Ciclos en Los Nutrientes-El Agua
Ciclos en Los Nutrientes-El Agua
Ciclos en Los Nutrientes-El Agua
2019 – 2020
I
INTRODUCCIÓN
Los ciclos de los nutrientes o también llamados biogeoquímicos describen el movimiento y la
conversión de materiales por medio de la actividad bioquímica que se producen en la
atmosfera, se dan en escala mundial y afectan a la geología y al ambiente de nuestro planeta.
Todos los organismos vivos participan en los ciclos biogeoquímicos de los materiales, pero los
microorganismos, desempeñan el papel principal en el conjunto de los ciclos biogeoquímicos.
La energía se absorbe, fluye a través de los ecosistemas. Este flujo de energía es fundamental
para el funcionamiento del ecosistema. Mientras, los materiales experimentan conversiones
cíclicas que suelen retener materiales dentro del ecosistema.
Los ríos, lagos y hábitat marinos costeros reciben cantidades significativas de residuos
vegetales, cada cadena trófica se basa en los productores primarios. La fijación neta del CO,
para formar compuestos orgánicos.
El ciclo de los nutrientes es uno de los procesos más importantes que ocurren en un
ecosistema. El ciclo de nutrientes describe el uso, movimiento y reciclaje de nutrientes en el
medio ambiente. Elementos valiosos como el carbono, el oxígeno, el hidrógeno, el fósforo y
el nitrógeno son esenciales para la vida y deben ser reciclados para que los organismos
puedan existir. Los ciclos de los nutrientes incluyen componentes vivos y no vivos e
involucran procesos biológicos, geológicos y químicos. Por esta razón, estos circuitos de
nutrientes se conocen como ciclos biogeoquímicos.
Ciclo de los Nutrientes
¿Qué son los Ciclos Biogeoquímicos?
Son procesos naturales que reciclan elementos en diferentes formas químicas desde el
medio ambiente hacia los organismos, y luego a la inversa. Agua, carbón, oxígeno, nitrógeno,
fósforo y otros elementos recorren estos ciclos, conectando los componentes vivos y no vivos
de la Tierra.
Las etapas que contempla el ciclo hidrológico del agua son 5: Evaporación, Condensación,
Precipitación, Escorrentía y Transporte. Se definen de la siguiente manera:
• Evaporación: La evaporación es un proceso físico que consiste en el traspaso gradual de
un estado líquido hacia un estado gaseoso, en función de un aumento natural o artificial de
la temperatura. Con la intensificación del desplazamiento, las partículas escapan hacia la
atmósfera transformándose en vapor.
• Condensación: Consiste al cambio de estado del vapor de agua contenido en las masas de
aire presentes en la atmósfera a fase líquida consecuencia de un enfriamiento de las mismas.
• Precipitación: El fenómeno de precipitación se produce cuando la humedad relativa del
vapor de agua presente en la atmósfera es del 100 %. Si la temperatura es suficientemente
baja la precipitación puede ser en forma de nieve.
• Escorrentía: Se define como el tránsito de agua que circula por una cuenca de drenaje,
siendo la diferencia entre el caudal de precipitación menos los caudales evapotrasnpirado e
infiltrado en el terreno causante éste último de la recarga de acuíferos subterráneos.
• Transporte: Movimiento de las masas de agua en estado líquido por toda la superficie
terrestre formando ríos, lagos, mares y océanos.
Así, el agua cae sobre la superficie terrestre en forma de precipitación líquida o sólida (nieve,
granizo, etc.). Parte de aquella puede ser evaporada antes de tocar la superficie terrestre.
Aquella fracción que alcanza la vegetación es parcialmente retenida por las hojas y cobertura
foliar de las plantas (intercepción). De allí, una parte es evaporada nuevamente hacia la
atmósfera o escurre y cae hacia el suelo, desde donde puede infiltrarse o escurrir por las
laderas siguiendo la dirección por las mayores pendientes del terreno.
