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Contenido

INTRODUCCION ............................................................................................................................ 2
MARCO TEORICO .......................................................................................................................... 3
ANTECEDENTES HISTORICOS. ................................................................................................... 3
NOCION DE POLITCA CRIMINAL ............................................................................................... 4
EN LA ACTUALIDAD LA POLITICA CRIMINAL ............................................................................ 5
LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA EN EL PERU ......................................................................... 7
CONCLUSIONES ........................................................................................................................... 12

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INTRODUCCION

El presente trabajo de investigación se ha inspirado en la tendencia de su autor


a los problemas que aquejan a la sociedad peruana sobre la alta inseguridad
ciudadana provocada por una creciente criminalidad, y la preocupación que
nuestros mecanismos de control social formal no están cumpliendo su misión de
dar seguridad a los ciudadanos.
Damos a saber cuánto ha incrementado la criminalidad en nuestro país porque
hoy en día el crimen lo cometen desde niños de 10 años porque bandas
criminales contratan a niños con engaños para cometer su cometido.

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MARCO TEORICO
ANTECEDENTES HISTORICOS.
No es posible determinar quién usó por primera vez el concepto de Política
Criminal: algunos autores creen que fue Feuerbach o Henke, aunque Beccaría,
C. (1882) fue el punto inicial de esta corriente en 1764 con su obra "De los delitos
y de las penas". La política criminal se extendió desde Italia con Beccaria a
Inglaterra con Bentham, a Francia con Berenger y Bonneville y a Alemania con
Feuerbach y Henke.
En el año 1889 Fran Von Liszt, Van Hamel y Adolfo Prins fundaron la Unión
Internacional de Derecho Penal, pero fundamentalmente Fran Von Liszt fue el
mentor de la Escuela de la Política Criminal o Escuela Pragmática, Sociológica
y Biosociología y con esta escuela se inició la política criminal sistemática o
científica.
Fran Von Liszt diferenció la Política Social de la Política Criminal. La primera
tenía por objeto la supresión o restricción de las condiciones y fenómenos
sociales de la criminalidad, mientras que la segunda se ocupaba de la
delincuencia en particular y de que la pena se adaptase en su especie y medida
al delincuente, procurando impedir la comisión de crímenes en el futuro.
Von Liszt refirió el alcance de la Política Criminal a la apreciación crítica del
derecho vigente y a la programación legislativa y a la programación de la acción
social. El núcleo de la Política Criminal era la lucha contra el crimen, pero no
debía quedar restringida al área judicial o del Derecho Penal, sino que debía
extenderse a los medios preventivos y represivos del Estado. (Aburto, 2017)
Evolución de la Política Criminal. La Política criminal utiliza datos de la
Criminología para reformar el Derecho Penal. Así pues, nos hallamos ante una
disciplina relativamente nueva, dado que la Criminología lo es.
La Política criminal se considera que nace con la Scuola Positiva de la
segunda mitad del siglo XIX (Lombroso, Garofalo) Por el contrario, la Scuola
Positiva postulaba:
1. Método científico (observar, medir, calcular).
2. Cuestionaban el Derecho natural.
3. No admitían el libre albedrio. El hombre determinado por su constitución
"genética".
4. El Derecho Penal pasa a estudiar al delincuente y no el delito.
5. La pena como herramienta de la Sociedad para defenderse del delincuente.
La pena como doble finalidad:
— Primero regeneración.
— Si no funciona lo anterior, dureza (para Garofalo la muerte).
En cualquier caso, evitar que se vuelva a delinquir.

