Moa
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VISTO la Ley de Educación Nacional Nº 26.206 (LEN), las Resoluciones CFE Nos. 84/09, 93/09, 280/16 y
284/16, la Declaración de Incheon del 21 de mayo de 2015 y la Declaración de Purmamarca del 12 de febrero de
2016 del CONSEJO FEDERAL DE EDUCACIÓN y,
conSideRando:
Que la Declaración de Incheon de las Naciones Unidas del 21 de mayo de 2015 7
y el Marco de Acción para la realización del objetivo “Desarrollo Sostenible 4”, establecieron una agenda
universal para garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de
aprendizaje permanente en el período 2015-2030.
Que conforme la Ley de Educación Nacional Nº 26.206, la educación es una prioridad nacional y se
constituye en política de Estado para construir una sociedad justa y profundizar el ejercicio de la ciudadanía
democrática, respetar los derechos humanos y fortalecer el desarrollo económico y social de la Nación,
entre otros.
Que en relación a la obligatoriedad del nivel secundario existen en las diferentes Jurisdicciones diversidad de
recorridos realizados, siendo que, tanto el contexto histórico, social y cultural de cada una y los acuerdos
federales aprobados para garantizar la unidad nacional y reducir desigualdades, son fundamentales a la hora
de planificar cambios educativos contextualizados y realizables.
Que reconociendo y valorando las normativas federales y jurisdiccionales existentes conforme a la Ley de
Educación Nacional, se considera necesario profundizar y renovar esfuerzos para lograr el pleno
cumplimiento de los fines y objetivos de la educación secundaria obligatoria en miras a los desafíos que
tiene nuestra sociedad de cara al presente y futuro de nuestro país.
Que existe un amplio consenso respecto a que la organización actual de la escuela secundaria argentina
debe actualizarse frente a los cambios exponenciales en las dimensiones social, cultural, productiva y
laboral de la vida de cada persona y la sociedad en su conjunto, impulsados principalmente por las nuevas
tecnologías de la información y la comunicación.
ARTÍCULO 3°.- Acordar que las Jurisdicciones elaborarán su Plan Estratégico del Nivel Secundario para
el período 2018-2025, que describirá la propuesta jurisdiccional de renovación integral de la educación
secundaria elaborada en función de los anexos I y II de la presente norma. El Plan contendrá acciones
concretas para implementar cambios significativos en las siguientes cuatro dimensiones:
a) Renovación de la organización de los aprendizajes en las instituciones del nivel en función de los
lineamientos acordados en el MOA y a partir del desarrollo de un plan institucional en cada escuela
secundaria.
b) Reorganización progresiva del trabajo docente propiciando mayor concentración horaria y/o la
conformación de cargos.
c) Modificaciones al régimen académico en función de la propuesta pedagógica e institucional que
proponga la jurisdicción.
d) Desarrollo de dispositivos de formación docente y acompañamiento a es- cuelas, con modificaciones
progresivas a la propuesta de formación inicial para el nivel.
Las jurisdicciones se comprometen a presentar dicho Plan antes del 1 de noviembre de 2018 en la cartera
educativa nacional.
ARTÍCULO 4º.- Las Jurisdicciones llevarán adelante la implementación de su Plan adoptando diferentes
estrategias y considerando las particularidades de sus contextos, necesidades, realidades y políticas
educativas del nivel secundario y deberán prever un inicio de implementación total o parcial en 2019, con una
incorporación progresiva de las instituciones hasta el 2025.
ARTÍCULO 5°.- Establecer que la Escuela de Gobierno de Política Educativa realizará espacios de
formación continua para funcionarios y equipos técnicos de las carteras educativas jurisdiccionales, con el
objeto de acompañar procesos de planificación estratégica y mejora sistémica de la escuela secundaria en
todas las Jurisdicciones.
ARTÍCULO 6°.- Acordar que el Plan Estratégico del Nivel Secundario se formalizará a través de un convenio
bilateral entre la máxima autoridad educativa jurisdiccional y el MINISTERIO DE EDUCACIÓN DE LA
NACIÓN, en el cual la jurisdicción establecerá su propuesta pedagógica e institucional de renovación para el
nivel, y se definirán los compromisos y responsabilidades asumidos por las partes para su efectivo
financiamiento y cumplimiento.
