METEOROLOGIA
METEOROLOGIA
METEOROLOGIA
I. INTRODUCCION.-
Meteorología y Climatología
Historia.-
La predicción del tiempo ha desafiado al hombre desde los tiempos más remotos, y
buena parte de la sabiduría acerca del mundo exhibida por los diferentes pueblos se ha
identificado con la previsión del tiempo y los almanaques climatológicos. No obstante,
no se avanzó gran cosa en este campo hasta el siglo XIX, cuando el desarrollo en los
campos de la termodinámica y la aerodinámica suministraron una base teórica a la
meteorología. Las mediciones exactas de las condiciones atmosféricas son también de
la mayor importancia en el terreno de la meteorología, y los adelantos científicos se han
visto potenciados por la invención de instrumentos apropiados de observación y por la
organización de redes de observatorios meteorológicos para recoger datos. Los
registros meteorológicos de localidades individuales se iniciaron en el siglo XIV, pero no
se realizaron observaciones sistemáticas sobre áreas extensas hasta el siglo XVII. La
lentitud de las comunicaciones también dificultaba el desarrollo de la predicción
meteorológica, y sólo tras la invención del telégrafo a mediados del siglo XIX se hizo
posible transmitir a un control central los datos correspondientes a todo un país para
correlacionarlos a fin de hacer una predicción del clima.
Las observaciones hechas a nivel del suelo son más numerosas que las realizadas a
altitudes superiores. Incluyen la medición de la presión atmosférica, la temperatura, la
humedad, la dirección y velocidad del viento, la cantidad y altura de las nubes, la
visibilidad y las precipitaciones (la cantidad de lluvia o nieve que haya caído).
Para la medición de la presión atmosférica se utiliza el barómetro de mercurio. Los
barómetros aneroides, aunque menos precisos, son también útiles, en especial a bordo
de los barcos y cuando se usan junto con un mecanismo de registro llamado barógrafo
para registrar las tendencias barométricas a lo largo de un cierto periodo de tiempo.
Todas las lecturas barométricas empleadas en los trabajos meteorológicos se corrigen
para compensar las variaciones debidas a la temperatura y la altitud de cada estación,
con el fin de que las lecturas obtenidas en distintos lugares sean directamente
comparables.
Para la observación de la temperatura se emplean muchos tipos diferentes de
termómetros. En la mayor parte de los casos, un termómetro normal que abarque un
rango habitual de temperaturas es más que suficiente. Es importante situarlo de modo
que queden minimizados los efectos de los rayos solares durante el día y la pérdida de
calor por radiación durante la noche, para obtener así valores representativos de la
temperatura del aire en la zona a medir.
El instrumento que se utiliza más a menudo en los observatorios meteorológicos es el
higrómetro. Un tipo especial de higrómetro, conocido como psicrómetro, consiste en dos
termómetros: uno mide la temperatura con el bulbo seco y el otro con el bulbo húmedo.
Un dispositivo más reciente para medir la humedad se basa en el hecho de que ciertas
sustancias experimentan cambios en su resistencia eléctrica en función de los cambios
de humedad. Los instrumentos que hacen uso de este principio suelen usarse en el
radiosonda o rawisonde, dispositivo empleado para el sondeo atmosférico a grandes
altitudes.
El instrumento más utilizado para medir la dirección del viento es la veleta común, que
indica de dónde procede el viento y está conectada a un dial o a una serie de
conmutadores electrónicos que encienden pequeñas bombillas (focos) en la estación de
observación para indicarlo. La velocidad del viento se mide por medio de un
anemómetro, un instrumento que consiste en tres o cuatro semiesferas huecas
montadas sobre un eje vertical. El anemómetro gira a mayor velocidad cuanto mayor
sea la velocidad del viento, y se emplea algún tipo de dispositivo para contar el número
de revoluciones y calcular así su velocidad.
Las precipitaciones se miden mediante el pluviómetro o un nivómetro. El pluviómetro es
un cilindro vertical abierto en su parte superior para permitir la entrada de la lluvia y
calibrado en milímetros o pulgadas, de modo que se pueda medir la profundidad total de
la lluvia caída. El nivómetro es también un cilindro que se hinca en la nieve para obtener
una muestra. Después se funde ésta y se mide en términos de profundidad equivalente
de agua, permitiendo con ello que su medición sea compatible con la de las
precipitaciones. Las mediciones de la profundidad de la nieve caída se efectúan con
una regla similar a las reglas comunes.
