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TALLER

LA UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO: PASADO, PRESENTE Y FUTURO.

PERTENECE A
IVAN ANDRES SEGRERA SANDOVAL

MATERIA
CATEDRA UNIVERSITARIA

PROFESOR(A)
ROSMERY ARIZA FONTALVO

UNIVERSIDAD DEL ATLANTICO


CONTADURIA PUBLUCA
NOVENO SEMESTRE
2019
SOLUCION

La Universidad del Atlántico está localizada en la ciudad de Barranquilla, capital del


Departamento del Atlántico. Fue gestada por el filósofo Julio Enrique Blanco, quien
en su empeño por la educación pública como requisito de mayoría de edad del
pueblo costeño, diseñó y puso en marcha este claustro de educación superior. Un
proceso que se inició en 1.941 y que se vio definitivamente cristalizado en el año de
1.946.
Es indudable que el origen de la Universidad del Atlántico está directamente
relacionado con su principal gestor, el filósofo visionario, barranquillero, Julio
Enrique Blanco. A su concepción sobre la importancia que la educación tiene en la
transformación positiva de los pueblos y de las sociedades, se deben las principales
iniciativas pedagógicas que culminaron con la creación de la Universidad del
Atlántico.
Julio Enrique Blanco percibió con claridad la importancia de la formación integral
para los jóvenes educandos, es decir una formación que involucrara los aspectos
técnicos y científicos pero también los que en su mayoría denominó humanísticos.
En algún sentido, las iniciativas pedagógicas del filósofo respondían a las
inquietudes planteadas en las cuatro primeras décadas de este siglo por dirigentes
empresariales que se quejaban de la escasez de técnicos y especialistas forjados
en el país. Pero, desde luego, el educador-filósofo fue más allá, estimulando la
aparición de instancias centradas en desarrollar lo humanístico.

Tenía clara la idea de que era necesario descentralizar los estudios universitarios,
hasta entonces muy concentrados en la capital de la república. Así mismo,
comprendía que una ciudad como Barranquilla, en rápida expansión económica,
requería de trabajadores y profesionales calificados instruidos en instituciones
adecuadas.

Estas fueron, quizás, las ideas más importantes que estimularon la creación del
Museo del Atlántico, mediante la ordenanza No. 035 de 1940.

El Museo fue pensado como una obra que integraba la educación secundaria para
alcanzar otra superior, para dirigir la primera desde la segunda. Desde el Museo se
quería crear el ambiente necesario para el surgimiento de la educación superior, es
decir de la Universidad del Atlántico, tarea por más difícil, sobre todo por tratarse de
una actividad pionera en la ciudad y el Departamento.

El Museo del Atlántico fue concebido como un conjunto de instituciones educativas


que preludiaban la futura Universidad que le insuflara vida y desarrollo espiritual a
su pujante y menesteroso desarrollo material. Es decir, pasar según el filósofo del
modelo de ciudad fenicia al modelo alejandrino.

Lo primero que se buscó fue formar ingenieros, tratando de abarcar las diversas
ramas de la ingeniería. Se intentó educar a los bachilleres que mostraran más
disposición para tal especialización, pero no con el propósito de que fueran
ingenieros de capacidades comunes y corrientes que vivieran de sus empleos como
simples profesionales, sino ingenieros de alto vuelo, capacitados para encarar las
obras de gran envergadura que requería el desarrollo de la región y el país. La
instancia a través de la cual germinaría este tipo de ingeniero fue el Instituto de
Tecnología, proyectado desde el Museo y creado mediante la Ordenanza No. 24 de
1941.

La integración educativa que se impulsaba desde la rectoría del Museo abarcó a la


Escuela Industrial, en la cual se formaban operarios para satisfacer las necesidades
de la industria y que servía de semillero para los estudios profesionales.

Cabe destacar que bajo su gestión, Julio Enrique Blanco obtuvo de la Asamblea
Departamental la expedición de una ordenanza que estipulaba becas para estudios
postgraduados en el exterior. Fue de este modo como los primeros egresados del
Instituto de Tecnología viajaron a universidades de Norte y Sudamérica a mejorar
su capacitación.

En 1943 se creó la Facultad de Comercio y Finanzas, a la cual se le agregaron


posteriormente los nacientes programas de Ingeniería Química y Química y
Farmacia, los que unidos a los existentes de tiempo atrás dieron cuerpo a la
Institución Politécnica del Caribe, creada por Ordenanza No. 36 de 1945.

El 15 de Junio de 1946 se creó legalmente la Universidad del Atlántico, por medio


