular nos proporciona un marco de referencia para los otros aspectos de nuestra
experiencia vital”.
Se localiza en el oído interno y lo conforman los canales semicirculares y el
utrículo y sáculo. Una función fundamental del sistema vestibular es permitirnos
la coordinación de los movimientos de los ojos y la cabeza. También ayuda en el
desarrollo y mantenimiento del tono muscular que permite desarrollar, asumir y
mantener las posiciones corporales, y conservar la cabeza y el cuerpo erguidos. Por
esto muchos niños con problemas vestibulares se acuestan en el pupitre, sostienen
la cabeza entre las manos y su cuerpo en general luce desmañado y sin fuerza. El
balance y el equilibrio están íntimamente influenciados por el SV. La habilidad para
coordinar ambos lados del cuerpo (necesario para montar bicicleta, patinar o cortar
con tijeras) requiere de una buena función vestibular.
Finalmente, algunos aspectos del lenguaje están relacionados con la manera
como el SV procesa la información. Sus funciones ayudan a entender por qué va-
rios estudios han mostrado que más de la mitad de los niños con desordenes de
aprendizaje muestran signos de disfunción vestibular, aunque frecuentemente se
encuentran encubiertos o se confunden con los síntomas.
Así como nuestros ojos y oídos envían información al cerebro de lo que vemos
y escuchamos, el sistema propioceptivo (SP), es decir, los músculos y las articulaciones,
siente la posición del cuerpo y envía estos mensajes al cerebro. Dependemos de esta
información para conocer, de manera inconsciente, dónde está con exactitud cada
parte del cuerpo y planear los movimientos. Cuando nuestro sentido propioceptivo
trabaja bien, realizamos continuos ajustes automáticos en nuestra posición. Este
sentido ayuda a estar sentados en una posición óptima y a sostener, de forma co-
rrecta, objetos como el lápiz o el tenedor; juzga cómo maniobramos en el espacio
para que no choquemos con las cosas, a qué distancia estamos de las personas, qué
tanta presión hacer para agarrar el lápiz o los juguetes, cómo cambiar los movimien-
tos cuando no son exitosos, por ejemplo, al driblar un balón o ajustar un lanzamien-
to para dar en el blanco.
Así como la propiocepción nos ayuda en estas funciones básicas, un problema
en este sistema puede causar una gran cantidad de dificultades que frecuentemente
pasan en el niño que no presta atención a las cosas. Él puede estar usando la visión
para compensar y hacer los ajustes, pero esto le demanda una gran cantidad de ener-
gía. Puede sentirse torpe, frustrado y temeroso en algunas situaciones. Por ejemplo,
el niño podría sentir pánico de bajar escaleras si no esta seguro de donde está su pie.
El SP es activado a través de tensión/relajación, brincar y actividades que involucran
sensación de peso y presión profunda o tacto firme. Frecuentemente, esta clase de
sensaciones calman y pueden ayudar al niño a autoorganizarse.
El sistema táctil (ST) –o percepción táctil– es uno de los más importantes sentidos
y quizá el más conocido de los tres sistemas básicos. Inicia su desarrollo muy tem-
146
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
Modulación sensorial
La función primaria del sistema nervioso es la de transmitir información de un lu-
gar a otro del organismo, y modificarla de una forma significativa para la mente. La
captación de la información comienza en los receptores, estructuras variadas cuya
147
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
148
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
caso de DIS; funcionan bien pero el cerebro tiene dificultad en la integración de las
sensaciones.
Debido a la imposibilidad de integrar las sensaciones provenientes de ojos, oí-
dos, brazos y cuerpo, pueden oír, ver, o sentir algo y no responder adaptativamente
a ello. Esto se presenta porque el niño se pierde algunos detalles o no entiende y
reacciona equivocadamente. Suele defenderse de los juegos y las actividades que
lo ponen en estas situaciones poco exitosas y puede evitar juguetes que impliquen
mucha manipulación. Es un niño que se cae y tiene accidentes con mayor frecuencia
que los demás.
Otro problema común es el retraso en el desarrollo del lenguaje, el cual es un
indicador precoz de que algo no marcha bien en el cerebro. Algunos niños pareciera
que no escucharan bien, a pesar de que no existe ningún problema en los órganos
de la audición; es decir, los impulsos sonoros son percibidos adecuadamente por los
oídos, pero llegan desorganizadamente al cerebro. Otros tienen dificultad con las
palabras; saben perfectamente lo que quieren decir, pero no pueden dirigir adecua-
damente la boca para formarlas. Hay niños que presentan dificultad para colorear,
armar un rompecabezas, usar adecuadamente las tijeras, pegar dos trozos de papel
limpiamente. Ante cualquier tarea manual, sus resultados son muy pobres; para él,
los objetivos a lograr representan más esfuerzo y dificultad.
Los adultos pueden pensar que el niño no está interesado en la actividad, pero si
él no lo está, es porque los mensajes provenientes de sus manos y ojos no son claros
y las respuestas no le brindan ninguna gratificación. Algunos infantes no pueden
organizar las sensaciones que provienen de la piel, se irritan y enojan cuando alguien
los toca; algunas veces también las luces o los sonidos pueden producir irritación
o distracción. Si observamos con cuidado a estos niños, se evidencia la expresión
de malestar en su cara. La hiperactividad es, en muchos casos, un síntoma de DIS.
Otros niños buscan el estímulo táctil en mayor cantidad de lo habitual y constan-
temente desean ser abrazados, acariciados, piden que los masajeen o que los aprie-
ten. A veces no muestran dificultades en la casa o en el preescolar pero al llegar al
colegio presentan problemas en el aprendizaje. Una DIS, que en edades tempranas
luce insignificante, puede convertirse en un problema mayor cuando el niño crece,
debido a que tanto los padres como los maestros esperan más de un niño escolar
que de un preescolar. Con frecuencia, las DIS van acompañadas de dificultades para
relacionarse adecuadamente con los demás. Para un niño con estas dificultades, la
vida escolar representa una gran presión; deberá esforzarse mucho más que sus
compañeros para lograr la consecución de los objetivos, en consecuencia, la expe-
riencia la vive con sentimientos de impotencia y ansiedad.
Un niño con una DIS tiene muchas dificultades para adquirir las destrezas ne-
cesarias para ejecutar las actividades que debe aprender en la casa y en el colegio:
amarrarse los zapatos, vestirse, sostener y manejar adecuadamente el lápiz, los co-
lores, reconocer signos y símbolos escritos, cambiar de actividad de acuerdo con
un ritmo externo. Debe competir en educación física con niños que tienen mejores
149
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
150
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
151
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
152
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
conducta adaptiva. Puesto que ésta parece reflejar la lógica circular, Ayres expone
que representa un proceso en espiral de cambio conductual o sensoriomotor que
ocurre a través del proceso de circularidad característico de los procesos abiertos.
Una conducta adaptativa es aquella que tiene un propósito y está dirigida por un
objetivo o finalidad; es una conducta que capacita al individuo para enfrentar exito-
samente el riesgo justo y aprender algo nuevo.
Parte de lo que aprende son movimientos nuevos y más complejos, que son los
que, a la vez, producen nuevas formas de retroalimentación (Brooks, 1986). Más
específicamente, los aprendemos a través de la experiencia pasada, únicamente si
reconocemos que los anteriores fueron exitosos. Se presume que el reconocimiento
de éxito sea suministrado por la retroalimentación central derivada de la producción
y de la salida de la conducta adaptativa. Los movimientos activos de nuestro propio
cuerpo producen sensaciones propioceptivas y vestibulares (retroalimentación de
la respuesta o resultados) que están organizadas al interior del cerebro y, se cree,
suministran la base para el desarrollo de modelos neurales o memorias de lo que “se
ha logrado” (retroalimentación o feedback) (Kolb y Willisaw, 1990).
Los modelos neurales son utilizados posteriormente como base para la planea-
ción de movimientos más complejos. Sin embargo, la participación activa del sujeto
es un componente crítico. El aprendizaje a partir de la propia experiencia depende tanto
de la sensación como del movimiento. Finalmente, podemos asumir que las sensaciones
y la creciente complejidad de movimientos son el reflejo del desarrollo de nuevos
patrones neurales.
La quinta y última presunción, “el manejo interior”, está ligada a la motivación
para la autodirección y actualización de ejecuciones. Ayres (1979) indicó que los ni-
ños con disfunciones sensoriales integrativas frecuentemente mostraron poca moti-
vación o manejo interior para su participación activa en los ensayos interactivos con
el medio ambiente. El manejo interior puede ser visto en la excitación-evitación, la
confianza y el efecto que la actividad desencadene en el niño, al igual que el efecto
del proceso circular que conduce a un efecto interior cada vez mayor. Por ende,
llevará a una actualización y dominio de aprendizajes y actividades de mayor com-
plejidad, lo que, a la vez, suministra retroalimentación y mayor entrada de impulsos
sensoriales integradores.
Adicionalmente a los planteamientos de Ayres (1972b), cuando la capacidad de inte-
gración sensorial es suficiente para que el cerebro pueda enfrentar las demandas del medio ambiente,
la respuesta del niño es creativa y satisfactoria. Cuando la experiencia ofrece retos a los
cuales el niño puede responder efectivamente “él se divierte”, y en la medida que
esto sucede, ocurre el proceso de integración.
Basadas en la revisión y síntesis de los presupuestos de Ayres, Fisher y Murray
(1991) adicionan el modelo conceptual de autoactualización en espiral. La retroali-
mentación en espiral permite al sistema abierto regularse y autoorganizarse a través
de la circularidad. Las autoras reconocen que su trabajo es la interpretación de las
teorías de Ayres a la luz de la investigación actual sobre la conducta humana. Otro
153
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
154
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
por medio de la cual el individuo representa, mentalmente, cómo usar sus manos y
su cuerpo en tareas de habilidad tales como jugar con muñecas, usar herramientas
–como lápiz, cuchillo y tenedor–, construir una estructura –bien sea una torre o
una casa– o comprometerse en diversas ocupaciones. La práctica incluye el conoci-
miento de una buena ejecución y el cómo hacerlo. El hecho de saber “qué hacer” y
organizar “cómo hacerlo” se refiere a los modelos neuronales o memorias que son
usadas posteriormente en planear nuevas y más complejas conductas adaptativas.
Se hipotetiza que estos modelos neuronales o memorias del organismo –esque-
ma corporal– se desarrollan como resultado de la retroalimentación sensorial, la
cual se deriva de la planeación, ejecución y salida de la conducta adaptativa; en con-
secuencia, la ejecución y la retroalimentación son importantes para el aprendizaje
de nuevas habilidades. Nosotros no podemos planear acciones que no hayan sido
aprendidas; sin embargo, una vez que se da el modelo neural de una acción, puede
ser usado para planear nuevas conductas cada vez más complejas.
Hasta los siete años de edad, el cerebro es primordialmente una máquina de
procesamiento sensorial, es decir que siente las cosas y aprende su significado direc-
tamente de las sensaciones y del movimiento de su cuerpo en relación con éstas. Sus
respuestas adaptativas son más de tipo muscular o motoras que mentales. Por esto,
los primeros siete son llamados los años del desarrollo sensoriomotor. A medida que
el niño crece, muchas de sus respuestas y actividades motoras se ven reemplazadas
por comportamientos más elaborados, pero en la base hay un adecuado desarrollo
sensoriomotor. Antes de aprender a leer, el niño debe haber logrado una buena ma-
duración de los sistemas sensoriales básicos y de las áreas de integración sensorial,
debido a que esta acción requiere de un complejo procesamiento de sensaciones
provenientes de los ojos, los músculos oculares, el cuello y el sistema vestibular que
se encuentran en el oído interno. En consecuencia, es una necedad someter a los niños
a largas sesiones de ejercicios de prelectura con la esperanza de que aprendan a leer,
o a llenar hojas con planas de escritura para enseñarles a escribir (muchas guarderías
disfrazan esta actividad con pseudojuegos) cuando ellos aún no están listos para
hacerlo de manera natural y eficiente. En su lugar se les debe permitir más tiempo
para el juego libre y dirigido.
Cuando la capacidad de integración sensorial del cerebro es suficiente para ha-
cerle frente a las demandas del medio ambiente, el niño logra responder eficiente,
creativa y satisfactoriamente. Al suceder esto, el niño se divierte, obtiene seguridad
en sí mismo y es feliz. El ser humano está diseñado para disfrutar y obtener placer
y gratificación de todo lo que promueve el desarrollo de su cerebro –la orientación
primaria del ser humano es hacia el placer–; por eso, de forma natural, buscamos las
sensaciones que nos ayudan a lograrlo.
Teorías psicoafectivas
Las teorías psicoafectivas explican y describen los diferentes componentes perso-
nales y su relación con el desempeño ocupacional, a través del efecto de dichos
155
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Desarrollo afectivo
En Maroda (1991) se plantea que a partir de la investigación sobre el desarrollo hu-
mano y neuropsicológico, se señala que el momento de afectividad mutua es esencial
y, por ello, desde esta perspectiva el terapeuta juega un papel decisivo para ayudar a
los pacientes a compensar los déficits en saber, sentir, nombrar, expresar y manejar
tanto los afectos innatos (miedo e ira) como los más diferenciados y cognitivamente
mediados (vergüenza y amor). En los programas de intervención, el terapeuta busca
facilitar el ciclo de comunicación afectiva a través de la relación, de la misma forma
en que la madre cumplía este papel en la tierna infancia (Schore, 1994).
En el orden del desarrollo afectivo, Vigotsky (1988) dice que todos los proce-
sos psicológicos aparecen, en primer lugar, a nivel interpersonal, y sólo después
pasan a ser intrapersonales; igualmente, las funciones superiores provienen de una
interacción social. Esta teoría coincide con la investigación moderna. En este sen-
tido, Stern (1985) expresa en sus conclusiones que de alguna manera el bebé une
el estado emocional de su experiencia interna y lo que ve en el otro, llamada inte-
rafectividad. Ésta puede ser la forma primitiva, la más omnipresente e importan-
te, de compartir las experiencias subjetivas. Otros autores, así como psicoanalistas,
proponen que los afectos al comienzo de la vida son el medio y el sujeto primario
de la comunicación.
La evolución del afecto en el infante se incrementa a los nueve meses, las ma-
dres cambian de manera natural sus respuestas afectivas, transformándolas de las
simples imitaciones de los bebés a responder con las propias. Stern (1985) afirma
que lo que se conecta entre madre y niño no es sólo el comportamiento en sí, sino
más bien, algún aspecto que refleja el estado de sentimiento de la madre. Se refiere
a esta unión afectiva entre la madre y el niño como “entonamiento afectivo”. Las
teorías psicoanalíticas que más se acercan a la importancia de su necesidad a lo largo
de la vida serían las ideas de Kohut (1971) con la perspectiva de la necesidad nunca
acabada de los objetos del self maduros, los cuales, por definición, proporcionan la
empatía necesaria y la respuesta afectiva.
Stern (1985), Stolorow, Brandchft y Atwoot (1987), y Stolorow y Atwood (1992)
hacen énfasis en que los bebés y niños son muy dependientes de las respuestas
afectivas de sus cuidadores. Sin éstas, a ellos les falta la organización interna y la
habilidad para expresar y contener sus propias experiencias afectivas. Krystal (1988)
sugiere que una dimensión importante en el desarrollo afectivo es la evolución de
los afectos desde las formas primarias –en las que se experimentan como sensacio-
nes corporales– hasta estados subjetivos que pueden ser progresivamente articula-
dos verbalmente. Los afectos pueden quedarse estancados como estados corporales
156
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
sin llegar a evolucionar a sentimientos, porque en ausencia de una respuesta que los
valide no llegan nunca a ser capaces de poderse articular simbólicamente.
Greenspan (1981) plantea que el establecimiento de una diada afectiva “un am-
biente que promueva el crecimiento”, influencia la ontogenia de los sistemas ho-
meostáticos de regulación del self. Hacia este fin, necesitan ser orientadas y reguladas
en la relación terapeuta-paciente las clases de afecto, tanto positivas como negativas.
Los diálogos que regulan el afecto, mediados por un terapeuta formado para tal fin,
pueden inducir un cambio estructural en busca de nuevos patrones de crecimiento
afectivo.
En esta misma línea, se sostiene que los intercambios emocionales, o la ausencia
de los mismos, crean patrones afectivos cíclicos en la persona que sólo pueden ser
modificados por intercambios emocionales nuevos. Los cambios en los pensamien-
tos afectan los patrones cognitivos del cerebro y los nuevos intercambios emociona-
les crean nuevas memorias y patrones afectivos. En la práctica terapéutica se puede
errar, mostrando tanto nuestros afectos como reteniéndolos; quizás podamos ex-
plorar la naturaleza terapéutica del afecto de una manera más liberadora, tanto para
los pacientes como para el mismo profesional.
157
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
158
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
tiva. En los niños que carecen de esta habilidad básica de conectar sus emociones
con su conducta (o palabras), de expresar su sentido de si mismo e intencionalidad,
el componente clave que estimula la progresión del desarrollo estará ausente. En
niños en el espectro autista esta habilidad estaría comprometida en distintos grados
de severidad a lo largo de éste.
Teorías de la adaptación
Uno de los expositores más destacados es Erikson (1963). Para él, la personalidad
del individuo nace de la relación entre las expectativas personales y las limitaciones
del ambiente cultural. Plantea que la vida gira en torno a la persona y el medio. Así,
cada etapa es un avance, un estancamiento o una regresión con respecto a las otras.
Establece ocho estadios en el desarrollo psicosocial de una persona:
− Primer año. Es la llamada etapa del bebé, en ella se establecen las relaciones psi-
cológicas con la madre, y de ahí surgen las actitudes básicas de confianza o descon-
fianza.
− Segundo año. En esta etapa las relaciones del niño se amplían a ambos padres, dan-
do lugar a la formación de las estructuras de autonomía y dominio de sí mismo,
o de inseguridad y conformismo, según sea esa la relación con los padres.
− Tercer a quinto año. Las relaciones del niño se amplían hasta la denominada familia
básica. En esta etapa se fomenta la iniciativa o los sentimientos de culpabilidad.
Posee una autonomía espontánea y deliberada.
− Sexto a décimo segundo año (pubertad). El ámbito de las relaciones interpersonales del
niño se amplía en la escuela y la vecindad. Surgen en él las ideas de competición
y de cooperación con los demás, así como los sentimientos de superioridad o infe-
rioridad.
− Adolescencia. Las pandillas y los líderes influyen notablemente en la consolidación
de la propia identidad personal de este periodo. Se buscan ídolos a los cuales
imitar, y como consecuencia de esta imitación, se producen en el adolescente
sentimientos de integración o de marginación.
− Primera juventud. Es un periodo crítico de la relación social, ya que para él se pasa
a un nivel más diferenciado, donde el amor y la amistad, la solidaridad y el aisla-
miento se manifiestan según el grado de madurez alcanzado. En este periodo se
busca la relación íntima con la pareja, con la que se busca la propia identidad y se
desarrolla la capacidad de amar.
− Juventud y primera madurez. El trabajo y la familia son los puntos cruciales de esta
etapa, en la cual se forman comportamientos de producción y de protección
hacia la familia, desembocando en actitudes altruistas o por el contrario en actitudes
egocéntricas.
− Adultez (o final de la madurez). El hombre, al sentir agotar sus propias posibilidades
vitales, adopta una postura de integridad personal y autorrealización; o bien por el
159
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
160
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
161
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
treinta factores diferentes en todos los sujetos– fue la fuente de la definición de las
etapas. Posteriormente, y para demostrar que eran universales, Kohlberg realizó una
investigación semejante con niños de una aldea de Taiwan, traduciendo sus dilemas
morales al chino y adaptándolos un poco a esta cultura.
El desarrollo moral comenzaría con la etapa cero, donde se considera bueno
todo aquello que se quiere y que gusta al individuo por el simple hecho de sentirlo
así. Una vez superado este nivel anterior a la moral se produciría el desarrollo según
el esquema que presentamos a continuación.
162
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
consiste en cumplir con el deber propio, mostrar respeto por la autoridad y man-
tener el orden social dado porque es valioso en sí mismo.
En el nivel postconvencional, autónomo o de principios, hay un esfuerzo claro por
definir los valores y los principios morales que tienen validez y aplicación con
independencia de la autoridad que los grupos o personas que mantienen tales
principios ejercen y con independencia de la identificación del individuo con
estos. Este nivel también tiene dos estadios:
− Estadio 5. La orientación legalista, sociocontractualista, generalmente con rasgos
utilitarios. La acción justa tiende a definirse en función de derechos generales
e individuales y de pautas que se han examinado críticamente y aceptado por
toda la sociedad. Existe una conciencia clara del relativismo de los valores y las
opiniones personales y se da la importancia correspondiente a las normas proce-
dimentales como medio para alcanzar el consenso. Aparte de los acuerdos cons-
titucionales y democráticos, lo justo es un asunto de “valores” y “opiniones”
personales. El resultado es una mayor importancia concedida al “punto de vista
legal”, subrayando la posibilidad de cambiar la ley en función de consideraciones
racionales de utilidad social (antes que congelarla como se hace en el estadio 4
de “ley y orden”). Fuera del ámbito de lo jurídico, el acuerdo libre y el contrato
son los elementos vinculantes de la obligación. Ésta es la “moralidad” oficial del
Estado y la Constitución de Norteamérica.
− Estadio 6. La orientación de principios éticos universales. Lo justo se define por
una decisión de la conciencia de acuerdo con principios éticos que ella misma ha
elegido y que pretenden tener un carácter de amplitud, universalidad y consisten-
cia lógica. Estos principios son abstractos y éticos (la regla de oro, el imperativo
categórico), no son normas morales concretas, como los Diez Mandamientos. En
esencia, son fundamentos universales de justicia, reciprocidad e igualdad de los
derechos humanos y de respeto por la dignidad de las personas como individuos.
163
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
SOCIEDAD
NA AM
BIE
CONTEXTO
SO
NT
SOCIO-CULTURAL
PER
ESPACIO TEMPORAL
E
DESEMPEÑO
CAPACIDAD OCUPACIONAL DEMANDAS
PERSONAL ESCOLAR ESCOLARES
SENS
ONAL
O RI
OCI
ÁREAS DESEMPEÑO
ESCOLARIDAD
AL
EM
JUEGO
-M
IC O
CUIDADO PERSONAL
OR
OT
PS
-C -
O
OG TI V
NOS
AF EC
ITIV O S O CIO
Fuente: Álvarez, 2000.
164
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
165
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
166
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
167
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Subprogramas de atención
En el modelo o programa se establecen, por una parte, cuatro niveles de interven-
ción: promoción, prevención, nivelación y recuperación del desempeño ocupacio-
nal escolar, a cada uno de los cuales corresponde un proceso diferencial de interven-
ción. Están dirigidos a toda la población institucionalizada, dentro de la concepción
de educación en la diversidad, aunque la experiencia personal refleja evidencias con
la población con necesidades educativas especiales (NEE) y niveles de preescolar y
educación básica primaria.
Tipos de atención
Otro componente de la estructura son los tipos de atención directa e indirecta a
partir de los cuales se propicia la interacción en el contexto escolar-familiar-social,
a través de acciones concretas con los diversos profesionales, la familia, y los esta-
mentos institucionales y comunitarios.
Nivel de cobertura
El tercer componente de la estructura se refiere a los niveles de cobertura, en los cua-
les el modelo pretende dar una respuesta objetiva a las necesidades reales del país.
Componente tecnológico
El otro aspecto operativo se relaciona con la selección y el diseño de la estructura
tecnológica de apoyo, la cual incluye elementos de tecnología blanda y dura. La tecno-
logía blanda está relacionada con el know how de la gente, la capacidad de aprendizaje
de una organización y con el tipo de talento que tenga un trabajador. Corresponden
a ella todos los instrumentos documentales que se desarrollan en una organización
basada en la economía del conocimiento: la nueva moneda es el aprendizaje. En el
modelo DOE está representada en los elementos de diagnóstico: instrumentos o
baterías de evaluación cuanti y cualitativa, cuestionarios, listas de chequeo, progra-
mas de registro y atención, videograbaciones y el programa estructurado de dieta
sensorial. Esta tecnología debe capacitar a la gente en creatividad.
La tecnología dura debe ser novedosa; en consecuencia, debemos preparar a la gen-
te para hacer uso de este elemento de diferenciación estratégico en estos tiempos
cambiantes de competitividad. El modelo DOE hace un acercamiento a este tipo de
tecnología, pero no posee sino el rincón sensorial, el cual, si bien no corresponde
exactamente a ésta, se acerca desde la esencia novedosa. Caramé (2003) expresa que
la tecnología dura es la maquinaría, las herramientas, hardware, redes de telecomu-
nicación, que hacen el trabajo más eficaz y propician la generación de productos
y servicios con mejor calidad, novedad e integridad. La novedad es una norma en
toda estrategia de producción de negocios o servicios.
La tecnología dura está representada en el diseño e instalación del rincón sensorial
en cada una de las instituciones en donde se desarrolle el programa. El rincón sensorial
es un espacio físico dotado de una gama variada de elementos y materiales lúdicos,
168
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
Proceso de sistematización
La sistematización es el proceso que permite evidenciar la efectividad del modelo;
en otras palabras, se puede decir que es la metodología o el proceso investigativo
del programa. Se platea como estrategia de recolección de información y registro de
evidencias que permitan un análisis riguroso de la experiencia, el reconocimiento de
su efectividad, la validez de los procedimientos de evaluación diagnóstica, el segui-
miento de las acciones, la reestructuración de ejecuciones, la evaluación permanente
y final del planteamiento.
La sistematización es una acción transversal en el modelo, esto significa que
abarca tanto el contenido como la estructura operativa. Para tal fin, se plantea la
sistematización como proceso investigativo. El contenido o base teórica de la expe-
riencia es la estructura operativa cuya finalidad se centra en la identificación de roles
y programas de intervención: promoción, prevención, nivelación y/o recuperación
del desempeño ocupacional del niño y el adolescente; y en la selección y diseño de
tecnologías de apoyo: banda y dura. En el proceso de sistematización de la experien-
cia se establecen normas y procedimientos de recolección, presentación, análisis e
interpretación de evidencias, que reflejan el grado de efectividad del programa.
169
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
una creación de la autora en el que presenta un enfoque que guía el Bienestar Escolar.
Seguidamente, se presentan cuatro modelos primarios de atención pediátrica, para
finalizar analizando los educativos de mayor desarrollo en terapia ocupacional.
PES
EPC DS
170
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
ONCOLÓGICO
Filosófico
PRAXIS
EPISTEMOLÓGICO METODOLÓGICO
PP
Educativo
general
PF
EP MyT
PS
Educativo
sistémico
PES
EPC DS
F.P.
Operativo
AECP
APORTES APORTES
EPC DS
Figura 2.7. Niveles de abstracción del modelo educativo orientado al desarrollo de formas
de pensamiento.
171
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
172
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
Este tipo de modelo es coherente con los planteamientos que como terapeutas
ocupacionales hemos venido planteando a través del contenido de este libro. A
manera de comentario, al enfrentar las prácticas profesionales institucionales, es
importante conocer el modelo educativo con el cual funciona la institución, pues de
éste depende en gran parte el éxito y aceptación de las propuestas de acción profe-
sional interdisciplinar.
173
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
los procesos ocupacionales seleccionados por la persona, y 3) los estímulos del con-
texto físico, temporal y sociocultural en el cual la experiencia adquiere significado.
La finalidad que se propone con esta orientación es contribuir al crecimiento
personal, desarrollo de habilidades y destrezas sensoriomotoras, cognitivas y so-
cioafectivas; promover el comportamiento adaptativo o interacción eficiente con el
medio ambiente; y optimizar las tareas e interacciones que el juego, el autocuidado
y la escolaridad demandan.
174
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
Ocupación
Modelo de desarrollo
El modelo de desarrollo presenta una estructura integral que refleja la interacción
de conceptos sobre el desarrollo humano, en permanente interacción con el medio
ambiente y un entorno contingente que cada persona explora a partir de los proce-
sos diferenciales dados por la maduración y adaptación ocurridos progresivamente
en el tiempo.
Integra en argumentos conceptuales las aproximaciones de neurodesarrollo, in-
teractiva y cognoscitiva, a partir de las cuales analiza el desarrollo humano desde las
dimensiones física, social y cognoscitiva. Determina una terminología y plantea una
visión holística del ser humano (figura 2.9).
Sus postulados sobre el desarrollo de las especies incluyen una visión del ser
humano como un sistema abierto resaltando dos características: la primera se re-
fiere al intercambio de energía y materia con el medio ambiente que posibilita el
mantenimiento del medio interno del organismo, y en consecuencia la captación,
selección y transformación de materia proveniente del medio externo. La segunda
se relaciona con la evolución de los organismos vivos, es decir las consideraciones
sobre la filogenia y ontogenia.
Es uno de los modelos más frecuentemente utilizados por los terapeutas ocupa-
cionales, aunque no precisa los procedimientos de intervención. Reconoce la varie-
dad de métodos diagnósticos y técnicas de intervención que de él se derivan, pero
175
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
MODELO DE DESARROLLO
DESARROLLO
FÍSICO
Op
te
ortu
ien
n d ACIÓN
AD des d
mb
n
ida
AP
el a
TAC el am
lora ADUR
Potencia
IÓN bien
cio
M
individual de
desarrollo
Exp
te
DESARROLLO Espacio - Tiempo DESARROLLO
COGNOSCITIVO TIEMPO SOCIAL
176
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
− Maduración: hace referencia a los cambios cualitativos que capacitan a cada perso-
na para pasar a niveles más elevados de funcionamiento. Es analizada a partir de
una perspectiva biológica, básicamente innata, es decir, genéticamente determi-
nada y resiste las influencias externas o ambientales. Se caracteriza por un orden
fijo de progresión, en el cual la velocidad puede variar, mas no la secuencia de
aparecimiento de las características generalmente.
− Adaptación: es reconocida como el proceso de identificación o reconocimiento
de las sensaciones para dar respuesta a las interacciones del medio externo en
aras de la supervivencia y especialización de habilidades. La adaptación es la
respuesta a una experiencia sensorial o motora provista de un propósito y una
meta, es decir, de un componente volitivo. Es decir, es el esfuerzo orgánico por
el equilibrio entre el medio interno y el ambiente.
− Desarrollo físico: entendiendo por lo físico todo aquello que es susceptible de me-
dición en términos de masa, energía, espacio y tiempo, entonces, la fuerza de
gravedad, la distancia, la forma, la luz, la vibración, el movimiento y el tacto son
factores físicos.
En relación con el desarrollo físico, el modelo plantea el estudio de todos los
fenómenos relacionados con lo orgánico, mientras que enfatiza que el pensamiento
y los recuerdos no son competencia de lo físico-humano.
− Desarrollo cognoscitivo: se refiere al incremento progresivo de habilidades relacio-
nadas con el procesamiento en las estructuras corticales. Hace relación a los
procesos de organización y adaptación en las estructuras superiores del cerebro.
Plantea que el crecimiento del comportamiento cognoscitivo se da como proce-
so total, es decir, por integración y sustitución y no por suma.
− Desarrollo social: es entendido como el cambio o edificación en la interacción con
el medio externo, entendiendo por medio externo los componentes físicos y
humanos. Hace referencia directa a los roles de interacción y cambio entre las
generaciones y los grupos etéreos.
− Desarrollo físico: en este modelo es ampliamente estudiado. Incluye el desarrollo
neurológico que hace referencia a la maduración neuronal que ocurre en dirección
céfalo caudal. Es medida a través de los test de reflejos y de la observación direc-
ta; el desarrollo morfológico comprende la observación del crecimiento y desarrollo
de los diversos segmentos corporales y el pondoestatural, y la evolución del peso
en el individuo; el desarrollo motor a partir de la identificación de niveles evolutivos
de cada una de sus estructuras y componentes (patrones motores diversificados
y especializados, movilidad, motilidad, condición neuromuscular, propiocepti-
vo, integración refleja, tono, postura, posición, equilibrio, coordinación, ritmo y
motricidad); y el desarrollo sensorial desde los sistemas (táctil, vestibular, gustativo,
olfativo, percepción visual y auditiva).
177
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Modelo fisiológico
Se deriva del marco de referencia fisiológico y se basa en la visión del individuo
como un organismo biológico cuyo comportamiento se deriva de: factores genéti-
cos determinados; la interacción efectiva del sistema nervioso con los sistemas sen-
soriales, endocrino y demás; una permanente simbiosis con la habilidad del cuerpo
para mantener la homeostasis (o estado fisiológico); el control electroquímico y la
habilidad del cuerpo para responder y aprender del medio ambiente. Toda acción
humana depende de la integración e interacción de todos los sistemas orgánicos,
principalmente del sistema nervioso central, el músculo esquelético, los sistemas
sensoriales y el cardiovascular (figura 2.10).
Este marco de referencia ha desarrollado dos propuestas diferentes y, en cierto
modo, contradictorias:
− La aproximación biomecánica.
− La aproximación del neurodesarrollo.