Aquella fracción que se infiltra puede seguir 3 rutas bien definidas: una parte es absorbida
por la zona radicular de las plantas y llega a formar parte activa de los tejidos de las plantas
o transpirada nuevamente hacia la atmósfera; puede desplazarse paralelamente a la
superficie del terreno a través de la zona no saturada del terreno, como flujo superficial hasta
llegar a aflorar en los nacimientos o manantiales y la otra ruta es continuar infiltrándose hasta
llegar a la zona saturada del terreno, donde recargará el almacenamiento de aguas
subterráneas.
Las aguas subterráneas, que se hallan limitadas en su parte inferior por depósitos
impermeables (arcillas, formaciones rocosas, etc.) no permanecen estáticas, sino que a su
vez se desplazan entre dos sitios con diferencias en sus equipotenciales. No hay que olvidar
que la evaporación es un proceso continuo cuasi-estacionario presente en todos los puntos
de la cuenca, el cual va desde la evapotranspiración en la vegetación hasta aquella
proveniente de la superficie del terreno, los cuerpos abiertos de agua, las corrientes
principales y secundarias y las zonas no saturadas y saturadas del terreno.
PAPERS
Ciclos de nutrientes y procesos edáficos en los ecosistemas terrestres: especificidades del caso
mediterráneo y sus implicaciones para las relaciones suelo-planta
Los suelos sobre los que se desarrollan los ecosistemas mediterráneos presentan
características funcionales diferentes de los que se encuentran en ecosistemas templados y
tropicales. Por un lado son suelos más jóvenes y menos profundos que los tropicales, por
estar sometidos a tasas de meteorización de la roca sensiblemente inferiores. Se distinguen
de los suelos bajo ecosistemas templados fundamentalmente por haber estado sujetos a una
mayor tasa de erosión, debido a unos usos más intensivos y prolongados por parte del
hombre, y quizás por la mayor recurrencia de incendios. Estas diferencias imponen las
primeras restricciones a las plantas que se desarrollan sobre estos suelos. La escasa
profundidad impone un límite al tamaño de los individuos, mientras que la erosión de los
horizontes superficiales limita la cantidad de materia orgánica y los nutrientes que de ella se
derivan (Yaalon 1997).
Sin embargo, desde el punto de vista funcional, posiblemente sean las características
climáticas de la región mediterránea las que más determinan los recursos nutricionales de
los suelos mediterráneos. La relación negativa que frecuentemente se encuentra entre la
temperatura y la humedad óptimas para el crecimiento bacteriano determinan que las tasas
de descomposición y mineralización de la materia orgánica sólo sean elevadas en periodos
cortos e impredecibles a lo largo del año (kruger et al. 1983). De ello se deriva una baja
disponibilidad de nutrientes, lo que explica la gran cantidad de adaptaciones de las plantas
que viven en ambientes mediterráneos encaminadas al aumento de la eficiencia en el uso
de nutrientes. Disponibilidad de agua y nutrientes van a menudo unidos en este tipo de
ecosistemas, lo que complica la interpretación del papel relativo de ambos factores en las
adaptaciones de las plantas. Sin embargo, la escasez de nutrientes para el crecimiento se
produce también en periodos de alta disponibilidad hídrica, en particular en especies con
capacidad de extraer agua de horizontes profundos (donde hay pocos nutrientes). El
levantamiento hidráulico observado (Peñuelas y Filella
2003) en algunas de estas especies mediterráneas abre la posibilidad de que este
mecanismo incremente la disponibilidad de nutrientes en los horizontes superficiales.
Aparte de las restricciones hídricas, los dos nutrientes que más frecuentemente limitan el
crecimiento de las plantas en ecosistemas mediterráneos son el nitrógeno (N) y el fósforo
(P). Los ciclos de ambos nutrientes son muy diferentes, tanto en lo que se refiere a los flujos
de entrada y salida de los ecosistemas como a los mecanismos de retención dentro de éstos.