ARTÍCULO 7°.- Regístrese, comuníquese, notifíquese a los integrantes del CONSEJO FEDERAL DE
EDUCACIÓN y cumplido, archívese.
ANEXO I
introducción
Este documento presenta un Marco de Organización de los Aprendizajes (MOA) cuyo eje central es
brindar las dimensiones necesarias para repensar el actual modelo escolar basado en la enseñanza por
disciplinas y transitar progresivamente hacia propuestas escolares renovadas. Propone una transformación
multidimensional y sistémica que garantice el derecho a la educación a través de trayectorias escolares
continuas, completas y significativas, que promuevan en los/las estudiantes oportunidades para pensar,
comprender en profundidad la realidad, dando sentido a los aprendizajes e impulsando el compromiso con la
transformación de suentorno.
Es un marco nacional orientador que establece criterios y lineamientos comunes para las renovaciones
que desarrollen las jurisdicciones. Como tal, las orientaciones propuestas pueden ser trabajadas por cada
jurisdicción en función de sus puntos de partida, contextos, realidades, identidades y políticas educativas
existentes. La contextualización, adaptación y apropiación del MOA resulta clave para su implementación
efectiva y sostenible.
El Plan Estratégico Nacional 2016-2021 asume a la educación como un bien público y un derecho (art. 2 de
la LEN), que constituye un pilar fundamental para la conformación de una sociedad más justa, equitativa,
inclusiva y democrática. Tiene entre sus ejes principales:
• Garantizar el ingreso, la permanencia y el egreso de todos los/las estudiantes con las capacidades
y saberes para poder desarrollar al máximo sus potencialidades a nivel personal y social, en un mundo
dinámico e interconectado.
• Profundizar las estrategias pedagógicas orientadas al fortalecimiento de las trayectorias de los/las
estudiantes generando las condiciones institucionales y de enseñanza para favorecer el aprendizaje en todas
sus dimensiones bajo un fuerte compromiso de justicia educativa, entendiendo que todos los/las estudiantes
pueden y tienen el derecho a aprender.
El MOA está orientado a promover la innovación con sentido de justicia educativa en pos de garantizar
trayectorias escolares continuas, diversas y significativas así como el egreso de todos los/las estudiantes con
los saberes fundamentales. Para alcanzar estos objetivos, se presentan los siguientes lineamientos:
• Promover procesos escolares que aspiren a generar aprendizajes activos, significativos,
responsables, cultivados por la curiosidad, el deseo y gozo de aprender, que sienten en los/las estudiantes las
bases necesarias para el aprendizaje a lo largo de toda la vida.
• Incorporar progresivamente un enfoque de enseñanza por capacidades y competencias digitales
transversales que los/las estudiantes desarrollarán a través del aprendizaje de saberes prioritarios y saberes
emergentes.
• Avanzar hacia el aprendizaje interdisciplinario que integre distintas disciplinas de la educación
obligatoria.
Promover prácticas educativas vinculadas con el mundo del trabajo, organismos estatales, la
comunidad y organizaciones de la sociedad civil, de acuerdo con lo establecido en el artículo 33 de la
LEN.
Profundizar y resignificar la planificación institucional como herramienta etratégica y pedagógica para
organizar el funcionamiento de la escuela.
Organizar una disposición flexible del tiempo escolar, de agrupamiento de los/las estudiantes, y del
espacio o entorno físico dentro y fuera de la escuela para apoyar y enriquecer sus aprendizajes.
Propiciar la concentración horaria de los/las docentes y/o la conformación de cargos con horas frente a los/las
estudiantes y extra clase que permitan acompañar sus trayectorias y generar oportunidades para el desarrollo de
renovadas propuestas formativas, tal como lo dispone el artículo 32 de la LEN.
Brindar formación y acompañamiento profesional a docentes, directores ysupervisores/inspectores durante la
implementación de las nuevas propuestas pedagógicas e institucionales que se desarrollen a partir del
MOA.
La educación de calidad es un proceso habilitador para que los/las jóvenes sean protagonistas de su
propia vida y ciudadanos conscientes de sus derechos y obligaciones, capaces de contribuir al
mejoramiento de sus comunidades locales y al mundo complejo y cambiante en el que viven, interpelando la
realidad, comprendiendo su historia, resolviendo los desafíos que la sociedad les presenta, con criterios
flexibles, respetuosos de los otros y sosteniendo posicionamientos éticos y democráticos.