Aunque las dos propuestas se basan en la fisiología, cada una utiliza una base
diferente de conocimientos cuyas técnicas de intervención son mutuamente exclu-
yentes. Este concepto debe quedar lo suficientemente claro en la actuación del te-
rapeuta ocupacional, pues es él quien debe tomar la opción o modelo a seguir en la
intervención de sus pacientes.
Para el desarrollo de este módulo, se presenta sólo la propuesta de neurodesarro-
llo por su inferencia en la intervención pediátrica.
Aproximación de neurodesarrollo: estos supuestos teóricos se han venido utilizando
para establecer una serie de relaciones basadas en las distintas técnicas de facilitación
neuromuscular y los principios de integración sensorial, que tienen una base argu-
mentativa sobre el desarrollo. Se han usado distintas variaciones para dar respuesta a
la intervención de los desórdenes físicos, psiquiátricos y desventajas mentales.
El objetivo es promover el avance de los escolares a través del incremento pro-
gresivo de habilidades en cada una de las etapas del desarrollo infantil, en estrecha
consideración con la capacidad diferencial de cada individuo para percibir y re-
accionar concreta y acertadamente ante las demandas del medio ambiente. En la
propuesta se enfatiza el reconocimiento de una fuerte interacción entre la entrada
sensorial y la respuesta motora. Por ende, en la terapia se utilizan actividades sen-
soriomotrices que estimulan la sensación, la percepción y la propiocepción, para
alcanzar o incrementar el nivel general de actividad cuando se encuentra alterado o
retardado.
Se plantea el uso de este modelo adaptándolo y modificándolo en consideración
al carácter integral y reactivo de cada persona, en el cual un déficit o alteración en un
área o comportamiento afectará directa o indirectamente las demás áreas. Por tanto,
ésta es una propuesta organística con una perspectiva amplia y generalizada, pero
que una visión restringida puede convertirla en reduccionista.
178
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
APROXIMACIÓN APROXIMACIÓN
Y TÉCNICAS Y TÉCNICAS
BIOMECÁNICAS NEURODESARROLLO
SUPERINTENDENCIA BIOLÓGICA
TE
LA HOMEOSTASIS
N
MO
BIE
VIM
AM
IEN
DIO
Sistema
TO
ME
Sistema
digestivo
DE
reproductor
EL
y urinario
NT
SD
RO
NE
DE
Sistema CIO
LM
intersegmentario
LA
ED
RE
IO
NY
AM
CIÓ
BIE
EP
NT
RC
E
PE
179
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
TIEM
PO
Lógic
l o-
sica Ma
Mu tem
RA
áti
TU
ca
CUL
Self
transaccional
Lingüística
Espacial
Mo nsam
de
ltip as
mu genci
dal
pe
les
ida iento
li
des
Inte
O
ITIV
CON
N
l
ra
G
Pe po
EX
CO
rs ona cor
ic o-
T
l
O
Cinét
O
OLL
SARR
DE
180
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
desarrollo infantil. Las siglas del modelo representan tres componentes clave a con-
siderar para poder entender y promover el desarrollo infantil (figura 2.12):
− Diferencias: consiste en entender la etapa de desarrollo socioemocional o “fun-
cional” en que se encuentra el niño.
− Individualidad: consiste en entender las diferencias individuales que cada niño
aporta al momento de interactuar.
− Relaciones: consiste en entender los patrones relacionales que afectan la interac-
ción del niño con sus padres o cuidadores significativos, aspecto que juega un
rol clave para tener oportunidades de organizar los instrumentos del desarrollo
al servicio de conductas comunicativas cada vez más complejas.
MODELO DIR
(Figura 1)
Regulación y atención
Vinculación
Comunicación intencional
Ideas simbólicas
Pensamiento lógico
181
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
INFORMACIÓN DE RESULTADOS
(Feedback)
Entrada
Información Salida
inicial
Procesamiento del organismo
Estímulos Respuesta
(Input) (Output)
182
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
Modelos de servosistemas
Estos son modelos específicamente motores, son más amplios, sirven de marco
explicativo a los procesos de control motor e incluyen los ya citados niveles de pro-
cesamiento de la información. Explican la integración de todos los componentes
anatómicos implícitos en la respuesta motora (músculos, sistema nervioso, recep-
tores sensoriales), y los componentes comportamentales (unidades de información,
niveles de procesamiento). Parten del concepto de incertidumbre o complejidad
informativa (figura 2.14).
La manera como se produce esta integración o actividad conjunta de los com-
ponentes se denomina control del sistema. En ingeniería se definen varias formas
de control, dos de ellas son básicas y polares según se precise (bucle abierto) o no
(bucle cerrado o servosistema) de retroalimentación o información de feedback
para su funcionamiento.
La conducta motora se explica a partir de este modelo en conjunto con el de
procesamiento de la información y, con ello, el control y el aprendizaje motor. En
el mecanismo de referencia se encuentra la información previa (feedfoward), los ob-
jetivos o propósitos para la ejecución correcta del movimiento. El nivel ejecutivo
lo conforman los niveles de procesamiento de la información (identificación del
estímulo, selección y programación de la respuesta).
El nivel efector corresponde a las estructuras físico-biológicas del organismo
que producen el movimiento (sistema nervioso, músculos, articulaciones). La re-
troalimentación (feedback) puede venir tanto de la información propioceptiva (inter-
183
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
OBJETIVOS
(Feedback)
SISTEMAS SENSORIALES
Procesamiento
MECANISMO EFECTOR
Sistema motor
184
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
185
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
El esquema gráfico del modelo representa las tres variables que interactúan en
el desempeño del escolar: las capacidades personales, las demandas escolares y el
contexto socio cultural y espacio temporal. Estas tres variables tienen su fuente ope-
rativa en las áreas del desempeño: escolaridad, juego y cuidado personal. El entorno
general en el que se moviliza el desempeño ocupacional del escolar lo enmarca por
un lado: la persona, la sociedad, el ambiente; y por el otro, los componentes de toda
acción humana: sensorial, motor, cognoscitivo, socioafectivo, psicoemocional.
186
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
187
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Razonamiento científico
Este tipo de razonamiento incluye el proceso de valoración del escolar, en el cual el
terapeuta ocupacional utiliza pruebas de evaluación, resultados de investigación, la
experiencia y los conocimientos previos que pueden ayudar a determinar las carac-
terísticas de cada caso. Es decir, este razonamiento se utiliza para comprender las
condiciones que pueden estar afectando al niño y a la familia (Schell, 2003).
Según lo plantea el MEN (2004) la práctica educativa debe incluir el acceso al
razonamiento científico, la cultura que permita comprender el significado de los
grandes descubrimientos que, en un siglo, han cambiado completamente la manera
como los hombres abordan todos los aspectos de la vida y la sociedad: desde la
tecnología para resolver los problemas materiales hasta la manera de abordar las
ciencias sociales.
Schell (2003), Dunn (1997), y Christiansen y Baum (1997) plantean una serie de
interrogantes que permiten ilustrar este tipo de razonamiento, los cuales se presen-
tan en el cuadro adjunto.
188
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
Razonamiento pragmático
Se utiliza el razonamiento pragmático para comprender las cuestiones prácticas
que pueden tener un impacto sobre la situación de la persona y la familia (Schell,
Crepeau y Cohn, 2003). Permite incorporar ideas relacionadas con las estrategias
realistas de intervención. En la hoja de cálculo que se desarrollará a continuación
se plantean preguntas de razonamiento pragmático, y se buscan respuestas a través
del material del caso.
Razonamiento ético
El razonamiento ético se utiliza para asegurarse de que selecciona la opción correc-
ta, las decisiones moralmente defendibles, independientemente de las presiones de
otras fuentes (Schell, 2007). El razonamiento ético introduce las consideraciones de
lo que “debería” hacerse para apoyar al niño y a la familia. En la siguiente hoja se
plantean preguntas guía de razonamiento ético, y que tendrán en cuenta las cuestio-
nes éticas que podrían plantearse en un caso como éste.
189
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
¿Qué modelo ¿De qué ¿Qué ¿Qué le Cuando los ¿Se dispone
de práctica recursos preocupaciones interesa al recursos son de los
debe dispone la prácticas se niño? ¿Qué le limitados recursos y
utilizarse para familia? tienen acerca es divertido? ¿cómo puede ambientes
mejorar el de dónde deben usted priorizar para el niño y
rendimiento? ser prestados los servicios? lo que se
los servicios? propone
lograr?
¿Qué ¿Cuáles son las ¿Cuáles con las ¿Cuáles son ¿Qué acción ¿Cómo
estrategias de preocupaciones limitaciones en los juegos y se puede puede el
intervención de la familia? el tiempo las tomar cuando terapeuta
deben disponible para actividades se observa ayudar a la
utilizarse para el servicio? favoritas del una situación familia a
mejorar el niño? en la que el lograr las
rendimiento? tratamiento expectativas
es injusto o o los sueños
pobre? que tiene
para su hijo?
Conclusiones
El desarrollo profesional y los fundamentos teóricos sobre los cuales giran las prác-
ticas del terapeuta ocupacional en el campo educativo, referidos en el capítulo 2,
son una constante en los programas de intervención para la población escolariza-
da con y sin necesidades educativas especiales. El panorama conceptual expuesto
permite al profesional seleccionar los argumentos requeridos para responder a las
particularidades de cada situación reportada en la práctica. Seleccionar el conoci-
miento adecuado a cada situación es un desafío y una responsabilidad que afronta
permanentemente el profesional. Frente a ello, el capítulo avanzó en la selección y
descripción de los modelos teóricos más relevantes en las prácticas basadas en la
escuela, reportados en la literatura internacional.
En la dinámica nacional –dando cuenta de las particularidades culturales, los
lineamientos educativos y los resultados alcanzados en los programas tradiciona-
les– se desarrolla un modelo centrado en el desempeño ocupacional del escolar, el
cual integra el saber disciplinar, el trabajo colaborativo y la realidad de la escuela en
un patrón de actuación que valora la diferencia, aborda las necesidades educativas
especiales o no, enmarcadas en la cultura y los contextos diferenciales, y ejemplifica
la integración teórico-práctica.
Este desarrollo permite avanzar al siguiente capítulo que se encargará de iden-
tificar las particularidades del diagnóstico en terapia ocupacional en el sector edu-
cativo.
Referencias
Álvarez, L. (1994a). Terapia ocupacional en el sector educativo colombiano. Una perspectiva
histórica y de modernización. Revista Ocupación Humana, 3(5), 9-17.
190
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
191
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Ayres, A.J. (1989). Sensory integration and praxis test. Los Ángeles, CA: Western Psycological
Services.
Bandura, A. (1993). Teoría del aprendizaje social. Madrid: Espasa.
Bargh, J.A. y Chartrand, T.L. (1999). The unbearable automaticity of being. American Psychol,
54, 462-79.
Barnes, K.J. y Turner, K.D. (2001). Team collaborative practices between teachers and occu-
pational therapists. American Journal of Occupational Therapy, 55, 83-89.
Bartlet, F.C. (1952). Remenbering. A study in experimental and social psychology. Cambridge: Cam-
bridge University Press.
Bennett, M. (1999, 15 de Septiembre). The early history of the synapse. From Plato to She-
rrington. Brain Res Bull. Revista Chilena de Pediatría, 50(2), 95-118.
Bernstein, N. (1967). The coordination and regulation of movement. Londres: Pregmano. Press.
Bobath, K. (1993). Apuntes de las conferencias de los cursos de 8 semanas. Londres: The Bobath
Centre.
Bobath, K. y Bobath, B. (1987). Desarrollo motor en distintos tipos de parálisis cerebral. Buenos
Aires: Panamericana.
Bobath, K. y Bobath, B. (1976). Bases neurofisiológicas del tratamiento de parálisis cerebral. Buenos
Aires: Editorial Panamericana.
Bobath, K. y Bobath, B. (1987). Desarrollo motor en distintos tipos de parálisis cerebral. Buenos
Aires: Panamericana.
Brooks (1986). The role of teaching-learning strategies and feedback- corrective. Thorofare: Slak.
Bruner, J. (1972). Hacia una teoría de la instrucción. La Habana: Ediciones Revolucionarias.
Bruner, J. (1988). Realidad mental y mundos posibles. México: Gedisa.
Bruston, R. (1975). De la méthode du docteur Vittoz a la psychologie des profondeurs. París: Epi.
Bundy, A. (1995). Assessment and interventionn in school-based practice. Answering ques-
tions and minimizing discrepancies. Physical & Occupational Therapy in Pediatrics.
Bundy, A., Fairbairn, M.L. y Davidson, I.F. (1993). Predicting length of service provision
in school-based occupational therapy a pilot study. The Occupational Therapy Journal of
Research, 10, 300-320.
Byl, N. (1997). Neuroplasticity: applications to motor control. En P. Montgomery y B.H.
Connolly (Eds.). Clinical Applications for Motor Control (pp. 79-109). Thorofare,: Slack In-
corporated.
Card, S., Moran, T. y Newell, A. (1983). The psychology of human-computer interaction. Hillsdale:
Lawrence Erlbaum Associates.
Case-Smith y Rogers, J. (2005). School-based occupational therapy. Occupational Therapy of
Children. St. Louis, Missouri: Elsevier Mosby.
192
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
193
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Dahl, M., Thommessen, M., Rasmussen, M. y Shelberg, T. (1996). Feeding and nutritional
characteristics in children with moderate or severe cerebral palsy. Acta Pediatrics, 85, 697-
701.
Damas, J.S., Moreno, F.J., Ávila, F., García, J.A., Luis, V., Reina, R. y Ruiz, A. (2003). Contex-
tual interference in learning precision skills. Perceptual and Motor Skills, 97. 121-128.
Damasio, A.R. y Damasio, H. (1992). Brain and language. Sci.Am. 267, 88-95.
Davis, J. y Polatajko, H. (2004). Occupational development. En C.H. Cristiansen y E.A.
Towsend (Eds.). Introduction to occupation. The art and science of living (pp. 91-120). Upper
Saddle River: Prentice Hall.
Díaz, F.O. (2002). Lineamientos para la atención a las personas con discapacidad. Dirección de
Calidad de la Educación. Bogotá: Ministerio de Educación Nacional.
Díaz, G. (1994). El desarrollo social. Modelo bienestar escolar. Documento sin publicar.
Dudgeon, C. y Greenberg, H.F. (1998). The essentials and guidelines for an accredited edu-
cational program for the occupational therapy assistant (AOTA, 1991b) and standards
for occupational therapy. American Journal of Occupational Therapy, 52, 801-809.
Dunn, W. (1990). The sensory components of performance. En C. Cristiansen y C. Baum
(Eds.). Human performance deficits. Thorofare: C.B. Slack Incorporated.
Dunn, W. (1991). Uniform terminology for occupational therapy. Pediatric Occupational Thera-
py (2nd Ed.) (pp. 371-376). Thorofare: Slack Incorporated.
Dunn, W. (1995). A comparison of service provision models in school-based occupational
therapy services: a pilot study. Occupational Therapy Journal of Research. 10(5), 300-320.
Dunn, W. (1997). Implementing neuroscience principles to support habilitation and reco-
very. En C. Christiansen y C. Baum (Eds.). Occupational Therapy: Enabling Function and
Well-Being (2nd Ed.) (pp. 186-232). Thorofare: Slack Incorporated.
Elieson, S.W. y Papa, F.J. (1994). The effects of various knowledge formats on diagnostic per-
formance. Academic Medine: Clinical Trial: Journal Article Randomized Controlled, 69. Ins. 10.
Erchul, W.P. (1999). Applying distributed cognition to inter-professional collaboration: implications for
research and practice.
Erchul, W.P. y Martens, B.K. (2002). School consultation: conceptual and empirical bases of practice
(2nd. Ed.). Nueva York: Kluwer Academic Publishers.
Erikson, E.H. (1963). Childhood and society. Nueva York: W.W. Norton.
Erikson, E.H. (2006). Las etapas psicosociales. Psicosociología. Personalidad: formación.
En: Acuña-Ruiz, A. y Oyuela, R. Diferencias en los prejuicios frente a la homosexualidad mascu-
lina en tres rangos de edad. Psicología Caribe 18, 58-88.
Eva, K.W. (2002). The aging physician: Changes in cognitive processing and their impact on
medical practice. Academic Medicine Journal, 77, 1-6.
Eva, W.K. (2004). What every teacher needs to know about clinical reasoning. Medical Educa-
tion, 39, 98-116.
194
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
Fairbairn, M.L. y Davidson, I.F (1993). Role perception. Special needs students. Teacher
attitudes. Canadian Journal of Occupational Therapy, 60(4), 185-91.
Fairbairn, M.L. y Davidson, I.F. (1993). Teachers perceptions of the role and effectiveness
of occupational therapists in schools. Canadian Journal of Occupational Therapy, 60, 185-
191.
Feldman, R. (1999). Las diferencias entre las categorías de sensación y percepción. Funda-
mentos del diseño. Buenos Aires: Editorial Víctor Leru.
Filippi, C., Lin, D., Tsiouris, A., Watts, R., Packard, A., Heier, L. y Ulug, A. (2003). Diffusion-
tensor MR imaging in children with developmental delay: preliminary findings. Radiology,
229(1), 44-50.
Fisher, A. y Murray, E. (1991). Introduction to sensory integration theory. Philadephia: F.A. Davis
Company.
Fitts, P.M. (1954). The information capacity of the human motor system in controlling the
amplitude of movement. Journal of experimental psychology, 47, 381-391.
Fleishman, E.A. (1964). The estructure and measurement of physical fitness. Englewood Clifs: Pre-
tince-Hall.
Fletcher, R., Fletcher, S. y Wagner, E. (1998). Clinical Epidemiology: The Essentials (2nd Ed).
Baltimore: Williams & Wilkins.
Freud, S. (1938). El psicoanálisis clásico. Buenos Aires-Madrid: Amorrourto Editores.
Gardner, H. (1983). Inteligencias múltiples. Barcelona: Paidós.
Giangreco, M.F. (1995). A fundational component of effective education for students with
disabilities. Physical & Occupational Therapy in Pediatrics, 15(2), 47-67.
Giangreco, M.F. (1995). Delivery of therapeutic services in special education programs for
learners with severe handicapped. Physical and Occupational Therapy in Pediatrics, 6(1), 5-
15.
Gilfoyle, E.M., Grady, A.P. y Moore, J. (1990). Children adapt. Paperback.
Gnanasekaran, L. (2007). Neuropsicología para terapeutas ocupacionales: Cognición en el rendimiento.
Londres: Universidad de Brunel. Departamento de Terapia Ocupacional.
Gong, R. y Elkerton, J. (1990). Designing minimal documentation using the GOMS model. A usa-
bility evaluation of an engineering approach. CHI 90 Proceedings. Nueva York: Association for
Computing Machinery.
Good, H. y Wilburn, M. (1989). Educación superior: desarrollo del universitario. En T.
House, (Ed.). Enciclopedia Internacional de Educación, Vol. 4 (pp. 1955-1959). Barcelona,
España: Vicens Vives.
Graham, D., Kennedy, D., Phibbs, C. y Stewart, D. (1990). Position paper on occupational therapy
in schools. Ottawa, Canadá: Editorial.
Graham, S. y Miller, B. (1990). Where does handwriting fit in? strategies to support academic
achievement. Intervention in School and Clinic, 44(4), 223-228.
195
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Graham, S., Harris, K.P. y Fink, B. (2000). Is handwriting causally related to learning to
write. Treatment of handwriting problems in beginning writer. Journal of Educational
Psychology, 620-633.
Green, D. M. y Swets, J.A. (1996). Signal detection theory and psychophysics. Nueva York: John
Wiley and Sons.
Greene, P.H. (1972). Problems of organization of motor systems. En R. Rosen y F.M. Snell
(Eds.). Progress in theoretical biology. Nueva York: Academic Press.
Greenspan, S.I., DeGangi, G. y Wieder, S. (2001). The Functional emocional Assessment
Scale (FEAS) for Infancy and Early Childhood. Interdisciplinary Council on Develop-
mental and Learning Disorders, ICDL. En www.icdl.com.
Greenspan, J. (1992). Infancy and Early Childhood: The Practice of Clinical Assessment and Inter-
vention with Emotional and Developmental Challenges. Madison, CT: International Universities
Press.
Greenspan, J. (1997). Developmentally Based Psychotherapy. International Universities Press.
Greenspan, J. y Driscoll’s. (1981). Model of Personal Competence. En Sternberg, R. Practical
intelligence in everyday life. Published by de Press syndicate of de University Cambridge.
(pp 91-101).
Greenspan, S. y Granfield, J.M. (1992). Reconsidering the construct of mental retardation:
Implications of a model of social competence. American Journal on Mental Retardation, 96
(4), 442-453.
Gutiérrez, J. (1996). Diagnóstico y enfoque ocupacional de los problemas de aprendizaje.
Revista Ocupación Humana, 3(6), 54-64.
Gutkin, T. (1999a), Models for including occupational therapy in school settings. The Oc-
cupational Therapy Journal of Research, 10, 300-320.
Gutkin, T. (1999b). School-based consultation theory and practice. The Occupational Therapy
Journal of Research, 10, 300-320.
Gutkin, T. y Curtis, M.J. (1999). School-based consultation theory and practice. Papeles del
Psicólogo. 31(1).
Hagedorn, R. (1997). Occupational therapy: Perspectives and processes. (2a ed). Edinburgh: Churchill
Livingstone.
Hauser, M.D., Chomsky, N., y Fitch, W.T. (2002). The faculty of language: what is it, who
has it, and how did it evolve? Science 298, 1569-1579.
Hebb, D.O. (1985). Iniciación a la neuropsicología. Ohio: Hall Press.
Henry, F.M. (1960). Influence of motor and sensory sets and speed of discrete movements.
Research Quarrterly, 31, 459-468.
Herrick. (1924). Aprendizaje y comportamiento. Nueva York: Henry Holt.
Hick, W.E. (1952). On the rate of gain of information. Quartery Journal of Experimental Psy-
chology, 4, 11-26.
196
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
Higgings, L. (1977). Human movement: an integrated approach. Dubuque: The C.V. Mosby Co.
Hirscheld. (1992). Desarrollo del control del feed-forward a práctica de un movimiento. Teoría
y práctica fisioterapia.
Hubel, D. y Wiesel, T. (1970). The period of susceptibility to the physiological effects of
unilateral eye closure in kittens. Journal of Physiology, 122(2), 206-211.
Hull, C.I. (1943). Principles of behavior. Nueva York: Appleton-Century.
Humphry, R. (2002). Young children’s occupations: explicating the dynamics of the devel-
opmental processes. American Journal of Occupational Therapy, 56, 171-179.
Hutchinson, A. (2007). Designing learning experiences that lead to critical thinking and
enhanced clinical reasoning. American Journal of Occupational Therapy.
Hyman, R. (1953). Estimulus informations as a determinant of reactions. Journal of experi-
mental psychology, 45, 188-196.
Idol, L., Nevin, A. y Paolucci-Whitcomb, P. (1994). Including students with severe disabili-
ties in general education settings. The Journal of Physical Education.
Jackson, W.H. (1870). Técnicas electrofisiológicas del cortex. Westcliffe, Colorado.
Johnson-Laird, P.N. (1993). La théorie des modèles mentaux. En: M.F. Ehrlich, (Ed.). Les
modèles mentaux. París: Masson.
Johnson, A., Goddard, O. y Ashurst, H. (1990). Is late walking a marker of morbidity? Ar-
chives of Disease in Childhood, 65(5), 486-8.
Kabat, H. (1959). El método Kabat. Barcelona: Masson.
Kalil, R.E. (1989). Synapse formation in the developing brain. Scientific American, 260, 76-
86.
Kampwirth, J. (2006). Consultation, collaboration, and teannvork for students with special
needs. The Praeger Handbook of Special Education Boston. Boston: Allyn & Bacon.
Kellegrew, D. y Allen, D. (1996, octubre). A full-inclusion model adopted by the Moorpark
Unified School. American Journal of Occupational Therapy, 50(9), 718-24.
Kemmis, B.M. y Dunn, W. (2006). School-based occupational therapy for children with fine
motor difficulties. Physical and Occupational Therapy in Pediatrics, 26(3), 89-110.
King, G., McDougall, J., Tucker, M.A., Gritzan, J., Malloy-Miller, T., Alambets, P., Cunning, D.,
Thomas, K. y Gregory, K. (1999). An evaluation of functional, school-based therapy services
for children with special needs. Physical and Occupational Therapy in Pediatrics, 19(2), 5-29.
Kohlberg, L. (1978). Revision in the theory and practice of moral development. New Direc-
tions in Child Development 2, 83-87.
Kohut, H. (1971). The analysis of the self. Nueva York: International Universities Press.
Kolb, B. y Willisaw, I.Q. (1990). Fundamentals of human neuropsycological studies. Nueva York:
W.H. Freeman.
Krystal, H. (1988). Integration and self healing: Affect-Trauma-Alexithymia. The Analytic
Press, 383.
Laffitte, R. (1991). Evaluación y desarrollo profesional del docente universitario: dos face-
tas de la mejora institucional. III Jornadas de Didáctica Universitaria Las Palmas de Gran
Canariam, España.
197
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Laurie, L. (1998). An illustration of clinical work with a liberian refugee. American Journal of
Occupational Therapy, 26(3), 89-110.
Lave, J. y Wenger, E. (1991). Situated Learning: Legitimate peripheral participation. Cambridge:
Cambridge University Press.
Lave, J. (1997). The culture of acquisition and the practice of understanding. En D. Kirshner
y J.A. Whitson (Eds.). Situated cognition. Social, semiotic and psychological perspectives (pp. 17-
35). Mahwah: Lawrence Erlbaum.
Law, M., Missiuna, C., Pollock, N. y Stewart, D. (2001). In occupational therapy for children.
St.Louis: Elsevier Mosby.
Law, M., Missiuna, C., Pollock, N. y Stewart, D. (2005). Foundations for occupational thera-
py practice with children. Occupational Therapy for Children. Columbus, Ohio: Elsevier.
Le Boulch, J. (1992). Hacia una ciencia del movimiento humano. Barcelona: Paidós.
Le Gall, A. (1961). Le redressement de certaines déficiences psychologiques et psycho-pédagogique par
l’appareil à effet Tomatis. París: Secrap.
Lenn, N. (1998). Plasticidad y regeneración cerebral. Revista Chilena de Pediatría, 2(13), 505-
515.
López, C. y Perozo, A. (1998). Orientación ocupacional para estudiantes de grado décimo.
Revista Ocupación Humana, (8)1, 813-94.
Lujan R. y Shigomoto (2005). Glutamate and GABA receptor signaling in the developing
brain. Revista Neurociencias, 130(3), 567-580.
Lyons. B.G. (1984). Defining a child’s zone of proximal development. Evaluation process
for treatment planning. American Journal of Occupational Therapy, 38, 446-451.
Mandin, H., Jones, A., Woloschuk, W. y Harasym, P. (1997). Helping students learn to think
like experts when solving. Medical Education, 43(12), 188-198.
Maroda, K. (1991). Seduction, surrender and transformation. Hillsdale: The Analitic Press Inc.
Martínez Solís, R. (2002). El movimiento humano en la enseñanza. Guadalajara: MEN.
Matlin, M. y Foley, H. (1996). Sensación y percepción. México: Prentice Hall.
Maya, M., Tobón, M. y Lizarazo, R. (1996). Modelo de pedagogía participativa para los pro-
gramas de educación preescolar. Revista Ocupación Humana, 4(6), 50-60.
Mayer, R.E. (1997). Multimedia learning: are we asking the right questions? Educational Psy-
chologist, 32, 1-19.
McCloskey, D.I. (1988). Kinesthesia, kinestehetic perception. En J. Wolfe. (Ed.). Sensory sys-
tem II: senses other than vision (pp. 36-38). Boston: Birhauser.
Medina, A. (1998, 10-13 noviembre). Organización de la formación y desarrollo profesional
del docente universitario. V Congreso Interuniversitario de Organización de Instituciones Educa-
tivas (pp. 697-790). Madrid.
Murray, E., Cermak, S.A. y O`Brien, V. (1989). The relationship between form and space
perception construccional abilities and clumsiness in children. American Journal of Occu-
pational Therapy, 44, 623-627.
Muzaber, L. y Schapira, I. (1996, septiembre). Espasticidad. 1ª Jornada de Actualización en
Rehabilitación. Buenos Aires. Revista Hospital Materno Infantil Ramón Sardá.
198
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
Nashner, L., Woollacott, M.H. y Tuma, G. (1979). Organization of rapid responses to pos-
tural and locomotor-like perturbations of standing man. Exp. Brain es. 36, 463-476.
Nochajski, S.M. (2001). Collaboration between team members in inclusive educational set-
tings. Occupational Therapy in Health Care, 15 (3-4), 101-112, 2001.
Oña, A. (1999). Comportamiento motor. Bases psicológicas del movimiento humano. Granada: Univer-
sidad de Granada.
Ortiz, J. (1997). La integración escolar del excepcional: complejidades y posibilidades. Revista
pedagógica y saberes. Educación Especial, 9, 19-28.
Pérez, G. y Sara, E. (2002). Algunos factores influyentes en el desarrollo del lenguaje. Un set
de diagnóstico. Aula de Innovación Educativa, 115, 19-23.
Peters, J. (2007). A review of undergraduate training in child and adolescent mental health.
Responding to disruptive behaviour in schools. American Journal of Occupational Therapy.
Piaget, J. (1952). El origen de la inteligencia en el niño. Madrid: Aguilar.
Piaget, J. (1971). Psycology and epistemology: towards a theory of knowledge. Nueva York: Viking
Press.
Piaget, J. y Lakatos, I. (1971). History of science and its rational reconstruction. En: R.C.
Buck y R.S. Cohen (Eds.). Boston Studies in the Philosophy of Science (pp. 91-146). Boston,
Estados Unidos: Reidel.
Polatajko, H., Macnab, J., Anstett, B., Maloy Miller, T., Murphy, K. y Ynoh, S. (1995). A clini-
cal trial of the process oriented treatment approach for children with developmental
coordination disorder. Developmental Medicine and Child Neurology, 37, 310- 319.
Pollitt, E. (2000). Developmental sequel from early nutritional deficiencies: conclusive and
probability judgments. Journal of Nutrition, 130, (350-353). Recuperado el 14 abril de
2005, de http://www.nutrition.org/cgi/content/full/130/2/350S
Porger, S.W. (1993). The infant’s sixth sense: Awareness and regulation of bodily processes.
Zero to Three, 14(2), 12-16.
Posner, M.I. (1969). Reduced attention and the performance of automated movements.
Journal of motor behavior, 1, 245-258.
Poulton, E.C. (1957). On prediction in skilled movement. Psycological Bolletin, 54, 467-478.
Powel, N.J. (1994). Content for educational programs in school-based occupational therapy
from a practice perspective. American Journal of Occupational Therapy, 48(2), 130-7.
Pozo, J.I. y Gómez, M.A. (1998). El aprendizaje de conceptos científicos: del a aprendizaje
significativo al cambio conceptual. Aprender y enseñar ciencia. (pp. 84-127). Madrid: Mo-
rata/MEC.
Rainforth, B. (2002). The primary therapist model. Addressing challenges to practice in spe-
cial education. Physical and Occupational Therapy in Pediatrics, 22(2), 29-51.
Rainforth, B. y Whitwort, J. (1994). Team collaborative practices between teachers and occu-
pational therapists. American Journal of Occupational Therapy, 55(1), 83-9.
199
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Rainforth, B., York, J. y Macdonald, C. (1992). Collaborative teams for students with severe disabili-
ties: Integrating therapy and educational services. Baltimore: Paul H. Brookes Publishing Co.
Rainville, E.B., Cermack, S.A. y Murray, E.A. (1996). The primary therapist model. Addres-
sing challenges to practice in special education. Physical and occupational therapy in pediatrics,
22(2), 29-51.
Reid, D., Chiu, T., Sinclair, G. y Wehrmann, S. (2006). A study of the Occupational Therapy
School-Based Consultation (OTSBC) service. Journal Special, 73, 215-224.
Reid, D., Chiu, T., Sinclair, G., Wehrmann, S. y Naseer, Z. (2006) Integrating occupational
therapy services in a kindergarten currículo: a look at the outcomes. American Journal of
Occupational Therapy.
Reid, D., Chiu, T., Sinclair, G., Wehrmann, S. y Naseer, Z. (2006). Outcomes of an occupa-
tional therapy school-based consultation service for students with fine motor difficul-
ties. Canadian Journal of Occupational Therapy, 73, 215-224.
Reigeluth, C.M. y Stein, F.S. (1983). The elaboration theory of instruction. En C.M. Reige-
luth (Ed.). Instructional design theories and models: an overview of their current states. Hillsdale:
Lawrence Erlbaum.
Rojas, V. (2005). Clínica de neurofeedback. Bogotá: Info Shop.
Romero, A. (1994). El desarrollo comunicativo. Modelo Bienestar Escolar. Bogotá: CINDE.
Royeen, C.B. (1996). A problem-based learning currículo for occupational therapy educa-
tion. Canadian Journal of Occupational Therapy, 54(5), 243-248.
Royeen, C.B. y Marsh, D. (1988). Promoting occupational therapy in schools. American Jour-
nal of Occupational Therapy, 42, 713-17.
