Disciplina Positiva
Disciplina Positiva
¿Qué es?
Disciplina Positiva es una metodología que tiene sus orígenes en los años 20 en las
ideas de Adler, Psiquiatra infantil, junto con Dreikurs. Pero es a partir de los años 80, con
Jane Nelsen, se sistematizó, experimentó y se ha comprobado hasta el momento actual, el
beneficio de esta manera de educar.
Los cinco criterios a tener en cuenta para una disciplina positiva según la autora Jane
Nelsen en su libro “Cómo educar con firmeza y cariño” son:
2. Aprendiendo de los errores. Los errores son una oportunidad para educar.
Para ello lo primero es identificar la creencia que esconde dicho
comportamiento. Una disciplina efectiva es la que busca las razones que hacen
actuar a los niños de cierta manera y trabajar sobre esas razones para cambiar
la creencia en lugar de intentar cambiar solamente el comportamiento.
Ventajas:
Recomendaciones:
6. No olvides ser firme con tus decisiones, límites y normas, siempre con
amabilidad y cariño. Uno de los errores que cometemos al tratar de aplicar
la disciplina positiva es alejarnos de la firmeza y caer en la permisividad.
El cariño y el afecto han de ir acompañados de la firmeza; se trata de ser
amables y firmes al mismo tiempo. Las normas se deben cumplir siempre;
los límites aportan seguridad, pero en ningún momento privaremos de
cariño al menor o cargaremos su comportamiento de emociones
negativas. Si hace algo mal le explicaremos por qué no se debe actuar así,
y le ayudaremos a corregirlo.
2.- La mamá lleva al parque a su hija y allí la niña se encuentra con sus amigas. La niña
juega con ellas y les muestra sus muñecas que ha llevado esa tarde. Entre ellas se
comparten sus juguetes, pero en un momento determinado, la niña ya no quiere
prestarles pero quiere un peluche de una de sus amigas. Como no le quieren prestar, la
niña empuja a su amiga y quiere jalarle el cabello. Su mamá se da cuenta y se acerca
a preguntar qué pasa. La niña llorando le cuenta, a lo cual la mamá le dice: “Porque
empujas a tu amiga, eso no se hace porque se puede caer y lastimar, si ella te hiciera
lo mismo tú también podrías hacerte daño y rasparte con el pasto. Pídele disculpas y
dile que no lo volverás a hacer. Ahora quieres que ella te preste su peluche, si ella te
presta su peluche tú préstale tu muñeca, así podrán jugar mejor y se van a divertir más”.
La niña pide disculpas y accede e intercambia los juguetes, continuando con su juego
tranquilamente.
3.- La mamá está limpiando la casa y su hijo está jugando en el jardín de la casa. Al
entrar sus zapatillas están con tierra, ensuciando el piso recién trapeado haciendo barro
en él. Cuando ve eso, con sus manos refriega más y como sus manos también están
con tierra, hace un remolino grande de barro en el centro de la sala. Cuando la mamá
lo ve, se molesta pero en lugar de gritarle le dice: “¿Recuerdas lo que hablamos la última
vez? Cuando entres después de jugar en el jardín, te limpias los zapatos en la alfombra
que está en la puerta y te lavas las manos, luego puedes hacer lo que quieras. Ahora
vamos a lavarte esas manos y ¿luego me ayudas a limpiar? A ver quién termina primero”
DISCIPLINA NEGATIVA:
1.- Un niño ha salido a pasear con sus padres. Están caminando y pasan por una tienda
de juguetes y el niño ve un carro a control remoto, y les pide que le compren. Los papás
le dicen que NO, que otro día. Pero el niño no entiende e insiste en que se lo compren.
Empieza a llorar y a hacer berrinche, grita y patalea; pero sus papás le dicen: “¡NO! Ya
te dijimos que no, entiende. Sigue gritando y llorando, la gente te está mirando, que
estará diciendo, seguro que ese niño es un malcriado. Párate y vámonos”. El niño no
obedece, así que el papá lo levanta de un tirón y lo lleva llorando.
2.- La mamá está cocinando y su hija está en su cuarto dibujando y pintando con sus
colores y plumones en su cuaderno de dibujo que le regaló su mamá. Cuando llega la
hora de comer, la mamá llama a su hija pero como no hace caso, la va a buscar. Al
entrar a su cuarto, se da cuenta que su niña ha pintado las paredes. Se molesta y le
empieza a gritar: “Cuantas veces te he dicho que no me pintes en las paredes. Cuantas.
Para eso te compré ese cuaderno. Ahora como sale toda esa pintura. Lo limpiarás tú
porque tú lo has hecho” La jala del brazo y la lleva para darle un trapo húmedo para que
limpie las paredes mientras ella supervisa que lo haga.
3.- Es hora de hacer las tareas y el niño está jugando con la tablet. La mamá le dice que
se siente para hacer sus tareas y el niño no le obedece, él sigue jugando. La mamá
como ve que no le hace caso, le quita la tablet y le manda que siente a la mesa, el niño
no quiere y pide la tablet renegando. La mamá le dice que no se la va a dar, el niño se
molesta y empieza a llorar reclamándola; ella la guarda en un sitio donde él no pueda
cogerla. El niño sigue llorando, la mamá ya molesta lo jala del brazo y lo sienta a la
mesa, le pone sus cuadernos y su cartuchera y le dice: “Ya haz, que tienes que hacer”.
Le lee la indicación y le señala el cuaderno y el lápiz para que empiece. Como sigue
llorando, le levanta la voz: “Deja de llorar y haz, si no ya no te voy a dejar que juegues
en la tablet ni que veas televisión. Apúrate, porque tengo cosas que hacer”. El niño se
calma un poco pero sigue llorando y así coge su lápiz y empieza a hacer su tarea.