Para ello, los/las estudiantes necesitarán aprender haciendo y utilizando los conocimientos,
estrategias, métodos, lenguajes y modos de pensar de las disciplinas o áreas del conocimiento. A lo largo
de su trayectoria escolar, desarrollarán las capacidades para actuar y desenvolverse con plena autonomía
y ejercer su libertad con responsabilidad para construir su proyecto de vida en el marco de una sociedad
democrática. Se constituirán en ciudadanos nacionales y globales, con capacidad para hacer dialogar sus
orígenes culturales con su participación en una humanidad global, diversa e interconectada.
En el centro del MOA se encuentran los/las estudiantes como protagonistas del proceso educativo con su
derecho fundamental a aprender y desarrollar las capacidades necesarias para actuar y llevar adelante su
proyecto de vida. El marco se basa en una concepción de aprendizaje activo, enfocado en la comprensión, real,
con sentido, relevante y empoderador.
El MOA propone construir las condiciones institucionales y pedagógicas en cada escuela para que el
proceso de aprendizaje sea:
• activo y enfocado en la comprensión. La comprensión es la capacidad de
poder pensar flexiblemente con lo que uno sabe para crear productos, resol-
14 ver problemas, idear soluciones, etc. Los/las estudiantes aprenden “haciendo” y aplicando su
conocimiento a diferentes situaciones. Para desarrollar una comprensión profunda sobre un tema, los/las
estudiantes se involucran en una verdadera actividad intelectual donde resuelven problemas, toman decisiones
y desarrollan nuevas comprensiones. Estos tipos de pensamiento son el centro de la enseñanza y de las
diversas oportunidades de aprendizaje que tienen los/las estudiantes. La evaluación continua, la
retroalimentación y autoevaluación son un componente central de un proceso de aprendizaje enfocado en la
comprensión.
• Real, con sentido y relevante. Los/las estudiantes participan en experiencias de aprendizaje que
son relevantes para su vida de hoy, los prepara para su vida futura y para aprender durante toda la vida.
Aprenden abordando temáticas multifacéticas o problemas reales y complejos que son relevantes tanto para el
estudiante como para el docente y la sociedad, viables con respecto a la etapa de desarrollo del estudiante, al
contexto y los recursos disponibles. Las temáticas están claramente encuadradas para que inviten a realizar
una indagación con propósito a través de dos o más disciplinas, con aprendizajes que amplían los límites del
aula y de los contenidos disciplina- res. A través de estas propuestas, los estudiantes interactúan y aprenden
con otros en contextos presenciales o virtuales, locales o globales, dentro y fuera del espacio escolar.
• empoderador. Las capacidades y disposiciones a desarrollar durante el pro- ceso de aprendizaje
contribuyen a la autonomía necesaria para la construcción del proyecto de vida de cada joven. En cada
experiencia escolar se afianza el interés por aprender durante toda la vida.
dimensiones del Moa
desarrollo de capacidades
El eje central del MOA es promover el desarrollo de capacidades en los/ las estudiantes a través de
saberes prioritarios. El MOA establece seis capacidades transversales para desarrollar a lo largo de la
trayectoria escolar obligatoria: Resolución de problemas, Pensamiento crítico, Aprender a aprender, Trabajo
con otros, Comunicación, Compromiso y Responsabilidad local y global, junto con el desarrollo de
competencias digitales que fomentan el cono- cimiento y la apropiación crítica y creativa de las TIC para
facilitar la inclusión de los/las estudiantes en la cultura digital. Estas capacidades, discutidas en el
marco de la Red Federal para la Mejora de los Aprendizajes, serán trabajadas 15
por el Ministerio de Educación de la Nación en sus propuestas y materiales pedagógicos. Las
jurisdicciones, por su parte, podrán elaborar sus propias producciones a partir de la adaptación de las
capacidades propuestas y/o la adopción de otras que les resultenrelevantes.