Sánchez, N.J. (1992, julio-diciembre). El desarrollo profesional del docente universitario.
Informe de la Comisión del Ministerio de Educación España. Revista Universidades, 22,
de www.unam.mx/udual/Revista/22/DesarrolloProfesional.htm.
Schell, B. (2007). Clinical reasoning for occupational therapy. Philadelphia: Wolters Kluwer Heal-
th/Lippincott Williams & Wilkins.
Schell, B., Crepeau, E. y Cohn, E. (2003). Práctica de la terapia ocupacional. En E. Crepeau,
E. Cohn, B. Schell (Eds.). Terapia Ocupacional de Willard & Spackman (10ma Ed.) (Capitulo
3-sección I). Madrid: Editorial Panamericana.
Schell, J.W. y Schell, B.A. (2003). Clinical and professional reasoning in occupational therapy. Phila-
delphia: Wolters Kluwer Health/Lippincott Williams & Wilkins.
Schilling, D.L., Washington, K., Billingsley, F.F. y Deitz, J. (1990). Classroom seating for chil-
dren with attention deficit hyperactivity disorder: therapy balls versus chairs. American
Journal of Occupational Therapy, 57(5), 534-541.
Schmidt, R.A. (1975). A schema theory of discrete motor skill learning. Psycological review, 82,
225-260.
Schmidt, R.A. (1988). Motor control and learning. Champaign, Illinois, Estados Unidos: Human
Kinetics.
Schmidt, R.A. (1991). Learning and motor performance: from principles to practice. Champaign: Hu-
man Kinestics.
200
Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE): terreno conceptual y modelos para la práctica en educación
Schmidt, R.A. (1991). Motor learning principles for physical therapy. Foundation for Physical
Therapy. Contemporary Management of Motor Control Problems: Proceedings of the II-STEP Con-
ference. Alexandria, VA: Foundation for Physical Therapy.
Schmidt, R.A. (1986, 1988, 1992). Motor control and learning. A bevioral emphasis. Cham-
paing, II. Human Kinestic. Revista Motricidad, 4, 97-111.
Schore, A.N. (1994). Affect regulation and the origin of the self: the neurobiology of emotional develop-
ment. Hillsdale: Lawrence Erlbaum.
Shapiro, J. y Emde, G. (1991). Psiconálisis y desarrollo afectivo. Relational Psychoanalisis, 2,
122-144.
Sherrington, C.S. (1857-1906). The integrative action of the nervous system. New Haven: Yale
University Press.
Sherrington, C.S. (1913). Reflex inhibition as a factor in the co-ordination of neurvements
and postures. Quarterly Journal of Experimental Physiology, 251-310.
Shirley. (1931). Desarrollo motor y psicomotricidad. Educación infantil. Locomoción. Re-
vista Fuentes, 8.
Skinner, B.F. (1971). En R. M. Tarpy (Ed.). Aprendizaje: teoría e investigación contemporáneas.
(2003) México: McGraw Hill.
Slee. (2001). The occupational therapist stated. Even on the playground, the confidence is
there. South African Journal of Education, 5, 167-177.
Spencer, J., Hersch, G., Eschenfelder, V., Fournet, J. y Murray-Gerzik, M. (1999). Outcomes
of protocol-based and adaptation-based occupational therapy interventions for low-
income elderly persons on a transitional unit. American Journal of Occupational Therapy,
53(2), 159-170.
Spencer, J., Wilkes, M. y Gill, P. (2006). Learning and teaching in the clinical environment.
British Medical Journal, 326(20), 591-594.
Spencer, K.C, Turkett, A., Vaughan, R. y Koenig, S. (2006). School-based practice patterns:
a survey of occupational therapists in Colorado. American Journal of Occupational Therapy,
60(1), 81-91.
Stolorow, R.D. y Atwood, G.E. (1992). Contexts of being: The intersubjective foundations of psycho-
logical life. Hillsdale: The Analytic Press.
Stolorow, R.D., Brandchft, B. y Atwoot, G.E. (1987). Psychoanalytic treatment: an intersubjective
approach. Hillsdale: Analytic Press.
Stromswold, K. (1995). The cognitive and neural bases of language acquisition. The cognitive
neurosciences. M. Gazzaniga (Ed.). MIT Press. En: ttp://ruccs.rutgers.edu/forums/In-
tro_to_Cognitive_Science Cognitive and Neural Aspects.pdf.
Sugden, D.A. y Sugden, L. (1990). The assessment and management of movement skill problems.
Leeds: School of Education.
Sullivan, H.S. y Reichmann, F. (1953). Modelo interaccional. Massachusets: Mental Research
Institute.
Tardieu, H. y Cavazza, M. (Eds). Les modèles mentaux. Approche cognitive des representations. París:
Masson.
201
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Thorndike, E. (1949). The man and his career. The American Journal of Psychology.
Trujillo, A., Álvarez, L., Torres, M. y Zapata, T. (1990). Modelo conceptual de renovación curricular
para la carrera de terapia ocupacional. Documento multicopiado. Bogotá: Universidad Na-
cional de Colombia.
Trujillo, R.A. (1995). Desempeño ocupacional realizante: un modelo sobre los propósitos de la terapia
ocupacional. Revista Ocupación Humana, 6(2), 13-22.
Turvey, M.T. (1977). Preliminaries to the theory of action with reference to vision. En R.
Shaw y J. Bransford (Eds.). Perceiving, acting, and knowing. Hilldale, NY: Erlbaum.
Universidad Nacional de Colombia. (2004). Informe Final PAIE. Bogotá: Facultad de Medici-
na. Departamento de la Ocupación Humana, Universidad Nacional de Colombia.
Unsworth, C.A. (2004, 1 de enero). Clinical reasoning: how do pragmatic reasoning, world-
view and client-centredness fit. The British Journal of Occupational Therapy, 67(1), 10-19.
Vansant, A. (1995). Motor control and motor learning. En Ched D., Martin, S (edt). Funtional
movement development across the lifespan. . Philadelphia: WS Saunders.
Voss, D.E., Ionta, M.K. y Myers, B.J. (1996). Facilitación neuromuscular propioceptiva. Buenos
Aires: Panamericana.
Vigotsky, L.S. (1997-2001). Obras escogidas. Madrid: Visor.
Vigotsky, L.S. (1985). Pensamiento y lenguaje. Buenos Aires: Pléyade.
Vigotsky, L.S. (1988). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Interacción entre aprendizaje
y desarrollo. México: Grijalbo.
Vigotsky, L.S. (2001). Pensamiento y lenguaje. Obras Escogidas II. (pp. 10-348). Madrid: An-
tonio Machado Libros.
Watson, D. (2009). A critical examination of school-based occupational therapy collabora-
tive consultation, Canadian Journal of Occupational Therapy, 29, 1-9.
Watson, J. B. (1958). Conductismo. Buenos Aires: Paidós.
Weber y Fechner. (1887). La ley de Weber-Fechner. En: Lionells, M., Fiscalini, J. Mann, C.H., y
Stern, D.B. (Eds.). New Jerser: Analytic.
Zwarenstein, P. y Peterson, C. (2001). Interprofessional collaboration in occupational therapy. Rout-
ledge.
202
Capítulo 3
Evaluación en terapia ocupacional:
del concepto a la concreción
Introducción
El capítulo se desarrolla sobre los fundamentos, los conceptos y la tecnología del
proceso de evaluación en terapia ocupacional. Se suscribe a las condiciones concre-
tas del campo de la educación, de las cuales se deriva un doble significado para la
praxis profesional: la relación con la formación del recurso profesional y la presta-
ción de servicios propios de un programa de intervención escolar.
Enmarca la reflexión sobre los nuevos enfoques y marcos conceptuales que so-
bre evaluación se han renovado para el sistema escolar en general, como conoci-
miento básico dentro del que se movilizan los propósitos, procesos y procedimien-
tos de evaluación en terapia ocupacional en la práctica educativa.
El aporte central del capítulo es el recorrido sobre los instrumentos de evalua-
ción que, al alcance de los terapeutas de habla hispana, responden tanto a la dinámi-
ca conceptual que rige el proceso evaluativo como a la norma que al respecto plan-
tean el Ministerio de Educación Nacional (MEN) y las entidades internacionales. En
este sentido, describe, analiza y ejemplifica el concepto de evaluación en la práctica
de terapia ocupacional en educación.
En el primer aparte de este capítulo se describirán la fundamentación concep-
tual, los propósitos y el proceso de evaluación en terapia ocupacional en educación.
La segunda sección plantea las características y los tipos de ésta. La tercera se en-
carga de los métodos y las medidas en la evaluación y, la cuarta y última, describe
los instrumentos más comúnmente utilizados en la práctica educativa, con apoyo de
evidencia documental.
203
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
204
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
como el instrumento por excelencia para saber qué tan lejos o tan cerca se está de
alcanzar la calidad establecida con los estándares.
Los dos lineamientos mencionados agregan que la evaluación –desde las com-
petencias comunicativa, interpretativa, argumentativa y propositiva en el proceso
docente educativo– ha de acompañarse de las estrategias participativas de coeva-
luación y autoevaluación que permitan al sujeto reconocerse en sus acciones motri-
ces, emocionales e intelectuales bajo un nivel de idoneidad desde la mirada de los
“otros” y desde sí mismo.
205
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
206
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
207
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
208
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
riamente este desafío. Para examinar su desempeño real, este profesional evalúa
habilidades específicas de desarrollo del escolar y analiza cómo su rendimiento se ve
influenciado por las exigencias físicas y las expectativas sociales del medio ambiente:
hogar, escuela y comunidad circundante. Tras seleccionar las áreas de ejecución más
relevantes para el niño y sus cuidadores, el terapeuta evalúa las habilidades funcio-
nales o patrones de rendimiento inherentes al desempeño ocupacional del escolar,
en relación con el contexto, las demandas de las ocupaciones y los factores físicos,
cognitivos y psicosociales que lo pueden afectar.
La evaluación, considerada como uno de los aspectos más complejos de la prác-
tica del terapeuta ocupacional, es definida por la Asociación Americana de Terapia
Ocupacional (AOTA) (por su sigla en inglés American Occupational Therapy Asso-
ciation), como “el proceso de obtención e interpretación de datos necesarios para
el entendimiento de la situación integral del individuo”. En este espacio se propone
exponer el proceso de evaluación utilizado en las prácticas educativas en los últimos
años, desde una posición abierta y sustentada teóricamente, desarrollada con el pro-
pósito central de entender el desempeño del escolar, poder responder y orientar a la
familia al respecto, e interactuar en la escuela. Se apoya en procedimientos, métodos
y medidas diferenciales de la actividad profesional del terapeuta ocupacional.
Al referirnos a evaluación, la selección de pruebas que realiza el terapeuta ocupa-
cional, además de ser válidas y confiables, debe estar relacionada con la recolección
de información pertinente a cada caso particular de estudio. La rigurosa documenta-
ción e interpretación de dichos datos debe contribuir con la importante decisión de
ofrecer el tipo y grado de intervención más apropiado para el niño y la familia.
La evaluación integra cuatro conceptos secuenciales que rigen la dinámica
(Stewart, 2005):
1. La evaluación de un niño es un proceso continuo y dinámico que comienza con
la referencia inicial a terapia y sigue a través de las distintas fases de intervención
y sustenta la decisión de la aceptación o rechazo de la gestión de servicios de
terapia ocupacional.
2. La visión sobre la opinión y prioridades del cuidador del niño debe ser conside-
rada como punto central que conduce todo el proceso de evaluación.
3. Las evaluaciones deben ser válidas desde el punto de vista ecológico y cultural.
4. El resultado de la evaluación debe reflejar la comprensión a profundidad de la
participación del niño en las ocupaciones propias de la infancia, y su significado
para él o ella y para los cuidadores.
El desarrollo de procedimientos de evaluación con población infantil, y en el en-
torno escolar, involucra al profesional en la revisión de los principios sobre técnicas
terapéuticas y educativas que se utilizan en el tratamiento y educación de escolares
con y sin necesidades especiales de aprendizaje. Las habilidades que debe desarrollar
el terapeuta para ser un evaluador competente incluyen la capacidad para:
209
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
210
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
Propósitos de la evaluación
El propósito central del proceso de evaluación es obtener la mayor cantidad y más
confiable información que ayudará a tomar la mejor decisión sobre la intervención.
Por tanto, se exponen las decisiones más usuales que debe tomar el terapeuta a lo
largo de un cuidadoso tamizaje o evaluación comprensiva de los niños que tienen
o están en riesgo de discapacidad. Para la evaluación del escolar se reconocen seis
propósitos básicos:
1. Decidir si el escolar debe ser evaluado comprensivamente.
2. Definir si el escolar es elegible para un programa de intervención por terapia
ocupacional.
3. Desarrollar el proceso diagnóstico del desempeño ocupacional y compartirlo
con el equipo interdisciplinar de la institución a fin de establecer el diagnóstico
integral del escolar.
4. Aportar elementos claros, precisos y confiables para la planificación del plan de
intervención.
211
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
212
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
con los objetivos o las metas del mismo–, es necesario reconocer que la educación
se preocupa, además, por los procesos y materiales –curriculares, pedagógicos y
de apoyo– que pueden dar cuenta del rendimiento escolar y de otros resultados
instruccionales (Briones, 1995). Por otro lado, no es menos cierto que el propósito
básico de encontrar la correspondencia entre objetivos y logros obligó a definir
los primeros en términos operacionales, medibles, con la consiguiente pérdida de
contenidos de aprendizaje que no pueden ser sometidos a esta forma de expresión
cuantitativa. La contraposición a esta desventaja en el proceso de evaluación del
escolar se centra en la clara diferenciación entre “evaluación” y “determinación
de logros terminales”, pues con el énfasis puesto en la posibilidad de modificar el
desempeño de la persona, no es lícito analizar sólo los resultados cuantitativos ni las
características de las personas o el contexto. Finalmente, la evaluación debe integrar
todos los elementos del comportamiento humano en su contexto natural. Por eso,
Guba (1972) enunció que tal vez la mayor desventaja de este enfoque consiste en
que el énfasis en la conducta del estudiante como criterio llevó a que la evaluación
fuera una técnica post-ipso o terminal y, por ende, los datos sólo están disponibles al
final de un largo periodo. En este propósito, la evaluación debe retroalimentar el
proceso para el cual se utiliza: identificar el desempeño del escolar desde sus distin-
tas categorías; reconocer los aprendizajes que ha logrado luego de ser sometido a un
programa curricular; reconocer el efecto de un programa, entre otros.
Para los propósitos del modelo de desempeño ocupacional del escolar, las dos
concepciones de evaluación expuestas arriba llevaron a privilegiar el uso de diseños
experimentales para medir condiciones y características, efectos, recursos y metodo-
logías en logros educativos de muy distinta naturaleza.
Si bien no pretendemos superar las características anotadas, creemos convenien-
te precisar los propósitos de la evaluación, considerada como amplia y flexible, que
permita orientar la práctica del terapeuta desde muy diversos objetivos y coberturas.
De acuerdo con esta intención, entendemos que los propósitos de la evaluación se
centran en:
− Analizar los componentes, la estructura, el funcionamiento y los resultados de
la interacción de la persona con el medio ambiente, con el fin de proporcionar
información sobre su desempeño, de manera que se deriven criterios útiles para
la toma de decisiones en la relación con la administración y el desarrollo de pro-
gramas de intervención.
− Encontrar las alternativas más apropiadas para enfrentar el planteamiento de
acciones que conduzcan a la solución de los problemas identificados.
− Describir el estado, la situación o el nivel de cada uno de los componentes del
desempeño ocupacional del escolar, en especial de aquellos que constituyen fo-
cos de diferencia y que requieren una descripción, además pueden ser de tipo
cualitativo o pueden implicar mediciones.
213
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Proceso de la evaluación
La literatura de terapia ocupacional aporta un amplio y diverso proceso de eva-
luación para el escolar, dentro de unas consideraciones básicas a fin de discutir
la diferencia entre valoración y evaluación (Galvin, 1996). La primera es el pro-
ceso comprensivo de obtención de información acerca del individuo, la familia y
el medio ambiente. Los métodos específicos de evaluación, y la que se da durante
la intervención, son considerados componentes de la evaluación integral. Ésta es
comprensiva cuando la información mensurable, es decir, la base de datos, reunidos
de varias fuentes, es informada de manera objetiva y permite una descripción exacta
214
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
215
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
216
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
217
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
218
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
219
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
cómo los estudiantes integran y otorgan significados a los conocimientos. Este tipo
de evaluación se aplicará a mediados del segundo semestre o al término de éste,
tanto en cursos focalizados como en subsectores determinados.
220
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
221
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
222
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
Evaluación de caracterización
Es el proceso de evaluación inherente a la promoción del desempeño escolar en la
población institucionalizada. Responde al programa de intervención interinstitucio-
nal en los distintos grupos o niveles escolares con la finalidad de estimular el avan-
ce equilibrado del logro escolar y responder con acciones concretar al desempeño
ocupacional en bienestar. Se concibe dentro de la práctica profesional que debe dar
respuesta a la promoción del desempeño escolar en bienestar, dentro de un progra-
ma regular de atención a la diversidad. Implica la atención a toda población esco-
223
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Evaluación de detección
Es la indicada cuando hay sospecha de un riesgo de alteración del desempeño ocu-
pacional del escolar. Su función es reconocer las debilidades o interferencias en éste
y decidir las conductas de atención temprana y oportuna, cuando evidentemente
existe “riesgo de alteración”. Corresponden al programa de “prevención” del des-
empeño ocupacional del escolar, cuya finalidad es evitar interferencias, alteraciones
o complicaciones futuras, además de ofrecer atención oportuna a la diversidad de
necesidades de la población escolarizada. Busca la estabilidad en el rendimiento
de los alumnos, indica que es necesario, en primer lugar, constatar esa condición
de riesgo a través de evaluaciones diferenciales concretas, cuya nominación más
común es la de tamizaje, screening, o pruebas de barrido. Los resultados indican si es
necesario modificar la trayectoria del programa, y si es conveniente implementar en
la práctica educativa una estrategia que ayude a modificar la condición de riesgo lo
antes posible en la vida escolar de los estudiantes, antes de conducir a una situación
de fracaso. Nos referimos a la necesidad de desarrollar principios para la prevención
de éste.
Por consiguiente, el concepto de riesgo se encuentra estrechamente vinculado
al proceso de “prevención”, por tanto, la finalidad de este tipo de evaluación es
identificar las situaciones con mayor riesgo de desarrollar alteraciones o fracaso
en el desempeño. El resultado de ésta permite decidir el tipo de intervención en
el medio escolar. Si el estudiante muestra diferencias en sus procesos madurativos
sensomotores, cognoscitivos, sociales, el programa de intervención se orienta a las
áreas detectadas de riesgo; si muestra niveles superiores de diferencia, la decisión se
orientará a una evaluación diagnóstica diferencial.
Es importante señalar que la condición de riesgo se asocia, por un lado, a la
intervención temprana, lo cual implica, a nivel escolar, que si a los ocho años, todo
224
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
alumno que no haya alcanzado las destrezas razonables en lectura y cálculo debería
disponer de una atención específica (Fullana, 1996). El estudiante que falla en la
educación primaria, arrastra ese déficit el resto de su escolarización: adquiere una
baja autoestima, desarrolla comportamientos desajustados y todo se complica.
Otro resultado de la evaluación de prevención concierne a los escolares que re-
flejan desempeños por encima del promedio del grupo, los cuales son considerados
en riesgo, en la medida en que los programas tendrían exigencias menores a las de
su propio potencial o nivel de desarrollo. La decisión a tomar en este caso sería una
promoción a una categoría más avanzada o la elaboración de una adaptación curri-
cular que responda a su potencial y necesidades diferenciales.
Evaluación de nivelación
Corresponde a la selección de pruebas –cualitativas y cuantitativas, generales o espe-
cíficas– que se emplean para reconocer las diferencias (si existen) que pueden estar
afectando el desempeño escolar en cualquiera de sus componentes: académico, so-
cial, personal. Este tipo de evaluaciones corresponde a la población con necesidades
educativas especiales, temporales o transitorias. Para que sea efectiva, el examinador
debe tener la capacidad de planificar estrategias y elegir pruebas que satisfagan las
exigencias específicas del escolar. Implica una serie de pautas y procedimientos tales
como: información acerca de las pruebas posibles de uso, ayudas para interpre-
tar los resultados –propósitos de la prueba, normas de aplicación, experticia en la
prueba seleccionada–, consideraciones acerca del escolar evaluado, confiabilidad y
validez, aplicación y calificación, escalas y normas.
225
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
actuación del niño, analiza los procedimientos, recursos y acciones del contexto,
para determinar su influencia en el desempeño del escolar. Interpreta los resultados
e indaga sobre las causas que los originan, considera los contextos familiares, esco-
lares y sociales y los relaciona con las condiciones en las que se produjo la acción
educativa. Su finalidad es tomar decisiones que permitan mejorar: 1) la planificación
y el diseño de los proyectos pedagógicos de aula y del plantel, 2) los procesos edu-
cativos y de adquisición del aprendizaje de acuerdo con los proyectos de aula, 3) las
competencias de grado y de nivel establecidas por los planes de estudio, 4) la calidad
de los resultados de la aplicación de los proyectos del plantel y de la clase.
En terapia ocupacional existe un volumen significativo de pruebas estandari-
zadas para población escolar, con procedimientos válidos y confiables, centrados
en las cualidades del desempeño. Incluyen procedimientos para ser aplicados a los
alumnos, los maestros, padres y/o cuidadores. Son considerados complemento de
las pruebas cuantitativas.
226
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
227
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Instrumentos de caracterización
En la última década se ha incrementado, cada vez con mayor énfasis, la remisión
temprana del preescolar, como medida de optimización del desarrollo y como mé-
todo para atender oportunamente la población con discapacidades o alteraciones
de desarrollo. En este orden de ideas, los sistemas escolares, respondiendo a la
legislación, deben desarrollar acciones sectoriales e institucionales que permitan la
“identificación oportuna” de los niños con cualquier signo atípico de desarrollo.
Los terapeutas ocupacionales juegan un papel importante en este proceso; así, en la
literatura profesional se encuentran soportes como el amplio trabajo desarrollado
por Dunn (1999, 2002), Collier y O’Conner (1998), Fisher y Brize (1997) y Fisher
(1999), quienes han documentado los procesos de screening en terapia ocupacional.
Estos aportes describen intervenciones individuales, a pesar de haber sido creadas
en su mayoría para población de nivel preescolar y primeros grados de educación
básica. Su fundamento entiende este procedimiento como una fuente primaria de
información sobre las variables de desarrollo infantil, por tanto, incitan al terapeuta
ocupacional a familiarizarse y comprometerse ampliamente con el screening, debido
al rol potencial que tiene en este campo.
La caracterización, a través del screening, es un aspecto relevante del proceso de
valoración, cuyos resultados demuestran si hay o no pertinencia para desarrollar un
proceso concreto de evaluación especializada, o es una simple alarma o condición
transitoria del escolar. Por tanto, es una medida recomendada para identificar cuán-
do un escolar requiere de un procedimiento de evaluación diferencial. A través del
proceso de selección, los niños que no entran en rangos normales del desarrollo, de
acuerdo con la amplia gama de comportamientos que debe incluir el instrumento,
son los identificados como candidatos potenciales para la evaluación y posible in-
tervención.
El proceso de caracterización envuelve la mirada hacia las destrezas generales
del niño. En un sentido más amplio, sirve para determinar si éste está dentro de
las expectativas normales de desarrollo en relación con otros de su edad. La carac-
terización de las habilidades suele ser un proceso rápido, que incluye una mirada
individual en un tiempo corto. Este procedimiento es ampliamente utilizado por los
228
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
229
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Según Casal (1998), constituyen un conjunto de directrices que deben tenerse pre-
sente como inicio de todo proyecto de intervención con material humano.
Desde la terapia ocupacional se han desarrollado múltiples instrumentos que
sirven como guía que obliga a quien las contesta a reflexionar sobre el logro o ni-
vel de determinados requisitos (reglas). Dichos instrumentos contemplan una serie
de ítems –la cantidad dependerá de la exhaustividad que se pretenda– que deben
verificarse uno a uno para asegurarnos de lograr el producto final con un nivel de
calidad previamente aceptado, fácil de visualizar, de manera tal que el encargado de
responder se familiarice con la lista de manera rápida. El contenido y la extensión de
éstas también es variado, las hay desde muy breves hasta muy extensas, complejas y
sencillas. Las aquí descritas han sido desarrolladas con ciertos parámetros de validez
y confiabilidad.
230
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
231
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
- Organización: 6 preguntas.
- Emocional-social: 8 preguntas.
- Sueño: 4 preguntas.
Validez y confiabilidad: 0,82.
232
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
233
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Perfil Sensorial
Autor. Dunn, W. (1999)
Propósito. Evaluar el procesamiento sensorial del niño. Fue diseñado para pobla-
ciones sin discapacidad, aunque también ha sido utilizado para niños con autismo,
trastornos de atención y con síndrome del X frágil, en los que ha demostrado utili-
dad para encontrar diferencias en el procesamiento sensorial. Consta de 125 ítems
reactivos, organizados en 14 secciones: seis corresponden al procesamiento y la
modulación de diferentes tipos de estímulos sensoriales presentes en las habilidades
de la vida cotidiana, y tres a respuestas emocionales y comportamentales del niño.
Las respuestas pueden agruparse en nueve factores de análisis.
Rango de edad. Entre 3 y 10 años.
Áreas de competencia. Está organizada en categorías por competencias:
− Procesamiento auditivo.
− Procesamiento visual.
− Procesamiento vestibular.
− Procesamiento táctil.
− Procesamiento multisensorial.
− Procesamiento sensorial oral.
− Procesamiento sensorial versus resistencia/tono.
− Modulación/posición y movimiento corporal.
− Modulación que afecta el nivel de actividad.
− Modulación y relaciones emocionales.
− Modulación de información visual-relaciones emocionales y nivel de actividad.
Tres aspectos de comportamiento:
− Reacciones emocionales y comportamiento.
− Comportamiento resultante del procesamiento sensorial.
− Respuestas básicas.
Validez y confiabilidad. En las áreas obtuvo validez de 0,47 a 0,91, y por factores
con valores entre 0,72 y 0,9-1,9.
234
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
− Motora fina: consiste en tareas que requieren movimientos precisos de los mús-
culos pequeños del cuerpo. Los ítems son clasificados en cuatro categorías de
habilidades: agarre, uso de las manos, coordinación óculo-manual y destreza
manual.
− Escala motora gruesa: consiste en tareas que requieren movimientos precisos de
los músculos largos del cuerpo. Los ítems son clasificados en cinco categorías
de habilidades: reflejos, equilibrio, no locomotora, locomotora, y recepción y
propulsión de objetos.
Validez y confiabilidad. No se especifica.
Screening de Lenguaje para preescolar (KLST-2)
Autores. Gauthier, S.V. y Madison, C.L. (1999)
Propósito. Esta prueba, de administración individual, ayuda a identificar a los ni-
ños que necesitan más pruebas de diagnóstico para determinar si tienen o no de-
ficiencias de lenguaje que se han reconocido como indicativos de fracaso escolar.
El KLST-2 es un completo barrido de lenguaje rápido basado en el KLST original,
que tiene una historia de 25 años de uso en el campo. Esta edición, completamente
estándar y actualizada, ha sido modificada y normalizada. Se aplica sólo cuando no
hay presencia de fonoaudiología en el equipo escolar. Detecta la competencia de
lenguaje expresivo y receptivo del niño.
Rango de edad. De 3 años, 6 meses a 6 años, 11 meses.
Áreas de competencia. Determina competencias relacionadas con:
− Conocimiento común de preescolar.
− Comprensión de preguntas.
− Seguimiento de órdenes.
− Repetición de frases.
− Comparación y contrastación de objetos comunes.
− El uso espontáneo del habla.
Validez y confiabilidad. Tiene validez predictiva fuerte de 0,82. Coeficientes a tra-
vés de cuatro test/retest. El criterio de validez relacionada se ha demostrado a tra-
vés de tres estudios que revelan las correlaciones con PLS-3, Told-P: 3 y CELF-P.
235
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
236
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
Instrumentos de evaluación-nivelación
237
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
238
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
Escala no verbal
Ésta se compone de aquellos test que pueden ser respondidos con actividades mo-
trices. Se utiliza para la evaluación del procesamiento mental de niños con proble-
mas auditivos o de lenguaje en edades comprendidas entre los 4 y los 12 años y
medio.
Validez y confiabilidad. En las cuatro escalas globales la confiabilidad va de 0,86
a 0,93 en niños más pequeños, y de 0,89 a 0,97 en niños mayores. Considerados
individualmente, la mayoría de los test resultan muy fiables, con valores cercanos
a 0,80. En el análisis factorial de validez y los coeficientes de correlación apoyan la
validez de constructo. Los estudios correlacionales en niños normales y especiales
proporcionan amplia evidencia de validez de construcción y predictiva.
239
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
240
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
241
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
− Escala 3. Aptitud: se intenta valorar la capacidad real para estudiar lo que se sabe
y es capaz de hacer, restringido al hecho mismo de estudio. Se usa prueba prác-
tica.
− Escala 4. Resultados: contrastados a través de la realidad percibida por el alumno
como fruto de lo mucho o poco que sabe hacer, y que es el “producto” o valo-
ración social de su trabajo de estudiante. El sistema de valoración son las notas
o calificaciones emitidas por los profesores.
Validez y confiabilidad. Baremos en centiles para los tres niveles; uno por curso
desde 5º a 11º grado. Para universidad uno para 1º a 3º y otro para 4º y 5º grado.
Test de Memoria: MY
Autor. Yuste, C. (1998)
Propósito. Es una medida de la memoria inmediata, de tipo gráfico, de palabras,
números y relatos, de administración individual o colectiva. Consta de dos partes:
playa y granja, en las que se conjugan la memoria auditiva con unos estímulos espa-
ciales y pictóricos.
Rango de edad. De 1º a 9º grado.
Áreas de competencia. Están organizadas por niveles:
− Elemental: 1º y 2º primaria, el niño debe memorizar los 22 elementos que contie-
ne la presentación (playa y granja).
− Nivel I: 2º, 3º y 4º de primaria, consta de cinco partes o subpruebas: recordar
palabras, narraciones, datos, preguntas.
− Nivel II: 4º, 5º,6º y 7º grado, constituido por dos pruebas: palabras e historias.
− Nivel III: 8º y 9º, consiste en una narración con datos, fechas y nombres.
Validez y confiabilidad. La confiabilidad en el nivel elemental fue de 0,83; en el
nivel I, entre 0,66 y 0,77; en el nivel II, 0,73 y 0,70; en el nivel III, 0,82, 0,79 y 0,77.
242
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
La validez también es variable de acuerdo con cada nivel pero en general va de 0,40
a 0,49.
Instrumentos de evaluación-remediación
243
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
244
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
Tabla 3.1. Síntesis de evaluaciones y su relación con los modelos teóricos y/o marcos de
referencia.
Caracterización
Perfil de Desa- Nacimiento a Evalúa el desarrollo en las siguientes Variable según la Neurodesarrollo
rrollo II (DPII) 9 años, 6 meses áreas: edad. Promedio Modelo Desa-
• Desarrollo físico 35 minutos rrollo
• Desarrollo de autocuidado
• Desarrollo social
• Desarrollo académico
• Desarrollo de la comunicación
Instrumento De 4 a 6 años. Procesamiento táctil, vestibular, auditivo, Por área aproxi- Modelo DOE
de caracte- gustativo-olfativo. Competencias motoras madamente
rización del gruesas y competencias motoras finas.
procesamiento
sensoriomotor
del preescolar
Detección
Test Screening Del mes de Está estructurada en cuatro categorías o El examen dura Modelo
de Desarrollo nacido a los 6 competencias: aproximadamente Fisiológico
de Denver. II años de edad • Social / personal 20 minutos para Modelo de
Revisión • La función motora fina administrar e Desarrollo
• Lenguaje interpretar
• Las funciones motoras gruesas
• También contiene una escala de
calificación de la conducta
246
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
Nivelación
MSCA, Escalas 2 años, 6 meses Son cinco áreas de competencia: Ente 45 minutos Modelo
Mccarthy de a 8 años 6 • Escala verbal y 60 minutos Desarrollo
Aptitudes y meses • Escala perceptivo-manipulativa
Psicomotricidad • Escala cuantitativa
para Niños • Escala de memoria
• Escala de motricidad
• Escala cognoscitiva general
Test de 1º - Alumnos de Su desarrollo incluye siete competencias: El promedio para Modelo DOE
Aptitudes 7º a 9º grados • Razonamiento verbal la versión en
Diferenciales – 2º - Alumnos de • Razonamiento numérico español es de 20
DAT-5. Niveles 10º y 11º grados • Razonamiento abstracto minutos cada
1 Y 2. • Rapidez y exactitud perceptiva área
• Razonamiento mecánico
• Relaciones espaciales
• Ortografía y Uso del lenguaje
247
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Remediación
248
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
249
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Coclusiones
Los procesos y procedimientos de evaluación a los que hace referencia el capítulo
3 dan cuenta de los métodos utilizados por el terapeuta ocupacional para enfrentar
las demandas de atención provenientes de la familia y la escuela, en relación con el
desempeño de los escolares. Adicionalmente, se definen los términos básicos de
selección de instrumentos diagnósticos estandarizados y no estandarizados, perti-
nentes a la discusión de la variedad de decisiones que debe tomar el terapeuta a lo
largo del proceso de evaluación.