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6. Cuestionar el ordenamiento social de su tiempo, la política imperante.
Integrantes de la Scuola Positiva. (Aburto, 2017)

NOCION DE POLITCA CRIMINAL


El fenómeno criminal comporta una problemática que altera el equilibrio de la
sociedad. Esta coyuntura exige una estrategia gubernamental capaz y suficiente
para estabilizar las expectativas de convivencia pacífica.
Sin embargo, una estratagema idónea no podrá tener origen en una reacción
socio-estatal apresurada. Por el contrario, la presión social de soluciones
inmediatas seguida de medidas estatales que las consientan jugarán un rol
contraproducente, pues aumentará la complejidad del fenómeno. (KAN, 2015)
La respuesta socio-estatal frente al delito deberá comprender un conjunto de
métodos racionalmente diseñados tanto en eficiencia (funcionalidad) como en
delimitación (legitimidad). Este mecanismo estratégicamente construido tomará
el nombre de política criminal. (MENDIOLA, 2015)
El Estado, respetuoso de los principios sociales y democráticos, deberá adoptar
una perspectiva político criminal de racionalidad humanista.
La racionalidad humanista aplicada a la política criminal comprende un enfoque
que exalta la dignidad como presupuesto fundamental para el desarrollo
humano; en este sentido, es necesaria la articulación de los diversos sectores
estatales capaces de brindar los mecanismos de bienestar general para prevenir
la criminalidad.
La construcción de un sistema político criminal sugiere un diagnóstico social
multidisciplinario del “estado de la cuestión criminal” en una comunidad
determinada.
Este procedimiento comprende un análisis de las causas, factores de riesgo,
manifestaciones, consecuencias, eficacia de políticas vigentes, estadísticas,
sectorización, etc.
Todo ello a efectos de conocer la real dimensión del fenómeno, y delimitar los
medios de respuesta. “Una prevención que pretenda verdaderamente evitar la
criminalidad antedelictum, tiene que ser necesariamente etiológica, es decir,
preguntarse por las causas, la génesis del fenómeno criminal” (PALACIOS,
2016)

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EN LA ACTUALIDAD LA POLITICA CRIMINAL
La política criminal en nuestro país presenta actualmente una honda y profunda
crisis, fuera de la voluntad del gobierno, las iniciativas legislativas y la protesta
social, la criminalidad amenaza brutalmente a la sociedad peruana, sobre todo
en la capital del país y las principales ciudades, es sabido que en estos últimos
diez años se ha incrementado dramáticamente la delincuencia y la criminalidad
organizada, siendo un tema de medular importancia en el debate penal,
penitenciario y criminológico no solo en percepción de la persona a pie, sino en
estadísticas lo cual fue motivo de este trabajo de investigación. En este sentido,
el problema de investigación se formuló de la siguiente manera: ¿Cuál es la
problemática existente sobre la política criminal en el Perú y los argumentos,
socio jurídico que sustenta sus causas, procedimientos y alternativas de
solución? El objetivo general de la investigación, estuvo orientado a Establecer
la problemática existente sobre la política criminal en el Perú y los argumentos,
socio jurídico que sustenta sus causas, procedimientos y alternativas de
solución. (MENDIOLA, 2015)
El mismo que se desagrega en los siguientes objetivos específicos: Determinar
los motivos que, aun existiendo políticas criminales y experiencia con este
fenómeno, en nuestro país no se ha logrado disminuir la delincuencia. Identificar
logros de las políticas criminales en nuestro País. Establecer las causas de que
las políticas criminales sean infructuosas a nivel jurídico y social.
La hipótesis propuesta en relación al problema y los objetivos de la investigación,
han permitido explicar que: La política criminal en nuestro país contribuye a
generar en la población una percepción negativa respecto a las acciones
normativas ejercidas por el Estado siendo los factores más resaltantes: una
deficiente interpretación de las causas de la inseguridad ciudadana, el
incremento de la criminalidad, una percepción negativa de la ciudadanía a los
esfuerzos del gobierno, corrupción en el seno de la Policía Nacional. Ministerio
Público y Poder Judicial. (PALACIOS, 2016)
En la Criminología actual, entre otras premisas que se aceptan y se
problematizan son que los Estados en sociedad no desarrolladas, no han tenido
una clase gobernante sino dominante, lo cual está vinculada que la ley penal es
una forma de control social, si esto es cierto el historicismo y la criminología
critica tienen razón cuando parten que como la ley es una de las fuentes de
donde emanan el derecho penal, han sido trabajados por aquellos segmentos de
la sociedad que tienen poder de transformar sus intereses en bien común, en
consecuencia ciertas personas y conductas se convierten en criminales por la
formulación y aplicación de definiciones que elaboran un sector dominante de la
sociedad. (PALACIOS, 2016)
Ello nos lleva a una conclusión parcial inicial que en este tipo de sociedades
coexisten dos forma de Estado: El formal y el real, donde se forma una ideología
y una praxis de control social a través del derecho penal que privilegia a las
clases dominantes que son propietarios o dueños de la casi toda la riqueza de la