de la Ordenanza No. 42 expedida en aquel año por la Asamblea Departamental. El
núcleo básico del Alma Mater estaba constituido por las Facultades de Comercio y
Finanzas, Química y farmacia, Ingeniería Química, la Escuela de Bellas Artes y el
Castillo de Salgar.
La Escuela de Bellas Artes había sido pensada por su gestión como el embrión de
una futura Facultad de Humanidades, cuyo producto más acabado sería un
Programa de Filosofía. Por iniciativa de Julio Enrique Blanco, allí empezó a
funcionar la Rectoría del Museo y de la Universidad. Mensualmente se reunían los
miembros de las Juntas Directivas de las instituciones que integraban la
Universidad, tales como el Colegio de Barranquilla para Señoritas, la Escuela
Industrial, la Escuela de Sabanalarga, entre otras.
El Castillo de Salgar, fue reconstruido para servir de residencia a estudiantes y
profesores nacionales y extranjeros que vinieran a desarrollar labores en la
institución, así como para otras actividades educativas y turísticas.
Como puede apreciarse, el origen de nuestra Alma Mater está inscrito en las
condiciones socioeconómicas, culturales y políticas de la Barranquilla de los años
treinta y cuarenta, pero también se asocia a la visión avanzada de algunos
dirigentes intelectuales de la ciudad que, como Julio Enrique Blanco, Rafael Tovar
Ariza y Fernando Cepeda y Roca, entre otros, tuvieron para dotar a la ciudad y la
región de un centro de estudios superiores, patrimonio cultural, cuyo epicentro
fuera una educación integral.
Actualmente la Universidad cuenta con alrededor de 24.000 estudiantes.
Ofreciendo carreras de pregrado y programas de postgrado, en las tres sedes
ubicadas en la ciudad y varios municipios de la región. Como universidad estatal
de reconocida trayectoria ha formado los profesionales de la Región Caribe en los
campos de la Educación, del Arte, de las Ciencias Humanas, de las Ciencias
Naturales, de la Arquitectura y las Ingenierías.
La Universidad otorga la más alta importancia a los estudios de postgrado, los
cuales surgieron en la Institución a comienzos de la década de los 90, inicialmente
en convenios con la Universidad de Antioquia, Nacional y la Escuela de
Administración Pública, dándosele prioridad a la realización de programas de
maestría y especialización. Los programas de postgrado tienen como objetivo
brindar información en determinadas disciplinas y áreas que propulsen el
desarrollo de la región.

FUENTE: https://www.uniatlantico.edu.co/uatlantico/info-general/historia

ANALISIS: desde mi punto de vista la crisis continua por la mala gestión y control
que llevan los administrativos y los financieros en la universidad, porque siempre
se presentan los mismos casos de siempre lo que son los tropeles, los estudiantes
protestando para tener mejor educación mejor infraestructura de la universidad y
desde la creación desde la universidad se vive presentando esa crisis.
LINEA DE TIEMPO:

1941:
DESARROLLO TECNOLOGICO:
El 10 de enero de 1943, las facultades de
Química y Farmacia e Ingeniería Química
representadas en el Instituto de Tecnología,
iniciaron labores en una casa-quinta de la
Avenida 20 de Julio entre calles Manga de Oro
y Bolivia. Al crear la Facultad de Comercio
Superior y Finanzas, se da paso en 1945 a la
Institución Politécnica del Caribe, y al año 1947:
siguiente a la Universidad del Atlántico.
Desarrollo cultural y científico
Para este período ya fungía como rector el doctor Rafael
Tovar Ariza1, quien siguiendo el ideal de una universidad
humanista y considerando la cultura como el cultivo de
las facultades intelectuales y del espíritu humanos, crea el
Instituto de Investigaciones Etnológicas del Atlántico.
Arqueólogos, antropólogos y lingüistas nacionales y
extranjeros debatieron en sus espacios sobre el pasado de
la Región; Divulgaciones etnológicas difundió los
resultados de las investigaciones que se realizaron.
Heredero del Etnológico, el MAUA –Museo de
Antropología de la Universidad del Atlántico–, custodia
las colecciones arqueológicas producto de tales
investigaciones, constituidas patrimonio cultural de la
Nación, en virtud de la Ley General de Cultura.

1954: Desarrollo social


Durante los años cincuenta y sesenta,
Barranquilla es escenario de grandes oleadas
migratorias y en la ciudad hacen presencia
movimientos sociales. Es la época en que el
maestro Orlando Fals Borda propuso la
investigación acción participativa, según la cual
las comunidades populares debían participar en
el análisis de su propia realidad y muchos
docentes plantean alternativas a las políticas
económicas no benéficas a las clases populares.
En este escenario surgen tres facultades:
Educación, Derecho, Nutrición y Dietética.
1955: Desarrollo de competencias

Bajo el objetivo de coadyuvar en el desarrollo


de competencias para utilizar mejor los
recursos alimentarios disponibles y satisfacer
las necesidades nutricionales de la región,
Liuba Gurvitch de Schmulson fundó la
Facultad de Nutrición y Dietética. Hoy,
profesores y estudiantes están empeñados
en estudiar las variables que condicionan el
estado de salud de sectores poblacionales de
la ciudad.

2004:
empezó el traslado de las distintas facultades a la sede Puerto
Colombia
En síntesis, la Universidad del Atlántico define una etapa importante
en el desarrollo de las instituciones de educación superior en
Colombia. Hoy es el segundo hogar de más de 22.000 personas que
semana a semana transitan sus diversos campus, es espacio de
construcción e intercambio de saberes, icono de la creación cultural,
investigativa y tecnológica en la región. Ámbito de debate y crítica
social, la autonomía universitaria, consagrada en la Constitución de
1991, debe preservarla de poderes ajenos a ella y dotarla de
capacidades para avanzar libre y universalmente y cumplir con la
misión que la sociedad le ha encomendado. En este sentido, los
medios de comunicación, los senadores y congresistas de la región, en
especial los del departamento del Atlántico, y la sociedad en general
están obligados a protegerla como patrimonio cultural.

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