De igual manera, el capítulo presentó un barrido de pruebas, referenciando su
especificidad y clasificación de acuerdo con los planteamientos del modelo Des-
empeño Ocupacional Escolar (DOE). Por otro lado, se analizó la pertinencia de
las mediciones cualitativas y cuantitativas en relación con los modelos teóricos que
respaldan el uso diferencial de instrumentos diagnósticos para la población en edad
escolar.
Finalmente, da cuenta de la aplicación de dichos conocimientos en el estudio de
caso de un escolar que presenta necesidades educativas especiales transitorias, caso
que será retomado en el siguiente capítulo que se dedica a ilustrar la fase del progra-
ma de intervención del desempeño escolar.
Referencias
Alpern, G., Boll, T. y Shearer, M. (1999). Developmental Profile II. Los Ángeles: Western Psy-
chological Services.
Álvarez, L. (1997). Desempeño ocupacional del escolar en bienestar y en disfunción. Revista
Ocupación Humana, 6(3), 11-28.
Álvarez, L., Araque, S. y Guevara, N. (1999). Cuestionario de caracterización del procesamiento sen-
soriomotor del preescolar. Tesis de grado no publicada. Universidad Nacional de Colombia,
Bogotá, Colombia.
Álvarez, L., Castillo, S. y Morales, D. (2003). Competencias sensoromotoras del preescolar entre 4 y
6 años. Tesis de grado no publicada. Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Co-
lombia.
Álvarez, L., Ortiz, V., Pavas, I. y Rodríguez, S. (1998). Validación del cuestionario de desarrollo y
procesamiento sensorial del infante de Sharon Cermak. Tesis de grado no publicada. Universi-
dad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia.
250
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
American Occupational Therapy Association (AOTA) (1986). Reference manual of the official
documents of the occupational therapy association (13 ed.). Maryland: AOTA.
Banco Interamericano de Desarrollo (BID) (1997). Evaluación: Una herramienta de gestión para
mejorar el desempeño de los proyectos. Nueva York: BID.
Bennett, G.K., Seashore, H.G. y Wesman, A.G. (1992). Test de aptitudes diferenciales-DAT-5.
Niveles 1 y 2. Madrid: TEA Ediciones.
Bogoya, D. (2003). Evaluación y competencias: la experiencia de Bogotá. Santiago de Chile: UNES-
CO.
Briones, G. (1995). Naturaleza y propósitos de la evaluación. Evaluación de programas sociales:
teoría y metodología evaluativa (pp. 01-05). Santiago de Chile: Programa Interdisciplinario de
Investigaciones en Educación-PIIE.
Burgemeister, B.B., Blum, L.H. y Lorge, I. (1994). Prueba de madurez mental Columbia. Madrid:
Tea Ediciones.
Casal, M.M. (1998). La técnica de las Chesklisten. Curso de técnica instrumental. Grupo de estudios de
técnica evaluativa. Madrid: Centro de Estudios Constitucionales.
Casanova, M.A. (1999). Manual de evaluación educativa. Madrid: La Muralla.
Cermak, S.A. (1995). Cuestionario de desarrollo y procesamiento sensorial para el preescolar. Boston:
Boston University.
Collier, G.F. y O’Conner, L. (1998). Increasing efficiency and effectiveness in Level II Field-
work-Collaborative supervision, real-life skills. OT Practice, 3(4), 46-48.
Coster, W. (1998). Occupational-centered assessment of children. American Journal of Oc-
cupational Therapy, 52(5), 337-344.
De Ketele, J.M. (1984). Educar, evaluar, observar: el marco de la problemática. (Cap. 1) Evaluar
para educar: ¿por qué?, ¿qué?, ¿quién?, ¿cómo? Observar para educar. (Cap. 2). Madrid, España:
Visor.
De la Cruz, M.V. (2000). Intereses y Preferencias Profesionales (IPP). Madrid, España: Tea Edi-
ciones.
De la Cruz, M.V. y Mazaira, M.C. (1998). Escala de evaluación de la psicomotricidad en preescolar.
Madrid: Tea Ediciones.
DeGangi, G.A. y Berk, R.A. (1996). The Degangi-Berk Test of Sensory Integration (TSI). Los
Ángeles: Western Psychological Services.
Dunn, W. (1999). Sensory profile: user’s manual. San Antonio: Psycological Corporation.
Dunn, W. (2002). Best practice occupational therapy in community service with children and families.
Thorofare: Slak Incorporated.
Fisher, A.G. (1999). Assessment of motor and process skills (3ra Ed.). Fort Collins, CO: There
Star Press.
251
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Fisher, A.G. y Brize, K. (1997). Scholl AMPS: Scholl version of the assessment of motor and process
skills. Fort Collins, CO: There Star Press.
Folio, R.M. y Fewell, R.R. (1983). Peabody Developmental Motor Scales (2nd Ed.). Los Ángeles:
Western Psychological Services.
Frankenburg, W.K., Dodds, J. y Archer, P. (1992). The Denver II: a major revision and res-
tandardization of the Denver developmental screening test. Pediatrics, 89(1), 91-97.
Fullana, N.J. (1996). La prevención del fracaso escolar: un modelo para analizar las variables
que influyen en el fracaso escolar. Revista Bordon, 48(2), 151-167.
Galvin, D. (1996). The assessment process. Chapter 3. En: pediatric occupational therapy. Tho-
rofare: Slack Incorporated.
García, J.M. (1989). Bases pedagógicas de la evaluación. Madrid: Síntesis.
Gauthier, S.V. y Madison, C.L. (1999). Kindergarten language screening test (KLST-2). Australia:
Pro-Ed.
Gómez, B.H. (1998). Educación. La agenda del siglo XXI. Bogotá, Colombia: PNUD/Tercer
Mundo.
Guba, E.G. (1972). The weiss, evaluating action program reading in social action and education. Boston:
Allyn & Bacon.
Hernández, C.A. (2004). Evaluación por competencias, Bogotá: Editorial Magisterio-ICFES.
Imbernón, F. (1993). Reflexiones sobre la evaluación en el proceso de enseñanza-aprendiza-
je. De la medida a la evaluación. Revista Aula de Innovación Educativa, 20, 5-7.
Kaufman, A.S. y Kaufman, N.L. (1983). En: Conde, E., Seisdedos, N. (1997). Batería de Eva-
luación Kauffman para Niños. Madrid: Librería Paidós. Central de Libro Psicológico.
Kirk, S.A., McCarthy, J.J. y Kirk, W.D. (1994). Test Aptitudes Psicolingüísticas de Illinois (ITPA).
Madrid: Tea Ediciones.
Levine, M. y Stewart. J. (1992). Neurodevelopmental Examinations (PEET, PEER, PEEX 2,
PEERAMID 2) Grades PK–12. Produces by EPS.
McCarthy, D. (1972). MSCA, Escala McCarthy de aptitudes y psicomotricidad para niños. Madrid:
Tea Ediciones.
McClure, C.R. y Lopata, C. (1996). Evaluando el entorno académico conectado por red. Washington:
Coalition for Networked Information.
Miller, L.J. (1999). Evaluación preescolar de Miller. Colorado: Hardcover.
Ministerio Educación Nacional (1994). Decreto 1860. Bogotá: Autor.
Ministerio Educación Nacional (2006). Decreto 4280. Bogotá: Autor.
Mitchell, T. y Cusik, A. (1998). Evaluation of the client-centered pediatric rehabilitation
programme using goal attainment scaling. Australian Journal of Occupational Therapy, 45(1),
7-17.
252
Evaluación en terapia ocupacional: del concepto a la concreción
Newborg, J., Stock, J., Wnek, L., Guidubaldi, J., Svinicki, J., Dickson, J. y Markley, A. (1984).
Inventario de desarrollo Battelle screening test. Madrid: Tea Ediciones.
Newborg, S. y Newborg, W. (1996). Inventario del desarrollo de Battelle. Madrid: Tea Ediciones.
Osborne, R. y Freyberg, P. (1998). El aprendizaje de las ciencias: influencia de las “ideas previas” de
los alumnos (3ra Ed.). Madrid: Narcea.
Pérez, A.M., Rodríguez. C.E., Cabezas. F.M. y Polo. M.A. (1999). Diagnóstico Integral del Estu-
dio (DIE) 1, 2, y 3. Madrid: Tea Ediciones.
Raven, J., Court, J.H. y Raven, J.C. (1996). Matrices progresivas de Raven. Madrid: Tea Edicio-
nes.
Rottemberg, R. y Anijovich, R. (2005). Capítulo 4. La evaluación. Estrategia de enseñanza y
diseño de unidades de aprendizaje. Quilmes, Argentina: Universidad Nacional de Quilmes.
Rutter, M., LeCourteur, A. y Lord, C. (2003). Entrevista diagnóstica de autismo (revisada). Madrid:
Tea Ediciones.
Rutter, M., LeCouteur, A. y Lord, C. (2000). Esquema de observación para el diagnóstico de autismo
(ADOS). Los Ángeles: Western Psicological Services.
Stewart, K. (2005). Occupational therapy for children. Evolve. Columbus, Ohio: Editorial.
Stufflebeam, D.L. (1991). The CIPP model for program evaluation. En: G.F. Madaus, M.
Scriven, y D.L. Stufflebeam (Eds.). Evaluation models: viewpoints on educational and human
services evaluation. Boston: Kluwer-Nijhoff.
Tyler, R. (1973). Principios básicos del currículo. Buenos Aires: Troquel.
Valett, R. (1992). Evaluación del desarrollo de las aptitudes básicas para el aprendizaje. Madrid: Tea
Ediciones.
Vásquez, E., Aramburú, C. E., Figueroa, C. y Parodi, C. (2001). Gerencia social. Diseño, monito-
reo y evaluación de proyectos sociales. Lima: Universidad del Pacífico.
Weiss, C. (1990). Investigación evaluativa. México: Editorial Trillas.
Yuste, C. (1998). Test de memoria: MY. Madrid: Tea Ediciones.
253
Capítulo 4
Programa de intervención educativa
a partir del modelo
de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
Introducción
La intervención como proceso de apoyo al desempeño escolar es, en la actualidad,
parte importante de las políticas y lineamientos del Estado. En consecuencia, la
actuación del terapeuta ocupacional en el campo educativo debe enfrentar los pro-
gramas institucionales, sus propósitos y necesidades, relacionadas particularmente
con las políticas de integración escolar y/o educación en la diversidad.
Desde el modelo de Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE), se gesta el
programa de intervención para las instituciones educativas, sustentada en: 1) res-
puesta a las demandas nacionales (MEN, 1996) e internacionales (Acta de Jomtier
1997; UNESCO 2005, entre otros) sobre integración del trabajo en la escuela; 2) los re-
sultados de la investigación acción en educación que avalan las prácticas in situ; c) la
experiencia profesional en el sector, y la efectividad de los programas desarrollados;
y d) la disminución significativa de la carga que implica para la familia el desplaza-
miento extraescolar.
El programa de intervención propuesto implica un proceso paralelo: 1) la inter-
vención en el ámbito natural de la población escolarizada, bajo la premisa de que
todos los escolares tienen necesidades educativas, y un grupo particular posee una
de carácter especial; y 2) la formación permanente de los equipos educativos (aspec-
to que se desarrolla en el capítulo 5 de este libro).
El propósito central que se desarrolla en este capítulo ilustra el desarrollo de las
estrategias derivadas del modelo DOE para incidir de manera trasversal y directa en
la práctica educativa y evidenciar la relación existente entre la intervención integral
y el desarrollo educativo.
255
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
256
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
en general. Para el caso que nos ocupa, lo anterior lleva a manejar una diversidad de
conceptualizaciones sobre los programas de intervención que se han construido a
lo largo de las últimas décadas, –desde pensarlos como instrumentos para la presta-
ción de servicios a los escolares, hasta asumirlos como medios–. En consecuencia,
la propuesta de este texto implica prácticas de estimulación, prevención, desarrollo,
atención a la diversidad e intervención social, entre otras.
El concepto de programa que se maneja parte de la intervención como proceso,
en el cual escuela, familia y sociedad han de asumir un papel activo en la determina-
ción del conjunto de actividades integradas en los ejes del Desempeño Ocupacional
Escolar (DOE). Comprende, como se ha mencionado a través del texto, que el niño
adquiera habilidades y destrezas para desempeñarse adecuadamente en las activi-
dades de la vida diaria; para jugar divirtiéndose e interactuando eficientemente con
los pares de juego y para desempeñarse con éxito en el aprendizaje, la escuela y la
comunidad. Bajo estas premisas, la intervención de terapia ocupacional contribuye
al conjunto de actividades integradas en los ejes de: aprender a pensar, a hacer, a convivir,
a comportarse, a decidirse y a ser.
Considerar la intervención como el proceso de estimulación, prevención, desa-
rrollo y atención a la diversidad implica planificación y sistematización de acciones
para la toma de decisiones, e impulsa el desarrollo de habilidades personales y socia-
les. Por tanto, nos inclinamos por un modelo de intervención grupal, por programas
integrales, pero diferenciales, como la manera más pertinente de ofrecer una inter-
vención basada en la diversidad, tanto de los escolares como de los centros.
En un acercamiento a la definición de programa, este planteamiento reconoce
una pluralidad de conceptos con elementos comunes que comparten el sentido ge-
neral en el cual asumimos que éste es un plan o sistema bajo el cual una acción está
dirigida hacia la consecución de una meta (Aubrey, 1982). Desde un enfoque similar,
Riart (1996) entiende que programa “es una planificación y ejecución en determina-
dos períodos de unos contenidos, encaminados a lograr unos objetivos establecidos
a partir de las necesidades de las personas, grupos o instituciones inmersas en un
contexto espaciotemporal determinado”.
En el ámbito de la práctica educativa del terapeuta ocupacional, Morrill (1998)
expresa que el programa “es una experiencia de aprendizaje planificada, estructu-
rada y diseñada para satisfacer las necesidades de los estudiantes”. Con una visión
sistémica, Repetto (1994) entiende por programa el diseño teóricamente fundamen-
tado que pretende lograr unos determinados objetivos dentro del contexto de una
institución educativa.
257
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
a las necesidades ocupacionales diversas y diferenciales de los niños escolarizados, los padres y/o
representantes, los docentes, y demás profesionales inmersos en la realidad de un centro educativo.
En esta línea, un programa es una acción colectiva de un equipo educativo para
el diseño –teóricamente fundamentado–, la aplicación y evaluación de un proyec-
to. Éste pretende lograr unos determinados objetivos dentro del contexto de una
institución educativa, de la familia y/o de la comunidad, donde previamente se han
identificado y priorizado las necesidades de intervención.
Siguiendo un enfoque integral, Vélaz de Medrano (1998) ha tratado de integrar
la concepción de intervención bajo unos elementos comunes que caracterizan la
acción educativa. Este autor considera que un programa escolar es un sistema que
fundamenta, sistematiza y ordena la intervención psicopedagógica comprensiva,
orientada a priorizar y satisfacer las necesidades de desarrollo o de asesoramiento
detectadas en los distintos destinatarios de dicha intervención.
Lo anterior suministra elementos significativos a partir de los cuales se posi-
ciona la terapia ocupacional para concluir que un programa de intervención es un
proceso complejo, dirigido a toda población escolarizada, independientemente del
nivel educativo (desde la inicial a la superior). Su finalidad es promover, prevenir,
nivelar, recuperar y desarrollar al máximo las capacidades de la población en edad
escolar. Desde esta perspectiva, el programa se concibe como un instrumento teó-
rico-operativo que orienta, guía y contextualiza el acto de intervenir, en función de
la concepción del hombre que se quiere formar; contribuye con la orientación del
desempeño ocupacional, la integración con la comunicación, la enseñanza y el con-
cepto de currículo, a partir de las necesidades de los sujetos a quienes va dirigido el
programa y los recursos factibles para su operacionalización.
Desde la perspectiva de la integralidad, la intervención del terapeuta ocupacio-
nal en la escuela básica se considera un proceso continuo que comienza en el nivel
inicial y se ofrece durante toda la vida escolar. Se concibe como parte integrante del
proceso educativo y, por tanto, es indispensable la interacción con todos los agentes
involucrados: padres, docentes, directores, comunidad y los propios alumnos. De
allí que la corriente en la práctica educativa que se asume para terapia ocupacional
sea un proceso que implica promover tanto el desempeño eficiente, la integración,
la socialización y la adaptación del alumno, como el apoyo guiado hacia el cono-
cimiento de sí mismo. La práctica educativa del terapeuta en los centros escolares
no puede estar al margen de la actividad educativa ordinaria; al contrario, ha de
incorporarse a ella, atendiendo el carácter personalizado y diverso de la educación
y caracterizarse por ser global, integral y realista en función de las necesidades de
sus destinatarios.
258
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
259
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
260
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
Selección de población
Utilizando, en primera instancia, el criterio institucional, a partir del modelo DOE,
la población objeto de intervención se selecciona desde los niveles de atención a
poblaciones que rigen en el ejercicio profesional, los cuales se dirigen a:
− Todos los escolares con necesidades NEEP.
− Todos los escolares con NEET remitidos por maestros, orientadores o miem-
bros de la comunidad educativa.
− Población escolarizada que puede beneficiarse del programa: 1) todos los grupos
del nivel de educación preescolar, 2) los niveles de educación media vocacional
(grados 10º y 11º), 3) los programas de consejería, 4) las acciones de bienestar
estudiantil.
− Todos los escolares a riesgo de alteración o vulnerabilidad del desempeño es-
colar, sea de orden académico, comportamental o ambiental, que generalmente
son detectados por el maestro, o que surgen del proceso de caracterización del
desempeño escolar de los grupos.
En términos generales, el proceso de selección de poblaciones en educación
utiliza tres modalidades:
− La primera, esbozada anteriormente, se deriva del modelo DOE y rige en la
mayoría de las instituciones públicas y privadas que cuentan con un equipo in-
261
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
262
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
ciones futuras de las que deban tomarse en el presente. Esto significa que en la pla-
neación de la intervención deben involucrarse: por un lado, todos los componentes
del desempeño, partiendo del nivel presente en el usuario, sus recursos personales,
potencialidades y habilidades; y, por otro, deben integrarse todas las personas y esta-
mentos involucrados en el contexto natural de desempeño de cada persona.
Dado que la planeación es genérica y amplia, adquiere características operacio-
nales tales como:
− Debe proyectarse a largo plazo, por lo menos en términos de sus efectos y con-
secuencias.
− Orientarse hacia las relaciones entre las capacidades de la persona, las demandas
de las ocupaciones y el contexto donde se desempeña la tarea. En consecuencia,
está sujeta a la incertidumbre de los acontecimientos ambientales.
− Incluye la acción integrada de todos los miembros relacionados con la persona
y abarca todos los recursos disponibles para obtener el efecto sinérgico en el
desempeño potencial de cada individuo.
Fases del proceso de intervención
Las fases del proceso de intervención orresponden a la secuencia de procedimientos
que se siguen en los programas de intervención para alcanzar los objetivos. Incluyen
toda la información relevante para el desarrollo presente y las acciones futuras del
plan de atención al escolar. En el modelo DOE se contemplan cuatro fases con sus
respectivos procesos, a saber:
263
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
264
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
el marco alrededor del cual se definen las áreas específicas de prestación de servi-
cios en la práctica educativa, la cual se organiza a partir de cuatro subprogramas
–promoción, prevención, nivelación y remediación– que integran la totalidad de la
población escolar objeto de intervención por la terapia ocupacional.
La estructura formal de cada subprograma de atención está conformada por po-
blaciones, procedimientos diagnósticos, procesos de intervención, métodos, tecno-
logías, actividades y tareas diferenciales; es decir, cada uno define una especialidad
de trabajo. En este contexto, la estructura regula el comportamiento y las funciones
del terapeuta ocupacional y proporciona los fundamentos básicos alrededor de los
cuales se relacionan los propósitos, se diferencian los objetivos, se formulan las
reglas y los procedimientos. De esta manera, los desempeños e interacciones de los
participantes adquieren estabilidad mediante el establecimiento de roles, normas y
habilidades.
Dependiendo de las decisiones que el terapeuta y el equipo interdisciplinar to-
men con respecto a la disponibilidad horaria y la división de actividades, la estructu-
ra puede variar. De acuerdo con Donnelly (2001) no existe una estructura que sea la
mejor, sino que más bien ésta varía de acuerdo con la situación; por eso, el reto para
la intervención lo encontramos en el diseño de estructuras adecuadas.
Toda actividad humana estructurada y organizada plantea dos dificultades bá-
sicas y, a la vez, opuestas entre sí. Por un lado, la selección de las actividades que
debe realizar cada grupo y cada uno de sus integrantes y, por otro, la forma como
se logra la coordinación de las mismas. La estructura de la intervención puede de-
finirse como el conjunto de procedimientos organizados bajo condiciones de tiem-
po, espacio, recursos y dimensiones implícitas en el desempeño ocupacional en los
distintos niveles de la escolaridad y la diversidad de desempeños asumidos por los
escolares.
Bajo esta perspectiva, y para efectos de su análisis, se describen los cuatro subpro-
gramas que configuran la estructura de intervención en toda institución educativa,
en coherencia con la diversidad de desempeños de la población institucionalizada:
promoción, prevención, nivelación y remediación del Desempeño Ocupacional Es-
colar (DOE).
265
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
durante las prácticas educativas institucionales desde mediados de los años ochenta.
En segundo lugar, la demanda de dicho programa, particularmente en la educación
preescolar, es un área de gran reconocimiento social del ejercicio profesional. En
tercer lugar, a nivel nacional e internacional surgen políticas y sus correspondientes
programas como medidas para beneficiar a los niños y jóvenes, brindándoles unas
condiciones educacionales que optimicen su permanencia en la escuela –recono-
ciendo que una buena parte del tiempo de vigilia permanecen en ella y, en muchos
casos, por las condiciones socioculturales, no comparten con el grupo familiar sino
entradas las horas de la noche–. Adicionalmente, algunos aspectos que proclaman
instituciones como la UNICEF, UNESCO-UNICEF, OMS-OPS, OIE, CELEP y CON-
PES son: satisfacer la necesidad de promover el desarrollo óptimo –físico, sensorial,
cognoscitivo, emocional, social–, mejorar la nutrición y el buen trato, entre otros,
de los niños y jóvenes.
266
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
267
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
268
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
La fase III, relacionada con la proyección de los resultados educacionales, la cual respon-
de a la planeación de expectativas a largo plazo, en coherencia con la planeación ins-
titucional. Implica interrelacionar las competencias sensoromotoras, comunicativas,
psicoemocionales, cognitivas y académicas directamente con el programa escolar
(concretamente el de aula) y el nivel promedio del grupo en el área resultante de la
caracterización.
A continuación se procede a la planeación general de metas según consenso, lo cual
implica el diseño de objetivos anuales proyectados a bimestres o trimestres, según
la institución, en acción paralela con las demás áreas del equipo interdisciplinar y
los procedimientos del programa curricular. Ésta debe especificar las metas y los
objetivos por áreas.
En consecuencia, con el proceso de planeación se avanza en la definición de
metas, lo cual comprende la determinación de fines institucionales de nivel, con la
consecuente diferenciación por grupos de acuerdo con los resultados de la caracte-
rización global. Esto requiere precisar, para cada dimensión: las metas para el salón de
clase y las metas de la terapia ocupacional. Las primeras tienen que ver con: 1) la atención
directa con el maestro, para la cual se vale de estrategias y actividades específicas que
respondan a las necesidades explícitas de cada aula (contribución con procesos de
adaptación, postura, motricidad fina, etc.), 2) la atención indirecta al escolar, dirigida
por las dietas sensoriales para el salón.
Igualmente, las metas de terapia ocupacional en este nivel de intervención se
diseñan desde dos perspectivas: 1) desde la atención directa al grupo, para lo cual se
desarrolla el “programa de juego de estimulación”, que se lleva a cabo, por lo menos
una hora semanal con cada grupo, en los espacios y con los equipos instituciona-
les, priorizando los lugares abiertos. Sin embargo, es importante y significativo que
cada grupo pueda tener acceso a los equipos del “Centro de Vida Sensorial” por
los efectos que desencadena en el desarrollo del preescolar. La atención directa se
orienta por áreas relacionadas con la caracterización de competencias y se proyecta
por logros mínimos esperados para cada nivel en relación con la edad, el programa
curricular y de aula, las características del contexto y las expectativas de la familia. 2)
La atención indirecta con la familia implica el desarrollo de talleres en los que se prioriza
la dieta sensorial para el hogar, partiendo de los espacios y contactos que la madre,
el padre o los tutores tienen con su hijo, a fin de potencializar el desarrollo.
Después de los dos procedimientos anteriores, atención directa e indirecta en
aula y juego de estimulación, se realiza el correspondiente análisis de las metas, a partir
de las necesidades e intereses del grupo y la consideración de las diferencias. Esto
conlleva a la conformación de subgrupos/equipos/pares, según la meta y activi-
dad propuesta para su logro. Estas agrupaciones y las actividades correspondientes
tienen que ser progresivas en dificultad, placenteras y autoiniciadas –dentro de los
límites de la interacción y estimulación grupal–. Requieren, por un lado, una gradua-
ción de la demanda planteada en la selección de actividades (equipos y materiales) y,
por otro, en el seguimiento sistematizado en cada una de ellas.
269
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
270
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
271
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
272
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
273
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
274
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
275
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
− Usar técnicas adecuadas para levantar la carga: doblar las rodillas y hacer la fuer-
za con las piernas.
− Ordenar la maleta instalando los elementos más pesados cerca de la espalda, y
manteniéndola permanentemente ordenada, con cada cosa en su lugar.
− Si se cuenta con un casillero, es una buena práctica el dejar allí la carga y hacer
viajes frecuentes hacia éste, entre una clase y otra, para cambiar los elementos
que necesite para cada.
− Considerar cambiarse a una maleta con ruedas.
− Dejar los libros en el colegio y mantener un segundo set en casa, para evitar el
viaje de ida y regreso de esos materiales (opción menos viable por los costos que
implica).
Tampoco podemos olvidar que las dificultades que tengan lugar en la familia
acentuarán las dificultades de este periodo del ciclo vital. Los cambios en esta eta-
pa tienen lugar en diferentes ámbitos. Por un lado, los físicos, vinculados con la
propia sexualidad o con la adquisición de identidad personal; por otro, el grupo de
iguales se convierte en un referente para ellos, amenazando, con frecuencia, las pau-
tas establecidas en la familia. Las lealtades fuera de ésta aumentan, pero al mismo
tiempo necesitan apoyo y aceptación por parte de los padres, con el fin desarrollar
identidades fuertemente separadas, la aceptación y la motivación que incrementen
la responsabilidad.
276
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
277
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
278
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
279
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
cine temático) que permita conocer, analizar y discernir acerca de las diferentes
temáticas tratadas en la proyección.
La dimensión social, encaminada a la promoción socioeconómica, debe promocio-
nar y apoyar procesos que les permitan a los estudiantes autogestionar y mejorar
condiciones socioeconómicas que promuevan y faciliten su permanencia dentro del
sistema educativo, teniendo en cuenta criterios de equidad, el ejercicio del deber y el
sentido de lo público. En terapia ocupacional la propuesta incluye:
− Crear identidad institucional a través de encuentros extracurriculares.
− Inducción a la vida universitaria.
En síntesis, la estrategia se orienta a que cada persona encuentre su propio senti-
do de vida y tome decisiones racionales, soportadas en el ejercicio de su autonomía,
su responsabilidad y uso de su libertad. Ése es el proceso que busca promover tera-
pia ocupacional en la educación superior.
Concepto de riesgo
Tanto el concepto de riesgo como el de factor de riesgo son relativamente nuevos
dentro del campo de la educación. Estos términos, que tienen su origen en la epide-
miología, han transcendido el ámbito médico y se han introducido en el educativo,
especialmente a través de los estudios de educación especial. Las aportaciones de
diferentes autores sobre el concepto de riesgo aplicado al ámbito educativo (Scott
y Carran, 1989; Pianta, 1990) llevan a considerar que éste no es un resultado sino
una probabilidad o un potencial de que un resultado no deseado se produzca. La
280
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
Factores de riesgo
Desde la epidemiología, los factores de riesgo se definen como características o
variables de las personas, del tiempo y del espacio que están relacionadas o forman
parte de un conjunto de factores que constituyen la causalidad de un fenómeno
y que pueden ser medidas y controladas. Así, un factor de riesgo no tiene que ser
necesariamente la causa de un acontecimiento o resultado, sino que puede, simple-
mente, estar asociado a dicho acontecimiento. Desde un punto de vista educativo,
se entiende que un factor de riesgo es aquel que predispone la aparición de un
problema educativo determinado, que aumenta la probabilidad de que éste ocurra
(Scott y Carran, 1989).
Entendemos que son factores de riesgo de fracaso escolar aquellas variables
referidas a las personas, a su historia y a su contexto familiar, social y escolar, que
forman parte de un conjunto de factores que se asocian con el desarrollo de una ele-
vada probabilidad de llegar a dicha situación. No han de ser necesariamente causas
281
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
de fracaso escolar aunque sí deben tener cierto valor predictivo. La presencia de uno
o varios factores de riesgo en la persona pueden, pero no tiene por qué, conducir
irremediablemente a la situación de fracaso escolar.
Hay que puntualizar que hasta aquí se ha utilizado el término factor de riesgo
de forma genérica. En realidad, éste debe reservarse para designar aquellos factores
modificables mediante la intervención educativa, mientras que se empleará el térmi-
no marcadores de riesgo para denominar las características de las personas o del medio
que no son modificables ni controlables mediante la intervención educativa pero
que definen personas vulnerables a factores de riesgo. Esto nos obliga a diferenciar
dos tipos de variables, las cuales, a pesar de tener incidencia en el rendimiento es-
colar de los estudiantes, no se les puede considerar en un mismo nivel a la hora de
diseñar las intervenciones educativas preventivas. En este sentido, desde el punto
de vista de la acción que puede llevarse en la escuela, muchos aspectos relacionados
con la familia y el entorno social de los adolescentes y jóvenes que aumentan la
probabilidad del fracaso escolar constituirán marcadores de riesgo. En principio,
se supone que cuantos más marcadores referidos a una misma persona, más vulne-
rable será ésta al desarrollo del fracaso escolar. Sin embargo, la vulnerabilidad no
depende exclusivamente del aspecto cuantitativo (número de factores) sino del as-
pecto cualitativo (grado en que afecta a dicha persona). El término factor de riesgo
ha de reservarse para todas aquellas variables que pueden modificarse mediante la
intervención preventiva con el escolar.
Aunque estos conceptos tienen gran interés para la definición de un marco teó-
rico en el cual fundamentar la intervención educativa preventiva, el empleo de los
términos “estudiante en riesgo” puede convertirse fácilmente en una forma de eti-
quetar a las personas, de manera que, en lugar de protegerlas, aumente la probabi-
lidad de que el problema se produzca. Se prefieren las expresiones situaciones de
riesgo de fracaso escolar y estudiantes en situación de riesgo. Hablar de situación
de riesgo supone evitar la focalización únicamente sobre la persona e implica con-
siderar las variables del contexto social, escolar y familiar que definen la situación.
Aún así, esta expresión conlleva un cierto peligro ya que fácilmente puede llevar a
clasificar a los estudiantes. Su empleo sólo se justifica con la finalidad de modificar
estas situaciones para reducir y disminuir la probabilidad del posterior desarrollo
del fracaso escolar. La identificación de los estudiantes en situación de riesgo sólo
es justificable en la medida en que se traduzca en una mejora del estado del escolar.
“La identificación incorrecta, el rótulo prematuro, el estereotipo injustificado causa
frecuentemente un gran mal. La identificación que se dirija a la prevención o a la
mejora de condiciones negativas es deseable y justificable. Pero la identificación
que no conduzca a mejoras en las experiencias escolares de los estudiantes proba-
blemente traerá consigo más desventajas que ventajas” (Maryland State Education
Department, 1990).
Los autores del concepto ven el peligro de que los maestros y los adultos en ge-
neral se formen expectativas inferiores sobre los estudiantes identificados como en
282
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
riesgo, que se deriven en una menor atención a éstos. A la vez, señalan el peligro de
que desarrollen una menor autoestima. La identificación de los jóvenes en situación
de riesgo en los primeros años de escolaridad puede ser muy nociva ya que estos
están construyendo sus visiones de sí mismos como personas y estudiantes. Por
ello, en la identificación de las situaciones de riesgo hay que tener en cuenta, además
de las características personales, las del contexto familiar y social, y las demandas
escolares, para evitar así la estigmatización del alumno. Además de los factores de
riesgo se debe tener presente los llamados factores protectores, los cuales pueden
contribuir a evitar el etiquetaje de las personas.