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nación, por lo cual aplican esta estrategia para mantener el orden injusto de una
sociedad.
Tomando esta tesis podría sostenerse que el Código Penal de 1991 (el tercer
Código Sustantivo de la República), en los tipos penales de Delitos Contra la
Administración Pública, se considero penas mínimas con la finalidad de lograr
cierta impunidad en futuras conductas que pudieran cometer los altos
funcionarios que generalmente son de extracción social de la clase dominante
en una sociedad en desarrollo y donde los sistemas políticos todavía se están
consolidando y la gobernabilidad del proceso político se basa en las
negociaciones y pactos con estas clases o segmentos sociales dominantes que
normalmente son propietarios de riquezas importantes dentro del territorio
nacional y subordinan a la mayoría de operadores del comercio interno y externo
y tienen gran influencia en el circuito productivo y comercial. Por eso cuando se
presentó ante el Estado la necesidad de investigar dentro del sistema de justicia
los casos denominados Fujimori-Montesinos, la estructura de los tipos y
penalidades de los delitos contra la Administración Pública mostraba
insuficiencias y vacíos en el sistema penal. (SALDAÑA, 2014)
En este orden de ideas la criminología critica actual, señala lo evidente que la
ley penal en las sociedades en vías de desarrollo(como en latinoamericana) está
dominado por la ideología penal europea (Escuelas causalista y finalismo
procedente de Alemania), es decir son leyes importadas sin tener la base social
de la legalidad de sus propia sociedad o sociedades, en consecuencia el
consenso de las valoraciones de las conductas nunca ha existido, por ejemplo
esto se puede afirmar que ha sucedido con los tres (3) Código Penales que han
existido en la República del Perú, incluyendo el actual de 1991, pero ello esta
enlazado a un hecho político como la democracia representativa y no a la
democracia directa, que si bien se señala pero no se va ha comentar en este
trabajo, por no ser el objeto de estudio en este momento, por cuanto cuando la
clase dominante inserta una forma de pensamiento y acción en los actores
sociales se preocupan de internalizar en la conciencia colectiva en punto de la
legalidad, debiéndose entender por el ello que la ley escrita se cumple sin discutir
esa forma de pensar es la seguridad jurídica de todo Estado de Derecho
Moderno y los que no se agrupan a esta línea de pensamiento son excluidos de
los presuntos beneficios de ser ciudadano de un país.
De esto surge una segunda tesis: La ley penal en Latinoamérica y en el Perú es
una Ley importada, lo cual se puede observar por ejemplo en el Código
Sustantivo de este país en materia de la formulación de los delitos económicos
y ambientales entre otros; así como en el Libro Primero de la Parte General del
Código Penal.
Antonio BERISTAN cuando señala que los Códigos Penales son redes para
coger a los peces pequeños, pero dejan libres a los peces gordos, parece una
crítica ácida y extrema, pero viéndolo holísticamente la lectura que hay que dar
pienso es que el Código Sustantivo en Latinoamérica ha tenido dos (2) atavismos
: 1) Uno cuando se formula es deshumanizada, basado aparentemente como

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dicen los teóricos en el imperio de la razón, pero los existencialistas como
Gasset, Jasper y otros les hacen recordar que el hombre no es solo razón, sino
emociones y sentimientos, es decir el hombre no es un ente abstracto, sino de
carne y hueso, que sufre, llora y tiene necesidades dentro de un entorno o
realidad en que vive, etc. Y 2) El delito se concibe como violación del orden
establecido, esto tiene una impregnación social y psicológica en la población
porque está vinculada a las protestas sociales frente a un orden injusto que lo
establece el gobernante, pero si se agrega un pensamiento dialéctico ello no
queda allí sino esto incluye el derecho de rebelión frente a los gobernantes que
establecen regímenes injustos al orden social, económico, político, etc. Por eso
Martín Fierro no se equivoca cuando dice : "La Ley es tela de araña."
(PALACIOS, 2016)

LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA EN EL PERU


Distintos analistas coinciden en señalar que las manifestaciones de la
criminalidad organizada en nuestro país son todavía incipientes. Que hay un
claro predominio de formas estructuradas tradicionales como la banda y el
concierto. Sin embargo, se señala también la existencia de algunas
organizaciones criminales más desarrolladas que poseen una estructura de
jerarquía estándar, y que están dedicadas a la comisión de delitos violentos o al
tráfico ilícito de drogas. (SALDAÑA, 2014)
Unas menciones especiales merecen las organizaciones terroristas como el
Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario
Túpac Amarú. Estas agrupaciones de origen político que actuaron entre los años
80 y 90, se constituyeron en base a estructuras asimilables a la jerarquía
regional. Y, como ya se ha mencionado, algunos sectores consideran que
alrededor de Vladimiro Montesinos Torres se organizó una activa red criminal
que operó en la última década.
La Policía Nacional desarrolla un catálogo bastante amplio de delitos, pero que
corrobora que las principales modalidades del crimen organizado en el Perú son
de tipo convencional y violento (Cfr. DININCRI-PNP. El Crimen Organizado en el
Perú. Separata. Lima. 1999, p. 4).
La información policial consigna las siguientes manifestaciones delictivas:
• Robos y Asalto a mano armada.
• Secuestro de personas.
• Contrabando.
• Terrorismo.
• Trata de Blancas: proxenetismo.
• Tráfico Ilícito de Drogas Defraudación de Rentas de Aduana.
• Tráfico de moneda extranjera.
• Evasión de impuestos.

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• Delitos contra la fe pública.
• Delitos informáticos
De allí que consideremos más representativo referirnos a las bandas y
asociaciones ilícitas como las principales formas de delincuencia organizada en
el Perú. Ahora bien, todavía es escasa la escasa la información disponible y
publicada sobre estas agrupaciones delictivas. Los datos que se conocen
provienen principalmente de fuentes policiales o de investigaciones
periodísticas, de allí que adolezcan de algunos sesgos que afectan su
objetividad. A la fecha, pues, carecemos todavía de estudios empíricos de mayor
rigor criminológico.
No obstante, la síntesis de estos datos y fuentes permite considerar como
características frecuentes de los grupos delictivos nacionales a las siguientes:
a) Se trata de organizaciones amorfas.
Son capaces de modificar su estructura y composición con suma rapidez, para
poder adaptarse con facilidad a un entorno de permanente clandestinidad y
persecución.
b) Denotan marcado empirismo.
No son grupos profesionales, ni han alcanzado un diseño definido y delimitado
de las funciones que deben cumplir sus integrantes. En realidad, éstos pueden
asumir diferentes roles según las necesidades operativas de la organización
delictiva.
c) Practican un Apoyo Mutuo Complementario.
El espacio común de los centros carcelarios o de un área común de influencia
(barrio, asentamiento humano, etc.), posibilitan un intercambio frecuente de
mandos e integrantes entre varios grupos delictivos para el desarrollo de
actividades delictivas comunes.
d) No se Aprecia Especialización.
Al interior de los grupos no se encuentra integrantes que asuman por sus
habilidades o conocimientos tareas específicas. De allí que el modus operandi
aplique el principio rudimentario de “todos para uno y uno para todos”.
e) Poseen un Nivel Artesanal y Local.
El radio de acción de estos grupos es limitado a un territorio local o nacional.
Muy rara vez interactúan o intercambian operaciones o actividades en un plano
internacional, con la notoria excepción de las firmas ligadas al tráfico ilícito de
drogas que por su propia naturaleza y dinámica operativa mantiene vínculos
constantes con organizaciones criminales extranjeras.
f) Actividades criminales violentas.