Las capacidades atraviesan transversalmente los contenidos disciplinares y las áreas del conocimiento
y no pueden ser desarrolladas en un “vacío” sin integrarse o articularse con los contenidos. Son una
combinación de saberes, habilidades, valores y disposiciones, y se alcanzan como resultado de tareas
complejas en las que se ponen en juego tanto el “saber” como el “saber hacer”. Se fortalecen en un proceso
continuo y progresivo, y reafirman la importancia de un trabajo pedagógico que ofrezca a los/las estudiantes
múltiples y sostenidas oportunidades para ponerlas en práctica y desarrollarlas en el marco de dominios de
conocimientos disciplinares suficientemente ricos y complejos.
Pensamiento crítico. Es la capacidad de adoptar una postura propia y fundada respecto de una
problemática o situación determinada relevante a nivel personal y/o social. Supone analizar e
interpretar datos, evidencias y argumentos para construir juicios razonados y tomar decisiones conse-
cuentes. También implica valorar la diversidad, atender y respetar las posiciones de otros, reconociendo
sus argumentos. Se vincula con la apertura a lo diferente, la comunicación y la creatividad, entre otros.
aprender a aprender. Es la capacidad de iniciar, organizar y sostener el propio aprendizaje. Implica
conocer y comprender las necesidades personales de aprendizaje, formular objetivos de aprendizaje,
movilizar de manera sostenida el esfuerzo y los recursos para alcanzar los objetivos y evaluar el
progreso hacia las metas propuestas, asumiendo los errores como parte del proceso. Se vincula con la
motivación personal, la iniciativa y la apertura hacia lo diferente, entre otros.
Trabajo con otros. Es la capacidad de interactuar, relacionarse y trabajar con otros de manera
adecuada a las circunstancias y a los propósitos comunes que se pretenden alcanzar. Implica reconocer y
valorar al otro en tanto diferente, escuchar sus ideas y compartir las propias con atención y respeto a las
diferencias. Se vincula con la resolución de problemas, la comunicación, el compromiso, la empatía y la
apertura hacia lo diferente, entre otros.
comunicación. Es la capacidad de escuchar, comprender y expresar conceptos, pensamientos,
16 sentimientos, deseos, hechos y opiniones. Se trata de un proceso activo, intencional y significativo que
se desarrolla en un contexto de interacción social. Supone, por un lado, la posibilidad de seleccionar,
procesar y analizar críticamente información obtenida de distintas fuentes –orales, no verbales
(gestuales, visuales) o escritas– y en variados soportes, poniendo en relación ideas y conceptos nuevos
con conocimientos previos para interpretar un contexto o situación particular, con posibilidades de
extraer conclusiones y transferirlas a otros ámbitos. Por el otro, supone la capacidad de expresar las
propias ideas o sentimientos y de producir información referida a hechos o conceptos, de manera oral, no
verbal y escrita, a través de diferentes medios y soportes (digitales y analógicos tradicionales), atendiendo
al propósito y a la situación comunicativa. Se vincula con la apertura a lo diferente, el trabajo con otros y el
pensamiento crítico, entre otros.
compromiso y responsabilidad. Es la capacidad de comprometerse como ciudadanos nacionales y
globales, analizar las implicancias de las propias acciones (valores), e intervenir de manera
responsable para contribuir al bienestar de uno mismo y de los otros. Involucra el cuidado físico y
emocional de sí mismo, y el reconocimiento de las necesidades y posibilidades para la construcción de
una experiencia vital y saludable. Con relación a los otros, refiere a la responsabilidad por el cuidado de
las personas, de la comunidad, del espacio público, del ambiente, etc. Implica asumir una mirada atenta y
comprometida con la realidad local y global y con el presente y las generaciones futuras. Se vincula con la
empatía, la apertura a lo diferente, el pensamiento crítico y la comunicación, entre otros.
i
Asimismo, las capacidades mencionadas se relacionan con las competencias
de educación digital, que promueven la alfabetización digital para una inserción plena de los/las
estudiantes en la cultura contemporánea y en la sociedad del futuro. Estas competencias están
interconectadas, son interdependientes y en la práctica deben entenderse como seis dimensiones que se
articulan de modo integral.
Los NAP se complementan con saberes emergentes, creando puentes entre las disciplinas y las
situaciones de la realidad. Los campos de saberes emergen-
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tes son campos de conocimiento que van más allá de las disciplinas y que nos ponen en contacto con
problemas inacabados, situados y pertinentes. Posibilitan abordar la enseñanza a través de proyectos o
problemas reales cercanos a la realidad de los/las estudiantes en los que se los invita a abordar simultá-
neamente diferentes situaciones sociales, problemas éticos, responsabilidades laborales, responsabilidades
cívicas, etc.