Factores protectores
En la identificación de las situaciones de riesgo hay que tener presente, además de
los factores que tienden a aumentar la probabilidad de que el fracaso escolar se de-
sarrolle, los que tienden a disminuirla. Pianta (1990) define los factores protectores
como aquellos que distinguen individuos en situaciones de alto riesgo que obtie-
nen unos buenos resultados de aquellas que, tal como se había predicho, presentan
problemas. Los factores protectores pueden proceder del mismo individuo, de las
relaciones con las demás personas y del entorno social. Tomarlos en consideración
conduce a hablar de un fenómeno que en los últimos años ha llamado la atención
de muchos investigadores sobre la infancia y la adolescencia. Es el fenómeno que
se ha denominado “resilencia”. Este término hace referencia a “la capacidad de los
individuos para resistir acontecimientos adversos en la experiencia vital sin con-
secuencias negativas o perturbadoras a largo plazo para su desarrollo o su socia-
lización” (Rutter, 1990). Para Manciaux (1994, p. 53) “una persona resilente es el
que en condiciones difíciles y desestabilizadoras se rehace, continua su camino, se
comporta de manera eficaz y llega a ser así un adulto competente”. La comprensión
de los mecanismos que explican que ciertas personas vulnerables encuentran en sí
mismas recursos para enfrentarse a la adversidad es un tema de gran interés para la
prevención.
Estos conceptos sugieren que para identificar las situaciones de riesgo se debe
tener en cuenta tanto los aspectos modificables como los que no lo son desde la
escuela. Aún así, para enseñar una intervención educativa se debe poner atención
en aquellos que resulten modificables desde la escuela, bien sean factores de riesgo
o factores protectores. Para llevar a cabo una acción preventiva desde el ámbito
escolar, es importante conocer los factores de riesgo, de fracaso y las variables que
actúan como factores protectores. Se han escrito miles de páginas con el propósito
de aportar conocimientos sobre qué aspectos –variables– inciden en el rendimiento
de los alumnos, conduciéndoles a la situación de éxito o de fracaso escolar. No se
van a citar las innumerables investigaciones que tratan esta cuestión desde distintas
disciplinas (Gómez, 1992).
Bajo estas apreciaciones, la intervención del terapeuta ocupacional debe consi-
derar las dos dimensiones de la prevención: acciones preventivas basadas en los mo-
283
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
284
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
Desde la atención directa con los escolares de los diferentes niveles, se orientan
las actividades hacia:
− Propiciar dinámicas de interacción y comprensión que faciliten los procesos re-
lacionales que permitan dar sentido o significado a las experiencias cotidianas. Se
busca fortalecer las potencialidades individuales, a fin de que cada niño o joven,
de acuerdo a sus diferencias, pueda tomar conciencia y enfrentar positivamente
la realidad familiar y social en que vive, por muy dura que sea.
− Facilitar el crecimiento o surgimiento de redes psico-socio-afectivas para los ni-
ños y los adolescentes.
− Desarrollar estrategias lúdicas que faciliten la participación de los niños, jóvenes,
padres, profesionales y adultos, cada uno de acuerdo a sus capacidades, en los
procesos destinados a obtener una mejora en la distribución de las condiciones
de interacción cotidiana, de manera tal que se obtenga el buen trato y la erradi-
cación de la violencia y la discriminación en las relaciones entre las personas.
− Participar y promover la participación de los niños y jóvenes en actividades que
por su contenido valórico y espiritual les permitan acceder a una visión trascen-
dente de lo humano, así como a un compromiso escolar-social-comunitario más
justo, solidario y pacífico.
− Favorecer las experiencias que promueven la alegría, el buen humor, la felicidad
y el disfrute pleno de la escolaridad.
− Favorecer el desarrollo de la auto-iniciación, la espontaneidad, la creatividad y la
expresión natural.
Las actividades más utilizadas son el juego dirigido, las actividades deportivas, los
grupos de exploradores, conjunto de barrio, intereses musicales, jornadas de baile,
cine-foro, producción artística, entre otras.
285
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
286
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
287
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
288
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
289
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
290
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
291
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Atención directa
El primer referente para la atención directa es el estudio individual del escolar remi-
tido, siguiendo el procedimiento descrito de racionamiento para trabajo de campo,
el cual se desarrolla con el estudio caso de seleccionado. El segundo referente a con-
siderar es la propuesta de atención grupal del modelo DOE, la cual implica, además
del procedimiento individual, el análisis operacional para la conformación de grupo,
aspecto que se desarrollará en el capítulo 6 de este libro.
Cada una de las fases de la guía se desarrollarán siguiendo 1os procedimientos
de razonamiento descritos en el capítulo 3 y desarrollados en la planilla de pro-
gramación anexo 3.6. Es válido mencionar que el estudio de caso en este nivel de
intervención es un caso individual, la propuesta de atención intraescolar del DOE es
en subgrupos, conformados por 4 a 6 alumnos con NEET.
Esta modalidad de intervención sigue las mismas estrategias metodológicas, los
registros documentales relacionados con la recolección de información, la respuesta
a los interrogantes en cada una de las fases de planeación, y los registros documen-
tales en las planillas correspondientes del modelo DOE desarrolladas a través de los
programas anteriores de promoción y prevención.
Para ilustrar más detalladamente, se presenta el estudio de caso al final del capí-
tulo.
La organización de la institución es un aspecto relevante del programa de interven-
ción, por cuanto implica una serie de transformaciones en la dinámica institucio-
nal, relacionadas con: la asignación de espacios dignos para la intervención, dentro
del horario escolar, la negociación de tiempos con los docentes, y el compromiso
institucional para la formación de maestros dentro de la jornada laboral y con los
escolares de cada nivel. La estructura básica se puede sintetizar en:
− La provisión de alternativas de organización-localización-orientación para ade-
cuarse a las necesidades de los alumnos.
292
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
Atención indirecta
La atención indirecta hace referencia al proceso secuencial de acciones comple-
mentarias a la atención directa, cuya finalidad es dar cobertura en la totalidad del
contexto de actuación del niño. Las acciones que incluye la modalidad de atención
indirecta en el esquema del modelo DOE pueden sintetizarse en:
293
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
294
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
295
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
las actividades escolares de participación social. Las que se proponen en los es-
pacios de juego-esparcimiento, en las cuales la misma actividad lleva a los esco-
lares a involucrarse en ellas, retando su interés, participación y necesidad natural
de tener éxito. En estos espacios también se proponen actividades organizadas
para los escolares con diferencias que inciten a los demás alumnos a interactuar.
Busca, por la naturaleza de la actividad, la interacción espontánea y el respeto
por la diferencia.
− Con todo el grupo, se introducen estrategias de aula que promuevan la calma, la
organización, la disminución del estrés, el manejo de conflictos, las rutinas de
descanso, tales como ejercicios de respiración o relajación antes de tomar exá-
menes o frente a situaciones de crisis, como base para promover el aprendizaje,
capacidades, y autoconfianza, fomentando así la rutina de las clases efectivas. Es-
tas experiencias son normalmente utilizadas, incluso en eventos académicos para
disminuir la tensión, el cansancio y promover el cambio en el foco de atención
de los participantes. Son también denominadas los snaks sensoriales.
− La atención directa a los subgrupos remediales o de NEEP están orientados a mejorar
el potencial sensorio integrativo, en la medida en que la condición física de los
niños y los adolescentes con diferencias discapacitantes les impide interactuar
con éxito en su entorno natural. Si a dicha limitación se le suma, por un lado,
un ambiente cotidiano carente de medios y de experiencias gratificantes, típico
de los escenarios donde se desenvuelve esta población y, por otro, la restricción
de espacios físicos dotados de elementos tecnológicos de base, en las institu-
ciones de educación, la interacción de la población en estos ambientes, coarta
el desarrollo y procesamiento sensoriomotor. Para este aspecto en particular, se
diseñan adaptaciones e implementación del programa Centros de Vida Sensorial
en la escuela, el cual implica un espacio físico y temporal dentro de la jornada
escolar.
− Orientación ocupacional como componente trasversal de las intervenciones de te-
rapia ocupacional en la escuela. Se deriva, por una parte, de la identificación de
capacidades e intereses personales, y algo significativo de la actividad ocupacio-
nal del grupo familiar, en razón a su participación en el futuro ocupacional del
escolar con NEEP. Hace parte del proceso natural de la escuela en su objetivo
de preparar vocacionalmente a los alumnos; se extiende a la familia y a la comu-
nidad circundante. Busca la independencia del escolar con diferencias cognitivas
o sensoriales en sus desplazamientos escuela-hogar-comunidad. Para esto, se
adaptan e integran los aprendizajes de lectura y escritura: por ejemplo, avisos
del transporte público, marcas de objetos de consumo y conceptos matemáticos
–medidas y proporciones– inherentes a la actividad ocupacional.
296
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
Rincón sensorial
El rincón sensorial es un espacio físico dotado de una gama variada de elementos
y materiales lúdicos, diseñados especialmente para despertar el interés natural de
los niños de interactuar con este medio ambiente. Implica que los elementos estén
adaptados a distintos niveles de desarrollo en cuanto a posibilidades de exploración,
experiencias, altura, tamaño y contenido lúdico-recreativo, entre otros. Los materia-
les brindan una serie de sensaciones táctiles, de movimiento o vestibulares, propio-
ceptivas, olfativas, visuales y auditivas, que incitan a la interacción, manipulación, el
reto personal y, en general, al actuar placentero de las personas. En otras palabras,
representa un medio externo enriquecido y adaptado para apoyar las necesidades
particulares de la niñez que presenta carencias o dificultades con el movimiento, la
sensación muscular, el contacto, los impulsos olfativos, visuales y acústicos, ocasio-
nadas por deprivación, deficiencia o discapacidad.
El propósito esencial del programa remedial en el modelo desempeño ocupacio-
nal escolar se centra en:
− Ofrecer oportunidades de juego exploratorio que propicien el cuidado personal
y apoyen las habilidades inherentes al desempeño escolar e interacción social.
− Brindar una alternativa diferente de atención basada en el trabajo grupal, que
permita la integración real del escolar, una intervención de calidad centrada en
los principios básicos del aprendizaje (desarrollo y procesamiento sensorial), la
ampliación de la cobertura, y el trabajo colaborativo en la escuela.
− Responder a la necesidad innata de los niños de interactuar con sus pares, dismi-
nuyendo los costos sociales y económicos de las alteraciones en estas áreas.
− Proveer una alternativa saludable a la restricción de personal, especializada y de
apoyo, para la atención profesional y el cuidado básico a la niñez en riesgo o
discapacitada.
Implementar tecnologías disponibles, acordes con el medio y las necesidades
particulares de las diferentes discapacidades.
Atención indirecta
Dentro del modelo DOE, la atención indirecta para población escolar con NEEP,
que presenta diferencias derivadas de condiciones discapacitantes –déficit cognos-
citivo o sensorial (visual o auditivo), secuelas de enfermedad motriz cerebral (EMC),
desórdenes perseverativos, entre otros–, sugiere adaptaciones que deben realizar-
se a los programas institucionales, de orden académico y organizacional, para dar
respuesta efectiva a las necesidades de cada escolar. Las acciones que el terapeuta
ocupacional orienta con este grupo poblacional se sintetizan en:
– Servicios o consultas colaborativas con el equipo de toda la escuela –trabajado-
res sociales, enfermeros, consejeros, fonoaudiólogos– y padres para el aprendi-
zaje de un estudiante, en habilidades para la vida diaria, juego y actividades de
297
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Atención interdisciplinar
Si bien se ha planteado la importancia de la acción interdisciplinar en todo proceso
educativo, cuando enfrentamos diferencias, el apoyo desde distintas ópticas disci-
plinares es esencial en la respuesta eficiente a las NEE permanentes. En el modelo
DOE se resumen en:
298
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
Área de desempeño
Motoras
El niño tiene El niño puede usar el El niño utiliza El niño utiliza
problemas tenedor y la cuchara. adecuadamente la adecuadamente los
sosteniendo o Ocasionalmente cuchara y el tenedor utensilios.
usando el tenedor o utiliza los dedos en para comer. Puede
la cuchara y conjunto con los usar el cuchillo para
usualmente elige utensilios. cortar pero hace
comer con la mano. desorden.
Postura El niño rara vez El niño generalmente El niño se queda El niño demuestra
permanece sentado se queda sentado sentado pero necesita buena postura en la
durante la comida y pero no quieto. que le recuerden silla.
cuando lo hace se sentarse con
mueve todo el tiempo. frecuencia.
299
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Baño
Balance postural Requiere ayuda físi- Requiere de soporte Necesita sostenerse No tiene dificultad
ca, se ve temeroso de fuerte para poder en algo para balan- para entrar y salir del
entrar y salir del baño. obtener el balance cearse mientras sale baño.
mientras entra y sale del baño.
del baño.
Respuestas defen- No tolera la regadera Le molesta la ducha Se seca o restriega él No muestra respues-
sivas de la ducha, no se y prefiere el baño en solo, pero reacciona tas defensivas a la
seca ni permite que tina. Se seca pero no ante la regadera o hora del baño.
nadie lo seque, no uti- permite que nadie lo ser tocado por otra
liza ningún elemento haga por él, le moles- persona.
en la ducha. ta ser tocado.
Comportamiento
Control y motiva- No controla su Puede llegar a nece- Necesita recordato- Es capaz de controlar
ción comportamiento y sitar ser disciplinado rios para seguir las su comportamiento,
no responde al ser antes de ejecutar una órdenes pero gene- requiriendo repre-
controlado por otros, orden. No demuestra ralmente se comporta salias ocasionales
incluyendo el castigo autocontrol, sólo de forma adecuada. por él mismo. No
o la recompensa. actúa bajo la premisa requiere recordato-
respuesta-recom- rios inmediatos y se
pensa. pueden postergar las
recompensas.
Interacción social No participa en la El niño participa en Inicia algunas con- Inicia conversaciones
conversación ni juega grupos pequeños versaciones y juega y juega apropiada-
con otros o constante- (3-4) o juega cuando en pequeños grupos. mente en grupos
mente induce malas alguien más lo invita. Generalmente sigue grandes o pequeños.
actitudes en el equi- Busca juego con las reglas, es un buen Se proyecta como
po, se pelea y genera otros niños pero participante pero no líder en algunas
mal ambiente. sólo cuando es en un líder. oportunidades pero
situación uno-uno. no es siempre el líder
Ocasionalmente se de los juegos.
puede tornar agresivo
con los otros niños.
El niño se rehúsa Es reacio a iniciar El niño duda entre la Inicia nuevas activida-
a iniciar nuevas nuevas actividades, posibilidad de realizar des sin problema.
actividades y/o es im- pero con motivación nuevas actividades.
prudente al iniciar una las realiza. Necesita Puede tratar de
actividad, resultando que le recuerden iniciarlas en múltiples
en peligro para él o con estímulos físicos oportunidades y
los otros. el comportamiento al final inicia el
apropiado. juego por iniciativa
propia. Necesita
recordatorios verbales
para comportarse
adecuadamente.
Tacto
Respuesta a los El niño no tolera ser Tolera ser abrazado Puede tolerar y dis- No muestra resisten-
abrazos y a ser abrazado o alzado, y alzado, siempre y frutar ser abrazado o cia a ser abrazado
alzado inclusive por los cuando él inicie la alzado inclusive si no o cargado. Inclusive
padres o personas actividad. es él quien lo inicia. abraza efusivamen-
conocidas. Después de un corto te a sus padres y
tiempo puede querer familiares.
levantarse y muestra
disgusto.
300
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
Búsqueda de infor- El niño está constan- El niño toca con Ocasionalmente toca Busca adecuada-
mación táctil temente buscando y frecuencia objetos o objetos y personas de mente el contacto con
tocando objetos en a la gente de forma forma inapropiada. objetos y personas.
su ambiente, incluso inapropiada o se
más que los otros rehúsa a ser tocado
niños o se rehúsa a por la gente.
tocar gente u objetos
de su ambiente.
Memoria
Lenguaje receptivo Puede seguir sólo Puede seguir Puede seguir la ma- Puede seguir
(seguimiento de instrucciones verbales órdenes de dos pasos yoría de las órdenes órdenes verbales
ordenes) simples y directas. pero requiere que se verbales sencillas complejas y pedirá
las repitan. pero necesita que le explicaciones cuando
repitan las ordenes sean necesarias.
complejas.
Expresión del No es capaz de Observa a los otros Mira a los otros niños Puede repetir cancio-
lenguaje repetir canciones y niños y se atrasa en ocasionalmente nes y ritmos sin pro-
ritmos. No plantea las canciones y los en busca de pistas blema y se expresa
instrucciones. ritmos. cuando canta o lleva adecuadamente.
ritmos.
Actividades escolares
Nivel de actividades Le falta energía, El niño con frecuen- El nivel de actividad El niño está alerta,
generales está letárgico o se cia se ve cansado generalmente es con adecuado nivel
queda dormido en y adormilado y es adecuado pero re- de actividad de acuer-
clase y/o se mueve reacio a unirse a acti- quiere de tiempo para do con la tarea que
constantemente, no vidad física. adaptarse al cambio está realizando.
se concentra y distrae de actividad.
a los demás.
Atención a activida- No pone atención, Requiere recordato- Requiere recordato- Dirige su atención
des y personas debe ser aislado y rios verbales frecuen- rios ocasionales para apropiadamente a
tener atención uno a tes para mantenerse que se mantenga una persona. Puede
uno para que realice concentrado. Sueña concentrado en el realizar una tarea
las tareas. despierto, se distrae trabajo. sin distraerse por el
con otros niños, etc. ambiente normal de
trabajo.
Control postural Es incapaz de man- Está en constante Tiene algunos pro- Demuestra buena
motor tenerse en la silla y movimiento en su blemas para sentarse postura y se sienta
prefiere trabajar en el silla, hasta el punto derecho y permane- derecho y quieto por
suelo. Puede caerse de distraer a otros. cer quieto en la silla, un periodo adecuado.
de la silla o sentarse Se puede caer con pero usualmente lo
inapropiadamente. frecuencia de la silla logra.
por mecerse.
Trabajo académico
Nivel escolar El desempeño del El desempeño del El desempeño del El niño se desempe-
niño esta dos o más niño está más de un niño está un semestre ña adecuadamente
semestres por debajo semestre por debajo por encima de lo o ligeramente por
del promedio. de lo esperado. esperado. encima de su nivel.
Tasa de progreso En los últimos tres En los últimos tres En los últimos En los últimos tres
meses el niño mostró meses el desempeño tres meses el niño meses el niño progre-
regresión o ningún del niño estuvo por demostró 50% o sa apropiadamente
progreso. debajo del 50% de lo más del desempeño de acuerdo con las
esperado. esperado. expectativas.
301
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
302
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
303
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
304
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
− Baños tibios
− Mezclar masa para galletas
− Refregarse con estropajo o toallita
− Arroparse con una cobija pesada, usar un chaleco pesado
− Jugar con agua
− Enrollarse en una cobija
− Vestirse con ciertas telas
− Jugar al sandwich con dos almohadas
− Explorar varias texturas
− Jugar con arena
− Sentarse en el sol o en la sombra
− Jugar con plastilina, barro (cerámica) o pasta para modelar
No obligue al niño a tocar algo que él encuentre desagradable. Déjele usar pin-
celes, un palito, guantes o incluso un juguete para permitirle explorar primero. La
boca también tiene que ver con la sensibilidad en la piel (por favor refiérase a “co-
modidades orales”).
Movimiento
− Mecer al niño, en un caballito o en una mecedora
− Rodaderos en el parque de juegos
− Jugar al caballito en sus rodillas
− Usar los pasamanos
− Gatear en pies y manos
− Subir escaleras
− Gatear con el cuerpo completo tipo comando
− Saltar en un mini trampolín
− Caminar
− Saltar en un pie
− Correr
− Sentarse en cojines inflables
− Saltar
− Rebotar en una bola de terapia
− Marchar
− Montar en triciclo o bicicleta
− Bailar
− Montar en patineta
− Saltar como conejito
− Montar en los juegos de una feria
− Caminar en un barril
− Nadar
− Caminar como animales diferentes
305
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Auditivas y de escucha
− Escuchar la música favorita
− Máquinas de ruidos suaves
− Descubrir la diferencia entre música relajante y estimulante
− Golpear ollas y cacerolas
− Tocar instrumentos musicales
− Identificar y nombrar sonidos
− Escuchar los sonidos de la naturaleza (afuera)
− Usar tapones para los oídos
− Cantar
− Explorar el control de volumen del stereo
− Tararear
− Soplar silvatos
− Susurrar
− Escuchar programas auditivos en la escuela o CD
306
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
− Respetar el color preferido del niño cuando considere su ropa, sus objetos pre-
feridos, cuando decore.
− Ver dibujos animados y películas
− Reconsidere patrones complicados en la ropa, paredes o pisos
− Usar lentes para sol cuando salga
− Dejar entre 5 y 10 juguetes afuera a la vez para evitar la sobre estimulación visual
− Usar viseras afuera.
− Mirar fotos
− Hacer juegos y actividades que ayuden al desarrollo de las habilidades visuales
como: sopa de letras, conectar puntos, etc.
Olfato y gusto
− Aceites y velas perfumadas
− Explorar esencias diferentes; descubra la diferencia entre esencias relajantes
como el olor a rosa, a naranja, a vainilla y las que dan vigor como la menta, el
limón y otras.
− Oler flores
− Oler hiervas y condimentos
− Jugar a adivinar olores con los ojos tapados
− Explorar sabores: dulces, salados, ácidos, agrios, picantes
− Comer alimentos diferentes: calientes, fríos, congelados
− Explorar texturas: tostadas, cremosas, gomitas
− Mascar chicle, chupar paleta
− Soplar burbujas
− Tomar con un pitillo
Evite usar olores como lavanda y aceite de árbol de té, pues estudios han demos-
trado que estos pueden causar imbalances hormonales en niños jóvenes.
307
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Ayudas visuales
Los relojes visuales como el timer, aumentan el entendimiento de duración; timbres
o campanas.
Sensaciones de peso-propiocepción
− Promueven la calma, la auto-regulación y la atención (ayuda a enfocarse).
− Usar chalecos, cobijas, collares pesados, cinturones, etc.
− Bolsas de semillas en media luna.
− Manillas, tobilleras de peso.
− Alternativas de preparación-predicción.
− Aumentar la posibilidad de predecir qué viene después, usando ayudas verbales
y visuales como rutinas.
− Usar lenguaje concreto y direcciones simples.
− Dividir las tareas largas en tareas más pequeñas y manejables.
− Proveer pistas en el ambiente, como por ejemplo marcar exactamente dónde se
tienen que parar para hacer la línea, etc.
− Usar movimientos para reorganizar el cuerpo y el cerebro.
− Permitir a los niños trabajar separados de los otros para evitar que se sientan
incómodos porque hay demasiada gente.
Otras sugerencias para la escuela
− Toque al niño firmemente en el hombro para llamar su atención en vez de tocar-
lo muy suavemente o llamarlo repetidamente sabiendo que el niño no responde
por su nombre.
− Si el niño lucha para procesar información visual y verbal simultáneamente, per-
mítale evitar el contacto visual cuando lo necesite. Trabaje en establecerlo en
otra ocasión.
− Use cojines para las sillas cuando el niño vaya a escribir para facilitar la escritura
en superficies duras y hacer la actividad más tolerable.
− Corte una equis en una pelota de tenis y póngala en las patas de las sillas para
reducir el ruido instantáneamente en el salón de clase o en la cafetería.
− Use luz natural, cortinas o persianas en las ventanas.
− Evite luces fluorescentes, especialmente las compactas.
− Proteja los oídos sensibles. Permita al niño salir temprano cuando haya prácticas
de evacuación. Considere bloqueadores de sonidos como los audífonos o tapo-
308
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
nes cuando se encuentre en sitios o situaciones muy ruidosas como las prácticas
de evacuación, en caso de incendios, las cafeterías o el recreo.
− Use un lapicero que vibre.
− Ponga un tapete cuadrado debajo de los pies del niño para que pueda rozarlo
con sus pies y pueda sentir una sensación de calma.
− Amarre una banda de lycra en las patas de la silla que está delante del niño para
que él pueda empujar sus pies contra ésta.
− Use bloqueadores visuales para reducir distracciones.
− Evite colores y patrones nocivos en el piso y en las paredes.
− Use contenedores para juguetes opacos para minimizar distraciones.
Ropa
− Vista a su hijo con ropa cómoda para ir a la escuela.
− Evite o remueva cosas que irriten la piel como: marquillas, hilos de nylon, elásti-
cos en la cintura, tobillos o puños, camisas/blusas de cuello tortuga, o adornos
que raspen o irriten la piel.
− Compre telas suaves como algodón, franela, etc. Evite polyester y telas parecidas
a éste.
− Trate medias sin costuras o voltéelas por el revés para que no maltraten y corte
el exceso de tela en las puntas, si es necesario.
− A algunos niños les gusta la ropa apretada porque proporciona presión. Si es el
caso, permita a su hijo usar ropa apretada debajo de la ropa regular.
− Aplique una loción humectante con glicerina o lanolina en el cuerpo del niño
antes de vestirlo, especialmente cuando la piel se reseca y pica.
Corte de pelo
− Use la palabra emparejar, en vez de cortar.
− Vaya a un salón de belleza especial para niños (con sillas bajas, menos químicos,
y adornos llamativos).
− Visite el salón sólo para ver cómo le emparejan el pelo a alguien más.
− Aplique presión en el cuero cabelludo del niño, en el cuello y en los hombros
para prepararlo para el corte.
− Si cree que va a ser necesario utilizar una razuradora para pulir el corte de pelo
de su hijo, prepárelo antes de ir al salón, exponiéndolo al sonido y la vibración
utilizando juguetes como cepillos de dientes que vibran, etc.
− Explique la secuencia de lo que va a pasar a su hijo para aumentar la preparación
y reducir la ansiedad.
− Use una toalla y un ganchito en vez de una capa plástica.
− Lleve una camisa/camiseta extra para que su niño se pueda cambiar inmediata-
mente después del corte.
− Ponga la música favorita del niño mientras le cortan el pelo, si es posible.
309
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
− El niño puede sentarse en una silla baja o en las piernas de la madre o del padre
mientras le cortan el pelo.
− Use un chaleco pesado o déle un juguete al niño para las manos, para que se en-
tretenga con algo mientras que le cortan el pelo y además para reducirle el estrés
y calmarlo.
− Planee una actividad especial o un regalo para el niño después del corte.
− Considere cortarle el pelo al niño en la casa.
Nutrición
− Comience temprano. Trate de introducir comidas saludables desde que el niño
sea bien pequeño. Incluya vegetales y granos en su dieta a los 18 meses en vez de
a los 36 meses.
− No introduzca golosinas ni mecato. Mantenga siempre comidas fáciles y rápidas
de preparar que sean saludables, como por ejemplo, palitos de queso, zanahorias,
uvas pasas, etc.
− Cuando trate de presentar una nueva comida, hágalo poco a poco: primero pón-
gala en el plato cada día para que el niño se acostumbre a verla y empiece a
tolerarla más; después, haga que el niño la toque con la boca, que la toque con
la lengua, que pruebe un pedacito (permita que lo escupa, si es necesario). Re-
cuerde que posiblemente va a tener que presentar la misma comida muchísimas
veces antes de que el niño se decida finalmente a probarla.
− Trate de introducir comida que es similar a lo que el niño come (por ejemplo,
una marca diferente o más saludable de macarrones con queso, o coliflor en vez
de brócoli).
− Cambie las comidas regulares un poquito, para ayudarle a acostumbrarse a nue-
vas texturas, formas y colores. Por ejemplo, parta galletas en cuatro partes en
vez de dos o mezcle un poquito de mantequilla de una nueva marca con la que
el niño está acostumbrado a comer.
− Esconda los vegetales en la comida echándolos en la sopa o mezclándolos con
salsas.
− Anime a su hijo a probar nuevas comidas untándolas de la salsa que a él más le
gusta. Por ejemplo, unte el pollo con salsa de tomate o las zanahorias con salsa
del gusto del niño, o pedacitos de banana con yogurt.
310
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
− No permita que el niño tome mucha leche o jugo durante el día o que coma una
comida o merienda que casi no tenga calorías.
o La Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños de 1 a 6 años
no tomen más de 4-6 onzas de jugo de frutas al día, y que los de 7 a 18 no
más de 8-12 onzas. Consumir demasiado jugo está relacionado con una mala
nutrición, diarrea, problemas del estómago, daño en los dientes (caries) y
obesidad. Trate de que el agua sea la bebida número uno.
o Evite productos lácteos grasosos. Los niños mayores de 2 años no necesitan
la grasa extra que viene en la leche entera, así que use una sin grasa o con 1%
de grasa. A los 5 años, el niño debe consumir sólo el 30% de calorías prove-
nientes de la grasa. El consumir mucha leche puede dañar el apetito y causar
anemia. En cuanto pueda, use productos bajos en grasa y ralle el queso en vez
de cortarlo en tajadas.
o Minimice el consumo de azúcar refinada. En vez de soda, sirva agua mineral
con unas gotitas de jugo de limón, lima o naranja. Sirva frutas frescas en vez
de rollitos de frutas, y también jalea de frutas, en vez de mermelada.
o Use azúcares de alta calidad como las molasas, azúcar morena, jalea, o miel (si
es mayor de 2 años).
− Sirva porciones más pequeñas para evitar que el niño se sienta abrumado. Use
utensilios, platos, vasos, etc. que sean adecuados para el niño (para manos y de-
dos más pequeños). Cuando se trate de una ocasión especial, como una fiesta o
celebración, sirva porciones aún más pequeñas (ejemplo: 4 tostaditas de maíz en
vez de toda la bolsa, barras pequeñas de chocolate, etc.).
− Evite servir comida procesada y empacada ya que generalmente tiene preserva-
tivos, sabores, colores artificiales y mucha sal.
− La comida puede ser divertida. Un niño puede llegar a comer brócoli si usted lo
llama “arbolito”; también puede hacer una carita sonriente utilizando pancakes y
arepas.
− Nunca obligue al niño a comer ni tampoco lo prive de la comida como castigo.
− Trate de que comer sea algo placentero, ya que pelear a la hora de comer no
ayudará.
311
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Visita al dentista
− Lea un libro en relación con la visita al dentista antes de ir, como por ejemplo
Los ositos visitan al dentista.
− Pase por la oficina del dentista para una visita rápida.
− Trate de hacer desensibilización oral: usando un cepillo de dientes que vibre,
masajeando las encías o con otro vibrador oral.
− Haga que su hijo se siente en su canto mientras usted está sentada en la silla
reclinada de los pacientes.
− Juegue al dentista en la casa, en una silla reclinada parecida a la de la oficina del
dentista; si es posible, también incluya un espejo de dentista, paletas depresoras
de lengua con sabores y una vasijita para escupir.
− Permita que su hijo use tapones para los oídos o escuche música mientras que le
limpian, pulen, raspan o liman los dientes.
− Provea lentes para el sol para proteger los ojos de las luces fuertes.
− Pida al dentista el babero/chaleco pesado para calmar al niño y/o para proveer
presión profunda.
− Lleve la pasta dental preferida de su hijo.
− Lleve algunos juguetes sensoriales/táctiles.
Finalmente recuerde que la dieta sensorial de cada niño es única y que lo que es
bueno para uno puede producir el efecto contrario en otro. Consulte al terapeuta
especialista.
Estudio de caso
A continuación se presentan los interrogantes que guían la planeación de la inter-
vención en el caso de Rafael, la cual se desarrolla siguiendo el esquema propuesto
en el modelo DOE.
Esta primera fase de la intervención tiene la finalidad de recolectar la máxima
información del caso para la toma de decisiones de intervención. En este sentido,
como parte del raciocinio narrativo se plantean los siguientes interrogantes, que a la
vez son respondidos para el caso de Rafael.
312
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
313
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
314
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
Conclusiones
En la misión de desarrollar programas de intervención para la población en edad
escolar, el capítulo 4 mostró el trascurrir de la cobertura de servicios de terapia
ocupacional en el campo educativo, partiendo de la argumentación y las estrategias
basadas en el enfoque sensoriomotor, el reconocimiento de la condición individual
única, que facilitan abordar la estimulación como medio eficaz para desarrollar ha-
bilidades y herramientas que le serán útiles al escolar en su desarrollo físico, mental
y emocional. De igual manera, desde el reconocimiento de la resiliencia, el riesgo
biológico y los factores de protección inherentes a la escuela, se describe la trayec-
toria del programa para enfrentar los desafíos de la educación actual, siguiendo los
pasos del modelo DOE.
La experiencia de más de 25 años en la escuela ofrece evidencia de cómo se
puede afectar de manera positiva las habilidades y estructuras cognitivas desde
los procesos sensoriomotores diferenciales de los estudiantes con NEET y NEEP,
haciéndolos partícipes de experiencias sensoriales necesarias en la integración del
conocimiento impartido y el comportamiento en la escuela. Adicionalmente, el ca-
pítulo brindó información sobre los procedimientos que conllevan a involucrar a la
comunidad educativa en general para empezar a disminuir la brecha segregadora e
iniciar una verdadera igualdad de oportunidades. Así, se respetarían las diferencias
individuales que se plantean desde la puesta en marcha de programas de acerca-
miento a la educación en la diversidad.