Los recientes avances producidos en el campo de la electrónica han ido acompañados
de un desarrollo concomitante en el uso de instrumentos meteorológicos electrónicos.
Uno de estos instrumentos es el radar meteorológico, que hace posible la detección de
huracanes, tornados y otras tormentas fuertes a distancias de varios miles de
kilómetros. Para tales fines, se usan las ondas de radar reflejadas por las
precipitaciones asociadas con las alteraciones, que sirven para trazar su curso. Otros
instrumentos meteorológicos electrónicos incluyen: el empleado para medir la altura de
las nubes y el que se usa para medir el efecto total del humo, la niebla y otras
limitaciones a la visibilidad. Ambos instrumentos suministran importantes mediciones
para el despegue y aterrizaje de los aviones.
Los métodos modernos de predicción, así como las necesidades de la aviación, exigen
que la medición cuantitativa del viento, la presión, la temperatura y la humedad se
realicen en la atmósfera libre. Estos datos son recogidos hoy por observadores
distribuidos en varios cientos de estaciones dispersas por todos los continentes (sobre
todo en el hemisferio norte) y desde unos cuantos barcos dispersos por los océanos.
Para las mediciones rutinarias realizadas en las capas superiores de la atmósfera, los
meteorólogos han desarrollado el rawinsonde (radio-wind-sounding device) o
radiosonda, que consiste en un instrumento meteorológico ligero capaz de medir la
presión, la temperatura y la humedad equipado con un pequeño transmisor de radio de
alta frecuencia. El instrumento se sujeta a un globo de helio que lo lleva hasta la
atmósfera superior. Las mediciones realizadas por los instrumentos meteorológicos son
transmitidas automáticamente y recibidas por una estación en tierra. Un radiodetector
sigue la dirección del globo mientras éste es arrastrado por los vientos de las capas
superiores de la atmósfera y, midiendo la posición del mismo en momentos sucesivos,
se puede calcular la velocidad y dirección del viento a diferentes altitudes.
Uno de los nuevos métodos de mayor éxito para la observación general de la atmósfera
ha sido el empleo de satélites artificiales. Los satélites que fotografían de forma
automática la Tierra desde órbitas polares, suministran imágenes de los patrones
nubosos y las tormentas, una vez al día, a cualquier estación meteorológica equipada
para recibir sus transmisiones de radio. Casi todos los servicios meteorológicos
importantes del mundo están equipados para recibir estas imágenes, y los países
ribereños de los grandes océanos se benefician de la capacidad para mantener una
vigilancia continua de las tormentas que amenazan a sus costas. Los sensores de
infrarrojos permiten determinar la temperatura de la parte superior de las nubes, y de
esta forma hacen posible estimar la altitud aproximada de los sistemas nubosos de la
atmósfera. Otros satélites en órbita polar han demostrado que pueden obtenerse
imágenes de alta resolución de los sistemas tormentosos durante la noche por medio de
la luz infrarroja. Hoy se fotografían de modo continuo los patrones climáticos de más de
la mitad de la Tierra desde satélites situados en órbitas geoestacionarias sobre puntos
predeterminados del ecuador a una altitud de unos 35.400 kilómetros.
Por desgracia, los patrones fotográficos suministrados por los satélites tienen una
utilidad limitada para los métodos modernos de predicción meteorológica, que se basan
en el empleo de mediciones de la temperatura y la presión en el interior mismo de la
atmósfera. Se están realizando grandes esfuerzos en la investigación de nuevos
métodos para recoger datos sobre la atmósfera superior en todo el mundo. Una de las
propuestas en estudio es la Técnica de Sondeo Horizontal Global (Global Horizontal
Sounding Technique, GHOST), que combinaría una red general de globos de flotación
libre equipados con instrumentos y los datos obtenidos por los satélites para recopilar la
información necesaria.
Circulacion de la atmosfera.
En torno a los 30º latitud N y los 30º latitud S y sobre los continentes, suelen ser
dominantes en invierno las altas presiones y los vientos débiles. En estas regiones, los
vientos se dispersan con lentitud en sentido horizontal, y el aire seco desciende de las
alturas para reemplazarlos. Debido al calentamiento producido por la compresión del
aire descendente, los anticiclones tienden a estar asociados con el buen tiempo,
excepto allá donde el contacto del aire con una superficie fría pueda producir nieblas o
nubes bajas.
La mayoría de las regiones donde tienden a prevalecer los anticiclones son bastante
uniformes en lo que se refiere a sus características superficiales y, con los lentos
movimientos divergentes, tienden a generarse grandes masas de aire con
características uniformes.