Los saberes emergentes anclan el aprendizaje en el mundo real y crean puentes entre las disciplinas y la
complejidad de las situaciones con las que probablemente se encontrarán los/las estudiantes. Lo emergente es
espontáneo, actual y personal y sus cuestiones están cargados de una temporalidad presente y futura. Por ello,
la enseñanza de dichos saberes requiere una adecuada contextualización por parte de los/las docentes a partir
de las identidades, historias y realidades de los/las estudiantes y sus conocimientos previos. Su abordaje
debe permitir articular lo nuevo y lo conocido, lo espontáneo y lo permanente, el pasado, el presente y el
futuro.
La cultura digital se relaciona con algunos saberes emergentes prioritarios, como la robótica y la
programación. En estos confluyen tanto la lógica y la abstracción como la imaginación, la expresión y la
capacidad de idear y construir, en forma individual o con otros. Estos campos de conocimiento también
propician el trabajo en equipo, la colaboración y el aprendizaje entre pares, dimensiones que deben
promoverse en las propuestas de enseñanza y aprendizaje, ya que forman parte de los modos de
construcción de conocimiento y de las culturas del mundo del trabajo de la sociedad digital.
Otras áreas de saberes emergentes propios de los tiempos actuales podrían ser: Ciudadanía desde una
perspectiva global y local; Bienestar, salud y cuida- do personal; Ambiente (cambio climático, energías
renovables) y educación para la sostenibilidad; Juventud, desarrollo y trabajo (educación financiera); Arte,
cultura y patrimonio. Estos ejemplos pueden enriquecerse con saberes emergentes definidos a nivel
jurisdiccional y/o escolar, propiciando que los/ las estudiantes entren en contacto con problemáticas reales,
situadas y pertinentes, que les permitan acercarse a la complejidad del mundo desde distintas perspectivas y
disciplinas.
aprendizaje integrado
El MOA propone avanzar hacia una organización institucional y pedagógica que incorpore instancias de
aprendizaje interdisciplinario que integren dos o tres disciplinas en cada año escolar de la educación
obligatoria, desarrollado de acuerdo con los intereses y necesidades de cada contexto.
Asimismo, los módulos o proyectos interdisciplinarios promueven el diálogo entre las diferentes
disciplinas o áreas del conocimiento y apuntan a la resolución por parte de los/las estudiantes –de manera
colectiva y colaborativa– de problemas que suponen alguna producción. Están orientados a solucionar si-
tuaciones complejas, a describir o explicar fenómenos o eventos multidimensionales, a proponer nuevas
interpretaciones o a crear productos. Cabe destacar que este tipo de abordaje no sustituye la enseñanza
disciplinaria, sino que se basa en ella aplicando conocimientos, conceptos, hallazgos, herramientas,
métodos de investigación o formas de comunicación de las disciplinas que se seleccionan en los módulos
interdisciplinarios. Los/las estudiantes amplían las miradas, reconocen la pluricausalidad, llegan a
comprender los contenidos y modos de pensar e integran los conocimientos de dos o más disciplinas para
analizar con mayor profundidad los problemas de la vida cotidiana. Este modo de enseñar tiende a establecer
una conexión articulada con contenidos que sean significativos para la vida de los/las estudiantes y el desarrollo de las
capacidades fundamentales, algo que no surge tan fácilmente de la enseñanza aislada de las disciplinas,
especialmente cuando se enseñan de un modo tradicional.
Prácticas educativas
El MOA apunta a fomentar prácticas educativas en la escuela secundaria como parte de la educación
integral que se espera lograr para los/las estudiantes. Estas prácticas se podrán llevar a cabo en
organizaciones estatales, privadas, comunitarias, culturales y/o de la sociedad civil, según lo dispuesto por
Planificación institucional
La planificación institucional se introduce en el MOA como una herramienta estratégica y pedagógica
para la elaboración, de manera colectiva entre directores y docentes de un plan anual de organización de la
vida escolar centrado en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Sus componentes se encuentran
vinculados a para qué, qué, cuándo y cómo enseñar, ordenados en torno a tres ejes de planificación:
Enseñanza, aprendizaje y evaluación; Gestión y organización escolar, y Organización del espacio o entorno
físico.