Finalmente, revela la puesta en marcha de acciones de cooperación integral en
los programas de intervención inherentes a la escuela a través de la descripción de
la estrategia de dieta sensorial para el hogar y la escuela.
315
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Referencias
Álvarez, L. (2001). La interacción base del bienestar escolar. En: Notas sobre comunidad educa-
tiva y cotidianidad escolar: Universidad Nacional de Colombia. Programa RED. (pp 53-86).
Bogotá: Quebecor World.
Álvarez, L. (2000). Programa de desempeño ocupacional escolar. Iberdiscap 2000. (pp 233-240).
Madrid: Actas del Congreso. R. Ceres y comité organizador.
Álvarez, L., Castillo., Morales, D y Tovar, M. (2003). Competencias, desempeños e indicadores sen-
soromotores para un programa de educación preescolar. Trabajo de grado sin publicar. Departa-
mento de la Ocupación Humana, Universidad nacional de Colombia.
Argabrite, R.E. (2002). Predicting length of service provision in school-based occupational
therapy. Physical & Occupational Therapy in Pediatrics, 23(4), 79-93.
Arias, G. (2003). El diagnóstico psicológico. Perspectiva Psicológica, 3-4, 17-23.
Aubrey, R. (1982). A hause divided: guidance and counseling. En C. Vélaz de Medrano (Ed.).
Orientación e intervención psicopedagógica. Conceptos, modelos, programas y evaluación. Málaga: Aljibe.
Avellaneda, A. (1994). ¿Qué ha de ser la vida cotidiana en la escuela? Notas sobre comunidad educativa
y cotidianidad escolar. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.
Barrantes, D., Pulido, M.E y Rodríguez, A. (1995). Cuestionario de caracterización del medio am-
biente escolar. Trabajo de grado. Departamento de la Ocupación Humana, Universidad
nacional de Colombia.
Bell, R. (2008). Marco de referencias, bases y conceptos vigotskyanos para una pedagogía de la diversidad.
Actas del II Encuentro Mundial de Educación Especial. La Habana: Ed. Palacio de
Convenciones.
Carpenter, D.R. y Minnix, R.B. (1981). The lecture demostration: try it, they´ll like it. The
Physiscs Teacher, 19, 391-392.
Case-Smith, J. (1996). Analysis of current motor development theory and recently published
infant assessment. Infants and Young Children, 9(1), 19-41.
Case-Smith, J. (2002). Effectiveness of school-based occupational therapy intervention on
handwriting. The American Journal of Occupational Therapy, 56(1), 17-25.
Dewey, D. y Wilson, B.N. (2001). Developmental coordination disorder: What is it? Physical
& Occupational Therapy in Pediatrics, 20(2-3), 5-27.
Donnelly, J.H., Gibson, J.L. y Ivancevich, J.M. (2001). Las organizaciones: comportamiento, estruc-
tura, procesos (10ma ed.). Santiago de Chile. Editorial McGraw-Hill.
Dunn, W. (1990). A comparison of service provision models in school based occupational
therapy services. A pilot study. The Occupational Therapy Journal of Research, 10(5), 300-
320.
Fairbairn, W.R.D. y Davidson, I.F.W.K (1993). Teachers perceptions of the role and effec-
tiveness of occupational therapists in schools. Canadian Journal of Occupational Therapy,
60(4), 185-191.
Fisher, A. y Muray, E. (1991). Psychosocial occupational therapy: a holistic approach. (pp. 152-185).
Harcourt: Hemphill.
Fox, A.M. y Lent, M.A. (1996, octubre). Clumsy children. Primer on developmental coordi-
nation disorder. Canadian Family Physician, 42, 1965-1971.
316
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
Frymier, J. y Gansneder, B. (1989). The phi delta kappa study of students at risk. Phi Delta
Kappan, 71(2), 142 -146.
Giangreco, M.F. (1986). Delivery of therapeutic services in special education programs for
learners with severe handicaps. Physical & Occupational Therapy in Pediatrics, 6(2), 5-15.
Gómez, M. (1992). El niño y sus primeros años en la escuela: La prevención de accidentes
infantiles: Revista Cubana de Pediatría, 8(5).
Grenier, M.E. (2009). La estimulación temprana: un reto del siglo XXI. Conferencia II Encuen-
tro Mundial de Educación Especial. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
Guisasola, J., Azcona, R., Etxaniz, M., Mujika, E. y Moretin, M. (2005). Diseño de estra-
tegias centradas en el aprendizaje para las visitas escolares a los museos de ciencias.
Eureka, 2, 19-32.
Hidalgo, J.L. (1992). Investigación educativa. Una estrategia constructivista (21 Ed.) (pp. 219).
México: Castellanos Editores.
Hilton, W.A. (1981). Demonstrations as an aid in the teaching of physics. The Physics Teach-
er, 19, 389-390.
IDEA (1997), Public - Law 105-17., 1997: Individuals with disabilities education: known as the
individuals with disabilities Act of 1997, was signed into law by former President William
J. Clinton on June 4, 1997.
Jeffrey-Clay, K.R. (1999). Construtivism in museums. How museums create meaningful
learning environment. Journal of Museum Education, 23, 7-10.
Johansson, K,E. y Nilsson, CH. (1999). Stockholm science laboratory for schools: a com-
plement to the traditional education system. Physics Education, 34, 345-350.
Kimball, J. (1999). Sensory integration frame of reference: Theoretical base, function/
dysfunction continua, and guide to evaluation. En P. Kramer y J. Hinojosa (eds.). Fra-
mes of reference for pediatric occupational therapy (2a ed.). Baltimore: Lippincott Williams &
Wilkins.
King, G., McDougall, J., Tucker, M.A., Gritzan, J., Malloy-Miller, T., Alambets, P., Cun-
ning, D., Thomas, K. y Gregory, K. (1999). An evaluation of functional, school-based
therapy services for children with special needs. Physical and Occupational Therapy in Pe-
diatrics, 19(2), 5-29.
Law, M., Steinwender, S. y Leclair, L. (1998). Canadian Journal of
Lockhart, J. y Law, M. (1994). The effectiveness of a multisensory writing program for
improving cursive writing ability in children with sensorimotor difficulties. Canadian
Journal of Occupational Therapy, 61(4), 206-214.
Lucas, A.M. (1983). Scientific literacy and informal learning studies. Science Education, 10,
1-30.
Manciux, M. (1994). De la vulnerabilitat a la resilencia, i dels concretes a l´ació. Revista
d´informació i investigació socials, volumen, 48-56.
Martínez, F. (2000). La estimulación temprana: enfoques, problemáticas y proyecciones. III Encuen-
tro Internacional de Educación Preescolar. La Habana: CELEP.
Maryland State Department of Education (1990). Young children living in risky circumstan-
ces. Adressing the needs of at risk students during the early learning years. Technical team re-
317
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
port. Submitted to the commission for students at risk of school failure. Education Resources
Information Center (ERIC). En http://www.eric.ed.gov/ERICWebPortal/custom/
portlets/recordDetails/detailmini.jsp?_nfpb=true&_&ERICExtSearch_SearchVa-
lue_0=ED326333&ERICExtSearch_SearchType_0=no&accno=ED326333
Maxwell, L.E. y Evans, G.W. (2002). Museums as learning settings: the importance of the
physical environment. Journal of Museum Education, 27, 3-7.
McAlexsander, A. (2003). Physics to go. The Physic Theacher, 41, 214-218.
MEN, (1996). Resolución 2343: Los estándares y lineamientos curriculares. Bogotá: Autor.
Morrill, H. (1998). Program Development. Intervención psicoterapéutica. Modelos y Programas. Me-
rrit: Albornoz
Muhlenhaupt, M., Miller, H., Sanders, J. y Swinth, Y. (1998, marzo/abril). Integrating occu-
pational therapy services in a kindergarten currículo: A look at the outcomes. American
Journal of Occupational Therapy, 54, 372-380.
Niehues, A.N., Bundy, A.C., Mattingly, C.F. y Lawlor, M.C. (1991). Making a difference:
occupational therapy in the public schools. The Occupational Therapy Journal of Research,
11(4), 195-212.
Nolan, K.W., Mannato, L. y Wilding, G.E. (2004). As a result, occupational therapy service
delivery has shifted from traditional “pull-out” approaches. Proceedings of Annual
Conference, APTA, Chicago.
OIE (2000). Atención y desarrollo de la primera infancia en Latinoamérica y El Caribe: una revisión
de los diez últimos años y una mirada hacia el futuro. Santo Domingo: Autor.
Oliver, C.E. (1989). A sensorymotor program for improving writing readiness skills in
elementary-age children. American Journal of Occupational Therapy, 44(2), 111-116.
OMS-OPS. (2008). Conversatorio promoción del desarrollo infantil: asumiendo el desafío de la comple-
jidad. En http://new.paho.org/per/index.php?option=com_content&task=view&id=
388&Itemid=338
Oppenheimer. (1972). Integrating occupational therapy. Occupational therapy assessments
determine whether physical, neuro- icesin a kindergarten currículo: American Journal of
Occupational Therapy (4) 25-41.
Peterson, L. y Nelson, A. (2003). Effectiveness of occupational therapy in remediating handwriting
difficulties primary students. Queen: Queen’s University.
Pianta, R.C. (1990). Widening the debate on educational reform: prevention as a viable
alternative. Exceptional Children, 56(4), 306-313.
Polatajko, H.J., Mandich, A.D., Miller, L.T. y Macnab, J.J. (2001). Cognitive orientation to
daily occupational performance (CO-OP): Part II The evidence. Physical and Occupatio-
nal Therapy in Pediatrics, 20(2-3), 83-106.
Purcell-Gates, V., L’Allier, S. y Smith, D. (1995). Family reading at the middle school. Jour-
nal of Adolescent and Adult, 48, 572-579.
RED. Programa de Fortalecimiento de la Capacidad Científica en la Educación Básica y
Media. (1994). Notas sobre comunidad educativa y cotidianidad escolar. Bogotá: Universidad
Nacional de Colombia.
318
Programa de intervención educativa a partir del modelo de Desempeño Ocupacional Escolar (DOE)
Reid, D., Chiu, T., Sinclair, G. y Wehrmann, S. (2006). Outcomes of an occupational the-
rapy school-based consultation service. The Canadian Journal of Occupational Therapy,
73(4), 215-224.
Reisman, J. (1991). Applying the occupational therapy school-based consultation model. Sin datos.
Repetto, E. (1994). Orientación educativa e intervención psicoterapeutica. Madrid: UNED.
República de Colombia (2007). Conpes Social 109. Política pública nacional de primera infancia.
Bogotá: Consejo Nacional de Política Económica y Social.
Resnick, L.B. (1987). Learning in school and out. Education Researcher, 16, 13-20.
Riart, J. (1996). Funciones general y básica de la orientación. En M. Álvarez y R. Bisquerra
(Coords.). Manual de orientación y tutoría (páginas). Barcelona: Praxis.
Ruiz, R. y Giné, C. y Laqno. (1986). Las Necesidades Educativas Especiales. Cuadernos de
Pedagogía, 139, 32-34.
Rutter, M. (1990). Psychosocial resilience and protective mechanisms. En J. Rolf, A.S. Mas-
ten, D. Cicchetti, K.H. Nuechterlein y S. Weintraub (Eds.). Risk and protective factors in the
development of psychopathology (pp. 181-214). Cambridge: Cambridge University Press.
Sahagian, S. (2002). Terapia Ocupacional: Habilidades para la vida del trabajo. CAOT Pu-
blicaciones ACE Otnow, 2-1.
Scott, K.G. y Carran, D.T. (1987). Handbook of Special Education: Research and Practice, Vol. 3.
Oxford: Pergamon Press.
Scott, K.G. y Carran, D.T. (1989). Identification and referral of handicapped infants. En
M.C. Wang, M.C. Reynolds y H.J. Walberg (Eds.). Handbook of Special Education: Research
and Practice, Vol. 3. Oxford: Pergamon Press.
Swinth y Hanft. (2002). School-based practice: Moving beyond 1:1 service delivery. (eds),
OT Practice, 18-19.
Stone, S.J. (1998). Brain research and implications for early childhood education. Nueva York: Chil-
dhood Education.
UNESCO. (1962). 700 Science experiments for everyore. Nueva York: Doubleday
UNESCO-UNICEF. (1984). Programa para el cuidado y el desarrollo del niño en la primera infancia.
Cinco enfoques complementarios para acrecentar el desarrollo del niño. París: Autor.
UNICEF (2005). Hacia una política pública en desarrollo infantil temprano. Las buenas prácticas.
Buenos Aires: UNICEF.
Vélaz de Medrano, C. (1998). Orientación e intervención psicopedagógica: concepto, modelos, progra-
mas y evaluación. Málaga: Aljibe.
Walker, J. (1977). The flying circus of physics with answers. Nueva York: Wiley.
Wilbarger. (1995). The sensory diet: Activity programs based on sensory processing theory.
Sensory Integration Special Interest Section Newsletter, 18, 1-4.
Warnock, M. (1990). Informe sobre necesidades educativas especiales. Revista Siglo Cero
130, 12-24.
319
Capítulo 5
Comunidad educativa
y transformación de la escuela
Introducción
El programa Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE) nace en el año 1994 con
el propósito de: 1) fomentar la participación intraescolar de la terapia ocupacio-
nal en la escuela regular, por medio de la integración a la comunidad educativa; 2)
mejorar los resultados del aprendizaje y el desempeño general en los estudiantes,
especialmente en aquellos que padecen condiciones de marginación; 3) avanzar en
la construcción de un modelo de atención en la escuela a las NEE de la población
institucionalizada y sus familias; 4) contribuir en la transformación, la organización
y el funcionamiento de las escuelas que voluntariamente incorporan niños con dis-
capacidad. En su evolución y frente a la legislación actual, se busca avanzar no sólo
en la construcción de un nuevo modelo de gestión escolar sino, sobre todo, en la
promoción de prácticas escolares innovadoras y flexibles.
En su proyecto de desarrollo, cada comunidad escolar expresa su visión, establece
metas mensurables, determina acciones pertinentes y se esfuerza por su cumplimien-
to. La estrategia del modelo DOE es apoyar estos proyectos, ofreciendo a las escuelas
acompañamiento técnico especializado y capacitación del recurso humano.
Si bien el programa DOE inicialmente estuvo financiado con recursos de la Se-
cretaría de Educación del Distrito Capital, y posteriormente con recursos propios
de la localidad o la comunidad, también se desarrolló en instituciones de carácter
privado, con las modificaciones pertinentes a cada contexto.
La expansión de las oportunidades educacionales para los grupos sociales des-
favorecidos se ha convertido en uno de los temas prioritarios de la educación co-
lombiana; sin embargo, la política de modelo único no propicia el logro de apren-
dizajes en alumnos de contextos desfavorecidos. Por el contrario, la atención de la
321
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
diversidad requiere enfoques flexibles. En este sentido, el DOE supone que el éxito
de las intervenciones para mejorar cada escuela dependerá del compromiso de los
agentes locales –especialmente maestros y padres de familia–, de manera que las
iniciativas vayan surgiendo de la base, en un movimiento de abajo hacia arriba, pero
construyendo una red de soporte que atienda, diferenciadamente, la heterogénea
realidad de las escuelas.
El DOE es un programa de intervención estratégica, con un esquema claro de
focalización, que busca incidir en la transformación de la gestión escolar. Para ello,
propicia innovaciones al interior de la escuela, bajo procesos integrales de acom-
pañamiento y seguimiento para elevar el logro educativo de los estudiantes, parti-
cularmente de aquellos más necesitados; en consecuencia, parte de tres supuestos
fundamentales:
1. La clave para elevar la calidad del servicio educativo está en la organización
interna de la escuela y en su habilidad para orientarse responsablemente hacia
el propósito de que todos sus estudiantes aprendan, involucrando los apoyos
especializados pertinentes.
2. Cada comunidad escolar –especialmente los docentes y padres de familia– tiene
la capacidad de identificar con responsabilidad sus necesidades, desafíos y metas
realizables, pero requiere de apoyo y confianza por parte de las autoridades ad-
ministrativas.
3. La apertura de espacios significativos para la formación permanente de maestros
in situ, con participación responsable de maestros y padres de familia.
De las tres líneas de acción mencionadas, lo concerniente al apoyo especializado
del terapeuta ocupacional frente a la población escolar y sus logros de integración
y aprendizaje se han planteado ampliamente en los capítulos anteriores. Por tanto,
concierne a éste abordar los procesos de integración de la familia y la formación
permanente de maestros desde la perspectiva del DOE y en respuesta a los requeri-
mientos de la política educativa.
322
Comunidad educativa y transformación de la escuela
323
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
324
Comunidad educativa y transformación de la escuela
doble faz, ya que junto a la vertiente patente o explícita de la educación se halla una
vertiente latente o implícita, más difícil de identificar pero de honda repercusión sobre
el educando. Ambas modalidades formativas (manifiesta y oculta), aunque se pre-
senten con desigual “visibilidad”, constituyen la atmósfera que troquela a la perso-
na. En el campo de la educación ética, además de los contenidos que los profesores
puedan transmitir, hay que prestar atención a las acciones que se realizan, al ejemplo
ofrecido por los educadores, entre otros. Aún sin pretenderlo, el comportamiento
de los profesores aparece ante los alumnos como referencia o base de su conducta.
De forma espontánea, éstos se presentan como modelos. La mayor o menor riqueza
moral del clima escolar condiciona la buena o mala dirección que adopte la conduc-
ta del educando. Si la atmósfera presidida por la ética cala en el sujeto y le orienta
constructivamente ante sí mismo y los otros, el ambiente inmoral no penetra en su
ser y no lo arrastra hacia el error y la desconsideración de los demás.
325
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
326
Comunidad educativa y transformación de la escuela
327
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
− Desde los escenarios educativos cotidianos, los entornos en que se desarrolla el niño
son la columna vertebral del desarrollo, y lo llenan de contenido a través de ex-
periencias. Dicha perspectiva destaca el valor estimulante de objetos, situaciones,
experiencias y escenarios, la regularidad y organización de estos estímulos, así
como el conjunto de actividades y de relaciones en ellos desarrolladas –de hecho,
lo que hace estimulante un objeto o una situación son las relaciones e interaccio-
nes que en torno al mismo tienen lugar–.
− El análisis de la interacción padres-hijos se ha ocupado de describir el entorno socio-
cultural que mediatiza las experiencias cotidianas de los hijos a través del con-
texto de crianza y desarrollo, las rutinas y actividades culturales, y la canalización
cultural del desarrollo infantil. Respecto a este último, el proceso de traspaso y
mediación cultural parece hallarse en las interacciones educativas padres-hijos,
en las cuales el adulto se hace cargo de la dirección de la interacción, estruc-
turándola y negociándola con el niño (recordemos los conceptos de zona de
desarrollo próximo de Vigotsky y de andamiaje de Bruner).
En la práctica cotidiana del terapeuta ocupacional, un punto importante es que
la mayor parte de los asuntos regulares presentes en la crianza de los niños habrá de
retomarse y aplicarse, implementando las modificaciones pertinentes, relacionadas
con las condiciones diferenciales de los niños y el saber particular del terapeuta. Los
infantes con discapacidad pasarán por las etapas usuales de la niñez. Puede que no
lo hagan a la misma edad ni del mismo modo que los otros niños, pero es importan-
te exponerlos siempre a estas etapas.
Generalmente, los padres creen que todos los niños deben ser tratados del mis-
mo modo, pero en la práctica usualmente esto no ocurre, ya que todos los infantes
tienen personalidades diferentes y reaccionan de manera distinta en situaciones simi-
lares, lo que lleva a personalizar las orientaciones y, en nuestro caso, a no generalizar
las “dietas sensoriales“. El hecho de que los niños no sean iguales, no quiere decir
que no vayan a tener las mismas oportunidades. Entre éstas debe estar la posibili-
dad de asumir mayores grados de responsabilidad e independencia. Existen muchas
formas de acceder a la meta, en las cuales un niño desarrolla su propio método y/o
compensación, válidos al momento de orientar al padre y al mismo niño.
Tomando en cuenta las fortalezas y limitaciones del niño, el padre debe consi-
derar cuáles pueden ser las actividades en las que debe incidir; la manera de hacerlo
más estructuradamente se convierte en la orientación argumentada del terapeuta.
En la medida en que el padre cuente con el niño o joven y lo aliente a asumir res-
ponsabilidades, su sentido de orgullo propio y competencia también aumentarán.
Al respecto, una persona invidente dice: “Aunque soy ciega, y aunque me tome
un poco más tiempo hacer ciertas cosas, de todos modos, puedo hacerlas”. No con-
tar con la participación del niño o no alentarlo a contribuir al cuidado de sí mismo
o a las tareas de la casa puede enviar el mensaje de que él no es capaz de ayudar y
crearle un sentido de dependencia.
328
Comunidad educativa y transformación de la escuela
329
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
330
Comunidad educativa y transformación de la escuela
331
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
332
Comunidad educativa y transformación de la escuela
333
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
tienen con los adultos de su comunidad, y los formatos escolares –abstractos– que
se utilizan para transmitir la información, pueden llegar a ser muy diferentes de los
sistemas prácticos que usan en la vida cotidiana para conocer la realidad.
Las demandas escolares analizadas desde el DOE son: 1) la configuración de los
valores, comportamientos y normas que se han ido aceptando y asumiendo al inte-
rior de la escuela, y, por ello, se convierten en reglas que es preciso cumplir y respe-
tar por todos; 2) la combinación e interrelación de habilidades cognitivas, práxicas
y afectivas; 3) la motivación, las actitudes, las emociones, los roles, las reglas y otros
elementos sociales y de comportamiento que son movilizados conjuntamente para
actuar de manera eficaz en el entorno y con las expectativas comunes que define
cada escuela.
Las habilidades cognoscitivas implícitas en toda demanda escolar se agrupan en “fun-
ciones mentales inferiores y en funciones mentales superiores”. Entre las primeras
se encuentran: el conocimiento –recuerdo y reproducción de la información o de un
hecho específico–, la comprensión –entender el mensaje de una información, expli-
carla, reproducirla y sintetizarla–, la aplicación –la habilidad de utilizar un principio,
una regla, una norma, un procedimiento, en una situación dada–. En las funciones
superiores se cuentan: el análisis – habilidad para separar los elementos constitutivos
de un todo y clasificar su contenido–, la síntesis –habilidad para combinar elementos
y formar un todo–. En esta categoría se incluye la noción de creatividad y la evalua-
ción –capacidad de juzgar el valor de un método para un propósito determinado–.
Este tipo de demandas parte del “principio de complejidad” como base esencial
para establecer la clasificación.
En el orden afectivo, las demandas implican una tensión sentimental, una emoción
o cierto grado de simpatía o repulsión. Pueden variar desde la simple atención hacia
unos fenómenos determinados, hasta cualidades de gran complejidad. Se presentan
en forma de intereses, actitudes, valores y tendencias emotivas como conductas
afectivas, y se estructuran a través de la “interiorización” o proceso por el que un
fenómeno o valor se integra progresiva y definitivamente en la vida de un individuo.
Este proceso pasa por tres fases: la recepción –cuando el individuo es consciente de
la existencia de cierto fenómeno y demuestra la voluntad de tolerar un estímulo–,
la respuesta –o participación activa cuando se desencadena una acción a partir de la
recepción–, y la valoración –la conducta categorizada en este nivel es estable y con-
sistente; por ejemplo, el interés sostenido en la música clásica o repetidas visitas a
conciertos constituyen signos de valoración de la música.
En el ámbito práxico, las demandas se relacionan con las potencialidades senso-
riales, musculares o motoras: manipulación de objetos, exigencias de coordinación
neuromuscular como la escritura, las manifestaciones orales, los movimientos físi-
cos, entre otros. Incluyen: la imitación –cuando la conducta no requiere coordinación
muscular–, la manipulación –conductas que piden actuar con instrucciones–, la preci-
sión –plantea la habilidad de incrementar la velocidad de acción y de introducir mo-
dificaciones de acuerdo con la necesidad de una situación particular–, la articulación
334
Comunidad educativa y transformación de la escuela
335
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
alguna cosa. Por medio de ésta, el individuo acepta como verdad algo que el enten-
dimiento no alcanza o que no está comprobada. Los estereotipos son expresiones
con las cuales se pretende identificar un individuo o grupo de individuos, atribuyén-
doles características generales, por lo regular, negativas de su comunidad o región
(Gómez, 2000).
Lo emocional, planteado como sinónimo de carácter, personalidad o habilidades
blandas, se concreta en las destrezas emocionales y sociales reseñadas que se ma-
nifiestan tanto en pensamientos, reacciones fisiológicas y conductas observables,
aprendidas y aprendibles. Es una forma específica y bien distinta a otro tipo de
contenidos, y cuyo fundamento biológico explica, en gran medida, su importancia,
funcionamiento, valor adaptativo, desajustes, y la posibilidad y creación de modifi-
caciones (Goleman, 1997).
Cabe mencionar que las demandas escolares afectan a cualquier persona esco-
larizada en un sentido amplio, definiendo una vinculación directa entre colectivos
de éxito y riesgo de fallar. Asociar el fracaso escolar a determinados colectivos es
una forma de estigmatizarlos que consideramos inadecuada. Para que una persona
logre un desempeño exitoso en cualquier faceta de su vida personal, de relación,
profesional, entre otras, deben darse dos circunstancias: la satisfacción propia y el
reconocimiento por parte de los demás, sobre todo de las personas queridas y valo-
radas. Los seres humanos somos seres sociales y, para nuestro propio crecimiento,
necesitamos la aprobación y el reconocimiento de los demás.
Roles
Desde el alumno actual, los roles se entienden como la interacción entre la persona
y el sistema en el que está viviendo. Cada individuo tiene una serie de roles que cum-
plir; éstos deben ser funcionales y deben contribuir a la integración del todo social.
Parsons (1955) se pregunta acerca de las condiciones de la acción social y trata de
construir una teoría voluntarista en la cual precisa: “los roles no son equivalentes a
personas, son papeles sociales ejecutados por actores individuales”; así, cada actor
puede ser entendido como un conjunto de roles. De esta forma, el rol es el punto
teórico donde confluyen actor y sistema. Se determinarán, entonces, prerrequisi-
tos funcionales para que una sociedad exista. Cada rol tiene supuesta una expec-
tativa; una persona está socializada cuando internalizó el conjunto de roles, así se
336
Comunidad educativa y transformación de la escuela
Reglas
La construcción de un ambiente escolar justo y de legalidad involucra diversos ele-
mentos: el diseño participativo de las reglas, su permanente revisión y el compro-
miso con su respeto, la disciplina, el ejercicio democrático de la autoridad y la re-
solución no violenta de conflictos, cuando éstos se presenten. Tanto el reglamento
general de la escuela como el de aula son instrumentos poderosos para la formación
de una cultura de legalidad. En ellos no sólo se señalan los derechos y deberes de los
miembros de la comunidad escolar, sino que se establecen los principios de las rela-
ciones entre pares y con figuras de autoridad. Por ello, en la educación ciudadana es
imprescindible asegurar la participación del alumnado, el profesorado y los padres
de familia en el conocimiento, actualización y definición de las reglas escolares.
Es inevitable reconocer que las demandas escolares fortalecen el proceso de
autonomía en el grupo y propician el desarrollo de los valores que en los ambientes
337
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
educativos también están signados por la identidad. La acción de esta última desde
lo cultural es la posibilidad de creación de relaciones de solidaridad, comprensión y
apoyo mutuo, e interacción social.
Normas
Constituyen la instrumentalización de los valores, son pautas de conducta o crite-
rios de actuación que dictan cómo debe ser el comportamiento de una persona ante
una determinada situación. Podemos definir dos tipos de normas: externas, que
obedecen a un consenso social –vienen de fuera y deben responder a unos valores
sociales–, e internas, que cada persona se impone a sí misma, de una forma libre e
interiorizada en función de sus propios valores. Es importante que existan buenas
reglas claras y precisas, pero de poco sirven si no se conocen, no se comprenden y
no se respetan. Por ello, es necesario realizar acciones para que la comunidad edu-
cativa conozca el reglamento interno, la normatividad y, en especial, los derechos de
los niños. Su desconocimiento puede ser fuente de conflictos y abusos de diversas
naturalezas.
Para la elaboración democrática de las normas, éstas se deben basar en formas
inductivas de disciplina. López y García (1997) dicen que desde que el niño com-
prende el lenguaje hablado es conveniente que se le expliquen las razones de las exi-
gencias sociales que establecemos y los rechazos a sus peticiones. Las explicaciones
tienen dos efectos fundamentales: 1) favorecer la interiorización de las normas de
forma que éstas pasen de tener un origen en la autoridad a ser comprendidas como
necesarias y útiles; 2) obligar a los adultos a explicar su conducta y, por consiguiente,
a hacerla comprensible y razonable. Las explicaciones son una forma de controlar
las conductas injustificadas de los adultos.
El final deseable de la disciplina inductiva es que cada persona construya su au-
tonomía personal y que el niño deje de obedecer a los adultos cuando sea capaz de
construir sus propios valores y aprenda a tener conductas coherentes con ellos. Es
frecuente atribuir un carácter coactivo, en el sentido de obligatoriedad de su cum-
plimiento, al concepto de norma; éste sólo se justifica desde los valores. Cuando la
persona descubre su fundamentación, es cuando está obligada a cumplirla, porque
es una forma concreta de afianzar su personalidad, de establecer una orden social
estable, de restablecer una estructura, etc.
Desde estos criterios educativos, en el entorno escolar se hace necesario esta-
blecer normas de comportamiento, teniendo en cuenta su arraigo en unos valores
y unas acciones pedagógicas que fundamenten su utilidad. Podríamos resumirlas
diciendo:
− Es conveniente realizar un estudio minucioso de las normas que hay que cum-
plir, buscando la fundamentación de cada una de ellas y suprimiendo aquellas
que, muchas veces, vienen impuestas por la tradición o la rutina, y que en reali-
dad no corresponden a ningún valor que intentamos educar.
338
Comunidad educativa y transformación de la escuela
− Es necesario presentar a los alumnos las normas que deben respetar, haciendo
tomar conciencia de los valores en los que se fundamentan o apoyan.
− Es importante participar a los alumnos en la elaboración de las normas escolares,
una implicación que también ellos deben realizar desde los valores. A partir de
unos valores básicos aceptados, los alumnos y los profesores deberán decantar
y concretar aquellas normas que les parezcan necesarias e imprescindibles para
conseguir colectivamente que éstos vayan evolucionando de proyectos ideales a
realidades compartidas.
Hábitos
Barrena (2002) plantea que el científico y filósofo Charles S. Peirce (1836-1914)
consideraba que el ser humano es un manojo de hábitos. La persona es un sistema
dinámico y orgánico de hábitos, sentimientos, deseos, tendencias y pensamientos
que crece en su interacción comunicativa con los demás. Más aún, éstos son un me-
dio para el crecimiento no sólo del ser humano sino también del universo mismo,
que está en constante evolución. Define el hábito como: “un principio general que
actúa en la naturaleza del hombre para determinar cómo actuará” (Barrera, 2002).
Esos principios generales influyen en el modo de actuar del hombre y, a la vez, se
forman a través de esa actividad. En ocasiones, la formación de los hábitos tiene un
componente inconsciente muy fuerte.
Puede decirse que, para Peirce, en los hábitos radica la capacidad de crecer de
todo cuanto existe y, a la vez, de ejercer ese control sobre sí mismo. El hombre se
hace a sí mismo a través de los hábitos que surgen y van a influir en el comporta-
miento; son los que permiten llegar a la verdadera comprensión de las cosas y se
constituyen en leyes para la acción humana: un hábito no es una afección de la consciencia;
es una ley general de acción.
Desde el punto de vista educativo, el hábito es una inclinación, tendencia o
disposición estable, no genética, natural o instintiva, sino adquirida y aprendida por
la repetición de actos similares que producen un acostumbramiento y un fortale-
cimiento en el sentido de éstos; se adquieren sólo en la práctica. En rigor, apren-
demos haciendo: aprendemos a andar andando, a tocar la guitarra tocándola, a ser
mentirosos diciendo mentiras, etc. La costumbre, muy similar al hábito, es como
una segunda naturaleza. Además, también aprendemos a hacer lo que hacemos. Se
aprende a nadar, nadando, pero si cada vez que me tiro al agua, me agarro a una
tabla, aprendo a agarrarme a tablas. Si un directivo manda, aprende a mandar y no a
dirigir. En el hombre, el aprendizaje desplaza al instinto casi por completo, lo deci-
sivo es la educación; es necesario aprender a vivir. La calidad de vida de la persona
depende de esto.
Existen, en principio, tres clases de hábitos: 1) técnicos: dominio del balón, del
coche, del archivador; 2) intelectuales: hacer diseños, proyectos o hablar francés.