Las masas de aire tropical marítimo que se forman sobre los océanos a unos 30º latitud
N y S, pueden ser transportadas a miles de kilómetros de distancia, produciendo
periodos de clima inusualmente cálido y húmedo y aportando abundante agua para la
formación de nubes y precipitaciones en latitudes medias y altas. Otro tipo característico
es el aire polar continental. Situadas sobre las extensiones nevadas de Norteamérica y
Asia en invierno, estas masas de aire se vuelven muy frías, produciendo temperaturas
mínimas de -68 ºC en Siberia y de -63 ºC en Norteamérica.
Las masas de aire tienden a juntarse para producir zonas de grandes contrastes
térmicos. Estas regiones, que fueron objeto de gran atención por parte de los
meteorólogos suecos en tiempos de la I Guerra Mundial, recibieron el nombre de frentes
y fueron reconocidos como zonas de cambio climatológico estrechas y altamente
activas. Los frentes más notables tienden a situarse en las inmediaciones de la costa
este de Norteamérica en invierno y en las costas del Pacífico en Asia. Las masas
continentales de aire polar tienden a descender y se extienden por debajo de las masas
tropicales marítimas cálidas. Así pues, las masas de aire caliente son empujadas hacia
arriba, sobre las de aire polar, a lo largo de las zonas frontales, y se enfrían por
expansión, lo que hace que se condensen, liberando su humedad en forma de
precipitaciones.
Previsiones meteorológicas y sus modificaciones.
Los métodos empleados en la previsión del tiempo han experimentado una serie de
cambios rápidos desde la II Guerra Mundial en respuesta a los avances en la tecnología
de los equipos informáticos, los satélites y las comunicaciones. Las investigaciones
prosiguen con el mismo ímpetu, por lo que cabe esperar que se produzcan muchos más
cambios en la próxima década.
Recogida de datos
La recogida de datos sobre el clima se logra sobre todo por medio de la transmisión vía
teletipo de mensajes codificados, a través de líneas terrestres y de la radio. Los circuitos
nacionales de teletipos operan como líneas multiusuario, y los datos impresos por cualquier
estación aparecen al mismo tiempo en todas las demás estaciones conectadas a la misma
línea. Los datos recopilados a nivel nacional se intercambian a través de circuitos globales a
larga distancia de alta velocidad, con lo que, en cerca de una hora, los informes sobre la
superficie y las capas superiores de la atmósfera están disponibles en los centros regionales
de muchos países. El sistema global de telecomunicaciones de la Organización Mundial de
Meteorología actúa como centro de recepción y transmisión de los datos que proceden de las
estaciones de superficie y los satélites meteorológicos, así como de los que proceden de
barcos, aviones y radiosondas.
Transmisiopn de datos.
En el margen de dos horas desde la recogida de los datos, hay mapas climatológicos
disponibles en los centros de previsión meteorológica. El uso del fax ha multiplicado la
eficiencia de estos centros, ya que los mapas son trazados por analistas expertos y
están al alcance de los meteorólogos de campo en mayor variedad y con mayor rapidez
de lo que antes era posible, cuando se trazaban de forma local. Ciertos análisis de las
condiciones en la atmósfera superior son realizados de modo automático por medio de
ordenadores o computadoras que, con periféricos adicionales, pueden traducir y
almacenar la información codificada de las líneas de teletipo, realizar cálculos
matemáticos y presentar los resultados en forma de líneas trazadas sobre mapas. Tales
análisis se transmiten vía fax a las estaciones locales y son almacenados para su
empleo en previsiones climatológicas numéricas.
Modelos climatologicos
Los principios de las ecuaciones que gobiernan las condiciones físicas de la atmósfera
se conocen desde hace mucho tiempo, pero sólo en fechas recientes se han
desarrollado computadoras con suficiente potencia y rapidez. El mayor centro de
ejecución de modelos climatológicos es el European Centre for Medium-Range Weather
Forecasting (Centro europeo para la previsión meteorológica a plazo medio), situado en
Bracknell, Inglaterra. La atmósfera es demasiado grande y compleja como para predecir
con exactitud su comportamiento, incluso con los equipos más poderosos, pero es
posible construir análogos matemáticos, o modelos, bastante realistas. En el modelo
más simple sólo se predicen las condiciones a un único nivel. Es posible efectuar
descripciones más realistas de la atmósfera empleando al mismo tiempo un gran
número de niveles, y en el modelo más sofisticado que se emplea hoy se usan nueve
niveles. Las ecuaciones son tales que pueden calcularse los cambios en las
propiedades atmosféricas a cada nivel para un breve plazo de tiempo tan sólo 10
minutos después de realizadas las observaciones. Las previsiones son después
sustituidas por los datos iniciales observados, y el proceso se repite para sucesivos
intervalos de tiempo hasta llegar a un plazo total de 72 horas. Los resultados así
obtenidos para las 12, 24, 36, 48 y 72 horas posteriores a la hora inicial son trazados de
modo automático sobre mapas que reflejan las condiciones previstas en los diversos
niveles, y estos son transmitidos vía facsímil a las estaciones y otros usuarios del
servicio.