Como es sabido, la planificación institucional es una herramienta fundamental para acordar las estrategias
que organizan una escuela y sus procesos de enseñanza y aprendizaje, contribuyendo a promover una
educación obligatoria significativa y equitativa para sus estudiantes. En este sentido, muchas escuelas del país ya
desarrollan planes institucionales en función de la política educativa de los Ministerios jurisdiccionales. Es
fundamental que esta práctica de planificación se resignifique como herramienta para la mejora continua. A su
vez, es importante que incorpore progresivamente los lineamientos, conceptos y orientaciones que se presentan
en este MOA y sus adaptaciones jurisdiccionales.
En este marco, la planificación institucional tiene como propósitos:
Definir y comunicar el conjunto de decisiones que adopta una escuela articuladas y consensuadas con la
comunidad educativa con el fin de brindar mayor coherencia y sentido al aprendizaje de sus estudiantes y a las
prácticas educativas de calidad.
Evidenciar los desafíos y las oportunidades que aborda el plan anual a partir de la información cualitativa y
cuantitativa que produce la institución.
Explicitar las estrategias que permitan integrar las distintas materias y/o áreas del currículo
jurisdiccional a través del trabajo por proyectos o problemas de al menos dos espacios, articulando los
saberes prioritarios ylas capacidades fundamentales para lavida.
Sobre la base de las definiciones jurisdiccionales respecto de la aplicación del MOA, los supervisores,
directores y docentes tomarán decisiones sobre la organización institucional y pedagógica de la escuela en
relación con la incorporación de las capacidades y competencias digitales transversales, la integración de los
aprendizajes, la evaluación, acreditación y promoción, el apoyo al aprendizaje y a las trayectorias
escolares, la búsqueda del bienestar de los/las estudiantes, la cooperación entre la escuela, las familias y la
comunidad, y la organización institucional de los/las docentes y del espacio físico de aprendizaje. Al ser una
elaboración colectiva y participativa, el plan institucional permite que cada actor de la comunidad
educativa se comprometa a reflexionar, apropiarse y participar de las transformaciones propuestas por la 21
institución en su conjunto. Asimismo, permite que cada escuela asuma un papel protagónico como mediadora
entre las grandes líneas de política educativa y la realidad concreta de su localidad ya que cada institución
elaborará las respuestas para abordar los problemas específicos de su contexto.
Una nueva organización de los aprendizajes requiere consolidar equipos docentes comprometidos con
la vida institucional de la escuela y con oportunidades para el trabajo colectivo. Para ello, se considera
apropiado avanzar hacia la concentración horaria y/o la conformación de cargos. Estas propuestas brindan
a los/las docentes mayores posibilidades para participar activa- mente en el proyecto de la escuela,
desarrollar un sentido de pertenencia institucional, contar con tiempos y espacios para el trabajo
colaborativo y el acompañamiento personalizado a las trayectorias de los/las estudiantes, y para generar
renovadas estrategias formativas, promoviendo la coherencia pedagógica en la institución.
Régimen académico
Los modos de evaluar, acreditar y promocionar de los/las estudiantes tienen que acompañar la
transformación del modelo educativo, posibilitando trayectorias continuas y diversas. En este sentido, es
necesario fortalecer los procesos de construcción de acuerdos institucionales en relación con las prácticas
de evaluación, y los criterios de acreditación anual y pasaje. A su vez, se requiere analizar los regímenes de
asistencia para posibilitar otras formas de organización de la cursada que favorezcan el sostenimiento de las
trayectorias.
En lo que respecta a la formación inicial, el MOA es un documento de referencia y trabajo para los
Institutos Superiores de Formación Docente (ISFD), con el fin de contribuir a logar mayor coherencia
pedagógica entre el perfil del egresado y las prácticas docentes que se requieren para atender las de-
mandas de nuevos formatos y estrategias de enseñanza y aprendizaje.
implementación federal
A partir de las orientaciones del MOA, cada jurisdicción desarrollará un plan estratégico de renovación
integral de la educación secundaria, atendiendo a su situación actual, cultura e historia y sus políticas
educativas, en pos de la construcción de un proceso de mejora sostenido que contribuya a consolidar una
escuela secundaria inclusiva, relevante y con sentido para todos los/las estudiantes del país.