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En lo fundamental cabría señalar que el espacio de la criminalidad organizada
que opera en el Perú, se relaciona con la comisión de delitos convencionales
violentos como el secuestro extorsivo y el robo a mano armada.
Ahora bien, con relación a las bandas locales, las estadísticas de criminalidad
registran en los últimos 15 años un constante ascenso en la frecuencia de delitos
violentos contra el patrimonio y la libertad personal.
Efectivamente, según algunos reportes ya hacia finales de los 90 la actividad
criminal de las bandas se había incrementado notablemente. Así, por ejemplo,
algunos estimados señalaban que hacia 1998 en el país operaban alrededor de
35 bandas importantes, en las que estaban integradas alrededor de 700
personas.
(Cfr. El Crimen organizado en Lima. Entrevista a César Ortiz Anderson,
publicada en Domingo. Suplemento del diario La República, edición del 10 de
mayo de 1998, p. 10 y ss; INEI. La Violencia en Lima metropolitana).
Pero, además, por aquel entonces, existían en Lima entre 100 y 120 grupos
menores dedicados a dos nuevas modalidades delictivas que la prensa
denomino con fina ironía “Secuestros al Paso”. Esta innovada actividad delictiva
se materializaba con el secuestro por horas de una persona de clase media a la
que se exigía un rescate poco significativo y que fluctuaba entre los 1000 a 3000
dólares.). También estos grupos se especializaron en la práctica de los “Asaltos
a cambistas”.
Esta modalidad se expresaba en robos a mano armada y donde la víctima era
una persona dedicada al cambio ambulatorio de dólares en las calles de Lima
Metropolitana.
En los dos últimos años las bandas de secuestradores han aumentado al igual
que su efectividad delictiva. Es así que entre el 2004 y mayo de 2006 se
produjeron en Lima un total de 69 secuestros.
Publicado en diario El Comercio. Edición del 21 de mayo de 2006, p. A 13). Sin
embargo, algunos informes periodísticos dan cifras más altas: “Aunque
oficialmente no hay una estadística, extraoficialmente se dice que en el país
ocurren un promedio de 150 secuestros anuales de gran envergadura y medio
millar de secuestros al paso, de los cuales sólo se reporta el 50%. Se estima que
las organizaciones criminales realizan cobros por más de 10 millones de dólares

Un análisis policial sobre la evolución del crimen organizado en el Perú, el cual
comprende lo acontecido entre los años 1975-1998, corrobora, en gran medida,
la validez de los datos y características con los que hemos intentado describir la
presencia nacional de dicho fenómeno. En este estudio, por ejemplo, se identifica
al periodo 1990-1998 como el de mayor actividad y desarrollo de las bandas
criminales peruanas. Principalmente porque en esta etapa se fundan y operan,
agrupaciones delictivas que adquieren especial importancia por su permanencia,

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capacidad de acción, amplitud y variedad de actividades delictivas. (SALINAS,
2017)
Con relación a todo ello se señala: “En estos años, nuevamente se produce una
variación en la modalidad del crimen organizado y se observa el recrudecimiento
delictivo, pero esta vez en forma mucho más organizada, con la particularidad
de que las bandas tienen un sólo jefe.
Así por ejemplo tenemos la conocida banda de Los Destructores al mando del
delincuente Giovanni Gamarra Huerta (a) cojo Giovanni.
Este jefe de banda, durante su residencia en México integro organizaciones
delictivas y al regresar al país reorganizo la delincuencia común, captando la casi
totalidad de jefes de bandas, integrándolos en la suya; todos los jefes de las
bandas adheridas, forman una gran familia al estilo de la mafia italiana.
Otra característica del crimen organizado contemporáneo, en el ejemplo de Los
Destructores es que operan en todo el ámbito territorial peruano, es decir, tanto
en la Capital de la República como en provincias, con vehículos, armamento y
equipo sofisticado adquiridos en el mercado internacional, o sea a través de su
complicidad con el narcoterrorismo o elementos negativos de las FFAA o PNP,
ejecutando planes con éxito. A la banda de Los Destructores” se fueron
asociando elementos de la PNP dados de baja por medida disciplinaria, otros en
situación de retiro y también policías en actividad; así como delincuentes
comunes que se encontraban en Libertad y como no habidos del periodo delictivo
1985-1990.
Dentro del presente periodo surgen diferentes bandas como son Los
Destructores, Los Surquillanos, Los Comancheros, Los Molineros, Los Ticos,
Los Piratas, Los Elegantes, Los Injertos, Los Injertos del Fundo Oquendo, Los
Tenistas del Cerro San Cristóbal, Momon y sus Sicarios, Los Trafas, Los
Cibernéticos, Los Terminalitas, etc., quienes en todo momento han demostrado
su organización y planificación para cometer sus fechorías, como es el caso de
Los Norteños en el asalto y robo a mano armada en el aeropuerto de Chimbote
ocurrido el 06MAY94, donde se apoderaron de 3’600,000 nuevos soles y
250,000 dólares americanos y los sanguinarios como “Momón y sus Sicarios”
autores de asaltos, secuestros y homicidios en agravio de cambistas.
El tráfico ilícito de drogas es también un claro exponente de la presencia de la
criminalidad organizada en el Perú. En efecto, la existencia en nuestro territorio
de consolidadas organizaciones o firmas, así como el mantenimiento, desde
inicios de la década de los 80, de una activa conexión internacional que abastece
de derivados cocaínicos a varios mercados de América, Europa y Asia, hacen
evidente su condición de empresa criminal exitosa. (SALINAS, 2017)
Como todos los sistemas jurídicos, el derecho penal se construye sobre la
influencia conjunta de las necesidades coyunturales del momento y las
ideologías criminales.