Los procedimientos descritos más arriba se realizan de modo automático, pero las
previsiones resultantes requieren gran habilidad interpretativa. El clima se ve afectado
en gran medida por condiciones locales que no pueden incluirse en los modelos.
Además, los modelos no son representaciones perfectas de la atmósfera, y los
meteorólogos experimentados prefieren en ocasiones no confiar en los resultados de
los equipos, o pueden introducir en ellos modificaciones basadas en su propia
experiencia.
Se han desarrollado métodos estadísticos para sacar partido a la experiencia obtenida a
través de observaciones sobre el comportamiento de la atmósfera realizadas durante un
largo periodo de tiempo. En algunos de estos métodos, las pautas se clasifican en
muchos grupos diferentes, y la predicción se realiza haciendo referencia a la conducta
antes observada en el grupo al que pertenece la situación atmosférica observada. La
ventaja de este método es que hace posible determinar la probabilidad de que se
produzcan varios eventos alternativos. Por ejemplo, la probabilidad de que nieve al día
siguiente podría ser de un 20%, la de que llueva de un 50% y la de que haga buen
tiempo de un 30%. Este tipo de previsiones son esenciales para la planificación eficiente
de muchas actividades. El riesgo de pérdidas y otros desastres, por ejemplo, que se
producirían en caso de una nevada copiosa en una gran ciudad, pueden justificar la
adopción de medidas para la retirada de la nieve cuando la probabilidad de que se
produzca ésta es superior a un 20%. Una predicción categórica de lluvia (que puede ser
más probable que la nieve) sería de escasa utilidad para planificar este tipo de
operaciones.
barómetro temperatura
pluviómetro precipitación
1. Antecedentes.
2. Principales Características
3. Fines de la OMM
4. Organización
Objetivos
Los objetivos del PMC son los siguientes: utilizar la información climática existente
para mejorar la planificación económica y social; mejorar la comprensión de
los procesos climáticos mediante la investigación, al objeto de determinar la
predecibilidad del clima y el grado de influencia del hombre en el mismo y detectar,
advirtiendo de ello a los gobiernos, las variaciones o cambios climáticos inminentes,
naturales o de origen humano, causados por el hombre que pueden afectar
considerablemente a actividades humanas esenciales.
Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático
Para evaluar la información disponible sobre la ciencia, los efectos y la diversidad de
problemas económicos y de otro tipo relacionados con el cambio climático, en
particular un posible calentamiento mundial inducido por las actividades humanas, la
OMM y el PNUMA han establecido el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre
el Cambio Climático OMM/PNUMA (IPCC) en 1988. El rol del IPCC es el
asesoramiento científico, técnico y socioeconómico, brindando la información
necesaria para entender los riesgos humanos provocados por los cambios
climáticos. Solo monitorea y observa los cambios y los publica.
Está abierto a todos los miembros del PNUMA y de la OMM, y tiene
tres grupos de trabajo:
Grupo I: asesora los aspectos científicos del sistema climático y de los
cambios climáticos.
Grupo II: analiza la vulnerabilidad de los sistemas socioeconómicos y
naturales a los cambios climáticos, las consecuencias negativas y positivas de
los mismos, y las opciones para adaptarse a ellos.
Grupo III: asesora par limitar las emisiones de gases que causan el efecto
invernadero y así combatir los cambios climáticos.
La principal actividad es preparar en intervalos de tiempo regulares
(aproximadamente cada cinco años) un asesoramiento comprensible y actualizado
de las dimensiones científicas, técnicas y socioeconómicas de los cambios
climáticos. Actualmente se está preparando el Tercer Reporte de Asesoramiento,
aunque también prepara reportes especiales y "papers" técnicos en temas
específicos (actualmente se están preparando tres de estos).