Cada plan deberá abordar las cuatro dimensiones presentadas en el MOA a partir de estrategias
contextualizadas que respondan a las características del sistema educativo de la jurisdicción. El ritmo y
modo de implementación de las estrategias propuestas será una definición jurisdiccional. Sin embargo, se
considera necesario iniciar la implementación en 2019 y alcanzar su aplicación universal en 2025, dada la
urgencia de la transformación y la necesidad de asegurar que todos los/las estudiantes,
independientemente de su lugar de residencia, tengan la oportunidad de transitar por una secundaria
renovada en el mediano plazo. Los planes jurisdiccionales serán formalizados en un convenio bilateral en-
tre el Ministerio Nacional y el jurisdiccional. De esta manera, cada jurisdicción acordará con el Ministerio
Nacional las características de su propuesta, y se de- finirán los compromisos de las partes para generar las
condiciones financieras, técnicas e institucionales que hagan posible su implementación.
La construcción de un marco federal común que habilita y promueve la autonomía provincial en relación
con las estrategias concretas para llevarlo adelante permitirá dar respuestas situadas y pertinentes a los
desafíos que hoy nos presenta la renovación de la secundaria, contribuyendo así a lograr mayor justicia
educativa en la República Argentina.
ANEXO II
Para dar cumplimiento a la obligatoriedad de la escuela secundaria para todos los/las jóvenes del territorio
nacional y alcanzar sus objetivos y finalidades (Art. 30 de la Ley de Educación Nacional 26.206), cada
jurisdicción elaborará un Plan Estratégico del Nivel Secundario con una propuesta de renovación
institucional y pedagógica del nivel, que considere los avances que se hayan realizado en esta dirección
previamente, la realidad educativa jurisdiccional y las orientaciones establecidas en el Marco de
Organización de los Aprendizajes para la Educación Obligatoria Argentina(MOA).
1. Propósitos 25
Los objetivos de los Planes Estratégicos Jurisdiccionales son:
• Describir la propuesta pedagógica e institucional de renovación de la educación secundaria que llevará
adelante la jurisdicción en el período 2018-2025 en función de los criterios y lineamientos acordados en el
MOA.
• Presentar las estrategias y acciones previstas para promover los cambios implicados en la propuesta de
renovación jurisdiccional.
• Especificar los compromisos que asume la jurisdicción en relación con las metas y logros esperados,
así como las necesidades de acompañamiento y asistencia por parte del Ministerio de Educación de la
Nación.
Organización del trabajo docente. Se incluye en esta dimensión la consideración en los planes
jurisdiccionales de aspectos tales como:
i) La implementación progresiva de mecanismos de concentración horaria o designación por cargo de los
docentes con horas institucionales para disponer del tiempo necesario para el trabajo en equipo, el
seguimiento de las trayectorias y la planificación interdisciplinaria, entre otros.
ii) El trabajo en comunidades de práctica para socializar experiencias que enriquecen el aprendizaje de
los/las estudiantes.
iii) La promoción/institucionalización del trabajo de equipos directivos y supervisores que orienten
26 y gestionen los procesos de cambio institucional y de organización de los aprendizajes.
Régimen académico: se retoma en esta dimensión aspectos acordados en la Resolución CFE 93/09 para
ser incorporados o actualizados en los planes jurisdiccionales:
i) La modificación/actualización de las normas referidas a la organización de los tiempos escolares (anual,
cuatrimestral, mensual, etc.) y espacios (escolar y extraescolar), acorde a los nuevos formatos de enseñanza y
aprendizaje.
ii) Las nuevas formas de evaluación y de promoción por módulos, asignaturas y/o créditos, entre otras
opciones.
iii) La revisión de los criterios de acreditación anual y pasaje de un año a otro.
iv) Las horas institucionales para la planificación y el seguimiento de la progresión de los aprendizajes y las
trayectorias escolares.
4. implementación
Las jurisdicciones se comprometen a presentar su plan jurisdiccional antes del 1 de noviembre de 2018 en la
cartera educativa nacional conforme lo pautado en la sección 3 del presente documento.
El plan será formalizado a través de un convenio bilateral entre el Ministerio de Educación jurisdiccional y el
Ministerio de Educación de la Nación, en el que se definirán los compromisos y responsabilidades asumidos
por las partes para garantizar las condiciones necesarias para la efectiva implementación del plan.