Por un lado el N tiene formas gaseosas y está prácticamente ausente en los minerales de
las rocas madre, lo que determina que su principal fuente primaria para los ecosistemas sean
las entradas atmosféricas y que su subciclo geoquímico sea muy limitado. Por el contrario,
el P no dispone de ciclo gaseoso, y aunque puede ser depositado ocasionalmente en forma
de aerosoles (polvo atmosférico), su principal forma de entrada a los ecosistemas es a través
de la meteorización de rocas con contenido en fósforo. El N es mucho más móvil en los
ecosistemas terrestres, exportándose con mayor facilidad que el P
(Vitousek y Howarth 1991). Por ello, en ecosistemas sometidos a frecuentes perturbaciones,
es más probable encontrar limitación por N que por P, aunque no siempre es así (Sardans
et al. 2004). La creciente deposición atmosférica de N a la que está expuesta gran parte de
Europa puede tener como consecuencia que el P reemplace al N como elemento limitante
en gran número de ecosistemas (Herut et al. 1999). También son previsibles cambios en la
disponibilidad de nutrientes en respuesta al Cambio Climático, lo que puede dar a lugar a
escenarios nutricionales nuevos para las plantas mediterráneas
(Sardans et al. 2008). A todo ello hay que sumarle el hecho de que las plantas mediterráneas
sean capaces de tomar nitrógeno directamente de formas orgánicas lábiles, lo que se está
demostrando en un número cada vez mayor de ambientes
(Jones et al. 2005).
En este trabajo se resumen en primer lugar los mecanismos que determinan la entrada de
nutrientes al suelo, incluyendo las tasas de reabsorción, la capacidad máxima de
reabsorción, el desfronde y el pluviolavado. En segundo lugar, se repasarán las tasas de
descomposición y mineralización en ecosistemas mediterráneos, así como la retención de
los nutrientes en la biomasa microbiana. Se prestará especial atención a la presencia de
nitrógeno orgánico disuelto en suelos mediterráneos, como fuente potencial de N para las
plantas. Finalmente se revisarán algunos aspectos referentes al efecto del cambio climático
sobre la disponibilidad de nutrientes.(Gallardo, Covelo, Morillas, & Delgado, 2009)
CONCLUSIÓN
En conclusión, se puede definir el ciclo del agua es la sucesión de estados que atraviesa el
agua al pasar de la atmósfera a la tierra y volver a la atmósfera: evaporación del suelo, del
mar, o de superficies de aguas continentales; condensación para formar nubes, precipitación,
acumulación en el suelo y en superficies de agua y re evaporación.
El ciclo del Agua posee una alta capacidad de calentamiento, por lo que almacena mucha
energía calorífica y hace que su cambio de temperatura sea lento en comparación con las
variaciones de temperatura al medio atmosférico. Tiene una gran importancia en nuestro
planeta ya que es uno de los elementos que permiten la vida y la alimentación que genera
energía hidroeléctrica y mareomotriz; además, encierra grandes riquezas minerales, entré
ellas están, él petróleo el gas natural. Por otro lado el agua es químicamente pura, es decir
aquella que contiene exclusivamente moléculas de agua, y no se encuentra en la naturaleza.
BIBLIOGRAFIA
Montes, F.; Cañellas, I. (2006). «Modelling coarse woody debris dynamics in even-aged
Scots pine forests». Forest Ecology and Management 221 (1-3): 220-
232. doi:10.1016/j.foreco.2005.10.019.
Brown, M. T.; Buranakarn, V. (2003). «Emergy indices and ratios for sustainable material
cycles and recycle options». Resources, Conservation and Recycling 38 (1): 1-
22. doi:10.1016/S0921-3449(02)00093-9. Archivado desde el original el 13 de marzo de
2012.
MILLER Jr., G. Tyler. Ecología y Medio Ambiente. Iberoamericana.
Fernandez, A., & du Mortier, C. (s. f.). Evaluación de la condición del agua para consumo
Gallardo, A., Covelo, F., Morillas, L., & Delgado, M. (2009). Ciclos de nutrientes y procesos