El pensar debe ser un hábito; hay empresas que lo tienen suprimido porque lo
ven como una amenaza, no como una oportunidad. Incluso la forma de pensar (el
339
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Competencias escolares
El interés fundamental del concepto de competencia reside en el hecho de que propor-
ciona una mirada original y muy sugerente para abordar un aspecto a la vez nuclear
y extremadamente complejo de la educación escolar: la identificación, selección,
caracterización y organización de los aprendizajes escolares; es decir, las decisiones
relativas a lo que debe esforzarse en aprender el estudiantes y, por tanto, a lo que
debe intentar enseñar el profesor en los centros educativos.
Sería incorrecto, sin embargo, limitar el interés del concepto de competencia a un
componente puramente instrumental, de herramienta útil para concretar las inten-
ciones educativas. En realidad, el provecho de éste reside, sobre todo, en los matices
que aporta a la manera de entender los aprendizajes que se aspira promover median-
te la educación escolar.
Veamos algunos ingredientes del concepto de competencia con el fin de precisar
estos matices: “una competencia es la capacidad para responder a las exigencias in-
dividuales o sociales o para realizar una actividad o una tarea [...]. Cada competencia
reposa sobre una combinación de habilidades prácticas y cognitivas interrelaciona-
das, conocimientos (incluyendo el tácito), motivaciones, valores, actitudes, emocio-
nes y otros elementos sociales y de comportamiento que pueden ser movilizados
conjuntamente para actuar de manera eficaz” (De Zubiría, 2006). Estas definiciones
reflejan con claridad los principales matices que introduce el concepto de competencia
en lo que concierne al tipo de aprendizaje escolar que se desea promover. El prime-
ro se refiere a la movilización de los conocimientos (Perrenoud, 1998). Ser competente en
un ámbito de actividad o de práctica significa, desde este enfoque, ser capaz de acti-
var y utilizar los conocimientos relevantes para afrontar determinadas situaciones y
problemas. Así, por ejemplo, ser competente para comunicarse en la lengua materna
significa ser capaz de: “expresar e interpretar conceptos, pensamientos, hechos y
opiniones de forma oral y escrita (escuchar, hablar, leer y escribir) [y de] interactuar
lingüísticamente de una manera adecuada y creativa en todos los posibles contextos
340
Comunidad educativa y transformación de la escuela
Tareas
Kielhofner (1995) define las tareas como “secuencias de acciones en las que las per-
sonas se comprometen a cumplir ciertos requisitos frente a la sociedad, mediados
por su motivación interna”. Los terapeutas ocupacionales clasifican las ocupaciones
en autocuidado, escuela/trabajo, juego y ocio, y sociales (Watson y Llorens, 1997).
Éstas están relacionadas con cada una de las ocupaciones en determinadas edades
y en entornos específicos (Case-Smith, 2001). Desde el DOE, las tareas son defi-
nidas como la actividad autoiniciada o sugerida por otra persona que motiva a la
realización de una o varias acciones (motrices-sensoriales-perceptivas-cognitivas-
afectivas), siguiendo unos criterios precisos de éxito, que, en conjunto, definen los
contenidos generales de la ocupación a ejecutar.
Al considerar la dimensión de las demandas de la tarea, se analizan variables tales
como objetivo, novedad, adecuación, nivel, importancia de la tarea, y motivación
del niño, como factores importantes en su ejecución. El objetivo de una tarea es el
eje central. Es factor fundamental identificar lo que el niño quiere o tiene que hacer
cuando se planean las intervenciones. Todo esto apoya la necesidad de evaluar las
funciones neurológicas y psicológicas, la regulación del comportamiento, las funcio-
nes motoras, perceptivas y sensoriales, además de los factores del medio ambiente
ya mencionados. Esto puede contribuir a que el niño presente problemas, lo cual, a
la vez, implica estrategias diferenciales de gestión e intervención. Por ejemplo, si a
un niño con NEE se le pide participar en una tarea que sobrepase los desafíos de su
control de atención, esto contribuye a un resultado sin éxito en dicha tarea. Alterna-
tivamente, si el ambiente es inapropiado o molesto, también le será difícil mantener
la atención, o tener el suficiente autocontrol para completar la tarea, a pesar de que
ésta tenga un nivel apropiado para él.
341
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
342
Comunidad educativa y transformación de la escuela
343
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
344
Comunidad educativa y transformación de la escuela
345
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
346
Comunidad educativa y transformación de la escuela
347
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Conclusiones
De las ideas expresadas en el capítulo 5 se puede concluir que es importante trabajar
desde la diversidad y en acción integral con la familia y los docentes para apoyar los
programas escolares con un enfoque sensoriomotor, como base sobre el cual se es-
tructuran los procesos de aprendizaje y la adquisición de habilidades y dominios de
interacción social. Esto no sólo permite enriquecer los desempeños de los escolares,
sino también involucrar nuevos conocimientos al quehacer educativo y aprender
estrategias prácticas de aplicación en el aula y el hogar, lo cual permite la ampliación
de los conocimientos previos que se poseen tanto maestros como padres.
Es hora de que la comunidad educativa, rescate y haga realidad las diferencias
sensoriales y motrices propias de la individualidad, y se desarrolle un plan que pien-
se cómo favorecer el desarrollo personal. Lo anterior es posible modificando las
entradas y el procesamiento de la información sensorial a partir de la implementa-
ción de las dietas sensoriales y la modificación de los ambientes familiar y escolar,
acordes con los niveles o necesidades de cada escolar, de manera que satisfagan sus
necesidades como seres humanos.
Referencias
Burcham, B, Carlson L. y Milich, R (1993). Promising school-based practices for students
with attention deficit disorder. Exceptional Children,60(2), 174-80.
Barkley, R.A. (1998). ADHD: a handbook for diagnosis and treatment. (2a ed). Nueva York:
Guilford Press.
Barreno, S. (2002). Los hábitos y el crecimiento: una perspectiva preirceana. Razón y pala-
bra. Primera Revista Electrónica Especializada en Comunicación (21).
348
Comunidad educativa y transformación de la escuela
Bolívar, A. (2000). Los centros educativos como organizaciones que aprende. Madrid: La Muralla.
Brown, G. (1997). Developmental Disabilities special interest section. American Occupational
Therapy Association, Bethesda, 21(3).
Burcham (1993). Promising school-based practices for students with attention deficit disor-
der. Exceptional Children, 60(2), 174-80.
Caicedo, M. (1997). Introducción a la Sociolingüística. Santiago de Cali: Universidad del Valle.
Case-Smith (2001). Development of childhood occupations. En: J. Case-Smith (ed). Occupa-
tional therapy for children. (4a ed). St Louis, MO: Mosby.
Charlot, B. (1990). Penser l’échec comme évènement, penser l’immigration comme histoire.
Migrants-Formation, 81, 14.
Coker, K.H. y Thyer B.A. (1990). School and family based treatment of children with atten-
tion deficit hyperactivity disorder. Families in Society, 71, 276-82.
Corkum, P., Rimer, P. y Schachar, R. (1999). Parental knowledge of attention deficit hyperac-
tivity disorder and opinions of treatment options: impact on enrolment and adherence
to a 12-month treatment trial. Canadian Journal of Psychiatry, 44, 1043-48.
DuPaul y Stoner (2003). Occupational Therapy for Children with Attention Deficit Hype-
ractivity Disorder (ADHD). British Journal of Occupational Therapy 70(9).
García, J.F. y Doménech, F. (1997). Motivación, aprendizaje y rendimiento escolar. emoción.
Revista Electrónica de Motivación y Emoción, 1.
Goleman, D. (1997). La inteligencia emocional. Madrid: Bantam Books.
Gómez, J.B. (2000). El discurso como comprensión y explicación de lo social.: una caracterización de los
códigos sociolinguísticos en comunidades escolares. Medellín: Universidad de Antioquia.
Harrison y Sofronoff (2002). Parental stress and related factors in parents of children with
cerebral palsy. Am J Ment Retard, 107:433, 44-53.
Hinojosa, J. (2002). Categorization and deductive reasoning. Bethesda, MD: American Occupatio-
nal Therapy Association.
Hinshaw, S.P. y Melnick, S. (1992) Self-management therapies and attention deficit hype-
ractivity disorder: reinforced self-evaluation and anger control interventions. Behaviour
Modification, 16, 253-73.
Hoza, B., Owens, J.S., Pelham, W.E., Swanson, J.M., Conners, C.K., Hinshaw, S.P., Arnold,
L.E., Kraemer, H.C. (2000). Parent cognitions as predictors of child treatment response
in attention deficit hyperactivity disorder. Journal of Abnormal Child Psychology, 28, 569-
83.
Humphrey (2002). Developing Everyday Routines. Physical & Occupational Therapy in Pediatrics
(28)2, 141-154.
Johnston Y Freeman (2002). Parents’ beliefs about ADHD: implications. Occupational therapy for
children. (4a ed). St Louis, MO: Mosby.
349
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Johnston, y Freeman, W.S. (2002). Parents’ beliefs about ADHD: implications for assess-
ment and treatment. ADHD Report, 10(1), 6-9.
Kielhofner (1995). A Model of Human Occupation: theory and application. (2a ed). Baltimore,
MD: Williams & Wilkins.
Kimball, J. (1999b). Sensory integration frame of reference: Theoretical base, function/dys-
function continua, and guide to evaluation. En P. Kramer y J. Hinojosa (eds.). Frames of
reference for pediatric occupational therapy (2a ed.). Baltimore: Lippincott Williams & Wilkins.
Knapp, B. (1963). The prescription in occupational therapy. Am J Occup Ther 17:122-24, 1963
16.
Kolberg, L. (1995). El enfoque cognitivo-evolutivo de la educación moral. En la obra colec-
tiva. La educación moral, hoy. Cuestiones y perspectiva. Barcelona: EUB.
López, D. (2001). Herramientas de autor para el profesorado. Revista Comunicación y Pedagogía,
178, 53-57.
López y García. (1997). Los efectos de Derecho privado de las normas de intervención comercial. Ma-
drid: Tecnos.
Sauvé, L (1994). La dimensión ambiental y la escuela, exploración de la diversidad de conceptos y prácticas
en la educación relativa al ambiente. En: Seminario I Internacional de Educación Ambiental
y la Escuela. Bogotá: Ministerio de Educación Nacional.
McGoldrick, M. y Carter, E.A. (1999). El genograma familiar estructura estándar de los
genogramas. En: El genograma familiar. Medicina de familia, principios y práctica. (3ª
ed). Sao Paulo: Rakel.
McGoldrick, M. y Gerson, R. (1996). Genogramas en la evaluación familiar. Buenos Aires: Ge-
disa.
Martínez-Otero, V. (2004). Teoría y práctica de la educación. Madrid: CCS.
Martínez-Otero, V. (2006). Consideraciones pedagógicas sobre la comunidad educativa Re-
vista Complutense de Educación 55,17, 51-64
McEwen, R. (1990). Activity analysis, creativity and playfulness in pediatric occupational.
Montreal: Jones & Bartlett Publisher.
Musitu, Román y Gracia (2005). Estilos educativos familiares y autoestima de los hijos de 4
y 5. Revista de Psicología General y Aplicada, 58(1): 101-114.
Naranjo, J y Torres, A. (1996). Ciudad educativa y pedagogías urbanas. Aportes 45. Bogotá: Di-
mensión Educativa.
Nuñez, J.C. y González-Pumariega, S. (1996). Motivacion y aprendizaje escolar. En: Actas
del Congreso Nacional sobre Motivación e Instrucción. Psicotena, 12(4), 548-556.
Ospina, H.F. (1999). Educar, el desafío de hoy: construyendo posibilidades y alternativas. Bogotá:
Cooperativa Editorial Magisterio.
350
Comunidad educativa y transformación de la escuela
351
Capítulo 6
Gestión y calidad en el modelo Desempeño
Ocupacional Escolar (DOE)
Introducción
Partiendo de los fundamentos y las prácticas descritas a lo largo del texto, este capí-
tulo identifica y describe, en primer lugar, las acciones y proposiciones para llevar a
la práctica institucional el modelo Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE); en
segundo lugar, presenta evidencias de su puesta en marcha en seis instituciones del
Distrito Capital de Bogotá y su extensión en el ámbito nacional, como proyecto del
Departamento de la Ocupación Humana de la Universidad Nacional.
En razón a que la ejecución del modelo DOE, como toda praxis, involucra la
participación de múltiples actores, desde esta dimensión se sintetizan los conceptos
y las estrategias de orden organizacional utilizadas para el cumplimiento de los plan-
teamientos que integran el modelo. Así, para estructurar las estrategias adecuadas
para un proyecto se contemplan la dimensión de la gestión organizacional y la del
conocimiento. En cuanto a la primera, existen dos aspectos fundamentales: la acción
estratégica que se incorporará a la institución o al estamento contratante y la gestión
de proyectos. Además, los participantes en todo proyecto deben adquirir los conoci-
mientos básicos relacionados con los dos puntos anteriores y agregar al proyecto, su
acervo disciplinar. Lo anterior se refleja en los planteamientos inherentes al modelo
para la actuación integral o modernización, y la incorporación de elementos o estra-
tegias nuevas a la organización.
Desde la gestión estratégica se desarrollan el marco y la planeación, requeridos para
enfrentar la multiplicidad de procesos y procedimientos inmersos en la estructura
de la organización. El marco estratégico refleja la dinámica del proceso de inter-
vención centrada en la población escolar y la formación de maestros, entre las que
media la acción interdisciplinar y el proceso de sistematización de la experiencia.
353
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
354
Gestión y calidad en el modelo Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE)
355
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
En definitiva, diversos análisis plantean que la escuela sólo puede poner en prác-
tica la pedagogía de la diversidad en el marco de un proyecto asumido por toda la
comunidad educativa. Éste se debe caracterizar por el ajuste a la realidad de cada
escuela, por el conocimiento que lo sustenta, por los recursos y las exigencias que
conlleva la actividad emprendida. Como afirma (2001), “los cambios a nivel de aula
no se pueden mantener de modo continuo si no están sostenidos por un equipo y
trabajo en colaboración de centro que hagan posible el compromiso y la implemen-
tación”.
356
Gestión y calidad en el modelo Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE)
357
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
358
Gestión y calidad en el modelo Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE)
Marco estratégico
El marco estratégico del modelo DOE da respuesta a las necesidades expresadas so-
bre transformación de la escuela o, en una mirada a corto plazo, dar una respuesta
efectiva a las políticas y decisiones relacionadas con la integración escolar en un
acercamiento a la educación en la diversidad. Representa un enfoque integral y co-
ordinado en relación con las prioridades del modelo DOE, cuya finalidad es apoyar
las decisiones inmediatas de participación en las instituciones y proporcionar una
base integral para las decisiones estratégicas a corto y largo plazo sobre las priori-
dades del programa educativo, priorizando las diferencias y la infraestructura co-
rrespondiente. El marco fundamenta la información detallada sobre las actividades
e infraestructura del programa, la cual responde a las prioridades estipuladas en los
lineamientos educativos para cada nivel, y en las necesidades más urgentes expresa-
das por la institución, la familia y los docentes. Adicionalmente, permite, identifica
359
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
360
Gestión y calidad en el modelo Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE)
Población a intervenir
Interdisciplinaridad
Sistematización
Formación permanente de maestros
Condiciones de intervención
Tipos de intervención
Planeación
En el modelo DOE, la planeación, al igual que en todo proceso administrativo, con-
lleva una serie de actividades organizativas, de liderazgo y de control, indispensables
para el logro de las metas y sus posibles desviaciones en el desarrollo. El control se
convierte en un ejercicio útil, ya que con frecuencia los planes erróneos afectan la
efectividad del proyecto. Merchán (2006) afirma que sólo cuando se trabaja con pla-
neación y control se puede hablar de gerencia, dirección y gestión. El contexto de la
planeación parte de la base de que un proyecto lleva implícito este concepto, pero
ésta es entendida como la herramienta que asegura: los objetivos (su logro debe ser
361
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
la razón de la planeación); los recursos (los medios para el logro de los objetivos, y
deben reflejar su costo y disposición); el presupuesto (herramienta administrativa
que permite analizar el balance entre beneficios, costos y gastos de un proyecto); la
satisfacción (representa la medición de los objetivos en términos de aceptación del
logro de los mismos); el plan de trabajo (herramienta de gestión para un manejo
eficiente de los recursos).
Como función principal de la administración, la planeación permite captar la
magnitud de las actividades organizativas, de liderazgo y de control; determina los
principios sobre cómo organizar a la gente y los recursos; y establece las probabili-
dades de logro y de desviación en los procesos. La elaboración de planes debe ser
siempre a largo plazo, si se tiene que ejecutar a corto plazo, debe tener una relación
con éstos. La administración responsable debe repasar y revisar continuamente las
decisiones inmediatas para determinar si contribuyen a programas a largo plazo.
De estas consideraciones en la planeación se incluye: 1) los componentes de la
planeación, 2) los procesos, y 3) los procedimientos. La planeación del proyecto integra
un conglomerado de estrategias y acciones importantes a considerar; sin embargo,
para el esquema actual se limitan a aspectos puntuales que se esquematizan en la
figura 6.2.
Determinación marco de acción.
Planeación
Nivel institucional
estretégica
Reconocimiento de fortalezas y
limitaciones. Necesidades por resolver.
362
Gestión y calidad en el modelo Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE)
deban tomarse en el futuro, sino por considerar las implicaciones futuras de las
decisiones que deban tomarse en el presente. Establece lo que se debe hacer antes
de emprender las acciones del proyecto. Esto significa que las instituciones deben
involucrarse en la planeación estratégica junto con todos sus niveles, recursos, po-
tencialidad y habilidad, para lograr el efecto sinérgico de integración de todos estos
aspectos.
Dado que la planeación estratégica es genérica y amplia, requiere subdividirse en pla-
nes tácticos desarrollados en el nivel intermedio del proyecto. En el caso del modelo
DOE, éste corresponde a la planeación que deben desarrollar los directivos de cada
grupo disciplinar (terapia ocupacional, fonoaudiología, psicología, pedagogía) cada
uno de los cuales está orientando a su disciplina o departamento. Además, cada plan
táctico debe subdividirse en planes operacionales desarrollados en el nivel de la pro-
puesta, que detalla con minuciosidad cada tarea o actividad que debe ejecutarse.
La planeación tácita es la función administrativa que determina con anticipación
qué se debe hacer y cuáles objetivos se deben alcanzar. Busca brindar condiciones
racionales para que el proyecto, las disciplinas y las divisiones se organicen a partir
de ciertas hipótesis respecto de la realidad actual y futura. Parte del reconocimiento
de que puesto que las acciones presentes reflejan necesariamente previsiones implícitas y presupo-
siciones sobre el futuro, éstas deben ser explícitas y objetivas en cualquier tipo de análisis realizado
para que ciertos asuntos inmediatos se vuelvan menos confusos y, en consecuencia, menos importan-
tes. En el fondo, la planeación es una técnica utilizada para asimilar la incertidumbre
y dar más consistencia al desempeño de los proyectos. En este sentido, establece las
siguientes características:
1. Es un proceso permanente y continuo realizado en el proyecto y no termina en
el simple montaje de un plan de acción.
2. Se orienta hacia el futuro y está estrechamente ligada a la previsión, aunque no
debe confundirse con ella. El concepto de planeación incluye el aspecto de tem-
poralidad y futuro: es una relación entre tareas por hacer y el tiempo disponible
para hacerlas. Como el pasado ya se fue y el presente va en camino, la planeación
debe preocuparse por el futuro.
3. Se preocupa por la racionalidad en la toma de decisiones, pues, al establecer
esquemas para el futuro, funciona como medio de orientación del proceso deci-
sorio, al darle mayor racionalidad y sustraerlo de la incertidumbre adyacente en
cualquier toma de decisiones.
4. Selecciona determinado curso de acción entre varias alternativas, teniendo en
cuenta sus consecuencias futuras y las posibilidades de realización.
5. Es sistémica, pues considera que el proyecto o la institución (los equipos pro-
fesionales, departamentos, divisiones, entre otros) es una totalidad conformada
por el sistema de apoyo y los subsistemas, así como por las relaciones internas y
externas.
6. Dado que la planeación se proyecta hacia el futuro, debe ser flexible para aceptar
ajustes y correcciones. Debe ser iterativa porque presupone avances y retrocesos,
363
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
364
Gestión y calidad en el modelo Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE)
una serie de procesos que le permiten identificar las necesidades de los escolares y
los docentes y transformarlas en un bien transferible: la atención integral de calidad
o programas de intervención.
A partir de estos elementos, un proceso se define como la serie de actividades
y recursos que se utilizan para convertir elementos de entrada (propuesta teórico-
práctica) en elementos de salida (mejorar el desempeño de los escolares) con un
valor agregado. Así, la identificación y formalización de los procesos del proyecto
consiste en establecer con exactitud las diferentes “áreas de actividad” que contri-
buyen al objetivo común: el óptimo desempeño de los escolares.
Porter (2000) detalla el enfoque de proceso como una serie de actividades se-
cuenciales e interdependientes orientadas a la consecución de un resultado, en el
que se agrega valor a un insumo y se contribuye a satisfacer una necesidad. Define
las tres familias de procesos:
− El proceso de realización, que corresponde a la realización del programa de atención
a poblaciones y formación de maestros y, por tanto, a la actividad institucional.
− El proceso de soporte, que representa una actividad interna generalmente horizontal
que asegura el buen funcionamiento del proyecto. Los procesos de soporte son
invisibles para el cliente (beneficiario) e incluyen administración financiera, ad-
ministración de recurso humano, capacitación, entre otros.
− Los procesos de administración (a veces llamados procesos de control) corresponden a
la definición de la política y estrategia de una organización, y al control de las
acciones realizadas para lograr los objetivos de la organización.
El objetivo de la dirección de procesos es distribuir las actividades en pasos y con-
trolarlos para alinearlos con los objetivos estratégicos del proyecto. Por lo tanto, un
enfoque de procesos debe incluir los siguientes pasos:
− Definición y formalización de los objetivos estratégicos.
− Análisis de los procesos existentes en la institución.
− Sugerencias para modificar los procesos existentes, si es el caso.
− Identificación, para cada proceso, de los elementos de entrada y salida.
− Definición de las interacciones entre procesos.
− Formalización de los criterios de rendimiento (indicadores de rendimiento) para
cada proceso.
− Presentación e implementación de procesos nuevos y/o modificaciones.
− Medición permanente de los rendimientos.
365
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
366
Gestión y calidad en el modelo Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE)
367
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
368
Gestión y calidad en el modelo Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE)
369
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
370
Gestión y calidad en el modelo Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE)
371
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
372
Gestión y calidad en el modelo Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE)
373
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
prender el proceso que se describe a través de los elementos como las actividades,
los documentos y las unidades administrativas, y cargos que intervienen en él.
El flujograma es una herramienta de representación gráfica de gran importancia
para el levantamiento, análisis, diseño, mejoramiento y control de los procesos. Es-
tandariza la representación gráfica de los procesos de trabajo; identifica con facili-
dad los aspectos más relevantes de la labor. Facilita el análisis y mejoramiento de los
procesos, propendiendo por la eliminación de trámites innecesarios, suprimiendo lo
que no es esencial y simplificando lo que sí lo es. Muestra la dinámica del trabajo y
los responsables del mismo, y facilita su ejecución; impide las improvisaciones y sus
consecuencias, y evita el desvío o la distorsión de las prácticas en el proyecto.
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
374
Gestión y calidad en el modelo Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE)
375
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
376
Gestión y calidad en el modelo Desempeño Ocupacional del Escolar (DOE)
Referencias
Álvarez, L. (1994). Formación renovadora del terapeuta ocupacional. Grupo Ocupacion y
realización humana. En Terapia ocupacional y universidad. (pp. 53-62). Bogotá: Universidad
Nacional de Colombia.
Álvarez, L. (2000). Plan de atención integral al escolar y desempeño ocupacional. Bogotá: Documento
Universidad Nacional de Colombia. CADEL Tunjuelito.
AOTA. (2009). Certification programs provide you with many benefits. Therapy Services by Qualified
Therapists. Board and especiality certification. Maryland. DC: Autor.
Bolívar, A. (2000). Los centros educativos como organizaciones que aprenden. Madrid: La Muralla.
CEDEFOP; La garantía de la calidad en la formación profesional .. Salónica (Thermi), Gre-
cia. Nº 15. 3, pp21- 29 1998
Delors, J. (1996). La educación encierra un tesoro. Madrid: UNESCO.
Donabedian, A. 1966. Evaluating the Quality of Medical Care. Milbank Memorial Fund Quar-
terly: Health and Society 44(3; pt. 2):166–203.
Donabedian, A. (1990). Garantía y monitoria de la calidad de la atención médica.México:
Instituto Nacional de Salud Publica.
Etkin Jorge (2001) Sistemas y estructuras de organización.. Edit. Macchi, buenos Aires,
Argentina
European Training Foundation. 1998. Aplicaciones de las normas ISO 9000 a la enseñanza
y la formación
Frondizi R. (1991). Estudio preliminar a el discurso del método. Madrid: Alianza.
Cita: La economía ecológica como un sistema diferente de conocimiento. Federico Aguilera
Klink
Ghiso, A. (2001). Sistematización de experiencias en Educación Popular. En Memorias Foro
Los contextos actuales de la Educación Popular. Fe y Alegría Regionales Medellín y Bello.
Medellín agosto 2001.
Hernández Y Rodriguez, S. Introducción a la Administración. Un enfoque teórico práctico.
Ed. McGraw Hill. México. 1994.
Kast, F.; Rosenzweig, J. (1988); Administración en las Organizaciones. Enfoque de Sistemas
y de Contingencias. México: McGraw-Hill/Interamericana de México, S.A. de C.V.
McBride, W., Klaiman, D. y D’Avignon, N. (February, 2001). Quality assurance in Canadian
professional education. Paper presented at the V11 North American Higher Education Conference.
Globalization and the 21st Century Competencies: Challenges for North American Hig-
her Education, San Diego, CA.
McConnell, S. (1997). Desarrollo y gestión de proyectos informáticos. México: McGrawHill.
MEN (1994). Ley 115. Ley General de Educación. La promoción y la evaluación de la calidad de la
educación. Bogotá: Autor.
377
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
378
Capítulo 7
Fundamentación y praxis de fonoaudiología
en el sector educativo
Gloria Stella Agudo Rodríguez
Introducción
El propósito de este capítulo es mostrar la manera como se prestaron servicios en
el programa académico de campo (PAC) de Fonoaudiología de la Universidad Na-
cional de Colombia hasta 2004. Al compartir esta experiencia desarrollada durante
25 años, quiero agradecer el trabajo realizado por profesionales, estudiantes, niños
y maestros que participaron activamente en esta construcción. De manera especial
quiero destacar a las docentes Ester Cabrera García y Laura Álvarez de Bello, con
quienes trabajé desde el inicio de mi vida profesional. A las estudiantes Zobeida la
Torre, Beatriz Álvarez, Angélica Sepúlveda, Gloria Marcela Segura y Raquel Magali
Rodríguez que hicieron importantes aportes a través de proyectos que apoyaron las
prácticas y que aparecen integrados en este capítulo.
En la primera parte se hace una revisión gruesa de los elementos que se tuvieron
en cuenta para construir las prácticas de estudiantes de fonoaudiología en el contex-
to colombiano. Presenta una síntesis de los documentos básicos tenidos en cuenta
para el trabajo en general, especialmente desde el PAC en educación, aunque no se
detiene en la revisión de literatura en particular.
En la segunda se presenta, por un lado, el modelo de prestación de servicios
fonoaudiológicos diseñado en el PAC educación, entendido como un espacio de
desarrollo de habilidades en el suministro de servicios de prevención, promoción,
tamizaje, evaluación, diagnóstico, asesoría y consejería en centros educativos. Por
otro, da a conocer la propuesta de formación de docentes en servicio que se fue
desarrollando en todas las escuelas que participaron de los proyectos realizados.
379
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
380
Fundamentación y praxis de fonoaudiología en el sector educativo
Al trasladar las prácticas a los CED se inicia una segunda etapa definitiva que
requirió de los docentes que trabajaban en el área un proceso de autoformación
fuerte. Éste, ligado a los compromisos que se fueron estableciendo, no sólo posicio-
nó al profesional en el mundo escolar sino que lo llevó a comprender la importancia
de su presencia dentro del sistema educativo. En consecuencia, los docentes del
programa de Fonoaudiología, área de educación, se vieron enfrentados a conocer y
manejar el mundo de la escuela, muy diferente al Hospital de la Misericordia y, por
supuesto, al trabajo clínico. Se asumió un compromiso con cada escuela usuaria de
los proyectos, particularizando las propuestas según necesidades de cada una. Por
su complejidad y compromiso, el trabajo que formó parte de los PAC fue conocido
por gran número de estudiantes y asumido por pocos fonoaudiólogos que se des-
empeñaban en educación, especialmente en los CED, lo cual llevó a su reubicación
como profesores de aula.
Una mirada constante de los docentes del programa de Fonaoudiología del área
estuvo centrada en abordar los aspectos legislativos de la política educativa en las
últimas décadas en Colombia, y ver cómo éstos incidían en el proceso de formación
de estudiantes y en la prestación del servicio. La Constitución Política de Colombia
de 1991 ofreció igualdad de oportunidades a sus ciudadanos. En consecuencia, la
ley 115 de 1994 incluyó la educación para personas con limitaciones o con capaci-
dades excepcionales, definió acciones pedagógicas y terapéuticas que permitían su
integración académica y social, incorporó en sus planes de desarrollo programas de
apoyo pedagógico que permitían cubrir su atención educativa, y determinó la crea-
ción de aulas de apoyo especializadas en los establecimientos educativos.
El decreto 2082 de 1996 reglamentó la atención educativa para personas con
limitaciones o con capacidades o talentos excepcionales; concibió la integración
social y educativa incorporada al servicio público, y determinó el ofrecimiento de
los servicios de apoyo que fueran necesarios en la escuela. Describió las aulas de
apoyo especializadas (AAE) como un conjunto de servicios, estrategias y recursos
que ofrecían las instituciones para la atención integral de los educandos.
El Plan Decenal de Educación 1996-2005 (MEN, 1996) buscó equidad y justicia
social; definió estrategias y acciones para erradicar de la educación situaciones de
discriminación por razones de género, raza, etnia, residencia, limitaciones o capaci-
dades excepcionales; y estableció factores de favorabilidad para los grupos de po-
blaciones más vulnerables y excluidas.
El MEN (1998) publicó el Plan gradual de cubrimiento para la atención de personas con
limitaciones o con capacidades o talentos excepcionales, mediante el cual se definieron los
criterios generales para su elaboración y se brindó ayuda a las AAE y a las unidades
de atención integral (UAI).
En este panorama se debía mover el fonoaudiólogo escolar. Las teorías y accio-
nes que se traían como experiencia se tenían que adecuar y operacionalizar en la
escuela, atendiendo a las necesidades y respondiendo a las políticas.
381
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
382
Fundamentación y praxis de fonoaudiología en el sector educativo
383
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
384
Fundamentación y praxis de fonoaudiología en el sector educativo
385
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
386
Fundamentación y praxis de fonoaudiología en el sector educativo
387
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
388
Fundamentación y praxis de fonoaudiología en el sector educativo
389
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
10. Aplicación del trabajo en niños con diferencias en procesos educativos aplican-
do los modelos.
390
Fundamentación y praxis de fonoaudiología en el sector educativo
391
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
392
Fundamentación y praxis de fonoaudiología en el sector educativo
Referencias
American Speech-Language-Hearing Association (ASHA). (1991). A model for collaborative
service delivery for students with language-learning disorders in the publics schools. En: www.asha.
org/policy.
American Speech-Language-Hearing Association. (1999). Guidelines for the roles and responsibi-
lities of the school-based speech-language pathologist. En: www.asha.org/policy.
Cuervo, C. (1999). La profesión de fonoaudiología: Colombia en perspectiva internacional. Bogotá:
Universidad Nacional de Colombia.
Hymes, D. (1992). Acerca de la competencia comunicativa. Forma y Función, 9, 13-37.
393
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
394
Anexos
Anexo 3.1
Protocolo de remisión
Formato de remisión a terapia ocupacional
395
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Anexo 3.2
Historia escolar
Información general
Nombre ____________________________________________________________
Ciudad ________________ Dirección_____________________________________
Teléfono__________________
Fecha de nacimiento___________________________________________________
Lugar de nacimiento __________________________________________________
Fecha consulta/remisión________________________________________________
Edad actual_________________________________________________________
Nombre del padre o acudiente_________________________________________
Edad________________ Ocupación____________________________________
Nombre de la madre_________________________________________________
Edad______________Ocupacion_______________________________________
Médico o servicio de salud____________________________________________
Relación del informante con el niño_____________________________________
Colegio______________________________________ Grado________________
396
Anexos
Factores físicos
¿A qué edad controló esfínteres?
¿Alguna vez ha tenido o tiene alguna de las siguientes condiciones?