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Por su parte Bernat de Celes Define: Por Política Criminal se debe entender la
política que persigue el gobierno de un país en lo que concierne a:

1. – la aplicación del derecho penal,


2. – la revisión del derecho penal,
3. – la prevención de la delincuencia.
4. – la administración de la justicia criminal (comprendiendo la policía)
5. – el tratamiento al delincuente.
La política criminal comprende también todos los esfuerzos de política social
especialmente dirigida a los costos sociales resultantes de la criminalidad, a
distribuir estos costos sociales equitativamente entre las partes implicadas el
delincuente, la víctima, y la comunidad política.
Por otra parte, la definición más común de política social es la que se expresa
como la preocupación política de la administración pública con los servicios
sociales como la salud, educación y sistema de seguridad social para remediar
problemas concretos sociales o perseguir objetivos con los cuales se está de
acuerdo.
Como propuesta en el plano internacional otros elementos surgen y se
incorporan a la Política Criminal de los momentos actuales, encontrándose entre
los más destacados: “El respeto que se pide a los derechos humanos, el costo
de la Política Criminal, la realización de su planificación como parte de la
planificación del desarrollo nacional, la promoción de la participación de la
comunidad local, regional, en la justicia, así como la de instituciones variadas en
su formulación al haberse evidenciado que esta no puede ser estimada como un
monopolio de penalistas, procesalistas y demás profesionales del derecho penal
o procesal, el desarrollo y el distingo que se establecen entre países
desarrollados y en vías de desarrollo sin que ello signifique que en todo caso es
de menos criminalidad en los primeros que en los segundos, a pesar de
sostenerse por algunos que el desarrollo es un elemento condicionador de la
criminalidad. (SALINAS, 2017)

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CONCLUSIONES

 La política criminal éstas se deben basar en la realidad y no sólo en la


verdad jurídica simbólica.
 La política criminal ahora en la actualidad ha incrementado.
 El gobierno no hace nada por contraer la delincuencia en la actualidad.
 La política criminal ha evolucionado.
 Lo que no puede pasar desapercibido es que existe un poder que define la
conciencia colectiva, ya que es algo que impone culturalmente a la
mayoría, a través de creencias, estereotipos, satisfactores, intereses y
miedos.

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BIBLIOGRAFIA

Aburto, J. C. (2017). POLITICA CRIMINAL. LA PAZ, BOLIVIA.


KAN, A. (2015). POLITICA CRIMINAL. BUENOS AIRES.
MENDIOLA, A. (2015). DERECHO PENAL.
PALACIOS, H. R. (2016). POLITICA CRIMINAL. LIMA.
SALDAÑA, O. (2014). POLITICA CRIMINAL. LIMA .
SALINAS, C. (2017). POLITICA CRIMINAL.

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