El IPCC desarrolla guías y metodologías para afrontar mejor los cambios climáticos,
y en todo caso adaptarse mejor a ellos. Toda esta información es distribuida por un
Centro de Distribución de Datos del IPCC.
Este Grupo terminó en agosto de 1990 su primer informe de evaluación, que
señalaba con certeza un aumento de la concentración de gases de efecto
invernadero causado por la actividad humana. Dicho informe ayuda a los gobiernos
a tomar importantes decisiones políticas, como en las negociaciones y posterior
aplicación de la Convención Marco sobre el Cambio Climático, firmada por 166
países en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo celebrada en Río de Janeiro en 1992. Esta Convención fue ratificada el 1°
de diciembre de 1993 y entró en vigor el 21 de marzo de 1994.
9. Recursos
INSTRUMENTOS DE MEDICION.
Los elementos que se miden con ayuda de los instrumentos son los siguientes:
Temperatura del aire, del agua y del suelo ‹
Presión atmosférica ‹
Humedad
Velocidad y dirección del viento
Altura de la base de las nubes
Cantidad de lluvia
Cantidad de evaporación ‹
Duración de la insolación o brillo solar
Radiación solar
PRESION ATMOSFERICA
BAROGRAFO.
MICROBAROGRAFO.
Este equipo mide y registra automáticamente la presión del aire además permite
determinar variaciones mínimas de la presión atmosférica debido a su
sensibilidad extremadamente alta.
Está compuesto por un juego de 20 capsulas aneroides contiene un sistema de
relojería que puede ser: de 24 horas y de 7
dias con un tiempo adicional de 80 minutos
y 8 horas respectivamente, margen que se
da para cambiar el diagrama.
El mecanismo medidor se puede transportar
a una altura de 2700 metros. Cuando viene
nuevo trae ajustado un vibrador para ajustar
los cojinetes para usar temperatura de -10 a
45°C tiempo nominal de 7 dias juego de
graficos del 100 diagramas un tubo de tinta
pluma de registro y una cubierta de plástico
flexible.
TEMPERATURA
TERMOMETROS LIQUIDOS
LAMINA BIMETALICA.
PSICOMETRO.
HIGROMETRO MECANICA.
MODELOS DE HIGROMETRO.
HIGRAGRAFO DE CABELLO.
TERMOHIGROGRAFO.
ANEMOMETRIA.
Anemómetro de empuje: están formados por una esfera hueca y ligera (Daloz) o
una pala (Wild), cuya posición respecto a un punto de suspensión varía con la
fuerza del viento, lo cual se mide en un cuadrante.
ANEMOGRAFO
VELETA
Se utiliza para medir la dirección del viento. Está formada por una placa plana
colocada en un plano vertical y que gira libremente orientándose siempre en la
dirección del viento.
RADIACION SOLAR E INFRARROJA
RADIOMETRIA.
PIROHELIOMETRICO.
Los Pirheliómetros se utilizan para medir la radiación directa emitida por el sol en
un ángulo de 5º. El MS-56 Primera Clase
ISO9060 es un sensor de investigación de la
incidencia normal de radiación solar directa,
también conocido como pirheliómetro o sensor
DNI que es altamente adecuado en operaciones
de rutina para Seguidor
Solar automatizado. El MS-56 “para todo clima”
es sensible a la radiación solar durante todo el
rango espectral de 200 a 4.000 nm y puede
trabajar bajo las condiciones más extremas en un
intervalo de temperatura de -40 ° C a +80 ° .
Ideal para realizar mediciones de radiación solar
directa de alta precisión en condiciones
atmosféricas inestables, pues es un detector de
rápida respuesta útil para detectar cambios rápidos de radiación. Aunque los
sensores basados en diodo ofrecen una respuesta rápida, tienen un rango
limitado de sensibilidad espectral. En contra los sensores de banda ancha
termopila cubren toda la gama espectral, pero se consideran lentos. El versátil
MS-56 combina todas las características de un detector de banda ancha rápida
habilitado con un detector de termopila avanzado.
HORAS DE SOL
VISIBILIDAD
Psicrómetro
Piranómetro
Instrumento que mide la radiación solar que es recibida desde
todo el hemisferio celeste sobre una superficie horizontal
terrestre.
Su elemento fundamental es una termopila sobre la que índice la
radiación a través de dos cúpulas semiesféricas de vidrio. El
aparato se calibra según normas establecidas en mV por
kW/m2. Se llama también solarímetro o actinómetro.