Dificultad para hablar ( ) escuchar ( ) ver ( ) comer ( ) beber ( )
Caídas graves o accidentes ( ). Problemas para caminar o correr ( )
Con qué habilidad utiliza los siguientes elementos:
Tijeras: Bien ( ) Regular ( ) Mal ( )
Lápiz: Bien ( ) Regular ( ) Mal ( ) Crayolas/colores Bien ( ) Regular ( ) Mal ( )
Diestro ( ) Zurdo ( )
Ha sufrido alguno de los siguientes eventos:
Accidentes serios_________ Fecha ______________________________________
Cirugías_________________Fecha______________________________________
Patologías inusuales______________________________ Fecha________________
Alergias____________________________________________________________
¿Ha tenido algún problema visual?________________________________________
¿Ha sido examinado de la vista?____Resultados_____________________________
¿Ha sido examinado por un médico?______________________________________
¿A qué edad?_________ Resultados______________________________________
¿Examinaron su audición? ______________________________________________
¿Se realizó audiometría? _______________________________________________
¿A qué edad? ________________________________________________________
¿Ha tenido otitis media? __________ ¿Con qué frecuencia?____________________
¿Cuándo fue la última? ________________________________________________
¿Qué tratamientos médicos ha recibido, para qué condiciones y quién los ha propor-
cionado? ___________________________________________________________
Situación familiar
¿Qué tipo de disciplina utiliza con más frecuencia con sus hijos? ________________
Ejemplos ___________________________________________________________
¿Existe algún adulto además de los padres que participe en la crianza de sus hijos?
¿Quién? ____________________________________________________________
¿Su hijo tiene miedo de algún objeto, animal, persona o situación? _______________
¿Alguna vez ha tenido pataletas? _________________________________________
¿A qué edad? ________________________________________________________
¿Qué talentos particulares tiene su hijo? ___________________________________
¿Los hábitos de sueño de su hijo son regulares? _____________________________
¿Los hábitos de alimentación de su hijo son regulares? ________________________
¿Tiene alguna preferencia o disgusto particular por las texturas de los alimentos? ____
¿Cómo responde su hijo a los hermanos? __________________________________
¿Cómo responden los hermanos a su hijo? _________________________________
¿Entendía lo que se le decía antes de empezar a hablar? _______________________
¿Las necesidades del niño se anticipaban antes que empezara a hablar?____________
¿Usa su hijo muchos gestos o señas en el lenguaje? ___________________________
¿Alguien habla como bebé a su hijo? ______________________________________
¿Su hijo se distrae fácilmente o tiene problemas para entender cuando hay ambientes
ruidosos? __________________________________________________________
397
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Anexo 3.3
Lista de chequeo para terapia ocupacional
Por favor revise cuales de los siguientes comportamientos son aplicables a este niño.
Chequee si la conducta está presente; si la conducta no está; o si la conducta está en proceso.
398
Anexos
Sensación táctil
Reacción advera al tacto
Usa sólo cierto tipo de prendas de vestir
Toca todas las cosas
Evita ser apretado por otros
Le molesta que le toquen
No le gusta que lo abracen
Sensación vestibular
Teme que lo lancen al aire
No le gustan los equipos del parque
No puede parar los movimientos en los que se mece
Se marea frecuentemente
Sensación auditiva
Tiene dificultad en la pronunciación
Parece no entender a otras personas
Tiende a repetirse cosas a sí mismo
Tapa sus oídos ante un ruido
Percepción visual
No discrimina de formas, letra, números
No completa rompecabezas para su edad
Dificultad copiar diseños, letras o números
Dificultad en seguir una trayectoria visual
Componente emocional
Se molesta con cambios en la rutina
Se frustra fácilmente
Le cuesta entenderse con otros
Propenso a tener accidentes
Interactúa mejor con grupos pequeños
Con frecuencia se involucra en conflictos
Información adicional
399
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Anexo 3.4
Hipótesis de preevaluación
400
Anexos
Anexo 3.5
Resultados de la evaluación
1. Condicio- Tono muscular: existe hipotonía generalizada, moderada que está afec-
nes tónicas tando ciertas cualidades del desempeño.
Estabilidad articular: existe inestabilidad a niveles proximal y distal. En
el proximal le afecta el mantenimiento de la posición sentado/erguido
propia de las tareas escolares y la alimentación y juegos de mesa, inci-
diendo en su tolerancia y velocidad de ejecución. A nivel distal, incide en
el agarre del lápiz y en dinámica del grafismo y la manipulación fina.
Extensibidad: arcos extensores aumentados que inciden en postura. Pos-
tura, hay asimetría moderada izquierda, con lordosis postural y escápulas
haladas, la cual se incrementa cuando carga la maleta escolar (muy pesa-
da y por trayecto largo a su casa) También es notoria en los ajustes que
hace en actividades de escritorio.
Cocontración, tanto en cuello como en MMSS es pobre para su edad; le
impide avanzar en el pasamanos, trepar por un lazo, empujar o halar lo
pesado, colorear con ritmo y mantener constante la pulsión tónica del
lápiz.
2. Mecanismos Reacciones de enderezamiento, aún primitivas, reflejadas en su falta de
posturales direccionalidad corporal, por tanto también le falta direccionalidad en
la escritura.
Integración de respuestas tónicas: hay aún dependencia tónica de ex-
tremidades con la posición de la cabeza. Le impide una postura acorde
en tareas escolares, siempre se está apoyando en lado izquierdo para
la escritura con mayor extensión del miembro derecho que lo típico.
Tampoco ha podido aprender a nadar en el periodo que lo lograron los
niños del curso.
Prueba de extensión de brazos de Schilder: hay dependencia postural sin
visión, movimientos asociados y pobre estabilidad corporal.
Patrones prono extensor y flexor supino se encuentran inmaduros.
Mayor dificultad en las actividades en prono, no puede asumir patrón
global, solo segmentado pero no sostiene cabeza y cuello por mucho
tiempo a pesar de divertirse participando es estos juegos. En supino no
logra sostener el peso de su cuerpo sino elongado: así juega pasamanos
pero no logra “Tarzán”.
3. Mecanis- Uso ipsilateral de ojos, acentuado con su postura atípica.
mos oculares Perseguimiento no flexible y divergencia de ojo derecho, lo cual es requi-
sito para una lectura ágil.
Preferencia ocular izquierda y manual derecha, signo de pobre laterali-
zación de funciones.
4. Desarro- No logra ejecuciones de secuenciamiento ni en salto de lazo, juegos de
llo motor pelota como seguir el balón en el futbol, ni manuales que impliquen di-
grueso y fino gitación. El equilibrio es pobre por eso se frustra al caerse en juegos de
caminar por bardas como hace su hermano, saltar en un pie o montarse
en equipos de manera independiente y le cuesta patear el balón. La coor-
dinación de los lados del cuerpo le dificulta tareas de apuntarse o abro-
charse, manejo de cuchillo y tenedor, juegos de palmas y lanzamiento-
recepción, dentro de lo cual influye también su pobre movilidad alterna
de dedos y brazos (diadococinesia), que no están acordes a su edad.
401
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
402
Anexos
403
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Anexo 3.6
Resultados de la evaluación
Información general:
Rafael tiene 9 años, 2 meses; desde la iniciación de su escolaridad ha tenido dificultades con
la adaptación, las relaciones con los compañeros, la atención y las habilidades académicas.
Rafael no tiene control médico desde hace 4 años. Asistió dos años y medio al jardín infantil
y lleva 3 años y medio de escolaridad regular en institución pública; cursa segundo elemental
con bajos resultados. Vive con sus padres, sus tres hermanos y la abuela en una casa con
deficientes servicios públicos en un barrio suburbano, estrato 2.
Información de remisión:
La maestra remite a Rafael al CADEL de la localidad para que se le soliciten evaluaciones
que ayuden a determinar si el niño requiere de terapias o de educación especial. Del CADEL
el niño es remitido al Centro educativo Distrital Los Milagros, institución integradora que
posee un equipo interdisciplinar, donde el terapeuta ocupacional inicia el proceso de evalua-
ción. La razón primaria de remisión de la profesora es la dificultad de Rafael en la escritura,
motricidad fina, lectura e interacción con los compañeros.
Perfil ocupacional:
En la entrevista con la profesora de Rafael informa que tiene dificultades con la escritura,
las relaciones con los compañeros en el recreo y en las actividades de deporte. La profesora
enfatiza que a Rafael le gusta la escuela y se interesa por hacer bien las tareas en la clase. En
entrevista telefónica con la madre reporta que el niño tiene problemas para vestirse solo y rá-
pido, para comer tanto por la selectividad en los alimentos como por la manipulación de los
cubiertos. En la observación y contacto inicial con Rafael en la escuela revela que su interés
principal es asistir a la escuela a jugar con sus compañeros, salir al recreo a correr en el patio,
saltar y jugar con su hermano pequeño. Manifiesta que le gusta estar con sus hermanos en la
casa y no le gusta tener problemas ni en la casa ni en la escuela. Dice que no lo quieren.
El perfil ocupacional de Rafael sugiere que está teniendo dificultades con el desempeño en
las actividades de la vida diaria, el juego y la escolaridad. Estas dificultades en el desempeño
ocupacional pueden deberse a problemas con el procesamiento sensorial, la coordinación, y
la percepción visual, con una influencia evidente de su medio ambiente deprivado. Por tanto
se inicia proceso de evaluación.
Evaluaciones utilizadas:
Las Observaciones Clínicas estructuradas de Erna Blanch
El Perfil Sensorial de Winni Dunn
La Escala de Aptitudes y Psicomotricidad de McCarthy
Escala de Aptitudes Básicas
404
Anexos
Resultados de la evaluación
Observaciones clínicas: las condiciones neuromusculares de Rafael se caracterizan por un
bajo tono muscular. Pobre cocontracción de cuello y extremidades, alteraciones de postura
y deficientes ajustes posturales. Los mecanismos posturales revelan inmadurez en los ende-
rezamientos corporales, interferencias tónicas, pobre equilibrio, direccionalidad y marcada
dependencia de la visión en los dominios corporales. En los mecanismos oculares hay ten-
dencia a la divergencia, poca flexibilidad del movimiento y prefiere mano derecha pero ojo
izquierdo para mirar. Evidentes dificultades con el secuenciamiento, el salto rítmico y las
destrezas motoras finas.
Perfil sensorial: con la información de la madre y la maestra, utilizada para recolectar datos
sobre el procesamiento de la información provenientes del medio externo (visual- táctil-pro-
pioceptiva-vestibular-auditiva) en relación con su desempeño en las actividades cotidianas, la
escolaridad y el juego, reveló diferencias significativas en la reactividad emocional, atención-
distractibilidad, sensibilidad sensorial y destrezas motoras finas. En los ítems que miden la
modulación en relación con el movimiento y la postura, la modulación que afecta el nivel de
actividad y el control visual en el movimiento se vieron afectados con diferencias definitivas.
Este tipo de perfil es común en niños que presentan inconsistencia en su respuesta a los
impulsos sensoriales ya que ellos intentan responder de manera simultánea a los estímulos
(por ejemplo, se distraen con estímulos que les son extraños, y por tanto deben protegerse
a sí mismos mediante la reducción de la entrada sensorial (evitando los estímulos adversos
o que les incomodan, alejándose de las actividades o entrando en discordia con el par). Por
esta reactividad emocional, estos niños muestran dificultades en el desarrollo de las habilida-
des sociales y las relaciones interpersonales.
405
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Aptitudes básicas: la capacidad para percibir y observar con atención es uno de los reque-
rimientos de la mayoría de las tareas escolares que se ve influenciado en mayor o menor
medida por estas aptitudes. La dificultad para captar o aprehender visualmente, con rapidez
y exactitud (configurar palabras, letras, números, dibujos) que se maneja cotidianamente en
el contexto escolar contiene materiales que para Rafael son distractores y le impiden la con-
centración y asimilación de conceptos; son aptitudes que debe desarrollar en la adquisición
de experiencias, en el reconocimiento de nuevas situaciones y en la concepción clara de los
problemas y sus soluciones. Cuando existen niveles bajos en la aptitud perceptiva o baja
capacidad para mantener la atención, se afecta de manera negativa el rendimiento escolar.
Recomendaciones
Rafael puede beneficiarse significativamente de un programa de terapia ocupacional que
apoye su desempeño ocupacional en las actividades cotidianas, el juego y la escolaridad,
basado en el diseño cuidadoso de actividades que impulsen su participación social en la es-
cuela, el hogar y la comunidad; faciliten la ejecución de tareas motrices relacionadas con las
demandas escolares, el vestido, la alimentación y la manipulación de elementos– y minimice
sus comportamientos atípicos frente a los estímulos externos. En el ambiente escolar, se re-
quieren ciertas adaptaciones o apoyos tanto en el aula como en las demandas (instrucciones
claras y corroboradas sobre su comprensión; monitoreo en sus ejecuciones y control de sus
acomodaciones posturales de movimiento) lo que requiere la reunión conjunta del maestro
y el equipo interdisciplinar. Los pares de Rafael pueden beneficiarse con algunas sugerencias
de modificación del medio ambiente de estudio y planeación, y control de rutinas cotidianas
que no implican importes económicos, sino un monitoreo al niño, para lo cual se citará a los
padres para que reciban dicho plan.
406
Anexos
Anexo 4.1
Documento de adaptación curricular individual
407
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
408
Anexos
409
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Copia las actividades propuestas así Si pone atención y está tranquilo logra
como los conceptos más importante de copiar en ocasiones todo, en otras
cada unidad didáctica ocasiones solo parte. La caligrafía es
aceptable cuando lo hace lentamente,
cuando requiere velocidad es distorsio-
nada.
Realizar sumas y restas de dos cifras. Conoce el mecanismo de estas opera-
ciones, aunque comete algunos errores
por inversiones o desorganización del
trabajo.
Realiza multiplicaciones. No, aunque su grupo ya lo hace.
Es capaz de solucionar pequeños pro- Hay que ayudarle en el razonamiento.
blemas de la vida cotidiana.
Conoce las horas: en punto, cuarto, Señala las horas en un reloj, aunque
media, etc. aún se le dificulta.
Maneja clasificación de conjuntos. Inicia el proceso pero no es consisten-
te, lo olvida
rápidamente.
3.3. Área de ciencias naturales
¿Qué sabe hacer? ¿Cómo lo hace?
410
Anexos
Realiza todas las actividades propuestas Lo hace bien siempre con la ayuda de
en esta área. la profesora de apoyo en el colegio y
de su familia fuera de él. Estos trabajan
con él los conceptos más importantes.
4. Estilo de aprendizaje
4.1. Factores que sirven de motivación al niño
No se interesa por realizar las actividades que los profesores proponen en las distin-
tas materias. Solo muestra interés por las de sociales, profesora con la que se integra
mucho y es su directora de grupo. Algunos de estos ejercicios los realiza en clase
cuando tiene el apoyo de la profesora o un niño que siempre lo ayuda. En casa con
soporte de su hermano mayor y ocasionalmente de la madre.
Le gusta realizar los controles. En el caso de sociedad y naturaleza, es capaz de bus-
car la información manejando el libro de texto con cierta ayuda.
En general, está desatento en clase, copia solo parte de los ejercicios que hay que
realizar.
Maneja bien el horario escolar, sabe qué materia tiene en cada sesión aunque aún no
conoce bien el manejo del reloj.
Está muy contento en el colegio. Sus compañeros a veces le informan de lo que van
a hacer pero casi nunca lo invitan.
Juega con sus compañeros al futbol y al baloncesto cuando es actividad de clase,
pero no lo hace muy bien por lo que es rechazado. No es muy sociable pero intenta
ser cariñoso con sus compañeros, aunque no siempre logra aceptación, y con algu-
nos adultos si lo logra.
Cuando los adultos o pares le reconocen sus actuaciones se torna alegre, participa y
es muy colaborador. Por el contrario, cuando lo regañan o censuran, se siente recha-
zado y se desorganiza, se pone muy bravo y con frecuencia abandona la actividad,
manifiesta que no puede, que es un “bobo” que no puede hacer nada.
5. Modalidad de apoyo (área, profesionales, lugar y tiempo)
Está integrado en 2º E.B.P. en jornada diurna. Se busca que inicie asistencia al aula
de apoyo por lo menos 3 horas a la semana para un refuerzo más individualizado
encaminado a desarrollar y potenciar: memoria, atención, razonamiento, expresión
verbal, así como para ayudar a la realización de los trabajos y actividades que propo-
nen los diferentes profesores, adaptándolos a su competencia curricular.
Complementariamente, debe asistir dos horas semanales a apoyo por fonoaudiolo-
gía para mejorar sus competencias comunicativas, y dos horas a la semana a terapia
ocupacional para mejorar potencialidades corporales que trasfiera a las actividades
escolares de interacción con el medio y aprendizaje académico.
6. Solicitud de actuaciones a la familia
411
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
412
Anexos
Anexo 4.2
Dieta sensorial y modificación del ambiente
Dieta sensorial y modificaciones del ambiente según BOCE
Actividades Sugerencias
según clasifica-
ción
Pobre discriminación de la información vestibular y propioceptiva
a. Trabajo de mesa
Dieta sensorial Resistencia activa: flexiones en la silla, abrazos a uno mismo,
apretar y soltar la tela del bolsillo, gomas theraband, ejercicios
de apretar con la mano, apoyarse en miembros superiores,
chaleco de pesos o bandeja en herradura.
Actividades para dedos inquietos: pellizcos, hacer la araña, estirar
gomas, pelotas juguetonas, masilla terapéutica, lápiz andante
y movimientos con el lápiz.
Opciones mientras está sentado para permitirle movimiento: cojines
inflables, taburete acolchado, pelota, pelota cacahuete, silla
que bota o silla pelota, una o dos piernas ligeramente en alto
para permitir el balanceo.
Modificaciones Asiento sólido, duro, con reposabrazos a la altura correcta,
ambientales mesa inclinada, frecuentes cambios de posición, antideslizan-
te para estabilizar los objetos, delimitar con cinta adhesiva el
lugar de colocación del papel.
b. Hora de recreo
Dieta sensorial Actividades de juego: dar coces, marcha militar (pisando fuerte,
empujar contra la pared, empujar las puertas de entrada,
jugar a las palomitas en la silla (saltando/explotando a dife-
rentes velocidades e intervalos), andar mientras está sentado
en el suelo con las piernas extendidas, saltar, dar volteretas,
achucharse, estirarse, abrazarse él mismo, flexiones, sentar-
se-levantarse, hacer la carretilla, saltar alternando las piernas
(jumping jacks), andar como los cangrejos.
Recados: llevar libros pesados, mover el moviliario (mesas,
sillas).
413
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
414
Anexos
415
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
d. Juego
Dieta sensorial Actividades de juegos táctiles y propioceptivos.
Modificación del Cajas para colocar los objetos; que el niño verbalice los
ambiente pasos de la tarea; darle ejemplos visuales, auditivos y físicos
mientras se están explicando nuevas actividades de juego.
e. Vestido
Dieta sensorial Actividades de juegos táctiles y propioceptivos.
Modificación del Colocar la ropa en orden, con etiquetas informativas y pre-
ambiente sillas para colgar; ropa sencilla con grandes cierres/broches;
simplificar las actividades de la vida diaria.
Trastorno de integración motora bilateral
a. Trabajo se mesa
Dieta sensorial Hacer flexiones en la silla con ambos lados a la vez, luego al-
ternando y variando el ritmo (primero con los brazos, luego
con las piernas); usar theraband para animar las tareas de tirar
mientras estabiliza con un brazo y se mueve con el otro; aga-
rradores para las dos manos para que el niño use diferentes
patrones y ritmos; movimientos de dedos ejecutados desde
diferentes modelos.
Modificación del Antideslizante para estabilizar los papeles, reforzar el uso de
ambiente la mano dominante, estrategias para recordar cuál es la mano
derecha y cuál la izquierda; marcar o poner pegatinas en el
lado dominante.
b. Hora de recreo
Dieta sensorial Dar coces con patrones alternantes (saltar-saltar-patada,
saltar-patada-saltar, derecha-izquierda-derecha-patada,
izquierda-derecha-izquierda patada, etc.), marchar en el sitio,
alternar la velocidad y el ritmo, juegos de dar palmas usando
velocidad y ritmo; saltar, dar volteretas, brincar, saltar a la
comba, galopar, y así sucesivamente; estas actividades como
transición hacia otra actividad.
Modificación del Simplificar las actividades de recreo y juego, ofrecer variedad
ambiente de juegos en el patio.
c. Gimnasia
Dieta sensorial Actividades bilaterales simples.
Modificación del Juegos simplificados y actividades de gimnasia, según la
ambiente necesidad.
d. Juego
416
Anexos
Dieta sensorial Juegos de dar palmas mientras se recitan las canciones, hacer
la bicicleta pie con pie con otra persona. Juegos de comba,
actividades con la comba, bailar, nadar y actividades en la
piscina, actividades con el balón (Por ejemplo: botar y coger
con izquierda-derecha-izquierda, avanzar con el balón en
baloncesto o fútbol, darle una patada con derecha-izquierda-
derecha, correr y dar la patada).
Modificación del Simplificar las actividades deportivas para asegurarle un
ambiente desempeño satisfactorio.
Defensibidad táctil
a. Trabajo de mesa
Dieta sensorial Estímulos de tacto profundo/presión (Por ejemplo: chaleco
de peso, mochila, bandeja en herradura), actividades de
resistencia activa, actividades de movimientos de dedos y de
resistencia de la mano (Por ejemplo. cortar, borrar, utilizar
huellas/agarradores).
Modificación del Amplia separación espacial para prevenir inesperados toques
ambiente de otros; designar espacios para el nido restaurador (Por
ejemplo: la esquina de la alfombra); acercarse al niño siempre
de frente y avisarle cuando le van a tocar, evitar tocarle zonas
sensibles (Por ejemplo: pelo, cara, cuello, y abdomen); usar
toque firme y evitar tacto ligero; minimizar otros estímulos
ambientales que puedan agobiarle (usar luz natural cerrar
la puerta de la clase, utilizar papel secante en los pupitres,
utilizar tacos de goma en la silla y las patas del pupitre, tener
cortinas, persianas, y divisores en la clase, si es posible; elimi-
nar aromas en el aula).
b. Hora de recreo
Dieta sensorial Juegos y actividades de recreo que proporcionen resistencia
y estímulos de trabajo fuerte. Programa “¿Qué tal funciona
tu motor?” (Williams y Shellenberger, 1994).
Modificación del Descansos frecuentes a lo largo del día.
ambiente
417
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
418
Anexos
Dieta sensorial Envolverle bien con la toalla después del baño con abrazos
fuertes; después del baño, aplicarle la crema firmemente, si
lo tolera.
Modificación del Frotarle fuerte antes del baño y secarle frotando; experimen-
ambiente tar con diferentes esponjas, manoplas, toallas; dejar al niño
que se bañe solo.
j. Cuidado del pelo
Dieta sensorial Dar presión en el torso, extremidades y cuero cabelludo an-
tes del cuidado del pelo (lavar, peinar, etc.), llevar una manta
pesada encima durante los cortes de pelo.
Modificación del Suavizante y desenredante, diferentes peines.
ambiente
k. Cuidado de las uñas
Dieta sensorial Proporcionar presión y hacer ejercicios con los dedos ante
del cuidado de las uñas.
Modificación del Poner a remojo las uñas antes de cortarlas.
ambiente
l. Cuidado de los dientes
Dieta sensorial Actividades de presión antes de cepillarse los dientes (Por
ejemplo: comer, coger agua, masajear las encías); aplicar téc-
nicas de presión y llevar puesta una manta de peso mientras
esté en la silla del dentista.
Modificación del Experimentar con distintos cepillos de dientes, usar un cepi-
ambiente llo eléctrico, usar una manopla inicialmente.
m. Sueño y rutina de acostarse
Dieta sensorial Abrazos con presión y suave balanceo antes de la hora de
irse a la cama; no juegos energéticos ni ver la televisión antes
de irse a dormir; manta pesada; dormir debajo de cojines de
sofá o almohadas.
Modificación del Sábanas prelavadas y suaves; saco de dormir.
ambiente
Inseguridad gravitacional
a. Trabajo de mesa
Dieta sensorial Aplicación continua de sensación base (propioceptiva) a
lo largo del día a través del uso de la resistencia activa y la
compresión de las articulaciones y enseñando al niño a llevar
a cabo las estrategias.
Modificación del Asiento firme y estable con reposabrazos que no vuelque.
ambiente Mesa y silla adecuados a sus medidas.
b. Gimnasia
419
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
420
Anexos
a. Juego o Gimnasia
Dieta sensorial Actividades que proporcionen resistencia activa antes de
meterse en actividades motoras gruesas (ver “Pobre discrimi-
nación de la información vestibular y propioceptiva”).
Modificación del Actividades en las que el niño pueda experimentar éxito
ambiente (Por ejemplo: pelota enganchada a una goma y a la mano-
pla, sillón bola, darle una patada a una lata, dar una patada
a un balón parado, golf, croquet); asegurarse de que cualquier
elemento (columpio, caballitos, etc.) ha parado de moverse
antes de que el niño se vaya a subir.
b. Movilidad
Modificación del Evitar las escaleras mecánicas.
ambiente
421
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Anexo 4.3
Plantillas de trabajo de campo: síntesis estudio de caso escolar
Razonamiento: estudio de caso intervención de nivelación
422
Anexos
423
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
El razonamiento científico
1. ¿Qué condiciones Médica: no hay remisión ni antecedentes clínicos de
médicas, de desarrollo, importancia. Los antecedentes de nacimiento no revelan
educativas y/o sociales implicaciones a considerar en los escasos controles de salud
motivaron la remisión que tiene el niño.
o consulta a terapia Entre los 3 y los 8 años sólo tuvo un control médico que lo
ocupacional? certificó como un niño sano.
Desarrollo: Rafael tiene tono muscular disminuido, con leve
asimétrica del lado derecho y problema postural, es hiperactivo,
desatento, se come las uñas, presenta descontrol frecuente de
esfínteres, bajo rendimiento escolar, malas relaciones con sus
compañeros.
Escolar: bajo rendimiento y comportamiento inadecuado.
Social: el colegio y la familia expresan preocupación por
episodios de irritabilidad, dificultad para hacer amigos.
424
Anexos
Razonamiento pragmático
1. ¿Cuáles son La familia no tiene recursos económicos ni cuenta con
los recursos la información necesaria para acudir a los que brinda la
familiares, escolares comunidad.
y comunitarios, La escuela a la que pertenece el niño no tiene el programa
disponibles para de inclusión educativa, por tanto no cuenta con el equipo
apoyar la intervención necesario para responder a las necesidades educativas
y seguimiento de las especiales.
recomendaciones? La comunidad cuenta con servicios completos a través del
CADEL.
2. ¿Qué materiales Atención médica a través de los servicios de salud de la
de apoyo y equipo localidad.
interdisciplinario está Terapia ocupacional.
disponible para la Terapia física.
intervención? Terapia fonoaudiología.
Maestra de apoyo.
Orientadora.
3. ¿Qué equipo Ninguno, a pesar de que no se encuentra ubicado en el niño
interdisciplinario escolarmente, pero si hay instituciones que cuentan con los
y/o apoyo no está servicios requeridos, incluso mas cercanas a la vivienda de la
disponible para la familia.
intervención?
El razonamiento ético
1. La familia está La familia deberá asistir de nuevo al CADEL con toda la
informada sobre la información que se le entrega en la UAI, en la que se solicita
condición diferencial integrar al niño a un Centro Educativo Distrital que cuente con
de aprendizaje de su el Programa de Inclusión Escolar.
hijo? Del proceso La familia debe regresar a la UAI a informar sobre el proceso
de apoyo al escolar de remisión que le debe entregar el CADEL. Desde allí se
con necesidades debe realizar el seguimiento del caso hasta cerciorarse que el
especiales. ¿Qué otras niño fue aceptado y matriculado en la institución que le puede
consideraciones, brindar la atención requerida.
pueden requerirse para Podemos también invitarla a la reunión de familias de niños
el programa de apoyo con NEE que se desarrolla cada mes en localidad, para que se
al escolar? relacione con otras familias que tienen hijos con condiciones
similares.
2. Como la familia no Adicionalmente a la información y orientación brindada,
está involucrada en el debemos asegurarnos que hayan comprendido y comprobar
sistema de atención con los miembros de la familia para ver si tienen preguntas.
al escolar, ¿qué puede Proveer explicaciones claras, dejando que los padres indican
hacerse para impulsar cuando no quieren más información.
este conocimiento y Podemos darles los nombres y números de teléfono de los
evitar este fenómeno? recursos disponibles, al igual que el de otras familias.
Razonamiento interactivo
1. ¿Cómo es la La interacción con el padre no es la mejor, el niño le teme y no
interacción del niño comparten mucho tiempo.
con su familia? La madre es su defensora, pero también lo castiga, regaña y
amonesta frecuentemente. Además en ocasiones lo rechaza y
culpa de los problemas de familia.
Sus hermanos mayores lo rechazan y le riñen constantemente;
el menor es su compañero de juego.
425
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
426
Anexo 6.1
Plan de Atención a Centros Educativos Integradores (PAIE) Fase IV
Resultado subprograma de promoción
Niños y niñas de educación regular
427
Anexo 6.2
428
Plan de Atención a Centros de Educativos Integradores (PAIE) IV fase
Atención a población escolar por institución y subprogramas
Suprogra- Gru- Grado Población Actividad Sesio- Resultado Dificultades
ma po nes
TO F Total Niños Niñas
Remedial 1 1o-2o 7 - 7 5 2 1. Evoluciones 66 TO= 16 informes de Inconsistencias entre los
individuales sobre evaluación individual registros mensaules de
Necesidades 2 2o-3o 2 - 2 0 2 el desempeño y 11 noas de evaluación y los informes
educativas evolución en TO. entregados.
especiales 3 2o-3o 2 - 2 2 0 ocupacional.
2. Conformación 4 planes de El trabajo en TO fue
permanentes 4 2o-3o-4o 7 - 7 4 3 de grupos, 50 descripción de edel proyecto. En F, la
(NEEP) actividades de responsabilidad fue del
5 2o 2 - 2 2 0 elaboración
de planes de los 4 grupos de personal de apoyo de la
6 7o-8o- 5 - 5 4 1 intevención grupal estudiantes de institución, generando
9o-10o y construcción del TO y 16 PEP ruptura en la secuencia del
7 Trans. 3 - 3 2 1 PEP. del profesional proceso y desconocimiento
3. Desarrollo 95 asistencial. del número de grupos
8 3o 3 - 3 3 0 de programa de Notas de evolución conformados.
atención directa individuales de los No se conocen los planes
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela
Total 31 - 31 22 9
(Continúa)
Suprograma Grupo Grado Población Actividad Sesio- Resultado Dificultades
nes
TO F Total Niños Niñas
Prevención 1 1o 7 5 12 6 12 1. Evaluación de 63 31 informes de Demora en la entrega
o población habilidades motrices en evaluación. de información por
en riesgo de 2 1o y 7 5 12 7 12 TO y miofuncional y 3 grupos de TO y parte del profesional
afección o 2o de habla en F. 2 de F. de apoyo de la
vulnerabilidad 3 2o 7 0 7 1 7 2. Concentración 86 3 planes de institución.
del desempeño de horarios y intervención en TO Demora en la
escolar 4 Trans. 5 5 5 3 5 conformación de y 2 en F. iniciación de la
grupos. intervención.
3. Elaboración y
ejecución de planes de
atención grupal por
profesión.
Total 26 10 36 17 19
Suprograma Grupo Grado Población Actividad Sesio- Resultado Dificultades
nes
TO F Total Niños Niñas
Promoción 1 Trans. 26 26 26 13 13 Caracterización 30 3 informes de Lentitud en
Población de del desempeño caracterización del iniciación del proceso
educación 2 Trans. 25 25 25 13 12 sensoriomotor y desempeño motor por evaluación
regular. 3 Trans. 26 26 26 16 10 comunicativo. y 3 del desempeño institucional de
Diseño y ejecución de comunicativo. niveles de preescolar.
juego de estimulación y 18 + 19
hora de comunicación. 3 planes de juego Interferencias
de estimulación frecuentes con
y 3 de hora de las actividades
comunicación. institucionales
Total 72 42 35
429
Total escolares de básica primaria atendidos en promoción por psicología = 583 escolares y 17 maestros.
Suprograma Grupo Grado Población Actividad Sesio- Resultado Dificultades
430
nes
TO F Total Niños Niñas
Remediación 1 Aula 7 7 7 2 5 1. Evaluación- 126 27 informes de Interferencias
o atención a espec. reevaluación evaluación por TO y institucionales por
población con de desempeño 26 de F. procesos administrativos.
necesidades 2 1o-2o- 6 6 12 5 7 comunicativo y 44 1 grupo de aula Frecuente interferencia
educativas 3o ocupacional. especial par TO y F. en el tiempo de atención
permanentes 3 1o-2o- 6 7 15 8 8 2. Conformación- 3 grupos por cada por dificultad en el
(NEEP) 3o reorganización de profesión (TO y F). desplazamiento de una
grupos. 78 Construcción institución a otra.
4 1o-2o- 4 6 10 5 5 3. Elaboración y colectiva de 26 PEP. Además de la
3o ejecución de PEP dificultad para trtabajo
colaborativo, se agudiza
con el desplazamiento
constante de sede.
Total 4 27 26 30 20 10
Suprograma Grupo Grado Población Actividad Sesio- Resultado Dificultades
nes
TO F Total Niños Niñas
Terapia ocupacional en educación. Un enfoque sensorial en la escuela